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Élites y estructura 

social
Robert D. Putnam: “The comparative study of political eltes”

Existen dos tipos fundamentales de uniones entre las élites y la sociedad. En primer
lugar, la importancia que le da la sociedad al liderazgo en la democracia
representativa, y segundo y más importante, los esfuerzos que son requeridos para
alcanzar esta meta. Los procesos políticos estándar, raramente ofrecen un equilibrio
proporcional en sus élites de entre todos los distintos segmentos de la sociedad. 

Estratificación Socieconómica y Política

Para distinguir los modelos de composición de las élites contamos con dos medidas,
en primer lugar la correlación entre el estatus político y el económico, en el que no
importa tanto su religión, raza,edad o sexo. El modelo opuesto posiciona al individuo,
en vez de al colectivo, en su lugar en la jerarquía, tanto política, como económica,
como social, cuya conclusión es que el que más alto esta en la jerarquía
socioeconómica, puede monopolizar el liderazgo político. Los teóricos de las élites
como Mosca, son mas propensos a creer en el segundo. Para esto lo ilustra con el
ejemplo de a que se dedican los líderes de Estados Unidos,Gran Bretaña ,Italia y
Alemania. En Estados Unidos un 74% son altos directivos, en Gran Bretaña un 78%,
en Alemania un 82% y en Italia un 57%.

Esta correlación, sin embargo, puede ser fruto del simple reflejo de
la tendencia alcista de la sociedad, porque puede que las élites
políticas estén compuestas de personas hechas a si mismas. En contraposición a esta
tesis, los datos familiares de las élites, respaldan que vienen en general de familias
acomodadas, lo cual favorece su irrupción en el sistema político. El ejemplo más
claro es el de los Estados Unidos, que desde 1789 solo el 2% de los miembros de un
gabinete de gobierno eran trabajadores manuales tales como granjeros o hijos de
estos mismos. Evidentemente al seguir este estudio en los países de la antigua URSS,
los orígenes obreros se daban en torno al 35%, principalmente favorecidos por el
sistema.

Estas evidencias de la correlación entre parte alta de la pirámide socieconómica


y élite política se da en las democracias emergentes de
Asia, África y América Latina.

 Los orígenes sociales de las élites administrativas son tan exclusivos como las de los
líderes políticos
 Como pasaba con las élites políticas, las élites administrativas son de clase media-
alta, o descendientes de esa. En Turquía el 75% pertenecía a la clase media-alta,frente
a los 47% de US 42% de Italia y Alemania o los 35% de GB.

Subélites económicas y de otro tipo, por lo general provienen de orígenes más


privilegiados que las élites políticas y administrativas

Mientras que los porcentajes de clase alta en la élite política y administrativa


superaban el 70% en la élite económica superan el 80%, especialmente destacan que
la mayoría son herederos de grandes fortunas (72%) y que son pocos los
hechos así mismos, como ocurre en el campo de la política.

Educación y Estratificación política

El grado de educación también es una dimensión importante de la estratificación


social, y esta directamente relacionado con el estatus político.  En las democracias
occidentales mas del 60% de los miembros de la élite política han estudiado en
universidades,mientras que en el común de la sociedad es de un 20%. Para el autor la
universidad es el camino real hacia lo más alto de las élites.

En los países con democracias jóvenes los estudios también juegan un papel crucial.


En países cuya tasa se estudiantes universitarios es poco superior al 1%, que el 75%
de sus élites tengan estudios universitarios resulta muy relevante.

Incluso en los países comunistas, a partir de 1972 los estudios superiores se


convierten en la llave para llegar a la élite.

Clase,educación y poder: 4 modelos.

El reclutamiento de las élites,  basándose en los estudios universitarios se ve a


menudo como una ruptura con los patrones de sucesión, en los que se había visto el
poder como algo hereditario. Cuando esto sucede se presume que el sistema es
meritocrático y no hereditario.

En sociedades en las que conseguir el acceso a la educación superior solo esta al


alcance de las élites socieconómicas esto plantea un impedimento para muchos
aspirantes. Para interpretar la correlación entre educación y status político, hay que
tener en cuenta la forma de acceso a los estudios. Este análisis concluyó que la
mayoría de estudiantes universitarios desciende de trabajadores no manuales y de
familias acomodadas.

Las causas de los nexos entre status social y oportunidades para recibir educación son
complejas. Las circunstancias económicas y sociales animan o desaniman a
los jóvenes a continuar su educación.
Por lo tanto, si el acceso a la educación está sesgado socialmente, la dependencia de
credenciales educativas para el reclutamiento político, de ninguna manera asegura
una élite socialmente representativa. Esto es especialmente representativo en
los países en vías de desarrollo con democracias jóvenes.

Etnicidad, geografía, genero y satisfacción política

El impacto de la estructura social en la composición de la élite se extiende mucho


más allá de la clase social y la educación. Las minorías tanto religiosas
como étnicas tienden a estar poco representadas en
las élites políticas. Geográficamente, muchas élites se generan de forma
desproporcionada de las ciudades, especialmente en las áreas metropolitanas.

En términos estadísticos, las mujeres son el grupo menos representado en


la élite política mundial. El mundo de las altas políticas es generalmente masculino,el
alcance de esta escasa representación de la mujer en la élite política varía muy poco
de un país a otro.

A pesar de ejemplos de mujeres en la cúspide del poder político como Indira Gandhi


y Golda Meir en India e Israel, destaca que el porcentaje de mujeres en el parlamento
oscilaba entre el 4 y el 8%.

El movimiento de liberalización de la mujer podría tener un impacto importante en


estos patrones en los próximos años, pero existen grandes obstáculos  A pesar de
todo, las aspirantes femeninas tienden a venir de estratos sociales mas altos que los
masculinos.

La ley de la desproporción creciente

La ventaja desproporcionada de los reclutas masculinos para las élites  con alto grado
de educación y de clase alta aumenta a medida que se asciende en el sistema de
estratificación política. Esta ley parece aplicarse en todos los sistemas políticos, sin
importar su grado de igualdad social.

Este fenómeno se aprecia claramente en el sistema británico  Si se mira su grado en la


escala política, los datos son los siguientes, teniendo en cuenta el de los estudios en
Oxford o Cambridge: Candidatos perdedores al parlamento 23%, miembros del
Parlamento 37%, Ministros no miembros del gabinete 67%, Ministros del Gabinete
72% y Primeros Ministros 100%.

La ley de la desproporción creciente se aplica también en los países en vías de


desarrollo y los subdesarrollados. La ley de la desproporción creciente se aplica
también en muchos otros contextos. Dentro de cada una élite estratégica la
proporción de mujeres disminuye conforme nos movemos de estratos más bajos a
más altos.
Ideología y aglutinación

El grado en que una élite se diferencia del modelo de la independencia de la


representación estadistícamente perfecta, está estrechamente relacionada con su
orientación ideológica. Los gabinetes de gobiernos conservadores o de derechas
suelen tener un grado de liderazgo y formación mayor que los gobiernos de
izquierdas, que suelen ser de clases más modestas. La excepción a esta afirmación se
da en Estados Unidos, donde las élites demócratas no vienen de estamentos menos
privilegiados que los republicanos.

Aglutinación: ¿por qué?

La evidencia disponible apoya firmemente la teoría de la aglutinación de la


composición de la élite, para las élites políticas en todas partes se dibujan de manera
desproporcionada de los grupos hacia la cima de la jerarquía social. Sin duda, los
grupos de estatus superior raramente acaparan puestos de élite por completo, y sólo
una fracción de los que están socialmente subvencionados realmente entran en
la élite.

La explicación más obvia para el sesgo estadístico en la parte superior de la jerarquía


de la política sería el propio sesgo social y político. El camino hacia la élite política
está bloqueada por una serie de puertas y los “porteros” tienen que considerar el
trasfondo social del candidato. 

La dificultad con esta explicación es que la aglutinación esta a menudo aún más
marcada en contextos donde el voto no juega ningún papel en absoluto. De hecho, las
élites electas son más representativas demográficamente que otras élites estratégicas,
y allí se pone en evidencia que el sufragio universal y la alta participación de votantes
en realidad debilitan el vínculo entre el status social y político. 

Aglutinación: ¿y qué?

-Interés propio:

La hipótesis más obvia es que los tomadores de decisiones favorecerán los intereses
de los grupos sociales de los que proceden. Un argumento similar es que los
ciudadanos de a pie de los mismos grupos sociales que los líderes políticos tendrán
fácil acceso al proceso de toma de decisiones, ya que son del mismo estamento y
comparten tanto el mismo estilo de vida.

-Socialización:

En los últimos años, una defensa más sutil de los estudios de carácter social han
hecho hincapié en la socialización política. Es bien sabido que entre los ciudadanos
de comun origen social se asocia con perspectiva política, y su razonable suponer que
entre los miembros de la élite también la conducta es una función de la experiencia
pasada.

-Sismología:

El origen social de los miembros de la élite es relevante no tanto como un predictor


de la conducta individual que como un indicador de la estructura del poder social. En
lugar de mantener esa estructura influye en los resultados de la política social
indirectamente, al afectar la composición de la élite, esta teoría sostiene que la
composición y la política de la élite están directamente influenciadas por la estructura
social

-Integración de la élite:

Cuanto mayor es la homogeneidad de fondo dentro de una élite mayor es la


integración de la élite. La homogeneidad socioeconómica de las élites británicas y
estadounidenses es tan grande, que constituyen verdaderas clases dominantes,
aisladas de la explotación y del resto de la sociedad.

-Estabilidad:

A veces se argumenta que la estabilidad de un sistema político depende del grado en


el que la composición de élite se acerca al modelo de la independencia de la
representación proporcional de todos los grupos sociales. Una élite debe ser a la vez
simbólica y funcionalmente representativa. La aglutinación implica una marcada
brecha en la experiencia y perspectivas entre los que están en la parte superior del
sistema político y los de abajo.

-Legitimación:

En muchas sociedades, la legitimidad política se basa en parte en una noción de la


igualdad de oportunidades. Sin embargo, no hay evidencia rigurosa aún disponible
para poner a prueba el supuesto de que una mayor movilidad social en los roles de
élite en realidad genera legitimidad y estabilidad.

En resumen, el impacto de la extracción social de élite en la política sigue siendo


plausible, pero ambiguo y sin fundamento. No podemos estar seguros de que una élite
que representa a todos los grupos sociales proporcionalmente en realidad fomentar la
estabilidad de eficacia o la capacidad de respuesta.

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