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mapa del narcotráfico en

México:
De acuerdo con un mapa trazado por el gabinete de seguridad, 16
organizaciones criminales conforman la geografía del narcotráfico en
México.
el gobierno mexicano considera a los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva
Generación como los de mayor impacto, del que se sabe, es el clan más antiguo
establecido en México.
el Cártel de Sinaloa nunca estuvo aniquilado (ni remotamente) con la captura y
extradición de Joaquín el Chapo Guzmán; sólo terminó una época, pero la
organización continuó siendo la más poderosa en México.
El CJNG se ha especializado, sobre todo, en el tráfico de drogas sintéticas, como
el fentanilo, que elabora con precursores que recibe en los puertos de Colima y
Michoacán.

La imagen más común del narco suele contener los elementos típicos de la nota
roja: violencia, armas, corrupción y, por supuesto, drogas. Hay otro aspecto igual
de importante y que explica su alcance y la dificultad de extirparlo: su fortaleza
económica. Esta actividad ilícita genera en México 19,000 millones de dólares
(mdd), según cálculos de Expansión con datos de los gobiernos de México y de
Estados Unidos. Esta cifra se asemeja a la de los envíos de remesas y es mayor a
las divisas que atrae el turismo.

El narcotráfico ocupa en México a medio millón de personas entre las que cuenta
a gatilleros, cosechadores de marihuana, ‘cocineros’ (quienes producen las
anfetaminas) y transportistas, entre muchos otros; esto es, 25% más personas de
las que emplea McDonald’s en todo el mundo. Y eso sin contar a policías,
arquitectos, contadores o financieros que trabajan indirectamente para los
delincuentes. En 60% de los municipios del país, hay gente empleada por el
crimen organizado, según calcula el senador panista Ramón Galindo, ex alcalde
de Ciudad Juárez.

Ése es el negocio y tal es su mano de obra. Su principal “ventaja competitiva”, tal


como sucede con las actividades formales, es su proximidad geográfica con el
principal consumidor de drogas: Estados Unidos. Si 80% de las exportaciones del
sector formal cruzan la frontera norte, lo mismo sucede con 90% de la cocaína que
llega a México, lo que equivale a unas 260 toneladas anuales. Aquí se produce la
mitad de las anfetaminas que se consumen en EU, y unas 16,000 toneladas de
marihuana.

GRAFICAS:

4 de cada 10 mexicanos cree que los cárteles de la droga tienen más poder en el
país que el mismo presidente, es decir, 39% de los mexicanos. Una percepción
que ha incrementado en 9 puntos en sólo un año.
Aquí nos quedamos con las primeras cuatro preguntas que son extremadamente
reveladoras, donde más del 30% de los mexicanos es capaz de justificar las
actividades del narco debido a los beneficios que ofrecen a sus comunidades.

En 2018 casi la mitad de los mexicanos veía a los cárteles como potenciales
empleadores, y en tres años esta percepción cayó 12 puntos derivado de la
violencia. Muchos de los ciudadanos que llegaron a trabajar para el narco están
muertos o han terminado con algún daño en su patrimonio o en sus familias, ya
que estos suelen ser los más afectados ante las venganzas entre cárteles.
La situación de drogas en México, tanto en su vertiente de oferta como de
demanda, se encuentra estrechamente ligada a las condiciones económicas,
culturales, sociales e históricas que han prevalecido en el país en las últimas
décadas. Una lectura analítica de este complejo fenómeno sería completamente
parcial, si se deja de lado el contexto en que ocurren y trascurre la vida
institucional y cotidiana. Desde los años 70, el fenómeno de las drogas,
particularmente lo relacionado con la producción, transportación y comercio,
comenzó a ocupar mayores espacios en el desarrollo de políticas y recursos
legales; muestra de ello es el robusto marco legal que se ha construido con el
objetivo de controlar, normar y regular las diversas actividades asociadas. En este
contexto, el país ha colaborado activamente en el escenario internacional para
incorporar y armonizar su marco legislativo con los acuerdos y convenios
internacionales, al tiempo de orientarse al diseño de propuestas alternas a la
política de drogas que prevalece en el mundo.
La política de drogas en México está basada en tres principios: 1) enfoque de
salud pública; 2) prevención y reducción del daño social asociado al fenómeno de
las drogas; y, 3) contención y disuasión de la producción, tránsito y distribución de
drogas. A su vez, se enmarca en los siguientes ejes de actuación: a) reducción de
la demanda; b) control y reducción de la oferta; c) prevención de la violencia y
delincuencia; d) procuración y administración de justicia; e) investigación,
evaluación y capacitación; y, f) cooperación internacional. Lo anterior bajo
coordinación de los tres órdenes de gobierno.
El marco normativo está básicamente constituido por los siguientes instrumentos
legales:
a) Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos:

Reducción de la demanda
 Artículo 4
 Artículo 73 fracción XVI, inciso 4
 Artículo 117, fracción IX

Reducción de la oferta
 Artículos 16 párrafos 8-10,
 Artículo 18 párrafo 9,
 Artículo 19 párrafo 2 y 6,
 Artículo 20 apartado B fracción III y V; apartado C fracción V,
 Artículo 22 fracción II inciso d
 Artículo 73 fracción XXI,
 artículo sexto transitorio.

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