La actividad económica se realiza mediante transacciones de objetos econó- micos entre los distintos sujetos que intervienen en ella, y se concreta en la pro- ducción, intercambio y consumo de bienes, servicios, derechos y obligaciones. Las interrelaciones entre los citados sujetos son cada vez más complejas y tienen lugar en un entorno económico determinado que, en los países social y econó- micamente más avanzados, se caracteriza porque el marco en el que operan las unidades económicas responde al modelo de economía social de mercado, lo que supone: la propiedad privada de los medios de producción, tomas de de- cisiones económicas constantes y dispersas y el ánimo de lucro como principal motor de las decisiones a tomar; aunque la responsabilidad social impone a las unidades económicas ciertas restricciones a la libertad de mercado descrita. El predominio de la propiedad privada de los medios de producción no impide una presencia significativa del Estado en algunas actividades como las educativas, culturales, asistenciales o de orden público, sin que ello suponga una planificación económica centralizada. Cada empresa es libre de decidir qué es lo que va a producir, a vender, a qué precio y cómo va a distribuir las rentas obtenidas. Como hemos señalado, la obtención de beneficio es el principal objetivo de la actividad empresarial, junto con otros objetivos complementarios como el creci- miento, la expansión de negocio, la maximización de ingresos, etc. En paralelo a las empresas de negocio, coexisten otras entidades sin ánimo de lucro, como las fundaciones, asociaciones y entes similares, y las administraciones públicas que persiguen objetivos sociales. La actividad económica se realiza dentro de un ambiente de incertidumbre, por lo que se desconoce con exactitud la evolución de las variables económicas más significativas (demanda, precios, tipos de interés...), ignorando la empresa las consecuencias de sus decisiones. La actividad empresarial la pueden realizar personas jurídicamente inde- pendientes o vinculadas entre sí por razones de propiedad o de control. En consecuencia, pueden ser sujetos económicos las personas jurídicamente inde- pendientes, o bien un conjunto de éstas, o partes de unas u otras. Los objetos económicos se identifican con los distintos bienes, servicios, de- rechos y obligaciones susceptibles de intercambio. El cada vez más complicado entramado de la actividad económica, junto con las características del entorno descrito, hacen necesaria la máxima trans- parencia en las actuaciones empresariales, y cada vez son más los estamentos
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Sistemas de información empresarial. La información contable 3
sociales interesados en su conocimiento: Estado, propietarios del capital, ad-
ministradores, acreedores, trabajadores, consumidores, etc. La adopción de decisiones racionales por parte de cada uno de estos estamentos hace necesario disponer de información pertinente sobre la situación económica y financiera de las empresas y su posible evolución. Es a la contabilidad a la que corresponde la elaboración y transmisión de esta información a través de sus propios métodos y procedimientos. Dentro de este entorno, el propósito primario de la contabilidad es preci- samente el señalado: elaborar y comunicar información económico-financiera adecuada para reducir la incertidumbre relacionada con el proceso de toma de decisiones.
1.1.1. Sujetos económicos
El sujeto principal de toda actividad económica es el hombre, bien de forma individual o como integrante de un colectivo. Son sujetos económicos las perso- nas y agrupaciones de personas que desarrollan una actividad económica. La distinta naturaleza de las actividades económicas nos lleva a una prime- ra distinción entre los sujetos o unidades económicas que las realizan, distin- guiendo entre unidades económicas de producción y unidades económicas de consumo:
Tabla 1.1. Distinción entre unidades económicas de producción y de consumo.
Unidades económicas de producción Unidades económicas de consumo
Sector Empresas privadas Familias
privado Entidades productivas de economía social Entidades sin ánimo de lucro Sector Empresas públicas Administraciones públicas público Fuente: Serra, Giner y Vilar (1996:21) y elaboración propia.
a) Las unidades económicas de producción, denominadas comúnmente em-
presas, tienen como finalidad la producción y/o distribución de bienes y servicios. En cuanto a la propiedad de los medios de producción, se distingue entre: • Empresas privadas, que son las entidades creadas por iniciativa de una o varias personas que ponen en común capital y trabajo para desa- rrollar su actividad, con el propósito de retribuir a todos los factores productivos. • Empresas públicas, que son entidades cuyo capital está mayoritaria- mente controlado por el Estado u otros organismos públicos.
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4 Contabilidad financiera
b) Las unidades económicas de consumo son las destinatarias finales de
los bienes y servicios producidos por las empresas, siendo los integrantes de las familias los consumidores por excelencia. Entre las unidades económicas de consumo, también se encuadran las administraciones públicas, los distintos organismos dependientes de ellas y las entidades sin ánimo de lucro. Las empresas del sector privado, en cuanto unidades económicas de produc- ción que proporcionan bienes y servicios al mercado en función de la deman- da, serán el objeto prioritario de este texto, aunque el sistema de información contable permite procesar los datos relativos a cualquier ente económico, sea unidad de consumo o producción, público o privado, persona física o jurídica.
1.1.2. Empresa y tipos de empresas
La empresa es una organización de recursos productivos (materiales, inma- teriales, humanos y técnicos) que goza de autonomía para el establecimiento y ejecución de sus planes económicos y que tiene por finalidad la producción y/o distribución de los bienes y servicios demandados por los consumidores finales o por otras empresas. El empresario será la persona que actuando en nombre propio (si se trata de una persona física) o a través de unos órganos de administración (si se trata de una per- sona jurídica) asume la dirección y organización de los factores de producción y el riesgo empresarial, a cambio de la obtención de un beneficio. Para él, la contabilidad se convierte en un importante instrumento que le informa de la composición del patrimonio (es decir, de la riqueza de la empresa), de los cam- bios en la posición financiera, de la actividad realizada (compra-producción- venta) y le explica cómo se ha obtenido el beneficio o pérdida (es decir, cómo ha variado la riqueza). Entre los múltiples criterios existentes para clasificar las empresas nos vamos a referir a tres: el primero atendiendo a la actividad desarrollada, el segundo a la forma jurídica elegida y el tercero en función de su tamaño. a) Atendiendo a la actividad económica desarrollada, se distinguen: • Empresas comerciales, cuya actividad consiste en la compra-venta de los bienes elaborados por otras empresas; tienen como finalidad acer- car a los consumidores los bienes que demandan. Como ejemplos de empresas comerciales tenemos a las grandes superficies, supermerca- dos y comercio minorista en general. • Empresas industriales o de transformación, en las que se lleva a cabo la trasformación de las materias primas mediante la aplicación de tra- bajo y tecnología, para obtener un producto final que puede ser ven- dido a los consumidores o a otras empresas. Como ejemplos tenemos a las fábricas de automóviles, calzados, muebles, etc.