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1° NIVEL: XV TEMA

EL JUCIO FINAL

La Palabra de Dios habla de un juicio final, cuando los muertos injustos serán levantados y juzgados según sus
obras, y serán lanzados al castigo eterno, juntamente con el diablo, sus ángeles, la bestia y el falso profeta y
tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
Mateo ; Apocalipsis 19:20, 20:11-15 y 21:08.
NECESIDAD DEL JUICIO
Es significativo que la iglesia primitiva considere la resurrección de los muertos y el juicio eterno como
doctrinas fundamentales (Hebreos 6:1-2), lo cual es necesario, porque de que otra manera juzgara Dios al
mundo.
El juicio es una necesidad moral ya que estamos frente a un orden divino que demanda no solo “justicia y
dominio propio sino juicio venidero” (Hechos 24:25), su base es la santidad y la justicia de Dios y su objetivo
es la de revelar y adjudicar la conducta de la gente moral.
Los secretos de los hombres serán descubiertos (Romanos 2:16 comparar con Marcos 4:22 y Lucas 12:2) y el
carácter será avalado con equidad perfecta a la luz del conocimiento y la oportunidad (Romanos 2:7-11), se
producirá una sentencia final de separación y el reo sentirá justicia por sus obras (Lucas 23:41; apocalipsis
21:8 )

EL TIEMPO DEL JUCIO: Se establece claramente que este juicio será después de la culminación del reino
milenario de Cristo (Apocalipsis 20:5-6).
EL LUGAR DEL JUICIO: Apocalipsis 20:11 dice: “y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él,
de delante el cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos”. Dado que, los elementos
que indican lugar no están presentes, se determina que el lugar del juicio será el espacio.
LOS SUJETOS QUE SERAN SOMETIDOS A JUCIO: En Apocalipsis 20:11-15 se pone de manifiesto
evidentemente, que los sujetos serán los muertos grandes y pequeños, que no tuvieron participación en el
programa de la primera resurrección determinado para los salvos (Apocalipsis 20:6).
Estos muertos son todos los impíos de la raza humana que no tomaron en cuenta a Dios y que son los cobardes e
incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idolatras y todos los mentirosos
(Apocalipsis 21:8).
LA BASE DEL JUICIO: El juicio no será para determinar si aquellos que estarán en el tribunal serán salvos o
no; ya que todos los salvos habrán entrado en su estado eterno porque tuvieron parte en el programa de la
primera resurrección. El juicio se establecerá entonces, con el fin de juzgar las malas obras de los no salvos
(Apocalipsis 20:12-13), que amaron mas las tinieblas que la Luz porque sus obras eran malas (Juan
3:19).*apocalipsis 20:6
RESULTADO DEL JUICIO: El resultado de este juicio se ve muy claro en Apocalipsis 20:15 que dice: “y el
que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado en el lago de fuego”, que es lo mismo que la
condenación del infierno (Mateo 23:33), en las tinieblas de afuera (Mateo 8:12, 25:30)
Este juicio se expresa en dos aspectos (Mateo 8:12; 22:13; 25;30):
a. Será un lugar: en las tinieblas de afuera, excluido para siempre de la presencia de Dios.
b. Será una condición: allí será el lloro y el crujir de dientes.
Aclarando así, que no será lugar pasajero ni de inconsciencia o aniquilación, sino de remordimiento consciente
y de sufrimiento. Del juicio del gran trono blanco y de la destrucción del primer cielo y la primera tierra, Juan
escribe: “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya
no existía más” (Apocalipsis 21:1). Esto es el cumplimiento a la profecía de Isaías 65:17; 66:22.

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