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Células y Tejidos
Células y Tejidos
El cuerpo humano no es una suma de órganos y sistemas, sino una unidad organiza
d a que funciona en forma armónica de acuerdo con las condiciones ambientales e
intercambia materia y energía con el medio. Este intercambio es permanente y
asegura su supervivencia.
A diario, recibimos una variedad enorme de estímulos a los que nuestro organismo
da respuesta. Algunos estímulos los son externos y otros son propios de nuestra
particular conformación.
Los estímulos externos son innumerables: la temperatura, una persona que nos
habla, los vehículos que transitan una calle que debemos cruzar, un olor agradable
o desagradable, un paisaje...
1.1 El metabolismo
El ser humano está en permanente relación con su medio, del cual depende para
sobrevivir. Esa relación es posible porque es una estructura su- mamente
organizada —y la más compleja de la naturaleza—, que le permite adaptarse a los
cambios permanentes de las condiciones exter- nas y lograr el mayor grado de
equilibrio en su medio interno, y entre éste y el ambiente en que vive (componentes
físicos, químicos, bio- lógicos, culturales, ecológicos). Cuando se quiebra el
equilibrio u homeostasis, se produce la enfermedad.
Los seres humanos, igual que todos los seres vi- vos, estamos constituidos por
elementos químicos presentes en la materia inerte, como oxígeno, carbono,
hidrógeno, fósforo y nitrógeno. Pero ¿qué nos hace tan diferentes del agua o una
piedra? La complejidad de las combinaciones de es- tos elementos en
macromoléculas, el grado de organización que presenta nuestro cuerpo y la
capacidad de reproducirnos.
4.1 PROTOPLASMÁTICO
Es el conjunto de sustancias que componen los seres vivos y está formado por
átomos de carbono, oxígeno, hidrógeno y nitrógeno en menor proporción, que se
combinan en moléculas con las que se construyen las distintas estructuras del
protoplasma.
4.2 CELULAR
4.3 TISULAR
Los órganos son las piezas o partes de un organismo, formadas por los tejidos, que
cumplen una determi- nada función. Ejemplos: corazón, hueso.
Son agrupaciones de órganos que trabajan coordinadamente para reali- zar una
función vital. Ejemplos: sis- tema circulatorio, sistema óseo.
Es cada uno de los seres vivos, resul- tado de una especial organización, que le
permite vivir.
Como todos los seres vivos, los humanos realizan una variedad de funciones para
perpetuarse. Ellas son:
5.1 La nutrición
Todos los seres vivos necesitan alimentarse para obtener la materia y la energía
que emplean para vivir. Por medio de la nutrición, obtienen materia y la integran a
las células con el fin de re- oner las partes que se van perdiendo y desgas- tando.
Parte de esa materia es utilizada como energía, fundamental para mantener la
intensa actividad del organismo. Otra parte queda como material de reserva
(energía almacenada).
Los seres humanos, como todos los animales, po- seen un sistema especializado
por medio del cual las sustancias alimenticias son transformadas completamente
para ser asimiladas por todas las células. Este proceso se llama digestión. Si tu-
viéramos la posibilidad de seguir el camino de nuestros alimentos, nos
sorprenderíamos por la manera en que son reducidos hasta ser transforma- dos en
moléculas que pasan del intestino delgado a la sangre, y de allí a las células del
cuerpo. Pero la transformación no termina en las células. Por el contrario, éstas son
fábricas en miniatura donde se procesan las sustancias recibidas para obtener ener-
gía o materia para construir aquella que se pierde.
Para transportar las sustancias útiles desde el sis- tema digestivo hasta las células,
contamos con el sistema circulatorio, que consta de una bom- ba, el corazón y
tubos cerrados (arterias, venas y capilares) por donde circula la sangre. Los nu-
trientes transformados por el sistema digestivo se encuentran disueltos en la sangre
o están ligados a proteínas transportadoras.
Pero la sangre transporta, además, el oxígeno, sustancia que el organismo utiliza
para oxidar los nutrientes y obtener la energía vital. Y lleva los residuos de las
reacciones metabólicas de las células hacia los pulmones, donde son eliminados
cuando exhalamos aire, y hacia los riñones (don- de se forma la orina).
5.4 La respiración
5.5 La excreción
La célula puede ser comparada con una pequeña fábrica, donde se obtienen
productos y, como resultado de la actividad, se producen desechos. Como todo
desecho es tóxico para el organismo, debe ser expulsado hacia el exterior. Para
ello, el cuerpo cuenta con un sistema excretor, cuyos órganos principales son los
riñones. Dentro de ellos, se reciclan algunos desechos para volver a ser utilizados,
y los que no pueden ser aprovechados forman la orina, que eliminamos durante la
micción.
5.6 El movimiento
La respuesta y la coordinación
Ya dijimos que el cuerpo no es una suma de par- tes, sino que todos los
componentes, en los distintos niveles de organización, actúan coordinadamente.
El encargado de coordinar todas las funciones que llevan adelante los órganos,
reunidos en sistemas, y las células del cuerpo es el sistema nervioso. A través de
sus células se transmiten los impulsos nerviosos que hacen que nos movamos, nos
alimentemos y recibamos los estímulos internos y externos, entre muchas
actividades.
Los estímulos externos son recibidos por terminales nerviosas que están
esparcidas por la piel o contenidas en nuestros sentidos. Los internos son recibidos
por terminales que inervan las paredes de los órganos.
Todo organismo tiene mecanismos de defensa contra las agresiones del medio
ambiente. El cuerpo humano, a pesar de parecer tan vulnerable, posee un sistema
que destruye muchos de los microorganismos nocivos que ingresan a él. La primera
barrera que encuentran los factores patógenos es la piel. Si logran entrar, encuen-
tran una segunda barrera, constituida por células sanguíneas que se encargan de
fagocitarlos. Por último, el cuerpo cuenta con una barrera terciaria, conformada por
órganos linfoides, ganglios y la médula ósea.
8 La célula
El cuerpo humano se organiza a partir de las células. Cada una de ellas es una
pequeña fábrica donde se producen sustancias nuevas que sustituyen las que son
destruidas y se libera la energía que necesita el organismo para cumplir con sus
funciones y realizar diferentes trabajos. Un ejemplo de trabajo celular se aprecia en
los músculos, que se contraen o se relajan, produciendo el movimiento del cuerpo.
Las células del cuerpo humano poseen diferentes formas y tamaños, de acuerdo
con la función que cumplen. Por ejemplo, los glóbulos rojos, especializados en
transportar oxígeno, tienen forma de disco y miden 7.5 m; las neuronas (células
que transmiten los impulsos nerviosos) pueden medir 50 m y presentan
ramificaciones y prolongaciones muy largas.
Sirven para almacenar reservas de energía por largo tiempo (un gramo almacena
seis ve- ces lo que almacena un gramo de carbohidrato). Se encuentran, en
particular, debajo de la piel. Forman las membranas de las células y están presentes
en las hormonas sexuales, entre otras.
9.3 PROTEÍNAS
Son las unidades estructurales de los ácidos nucleicos: el ácido ribonucleico (ARN)
y el ácido desoxirribonucleico (ADN).
El ARN se encuentra en el citoplasma de la célula, participa en la síntesis de las
proteínas y lleva a cabo la transcripción genética del ADN. El ADN se encuentra
principalmente en los cromosomas, que contienen la información hereditaria de los
seres vivos.
La mayor parte de los organismos vivos están formados por un número muy variable
de células.
10.2 Citoplasma
10.3 Núcleo
Es una parte integrante de casi todas las células. Puede presentar forma esférica,
aplanada, de óvalo, etc. Si bien en muchas células se ubica en la parte central, en
otras puede estar desplazado. Contiene la información genética (ADN) y con- trola,
por lo tanto, las actividades de la célula.
Pueden formarse directamente a partir del aparato de Golgi o por separación de las
vesículas que forman parte de él. Un tipo especial de lisosoma es el acrosoma de
la cabeza del espermatozoide, que libera enzimas para disolver la membrana
vitelina cuando el espermatozoide se une al óvulo.
La célula, como todo organismo vivo, cumple una serie de funciones que conforman
el metabolismo celular.
Nutrición: mantiene a la célula con vida. Relación: vincula a la célula con el medio.
Reproducción: permite la obtención de nuevas células. Los procesos que
proporcionan a la célula la energía y las sustancias indispensables para mantenerse
viva son los siguientes:
• la entrada de sustancias;
• la transformación que experimentan dichas sustancias en el interior de la
célula;
• la eliminación de sustancias que no son de utilidad.
Las grandes moléculas que penetran por fagoci- tosis o pinocitosis no pueden pasar
directamen- te a formar parte de los componentes de la célu- la. Por lo tanto,
previamente, son transformadas en moléculas más simples (dos a cuatro carbo-
nos) por las enzimas digestivas de los liso- somas, llamadas hidrolasa s. Una vez
simplifica- das, las moléculas pueden incorporarse al cito- plasma; es decir, son
asimiladas.
Dentro del cuerpo humano hay diferentes tipos de células, de acuerdo con el trabajo
que realizan. Algunas pueden dividirse, como las de la piel, que están
reproduciéndose permanentemente para reponer sus pérdidas constantes. Otras no
son capaces de reponer la parte de órgano que se destruye, como las del tejido
nervioso. En otros casos, las células sólo se reproducen en caso de que el órgano
lo necesite, como las células del hígado. Las células se reproducen y dan origen a
células hijas mediante un proceso de división. Existen tres tipos de división celular.