Se dijo alguna vez que la tarea de los filósofos no es interpretar de diversos modos
el mundo sino que de transformarlo. Es a propósito de esto último que el carácter de un
Encuentro de filosofía, mas aun si es de estudiantes, puede y quizás, debe, estar sostenido sobre una base pragmática que apunte a resolver el curso de acción que posiblemente arroje un proceso de reflexión colectiva, intentando no dejar al margen la posibilidad de que prevalezca en el sentir no la amarga sensación de un futuro catastrófico e inalterable sino la de una dulce tarea de pensar el porvenir como un camino que se traza en el hacer.