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Enero 2019
LA SUSTENTABILIDAD AMBIENTAL
DESMITIFICAR LA SUSTENTABILIDAD
"La raíz del término sustentabilidad está tan profundamente arraigada en conceptos fundamentalmente
diferentes que la búsqueda de una definición precisa resulta fútil. La existencia de la palabra es tolerable
solo si cada analista describe claramente lo que él o ella quieren decir con “sustentabilidad”.2
Un criterio unificado servirá también para aclarar los intentos por diferenciar ese
término del de “sostenibilidad”, lo cual ha creado cierta confusión porque ambos
conceptos –fundidos o separados- abarcan una connotación muy diferente sea que
provengan de eruditos, académicos, naturalistas e ingenieros ambientales, de líderes de
empresas e industrias manufactureras, o bien de comunicación de boca a oídos entre el
público común que incidentalmente y por desconocimiento, resulta ser el que más
impacto genera sobre el ambiente. De manera que para fines de este capítulo y en aras
de unificar criterios se considerarán ambos términos como sinónimos.
Resulta llamativo que ciertas ediciones del Diccionario de la Real Academia Española
no registren definición de sustentabilidad ni de sostenibilidad 3. Tal vez la confusión
entre ambos conceptos sea la causa. Otros diccionarios intentan definir la
sustentabilidad como “…la idea de que los bienes y servicios deben ser producidos de
forma que no se utilicen recursos que no puedan ser reemplazados y que no dañen el
ambiente 4”. Y un diccionario más la identifica con “la capacidad de mantener o
soportar una actividad o proceso a largo plazo 5” No se especifica cuán largo pueda ser
ese plazo. En términos más coloquiales, la sustentabilidad se define como la duración de
los sistemas y procesos 6; y se puede concluir añadiendo una definición teórica de
sustentabilidad sintetizada por investigadores universitarios del país, expertos en el tema,
como “La capacidad de los procesos de mantenerse indefinidamente sin agotar la
energía ni los recursos de los que dependen 7”.
Es necesario advertir que según el torrente de voces en las redes sociales la percepción
del público de lo que significa el término sustentabilidad se asocia con una idea algo
diferente de su verdadero significado etimológico. Así, se puede notar en la charla
cotidiana que el público común maneja el término básicamente como un eslogan para
mostrar una fachada de interés por la naturaleza, para incrementar las ventas, mejorar la
aceptación del público, o tal vez para “estar en la onda” en comparación con el
significado conceptual con el que los especialistas en la materia lo asocian y que se
relaciona con factores como por ejemplo, la fragmentación masiva de micro partículas
de plástico que devoran los corales y que las grandes especies marinas confunden con
plancton y krill, pasando por la saturación del paisaje urbano con grafitis, o el
oscurecimiento de las estrellas por la iluminación artificial, hasta la acumulación orbital
de chatarra espacial característica del Antropoceno, temas rara vez discutidos por el
público de a pie.
Identificar el Problema
Últimamente algunos analistas han logrado diseñar soluciones certeras y correctas…
para el problema errado. Es posible que el caso de la sustentabilidad en el desarrollo sea
un ejemplo. Esto destaca la necesidad de acercar la percepción del término que tiene la
masa a un significado desvestido de metáforas o supuestos, ya que hasta que el público
de a pie termine de comprender la importancia de cuidar el complejo ambiente con
pequeñas acciones en el día a día, ninguna política pública, ni legislación podrá tener
efecto de peso en la búsqueda de una mayor sustentabilidad.
Esa tarea implica una reforma profunda de la educación con una amplia revisión de los
contenidos, de los pensa de estudios, junto con el enfoque práctico y realista del diseño
curricular multiescalar e interdisciplinario, que debe partir de campañas de educación
masiva e intensiva del público común desconocedor de las múltiples aristas técnicas
encadenadas del problema ambiental. A ese respecto algunas voces de especialistas
recalcan que se debe “…analizar profundamente el sistema educativo actual para
concebir otro, que optimice la preparación de nuestros jóvenes, más moderno y
adaptado a nuestras condiciones y necesidades”8.
Tales campañas deben ser tan intensivas y persuasivas como las campañas de
prevención de epidemias de la División de Malariología del MOP que se aplicaron en
Venezuela en los años 40-50. No conviene hacerlas de baja intensidad pues el impacto
ambiental, el cambio climático, el agotamiento de recursos, la contaminación de las
aguas, la lluvia ácida y el riesgo de escasez de alimentos son consecuencia de las
acciones de todos por igual -en particular del público desconocedor- por lo cual la tarea
de ayudar a comprender el problema ambiental al público debe extenderse a todos los
rincones por igual para poder generar cambios determinantes de hábitos en todos los
ciudadanos de todo el país.
El término sustentabilidad no tiene mucho sentido cuando aparece solo, por eso los
expertos han estructurado las tres corrientes de desarrollo, social, económica y
ambiental en el concepto más amplio de desarrollo sustentable declarado en el Informe
Brundtland como el desarrollo capaz de “…satisfacer las necesidades de las
generaciones presentes sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones
de satisfacer las suyas“9. El término ‘desarrollo’ deriva de dos términos en latín: “de”
y “volutus” que significa “develar” o “revelar”, (quitar el velo). Desde el punto de
vista semántico se asocia al verbo “desenrollar” o “desenvolver” y significa expandir y
aplicar las capacidades, conocimientos y potenciales que manifiesta un ser, una
organización o un país. ‘Desarrollo’, dicen algunos expertos, “…es un término que
puede describir el estado, el patrón de cambio y el progreso de virtualmente todos los
fenómenos conocidos de actividad humana e industrial.”10
Es obvio que algunas de esas necesidades se dan por elementales: el aire que los seres
humanos respiran, la energía del sol que calienta e ilumina, el agua que brota de los
manantiales de la tierra, y los frutos de las plantas que crecen sobre el suelo. Estas se
podrían denominar “necesidades básicas”. Sin embargo eso solo se refiere a las
necesidades físicas, porque la necesidad primaria de un bebé al nacer, por ejemplo, es
del acogedor envoltorio del amor de su madre, y llora por eso antes incluso que por la
leche de sus pezones. Ese amor no es un factor físico, sino puramente espiritual.
Estudiar esto es clave para comprender a cabalidad el tema, ya que cada una de dichas
necesidades, elementales o superfluas, requieren el consumo de recursos para fabricarlas,
empacarlas, distribuirlas e incluso desecharlas. Muchas de ellas son de importancia vital,
mientras que hay muchas otras de las cuales se podría prescindir sin afectar la
supervivencia.
Cabría aquí la pregunta: ¿Se pueden clasificar esas necesidades? ¿De qué forma se
puede balancear la satisfacción de dichas necesidades? Porque las necesidades de la
generación de los “pavos” de los 50 o las de los “hippies” de los 60 eran muy diferentes
a las de los “Nerds de los 80” o las de los “Millenials” de hoy. ¿Y las futuras
generaciones? ¿Cuáles necesidades serán básicas? ¿Cuáles redundantes? ¿Cuáles se
pueden considerar como “mejoras en la calidad de vida”? ¿Hay una calidad de vida
mínima estandarizada? ¿En qué momento o punto esa calidad de vida se convierte en
“ostentosa”? Porque el mínimo de calidad de vida para algunos puede resultar en el
secuestro de la calidad de vida básica de otros. ¿Cuánta “calidad de vida” es básica?
¿Cuánta es superflua?
Fig. 1. Adopción mundial de una dieta de referencia. www.thelancet.com
Para el 2050, si no se toman medidas mejores que las actuales, se sumarán unos 8,5M
de venezolanos adicionales a los actuales habitantes de los asentamientos informales,
para alcanzar unos 38M. Estos vivirán alojados en 7,25M de viviendas improvisadas
erigidas a su vez en terrenos inestables, con muy difícil acceso a servicios de
emergencia, tal como se ha hecho habitual. Es crucial que las autoridades competentes y
el país entero se preparen para un escenario dramático con eficientes servicios de
atención, pues de lo contrario tocará enfrentarse a una catástrofe de dimensiones
dantescas.
Fig. 4 Tasas de natalidad y mortalidad, escenario medio (Fig. 10, UN-World Population to 2300)
De manera que por lo pronto tiene un sentido incierto e impreciso debatir con propiedad
sobre si algo es o no sustentable, pues no hay desarrollo sin consumo. Lo más sensato
que se puede hacer es considerar un equipo, un sistema, un producto como más
sustentable que otro, o si se optimiza, más sustentable de lo que era antes. Ejemplo: un
automóvil eléctrico puede ser más sustentable que uno de combustión interna. Sin
embargo, muchos autores opinan que las externalidades generadas para fabricar las
baterías, instalar y mantener los puntos de carga y otros sistemas internos con
dispositivos sofisticados, todos voraces en consumo de elementos exóticos e incluso
tierras raras costosas de extraer, y de manufacturar reducirían la presunta sustentabilidad
ambiental de esos autos. Cabe pensar que al igual que el mundo ha alcanzado el punto
de “peak cars” con mil millones de automóviles hoy, a los autos eléctricos les sucederá
eventualmente como a los automóviles de combustión interna. Si se siguen extrayendo
recursos minerales se seguirán fabricando autos eléctricos hasta saturar todas las
carreteras, calles y avenidas y llegará un momento en alguna de las futuras generaciones
en que los autos eléctricos serán demasiados. Y luego tal vez se masifiquen los autos
aéreos –algunos modelos de los cuales están ya en experimentación- y se repetirá la
congestión de autos, esta vez en la atmósfera de los centros urbanos... y así ¡ad nauseam!
Toda solución que busque mejorar la sustentabilidad, por lo tanto y por necesidad, debe
resolver más de un problema simultáneamente, en vez de agravarlo o “correr la arruga”,
como sucede con alguna soluciones, pues mientras cualquiera de ellas específica logre
resolver más problemas combinados, más sustentable será. Si soluciona un problema
pero crea otros deja de ser más sustentable para ser menos sustentable. Por eso es
necesario lograr que la gente común, ese consumidor engolosinado con las etiquetas de
“sustentable” adornando gran parte del mercadeo de bienes y servicios con su pesado
lastre de obsolescencia programada comprenda el monumental impacto que el
desarrollo traerán las próximas cinco o seis décadas para todo el mundo, ya que ningún
país escapará de la demanda exponencial de recursos como resultado del crecimiento
demográfico. Además, resultará igualmente obligante establecer legislación que impida
a la industria manufacturera de bienes, equipos y servicios continuar alimentando la
producción de productos desechables. Salvo que se quiera poner “la zanahoria delante
del asno” la meta realista debería ser mejorar la sustentabilidad, ya que alcanzar la
sustentabilidad por ahora resulta utópico. Eso exige, por supuesto, en vez de abandonar
las acciones para mejorarla, intensificar los estudios que la promuevan, e intensificar su
aplicación.
Cabe recordar que la Nueva Agenda Urbana de la Organización de las Naciones Unidas
estableció 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible sobre 175 puntos a ser considerados como
metas de sustentabilidad16. La mayoría de esos objetivos están asociados directa o
indirectamente con los crecientes asentamientos urbanos formales e informales. Esa asociación
es lógica ya que para 2050 la mitad de la población mundial habrá migrado hacia áreas urbanas,
planificadas o improvisadas. Y 7 de los 17 ODS se refieren a las ciudades. Tres de ellos: “Ob. 9:
Construir infraestructuras resilientes, promover industrialización sustentable y fomentar la
innovación”, “Ob. 11: Lograr que las ciudades y asentamientos humanos sean incluyentes,
seguros, resilientes y sustentables” y “Ob. 17: Fortalecer los medios de implementar y
revitalizar las alianzas globales en desarrollo sustentable”, exigen ser cuidadosamente
estudiados pues se enfocan puntual y específicamente en metas de sustentabilidad.
En materia hídrica, las dificultades para cubrir la demanda exponencial de agua corriente para
el uso en saneamiento e irrigación, y de agua potable para el consumo obliga a crear sistemas
eficientes de tratamiento con disciplina de consumo límite, y junto a esos esfuerzos, crear
mejores planes de prevención de fugas, y de contaminación. Sin embargo en Venezuela se hizo
hábito en las últimas dos décadas maquillar las serias deficiencias de inversión, purificación y
mantenimiento en las redes de tuberías. Además, cabría ensayar sistemas masivos de
desalinización y de cosecha de agua de lluvia para los cerca de 500mil km² de áreas insulares
nacionales prácticamente desatendidas y con potencial envidiable de explotación turística.
La masa de población de las culturas informales crónicas que pueblan los cinturones de miseria
en la mayoría del mundo en desarrollo y en algunas regiones que carecen de infraestructura
educativa y científica, requerirán de asistencia técnica intensiva y de masivos subsidios
trasnacionales para sobrevivir, mientras se capacitan para enfrentar los altos riesgos y los
severos cambios del Nuevo Milenio. La situación en Venezuela en ese aspecto tiene
antecedentes positivos, ya que los ingenieros del hoy extinto MOP en el siglo pasado tuvieron la
estratégica y acertada visión de planificar la creación de suficientes embalses para garantizar, no
solamente el suministro de agua de calidad a vastas regiones del territorio, sino para afianzar
además un potencial hidroeléctrico insustituible que permitirá al país contar con fuentes de
energía limpia y renovable por mucho tiempo, incluyendo volúmenes del preciado líquido
suficientes para saciar la demanda del crecimiento demográfico a futuro, e incluso para su
exportación.
Es casi seguro que la ciencia logrará producir una nueva revolución agrícola en el mundo
civilizado, ya que se ha adelantado mucho en esa dirección con el diseño de techos verdes,
huertos urbanos, producción orgánica intensiva, especialmente la que podemos llamar
“tecnopónica” en todas sus variedades y con el uso de ingeniería genética. Sin embargo esa
nueva revolución no será explosiva como la primera que desencadenó el frenético crecimiento
demográfico del siglo XX, sino gradual, a medida que se desarrollan las nuevas tecnologías,
porque el crecimiento de la población ya va ascendiendo la empinada curva del “palo de
hockey” con su preocupante factor exponencial y la demanda crecerá más rápidamente que la
investigación. En el país ya hay grupos de creativos expertos estudiando estrategias aplicables a
diversos contextos locales que permitan desarrollar sistemas de cultivos, producción
distribución, procesamiento y entrega al consumidor, capaces de cubrir las demandas de
alimentos para las próximas generaciones de venezolanos.
Los millones de teléfonos inteligentes en manos del público hoy se orientan más al
entretenimiento que a la actividad profesional, por ejemplo. Debido a eso, y con base al alto
costo en recursos de alto valor, y en busca de una mayor sustentabilidad, los fabricantes tendrán
que reducir el exceso de funciones y el tamaño de los equipos con la nano-tecnología. Los
aparatos serán crecientemente más costosos a medida que se encarece la extracción de minerales
exóticos y tierras raras, hasta que por el agotamiento de yacimientos y los altos costos de
extracción solamente los líderes de gobiernos, el estamento militar y la élite de profesionales,
académicos y científicos podrán utilizarlos para funciones tecnológicas y de defensa, mientras
se capacita a los menos favorecidos, para la vuelta eventual al hilo fijo de comunicación y
retomar la modesta radiodifusión.
Por eso la participación solo será efectiva y exitosa si se asume a plenitud aplicando los
procedimientos y guías probados para esos fines, las cuales han derivado de décadas
enteras de ingenio desarrollado para evitar las orquestas de denuncias, los conciertos de
acusaciones y el desvío visceral de los tópicos de la agenda de participación. Estos
condicionantes se han superado con técnicas muy efectivas, lo cual convierte a la masa
de público denunciante irritado y a los abanderados de quejas, en un gran ejército de
vasto potencial creativo que requiere solamente recanalización para que mueva el
poderoso motor colectivo a través de un angosto canal que lleve el torrente humano a la
rueda de molino para motorizar el cómo, dónde, cuándo y por qué de los cambios que
requiere la planificación participativa. La guía de dicha participación exige expertos
carismáticos
La razón parece ser compleja, pero es relativamente simple y para muchos difícil de
aceptar. Desde el surgimiento de las redes de superautopistas electrónicas, millones de
personas tienen hoy acceso a vasta información que antes era territorio exclusivo y
predio intocable de los expertos, técnicos, ingenieros y planificadores. Eso significa que
planificar, diseñar y construir para los usuarios hoy exige enfrentarse a
cuestionamientos que antes no existían, a experticias adquiridas en línea, a ejércitos
enteros de críticos que han tenido acceso a muchas de las mismas fuentes que han
tenido esos expertos, técnicos, ingenieros y planificadores, incluyendo los medios
científicos. En opinión de algunos expertos “En la era de la internet las Academias han
perdido el monopolio del conocimiento. Así, deben crearse mecanismos más flexibles
para educar a los jóvenes”18.
En no poco frecuentes casos hay individuos y grupos muy organizados, y de gran
inclinación vocacional que se han capacitado para revisar y evaluar el desempeño
profesional de muchos burócratas, cuyos rendimientos demuestran que se quedaron
aferrados a las lecciones básicas y muy poco han actualizado sus conocimientos.
Existen muchos ejemplos. Algunos de los más destacados son los ingenieros
capacitados en la explotación de combustibles fósiles, muchos de los cuales siguen
anclados a la continua y creciente explotación del petróleo, sus derivados y toda la
inmensa industria de manufactura que surgió de la explotación del crudo barato. Ellos se
resisten a capacitarse en las áreas energéticas alternativas que han surgido de la crisis.
Estos profesionales necesitan darse cuenta de que las empresas petroleras del pasado
hoy se erigen como empresas energéticas, dedicando cuantiosas inversiones al
desarrollo de fuentes de energía renovable, las cuales están abriendo más fuentes de
empleo que las anteriores.
Los ciudadanos de a pie hoy tienen una herramienta para la participación que no tenían
hace apenas 40 o 50 años. Ahora cualquier vecino puede tener acceso a manuales, guías,
instructivos y lecciones de expertos en casi todo tema que se pueda imaginar. Hoy el
ciudadano común se entera en tiempo real casi, de las decisiones que se debaten en los
parlamentos y oficinas públicas, y eso les da pie para exigir más participación. Su
manera de protestar y exigir se ha repotenciado y el valor de la denuncia y la exigencia
ha adquirido mucho más peso porque ya no es un solitario descontento, sino que forma
parte de un poderoso rechazo colectivo con gran efecto. Y aunque es posible que el
conocimiento que se halla en la red no los haga eruditos, les otorga poder para exigir
más y mejor desempeño a sus funcionarios con solo 150 caracteres. Eso conduce a
mayor y mejor participación, y aunque no tengan poder de veto tendrán más voz y
presión popular, lo cual les da el poder con el cual pueden desbarrancar a un país… con
evidencias a la vista. Sin embargo, adecuadamente canalizado, ese poder puede crear
transformaciones notables, y paradójicamente resulta en la práctica más manejable de lo
que parece.
Para tener una idea del proceso más adecuado, más seguro y más efectivo de
participación hace falta evaluarlo, diseñarlo y planificarlo con base a una metodología
estructurada ya probada en muchos países, pero en especial en las experiencias exitosas
de desarrollo sustentable, ya que permite prevenir, evitar y corregir las distorsiones que
padece la participación convencional20. Una de las herramientas más completas
disponibles hoy constituye un enorme volumen de manuales, técnicas, metodologías y
estrategias de participación comunitaria, con más de siete mil páginas en 45 capítulos
llenos de abundantes ejemplos, guías, tutoriales y planillas de libre uso, profusamente
ilustrados y totalmente en español. Se puede consultar libremente en el portal de La
Caja de Herramientas Comunitaria 21 y ha resultado muy efectiva en variados contextos
locales.
En Venezuela la más rápida y efectiva manera de compactar las ciudades y reducir los
GEI es creando un sistema eficiente de movilidad multimodal integrada. Ningún
sistema eficiente de movilidad podrá ser implementado si no se compactan los centros
urbanos, y si no se reordenan los asentamientos informales, ya que por una parte el
riesgo que pende sobre estos últimos a la hora de un sismo de alta escala es mayúsculo y
aterrador, por la dificultad de acceso22 y por el otro es imprescindible peatonalizar las
ciudades, para poder reducir drásticamente las emisiones de GEI, minimizar las largas
conexiones y el complicado trasbordo en las rutas diarias de la casa al trabajo, mejorar
las relaciones comerciales, las creaciones socio-culturales y el contacto familiar,
disminuir la inseguridad, mejorar la salud y reducir las afecciones coronarias.
Solamente con la compactación y el uso mixto se puede alcanzar una mejor
sustentabilidad en los centros urbanos, especialmente en los corredores conurbanos
intercomunales.
Dichos sistemas deben poderse integrar en sus pagos y enlaces coordinados e integrado
con los trenes subterráneos, superficiales, buses, terminales de pasajeros, puertos,
aeropuertos, ferris y centros de información y movilidad. Esto es necesario para que
todo pasajero, desde la madre con bebés en brazos, o infantes de la mano, jóvenes,
adultos mayores y personas de capacidad disminuida puedan viajar cómodamente desde
la parada más cercana a su vivienda, hasta sus puestos de trabajo, o su punto de destino
en vacaciones, incluyendo las compras y gestiones diarias, semanales, mensuales y
anuales que requieran, sin necesidad de utilizar taxis. El servicio de taxis debe ser un
recurso extra y opcional, pero jamás forzado ni obligatorio por falta de alternativas,
como sucede en la actualidad, ya que resulta oneroso, en relación al bajo costo del
combustible subsidiado que consumen. Las ciclovías también pueden integrarse en
modalidad de renta con pago a destino, en algunas rutas; y el uso compartido de los
vehículos de uso privado es una opción muy válida que está creciendo como solución
económica, eficaz, segura y socialmente aceptada.
Existe otro movimiento altamente organizado que ha resultado un triunfo a escala global
y que apunta hacia una eficiente reducción, e incluso eliminación total, de la
dependencia del consumo de combustibles fósiles. Se trata del proyecto “Ciudades en
transición”, que promueve una descentralización casi total, eliminación del uso de
combustibles fósiles, producción de alimentos en granjas orgánicas locales,
peatonalización del entorno urbano, potenciación de la cultura local, reciclaje hacia cero
desechos, producción de energías limpias, muy reducida tasa de importación, e inter-
cooperación con localidades vecinas, turismo de bajo impacto, protección de la
biodiversidad, desarrollo de economías con moneda local, planes crediticios sin
intereses, fomento de la gobernabilidad en equipos, y reducción de las afecciones de
salud típicos de la grandes ciudades, entre otros esquemas integrales25.
Son varios los elementos determinantes bajo riesgo severo en el escenario hacia el cual
este mundo ha avanzado por el cambio climático. El suministro de alimentos es uno de
ellos. Sin embargo se han adelantado iniciativas importantes en ese aspecto. Iniciativas
como la de la Alcaldía de Berlín de fusionar organizaciones comunitarias
independientes con entidades del gobierno local en la planificación, desarrollo, cosecha
y distribución de productos agrícolas que han tenido gran éxito. La reducción del
ganado en pie, para disminuir el consumo de carne, con su voraz consumo de agua
corriente y grano para su alimentación en Holanda es igualmente llamativa. Otra
propuesta notable es la creación de estaciones productivas habitacionales integradas que
generan todos sus recursos alimenticios, incluyendo la gestión integral del agua para
irrigación, consumo humano, saneamiento y esparcimiento, creando granjas verticales
autosuficientes.26
El concepto De la Cuna a la Cuna permite que todos los elementos que componen una
línea de producción terminen retornando a las fuentes de manufactura y creación de los
mismos u otros productos o equipos. Eso significa que el proceso económico no
degenera, ni desecha los recursos sino que los utiliza de manera circular y no producen
impacto significativo en el entorno natural o construido, ya que retornan al sistema sin
residuos. La economía circular es más apropiada para contribuir a combatir los
problemas de la inflación, la competencia desleal, la especulación, los monopolios, la
contaminación del suelo, del agua y del aire, la manipulación de los mercados y otros
vicios de las economías ya sean capitalistas o socialistas, ambas estructuralmente
predatorias por igual. La economía circular propone una estabilidad económica con
inflación reducida e índice de precios al público firmes y confiables, debido a la
reducción de costos de extracción de materia prima y otros recursos.28
Otro aspecto de vital importancia que debe enfrentar el país hacia una mayor
sustentabilidad es la reforma radical del sistema financiero, ya que el país ha estado
apoyándose principalmente en la renta petrolera durante más de un siglo, y al momento
en que el mundo despierta al elevado riesgo de los impactos ambientales y las onerosas
deudas ambientales de las externalidades asume la ruta de las energías renovables, de tal
modo que la importancia estratégica del petróleo emprende el descenso vertiginoso que
lo hará obsoleto en corto tiempo como fuente de energía barata. Por ese motivo
Venezuela necesita enfrentar con decisión al menos tres variables de importancia:
Reducción progresiva del rentismo en la economía local, regional y nacional, desafío
que implica una compulsiva capacitación de los funcionarios y autoridades de rentas
municipales y regionales en métodos de captación de ingresos propios. También se
requerirá la pronta capacitación de los centenares de miles de profesionales que
dependen de petróleo o industrias derivadas para el ejercicio de su profesión. Estos
deberán prepararse para adquirir conocimientos en energías limpias y fuentes
alternativas variadas; y finalmente la urgente capacitación de alcaldes, concejales y
otros funcionarios, en temas ambientales, en especial en la gestión adaptativa al cambio
climático, la gestión de riesgo urbano y el mejoramiento de la resiliencia de los centros
urbanos municipales.
Respecto al Turismo como fuente sustentable de ingresos, no serán las playas, ni los
paisajes, ni las “mises” lo que tendrá el mayor potencial atractivo de Venezuela y el
resto de Hispano América, sino su gente. Ese potencial es gigantesco y está por
desarrollarse desde casi cero, puesto que requiere un adiestramiento que forme
operadores en respeto, cordialidad, honestidad con ética de trato y atención al visitante
del exterior y que evite el trato predatorio. De lo contrario los turistas que vengan de
visita jamás volverán, ni ofrecerán referencias favorables respecto al trato que reciban
en Venezuela. En especial porque muchos de ellos, en especial los que más gastan,
vienen de países con tradición de trato de elevada calidad en sus propios países. Así que
el adiestramiento no basta con un breve glosario de idiomas, conocer las tasas de
cambio, ni memorizar un “caletre” de expresiones descriptivas. Hace falta personal bien
adiestrado en formación integral de relaciones humanas, idiomas, contenido histórico,
cultura e integridad.
Un sistema Judicial sólido y mucho más sustentable que permita una actitud confiable
de las autoridades no se puede implementar si el presupuesto que lo nutre depende de
las decisiones del Ejecutivo Central. Es necesario establecer un fondo especial,
preferiblemente mixto, y con administración transparente, para financiar todas las
operaciones administrativas y judiciales sin temor de chantajes que apliquen retención
de salarios o recortes arbitrarios de presupuestos. Un fondo especial independiente
permitirá al más modesto de los inspectores sancionar al más pesado de los funcionarios,
sin temor de ser despedido, extorsionado, chantajeado o ver secuestrado su salario.
Proteger la integridad y la transparencia de un fondo de este tipo requiere la aplicación
de metodologías conocidas y suficientemente probadas.
Hoy no es raro leer informes que anuncian que el problema en un sector específico ha
resultado ser mayor que el estimado, o que no se habían incluido datos adicionales en
los cálculos, o que se han hallado evidencias de eventos extremos o catastróficos del
pasado que resultan preocupantes por su similitud con la situación actual31. Los métodos
de gestión ambiental de hace unos pocos años se han tenido que reajustar, con base a los
eventos extremos que están presentándose literalmente en todos los rincones de la
geografía planetaria. El clásico, casi monástico método de planificación y ordenación
del territorio y del mosaico urbano, emanados de la jerarquía de expertos planificadores
dictando parámetros, estrategias y normas a los ignorantes usuarios está siendo
reemplazado por métodos y estrategias más directas: El practicante ya necesita
integrarse como usuario y el usuario hoy participa con el planificador. Esto es
consecuencia directa de la influencia de las redes sociales. Finalmente hace falta tomar
conciencia de que si la totalidad de los 7.500 millones de terrestres tuviera un estilo de
vida similar al de USA, a razón de 8Hª por habitante, se necesitarían cuatro planetas
Tierra para dar cabida a semejante huella ecológica.
Reinaldo Martínez G.
Enero 2019
Referencias Citadas
1
Joseph Hulse, “Sustainable Development at risk: Ignoring the Past.” Introduction, Static or Dynamic? Página 10.
2013 (T del A),
2
Charles Kidd, American Association for the Advance of Science. 1992; citado por Hulse, Ibid, What is Sustained
development? pág. 9.
3
Diccionario de la Real Academia Española, Edición de 1993.
4
The Cambridge Dictionary UK http://dictionary.cambridge.org/help/codes.html,
5
Business Dictionary, Web Finance Inc. http://www.businessdictionary.com/definition/sustainability.html 20
6 www.wikipedia.com
7
“Diccionario de Ciencias Ambientales y Desarrollo Sustentable” Universidad de Oriente, Pablo Ramírez y Pablo
González. Libros de El Nacional, Colección Minerva 2000.
8
“Venezuela Futura” Gonzalo Morales et al. Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat, Ediciones Digitales
ANIH, 2016, Página 9.
9
https://es.wikipedia.org/wiki/Informe_Brundtland 1er párrafo. (negrillas añadidas).
10
“Sustainable Development At Risk”, Joseph Hulse, Introduction, Pág 20; T del A.
11
” https://es.wikipedia.org/wiki/Los_l%C3%ADmites_del_crecimiento “Más allá de los límites del crecimiento (1992)”.
12
World Resources Institute https://www.wri.org
13
Cártel Phoebus 1924; Benrnard London, 1932. www.wikipedia.com
14
https://www.elsevier.com/connect/economic-growth-and-sustainability-are-they-mutually-exclusive T de A.
15
https://ec.europa.eu/clima/policies/international/negotiations/paris_es
16
“Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, ONU 2015, Declaración en ocasión
del 70ª Aniversario de su fundación.
17
“The Possessions of the Poor” Oscar Lewis. Scientific American, October 1969, Pag. 3.
18
Conferencia“Comentarios a las Universidades del mundo”, Acad. Gonzalo Morales, CIV, oct. 2017.
19
LVQQT (La Venezuela Que Queremos Todos), Werner Corrales y Tania Miquilena ()
20
“A Staircase of Citizen Participation” Sherry Arnstein, AIP Journal, Julio 1969.
21
http://ctb.ku.edu/es La Caja de Herramientas Comunitaria, Universidad de Kansas.
22
https://entrerayas.com/2018/07/reconstruir-a-venezuela-primero-lo-primero-1/ 6. Vivienda y barrios
autoproducidos.
23
http://www.permacultureprinciples.com/es/ https://www.veoverde.com/2012/04/sabes-lo-que-es-la-permacultura-
te-lo-explicamos/
24
https://es.wikipedia.org/wiki/Decrecimiento https://www.degrowth.info/en/what-is-degrowth/
25
http://www.transicionsostenible.com/tag/transition-towns https://transitionnetwork.org/?s=Espa%C3%B1ol
26
http://www.verticalfarm.com/ Arq. Dickson Despommier.
27
“Cradle 2 Cradle: Redefiniing the Way to Make Things” (autografiado por William MacDonough and Michael
Braungart), North Point Press, NY 2002. http://www.cradletocradle.com/ Biblioteca de la ANIH.
28
http://economiacircular.org/
29
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30
https://esa.un.org/unpd/wpp/Graphs/Probabilistic/POP/TOT/
31
http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen1/ciencia2/12/htm/sec_11.html Perforación y análisis de
núcleos de sedimentos en los huecos oscuros en el océano.