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Grado:10°
Medellín, Antioquia
2022
¿Dónde está la franja amarilla? Relatoría 3
Con una somera fachada de deseo, pero, con una realidad de desespero. Así es la mortandad
del olvido...
horrible noche...” (Moledo, 1850), cuando aún estamos sumidos a una tenue oscuridad que se corona
es las quiméricas Esferas del Paraíso (Alighieri, 1320, La Divina Comedia Alighieri), permitiendo
escuchar la resonante, pero, pavorosas trompetas del apocalipsis (Apóstol Juan, 64 y 90 DC, Apo8.)
Colombia, dejó de ser un país para convertirse en un cementerio de vivos, en donde, se queman
valores y hay cautivadores vampiros buscando clavar su colmillo, nadando en la impunidad más
profunda de la velación.
Todavía no hemos satisfacido la perentoria necesidad de vivir en el arte de la guerra (Tzu, siglo V a.
C) entre susurros de Padres Nuestros y Avemarías, se escuchan gritos de piedad y devoción a una
muerte ya anunciada (Márquez, 1981). El gobierno no es sordo cuando de poder se habla ni ciego si
Linaje de sangre azul o mejor dicho de sangre roja al alimentarse de ríos, donde su corriente no es
color cielo sino rojizo como el infierno. Monarquía de intereses con un demagógico discurso. No se
necesita ser 31 de octubre, para verlos disfrazados, pues son los únicos que viven en el fantasioso
“Después de la tormenta llega el arcoíris”, así se define la apertura económica de LATAM, pues en
los años 80, se contaba con un registro condenable, la teoría cepalina y las ideas estrucralistas del
desarrollismo estaban sin rumbo a un abismo. Las deudas se convirtieron en la causa de insomnio de
la perenne noche. Hasta 1990, donde la apertura financiera y comercial propuso un ideal de
desarrollismo, siendo este una condena perpetua con juicio que ya se predijo.
Había una vez, un lugar donde el patriotismo solo es una moda, un accesorio para nuestra insondable
ignorancia, en donde, cada hora estamos construyendo la lápida de nuestros hermanos. Fratricidas sin
Un sentimiento de zozobra imposibilito sosegar; aquella calma que sincronizaba con las olas solo fue
una leyenda indígena que paso al olvido al igual de quienes la contaron. Memoria cultural invaluable,
en donde su valor no radica en la historia sino en terminar con ella. Colombia es una enfermedad, que
al nacer en ella nos vuelve prisioneros de un hospital, pero crecer en donde las supersticiones,
Fomentar indiferencia y ser cómplices del presente infernal nos hace diablos de nuestro propio cielo,
ser responsable en callar, permitir, omitir y mentir nos hace ver como si estuviéramos envenenando un
Odio a mi país, cuando aparece en las revistas de talla mundial como el país más feliz del mundo o
aquel que tiene una de las mayores biodiversidades del mundo, porque en las crónicas rojas y en los
periódicos, sólo es un país es marcado por violencia de un poder marginado. Me preguntó, ¿servirá
tener biodiversidad si a la burocracia aprueba fracking? O ser el más feliz, cuando hay, gente
Colombia, solo ha sido un libro, con una portada de sueño, pero con capítulos de pesadillas, escrito
por la violencia. Dónde los protagonistas no son personas sino el dinero y el poder, los antagonistas
son la pobreza y el pueblo invisible, modus operandi, que hace que el libreto sea cada vez más
predecible. No lleva síntesis porque su historia aún se está escribiendo con la sangre de los …
-APRESACION PERSONAL
Aún caminamos por las montañas de tinta negra y divisamos a través de la torre unas flores cuya
fragancia es bibliosmia , escuchamos los cantos de los pájaros en onomatopeya, admiramos un paisaje
¿Dónde está la franja amarilla? Relatoría 6
donde su belleza es una poesía cautivadora y esperamos un final que va a terminar con nuestras
esperanzas. ¿Por qué nos cuesta afrontar la realidad creando fantasiosos escenarios para encontrar la
Desde niños nos han enseñado que la mejor parte de un cuento es su final, pues todos celebran en un
soleado día mientras nos cultivan un sentimiento de rechazo hacia su nudo y los villanos de la historia
y es ahí donde se va cosechando un reflejo de cómo vamos a percibir la realidad en un futuro. Por
eso, nos sorprendemos cuando hay un caso de injusticia social, porque no estamos programados a
normalizar lo malo, al intentar recrear un país en donde su nombre, solo aparece en el repertorio
infantil de las bibliotecas. Eso también explica el por qué nos cuesta comprender que existe la guerra,
Quizás esa sea la razón de por qué todos los adultos quieren volver a ser niños debido a que nos
La solución no radica en cambiar el sistema burocrático sino cambiar el sistema en qué se educan a
los niños. Enseñarles que: Somos como las flores necesitamos desequilibrios externos para poder
crecer. Por lo que, no hay que evitar la maldad sino adaptarnos a ella, aunque no queramos siempre va
a tener un papel protagónico en nuestra historia, la cual, no se ha terminado y en la que todos debemos
de aportar todos para: admirar un arte, demostrar una ciencia, humanizar una mitología, entonar una
poesía y filosofar una verdad para construir una realidad de : ¿cómo queremos que sea nuestro futuro?
¿Dónde está la franja amarilla? Relatoría 7