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El día de hoy les quiero compartir 

10 síntomas, señales o formas que puedes ver


en tu propia vida cuando comienzas a alejarte de Dios. Aunque no lo creas, es
muy difícil verlo en uno mismo, muchas veces no nos damos cuenta que nos
estamos alejando poco a poco de Dios, sino es hasta que nos vemos en un pozo
lleno de problemas y consecuencias negativas por nuestras malas decisiones.

Alejarse de Dios es lo más terrible que puede hacer un hijo de Dios, porque
después de experimentar la libertad, el enemigo va a querer aprovecharse para
volver a atarnos.
Si llegas a detectar alguna de estas señales a tiempo, ya sea en tu vida o en algún
amigo o hermano de la Iglesia, todavía puedes hacer algo: recapacitar y volver a
Dios.

Veamos cuáles son esos diez síntomas:

1. Dejas de orar en privado


Cuando tienes tiempo para todo menos para orar, es un indicativo que algo esta
pasando en tu relación con Dios. Lo estas dejando a un lado. Hay quienes pueden
decir: "yo oro por los alimentos", pero eso es muy distinto a tener intimidad con
Dios.

El Señor Jesús nos enseñó que debemos orar en lo secreto con nuestro Padre
(Mateo 6:6). Imagínate que tan primordial es la oración, que el mismo Señor
Jesús, oraba todos los días muy de mañana (Marcos 1:35).
Yo alguna vez dije: "No tengo tiempo para orar", pero realmente pasamos más
tiempo haciendo cosas que no edifican en lugar de pasar tiempo a solas con Dios.
Si hasta el día de hoy haz dejado de orar, determínate a hacerlo todos los días a
partir de hoy.

2. Dejas de leer la Biblia


Así como la oración, la lectura de la Palabra es indispensable para la vida del
cristiano, porque de ella tomamos fuerza, aliento, impulso y fe para seguir
adelante. La oración es como el respirar y la palabra es como el pan que nos
nutre.

La Biblia es la lámpara que nos guía a través del camino correcto (Salmo
119:105). La Palabra de Dios es el alimento que nos ayuda a fortalecernos
(Deuteronomio 8:3), nos ayuda a crecer en fe (Romanos 10:17), nos ayuda a
vencer al enemigo (Apocalipsis 12:11; Mateo 4:1-11).

Retoma la lectura y el estudio de la Palabra de Dios. Hay que leerla para ser
sabio, creerla para ser salvo y practicarla para ser santo.

3. Encuentras cualquier excusa para no ir a la


Iglesia
Una de las primeras excusas que encontramos es: "No voy a la Iglesia porque
está llena de hipócritas". Para esto hay una frase que circula mucho por las redes
sociales que dice: "La iglesia no es un museo de santos" Aunque tampoco debe
ser una excusa para estar haciendo lo malo, la Iglesia sirve para restaurar, para
edificarnos unos a otros fundamentados siempre en el amor de Cristo. Cual sea la
excusa, siempre veremos el error de los demás para justificar nuestros errores.

Hebreos 10:25 nos dice que no dejemos de congregarnos, como algunas


personas tiene por costumbre.

Yo fui de aquellos que ponían mil y una excusas para no ir a la Iglesia, pero de
verdad que es a veces nuestra carne la que no quiere que vayamos a recibir de lo
que Dios tiene para nosotros. Nuestro espíritu está sediento por Dios, anhela ser
tocado por Su presencia. El rey David acostumbró aún a su carne a depender de
Dios que dijo: "Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene
sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas" (Salmo
63:1).

Dale la oportunidad a tu espíritu, alma y cuerpo que se llenen de la gloriosa


presencia de Dios. Abre tu corazón, perdona y pide perdón, congrégate y sírvele a
Dios con todo tu ser.

4. Comienzas a escuchar música secular


Hay algunos blogueros cristianos "famosos" que te dicen que escuchar música
secular no es malo, mientras cuides el contenido que escuchas. La verdad no
estoy de acuerdo con ellos, pues lo que entre a tu vida (vista u oídos), pasa a tu
mente, baja a tu corazón y de lo que esté lleno tu corazón, de eso hablarás. Si nos
ponemos a analizar las letras de esas canciones seculares, encontrarás mucho
contenido que NO EDIFICA para nada tu vida.

No se trata de que yo te diga lo que debes hacer, lo mejor es que oremos a Dios y
le preguntemos qué le agrada y qué no. Él es quien a través de su Espíritu Santo
nos guiará ala verdad, a lo que es correcto (Juan 16:13).

La diferencia entre escuchar música secular y música espiritual (o cristiana), es


que la espiritual nos lleva a adorar a Dios, nos inspira para que alabemos y
glorifiquemos con cánticos a nuestro Señor. hay música de todos los géneros, aún
la música cristiana debe pasar por un filtro para poder elegir la música correcta.

5. Te emocionas más al escuchar temas de


actualidad que al escuchar la Palabra
Sientes un mayor interés por cualquier otra cosa (deportes, películas, series,
famosos, etc) que por escuchar la palabra de Dios. No dejes de interesarte por lo
que puedas aprender en tu devocional, en las predicaciones de tu congregación.

Un ejemplo que he visto, es cuando la gente se apasiona demasiado por el fútbol.


He visto a gente llorar, pelear y hasta matar por su equipo favorito, es una pasión
llevada al extremo. A eso se le llama fanatismo.

El fanatismo no solo se da en la religión, se puede dar en cualquier ámbito, ya sea


deportivo, musical, política entre otros. Nos hace falta más pasión por la Palabra.

6. Tu novio o novia no es cristian@


Es uno de los errores más grandes que cometemos cuando nos alejamos de Dios,
y es el de unirnos con yugo desigual.  Conozco muchísimos testimonios que
acabaron mal, al querer elegir pareja sin pedir dirección a Dios. 

Me da mucha tristeza ver casos y más casos de chicos cristianos que prefieren
comenzar una relación incorrecta en lugar de agradar a Dios. Hubo un caso de
una discípula mía, que tenía poco de acercarse a Cristo; fue a un encuentro,
estuvo en la escuela de líderes, asistía a la célula.

De pronto conoció a un chico que no era cristiano. Ella lo empezó a llevar a la


iglesia, lo involucró en la célula, lo mandamos al encuentro. Hablamos con ella y le
aconsejamos que ese noviazgo no era correcto, que era importante que se dieran
un tiempo, pues el chico asistía por quedar bien con mi discípula.
Qué fue lo que pasó, que estos muchachos cayeron en fornicación, se tuvieron
que casar para que el chico se hiciera cargo del bebé que habían concebido.
Después el muchacho le prohibía a la chica a que fuera a la Iglesia. El ahora
esposo de mi discípula, la comenzó a maltratar, a golpear y a engañar con otras.

Dios no se equivoca cuando nos dice que: "No os unáis en yugo desigual con los
incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué
comunión la luz con las tinieblas?" (2 Corintios 6:14).

7. Tus mejores amig@s no son cristian@s


No es malo tener amigos inconversos, pero se vuelve una alerta roja cuando
pasas más tiempo con ellos, pues es muy probable que termines siendo como
ellos. Dice un popular refrán: "Dime con quién te juntas y te diré quién eres". Como
ya tienes amigos nuevos, dejas a un lado a tus amigos y hermanos de la Iglesia
porque crees que son aburridos.

En 1 Corintios 15:33 nos dice que: "¡No se dejen engañar! Bien dice el dicho, que
«Las malas amistades echan a perder las buenas costumbres.»" (TLA).

Hubo un tiempo que me junte mucho con personas que no tenían temor de Dios, y
siempre te cuestionan el por qué no haces o practicas ciertas cosas. Uno sabe
que todo lo podemos hacer, pero no todo nos edifica (1 Corintios 10:23).

La gente inconversa no tiene temor de hacer lo incorrecto y siempre van a criticar


a los hijos de Dios. Por eso debemos de haceros de amigos que edifiquen y que
nos motiven a seguir buscando de Dios.

8. Ves programas de televisión donde muestran el


pecado y te es indiferente
Cuando comienzas a ver el pecado como algo normal, deja de parecerte pecado.
Después comienzas a pensar: "Si otros lo hacen, por qué yo no".

Hay series de televisión, películas, novelas y aún caricaturas que exaltan al


enemigo, o que quieren sembrar en el corazón de las personas todo aquello
contrario a los principios de Dios. El asesinato, la fornicación, el adulterio, es
satanismo, espiritismo, magia, conjuros, demonios, y toda clase de pecado;
deseos de la carne, de los ojos y la vanagloria de la vida. Todo esto proviene del
mundo y del diablo y por eso el enemigo quiere que tu corazón se llene de todo
eso. (1 Juan 2:16; Gálatas 5:19-21)

La palabra dice que esos frutos de la carne los debemos desechar para no
entristecer al Espíritu Santo (Efesios 4:25-32).

9. Cometes pecado y no te duele


Primero piensas que el pecado es algo "normal", ya cuando lo haces sientes que
no pasa nada, pero las consecuencias siempre vienen. Este es uno de los
síntomas más delicados, porque cuando no te sientes mal por el pecado, quiere
decir que estamos evitando que el Espíritu Santo nos redarguya.

Cuando hacemos entristecer al Espíritu de Dios, Él se aparta de nosotros, lo cuál


es un gran peligro porque Él es quien nos lleva al Padre, nos guía a toda verdad y
nos convence de pecado, justicia y juicio. (Juan 16:8).

10. Te alejas de Dios y de todo lo que lo representa


Cuando menos lo imaginas ya estás tan lejos de Dios, y te es indiferente cuando
alguien te dice que vuelvas. Crees que eso ya no es para ti y que es mejor como
estas ahora. Cuando veas que ya no quieres saber nada de Dios, ni de la Biblia, ni
de la Iglesia, ni de los cristianos. Cuando quieres alejarte de todo aquello que te
recuerde de Dios, es uno de los síntomas más graves.

Es tiempo que hagas un auto análisis de tu vida espiritual y te des cuenta en cuál
de estos diez síntomas te encuentras.

Tal vez hoy sientas que estas muy alejado de Dios pero nunca es tarde para
arrepentirse. Lea Santiago 4:8 e Isaías 55:6-7.

Si te identificaste con estos síntomas, aún estas a tiempo de volver a Dios.


Arrepiéntete y pídele perdón a Dios. Él esta con los brazos abiertos para recibirte
de nuevo.

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