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Tras la explicación de la definición de esta figura, también puede ser conocida por
diferentes nombres tales como: “maternidad subrogada”, “madres de alquiler”, “madres
portadoras”, “madres suplentes”, “madres gestantes”, “vientres de alquiler”. Es aquella
mujer a la se le implanta un embrión en su útero, se encarga de su gestación hasta el
nacimiento, en cuyo momento se entregará a la criatura que nazca en beneficio de otra
persona.
Por lo tanto, encontramos dos posiciones totalmente opuestas: los que pretenden que se
regule esta práctica para que sea considerada como una técnica de reproducción asistida
y poder así contratar libremente y, por otro lado, los que consideran que se vulnera
ciertos derechos fundamentales de las mujeres gestantes.
Como hemos dicho, esta práctica es ilegal en nuestro país, pero nos encontramos con
que, aunque existe la prohibición (ART 10.1 de la Ley 14/2006, de 26 de mayo), los
españoles celebran contratos de gestación subrogada en el extranjero y, por tanto, surge
el problema jurídico de que los bebés que nacen de esta manera necesitan cobertura
legal. Ante este problema se pronunció el Tribunal Supremo en la Sentencia 247/2014,
en la cual reconoció derechos a los padres comitentes sobre el bebé nacido, siempre
después de que la madre gestante renuncie al derecho de filiación, y siempre que el
padre biológico determinara su filiación ante el consulado competente. Una vez que el
bebé llegase a España, si el padre biológico estuviera casado, su cónyuge podría optar
por la adopción del bebé.
1. En España
En los últimos años se han hecho públicas diferentes propuestas dirigidas a una posible
regulación específica en torno a la gestación por subrogación en España. Dichos textos
han sido elaborados desde distintos agentes sociales de estado español, así:
1) En abril de 2016, se publica la Propuesta de bases generales para la regulación en
España de la gestación por sustitución aprobada el 15 de diciembre de 2015 por el Grupo
de Ética y Buena Práctica de la Sociedad Española de Fertilidad.
Gestación:
Madre gestante:
- Estudio preconcepcional.
- Edad entre 18 y 35 años.
- Plena capacidad de obrar.
- Buena salud psicofísica.
- Tener algún hijo propio (proyecto reproductivo finalizado).
- No consumos de drogas ni alcohol.
- No padecer enfermedades transmisibles ni graves.
- Aceptar estudios y tratamientos necesarios para la consecución y soporte del
embarazo.
- Disposición y disponibilidad absoluta para controles y análisis, así como posibles
ingresos hospitalarios.
- Voluntad de comunicación abierta y continua.
- No relación de parentesco, laboral, de dependencia institucional o jerárquica con
la pareja-persona subrogante.
Contrato de gestación subrogada: no puede haber pago a la gestante, sino únicamente una
compensación económica por las molestias. Será la Administración pública quien fije las
bases para determinar dicha compensación, y se requerirá aprobación judicial previa al
inicio del proceso clínico que constate consentimiento libremente prestado.
Madre gestante:
- Mayor de 18 años.
- Buen estado de salud psicofísica.
- Plena capacidad de obrar.
- Deberá haber gestado al menos un hijo sano con anterioridad.
- Disponer de situación socioeconómica estable.
- Residencia en España durante los dos años inmediatamente anteriores.
- Podrá tener o no cualquier clase de vínculo con los progenitores subrogantes.
Subrogantes: Cualquier persona que haya agotado o sea incompatible con otras técnicas
de reproducción asistida. Deben ser españoles o haber residido en España durante dos
años anteriores al contrato. En el caso de parejas, deben estar unidas por vínculo
matrimonial, estar inscritas como pareja de hecho o mantener relación análoga.
La utilización de las técnicas auxiliares necesarias serán llevadas a cabo de acuerdo con
la Ley 14/2006 y en los centros habilitados para ello.
Madre gestante:
Subrogantes:
2. En otros Estados
Son numerosos los países que, de una forma u otra, han dictado normativa en torno a la
gestación subrogada siendo difícil identificar una línea común en dichas regulaciones ya
que cada país tiene su propia normativa en base a su realidad social.
Suiza
Italia
Australia
México
Rusia
Tailandia
IV. BIBLIOGRAFÍA