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Parroquia San Juan Bautista

PAZ Y BIEN
BOLETÍN PARROQUIAL
AÑO XXIX - NOVIEMBRE 2022 - NRO. 312

EL PODER DEL
AVEMARÍA EN LAS
PALABRAS DE LOS
SANTOS
(pág. 2)
n

NUEVE
PROPUESTAS
ÚTILES PARA
INSTAURAR LA PAZ
EN EL HOGAR

(pág. 5)

AGENDA
(pág. 8)

Pte. Perón 2998. Valentín Alsina. 4208-8234


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Secretaría Parroquial: Martes y Viernes de 17 a 18:30 hs.
El poder del Avemaría en las palabras de los santos
Los fieles ordinarios y los santos de todos los tiempos han encontrado inspira-
ción, alegría y consuelo en el rezo del Avemaría. Su primera parte está toda en el
Evangelio de Lucas. La segunda parte fue añadida por la Iglesia, que nos enseña a
honrar a la Madre de Dios con el Rosario, en primer lugar, y con otras devociones muy
queridas por ella, como las tres Avemarías.

Noviembre es para nosotros el mes de María. Nos


encontramos, pues, en un mes especialmente propicio
para honrar a nuestra Madre celestial con el rezo de
muchas Avemarías. Lluvia que baña la tierra reseca, ro-
cío divino, flecha penetrante y ardiente: son muchas las
metáforas que los santos han utilizado para expresar la
grandeza de la salutatio angelica. Y son muchas las en-
señanzas y devociones que nos han transmitido para ins-
tarnos a recitarla. Al fin y al cabo, ¿qué buen hijo no se
alegra de saludar a su madre y hacer que todos la quie-
ran? ¿Y no debería ser esto aún más cierto para Aquella
que nos dio al Salvador del mundo y que sufrió tanto -
con Él y a su servicio- para arrebatarnos del poder de las tinieblas?

El gran restaurador de la devoción del Santo Rosario, el beato Alano de la


Roca, expresaba así algunos de los maravillosos efectos que produce la recita-
ción devota de la salutación angélica: “El cielo está exultante, la tierra admirada
cuando digo: Ave María; estoy horrorizado del mundo, el amor de Dios reina en mi co-
razón cuando digo: Ave María; mis temores se desvanecen, mis pasiones se apagan
cuando digo: Ave María; crezco en devoción, encuentro compunción cuando digo: Ave
María; mi esperanza se confirma, mi consuelo aumenta cuando digo: Ave María; mi es-
píritu se alegra, mi tristeza desaparece cuando digo: Ave María”. El propio dominico
bretón escuchó a la Santísima Virgen revelar que la negligencia e incluso la aversión

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al Avemaría son signos probables de condenación eterna; por el contrario, quienes son
devotos de ella tienen una gran prueba de predestinación (concepto que debe enten-
derse sólo en el sentido católico, como predestinación a la gracia y a la gloria).
De ahí que san Luis María Grignion de Montfort afirmara que los herejes
“tienen horror al Avemaría. Aprenden, tal vez, el Padre Nuestro, pero no el Avema-
ría”, mientras que a los fieles les gusta naturalmente recitar ambas oraciones, defini-
das por el santo francés como “las más excelentes y sublimes”. Por ello, Montfort de-
nuncia los pretextos que se utilizan para rechazar la recitación del saludo angélico. Y
para desvelar las ilusiones del demonio, que tiembla ante la Mujer anunciada por Dios
en el Génesis (Gn 3,15), añadió que “mi Avemaría, mi Rosario o mi corona es mi oración
preferida, es mi piedra de toque segura para distinguir a los que se dejan llevar por el
espíritu de Dios de los que están en la ilusión del espíritu maligno”.
Una de las excusas más comunes para rechazar el Avemaría es que, en su for-
ma completa, no se encuentra en las Sagradas Escrituras. Toda la primera parte, co-
mo es sabido, se encuentra fácilmente en el capítulo 1 del Evangelio de san Lucas:
consiste en el saludo que el Arcángel Gabriel, enviado por la Santísima Trinidad, diri-
ge a María (Lc 1,28); y en la doble bendición, hacia María y hacia Jesús, que Santa
Isabel, “llena del Espíritu Santo”, exclama en voz alta cuando llega la propia Madre
del Señor (Lc 1,40-43). La segunda parte del Avemaría, sin embargo, fue añadida por
la Iglesia, como recuerda también el Catecismo de San Pío X. La invocación que con-
tiene (Santa María, Madre de Dios...) es totalmente coherente con el contenido de las
propias Escrituras, y enseñarla forma parte ciertamente de la misión que Dios ha con-
fiado a la Iglesia de enseñar a todos los pueblos y guiarlos, con la asistencia del Espí-
ritu Santo, “a toda la verdad” (Jn 16,13).
Sin embargo, surge una curiosidad: ¿desde cuándo se conoce la segunda
parte del Avemaría? Montfort remonta su origen al Concilio de Éfeso (431), cuando
los Padres del Concilio condenaron la herejía de Nestorio (que se oponía al uso del tí-
tulo de “Madre de Dios”) y definieron solemnemente el dogma de la maternidad divi-
na de María. «El Concilio decretó que la Virgen fuera invocada bajo ese glorioso título
con las palabras: "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y
en la hora de nuestra muerte"» (El admirable secreto del Santo Rosario, 44). Por lo
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tanto, san Luis María lo reporta como cierto. En cualquier caso, el testimonio escrito
más antiguo que conocemos, que contiene el Avemaría en su formulación completa, se
encuentra en el libro de oraciones utilizado por el franciscano Antonio da Stroncone
(c. 1381 - 1461) y que se conserva hoy en la iglesia de San Damián, en Asís.
Hablando de los franciscanos, san Antonio ya menciona la costumbre de los
predicadores de rezar un Avemaría al comienzo de su discurso, para obtener el fa-
vor divino. Al fin y al cabo, la misma Virgen le explicó al beato Alano: “Así como Dios
eligió el saludo angélico para obrar la Encarnación de su Verbo y la Redención de los
hombres, así los que quieren reformar las costumbres y regenerar los pueblos en
Cristo Jesús deben honrarme y obedecerme con el mismo saludo. Yo soy el camino
elegido por Dios para venir a los hombres; por eso, después de Jesús, a mí deben
acudir en busca de gracia y virtudes”.
A santa Matilde de Hackeborn (†1298), que se preguntaba cómo podía salu-
dar a la Virgen de la forma más dulce posible, la Madre celestial le reveló que nadie
podía darle un saludo más dulce que el Avemaría que Dios mismo le dirigió por prime-
ra vez a través de su ángel. La propia santa Matilde rezó a la Virgen para que la asis-
tiera con su presencia en la hora de la muerte. La Virgen le prometió que lo haría,
“pero tú, para ello, rezarás tres Avemarías cada
día”. Y añadió que el primer Avemaría debía ser en
acción de gracias al Padre celestial, por el poder
que le había dado; el segundo en honor del Hijo,
por el don de la sabiduría; el tercero en honor del
Espíritu Santo, por la abundancia de amor con que
la había revestido. Sólo Dios sabe cuántos creyen-
tes ordinarios, papas y santos -desde Alfonso Ma-
ría de Ligorio hasta Gemma Galgani, desde el Cura
de Ars hasta Maximiliano Kolbe- han practicado
esta devoción a lo largo de los siglos. Lo que nos
recuerda, al igual que el Magnificat, que toda ala-
banza a María repercute en la Santísima Trinidad
y es causa de salvación.
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Nueve propuestas útiles para instaurar la paz en el hogar
La armonía en el hogar es de las virtudes que, como cristianos, más se deberían
fomentar. La convivencia entre las diferentes personalidades y caracteres que con-
forman la familia requiere, muchas veces, de
grandes dosis de comprensión, misericor-
dia, prudencia, etc. Una actitud que debe co-
menzar por cada miembro, cultivando su paz in-
terior, para, después, favorecer una atmósfera
agradable al resto.
Mantener el orden
El caos y la confusión son lo opuesto al orden. Según 1 Corintios 14:33 ,
"Dios no es un Dios de confusión sino de paz". Mantener la organización en el hogar
ayuda a que reine la calma, disminuya el estrés, se cree un lugar más seguro y se
abran las puertas a los de fuera.
Pero, para mantener el orden, se necesita un poco de trabajo entre todos los
miembros de la familia. Puede ser útil, por ejemplo, tener un fin de semana al mes
para hacer juntos una limpieza en profundidad y, luego, disfrutar de la recompensa
con una actividad o salida especial. Eso generará espíritu de equipo y orgullo en el
hogar. El objetivo debe ser crear cierta comodidad sin caer en la obsesión.
Reducir la rivalidad
La rivalidad entre hermanos puede provocar discordia, mientras que el favori-
tismo de los padres, a veces, causa conflictos y dolor. Una familia necesita unidad y
que todos sus miembros se sientan cuidados. Una de las mejores maneras de fomen-
tar la unidad es rezando unos por otros.
Cada persona puede rezar por el que tiene al lado, pidiendo por una preocupa-
ción suya y agradeciendo a Dios una maravilla. Así, los hijos se pueden unir más unos
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con otros a través de la oración. Con este método, se hace un seguimiento de las ora-
ciones, para ver cómo Dios responde en la vida del otro miembro. Este sistema logra
que los hijos no sean celosos con las bendiciones que cada uno recibe.
Otras formas de reducir la rivalidad puede ser satisfacer las necesidades de
atención de cada hijo, por ejemplo, elogiando a cada niño diariamente, llenándolos de
afecto, evitando las comparaciones y escuchando realmente a cada uno de ellos
cuando habla.

Resolver conflictos
La paz no es la ausencia de diferencias o conflictos sino aprender a manejarlos
con calma y buscando soluciones beneficiosas para todos. Para fomentar la paz en el
hogar es necesario tener sabiduría. En Lucas 1 2: 1 3-15 , Mateo 22:15-40 y Lucas
23:34 se puede ver cómo Jesús abordó los conflictos.
Estas podrían ser algunas ideas para solucionar conflictos en el hogar:
-Reunirse en un lugar neutral cuando todos los miembros estén tranquilos.
-Permitir que cada persona involucrada tenga la opor-
tunidad de compartir su posición.
-Discutir lo que es egoísta y lo que es apropiado.
-Estar dispuesto a ser flexible y a orar para que Dios
sea el que guíe a la familia.
-Lluvia de ideas sobre posibles soluciones, que sean
buenas para todas las partes.
-Enumerar los pros y los contras de cada solución propuesta.
-Perdonarse unos a otros.
-Lista de compromisos que puedan ser necesarios.
-Elija una solución y fije una fecha para evaluar cómo está funcionando.
-Evaluar el resultado en la fecha establecida.

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Comprender las diferentes personalidades
Para establecer la paz en el hogar antes sería bueno tener claro cuáles son
las personalidades de cada miembro de la familia. En este punto, es importante, no
confundir con posibles trastornos de personalidad, como un narcisista, que no tiene
empatía y necesita ayuda profesional.
Estos son los rasgos de las personalidades más extrovertidas y cómo se les puede
beneficiar:
Suelen ser juguetonas y aman la extroversión. Les encanta estar cerca de las
personas y acaparar su atención. Esta persona es una animadora natural, pero es
muy habladora y tiene dificultad para cumplir sus promesas. Una persona que quiera
mantener la paz podría darle más atención y elogios, y recordarle que sea agradeci-
do con los demás. Se podría, por ejemplo, dejar que este niño ayude a planificar las
actividades de los cumpleaños.
A estas personas, también, les gusta establecer metas y dirigir a todos. Pue-
den parecer mandones y olvidarse de expresar aprecio, pero captan las ideas rápido,
trabajan duro, se convierten en grandes triunfadores y son líderes naturales. A los
más extrovertidos se les puede dar más responsabilidades, como puede ser planifi-
car una actividad familiar o dar clases particulares a un hermano.

Pero, los miembros más introvertidos también tienen sus necesidades particulares:
Las personas más introvertidas prefieren quedarse en casa, son pensadores
tranquilos y reflexivos, que luchan por la perfección. Pueden obsesionarse con pro-
blemas o tareas, ser sensibles a los comentarios y guardar rencor. Pero también son
naturalmente analíticos, artísticos y se toman tiempo para tomar decisiones. Necesi-
tan ser alentados a perdonar a los demás. Es bueno darles tiempo adicional para las
tareas, sugiriéndoles que comiencen a prepararse antes que los demás y permitién-
doles tener su propio espacio.

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NOVIEMBRE 2022
MES DEL MARÍA
01.11 Fiesta de Todos los Santos
02.11 Conmemoración de los Fieles Difuntos
03.11 San Martín de Porres
04.11 1º Viernes de mes, dedicado al Sagrado Corazón de Jesús
Exposición Santísimo Sacramento desde las 8,30 hs. hasta las 19,00 hs.
05.11 Santos Isabel y Zacarías (padres de n/santo Patrono)
1º Sábado de mes, dedicado al Inmaculado Corazón de María
06.11 Recordamos a la Virgen del Rocío. 11 hs. Misa.
07.11 María Madre y Medianera de Todas las Gracias (Comienza el Mes de María)
09.11 Dedicación de la basílica de San Juan de Letrán
11.11 San Martín de Tours, obispo
17.11 Santos Mártires Rioplatenses
18.11 Dedicación de las basílicas de San Pedro y San Pablo
20.11 Nuestro Señor Jesucristo, Rey Universal
21.11 La Presentación de Santa María Virgen
27.11 1º Domingo de Adviento
28.11 Ntra. Sra. de la Medalla Milagrosa
30.11 San Andrés, apóstol

Todos los meses...


Los días 7: Recordamos a San Cayetano. Rezamos por el pan y el trabajo.
Los días 8: Recordamos a Ntra. Sra. que Desata los Nudos.
De 8.30 a 18.30 hs. Rosario c/hora. 19.00 hs. Misa.
Los días 11: Recordamos a Nuestra Señora de Lourdes.
18.30 hs. Rosario en la Gruta. Procesión hacia el Templo.
19.00 hs. Misa.
Los días 19: Recordamos a San Expedito.
Los días 24: Recordamos a San Juan Bautista.
Los días 26: Recordamos a Jesús Misericordioso.
Horarios de Misa: lunes a sábado 19hs; domingo: 11 y 19hs; Rezo del Santo Rosario: todos los días 18:30hs
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También es bueno que se les agradezca las ideas que aportan y escogerlos para
trabajar en los detalles más pequeños de una actividad. Este tipo de persona se es-
tresa más fácilmente, así que le debe ayudar a encontrar lo que más les tranquilice.
Ellos, además, son pacificadores naturales, con un gran sentido del humor y empatía.
Así, como excelentes negociadores que ayudan a alcanzar la paz. Con ellos se pueden
usar incentivos, como tiempo extra para que se relajen, motivarles para la acción, elo-
giarles y pedirles consejo sobre cómo mantener la paz en el hogar.

Programar actividades
Es bueno colgar un calendario para anotar citas y actividades. Para familias
más grandes, se le puede asignar un color a cada persona y escribir sus tareas en ese
color. Un solo vistazo le mostrará qué persona tiene cada día ocupado.
Es bueno establecer siempre metas y hacer planes para las vacaciones familia-
res. Se debe dejar que cada miembro dé su opinión sobre lo que le gustaría hacer de
especial. Eso les hará esperarlas con ansias.

Respetar a todos
Si alguien menosprecia a otra persona, se le debe recordar que esa persona es
amada por todos y que es importante, porque fue Dios el que la puso en esa familia.
Se tiene que impedir cualquier
comportamiento irrespetuoso de pa-
labras o acciones, ya sea tomar los
artículos personales de alguien sin
preguntar o insultar a los demás. Una
familia que busque la paz debe fo-
mentar que los niños se concen-
tren y escuchen a la persona que ha-
bla.

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Reducir el estrés

Cada miembro de la familia canaliza de una manera distinta el estrés. Las reac-
ciones varían desde rabietas, lloros, esconderse o, incluso, una agresión pasiva. Es
bueno siempre comprender bien cuáles son los factores estresantes.

Estos podrían ser algunos consejos:

-Cuando se estresan por no hacer algo lo suficientemente perfecto se deben bajar


las expectativas y estar agradecidos por lo que se hace bien.
-Dejar que la persona con una rabieta se vaya sola a un lugar para calmarse. Esto re-
duce la necesidad de atención. Ayudar al niño a manejar el detonante de ese enfado
y a no responder a él. Es bueno fomentar que la persona se prepare para evitar el
problema con anticipación, como comprobar que la ropa que uno va a necesitar esté
lista para ese día.
-Cuando los planes cambian, o alguien los frena, es bueno ayudar a los hijos a ser in-
dulgentes. Es interesante poder fomentar los planes alternativos por si algo fa-
lla.
-Algunas personas necesitan hablar las cosas cuando están estresadas, mientras que
otras necesitan estar solas para pensar las cosas. Se debe fomentar según convenga
a cada uno en cada momento.
-Es bueno reírse y ayudar a las personas a relajarse. Se pueden contar chistes,
historias divertidas o disfrutar juntos de una película.
-El ejercicio siempre es una buena herramienta. Eso puede incluir ejercicios
de respiración, para disminuir el ritmo cardíaco, así como caminar para aumentar
las endorfinas que hacen que una persona se sienta más feliz.
-A algunas personas les gusta escribir en un diario o dibujar para aliviar el estrés. A
otros les gusta la música o la naturaleza para relajarse.

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Enfocarse hacia afuera
Para fomentar la paz en un hogar es necesario, a veces, mirar hacia afuera.
Siempre es bueno ofrecerse para servir a los demás. Por ejemplo, turnándose para
hacer o llevar la cena hasta la mesa. Se puede pedir, también, ayuda con una tarea y
después elogiar a los ayudantes.
Pero esta actitud debe ir más allá de las paredes de la propia casa. Se puede
proponer a los hijos que ayuden a un vecino o a una madre soltera con el cuidado de
sus hijos. Ofrecerse como voluntario para hacer bocadillos para personas sin hogar.
O, fomentar que los niños renuncien al postre, y con ese dinero comprar comida para
un banco de alimentos. Cuando los miembros de la familia experimenten la alegría de
darse a los demás, en el hogar reina la paz.

Hablar con sinceridad y apertura


Cuando haya un problema, como la pérdida de un trabajo o la enfermedad de un
miembro de la familia, se puede organizar una reunión para hablar de lo que está su-
cediendo. Los niños sentirán que
son parte de la solución, si están
informados y pueden hacer suge-
rencias para ayudar. Estarán, ade-
más, dispuestos a reducir sus ac-
tividades si entienden la necesi-
dad.
Discutir las decisiones en
familia fomenta el espíritu de
equipo. Además, se debe estar
abierto a escuchar los deseos de los hijos. Porque comprometerse les
da habilidades para tomar decisiones y les permite saber que su voz es importante.

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MES DE MARÍA

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