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En la naturaleza las asociaciones biológicas se pueden establecer entre individuos de una misma
especie o de especies distintas. La parasitología es una rama de la biología que estudia aquellos
seres vivos pertenecientes a especies diferentes que viven en estrecha dependencia entre sí
(simbiosis sensu latum). Dentro de esta simbiosis, es posible establecer tres categorías de
asociaciones interespecíficas: El mutualismo es donde ambos socios se benefician; el
comensalismo se presenta cuando dos especies diferentes se asocian en tal forma que
solamente una de las dos obtiene los beneficios, pero ninguna sufre daño, además, en
parasitología se considera parásito comensal a aquel que no produce daño a su hospedador; el
parasitismo es la asociación en la cual uno solo de los socios, que denominaremos parásito,
obtiene los beneficios y el otro, el hospedador, puede sufrir daño. Como en todo fenómeno
biológico, no es posible establecer barreras rígidas que permitan separar estrictamente los
distintos tipos de asociación; existe la posibilidad en algunos casos de pasar de una relación de
comensalismo a una de parasitismo. La Organización Mundial de la Salud (OMS), define el
parasitismo como un estado de asociación biológica entre dos especies diferentes y al parásito
como el ser vivo que, de manera temporal o permanente, vive a expensas de otro organismo de
distinta especie obteniendo de éste su nutrición y morada.
Para un estudio más específico, la parasitología se divide a su vez en tres ramas. Para empezar,
la parasitología médica o clínica, que se encarga de estudiar a los parásitos del ser humano, en
donde encontraremos a los protozoos, los helmintos y los ectoparásitos siendo estos las tres
clases importantes de parásitos que pueden provocar diferentes tipos de enfermedades en las
personas. No obstante, la Zooparasitología, estudia a los parásitos de los animales, estos
parásitos pueden clasificarse en tres grandes grupos según el aspecto que presentan sus formas
adultas cuando se encuentran en el intestino de los animales, estos son los nematodos, los
cestodos y los protozoos. Mientras que, la Fitoparasitología, es el encargado de estudiar a todos
los parásitos de las plantas, por lo general en esta área se suele cambiar el nombre de parásitos
a plagas, los pulgones son quizá la plaga más conocida de todas; estos pertenecen a numerosos
géneros, aunque los más conocidos y frecuentes son Aphis, Myzus y Macrosiphum, que sin
dudarlo atacan a todo tipo de plantas.
Las enfermedades parasitarias pueden adquirirse a través de los alimentos o del agua
contaminada (como la fascioliasis o la teniasis), por la picadura de un insecto (como la malaria o
la enfermedad del sueño) o por contacto sexual (como las ladillas), y pueden causar desde
molestias leves hasta la muerte, mediante el cual estas enfermedades se clasifican en las
siguientes. En primer lugar, la protozoosis, esta enfermedad parasitaria es causada por
protozoos, que son organismos unicelulares eucariota, tales como la malaria, tripanosomiasis
africana y giardiasis, la transmisión de protozoos que viven en el intestino humano a otro ser
humano generalmente ocurre por la vía fecal-oral y los que viven en la sangre o tejidos humanos
se transmiten a otros mediante un artrópodo vector. En segundo lugar, está la helmintiasis que
es causada por gusanos (vermes o helmintos) de cuerpo alargado y blando, que a su vez estos
pueden ser trematodiasis, cestodiasis y nematodiasis, que al igual que los protozoos, los
helmintos pueden ser de vida libre o de naturaleza parasitaria. Por último, la ectoparasitosis son
enfermedades parasitarias producidas por artrópodos que infestan la superficie corporal, como
las miasis y la pediculosis, estos artrópodos son de por sí causantes de enfermedades, pero son
aún más importantes como vectores, o transmisores, de muchos patógenos diferentes que, a su
vez, producen una enorme morbilidad y mortalidad por las enfermedades que provocan.