Gilbert Tuhabonye nació el 22 de noviembre de 1974 en el condado sureño de

Songa en Burundi, un pequeño país montañoso del este de África central. Es

el tercero de cuatro hijos. Sus padres eran parte de la tribu tutsi y eran
agricultores de profesión. Mantuvieron vacas lecheras y cultivaron patatas,
guisantes, maíz y frijoles.

Su amor por correr se forjó temprano. A Gilbert le encantaba correr a todas

partes. Corrió hasta el borde del valle en busca de agua para su familia. Corrió
a la escuela, a cinco millas de distancia, y le encantaba competir con sus
amigos. Lo que más le gustaba hacer era perseguir las vacas de su familia. Fue
bautizado como católico en sexto grado y se mudó a 150 millas de distancia al
año siguiente para ingresar a una escuela protestante en Kibimba.

Mientras asistía a la escuela de Kibimba, Gilbert comenzó a correr de manera

competitiva. Corriendo descalzo, ganó una carrera de 8K cuando solo era un
estudiante de primer año. En su segundo año, conoció a un hombre que le
enseñó cómo cambiar su técnica de carrera levantando las rodillas y
sosteniendo los brazos correctamente. El entrenador lo animó a trabajar duro y
a intentar los Juegos Olímpicos. Gilbert se convirtió en campeón nacional en
los 400 y 800 metros como alumno de undécimo grado. En su último año,
Gilbert ya era un corredor extraordinario cuyo objetivo era obtener una beca
para una escuela estadounidense, obtener una educación y regresar a casa en
Burundi.

El destino tenía otro plan para Gilbert.

El 21 de octubre de 1993, la guerra de siglos entre las tribus tutsi y hutu

estalló en una realidad espantosa una tarde cuando Gilbert y sus compañeros
de clase estaban en la escuela. Los compañeros de clase hutu en la escuela de
Kibimba, sus padres, algunos maestros y otros miembros de la tribu hutu,
obligaron a más de cien niños y maestros tutsis a entrar en una habitación
donde los golpearon y los quemaron hasta matarlos. Después de ocho horas de
ser enterrado por los cadáveres de sus amados amigos y él mismo en llamas,
Gilbert usó el hueso carbonizado de uno de sus compañeros de clase para
atravesar una ventana. Saltó libre del edificio en llamas y corrió hacia la
noche, con los pies carbonizados, sobreviviendo a una de las masacres más
horribles de la larga guerra tutsi-hutu. Corrió de ese horror a una nueva vida.
Ahora, más de 20 años después y a más de 8.000 millas de Burundi, Gilbert
Tuhabonye es una celebridad en el mundo del running. Superó las barreras
lingüísticas y culturales para obtener un título universitario en la Universidad
Cristiana de Abilene, donde, a pesar de estar cubierto de tejido cicatricial de
sus extensas quemaduras, fue un corredor campeón nacional. Ahora es, según
todos los informes, el entrenador de carreras más popular en Austin, Texas,
donde vive con su esposa Triphine y sus dos hijas, Emma y Grace.

Gilbert es el fundador de Gilbert's Gazelles, uno de los grupos de

entrenamiento más grandes de Austin para personas que buscan aprender los
conceptos básicos de correr, entrenar para el maratón de Boston.