Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
capitulo 21
Integración internacional y progreso social:
Una revisión crítica de los indicadores de globalización
Felipe de Lombaerdei
Investigador, Universidad de las Naciones Unidas (UNU-CRIS), Bélgica
P. Lelio Iapadreii
Profesor asociado de economía internacional, Universidad de L'Aquila, Italia
Profesor titular de economía internacional, Universidad Johns Hopkins, SAIS Bologna
Center, Italia Investigador asociado, Universidad de
las Naciones Unidas (UNU-CRIS), Bélgica
Aviso de corrección
Resumen
Este artículo presenta un estudio crítico de diferentes propuestas para medir la globalización, desde la
perspectiva de una visión más general de la relación entre integración internacional y progreso social.
Un mayor grado de integración internacional puede verse en sí mismo como un indicador de progreso
social, en la medida en que revela que las sociedades humanas reconocen cada vez más su destino
común. Además, la integración internacional fomenta la provisión de ingredientes esenciales para el
progreso social, como los bienes públicos transnacionales y el crecimiento económico.
Los indicadores compuestos disponibles de la globalización, aunque van más allá de los límites de una
definición puramente económica de la integración internacional, no cumplen adecuadamente su tarea
por una variedad de razones conceptuales y metodológicas.
2 – 21. INTEGRACIÓN INTERNACIONAL Y PROGRESO SOCIAL: UNA REVISIÓN CRÍTICA DE LOS INDICADORES DE GLOBALIZACIÓN
Introducción
La calidad de vida social depende de una amplia gama de factores ambientales, culturales,
económicos y políticos, cuya medición representa un desafío fundamental para comprender su papel
y diseñar políticas adecuadas. La tarea se vuelve aún más compleja por el proceso de integración
internacional, que eleva el grado de interdependencia entre las sociedades humanas en todo el mundo,
por lo que cada vez tiene más sentido abordar el estudio de cualquier comunidad sin considerar
explícitamente sus vínculos con el resto del mundo. mundo. 'Globalización' es la palabra más utilizada
para describir este proceso, incluso si el alcance de la integración internacional no es necesariamente
global.
El propósito de este breve artículo es revisar críticamente diferentes propuestas para construir
indicadores de globalización, desde la perspectiva de una visión más general de la relación entre
integración internacional y progreso social. Se prestará especial atención a los marcos conceptuales
subyacentes y a la cuestión de si los indicadores se basan en conceptos más amplios o más estrechos
de integración internacional (sociedad frente a economía, integración regional frente a global, etc.), y
a la coherencia entre las necesidades de medición, sobre por un lado, y la selección de las variables
e indicadores, por otro. Una discusión exhaustiva de las diferentes soluciones técnicas adoptadas en
la construcción de los diferentes indicadores compuestos de globalización está fuera del alcance de
este documento.1
Marcos Conceptuales
Como no existe una definición única para la globalización, los marcos conceptuales detrás de los
indicadores de globalización son diversos.3 Hasta finales de la década de 1990, la globalización
todavía se consideraba a menudo como un sinónimo de 'integración económica global'. En su artículo
de revisión, por ejemplo, Brahmbhatt (1998, p. 2) propone como definición de globalización: “la
creciente libertad y capacidad de los individuos y las empresas para realizar transacciones económicas
voluntarias con residentes de otros países, un proceso que implica una creciente contestabilidad de
los mercados nacionales por los proveedores extranjeros”. La definición utilizada por el Centro de
Investigación de Mercados Mundiales, desarrolladores del índice G, se refiere a “la unión cada vez
más estrecha de una economía mundial” (Randolph 2001, p.5). Más recientemente, la OCDE en su
Manual también afirmó que “[g]lobalización se refiere sobre todo a un proceso dinámico y
multidimensional de integración económica mediante el cual los recursos nacionales se vuelven cada
vez más móviles internacionalmente mientras que las economías nacionales se vuelven cada vez más
interdependientes” (OCDE 2005a, p. .11).
Sin embargo, inspirado por el trabajo conceptual de Held et al. (1999), Scholte (2000) y varios
otros, se ha observado un cambio hacia un concepto multidimensional de la globalización. El índice
Kearney/FP, por ejemplo, mide la globalización de un país en cuatro dimensiones (componentes): (i)
el grado de integración de su economía en la economía mundial, (ii) la internacionalización de los
contactos personales de sus ciudadanos, (iii) el uso de la tecnología de Internet, y (iv) el alcance de
su compromiso político internacional.
Martens y Zywietz (2004, 2006) agregan dos dimensiones adicionales en su MGI: (i) la participación
del complejo militar-industrial de un país con el resto del mundo, y (ii)
Machine Translated by Google
4 – 21. INTEGRACIÓN INTERNACIONAL Y PROGRESO SOCIAL: UNA REVISIÓN CRÍTICA DE LOS INDICADORES DE GLOBALIZACIÓN
Martens y Zywietz definen la globalización entonces como: “la intensificación de las interacciones
culturales, económicas, políticas, sociales y tecnológicas transnacionales que conducen al establecimiento
de estructuras transnacionales y la integración global de los procesos culturales, económicos, ambientales,
políticos y sociales a nivel global, niveles supranacional, nacional, regional y local” (Rennen & Martens
2003).
Dreher (2005) se basa en las definiciones propuestas por Clark (2000, p. 86) y Norris (2000, p. 155) y
se refiere a un proceso de “creación de redes de conexiones entre actores a distancias multicontinentales,
mediadas a través de una variedad de flujos que incluyen personas, información e ideas, capital y bienes”,
un proceso “que erosiona las fronteras nacionales, integra economías, culturas, tecnologías y gobernanza
nacionales, y produce relaciones complejas de interdependencia mutua”.
El cuadro 21.1 muestra qué dimensiones se han utilizado en la construcción de los diferentes
indicadores de globalización y cómo se distribuyen las variables entre las dimensiones.
En primer lugar, es necesario reflexionar sobre los actores involucrados en el proceso de globalización.
Los constructores de indicadores de globalización no suelen abordar de forma explícita el hecho de que en
el proceso participan diferentes actores: estados, regiones, ciudadanos individuales, sociedad civil
organizada, empresas, etc., aunque seleccionan determinados indicadores específicos.
Machine Translated by Google
En segundo lugar, existe la necesidad de diferenciar aún más los conceptos; los indicadores de
globalización deberían distinguirse más claramente de los indicadores de integración económica
internacional, apertura, universalización, occidentalización, etc. (Scholte 2002; Martens & Zywietz
2004). De lo contrario, corren el riesgo de no agregar mucho al conocimiento y la comprensión
existentes. En la práctica, parece faltar claridad conceptual y, a menudo, los indicadores de
globalización (o uno o más de sus subindicadores) reflejan fenómenos diferentes (aunque
relacionados).
En tercer lugar, se debe ser consciente del hecho de que 'agregar dimensiones' a un indicador
de globalización, en la práctica, a menudo se reduce a una desagregación de los flujos existentes y
puede resultar en una doble contabilización. Por ejemplo, si se añaden dimensiones militares o
culturales mediante la incorporación de medidas de transacciones transfronterizas de armas o
intercambio de productos culturales, esto implica utilizar algunos elementos de los flujos comerciales
de bienes y servicios. Si, además, también se mantienen las variables agregadas (porque
supuestamente reflejan la dimensión económica de la globalización), ciertos flujos se contabilizan
dos veces, lo que cuestiona la validez de todo el procedimiento de ponderación. A menos que existan
buenas razones (teóricas, normativas) para otorgar un doble peso a ciertos flujos, un procedimiento
posible sería restar las transacciones transfronterizas de armas o el intercambio de productos
culturales, en estos ejemplos, del comercio total de bienes y servicios.
En cuarto lugar, como también señala Scholte (2002), la 'globalidad' como estado debe
distinguirse del 'proceso de globalización'.4 De hecho, cualquier estado es el resultado del proceso
correspondiente; lo que marca la diferencia es la perspectiva del observador; cuando queremos ver
el proceso, tenemos que observarlo a través del tiempo; si queremos ver el estado, se requiere una
instantánea en un instante dado. Desde un punto de vista conceptual, generalmente se reconoce el
hecho de que la globalización se refiere a un proceso complejo y de largo plazo. Una de sus
implicaciones para la construcción de indicadores es que estos teóricamente pueden referirse a
diferentes componentes lógicos de este proceso, tales como 'entradas' en el proceso, 'características'
del proceso, o 'salidas' (resultados, efectos) de el proceso. Según Heshmati (2006, p.2), por ejemplo,
el propósito de la construcción de un índice de globalización es “poder cuantificar sus fuentes e
impactos”, lo que sugeriría que el propósito no es medir las características y progreso del propio
proceso. Brahmbatt (1998, p.2-3) comparte la opinión de que los indicadores de globalización
muestran tanto requisitos previos como resultados.
Los requisitos previos o "impulsores" del proceso incluyen, por ejemplo, la reducción progresiva de
los obstáculos oficiales a la realización de transacciones económicas transfronterizas y la caída de
los costes de las transacciones comerciales, mientras que los resultados del proceso se refieren al
aumento de las transacciones transfronterizas (comercio internacional, IED, integración financiera,
migración laboral) o convergencia internacional de precios. Una organización alternativa de las
variables (e indicadores relacionados) es seguida por Held et al. (1999) y distingue entre la extensión,
intensidad, velocidad e impacto de las interacciones globales. Parece existir cierta confusión con
respecto a estas categorías lógicas de variables; aparentemente varios autores utilizan 'indicadores
de resultado' (cfr. supra) para medir la 'intensidad/extensión' del proceso, y no como sinónimos de
'indicadores de impacto' en la terminología de Held. Una salida podría ser definir 'entradas' en el
proceso siguiendo a Brahmbatt (ver arriba), definir 'características del proceso', siguiendo a Held, en
términos de velocidad, extensión e intensidad de la interacción global.
Machine Translated by Google
6 – 21. INTEGRACIÓN INTERNACIONAL Y PROGRESO SOCIAL: UNA REVISIÓN CRÍTICA DE LOS INDICADORES DE GLOBALIZACIÓN
interacciones, y definir los 'resultados' del proceso como efectos del aumento de las interacciones
globales sobre variables (crecimiento, empleo, desigualdad de ingresos, convergencia cultural,...)
diferentes de las utilizadas directamente en la definición de globalización en términos de
interacciones globales.
Quinto, y relacionado con el punto anterior, una mejor comprensión de los diferentes
componentes lógicos del proceso de globalización debería facilitar la detección de espacios en
blanco en la construcción de indicadores. La práctica actual, como ya se mencionó, tiende a
centrarse en indicadores de 'resultados' o 'extensión/intensidad' (Martens y Zywietz (2004, p. 12),
y por lo tanto se ha alejado de los indicadores de política (indicadores de entrada) que se cubrieron
en el trabajo anterior sobre globalización económica (World Economic Forum, Heritage Foundation),
con Dreher (2005) como una notable excepción.Paradójicamente, las ganancias relacionadas con
la incorporación de más dimensiones en los indicadores de globalización, podrían haberse
producido a costa de la cobertura en términos de categorías lógicas. La dificultad práctica para
cuantificar directamente las medidas de política en áreas no económicas explica esto en parte
(Lockwood 2001, p. 6). Desde la perspectiva de la construcción de indicadores de globalización,
se abren dos opciones para incorporar la política. incluir explícitamente variables de política, como
en los indicadores de globalización económica anteriores, y también en el DGI Estas variables de
política pueden referirse a barreras comerciales, políticas de IED, mejora de la competitividad p
política, políticas de conectividad, políticas de migración, etc. Otra opción es ajustar las medidas
de globalización por características estructurales para filtrar los efectos netos de la política.5 Un
problema obvio con la primera opción es sopesar las variables de política con respecto a otras
categorías de variables . . Un problema con la segunda opción es que el ajuste de la estructura
por lo general no se realiza de manera sistemática. En el caso de la CSGR-GI, por ejemplo, uno
puede preguntarse por qué el ajuste estructural se aplica a las variables económicas y no a otras
variables (Caselli 2006, p. 17). Sin embargo, en nuestra opinión, la pregunta más importante está
relacionada con el propósito mismo de los indicadores de globalización. En la mayoría de las
propuestas, los diseñadores no eligen claramente entre un indicador que muestre el grado de
globalización de facto de un país (o una región, un grupo de ciudadanos, un grupo de empresas,
…), que no requeriría un ajuste de estructura, o un indicador que evalúa el alcance y la calidad de
las políticas de globalización de un país (o una región, un grupo de ciudadanos, un grupo de
empresas,…). Recomendamos distinguir más claramente entre los dos conceptos, por ejemplo,
utilizando sistemáticamente un par de indicadores: uno que se refiera al grado de globalización de
facto y otro que se refiera a la calidad de las políticas de globalización.
Finalmente, todos los esfuerzos por incluir más y mejor información en los indicadores de
globalización deben equilibrarse con los requisitos de parsimonia, eficiencia y transparencia. Analistas
como Caselli (2006, p.15-16, 25-26), por ejemplo, ya argumentan a favor de incluir menos variables
en la construcción de indicadores de globalización de lo que suele ser el caso. Por lo tanto, el Índice
de Desarrollo Humano se denomina buena práctica.
Partiendo del supuesto simplificador de que medir la globalización equivale a medir el grado de
integración internacional, definido como la medida en que la dimensión espacial de un proceso social
dado tiende a no estar restringida por las fronteras nacionales, la definición precisa de integración
internacional y los indicadores relacionados cambian según la perspectiva del observador.
La primera y más común opción es asumir el punto de vista de un solo país o territorio con
respecto al resto del mundo. En este caso, medir la integración internacional equivale a evaluar en
qué medida ese país en particular está abierto a las relaciones con el resto del mundo, tratado como
un solo país socio. El ejemplo típico, en el ámbito económico, es la relación comercio/PIB,
universalmente considerada como la medida más intuitiva de la apertura internacional.6
Aunque mejoran con respecto a la opción anterior, los indicadores de diversificación geográfica,
aun cuando se computan como la inversa de los índices de concentración, no informan
adecuadamente sobre el alcance geográfico del proceso de integración, porque tratan a todos los
socios de la misma manera, independientemente de su distancia, de modo que un país vinculado
exclusivamente con un determinado grupo de socios vecinos no se distinguiría de un país que
interactúa con un número igual de socios dispersos por todo el mundo.
La severidad de este problema obviamente está relacionada negativamente con el número total de
parejas, pero aun así no puede ser despreciado, también por su interacción con el problema de la
concentración, en el sentido de que las relaciones bilaterales tienden a ser relativamente menos
intensas con parejas distantes. 8 Una posible solución radica en otorgar mayores pesos a los más distantes.
Machine Translated by Google
8 – 21. INTEGRACIÓN INTERNACIONAL Y PROGRESO SOCIAL: UNA REVISIÓN CRÍTICA DE LOS INDICADORES DE GLOBALIZACIÓN
socios al calcular los índices de diversificación, lo que sin embargo plantea el problema de encontrar
medidas adecuadas de distancia.9
Sin embargo, incluso suponiendo que todos estos problemas técnicos puedan resolverse
satisfactoriamente, los indicadores de apertura se limitan de todos modos a una perspectiva nacional.
Los indicadores a un nivel superior, regional o mundial, solo podían obtenerse como promedios
apropiados de las medidas nacionales.
Un enfoque más radicalmente diferente sería tomar la perspectiva de un grupo de países, ya sea
una región o un conjunto arbitrariamente definido de países pertenecientes a diferentes regiones. En
este caso, la cuestión central pasa a ser la de distinguir entre la integración dentro y fuera del grupo,
pero, de nuevo, esto se puede hacer de dos maneras diferentes, ya sea tratando al grupo y al resto del
mundo como dos socios únicos, o explotando la información disponible a nivel bilateral y construyendo
medidas adecuadas de diversificación geográfica ponderada por la distancia para las relaciones dentro
y fuera del grupo.
Las medidas tradicionales de integración regional tienden a seguir el primer y más simple enfoque,
pero la segunda opción es claramente superior, particularmente para grandes regiones con muchos
países miembros, como la Unión Europea.
A nivel mundial, un promedio apropiado de indicadores nacionales podría ser suficiente para
satisfacer la necesidad de una medida simple de globalización, pero la información adicional sobre la
distribución de los indicadores entre países brindaría información importante.10 Sin embargo, como
señaló Caselli ( 2006), las medidas de integración global basadas exclusivamente en promedios de
indicadores nacionales no logran capturar la naturaleza específica de algunos aspectos de la
globalización, que pueden definirse solo a nivel global, sin ninguna referencia a ubicaciones
específicas.11 En otras palabras, ciertos procesos , siendo el ejemplo clásico el cambio climático, si
bien es el resultado de actividades con una ubicación territorial específica, no implica interacciones
transfronterizas bilaterales, y puede definirse mejor con referencia a todo el planeta. Por otro lado, estos
procesos intrínsecamente globales, aunque muy importantes, no parecen representar de manera
exhaustiva la naturaleza de la globalización. Las interacciones a través de las fronteras nacionales
siguen siendo fundamentales no solo por razones pragmáticas (disponibilidad de datos), sino también
en términos de relevancia política, dado su papel en la forja de la interdependencia global. Una
referencia a las interacciones transfronterizas parece esencial incluso cuando la unidad de análisis se
define a nivel local, como regiones subnacionales, ciudades y agentes individuales.
que la palabra 'globalización' se usa incorrectamente para describir procesos de integración que
tienden a ser en su mayoría regionales.13 Por lo tanto, es particularmente importante construir
medidas apropiadas de la intensidad y la extensión de las transacciones internacionales, como se
sugirió anteriormente.14
El debate sobre la globalización y sus efectos en las sociedades humanas es tan intenso y
extenso que sería casi imposible resumir sus argumentos en el limitado espacio de esta nota. Aquí
nos centraremos en solo dos de los posibles vínculos entre la integración internacional y el progreso
social:
En principio, cualquiera de estos indicadores podría promediarse entre países, a fin de obtener
medidas globales y/o regionales del bienestar social. Estos ejercicios de agregación, aunque útiles, no
captan adecuadamente la contribución específica que la integración internacional en sí misma puede
dar al progreso de la sociedad, a través de sus efectos en la provisión de bienes públicos
transnacionales.
Dado que el alcance de los efectos indirectos generados por los bienes públicos transnacionales
a menudo se limita a grupos regionales de países, se ha argumentado que su producción debe ser
fomentada por instituciones regionales (Sandler 2004).
Machine Translated by Google
10 – 21. INTEGRACIÓN INTERNACIONAL Y PROGRESO SOCIAL: UNA REVISIÓN CRÍTICA DE LOS INDICADORES DE GLOBALIZACIÓN
Una forma alternativa de tener en cuenta los bienes públicos globales (y regionales) sería
mirar el consumo/uso de estos bienes, en lugar de mirar su financiamiento.
Un ejemplo de cómo se puede hacer esto es el MGI, que incluye una medida del impacto
ambiental de los flujos comerciales, basada en el equilibrio entre su 'huella ecológica' y la
biocapacidad. Podría pensarse en medidas similares relacionadas con otros bienes públicos
transnacionales, como la paz, la estabilidad económica, etc.
En el ámbito económico, aunque las controversias sobre el nexo entre comercio y crecimiento
siguen siendo muy intensas, existe un amplio consenso sobre la idea de que el crecimiento tiende
a ser más rápido en los países abiertos que en los que miran hacia adentro. Medir los efectos
dinámicos de la integración internacional, que van más allá de su impacto puntual en la asignación
de recursos productivos, es por tanto uno de los retos más importantes a afrontar para medir su
contribución al progreso de la sociedad. Al mismo tiempo, es una tarea muy difícil,
Machine Translated by Google
dada la complejidad del fenómeno del crecimiento y la dificultad de rastrearlo hasta cada uno de
sus factores subyacentes.
Estos problemas se vuelven aún más severos e importantes cuando se trata de distinguir entre
los efectos de la integración internacional global y regional. En la literatura tradicional sobre creación
y desviación de comercio, los efectos estáticos de bienestar de la integración ofrecen un criterio
relativamente fácil para comparar las estrategias de liberalización preferencial y multilateral.
Esta comparación se hace más difícil en los estudios más recientes de integración regional, donde
se pone énfasis en sus efectos de crecimiento. Normalmente es muy problemático determinar si la
liberalización del comercio preferencial puede fomentar el crecimiento más o menos que la
integración en el sistema multilateral de comercio. Indicadores adecuados de los efectos dinámicos
de la integración global y regional podrían ser muy útiles para abordar estos problemas.
Lo mismo se aplica a otros aspectos del bienestar social, como la igualdad en la distribución
del ingreso, la salud, el medio ambiente, la educación, la cultura y la cohesión social, para los
cuales los problemas relacionados con la selección de los modelos teóricos y técnicas estadísticas
más apropiados para detectar posibles efectos de integración internacional se ven aumentadas por
las limitaciones de los datos e indicadores disponibles.
En todas las dimensiones de la integración internacional existe una gran necesidad de datos
nuevos y de mejor calidad, así como de indicadores estadísticos más precisos, que distingan
claramente entre la interdependencia regional y mundial.
Conclusiones
La medición de la integración internacional, en todos sus aspectos, es cada vez más importante
para una comprensión completa del bienestar social y su dinámica. Un mayor grado de integración
internacional puede verse en sí mismo como un indicador de progreso social, en la medida en que
revela que las sociedades humanas reconocen cada vez más su destino común. Además, la
integración internacional fomenta la provisión de ingredientes esenciales para el progreso social,
como los bienes públicos transnacionales y el crecimiento económico.
Estos temas a menudo se abordan en el contexto del debate sobre la globalización. En este
trabajo, hemos tratado de mostrar que los indicadores compuestos disponibles de globalización,
aunque van más allá de los límites de una definición puramente económica de internacional
Machine Translated by Google
12 – 21. INTEGRACIÓN INTERNACIONAL Y PROGRESO SOCIAL: UNA REVISIÓN CRÍTICA DE LOS INDICADORES DE GLOBALIZACIÓN
integración, no logran realizar adecuadamente su tarea por una variedad de razones conceptuales
y metodológicas.
notas
1 Véase, por ejemplo, Nardo et al. (2005) por un excelente tratamiento general de estos temas operativos.
2 Los indicadores de la OCDE tienen como objetivo medir la magnitud e intensidad de la globalización económica, en cuatro áreas:
el comercio internacional, la inversión extranjera directa (IED), la actividad de las empresas multinacionales y la producción y
difusión internacional de tecnología.
3 Ya existe una rica literatura sobre la globalización. Está fuera del alcance de este artículo revisar en profundidad la evolución del
concepto de globalización. Nos referimos a Scholte (2002) para una excelente descripción general. Argumenta convincentemente
a favor de una comprensión de la globalización “como la propagación de conexiones transplanetarias, y en tiempos más recientes
más particularmente supraterritoriales, entre personas […] la globalización implica reducciones en las barreras a los contactos
transmundanos. Las personas se vuelven más capaces –física, legal, cultural y psicológicamente– de comprometerse entre sí en
'un mundo' […] la globalización se refiere a un cambio en la naturaleza del espacio social”. El autor cuestiona además el
'territorialismo metodológico' que aún domina las ciencias sociales (y por ende la construcción de indicadores de globalización).
Véase también, Caselli (2006).
4 En la literatura sobre integración regional, que se considerará más adelante, De Lombaerde y Van Langenhove (2006) han
planteado un punto similar.
5 El 'ajuste estructural' se refiere al ajuste de las medidas de resultado para las características estructurales, haciendo retroceder las
medidas en un conjunto de variables estructurales y utilizando los residuos para construir el índice, de modo que reflejen mejor el
efecto de las políticas sobre la integración de un país en el mundo. economía. Lockwood (2001:6-9), por ejemplo, aplicó el enfoque
de Pritchett (1996) para ajustar las variables Kearney/FP. El costo a pagar es una pérdida considerable de transparencia, legibilidad
y facilidad de uso del índice. También se debe ser consciente del hecho de que después de dicho ajuste el indicador podría reflejar
menos lo que podría llamarse globalización de facto.
Por ejemplo, Martens y Zywietz (2006) filtran el efecto de los países sin litoral, pero uno podría preguntarse si los niveles
relativamente bajos de integración y conectividad internacional no son exactamente lo que nos gustaría que revelara el indicador
de globalización para los países sin litoral.
6 Cabe recordar que, por diversas razones, los indicadores de apertura comercial tienden a estar negativamente correlacionados
con el tamaño del país, por lo que la clasificación resultante no es confiable.
7 La bibliografía recientemente floreciente sobre los márgenes extensivos e intensivos del comercio se refiere a un problema similar,
es decir, la descomposición del crecimiento del comercio mundial en el aumento del número de relaciones bilaterales (márgenes
extensivos) y el crecimiento del volumen de comercio por relación (márgenes intensivos). ). Véase Helpman, Melitz y Rubinstein,
2007.
Machine Translated by Google
8 En el caso del comercio, esta observación se refleja muy bien en los modelos de gravedad de los flujos bilaterales.
9 Una solución más pragmática consistiría en medir la importancia relativa de las interacciones 'extrarregionales' (comercio, IED, migración,
turismo, etc.) como sustituto de las interacciones 'globales', en lugar de utilizar las interacciones 'internacionales' habituales, siempre que
que uno es capaz de definir la 'región' relevante. Sin embargo, como se argumentará más adelante, las medidas de integración
extrarregional no resuelven el problema, incluso dejando de lado el tema de la definición de la región, porque el 'mundo extrarregional'
sigue siendo visto como un socio único, independientemente de la distribución de países. de transacciones
10 La literatura reciente sobre redes socioeconómicas puede ser muy útil para este propósito. Véase, por ejemplo, Rauch (1999, 2001) y Kali
y Reyes (2007).
13 En el caso de las empresas multinacionales, véase Rugman y Verbeke (2004) y Rugman (2005).
14 Véase, por ejemplo, el trabajo realizado por UNU-CRIS sobre indicadores de regionalización en el contexto del Sistema de Conocimiento
de Integración Regional (RIKS) (www.cris.unu.edu).
Machine Translated by Google
Machine Translated by Google
Referencias
Brahmbhatt, M. (1998), “Measuring Global Economic Integration: A Review of the Literature and
Recent Evidence”, documento de trabajo, Washington: Banco Mundial.
Fiorentino, R., L. Verdeja y C. Toqueboeuf (2007), “El panorama cambiante de los acuerdos
comerciales regionales: actualización de 2006”, Documentos de debate de la OMC, (12).
Gwartney, J., R. Lawson y W. Block (1996), Libertad económica del mundo 1975-
1995, Vancouver: Instituto Fraser.
Gwartney, J. y R. Lawson (2006), Informe anual 2006 sobre libertad económica en el mundo,
Vancouver: Instituto Fraser.
Helpman, E., M. Melitz y Y. Rubinstein (2007), “Estimating Trade Flows: Trading Partners and
Trading Volumes”, mimeografía, Universidad de Harvard, disponible en: http://
www.economics.harvard.edu/faculty/ helpman/documentos/TradingPartners.pdf
Higgott, R. (2006) “Global Governance and Global Public Goods”, Conferencia Internacional sobre
Gobernanza y Políticas de Desarrollo, Den Haag, Instituto de Estudios Sociales: 1-16. Discurso
principal.
Kaul, I., I. Grunberg y MA Stern (1999), Global Public Goods: International Cooperation in the 21st
Century, PNUD, Nueva York, Oxford: Oxford University Press.
16 – 21. INTEGRACIÓN INTERNACIONAL Y PROGRESO SOCIAL: UNA REVISIÓN CRÍTICA DE LOS INDICADORES DE GLOBALIZACIÓN
Kearney, AT (2003), “Medición de la globalización: ¿Quién está arriba, quién está abajo?”, Foreign
Política.
Lockwood, B. y M. Redoano (2005), “The CSGR Globalization Index: an Introductory Guide”, CSGR
Working Paper, (155).
Nardo, M., M. Saisana, A. Saltelli, S. Tarantola, A. Hoffman y E. Giovannini (2005), “Manual sobre la
construcción de indicadores compuestos: metodología y guía del usuario”, Documento de trabajo
sobre estadísticas de la OCDE, París: OCDE, [STD/DOC(2005)3].
Pritchett, L. (1996), “Medir la orientación hacia el exterior en los PMA: ¿Se puede hacer?”,
Revista de Economía del Desarrollo, 49(2):307-335.
Riezman, R., J. Whalley y S. Zhang (2005), “Metrics Capturing the Grade to which Individual
Economies are Globalized”, CESIFO Working Paper, (1450).
Rugman, AM y A. Verbeke (2004), 'Una perspectiva sobre las estrategias regionales y globales de
las empresas multinacionales', Journal of International Business Studies, 35(1): 1-15.
Saltelli, A., M. Nardo, M. Saisana y S. Tarantola (2004), “Composite Indicators – The Controversy
and the Way Forward”, artículo presentado en Estadística, Conocimiento y Política. Foro Mundial
de la OCDE sobre Indicadores Clave, Palermo, 10-13 de noviembre.
PNUD (1998), Informe sobre Desarrollo Humano, Oxford: Oxford University Press.