Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Querido Crush - Gabe Merin
Querido Crush - Gabe Merin
Gabe Merin
© 2020 Abba Ediciones
edicion@abbaediciones.com
Tegucigalpa, Honduras
Primera edición
Diseños al interior cortesía de:
www.flaticon.com
Todos los derechos reservados
Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, procesada en algún sistema que la pueda
reproducir, o transmitida en alguna forma o por algún medio electrónico, mecánico, fotocopia,
cinta magnetofónica u otro, sin el previo consentimiento del editor y de la autora, excepto para
breves citas en reseñas.
Todos los personajes y situaciones de este libro son invención de la autora, cualquier semejanza
con la realidad es mera coincidencia.
Este libro es un trabajo independiente; no alberga ninguna conexión con las licencias y marcas
oficiales descritas en las respectivas notas al final del documento (por orden de aparición en el
texto), y está escrito en base a unas pautas legales.
Con mucho cariño para todos aquellos que me han apoyado desde mis inicios y que siempre
creyeron en mí.
Sinopsis
Carta Uno:
Querido Crush:
No sé tu nombre y realmente dudo que tú sepas el mío. Incluso, dudo que siquiera sepas de mi
existencia, pero solo te escribí esta carta para hacerte saber que hoy te vi por primera vez; te
sentaste en la mesa que estaba frente a la mía durante la hora del receso. Observé detalladamente
tu rostro y una sola palabra vino a mi mente: perfección. Aún me debato mentalmente sobre si
debo entregarte esta carta o no. Seguro pensarás que soy una loca acosadora que te acecha desde
las sombras, pero ¡vamos!, a simple vista eres perfecto, ¿quién no se fijaría en alguien como tú?
Desde el instante en que mis ojos chocaron con el color celeste de los tuyos, supe que eras mi
crush.
¿Sabes qué es un crush?
Pues bien, te lo diré. Crush es la forma actual de llamarle a un amor platónico; hay personas que
aseguran que se le llama "crush"
porque ese es el sonido que hace tu corazón al saber que esa persona jamás se fijará en ti... y eso
lo sé. Sin embargo, no quería perder la oportunidad de hacerte saber lo especial que eres.
No tengo más que decirte por el momento, tal vez te escriba luego.
-Anónima
3
Carta Dos:
Querido Crush:
Hoy te vi de nuevo. Estabas con un montón de esas chicas populares, esas que podrían inundar
las redes sociales con los "me gusta" de sus fotos y la interminable cantidad de comentarios sobre
sus magníficos cuerpos. Fue entonces donde me pregunté:
¿Por qué no puedo ser yo una de ellas? Bueno, creo que la respuesta es obvia. Es claro que no
tengo el mejor cuerpo, ni el mejor rostro y al parecer, nada que pueda llamar tu atención, pero
¿acaso hago mal en intentar?
No estoy segura de si esto que siento son celos, de lo único que estoy segura es de que odio la
sensación que recorre mi cuerpo al desear ser una de ellas. Después de todo, esas chicas sí
pueden compartir tiempo contigo. Sé que no tengo ningún derecho sobre ti, es decir, ni siquiera me
conoces, pero aun así, nunca he sido de guardarme lo que siento, así que quería manifestarte mi
sentir.
Te escribo luego.
-Anónima
4
Carta Tres:
Querido Crush:
Así es, la loca acosadora de nuevo.
Últimamente me he podido percatar de que estás mucho con esa chica. No sé quién sea y estoy
totalmente consciente de que tampoco es de mi incumbencia. Tan solo los observo a lo lejos
mientras ustedes ríen.
Y es aquí donde me pongo a pensar: ¿Vale la pena seguir escribiendo estas cartas? Me refiero,
tal vez después de todo solamente esté hablando conmigo misma mientras tú disfrutas de las
chicas que tienes a tu alrededor (que, por cierto, son bastantes). No te culparía, ¿sabes? Eres un
chico realmente atractivo y es muy normal que quieras aprovecharlo a tu favor.
En la carta pasada te dije que no sabía si lo que sentía eran celos, hoy lo confirmo: lo son. Por
más que le he estado dando vueltas a esta pregunta en mi cabeza aún no he podido encontrar la
respuesta. ¿Qué tendría que hacer yo para poder acercarme a ti? ¿Tendría la misma oportunidad
que ellas de conseguir tu amor?
En fin, es tu vida y no tengo ningún derecho sobre ella. Si esa chica o cualquier otra te hace feliz,
no la dejes ir, la felicidad es sólo un momento y si tú estás feliz, de alguna manera intentaré estarlo
yo también.
No estoy muy segura de escribirte luego.
-Anónima
5
Carta Cuatro:
Querido Crush:
Faltaste al colegio por dos días, creo que te extrañé. Tu ausencia fue muy notoria, a las aulas les
faltaba esa resplandeciente sonrisa adornando cada rincón. Apuesto que aquella chica ni siquiera
se percató de ello. Aun así, apenas regresaste al colegio corriste hacia sus brazos. No te culpo,
ella es realmente linda y no sabes quién soy yo, aunque debo admitir que sueño con el día en que
estas cartas despierten tan solo un poco de interés en ti.
¡Oh! Casi lo olvido...
Ayer, al terminar mi clase de Biología, mientras caminaba por el pasillo del colegio escuché a
una chica decir algo que captó mi atención por completo: "Ese es el chico que me gusta", mientras
una de ellas señalaba hacia ti. "¿Cómo se llama?" Preguntó la otra.
Y esa es la historia de cómo finalmente conozco tu nombre.
Te escribo luego, Jack.
-Anónima
6
Carta Cinco:
Querido Crush:
Hola, Jack, ¿cómo estás?
Lamento si sueno un poco atrevida al llamarte por tu nombre (como si nos conociéramos de toda
la vida, pff), es solo que tu nombre me parece realmente divino.
Ayer te vi mientras leías mi carta. Pude notar la encantadora sonrisa en tu rostro al leer mis
palabras. No hay palabras para explicar lo tanto que amé ese momento. Deberías saber que es
difícil hacerte llegar estas cartas, tu casillero suele ser un lugar muy poco solitario, ya sabes,
siempre hay personas cerca. Ayer también pude verte más de cerca. No creo que te hayas
percatado de eso, pero estabas realmente cerca de mí. Jamás había tenido la oportunidad de
admirar tus rasgos de tan buena manera. Pude sentir cómo mi corazón latía al millón.
Tus ojos, amo tus ojos, ¿cómo pueden ser tan cristalinos, coloridos y trasmitir tantas emociones a
la vez? Tengo que confesar que eres mucho más guapo de cerca. En mi corazón aún sigue la
esperanza de que algún día me dirijas la palabra sin saber que soy yo quien te escribe estas cartas.
Te escribo luego, Jack.
-Anónima
7
Carta Seis:
Querido Crush:
Esos hermosos ojos celestes tuyos me observaron fijamente por varios segundos. Sé que no se
trata de algo increíble, pero has mejorado completamente mi día. Nadie podrá quitarme esta
enorme sonrisa del rostro, eso puedo asegurártelo. Ojalá hubiera más días como estos, aunque aún
sigo debatiéndome sobre si debería dejar de escribirte estas cartas.
Hoy te vi abrazando a esa chica, ahora sé cómo se llama, Cassandra es su nombre. Sentí que mi
corazón se encogía; sin embargo, por dentro seguía analizando la posibilidad de que solo fuera
una muy buena amiga, posibilidad que después se esfumó cuando publicaste una foto con ella en
tus redes sociales con el título "No la cambiaría por nadie".
Esta situación me confunde muchísimo. He podido notar estos últimos días que te gusta leer mis
cartas; sin embargo, si estás saliendo con alguien, no creo que sea lo correcto.
Vaya, creo que mi cabeza explotará. Te escribo luego.
-Anónima
8
Carta Siete:
Querido Jack:
Como puedes percatarte, ahora no me referí a ti como "Querido Crush". ¿Por qué?
Probablemente te dé igual, pero ayer confirmé lo que tan confundida me tenía. Estabas besando a
Cassandra, lo que automáticamente me hace pensar que están saliendo.
Sí, me rompió el corazón, pero no le encuentro sentido y tampoco veo correcto el seguir
escribiendo estas cartas. Tienes una pareja ahora y jamás me interpondría entre ustedes.
Solamente me queda desearte que seas muy feliz a su lado y que sea la chica que siempre
buscaste.
Por mi parte, esta será la última carta que recibirás y, probablemente, la identidad de "anónima"
se quede precisamente en eso, en el anonimato para siempre. Eso no significa que deje de
quererte. Creo que seguirás siendo mi crush, ahora con mucho más sentido, pues ya tienes a
alguien a tu lado y si había una oportunidad para mí, se ha ido. De todo corazón, espero que sean
felices.
Adiós, Jack.
-Anónima
9
Carta Ocho:
Querida Anónima:
Realmente lamento que hayas tenido que ver esa escena. Puedo imaginarme lo mucho que hirió
tus sentimientos, así que te pido una disculpa, aunque debo admitir que hay una gran diferencia
entre Cassandra y tú, a ella la conozco. Si tú pudieras decirme quién eres, créeme que todo
cambiaría.
Por otro lado, te pido que no dejes de escribirme cartas, muchas veces mejoran mi estado de
ánimo y me encanta leerlas. Hacen que mis días dejen de ser aburridos. Siempre me sorprendes.
No creo que sea incorrecto como tú lo llamas, ya que Cassandra y yo no tenemos ningún
compromiso aún, es decir, no estamos saliendo.
No sabía dónde dejar esta carta, ya que no sé quién eres, así que la dejé en mi propio casillero el
cual ya sabía que visitarías.
Anónima, te has ganado mi corazón con cada letra, eso es cierto, pero no puedo enamorarme de
un fantasma.
Te quiere,
Carta Nueve:
Querido Crush:
Espera... ¿tú me has escrito a mí? ¡Por Dios! Jack, te juro que estoy temblando, estoy tan
emocionada que siento que el corazón se me va a salir. Jamás imagine siquiera que tú fueras a
escribirme a mí.
Jack, sé que a ella la conoces y a mí no, eso puedo entenderlo perfectamente. He estado
consciente de las desventajas que tengo al esconderme detrás del papel desde el inicio, pero Jack,
no soy un fantasma como tú lo dices. Soy real, existo. Si no te he dicho quién soy es porque sé que
te decepcionarás; no soy quien tú piensas, ni quien probablemente esperas; no soy una chica
popular como de las que te sueles rodear a diario, para ti soy totalmente invisible, créeme.
Si alguna vez llega el momento de decirte quién soy, lo haré, pero por ahora creo que es muy
pronto.
Gracias por escribirme y mejorar mi día por completo.
-Anónima
11
Carta Diez:
Querida Anónima:
Sí, yo te he escrito a ti, ¿por qué es tan difícil de creerlo? Sabes, adoro tus cartas, pero me
parece realmente inútil e innecesario el mantener tu identidad en el anonimato. Vamos, ¿es tan
difícil venir y decirme "Hey yo soy la chica de las cartas"? No lo creo.
Anónima, quisiera conocer a la chica que está detrás de estas hojas de papel, agradecerte
personalmente por cada una de tus palabras, llamarte por tu nombre, incluso, me atrevo a decir
que quisiera escuchar tu voz. Estos últimos días han sido pesados y grises para mí. El leer tus
cartas ha sido lo único que me ha levantado. ¿Entiendes por qué quiero conocerte?
Honestamente, soy muy impaciente, no podré esperar mucho tiempo a que me digas quién eres;
quizá lo descubra por mí mismo.
Piénsalo, tal vez nos iría bien a ambos.
Te quiere,
-Jack, tu querido crush.
12
Carta Once:
Querido Crush:
Estás poniéndome de nervios Jack, deberías comprender que para mí no es nada fácil hacer lo
que me pides. Estás pidiéndome que me revele ante ti, ¿tienes idea de lo que eso significa? Lo
siento, pero no soy capaz.
Soy una completa desconocida, a la cual has volteado a ver como máximo dos veces en tu vida.
No soy alguien conocida, no me conoces en lo absoluto. Créeme que no te servirá saber quién soy,
por el contrario, podría alejarte de mí. Prefiero seguir animando tus días desde las sombras (no
literalmente) y seguir viéndote feliz, porque sé que así será mejor.
Si realmente disfrutas tanto leer mis cartas, es mejor para los dos dejarlo como anónima.
Te escribo luego Jack.
Carta Doce:
Querida "Anónima":
No estoy de acuerdo. ¡Vamos! Solamente te estoy pidiendo que me hables a la cara, que me veas
de frente, ¿qué podría salir mal?
Dices que no eres quien espero, ¿cómo puedes saberlo si tan solo me observas desde tu propio
lugar? No me interesa si eres una persona que conozco o no, "popular" o no, tan solo quiero tener
frente a mí a la persona que escribe cosas tan lindas sobre mí.
La curiosidad me está matando, anónima. Estoy ansioso por saber quién eres porque sé que
podríamos conectar muy bien.
Aunque bien, por otro lado, no te puedo obligar. Si tu decisión definitiva es mantenerte en
secreto, entonces no le encuentro el sentido a seguir respondiéndole cartas a un fantasma. No
tienes una forma, no tienes un rostro y a mí no me gusta el romanticismo imaginario. Lo siento
mucho, pero si quieres seguir en el anonimato tendrá que ser sin mis respuestas.
Carta Trece:
Jack:
¿No lo entiendes? No quiero decirte quien soy. Sé que por mucho que digas que no te interesa,
tienes expectativas muy altas sobre mí en tu mente. Lo único que intento es hacer que no te duela
tanto la caída. Lo he escuchado, de ti, de tus amigos, en los pasillos, piensas que soy una de esas
chicas con las que siempre convives, pero no es así, Jack. Además, tu actitud está causando que
deje de querer escribirte más cartas. Aunque, bien, esto me ha ayudado a conocerte realmente.
A simple vista luces encantador, tu sonrisa hace parecer que no hay hombre más amable que tú en
el colegio. Quién diría que te gusta que las cosas se hagan solamente a tu manera. Tal vez me has
hipnotizado con tus ojos celestes y es por eso que no dejo de pensar en ti, pero deberías respetar
mi decisión.
Si voy a dejar de obtener tus respuestas por no decirte quién soy, lo aceptaré. Si prefieres que
deje de seguir escribiéndote estas cartas para matar esa ansiedad por descubrirme, lo aceptaré
también. Solo respóndete a ti mismo esta pregunta:
¿Si tuvieras tanta curiosidad por encontrarme en realidad, no lo habrías hecho ya?
-Anónima
15
Carta Catorce:
Querido Crush:
De acuerdo, entendí, Jack. Cumpliste tu palabra, estás tan molesto conmigo que ni siquiera me
respondiste la carta anterior.
También vi lo que hiciste. La manera en que arrugaste y arrojaste mi carta al bote de basura me
dolió, aunque minutos después todo mejoró.
"Disculpa, siento molestarte, me llamo Jack. Me enviaron a la sala de maestros, pero nunca he
estado por aquí antes, ¿sabes cómo puedo llegar?" -Tu ronca voz hablándome a mí.
Mi corazón se detuvo cuando supe que te estabas dirigiendo a mí por primera vez. Sé que esto no
te dará pistas sobre quien soy, porque le preguntaste a medio colegio lo mismo, incluyendo
hombres, mujeres, maestros y demás personal. Al parecer nadie sabía decirte en dónde quedaba la
sala de maestros.
Te escribo luego, Jack (y espero que tú a mí).
-Anónima
16
Carta Quince:
Querida Anónima:
¿De verdad? ¿Te lo pregunté a ti? Tendré que recordar a cada una de las personas a las que se los
pregunté, porque tienes razón, fue a medio colegio. Lo siento, estaba realmente perdido. Lo
recordaré y te descubriré, y si no me crees, desearía que me vieras ahora mismo haciendo una
lista de los nombres. Me l evará algo de tiempo, sí, pero eso no me importa si se trata de
conocerte.
Anónima, si tú no quieres decirme quién eres, entonces lo averiguaré yo. Soy muy persistente y
no me detendré, espero lo sepas. Con algo de suerte, en las próximas cartas podré remplazar el
"anónima" por tu nombre. Anhelo mucho eso.
Olvida los malentendidos que tuvimos antes y perdóname por la manera en la que me deshice de
tu carta anterior. No debí haberla arrojado al bote de basura, lo sé, pero supuse que me estarías
viendo así que por eso lo hice. Perdóname, soy un tonto cuando se trata de algo que realmente me
interesa, como lo eres tú.
Te quiere,
Carta Dieciséis:
Querido Crush:
A pesar de que no estás respetando mi decisión de mantenerme como anónima, no puedo negar
que internamente me parece un acto muy lindo que quieras saber quién soy y todo lo que haces
para averiguarlo. Considera mi corazón como conmovido; sin embargo, hay una gran incomodidad
en mí, inseguridad, desasosiego, temor.
Si logras encontrarme (que seguro lo harás) no sé cuál será tu reacción al verme frente a ti.
Cuando finalmente estemos cara a cara y tú sabiendo que ese montón de cursilerías de niña
enamorada las escribió la chica frente a ti.
Por supuesto que olvido los malentendidos. De alguna manera puedo entender tu gran insistencia
por encontrarme. Es lindo.
Por cierto, hoy te vi de nuevo en el estacionamiento. Parecías un ángel caído del mismísimo
cielo. Esa camisa negra abotonada se ajustaba a tu cuerpo como si hubiera sido diseñada
perfectamente para él y hacía un hermoso contraste con el color claro de tus ojos.
Te escribo luego, hermoso Jack.
-Anónima
18
Carta Diecisiete:
Querida Anónima:
Es por esas cosas que me muero por conocerte, por intercambiar palabras contigo.
Me sorprende tu manera de expresarte sobre mí. Es una manera muy explícita, es diferente a
todo, no te asusta escribir lo que sientes o arriesgarte, incluso si no sabes cuál será mi reacción.
Me habían enviado cartas antes, pero ninguna que provocara en mí lo que tú has logrado. Me
gustan tus palabras, me hacen sentir como el protagonista de uno de esos libros románticos o de
esas novelas clásicas en las que los jóvenes enamorados se enviaban cartas a escondidas para
comunicarse.
Gracias por hacerme sentir especial. ¿Has pensado alguna vez en ser escritora? Te iría bien. Yo
te leería, sin duda. Me encanta leer tus cartas, deberías escribirlas más seguido.
Te quiere,
Carta Dieciocho:
Querido Crush:
Buen intento, eh. Te vi espiando detrás de los casilleros. Tú y tus amigos estaban preparados
para atraparme. Tendré que ser más cuidadosa la próxima vez. Seguro que esperabas ver quien era
la chica que estaba mandando las cartas, pero Jack, no me atraparás. Si vas a descubrir quién soy,
será de otra manera, ya te lo digo.
No puedo ni siquiera explicarte lo tanto que me emociona que estés interesado en conocerme.
Jamás pensé que mis cartas serían tan importantes para ti, para ser honesta, ni siquiera estaba
segura de que las leerías. Estaba convencida de que yo no llegaría más allá de la primera carta ¡y
míranos ahora!
¡Ah! y Jack, no deberías agradecerme por hacerte sentir especial, lo eres. Deberías agradecerme
por hacerte darte cuenta de ello.
Sé que te encanta leer mis cartas, lo veo en tu enorme sonrisa de oreja a oreja cuando te das
cuenta de que nuevamente hay un extraño papel blanco en tu casillero. Intentaré escribirlas más
seguido, aunque no quiero abrumarte.
Te escribo luego, Jack.
-Anónima
20
Carta Diecinueve:
Querida Anónima:
Vaya, qué modesta, señorita anónima. Me tienes comiendo de tu mano por saber quién eres.
Nunca creí verme envuelto en esta situación. Yo, Jack ¿rogándole a una chica sin nombre o rostro
que por favor se acerque a mí? El planeta se ha salido de su órbita. Y sí, no voy a negarlo, quería
ver ese momento exacto en el que ibas a mi casillero a dejar la próxima carta. Dime, ¿está tan mal
querer saber quién es la chica que se está robando mi corazón? No lo creo.
Me gusta contarte mis días, mis problemas, lo que siento. Me siento cómodo contigo incluso si
no sé quién eres. ¿Qué rayos me has hecho, anónima? ¿Cómo lo logras? No lo sé, pero espero tú
me tengas esa misma confianza.
No eres la única "modesta" aquí. Gracias por el cumplido de
"hermoso Jack", sé que lo soy.
Te quiere,
Carta Veinte:
Querido Crush:
Por supuesto, Jack. Aseguras que estoy ganándome tu corazón, pero la manera en la que sigues
procurando a Cassandra me hace pensar que ustedes están muy felices juntos. Creo que ya has
tomado la decisión de convertirla en tu pareja, a pesar de que anteriormente habías dicho que no
tenían ningún compromiso. Yo no debería meterme entre los dos. Ni yo, ni mis cartas.
Si estoy equivocada házmelo saber y por favor, arregla el complejo nudo que está dentro de mi
cabeza.
¡Qué lío!
Tal vez te escriba luego, Jack.
-Anónima
22
Carta Veintiuno:
Querida Anónima:
Lo siento mucho, anónima. No sabía que estaba causando tanta confusión en ti. Nunca ha sido mi
intención. No debería darte explicaciones, pero trataré de aclarar lo más general. Cassandra es mi
amiga ahora. No quisiera comparar pero, por favor, trata de comprender, a ella la conozco bien,
ella habla conmigo cara a cara, me la paso muy bien con ella, reímos, jugamos, salimos y es muy
linda. No es mi pareja como lo has estado pensando, tan solo una persona con la que me la paso
increíble.
Si me lo preguntas, la persona que quiero que sea mi pareja está escondida detrás de unas hojas
de papel de veinte por veinte centímetros.
Ya sabes, por lo menos ella sí tiene un rostro en el cual puedo pensar en las noches. Cuidado,
anónima, si yo fuera tú, no dudaría ni un segundo más en revelar mi identidad.
Te quiere,
-Jack, tu querido crush.
23
Carta Veintidós:
Querido Crush:
¿De verdad, Jack? ¿Estás tratando de chantajearme para que te diga quién soy? ¿Quién lo diría?
Cada vez conozco un poco más de ti. Me gustas; tu insistencia y tu curiosidad por conocerme me
hacen morir de risa; aunque deberías saber que no es fácil jugar conmigo. Aún intento procesar el
hecho de que mencionaste en la carta anterior que esperas que yo sea tu pareja. ¿Es parte del jugo
para hacerme caer y decirte quién soy? Porque si es así, estás cruzando la línea al ilusionar a mi
débil corazón, Jack.
No funcionará; por mucho que intentes chantajearme con acercarte más a Cassandra, no te diré
quién soy. Si pensaste que el acercarte a Cassandra me haría flaquear para decirte quién soy, te
equivocaste. Más bien, ten cuidado tú, Jack. Me gustas, pero el hecho de que seas mi crush no
significa que tú no puedas perderme.
Te quiere,
-Anónima
24
Carta Veintitrés:
Querida Anónima:
Sí, tal vez lo hice, pero ¿sabes por qué? Porque me muero por encontrarte. ¿Qué tanto problema
hay en querer saber quién eres?
Me muerdo las uñas por descubrirte, porque seas tú la persona con la que ría todos los días y no
Cassandra. ¿Qué tan mal está querer saber quién es la persona detrás de estas hojas de papel?
Porque, de verdad, está adueñándose de mi corazón con cada carta.
Si yo te gusto como tanto lo dices en las cartas, ¿por qué eso sería un problema? Quiero
conocerte, si ambos tenemos sentimientos el uno por el otro, ¿por qué no darnos la oportunidad de
estar juntos? Te juro, Anónima, que nunca me había ocurrido algo similar. Pienso día y noche en
quién serás, en cómo serás. No estaré tranquilo hasta tenerte frente a mí. Yo tampoco sé cómo es
que te has ido metiendo en mí, también me gustaría saberlo.
¿Acaso has usado magia negra conmigo? Bueno, fuera de broma.
Por favor, háblame.
-Jack
25
Carta Veinticuatro:
Querido Jack:
¿Estás bien? Hace dos semanas no vienes al colegio y he escuchado decir a tus amigos que no
respondes los mensajes ni llamadas de teléfono.
Sé que es inútil que te deje esta carta en tu casillero porque ni siquiera la leerás, o al menos no
hasta que vuelvas al colegio, pero estoy preocupada. Me habías comentado sobre tus días grises.
Sueles tener problemas en casa y eso te derrumba, lo sé. Me gustaría que pudiéramos hablar de
lo que te ocurre, pero por lo menos repórtate, Jack.
Espero que estés bien. Regresa pronto que aquí te espero.
-Anónima
26
Carta Veinticinco:
Querido Jack:
En verdad, nos estás preocupando mucho a todos. Hace una semana que te escribí la última carta
y aún sigue aquí en tu casillero. ¿Por qué no has venido al colegio? Dime que estás bien y que no
les contestas los mensajes de texto a tus amigos solo porque tuviste alguna tonta discusión con
ellos. Los profesores han llamado a tu casa cientos de veces, pero nadie responde. Tus amigos han
organizado búsquedas, tus conocidos no dejan de preguntar por ti.
Cassandra, bueno, a ella no la he visto hacer nada para ayudarte.
Sé que estás bien, quiero creer que estás bien. Aunque ni siquiera estás leyendo estas cartas me
da una cierta tranquilidad escribirlas. Siento que platico contigo porque estoy segura de que
cuando regreses las leerás y te darás cuenta de lo preocupada que estuve, te burlarás de mí y
seguiremos peleando por mantener mi identidad en secreto.
Por favor, regresa Jack.
-Anónima
27
Carta Veintiséis:
Querido Jack:
Vaya, un mes entero sin venir al colegio, un mes sin verte.
Ha sido un mes bastante preocupante. El colegio entero se ha movilizado para tratar de
encontrarte. Algunos alumnos aseguran que ya te has cambiado de colegio, pero es muy
sospechoso que no se sepa nada de ti. Tus familiares no responden, no estás en tu casa. Es como si
de la nada hubieses desaparecido de la faz de la tierra. Es muy extraño, Jack. Por lo menos dime
que estás bien, envía algún mensaje, por más corto que sea, una foto, o algo... no lo sé. Solo da
señales de vida, por favor. ¡Estamos desesperados!
Todas mis cartas anteriores siguen aquí en tu casillero, en señal de que no has estado presente
todos estos días. Estoy preocupada por ti, mis noches no son tranquilas si no sé nada de ti.
Te esperaré, Jack, porque sé que estarás de vuelta.
-Anónima
28
Carta Veintisiete:
Anónima:
Estoy bien. Estabas en lo correcto. Mis días grises han vuelto y esta vez me han consumido más
de lo que yo quisiera. Busqué escapar, pero solo resultó peor. Un verdadero infierno me alcanzó
esta vez. Lamento mucho haber preocupado a todos, soy consciente de todo lo que han hecho por
mí. Por favor, la próxima vez que desaparezca, no me busquen de nuevo. De todas formas, gracias
por preocuparte, querida Anónima.
He leído todas las cartas que me has dejado en el casillero y me parece hermoso lo que hiciste.
Tu carta me ha dado paz después de tanta oscuridad.
Gracias.
Perdón por hacer que te preocuparas de esa manera. Lo que ocurre dentro de mi familia es
terrible. Tengo suerte de haber vuelto; pero, en fin, estoy aquí y ahora más que nunca quiero verte.
Anónima, quisiera abrazarte. Sé que me buscaste como nadie más. Quiero agradecerte y contarte
el infierno por el que he pasado.
Te quiere,
-Jack (Tu querido Crush).
29
Carta Veintiocho:
Querido Crush:
No sabes cuánto agradecí cuando supe que regresaste. Sabía que lo harías, estaba segura. Aunque
aún estoy muy preocupada. ¿Qué pasa, Jack? ¿Qué es lo que te mantiene tan callado y apagado?
Tu brillante sonrisa ya no está ahí. Estás más serio y reservado, te ves triste.
Si pudiera hacer algo para ayudarte, créeme que lo haría. Si un abrazo mío te ayudará como me
ayudará a mí, entonces podría arriesgarlo todo. Tan solo respóndeme esto:
¿De verdad me estoy ganando tu corazón?
-Anónima
30
Carta Veintinueve:
Querida Anónima:
Arriésgate, por favor. Un abrazo tuyo sería como una fuente de energía para mí. Justo al igual que
al inicio, cuando comenzaste a enviarme tus cartas, tus palabras iluminan mis días grises.
Quisiera escucharlas, no solo leerlas. No puedo imaginar el efecto que tendrá sobre mí tu tacto.
¿Me entiendes? Ahora te necesito, Anónima.
Y sobre tu pregunta, creo que la respuesta ha sido muy obvia desde el principio.
Sí, completamente. Te has ganado mi corazón como no tienes una idea.
-Jack, tu querido crush.
31
Carta Treinta:
Querida Anónima:
Esta vez he tomado la iniciativa de escribirte. Quería hablar contigo y, si por el momento esta es
la única manera en la que puedo hacerlo, sin duda lo haré. Por lo menos has que pueda entablar
una conversación contigo. ¿Sabes? Creo tener una idea de quién eres, pero aún no estoy muy
seguro.
Cada vez me voy acercando más a ti, Anónima. Estoy a tan solo unos pasos de conocerte y estoy
seguro de que me encantará lo que veré.
¿Sabes por qué insisto tanto?
Podrá sonar como una locura, y probablemente no me lo creas.
La verdad no me importa si crees que estoy exagerando, pero la razón por la cual insisto tanto es
porque creo que podría enamorarme de ti. Sí, con tu simple escritura, con tu simple concepto.
Antes dije que no podría enamorarme de un fantasma o de alguien sin un rostro en el que pensar.
Me equivoqué. Y si eres quién creó que eres, no tengas pena en acercarte a mí.
Te quiero, Anónima.
-Jack, tu querido crush.
32
-Anónima
33
-Jessica.
34
-Jess
38
-Jack.
39
-Jess
41
Carta Cuarenta:
Querida Jess:
Nunca me imaginé que una simple carta que un día encontré en mi casillero, fuera a convertirse
en algo tan importante y significativo para mí. Y tenías razón, tampoco imaginé que serías tú quien
me estaba mandando esas cartas, pero estoy tan feliz ahora que desearía que vieras mi sonrisa de
idiota al escribir esta carta.
No sé si esto sea relevante, pero quiero que sepas que aún conservo todas y cada una de las
cartas que me mandaste, y por suerte van en aumento. Te pido Jess, que nunca, nunca, nunca dejes
de escribirme tus cartas.
Te quiere (y mucho),
-Jack
Pd. Estás loca mujer, lo que hiciste hoy en el pasillo fue otro nivel. Me haces reír como nadie.
Me encanta.
42
-Cassandra
46
-Jack
49
-Jess
50
-Jack
51
-Jess.
53
Carta Cincuenta:
Querida Mejor Amiga:
Después de todo, decidí darle la oportunidad a Jack de que me explicara lo que había sucedido
desde su versión. Debía escucharlo, sobre todo porque en el fondo siempre había confiado en él.
Según lo que Jack dice, todo era un plan organizado por Cassandra desde el inicio y, siendo
sincera, lo creo. Ella es capaz de todo por recuperarlo. Parece ser que Cassandra lo besó mientras
alguna de sus secuaces tomaba varias fotos a lo lejos; finalmente, cuando encontró una en la que
parecía que Jack no hacía ni el más mínimo esfuerzo por quitársela de encima, me la envió... o
bueno, al menos eso fue lo que dijo Jack.
-¿Crees que estoy mintiéndote? -Me preguntó decaído- Jess, no lo haría, no te mentiría y mucho
menos con algo como eso, ¿cómo puedo demostrártelo?
Aunque le creía ciegamente, no podía hacérselo saber. Debía poner un poco en duda lo que me
estaba diciendo, así que no le respondí nada. Permanecí en silencio por algunos segundos mientras
observaba el suelo. Cuando él se percató de que yo no estaba del todo convencida con su
explicación, hizo algo que me hizo caer por completo.
54
Inclinó su torso hasta acercarse a mí y, sin dudar ni un segundo, tomó mi rostro entre sus manos
para depositar un suave beso en mis labios. Juraría que, si no fuera porque estaba besándome, mi
boca estaría completamente abierta por el asombro que su acto había causado en mí.
Jack me besó. Tardé un par de segundos en caer en cuenta de que mi crush me había besado.
¿Acaso no era esa la meta que todas las personas con un amor platónico anhelábamos cumplir?
Porque yo ya la había alcanzado.
Me quedé congelada cuando Jack se separó de mí. Sus ojos celestes me analizaban mientras una
de sus manos seguía acariciando mi mejilla. Sus labios se curvaron al ver que de los míos no salía
ni una sola palabra.
-¿Me crees ahora?
Aún no sé cómo debería reaccionar. ¿Qué debería decirle la próxima vez que lo vea?
Te escribo luego. Gracias por leerme, amiga.
Te quiere,
-Jess
55
-Jack
56
-Jess.
57
-Jess
60
-Jess
66
-Jack
69
-Jess
70
Carta Sesenta:
Querida Mejor Amiga:
Creo que no pudo irnos mejor en el cine. Cada segundo a su lado me convenzo de que Jack es
una persona maravillosa. Estoy junto a la persona correcta, no tengo duda de eso.
Cuando compramos los boletos en la taquilla, hubo un error y no nos percatamos que nos habían
cambiado las butacas. Lo peor de todo fue que al entrar a la sala, nos encontramos con que no
había más asientos disponibles, por lo que debíamos sentarnos en los que estaban marcados en
nuestros boletos, incluso si era un error. No podíamos creer nuestra mala suerte cuando vimos que
en medio de nuestras butacas había otra ya ocupada, en la cual se encontraba un señor con mala
cara que no dejaba de comer asquerosamente sus palomitas.
-Esto tiene que ser una broma -dijo Jack, incrédulo-. ¿Por qué un hombre así viene a ver una
película juvenil?
-El gusto se rompe en géneros -respondí yo-. Tendrá que mejorar para la próxima vez.
-Bien, las palomitas se quedan conmigo -dijo él, mientras tomaba asiento.
Prácticamente vimos la película separados gracias a ese señor que 71
no dejaba de quejarse escandalosamente de las acciones que realizaban los personajes, como si
estos fueran a escuchar sus reclamos e informidades. Cuando la película terminó, el señor parecía
no querer levantarse de su asiento, Jack quería acercarse a mí, pero los grandes pies de aquel
señor impedían su paso.
-Señor, siento molestarlo, pero sus pies no me dejan pasar -le dijo Jack amablemente.
-¿Y para qué quieres pasar? -Le preguntó de mala manera.
-Quiero estar con mi. . -Jack hizo una pausa, luego sus ojos me miraron sorprendido, como si
acabase de hacer un gran descubrimiento-. ¿Sabe qué? Tiene toda la razón. Gracias, señor.
Gracias a usted me he dado cuenta de que Jess y yo no somos nada -al escuchar a Jack decir eso
mi corazón se detuvo-. Así que Jess, acércate -me levanté de mi asiento intentado aproximarme a
él, aunque los pies del señor seguían estorbando-.
Querida Jess, este molesto señor me hizo darme cuenta de que tú y yo somos nada oficial aún y
aunque sé que no es necesaria una respuesta para confirmar lo que sentimos, quiero preguntarte
algo
-Carraspeó-. Jessica Warren, oficialmente, ¿quieres ser mi novia?
Sin dudarlo ni un segundo, le contesté que sí.
-Ahora si me lo permite, señor, quiero estar con mi novia.
-Jess
72
-Jess
74
Posdata:
No intentes encontrarme o descubrir quién soy.
77
-Jess
78
Carta Setenta:
Querido Jack:
Pero claro que puedo confiar en ti, mi bello Jack. Lo que no puedo hacer es decirte lo que me ha
dicho Adam, no por ahora. Él ha confiado en mí y le he prometido no decirte nada.
¿Recuerdas aquella vez que Cassandra se acercó a ti y te susurró algo al oído? Te fuiste y me
dejaste dudando por días. Te pregunte más de diez veces que fue lo que te había dicho ella y nunca
me lo dijiste, hasta la actualidad sigo sin saberlo, aunque ya no te preocupes, ya no me interesa.
Tal vez lo sepas luego. Descuida, lo que dijo Adam ni siquiera es tan importante... aunque la
venganza es dulce.
Cuidado con tu curiosidad, mi hermoso Jack.
Te quiere mucho,
-Jess
82
-Jess
88
¡Oh por Dios! No puedo creer lo que me estás contando. ¿Es en serio? Jessica Warren, de verdad
no quisiera estar en tu situación (aunque creo que el sueño de cualquier adolescente es que dos de
los chicos más guapos del colegio se enamoren de ti).
No quiero ponerme de lado de ninguno, pero, ¿te imaginas lo difícil que debió haber sido para él
darse cuenta de que posiblemente estaba interesado en la próxima novia de su mejor amigo, tal y
como te lo dijo a ti? Después debió sentirse bien al pensar que Jack y tú no estarían juntos, y luego
debió sentirse mal de nuevo al ver que ustedes dos ya eran novios. Debió ser un golpe duro para
él.
Jess, si te llegas a sentir confundida, o necesitas hablar con alguien, no dudes en llamarme o
venir a mi casa. Tu confidente siempre estará aquí.
-Jess
90
-Jess
92
-Jess
93
-Jack
94
Carta Ochenta:
Querida Mejor Amiga:
Creo que finalmente puedo entender un poco más el punto de vista de Jack y ponerme en sus
zapatos. Al salir del colegio decidí intentar de nuevo, quería convencer a Jack de que hablara con
Adam y arreglarán sus problemas. No me gustaba ver a Jack siendo orgulloso con su mejor amigo,
porque era más que evidente que lo necesitaba también.
-Sólo intenta hablar con él -le pedí.
-No puedo. -Respondió con un tono frío.
-¿Por qué?
-Es ridículo. ¿Por qué solo puede poner sus ojos en lo que yo tengo?
-Jack... -dije y él bajo su mirada al suelo. Su rostro cambió y claramente pude darme cuenta de
que había llegado a su punto más sensible.
-Hace tanto tiempo que Adam no se enamoraba de alguien, exactamente desde mi hermana.
Recuerdo perfectamente que intenté perdonarlo por un tiempo, olvidar lo que había causado,
incluso lo alentaba constantemente a que se enamorara de alguien 95
más que no fuera ella. Nunca se interesó por nadie, hasta ahora.
Me cuesta trabajo pensar que la persona de la que finalmente se enamoró es mi novia. -Terminó
de decir y la tristeza en sus hermosos ojos celestes me hizo comprender las cosas.
-Entiendo... Sientes que solo quiere lo que está cerca de ti. No lo conozco lo suficiente para
meter las manos al fuego por él, pero puedo hablar por mí misma. Tal vez, lastimó a tu hermana,
pero a mí nunca me tendrá.
Él simplemente asintió con la cabeza agachada. Con una de mis manos levanté su mentón
obligándolo a mirarme a los ojos; se veía tan vulnerable de ese modo. Intentó regalarme una
sonrisa, pero la tristeza en él era más pesada. Lo abracé, tan fuerte como pude y susurró en mi
oído.
-Eso lo sé, Jess.
-Jess
96
-Jess
102
-Jess, tu novia.
105
-Jack
106
-Jess, tu novia.
107
-Jess
108
Carta Noventa:
Querida Mejor Amiga:
Lo hemos buscado por todos lados, pero no aparece. Esto me recuerda mucho a aquella vez que
desapareció por más de un mes. Cuando yo aún me escondía bajo el nombre de "Anónima". No
sabíamos nada de él, incluso organizaron búsquedas. Después regresó y cuando le pregunté qué
fue lo que le había pasado, me dijo que había tenido "unos cuantos problemas". Nunca pudimos
hablar bien de ello, pero Jack se refería a esos lapsos como "días grises". Al parecer suele
desaparecerse de esa manera a menudo.
Creo que es algo relacionado a su familia, se refería a ellos como un infierno y desde siempre ha
habido rumores sobre los problemas familiares de Jack.
Quisiera ayudarlo, pero no sé cómo hacerlo. Ni siquiera sé cómo encontrarlo. Realmente espero
que, esté en donde esté, se encuentre bien y que escriba pronto.
Si llegas a saber algo, por favor contáctame.
Te escribo luego,
-Jess.
109
-Ashley
110
-Jess
112
-Jess
114
-Jess.
115
Lo siento, en serio, lo siento. e pido millones de disculpas, soy realmente feliz cuando estoy cont
go y sé que tú conmigo, a p sar de las cosas que hemos pasado.
Ashley: Sé que te drás qu leer esto, solo puedo pedirte que le entregues ésta carta a Jess cuatro
días después de que tú la hayas recibido. Perdó por usarte como mensajera, pero en serio, no
podía mandar esto a Jess. Es la única manera.
Jess: Sé feliz, no importa si no es conmigo, solo sé feliz. Por favor, no te aferres a una sola cosa,
nadie vale tanto la pena como para que sufras. Ignora los malos comentarios, ignóralo todo, sólo
encárgate de ser tú.
Yo, por mi part , trataré de erlo, aunque e confies que aún cuando stemos lejos, yo seguiré pe
sando en ti, en nosotros.
Tal vez vaya a
a tratar de seguir mi vida.
Con lágrimas en los ojos te escribo que, no importa lo que pase, yo te seguiré amando de la
misma manera.
-Jess
118
119
120