Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
AKAL
ARTE Y ESTÉTICA 87
li I » ( I T O R
Joan Sureda
I
Maqueta de portada: Sergio Ramírez
Enrico Castelrmovo y Giuseppe Sergi (eds.)
Diseno interior y cubierta: RAG
rítuSO Original: .-írti e storia nel medioevo IH. Del vedere: pubblici, forme e ftm?,i>»ii
ARTE E HISTORIA EN LA
EDAD MEDIA I I I
> ubboración de este volumen ha colaborado Fabrizio Crivello.
Sobre el ver: públicos, formas,
t!
ISBN: 978-84-460-2497-2
Impreso en España
Sobre el ver:un título que plantea muchas preguntas. En comparación con los nume-
rosísimos esmdios dedicados a los problemas de la producción, de la creación de las
obras, de la reconstrucción y de la caracterización de sus artífices, de su modo de actuar,
de sus comitentes -estudios que han llevado a la realización de monografías, corpora, ca-
tálogos y repertorios, proporcionando las bases sobre las que se ha construido la historia
de! arte medieval—, las reflexiones sobre los criterios y las formas de apreciar las obras y
de las reacciones del público ante ellas han sido escasas. Ahora bien, una historia de la
producción que no vaya acompañada de una historia de la recepción, una historia de los
artífices sin una historia del público queda, inevitablemente, coja. La situación en el
campo literario es diferente porque no solo la historia más general de la recepción, sino
también la historia más específica y particular de la lectura se han cultivado desde hace
tiempo con éxito.
¿Público o públicos? Es mejor usar el término en plural porque no solo los públicos
cambiaron en el transcurso de la larga Edad Media, sino porque las apreciaciones y las
expectativas podían ser diferentes según la posición social, la educación, las costumbres
del espectador. Hace muchos años, Erederick Antal, en su libro Florenrhie Paintingandils
Social Butí'gi'otmd , intentó poner en relación los gustos y las expectativas estéticas del
1
público popular de la Florencia del siglo xrv con los mucho más sofisticados de la alta
burguesía, explicando los cambios de las formas de la pinrura, la «paralización» y los
fenómenos arcaizantes que se veri6caron hacia la mitad del siglo con la importancia
preponderante asumida por las clases populares en esc periodo. Hoy podemos conside-
rar esa forma de proceder demasiado unívoca y rígida, ver el peligro de caer en la teoría
del reflejo, advertir en la escasez de variantes y en la exclusiva relación comitente-artista
una seria limitación del modelo, y dudar de que pertenecer a una clase concreta era de-
terminante para los encargos de los comitentes y las expectativas de los públicos. Sin
1
F. Anral, Florearme Painting and its Social Background, Londres, 1947 [cd. cast- La pintaraflorentinay su
ambiente social, Madrid, Cíuadarnima,1963].
ARTE E HISTORIA EN I.A E D A D M ED lA 111
Introducción
presta a un culto que consiste en atribuirle los mismos honores que se atribuirían a la
persona en caso de que estuviera presente. La Antigüedad pagana transmitió al cristianis-
mo la costumbre de dirigir las oraciones a las imágenes de los dioses y del emperador, de
hacerles ofrendas, de iluminarlas con velas, de besarlas, de llevarlas en procesión, a veces
de vestirlas. El verbo adorar, que designa la totalidad de estas prácticas, en general ya no
se utiliza para hablar de la acritud de los cristianos en relación con Dios y los santos. A
partir de la Edad iMedia, un número cada vez más numeroso de autores los pretiere
«venerar» u «honrar» para distinguir el comportamiento de los cristianos del de los
paganos. En el presente ensayo nos atendremos a la terminología de los teólogos del
pasado con la finalidad de comprender el pensamiento en lugar de expurgarlo.
El segundo mandamiento bíblico (Exodo 20, 4-5; Deuteronomio 4, 16), además de
prohibir el culto de las imágenes, prohibe también hacerlas. La estricta aplicación de tal
mandamiento sería prácticamente imposible en el mundo romano, en el que la imagen
invade todos los aspectos de la vida social; comportaría, entre otras, la prohibición de las
monetlas que llevan la efigie del emperador. Cuando, a partir del siglo iv, los cristianos
1
Sobretosdefiniciones medievales de la imagen, cfr. J. VVinJi, L'miage à t'cpaqtic romane, París, 1999, pji.
27 W
ARTE E HISTORIA E N LA E D A D M H > H III
Naturalmente, la adoración de los ídolos de los dioses estaba exi la para los
cristianos, • excepción, quizá, de la imagen del emperador, que, después ,K • i .nstanrino,
i-v apoyo. Cuando Atanasio (oi.295-Ar.373) sostiene la tesis de que JcsucrisK. es al mismo
D< mpo Dios e hijo de D i o s , recurre al ejemplo del culto imperial para explicarse; la
¡macen del emperador es. en cierto modo, idéntica al emperador, y quien la adora, adora
al e m p e r a d o r . D e manera análoga,Jesús es al mismo tiempo imagen del Padre celestial
e idéntico a él. Se trata de un cambio importante en la historia del cristianismo, porque,
Según la nueva concepción. Cristo seria un dios que realmente ha vivido en la Tierra en Figura I. Oinsianlinopla (r), icono «le SJI» Pedro, cncáusuca sobre tabla, siglo vi, detalle.
un cuerpo carnal y objeto de adoración, al igual que la imagen impenal. 1 lacia finales del
siglo iv. empiezan a organizarse cultos en las rumbas de grandes personalidades cristianas cuenta en una carta cómo había desgarrado una cortina, colgada de la puerta de la iglesia
de Anablata, en Palestina, que representaba a Cristo o a un santo; sin embargo, lo que no
que. aun no siendo divinidades, poseen, lo mismo que Cristo, poderes taumatúrgicos,
dice es si era, o no, objeto de adoración . En compensación, a principios del siglo
5
como los restos mortales de san Félix en Ñola y de san Alarrín en Tours*. Paulino de
siguiente, Casiano nos ofrece uno de los primeros testimonios de un culto de ese upo:
Ñola ordena la construcción de una basílica dedicada a san Félix, en cuyas paredes, para
entre los monjes que viven en el desierto, algunos «se sienten completamente abandona-
instruir a los peregrinos, hay imágenes que narran su vida. Por su parte, Gregorio de dos si no tienen delante una imagen, a la que inteq»elan sin parar en postura de súplica,
Nisa menciona la basílica construida en h o n o r de san Teodoro, decorada con pinmras a la que mueven mentalmente y a la que siempre miran fijamente» . 6
que cuentan la historia del mártir . E n compensación, nadie pretende que la imagen de
1
A parar del siglo vi, se han conservado imágenes de culto en forma de retratos de
Cristo, y con mayor razón la de un santo, deba ser objeto de culto. Hay que esperar al
Cristo, de la Virgen y de los santos, llamados normalmente «iconos». Los mas antiguos
siglo v i n y. en concreto, a Juan Damasceno, para que la argumentación de Atanasio se
son los del monasterio de Santa Catalina en el monte Sinaí (fig. 1) y diferentes iconos
utilice como justificación n o sólo de la adoración de C n s t o sino de su imagen. romanos de Cristo y de la Virgen . En estas imágenes, las personas santas representadas
7
* Ibid., p. 84.
-'Atanasio de AJejnndria. «Orano IH contra Ananos», eap. V. en J.-P. Migne (ed.). Patrologia Crocea (a 6
J. Casiano, Confcrcnzeai rtwnaa, ed. L. Datuino, Ruina, 2000, vol. II.
partir de allora PC), XX\1. col. 332. Sobre las conccpcionc* Cristian as del culto de la-* imagenes. dr. J. Wìrdi, 1
K . Wcitunanii, The Monastery of Saint Catherine at Mount Sinai. Tbe leans, Princeton, 1976; [ I. Belting.
«Faut-il adorer les images? La théorie du culle des images jusqu'au concile de Trente™, en C. Dupcux, P. Jezlcr Bild inid Kult. Eme Geschuhte du Bildes vor dem Zeitatter der Kunst, Munich, : 1991, pp. 34ss. [ed. east.: Imagen y
y J. Wìrdi (edv). Iconoelamie. Vie et mort de l'image medievale, catàlogo de cxposición (Itcrna. 2 de noviembre de culto. Una historia de la imagen anterior a la era del arte, iMadnd, Akal, 2010].
2000-16 de abril de 2001. Estrasburgo. 12 de inayo-26 de agosto de 2001). pp. 28-57. 'Ikid., pp. 153s«.
' A Roussclle, Croire et guérir. La foi en Caule dans l'Antiquité tardive. Paris. 1990, pp. 171 s.
*D. Mi ii' •;/:. 1*3 images. L'Eglise et les arti visuels. Paris. 1991, pp. 74 ss.
16 A•T l E H.STO..A « N M EDAL> MlD.A I I I
E L CULTO DE LAIIMÁGENES 17
Pablo- el p r i m e r o , con el pelo largo, sedoso y ensortijado; el segundo, calvo c o n una larga
barba gris. E l trabajo de los pintores se ve favorecido p o r la difusión de leyendas que ex- y tío en forma velada, como, por ejemplo, la del cordero, señalada por san Juan Bautista . 14
plican de qué manera milagrosa se había t r a s m i t i d o el aspecto físico de estos , ,« rsonajes". En la misma época, el emperador Justiniano U sustituía en las monedas su propio retrato
Además, las leyendas a t r i b u y e n a las imágenes poderes milagrosos: sana, ,1 tocarlas; poi • I de Cristo, reconociendo así la supremacía de lo espiritual sobre lo temporal . 15
llamado ^dulía>*. U n a distinción puramente n o m i n a l , ya que n o va acompañada de ninguna las imágenes y rechazan el culto al considerarlo una locura. La idea según la cual el culto
diferencia, de conducta gestual n i psicológica que la justifique. E l teólogo se limitaba a de- que se daba a una imagen se transmitía a la del personaje representado se considera
signar la postración (prosiynesiv) de forma diferente, según se dirija hacia I o hacia los
1 irr.icioiial- . A menudo se ha relacionado la posición asumida en los Libros earolinos con los
1
demás. E n el siglo siguiente, san N i c c f o r o y san Teodoro el Estudita elabur.i ran teorías mas eiKires de una traducción, hoy perdida, que habría traducido con el latín adarare los
sofisticadas del culto de las imágenes, pero mantendrán esta inconsistente i .^unción *. A 1 K Mimos griegosproskynehi y latrein. Pero el término adorare designa, en general, el culto
su entender, la identidad entre la imagen y el modelo pertenece únieameni- al orden de la ilc- un objeto o de una persona y, por lo tanto, traduce correctamente prosleynein; mas es
prcrisnmcnte la prosternación (proskynesis) ante las imágenes o ante el soberano la que topa
relación y no presupone participación alguna de la naturaleza del modelo. Sin embargo, es
Ci >n la condena carolingia, por lo que no se puede hablar de equívoco . Como las imágenes
32
significativo que la doctrina de san Juan Damasceno cobrara mayor relevancia que estas son materia inanimada, su culto se juzga de idólatra. A la iconoclastia se la condena con el
teorías más razonables; proporcionaba, en efecto, una mejor justificación i ! manejo feti- misino vigor que al culto de las imágenes, al que parece complementar; los excesos de los
chista de una imagen considerada partícipe de la divinidad. iconódulos provocan los de los iconoclastas y viceversa, llevando a la guerra civil-".
L a disputa sobre las imágenes desencadenó una auténtica guerra civil. La emperatriz
La inspiración de los Libros earolinos es esencialmente agustiniana, al igual que lo es la
Irene, que asumió el poder c o m o regente, se puso del bando a favor de las imágenes y
teología carolingia en su totalidad, y la contraposición entre carne y espíritu ocupa un
convocó, en el 787, el segundo C o n c i l i o de Nicea, que condenó a los iconoclastas por
lugar central. Contrariamente a la tradición griega, que exalta la Encarnación como una
herejes e hizo o b l i g a t o r i o el c u l t o de las imágenes- La subida al poder de León V ( 8 1 3 - deificación del hombre carnal, el agustinismo exige una comprensión espiritual y no da
820) reavivó la iconoclastia. Su sucesor, M i g u e l 11 Balbo (820-829), intentó una política ningún significado al aspecto humano del Señor. Este había ascendido al cielo para evitar
de conciliación; pero una nueva regencia, la de Teodora, iniciada en el 842, marcó el que a su naturaleza humana se le consagrara una devoción carnal . De ahí deriva que la
34
t r i u n f o del c u l t o de las imágenes con la elección de M e t o d i o como patriarca de Constan- imagen de sus rasgos físicos no tenga ningún valor para la fe. La imagen sólo puede i n -
tinopla en el 843. Resulta difícil caracterizar las innovaciones artísticas del día después de cluir lo carnal, mienmis que lo espiritual pertenece al orden de la Palabra. El valor peda-
ese encuentro, p o r q u e iconódulos e iconoclastas se fueron turnando en la destrucción de gógico de las imágenes se pone muy en duda; más allá de que describan cosas existentes
las obras del p a r t i d o c o n t r a r i o . E l icono sería, sin embargo, objeto de codificación ulte- o inexistentes, no son, en ningún caso, capaces de transmitir los mandamientos y los
preceptos, que constituyen la esencia misma del mensaje divino y espiritual . Presentan 25
rior, bien p o r q u e los emperadores restituyeron el culto oficial, bien porque era la norma
un interés puramente estético. La decoración figurativa de las iglesias se considera, por
la que garantizaba la o r t o d o x i a . Esto conllevó la determinación de u n número restringi-
lo tanto, facultativa, dependiendo de los recursos disponibles.
do de tipos, p o r ejemplo en l o que concierne a la Virgen con el N i ñ o , y bmitó progresi-
vamente la capacidad de innovación artística- AJ m i s m o tiempo, la forma del culto ya no Se ha querido minimizar el alcance de este texto considerándolo la obra personal de un
registrará cambios notables. teólogo visigodo, 1 eodulfo de Orleans , que fue, por el contrario, únicamente el redactor,
36
en cuanto que el texto no refleja sus posiciones personales. Las obras encargadas por Teo-
dulfo. como el ábside de Germigny-des-Prés y el Evangeliario (Berna, Burgerbibliothek,
cod. 348), se caracterizan por la ausencia de la imagen de Dios, cuya legitimidad no se pone
L o s carouxigios y el C o n c i l i o de N i c e a en tela de juicio en los Libros. Libros que no tendrán una gran difusión, pero cuyas tesis se
reafirmarán, profundizarán e, incluso, radicalizarán en los decenios sucesivos, en particular
E l papa A d r i a n o I apovaba las conclusiones del segundo Concilio de Nicea y envió la con ocasión del Sínodo de París del 825; y más tarde, en los tratados de Agobardo, arzobispo
traducción de las actas a la corte carolingia. L a decisión de hacer obligatorio el culto de las
imágenes, asumida p o r u n concilio al que n o se le había invitado, escandalizó a los obispos
francos. Bajo la supervisión personal de Carlomagno, y en su nombre, una comisión
20
Beda ci Veneratile, «De "Tempio Salomonis Über», en J.-P. Migne (ed.). Patrologia Latina (a partir de
ahora, PL), XIC, col. 7Ì5-808.
elaboró una confutación de las decisiones de Nicea - los Libros earolinos - que servirá de 21
Libn carolini, cit., libro III, cap. XVI, p. 407.
base para su condena por parte del Sínodo de Frankfurt en el 7 9 4 . Contrariamente a lo 19
" Cfr. la demostradóil completi mente olvidodn de G. Haendler. Epochen karotingtseber Theologie. Eine Un-
que se ha escrito alguna vez, los Libros earolinos n o manifiestan ninguna tendencia iconoclasta tersuchung über die karotingìtthen Gutachten zum byzantiscben BUdtrstrcit, Berlin. 1958, pp. 67 ss.
2 1
Libri carolini, cit-, libra II, cap. XXIV. pref. libro ILI, pp. 280 ss.. 328 ss.
- Agusurt, In Evangelium Joannis Traaatus centum viginti quatttor, 94. 4-5, PL, XXXV, col. 1869 y s.
H
» Ubri carolini, cit., libro ITI, cap. XXTH, pp. 440 ss.
™lbid-, pp- 200ss.
Es la opinion de Ann Frccman, hoy comunmeme asumidu (Libri carolini, cit., pp. 12 ss.)
Opus Carvli rtgis contra synodum (Librt carolmi). Monumento Gcmianiae Histórica (a partir de ahora, MGH),
IV
conocida, la carta de Eginardo sobre la adoración de la cruz es probablemente el esento Aparición de Ja estatua-relicario
más contrario a las imágenes, porque llega a poner en duda la leginmidad de l,.s rezos
dirigidos a la persona de Jesucristo y aspira a que se rece sólo al Padre Celesnal. invisible y, Poseemos un texto escrito hacia el año M i l que nos permite individuar legítimamen-
por lo tanto, no represen t a b l e a A partir de \\ alafrido Strano (muerto en el H4-' c puede te l.i que debió de ser la primera estatua-relicario: la Virgen de la catedral de Clcnnont,
observar un principio de moderación 3I valorarse el carácter conmovedor de las .ngenes, realizada poco antes del 959, en tiempos del obispo Esteban I I , por el clérigo Alleaumc,
el cual favorecía la devoción - L a s controversias teológicas indican, sin embaí >. que la
29 que lúe también el arquitecto de la catedral' . Aludimos a la Visio momicbi Rolherti
4
posición del poder carolingio no llega a imponerse en Italia. G i o n a de Orlean- kremías <( i nnont-Ferrand. Biblinthcqiic Miinicipale, ms. 145), donde un dibujo representa a la
de Scns fueron los encargados de que el papa aceptara, adulándolo, las condì n.nes del \ irgen (fol. 130v; fig-2) de una estatua-relicario perdida. La estatua se presenta como
Sínodo de P a r í s ' ; en cambio, Giona de Orleans desautorizó al obispo Claudi. •
0
rnbrado una novedad artística, y la visión de las abejas que echan milagrosamente a las moscas,
en Turín, decidido a eliminar por la fuerza el culto de las imágenes. que impedían su realización, testimonia la aprobación celestial. Sabemos que antes de esa
fecha existían relicarios en forma de miembros, como la mano de san Dionisio (entre el
793 y el 806) o el busto de san Mauricio, en Vicna, que se remonta a la época del rey
Bosón (879-887); pero la estarna de Ja Virgen en majestad debía de ser una innovación
D e s a r r o l l o del culto de las imágenes en Occidente indiscutible que necesitaba ser justificada mediante una visión celestial.
(siglos X - X I l l )
L a infravaloración de la hostilidad carolingia al c u l t o de las imágenes va unida al mito
de la estatuaria c a r o l i n g i a . D o s obras sucesivas de C h r i s r i a n Beuder atribuyen a esta
época una serie de grandes esculturas de b u l t o r e d o n d o ' . A pesar de ser rápidamente
1
•MÁMI'ÍImilíiiir»nn****\ n,c~*m.
» Conventus Partsiensts, PL. XCVUI. cols- 1293-1350. >• MGH. Concilia. II/2. cd. I I . Bastgen. Hannover-
Figura 2. Clermont (Auvcrnia), l'tno wonachi Roilvrti, representación de la perdida estatua-relicario de la
Leip/ig. I"24. pp. 475-55 1- Agobardo de Lyon. De pictuns et iniaginibus. en id.. Opera onmui, ed. L. van Acker,
Virgen ton el Niño de Mi i dibujo a pluma sobre pergamino, siglos x-xi.
TunihouL. 1981, Corpus Chnstianorum, Continuatio inedtevalis, vol. L I I . Giona de Orleans. De eultu imaginurn,
PU c x r v . coi*. V1V-V66.
Eginardo. Quamio de adoranda Crine, cd. K- Hampe, AICH, Epistoiae Karolmi aevi, vol. V, Berlín, 1899. Esteban de Clermont era también abad de Conques y fue seguramente el que mandó
pp. 146-149. realizar la estatua-relicario de santa Ec, que se puede admirar todavía hoy '. Se trata de una
3
1 9
\\ alafndo S ira Ix*. De etclestasticarum rerum exordis et increinentis, PL, CXTV, cols. 919-966. Majestad parecida a la Virgen de Clcnnont, salvo en el hecho de que no sostiene a ningún
» Ä XCV1II. cols, 1348s.
niño entre los brazos. Alrededor del 989, el pequeño peregrinaje del cual era objeto registró
11
C Beuder. Bildtverke --arischen Antike und Mittelalter. Unbekannte Skulpturen aus der Zeit Karls des Grossen,
Dusseldorf. 1964; id.. Statua. Die Entstehung der nachantiken Statue und der europaische Individualismus, Munich.
1982.
" M . Goullet y D. logna-Prat, -La Vicrgc en Majevte de Clermont-Ferrand-, en D. logna-Prat, E. Pala-
»-• Cfr. las reseñas de V. H . Elbcra, en Zeitschrift fur Kunstgeschichte XX VIII (1966). pp. 261-269, y de H. zzo y D. Russo (cds.), Marie. Le culte dt la Vieigc dans la sociite medicvatc, Paris, 1998, pp. 38.1-405.
Filbiz, en Kunstchrontk XIX (1966), pp. 6-1«. "J. Wirth, l.'miage medievale. Naisiance et developpernents (tle-xresiede). Paris, 1989, pp. 17lss.
" A Castes, -La dévotion privée et l'art à l'épouuc carolingienne: le cas de sainte Maure de Troycs-, Ca-
hiers de civilisation médiévale XXXXII (1990), pp. 3-18; cfr. Wirdi, L'image à l'époque romane, cit., p. 53.
- ¿
ARTE E HISTORIA EN LA E D A D MEDÍA III
contados p o r G u i b e r t o el Ciego e ilustra de manera detallada las formas tomadas por el invisibles se adoran a través de signos visibles, mientras que Ruperto de Deutz retoma la
culto, las ofrendas de objetos preciosos, las vigilias de los peregrinos. I • esperanza de argumentación bizantina que toma como base la Encarnación, según la cual Dios se hizo
curación, a veces de resurrección, las procesiones de la estatua al son de l< >s cuernos y hasta hombre, haciéndose visible y, por lo tanto, represen ta ble . Todavía a finales del siglo xn,
40
tatuas se les fue p r i v a n d o cada vez más del recipiente de reliquias , de m o d o que resultó 1 1132, los milagros de la Virgen local se verificarían en la segunda mitad del siglo x i ,
inútil c a m u f l a r el c u l t o de las imágenes a través del c u l t o de las reliquias. teniendo como escenario la procesión de Pentecostés. Un parroquiano de Isigny se había
quedado en casa en lugar de ir a la procesión, defendiendo que la Madre de Dios de
Bayeux era idéntica a la de Coutances, ni más clemente ni más poderosa, y fue castigado
M o d e r a c i o n e s doctrinales por su escepticismo. Se puede deducir, al contrario, que las imágenes de ta Virgen
consentían individualizar la protección tutelar de cada iglesia que se les dedicaba.
El valor religioso de las imágenes empieza a ser exaltado por las leyendas orientales, que
E n 1025, el o b i s p o G e r a r d o de C a m b r a i convoca u n sínodo en Arras para condenar
las dotan de contexto. Entre las más difundidas está un milagro de san Nicolás, famoso por
a algunos herejes que ponían en tela de j u i c i o las prácticas de la Iglesia, entre ellas el
el auto litúrgico que le dedica el juglar de Arras Jean Bodel '. U n rey pagano había confia-
4
c u l t o de las i m á g e n e s . L o s actos del sínodo muestran una clara moderación de la doctrina do su tesoro a la custodia de san Nicolás. Los ladrones, sin embargo, consiguieron arreba-
c a r o l i n g i a sobre las i m á g e n e s ' - R e a f i r m a n que éstas son la escritura de los analfabetos,
8
társelo, pero san Nicolás se les apareció y les obligó a devolverlo, por lo que el rey se con-
p o r l o que a d m i t e n el c u l t o , si bien veladamente: cuando quien no sabe n i leer n i escribir vierte al cristianismo. La misma historia la encontramos en la Legenda áurea, en la que, sin
venera la f o r m a visible de C r i s t o en la imagen, adora a Cristo crucificado y no a un embargo, un judío ocupa el lugar del rey pagano . Aquí se pide la intervención del santo
44
n i n g u n a distinción real en el c o m p o r t a m i e n t o de q u i e n usa la imagen. Se trata de cambiar $.; Ruperro de Deutz, Dialogus nuer Christianuni etjudetim, PL, CLXX, cols. 559-610. cn concreto 601-607.
41
Alain de Lille, Contra Haereticos, PL CCX, cols. 1 3-434, en concreto 427s.
las palabras en l u g a r de las cosas y, en realidad, de una buena y hermosa promoción del 4
- G. Signori, Maria zivueben Kathedrale, Kloster und Welt. Hagiographncbc und bistoriographische
c u l t o de las i m á g e n e s . Annäherungen an eine hoehmmelaiterltche Wnndnprtdigt, Sigmaringen, 1995, pp. 77ss.
41
K. Meisen, Nikolamkult und Nibolambratab im Abendlande. Eine kuhgeograpbisth'Volkskundhchc Unterstub-
tmg, Dusseldorf, 1931, pp. 261ss.
M
Bernardo de Angers, l-abermiraculorum sanetae Fidis. ed. L . Robeninî. Spolcto, 1-994; • Jacopo de Voraginc, Legenda aurea, ed. A. c L. "Vitale Brovarone, Turin, 1997 |ed. casL: La leyenda
H J
E l CUITO DI I. A S IMAGENES 25
por el castigo infligido a su imagen p o r el judío. D e versión en versión, el rehuo va asumien-
d o una nueva dimensión. iMalrratando la imagen, el judío hechiza de alguna manera al
lodo la de los monasterios, pero evita las alusiones al culto de las imágenes . Se necesita 51
santo, y es signincarivo que n o se le castigue por este sacrilegio, sino que sea recompensado
un espíritu tan original como temerario como el de Abelardo, que encontró en Bernardo
con la intervención del m i s m o santo, que le consiente recuperar sus riquezas; favor que un acérrimo enemigo, para comparar en una composición poética el culto cristiano de las
conlleva la conversión. E n compensación, el C o n c i l i o de L y o n prohibe, en 1 _?74, prácticas imágenes al paganismo, aun reconociendo a las monjas del Paracleto el derecho a colocar
análogas atribuidas a los canónigos consistentes en «tirar p o r tierra imágenes o estatuas de sobre el altar un crucifijo figurativo - La crítica al culto de las imágenes es ya cosa del
52
frustraba sus expectativas *. E l término envouter (hechizar) aparece en el sigjó Sin y sabe-
4
Maíestad dañada y estragada, justificando su estado por la humildad de Cristo, que había
mos que. hacia 1300, se celebraron numerosos procesos contra persona' u usadas de ha- decidido encarnarse en una mujer fea y ciega de un ojo, y simularon milagros en presen-
berse dedicado a prácticas de este o p o . Es bastante probable que la difusión de esta prác-
4 : tí,! de la imagen. La peregrinación consiguió tal éxito que los párrocos de las iglesias
tica en el Occidente cristiano fuera provocada por la influencia del castigo a los santos, vecinas encargaron copias de la Virgen de Montcuq para hacer competencia al original.
como la practicada antes p o r el clero y después por los laicos. Al final, los cataros revelaron el engaño para poner en ridículo a quienes se les oponían,
demostrando a qué conducía el culto de las imágenes. Narrada con extrema indignación
E n líneas más generales, la intensificación del contacto con las imágenes no tuvo lugar en un tratado contra los cataros, esta historia, decididamente cómica, demuestra que las
en el ámbito de los laicos iletrados, sino mas bien en el de los conventos reformados, en los imágenes objeto de peregrinación se reparten, desde esta época, en circuitos jerarquiza-
que la soledad y la castidad de los religiosos, exigidas por reglas más rígidas, convertían la dos, a partir de un prototipo de prestigio del que retoman la iconografía.
imagen en u n p a i t n c r indispensable. Sobre todo en los conventos femeninos se asiste a la apa-
rición de libros destinados a la devoción personal, cuyo apartado ilustranvo estimula la
imaginación piadosa . Los religiosos de ambos sexos advirtieron la necesidad de tener
46
La adaptación de las imágenes a la devoción
delante de los ojos las imágenes de Cristo encarnado. Aun demostrando una fuerte desconfianza
hacia la imaginación, GuilJermo de S a i n t - T h i e r r y , premostxatense cercano a Bernardo, Aquí se pueden ofrecer sólo indicaciones bastante sumarias de la evolución estilística
justifica la contemplación y el culto del C r u c i f i j o reconociendo que, si su imagen no nos de las imágenes después del año M i l ; sin embargo, son esenciales para comprender el
habla, parece, sin embargo, hacerlo desde lo alto de la cruz ''. A distancia de menos de un
4 éxito creciente. La práctica de los emeifijos esculpidos, y luego la de las estatua-relicario
siglo, el crucifijo de San Damián hablará a Francisco. Contemporánea de san Francisco, la y de otras figuras entronizadas, hicieron que al norte de los Alpes la imagen de culto
monja de clausura Lutgarda, de la que el dominico Tomás de Cantimpré nos cuenta la vida asumiese, en su mayoría, la forma de escultura de bulto redondo, a diferencia de Bizancio
y de Roma, donde asumió en su mayor parte la forma de pinnira sobre tabla. La Virgen
para que la tomemos c o m o ejemplo, se levanta una noche para i r a rezar a la iglesia; y el
de Clenuont estaba recubierta de un metal precioso, como lo sigue estando la estatua-
C r i s t o en la cruz, puesto al lado de la entrada, cobra vida cuando pasa a su lado, separa el
relicario de santa Fe en Conques; pero la gran mayoría de las imágenes de culto eran de
brazo derecho para cogerla y acerca su boca a la llaga del costado para que beba la sangre . 50
madera policromada, algo que Ies confería una notable presencia física y permitió la
E n t r e 1000 y 1200, aproximadamente. Occidente pasa del rechazo del culto de las evolución hacia la expresividad y la apariencia de que tenían vida. Desde este punto de
imágenes a la legitimación de sus formas más extremas. Tal cambio fue reclamado por el vista, la pintura bizantina gozaba de una indudable ventaja al no haber cortado los puen-
clero y n o suscitó la más mínima protesta entre sus filas. La Apología de Bernardo, dirigi- tes con las costumbres retóricas de proveniencia antigua, que lograban suscitar emo-
da a G u i l l e r m o de S a i n t - T h i e r r y , critica ásperamente la fastuosidad de las iglesias, sobre ción . Su influencia se hizo sentir por oleadas sucesivas en la pintura occidental; prime-
54
4 1
E. A Eriedberg (cd.). Corpus iuris canoniei, Leipzig, 1879-188!, vol. II, col. 986 («Sexti decrctalium»,
libfO I , rit. XVI, «De officio ordinarij»-. cap. II).
P-J- Geary, -L'humiliation des sainte», Annales £SC XXXJ V (1979), pp. 27-42.
46 ' Bernardo de Claravnl, Apologia ad Ginllelmimi, cn id.. Saneti Bernardi Opera, ed-J. Leciercq, Roma, 1957-
1
j :
W. von Wartburg. Franzàstsches etymotogisebes Worterhucb. Bonn-PanVLeipxJg-Bcrlin-BasiIca, 1928- 1977, voi. m, pp. 81-108.
1 969. vol. XTV, p. 648; N . Cohn, Europe's Inner IJemons An Enquiry Inspired by the Great Witcb-Hunu Nueva i :
Abelardo, Cannai ad Asrrolabittni, ed. J. M. A Rubingh-Bosscher. Ooningcn, 1987, p. 151; id.. Epistola,
York, 1975. pp. 180ss. Via, PL, CLXXVT1I, col. 281.
**J. I*. Hamburger, The l isual and the Visionary. An and Female Spirituality in Late Medieval Germany,
r
" Lucas de Tuy, De altera vitafideiqueeontroversits adversus All'igensìitm mores tibn 111, libro II, cap. LX, en
Nueva York. 1998. pp. 149ss. P. Dcspont (ed.), Maxima bibliotbeea vetcnmi pattum, Lyon, 1677, voi. XXV, pp. 222s.
1 4
H . Matnjìre, Art and Rloquence in Byzantinm, Princeton, 1981.
"Guillenno de Saint-Thierry, Meditativae orationes, PL. CLXXX, col. 205-248, en concreto 235 s.
^Aeta Sanetonttn. limit, tomo IV, Anibercs, 1707. pp. 237-263, en concreto 239.
26 AFTE E H I S T
° « ' A «W M MEDIA III
trenzas, c o m o la d e l cancel del c o r o en la L i e b f r a u e n k i r c h e de Halberstadi (fig. 3), que se remisión de la pena en el purgatorio. La Verónica romana y sus copias ganaron la partida
r e m o n t a a 1200 a p r o x i m a d a m e n t e y ha conservado lo esencial de su policromía y de su más fácilmente a los prestigiosos iconos orientales desde que, en 1204, el saco de
fuerza seductora. Constantinopla por los cruzados priva a esta capital de su sacralidad, después del saqueo
y la destrucción de su tesoro de imágenes y reliquias.
A l i e n t r a s la V i r g e n se carga de sensualidad. C r i s t o t o m a de Bizancio rasgos inmutables,
En líneas generales, la antigüedad hipotética o real de una determinada imagen puede
basados e n i m á g e n e s milagrosas consideradas auténticas. Se hace más esbelto e,
ser fuente de prestigio. La Santa Faz de Lucca, un Crucificado de madera vestido con un
i n d e f e c t i b l e m e n t e , b a r b u d o . L o s c r u c i f i j o s y las escenas de la Pasión, c o m o la lamentación
cohbiitin, sería una reconstrucción propia del estilo del siglo xi efectuada alrededor del
s o b r e C r i s t o m u e r t o p r o v e n i e n t e de B i z a n c i o , le o t o r g a n una expresión de sufrimiento año 1200, época en la que todos los crucifijos están desnudos . El intento de arcaísmo
57
cada vez m á s l l e n a de paihos. Se a b a n d o n a n t a n t o el c r u c i f i j o «viviente», con la cabeza no puede ser más obvio y se explica, seguro, por la leyenda según la cual la obra la había
e r g u i d a sobre el c u e l l o y los ojos abiertos, a f a v o r de C r i s t o « m u e r t o » , con la cabeza esculpido Nicodemo en persona y era, a su vez, una imagen auténtica de Cristo. El hecho
r e c l i n a d a hacia la derecha; l o m i s m o sucede c o n la tipología c o n la túnica o el eolobhwi,
q u e t a m b i é n conservaba en la c r u z una d i g n i d a d regia, a f a v o r del t i p o desnudo con un
s i m p l e p a ñ o . E n la p r i m e r a m i t a d d e l s i g l o x m aparece con los pies superpuestos para 16
H. Bclting. Das Bild und sein Publikum im Mittelalter. Form und Funktion früher Bildtafeln der Passion,
Berlfn, 1981. pp. 3Sss.
traspasarlos c o n u n ú n i c o clavo. E s t o d e s e q u i l i b r a al a t o r m e n t a d o , que se arquea sobre la *' Por ùltimo, cfr. M. C. Ferrari, «Imago visibili* Christi. Le "Volto Santo" de Lucqucs et les images
c r u z c o n u n m o v i m i e n t o d o l o r o s o y está cada vez más c u b i e r t o de sangre. A partir de ese authentiques au Moyen Âge», Micrologus VI. 2 (1998), pp. 29-42.
ss Cfr., en concreto, O. Dermis, Byzantine An and the West, Nueva York, 1970.
E L CULTO D I LA* IMAGINES 29
presencia real, el que tenninó por ganar la partida. Berengario, que sostenía la tesis agusti-
nnirla, fue condenado a retractarse. Como coasecuencia, el culto eucaristico conllevó el de
l i - irne de Cristo, a la que no se resen-aba ciertamente la lama, sino el culto, más moderado,
di i.i dulia; o mejor, para reforzar la superioridad sobre el consagrado a los santos, un culto
medio entre lama y dulia, llamado «hiperdulía». Opinión compartida, entre otros,
P iVilro Lombardo (1095/1100-1160) en su comentario de los Salmos '. 6
. Licia la mitad del siglo xn se traduce el De fide orthodoxa de Juan Damasceno, que
icre un notable éxito. Como las dos naturalezas de Cristo, la divina y la humana, son
lnumente inseparables, el teólogo sirio mantiene que la adoración de su divinidad y
su humanidad es igualmente inseparable; incluye, por lo tanto, la adoración de su
i ¡ti né. Se trata de un argumento fundamentalmente a favor de la imagen de Cristo y de su
lito, aunque, en un primer momento, los teólogos occidentales no comparten este pun-
to (le usta. La discusión afronta primero el culto eucaristico: ¿es posible consagrar a la
ti .ílcza humana de Cristo un culto de dulia distinto del culto de lauía requerido por su
na tu raleza divina, siendo las dos naturalezas inseparables? En las Sententiae, destinadas a
«i la base de la enseñanza universitaria de la teología, Pedro Lombardo abandona el que
Figura 4 Matthew Paris tS.iint \llian. Inglaterra meridional), Ch romea malora. Veronica, había sido su punto de vista y reclama la latría para la carne de Cristo.
n i i m j r u r j solirc pergamino.../ 1245-1253«
I lay que esperar al siglo xn para que las ideas de Juan Damasceno sobre el culto de las
imágenes encuentren acogida dentro de la teología occidental. Hacia 1225-1228, Felipe el
d e q u e l o s h e r e j e s d e M o n i c u q r e c u r r i e r a n a u n a i m a g e n « a n t i g u a » de la \irgen pan (.anciller. recurriendo a la semántica entonces en pleno florecimiento, consigue dar un
m a q u i n a r su e n g a ñ o , p a r e c e c o n f i r m a r q u e la a n t i g ü e d a d se h a b í a c o n \ c r u d o en garancJ sentido .i la celebre afirmación según la cual la veneración consagrada a la imagen transita
d e l v a l o r d e u n a i m a g e n . P o r l o d e m á s . G u i l l e r m o d e A u v c r m a ( m u e r t o en 1249)crina hacia su modelo -'. La imagen es un signo, y un signo se puede considerar de dos maneras:
6
según su ser (in essendo) o según su significado (in significando). Diríamos hoy que, en el
a esas m u j e r e s a n c i a n a s p a r a q u i e n e s las i m á g e n e s n o e r a n e f e c t i v a s hasta unos sesean
primer caso, es autorrefercncial, como, por ejemplo, cuando decimos que la palabra «gato»
a ñ o s d e s p u é s d e ser r e a l i z a d a s " " . se compone de cuatro letras, mientras que. en el segundo, se refiere a un objeto, como, por
ejemplo, cuando decimos que el gato tiene cuatro patas. La imagen, cuando se usa para
adorar el objeto al que se refiere, como, por ejemplo, Dios, se considera sobre la base de su
L a l e g i t i m a c i ó n d e l c u l t o d e las i m á g e n e s significado: no es la imagen la que es objeto de adoración sino Dios mismo. La imagen es,
entonces, sólo el medium de la adoración, no objeto de adoración. Por lo que concierne a
Cristo, Felipe se atiene a la doctrina de Juan Damasceno y de Pedro Lombardo sobre el
L a c o n d e n a c a r o l i n g i a al c u l t o d e las i m á g e n e s se basaba e n el desprecio agustinianodí culto unido de las dos naturalezas, de modo que es la persona entera de Cristo, hombre y
la c a r n e . L a r e p r e s e n t a c i ó n d e la c a r n e , a u n q u e f u e r a la d e C r i s t o , n o tenía ningún valor Dios, a quien corresponde el culto de lama a través de su imagen. Se entiende que el culto
p a r a la fe y e n n i n g ú n caso p o d í a ser o b j e t o d e c u l t o l e g í t i m o . P o r eso, la rehabilitadón consagrado a los santos a través de su imagen debe ser solamente de dulia. La imagen en sí,
t e o l ó g i c a d e l c u l t o d e las i m á g e n e s v i n o a t r a v é s d e la a d o r a c i ó n d e la carne de Cristo y, en en su realidad material, no tiene derecho a ningún tipo de culto.
p a r t i c u l a r , la d e su c u e r p o e n la e u c a r i s t í a . D e s d e el p u n t o d e vista agustiniano, la conoidi La posición de Alberto Magno (hacia 1193-1280) se mantiene vacilante '; su discípu- 6
e u c a r i s t i c a d e la c a r n e de C r i s t o se e n t i e n d e e s p i r i t u a l m e n t e . Si se tomasen al pie de la lem lo, Tomás de Aquino (1127-1274), ya no habla de culto a Dios mediante la imagen, sino
las p a l a b r a s d e J e s ú s d u r a n t e la C l a m a C e n a : « T o m a d y c o m e d , p o r q u e este es mi cuerpo-, de culto a la imagen de Dios . Parece que a ambos les estorba la definición agustiniana de
64
e n f r e n t ó a L a n f r a n c o d e Pavía c o n B e r e n g a r i o d e T b u r s , y fue L a n f r a n c o , defensor de li Pedro Lombard«, Commentanum in Psabnos, salmo 98. 5, PL, CXCI, col. 895.
M
Felipe cl Canciller. Summa de bono, paite LL IV, q. 6, a. 3. ed. N. Wicki. Berns. 1985, vol. ü. pp. 972 ».
*' Allicrto Magno. In Senteiitias, libro HL dist. 9, a. 4-5.
* G u i l l e n n o de Auvvmia. Opera annua. Paris. 1674. voi. I , col. 66.
5 "'ihm!* de Aquino, Summa ibeohgiea, HI, q. 25, a. 3.
* Agusun. Oe Ooctn na Christiana Uhn quutiuar. libro I I I . 16. 24, PI., XXXIV, eoi. 74.
v
A l . Cristiani. Tempo rituale e tempo storico. Comunione cristiana e sacrificio, /w controversie eiicariaitbc nrirdu
0 0
y P a d r e e n el á m b i t o d e la T r i n i d a d ; H i l a r i o parece h a b l a r i b I i m a g e n en general La consideración de las imágenes como puros y simples accesorios de la devoción. En
a f i r m a c i ó n p a r e c e r í a a p r i m e r a vista a b s u r d a a n t e u n a i m a g e n D i o s realizad) por el conclusión, había que promover la adoración de la imagen misma.
h o m b r e ; p e r o A l b e r t o M a g n o y T o m á s la e n t i e n d e n c o m o r e l a t i v a al significa,lo déla
i m a g e n , r e t o m a n d o la c i t a d a d i s t i n c i ó n d e F e l i p e el C a n c i l l e r e n n » i m a g e n /;/ aterido, que
l l a m a n i m a g e n e n c u a n t o cosa, e i m a g e n ¡n sigjiifie<tmlo. que ¡ n . m i m a g e n en cuanto Triunfo y derrota de las imágenes (siglos XIV-XVI)
i m a g e n . A g u s t í n e s t á d e a c u e r d o , p o r l o t a n t o , c o n H i l a r i o : el p r i m e r o habla de la imagen
en c u a n t o a cosa; el s e g u n d o , d e la i m a g e n e n c u a n t o a i m a g e n Occidente había mantenido durante mucho tiempo una cierta distancia respecto a la
lotinna bizantina del culto de las imágenes, pero el más grande pensador de! siglo xin
S o b r e la base d e una i n t e q y r e t a c i ó n m u y l i b r e d e l a r i s t o t c l u n Ui memoria et rvwimscen- I J superó de golpe, admitiendo sin ambages que el culto de latría compete a la imagen de
ua, ya u t i l i z a d o p o r . A l b e r t o M a g n o a p r o p ó s i t o de la i m a g e n . Tí n uís realiza una concilia- Dios. Esta posición radical es la más favorable al culto de las imágenes que jamás se haya
c i ó n e n t r e las a r g u m e n t a c i o n e s d e sus predecesores. A n t e la i m a g e n , el m o v i m i e n t o del ilado en el seno del cristianismo. A partir de finales del siglo xiu, tal posición empieza a
a l m a p u e d e d i r i g i r s e hacia la i m a g e n en c u a n t o cosa o e n c u a n t o i m a g e n . E n otras pala- uscitar algunas críticas, entre otras cosas porque va acompañada de un aumento tan
hras, c o m o a d e m á s t o d o s p u e d e n v e r i f i c a r , n o s o t r o s m i r a m o s una i m a g e n tanto corno abundante como Incontrolado de imágenes y del correspondiente culto.
o b j e t o i n a n i m a d o d i s t i n t o de l o q u e representa, c o m o h a c i e n d o abstracción de sus particu-
laridades m a t e r i a l e s y m i r a n d o s o l a m e n t e l o q u e ella representa. S e g ú n T o m á s , es en este
I >i versificación de las imágenes
s e g u n d o caso en el q u e la i m a g e n es i n d i s c e r n i b l e d e l m o d e l o , p o r q u e el moví miento del
a l m a es el m i s m o q u e se m u e v e hacia la i m a g e n , en c u a n t o i m a g e n , v hacia el modelo. De I Lista esa fecha, las imágenes de culto consistían, en su gran mayoría, en las tres for-
a q u í p r o v i e n e q u e a la i m a g e n en c u a n t o cosa n o se l e d é n i n g u n a veneración, mientras mas reconocidas de la imagen de Dios: !a Virgen con el Niño, el Cnicifijo y Cristo en
q u e a la i m a g e n e n c u a n t o i m a g e n , i n d i s c e r n i b l e d e l modele», se le dedica la misma (ilona. Más raras habían sido las imágenes de culto dedicadas a otros santos, como la
v e n e r a c i ó n q u e se c o n s a g r a al m o d e l o . D e la m i s m a m a n e r a que a C r i s t o se le debe latría, entronizada de santa Fe en Conques o la de san Pedro, que se encontraba en Cluny. Los
santos aparecen mas bien en la pintura y en la escultura monumentales, en particular en
se le d e b e t a m b i é n a su imagen'*''.
las (ambas de las portadas de las iglesias góticas. A principios del siglo xiu, encontramos
E n t r e las o b j e c i o n e s q u e T o m á s d e b e a f r o n t a r para j u s t i f i c a r el c a m b i o , está la falta a los apóstoles y a los santos locales en el crucero sur de Chaitrcs, individualizados me-
a b s o l u t a d e f u n d a m e n t o e s c r i t o d e u n c u l t o de ese t i p o ; p o r eso hace n o t a r que la Iglesia diante sus atributos, los instrumentos del martirio; pero en una presentación de ese tipo,
a d m i t e t r a d i c i o n e s n o escritas c o n s e r v a d a s desde la é p o c a de los apóstoles, entre ellas la relegada al exterior del monumento, no están destinados al culto. En compensación,
cuando la imagen del santo en pie entra a formar parte de los libros de devoción del siglo
a d o r a c i ó n de la i m a g e n d e C r i s t o . D e h e c h o , se a t r i b u v e a san Lucas una imagen de
xiii, ya se presta más al Culto. F.n el siglo siguiente, las estatuas de los santos aparecen
C r i s t o a c t u a l m e n t e e n R o m a . L a latría para la i m a g e n d e C r i s t o es teorizada en términos
0 7
cada ve; más a menudo en los altares que se les dedican, aislados o dispuestos jerárqui-
a n á l o g o s p o r san B u e n a v e n t u r a y d e s p u é s , e n t r e o t r o s , p o r E g i d i o R o m a n o y Ricardo de camente en el retablo correspondiente. Esto se constata, sobre todo, para los santos de
M e d i a v i l l a . E s t o s t e ó l o g o s t a m b i é n h a c e n r e f e r e n c i a a i m á g e n e s milagrosas presentes en moda, como santa Catalina y la Magdalena: la primera, vestida como una princesa; la
R o m a p a r a a t e s t i g u a r una t r a d i c i ó n n o escrita- E s e v i d e n t e q u e estas imágenes-reliquia, segunda, recubierta a veces únicamente con sus largos cabellos.
o b j e t o de p e r e g r i n a c i o n e s , n o son s i m p l e s i n s t r u m e n t o s i n t e r c a m b i a b l e s de adoración de
La imagen de Dios se diversifica de manera espectacular. Primero se asiste a la multi-
la d i v i n i d a d , e n c u y o caso la p e r e g r i n a c i ó n n o tendría s e n t i d o . P o r l o t a n t o , se puede plicación tle las representaciones del misterio Utilitario, cuya traducción en imagen es dis-
p r e g u n t a r si el paso de la t e o r í a d e l c u l t o de latría p o r m e d i o d e la i m a g e n a la del culto cutible; por una parte, porque se trata de un misterio de tres personas que constituyen un
d e latría p o r la i m a g e n n o r e s p o n d e , al m e n o s en p a r t e , a la justificación de tales único Dios; por otra, porque los teólogos, en la línea de Juan Dainasceno, mantienen la
p e r e g r i n a c i o n e s . P r o m o v e r el c u l t o de una i m a g e n , c o n s i d e r a d a m á s eficaz que otra de persona del Padre representable exclusivamente bajo la forma del Hijo, que es precisamen-
su a n t i g ü e d a d , y r e c o m p e n s a r t a l c u l t o c o n i n d u l g e n c i a s era i n c o m p a t i b l e con la te la imagen. La Trinidad ilustra sistemáticamente el salmo 109 en los salterios iluminados,
en la forma de Padre y de Hijo en trono, dominados por la paloma del Espíritu Santo. Se
difunde una segunda iconografía trinitaria, la del «Trono de Gracia», con el Padre sentado
en un trono, solo, que sostiene a Cristo crucificado, mientras la paloma se sitúa entre las
Hilario de Poitiers. De ¿ W M . cap. X I I I . PL, X , col- 4 9 0 .
6 i
dos cabezas''". Para honrar a la Virgen, reina del Cielo y madre de Dios, se realiza la estatua
" T o m á s de Atpjino. Surnrna tbeologica. I I I . q. 25, a. 3- ("Cuín igitur Chrisrus adorctur adorauonc lamae.
consequens cst quod cius miago su adomtionc latriac adoranda»).
La alusión se referiría a una \*irgcn. la Salaspopuh romam en Santa Mana Maggiorc o, cvcntualmcmc, a
6 7 '* Sobre la genesis de la temàtica, cfr. F. Boespflug, Ditti darv Part -Sollitìtiidini nostrae* de Bettoli X2V
la que está en San Sisto. ya que san Buenaventura, en el mismo contexto, no habla de la imagen de Cristo, sino (I74S) et l'affaire Crescente de Kaujheuren, Paris. 1984.
de la del Señor y su Aladre (Buenaventura. In UI Sententian/m, dist. 9 , a. I , q. 2, § ó). En efccio, era más bien
común considerar a la Virgen con el Niño en primer lugar como una imagen de Cristo.
32 ABTE E HISTORIA I S I A I*.DAD MEDIA Ml
llamada ilergc oiarame ( t i g . 5), que se puede a b r i r y muestra i I T r o n o de Gracia en su Ei cvi i« or u s luAcSHti 33
pecho; casi c o m o si M a r í a fuera también la m a d r e del Padre \ I- s p i r i t u Santo'' , 9
I ii;urj '•. I IITII|UC de i .«MtM.ui/j UIMIMILIM J). Omo > l-igura ~. AinbniggHi Loreii/ctti. 1 ~ngen.li- l.i
tmjm»tnáwpahcimuJi.té l|W ¡che- pintura sota tabla, m 1330.
I igura S. kin medio. I 'lerge oir.tjnu llamada - Viritcn del Muru» mwlcn policromada. Cá I I W rico con la l'irgen de la Letbt de Ainhroggio Lorenzetti (lig. 7). Se instituye así un nuevo
contacto entre el liel y Dios. Hacia 1400, las -bellas vírgenes» alemanas casi parecían
querer ofrecer al Niño al fiel. Mientras, sus dedos, ligeramente hundidos en las carnes
Las nuevas i m á g e n e s de c u l t o a m e n u d o se i n v e n t a r o n en los libros devocionalcs, regordetas del niño, le otorgan una presencia física intensa, muy probablemente con la
antes d e aparecer en los altares en f o r m a de estatuas de t a m a ñ o n a t u r a l . Es el caso de la finalidad de evocar la presencia real del cuerpo de Cristo en la eucaristía.
pareja f o r m a d a p o r C r i s t o y san J u a n ( f i g . 6 ) , m u y d i f u n d i d a en los conventos femeninos Además, la novedad iconográfica puede darse por la sustitución de un personaje por
otro: la Virgen de l.i Piedad es una especie de variante de la Virgen con el Niño, sustituyendo
g e r m á n i c o s a p a r t i r de 1 300 S o b r e la base de u n p r o c e d i m i e n t o que se vuelve habitual,
a este último por el cadáver sangrante del Cristo adulto. La temática no encuentra una
el t e m a i c o n o g r á f i c o es una especie de p r i m e r plano realizado en una escena narrativa: el
correspondencia precisa en las narraciones evangélicas de la Pasión; visualiza, sin embargo,
t e m a en c u e s t i ó n está sacado de la U l t i m a Cena >'. después de la m i n i a t u r a , dará lugar a el lamento de la Virgen sobre el I lijo difunto, que estaba en fase de difusión en el canto
u n g r u p o e s c u l t ó r i c o a u t ó n o m o . D u l c e m e n t e i n c l i n a d o sobre el pecho de Jesús, el discí- Imirgico. AJ mismo oempo. al igual que las Vírgenes que muestran al liel el cuerpo del
p u l o p r e d i l e c t o asume el papel de la Esposa en el C a n t a r de los Cantares, poniéndose Niño Jesús, esta imagen se articula en ionio al culto del Santísimo Sacramento. Siempre es
c o m o m o d e l o de la d e v o c i ó n n u p c i a l de las monjas. U n t i p o iconográfico recurrente, el el cuerpo de Cristo, o sea. la víctima sacrificial, el que está expuesto a la mirada del fiel,
del d e v o t o r e z a n d o ante la \ l r g e n c o n el N i ñ o , es a su vez o b j e t o de la citada interven- como recuerda la herida abierta de la que sale con particular evidencia la sangre redentora.
c i ó n de r e c o r t e . E l i m i n a n d o al d e v o t o , surge u n nuevo t i p o de V í r g e n e s , esculpidas o El contacto entre devoto e imagen puede asumir la forma extrema del muñeco, como
p i n t a d a s , e n el que el N i ñ o , a diferencia del s i g l o x m . ya n o m i r a a la madre, sino que en el caso de los Niños Jesús esculpidos, encargados por o para las monjas. El primero
d i r i g e la m i r a d a hacia el fiel. L a \*irgen parisina de m a r f i l conservada en la basílica de conocido para nosotros es el de Margarita Pbner. dominica de María Medingcn . En 71
Asís c o n s t i t u y e u n b u e n e j e m p l o , d e s t i n a d o a extenderse rápidamente en el campo pictó- una carta de 1344, esta religiosa describe con todo detalle los cuidados maternales que
" H. Wenuel. «Eine Wiener Chnsrwiegc in München und das Jesuskind der Margaretha Ebner-, cn
* Ci. Radier. Die Schrttiimadonna -1 iergr out'rante- von den bernhardin ischen Anfangen bis zur Frauenmyitik
v
l'ambtxn VI (I960). PP 276-283; H. van O*. I be Art of Devotion in ihr ¡site Middle Agts in Europe. IÏO/1-lfOO,
irn Deutschordenstand. Frankfurt. 1 W 0 . Aimtcrdam-Londres, 1994. pp 98-102.
R. Ilaussherr. - Uber die C^hnstus-Johamics-tjnippcn. Zum Problem "AndachtsbiJder*" und deutsche
7,1
Mystik*-, en K Uccksmann. C -LX Korn y J. Zahlten (cd*..), /leitrage zur Kunst des Mittelalters. Festschrift fur
Hans Menzel zum 60. Geburtstag. Berbn, 1V75, pp. 79-103.
1
l iigen de la Leche del díptico de Melun (Ambcrcs, Koninklijk Museum voor Schone
kunsten), obra también de Jean Fouquet, tiene casi exactamente los rasgos físicos de
Agiles Sorel, amante oficial del rey.
Las imágenes se extienden profusamente y de manera anárquica, porque no existe
ninguna planificación. Pero la jerarquía eclesiástica estableció de manera clara y precisa
lo que se podía hacer y lo que no. Las únicas reglamentaciones existentes fueron, en
realidad, limitaciones de la decoración específica de ciertas órdenes, como, por ejemplo,
IOS franciscanos, aunque sólo se respetaban de manera muy parcial. La realización de las
imágenes se debe, en su mayoría, a la iniciativa de comitentes, que eran laicos de rango
elevado o altos prelados, preocupados ante todo por el lujo y la ostentación. Los progra-
mas iconográficos se desarrollaron a menudo en los libros de devoción; o sea, en la esfera
privada, a salvo de cualquier control. En los monasterios mismos, los religiosos poseían
privadamente libros, imágenes y orros objetos de carácter personal: un uso que nunca se
consiguió erradicar"'. En el transcurso del siglo xm, las donaciones a las iglesias servían
principalmente para su construcción y tenían carácter colectivo, pero ahora también se
dirigían a las capillas privadas, que iban multiplicándose en el deambulatorio y en las
naves laterales.
Hay que añadir, además, que el clero y las asociaciones pías rivalizaban en la promo-
ción de los propios santos, intentando atraer a los fieles con nuevas devociones. Desde
Roma se obtienen indulgencias por permitir esas devociones, en general relacionadas
con el culto de una imagen. Se hacen copias de prestigiosas imágenes romanas, como la
d e d i c a al N i ñ o . D e s p e r t a d a p o r su l l a n t o , l o acoge en la cama y el N i ñ o le pide que le dé Verónica o el Cristo de la Piedad (Jutago Ptetatts), que se le había aparecido a san Grego-
u n b e s o p a r a q u e le p e r d o n e las m o l e s t i a s . E n o t r a ocasión, le pide que le de de mamar y rio; y la devoción a esta copia proporciona indulgencias. Indulgencias ciertamente me-
M a r g a r i t a s i e n t e el c a l o r en su seno. P o r o t r a parte, a las c h i q u i l l a s en Toscana se les nos conspicuas que las garantizadas por el original, pero ampliables con las oportunas
d a b a n e s t a t u i l l a s a n á l o g a s c o n la finalidad de aunar el aprendizaje de la maternidad v la argucias, como rezar, por ejemplo, los rosarios, a su vez portadores de indulgencias,
quizá en ocasión de determinadas festividades. Y las remisiones de pena del purgatorio
d e v o c i ó n . E n t o d o s l o s casos i b a n a c o m p a ñ a d a s de una canastilla que permitía vestirlas
7 2
obtenidas de esta forma no sólo se suman, sino que, además, se multiplican. Este sistema
y d e s v e s t i r l a s . H a c i a 1 5 0 0 , se i n i c i a una p r o d u c c i ó n en serie en Bruselas y Alalinas (fig. resulta a su vez incontrolable. Los libros de horas contienen imágenes que proporcionan
8 ) . E l N i ñ o J e s ú s a s u m e el aspecto d e l Salvaror mimái* b e n d i c i e n d o y con el globo en la indulgencias a través de oraciones y, en el siglo xv, la técnica del grabado difunde de
m a n o i z q u i e r d a , e r i g i d o s o b r e u n pedestal d e l que es posible desencajarlo p o r si se 1c forma barata imágenes de esc tipo.
q u i e r e m e t e r en la c a m a .
Al difundirse, las imágenes pueden, además, cambiar la identidad y participar así en
A l i e n t r a s la i m a g e n e n t r a así en la vida de los fieles, estos a su vez se introducen cada la creación hagiográfica. Los lejanos descendientes de la Santa Faz de Lucca constituyen
v e z m á s en las i m á g e n e s . A p a r t i r del s i g l o x n i , a las damas que encargan, o mandan encar- un ejemplo clamoroso . Este nuevo tipo presenta, además del colobium, la particularidad
74
gar, s a l t e r i o s y l i b r o s de h o r a s , se las representa o r a n d o en presencia de la V i r g e n o de sus iconográfica de los pies colgando en el vacío en lugar de estar clavados, detalle que
santos p r e d i l e c t o s . AJ c o m i t e n t e o r a n d o en presencia de la V i r g e n con el N i ñ o se le permite calzarles con zapatos preciosos, ya objeto de leyenda en el siglo xm: el Crucifijo
había recompensado a un trovador por la serenata haciéndole milagrosamente donación
v u e l v e a e n c o n t r a r en las t u m b a s - p o r e j e m p l o , en R o m a hacía 1 3 0 0 - o en los epitafios.
E n e l s i g l o X V , esta p r á c t i c a está bastante d i f u n d i d a en los retablos, en los que el comitente
aparece c o n f r e c u e n c i a en c o m p a ñ í a de toda la f a m i l i a . E n Italia y en Alemania estos
"Hamburger, The Fisual one the Visionary, cit., pp. 71ss.
personajes s o n , en g e n e r a l , de d i m e n s i o n e s reducidas; en la p i n t u r a flamenca tienen, sin 74
G. Schnurer y J. M. Rirz, Sankt Kiinimernis mid Voha Santo. Smdien and Hilda; Dussetdorf, 1934; R. C.
e m b a r g o , d i m e n s i o n e s a n á l o g a s a las de los santos, c o n los que participan en la Navidad Trexlcr, «Habiller et deshahillcr tes images: esquisse d'une analyse-, en F. Dunand, J.-M. Spieser y J. Wirth
o en la P a s i ó n d e C r i s t o . E n t o d o caso, a p a r t i r de mediados de siglo puede suceder que (eds.), L'image et la pnuluction du sacre. Actes du collogue (Estrasburgo, 20-21 de enero de 1988), Paris. 1991, pp.
p e r s o n a l i d a d e s v i v i e n t e s p r e s t e n sus rasgos a personas santas. Así, Carlos V I I aparece 195-231, en concrete 203s.; J.-C. Schmirr, «Ccndnllon enicificc. A propos du Vblto Santo de Eiicqucs», en
Miracles, prodiges et tnervedles au Moyai Age. Actes du ATAVc Congrès de la Société des Histoiicns Médiévmes de
c o m o R e y A l a g o en las Horas de Étienne Chevalier ( C h a n t j l l y , M u s é e C o n d e , ms 71); la l'Enseignement Public (Orleans, 3-5 de juiuu de 1994), Paris, 1995. pp. 241-269.
C r u c i f i c a d o p o s e e n la e x t r a í a v i r t u d d e p r o t e g e r a las p a r t u r i e n t a s . L a identidad
i c o n o g r á f i c a d e la i m a g e n d e l _ e c a n o es, p o r l o t a n t o , u n í v o c a , y l o es todavía menos si
u
en Chambéry, en Ginebra y, por fin, en Turín, donde todavía hoy goza de una fama
se c o n s i d e r a q u e , s i e m p r e y e n c u a l q u i e r l u g a r . C r i s t o se r e p r e s e n t a c o n los pies desnudos. notable".
D a d a s las i m i t a c i o n e s a las q u e esta i m a g e n d i o l u g a r e n toda E u r o p a , se puede afirma? Las críticas a las novedades iconográficas no representan más que las opiniones de los
q u e su i d e n t i d a d se ha d e s v a n e c i d o c o m p l e t a m e n t e . U n d i s c r e t o n u m e r o de tales obras teólogos que las adelantan. Así, por ejemplo, Lucas de Tuy, cuyo tratado contra la herejía
se v e n e r ó b a j o el n o m b r e d e u n a m á r t i r , q u e t i e n e d i f e r e n t e s ri< « l i b r e * W i l f o r t e , Liberada, no tuvo ningún éxito, tiene algo nuevo que decir sobre los cnicifijos de tres clavos, que
K ü m m e n i i s u O n t f c o m m e r , q u e h a b í a c o n s e g u i d o h u i r de las acuciantes proposiciones provocan la confusión sobre las modalidades, bien precisas, del suplicio, rompiendo con
la tradición de clavar separadamente los dos pies . Según Lucas de Tuy, la innovación
78
q u e las i m á g e n e s se t o r n a b a n efectivas s ó l o sesenta a ñ o s después de realizadas. los habi- Florencia, arremete contra la representación de la Trinidad bajo la forma monstruosa de
t a n t e s d e la c i u d a d l o l l a m a b a n el E s p í r i t u S a n t o , a causa de la e d a d , y su c u l t o eclipsaba niple rostro, se tiene la impresión de que fas modalidades más antiguas, como la del
al d e l S a n t í s i m o S a c r a m e n t o ' . 5 Trono de Gracia o la Trinidad del salterio, no le planteaban ningún problema . 80
A n t e s d e m e n c i o n a r el m a l e s t a r e s p o r á d i c o suscitado p o r las novedades iconográficas, Requiriendo la lama para la imagen de Cristo, Tomás muestra una fe total en la capa-
cidad de la imagen de representar lo divino. En este sentido fue sólo secundado en parte.
h a y q u e r e c a l c a r q u e la l i b e r a d es la regla. E n el m a n u a l litúrgico p o r antonomasia, el
Aludiendo a las preocupaciones cristológicas de los padres griegos de la Iglesia, Enrique
Rtitioiiate di-chwrum offiaorttm d e G u i l l e r m o D u r a n d o , el rechazo de la censura a menudo de Gante (muerto en 1293) distingue entre la adoración de la carne de Cristo unida a su
se e x p r e s a m e d i a n t e u n a cita l a p i d a r i a d e l A11 epoética de H o r a c i o : « L o s pintores v poetas divinidad, para la cual habla de latría, y la adoración de esa misma carne considerada
s i e m p r e g o z a r o n d e i g u a l l i b e r t a d p a r a arreverse a realizar a q u e l l o que les p l a c e » . 76
separadamente de su divinidad, para la que no es lícito ir más allá de la hiperdutía. Como
P o r c o n s i g u i e n t e , la i n t e r v e n c i ó n d e la j e r a r q u í a ante una i m a g e n discutible fue para Juan Damasceno la divinidad es incircunscripta, la imagen sólo puede representar la
r a r í s i m a . P o r e j e m p l o , se r e g i s t r a u n caso r e f e r i d o a una i m a g e n sobre tela del cuerpo carne de Cristo separada de la divinidad y, por lo tanto, ser adorada sólo con la hiperdulía . 82
"Ibid.;). Gerson, Opera omnia, Ambercs, 1706, romoR', col. 47, tomo III, cois. 1345 ss., 291 s.
* Enrique de Gante, Quodlibet X, en id.. Opera omnia, cd. R. Macken, vol. XIV, I^ovaina-Leyden, 1981, q.
2
Cí- Hertel. «Abcrgláuhigc Gebrauche aus dem Mittelalter», Zeitschrift für Volkskunde IX (I9ÜI), pp. 272-
75
c u l t o . P o r esta vía D u r a n d o vuelve a una posición pretomista n o m u y diferente de l.i de De hecho, una contradicción susceptible de desembocar en una crisis violenta parece
F e l i p e el C a n c i l l e r . P o s i c i ó n que ejerció, sin e m b a r g o , una cierta influencia, sobre todo en recorrer toda la fase final de la Eda Media. El culto de las imágenes entró a formar pane
I n g l a t e r r a , d o n d e m e r e t o m a d a p o r R o b e r t o 1 l o l c o t ( m u e r t o en I H ° ) \. después, a pan ir de del dogma y su abolición fue reclamada por los herejes. A partir de entonces, la crírica de
u n a s e m á n t i c a realista más general que la de D u r a n d o , p o r J o h n VVycliflfe (bacía 1320- este culto corre el riesgo de pasar por hereje, hasta el punto de que, a menudo, adquiere
1 3 8 4 ) . S e r á el hereje m á s i m p o r t a n t e del s i g l o x v . J a n l i t i s (hacia 1369-1415), el que
84 un carácter tan prudente que hace difícil, si no imposible, distinguir entre Jas objeciones
realizará la síntesis de las argumentaciones de D u r a n d o . I l o l c o l y \\ yeHffe « M ile los que están sinceramente a favor y las de aquellos que intentan hundirlo. Se está, por
tanto, ante comportamientos que parecen destinados a limitar el culto o a reformarlo,
P o r m e d i o d e W y d i f f e y de M u s . la c r i t i c a del c u l t o de las imágenes realizada por peni siempre en modo implícito, sin declarar abiertamente tal objetivo.
D u r a n d o de San P o r c i a n o o f r e c e a r g u m e n t a c i o n e s a los icoin n Lisias ingleses y bohe-
m i o s . A d e m á s , se e n r i q u e c e c o n consideraciones tic carácter mas practico relativas a las
m o d a l i d a d e s d e f u n c i o n a m i e n t o de tal c u l t o . L o s dos heresi.uv.is se preguntan cómo es Moderación de las prácticas
p o s i b l e q u e u n a i m a g e n de u n c i e r t o personaje sea adorada mas que o t r a del mismo per-
s o n a j e , v i s t o que el c u l t o de la i m a g e n parecía consagrado exclusivamente al personaje. Probablemente, los intentos de disciplinar el culto de las imágenes emergieron con
C r i t i c a n , a d e m á s , la s u n t u o s i d a d de las i m á g e n e s , la seducción mundana, por no decir mayor claridad en relación con las monjas de clausura por varias razones; por una parte,
el culto había asumido formas extremas percibidas como escandalosas; por otra, el debate
e r ó t i c a , q u e e j e r c e n los b e n e f i c i o s que o b t i e n e n las iglesias. Sin embargo, asombra que la
no tenía muchos visos de desarrollarse a la luz del sol. Por lo tanto, la cuestión pcmianeció
tesis d e D u r a n d o c o n s t i t u y a una justificación teórica suficiente para las tesis radicales de sustancialinente limitada a tratados y a circulares internas redactadas por religiosos a los
W y c l i f f e >' l l u s , q u e o l v i d a n c ó m o D u r a n d o i n t e r p r e t a el c u l t o de las imágenes como que las monjas de clausura debían obediencia. En la Alemania del siglo xv, es la reforma
c u l t o de la p e r s o n a r e p r e s e n t a d a , s i n p r o h i b i r l o realmente. D e esta manera, no ponen en de los conventos de las dominicas la que reclama este tipo tle literatura, como testimonian,
d i s c u s i ó n n i la f u n c i ó n p e d a g ó g i c a de la i m a g e n n i su uso d e n t r o de los limites de la por ejemplo, los intentos de Eberhard Mardach de educar a las monjas de Santa Catalina
d e c e n c i a , c o m o o b j e t o d e c u l t o . P o r o t r a p a r t e , la crítica p o r ellos incitada de las imágenes en Núremherg, o los de Johanes Meycr, que promueve la observancia en los conventos
del curso superior del Rin . Las monjas poseen una gran variedad de imágenes de culto,
80
M i r á n d o l a , e n la línea d e E n r i q u e de Cíame, de D u r a n d o de San Porciano y de otros Otra actitud referente a la relación erótica que las monjas mantenían con las imáge-
nes se concretó en el intento de espiritualizarlas. En un tratado anónimo escrito para
Santa Catalina de Núremberg hacia 1450 y titulado Vori Ihesus Bettlein (La cuna de Jesús),
Durando de San Porciano, In Scntcntias. lihnt I I I . dist 9, q. 2. el corazón de la monja se presenta como una habitación nupcial cuyos elementos arqui-
lt. I lolcot. /'/ librum Sapieniiae regís Salomónis praeleetiones 213. Basilca, 1586, LccUo CLVIII, pp. 523ss.;
144
tectónicos y decorativos se describen alegóricamente para representar las virtudes''". La
J. WycUflc. Jractatus de rnandatis dñinis. ed. J. Loscrth y E D. .Matthew, landres, 1922. cap. XV, pp. 152ss.
" J . Hus. Super IV Senieniiarum (1905). en id.. Opera omnia. cd. W. Hajshaus y M . Komínlcová, tomo 11.
Osnabrück. 1966. libro ÜI. dist. 9, pp. 414».; id.. Grand Commeniaire, cap. XXXIV, en J. I-avicka (cd.), m
G. Pico delta \\intvioii. Apología il 557), en id. Opera oninm. cd. J. I Icroid, Hlldeshcim. 1969, vol. 1, pp, 155».
Anthologie husstte. París. 19H5. pp. 121ss. "Hamburger, The Visual and tbe Vuionary. cil., pp 427».
w
Ibid.. cap. XXXIV, p. 122. Ibid., pp. J83SS.
" T . Netter, Doctrínale amtauttatum fidei catbolicae ccelesiae. cd N\ A_ líonfigli, libro 111, cap. CLV, Vcnccia,
1571, vul. U, f. 277v.
«fi \ R - T t E H I S T O R I A T. N LA E D A D M III
P r e d i c a d o r e s p r e f i e r e n a v e n t u r a r s e e n a t a q u e s a las i m á g e n e s \ \\ l u j o profanos, como non. Acc. 54 (I.2.J) usan sistemáticamente la grisalla para llamar la atención sobre la ca-
lidad del dibujo, en detrimento de la presencia de los personajes representados. Las es-
^ e r n a r d i n o d e Siena e n I t a l i a y su d i s c í p u l o J u a n de C a p i s t r a n o ? o b i e n criiicar la
cenas narrativas se presentan, en su mayoría, en un escenario arquitectónico realizado a
^ u n t u o s i d a d f u e r a de l u g a r d e l o s e d i f i c i o s m o n á s t i c o s , c o m o h.n (>or e j e m p l o , Konrad pluma con la rigidez bidimensional de un relieve, casi como s¡ se tratara de un dibujo
^ ü m m c n h a f t , q u e se l i m i t a , p o r l o d e m á s , a r e t o m a r la p o l c i i i K ¡ «le san Bernardo sobre técnico. Las imágenes encuadradas de esta manera están sujetas por adantes, lo que
^ c u e s t i ó n . S i n e m b a r g o , n o se d i s c u t e s o b r e e l c u l t o de las n n . ^ u e s " . :
i esaira la naturaleza de las imágenes y, por tanto, su carácter artificial. En este libro de
lioras. como en muchos otros de la misma época, los márgenes están llenos de rarezas
V i s t a s las sospechas q u e esta d i s c u s i ó n suscitaba, es mas l i e n la evolución de las
satíricas y licenciosas que no pueden por menos que distraer de la oración. Se puede
P r á c t i c a s a r t í s t i c a s la q u e p e r m i t e o b s e r v a r c i e r t o s c a m b i o s de ai i i i u d . t a n t o tácitos como pensar en una distancia estética en relación con los objetos de devoción, más bien
r
e a l e s . A s í . a p a r t i r d e l s i g l o x n i , e n p r i m e r l u g a r , resulta que la tendencia a hacer las > .n .icterística del arte francés del siglo xtv, pero más rara en los países limítrofes.
i m á g e n e s cada vez m á s sugestivas y a f a v o r e c e r la c o n f u s i ó n e n t r e • v a l i d a d y representación
es s i s t e m á t i c a m e n t e o b s t a c u l i z a d a , i n s i s t i e n d o e n el c a r á c t e r a r t i f i c i a l de la obra. En A lo largo de todo el siglo, la tendencia dominante sigue siendo la progresión hacia la
expresividad dramática al servicio del sentimiento religioso, que demuestra claramente
^ r a n c i a , hacia 1 3 0 0 , las estatuas de la M r g c n se d e s h u m a n i / a n . en general, mediante la
la influencia europea de los pintores italianos. Al mismo tiempo, la riqueza de los
e l i m i n a c i ó n d e c i e r t o s d e t a l l e s d e la v e s t i m e n t a , c o m o , p o r e j e m p l o , el b r o c h e del manto materiales otorga a las obras un encanto muy inmediato, como la utilización de fondos de
o d e l c i n t u r ó n q u e r e s p o n d í a a la m o d a \ I n t e r p r e t a c i ó n análoga se ha d a d o a la tenden-
i J
oro en pintura y el uso. bastante generalizado, de piedras preciosas y semipreciosas. La
cia a r e c u b r i r el c u e r p o d e las « b e l l a s v í r g e n e s » c o n m a n t o s , de pliegues enormes e capilla de la Santa Cniz, en el castillo de Carlos IV en Karlstein, es probablemente el
i r r e a l e s , al m e n o s e n el á m b i t o g e r m á n i c o , a l r e d e d o r de 1400'' . S i n e m b a r g o , hay que
J testimonio ineior conservado de esta estética. Es una representación de la Jerusalcn ce-
r e a j u s t a r este e l e m e n t o , p o r q u e la g e o m e t r í a d e l m a n t o s i r v e , p o r el c o n t r a r i o , para re- lestial, recubierta de oro y de piedras preciosas. En los lunetos de las bóvedas hay retratos
de santos pintados por el maestro Teodorico, en paneles con fondo de oro gofrado, que
s a l t a r la p a r t e s u p e r i o r d e la V i r g e n , su r o s t r o g r a c i o s o y vivaz, las carnes regordetas del
contienen una reliquia del santo representado. En el centro de esta composición, sobre
N i ñ o j e s ú s . A l o l a r g o d e l s i g l o w . el i l u s i o n i s m o de la estatuaria p o l i c r o m a d a se va po- el altar, el retablo de Tomás de Módena ofrece a la adoración un Cristo llagado flanque-
n i e n d o , p r o g r e s i v a m e n t e , e n t e l a d e j u i c i o . E l i n t e r é s p o r la A n t i g ü e d a d explica, al menos do por la Virgen y por san Juan llorando, porque la suntuosidad desbordante no se opo-
e n p a r t e , la p r e f e r e n c i a e n t r e los m á x i m o s escultores italianos p o r la desnudez del bron- ne al dolor cristiano, más presente que nunca. Incluso en la época barroca será difícil
ce y d e l m á r m o l e n d e t r i m e n t o de la p o l i c r o m í a , y se ha a d v e r t i d o q u e los crucifijos de encontrar una convivencia más perfecta entre esperanza cristiana en la salvación y exhi-
m a d e r a p i n t a d a e r a n ya c o n s i d e r a d o s u n g é n e r o m e n o r ' . E l A l e m a n i a , el uso de madera
1 4
bición del lujo. Por lo tanto, no nos asombrará constatar, unos decenios después, que
Bohemia se convierta en el escenario de la iconoclasia husita.
d e t i l o n o p o l i c r o m a d a p o r " F i l m a n R i e m e n s c h n e i d e r se c o n s i d e r ó , d u r a n t e m u c h o tiem-
p o , u n a n o v e d a d d e finales d e l s i g l o , p e r o h o y sabemos q u e n o se trata de una innovación A menudo, se han menospreciado las repercusiones europeas de la crisis husita. Se ha
del escultor de W ü r z b u r g . 9 6 llegado a olvidar que Praga era la capital del imperio y que la condena dejan Hus, en
Constanza, fue en gran parte obra de los teólogos de la Sorbona. Hacia 1420, Flandes fue
E n p i n t u r a , el d i s t a n c i a m i e n t o d e los e n c a n t o s d e m a s i a d o evidentes de la imagen se
sacudida por una crítica social y rcUgiosa y por agitaciones insurreccionales, como la de
p u e d e v e r i f i c a r hacia 1 300. L o s azules y r o j o s fuertes que d o m i n a b a n las vidrieras y, con Tburnai (en la que estuvo implicado el pintor Roben Campin), que los inquisidores i m -
el o r o , las m i n i a t u r a s v a n p e r d i e n d o g r a d u a l m e n t e i m p o r t a n c i a a f a v o r de colores mas putaron a la difusión de las ideas husitas . Un decenio más tarde, la situación había
97
vuelto al orden desde el punto de vista de la ortodoxia, pero en una atmósfera religiosa y
artística nueva, especialmente perceptible en Flandes y en Florencia.
' " T I Lentes, "Andacht" und "Ciebardc". Das religiöse Ausdrucksvcrhahen». en B-Jussen y C. Koslofsky,
Kutiurxlle Reformation. Sinnforjitationen im Umbruch. 1400-1600. Gounga. 1999, pp. 29-67. A partir de principios del siglo xiv, la pintura de caballete competía, cada más con más
H. Feld. Oer IkonokJasmus des Westens. Leiden. 1990. pp. 98ss- fuerza, con la escultura en el campo de las imágenes de devoción. Inicialmente, su poder
°* R. Suckalc, «Rcficxions sur la sculpture Parisienne à l'epoque de sa int Louis et de Philippe le Bel», Rrwe evocativo era inferior, pero también es verdad que tenía de su parte la legitimidad y el
de t'Ari CXXVII.I (2000), pp. 33-48- prestigio que los iconos orientales, a menudo usados como prototipos, otorgaban al
" H . Beck (ed.). Kunst UM 14V0 am Miltelrhein. Ein Teil der Wirklichkeit, catálogo de la exposición
4
i n t e r i o r a c o m o d a d o ( q u e s o c i o l ó g i c a m e n t e es m á s c o r r e c t o d e f i n i r c o m o patricio que
c o m o « b u r g u é s » ) , p e r o e x e n t o de la o s t e n t a c i ó n d e l l u j o . A s i m i s m o , los vestidos de María
son m á s c ó m o d o s que seductores. L a anatomía de la Reina d e l C i e l o se aparta del ideal de
,0
' M. Baxandall. Guato and tbe Oraton. Hiananist Obiervers of Painting m llaly and tbe üuiovery of Putaña!
Compontion. IÍS0-I4S0, Londre». 1971 [cd. cast.: Gietto y los oradores- la fisión de la pintura de lia humanistas
belleza f e m e n i n o p r e d o m i n a n t e en la é p o c a . L o s cabellos, separados con la raya en medio, italianos y eldesrulnmicHto dr la lompomión pictórica. 1350-1450. Madrid, Visor. 19961.
0 Bauchmann, «Kunstgenutt Man Bildcrlnilt. Wirkuny und Rceeption dc« Gemaldcs nach León Bat-
I 0 :
w
M . Baxandall, Painting and Experience in Fifteenth Century Iraly, Oxford, '1974 |ed. cast. Pinturay vida tisuAlberti", en P. BUckle (cd.). -Machi und Ohnmaclu der Bilder», Historivbt Taiisebrifi XXXJil (2002), pp.
359-375.
cutidiiina en el Renaetmiento Artey expcricncui en el tjuatiroceniu. Barcelona, Gustavo Gili, 200QJ«
" Belting, Das Bild und um Publikum, cit.. pp. 66ss.
,u
" K. R. Post, The Modern Devotion. (Jonjioniaiiun irith Reformation and Humanism, Leiden. 1968.
44 A B T E F HISTORIA EN I,A E D A D AILDIX I I I
E L C U L T O DE LAS I M A G E N E S 45
esconde las naves laterales, y la multiplicidad de altares contrasta, por la sobriedad, con
el gusto de las pinturas murales características del Trecento.
Florencia y Flandes no tienen la menor intención de renunciar a las imágenes; las
tienen fuertemente reglamentadas. El mundo germánico no lo hizo, de manera que sus
iglesias estás llenas de imágenes amontonadas en cualquier sitio posible. A modo de
ejemplo, se puede citar la catedral de Estrasburgo, en vísperas de la Reforma, con sus
mas de cincuenta altares y sus consiguientes retablos, a los que se añadía una multitud de
epitafios, sepulcros, imágenes votivas pintadas y esculpidas. Como se puede ver todavía
hoy en las iglesias de Núrernberg, fas columnas que separan la nave central de las latera-
les eran, por su visibilidad, un lugar especialmente codiciado; Jos florentinos preferían,
por el contrario, relegar los retablos a los muros de las naves laterales. Este arte religioso
era igualmente invasivo desde el punto de vista cualitativo. En la segunda mitad del siglo
\\ había recibido la influencia tranquilizador de la pintura flamenca, y la escultura no
pínnula se avivaba con cierto éxito; pero la estatuaria policromada seguía dominando las
iglesias con toda su exuberancia. Las obras ante las cuales se rezaba, mostraban a menu-
do retratos, armas y nombres de los donantes. Los santos podían también asumir los
rasgos de sus rostros. El franciscano Thomas Mumer se lamenta del caso de Estrasbur-
go""; disponemos, en cualquier caso, de indiscutibles ejemplos de tal práctica. El carde-
nal Alberto de Brandemburgo se hizo retratar en numerosos retablos como un santo, a
I-igura 10. Fra Angélico. Florencia, eonxenui de San Mareos, celda í, Xnmnuivtou. fresco, va. 1440 Veces en compañía de su concubina, Ursula Redinger, vestida de santa Ursula (fig. 11) . 104
Algunas imágenes de culto, de especial reputación, estaban vestidas, como, por ejemplo.
las e x c e p c i o n e s a las r e g l a s d e la p e r s p e c t i v a q u e s e g u í a n p e r m i t i e n d o la expresión délo
s o b r e n a t u r a l , p e r o el d a t o e s e n c i a l es, p r e c i s a m e n t e , la existencia de u n nuevo sistema
c u y a s r e g l a s d e b í a n ser i n f r i n g i d a s para c o n s e g u i r t a l f i n a l i d a d .
C o n F r a A n g é l i c o l o s p r o g r a m a s i c o n o g r á f i c o s r e a l i z a n , a su vez, la separación entre
l u j o y d e v o c i ó n , s o b r e t o d o en las p a r e d e s de su c o n v e n t o de San M a r c o s . E l pintor do-
m i n i c o s i t ú a la A n u n c i a c i ó n en una a r q u i t e c t u r a m o n á s t i c a de paredes blancas y
d e s p r o v i s t a d e d e c o r a c i ó n . E n la de la celda 3, el ú n i c o o r n a m e n t o visible está constitui-
d o p o r u n c a p i t e l o c u l t o casi c o m p l e t a m e n t e p o r el ala del ángel ( f i g . 10). L a Virgen lleva
s ó l o u n a t ú n i c a s i n a d o r n o s y. a d e m á s , está desprovista de m a n t o . E n la capilla de Nicolás
V e n e l V a t i c a n o , F r a A n g é l i c o r e p r e s e n t a a los d i á c o n o s E s t e b a n y L o r e n z o distribuyen-
d o a l o s p o b r e s el t e s o r o de la I g l e s i a : t e m á t i c a m u y rara, puesto q u e , normalmente, se
u t i l i z a b a p a r a c r i t i c a r el l u j o e c l e s i á s t i c o . E n este m i s m o v o l u m e n , C o n r a d Rudolph hace
n o t a r q u e la s u n t u o s i d a d de la a r q u i t e c t u r a y de los p a r a m e n t o s litúrgicos difumina tal
i n t e n c i ó n ; p e r o h a b r í a s i d o difícil i r m á s allá en u n l u g a r de este g é n e r o . Se advertirá que
la r e p r e s e n t a c i ó n d e l o s i n t e r i o r e s de las iglesias r e m i t e a una Antigüedad vista con los
o j o s d e B r u n e l l e s c h i . A q u í l o s m u r o s t a m b i é n están revocados de blanco y la decoración
es e x t r e m a d a m e n t e s o b r i a : el c i b o r i o d e una iglesia y la s c m i c ú p u l a ábsida! de la otra son
d o r a d o s . S i n e m b a r g o , n o figuran n i r e t a b l o s , n i a d o r n o s , n i p i n t u r a s murales, n i mosai- Figura 11- Simon Franck, San Mariin y ¡anta Unulu, tablas de polipüco,
cos. S ó l o l o s c o n t o r n o s q u e se p e r f i l a n en la r e f e r i d a semicúpula y el C r i s t o en majestad pintura snbrc tabla, 1524 (?).
m o n o c r o m o q u e d e c o r a u n t a m b a n i l l o , nos i m p i d e n sospechar que Nicolás V y Fra
A n g é l i c o c o m p a r t i e r a n e l p u n t o d e vista h e r e j e , s e g ú n el c u a l la Iglesia p r i m i t i v a desa- T. Murncr, Narre nbesebworung, ed. iM. Spanier, Bcrlín-l>cip7jg, 1926, cap. LXXIV, pp. 37iss.
Dupcux, Jezlcr y Wirth (eds.), ¡coaoclasvic, cit., p. 180.
p r o b a b a las i m á g e n e s . A u n q u e c o n t e n g a n n u m e r o s o s retablos del Q u a t t r o c e n t o , la igle-
sia d e S a n L o r e n z o y la c a p i l l a P a z z i , realizadas en F l o r e n c i a p o r Brunelleschí, expresan
e l m i s m o i d e a l d e d e s n u d e z . L a nave d e i n s p i r a c i ó n p a l e o c r i s t i a n a c o n la columnata, que
46 ARTE t. H I S T O R I A F. N L A E D A D A I F. » I A I I I
EL C I I L ' I Ü D L LAS IM A R E N es
47
la de la V i r g e n en G l o r i a que servía de paladión de la c i u d a t l de E s t r a s b u r g o , ubicada en
la capilla frente al jübéde la catedral. C o n u n gesto que quería ser .le h u m i l d a d , algunas
decir verdad. Lulero no fue tan hostil a la utilización de las imágenes para la oración y su
ricas damas la cubrían con sus joyas . 1
pi isición es. más bien, ambigua. Sin embargo, es significativo que las obras realizadas por
La iglesia c o m o lugar de exhibición de la riqueza y del p o d e r de L< »s donantes a través de los Cranach, bajo su influencia y la de Melanchton, eviten, sistemáticamente, poner al
las imágenes destinadas al c u l t o n o es algo exclusivo de los países germánicos; sin embargo, riel en presencia de la imagen frontal de Cristo. Así, en los dípticos con el tema de la
es aquí donde parece haber llegado a la culminación: m u y p r o b a b l e m c i ite porque estos países Caída y de la Redención, el crucifijo figura sistemáticamente de perfil o de tres cuartos,
no poseían cortes dignas de tal n o m b r e . E l lujo p r o f a n o estaba m m refrenado en toda la nunca de frente respecto al espectador; por lo tanto, yanolepuedeservirdeinterlocutor . 110
sociedad, y la competición suntuaria se libraba en las iglesias. Era una .marión que suscitaba Los reformadores estaban de acuerdo en considerar las imágenes un problema de
reacciones c o m o , p o r ejemplo, en Estrasburgo, d o n d e fue estigmati uta, entre otros, por el < irdcn público y pedían a la 3utondad política que lo resolviera. En gran parte de Alema-
predicador de la catedral J o h a n n Geiler y p o r el franciscano T h o m a \lurner "". Se puede 1 nia y de Suiza, las imágenes religiosas fueron metódicamente destruidas, de manera
ordenada, por cuadrillas de artífices pagados para hacerlo. En Inglaterra, la destrucción
decir que fue una de las causas fundamentales de la Reforma, junto a la crisis social que
a produjo también por orden de la autoridad en los decenios sucesivos. En Francia, en
desembocó en la guerra de los campesinos, transformándose en una auténtica revolución. ...imbio, tuvo carácter insurreccional, con extrema ferocidad, con motivo de las guerras
de religión ". Si se tienen en cuenta los países escandinavos, los bálticos y los Países
1
Baji >s, se puede decir que el culto de las imágenes fue cuestionado, o desapareció, en gran
La R e f o r m a parte de Europa.
Después de no pocas vacilaciones, la Iglesia romanase pronunció al respecto en 1563,
L a abolición del c u l t o de las i m á g e n e s , s i n e m b a r g o , n o formaba pane de las inten- mediante un decreto del Concilio de Tremo (sesión X X V ) " , decreto que principalmente
2
ciones iniciales de los r e f o r m a d o r e s del s i g l o x v i . L a consigna luterana de la salvación ratificaba la veneración de las imágenes sagradas según las decisiones del segundo Concilio
p o r la fe y n o p o r las obras tenía c o m o o b j e t i v o más a m p l i o el c o n s t i t u i d o por todo el de Nicea. Abandonando la doctrina de santo Tomás, contrapuso esta veneración a la
sistema de donaciones y devociones, presuntas dispensadoras de salvación. Su éxito fue adoración, que se debe sólo a Dios, incluida también la imagen de Dios. Nos podemos
i n m e d i a t o p o r q u e respondía a una t o m a de conciencia va m u v d i f u n d i d a . En ciudades preguntar el porqué de esta marcha atrás. Pudo haber sido fruto de un compromiso con
c o m o L ü b e c k y E s t r a s b u r g o las donaciones sufrían ya u n c l a r o retroceso y empezaban a las preocupaciones planteadas por el culto de las imágenes en el seno mismo de la Iglesia;
pero se trató también de la reorganización de esa práctica. En el caso de la eucaristía no
pasar de m o d a " . P o r el c o n t r a r i o , una ciudad más p r o v i n c i a n a c o m o I*riburgo, en
1
se hizo ninguna concesión, y el rechazo del culto de latría, en relación con el Santísimo
Brisgovia, reestructuraba suntuosamente su catedral, y los campesinos de la Suiza oriental Sacramento, fue objeto de anatema (sesión X t l I , canon 6). En época posconciliar, la
n o se habían c o n s t r u i d o n u n c a tantas iglesias'"*. L a presencia de comportamientos solemnidad del culto eucarísdeo tuvo un crecimiento constante y se destruyeron \osjubés
similares, c o n t r a d i c t o r i o s al m i s m o t i e m p o , t r a n s f o r m ó el ataque a las imágenes en un para orientar la adoración de los fieles a la hostia consagrada.
i n s t r u m e n t o , t a n espectacular c o m o eficaz, de denuncia del sistema, exigiendo la reforma
La otra novedad fue la aparición de una censura de las imágenes, confiada a la jerarquía
o la d e s t r u c c i ó n . E n W i t t e n b e r g , en 1522, luego en Z ú r i c h o Estrasburgo, tales ataques episcopal y dirigida contra las innovaciones iconográficas no autorizadas, las imágenes
e j e r c i e r o n una f u e r t e presión sobre las autoridades, obligándolas a decantarse, como contrarias a la fe católica o al pudor. Por lo que concierne a las imágenes antiguas, no se
t a m b i é n o b l i g a r o n a los r e f o r m a d o r e s a p r o n u n c i a r s e al r e s p e c t o . Se contrapusieron
109
previo ninguna censura; a pesar de ello, se inició la depuración. A menos de dos meses de
así dos d o c t r i n a s : L u t e r o rechazaba la iconoclastia p e r o impedía las donaciones, lo que la conclusión del Concilio de Tremo, el papa encargó al pintor Daniele da Voltérra la tarea
i m p l i c ó la c o n s e r v a c i ó n de u n g r a n n ú m e r o de obras medievales en las zonas de su de recubrir las partes pudendas de Dios y de los humanos en el Juicio Universal de Miguel
i n f l u e n c i a ; p o r su p a r t e , los r e f o r m a d o r e s m á s radicales, de K a r l s t a d t a Z w i n g l i o , de Angel en la Sixtina. A partir de 1565, Carlos Borromeo se erigió como ejemplo de prelado
B u c e r o a C a l v i n o , p r e c o n i z a b a n la destrucción de las imágenes religiosas. Pero todos escrupuloso, dando caza a las imágenes impúdicas en la diócesis milanesa. A partir de ese
e r a n , p o r i g u a l , c o n t r a r i o s al c u l t o de las imágenes, que equiparaban con la idolatría. A momento, las iglesias italianas fueron sometidas a una intensa labor de modernización, que
conllevó b desaparición de la mayor parte de las imágenes medievales. E l mismo fenóme-
no se registrará a continuación en España y, después, en Francia y Austria.
105
J. \\*irth. «Une Merge goduque s t r a s b o u r g K o i s e ou Ies tribulations d'une image de culto-. Cahiers alsa-
ciens d'art et d'archéologie X X I (1998), pp. V3-104.
Dupeux. Jexler y YMrth (eds-). Iconoclasrne, cit., pp. 114, 284s.
lw,
Al. Hasse. «Lübecker Maler und Bildschniuder um 1500»-. Niederdeutsche Beitrage zur Kirnstgeschabte Hl
1 0 7
(1964), pp. 265-318; J. Winh. -L'art d'Eglise et la Réforme à Strasbourg«, en E Mutier (ed.), An, religion, so- 'J. Winh, «Le dogme en image: Luther et l'iconographie». Revue de l'Art LU (1981), pp. 9-2Ï.
ciété dans l'espace germanique au Xile siècle, Estrasburgo, 1997, pp. 133-158.
O. Christin, Une révolution symbolique. Viconotlasme buguenol et la reconstruction catholique, Paris, 1991
Menozzi, Les images, at., pp. I89$s.; Feld, Der Ikonoklamius, cit., pp. 193ss.
1UÖ
P. JezJer, Der spatgotische Kirchenbau in der 'Zürcher Landschaft. Die Geschichte eines «Haubooms- am Ende
des Mittelalters. Wetzilcon, 1988.
,0Ç
Dupeux, Jcider y Wirth (eds.), ¡conoclasrne. cit., pp. 68ss.
48 ABTS F HISTORIA BN LA F D A D M C P I A III
Conclusión
L a s i m á g e n e s d e c u l t o m e d i e v a l e s de m a y o r p r e s t i g i o , a pesar de l o d o , sobrevivieron a
estas t r a n s f o r m a c i o n e s , si b i e n r e c u b i e r t a s de capas d e r o p a j e s , m a n t o s y joyas. Piénsese en
obras c o m o la Santa Faz d e L u c c a . q u e todavía h o y existe. < • l.i \ i r g e n N e g r a de he Puy,
n o d e s t r u i d a hasta la é p o c a de la R e v o l u c i ó n francesa. F n c o m p e n s a c i ó n , estas imágenes
de c u l t o p e r m a n e c i e r o n al m a r g e n de las p r á c t i c a s artísticas d o m i n a n t e s . LoS artistas
i m p o r t a n t e s adquirían f a m a , e n las iglesias c o m o en o t r o s lugares, c o n p i n t u r a s narrativas, LA RESISTENCIA AL ARTE EN OCCIDENTE
c o n estatuas n o p o l i c r o m a d a s d e c a r á c t e r m á s c o n m e m o r a t i v o •< d e c o r a t i v o que cultual. Conrad Rudolph
D e s p u é s de la Piedad d e M i g u e l Á n g e l , n o son m u c h a s las ¡rnági m-s de devoción realizadas
p o r artistas de p r i m e r o r d e n . Ya se había p r o d u c i d o una fractura . n i re el c u l t o de las imá-
genes y la i n v e r s i ó n artística, y resultaría una e x a g e r a c i ó n sostener que se había dado el
paso d e la edad de la i m a g e n a la d e l a r t e . P u e s t o q u e la p r o d u c e n »n de imágenes continua-
ba, es c o r r e c t o a f i r m a r que la i m a g e n c o m o tal - l a realización d e l s u s t i t u t o de u n persona-
»e real o i m a g i n a r i o - ya n o está en el n ú c l e o de la p r á c t i c a a r t í s t i c a *. 11
R e f o r m a d o y ya al m a r g e n de las c o r r i e n t e s artísticas p r i n c i p a l e s , el c u l t o de las imá- termino de «doctrina» indico lo que puede ser entendido como un principio intimidato-
genes se c o n v i r t i ó , j u n t o c o n la o b e d i e n c i a al papa y el c e l i b a t o de los curas, en caracte- no de la cristiandad o, al menos, de la rida cristiana, ya sea obra de un concilio o de un
rística d i s t i n t i v a d e l c a t o l i c i s m o , r e l i g i ó n q u e p e r m a n e c e fiel al c r i s t i a n i s m o medieval en papa). Esta carencia aparente no es fruto de una escasa consideración del arte en la
a l g u n o s aspectos i m p o r t a n t e s : d e la c o n c e p c i ó n sacrificial de la misa al mantenimiento de dinámica social, como lo demuestra, muy claramente, la querella iconoclasta en Oriente , 2
las ó r d e n e s m o n á s t i c a s o el c e l i b a t o del c l e r o . S i n e m b a r g o , n o hay nada que demuestre sino que deriva, en gran parte, del hecho de que la posición del arte religioso en la cul-
t a n t o las d i f e r e n c i a s c o m o el d e s t i n o de las i m á g e n e s (casi t a n t o c o m o el protestantismo) tura fundamentalmente religiosa de Occidente fue considerada más un elemento para ser
comunicado a través de la tradición (las flexibles y variables posiciones de cada comuni-
p o r u n aspecto todavía m á s i m p o r t a n t e : el c r i s t i a n i s m o m e d i e v a l estaba en el centro de la
dad, capaz de responder a las exigencias del momento con referencias, aunque no con
vida social y f o r j a b a la a u t o r r e p r e s e n t a c i ó n de la sociedad; el c a t o l i c i s m o es sólo u n sector
respeto, a costumbres practicadas en el pasado, pero sin que implicaran ordenamientos
de la vida social y existen f o r m a s a l t e r n a t i v a s de r e p r e s e n t a c i ó n .
1
V. Cnimel.mfr rotr -linages (Culte d«)». en A. Vacant et a! (eds.), Dictionnaire de tbe'oloffe eauioliqut, vol.
VII, parte I. pp. 766-8+4.
Belung. Hild und Kiilt. cit.. pp. 510 s$. •'E.J Marun, A History of the Itonectastie Controversy, Londres. 1930, E. Ki Dinger. -The Cult of linages in
Como admite con gran ptsar Johannes Jansvcn. prelado c historiador, en un gran libro que sigue siendo
1 , 4
the Age Iwforc Iconodasm-, Dumbarton Oaks Papers 8 (1954). pp 83-1 SO.
de enorme utilidad: Geschichte des deutseben Volker seit dein Ausgang des Mittelalters. Freiburg im Brcisgau, 1878.
Wirth. ISart d'Eglise, cit.; J. Galvîno. Institution de la religion ehrcstienne. CtL J.-D« Benoit, Paru, 1957-
1 , 1
J963, vol. I . p. 127 |ed. cast.: Sumario de Institución de la religión rrrnw/M, lerrassa, CL1E, 1991).
ABTE E HISTORIA EN LA E D A D MEDIA I I I
50
sistencia al a r t e - y q u e i n c l u y e n t a n t o la c r í t i c a c o m o las |ustili< a c i o n e s - son constantes, upo de objeto prohibido por el segundo mandamiento. Según algunos estudiosos del
texto bíblico, la posición teológica del primer judaismo sobre la representación pictórica
si b i e n el é n f a s i s p u e s t o e n u n a u o t r a p u e d e v a r i a r m u c h o , según la p a r t i c u l a r complejidad
du lo divinó no se basó en la imposibilidad de pintar lo inmaterial a través de lo material,
d e las fuerzas sociales e n j u e g o e n u n d e t e r m i n a d o t i e m p o o cs|>aeio. sino que tiene que ver con la difundida creencia coetánea de que la divinidad pintada
estaba, en cierto modo, presente en la imagen de culto, dando así a la persona que la
rezaba una indefinida influencia sobre ésta". Por esta razón, tal intento de jactarse de
L a p r i m e r a época cristiana influir sobre la divinidad había sido una afrenta a su omnipotencia, según el pensamiento
judío. Al mismo tiempo, esta prohibición no se había aplicado a imágenes relativas a lo
que era menos importante que la divinidad, explicando de ese modo la aparente
L a idea d e q u e la I g l e s i a c r i s t i a n a d e los o r í g e n e s fue iconoclasta o, incluso, contradicción entre el segundo mandamiento y el impulso divino dado a las obras de arte
d e c i d i d a m e n t e c o n t r a r i a al a r t e ha s i d o r e t o m a d a e n m u c h a s u u i M n n e s (con el término bíblicas antes mencionadas. Para mayor comodidad, me referiré a ella como la inter-
i c o n o c l a s r i a d e f i n o u n a i d e o l o g í a r e l i g i o s a q u e n o acepta i m á g e n e s de D i o s o de los pretación mosaica del segundo mandamiento. Se trata de una interpretación anicónica,
s a n t o s , y t o l e r a s ó l o s í m b o l o s n o figurativos). L e j o s d e ser i c o n o c l a s t a , se puede demostrar aunque no iconoclasta: no se admiten imágenes de la divinidad (como quiera que sea ésta
q u e la I g l e s i a p r i m i t i v a n o t u v o s i q u i e r a u n a p o s i c i ó n d o c t r i n a l clara sobre el arte, pero concebida), pero otras imágenes, incluso las religiosas, están permitidas.
la t r a d i c i ó n era t a l q u e n o s ó l o n o h a b í a n i n g ú n t e m o r real a las i m á g e n e s , sino que tanto
el a r t e p r o f a n o c o m o el r e l i g i o s o se c u l t i v a b a n en n u m e r o s a s c o m u n i d a d e s - l o que ha La opinión, más tardía, de que lo material no puede representar lo inmaterial y que
l l e g a d o a n o s o t r o s es d e m a s i a d o escaso, para ser m á s p r e c i s o s - , s i e m p r e que la base la adoración de ídolos equivale a adorar objetos materiales está presente en otros libros
del Antiguo 'léstamento y en la cxcgesis bíblica judía - 9
e c o n ó m i c a de las c o m u n i d a d e s m i s m a s l o p e r m i t i e r a * .
Sin embargo, a causa de la resistencia macabea hacia la política helenizante de los
S i n e m b a r g o , la t r a d i c i ó n t a m b i é n llevaba c o n s i g o u n c i e r t o g r a d o de resistencia al Seléucidas (especialmente entre el loó y el 163 a.C), el segundo mandamiento empezó,
a r t e , una o p o s i c i ó n d e b i d a a v a r i o s factores destinados a reaparecer y ampliarse en el gradualmente, a ser interpretado por algunos en clave iconoclasta , como un medio para 10
Paint the Likeness of Chnst Himself*; The Mosaic Prohibition as Provoeanon for Christian Images», Jewish
Art XJOII-XXTv' <I997-1998), pp. 124-139; J. Gutm.inn, No Graven Images. Studies in Art and the Hebrew Bible,
-' E. R. Bevan, Holy Images: An Inquiry into Idolatry and Image-Worship in Ancient Paganism and in Christia- Nueva York, 1971, pp. 3-18.
nity, Londres. 1940; C. Üohrncn y T. Sternberg (eds.), ... kein Bildnis machen: Kunst und Theologie im Gespratb, ' Una version «sacerdotal» tn E^odo 25-31, 35-40. del siglo vi a.C-, aproximadamente.
Wurzburgo, 1987; W- Klüger, Die Stellung der alten Christen zu den Bildern in den ersten xuer Jahrhunderten, Reyes, I 9.1-9. probablemente de mediados del siglo vi a.C; Crónicas n 7, 11-22, ea. 350-300 a.C.
6
Leipzig 1930, pp. 1-98; P. O Finney. The Invisible God. The Earliest Christians on Art, Nueva York, 1994; H. ' Una redacción yahvista en Números 21,4-9, probablemente del siglo ix a.C.
Koch. Die altchnstliche Bilderfrage nach den literarischen Quellen, tiotinga, 1917; M . C. Murray, - A n and the " K. II. Bernhardt. Con und Bild: Ein Beitrag zur Begründung und Deutung des Bilderverbotes h/t Alten Testa-
Early Church". Journal of Theological Studies, n. s.. X X M l l (1977), pp. 303-345; W. R. Jones, «An and Christian ment, Berlin, 1956, pp. 24-33.
Piety: Iconodasm in Medieval Europe*, en J. CJuouann (ed.). The Image and the Word: Confrontations inJudaism, "'Por ejemplo, Isaías 40, 12-26, ca. 537 a.C; Filón de Alejandría, De Decálogo, 66-81, ra. 20 a.C-ra. 50 d.C.
Christianity and Islam, Missoula Alont. 1977. Por ejemplo, Fhviojosefo, Antiqmtates, 8, 194-195, cfr. 3, 91, ta. 94 d.C.
lu
4
Exodo 20. 4-5 de la Vulgata, una redacción elohjsta que se remonta probablemente al siglo ix 3.C.; cfr.
Deutcronomio 5, 8-9, redactado en el siglo KM a.C; cfr. también tbid. 4, 10-19; H . L. Kessler, -"Thou Shalt
55 \BTfc E H I S T O R I A E N L A li D A D M E O I A I I I
L a é p o c a de los a p ó s t o l e s L A H E S I S T E N C Í A AL A U T E EN O C C I D E N T E 53
E l c r i s t i a n i s m o c o m o secta j u d í a n o p r o s p e r ó y . c o n la e v a n g e l i z a e i ó n de los gentiles sugerir que los escritores más importantes del periodo -Orígenes, Tertuliano y Clemen-
p o r p a r t e d e P a b l o , p e r d i ó i n m e d i a t a m e n t e su c o n n o t a c i ó n de ala del judaismo para te de Alejandría- siguieron diferentes interpretaciones mosaicas del segundo manda-
miento, respetando la idea deque la divinidad misma no tenía que ser representada, pero
c o n v e r t i r s e e n u n a d e las n u m e r o s a s r e l i g i o n e s m i s t é r i c a s q u e o i m p e l í a n entre sí dentro
sin L-xicndcr más allá tales prohibiciones. Por ejemplo, discutiendo sobre el segundo
d e l i m p e r i o r o m a n o , d e s t i n a d o a a b r a z a r y d e s p u é s a c o n v e r t i r s e en el hereden» privile- mandamiento, Orígenes (c/r. 185- ca. 254) afirmó, nada menos que dos veces, que la ima-
g i a d o d e la c u l t u r a g r e c o r r o m a n a . gen de algo en lo alto de los cielos, abajo en la tierra o en las aguas debajo de la tierra es
E s i m p o s i b l e d e c i r si l o s c r i s t i a n o s d e la p r i m e r a g e n e r a c i ó n l u c i e r o n o no uso del un ídolo» (stmilitudo, en la ü-aducción latina de esta obra usada en el transcurso de la
a r t e - Su p e r t e n e n c i a a clases sociales g e n e r a l m e n t e i n f e r i o r e s h a b r í a t e n i d o que excluido Edad Media), con el valor prohibitivo del segundo mandamiento si se presenta como
p o r r a z o n e s e c o n ó m i c a s , si b i e n eso n o es, e n a b s o l u t o , a l g o que pueda impedir el ob|cto de adoración, con la consecuencia directa de ser un ídolo todo aquello que es
ad< irado -. 1
A q u í , c o m o e n o t r o s l u g a r e s d e las e p í s t o l a s d o n d e P a b l o se p r o n u n c i a claramente en na objeción real al uso de las imágenes figuradas (en sí y por sí) en las liturgias cristianas
c o n t r a d e la i d o l a t r í a , n o se p l a n t e a n u n c a la c u e s t i ó n de las i m á g e n e s en sentido más solemnes y no indica, de ninguna manera, límite alguno al uso coetáneo de las imá-
p r o p i a m e n t e d o c t r i n a l , d e la m i s m a f o r m a q u e t a m p o c o aparece en ningún o t r o pasaje genes. En un pasaje muy malinterprctado en el que critica lo que consideraba una con-
d e l N u e v o T e s t a m e n t o : la c u e s t i ó n es la de la idolatría (la a d o r a c i ó n de aquello que no es ducta demasiado predispuesta al perdón en relación con los adulterios, basada en el apó-
el ú n i c o D i o s v e r d a d e r o ) , n o el uso d e las i m á g e n e s . L a c o n c e p c i ó n de la imagen de culto crifo El Pastor de Hermas, cita la representación del Buen Pastor que figuraba en los
c o m o d e p o s i t a r í a , e n c i e r t o m o d o , d e la p r e s e n c i a d e l o d i v i n o está en la base de esta cálices usados por un pontífice, del que no dice el nombre, tal vez el papa Calixto 1, uti-
i d o l a t r í a , y la l í n e a d e c o n d u c t a o la t r a d i c i ó n es a n i c ó n i c a , la versión cristiana de la lizándola como instrumento retórico en su polémica contra la rápida concesión del per-
dón por parte del Pastor, subrayando así que en estos pueblos el Pastor ha tomado el
i n t e r p r e t a c i ó n mosaica del segundo m a n d a m i e n t o .
lugar de Cristo (el Buen Pastor) como fuente de autoridad religiosa y moral . Tampoco 16
Clemente de Alejandría (ea. \5Q-ca. 215) muestra gran interés en la cuestión del uso de
A s í , a u n q u e n o r e l a c i o n a d a c o n el p r o b l e m a d e l a r t e sacro, la e c o n o m í a sacra -el sis-
las imágenes al hablar, brevemente, del segundo mandamiento dentro de una discusión
t e m a d e i n t e r c a m b i o de s e r v i c i o s o p r i v i l e g i o s e s p i r i t u a l e s c o n d i n e r o u otros bienes- fue sobre el Decálogo; revela, además, estar interesado sobre todo en problemas de orden
t r a í d a o c o l a c i ó n ; este t e m a estaba d e s t i n a d o a c o n v e r t i r s e en r e c u r r e n t e , especialmente suntuario, y no artístico, pasaje muy conocido sobre el uso de las imágenes en los sellos
e n el á m b i t o d e las p e r e g r i n a c i o n e s , u n a vez q u e la c u l t u r a c r i s t i a n a se h u b o difundido. personales, pasaje que puede servir sólo en segunda instancia y, por lo tanto, muy poco
revelador de las costumbres contemporáneas y de sus limitaciones' . 7
" Hechos de los Apóstoles 19, 23-41; cfr. Salmos 11 3, 12 (11 3b, 4); Isaías 2, 8, etcétera.
\BTE Y. H I S T O R I A EN IA E D A D MFDIV III
Sin embargo, es todavía más importante lo que estos autores no dicen con respecto a
d e q u e u n f a b r i c a n t e d e i m á g e n e s n o p u e d e ser c r i s t i a n o : el i e n t r o t i c la cuesnón no son,
este asunto. A pesar de que sus argumentaciones cuenten, en diferente medida, con una
s i n e m b a r g o , las i m á g e n e s , s i n o m á s b i e n la c o n t i n u i d a d que c l h • s u p o n e del cuín» pagano bast 1 cológica y estén más o menos ancladas en una interpretación mosaica por ser
i d ó l a t r a ; e s t á c l a r o , a d e m á s , q u e la p r o b l e m á t i c a d e l uso de I is i m á g e n e s tuvo tan poco cnsnanas, n<> se hace nunca hincapié en las implicaciones cristológicas impb'citas en la
v a l o r e n la c o m u n i d a d , q u e a f i r m a q u e a l g u n o s c r e a d o r e s de i m á g e n e s fueron escogidos relación entre el uso de las imágenes y el arte. Desde el punto de vista cristiano, el
c o m o c l é r i g o s c o n l a t a r e a d e o c u p a r s e d e la e u c a r i s t í a , p r o b a b l e m e n t e una forma de segundo mandamiento, tanto con una interpretación mosaica como con una macahea, se
d i a c o n a d o , c a r g o d e alta r e s p o n s a b i l i d a d en la é p o c a ' " . C l e m e n t e de Alejandría \ Justino refería específicamente a la época de la Ley escrita (cuyo inicio se fijaba, habitual mente,
con el Decálogo y concluía con la Encamación), no al periodo de la Gracia (que empezó
m á r t i r {ca. 1 0 0 - ca. 165) r e c h a z a n , c o n u n e v i d e n t e p l a t o n i s m o * la representación del
con la Encarnación y que continuaría hasta el final de los tiempos). En el periodo de la
C r e a d o r a t r a v é s d e l o c r e a d o , p e r o d e n u e v o d e j a n d e l a d o la cuestión real del uso de las I ,ey escrita, Dios era conocido por su pueblo (a excepción de algunos profetas, a quienes
i m á g e n e s - " . E n m u c h o s aspectos, la t r a d i c i ó n figurativa d e l ct i s n a n i s m o de los orígenes se airibuyó una presciencia de Cristo) sólo como entidad espiritual: el Yahvé hebreo del
n o f u e e n a b s o l u t o d i f e r e n t e d e a l g u n o s p r e c e d e n t e s paganos de g r a n prestigio, preceden- Antiguo Testamento, un concepto después asumido en el Dios Padre cristiano del Nue-
tes q u e la c u l t u r a c r i s t i a n a c o n o c i ó m u v b i e n ' . 1 vo Testamento. Sin embargo, en el periodo de la Gracia, por medio de la Encarnación,
Dios adopta una forma corpórea en la segunda persona de la Trinidad, a todos los efectos
S o n , p r e c i s a m e n t e , estas a r g u m e n t a c i o n e s , m á s p r o p i a s de la esfera intelectual o y al mismo tiempo divina y humana. El aspecto visible de Cristo, del todo divino en su
s o c i a l q u e d e l a t e o l ó g i c a —objeto d e escasa c o n s i d e r a c i ó n en este p e r i o d o - . las que cuerpo completamente humano, suponía algo que no estaba contemplado en el segundo
h a b í a n c o b r a d o g r a n i m p o r t a n c i a p a r a la E d a d A l e d i a . P o r e j e m p l o , en la defensa del mandamiento. Sin embargo, Cristo en cuanto hombre y personaje histórico era algo que
c r i s t i a n i s m o f r e n t e a la a c u s a c i ó n p a g a n a d e ser u n a secta secreta y subversiva, sin tem- había sido visto por ojos humanos, cosa que no había sucedido con Yahvé; lo divino podía
p l o s n i a l t a r e s , A l i n u c i o F é l i x ( f i n e s d e l s i g l o 11-07. - 5 0 ) s o s t i e n e q u e l o sagrado no pue- verse bajo una forma material -como una obra de arte-, aunque sólo en su aspecto
corpóreo. N o obstante, en ese momento tal problemática no estaba destinada a ser
d e e s t a r l o c a l i z a d o - , a f i r m a c i ó n q u e s e r á f u n d a m e n t a l ( a u n q u e s i n n i n g u n a influencia
2
tratada desde el plano teológico en relación al arte. Sin embargo, fue afrontada a
p o r p a r t e d e A l i n u c i o ) p a r a la o p o s i c i ó n a la i n s t i t u c i ó n d e la p e r e g r i n a c i ó n , uno de los propósito de la tradición, de la práctica tradicional, común entre la población y verificable
m á s g r a n d e s m o t o r e s d e l a r t e m e d i e v a l . L a c r í t i c a d e O r í g e n e s , si b i e n en u n contexto en las costumbres funerarias privadas y en las del arte eclesiástico oficial de la Iglesia pre-
d e c l a r a d a m e n t e p a g a n o ' * , al u s o d e l a r t e , q u e está j u s t i f i c a d o p o r q u e se realiza para constantiniana.
h o n r a r a D i o s , es u n a a r g u m e n t a c i ó n q u e se r e t o m a r á m á s t a r d e e n el transcurso de la
E d a d A l e d i a , e n u n c o n t e x t o c r i s t i a n o y s i n n e c e s i d a d de c i t a r la a u t o r i d a d de Orígenes. Si, aparentemente, no existe forma alguna de arte reconocible como cristiana antes
C u a n d o c o n d e n a el u s o p a g a n o d e h í b r i d o s e n el a r t e r e l i g i o s o - , se trata de una censu-
4
del año 200 aproximadamente, hay, sin embargo, toda una serie de razones que disuaden
de interpretar esto en clave iconoclasta. Ante todo, existen los testimonios literarios,
r a q u e a l c a n z ó su p u n t o c u l m i n a n t e e n el s i g l o x n , c u a n d o se dirigió contra el arte
ahora mismo objeto de debate, que revelan un rechazo de la idolatría, pero no del uso de
c r i s t i a n o p e r o , d e n u e v o , s i n n i n g u n a r e f e r e n c i a d i r e c t a al p e r i o d o d e l cristianismo de las imágenes en sí. En segunda instancia, se considera que la mayor parte de los cristianos
l o s o r í g e n e s . E n su d e f e n s a d e n o u t i l i z a r i m á g e n e s p o r p a r t e de los cristianos frente a eran pobres y tenían escasos o nulos recursos para gastar en obras de arte. En tercer l u -
l o s q u e n o l o e r a n —antes q u e c r i t i c a r su u s o d e n t r o d e l p r o p i o cristianismo—, él consi- gar, algunos de los primeros testimonios no cristianos relativos a los cristianos mencio-
nan el alto porcentaje con el que éstos gastaron su limitada disponibilidad de dinero para
el cuidado de los pobres (la creación de obras de arte vista como algo opuesto a la asis-
l
* Orígenes. Contra Ceísum. 8, 18; 3, 40; 7, 65-66; 8. 17-20; cfr Alinucio Félix, Octavias, 32. y Amobio, tencia a los pobres se convertiría en una constante). Como cuarto punto, esos pobres
Adversas natiunes. 6. 8-27. entre los que se considera que se desarrolló in primis el cristianismo fueron también, en
1 0
Tertuliano. De idolatría. 3-8. general, personas no cultas, en cualquier caso no el tipo de personas que habrían encar-
* Clemente de Alejandría, Strormita. 6. 16; Tertuliano. Apohgetieutn, 1, 9.
u
gado obras de arte originales o desarrollado un nuevo orden iconográfico. Por último, y
-' Por ejemplo. Varrón citado en Agustín, De emítate Del, 4, 9; 4, 31; 7, 5, Cicerón. De naturadeorwn, 2,70,
Séneca, también mencionado en Agustín. De civitaie Dei. 6, 10; Plutarco, Viiae, iVurna, 8, 13; cfr. Tertuliano,
Apologetiaim. 25. » Id., Contra Celswn, 4, 31; cfr. 6, 66.
2 2
Alinucio Félix, Octavias. 32.
1 3
Orígenes, Contra Celsum. 3, 40.
2 4
Id.. Horntliae in Exodum. 8, 3.
56 A R T E E HISTORIA EN L A F. o A D M E D I A 111
c o n s a g r a d a s m á s t a r d e ( i n c l u i d a s las v i v i e n d a s p r i v a d a s d e s t i n a d a s a iglesias).
Así, c u a n d o e n la p r i m e r a m i t a d d e l s i g l o m a p a r e c e u n arte c o m p l e t a m e n t e recono-
c i b l e c o m o c r i s t i a n o c o n la d e c o r a c i ó n , e n g r a n p a r t e p r i v a d a , d e las catarumh.-.s, no fue
f r u t o d e u n a c a s u a l i d a d o d e u n a v o l u n t a d c i e g a , s i n o q u e m á s b i e n siguió un sólido
m o d e l o f o r m a d o p o r a l e g o r í a s , s í m b o l o s y u n a r e d d e r e f e r e n c i a s ; a esto se sumaron,en
la s e g u n d a p a r t e d e l s i g l o , las q u e p u e d e n l l a m a r s e i m á g e n e s h i s t ó r i c a s de C r i s t o toma-
das d e l N u e v o T e s t a m e n t o ( e n t r e ellas la d e C r i s t o c o m o n>. s í r o O filósofo, poco com-
t
p r e n d i d a a p e s a r d e p r o c e d e r d e l o s e v a n g e l i o s ) . L o s ú n i c o s t e s t i m o n i o s evidentes del
a r t e figurativo d e l a I g l e s i a o f i c i a l al i n i c i o d e l s i g l o m , c o n s e r v a d o s en D u r a Europos
(23 1 - 2 5 2 ) , e s t á n , s i g n i f i c a t i v a m e n t e , e n c o n s o n a n c i a c o n la i d e o l o g í a presente en ciarte
d e las c a t a c u m b a s , y r e v e l a n el m i s m o e n f o q u e b á s i c o r e s p e c t o a las imágenes que el
m a n i f e s t a d o e n la c o n t e m p o r á n e a s i n a g o g a d e D u r a . T a m b i é n aquí las imágenes son las
d e la a l e g o r í a o la h i s t o r i a n a r r a t i v a , y n u n c a r e p r e s e n t a n a < n s t o en la manera que se
p u e d e d e f i n i r c o m o i c ó n i c a o d e v o c i t i n a l ; C r i s t o , q u e es D i o s , está e f i g i a d o . pero nunca
c o m o u n d i o s . L a m i s m a s i t u a c i ó n se r e p i t e e n l o s p r i m e r o s s a r c ó f a g o s cristianos, que
se c o n s i d e r a q u e a p a r e c i e r o n e n la s e g u n d a m i t a d d e l s i g l o n i . I I Espíritu Santo se re-
Fi|íut.i I Roma, Cuidad del Vaticano, necrópolis Je San Pedro, turnia de los Julios, Cristo como Apolo/
p r e s e n t a c o n u n a p a l o m a - t a l c o m o se d e s c r i b i ó en la t r a d i c i ó n h i s t ó r i c a narrativa de los Helios, mosaico paneta!, siglos nr-iv (ea. 300).
e v a n g e l i o s — y a D i o s P a d r e se l e r e p r e s e n t a r 3 r a vez. y s ó l o en f o r m a s típicamente alu-
sivas O c o n u n a m a n o , n o c o m o i m á g e n e s d e l m i s m o (a este p e r i o d o se remonta una siciones. que las patenas usadas por los sacerdotes para distribuir la comunión durante
una misa pontifical tenían que ser de vidrio . 26
ú n i c a r e p r e s e n t a c i ó n e x p l í c i t a y a n t r o p o m ó r f i c a de la T r i n i d a d ) . L o s testimonios mate-
A Zelirino le sucedió Calixto I (217-222) -que desempeñó el cargo por sólo cinco
r i a l e s se u n e n a s í a l o s l i t e r a r i o s al s e g u i r , f u n d a m e n t a l m e n t e , la interpretación origina-
años, y en el que se puede reconocer al pontífice criticado por Tertuliano por haber
r i a m o s a i c a d e l s e g u n d o m a n d a m i e n t o (se c o n s i d e r e , o n o , o r i g i n a l y, de todas maneras, usado cálices con imágenes-, a quien sustituyó Urbano I (223-230). En el pasaje, igual-
s i n n i n g u n a r e l a c i ó n e n esa é p o c a c o n el j u d a i s m o ) , o sea, r e v e l a n u n c r i t e r i o selectiva- mente breve, en el que se menciona a este último, se le describe como el que «decretó»
m e n t e a n i c ó n i c o p e r o n o i c o n o c l a s t a d e la i m a g e n r e l i g i o s a . C o m o confirmación de esta (coj/stitiiit) que el ajuar litúrgico tema que ser de plata; una variante del texto afirma, sin
c o n s t a n t e e s t á el h e c h o d e q u e , e n c u a n t o se a b a n d o n a n los c í r c u l o s que siguen la orto- embargo, que poseyó «todo» el ajuar litúrgico de plata '. Aunque todavía bastante inse-
2
d o x i a c r i s t i a n a , la s i t u a c i ó n c a m b i a , c o m o , p o r e j e m p l o , e n la i m a g e n de Cristo como gura, ta actitud de Zefirino respecto a las manufacturas artísticas para uso litúrgico es
parecida a la de los reformadores eclesiásticos que, más tarde, se opusieron a un arte sa-
A p o l o / M e l i o s , q u e es i c ó n i c a , p r e s e n t e en el m a u s o l e o d e l o s J u l i o s y que se puede fe-
cro de lujo , mientras que la posición de Urbano fue 3fín a la de ortos reformadores
?rt
c h a r e n t o r n o a l 3 0 0 ( f i g . 1). posteriores, que estuvieron a favor del uso de materiales preciosos para honrar a Dios . 29
Estas dos posiciones continuarían enfrentándose durante más de dos mil años.
U n a u l t e r i o r r a t i f i c a c i ó n de la e x t e n s i ó n y puesta en p r á c t i c a de esta tradición en ese
La única excepción a la tradicional tolerancia no ratificada por la Iglesia está consti-
p e r i o d o es la c o m p l e t a , o casi c o m p l e t a , ausencia de e s c u l t u r a cristiana de b u l t o redondo tuida por el concilio regional de Elvira, que se remonta aproximadamente al mismo pe-
( e l n ú m e r o , las i d e n t i f i c a c i o n e s , las fechas y l o s c o n t e x t o s de las pocas esculturas riodo del Cristo/Apolo del mausoleo de los Julios Oa fecha generalmente más aceptada
a t r i b u i b l e s a la c u l t u r a c r i s t i a n a d e l p e r i o d o n o s o n , n i de lejos, suficientes para probar es la de alrededor del 306).
a l g o m á s allá d e u n a s p o c a s e x c e p c i o n e s a la r e g l a ) . E n g e n e r a l , la escultura fue considerada
i d o l á t r i c a , m i e n t r a s q u e las r e p r e s e n t a c i o n e s p i c t ó r i c a s , n a r r a t i v a s o alegóricas no.
-' Ubcr Pviitifiea/is, 16-
fi
A l i g u a l q u e e n l o t o c a n t e al a r t e l i t ú r g i c o , la d o c u m e n t a c i ó n d e l p e r i o d o es también 27
Líber Pontifiia/is, 18.
m á s escasa, p e r o p u d o d a r s e —las f u e n t e s n o s o n claras— u n a c o n t r o v e r s i a sobre el uso de ;
* Por ejemplo, Ambrosio, Deoffinili'tinisrror/i//K 2, I36-I43;.luan Crisósiomu, Hontiíieie in Mallbaelim, 50,
3-4; etcétera.
m a t e r i a l e s p r e c i o s o s e n t o r n o a la m i s m a é p o c a en la q u e T e r t u l i a n o cita imágenes
"'Por ejemplo, las tesis avanzadas tanto por Jerónimo, Epimiiee, 114,2, como por Agustín, Enarrationes ¡n
presentes e n los cálices. l'satmns, 113,2,6 (Corpus Christianoruin), si bien a ninguno de los dos se les puede definir como un refonnador
L a b r e v í s i m a m e n c i ó n q u e l e reserva el Líber Pcmrifia/lis, e n u n pasaje relativo a los bajo este punto de vista.
c a m b i o s b t ú r g i c o s a p o r t a d o s , a d v i e r t e c ó m o Z e f i r i n o , o b i s p o d e R o m a (198-217), intro-
d u j o p a r a la sede e p i s c o p a l r o m a n a ( « f e c i t c o n s t i t u t u m de e c c l e s i a » ) , j u n t o a otras dispo-
í
58 A R T E Í HISTORIA EN LA E D A D MEDIA III
Todos los ídolos de la casa de Israel estaban pintados alrededor de las paredes; y seten- Naturalmente, la costumbre que favorecía una tolerancia creciente respecto al arte
ta ancianos de la casa de Israel estaban ante las representaciones". permitió también una continuidad de la oposición a él. Y mientras que se podía seguir
citando el segundo mandamiento, la tradición adversa al arte pudo cambiar dialéctica-
A s í , u n a v e z m á s , c o m o h a b í a p a s a d o e n l o s p r i m e r í s i m o s i n i c i o s de la Iglesia, la acu- mente, de la misma forma que lo había hecho la favorable a él; en este proceso, las dos
s a c i ó n q u e se a c t i v a es la d e i d o l a t r í a y n o está d i r i g i d a c o n t r a el arte en sí. Las prescrip- corrientes no dudaron en narrar la historia en la forma en la que hubieran querido que
se hubiera desarrollado, en lugar de cómo había sido realmente. Esto está excelente-
c i o n e s d e l c a n o n 3 ó d e n o u s a r i m á g e n e s e n la iglesia inducirían a los cristianos a no
mente ilustrado en una carta que el obispo Epifanio de Salamina (hacia 315-410) escri-
c o n f u n d i r s e c o n l o s p a g a n o s i d ó l a t r a s , e v i t a n d o q u e el c u l t o c r i s t i a n o se torciera de la bía al emperador Tcodosio, al final del siglo ív, a propósito de un incidente que acon-
m i s m a m a n e r a q u e el s e r v i c i o d e l T e m p l o se a l t e r ó d u r a n t e o t r o p e r i o d o de en fren ta miento teció en Palestina; mientras estaba visitando una iglesia, él, en cuanto extranjero (o sea,
c u l t u r a l c o n u n g r a n i m p e r i o : el c a u t i v e r i o b a b i l ó n i c o * .
2
ajeno a la tradición local), había arrancado algunos tejidos con decoraciones figurati-
vas; de esa manera tuvo lugar la primera destrucción de arte cristiano, de la que se
guarda memoria, por parte de un cristiano. Como justificación de su acción, Epifanio
escribía:
E l p e r i o d o c o n s t a n t i n i a n o y posconstantiniano
C o n l a c o o p t a c i ó n p o r p a r t e d e C o n s t a n t i n o d e la Iglesia c r i s t i a n a (hecho que nene jQuicn de los anoguos padres ha pintado alguna vez una imagen de Cristo y la ha
c o m o f e c h a d e p a r t i d a el E d i c t o d e M i l á n ) , la a c t i t u d en r e l a c i ó n c o n el arte - y la puesto en una iglesia o en una casa privada? ¿Qué obispo del pasado ha deshonrado a
Cristo alguna ve/, representándolo en las cortinas de una pucria? ¿Quién de ellos ha tomado
como ejemplo o modelo a los profetas, a los patriarcas o a los apóstoles re presen laudólos
- X X X A ' L Ne picturae in ecclesia lìaiu. Placuic picturas in ecclesia esse non deberc, ne quod coliturci
en cortinas o paredes? Que las imágenes en tela de apóstoles, profetas y del Señor mismo
adoratur in parietibus depingannir.»
sean eliminadas de las iglesias, de los baptisterios, de las casas y de las tumbas de los mártires
«Universa ìdola doraus Israel depicta crant in pañete in circuirti per totum; et septuaginta vin de senio-
ri bus domus Israel [---J stanuurn ante picturas- (t>.cquicl 8, 10-11. Vulgata).
En cste periodo, el Imperio romano fuc visto corno la Babilonia del Apocalipsis; cír. Victorino de Pcnao
( t ca. 304). en Apocaiypsrm. 8, 2 <7. 2).
60 A B T E E HISTORIA F.N L A E D A D AIUJIA 111
l - . - l - Q u e las imágenes de las paredes sean cubiertas de cal [...| y que ya a nadie le sea I, A R F S I S T F . N C I A Al. A R T E fN UCCIDENTI ól
posible e n el f u t u r o pintar de esta manera. N u e s t r o s padres, de hecho, no representaban
más que e l signo p o r t a d o r de salvación de C r i s t o [es decir, la cruz] en sus puertas, ra
dad, aunque ahora, por primera ve/,, integrada en un comentario bíblico y no en una
cualquier o t r o lugar [..-J ,. 51
forma polémica o retórica en sentido estricto™.
También la justificación, quizá, más difundida a favor del arte en el transcurso de la Edad
O b v l a m e n t e , esta i m a g i n a r i a h i s t o r i a d e l a r t e esta e n c o n f l i c t o c o n la escriin y con las Media, el anc como medio para honrar a Dios -esencialmente una cristianización del anti-
p r u e b a s d e c a r á c t e r a r q u e o l ó g i c o . M á s allá d e l h e c h o de q u e I '.pifa n i o, con un.; sensibili- güe y 1« mcepto pagano del do til des, «yo doy para que tú des»-, fue espeaficamente rechazada
d a d d e u p o i c o n o c l a s t a , a d m i t i e r a la ú n i c a i m a g e n d e la e n t a l d a t o es de enorme inte- en cst periodo por parte de Jerónimo (ca. 342-420) '', así como lo fue también su fundamen-
1
to teórico, o sea, la idea de que el respeto dirigido a la imagen pasara a su prototipo, aunque
r é s e n la p o l é m i c a s o b r e la o p o s i c i ó n al a r t e . A u n q u e E p i b n i o n o sea u n profundo pen-
esto '-c convirtiera en objeto de critica sólo en relación con el arte pagano . 40
sador y n o elabore una exposición doctrinal articulad sobre temas artísticos, sin
I I l.icn ir realmente desestabilizante para la cultura artística de la primera época cristiana
e m b a r g o , v i n c u l a s u c r í t i c a a la n e c e s i d a d d e c u i d a r a los p« I n é s , s u g i r i e n d o en este caso
file t i improvisada y enorme profusión de riquezas, una profusión que afectó a la Iglesia
p a r t i c u l a r u s a r las t e l a s d e c o r a d a s c o n i m á g e n e s p a r a e n o i rar a é s t o s * . S ó l o ahora, con
4
l a c o o p t a c i ó n d e la I g l e s i a c r i s t i a n a p o r p a r t e de las instituí iones romanas con todas sus siguiendo la huella de los precedentes de la tradición precristiana" '. El arte litúrgico 1
riquezas, la I g l e s i a e m p i e z a a m a n i f e s t a r u n a o p o s i c i ó n .il ai te a p o y á n d o s e en motivacio- demasiado fastuoso y un uso excesivo del oro en las ceremonias litúrgicas y en el interior
nes d e t i p o social. de las iglesias fueron especialmente reprobados , tic nuevo sobre la base de precedentes
41
E n este p u n t o , f u e la e n t e r a g a m a d e la c u l t u r a a r t i s m a cristiana la que se conviroó páganos* , aun cuando el acento se pusiera en el ténnino «excesivo» , También la
4 45
fastuosidad en los manuscritos fue objeto de crítica' ''. Dado que la Iglesia empezaba a
1
cuestiones de tipo intelectual v espiritual. primera época cristiana fue condenado como «litomaniaco» y «oromaniaco», y como «li-
E n t r e las m o t i v a c i o n e s d e t i p o t r a d i c i o n a l , e l s e g u n d o m a n d a m i e n t o siguió mencio- tóhitr.!», y otros fueron criticados por la puesta en marcha de fastuosos programas cons-
n á n d o s e , si b i e n e n u n m o d o q u e e n este p e r i o d o es e s p e c i a l m e n t e i n d i r e c t o , como queda tructivos con la finalidad de distraer «el justo desprecio del que son objeto» (si bien estos
e j e m p l i f i c a d o t a n t o p o r E p i f a n i o ( q u e da u n a i n t e r p r e t a c i ó n de t i p o mosaico) como por pasajes no se conocieron en Occidente en el transcurso de la Edad Media). Acusaciones de
el o b i s p o E u s e b i o d e C e s á r e a {cu. 260-ea. 3 4 0 ) , si b i e n más tarde o t r o s escritos de Eusebio ese tipo encontraban todos los precedentes en el mundo pagano . 48
uanonnn); cfr. id., Epistulae, 102, 18-1°; Eusebio de Cesarea, Epistula ad Constanttam.
u t i l i z a d a de u n a f o r m a n o r i g u r o s a - estaba i m p l í c i t a e n las referencias, antes mencionadas, '"Jerónimo, Ihmilia de nam<itatt Domini, 88.
al s e g u n d o m a n d a m i e n t o , p e r o t a m b i é n se a c t i v ó d e una m a n e r a t o t a l m e n t e independien- *' Agustín, Unan altanes m Psatmos. 96, 12 (Corpus Chnsüaiiorum).
t e - . Y m i e n t r a s e l s e g u n d o m a n d a m i e n t o t e n í a la p o s i b i l i d a d de ser citado como una
6 Jerónimo. Epistulae, 52, 10; 58. 7; cfr. Agusün, Confesiones, 10, 53-
41
a u t o r i d a d , e l m i s m o p r e c e d e n t e j u d í o p u d o ser r e c h a z a d o p o r estar demasiado relaciona- Catón, tal Confa lo menu Livio, Ab Urite condita, 25, 40; 34, 4; Salustio, De Cati/inae eaniiiratione, 20;
4 ;
L A I H M T I M C I A AL A R T E I N O C C I D E N T 63
Estas censuras son perfectamente comprensibles si se p o n e n en relación con los orí-
genes de la basílica cristiana del p e r i o d o c o n s t a n t m i a n o - q u e parece en sí un hito en la
oposición al arte, el arte clásico p a g a n o - , considerada en apariencia c o m o el lionero de Oisostomo (347-ÍW. 407) en relación al arte . Dentro de otro contexto, se escucha Ja
56
primera critica al arte como forma de inversión, si bien la obra en la que aparece no fue
construcción cristiano más c o m ú n , f r u t o de la reacción a las t • mnotaciones idólatras y
traducida al latín durante la Edad Media". Y, de manera más tajante, Agustín consideró
paganas del edificio religioso t i p o , el t e m p l o g r i e g o , c o n s t i t u í . ! " esencialmente poruña la ci instrucción de imponentes obras de arquitectura religiosa como una manera solapa-
magniñeenre ¿ella para la estarna de la d i v i n i d a d que allí se atb >\.iba ". 4
da • !« devolver nuevamente a la persona que había abandonado el mundo a su compleja
Sin embargo, para la formación de la c u l t u r a artística m< dental quizá lúe ron de retí de relaciones sociales ". Tales cuestiones se discutirían en el futuro de manera muy
5
mayor importancia n o t a n t o esas motivaciones tradicionales , m o las nuevas, de tipo coni undente y constante.
1 -seria equivocado definirlas de g é n e r o teológico—, argumentaciones que habían I is argumentaciones de tipo intelectual y espirimal son igualmente importantes para
ana «¡crta difusión en la c u l t u r a g r e c o r r o m a n a y en la cristiana preconstantiniana, la cultura artística de la Edad Media occidental, argumentaciones que cubren una amplia
ahora o b t u v i e r o n su p l e n o r e c o n o c i m i e n t o . E n l o . m i n e r o s tiempos de la
(
g.im • Je posibles objeciones. Brevemente mencionada, aunque citada en los textos t u Co-
, en la época preconstantiniana. nunca había sido u n p i o b l e m a la cuestión del riza dos de los Padres del desierto, es la afirmación inequívoca de que la producción de
onismo entre el arte y la asistencia a los p o b r e s * . Pero, en otras ocasiones, tales
0
manuscritos no es una acción espiritual . Sulpicio Severo (ca. 360-<w. 420) llama la aten-
14
asistencia a los pobres y para el rescate de prisioneros parece que fueron el auténtico es el siguiente: «Es un sacrilegio poner una efigie (smiulacrtini) de Dios en el interior de un
p u n t o crucial de la contienda^ . E n t r e todas las narraciones relativas a este argumento, la
4
templo crisnano», sin que se haga ninguna referencia a la iconoclasria de tipo macabeo '. 6
más notable es la historia de L o r e n z o , diácono «le Roma, que vendió todos los bienes En ese penodo, en efecto, también los apologistas paganos estaban en busca de antecedentes
artísticos de uso litúrgico de la Iglesia para la ayuda a los pobres -caso ocurrido no paganos an¡cónicos . En un plano menos ligado a disquisiciones filosóficas, Agustín seguía
AI
m u c h o después de que U r b a n o I " d e c r e t a r a » que el ajuar litúrgico de la sede episcopal considerando el arte como potcncialmcnte peligroso. Cuando escribe: «\b sé que hay
de Roma tenía que ser de p l a t a - . Gracias al relato que ofreció A m b r o s i o (hacia 339-397), muchos veneradores de tumbas y pinturas», es plenamente consciente de la amenaza que
representaba el papel del arte en el culto de las reliquias (la peregrinación en sus más
el hecho se convirtió en u n ropos de la cultura artística o c c i d e n t a l " .
amplias manifestaciones) respecto a su concepción de la religión, muy marcada por una
E n este p e r i o d o , el arte sufrió críticas de t i p o social n o sólo p o r el hecho de estar en pura visión filosófica; amenaza porque era capaz de desviar la justa veneración y porque
oposición a la ayuda a los pobres. L a cuestión de la inaceptabilidad de «ganancias ilíci- funcionaba como un potente instrumento para enraizar lo sagrado en un lugar . En efecto, 64
a los ojos de Agustín ésta es una idolatría cristiana, si bien se trata de una argumentación
tas» —donaciones provenientes de fuentes m o r a b n e n t e indignas— para fines caritativos
sobre la que no insiste con decisión y a la que no quiere comparar ni con el segundo man-
fue suscitada, en términos generales, p o r Agustín (3 54-430) y, en segundo lugar, porjuan
damiento ni con la tradición. Agustín también es consciente del potler visual (contrapuesto
•*Cfc lo que obsena So/.omeno sobri- la ausencia de -templos griegos» en la Constan miopía de la época
de Constanuno. en donde, en cambio, existían las -casas de ««ración-; Sozomcno. Historia ecclesiastica, 2, 3.
'"Jerónimo. Eptstulae. 22. 32.Juan Crisostomo. Homiliae tu Matthaeum. 4«. 3-5. cfr. l'erba Srtiiorum, 6,1?. "'Agustín. De zita Christiana. 12;Juan Crisòstomo. Hoiniliae in Matthaeum, 50. 3. de manera particular.
,T
Palladio. Diálogos. 13; que censura también la arquitectura excesivamente fastuosa y el arte que es anta-
"Jerónimo. Eptstulac. 46. I I ; 58. 7; 108. 16; 128. 5; 130, 14; Juan Crisòstomo, Homihar m Matthaeum. A9, gónico a la asistencia a los pobres.
3-5. adviértase la relación entre arquitectura v pobres instituida en Eusebio de Cesarea, l'ira Constamim. í, *• Possidio, l'ita Augnami, 24.
42-43; véase también el precedente pagano presente en Salustio. De Caiilmae comurattone, 20. ** Vrrl-a Seiitonim, 10.94.
'* I erba Setiivrum, 6. 5. 6. 6. '"Sulpicio Severo, l'ita Martini. 10.
"Jerónimo. Eptstulae. 108. 30. 130, 14;Juan Crisòstomo. Homtliae ta Matthaeum. 12. 4; 40, 3-5; 50, 34; '•' Agustín. Soliloijtiiortmi líber, 2, IV; al., De doctrina cbnstiana, 2, 39; id., Epistulat, 102, 18-19; cfr. id.. De
80,2. consensi! livangelntariiin, 1, 15-16; cfr. Plouno, Euneades. 3, 10.
* Ambrosio. Deoffietn mimstrvrum. 2. 136-143; Cirilo de Jerusalén. según lo que narra So/Dimeno, llisxorii
4 '"'Agustín, De fide et synibolo, 14.
ecclesiastica, 4, 25; Exupeno de lolosa, tal como recuerda Jerónimo. Epistttlac. 125, 20; Epifanio, a través del 61
Cfr. Macrobio, Commentarli in Sommimi Scipionis, 1, 2, 13-21; Historia Augusta, 43, 6.
relato de Jerónimo, Eptstulac, SI, V; Agustín, como refiere Possidio, Vita Angustiar, 24; Paulino de Nola, así w
Agustín, De moribus Eedcsiae, 1, 75.
como recuerda Gregorio Magno. Dialoghi. 3, 1; cfr. Paulino de Nola, Vita Ambrosit. 38.
"Ambrosio. Deofficiismimstrvrum, 2. 140-141.
64 ARTE E HISTORIA E N I.A E D A D MEDIA 111
LA i t r s i s r r N c i A AI. A * T E E N O C C I D E N T E
al c o n c e p t u a l ) d e l a r t e e n la e c u a c i ó n e n t r e a r t e f a s t u o s o y s a n t i d a d - l a relación entre la
capacidad d e l a r t e para c r e a r u n m o d o d e p e r c i b i r l o s a g r a d o \ la r e c e p c i ó n de este fenó-
m e n o p o r p a r t e d e l p ú b l i c o , e s p e c i a l m e n t e e n las c e r e m o n i a s l i t ú r g i c a s - , si bien, por algu- Por ejemplo, Gregorio Magno (590-604), en uno de sus Diálogos, presenta como
moilelo ejemplar a un monje «pie rechaza d l i t e como ton na áv. mveisión Fu Otra
n a r a z ó n , p r e f i e r e d i r i g i r d i r e c t a m e n t e sus c r í t i c a s s o b r e este p u n t o refiriéndose, funda-
pasajes critica el hecho de que se acepten ganancias ilícitas, aunque no tengan ninguna
m e n t a l m e n t e , a l c u l t o p a g a n o , n o al c r i s t i a n o d e las r e l i q u i a s reí .i. ion con el arte . Gregorio de Tours (ca. 540-594) trata brevemente de una respues-
72
L a s palabras d e A g u s t í n m a n i f i e s t a n e l p u n t o d e vista de q u i e n ha r e c i b i d o una for- ta ir' ipropiada a la ecuación entre arte fastuoso en exceso y santidad, aunque él fuera
m a c i ó n d e t i p o e s t é t i c o y t i e n e , e n d e f i n i t i v a , u n a s e n s i b i l i d i d e s t é t i c a respecto al arte, claramente sensible a tal fenómeno '. En la primera legislación monástica-en clara con-
7
p e r o q u e se s i e n t e a d i s g u s t o a causa d e f a c t o r e s i n t e l e c t u a l e s j r s p i n t u a l e s , o bien de ripo trarKrsicJón con la tradición, como documentan los textos de los Padres del desierto-, el
us«.. |i las imágenes es. de hecho, prohibido por Cesáreo de Arles (470 ÍV/.-542) a causa
s o c i a l : se s i e n t e , c o m o él m i s m o r e c o n o c e , a b s o l u t a m e n t e . . n u d o p o r e l arte, pero, al
de 51 untuosidad, materialidad, coste y por ser un medio potencial de distracción. Hizo
m i s m o t i e m p o , d e b e p e r m a n e c e r a l e j a d o de é l . u n a c a r a c t e r i a l i o n q u e , habilualmcnte una i n i c a excepción para la cruz c, incluso en este caso, limitó los colores a sólo blanco
74
y i l e m a n e r a e q u i v o c a d a , se a p l i c a a B e r n a r d o de C l a r a x . i l " b r e la base de supuesias y IU pro, revelando que concebía el arte como un instrumento para alejarse de la búsque-
m o t i v a c i o n e s p s i c o l ó g i c a s m á s q u e d e p r u e b a s d o c u m e n t a d a s de t i p o filosófico'*. Así, da dt la espiritualidad . 7S
A g u s t í n , e n e l p l a n o i n t e l e c t u a l , se i n c l i n a a c o n s i d e r a r e l arte c o m o superlluo y a no
I .i caída del Imperio tuvo no sólo un impacto de tipo político y cultural, sino también,
c l a s i f i c a r l o e n t r e las « a r t e s » necesarias y útiles''", tesis q u e c o m p a r t e c o n Juan Crisós-
obviamente, económico. La venta de objetos artísticos, destinados a uso litúrgico para
t o m o ' * \ C a l i f i c a n d o e l a r t e d e a t r a c t i v o p e r o n o útil. A g u s t í n 1«. c o n s i d e r a , necesariamen- Bj in i.ii -i los pobres y para el rescate de prisioneros, se hace más habitual de lo que había
t e , u n m e d i o de d i s t r a c c i ó n . A u n q u e basado e n el m i s m o c o n c e p t o d e n ú m e r o y de pro- sidi < hasta entonces, y ahora ya no se trataba sólo de un elemento de discusión, las fuentes
p o r c i ó n q u e e s t á e n la base d e su visión d e l c o s m o s y .le la teoría musical, el ane la citan con notoria frecuencia. Odón de Cluny narra, a propósito de Cesáreo, que
f i g u r a t i v o , p o r e l h e c h o d e estar, n e c e s a r i a m e n t e , o b l i g a d o a servirse d e imágenes, limiu cuantío él era obispo de Tblosa, vendió piezas artísticas litúrgicas para el rescate de
el c r e c i m i e n t o e s p i r i t u a l ' " . A pesar de e l l o , e m p l e ó l a s a r l e s visuales e n una capilla, dedi- prisioneros"". Beda adviene cómo Gregorio Magno gastó los medios de los que disponía
en los pobres más que en programas artísticos '. Gregorio nos cuenta que, durante su
7
r i e n c i a , p o r u n m o m e n t o d e a q u e l l o s « v e n e r a d o r e s d e t u m b a s y pinturas» que había Kn efecto, en esc periodo el suceso más significativo en este debate lo constituye la
condenado anteriormente . 7 0
formulación escrita, sin comparación la más importante de Occidente, que legitima el
uso del arte. Se trata de las cartas de Gregorio Magno al obispo Sereno de Marsella" . En 0
ellas. Gregorio critica a Sereno por la destrucción de las imágenes que el consideraba
La Alta Edad Media objeto de veneración y le comunica que, si bien tenía toda la razón en poner freno a la
adoración de las imágenes, de la misma manera habría tenido que ser tolerante y enseñar
también al pueblo el uso del arte como medio de educación espiritual. Acniando así,
L a d e c a d e n c i a d e l I m p e r i o r o m a n o y de s u elevado g r a d o d e civilización está, sin
Gregorio aludía tanto a la «antigua» tradición relativa a tal costumbre, como a la auto-
d u d a , d e m o s t r a d a p o r e l m e n o r n ú m e r o d e f u e n t e s q u e a t e s t i g u a n la oposición al aneen
el t r a n s c u r s o d e la A l t a E d a d A l e d i a , p e r o n o se v e r i f i c ó n i n g ú n c a m b i o en las argu-
m e i i i a c i o u e s , s o l o varió su énfasis. Jl
Gregorio Magno, Dialoghi, 3. 14.
B
Id. Üiahgbi. 3,26; id.. ñ loralia in lab, 22,28
" Gregorio de Tours. Hntoria Francomm. 7, 22.
" ' W - Euarrativnes in Psatmos. 113, 2,6; id. Epistulae. 102. 18-IV; cfr. id.. De avilóte Dei. 4. 23; para prece- 7
*Cfr sucesivamente Bernardo de Angers y los cistercicnses.
dentes paganos cfr. Apulevo. Metamorfosis. 11, 24; Plotino. Enneades. 4. 3, I I .
?l
Cesáreo de Arles. Epmalae. 2; cfr. id. Regula ad Virgines, 42; sobre el ane como elemento de distracción
^Agustín, iSon fe nones. 1 0 . 5 0 - 5 3 . véase también Gregorio Magno, Erpositio niper Cantil* Cantieonnn. 4; cfr id.. Moralia in lab. S, 72.
^Odón de Cluny, Collationu. 2. 34; cfr. Cipnar»o. Vita sanen Caesarn. 1, 23-24.
* Id.. De doctrina cbnstiana. 2. 3V; id.. Confesiones. 10, 53. e id.. De crvitate Dei. 22, 24, fragmento que debe 71
Beda, Historia ecclniastita. 2, 1.
comprenderse gracias a su cxmtcxto- "Grcgono Magno. Diahgbi. 3, 1-2-
7
""Juan < >IS(*M<IMIU. Ilomiliae m Matthaeum. 49. 3-4, cfr. el precedente pagano en Séneca. Epistulae. 88,18. "Por eicmplo. Cena Dagoberti. 50; Gregorio de Tours. Historia Frantorum, 7, 24; cfr. 2, 22; 5. 34.
Agustín. De devenís efuaestionibus. 78; id.. De libero arintrio. 2, 42-43; id . Confesiones. 10, 50-53; cfr. id, In ""GregorioMagno, 7ífim//flr. °,20V [9.105]; 11, 10(11.131; véase amblen Corpus Cbristianonnn Appnulix.
Evangelium lohannis. 24. 2; id.. De doctrina cbristiana. 3, 10; 3, 13; véase también Ci. Casiano, Collationes patrian 10 |9, 52], que se considera apóenta, pero que a lo largo de la Edad Media se leyó como auténtica.
Sceticonim. 9, 6; lípifanio de Salamina, Testameni. c-d. <J. L>. Mansi, 12, 292d-e; para precedentes paganos cfr.
Máximo de '11ro, Orationes, 2, 2; cfr. Herodes, Mimiambi. 4. 3V-45, para una versión vulgata de tal concepto.
"Agustín, Sermones. 316. 5.
66 ARTE E HISTORIA IN LA E D A D MUDIA III
LA R t S I t T E N C I A AL A I T F I N OCCIDENTE 67
ridad m o r a l que estaba en la base de su t o m a de p o s i c i ó n . D e esta muñera, Gregorio no
f o r m u l a b a una nueva d o c t r i n a , s i n o q u e s i m p l e m e n t e p o n í a el acento en la continuidad
de una práctica l a r g a m e n t e t e s t i m o n i a d a p o r la t r a d i c i ó n , a h o t . t elevada casi a estatuto los voluminosos hbrta cnrolmos (790-793). Inexplicablemente acordes con las posiciones
d o c t r i n a l , c o m o fue e n t e n d i d o en el t r a n s c u r s o de la E d a d M e d i a , p o r el simple hecho de que. en realidad, están condenando, los Libros Carolinos (cuya paternidad corresponde,
con toda probabilidad, a Tcodulfo de Orleans, ca. 750-821) plantean una serie de cues-
haber sido enunciada p o r G r e g o r i o m i s m o , el papa q u e g o z ó de m a y o r autoridad en el
iM .ncs sobre la oposición al arte, aunque, en gran pane, sólo de pasada. Los Libros mues-
Medievo. inin conocer perfectamente los precedentes, de tipo tradicional y casi doctrinales, impli-
Es con tal posición, casi d o c t r i n a l , c o n la q u e tendrían q u e p «mar en el futuro aquellos ca..s en la cultura artística. Rechazan la tesis del Concilio de Nicea de que Epifanio de
que consideraban el arte c o m o u n i n s t r u m e n t o de d i s t r a c c i ó n p:i i el á n i m o : tendrían que V;!.imma, uno tic los primeros cristianos, no había sido iconoclasta [¡sic.'J; esriman irrele-
v ante el intento, más antiguo y que se remonta al Sínodo Trullano celebrado en Oriente
llegar a aceptarla y a f o r m u l a r una auténtica d e f i n i c i ó n ; c o n i detinición. su vez,
i <•>:). y al que se refiere también el de Nicea. de prohibir la representación del Cordero
endrían que m e d i r s e quienes i n t e n t a b a n j u s t i f i c a r el arte com< i na ayuda espinrual. Misiico; consideran el uso de las imágenes un engaño, citando como testimonio a Agus-
iluden 0 la idea de que la cultura pagana ñivo en sus orígenes una realidad anicónica,
\ -c adscriben a las cartas de Gregorio Magno a Sereno . La mayor parte de las ideas
84
El periodo carolingio expresadas sobre la oposición al arte son totalmente convencionales; por ejemplo, la
inip.cilnhd.id de representar lo inmaterial a través de lo material o el rechazo del prece-
dente consumido por las imágenes, hechas constniir por voluntad divina, mencionadas
La é p o c a e a r o l i n g i a nos ha d e j a d o u n i m p o n e n t e t e x t o sobo. I.i a c t i t u d medieval en
en el Antiguo Testamento, como los querubines del Arca de la Alianza"*. Sin embargo,
relación con el arte, u n t e x t o n a c i d o c o m o r e a c c i ó n a la g r a n querella iconoclasta de otras objeciones se refieren a algunas de las argumentaciones de tipo social o de carácter
O r i e n t e , \ tan m a l e n c a m i n a d o en su v e h e m e n c i a c u a n t o p o c o i n f l u e n t e : los Libros caro- intelectual y espiritual antes avanzadas, si bien, vista la postura escogida de solución de
linos. 1-1 p e r i o d o c a r o l i n g i o . s i n e m b a r g o , fue de p o r si n o m u y d i f e r e n t e de la Alta Edad compromiso, tales argumentaciones no son realmente atacadas con fuerza. Por ejemplo,
A tedia. P o r e j e m p l o , el C o n c i l i o de C l o v e s h o ( 7 4 7 ) . en I n g l a t e r r a , p r e s i d i d o por el arzo- mientras la función del arte en el culto de las reliquias, que se ajusta la ecuación entre
b i s p o de C a n t e r b u r y . C u t b e r t o . que c o n s o t u y e una respuesta d i s t i n t a respecto de la reac- fasto artístico y santidad, es un problema efectivo, el autor de los Libros no es Agustín o
ción de O c c i d e n t e a la c o n t r o v e r s i a o r i e n t a l , d e n u n c i ó la i n t r o d u c c i ó n en la vida Bernardo de Criara val, y sólo percibe, pero sin llegar a comprenderlas en profundidad, las
m o n á s t i c a de o r n a m e n t a c i o n e s y vestiduras d e m a s i a d o ricas c u i n o potenciales distrac- fuerzas implicadas. Los Libros carotinas anticipan la acusación, impulsada por Bernardo,
ciones para el espíritu. E l S í n o d o de O a l c c h y t ( 7 8 5 - 7 8 7 ) . t a m b i é n en Inglaterra, prohibió de que las rcprcseniaciones que tienen más gancho son las consideradas desde el punto
de vista artístico, mientras que las que uenen más peso son las vistas desde el punto de
el uso d e l c u e r n o en los vasos sagrados"'. Y C a r l o m a g n o (hacia 7 4 2 - 8 1 4 ) prohibió el uso
vista religioso; niegan que las imágenes haya que tratarlas con un respeto equivalente a
de cálices de m a d e r a , v i d r i o y b r o n c e , y c o n d e n ó la inversión de d i n e r o en proyectos las reliquias o a la cruz por la devoción popular, y advierten de que no se pueden obtener
a r q u i t e c t ó n i c o s d i r i g i d o s a atraer donaciones, especialmente si estaban relacionados con beneficio espiritual alguno de ellas, pero no van más allá . En esta línea, crirican la
86
el c u l t o de las r e l i q u i a s .
82
función del arte en la localización de lo sagrado . También censuran la representación
87
L a querella iconoclasta de O r i e n t e e m p e z ó a p r o v o c a r deliberaciones sobre el arte en de híbridos . Y niegan la función del arte corno ayuda espiritual -es decir, que el arte
88
O c c i d e n t e a los pocos a ñ o s de l o q u e se c o n s i d e r ó su i n i c i o (hacia 725); disposiciones pueda servir de estudio de las Escrituras-, si bien aceptan el cometido de educar al anal-
q u e , de o t r o m o d o , s e g u r a m e n t e n o habrían sido f o r m u l a d a s . Se c e l e b r a r o n concilios en fabeto; de hecho, perciben el arte como un instrumento de distracción espiritual ''. En 8
definitiva, estas censuras sólo se dirigen contra el segundo Concilio de Nicea, no contra
R o m a (731 y 769) y en G c n t i H y , en G a l i a ( 7 6 7 ) . que d e n u n c i a r o n el m o v i m i e n t o icono-
la cultura artística earolingia en sí. En efecto, si el autor principal responsable de la re-
clasta de los e m p e r a d o r e s b i z a n t i n o s y p r o p u s i e r o n una posición i n t e r m e d i a sobre el dacción de los Libros cnrolmos, Teodulfo de Orleans, se congratula de rechazar el prece-
a r t e : las i m á g e n e s debían ser veneradas, p e r o n o a d o r a d a s . C u a n d o una traducción la-
81
dente vctcrotcstanientario de los querubines colocados en el Arca de la Alianza como
t i n a , m a l hecha y que lleva a e q u í v o c o s , de las actas redactadas en g r i e g o del segundo
C o n c i l i o de N i c e a ( 7 8 7 ) , que apoyaba una a c t i t u d parecida a la que era común en Occi-
d e n t e , fue enviada a C a r l o m a g n o p o r A d r i a n o 1 ( 7 7 2 - 7 9 2 ) , el deseo de contrarrestar a la
nueva e m p e r a t r i z i c o n ó d u l a , I r e n e , p o r inconexos m o t i v o s políticos se h i z o evidente en .
"Tcodulfo ele Orleans, Libri Carolim. 4, 19; 4, 25; 2. 18; 1,2; 4,18; 2,23.
*Ubid.. 2, 16; I . 15-20; 2. 9.
J 1 I ..i • 1. .mu . .'lera Conaliorum et Epistolar Decretales ac Constittiliones Stirnniaruni Ponlificum, París, 1714,
Kl 4, 27; 2. 28; 3. 16; 3, 24; 4.16.
* Jbid., 3,27.
y
(hacia 780-843)'' . Quien entró en la contienda, proponiendo una tercera vía entre la
2
no estuvo nunca completamente aprisionado en los rangos del poder. Parece que fue el
j u s t i f i c a c i ó n p a r a el a r t e " " , i g u a l m e n t e e s t á d i s p u e s t o a m e n c i o n a r su representación en cirt uto de sus acólitos el que obtuvo una reducción del largo de la iglesia abacial, repre-
el m o s a i c o a b s i d a l d e la c a p i l l a d e su v i l l a , e n G e r m i g n y - d e s - P r é s (ca. 7 9 9 - 8 0 6 ) , una obra sentada en la planimetría de San Galo, dado que parecía demasiado vasto. Es muy pro-
bable que se deba a su influencia la destitución del abad, Ratgar de Ftilda, en el 817, por
q u e l e d e b i ó d e c a u s a r u n n ú m e r o c o n s i d e r a b l e de p r o b l e m a s y d e gastos en el momento
su audacia en la construcción, considerada excesiva, y que tal vez constituyó la base inte-
d e su r e a l i z a c i ó n ( f i g . 2 ) .
lectual de las pesadas críticas contra el arte, en cuanto antagonista respecto a la ayuda a
L o s Libros, e n d e f i n i t i v a , n o t u v i e r o n n i n g ú n c i p o d e i m p a c t o , d a d o que luego solóse los pobres, y del rechazo de las ganancias ilícitas que Ludovico Pío manifestó en una
r e f i r i e r o n a e l l o s H i n c m a r o d e R e i i n s {ca. 8 0 6 - 8 8 2 ) y el l l a m a d o S í n o d o de París. Poco carta dirigida al que, mientras tanto, había sucedido a Ratgar, Eigil, y basada en citas de
d e s p u é s d e la r e d a c c i ó n d e l o s Libros, a i n d i c a c i ó n d e A d r i a n o I , C a r l o m a g n o convocó el Juan Crisósiomo y Jerónimo'". Sin embargo, no sólo en las cúspides de las jerarquías es
C o n c i b o d e F r a n c f o r t ( 7 9 4 ) p a r a o p o n e r s e , t o d a v í a m á s . a la e m p e r a t r i z bizantina, y tal posible encontrar esa postura. A mediados del siglo ix, dentro del monasterio de Prüm,
a s a m b l e a a s u m i ó u n a t o m a d e p o s i c i ó n e n r e l a c i ó n a las i m á g e n e s parecida a la existente se lanzaron fuertes ataques a la ecuación entre arte suntuoso y santidad, tachando tal
concepción de «pensamientos estúpidos e irreligiosos» . El significativo desarrollo aquí
96
p o r D u n g a l d e S a i n t - D e n i s ( m u e r t o d e s p u é s d e l 8 2 7 ) y p o r el o b i s p o G í o n a de Orleans n
Uber de iiiiaghiihis sanetorum, 33, ijue se puede atribuir, una vez aids, a Agobardo,
"•Ardo, Vita Bentdicii, 5, 17.
"Candidus. Vita Eigiti, 10.
'* Huloria sanctanmi Cbrysanti et Datine, 0.
« A £ ¿ , 1. 15; 1 . 19-20.
Véase de manera especial IJbdius synodafts Parisiensis, AIGN,
tfI
Leges, 3, voi. I l , t o m o I , 525-526.
i.
A R T E F. H I S T O R I A EX LA E D A D .MEDIA III
L a é p o c a r o m á n i c a y la p r i m e r a é p o c a gótica L A R E S I S T E N C I A AL A R T E E N O C C I D E N T E 71
n a c i d a s e n el s e n o d e la c u l t u r a m o n á s t i c a y relativas a la p p i l i c i ó n hacia el arte, untas que (Mdún de Cluny {cu. 962-1049), que fue, a su vez, uno de los sucesores de Odón, men-
s ó l o a q u í p o d e m o s m e n c i o n a r a l g u n a s d e las m á s i m p o r t a n t e s ; fuentes que muestran ciona el relato hecho por Ambrosio del caso de Lorenzo, cuando describe cómo Odilón
c ó m o los a r g u m e n t o s u t i l i z a d o s a n t e r i o r m e n t e para o p o n e r s e al arte siguieron evo- vendió obras artísticas destinadas al uso litúrgico para ayudara los pobres . Odón de 09
l u c i o n a n d o , si b i e n c o n u n a f u e r z a y c o n u n g r a d o de a r t i c u l a c i ó n m u c h o mayor de cuan- Tournai (¿a. 1066-1113) consideró el empleo de materiales preciosos en la liturgia como
algo que iba claramente en contra de la asistencia a los pobres ". Teofrido de Echtcr- 10
11007-1072), criticó la difundida suntuosidad del arte, la saturación del lugar sagrado
E l p e r i o d o p r e v i o a B e r n a r d o de Claraval y con emociones ligadas a los sentidos. los excesos en arquitectura, el peligro de la mate-
rialidad, y afirmó que el arte era una distracción para el espíritu -'. Todo ello sucedió a 111
a los cistercienses raíz de una reforma litúrgica general que tenía como objetivo el uso de materiales «in-
apropiados» en el ajuar sagrado, una reforma promovida por eclesiásticos como Regina
T a l v e z el e n u n c i a d o m á s a r t i c u l a d o s o b r e el v a l o r de la i m a g e n en sí -enunciado que, de Priim, Burcardo de Worms, que en un pasaje cita el canon 36 del Concilio de Elvi-
a p e s a r d e estar i n t e g r a d o d e s d e el p u n t o de vista n a r r a t i v o , sigue, en cambio, separado ra"", e Ivo de Chartres, y que representó un tipo de oposición al arte, si bien sólo bajo
d e p r e o c u p a c i o n e s d e t i p o s o c i a l , t a l c o m o se h a n d e f i n i d o en este a r t í c u l o - es la descrip- forma de una especie de «censura» sobre los materiales. La mayoría de estas críticas
c i ó n ú n i c a q u e B e r n a r d o d e A n g e r s r e d a c t ó d e s p u é s d e l 1020 de una obra del siglo xi tuvieron un desarrollo más articulado e incisivo, si bien no hubo nadie tan cortante
i n t e g r a d a d e n t r o d e l c u l t o d e las r e l i q u i a s , p r a c t i c a d o en el m o n a s t e r i o de Saint-Gcraud como Guiberto de Nogent, quien, al rechazar de manera tajante el uso de materiales
d e A u r i l l a c , e t a p a d e p e r e g r i n a c i ó n . S e g ú n B e r n a r d o , e d u c a d o en C h 3 r t r e s y director de suntuosos en los relicarios con el fin de atraer donaciones, escribe que el empleo de
tales manufacturas artísticas en exposiciones y viajes estaba «al servicio de una aridez
la escuela c a t e d r a l i c i a d e A n g e r s . la m a y o r í a d e los m i e m b r o s de la Iglesia compartían
inmoral de amasar dinero» . 104
sin e m b a r g o , u n t e s t i m o n i o s i g n i f i c a t i v o d e u n m o v i m i e m < > mas i m p o r t a n t e que empe- ruto 10 consntuye un rechazo de la concepción estética en el ámbito litúrgico (casi siem-
zaba a t o m a r f u e r z a j u s t o e n ese p e r i o d o . pre atribuida al monaquisino cluniacense), que constituyó la base del culto a los muertos,
uno de los dos componentes principales de la economía basada en lo sagrado del mona-
N o f a l t a n e p i s o d i o s d e i c o n o c l a s t i a t a m b i é n e n t r e los h e r e j e s . H a c i a 107n-10°6, Al-
quisino del siglo xn. El artículo 20, lejos de constituir un simple rechazo del arte como
b e r i c o , u n s a c e r d o t e d e F o u g é r e s , e n B r e t a ñ a , p r o f a n ó b r u t a l m e n t e una cruz fierre de disuMcción del espíritu, afecta al segundo de los dos elementos principales de dicha eco-
B r u y s e x p r e s ó su r e c h a z o c o n r e s p e c t o a las iglesias y fue q u e m a d o v i v o por una masa nomía, el culto de las reliquias. Rechazando en bloque la escultura monumental y la
e n f u r e c i d a e n l a h o g u e r a h e c h a p o r é l c o n a l g u n a s c r u c e s \ t a n t o las cruces como las piiuura en el interior del monasterio, rechaza la función del arte como uno de los com-
i m á g e n e s f u e r o n r e c h a z a d a s p o r n u m e r o s o s p e q u e ñ o s gn^unos h e r é t i c o s : en Champagne ponentes importantes del culto de las reliquias (y asocia el rechazo de la economía ligada
a p r i n c i p i o s d e l s i g l o x i , e n L i m o g c s hacia el 1ÜS1 o , p o c o .1«. spués. en A r r a s y Lieja hacia a las peregrinaciones), con una toma de posición diametralmentc opuesta a la de la mu-
1.1, intes citada, que visitó Priim a mediados del siglo xi para venerar las reliquias, pero
102 5, e n C a m b r a i hacia 1137 y 1 140, y e n P é n g u e u x hacia 1 ! 411-1 147, y en los siglosxn
que esperaba ver obras de arte. Sin embargo, tolerando las emees de madera pintadas
y x i u p o r l o s c a t a r o s y a l b i g e n s e s d e l s u r d e F r a n c i a . E n d e f i n i t i v a , esta iconoclastia (los irucifijos bidimensionales). el estatuto 20 hacía comprensible la «ortodoxia» cister-
o r i g i n a d a p o r m o t i v a c i o n e s t e o l ó g i c a s f u e m á s u n a a n o m a l í a que una constante histórica ciense al no rechazar del todo el uso de las imágenes, o sea, aceptaba la postura de Gre-
d e l p e r i o d o a q u í a n a l i z a d o , y n o c o n t ó n u n c a c o n el a p o y i i pi i p u l a r d e l que gozaría, más gi ,i i . . Magno sobre el uso de las imágenes para la educación del analfabeto y del inculto
t a r d e , d u r a n t e la R e f o r m a p r o t e s t a n t e . en el plano espiritual. Dado que la reforma contemporánea exigía que la instrucción del
publico analfabeto hiera fiada a la Iglesia secular, no tendría que haber excusas para tales
imágenes en un monasterio organizado sobre la base de esta reforma, puesto que el
monje no era inculto (el religioso que vivía en una abadía era, en la terminología del siglo
B e r n a r d o de C l a r a v a l , la r e g l a m e n t a c i ó n cisterciense en el xu, un letrado). Estas imágenes servirían sólo para provocar la distracción espiritual de
á m b i t o artístico y la Apología quien era espintualmcnie culto. Los cistercienses aceptaron así la posición casi doctrinal
de Gregorio dentro de los límites de una interpretación literal, pero unida permanente-
T a m p o c o h u b o n a d a n u e v o en l o s a r g u m e n t o s e m p l e a d o s p o r B e r n a r d o de Claraval mente a tal interpretación. No eran iconoclastas, se interesaron por los lazos sociales que
( 1 0 9 0 - 1 1 5 3 ) y p o r l o s c i s t e r c i e n s e s . L a n o v e d a d f u e la p r o f u n d i d a d del análisis y la se habían impuesto gracias al culto a los muertos y a la veneración de las reUquias, y por
la amenaza intelecmal y espiritual que el arte constituía para el letrado avanzado en el
a m p l i t u d d e la a r t i c u l a c i ó n c o n las q u e B e r n a r d o , el i n d i s c u t i b l e a u t o r del primer
plano espiritual.
c o n j u n t o d e r e g l a s c i s t e r c i e n s e s s o b r e e l a r t e , e x p r e s ó su p o s i c i ó n y, en sentido genera!,
t a m b i é n l a d e su o r d e n e n r e l a c i ó n c o n la o p o s i c i ó n al a r t e . H a b l o d e «sentido genera!»
Como en el caso de la arquitectura, sólo en la reglamentación escrita de los cistercien-
p o r q u e e s t á c l a r o q u e 13 t o m a d e p o s i c i ó n s o b r e el a r t e de la p r i m e r a generación cister- ses se especifican elementos de importancia secundaria (por ejemplo, las torres del cam-
c i e n s e f u e d e t i p o m u y t r a d i c i o n a l . F u e s ó l o c o n B e r n a r d o y la segunda generación panario y la decoración pintada). Sin embargo, hubo una política precisa en lo que con-
c u a n d o la m e n c i o n a d a o p o s i c i ó n , p o r la q u e la o r d e n se h i z o t a n famosa en el siglo xu, cierne a dimensiones, proyecto, ornamentación y materiales empleados en los monasterios
f u e c o d i f i c a d a e n u n a ley e s c r i t a ' ' . B e r n a r d o e n t r ó en C í t e a u x en 1113. E n una fecha
1 0
cistercienses, todo relacionado con la oposición al arte y con la arquitectura smntuosa.
i m p r e c i s a , e n t r e 1115 y 1 1 1 9 . c o n s i g u i ó , c o n la a y u d a d e su c í r c u l o , que el Capítulo Bernardo mismo da un brillante paso en esta toma de posición en su Apología de 1125,
C í e n e r a l C i s t e r c i e n s e a p r o b a r a u n p a r d e leyes e x t r a o r d i n a r i a m e n t e exhaustivas sobre el el ataque más agudo contra el arte en su contexto histórico o intelectual y espiritual ja-
r e c h a z o d e l a r t e " ' . E n el p l a n o l i t e r a l , el a r t í c u l o 10 l i m i t a el uso de los materiales pre-
1 más esento durante la Edad Media . En esa obra, Bernardo recoge los principales ar-
108
c i o s o s e n la l i t u r g i a , e n l o p o s i b l e s i n v i o l a r las n o r m a s v i g e n t e s debidas a los refonnado- gumentos ya adelantados, relacionados con la oposición al arte: el uso del arte para atraer
r e s d e las c e r e m o n i a s l i t ú r g i c a s c o m o I v o d e C h a r t r e s . E l e s t a t u t o 2 0 p r o h i b e el uso de donaciones, el empleo de oro y de otros materiales preciosos en la liturgia, la ecuación
entre arte suntuoso y santidad, el arte como antagonista para la ayuda a los pobres y el
t o d a e s c u l t u r a o p i n t u r a e n c u a l q u i e r p a r t e d e l m o n a s t e r i o p o r ser u n m e d i o de distrac-
arte como instrumento de distracción espiritual para el monje o el canónico corriente.
c i ó n p a r a el e s p í r i t u , si b i e n (véase antes C e s á r e o de A r l e s y B e r n a r d o de Angers) se
En lugar de un tratado de tipo tradicional, traza una secuencia que va desde la base eco-
p e r m i t e n las c r u c e s d e m a d e r a p i n t a d a s . S i n e m b a r g o , a u n n i v e l más p r o f u n d o , el esta- nómica de la producción artística monástica hasta los medios artísticos con los que fue
realizada, la recepción de un arte suntuoso por un amplio público, las objeciones de tipo
social provenientes del extranjero y, en fin, las críticas de naturaleza espiritual generadas
Guigon de Cbátel, Consuctudincs Carthtistac. 40, 1-2: redactados en 1127, pero tpic reflejan, sin dudi,
1 0 5
una tradición legislativa precedente; cfr. Guiberto de N'ogent. De vita sua, 1.11. ,0
*id.. The -Tbtngt ofQttater Importance»: Bernard of Claìrvatix's Apologia and theMedieval Attitude Tòmard
C f r . Guillermo de Alahnesbury. Gesta licgum. -4, 337, quien, sin embargo, está a la sombra de las luchas
1 0 6
Art, Filadelfia, 1990.
de poder internas en los cistercienses.
C. Rudolph, - T h e "Principal Founders" and rlie Early Artistic Legislation of Cíteaux», en Sntdits in
1 0 7
Cistercian Art and Archincuire, vol. LTX. Kalamazoo, 1987, pp. 1-45.
74 ARTE E HISTORIA EN LA E D A D M I D I « III
que afecte a la m e r a t a c u l t a d s e n s o r i a l ; el uso d e f o r m a s h i l n u l . i s \ m o n s t r u o s a (a partir P a r a comprender la cultura artística medieval, tan importantes son aquellos que se
de esa fecha, se v e r i f i c ó u n a s e n s i b l e d i s m i n u c i ó n d e l e m p l e o «le capiteles monstruosos expresaron a favor de una oposición al arte como los que reaccionaron a tales recusaciones,
en la a r q u i t e c t u r a e c l e s i á s t i c a ) , y a l g u n a s c u e s t i o n e s m á s . P u e s t o q u e en esta postura fue directa o indirectamente; por ejemplo, Ilildeberto de I-avardin, Ruperto de Deutz,
M u c o de Alhano, Teófilo Prebístcro, Gerhoh de Rcichcrsbcrg y Guillermo Durando
s e g u i d o p o r o t r o s e s c r i t o r e s d e la o r d e n c i s t e r c i e n s e . c o m o 1 I r e d o d e Rieval y Guillermo
(que cita un informe del Concilio de Agde que, a su vez, remire al canon 3ó del Concilio
d e S a m t - 1 h i e r r y - q u i e n parece f u e la f u e r z a m o t r i z en los i t p i r u l o s generales e n manos
ilc I K i r a . si bien Durando es favorable al uso del arte) . En efecto, la oposición al arte
110
de los abades b e n e d i c t i n o s e n 113 1 y e n 11 32. r e s p e c t i v a m e n t e . de Reims y de Soissons, t m <. repercusiones en la cultura artística de una manera que ni siquiera sus promotores
q u e a c e p t a r o n la r e f o r m a y c r i t i c a r o n c o n g r a n f u e r z a el uso Je u n arte suntuoso-, la podían imaginar. La mejor defensa es el ataque, y Sugerde Saint-Denis (ca. 1081-1151),
c u l t u r a artística o c c i d e n t a l ya n u n c a f u e la m i s m a . e n • I i n r e n t o de refutar, por un lado, la acusación del arte como distracción para el
espíritu de la persona culta y, por otro, de justificar su riquísimo programa artístico,
repino .ilinnando que el arte podía usarse de manera similar al estudio de las Escrituras
|MH l.i persona espintualmentc avanzada, y sostuvo que las obras de arte en su posesión
D e s p u é s de la r e g l a m e n t a c i ó n cisterciense y la Apología crin -accesibles sólo a los letrados»" , o sea, que algunas de ellas exigían un nivel tan
1
d o ubi de cultura especializada, desde el punto de vista espiritual, que podían, de hecho,
S e g u r a m e n t e , g r a c i a s al e j e m p l o o f r e c i d o p o r B e r n a r d o \ p o r la reglamentación
no ser comprendidas por los cspiritualiuente incultos (el argumento de la carta de
c i s t e r c i e n s e e n el t e r r e n o a r t í s t i c o - o sea. p o r la l e r a r q u i a e c l e s i á s t i c a más importante de
E u r o p a y p o r la o r d e n m o n á s t i c a q u e se h a b í a e x p r e s a d o c o n más fuerza en la historia
de la I g l e s i a - , se p r o d u i o una a u t é n t i c a e x p l o s i ó n de la t r a d i c i o n a l o p o s i c i ó n al arte, así
c o m o u n a u m e n t o e x p o n e n c i a l de la p r o d u c c i ó n d e a r t e s u n t u o s o . S ó l o podemos men-
c i o n a r a a l g u n o s de los q u e se o p u s i e r o n , y a d v e r t i r c ó m o la m a y o r parte de las críticas
se c o n c e n t r a r o n e n e l a r t e c o m o a n t a g o n i s t a d e la asistencia a los p o b r e s , en la incau-
t a c i ó n d e g a n a n c i a s i l í c i t a s y e n el a r t e c o m o m e d i o de d i s t r a c c i ó n e s p i r i t u a l para aque-
l l o s q u e e s t a b a n e s p i r i r u a h n e n t e a v a n z a d o s ( m i e n t r a s q u e el s e g u n d o mandamiento
p e r d i a b u e n a p a r t e d e su f u e r z a a r g u m e n t a t i v a ) : A b e l a r d o . A r n a l d o de Boneval, Hono-
r i o de A u t u n , W a l t e r D a n i e l , YValter d e C h á t i l l o n . I d u n g de P r ü f e n i n g . Pedro Cantor,
A l e j a n d r o N e c k a m , H u g o d e F o g l i e t o . T o m á s de E r o i d m o n t y el a u t o r del Pictor in
Carv/iir/c, n o se p u e d e c o n s i d e r a r q u e r e p r e s e n t e n las m i s m a s posiciones, y ninguno
d e b e ser d e s c r i t o c o m o u n i c o n o c l a s t a . E l i n a n d o de E r o i d m o n t y, en m e n o r medida,
t a m b i é n P e d r o C a n t o r o C o n r a d o de E b e r n a c h c r i t i c a r o n , e f e c t i v a m e n t e , la suntuosi-
d a d a r t í s t i c a d e n t r o d e la m i s m a o r d e n c i s t e r c i e n s e . E n t r e las otras ó r d e n e s religiosas
q u e e n ese p e r i o d o a c e p t a r o n f o r m a s de u n a r e g l a m e n t a c i ó n al a r t e se cuentan los gran-
d i m o n l e s e s , los g i l b e r t i n o s , los franciscanos y los d o m i n i c o s ; los c a r t u j o s promovieron
u l t e r i o r e s r e s t r i c c i o n e s , y los p r e m o s t r a t e n s e s m o s t r a r o n cierta f o r m a de oposición (sin
e m b a r g o , a c e p t a r o n el u s o d e l a r t e e n su o r d e n ) , si b i e n los o r d e n a m i e n t o s de todas l''igiira 3- Aubazine (Francia central), abadía de Notre-Dame de la Nativité, vidriera con motivos geométricos
estas ó r d e n e s t i e n e n q u e i n t e r p r e t a r s e d e n t r o d e l e s t r e c h o c o n t e x t o histórico de los y entrcLuos, vidrio pintado a grisaille, ca. 1175
m i s m o s e s t a t u t o s . Y el r e l a t o de A m b r o s i o s o b r e el caso de L o r e n z o se c i t ó en el Decre-
turn Gratiani (c. 12, 2, 7 1 ) . Si la m a y o r p a r t e d e la o p o s i c i ó n al arte que se puso en
p r á c t i c a —y q u e n o fue s ó l o p u r a retórica— e s t á , i n d u d a b l e m e n t e , silenciada p o r su pro- Id., Building-Miracles as /trtittu Justification in tbe Early and Mid-Twelfth Centuiy {Radical Art History:
p i a n a t u r a l e z a n e g a t i v a , a l g u n a s r e v u e l t a s d e la p o b l a c i ó n de S a n t i a g o de Compostela, Internationale Anthologie. Subject: O. K. Wcrckmeister). ed. W. Kerstcn, Zurich, 1997, pp. 398-410.
d e L a o n , d e V é z e l a y , d e C b a r t r e s y d e K e i m s p a r e c e n h a b e r t e n i d o c o m o factor desen- ""Guillerrno Durando, Rationale Dhinonnn Offîcioriim. 1, 3, 5.
' " Suger de Saint-Denis, Or adniinniratume, 33.
c a d e n a n t e , al m e n o s e n c i e r t a m e d i d a , i m p u e s t o s d e m a s i a d o o n e r o s o s d e b i d o s a la cons-
t r u c c i ó n de i m p o n e n t e s o b r a s d e a r q u i t e c t u r a . E n e f e c t o , n a c i ó u n n u e v o g é n e r o lítera-
r
ARTE E HISTORIA EN LA E D A D M Ml
G r e g o r i o M a g n o ) . Si las p r e o c u p a c i o n e s m á s i n m e d i a t a s de S u g e r f u e r o n el prestigio y L A R E S I S T Í . N C I A AL A R T E EN O C C I D E N T E 77
la v o l u n t a d d e p o n e r al día su a b a d í a - e l l i g e r o m i s t i c i s m o d e r i v a d o tle Pseuilo-Dionisio
n o t u v o u n a i n f l u e n c i a d e t e r m i n a n t e e n su p r o g r a m a a r t í s t i c o en Saint-Dcnis-, el
r e s u l t a d o p a r a la h i s t o r i a d e l a r t e f u e e l g ó t i c o - . E n e f e c t o , la nueva concepción de las
1 1
Figura 4. Ffa Angélico. Roma, Ciudad del Vanean», capilla de Nicolás V, San Lorttno dando limosna a los
pobres, fresco, entre 144? y 1448.
Conclusiones
Lejos tle limitar el arte en sentido estricto, la oposición a él obró de manera dialécti-
G e n e r a l m e n t e , en O c c i d e n t e la o p o s i c i ó n al a r t e s o b r e una base teológica fue habitual ca, contribuyendo a una cultura artística palpitante, actuando como una de sus fuentes de
s ó l o e n la p r i m e r a é p o c a c r i s t i a n a , m i e n t r a s q u e los p o c o s iconoclastas y herejes de épo- influencia más estimulantes, incluso a veces como una consciencia que lo mantuvo
constantemente en observación. Aunque a menudo variaran de un periodo a otro según
cas sucesivas f u e r o n f e n ó m e n o s e s p o r á d i c o s . A p a r t e d e esto, t a n t o u n arte respetuoso de
la importancia que se les otorgara, las justificaciones a favor del arte y las argumentaciones
l o s l í m i t e s c o m o u n o s u n t u o s o r a r a m e n t e f u e r o n o b j e t o de discusión ( c o n «arte suntuoso» contra él fueron constantes. Sin duda, pudieron ser no sólo constantes, sino también —al
e n t i e n d o el q u e va m á s allá d e las n o r m a l e s , m í n i m a s expectativas relativas a los materiales igual que los otros factores-objeto de manipulación, como se puede verificar en la suer-
y a la e l a b o r a c i ó n d e u n p a r t i c u l a r g r u p o social o r e l i g i o s o en una determinada región y te corrida por la figura de Lorenzo, importante desde el punto de vista conceptual. La
e n u n a é p o c a d a d a ) . A d u c h o m á s i m p o r t a n t e s para la o p o s i c i ó n al arte en Occidente historia, que se utilizó mucho como precedente para la venta de objetos litúrgicos a favor
f u e r o n las a r g u m e n t a c i o n e s de t i p o social o i n t e l e c t u a l y e s p i r i t u a l avanzadas en relación de los pobres y para el rescate de prisioneros, aparece narrada con todo detalle en los
al g r u e s o d e l a c u l t u r a , e s p e c i a l m e n t e de la c u l t u r a m o n á s t i c a , sobre la base de una frescos de Fra Angélico en la capilla de Nicolás V en el Vaticano, donde Lorenzo está
t r a d i c i ó n q u e , g r a d u a l m e n t e , h a b í a c o m e n z a d o a ser o b j e t o d e veneración y que tenía representado mientras distribuye la limosna a personas indigentes de todo tipo: una ma-
q u e ser t e n i d a e n c u e n t a . Segrán el m o d o h a b i t u a l , estos ataques se d i r i g i e r o n contra el dre soltera, un trabajador herido, una viuda con un niño, un mutilado, algunos huérfa-
nos, un anciano, un discapacitado mental, un sordo y un ciego (fig. 4). Yendo más allá del
a r t e o s t e n t o s o ( c o n -«arte o s t e n t o s o » e n t i e n d o el a r t e q u e sobrepasa las normas del arte
relato de Ambrosio, tanto en lo que atañe a la extensión como a sus propósitos, el caso
d e l u j o d e u n p a r t i c u l a r g r u p o s o c i a l o r e l i g i o s o a causa d e l énfasis puesto en los materiales, de Lorenzo se había convertido nada menos que en la cooptación dialéctica de uno de los
e n la e l a b o r a c i ó n , e n las d i m e n s i o n e s y en la c a n t i d a d , así c o m o t a m b i é n el tema escogido). grandes precedentes de la oposición al arte, dado que muestra cómo el impulso del acto
E n d e f i n i t i v a , el a r t e n o f u e a l g o q u e s i m p l e m e n t e se acepta o se rechaza: su uso y sus realizado por Lorenzo no surge de Lorenzo mismo sino de Sixto 11 -actuando, en defi-
l í m i t e s p o d í a n v a r i a r d e u n g r u p o social a o t r o (el p ú b l i c o d e la o b r a de arte), fue sometido nitiva, de este modo como una justificación del arte ostentoso más que como oposición
a c i e r t a s l i m i t a c i o n e s d e n t r o d e tales g r u p o s sociales, y tenía que justificarse cuando a él-. Al representar a Lorenzo que, con una riquísima vestimenta de diácono, distribuye
s u p e r a b a d i c h o s d e l i m i t e s . E n ese p r o c e s o , las e l e c c i o n e s f u e r o n guiadas, en primer lu- limosnas a unos pobres bien vestidos dentro de una basílica imponente decorada con
gar, n o p o r e n u n c i a d o s casi d o c t r i n a l e s , s i n o p o r cada t r a d i c i ó n v i g e n t e d e n t r o del grupo mármoles policromos, y al papa, también él con buenos ropajes, pero con tina tiara sobre
en cuestión. la cabeza mucho más rica que los bienes que había mandado repartir a Lorenzo (ninguno
de los cuales es identificable con certeza como un objeto de arte htúrgico), los frescos no
1
'- C- Rudolph, ArtisTu Change at St-Denis: Abhor Sugerlr Program and the Uatiy lirelfth-Ccntmy Controversy
over Art, Princeton, 1990.
78 ARTK E HISTORIA tS LA E u A U MllOA I I I
Prefacio
Poco antes del año 200. en Roma, Minucio Felices escribía la que se considera más
bella apología de la Iglesia cristiana primitiva'. En el diálogo Octavias, que da nombre al
texto, discute con Cecilio, pagano, defendiendo el cristianismo y refutando los errores
que circulaban sobre él. Considera que no es necesario, sino inapropiado, representar la
imagen divina y cree que no es razonable tener templos dedicados específicamente a su
culto. No es sólo la expresión de una actitud que debía tener en la época otros muchos
correligionarios, sino que parece más bien el anuncio de la tendencia anícónica de una
parte del primer cristianismo.
J. Quastcn, Patrología, vol. h Hasta ti Concilio de Nicea, Madrid. 1968, pp. 462-463.
" ' Bernardo di Claraval. Apología, 28.
l,i
*C«uiUcrmo de Alalmesbury. Cierra Regum, 4. 337.
80 A R T E F H I M O B U E> LA K D A I I M i n i * 111
W e i t z m a n n , s e g ú n e l c u a l h a b r í a q u e c o n s i d e r a r , al m a r g e n d e este c i c l o , la existencia de
LOS GRANDES PROGRAMAS ICONOGRAFICOS 81
u n p r o t o t i p o o m o d e l o e n u n m a n u s c r i t o r i c a m e n t e h i s t o r i a d o h o y p e r d i d o , surgen no-
t a b l e s d i s c r e p a n c i a s . F . n c u a l q u i e r c a s o , es c i e r t o que
2
i ! m e n o s e n u n p e r i o d o inmedia-
Probablemente los primeros libros bíblicos y el Nuevo Testamento fueron objeto de
t a m e n t e p o s t e r i o r , se c r e a r o n g r a n d e s c i c l o s d e i m á g e n e s b í b l i c a s d e l V i e j o Testamento,
particular atención. A partir del estudio de los octateucos bizantinos que nos han llega-
d e l o s q u e se h a n c o n s e r v a d o e s c a s o s e j e m p l o s p e r o t i . n o t a b l e i m p o r t a n c i a . Las diferen- do en mejor o peor estado, y en ningún caso anteriores al siglo x i , se han elaborado
c i a s q u e se p u e d e n o b s e r v a r e n a l g u n o s c a s o s , p o r i i d e m a n i f i e s t o que, en diversos distintas teorías. Por una parte, se ha hablado de un prototipo perdido de mediados del
c e n t r o s , se r e a l i z a r o n r i c o s c ó d i c e s i n d e p e n d i e n t e s i de o t r o s . Siglo Ii o del i v , sin excluir la posibilidad de que este arquetipo fuese originalmente un
5
S e h a s u g e r i d o q u e e s t o s c e n t r o s f u e r o n R o m a . V m i o q u í a , Alejandría \ < ionstanono- pentateuco al que se habrían añadido los libros restantes hasta componer el octateuco*.
F.M.I- conclusiones se derivan del análisis de seis manuscritos consejados , entre los 7
r í s . B i b l i o t e c a N a t i o n a l e d e F r a n c e , m s N o t i v , a c q . l a ! 2 3 3 4 ) , a u n q u e n o se conoced no se i convincente. En cualquier caso, estamos hablando de obras que fueron copiadas
l u g a r e x a c t o d e s u r e a l i z a c i ó n , t o d o h a c e p e n s a r e n e l n o n e d e Á f r i c a o, con menor pro- en Oriente.
b a b i l i d a d , e n l a p e n í n s u l a I b é r i c a . E n p a r t i c u l a r . l o s i n d i c i o s d e m u e s t r a n que no habría Por Ib que respecta a la traducción en imágenes, el Génesis siempre será un libro
e x i s t i d o u n m a n u s c r i t o q u e c o m p r e n d i e s e t o d o el t e x t o b í b l i c o i l u s t r a d o , n i siquiera el privilegiado entre los del Anuguo Testamento. En la Tardoantigúedad se lo consideró
digno de ser copiado en lujosos manuscritos, a veces tintados de púrpura. Entre lo que se
A n t i g u o T e s t a m e n t o . F.n e l m o m e n t o e n q u e se d e c i d e i l u s t r a r algunas partes, se eligie-
ha"conservado de los ejemplares de la época, cabe mencionar los restos de los llamados
r o n p r e f e r e n t e m e n t e l o s l i b r o s h i s t ó r i c o s , q u e se p r e s t a b a n m á s a e l l o . P o r pura casuali- Génesis Cortón (Londres, Briash Library, ms Cotton Otho B. VT) y Genesis de Viena
d a d , se h a n c o n s e r v a d o seis f o l i o s d e u n L i b r o d e los R e y e s q u e e n o r i g e n debía tener eo Aleña, Österreichische Nauonalbibiiothek, cod. Theol. Gr. 31). El Génesis Cotton se
t o r n o a s e s e n t a . C o n o c i d o c o n e l n o m b r e d e Itala de Quedlinburg ( B e r l í n . Staatsbibliothek. quemó prácncamcntc en su totalidad en 1731, pero de los cerca de trescientos folios que
P r e u s s i s c h e r K u l r u r b e s i t z , m s T h e o l . l a t . f o l . 4 8 5 ) , se r e m o n t a a los i n i c i o s del siglo\\ debía tener en origen, se lograron salvar diversos fragmentos. Antes de su casi completa
p o d r í a h a b e r s e r e a l i z a d o e n R o m a . C a d a f o l i o c o n t i e n e c u a t r o escenas, de donde se
1
destrucción se hicieron algunos dibujos que han llegado hasta nosotros y que permiten
reconstruir el aspecto que debió tener el manuscrito en el momento de su terminación,
d e d u c e q u e e l c o n j u n t o d e b í a c o m p r e n d e r e n t r e d o s c i e n t a s y trescientas ilustraciones.
probablemente en Alejandría entre el siglo v y el vi. Tal vez sea tan conocido porque, ya
C a d a a p a r t a d o d e d i c a d o a u n a h i s t o r i a se d i v i d e e n d i v e r s o s e p i s o d i o s . X o tiene un pro- sus miniaturas, ya las tic un códice en el que se copió, se utilizaron, en el siglo x i n , para
g r a m a d e f i n i d o , p e r o c a b e r e s a l t a r e l c a r á c t e r n a r r a t i v o , c o m o e n casi todos los códicei los cartones de los mosaicos de las cúpulas del atrio de San Marcos en Venecia*. El ejem-
a q u í c i t a d o s , c o n f i r m a n d o la i d e a d e q u e la i n t e n c i ó n d e los i l u s t r a d o r e s fue doble. Por
u n a p a r t e , e s t a b a c o n c e b i d o c o m o u n m a n u s c r i t o rico y c o s t o s o , e n el que la ornamenta-
c i ó n e r a m u y i m p o r t a n t e . P o r o t r a , e x i s t í a u n a e s t r e c h a r e l a c i ó n e n t r e texto e imagen, basiante más iluminados que los dos últimos, sumando en total 104 miniaturas, con 169 escenas. Tiene carác-
c o n e l fin d e q u e e s t a ú l t i m a f a c i l i t a s e la m e m o r i z a c i ó n d e l o r e c i é n leído"*. ter nárrame y sigue el úlumo libro del octateuco O-Lassui, Villustration byumtinedu -Livre des Roa-; Valicami*
Gramil 333, París, 1073)
* Vea» la monumental edición completa, disponible hoy. de todas lis miniaturas con un ensayo en el que
Wcit7nunn reafirma las teoría* propuestas muchos años antes, compartidas, aunque tras una revisión, por su
:
K u r t W ' e i L z r a a n n concibió una teoría sobre el origen de los ciclos de imágenes en el mundo hdenísoco colaborador Massimo Bernabò, en K. YVciizmann y M. Bernabò. The Byzantme Octatencbs, Pnnceton, NJ,
romano, del r o l l o a la aparición del códice, e n una obra clasica. lUtistrarivn m Roll and Codex, Pnnceton. NJ, 1999. 2 vols.
*]970. E n su opinión, dicha teoría se puede aplicar a l o s primeros manuscritos crisuanos iluminados. Desdt * K- Weirzmann. -The Origins of the Illustrations of the Octateuchv-, ibid., pp. 299ss.
1933- 1 9 3 4 se interesó p o r Dura Eu ropos. El resultado final de- su-» estudios lo plasmó, con la ayuda desudá- 7
En realidad, si bien son seis los conocidos, uno de ellos, que se encontraba en la Escuela Evangélica de
CÍpUlO Islessler, en \\ ciczjiiann y 1 1 . L. Kvsslur, The Frescoes of the /Jara Synagogtic and Cbristian Art, Dwn- Esmirna, fue destruida por el fuego en 1922.
barton Oaks Studies 2 8 , Washington D C . 1 9 9 0 . Entre los autores que piensan de un m o d o distinto, cfr. R. " J. Lowden. The Octateuehs: A study m Byzantine Manuscript Illustration. University Park, Pa-, 1992. Diver-
sas opiniones que refuerzan lo He Weitzmann se encuentran en H. L. Kessler, «Through the Tempie Veil: The
Suche!. « Aussc-rkanonisehe Elemente i n by^anünischcn lllustrauonen d e s Alten 'Jestamcntcs», Romiscbe Qutt-
Holy Image in Judaism and Chnsaaniry«, Kairos Zeiucbnft fur Religionsvùtsenschatt und Tlieologie 32-33 (1990-
tahchnft fur ebnst/iebe Attenumskiindc und Kircbetigeschichie 6 9 ( 1 9 7 4 ) , pp. 1 5 9 - 1 8 1 , y J. Gutmann, -The IIIUJ-
1991), pp. 53-77; E. Revel-Nebcr, «Some Remarks on the konograpbical Sources of the Christian Topogra-
trated Midrash i n t h e Dura Synagoyue Painungs: A New Dimensión for ü i e Study of Judaismo, Atnrrim phy of Cos-mas Indicoplcmies»., ibid., pp. 78-97.
Acader/iy ofjmisb Research Froceedtngs 5 0 ( 1 9 8 3 ) , pp. 9 1 - 1 0 4 . 9
Kl estudia más completo es el de K. VVeitzniann y ìL L. Kessler. The '•Cotton Genesis-. British Library,
H . Degering y A . Kocckler, Qued/inhurger íialafraórnenle, edición facsímil, 1 9 3 2 . Codex -Cotton- Otho B Vi, Pnnceton, NJ, 1986. Sobre la relación con los mosaicos de Venecia, cfr. J.J. Tikka-
* Durante la I dad Media s e reencuentran otros ciclos importantes del Libro de los Reyes y del de krt ncn. Die Genesisniotaikcn van San Marco in Ventdig und ihr Verbàltnu zìi den Miniatami der Cottonbibel 11889),
Jueces, p e r * » sólo en e l Oriente bi/.aiitino se replican l o s manuscritos abundantemente ilustrados de los siglm
del Imperio medio. Por ejemplo, tenemos un L i b r o de los Reyes con los cuatro libros, los dos de Jueces y ks
dos de Reyes (Vaticano, m s Val. CJraccus 3 3 3 ) , que podría remontarse al siglo xi. I-os dos primeros libros estin
82 A R T E E HISTORIA EN LA F.DAP M E D I A III
preceden al texto correspondiente, u otras a folio entero, grandes escenas que remiren a
J o s é , c o n s e r v a d a p a r c i a l m e n t e , q u e c o n t a b a l o s H e c h o s < o n e x t r a o r d i n a r i o detalle. En
ejemplos previos pertenecientes al arte monumental. Pero hay también otras imágenes,
c u a l q u i e r c a s o , n o se p u e d e d e s c a r t a r la idea g e n e r a l d e q u e las ilustraciones tienen un
como las de los evangelistas, que ponen de manifiesto cómo, en su conjunto, este gran
s e n a d o n a r r a t i v o e v i d e n t e y d e q u e e l p r o g r a m a c o n s i s t e u n i c a m e n t e e n la historia bíbli- manuscrito no presenta un programa narrativo definido, al contrario de cuanto había-
ca e n s í . P e r o , a u n q u e las i n t e n c i o n e s q u e g u í a n a l o s m i n i a t u r i s t a s sean siempre las mos visto hasta ahora.
mismas, el sistema de representación varía.
Soest, 1972. Nuevas precisiones en iv. Wcitzjnann, ««Tbe Genesis Mosaics of San Alarco and die Conon Ge- " W. C. Locrfcc. «The Miniatures of the Tnal in thc Kossano Gospels», Tbe Art Btilletm 43 (1961), pp.
nesis Alinia cures>-. en O- Demus. Tbe Mosaics of San Marco m lenice, Chicago. 111.. 1984, vol. II. pp. 105ss.Se 171 si,; id. «Thc Monumental Minia ture», en K. Weitzmann ct al, The Place ofBooh llluminution in Byzantine
entreven trazas del Génesis Cotton en el llamado Tapiz de la Creación de la catedral de Gerona. Véase P. de Palol, Art. Princcton. NJ, 1975. pp. 61-97.
« U n e broderie catalane d'époque romane: le Genèse de Gérone*-, CahiersArchéologiques (1956), pp. 197*5- 14
C. Cecclielli, G- Furlani y M. Salmi, 77;? Rábula Gospeb, edición facsímil, Olten-Uansana, 1959.
Lucgo, id.. EJ tapis de la Creaciô de la catedral de Girona. Barcelona, 1986, pp. 94ss. 11
Han tratado de estudiar el programa R. VVischnlizcr, Tbe Memanic Tbeme in the Paintingt of the Dura
Synagoguc, Chicago, III., 1948, cuyo título uidíca las intenciones del autor. Ademas, cfr. J. Gutmann, «Karly
1 0
K. Weitzmaiin. Manuscrits gréco-romains et paléochrétiens. Paris. 1977, pp. 2 lss., cree que tenía orígenes
SynagOfnie and Jeuish Catacomb Art and lis Relation lo Clinstian Art», en H. Temporiiü y W. Haase (eds.),
siríacos, pero sus argumentos son débiles, como, por ejemplo, la diferencia estilística con el Dioscórtdes de W Aufsiieg and S'iedergang der romistben Welt, vol. IT, Berlín-Nueva York, 1984. pp. 1.313-1.342, en el que, como
na (Vicna, Nationalbibliothek, cod. Aîed. Gr. 1). en Kcsslcr, se indicnnt los paralelismos entre este y otros cíelos cristianos un poco posteriores. Por último,
11
Ejemplos de interpretaciones diferentes son B. Narkiss, «'Ibwards a Further Study of the Asliburnham véase H. L. Kesslcr. *Prognnn and Stnicnjrc». en Weitzmano y Kcsslcr, Tbe Frescoesoftbe Dura Synagogue, CÍL,
Pentateuch", Cahiers Archéologiques X I X (1969), pp. 45-49; J. Gutmann, - T h e Jewish Origin of die Ashburn- pp. 153-183.
ham Pentateuch Miniatures», Jcirish Quarterly Review XLIV(1953), pp. 55-72.
" A- Grabar, «Fresques romanes copiées sur les miniatures du Pentateuque de Tours», CahiersArcbéalogt*
1
s e n t a r o n p o r p r i m e r a v e z e n e l - á m b i t o c r i s t i a n o . E n el c u b í c u l o C se despliega uñado
que se acercan a abrevar en la Fuente de la Vida, las palomas que beben de una vasija, el
d e i m á g e n e s v e t e r o t e s t a m e n t a r i a s a las q u e se c o n t r a p- i t la tí g u r a de C r i s t o en el centro Buen Pastor, etc., al tiempo que se distinguen escenas cuyo significado resulta difícil
d e la c u b i e r t a " . Se h a t e c h a d o ( W U l i a m T r o n z o ) e n la p r i m e r a d é c a d a del siglo iv. Pre-
1
explicar, figuras de apóstoles, etc. En ambos casos, el significado del programa iconográ-
c i s a m e n t e es i m p o r t a n t e p o r la p r e s e n c i a d e u n cict< i 1
V i e j o T e s t a m e n t o que se pone fica es el mismo, pero los motivos elegidos y hasta el tipo de escenas son muy diferentes,
e n r e l a c i ó n t i p o l ó g i c a c o n e l N u e v o ; d e t e r m i n a d o s m o m e n t o s d e l p r i m e r o prefiguran hecho «pie índica la existencia de programas funerarios en los sarcófagos y en el arte
o t r o s d e l s e g u n d o . Se t r a t a d e u n s i s t e m a d e i n t e r p i x i . i n m q u e se encuentra con mucha monumental, pero también que no se había concebido un modelo con variantes. Por
lado, queda patente el interés en un arte funerario figurativo.
f r e c u e n c i a e n t r e l o s e s c r i t o r e s c r i s t i a n o s y q u e . a p a r t í ' d e esto m o m e n t . . . se introduce
nI lo relativo a las basílicas, la situación es muy distinta. Hay que tener en cuenta el
t a m b i é n e n la f o r m a s a r t í s t i c a s . T a l v e z se c o n c i b i ó i este m o d o el programa de las he ha de ijue las historias se debían ubicar en un ámbito sagrado organizado jerarquica-
p u e r t a s d e m a d e r a d e la i g l e s i a r o m a n a d e S a n t a S a b i n a t e n t o r n o al 432 d C ) , constitui- in. ni- I.a zona principal era la del ábside, ocupada por los oficiantes y por religiosos.
d o p o r v e i n t i o c h o p a n e l e s c o n e s c e n a s : n o s h a n l l e g a d o d i e c i o c h o , l o que torna difícil I aiego venia el espacio de las naves. En los primeros siglos, en el lado oeste se encontrá-
c o m p r e h e n d e r e l s i g n i f i c a d o d e l p r o g r a m a , si b i e n t o d o hace p e n s a r q u e la presenciade is muro divisorio que separaba el lugar destinado a los bautizados del de los catecú-
escenas d e l . A n t i g u o y d e l N u e v o T e s t a m e n t o , c o n p a r t i c u l a r a t e n c i ó n a la Pasión, indio menos. En consecuencia, se puso particular cuidado en la organización del presbiterio,
la zona que primero se iba a cubrir de mosaicos (bóveda y muros absidiales). Todo hace
al m e n o s u n i m p o r t a n t e c o m p o n e n t e a p o l ó g i c o . Se <h. m u c h a i m p o r r a n c i a a Moisés,y
pcns que, incluso en los tiempos más remotos, se trató de representar en la bóveda, de
lir
E n t r e l o s e d i f i c i o s m á s a n t i g u o s y s o l e m n e s d e d i c a d o s a l o s m á r t i r e s , y entre los mis cía Cristo en majestad sentado en un trono bajo la bóveda celeste, con san Pedro y san
Pablo y dos palmeras a los lados. Debajo, a Cristo lo sustituía el cordero o Agntis Dei, su
p r o f u s a m e n t e d e c o r a d o s , se e n c u e n t r a el m a u s o l e o d e S a n t a C o s t a n z a (Roma, a¡. 337-
imagen simbólica, entre los apóstoles interpretados meiafóncamente como doce ovejas,
3 6 1 ) , e n e l q u e f u e e n t e r r a d a C o n s t a n t i n a . h i i a d e l e m p e r a d o r C o n s t a n t i n o . Se consenan y. al fondo, las ciudades de Jerusalén y Belén, iglesias de los judíos y de los gentiles '. 2
l o s e x c e l e n t e s m o s a i c o s d e la b ó v e d a c i r c u l a r d e l d e a m b u l a t o r i o e x t e r i o r , con motivos Hacia 402-417 se realizó en la iglesia de Santa Pudenziana (Roma) el mosaico absidal
a p a r e n t e m e n t e p a g a n o s ( e s c e n a s d e v e n d i m i a ) , r a z ó n p o r la q u e se l o consideró errónea- (Fig. 1) que representa a Cristo entronizado, modelo del arte triunfal, como maestro y
m e n t e u n t e m p l o d e B a c o . E s t a h i p ó t e s i s se v i o r e f o r z a d a p o r la pérdida de todos los
, h en majestad con nimbo, derivado de las figuras imperiales romanas"; en él se despliega
m o s a i c o s q u e d e c o r a b a n la c ú p u l a ; s i n e m b a r g o , g r a c i a s a una serie de acuarelas {a. una inscripción en la que las primera palabras lo califican como dominas ecclesiae. Detrás
vemos la Jerusalén celeste y, en el centro, una cruz gemada triunfante y los símbolos de
1 5 3 8 - 1 5 4 0 ) r e a l i z a d a s p o r e l a r t i s t a y e s c r i t o r p o r t u g u é s F r a n c i s c o de H o l a n d a sabemos
los evangelistas. A ambos lados de Jesús, los apóstoles: los más cercanos son san Pedro y
q u e e s t a b a d i v i d i d a e n d o s n i v e l e s : e n el i n f e r i o r h a b í a d i v e r s a s escenas del Antiguo Tes- san Pablo, coronados por las personificaciones de la ecclesia ex circuncisione y la ecclesia ex
t a m e n t o ( S u s a n a y l o s v i e j o s , E l i a s , l ó b í a s , A l o i s é s e n el m o n t e H o r e b . . . ) , mientras que arntibUS. Es interesante la presencia de los símbolos de los evangelistas, que comparecen
c i e r t o s i n d i c i o s p e r m i t e n d e d u c i r q u e e n e l s u p e r i o r h a b í a escenas sacadas de los evange- por primera vez en una obra monumental, y de conceptos personificados por figuras fe-
l i o s . C i e r t a m e n t e n o s e n c o n t r a m o s f r e n t e a u n p r o g r a m a t i p o l ó g i c o y soteriológico
1 9
m á s c o m p l e j o q u e el q u e se a d v i e r t e e n l o s g r a n d e s s a r c ó f a g o s c o e t á n e o s . Bastantes años
d e s p u é s , la e m p e r a t r i z C a l a P l a c i d i a m a n d a b a e r i g i r e n R á v e n a el mausoleo que hoy :a
J. Beckwilh. Arte pakocrmianoy bizantino. Madrid, 1997, j>. J2 (edición original co ingles de 1970).
l l e v a s u n o m b r e y d e l q u e , a p e s a r d e las r e s t a u r a c i o n e s y r e c o n s t r u c c i o n e s del siglo xu, 11
La úlnrna «elaboración antes de que fuese desrruido se llevó a cobo con seguridad durante el pontifica-
a ú n se p u e d e v e r e l e f e c t o e s p a c i a l y c r o m á t i c o o r i g i n a l . AJ l a d o d e grandes y loables do de Inocencio IH, que se hito representar junto con uiia imagen de la Iglcá3-. A. lacobini, «II mosaico absi-
dale di San Pietro in Vaticano», en M. Andaloro el al. (cds.), Fragmenta Pietà. Affreschi e mosaici staccati del
p a n e l e s d e c o r a t i v o s , v e m o s escenas s i m b ó l i c a s c o n s i g n i f i c a d o salvífico, c o m o los cienos Medioevo romano. Roma, 1989. pp. 119-129. Sobre ci significado de la restauración de Inocencio ITi, sobre su
imagen y sobre la de la Iglesia, véase A Paravicini Bagliani, Le Chiavi eia Tiara, Roma, 1998, pp. 43-60.
" A. Grabar, L'einpereitr dansl'art c/irénen, Paris, 1936, p. 196. Eli general, véase V. Pace, «Immagini sacre
A. Ftrru.a, Le pirrure della nuova catacomba di Via Latina, Ciudad del Vaticano, 1960. nei programmi figurativi della Roma aliomcdievale (v-ix secolo): Livelli di percezione e di fhu7Ìonc», en id.,
W. T r o n t o , The Via lattina Catacomh. University Park, Pa.. 1986, pp. 51 ss. Artea Roma nel Medioevo, Ñapóles, 2000, pp. 269-286, que comienza con el análisis de Santa Pudenziana.
K- Lehtnann. «-Santa Costanza», The Art Builetin 37 (1955), pp. 193ss.
1 8
H . Stexn. «Los mosai'qucs de l'église de Saiotc Constance à Rome», Dtmtharton Oaks Paperi 12 (1958),
, w
pp. 159ss.
Los D KAM DBS p RO(. RAMAS I C O N O G R A F I C O S 87
I n definitiva, el ábside principal es elegido como soporte de una tcoranía cuya for-
iniil.ii ion irá cambiando con el transcurso de los siglos. En el año 431, el Concilio de
I' lew decidió que la Virgen debía ser considerada Aladre de Dios. De este modo se vio
1
t r á n e r a l a s e g u n d a i g l e s i a d e R o m a , sede e p i s c o p a l d e la c i u d a d . F u e construida en d lo suponía caer en la idolatría, por lo que se declaraban de forma vehemente y agresiva
s i g l o i v y, e n e l v , se d e c o r ó c o n m o s a i c o s , d e s t r u i d o s t r a s d i v e r s o s c a m b i o s . Ks probable contrarios a su uso. En Occidente todo se resolvió de modo pacífico, pero son bien
q u e e l á b s i d e l o o c u p a s e e n o r i g e n u n a i m a g e n d e C r i s t o d e c u e r p o e n t e r o , antcnorah conocidas la iconoclastia biz.anbna y la influencia que ñivo en el Imperio durante más
e x i s t e n t e e n la i g l e s i a r o m a n a d e S a n C o s m e y S a n D a m i á n , fechada e n t o m o a 520- de un siglo.
Como consecuencia de esta actitud, el papa Gregorio Magno, en torno al año 600,
5 3 0 * * ; E l m o s a i c o a c t u a l es o b r a d e I a c o p o T o r r i t i y I a c o p o da C a m e r i n o ( 1 2 0 ) . perose
y
escribió una célebre carta a Severo, obispo de Marsella-"', en la que le reprende con seve-
h a s u g e r i d o - ' q u e t a l v e z r e c o j a , c o n a l g u n a s v a n a n t e s , e l o r i g i n a l - ' ' ' . Existen otras teofa-
ridad por haber ordenado eliminar algunas pinturas con imágenes. Por una pane, está de
n i a s . c o m o la T r a n s f i g u r a c i ó n e n l a i g l e s i a d e l m o n a s t e r i o - f o r t a l e z a de Santa Catalina dd
acuerdo con él en cuanto a la prohibición de adorarlas, pero se muestra contrario a su
S i i i a i ( 5 4 8 - 5 6 5 ) , l e v a n t a d o p o r J u s t i m a n o . E l C r i s t o s i r í a c o d e p i e y n i m b a d o encerrado
destrucción, ya que en el ambiente en el que se divulgaban estas pinturas tenían un valor
e n u n a n i a n d o r l u h a c e u n g e s t o d e b e n d i c i ó n e n t r e E l i a s y A l o i s é s , m i e n t r a s que a sus pies catequédeo y didáctico para las personas que no sabían leer y recurrían a las imágenes
e s t á n s a n P e d r o , s a n J u a n y S a n t i a g o e l A l a y o r . E n e l f r i s o q u e r o d e a e l conjunto, están para aprender:
l o s b u s t o s d e l o s a p ó s t o l e s , d i e c i s é i s p r o f e t a s y p e r s o n a j e s d e la é p o c a , mientras quemas
a b a j o se t h s t i n g u e n e p i s o d i o s d e la v i d a d e A l o i s é s " ' . Adorar las imágenes es una cosa; enseñar con su ayuda, otra. Las imágenes son para los
ignorantes lo que la cscnnira para las personas doctas, pues por su intermediación ven lo
que deben recibir; Icen en ellas lo que no pueden leer en los libros.
-" G . Alactluac. Atomici r/tcdiorvali delle chiese di Rom*, Roma. 1967. pp. 55-76, E. Dassmann, »DasApsis-
inosaik von S. Pudeniiana ini R u m - , Römische Quartalschiift 65 (1970). pp. 67 ss.
: j
C . J . HoogvwcrtT. - I l musaico absidale di S. Giovanni in Latcrano ed altri mosaici romani*.AmdtlU !
" llcckwith, Wrfr p/deocrutiano, cit., pp. 133-136.
Pontificia Accademia Romana di Archeologia. Rendiconti 2? (1955), pp 297-}26. ;
'' Grcgono Magno, Episiole, liliro XI, n. 13, en J.-P. Migne (ed.). Pntrologiu Latina, vol- LXXVII, cols.
*** C. Cecchelli, —A proposito del mosaico dell'abside laterancnsc», .\litcctanea Bìhtiothecae Hertziani 1.128-1.130, Cfr. tambicn J. Yarta Luactrs. Fuentes de la Historia dd Arte, vol. I, Madrid, 1997. pp. 144-146,
(1961). pp- 1 Jss. pcro solire todo C. M- Ohazelle, «Picturcs, Books and the Illiterate. Pope Gregory I's letters to Screnus of
1 0
Sobre la iconografia del abside a partir del siglo iv, véase, en general, C. Ihm. Oie Programme der Chnst- Marseille", Wold and Image 6 (1990), pp. 138-153.
lichen Apsismalerei vom vierten Jahrhundert his =.u .Mitte des achten Jahrhunderts, Wiesbaden, i960.
K- \Vcitzjnann, - T h e Mosaic i n die Saint-Catherine 's Alonastcry in Mounr Sinai», Proceedings oftbt
American Philosophical Society 1 10 (1960), pp. 392-405.
¡1
ss A R T E E HISTORIA EN LA E D A D M E D I A ili
acuarelas. C a u s a r o n u n a g r a n i m p r e s i ó n y s i r v i e r o n de m o d e l o a o t r o s lugares". cuarenta, están dedicados al Antiguo Testamento y se han atribuido a los mismos talleres
L a p r i m e r a g r a n b a s í l i c a e n la q u e se c o n s e r v a u n g r a n c i c l o d e este t i p o es la de San- y a la misma época del arco triunfal . Los veintiuno del lado norte corresponden al Gé-
16
ta M a r í a la M a y o r e n R o m a . C o n s t r u i d a p o r e l p a p a L i b e r i o ( 3 5 2 - 2 6 6 ) , fue luego reedi- nesis, y los últimos siete a ambos lados, a la historia de José. La intención dominante, en
ficada y d o t a d a d e m o s a i c o s p o r S i x t o I I I ( 4 3 2 - 4 4 0 ) . r e s p o n s a h l e d e l c o n j u n t o que cubre el momento de su elección, es didáctica. Pretenden dirigirse al fiel mediante imágenes de
e l a r c o t r i u n f a l y las zonas altas d e la n a v e c e n t r a l , a u n q u e n o se sabe si también es cosa salvación, para luego llegar al misterio de Cristo en el arco triunfal' . Lo mismo vemos
7
K o todos los estudiosos aceptan esta explicación. Véase l.t interpretación principal, en C. Davis-Weyers,
J u
«Komposiuon und Szencnausw3hl ini Dittehaettm des Prudencios^, en Studien zur spatantiken und bizantini- " Se han ofrecido explicaciones parciales, por ejemplo sobre cómo interpretar la Anunciación y la Huida
sehen Kunst Fr. H ' Deichmann gewidmet, I i i . Bonn, 1986, pp. 19s*. a Egipto en cuanto metáforas \isuales, tomando como punto de partida un sermón de León I para Navidad y
H - I — Kessler, <-La antica basilica di san Pietro come fonte c ispirazioni- per la decorazione delle chiese
5 1
Epifanía; J. PJcane Sieger. «Visual Metaphor as Theology: Leo the Great's Sermon on the Incarnation and the
medievali*-, en Andaloro et al. (eds.), Fragmenta Pietà, cit., pp. 45-64. Arch Mosaics at Sta. Mana Maggiore». Gesta 25, 2 (1987), pp. 83-91. Resulta difícil aceptar esta propuesta, por
- En la época, tuvo una notable importancia por Jas informaciones gráficas que ofrecía. C. Cccehelli, / problemas cronológicos.
mosaici della basilica di S. .Maria Maggiore. Turin, 1956. B. Brcnk. Die frnbcbristUcben Motaikcn in Santa Maria Maggiorc zu Roni, Wiesbaden, 1975.
,lS
• U- Schubert, - D e r politische Primat3nspruch des Papstes, dargestellt am Triumphbogen von Santa " Saxcr, Sainte-Mane-Majeure, cit., p. 48.
Maria Maggiore in Rom», Kairos 123 (1971), pp. I94ss.
V. Saxer, Samte-Marie-Majeiirr. Une basilique de Rurne d¿itis l'histoire de ¡a Hile et de son Église, Roma, 200], p, 52.
90 A R I E E HISTORIA E N LA E D A D M IDIA M I
c o n f i r m a d o p o r t e x t o s m u y a n t e r i o r e s . E n e l l a se u b i c a r á e l P a n t o c r á t o r . la Majestad de dedicado a la Virgen, representada en el centro del muro principal, con los brazos abier-
O Í O S , r e p r e s e n t a d o e n u n m e d i o c u e r p o d e d i m e n s i o n e s g i g a n t e s c a s , q u e sostiene el Li- tos propios de la orante. A su derecha, el retrato del papa, que en una inscripción reco-
b r o d e la R e v e l a c i ó n y b e n d i c e , r o d e a d o d e á n g e l e s q u e p u e d e n e n c o n t r a r s e , ya en b nocía no ser digno, aunque al mismo tiempo se identificaba como quien había mandado
c ú p u l a , y a e n e l t a m b o r . E n m u c h a s i g l e s i a s , la c ú p u l a se d e r r u m b ó y desapareció la engir el oratorio: «Iohannc indignus episcopus fccit». En un estado más o menos bueno
i m a g e n d i v i n a , q u e v e m o s e n D a f n e e n e l s i g l o x n . E n u n a é p o c a t e m p r a n a se puede se conserva la figura mañana coronada. Alrededor y sobre los otros muros se desplegaba
d a t a r u n a t e o f a n í a s e c u n d a r i a c o m o la . A s c e n s i ó n e n S a n t a S o f í a d e T e s a l ó n i c a (finalesdel un amplio ciclo de la vida de Jesús, comenzando en la Anunciación y terminando en la
s i g l o i x ) . E n u n s e g u n d o n i v e l e n c o n t r a m o s la bema y s u e n t r a d a , d o n d e se celebra la li- Ascensión. La nueva situación polínca creada con el Impeno carolingio y el protagonis-
t u r g i a , c u b i e r t a p o r u n a s e m i c ú p u l a . A q u í se d i s p o n e la V i r g e n c o m o Tbeotokos. Madre mo ideológico que el papado tenia en todos los campos favorecieron nuevas empresas
d e D i o s , c o n v a r i a n t e s : d e p i e c o n l o s b r a z o s a b i e r t o s e n p o s t u r a de o r a n t e (Blac&ernitis- arüsticas en el siglo ix. Pascual (817-824) fue responsable de algunos de estos proyectos,
sa). m o s t r a n d o e l c a m i n o (Odigbitria), e t c . C u s t o d i a n la e n t r a d a d o s a r c á n g e l e s vestidos como el ábside de Santa Alaria in Dominica, presidido, como en el caso del oratorio de
c o m o la g u a r d i a i m p e r i a l , d a d o q u e t i e n e n la m i s i ó n d e e s c o l t a r a la Tbeotokos. P o r últi- Juan V I I , por una Virgen con el Niño entronizada, rodeada por una multitud de ángeles,
m o , s o b r e b ó v e d a s y m u r o s , d i v e r s a s f i g u r a s d e s a n t o s , d e m e d i o c u e r p o o de cuerpo mientras debajo, a un tamaño mucho más pequeño, el papa se arrodilla en alusión al
gesto de la proskyncsis poniéndose a los pies de María . 41
E s t e es e l p r o g r a m a b á s i c o , p e r o b i e n p r o n t o se s i t ú a n e n las pechinas diversas escenas " Orno ya se ha dicho, la bibliografia ciiatla se limita a un texto clasico, del que se han hecho vanas edicio-
d e la v i d a d e C r i s t o , e m p e z a n d o c o n Ja A n u n c i a c i ó n ( K a t h o l i k o n d e H o s i o s Lukas). Cuan- nes desde 194H O . Dermis,fíyzantineMosaic Dnvration Aspecto ofMonumental Art m Byzantitmi, Londres, 1948.
d o las escenas se v u e l v e n m á s n u m e r o s a s , t a m b i é n se p u e d e n d i s t r i b u i r p o r los muros, *• J.-M. Sansterrc, -Jean Vil (705-7U7): idéologie ponüficale», en L. Hadenuann-Misguich y G. Racpsact
<eds.). Rayonneineni gree. Hommage á Charles Ocfooyc, Bruselas, 1982, pp. 3J7-38H; M. Andaloro, «1 mosaici
s i e m p r e a c o m p a ñ a d a s p o r f i g u r a s d e s a n t o s ( N e a A l o n i e n Q u í o s ) . Se p r i v i l e g i a el muro dell'Oratorio di Giovanni Vii», en AL Andaloro et al. (cds.). Fragmenta Pietà, ciu, pp. 169-177.
** M. Andaloro y S. Romano, «L'immagine nell'abside»-, en cad.. Arte e iconografia a Roma: da Costantino a
Cola di Rienzo, .Mdán, 2000, pp. 105-106.
" En las páginas que siguen, que tratan del arte cristiano occidental, se barí una simple mención al ane
,
bizantino; no obstante, es necesario hacer una referencia general a este programa en caso de que influya ose
refleje en el arte de Occidente.
92 A R T I E HISTORIA EN- LA E D A D M F D t A III
c a í d o e n el o l v i d o , p e r o n o f u e a s í . y en el s i g o x es c o p i a d a en m ú l t i p l e s ejemplares, que
i n c l u í a n u n n ú m e r o s u p e r i o r d e h i s t o r i a s , a las q u e se a ñ a d i e r o n o t r a s muchas imágenes Contrariamente a cuanto había sucedido hasta el momento, será el arte francés el que
marque la pauta, y es precisamente en Francia donde, en la época, se realizan las portadas
d e r i v a d a s d e i n t e r p o l a c i o n e s q u e e n o c a s i o n e s s o n c o m p l e t a m e n t e ajenas al Apocalipsis.
más monumentales. Por otra parte, la figuración puede, en todo momento, usar como
M a b í a d o s f a m i l i a s d e m a n u s c r i t o s , y l a s e g u n d a , la m á s r i c a , es la que probablemente soporte los capiteles del interior de la iglesia, si bien sólo con programas parciales. Asi-
s u r g e e n el s i g l o x . E s t o s m a n u s c r i t o s s o n m u y s u p e r i o r e s , e n c u a n t o calidad y originali- mismo, el claustro de monasterios y catedrales es un ámbito adecuado para ello. La for-
d a d d e e s t i l o , a t o d a s las c r e a c i o n e s e u r o p e a s d e la é p o c a r e l a c i o n a d a s c o n el Apocalipsis, ma que conocemos, queda fijada en el periodo carolingio, pero entonces no comprende
t e x t o m i s t e r i o s o q u e e n O r i e n t e n i s i q u i e r a estaba i n c l u i d o en el c a n o n bíblico de los li-
b r o s r e v e l a d o s . E n la f a m i l i a JJ se a ñ a d e el Comentario de san Jerónimo al Libro de Daniri dondefi)jel amana pictórico de todos los manuscritos; J. Williams, 77;c lllusttattd Btatus A Corpus oftbe lllui-
y , e n a l g u n o s e j e m p l a r e s {Beato de Gerona, M u s e o d e la C a t e d r a l , N u m . lnv. 7 |1I]}, natians of tbt Commentaiy on tbe Apocalypse, 4 voh., Londres. 1994-2002 (se han publicado cuatro de los cinco
t a m b i é n u n i m p o r t a n t í s i m o c i c l o d e la v i d a d e C r i s t o , b a s a d o e n fuentes distintas a las voiúincnL-v previsto*). J. Yarra Luaccs. Beato de Débana Manuscritos iluminados. Barcelona, 1998, donde se
r-kanuium, en !a medida de lo posible, casi todos los manásemos dentroricsu contexto.
e u r o p e a s o c c i d e n t a l e s . L a p r o d u c c i ó n d e m i n i a t u r a s c o n t i n ú a hasta los p r i m e r o s años del
** Al estudiar la iconografía vinculada a Oriente, G- Carnes, Byzame et la peinture romane de Germana,
s i g l o x i n , j u s t o c u a n d o se i n i c i a la c r e a c i ó n d e l o s g r a n d e s A p o c a l i p s i s ingleses de los si- París, I Oftfi, rrara cada tema con independencia de los demás, confirmando lo que se ha dicho. Una revisión de
g l o s x i u y x i v , los ú n i c o s p a r a n g o n a b l e s a los e s p a ñ o l e s * . 4 la miniatura otomana en H. MayT-IIarong, Otnntan Boek lllammation, 2 vols., Londres-Nueva York-, 1991.
** Siguen siendo interesante* los análisis formales de una escultura subordinada a) marco arquitectónico de
H. Fociüon, L'art des seu/pteurj romans, París, 1931, con varias ediciones y traducido a diverso* idiomas. Ade-
más, cfr J lialtrusairis, 1a stylistiquearflaméntale déla sculpturt romane, Paris, 1931, centrado principalmente en
*- Kessler, La anma basilica dì san Pietro, cit-, p. 50. la escultura ornamental.
* _|. E- Oaehdc. F. Alütlierich ct al.. /-/ Bibbtia di San Paolo Fuori le Mura, edición facsímil. Roma, 1994.
l
** La bibliografía sobre los manuscritos de las obras de Beato es inmensa; tan sólo citaré uestítulos*P.
Klein, Der älterer Beatus-Kodex Vitr. 14 I der Biblioteca S'adottai zu Madrid. Mildeshcím-Nueva York, 1976.
94 A R T E E HISTORIA EN LA E D A O M E D I A III
h a y d o s l e o n e s , u n o d e l o s c u a l e s posa la z a r p a p r o t e c t o r a s o b r e u n i n d i v i d u o de cuya despla¿ados respeto 3 la ubicación original, hay encastrados diversos fragmentos de un
b o c a sale u n a s e r p i e n t e . Se t r a t a d e l p e c a d o r a r r e p e n t i d o , a c o g i d o benévolamente por el singular zodíaco de carácter baunsmal . La portada se completa con las figuras de san
50
l e ó n f u e r t e d e j u d á . q u e es G r i s t o . F l o t r o pisa al A l a i , s i m b o l i z a d o p o r u n basilisco y un Pelayo y san Isidoro de Sevilla, el primero por ser el santo al que, en origen, estaba de-
o s o . L o s c a p i t e l e s e n l o s l a t e r a l e s p r e s e n t a n t e m a s d e l A n t i g u o T e s t a m e n t o , que, junto dicada la colegiata y el segundo por ser el que lo sustituyó cuando sus reliquias se traje-
c o n l o r e p r e s e n t a d o e n e l t í m p a n o , c o n f o r m a n u n p r o g r a m a de t i p o penitencial" '. En el 41
ron a León desde al-Andalus-
r e i n o d e L e ó n t i e n e g r a n r e l e v a n c i a la c o l e g i a t a d e San I s i d o r o . E n la portada sur (Por- De regreso al ámbito francés, la portada de la abadía de San Pedro de Moissac cons-
t a d a d e l G o r d e r o ) , e n e l c e n t r o d e l t í m p a n o , e n s u p a r t e s u p e r i o r , aparece el Cordero tituye el modelo más importante, donde mejor se integra la idea de la Maiesias Dotnini,
m í s t i c o , es d e c i r . C r i s t o , e n u n c í r c u l o s o s t e n i d o p o r á n g e l e s ; d e b a j o , su correspondiente de dimensiones enormes, gesto impasible, frontal, sentada y con nimbo crucifero (Fig.
3). La rodean los símbolos de los evangelistas. Formando parte integrante de esta misma
figura t i p o l ó g i c a d e l A n t i g u o T e s t a m e n t o , e l S a c r i f i c i o d e Isaac. E l protagonismo de
elipse ideal, tangente al resto, se ubican lasfigurasalargadas y curvas de dos serafines que
A b r a h a m se e x t i e n d e t a m b i é n a l o s l a t e r a l e s , d o n d e , p o r u n a p a r t e , se completa la histo- contemplan al Señor. En tres niveles se disponen, sentados, los veinticuatro ancianos del
r i a , c o n Isaac d e n u e v o p r e s e n t e , q u e va a l s a c r i f i c o c o n e l asno y se despide de la madre. ApocaÜpsis, que sostienen instrumentos musicales y vasijas, y adoran a Dios. Así pues, se
I s a a c r e p r e s e n t a la h e r e n c i a e s p i r i t u a l d e A b r a h a m . E n e l o t r o l a d o , el protagonista es destaca con claridad el carácter apocalíptico. En los laterales del parteluz hay dos ex-
I s m a e l , h i j o c a r n a l , v e s t i d o d e a r q u e r o , c o n f o r m e a la t r a d i c i ó n . Se pensaba que Ismael, traordinarias figuras, de cuerpos sinuosos y muy elongados, y oüras dos en las jambas, que
h i j o d e A g a r , e r a e l p r e d e c e s o r d e l o s m u s u l m a n e s , q u e , c o n s e c u e n t e m e n t e , eran llama- representan los dos Testamentos (Pedro y Pablo, Jeremías e Isaías) . Y siempre se ha 51
J. Williams, «"Generaciones Abrahae»: Reconquest iconography lüLeón», Gesta 16, 2 (1977), pp. 3-14.
,u
S. Moralejo, «Pour l'interprétation iconographique du Portad de l'Agneau à Saintlsidor de León: Les
A
" Y. Chrisie. Les Grands portails romans- Étude sur Hconologie des tbcophanres romanes, Ginebra, 1969. signes du Zodiaque», Cahiers de Samt-M/cbel dt Cu.ra'8 (1977), pp. 137-173.
"** Sobre el crismón trinitario existe una abundante bibliografía, a veces repetitiva, entre la que cabe desta- 51
N. Mézoughi, «Le tympan de Moissac études d'iconographie». Cabins de Saiat-Miehel de Ctixd 9
car J. Caamañu Alartíncx. «Kn torno al tímpano dejaca>-. Goya 142 (IV78), pp. 200-207. Respecto al programa <I978), pp. 171-200. P. Skufaiszcwsla. «Le trumeau et le linteau de Aloissac: un cas de symbolisme médiéval»,
Cahiers Archéologiques 40 ( 1992), pp. S1 -90. Atribuye mucha importancia a la icouograGa del parteluz, sobre
iconográfico, nos encontramos en la misma situación, pero el primero en profundizar sobre este tema fucS.
todo a las parejas de Icones de cuerpos entrelazados.
Aloraie|0, «Aportaciones a la interpretación del programa iconográfico de la catedral de Jaca», en Homenaje t
Don José' María Laearra de Aliguel en su jubilación del profesorado, Zaragoza, 1977, I , pp. 173-198; id., «La sculp-
ture romae de la cathédrale! de Jaca. Etat des questions». Cahiers de Saint-Michel de Caxd 10 (1979), pp. 79-106.
96 A R T E E HISTORIA E K LA E D A D .MEDIA III
E n S a m t - E t i e n n e d e C a h o r s . l a A s c e n s i ó n es e l t e m a p r i n c i p a l de u n tímpano con un
Otra de las obras maestras de la escultura medieval es el tímpano de San Lázaro de
p ó r t i c o s i m i l a r a l d e M o i s s a c , p e r o c o m p l e t a d o c o n escenas d e la v i d a d e l santo titular de Autun, firmado por Gisleberto. El estilo nervioso y desequilibrado del gran escultor,
l a i g l e s i a . E s e v i d e n t e q u e , e n esta é p o c a , l o s s a n t o s se h a b í a n c o n v e r t i d o en protagonis- capa/' de crear capiteles de un dinamismo sorprendente y expresivo, no le impide confe-
tas d e las d i v e r s a s f o r m a s a r t í s t i c a s , a l g o q u e a n t e s n o pasaba. S i n e m b a r g o , la relación rir a la forma el carácter necesario* . Por ello crea una imagen de la Maiestas solemne,
1
A s c e n s i ó n - s a n E s t e b a n se c o n s t a t a e n o t r a s o b r a s , c o m o el c l a u s t r o d e Saint-Trophime frontal, inmóvil y casi inexpresiva, enorme, envuelta en la mandorla. Por contraste, en el
d e A r l e s , y se basa en u n a h o m i l í a d e G r e g o r i o M a g n o para el día d e la Ascensión (Hom. resto del tímpano y en el arquitrabe las figuras se alargan y acortan, desproporcionadas
2 9 ) , r e c o g i d a p o r B e d a . P a r t e d e l o s H e c h o s d e l o s A p ó s t o l e s , d o n d e Esteban nene una
5 4 en función de las exigencias de su estética o de la superficie de la que disponen. En la
v i s i ó n e n l a q u e v e a b r i r s e l o s c i e l o s y al H i j o d e l H o m b r e d e p i e a la derecha de Dios zona superior, a ambos lados, hay un3 especie de bases o plataformas donde, de izquierda
P a d r e . S a n A l a r c o s ( 1 6 , 1 4 - 2 0 ) d i c e q u e , e n la A s c e n s i ó n , C r i s t o se sienta a la derecha del a derecha, se pueden distinguir la ciudad celeste y un ángel que se inclina hacia una v i -
sión de la Virgen entronizada. Fn la otra parte, Enoc y Elias, los testigos apocalípticos
P a d r e . ¿ G o m o se e x p l i c a esta c o n t r a d i c c i ó n ? E s t á s e n t a d o p o r q u e juzga desde lo alto,y
que Dios ha mantenido vivos hasta el fin de los tiempos para que combatan al Anticristo
d e p i e m i e n t r a s c o m b a t e , s e g ú n E s t e b a n , p a r a d e r r o t a r a sus p e r s e g u i d o r e s . E n el tím-
55
y mueran ascendiendo al Cielo. Más abajo se encuentran los elegidos. Fn el lado opues-
p a n o está de p i e . to, rompiendo las reglas de la simetría habituales en casos como éste, el arcángel san
L a h i s t o r i a d e l J u i c i o F i n a l es r e l a t i v a m e n t e r e c i e n t e , si b i e n desde t i e m p o s bastante Miguel pesa las buenas acciones ante una multitud de diablos monstruosos. E l pueblo
r e m o t o s y a e x i s t í a n a l g u n a s f ó r m u l a s m u y s i m p l e s . R e s u l t a i n t e r e s a n t e constatar que
5 6 juzgado se encuentra en el arquitrabe. Entre los personajes representados, llama la aten-
estaba c o m p l e t a m e n t e d e s a r r o l l a d o e n la m i n i a t u r a s de los beatos h i s p á n i c o s del siglo x, ción la del primer peregrino a Santiago del que tenemos noticia, junto con Jesús resuci-
a u n c u a n d o c o n u n a f o r m u l a c i ó n d i s t i n t a r e s p e c t o a l r e s t o d e O c c i d e n t e . E n la época, lo tado camino de Emaús (convento de Santo Domingo de Silos) . 58
" D. Grivot y C;. Zamccki, Gis/tbertiü, sailptein-d'Aiittm, París, 1960; W. Sauerlandcr, «Úbcr (lie Kompo-
Christe. Les Grands Portails Romans, cíe, p. 85.
5 2
c o n u n d o b l e a r q u i t r a b e l l e n o d e a n i m a l e s m o n s t r u o s o s ) , S a i n t - ü e n i s (víctima de las
r e s t a u r a c i o n e s y c o n las a r q u i v o l t a s r e c u b i e r t a s d e u n a g r a n c a n t i d a d de imágenes)* 'y 1 ría) y sur (Platerías) son obras contemporáneas y sus programas iconográficos se comple-
S a i n t - T r o p h i m e d e A r l e s ( e n c u y o t í m p a n o a p a r e c e la Mati Mas r o d e a d a p o r Los sírñbobs mentan. Desgraciadamente, la primera se desrruyó con el objeto de sustituir la fachada
románica por otra dieciochesca, y pane de sus esculturas se encastraron en la portada de
d e l o s evangelistas, m i e n t r a s a l o s l a d o s se e x t i e n d e el J u i c i o F i n a l ; en realidad, es un
Platerías, produciendo esa sensación de confusión que la caracteriza en la actualidad. N o
p r o g r a m a m u y c o n f u s o : e n p a r t e r e s u l t a p e r f e c t a m e n t e i n t e l i g i b l e , p e r o se le añadieron obstante, se ha logrado hacer una reconstrucción hipotética de esta portada desaparecida 61
c i c l o s o escenas d e la i n f a n c i a d e J e s ú s , d e la l a p i d a c i ó n de san E s t e b a n , figuras monu- y eliminar idealmente de la de Platerías los elementos que no le pertenecen. Así, se ha podi-
m e n t a l e s q u e se e n c o n t r a b a n e n el a r q u i t r a b e d e l t u l i p á n . - i n c l u s o episodios del Anti- di • • • msiatar que el programa es muy diferente de los citados hasta ahora. Comenzaba con
g u o T e s t a m e n t o , j u n t o a t e m a s d e difícil c o m p r e n s i ó n ) . un i c m a que se encuentra con frecuencia en la esculnira francesa (Neuilly-en-Donjon) : la ó?
hist. da de la caída de Adán y Eva. Cada fachada comprendía dos portadas. En la de Platerías
P o r ú l t i m o , o t r a o b r a m a e s t r a d e la e s c u l t u r a m e d i e v a l son las portadas de ia fachada
se muestra la doble naturaleza de Cristo^. El momento del triunfofigurabaen la portada de
de la M a g d a l e n a d e V e z e l a y ( F i g . 5 ) . Se t r a t a , e n p r i m e r l u g a r , d e la bajada del Espíritu
6 0
c i c l o s b í b l i c o s q u e d e r i v a n d e u n m o d e l o d e m a n u s c r i t o i l u s t r a d o i d é n t i c o al de la Biblia mayor desarrollo el Juicio Final, que presenta muchas semejanzas con el Apocalipsis,
de RipoII ( C i u d a d d e l V a t i c a n o , B i b l i o t e c a A p o s t ó l i c a , m s V a t . l a t . 5 7 2 9 ) . A la izquierda, aunque hay numerosos detalles que lo diferencian.
e l c i c l o se c e n t r a e n S a l o m ó n y D a v i d —en p a r t i c u l a r e n este último—, considerados am- No sabemos en qué momento se decidió incluir en la pintura este episodio. Todo
b o s m o d e l o d e r e y p a r a q u i e n e s e j e r c e n e l p o d e r y, p o r e n d e , p a r a R a m ó n Berenguer IV, hace pensar que tuvo lugar en época carolingia. En la iglesia de San Juan de Münster-
c o n d e d e B a r c e l o n a y a h o r a r e y d e A r a g ó n t r a s s u m a t r i m o n i o c o n P e t r o n i l a . E n el orro Mustair se pueden ver restos de un Juicio Final en cuya parte superior se llegan a distin-
l a d o se c u e n t a l a h i s t o r i a d e M o i s é s q u e c o n d u c e a l p u e b l o h e b r e o a la v i c t o r i a , hacién- guir la resurrección de los muertos y una especie de Ascensión de Jesús. En el lado
d o l e a t r a v e s a r s a n o y s a l v o e l d e s i e r t o , c o n la c o n d i c i ó n d e q u e se c o m p o r t e correcta- opuesto, cuatro ángeles «enrollan» el cielo como si se tratase de una rica tela pintada de
azul y espolvoreada de estrellas, corno se ve en los sennones bizantinos de Santiago de
m e n t e , c o n f o r m e a l p a c t o h e c h o c o n Y a h v é ; u n p a c t o s a n c i o n a d o p o r la entrega de las
Kokkinobaphos y, posteriormente, en el Juicio Final de la capilla degli Scrovegni (Padua)
t a b l a s d e l a l e y e n e l m o n t e S i n a í , q u e se v e e n la p a r t e b a j a , r e p r e s e n t a d a c o n tres figuras: de Giotto. A4ás abajo, Dios en majestad rodeado de ángeles y, bajo los arcos, a los lados,
D i o s . A l o i s é s y J o s u é , q u e l o h a s e g u i d o . E n u n p a r a l e l i s m o c o n e l m u n d o de la monar-
q u í a m e d i e v a l , a p a r e c e n d o s figuras, e l o b i s p o y e l g u e r r e r o {sacerdotiimt y regnmn). La
p o r t a d a t r a n s m i t e u n m e n s a j e r e l i g i o s o y p o l í t i c o , p u e s a t r a v é s d e i m á g e n e s genéricas
0<i
Andrés de Fleury, Me de Ganzlitt, abbt de Fleury (Vita GaitzJhii, abatísfloriacetisis motiasterii), cd. y trati.
R.-IL Bauucr y G. Labory. Paris, 1969, libio II. 63, pp. 121 ss.
t o m a d a s d e la B i b l i a se o f r e c e u n m o d e l o p a r a q u i e n g o b i e r n a . A l l í están sepultados al- 67
Se encuentran notables ciclos apocalípticos en Sant Quine de Pedrct (Cataluña) y en la cripta de la ca-
g u n o s c o n d e s d e B a r c e l o n a , y e n la é p o c a l a base d e la p o r t a d a se d i s p u s o c o m o espacio tedral de Anagni (Campania).
p r i v i l e g i a d o p a r a l a s e p u l t u r a d e l a d i n a s t í a ; d e h e c h o , e l s a r c ó f a g o d e R a m ó n Berenguer
T V se d e p o s i t ó p r e c i s a m e n t e a l l í . P a r a r e f o r z a r esta i d e a , se m u l t i p l i c a r o n los elementos
1
102 A R T E E HISTORIA EN LA E D A D AIEDIA lll
x i n o se t r a t a b a d e u n a n o v e d a d .
casos, aparecen los apóstoles. N o falta el diablo monstruoso y enorme, verdadera contra-
S i a v a n z a m o s u n o s p o c o s a ñ o s ( 1 0 6 1 - 1 0 7 1 ) , e n c o n t r a r n o s o t r o s e j e m p l o s , entre ellos figura ile Jesús, imagen que debe provenir de los primeros siglos del cristianismo y cuya
e l g i g a n t e s c o i c o n o s o b r e t a b l a p i n t a d o p o r l o s m a e s t r o s ( i i o v a n n i y N i c o l a con un Juicio primera manifestación de la que tenemos noticias se encuentra en los folios iniciales de
F i n a l ( R o m a , P i n a c o t e c a V a t i c a n a ) , si b i e n a l g u n o s l o c o n s i d e r a n m á s Cardío' . Parece
6 9 0 la villa tle Jesús del Beato de Gerona (975). En Torcello vemos las personificaciones de la
q u e f u e e n c a r g a d o p o r u n a a b a d e s a d e n o m b r e C o n s t a n z a . D i v e r s a s inscripciones expli- Tierra y el Mar que entregan su botín. Los ángeles con trompetas llaman al juicio, y san
Miguel y el diablo pesan las almas (sólo en Torcello). Hay que advertir que, en estas dos
c a n e l p r o g r a m a . E n la z o n a s u p e r i o r se v e u n a MáiestiOi t r i u n f a n t e c o n una cruz proce-
obras, se distingue, junto a la Virgen y el Buen Ladrón, el seno de Abraliam, tema desti-
s i o n a l y q u e s o s t i e n e el g l o b o d e l m u n d o , flanqueado pf ir serafines y querubines con tres nado .i icner una vida larga c intensa a lo largo del siguiente siglo.
p a r e s d e alas y p o r o t r o s á n g e l e s . D e b a j o se e n c u e n t r a el C r i s t o d e la Segunda Venida,
N i . obstante, la imponente y expresiva presencia del Juicio Final no debe hacernos
c o n v e s t i m e n t a s s a c e r d o t a l e s , a c o m p a ñ a d o p o r l o s a p ó s t o l e s , c o n P e d r o y Pablo en una
olvidar que normalmente se incluye en un programa más amplio que se inicia en el ábsi-
p o s i c i ó n p r i v i l e g i a d a . M á s a b a j o l o s p r o t a g o n i s t a s s o n el m i s m o P a b l o , la Virgen y san de di l.i iglesia y tiene su continuación en las naves. En Sant'Angelo in Formis es un
E s t e b a n , j u n t o c o n e l B u e n L a d r ó n v a l u s i o n e s a las o b r a s d e m i s e r i c o r d i a . N o existe una hec hi i evidente . El responsable de la obra fue el abad Desiderio, que se hizo represen-
74
c i t a e x p l í c i t a al p e s o d e las b u e n a s a c c i o n e s , y h a y o t r a s escenas u p i c a s de la iconografía tar en el cilindro absidal sosteniendo en sus manos una maqueta del edificio, haciendo
o r i e n t a l . > J o s e n c o n t r a m o s f r e n t e a u n e j e m p l o l l e n o d e o r i g i n a l i d a d , en el que se advier- pemi.int con san Benito, fundador de la orden a la que pertenecía este priorato de M o n -
t e la i n f l u e n c i a d e B i z a n c i o . tec.issino. La cubierta semiesférica está decorada con una Maiestas entronizada que sos-
tiene él libro abierto en el que se lee, como se puede ver parcialmente en otras muchas
L o s f r e s c o s d e S a n t ' A n g e l o i n F o r m i s . e n C a m p a n i a , se s u e l e n p o n e r en relación con obras, «Ego sum Alfa et Omega Primus ct Novissimus». A los lados están dispuestos
l o s m o s a i c o s y f r e s c o s r e a l i z a d o s p o c o a n t e s e n la iglesia abacial de Aloniecassino (1071), simétricamente los símbolos del Ietramorfos y encima surge de las nubes la paloma del
d e l a q u e p r á c t i c a m e n t e n o q u e d a n a d a . S i n e m b a r g o , n o s a b e m o s si en ella había tam- Espíritu Santo. En el cilindro absidal están los tres arcángeles más conocidos, con san
b i é n u n J u i c i o F i n a l . E n c a m b i o , es s e g u r o q u e e n la o t r a i g l e s i a , que dependía de esta Miguel, titular de la iglesia, en el centro y, en los extremos, como ya hemos dicho, Desi-
derio y san Benito.
ú l t i m a y c u y a f a m a , c o m o se h a d i c h o " , n o s e r í a t a n g r a n d e si h u b i e r a n llegado hasta
1
n o s o t r o s las o b r a s d e O r i e n t e , e l m u r o o c c i d e n t a l i n t e r i o r se c u b r e c o n u n extenso Juicio Esta imagen teofámea, que hemos visto en las grandes portadas, se representa, con
F i n a l , e n e l q u e n o se p e r c i b e la m á s m í n i m a i n f l u e n c i a b i z a n t i n a - N o parece que en
7 2 T variantes, en muchísimas cabeceras pintadas de las iglesias románicas. Piénsese en Sant
O c c i d e n t e e l p r o g r a m a se c o n v i r t i e s e e n r e g l a , si t e n e m o s e n c u e n t a el fragmentario Climent de Taüll, en Cataluña, ejemplo particularmente grandioso, donde la geometriza-
ción de las fonnas alcanza una de sus cumbres, plasmando la inmensa distancia que hay
J u i c i o F i n a l u b i c a d o p a r c i a l m e n t e e n el m i s m o l u g a r e n la iglesia de Santa Alaría de
entre la figura humana y la forma de lo inaccesible. Esta tcofanía se puede concretar de
T a ü l l , e n l o s P i r i n e o s c a t a l a n e s \ D e o t r o s c o m p l e j o s q u e d a n pocos restos, como en la muchos modos. Por ejemplo, en Sant Pere de Burgal, Santa María de Esterry d'Aneu o
c o l e g i a t a de l o s S a n t o s P e d r o y O r s o e n A o s t a . Santa María de Taüll, todas en Cataluña, la cuenca absidal está ocupada en su totalidad
U n e j e m p l o p a r t i c u l a r , e n el q u e se m e z c l a n las d o s c o r r i e n t e s , l o encontramos en por una epifanía centrada en la Virgen con el Niño, sedes ptteii o sedes sapientiae, con los
T o r c e l l o . E s c o m p a r a b l e a u n m a r f i l d e l V i c t o r i a a n d A l b e r t , h o y c o n s i d e r a d o italobizan- Reyes Magos ofreciendo sus regalos a Jesús, que los recibe como hombre y como Dios,
t i n o ( s i g l o x u ) . N o o b s t a n t e , h a y b a s t a n t e s d i f e r e n c i a s . E n T o r c e l l o , tal vez en u n mo- además de como futura víctima redentora, mientras María fija su mirada hacia delante y
nene las manos dispuestas simétricamente a los lados del hijo, como si fuese tan sólo su
m e n t o u n p o c o a n t e r i o r , s o b r e el J u i c i o F i n a l se e x t i e n d e u n a gigantesca Anastasis. La
«sede». En Santa Cruz de Maderuelo, en Segovia (Museo Nacional del Prado), no nos
A l a i e s t a s , flanqueada p o r la X^irgen y san J u a n B a u t i s t a , e s t á r o d e a d a de ángeles, con los encontramos con una cuenca absidal, sino con un presbiterio rectangular cuyo muro
d o s s e r a f i n e s y las r u e d a s í g n e a s , y d e la m a n d o r l a m a n a el r í o d e f u e g o . L u e g o , en ambos oriental se corresponde con el cilindro y la semicúpula deviene bóveda de cañón. Allí se
ubica una gigantesca Maiestas, mientras que en el muro se imponen la Cruz y el Cordero.
û 8
B. Brenk. »-Die Anfange der byzantinischen Wcltgcrichtdarstcllung», Byzantinische Zeitschrift 57 (1964), Los santos, como se ha dicho, adquieren una importancia siempre mayor en las for-
pp. 206ss.. según Chnste. Ley Grands Porta/s Romans, cit., pp. 114-1 15. mas artísticas. En la Chapelle aux Moines de Berzé-la-Ville (Borgoña), priorato de Cluny
V. Peri. *>La tavola vaticana del Giudizio Universale. Note sulla data e sul tema apocalittico», Atti dilli
6 V
predilecto de sus abades, se construyó una capilla que, durante el primer tercio del siglo
PontificiaAccademia Romana di Archeologia. Rendiconti 39 < 1966-1967), pp. 161-186. xu, se cubrió de frescos. Por una parte, en la ubicación habitual, no falta la Maiestas en su
Véase A lacobmi. «La pittura e le arte suntuarie de Innocenzo I I I a Innocenzo TV (1 198-1254)», cn.M.
7 0
mandorla. En este caso, sus gestos se dirigen a san Pedro y san Pablo, que, a ambos lados,
A. Romanjni (ed-), Roma nel Duecento. Roma, 1991. p . 293. preceden al resto de los apóstoles, y recuerdan a la traditio legis. Aquí aluden a la atribu-
V. Pace, «La pittura medievale i n Campania>», en C. Bertelli (ed.). Idi pittura in Italia. L'Altotnedtom,
7 1
J. Yarza Luaces, « U n cycle <ie fresques romanes dans la paroisse de Santa Maria de Taüll», Cahiers it
7 i
g u e a s a n A b d ó n y s a n S e n é n . c u y a s r e l i q u i a s se h a b í a n l l t - i d o al p r i o r a t o cluniaccnsedc se dividieron en cuatro registros, mientras la zona absidal sólo riene tres. La lectura
A r l e s - s u r - T c c h y c u y o c u l t o t a m b i é n se d i f u n d i ó a l o t r o icio d e l o s P i r i n e o s . En las76
comienza en el registro superior, en los dos lados, donde se contemplan hasta nueve
e n j u t a s d e l o s a r c o s d e l á b s i d e se v e n s e i s s a n t o s r e p r e s t i i « J o s d e m e d i o cuerpo que L nas de la vida de Adán y Eva y cuatro de Noé. Los registros restantes narran episo-
s o s t i e n e n u n a a m p o l l a c o n u n a m a n o m i e n t r a s e l e v a n la .d c i e l o . N o s, conoced dios de la vida Cristo hasta el Prendimiento. La historia concluye en el ábside, cuya
m o t i v o d e esta p o s t u r a . z baja la ocupa una compleja Crucifixión, mientras los dos registros superiores están
dedicados a la Ascensión. Así pues, primero viene la Creación con la Caída, luego el
S i e m p r e t e n i e n d o e n c u e n t a u n a c o n c e p c i ó n g e n e r a l d e l p r o g r a m a y retomándolo
coi suelo de la oportunidad del pacto de Noé (que prefigura a Cristo) con Yahvé, que
q u e y a se h a c í a e n l o s p r i m e r o s s i g l o s ( S a n t a A l a r i a M a g g i o r e >. e n l o s frescos que cubren
II. .i la salvación. La idea redentora se inicia con la Encarnación (Anunciación) y cul-
l o s m u r o s d e las n a v e s se d e s a r r o l l a u n a m p l i o p r o g r a m a e n el q u e p r i m a u n componen- m.n.. con el sacrificio real de Dios encarnado. El momento de la teofanica Ascensión es
t e n a r r a t i v o , a u n q u e n o s i n o t r a s i n t e n c i o n e s , c o m o , p o r e i c m p l o , e l p r e d o m i n i o de un Una demostración triunfal de que las promesas se han mantenido. Todo se describe en un
l e n g u a j e t i p o l ó g i c o o l a e l e c c i ó n d e u n o o m á s t e m a s d e m a y o r e n i u n d i a . U n a vez más el ti ii i. • detalladamente narrativo.
p a s o d e l t i e m p o se h a m o s t r a d o b e n é v o l o c o n S a n t ' A n g e l o m F o r m i s . L o s muros de la En Saint-Savin, como hemos dicho, también la cripta estaba pintada y presentaba un
n a v e p r i n c i p a l y l o s d e las l a t e r a l e s se c u b r i e r o n c o n p i n t u r a s q u e n o s p e r m i t e n compren- ciclei de la vida de los santos Sabino y Cipriano. En Berzé-la-Villc se hacía mayor énfasis en
d e r l o s e l e m e n t o s s u s t a n c i a l e s d e l p r o g r a m a . L a z o n a d e las n a v e s laterales presenta un los santos Biagio v Vicente, pero había representados muchos otros. En Aosta, el descubri-
p e o r e s t a d o d e c o n s e r v a c i ó n , l o m i s m o q u e e l m u r o m e r i d i o n a l d e la n a v e central. En las miento de un gran conjunto de pinturas románicas del siglo xi y su restauración y consoU-
p r i m e r a s se d e s a r r o l l a u n g r a n c i c l o v e t e r o t e s t a r n e n t a r i o . L a p r e s e n c i a d e la Expulsión de dación han permitido anabzar un ciclo en apariencia discontinuo, pero que resultaba inte-
A d á n y E v a s i g n i f i c a q u e t o d o d e b í a c o m e n z a r c o n la C r e a c i ó n y la C a í d a . L a historiase
c o n t a b a c o n d e t a l l e . P o r c o n t r a s t e , a l o s d o s l a d o s d e l a n a v e p r i n c i p a l , e n tres registros,
se i l u s t r a b a la h i s t o r i a d e J e s ú s , c o n e s p e c i a l é n f a s i s e n l a C r u c i f i x i ó n y la Ascensión.
E n la i g l e s i a d e S a i n t - S a v i n - s u r - G a r t e m p e , e n e l P o i t o u . c o n t r e s naves de la misma
a l t u r a , la b ó v e d a d e la c e n t r a l c o m p r e n d e u n t o t a l d e c i n c u e n t a y o c h o escenas, de las que
s ó l o se h a p e r d i d o la ú l t i m a . S o n n o t a b l e s e l c i c l o d e la C r e a c i ó n y el d e d i c a d o a Adán y
E v a . L o s p r o t a g o n i s t a s s o n N ' o é , A b r a h a m , J a c o b , J o s é y A l o i s é s . ¿ E l c o n j u n t o debía
7 7
7 5
O . Dcmus, Romantsche Háridmaterie. Munich, 1968 [ed. i u : Futura murale románica, .Milán, 1969, p.
1311-
Sobre la técnica, CÍE. C. d i Matteo. «La chapelle aux Moines de- Berzc-la-\ ille. Les peintures murales-,
7 6 r
nesis Cycle at Saint-Savin-sur-Oartempe>'. 1'be Journal of the British Archaeological Association 26 (1963), pp.
11-26; .1. Baschct, - O m c m e n i a u o n et structure narrative dans les peintures de In nef de Saint-Savin», en Lerilr G. M. Borras Gualís y M. García Guatas, La pintura románica en Aragón, Zaragoza, 1978, pp. 53-105.
de l'ornement dans la peinture murale du Moyen Age. Actes du Colloque International (Saint Lizier, 1995), Poiriers.
1997, pp. 165-176.
106 ARTE E HISTORIA E N I. A EDAo M t u n 111
resante p o r q u e u n l a d o d e la nave p r i n c i p a l estaba o c u p a d o í n t e g r a m e n t e por algunas Los GRANDES PROGRAMAS ICONOGRAFICOS ltl/
la colegiata del convento de los benedictinos de Lambach (finales del siglo xi), en Aus-
U n c a p í t u l o e x c e p c i o n a l l o c o n s t i t u y e n las i n t e r v e n c i o n e s b i z a n t i n a s en Sicilia, obra
tria , donde la mayor parte de los temas guardan relación con la vida de Cristo, desta-
10
de l o s reyes n o r m a n d o s q u e l o g r a r o n c r e a r e s t o s c o n j u n t o s de g r a n u n i d a d , aunque son cando particularmente la figura de Ilerodes, cuya historia se narra siguiendo a Fia vio
r e s u l t a d o d e f o r m a s d e p r o c e d e n c i a d i v e r s a , c u y o e j e m p l o m á s s i n g u l a r es la Capilla Pa- Josefo y otras fuentes, como en los folios iniciales del Beato de Gerona, que ya hemos ci-
l a t i n a d e P a l e r m o . F u n d a d a p o r R o g e r I I . se c u b r i ó d e m o s a i c o s a p a r t i r de 1443. La tado. Siempre en el ámbito austriaco, también está la tardía (ca. 1260-1270) capilla oeste
c ú p u l a la o c u p a u n P a n t ó c r a t o r r o d e a d o p o r l o s t í p i c o s a n u d e s b i z a n t i n o s . E n la cuenca de la catedral de Gurk, situada en alto, entre las torres de la fachada. Bajo el techo se
a b s i d a l se r e p i t e la i m a g e n d e m e d i o c u e r p o d e l m i s m o P a n n i c r a t o r , c o m o si su quisiera representan la Creación y la Caída, y en el muro este un extraordinario Trono de Salo-
respetar t a n t o la f o r m a b i z a n t i n a c o m o la o c c i d e n t a l , a t a l p u n t o q u e se puede- decir que món («-Thronus magni regís et agni»), completado a los lados por dos escenas de la vida
todas las i m á g e n e s s o n r e s u l t a d o d e l a i m p o s i c i ó n d e l p r o g r a m a b i z a n t i n o , de carácter un de ( >isto v, enfrente, la Transfiguración, con otros tcni3S secundarios.
p o c e a r c a i c o , a d a p t á n d o l o a l o s o l i c i t a d o p o r l o s r e y e s n o r m a n d o s . E n el transepto, los I.mibién las salas capitulares de los monasterios sirvieron de soporte a ciclos icono-
temas se r e l a c i o n a n c o n la v i d a d e C r i s t o , c o n u n n ú m e r o d i escenas s u p e r i o r al normal. gráficos pintados, pero muy pocas de época románica han llegado hasta nosotros, si ex-
E n las naves t o d o es d i f e r e n t e . E n la z o n a s u p e r i o r se Sucede 11 temas d e l A n t i g u o Testa- c i pulamos las cistercicnses, que no están decoradas. Aunque ardió en un incendio en
m e n t o , m i e n t r a s q u e la p a r t e i n f e r i o r e s t á d e d i c a d a a la v i d a de san P e d r o y san Pablo; en 1936, quedan restos, además de un considerable material fotográfico, de la del monaste-
B i z a n c i o n o e x i s t e n o t r o s e j e m p l o s d e e s t o . E n e l m u r o d e los pies, o t r a visión sin prece- rio de Sijena, vinculado a la corona catalano-aragonesa . Se trataba de una sala rectan-
81
u m b i dividida en seis tramos por cinco arcos diafragma. Los muros y estos arcos estaban
d e n t e s : u n a Al/tiestas e n t r o n i z a d a Manqueada p o r san P e d r o y san P a b l o .
pintados. La historia se imciaba por el norte, con la creación de Adán y Eva, y continua-
Si la C a p i l l a P a l a t i n a es el c o m p l e j o m á s b i z a n t i n o d e t o d a S i c i l i a y presenta impor- ba hasta la muerte de Abel. Seguían escenas de las vidas de Noé y de Moisés, mientras
que la unción de David concluía la parte del Viejo Testamento. En las paredes, como de
t a n t e s d i f e r e n c i a s , e n la c a t e d r a l d e A l o n r e a l e é s t a s s o n a ú n m á s g r a n d e s : se trata de un
costumbre, se comenzaba con la Anunciación y, luego, de la infancia se pasaba a la vida
i m p o n e n t e e d i f i c i o d e p l a n t a b a s i l i c a l , d e t r i p l e á b s i d e y t r e s naves, c o m p l e t a m e n t e recu- publica de Cristo y a la Pasión. El conjunto tal vez se cerraba con un Descensos ad ¿jiferos.
b i e r t o d e m o s a i c o s . E l n ú m e r o d e las h i s t o r i a s , m u y p a r t i c u l a r i z a d o , es n o t a b l e . A l care- En el intradós de los arcos diafragma se sucedían bustos de personajes identificados, los
cer de c ú p u l a , la c u e n c a a b s i d a l e s t á d e d i c a d a al P a n t ó c r a t o r d e m e d i o c u e r p o . Debajo, que figuran en las genealogías, según Mateo y Lucas. Así pues, se nos presentan una vez
la v i r g e n c o n e l N i ñ o sentada e n u n t r o n o , r o d e a d a p o r l o s a r c á n g e l e s y los apóstoles, más dos ciclos en contraposición, a los que se añade un tercero. Se habla de creación, de
s e g u i d o s d e a l g u n o s s a n t o s e n el r e g i s t r o i n f e r i o r . E n l o s á b s i d e s laterales, los protago- pecado y de caída. Luego, personajes que prefiguran a Jesús, implicados en empresas
nistas s o n las g i g a n t e s c a s figuras d e san P e d r o y san P a b l o , c o n sus respectivas historias. salvíficas (el arca de Noé, el paso del mar Rojo, el pacto con Yahvé y la entrega de las
L a i n m e n s a s u p e r f i c i e de l o s m u r o s d e l t r a n s e p t o e s t á o c u p a d a í n t e g r a m e n t e por una Tablas, el milagro del agua que mana de la roca). Por último, la unción de David, que da
m u y d e t a l l a d a h i s t o r i a d e la v i d a de J e s ú s - d o n d e , p o r e j e m p l o , cada u n a de las tentacio- comienzo a la genealogía real del ¿Mesías, explícita en los intradoses de los arcos diafrag-
ma y que remata en la apanción de Cristo, en el que se cumplen las promesas mesiánicas
nes p r e s e n t a u n e s c e n a r i o d i f e r e n t e — , hasta u n t o t a l d e sesenta y c i n c o escenas. L o mismo
que culminan en su Resurrección . 84
eh-, lì. Peter y B. Autenneth, «Die \\ andennalerei des 11. Jahrhunderts in der Kathedrale Aosta», en Medioe- y de las residencias reales o señoriales, peto de los que sólo quedan recuerdos o algún fragmento. No obstante,
vo aostano. La pittura intorno all'anno mille in cattedrale e in Sant'Orso. Atti del convegni' internazionale (Aosta, 15- hay una extraordinaria excepción: el llamado Tapiz de Bayeu*. Véase O. K. Werckmeister, fhc l'atilical Ideohgy
¡6 maggio ¡992), Aosta, 2000. pp. 59-130; Costanza Segrc Alontcl, «-Committenza c programa iconogràfico oftbe Bayettx Tapcstry [1976], en id., Roviantsipie Art and Ideology, cit., pp. 119-192.
nei due cicU pittorici di Sant'Orso e della cattedrale di Aosta», ibid., pp. 1 37-184.
0 1
E. Kiudnger, The Mosaici of Monreale, Palermo, 1900.
IOS A R T * I HISTORIA EN I.A E D A D MGDIA 111
r a n c i o , c o n u n c o n c e p t o a b s t r a c t o d e l g ó t i c o * . Se c a r a c t e r i z a p o r d o s elementos funda-
5 LOS C l t N O I S PROGRAMAS If ON'OOlAlICOS 109
m e n t a l e s : las c a t e d r a l e s , p o r s u e s t r u c t u r a d i á f a n a , y las . .1 - mi/.aciones d e portadas y fa-
c h a d a s c a r g a d a s d e la m a y o r e x p l o s i ó n e s c u l t ó r i c a j a m a s tasca e n E u r o p a . Los edificios arristicas. En los siglos del Románico se le dedican numerosos santuarios, y muchas son
a l c a n z a n d i m e n s i o n e s g i g a n t e s c a s y l o s a r q u i t e c t o s c r e a n • M i u c t u r a s cada ve. más atre- las imágenes objeto de culto a las que se atribuyen poderes sobrenaturales. A partir de
v i d a s p a r a a u m e n t a r la a l t u r a y la s u p e r f i c i e d e l o s v a n o s |UC d e s p u é s Cubrirán con vi- finales del siglo xi empiezan las primeras manifestaciones de la poesía cortesana en el sur
d r i e r a s . E s t a s c r e a n u n e s p a c i o i n t e r i o r t r a n s f i g u r a d o p .( 1 o l o r , d o n d e se olucan pro- de Francia, movimiento en el que la mujer goza de una consideración hasta entonces
g r a m a s t e m á t i c o s q u e p u e d e n t a m b i é n , e n p a r t e , r e p e t n los t i c las portad.**'-. Estos inusual. Algunos escritores religiosos de ese siglo (Bernardo de Claraval) parece que
ú l t i m o s s o n m ú l t i p l e s e n l o s g r a n d e s e d i i i e i o s d o n d e , e n 1 l a c h a d a , se corresponden en transfieren estas ideas «a lo divino», demostrando un extraordinario amor por María.
g e n e r a l c o n c a d a u n a d e las t r e s n a v e s , c o n a l g u n a e x c e p i U o u r g c s . Reims). Cuando Pói lo que respecta al arte, las imágenes que se 1c dedican son cada vez más numerosas.
las n a v e s d e l t r a n s e p t o s o n t r e s , e n l o s e x t r e m o s se o r g a n i « d o s o t r e s portadas (Cliar- La V irgen madre empieza a sustituir a la sedes pacri. Sus gestos se humanizan, pierde
solemnidad. Aunque ya se dé en el siglo xn, la Virgen coronada en el cielo por Dios Pa-
t r e s , R e i m s . L e ó n ) . L a e s c u l t u r a i n c l u y e tímpano, a r q u i v . 1^. ¡ a m b a s (capiteles y esta-
dre | •< »r el I lijo será un tema imprescindible en el siglo siguiente. En los textos canóni-
t u a s - c o l u m n a s ) y p a r t e l u c e s . E . x c e p c i o n a l m e m e aparece i . t u n u n p e q u e ñ o pórtico que
cos luí «parecía natía que hiciera presagiar algo parecido. |>ero ahora se recurre a los
sobresale, s o p o r t e de otras esculturas. E l n ú m e r o de un nes es clcvadísimo. pero no
text os del Antiguo "(estamento, que permiten una interpretación en este sentido, como
c o m p l i c a l o s p r o g r a m a s i c o n o g r á f i c o s e n los q u e c i e r t a s u n nes se r e p i t e n ; p o r ejemplo,
el I ir de los Cantares 4, 8: -Ven conmigo desde el Líbano, oh esposa mía; ven, serás
e n el c a s o e n el q u e se d e b e n r e p r e s e n t a r á n g e l e s . E n u n \ i I < .1 d é j e s e s o n numerosos los Coronada». Tampoco se debe olvidar que María había sido considerada la imagen de la
r e y e s d e la g e n e a l o g í a . L o m i s m o vale p a r a l o s p r o f e t a s o los santos d e las jambas. Iglc i i \ se sigue insistiendo en esta idea, por lo que la Coronación en el cielo represen-
ta el triunfo de la Iglesia militante. Con Inocencio III, hacia el 1200, nos encontramos en
L n u n a é p o c a e n la q u e las c i u d a d e s e s t á n e n p l e n o c r e c i m i e n t o y se convierten en el momento Culminante de la concepción teocrática de la Iglesia. Como consecuencia, se
c e n t r o s d e c o m e r c i o , d e a r t e s a n a d o , c u l t u r a y a r t e , la c a t e d r a l o c u p a u n l u g a r excepcional crea una portada dedicada a la Virgen en la que se contempla su muerte, su asunción y su
y su e x t e r i o r e s t á d e s t i n a d o a ser v i s t o p o r t o d o s . Si b i e n e x i s t e n p r o g r a m a s complejos, Coronación en el Cielo. En las arquivoltas puede aparecer el Arbol de Jesé, que, si en
n o f a l t a n i m á g e n e s y escenas q u e , g e n e r a l m e n t e , p u e d e n ser e n t e n d i d a s p o r los fieles origen representaba la genealogía real de Jesús, ahora se dedica a menudo a María. En
c r i s t i a n o s . ( J u i z á sea esta la r a z ó n p o r la q u e n u n c a f a l t a el J u i c i o F i n a l , e n o r m e y lleno otras ocasiones aparece rodeada de las Virtudes, personificadas en figuras femeninas,
d e f i g u r a s , a u n q u e m á s s i m p l e q u e l o s r o m á n i c o s e n sus l í n e a s t e m á t i c a s fundamentales. porque las posee todas.
I n c l u y e el C r i s t o d e l a S e g u n d a V e n i d a q u e e x p o n e l o s s í m b o l o s d e la Pasión, represen- Desde los tiempos antiguos los santos son objeto de culto, pero su importancia fue en
t a d o s e n o b j e t o s q u e l l e v a n l o s á n g e l e s q u e l o r o d e a n . A p a r e c e n los intercesores Alaria y aumento en los últimos siglos, y su vida y sus pasiones se traducen en imágenes, como
J u a n e v a n g e l i s t a ( r e c u e r d a a la Décsis b i z a n t i n a , e n la q u e el s e g u n d o intercesor es Juan hemos visto. Ciertos santuarios adquieren prestigio o se convierten en metas de peregri-
B a u t i s t a ) . N o s i e m p r e a p a r e c e , a u n q u e l o haga c o n f r e c u e n c i a , la resurrección de los nación gracias a que consen-an cuerpos santos o reliquias. De más prestigio goza aún el
santuario en el que el santo ha actuado en vida. Este proceso alcanzó tal importancia que
m u e r t o s . T a m b i é n es h a b i t u a l el p e s o d e las b u e n a s a c c i o n e s , a u n q u e falte en algunos
se hizo necesaria una tercera ponada, la de los santos. No siempre existe, y, en este caso,
c o n j u n t o s . Se s e p a r a n l o s e l e g i d o s d e l o s c o n d e n a d o s ; p o r u n a p a r t e se muestra la Gloria
el tema se integra en una de las otras. Reims no es sólo la sede en la que coronan a los
y, p o r la o t r a , e l c a s t i g o d e l o s p e c a d o r e s . A p a r e c e n a m b o s e n el a r q u i t r a b e de la ponada,
reyes de Francia, sino que en ella vivieron obispos santos, y algunos de ellos tenían rela-
p e r o se e x t i e n d e n t a m b i é n p o r las a r q u i v o l t a s . L o s c a s t i g o s se r e p r e s e n t a n con formas
ciones con la monarquía o sufrieron el martirio por defenderla; es ésta la razón por la que
h o r r i b l e s , p i n t o r e s c a s , a n e c d ó t i c a s , s i e m p r e c o n la i n t e n c i ó n d e suscitar e n el espectador una de las puertas del transepto none está dedicada sólo a ellos.
h a b i t u a l el t e r r o r a n t e esos t o r m e n t o s ( " l ú d e l a , N o t r e - D a m e d e P a r í s , C h a r t r e s , León,
Se representan también otros temas, entre ellos la historia de Job; además, portadas
e t c . ) . E n la C ¿ l o r i a a p a r e c e y a d e s d e l o s s i g l o s r o m á n i c o s el S e n o d e A b r a h a m , cuyo éxito enteras están dedicadas a la infancia de Cristo con la Virgen como protagonista. De nue-
es d i f í c i l d e e n t e n d e r , a u n q u e se sabe q u e t i e n e su o r i g e n e n la p a r á b o l a d e l r i c o Epulón vo es en Francia donde la porrada monumental conoce la máxima floración, y el número
y e l p o b r e L á z a r o . E n g e n e r a l n o se r e p r e s e n t a n o t r o s e p i s o d i o s c o m o la T i e r r a y el
8
de esculturas adquiere un volumen muy superior al de cualquier otra zona de Europa. En
A l a r , el B u e n L a d r ó n . la ethriasra, e t c . Se p o d r í a d e c i r q u e l o q u e se busca es u n programa el Imperio y en la Corona de Castilla se consiguen realizar grandes proyectos que siguen
esencial que t o d o s p u e d a n c o m p r e n d e r . las líneas de sus modelos con ciertas variaciones personales, aunque a veces no consigan
el rigor ideológico que se da en Francia.
L a s e g u n d a p o r t a d a , i m p r e s c i n d i b l e , es la d e d i c a d a a la V i r g e n , q u e desde el Concilio
Uno de los santuarios más importantes dedicados a Alaría es el de Chartres . Se dice
88
ruego en el i n c e n d i o d e 1 1 ° 4 . E n a q u e l l a é p o c a florecía u n a e s c u e l a catedralicia cuyos Pero es en la nonada de Senlis donde el programa mariano alcanza la plena madurez
iconográfica, hacia 1170, con tres escenas fundamentales: muerte, asunción y coronación
exponentes más sobresalientes e r a n T h i e r r y d e C h a r t r e s . a u n -i d e u n Heprait ucbon en el
en el (áelo. En las arquivoltas no faltan el Arbol dcjc.se y los profetas. Las jambas, excesi-
que hablaba de las A r t e s l i b e r a l e s , \ C . u i l l a u m e d e C o n c h e s ' , i n f l u e n c i a d o s p o r el pen- vamenic restauradas, representan a personajes del Antiguo Testamento, apoyados en bases
samiento p l a t ó n i c o , t a l c o m o • • n o c l a e n t o n c e s , o p o r B<u i n i . esculpidas que pueden guardar una relación con ellos, por ejemplo, el cordero a los pies de
E n este c l i m a se c o n c i b i r v u n t o d e f o r m a s q u e . e n < i t o s e n t i d o , tienden aun Abraham. Son figuras tipológicas relacionadas con el sacrificio y con el Cristo de la coro-
Dación ••poso de la Iglesia y ofrecido en sacrificio. Esta portada sirvió como modelo para
naturalismo idealizado, efl s q u e s i r v e n c o m o bast 1.1 e s c u l t u r a , y empiezan a
otras. 1:1. luida la fachada none de la catedral de Chartres, y por esta razón es especialmen-
desarrollarse, en la- |amb m las f u t u r a s c o l u m n a s ! n la p u e r t a principal está te interesante. La fonnulación más perfecta, en la que se conjugan forma y contenido, es la
la Meicstas en la m a r , . i d i c e s e n t a d o e n e l t r o n i • r o d e a d o d e los símbolos portada de ta izquierda de la fachada de Notre-Darne de París (hacia 1215-1220), que se
de los evangelista- \b >1. -. l o s d o c e a p ó s t o l e s , n g r u p o s de tres y enmar-
L difemu u del modelo de Senlis. Está dividida en tres registros, y en medio del central se
cados p o r los a r o - mi» 5 e x t r e m o s se e n c u e n t r a n las d o s figuras indepen- encuentra el Tabernáculo que encierra el Arca de la alianza, presagio de la Virgen. Profetas
dientes de Elias y 1 m D i o s . E n las a r q u i v o l t a s los v e i n t i c u a t r o ancianos y reyes que lo flanquean desenrollan filacterias que aclaran este concepto. El registro del
centro representa una única escena, la muerte, momento en el que Jesús desciende para
apocalípticos. L a n o v e d a d , p* . 1 eside e n las f i g u r a s d e U »s .1 p o s t ó l e s y de los testigos,
recoger su alma y los ángeles cogen su cuerpo y lo llevan al Cielo, ante la presencia de los
p e r o en el c o n j u n t o se pu.í IJI i r de S e g u n d a V e n i d a . L a p u e r t a d e la izquierda está apóstoles, entre los que destacan Pedro, que representa a la Iglesia, Pablo, Juan y tal vez
dominada p o r una Ascensi. r, c o n t e m p l a d a p o r l o s a p ó s t o l e s s e n t a d o s , o n c e en total. Aquí Santiago el Mayor. Encima, la Coronación. En las arquivoltas, ángeles, profetas y reyes;
las arquivolras e n t r a ñ a n u n m a y o i i n t e r é s p o r q u e i n c l u y e n l o s s i g n o s zodiacales y los estos úlunios aluden a la genealogía de Cristo y de María, por tanto al Arbol de Jesé. Las
meses, elementos acordes c o n la s i t u a c i ó n d e la c a t e d r a l , a u n q u e n o i n é d i t o s . esculturas de las columnas y de las jambas han sido muy manipuladas. La columna estaba
L a p o r t a d a m á s i n t e r é s a m e es |j¡ Je la d e r e c h a . E n e l c e n t r o se e n c u e n t r a una Virgen ocupada naturalmente por una Virgen que, como Nueva Eva, está apoyada en una escena
c o n el N i ñ o q u e , si b i e n resalta e n el s a n t u a r i o , s i g u e t e n i e n d o u n a f u n c i ó n de sedes u- en la que se contempla el Pecado Original, focalizado en la responsabilidad de Eva.
pientiae. C o m o i m a g e n de la S a b i d u r í a , e n r e l a c i ó n c o n las e n s e ñ a n z a s d e los estudios
Con el precedente de Notre-Dame de Laon, que fue tremendamente dañada duran-
anejos a la c a t e d r a l , se c i t a n las d i s c i p l i n a s d e l rriz'iu?rt y d e l e/ftadriz'iu?//. Cada una de
le la Revolución francesa en el siglo xvui, y que presentaba tres grandes portadas, que
ellas está p e r s o n i f i c a d a e n una figura f e m e n i n a , a c o m p a ñ a d a d e u n i n d i v i d u o muy dis-
datan hacia 1 195-1205, la del Juicio Final, la de la Virgen (Coronación) y la de la Epifa-
t i n g u i d o en la d i s c i p l i n a e n c u e s t i ó n . E l triiit/w e m p i e z a c o n la C i r a m á t i c a , vestida de nía, es en Chartres donde alcanza la plenitud iconográfica. A las tres portadas del lado
maestra que e n s e ñ a a dos j ó v e n e s , y q u i z á al q u e r e p r e s e n t a es a P r i s c i a n o . L a Dialécti- none se añaden poco tiempo después las del transepto sur, y luego se construye una es-
ca está s i m b o l i z a d a p o r A r i s t ó t e l e s y la R e t ó r i c a , p o r C i c e r ó n . L a A r i t m é t i c a . Geome- pecie de pórtico que permite la comunicación entre las ucs puertas, como en Laon. La
tría, Astrología y A l ú s i c a están a c o m p a ñ a d a s d e p e r s o n a s n o s i e m p r e identificadas, y la pane central del transepto septentrional está dedicada a la Coronación de la Virgen
Alúsica está t a m b i é n flanqueada p o r u n i n s t r u m e n t o . E n e l o t r o l a d o e l programa está (hada 1205-1215). La portada de la Virgen toma como modelo la de Senlis, pero la co-
e n r i q u e c i d o c o n u n c i c l o s o b r e la i n f a n c i a ( A n u n c i a c i ó n , V i s i t a c i ó n . N a t i v i d a d , Anun- lumna está ocupada por santa Ana con María niña. El conde Louis de Chartres, durante
c i a c i ó n a los pastores y P r e s e n t a c i ó n ) , d e t a l m o d o q u e e l e j e d e s i m e t r í a c o i n c i d e con el el saqueo de Consta 11 tinopla por los cruzados, había robado la reliquia de la cabeza de la
presunta madre de María y poco tiempo después la condesa Catalina la había donado a
N i ñ o en el pesebre y e n c i m a u n altar, e l e m e n t o q u e se h a r e l a c i o n a d o c o n la eucaristía.
la catedral"'. Así se explica la presencia de santa Ana en la columna en un puesto de ho-
E s t e t í m p a n o a l u d e e s e n c i a l m e n t e a la v e n i d a d e J e s ú s , al d e la A s c e n s i ó n mientras que
nor, prueba de que en las catedrales se querían mostrar los tesoros sagrados que conte-
en el t í m p a n o c e n t r a l aparece el S e g u n d o A d v e n i m i e n t o , a n t e s d e l c u a l l o s testigos se- nían, dejando de ellos un sólido testimonio. La línea temática continúa en lasfigurast i -
rán m u e r t o s p o r el A n t i c r i s t o . pológicas ligadas al sacrificio, en las jambas, donde aparecen de izquierda a derecha
L o s r e l i e v e s q u e s u r g e n c o m o e s c u l t u r a s d e l o s f u s t e s d e l a s c o l u m n a s son figu- Aarón, o más probablemente Melquisedec, Abraham, Moisés, Samuel, David, Isaías,
ras d e l A n t i g u o T e s t a m e n t o , p r o b a b l e m e n t e r e y e s , p r o f e t a s , e t c . , p e r o n o han sido Jeremías, Simeón, el Bautista y, para terminar, Pedro.
i d e n t i f i c a d o s , e x c e p t o D a v i d , S a l o m ó n y la r e i n a d e S a b a q u e l o a c o m p a ñ a y que se
c o n v e r t i r á en la p r o t a g o n i s t a d e m u c h a s o t r a s p o r t a d a s ' ' . L o s c a p i t e l e s en los que
0
n
A. Heimann. -The Capital Friere and Pilasters of che Portail Hoya], Chartres*, Journal of the Warburg
and Counanld Instimtts 31 (1°A8). pp. 73-102.
g
*' Kaucnellenlxigcn. The Scidpn ral Programs, cit., p. 62.
w
ibié.. pp. 15-22.
*° J. B. Pritchard (ed.), Solomon and Sbeba. Londres 1974; A- Chastel, - L a reine de Saba>-, en id.. FsHa
Formes. Figures. París 1978, vol. L pp- 61-1 30.
112 ARTE t. H I S I O H I A EN I. A K D A D Mi-m> II i
tímpanos más llenos de relieves. La escultura no termina aquí. En las zonas más altas se
12230) está extraordinariamente d e s a r r o l l a d o e n a l m r a , t a n t o q u e se d i v i d e en cinco encuentran las galerías de los reyes, cuya presencia parece lógica en una catedral como
registros, el superior con C r i s t o entre d o s á n g e l e s , y l o s d e m á s c o n las historias délos ésta; tampoco faltan en Notre-Dame de París. E l muro interior está organizado en un
santos Nicasio y Remigio, a d e m á s de E n t r o p í a , h e r m a n a d e l p r i m e r o . T o d o s aparecenya retículo de nichos rectangulares, todos ocupados por una figura. No se ha podido desci-
en las jambas. A la izquierda, E u t r o p i a y Í V i c a s i o , e s t e ú l t i m o c o m o c e f a l ó f o r o , sostenien- frar el significado de cada escultura, pero se han reconocido claramente un Encuentro de
do su cabeza, con dos ángeles que lo c o r o n a n - E n e l l a d o o p u e s t o , a l l a d o de un ángely Ana y Joaquín ante la Puerta Dorada, un Bautista que amonesta a Hcrodcsy Ilerodías,
con vestido episcopal, aparece san R e m i g i o . iN'icasio e r a o b i s p o d e R c i n i s cuando la ciu- y un encuentro entre un guerrero y un sacerdote, que podrían ser Abraham y Melquise-
dad fue atacada por los vándalos, q u e le c o r t a r o n la c a b e z a . L a c o g i ó c o n la mano y, dcc. Por desgracia todo es demasiado vago y no puede ser incluido en el conjunto de un
acompañado por dos ángeles, la puso e n e l altar. S a n t a E n t r o p í a , q u e a t a c ó a los bárba- programa iconográfico más general.
ros, está representada en el m o m e n t o del m a r t i r i o . E n la m i s m a z o n a , a la derecha, se La catedral de Bourges es la única con cinco portadas en la fachada. La cantidad de
puede distinguir, muy deteriorado, el b a u t i s m o d e C l o d o v e o . E n e l s e g u n d o y el cuarto esculturas que exige es enorme. La puerta central está dedicada al Juicio Final (Fig. 6),
regisuos se cuenta la vida de san R e m i g i o , t a m b i é n él l i g a d o a l a c a t e d r a l . E n el tercero
se representa una vez más la historia de J o b . E n l a c o l u m n a , l a c o l o s a l i m a g e n del papa
san Calixto. *** P. Kunnann, Lafotade de la carbe'drale de Retmj Arcbitccnire tt seulpturt des pwrtaib, 2 vois., París-Lausana,
IV87.
*" W. M. Hinlde. 72* Portal oftbe Saints ofRtims Catbedral. Nueva York. I96S.
114 A B T E E HISTORIA EN LA E D A D M I D I A III
tico Real de Chartres. Singulares son las figuras de los evangelistas representados como
escríbanos, acompañados de los símbolos respectivos. En las arquivoltas, junto con los
ancianos, hay esculpidas varias Artes Liberales. La presencia de un obispo ha dado ori-
gen a especulaciones sobre su identidad. Se trata de un santo, no sabemos cuál, vincula-
do a la diócesis. La puerta norte (Comncrías), un poco posterior, representa el Juicio
Piñal.
I n I .eón la escultura es más abundante y comprende una triple portada en el extremo
del i msepto sur, otra con las mismas caracteristicas en la fachada y una puerta simple en
la i rte norte del transepio. En la primera destaca san Froílán, obispo de la diócesis, y
mu de las puertas copia el Sarmental. En la fachada, el Juicio Final, en general, no pre-
senta ninguna novedad, pero son interesantísimos las arquivoltas con los elegidos y, so-
bre 11 ido, los condenados, sometidos a castigos de tremenda expresividad. La antecámara
del l'.iraíso está concebida como una reunión mundana en la que se escucha música. El
parteluz está ocupado por la Virgen Blanca, y en las jambas se encuentran los apóstoles.
En las arquivoltas se introduce el martirio de san Esteban, como si no pudiera estar en
su sitio habitual. Las dos puertas laterales están dedicadas a la Virgen, una a la Corona-
' iT3>hurgo. catedral de Notre-Dame, portada de la fachada meridional, tímpano. ción y la otra a un ciclo de la infancia de Jesús . 96
Coronación de la Virgen, ca 12 JO. I-n Cataluña, en 1277, el Maestro Bartomcu inicia la fachada de la catedral de Tarra-
gona. La portada se proyecta sin tímpano, quizá con vidrieras. Cien años después (1372-
I 377), Cascalls, dirigiendo una cuadrilla en la que trabajaban Solivella y Moragues, ter-
-micha-, n o v e d a d e s d e s d e el p u n t o de v i s t a i c o n o g r á f i c o , p e r o extraordinariamente
m i n a las esculturas aisladas de las jambas y cubre una parte del tímpano con temas
a n i m a d a por a n é c d o t a s . D o s d e las p o r t a d a s e x t e r i o r e s e s t á n d e d i c a d a s a dos santos adecuados a una portada gótica: un pequeño Juicio Final, la resurrección de los muertos,
a r z o b i s p o s d e l a d i ó c e s i s : el f u n d a d o r O r s i n o y C í u i l l e r m o , q u e fue obispo en 1205- una guiño al castigo de los pecadores, los estados de la Tierra y una Virgen en el partc-
1 2 0 9 y c a n o n i z a d o e n 1 2 1 8 . O t r a p o r t a d a e s t á o c u p a d a p o r el o m n i p r e s e n t e san Este- luzquc pisa a los seres negativos y se apoya en una escena con el momento en el que Eva
b a n . E n o t r o s c o m p l e j o s m o n u m e n t a l e s se p u e d e n c o n s t a t a r a v e c e s determinadas par- comete el fatal pecado"'.
ticularidades. A menudo las vidrieras repiten pane de los programas o los temas más importantes de
E u e r a de F r a n c i a se c r e a r o n p o r t a d a s n o t a b l e s , s i g u i e n d o l o s modelos franceses y las portadas monumentales, de esta manera se vuelven más frecuentes los ciclos dedicados
a d a p t á n d o l a s a las p o s i b i l i d a d e s y a las n e c e s i d a d e s d e c a d a lugar. Actualmente Estras- a María, al Arbol déjese, que parece hecho aposta para una vidriera larga y estrecha, al
b u r g o es francesa, p e r o su p e r t e n e n c i a a A l e m a n i a h a s i d o flucruante. Hacia 1230 se Trono de Salomón y a los ciclos de la vida de Cristo o de santos generales o locales. Se
multiplican sobre todofigurasque pertenecen ai Antiguo o al Nuevo Testamento, que se
p r o y e c t ó una s i n g u l a r f a c h a d a s u r c o n d o s p o r t a d a s g e m e l a s c u y o s tímpanos se dedicaron
suceden en los muros vacíos de la nave principal. La extensión de los grandes edificios
a la M u e r t e de la V i r g e n y a la t r a d i c i o n a l C o r o n a c i ó n ( F i g . 7): es decir, la clásica portada hace muy difícU la concepción de programas unitarios. Por eso es posible encontrar un
de la V i r g e n p e r o s i m p l i f i c a d a y c o n c e b i d a d e m a n e r a d i f e r e n t e . E n e l extremo de la la- hilo conductor para obras como el presbiterio de Saint-Dcnis, pensado y realizado por
chada hay dos i m á g e n e s e x t r a o r d i n a r i a s , la p e r s o n i f i c a c i ó n d e la S i n a g o g a derrotada y la Suger y con un número reducido de vidrieras. El arquitecto hace un gran uso del lengua-
de la Iglesia t r i u n f a n t e , q u e e n el c r i s t i a n i s m o t e n í a n u n a h i s t o r i a m u y antigua pero no je tipológico en el que cada tema antiguo es el preludio de un tema nuevo, según el dicho:
h a b í a n a p a r e c i d o n u n c a e n el m u n d o de la e s c u l t u r a m o n u m e n t a l . «I-o que Moisés vela, la doctrina de Cristo lo revela». Y así, él pane del material, la vidrie-
E n e l á r e a h i s p á n i c a , l o s c o m p l e j o s m á s r i c o s y n u m e r o s o s p e r t e n e c e n a la Corona
de C a s t i l l a . E n la c a t e d r a l de B u r g o s se c o n s e r v a n s ó l o las p o r t a d a s del transepto '. La 9
* J Yara Luaccs, Eljaien Final de la catedral de León, en prensa. Existen otras portadas español» muy
del S a r m e n t a l (sur, ca. 1 2 3 0 - 1 2 4 5 ) es d e u n a c a l i d a d n o t a b l e , r e a l i z a d a s seguramente interesantes. Cabe destacar, no tanto por su valor artístico sino por determinadas parricubridades iconográfi-
cas. Ii de la fachada de la colegiata de Toro, con la primera imagen del E'urgatono que se conserva en Mspaña,
p o r e s c u l t o r e s p r o v e n i e n t e s de A m i e n s y d e R e i m s , p e r o i c o n o g r á f i c a m e n t e afín al Pór-
una de las más antiguas de Europa: J. Yar¿a Luaccs. "La portada occidental de la Colegiata de'loro y el sepul-
cro del doctor Grado; dos obras significanvas del gótico zamorann», Studia Zamorensui, Supl. 1 (198!*), pp.
J. Yar/.a Luaccs, Arre medieval, .Madrid, 1980, pp. 2 3 I -237; A1. Á. Franco Mata, liscili m ra gótica en Leon y
v i 118-129.
provincia, 1230-]S 30. León. 1998 (revisión de una edición precederne); id..-Juicios Finales en la escultura n
F. Español. Guillen! Solivella ijnunie Cascalls. eü Honiaiatge a Monen Jesús Tarragona, Lérida 1996, pp.
monumental de las catedrales de Burgos y León», en De l'art comme mysragugie. Iconographie du Jugement dernier 219-232.
er des fines dernières à l'époque gothique. Actes du colloque de ta Fondation Hardt (Genève, I 3-16 février 1994), Poi-
riers. 1996. pp. 175-198.
\BI» » HISTORIA EX LA F l> M . M BOIA III
g e l i s t a y la P a s i ó n c o n e l B a u t i s t a . Algunos vanos es- iodos los milagros conocidos e incluyen otros. Se hicieron diferentes copias. Una, en dos
t á n o c u p a d o s p o r las p r o f e c í a s del Antiguo TesU- volúmenes, es la más lujosa. El primero es el llamado Códice Rico (Escorial, Real Biblioteca,
m e n t o , s i e m p r e e n esa z o n a . E s un programa único, msT.I.I) y el segundo, incompleto, es el de la Biblioteca Nacional Central de Florencia (ms
si b i e n p r e s e n t a s e m e j a n z a s c o n otros. Louis Gradé- Banco Kari 20). Cada historia está ilustrada con seis o doce escenas. En las de alabanza, la
finalidad es la exaltación de la Virgen y presentan originales detalles iconográficos. Las
elo h a d i c h o q u e es la - h i s t o r i a de la redención»que
demás llenen un significado narrativo evidente. A pesar de la existencia de modelos prece-
n a c e « e n m e d i o » d e l A n t i g u o Testamento. La histo- dentes. n<i se recurre a ellos, por lo que la composición de las imágenes es original . 101
Cantigas», en Metrópolis Totins Hupamae. 7Í0 aniversario de la incorporación de Sevilla a la Corona castellana (Real
Vetrate medievali. Officine tecniche maestri, Turin, 1094, cap. «Pro-
Alcd¿ar de Sevilla, 23 de noviembre 1998 a J de enero 1999), Sevilla, 1998, pp. 163-179.
Figura 8. Puri*, catedral de Nonc- blemi iconografici», pp. 115-142.
Danie. panada de la Virgen, parteluz Al. Auhert, L . Grodecki.J. Lafond y j . Verrier, Les vitraux di
con la Virgen c«»n el Niño, ta. 1240. S'otre-Dame et de la Sainte Chapelle de Pans, Paris 1959, pp. 78-84.
1 18 A R T E E H I S T O R I A E ML A E D A D Al R O Í A I I I
PROGRAMAS I C O N O G R A F I C O 119
d e s d e e l s a c r i f i c i o d e C a í n y A b e l h a s t a l a h i s t o r i a d e S a ú l y D a v i d . U n género similar lo L O S G R A N D E S
C í é n e s i s . E x i s t e n o t r o s q u e p o r s u c o m p l e j i d a d s e c o p i a n ;ó|o e n ocasiones excepcionales Roma connnuará siendo un gran centro de producción también después del 1300.
y n o t i e n e n el m i s m o c a r á c t e r . S o n las b i b l i a s m o r a l i z a d ; \ c a d a historia de la Biblia le Cabe ' esaltar que uno de los conjuntos de mayor caÜdad e interés es una obra en la que
a c o m p a ñ a u n a g l o s a , y a m b a s e s t á n i l u s t r a d a s . K a ele* e >n c o m p r e n d e muchas historias se ad< . i.i el programa de las grandes portadas francesas, pero llevándolo al ábside y con
y e l n ú m e r o t o t a l d e l a s e s c e n a s e s m u y a l t o . E l e j e m p l a r m e j o r , e l único completo, se la teu i del mosaico. Se trata del trabajo de Jacopo "íbrriti para Santa Alaría la Ma-
c o n s e r v a e n l a c a t e d r a l d e T o l e d o y f u e d o n a d o p o í el re> d e F r a n c i a al rey de Castilla. yor '" I I papa Nicolás IVcs el primer responsable del encargo, dirigido por el cardenal
1
jflCOpi ' -ilonna, arcipreste de la basílica, que lo verá terminar en 1296. El ábside pre-
O t r o g r u p o i m p o r t a n t e e s e l d e l o s a p o c a l i p s i s ingleses; q u e d a n treinta y uno, datados
existente fue demolido y se construyó uno más al este. E l nuevo ábside se recubre K J I . I !
e n t r e e l s i g l o X I I I y p a r t e d e l x i v ' ° - \ E s t á n p r o f u s a m e n t e m i t r a d o s y contienen materiales raente con un programa de mosaicos, entre los cuales se distingue, por las notables di-
a j e n o s al t e x t o q u e d e m u e s t r a n i n f l u e n c i a s d e l a s d o c t r i n a s d e l a b a d J o a q u í n de Fiore,en mensiones, la Coronación de la Virgen, cuya superficie alrededor está recubierta con
el c a s o d e q u e e s t é n r e l a c i o n a d a s c o n l a c o r o n a . E l m a s o >n< i c i d o es e l Apocalipsis de Cam- teselas doradas, roleos vegetales y motivos decorativos. En la almendra que contiene la
bridge ( T r i n i t y C o l l e g e , m s R . 1 6 . 2 ; h a c i a 1 2 5 5 - 1 2 6 0 » . q u e tal v e z perteneció A Leonor Coronación se acercan dos grupos de ángeles. Los más altos son serafines con tres pares
d e P r o v e n z a . m u j e r d e E n r i q u e I I I , d o n d e a p a r e c e n c o n u n a c i e r t a frecuencia los francis- ile tías, y cada grupo está compuesto por nueve representantes de las jerarquías angéli-
cas"*"- Fn el suelo, a un lado, están de pie san Pedro, san Pablo y san Francisco de Asís;
c a n o s y q u e c o n t i e n e u n c i c l o d e d i c a d o a J u a n , e l a u t o r ; o t r o s prefieren el Apocalisst
al <>tr<>. san Juan y san Antonio de Padua. A partir del esquema francés adoptado inicial-
Dance ( O x f o r d . B o d l e i a n L i b r a r y ; m s . D o u c e 1 8 0 ) ' " \ menie, se pueden notar las vanantes. La importancia que se otorga a los franciscanos se
E n I t a l i a , la t r a d i c i ó n y l o s c o n t a c t o s c o n B i z a n c i o f u e r o n d e r e r m i n a n t c s . A partir del debe al hecho de que el papa pertenecía a esta orden, y está representado de rodillas y en
s i g l o X I I y d u r a n t e t o d o e l x m , l o s g r a n d e s m u r o s d e la iglesia d e S a n Atareos de Veneaa pequeña dimensión, como Jacopo Colonna. En la escena más baja un paisaje nilótico
nace, a los dos lados, de dos fuentesfluviales.F.n el cilindro absidal, en lugar de las cinco
f u e r o n r e c u b i e r t o s d e m o s a i c o s b i z a n t i n o s , q u e l u e g o f u e r o n p r o d u c i d o s por talleres lo-
ventanas habituales, se abren sólo cuatro, y así la parte central es doble respecto a las
c a l e s . E n e l i n t e r i o r se s u c e d í a n l o s c i c l o s , p e r o n o se p u e d e h a b l a r de u n programa gene- demás. En ella se sitúa la muerte de María y el momento en el que Cristo viene a recoger
ral d e t o d o el c o n j u n t o : v i d a s d e l o s a p ó s t o l e s , la m i t a d d e las cuales se ha conservado sólo su alma, en estilo bizantino. Tampoco aquí faltan los franciscanos, de pequeñas dimen-
e n u n l a d o , v i d a d e s a n A l a r c o s , d e s a n J u a n E v a n g e l i s t a , h i s t o r i a de J e s ú s . Llegando al siones. Para terminar, correspondientes a las ventanas, cuatro escenas de la infancia:
a t r i o o p ó r t i c o , las s e i s c ú p u l a s e s t á n r e v e s t i d a s p o r u n c i c l o veterotestamentario de noto- Anunciación, Navidad, Epifanía y Presentación en el Templo.
ria e x t e n s i ó n , i n s p i r a d o d i r e c t a m e n t e e n la t r a d i c i ó n i c o n o g r á f i c a del Génesis Cortón *.10
Herederos del primer cristianismo, son numerosísimos los baptisterios italianos in-
dependientes de las iglesias, decorados en el interior con pinturas y mosaicos. A veces se
confunden, porque los diferentes ciclos se crean en épocas distintas c incluso uno puede
E l G ó t i c o . D i f u s i ó n g l o b a l e i n t r o d u c c i ó n d e l m o d e l o itali ano esconder parte del otro, como en Parma. Pero ahora se concibe un conjunto que sigue a
la cubiena del baptisterio de la catedral de Florencia, donde los mosaicos se realizan
N o t e n d r í a m u c h o s e n t i d o d e t e n e r s e e n e l final d e l s i g l o x m si n o s limitáramos sólo hacia 1300. En el centro, una Maiestas aparece rodeada por las jerarquías angélicas. Des-
a h a b l a r d e F r a n c i a , d e l a C o r o n a d e C a s t i l l a o d e l i m p e r i o , p e r o la cosa cambia si toma- pués, en ciclos sucesivos, se inicia la historia de Adán y Eva, la de José y, para terminar.
m o s e n c o n s i d e r a c i ó n I t a l i a . S u p a p e l f u e m o d e s t o , p u e s t o q u e n o h a b í a recibido el mo-
d e l o francés, m a n t u v o u n e s t i l o a r t í s t i c o c o n s e r v a d o r , p e r o e n e l ú l t i m o cuarto del siglo E . Borsook. The Mural Painters of Tuscany, from Citnabut to Andrea del Santo. Londres. 1960.
101
J. Gardner, -Pope Nicholas IV and the decoration of Santa Maria Maggiore-, Ztitschrift fur Kunstge-
,os
schKhte Jo (1973). pp. 1-50; M. R. Menna, «Niccolo IV, i mosaici absidali di S. Maria Maggiore e l'Oriente»,
Rinata dell'Istituto Sommale d'Archeologia e Sturi* dell'Arte 10 (1987). pp. 201-224; A. Tornei, lacobus Tornii
"
, 0
Henderson, -^Studies in English Alanuscript Illumination. I l l : The Mnglísh Apocalypse^ 7ow™i/of Picur, Roma. 1990. pp. 99-125; M- Andaloroy S. Romano. -L'immagine nell'abside», en id., Arte e iconografia
the Warburg and Courtaulé Institutes 30 (1967), pp. 104-137; 3 1 (1968), pp. 103-147. La hihuografia sobre el a Roma, cit., pp. 120-124.
tema es vastísima.
B. Bnidcrcr Eichberg. Les neufchoeurs angéliqun. Origine et évolution du thème dans l'art du Moyen Âge,
* P. Klein. Endz.ettefa.arrung
10
tnd Rsttendeologie,
t Oraz 1983- Poitiers 1998, pp. 172-173.
U n estudio exhaustivo de los mosaicos ha sido realizado, en una obra monumental, por O. Dcmus, Tbt
Mosaics of San Marco in Veniee, 4 vols., Chicago, 1984. Una reducción del texto, sin el aparato de notas y de
dimensiones inferiores, /</.. The Mosaic Decoration of San Mareo, Venice, Chicago-Londres 1988.
i 20 ARTE E H I S T O R I A E N LA E D A D M K D I A III
Orvieto. Todo lleva a pensar a que fue Lorenzo Maitani, arquitecto y escultor, el que la
Bamsiero áel Dutano di Padava, Yiccnza. 1960; B. J . Dclancy, Ginsta de'Xleriab-uoi. Nueva York, 1972. IJ«; pintu- proyectó y realizó con la ayuda de su taller" . Dividida en tres partes, la puerta central
1
Neu Havcn. Cotu-Loudres, 1999 M . D. Taylor, «The Prophctic Scencsin the Trce ofjesé at Orvieto»», Tbc Art Bulletin S4 (1°72), pp.
1 , 1
Durante el siglo pasado, la tabla fue tortada verri taimen tu. después se sacaron varias escenas y se ven-
1,0
402ss.; J . White. «The Reliéis on the Facade of the Duomo at Orvieto»,/íftnwi of tbe Horburg and Coartatila
dieron, y hoy están expuestas en vanos museos de Kuropa {TsTational CJalIery de L o n d r e s , Alusco ThysseniJc Insanita 22 (1959), pp. 254ss.
Madnd. etc.) y de America. Sobre Duccio. cfr. C . Brandi. Duccio, Florencia 195 1; J . H . Srubblcbine¡, Duerna
Buonuuegna andHisScbool. Pnnccton, NJ. 1979. algunas de sus hipótesis son muy discutidas; J . WTiitc, Dutxr-
Tiucanand tbt Medieval H'orhbop, Londres. 1979; F. Ocuchler, Oneció, Milán, 1984.
r
122 A R T S E H I S T O R I A E N L A E D A D M E D I A I I I
ña escena d e l r e g i s t r o m e d i o , si b i e n n o se c o n o c e n las r a z o n e s d e q u e csié aquíyquc, que quería hacerse pasar por más antigua de lo que era, presente durante la guerra que
concluvó con la conquista de Valencia, que era musulmana, por los cristianos. Por esta
c o m o c o n s e c u e n c i a , la m u e r t e y la r e c o g i d a d e l a l m a p o i p a r t e d e J e s ú s S J encuentren
razón la pane central presenta tres escenas. La de abajo es habitual, con el santo frente
desplazadas a u n l a d o . L a e n t r e g a al a p ó s t o l d e l c i n t u r ó n . l a m o s a en Italia porque sesu-
-il dragón en presencia de la princesa. La segunda, sin embargo, describe la batalla del
p o n i a q u e se c o n s e r v a b a e n P r a t o , n o t i e n e la m i s m a i m p i n Caricia en o t r o s lugares y por Puig. donde Jaime I venció a los moros con la presunta ayuda milagrosa de Santiago, que
eso r e s u l t a i n t e r e s a n t e . P a r a t e r m i n a r , la C o r o n a c i ó n . E n las j a m b a s se encuentran los apareo |unto • él durante el combate. Termina con una hermosa Majestad de la Virgen,
a p ó s t o l e s , m i e n t r a s q u e e n las a r q u i v o l t a s h a y á n g e l e s \ p e r s o n a j e s d e l Antiguo Testa- que tiene resonancias de los modelos italianos. Además, la historia de la vida y, sobre
mento. todo, del martirio de san Jorge está narrada en dieciséis escenas.
T a l vez la e m p r e s a m á s a m b i c i o s a es la c a t e d r a l vieja d e \ n o r i a , e n el País Vasco,con Cornil modelo de retablo-tabernáculo dedicado a Jesús y María, en la catedral de
u n a t r i p l e p o r t a d a p r o t e g i d a p o r u n g r a n p ó r t i c o . L a i m p o r t a n c i a d e l c u l t o marrano en Torios., se conserva el que quiza antes estaba colocado en el presbiterio. La Virgen con
el Niív • en el centro está siempre a la vista, pero, cuando se abre el retablo, se pueden ver
esta z o n a d e la P e n í n s u l a es e v i d e n t e p o r q u e a A l a r í a se le d e d i c a n las puertas principales
Veinticuatro escenas de la vida de María, de la Anunciación a la Asunción, esculpidas en
c o m o a q u í , c o n a l g u n a s d i f e r e n c i a s t e m á t i c a s s e g ú n los casos. L a s historias son menos de
madera y policromadas. Cerrado, muestra doce pinturas con la Pasión de Jesucristo ", 1
t r e c e y p r e d o m i n a n las l i g a d a s a la i n f a n c i a ( A n u n c i a c i ó n . V i s i t a c i ó n , N a t i v i d a d , Anuncio
es decn. la titular y treinta y seis historias ". 1
a l o s p a s t o r e s . E p i f a n í a y la M a t a n z a d e l o s i n o c e n t e s ) . L a s e g u n d a y la tercera portadas
s o n m u c h o m á s i n t e r e s a n t e s desde el p u n t o d e v i s t a i c o n o g r á f i c o : en ellas se pasa directa-
m e n t e a l o s t e m a s q u e c o n c i e r n e n a la m u e r t e , en escenas n o m u y b i e n identificadas, que
i n c l u y e n u n a v e z m á s la e n t r e g a d e l « c í n g u l o » a s a n t o T o m á s . E n r e a l i d a d , en Laguardia
d e b e de h a b e r s e r v i d o d e m o d e l o u n p r o g r a m a m u v e x t e n s o . E l J u i c i o F i n a l se encuentra
e n la p o r t a d a d e la d e r e c h a , a u n q u e se l e h a a ñ a d i d o u n a r q u i t r a b e c o n la presunta historia
d e u n s a n t o n o i d e n t i f i c a d o . L a p o r t a d a de la i z q u i e r d a está d e d i c a d a a otros santos . 110
l
" F. Español, Elgotic caíala, Manresa, 2002, pp. 188-191.
, 1 S
O b r a q u e s i e m p r e ha l l a m a d o la a t e n c i ó n d e l o s e s t u d i o s o s , ú l u m a m c n t c le ha sido dedicada una mo- La elección se centra de nuevo en los ciclos rclii/iosos justo en el momento en el que son más frecuen-
I ! 1
n o g r a f í a ( A l - L . L a h o z . Sarita María de tos Reyes de Laguardia. El pórtico en imágenes, el Pórtico imaginado, Vitoria- tes los profanos. El ejemplo más notable es quizá la famosa alegoría del Buen y el .Vial Gobierno en el Palazzo
Gastciz, 2000). Pubblico de Siena, realizada por Ambrogio Lorenzctü. En otro orden de ideas, se decidió interrumpir el dis-
1 | u
J . M . A z c á r a t e R í s t o r i , « C a t e d r a l de Santa A l a r í a » , e n Catálogo monumental. Diócesis de tetona, III: Ca- curso hacia 1400, pero el que escribe, concrar;amenie a lo que se afirma en Italia, cree que lo que llamamos
Edad Medía no rentüna en aquella época, incluso en cierras partes de la propia Itaha. Sólo debido al vasto arco
tedral de I noria. V i t o r i a 19? 1 , p p . 8 7 - 9 ? .
cronológico tomado en consideración, al espacio concedido en una obra como la presente y a la incapacidad
'-o S o b r e la i c o n o g r a f í a e n g e n e r a l , cfr. I . B a n g o , « I c o n o g r a f í a d e S. L o r e n z o » , e n El Escorial en la Bibhott-
del autor de realizar una síntesis más breve, se ha tenido que hacer este corte.
ca Nacional, c a t á l o g o de la m u e s t r a ( M a d r i d , d i c i e m b r e d e 1 9 8 5 - e n e r o d e 1986), M a d r i d , 1985, pp. 369-425.
P o r su análisis e n c u a n t o p r i m e r e j e m p l o de r e t a b l o m o n u m e n t a l , cfr. F. E s p a ñ o l , El escultor Bartonieu de Rebk
y Ueida. L l e i d a 1995, p . 77ss.
Á
D E LA JERUSALÉN CELESTIAL A LA IGLESIA:
TEXTO, IMÁGENES, SÍMBOLOS
Claude Carozzi
El texto
M Apocalipsis (revelación) de Juan es el único libro del Nuevo Testamento comple-
tamente profetice) . Este carácter aparece en su estructura: una sucesión de visiones que
1
despliegan, en un espacio cósmico, las escenas a las cuales asiste Juan, el testigo, que
describe, narra y relata lo que oye o lo que le cuentan. Este espectáculo evoca el destino
del mundo, de la humanidad, dejando aparte a los elegidos, los cristianos, que han pasa-
do, victoriosamente, las pruebas del tiempo. Esta evocación se expresa en un lenguaje
que emplea diferentes sistemas de referencia: la historia del tiempo (el conflicto con el
Imperio), la historia antigua de Israel, los textos del Antiguo Testamento, la vida y la
doctrina de Cristo. E l resultado es, más que un lenguaje codificado o críptico, como a
veces se dice, un lenguaje simbólico, que obedece a dos imperativos: no designar direc-
tamente a los protagonistas y, sobre todo, hacer resaltar el significado espiritual, teológi-
co, de los acontecimientos representados. E s precisamente este último punto el que cau-
sa dificultad en la interpretación, pero el que, a la vez, le da un alcance atemporal: el final
de los tiempos, en sentido propio, no constituye el tema principal de la obra. E n la Edad
Media se considera que solamente la última parte, en la que aparece la Jerusalén celestial,
es la que se expone de manera realista. Según la interpretación de san Agustín, todo lo
anterior se refiere al üempo de la Iglesia . La razón no se encuentra sólo en la exigencia
2
1
E . B. AJlu, tub vote «Apocalypse», en Dictionnaire de ht Bible, supplement I, París 1948, col. 106. Sobre la
esegesi* del Apocalipsis «case A- Strobcl, Apotalypse des Johanna, en Theologittbe Realenzyklapàdie. vol. UI, Rer-
un, 1978, pp. 174-189, P. Prigem, l'Apocalypse de tamt Jean, Ginebra.'1988.
1
Sobre los comentarios al Apocalipsis cu la Edad Media véase Y. Chrìste, L'Apocalypse de Jean. Sens et déve-
loppements de set visions synthétiques. París, 19V6.
130 ARTE E H I S T O R I A F N L A E D A U M U O I A III
lugar, su interés teológico sería n u l o , m i e n t r a s q u e e l c o n f l i c t o ele la I g l e s i a con el muid) Dt LA J E K I ' Ï A L É N C E L E S T I A I A LA I G L E S I A : TEXTO, I M X C C N C S , sf M B O L O S 131
es una realidad permanente, l l e n a d e s i g n i f i c a d o e s p i r i t u a l . D e a h í d e r i v a que, indvsoi
la Jerusalén celestial, también se ta p u e d e c o n s i d e r a r c o r n o i m a g e n d e la Iglesia . 3
Esta morado es común a Dios y a los hombres, es un santuario, un templo, a la vez
Por l o tanto, después de las l u c h a s e s c a t o l ó g i c a s y d e l j u i c i o d e las naciones Juanit que una ciudad. Para referirse a ella, la versión latina utiliza siempre civitas, nunca wbs,
«un cielo nuevo y una b e r r a n u e v a » , y q u e a p a r e c e l a « n u e v a J e r u s a l é n •-: término que, por otra parte, aparece sólo tres veces en el Nuevo Testamento, únicamen-
te en los Ilecbos de los Apóstoles (16, 12 y 39; 17, ó), mientras que avilas, por el contra-
I—] la ciudad santa, la nueva J e r u s a l é n , q u e d e s c e n d í a . i I c i e l o d e l lado de Dios, acaró* rio, aparece en él constantemente. De manera similar, en los textos profáneos del Anti-
gm i léstamento, Jerusalén es siempre una civitas. Se trata, evidentemente, de un prejuicio
como una esposa que se engalana para s e s p o s o . O í u n i voy. g r a n d e que del tronodecu
por parte de los traductores de los siglos m y iv' . El motivo es, sin duda, el hecho de que
U
1
Pero los cobardes, los i n ñ e k . I u n m a b l e s . los h o m i c i d a s , los fornicarios, los be- mente por su existencia material, no es necesariamente un civis, un ciudadano de dere-
cho. Por el contrario, en el estanque ardiente no hay construcciones, ni moradas, ni
chiceros. los idólatras y todos I. is f i e r o s t e n d r á n su p a r t e en el estanque, queardera:
ciudadanos: todo se consume en una especie de fuego perenne . 9
Y me mostró un río de agua de vida, clara como el cristal, que salía del trono de Dios y
y los reprobos: a la ciudad santa se le o p o n e e l e s t a n q u e a r d i e n t e d e f u e g o y azufre (Apo del Cordero. En medio de la calle y a un lado y otro del río había un árbol de vida que duba
caUpsis 21, 8). Son las dos ú n i c a s r e a l i d a d e s q u e p e r d u r a n p a r a l a e t e r n i d a d : una duebj doce frutos, cada fruto en su mes. y las hojas del árbol eran saludables para las naciones
construida y u n estanque de f u e g o . E s t e c o n t r a s t e es v o l u n t a r i o , c o n s c i e n t e y claro, h (Apocalipsis 22,1-2).
ciudad es una inorada sagrada, u n ttibei-naculu??!, e l m i s m o t é r m i n o q u e designa tambíá
la tienda que encerraba el A r c a d e la A l i a n z a ( É x o d o 2 6 , I ) .
* Véase a este propósito J. Fontaine y Cb. Pietri, Le monde latín antique et la Bible, París, 1985.
7
Agustín, De cateebizandis nidibus, ed. C. Madcc, XXI, 37. p. 174.
ld.. -De l'absracv ou des lacunes d'Ap. 15, 1-20, 1 5 dans les cycles apocalyptiques monumentaux desxf-ní
l
"Ibid
siècles», en Testo e trmmigirie nclValto medioevo, Settimanc di studio del CISAA1, X L I , Spoleto, 1994, pp. 824-8:* "Cfr. Apocalipsis 21,8.
4
Lus pasajes bíblicos se citan según la Biblia de la Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1970.
' Lo que no quita que ella pueda ser también una representación de la Iglesia, estando desuñada a pcrasir
CI1 el tiempo
132 ARTE E H I S T O R I A E N L A E D A D M F U I A III
Es evidente que este jardín es u n r e c u e r d o t i c a q u e l d e l I d e n . p e r o sobre él no psi Dz LA i • • M i -. c i i t s T i A l A lA IGLESIA: TIXTO, IMAGINES. IIHIOIUI 133
ninguna maldición; al contrario, las hojas d e l á r b o l d e l a v i d a s i r v e n p a r a la sanaciónyno
se prohibe, explícitamente, comer de sus f r u t o s . ELn c o n t r a s t o , n o se e n c u e n t r a el árbol tarto, así como en frescos y mosaicos. Pero, en la Edad Aledia, se le dio su nombre a i n -
del conocimiento del bien y d e l m a l ( C í é n e s i s 2 , ° ) . S i e s t e j a r d í n e v o c a , pues, aqucldd CCnvinos y lámparas. Para terminar, se añaden aquí las iglesias, algunas de las cuales
Génesis, no lo reproduce. E l paraíso o r i g i n a l , e l d e a n t e s de la c a í d a , aparece otra vn lie* ni este mismo nombre, y las catedrales, sobre todo góticas . Es necesario, por tanto,
14
pero sanado de la caída misma. establecer algunas distinciones. Una miniatura constituye parte de un libro, que es en sí
mis un objeto sagrado". Pero la persona o la institución religiosa que poseen ese libro
Al final de los tiempos subsisten, p o r l o t a n t o , s ó l o d o s r e a l i d a d e s : e l estanque ardien- fonnni parte de un ambiente instruido, si no. por añadidura, docto . Incluso un laico de 16
te, donde todo está eternamente en el rueg< • . c o m o e n u n p n »< e s o e t e r n o do destrucción, pOf .is letras puede buscar ayuda para leer y descifrar el sentido del texto y de la imagen.
y la ciudad celestial. Si el estanque r e p r e s e n ! i l . i s e g u n d a m u e r t e » ( A p o c a l i p s i s 20,14), Quien entra en una iglesia y ve un fresco puede ser analfabeto; ineluso si se le explica lo
U ciudad no puede por menos que r e p r e s . . ; i ; • i.i s e g u n d a v i d a , es d e c i r . I.i felicidad eter- que » i i representado, el comentario deberá adaptarse a su nivel intelectual. Es posible
na. La Jerusalén celesnal reúne al final los a l o r e s i d e a l e s d * la \*ida: el sacerdocio y b que « I efecto producido se limite a la fascinación de lo sagrado. Ciertamente también el
majestad, ya exaltados en la p r i m e r a epist. de P e d r o " ' , asi i • u n o s u s fundamentos sim- l e t u . l " . si es sincero, no puede evitarlo, porque, en el caso de una miniamra o de un
bólicos, el río de la vida y el árbol de la \ i«i l i e s a n a y a l m u u t a . E n el centro, el mmc fres» • p, lus soportes -el libro o la iglesia- proceden de lo sagrado . Un incensario o un
17
imposible. La necesidad deriva de la i m p o r t a n c i a d e l u n i v e r s o s i m b ó l i c o para mostrar, la Francia septentrional ''. Hay copias de otros dos Apocalipsis, el de Cambrai (Bibliothè-
1
que Municipale, ms 386) y el de S a i n t - A m a n d ( P a r í s . B i b l i o t h o q u e N n t i o n a l e de Franco, 1)1 1 A .) IKU SALÍN CtLESlIAI A I * I (. L £ 4 I A I L V I l l , I M X C. I N I S . SÍMBOLOS 135
msNouv. acq.lar. 1132). que datan d e p r i n c i p i o s d e l s i g l o \ L a s d o s series, Trévens-
Camhraiy Valenciennes-Saim-Ainand. u s a n m e d i o s d e r e p r * c o l a c i ó n diferentes.
Di cursiMi 137
de los comenraristas que el a u t o r p u d o c o n o c e r . U n a I g l e s i a q u e posee el Cordero,t¡
1 LA J E N U S A L I N A LA I G L E S I A - TEXTO. IMACFNFS, SÍMBOLOS
11
J. Willijiiik. 'Ibe illusrrated Beattis. 4 vols., Londres-Turohout. 1994-2002 (vobre las itusu'acionet); para
Los ApocalipsisdeTréveris y de V a l e n c i e n n c s , c o n sus c o p i a s d e l s i g l o x, presentan los el texto véase F.. Romero-Pose (cd.). Sanen beati a Uebana Commentarins in Apoeatypsnn, 2 vols., Roma, 1985.
dos tipos de representación provenientes d e t a l l e r e s s i t u a d o s e n e l m u n d o caroüngio.Sin H Véase Williatm, The illustrattdBeatas, cu., vol. I I , p. 21.
para comprender que las dos imágenes de la J e r u s a l é n c e l e s t i a l r e p r e s e n t a n de dos ma- modelo pertenece al templo del Dios eterno. De esta manera Dios nos reunirá en la Je-
neras a la Iglesia. Pero es necesario añadir que U e a t o . c o m o A m b r o s i o Autperto, al prin- rusalén celestial . En este breve sermón, destinado a servar de modelo para su destinata-
41
cipio de su comentano de los capítulos X X I \ X X I I . i n d i c a q u e e l a u t o r del Apocalipsis rio, Rábano Mauro establece un sistema de correspondencia entre los fieles, la Iglesia
«mezcla uno y otro tiempo, el presente y el f u t u r o » . E l r e s u l t a d o es q u e las dos repre-
2 8 terrenal y la Jerusalén celestial. La relación entre los líeles y la Iglesia universal se justi-
fica sin dificultad con la teología del cuerpo místico de Cristo. Es consecuencia natural
sentaciones muestran, al mismo tiempo, l o q u e c o n c i e r n e a la I g l e s i a presente y a b
que cada iglesia terrenal lo encarne a su vez. Por lo tanto, es completamente lógico que
eternidad futura. Las inscripciones no tienen c o m o f i n a l i d a d e s e n c i a l exponer el sentido
la Jerusalén celesual sea evocada, pero no representada, por una iglesia construida por las
de las imágenes a alguien que lo ignore, es decir, q u e n o s e a c a p a z d e leer el texto de manos del hombre.
Beato. A nuestro parecer, la finalidad, sugerida tal v e z a l c o m i e n z o p o r Beato mismo, es
Esta concepción la desarrolla un comentario a losritosde la consagración falsamente
demostrar que estas representaciones a t a ñ e n a la I g l e s i a , t a n t o e n s u vertiente temporal
atribuido a Remigio de Auxerre y fechado en la primera mitad del siglo \x . Este t e x t o iA
como en la eterna. Es por lo que C r i s t o y los e l e g i d o s e s t á n r e p r e s e n t a d o s contemporá- reviste una particular importancia porque fue incluido en el pontifical romano-germáni-
neamente en el río y el árbol de la vida, que s o n , s e g ú n B e a t o , d o s prefiguraciones de los co. Desarrolla dos ideas fundamentales: en primer lugar, los gestos rituales del obispo
sacramentos-* . Igualmente, las puertas de la c i u d a d c u a d r a d a s o n las q u e conducen a b
9
consagrante, desde la apertura de la puerta hasta la bendición del agua mezclada con
única puerta, Cristo - , y las triples puertas o r i e n t a d a s h a c i a l o s c u a t r o lados significan
1 1
cenizas, sal y vino, se interpretan como los símbolos de la acción sacerdotal con respecto
que el misteno de la Trinidad debe ser r e c i b i d o p o r las c u a t r o p a r t e s del mundo. Las al fiel. La puerta de la salvación se abre por medio de la confesión del pueblo, el sacerdo-
imágenes y las inscripciones están ahí, se ve c l a r a m e n t e , p a r a i n c i t a r al lector a consultar te reza por él, le revela los fundamentos de la salvación, lo convierte en catecúmeno, le
enseña cómo puede estar unido al cuerpo de Cristo, de quien le hace c o n o c e r la Encar-
permanentemente el comentario. A l m i s m o t i e m p o , l a d i f e r e n c i a d e f o r m a t o y de conte-
nido entre las dos ciudades celestiales orienta al e s p í r i t u h a c i a u n a c o n c e p c i ó n simbólica
de la Iglesia universal. Sólo el símbolo p e r m i t e , e n e f e c t o , c o m p r e n d e r q u e la Iglesia está
en el tiempo y fuera del tiempo a la vez. E n su c o r a z ó n , e l C o r d e r o , es decir. Cristo, cstí u
Pnrraiogia Latina (a partir de ahora PL), vol CX, col. 73-74. Sobre esta compilación véase R. Eiaix, «Le
siempre presente en el riempo, aun estando e n la e t e r n i d a d . E l es fuente de la vida al recueil «le sermons composés par Rabai» Maur pour Haisnilf de Mayence». Rtvue des e'tndes aitgnstintermes
XXXI1 (1986), pp. 124-1 i~i id., "L" Home Ua i re composé par Raban ¿Vlaur pour l'empereur 1-othaire», Rccber-
íbes angvstinienneí XXX (1984). pp- 211 -240.
"PL, vol CX. C0I.73B.
" PL, vol. CX, col. 74C.
*Romero-Pose. Sanas boina Urbana, cic, vol. 11, p. 387.
: 14
Tractatm de dedkatione ecclesiae, PL, vol. CXXX2, col. 845-862; C. Vogel y R. E I K (eds.). Le Pontifica!
R&mano-Germanigac dn dixieme steele (a partir de ahora PRG), vol. 1, Ciudad del Vaticano, 1963, u. XXXV, pp.
r
JM.pp. 391.410-411. 90-121. Véase C. Jeudy. •«Remigii autissiodorensís opera (Clavis)™, en L'ecole (anhiigieniie d'Auxcrre (Entretiens
:t
lhd., p. 380. d'Atixtrre, I9S9), Parí*. 1991, p. 500 {obras rechazadas).
r
'lbid., pp. 410-111.
p. 392.
140 ARTE E HISTORIA EN LA E D A D M E D I A 1 I I
nación antes de purificarlo con el agua d e l b a u t i s m o . E s t e p r o c e d i m i e n t o simbólico Di LA J E R U S A L É N CELESTIAL A LA I G L E S I A : T L X T O , IMAGENLS, SIMBOLOS 141
permite demostrar cómo el fiel se c o n v i e r t e e n m i e m b r o d e l c u e r p o d e C r i s t o , que es la
Iglesia. De ahí viene una unión ya sostenida p o r R á b a n o ¡VXáUro. desde donde el cnsoanismo se expande a los cuatro costados del orbc . Se comprende 4í
La segunda idea desarrollada p o r el a u t o r de este c o m e n t a r i o es la relación éntrela fácilmente que el traslado de las reliquias al altar alude directamente a las almas que Juan
vio baioel altar y que piden venganza*". Como consecuencia, el altar, del que se ha visto
Iglesia terrenal y la Jerusalén celestial. E l l o hace a p r o p ó s i t o .1.' d o s m o m e n t o s precisos
que representa a la Iglesia, corresponde al 3ltar celestial, el de I3 ciudad del Apocalipsis,
de la ceremonia: la entrada del obispo en la iglesia y la c o n s a ^ i a c i ó n d e l aliar. Antes de y la iglesia consagrada corresponde a la misma Jerusalén celestial. Como en las represen-
que el obispo entre en el templo, u n diácon»., e n c e r r a d o d e n t i . . . e n c i e n d e doce candela- taciones que figuran en el comentario de Beato, los doce apóstoles, en forma de cande-
bros repartidos, con toda probabilidad, a l o l a r g o d e l o s m u r o - i/a circtiitii) Después, el labros, están distribuidos a lo largo de los muros de la iglesia, de la misma manera que en
obispo llama tres veces a la puerta e n t o n a n » , i la a n t í f o n a Thllirt portas. U n a vez dentro, la Jerusalén celesual cuadrada ellos ocupan las doce puertas. El comentarista de la con-
une las cuatro esquinas del santuario crazai i en e l s u e l o , c o n su b á c u l o (cambuta), los sagración compara así a los apóstoles con los árboles del Apocalipsis, que, en el Beato,
signos del alfabeto, yendo primero desde i > Lima e s t e , a la i z q u i e r d a , al ángulo oeste,
(
están repartidos a una y otra parte del río de la vida. Esec último mana del trono del
a la derecha, y luego, del este al oeste, de .»/• esquina a o t r a , d e m o d o q u e los dos traza- Cordero o de Cristo, representado por el obispo durante la consagración. E incluso el
dos se encuentren en el centro en f o r m a d i Para e x p l i c a r este r i t u a l , el comentarioíe agu.i Itcndita, mezclada con ceniza, sal y vino, que sirve para bendecir toda la iglesia, se
puede asociar al río de la vida. El comentarista explica que el agua, siguiendo a Apocalip-
rebere, en primer lugar, a b construcción J« t e m p l o d e S a l o m ó n ( P r i m e r L i b r o de los
sis 17, I 56. representa a los pueblos; la sal, el sacrificio, según LeWtico 2, 13; las cenizas,
Reyes 6) por deducir que los doce candela . r e c u e r d a n a l o s d o c e d u q u e s (duets) que la ejecución de la Pasión del Señor - . En cuanto al vino mezclado con el agua, represen-
4 5
abastecían el templo y, por l o tanto, a los d o i . a p ó s t o l e s , q u e s i m b o l i z a n la unidad de la ta la divinidad unida a la humanidad de Cristo'*'. Para terminar, el trazado del alfabeto y
fe. Estos últimos representan los arbole^ ,< q u e . s e g ú n E z e q u i e l y el Apocalipsis, el ritual del altar hacen de la iglesia consagrada un centro del mundo, cuyas esquinas
evocan los cuatro puntos cardinales, hecho que la iguala a la Jerusalén celestial, tal como
regados por las fuentes del F.spíntu Santo, d a n , p r o d u c i é n d o l o s c a d a m e s , frutos para el
está representada en el Beato.
sustento y las hojas para la sanación ''. L a a n t í f o n a Tollitc ponas p e r m i t e , ademas, al autor
1
compararla entrada del obispo con la del p r . >pio C r i s t o " . E l o b i s p o , p o r l o demás, lleva No obstante, se puede observar que las representaciones que figuran en los manus-
en la mano una virga, que representa la polcsias saceidotatis o t o r g a d a p o r Cristo a sus critos de Tréveris y de Valenciennes son diferentes. En el primero, hay una iglesia dentro
apóstoles. Igual que Cristo, el poiitifex, al e n t r a r , p r o c l a m a t r e s v e c e s « P a x huic domui-, de la ciudad: puede así evocar ella sola la Jerusalén celestial, pero no constimye la única
lo que evoca el «Pax vobis» de Jesús después d e su R e s u r r e c c i ó n . Si a continuación 5 8 representación. A nuesoro parecer, sólo en Valenciennes se resaltan el corazón de la ciu-
traza el alfabeto, según el rito descrito, es p o r q u e las c u a t r o e s q u i n a s d e la iglesia desig- dad, el Cordero, el río. Los círculos concéntricos y el juego de las puertas parecen tener
un doble senudo: la ciudad y el nimbo del Cordero. Este doble sentido da al conjunto un
nan las cuatro regiones del m u n d o a las que e s t á d e s t i n a d a l a v e r d a d evangélica". El
aspecto sintético; el Cordero es la fuente de salvación, lo que conduce al espíritu hacia la
comentarista explica el sentido de los gestos r i t u a l e s , q u e el o b i s p o r e a l i z a cuando llega
Iglesia y, de la misma manera, hacia los sacramentos. Se necesita, en nuestra opinión,
al altar que debe consagrar, afirmando que éste r e p r e s e n t a a la I g l e s i a , y sus cuatro esqui- deducir de todo ello que la representación como tal no constituye ni una figuración ni
nas, los cuatro puntos cardinales del m u n d o . C o n e l a g u a , m e z c l a d a c o n sal, cenizay
4 0
una ilustración. Como en un comentario del Apocalipsis, se erara de ofrecer al lector una
vino, realiza también una bendición de la iglesia v echa l o q u e q u e d a a los pies del altar. interpretación del texto orientada hacia la lústoria de la salvación. Desde este punto de
Al ejecutar este último gesto canta la antífona htrroibo ad altare Det\ l o q u e significa que vista, la imagen tiene una función parenética; tiene un papel similar al de un modelo de
accede al altar visible que representa el altar i n v i s i b l e , el q u e J u a n v i o e n Apocalipsis 8,3, sermón, parecido al que hemos encontrado en Rábano Mauro. De la misma manera, nos
y del cual salía el humo de los perfumes, que son las p l e g a r i a s d e l o s santos, que el ángel parece normal que la arquitectura de un3 iglesia no corresponda directamente a la des-
ofrece bajo la mirada del Señor" . L a o f r e n d a q u e s i g u e d e l i n c i e n s o es interpretada,
11 cripción ile la Jerusalén celestial del Apocalipsis '. N o puede ser más que una evocación
4
como la que se encuentra en los comentaristas del rito de la consagración. Este último,
igualmente, siguiendo Apocalipsis 8, 4 - , c o n el a l t a r t e r r e n a l q u e r e p r e s e n t a también el
4
tí
XXXV. Í9. PRG l 109
I *T nVRTI t H I S T O R I A IS L » L D W » M I DIA I I I
de b Iglesia. incienso (líg. 5) ante el altar forma parte del ritual de la consagración de Las iglesias. E l
comentarista se refiere con tal propósito a Apocabpsis K, J , donde, después de la a p e r t u -
ra del séptimo sello, un ángel se pone ante el altar con un incensario de o r o , c o n cuya
ayuda ofrece los perfumes (ineenta) y las plegarias de los santos ante D i o s . E l interpreta
Piedras vivas el gesto del consagrante como oración de intercesión por los fides* . L a l á m p a r a (fig. 6)
4
de manera directa. Es el caso de la Capilla P a l a t i n a d e A q u i s g n í n , t a n t o p o r los ciento rico Harb.irroja lu/o añadir a la Capilla Palatina lie Aquisgrán una, obra de V i b e r t o , éste
cuarenta y cuatro pies drusianos de su p e r í m e t r o c o m o p o r la d e c o r a c i ó n de la cúpula, en la llamó e n una inscripción Jerusalén celestial' . E l incensario y la lámpara evocan así la
6
la que veinticuatro ancianos tienden sus coronas h a c i a C r i s t o , i I a y , s i n embargo, que presencia mística en el santuario de lajerusalén celestial. L o m i s m o sucede c o n los fres-
hacer una observación. Estos elementos evocadores n o c o n s i e n t e n d e c i r que la Capilla
Palatina representaría lajerusalén celestial. E l l o s i n t e g r a n e n e l s i g n i f i c a d o global del
***Url» hcaia I li erosi lem, dieta paci* viwo, / Quae cnnstruimr in Catta vivi* e» lapidibus.- Véase H . Asli-
edificio solo una pane de la simbología sugerida p o r la c i u d a d c e l e s t i a l . E l emperador en
worth. -Urb« beau Jcfuulcni Scriptum! and Patrisoc Sourrr*». Epbemendei Ijturguae I.XX (1956), pp. 238-
el trono contempla 3 Cristo rey representado e n l a c ú p u l a . N o es a b s u r d o suponer que 241; M.-Y Conffir. I F^let^gif du baia Moyen Afe. Pari», 1968. pp. 102-104; Chmtc. L'Apoeatypre de Jean.
la imagen de los veinucuatro ancianos que t i e n d e n sus c o r o n a s h a c i a C r i s t o l o invitara a cat. p. IS4.
hacer lo mismo. La inscripción de A l c u i n o hace a l u s i ó n a las p i e d r a s v i v a s q u e forman un H C , pp 1 H lm»cnpción de Ai cuino) y 169 (Corvry), C licite, - Rctcnmwniicni de l'Apocalyn^c dans
11
l'art de l'epoque •. A ioli ripeti ne-, cn V. Chi,«e (ed). L'Apotalipie de Jean. Traditami extgetiqmei et i-onographiquei
palacio (aula) construido por Dios, en este caso e s p e c í f i c o l a I g l e s i a . E s t e material sim- IW ma XiT utdes. Citi cura. 1979, pp 217-243; C . Hata, /.WrtWrTwrr t digiune lantingiennc. Pan'v 1980, pp.
bólico es una referencia a la primera epístola d e san P e d r o ( 2 , 5 ) , d o n d e tal expresión 64-81, 148-156.
designa a la Iglesia. Pero hay que resaltar q u e , s e g ú n e l h i m n o Urbs beata Hiernstilern, Congar, l 'Etili m
11
. ut., pp- 61-85.
*' M.-1 Ti Gouisci, - U n a*peci du syiiiholfeme des cnccnium rornaiis: la Jcrusalcm célotc-, Cabieri ar~
cbeolognjiici XXX (1984). pp. 81-106 Scdlmayr, Die pjuttbung, CIT.. pp. 125-130.
;
** Véanse los catálogos otado' en la 1i < > i -i 18. " X X X V . n l , W . ' l . 120.121.
**II ¡wulfiuyr. Die Emstebung drr Katbedrate, Z ú n c h . ' 1 9 5 0 . G r a z , -'1976; O . v o n Siinson, The Gotbu *Hcita, fan lutei ture, cu., p. 70.
f
tjiltdi.il Londre*, 1956 (trad. cast. La eatedral g-aiea tus orígenes de la arquitectura gótica y et concepto medieval di
arde». Madrid, Alianza, 2000]. C h n s t t LApocalypse de Jean, cit., pp. I 5 9 - 1 6 1 ( N o i n ' - O a m c de Rcims); A Pra-
che, MR-Damt de Cbartres unage de ta Jernuitein céUste, París, 2001.
144 ARTE t HISTORIA I N I V I ' D A D M E D I A I I I
Ki£ur.i 7 Ovale, aliadla de San Pictru al Monte, bóveda del vestíbulo de entrada, lajerusalén celestial.
pintura mural, tíñales del siglo xi.
Figura 8. Saini-Chcf en Dauphinc (Detonado), abadía de Saim-C:hef. capilla de los Ángeles, bóveda, la
Jerusalén cclcsnal. pinrum mural, primer cuarto del Siglo X I I .
eniona esta antífona después de haber l l e v a d o al a l t a r las r e l i q u i a s , las d e los santos que
han sido recibidos en la morada celestial"". T o d o el c o m e n t a r i o q u e s i g u e se ordena en
función de ellas y del juicio venidero. D e ahí se d e r i v a q u e l a i g l e s i a , representada por el
altar, es un lugar de paso orientado hacia la c i u d a d c e l e s t i a l . L a e v o c a , p e r o n o la repre-
senta.
Conclusiones
La Jerusalén celestial inspiró a u n gran n ú m e r o de c o m e n t a r i s t a s y , m á s aun, de artis-
tas, pintores o arquitectos. Estos últimos estaban i n f l u i d o s p o r l o s c o m i t e n t e s de sus obras.
Lo que perseguían todos era exaltar una visión s i m b ó l i c a d e la I g l e s i a . Para ellos no se
trataba, por lo tanto, de reproducir la descripción c o n t e n i d a e n el A p o c a l i p s i s , sino de
establecer una relación entre la iglesia t e r r e n a l , p a t e n t e e n c o n s t r u c c i o n e s hechas por las
manos de los hombres, y su extensión última, en el p r e s e n t e e n l o s c i e l o s e in fine en la
eternidad. La ceremonia de la consagración de una iglesia v su c o m e n t a r i o constituyen un
perpetuo ir y venir en el tiempo, c o m o en I 3 c o s m o l o g í a sagTada. L a c i u d a d celestial pue-
de estar representada también tanto p o r una f o r t a l e z a t e r r e n a l c o m o p o r una iglesia pero
¡guarniente por doce círculos concéntricos q u e r o d e a n al C o r d e r o , e n función del valot
smibólico que se le atribuya. Si, además, se escoge la f o r m a c u a d r a d a , su proyección sobre
el plano permite multiplicar el simbolismo sin s e g u i r el t e x t o a p o c a l í p t i c o al pie de la letra.
La representación sirve así de apoyo a la m e d i t a c i ó n y, s i n d u d a , a p o r t a temas para la en-
Introducción
El estatismo y el movimiento (residir/viajar) constituían en el sistema medieval una
pareja cuya buena articulación y equilibrio eran condiciones esenciales para el funciona-
miento del conjunto de la estructura social; la tensión entre el ideal de reproducción de
lo idéntico y de estabilidad (espacial) y el imperativo del intercambio generalizado (la
ainttis) es necesario para mantener la paz. y la unidad.
El análisis de las concepciones de la percepción -en primer lugar, de la visión-, que
pone en ¡UCgo puntos separados por distancias, lleva, por otro lado, a las mismas estruc-
turas fundamentales de la representación del espacio en la Europa feudal. Estructuras
que son radicalmente ajenas; su reconstrucción exige esfuerzo y perseverancia.
• G. Kapriev, «Räumlichkeit (Ort und Zeit) eeinHß Anselm von Ointerbury-, cn J. A. Acrtsen v A. Speer
(cds.), linnm und Raiimvorndlungtix im Mmtüilter. Berlin, 1993, pp. 229-248.
1
W. Merz, «Raom und Zeit bei Thoma* von Aquin*. ibid., pp. 304-313 (-Von der griechischen, ein-
schließlich aristotelischen, Philosoph ie ist der ihomasischc Gedanke in Wahrheit ebenso entfernt wie vpn
Kanr-, p. J|J).
150 Anrt I HISTORIA F_ o A o M t D iA I I I
dependiente exclusivamente de la inteligencia y d e la v o l u n t a d d i * m a s . D i o s estaba siem- contrae-nudo que «traducir» visto por visión u aculas por ojo , puesto que estos términos
7
pre en todas partes, parecía estar en el m i s m o m o m e n t o e n tod< >s los p u n t o s del tiempo aluden a una concepción de la percepción completamente diferente a la nuestra.
y del espacio; de becho. no estaba n i en el t i e m p o n i e n e l espai n>, p o r q u e nada de eso El punió esencial consistía en la distinción-oposición entre ocultis carnis, u oculus cor-
había creado; simplemente, las cosas creadas. finitas, t e n í a n posi< i o n e s r e l a m a s (de lado, jioris, x tifitifis cordis u oculus mentís. Esta oposición básica apareció en los Padres de la
abajo, etc.) y imitables, se transforman; p o r c o n s i g u i e n t e , u n e s i a d o sucedía a otro. En Iglesia ) el auténtico creador fue san Agustín. May que subrayar dos puntos: en primer
otras palabras, éntrelos objetos existían un:i» i ... i o n e s espaciales \- unas relaciones tem- lugar, que Cal oposición no se encontraba en la Biblia ni en los autores cristianos anterio-
porales, pero no el espacio y el tiempo en si res a ni« diados del siglo iv; luego, que la enorme obra de san Agustín comporta, en este
pumo («.nio en ouos muchos, formulaciones en apariencia más o menos contradictorias.
A esta consideración de fondo se le deln • i d i r d o s c o r o l a i ios esenciales: la oposi- Muchos lustonadores del arte se han conformado con parafrasear el libro X U del tratado
ción entre lo carnal y lo espiritual, y la m u h i j idad d e l o s s e n t i d o s . De (»(7/i >/ iid htteram, donde Agustín exponía los «tres tipos de visión» (visionum genera
La oposición entre la carne y el espíritu . i l m i s m o t i e m p i » . la oposición entre la tria)*. En efecto, en muchos casos, Agustín prefirió una subdivisión ternaria; pero las
muene y la vida eterna, entre lo terrenal \ [i stial. es d e c i r , la g r a n oposición mani- nuevas técnicas de análisis textual permiten tener un panorama completo de sus usos
festada por san Agustín en su descripción d. Jos c i u d a d e s . L a c a r n e era mortal por léxicos y ile su frecuencia '; y tal examen no da lugar a ninguna duda: el obispo de Hipo-
1
estar marcada por el pecado original, que habí alejado al h o m b r e d e D i o s ; y la salvación na pom.t en oposición, sistemáticamente, dos tipos de ocultis, no tres.
del alma, que no podía ser más que resultad»» d i la gracia d i v i n a , s ó l o era posible después Fundada por los Padres, esta oposición se retomó y fue divulgada por los autores de
de la Encarnación y la Pasión de Cristo, o sea. i rayes d e la i n t e r c e s i ó n de la Iglesia y de los primeros siglos de la Edad Media. Su frecuencia alcanzó uno de los máximos niveles
sus santos. en la época carolingia; Ilincmaro de Reims fue de los que la usaron de manera más sis-
AI cono-ano de lo que mantienen algunos m c d i c v a l i s t a s . la n o c i ó n medieval de natura temática. Después, siguió empicándose de manera habitual, pero, a partir del 1100 apro-
no comportaba la más mínima autonomía en relación c o n la i n t e r v e n c i ó n divina; no csástú ximadamente, se advierte una evolución divergente de los dos términos: mientras perma-
necía la relativa frecuencia de oculus ntentis-ocuhts cordis, la de oculus carnis-oculiis corporis
nmgún objeto que no fuera otra cosa que la expresión de u n d e s i g n i o d i v i n o , los objetos no
disminuyó sensiblemente. Al final de la Edad Media esta expresión aparecía sólo en cier-
persistían en su ser sino por la voluntad activa de D i o s . D e n t r o d e esta visión, t o d o tenía un tos autores, mientras otros ya no la empleaban para nada.
sentido, todo era señal, y estos significados, engarzados y s u p e r p u e s t o s , constituían la hue-
Esta oposición fundamental no tiene, en rigor, ningún equivalente en nuestro sistema
lla (vestigio) de la acción davina: percibirlos presuponía q u e ellos m i s m o s estaban cena de de representación; remitía directamente a la oposición came/espíriru, ciudad terrenal/
Dios; hjerarquía en sentido propio se daba, precisamente, p o r la s u c e s i ó n decreciente de ciudad celestial.
los seres en función de su distancia creciente de D i o s : a m e d i d a q u e tal disrancia aumen-
4
El reconocimiento de los dos octtli correspondía a una concepción de la visión y de la
taba, disminuía la capacidad de los seres para p e r c i b i r el s e n t i d o d e las cosas. luz a primera vista no menos extraña. También aquí fue san Agustín el que realizó la elec-
ción decisiva, que durante toda la Edad Media dio la preponderancia a una teoría activa
(también llamada «emisiva») de la visión. Para este doctor, en efecto, la visión era el re-
«OcuJus carnis» — «oculus c o r d i s » sultado de la combinación entre rayo visual y rayo luminoso. De una fuente luminosa
Los teóricos del siglo xn explicaron claramente que los c i n c o s e n t i d o s (settsus) eran el
6
lomas de Aquino. Qiiaestiones disputatile. De anima, art, 13 co. {«visus esi aluor ínter oiunes sensus et
elemento corpóreo más elevado, aquel a través d e l c u a l el c u e r p o se acercaba más al es- universali or»),
píritu. Y, entre los cincos sentidos, la vísio ocupaba el p r i m e r l u g a r : « E n t r e todos los
f J
Pura compilación. G. Schlcusener-Eichholz, Das Auge im Mittelalter, Munich, 1985. El lector debe tener
en cuenta, en ci rievenir de este ensayo, que se da un equivalente moderno de los textos latinos sólo por obli-
gación editorial. Los vocablos larinos medievale* no ucuen, y no pueden tener, ningún equivalente aceptable
' A Guerreau-Jalabcn, -"Spintus ct cantas". Le baptême dans la s o c i é t é m é d i é v a l e » , e n E Héritier y E en las lenguas contemporáneas, porque el sentirlo de las palabras va unido a una civilización; la civilización
Copct-Rougter (cds.), La parente spm nielle, París 1995. p p . 1 3 3 - 2 0 3 . medieval era completamente diferente de la nuestra, y esta fundamental alterídad hace extremadamente difícil
* Se infravalora la mayoría de las veces la notable envergadura de los t e x t o s d e D i o n i s i o Areopagita, difun- la restitución del sentido de los enunciados medievales (A. Guerreau, Vavenir d'un passe incertain, París, 2001,
pp. 191-237).
didos en Occidente a parar de finales del siglo ix y que c o n o c i e r o n d e s p u é s u n i n i n t e r r u m p i d o éxito; Tomás lit
Aquino Ics dedico un comentario muy largo. I l u b o toda una serie de t r a d u c c i o n e s . l i e m o s usado la uaduedon
8
Patrologia Latina (de ahora en adelante PL), voi. XXXJV, col. 458.
francesa de M . de Gandillac, Œuvre) completes du l'seudo-Dcnys TAréopagite. P a r i s , 1943 (en castellano existe b
9
Los textos medievales son actualmente accesibles en Cd-rout. Estos instrumentos permiten tener uiia
cdiaúii de Teodoro H . Martin, con traducciones de Hipólito C i d B l a n c o y el p r o p i o A l a r a n , e n Aladnd, BAC visión completa de las apariciones de tal o cual vocablo y de establecer, por tanto, las frecuencias, que se pueden
comparar fácilmente.
2014). Véase también S. Lilla (ed.). Gerarchia celeste. Teologia mistica. Lettere, R o m a , 1986.
'Ha sido de gran utilidad A Paravicini Jìagliani (ed.). La visione e lo sguardo nel Medio Evo. 2 vols., Florenoi.
1997-1995.
152 ARTE E HISTORIC EN LA E D A D .M V D I A III
"P. Faute, Anges, e n j . Le G o f f y J.-C. Schmitt (eds.). Dictionnaire raisonné de l'Occident medieval, Piró
defectum edam secundum ratioaem sui gcnens; quia in eo est lux intelligibilis obumbrata»).
1999, pp. 42-54 (ed. cast.; Duaonario razonado del Occidente medieval, . M a d r i d , A k a l , 20031.
Id., Qiiaestiones disputata^. De ventate, q. 8 a. 8 arg. 5 («Cum igitut Angelus sit lux spiritualis, cognoscen-
"Ibmas de Aquino. Summa d>tohgiae, I , q. 67 a. 2 ( " U r n i m l u x e o r p o r a l i s s i t corpus? Respondeo dicco-
lî
est»)
154 A»T* l HISTORIA E N L A F.DAIJ . M H ) UI I I
Debemos examinar las huellas en lo- os de las c r i a t u i i hasta que por el número lan/anu. »1 esi.i condición ontológica relaciona! e intencional no cxisüa sino dentro de
un amb • general de una relación de dependencia jerárquica, que se traducía cn una
creado nos elevemos a lo increado, y p. • Creada a la luz ii rcada de la sabiduría, tata
relat ipolúgico-simbólica de simitifuih, que implicaba una espccularidad generaliza-
es, en efecto, en sí misma en su esencia i a, j en su modi de actuar más eficaz'*.
da. Iseli' «011 que implicaba tensión y movimiento: lucein quaeranius, expectatio cujustlam
,ilium\ litas, Iodo el sistema tendía a la búsqueda de una evidenfia vtsionis, cn la que las
Este texto esta sacado de un tratado. Dt tna, q u e d e m u e s t r a c ó m o este tipo de
petag d<.-aparecían para dejar lugar a la visioper essenfia/n, en ese momento, la retaliosi-
obras debe considerarse, esencialmente, dent á m b i t o d e la g n o s e o l o g f a medieval y no
miliiiu¡n¿i\ tendía a convertirse en relatto identitatis.
como un tratado de óptica (anacronismo d^ nte más g r a v e d a d c o m e a d o por la rnayor
pane de los comentaristas). Estas Vcstigi* era aun q u e la specics d e los objetos, lo que el
Creador había depositado en el corazón de - n o m b r e , e s t i g m a m u c h o más directo.cn «Videre deum»
cuanto impreso en la esencia misma del espíritu h u m a n o . D e a h í este c o m e n t a r i o :
Esta relación c n ninguna parte se manifiesta mejor que en las reflexiones sobre la
visto l)ei, o \ ision beatífica, que nunca dejó de ser preocupación principal de los pensado-
Visea que el hombre penetre en el interior a través del intelecto para observar la divi-
res medievales. Sólo algunas palabras sobre Agustín y'lomas de Aquino.
nidad, como q salga al exterior por medio del sentido p r a ver lo humanidad, él encon-
Agustín empleó muy raramente el sintagma dei VISIO (cuatro veces), pero el grupo
U C 3
leños más citados a este proposito von la Carta a Paulina (también llamada De videndo deo
líber y"* y el penúltimo capítulo del De Cn-ttate Dei («Sobre la calidad de la visión a través
Asi, la noción central de un Dios que era l u x mtvitigibilis i m p l i c a b a una concepción de de la cual los santos verán a Dios en el siglo futuro»)* . La Cana a Paulina intentaba,
7
la visión como tensión o como esfuerzo; la visión pura y s i m p l e era u n a acción y no una esencialmente, dar respuesta al problema «de invisibili deo, utrum per oculos corpóreos
impresión; el progreso de la visión, es decir, del espíritu a "su f u e n t e , i m p l i c a b a la gracia, que possit vidcri" (-si con los ojos del cuerpo se puede ver a Dios, que es invisible»). La
presuponía la intervención de la Iglesia; es p o r eso p o r l o q u e C r i s t o había dicho a los respuesta era una violenta diatriba contra el corpas y sus limitaciones. El corpas era impo-
apóstoles: «Vos esos lux mundi» (Mateo 5, 13). N o h u b o r e f l e x i ó n m e d i e v a l sobre la visión tente -Ahora bien, las cosas vistas por medio del cuerpo, si no está ahí el espíritu para
que no fuera una reflexión sobre el conocimiento y, p o r c o n s i g u i e n t e , también sobre b tomar lo que así se anuncia, no podrán ser abrazadas por ningún conocimiento»". El
relación con Dios, con la mediación siempre de C r i s t o , la Iglesia y sus santos. conocimiento común versaba siempre sobre incorporar stinilitudines. El tema fundamental
era la oposición entre exterior e interior:
Para simpUficar, siempre se tiene delante una t r í a d a - : las f o r m a s (specics o simi/itudi-
4
Id.. '.„•:•/.; aurea m Lutam. eap. XVIII. I 7 (-Caecus ameni .1 domino non aurum, sed lucein qu n
nuvnun tilias divina*. *cd lucriti quarramus. quam %idere cuín solis Añadís possi mus: ad quam luccm via fido
«e unde recle caceo diatur ropicc lides tua te salvuin fccit-J. ; a
Agustín, De videndo ito líber, carta 147. PI. rol XXXni, col. 596.
•'Otado ai Farai ioni Bigliini (ed.). I* vittime, cit.. \oI. I . p 24?. y cu J Pctham, rractatus de perspeara. "Id. De multile Dei. libro XXII. cap. XXIX. PL, voi. XLI, col. 796 (-De qualiratc vision», qua in futuro
ed D. C Lindbrrg, p. 23 (-neersve hattemu* |...J perula ri vestigia i n «peculi* creatura rum, ut per numerino sacculo sanen Dcnm vidchunt»)
creaium asetndamus ad tncreaiiun et per luetrm ocaum ad lucvtn vapicrntiac incrcaum Ipsa cium est in essai 79
ld.. De vidcndo dee líber. PL, voi. XXXUJ, cois. 613-614 (-Quac auicm per corpus vidcntur, rùsi mens
tu punor et in open none ctucaour») adsn quae talia minima Misupiat. nulla possimi scienria conrincn.).
* Hupuci de Saint-Chcr. Surr» Apvtahpnm. I. cap. IV ( - U t sive intus ingrcdiatur homo, per intellectuio
:
•*Ibid. cui 61 S <"cuui ergo interiore» oculi índices *ini extenonim orulonim. (...] muliaque illt videanl
td coiupicicndam divini Li tcm. «ve fora» egredutur per scnium, a.l vitlemlam h 1 1 1 n . 1 1 1 1 1 . 1 i e m , in suo salvatore quac isa non videm, mini isn vidcant, unde non tnnquam pmesides juditcni; quis non illos istis incompara-
pascua imenut Intus in aspeciu divimtam, fons in asiiectu humamtjtis-). bili acsuinationc pracponal'»).
M
Se resume aqui ci artículo muy meditado de C. Stallile, -'icona della visione come teoria della conos-
orrua», cn Paravicini Bagluni (ed.), Li vinone, o t , voi. I . pp. 225-246.
156 ARTI E HISTORIA I N LA 1 *I>AD
-
M I U I \ I I I
E S T A H I 1-1 D A O . L A M I N O . V I S I Ó N : L A S C R I A T U R A S V E I C R TA K O B . . 157
Este tema, ampliamente desarrollado, se r e l a c i o n a b a e s t r e c h a m e n t e c o n el rechazo-
de! espacio, que caracterizaba cualquier t i p o d e corpas:
dei per vssentiam». Para resolver las contradicciones lógicas ante las que se encontraba,
puso, un primer plano, la noción (propuesta poco antes por Alberto Magno) de lumen
Estas cosas que nosotros vemos en esta luz c o n loa ojos del corazón y se distinguen jtoriae, h »rnia específica de luz creada reservada a los bienaventurados y que les otorgaba
entre ellas y no están separadas por r u n a u i intervalo de lugai |...| las autot uladcs de Lu una deiformitai suficiente para ver a Dios «facie ad faciem, in essentiam». La glorifica-
sanos csmruras vieron que se ve mejor . u n el espíritu que c o n I cuerpo; y esiaSOOanOjK ción d i los cuerpos gloriosos consistía, por lo tanto, en una luz particular que permitía
no están contenidas en lugares, y no e s t á n separadas por inte i va los, v n o son mas pequeñu conocer la esencia de Dios. La cuestión, apenas insinuada por san Agustín, recibía aquí
en parte que en la totalidad, son vistas por .1 e s p i r i t a ' . 0 una respuesta explícita. Pero surgía un problema que puso en dificultades a Tomás: «Si
la sanad id del hombre exige el cuerpo (algunos han afirmado que la visión de Dios no
puede producirse sin cuerpo)» '*. Tomás argumentó de manera extensa para dar funda-
1
podía entenderse aquí tanto como cuerpo carnal personal como corpits mysticum. Tomás
dealalmaalveraDios.es decir, c o m p r e n d a , Dios»*-.
respondió prudentemente que esta aimcituiproximomm no era indispensable, sino que en
lomas de Aquino retomó la cuesnón o>:> una a m p l i t u d m a v o r : doscientas cuarenta tales circunstancias venía por sí sola: «En relación con la santidad perfecta, la amistad se
referencias para dei visto, otras m i l cien para </. , , ; /,/r/r. E l p r o b l e m a se afrontó en mu-
w
encuentra, digamos, concomitante*".
chos puntos en el Commento alie sentenze de P e d r o L o m b a r d o v f u e t r a t a d o orgánicamen-
te en la Summa Theohgiae- en primer lugar, en 1.» t/uaestto I 2 d e la prima pars: «Quomodo .-VI mismo tiempo, Buenaventura hacía hincapié en la dilectio como medio esencial de
deus a nohis cognoscatur» («Nuestro c o n o c i m i e n t o d e D i o s » ) , d i v i d i d a en 13 araculos. la VISIO. La tradición insistía en la importancia de la cantas como medio esencial para
después, en las primeras cinco tjuacsttorics de la prima seciindae s o b r e la finalidad última del acceder a la visio dci: «La caridad que no alcanza su perfección sino en la visión de Dios»
hombre y sobre la santidad (en concreto el a r t i c u l o X d e la qnaestio 3 : - U t r u m beatirudo (Elredo de Rieval) "; «allí donde está el amor, allí está el ojo» (Ricardo de San Víctor) ;
1 19
hominis sil in \isione dirinac essenriae». - S i la s a n t i d a d h u m a n a c o n s i s t e en la visión de «quien más caridad tenga, verá a Dios más perfectamente y más aventurado será» (To-
la esencia divina»)". más de Aquino)" . Aquí, una vez más, Tomás retomaba fielmente a Agustín:
10
A mediados del siglo xu, ésta no era una a f i r m a c i ó n a n o d i n a , ya q u e diferentes pen- El alma racional todo sobrepasa y se encuentra más cerca de Dios cuanto más pura es;
sadores (Etienne de Vénizy, Johannes Paj/us, p e r o t a m b i é n H u g u e s de Saint-Chcr y y en la medida en que se dedique a Él por medio de la candad, en esa medida, llena por Él
Guerric de Saint-Quenbn) habían puesto en d u d a la p o s i b i l i d a d m i s m a de tal visión
(algo contra lo que Guillermo de Auvernia. o b i s p o de P a r í s , l a n z ó e n 1241 una vigorosa
condena). En esta aonósfera. Tomás planteaba el p r o b l e m a en t é r m i n o s m u c h o más abs- '* Tomas de Aquino. Summa tbeotogiae, cu.. Ij-llac. q. 4, a. S («unum bcatitudo horninis requiratur corpus
(aliqui posuerunt quod non potcst (dei Visio) animae ad venirr sine corpore cxistcntì)»).
tractos que san Agustín, preguntándose sobre las c o n d i c i o n e s d e p o s i b i l i d a d de la «visio " C. Trotiniann. La vision beati/tane, dei dùputei icolaaiaues à sa definition par Benoit XII, Koma. 19V5; J.
Bast her, «Vision bearifique et rcprcsentaiions du pandi* (xi*-xv* siede)», en Paravicini Bagliani (ed.), L* visio-
ne, at., voi n, pp. 73-9J.
10
IM., cok. 616. 618 (-« quae in ìlla luce cordis ocuhs intucmur. et discemunrur intcr se. et nullis loco- w
Tbrnas de Aquino. Summa tbeoloriae, c i r . la-Ilae. q. 4. »- 8 (-unum ad beatitudinem |...J requiratur so-
nim spjuo sepiranrur |. .) (senpturarum san età rum auctontatcsj vidcrunt melius \-iden mente quam corporc, cie-ras amicorum»).
et ea video mente quae non conun cren tur locis. ncc intcr se lotonini intervalli*, separarenrur, ncc minora tv , J
Ibid (-quasi concnmitanter se habet armati» ad beaatudinem pcncctam» ).
seni in pane quam in loto-). "Eircdodc Rieval. Speculimi cantati!, PL, vol. CXCV, col. 535 (-Caritas quae non nisi in dei visione, perii-
" U.. Otchitatt Dei, PL, voi. XLI. col. 8 0 0 {-ita quaecuinquc spmtualia ili J lumina corporum nostro rum citur»).
arcumferemus. incorporcum deum omnia regentem cuain per curpora comuehiimir»). "Ricardo de San Victor. PL. vol. CXCVI. col. 10 (-ubi amor, ibi oculus»).
'•' Apisun. SolìUsquiorum libri, l i . PL, voi. XXXJJ, col. 8 7 6 (-ut | > O S S I I deum suum videre, id est intelligerr ""Tomas de Aquino. Summa tbiologiat, at., I, q. 12 (-qui plus habebirde cantate perfectius deum videbit
[—1; cuoi animar deum nderc, hoc est deum intclligcre, conrigerii»). et tienuor crit*).
"J.-P. Torrcll, -La vision de dieu "per csscnoain" sclon saint Thomas d'Aquin», en Paravicini Bagltim
(ed.), IJI linone, cit., voi. i , pp. 4 3 - 6 8 .
158 ARTE t HISTORIA I N LA E D A D M I DI \ III
l..i fu meza «leí marco teórico y la evolución de sus explicaciones nos llevan una vez
Este texto de Agustín parece u n comí U" i l e Codo leí q u se acaba de decir; adviér- M U S . aquí 1 propósito de la visto, al problema central de la evolución de ta relación camal/
tase la expresión decisiva: «Anima >iv x i i n a » . L a p u r . a d e l c o r a z ó n y la caridad espíritu il durante la Edad Media. El marco abstracto fue definido y detallado por san
acercatun a Dios. Este tema, aquí u n 11 itere, a d q u i r í 11 n u e v o esclarcaniicnto. Agustín J éste no se le aportó ninguna modificación significativa antes del siglo xvu.
en los siglos v i y v n , en Gregorio M a i n . l o r o d e S e x i l l . i \ B e i l a el \ crenablc, que N i el ol . . . de Mipona ni ninguno de sus sucesores precisaron con claridad qué era lo
inrroduieron. quizá independientcmenu que pertc necia al ámbito de la carne y qué al ámbito del espíritu; y este límite sufrió un
i v e r b i o clave vichilts¡
lento e inexorable cambio.
< ..11 ubi. > que 1 011 si i tuye una clave esencial para comprender el conjunto de la civiliza-
-«estas tropas sublimes son llamada- l u n e s , p o r q u e e s t á n llenas de una rienda,
ción medieval. Pjr.i que esta clave resulte eficaz, es importante no confundir las causas
tanto más perfecta cuanto que c o n u tan d e m a n e r a m á s c e r c a n a la lunünosidad con lirs electos. Por parte de las causas se encuentran, en primer lugar, y sobre todo, la
de Dios-; 42
presión estructural de la Iglesia y, su resultado, la lenta transfonnación de las relaciones
- «ellos están tanto más encendidos pi l u m i n o s i d a d d e la l u z d i v i n a , cuanto mis sutiales concretas hacia una creciente importancia de las relaciones «espirituales», es de-
cerca están de El»""; cir, 1 i i i i l u r m i s a los intereses y a la enseñanza de la Iglesia. Por parte de los efectos, múl-
-«porque ellos se consagran c o m p l e t . i m e n t e a su a m o r , t a n t o m á s ardientemente nplcs reestructuraciones en el plano de las represen raciones (abstractas como figuradas) y
cuanto ellos ven de manera más cercana el r o s t r o p r e s e n t e d e l S e ñ o r , y cuanto saben en el de los rituales; conviene simar aquí la evolución de la teoría medieval de la visto, así
t u m o aquel Lis. insensibles pero .il final radical) •. de todas I as «artes \ HOSM Jcsdc !a IRÉ
que los próximos a Él son elegidos y a m a d o s d e D i o s » * . 4
Kdad Media hasta el siglo xvm. La disminución de la frecuencia relativa de ocultis camis
fue paralela al movimiento contrarío, que tendió a precisar las condiciones de la visio dci,
Esta relación vicinius-clartus aparecida en el s i g l o v i t u v o u n a g r a n difusión en la épo- para llegar a establecer la posibilidad ya desde este mundo. De un modo más espectacular,
ca carolingia y se encontró, a continuación, c o m o p a t r i m o n i o c o m ú n en u n gran número se pasó del casi anicomsmo de los siglos v-vn a la iconografía románica, después al «rea-
de autores de los siglos x n - x i n . lismo» del siglo xv. para terminar en la exuberancia del trampantojo barroco. Sería un
En latín clásico, el vocablo viemus n o existe; t r a d u c í a u n a r e l a c i ó n d e mayor proximi- completo contrasentido buscar aquí un aparente «progreso técnico», cuando de lo que se
dad estableciendo su base semántica en la r e l a c i ó n s o c i a l y t o p o g r á f i c a de vecindad;es. trataba, esencialmente, era de la traducción del pasaje desde una posición de rechazo de
entre otras cosas, un índice altamente s i g n i f i e a t i v o d e l s u s t r a t o f u n d a m e n t a l m e n t e social lo -carnal- (corpóreo-local) a una espiritualización progresiva del «mundo», que lo hacía
de todos los desarrollos medievales sobre la 11x10 dci. digno de ser representado en cuanto representante de manera cada vez menos indirecta y
El final de la Edad Media amplió la reflexión s o b r e la Vtsio y se m a n i f e s t ó una fuerte menos velada de los dibujos del Creador y su presencia misma a través de la creación.
tendencia a considerar ya como posible una visión d i r e c t a d e D i o s antes de la muerte. Como antes se lia señalado prueterenndo, los diferentes tratados De perspectiva de los
siglos xiii y xv eran sólo de manera muy secundaria tratados técnicos de geometría y
de óptica *; más bien se trataba, sobre todo, de una (re)consideración de las propieda-
4
41
AjuMin. De rfr.wnj oiuertivmha oaoginla tnbus libre unus. cap. XJLV1: - O c i d e i * - . PL. voi. XI., col 31 des de la visto, que se hizo necesaria en esa época por el movimiento acelerado de
(-anima rationalis [.. | umma superai et Dcu proxjma est. quando pura est; eique in q u a n m m cantate cohiese- «espiritualización» de gran parte de la realidad («creación»). La parte de sociedad (el
nt, in tantum ab co lununc ilio intelligibili perfusa quodaminodo et m i usi r aia c e r n i i n o n per corporeo* oculos
*ed per ipsnu sui principile quo cxccUie id est per intclligcnuam s u a m . tatti n d O M I quartini vinone fit ba
tusmu-) ** .V de Cusa. De quaermdo deum, en K. FlascJi. -Nicolao» Cusanus. Vom Schcn (Jotres», en Paravicini
*• Credono Magno. Omette sui vangeli. 34. PL. voi. I . X ' X V ' I , c o l . 1252 ( - s u b l u n i o r a illa asinina cherubbn Uagliam (ed.), IJI venóme, cil-, voi. ti. pp. 107-118; para I» ata véa*e p. 117 (-onorici ipiur ui naturam temibi-
votata M U , quia tanio perfecuon so ino a piena sunt, quanto claritatein dei v i c i n i u s contemplantur-) li* vinoni* ante oculum visioni* íntcllecrualis dilatemos et scalaiu ¿iscensut ex ej fabrícemus»).
bidoni de Scvilla. FjymoLgue, \'U-$,PL,
4 1
voi. L X X X I I . c o l . 2 7 4 ( « q u a n t o viciiiius corani co consistimi, ** Presentación del dossier, bibliografia: S Y. Edgcnon Jr. The Uentaff of Giorni Cromttry. Art andSetenee
tanio nu|n* lumini* danute CÌÌ\MU in fiamma n tur»). OH thr Ève of the Seientifie Revolution. lüvica, NY, 1991; D. Rjyiuud. L'hypotbhr d'Osford. Esimi sur In anaimei de
** berli ci Veneratile. Htm/ha/ sUre Un et angelica. 11-24. PL. v o i . X C I V . c o l . 2 4 9 ( « q u i a q u o v*einiuipr»«se» t* peripettrve. Parí*. 1998.
lem domini • niCura conunt co se ardenuus cjus dilcctioni toios u n p e n d u n t q u o proximos suo* ninna esse
clectos JC deo ddectos agnoscunt*).
160 ARTE E STORIA E NLA E D A D M
r il III
Mas mira bien al valle [...J (Infierno, X I I ,4ó) Prueba, a n o t a m o s c o m o inciso, e n p r i m e r lugar, q u e D a n t e a t r i b u y e a su viaje u n
c a r á c t e r d e t o t a l « r e a l i d a d » , y también q u e la l u z se percibía, sin c o n t r a d i c c i ó n , c o m o
Y cada una de aquellas n o s m i r a b a m a t e r i a l y c o m o e s p i r i t u a l , l o cual demuestra c ó m o estos dos caracteres se situaban e n
como se miran dos -«1 e n t r e c e j o planos c l a r a m e n t e d i s t i n t o s .
frunciendo |..-1 (Infierno, X V , 1 8 - 2 0 ) D e la m i s m a manera, la descripción de los lugares es m u c h o m á s s i m p l e e n c o m p a r a -
ción c o n el Infierno, E s significaüvo que ya n o aparezcan más c o n s t r u c c i o n e s (a e x c e p c i ó n
de la p u e r t a d e l a e n t r a d a ) . E n c o m p e n s a c i ó n , nunca se dará suficiente i m p o r t a n c i a a l o s
dos grandes c o n j u n t o s figurados: en el l i b r o X , el bajorrelieve que representa e j e m p l o s
' I I IJimer*. «Le cúuctjcre dans le M o y c n Age latan. L i c u sacre, l i e u r c l i g i c u x » . Alíñales, Hisioire, Saet-
ía socutus V(1999), . 1.047-1.073.
pp
*U bibliografía sobre Dances infinita. Se lia utilizado la edición d e Ángel C r e s p o , M a d r i d , Planeta, IW».
A «TE C H I S T O R I A EN" L A 1 t- \ (• M l D I \I I I
X e n fin, se m e n c i o n a n l o s « o j o s a g u d o s d e l e s p í r i t u » :
nueva vista de nuevu me alumbraba
tanto, que de la tu/ que más luciera
1-..J Dirige hacia m í la p e n d r a n t e nu mirada los rayos soportaba (Paraíso, X X X , 58-60)
luz de la m e n t e (...J (Purgatorio. XVI11, 16-17)
"Todo el t e x t o d e l Paraíso está sembrado de consideraciones sobre los ojos y sobre la
visión, y se puede decir que el o b j e t o c e n t r a l está c o n s u m i d o p o r l o s ojos risueños d e
La sonrisa de B e a t r i z Beatriz, « l o s ojos suyos r i e n t e s » , ya que el poeta va « c a n t a n d o la santa r i s a » . D a n t e r e t o -
m a s i n o r i g i n a l i d a d la d o c t r i n a enunciada p o c o antes p o r T o m á s de A q u i n o :
E l canto X X A T J d e l Purgatorio m a r c a e l v u e l c o e s e n c i a l d e t o d a l a o b r a : es l a llegada
al Paraíso t e r r e n a l . P r e c e d i d o d e l a s ú l t i m a s f r a s e s d e V i r g i l i o : Por eso vuestra vista, que conviene
que se forme de un rayo de la mente
jAcuérdate! Recuerda q u e y o h e s i d o que en su interior toda criatura tiene.
quien de Gcrióii a l o m o s t e s a l v a r a :
no es por naturaleza tan potente
;qué no haré, si hacia D i o s h e m o s s u b i d o ? (Purgatorio, X X V I I , 22-2 5)
que su propio principio ella discierna
profundizando mucho en lo aparente (Paraíso, X I X , 52-57)
Las pruebas d e l I n f i e r n o y d e l P u r g a t o r i o , p o r l o t a n t o , h a n acercado a D i o s . L a mira-
da permanece, p e r o d e m a s i a d o d é b i l a n t e l a p r e s e n c i a d e l a l u z i n s o s t e n i b l e c o n la que
resplandece Beatriz:
164 AttTfc E H I S T O R I A E N LA E D A D A I E D I A I I I
y si otra cosa vuestro amor tcdui l'ern mi mente, que a la dama mía
de aquella luz tan sólo es un x t » mostrar su gran amor siempre procura,
que, mal pi/gado, por allá rxasl.' .mo, V. 7-12) por contemplarla más que nunca ardía (Paraíso, XXVII, 88-90)
El papel otorgado a Beatriz casi n«. r e l a c i ó n e n s a n t o T o m á s . A u n cuando se Mas ella, mis deseos conociendo,
haga de tal personaje una figura (en el K de E r i c h A u e r h a c h ) " ' d e la Revelación y/o
0
comenzó tan feliz y tan discreta
1
de la teología. En primer lugar, porque l l e a f i r m a c o n f u e r z a la historicidad de Bea- que a Dios gozarse en ella estaba viendo (Paraíso, XXVII, 103-105)
triz, en absoluto irreductible a una figura abstracta:
Elogio que concluye en sentido proprio en una apoteosis:
Sin despenar mis ojos mi conciencia,
Si cuanta loa he dicho de mi amada
por oculta virtud que ella movia. F.n un elogio se incluyera toda,
No quedara esta empresa rematada:
de anuguo amor seno la gran potencia (Purgatorio. X X X , 37-39)
la belleza que «I tal se transmoda
Y Beatriz agrega y recalca: sobre nosotros, que a que complacido
Mírame bien, que yo soy Beatriz (Purgatorio. X X X . 73) sea su autor tan sólo se acomoda (Paraíso, XXX, 16-21)
Ahora bien, es precisamente ella la que guía a D a n t e hasta el Paraíso, y son sus ojos
los que desempeñan el papel decisivo: E l sentido de la «dulce risa»
Me miró Beatriz con oíos llenos
de unos rayos de amor tan encielados (Paraíso. IV, 1 39-140) La belleza y la dulce risa son aquí mucho más que una simple propedéutica de la santi-
dad, tle la que sólo difieren en un plano totalmente abstracto. Dante propuso así, hacia
Mas Beatriz tan bella y sonneme 1300, una expresión desbordante de la «espiritualización» casi perfecta del amor terre-
se HM mostraba, que entre aquellas vistas nal, muy lejos de las aperturas teológicas que se pueden producir a través de la teoría de
la transubstanciación desarrollada por santo Tomás. Que esta «espiritualización» pasara
quiere quedarse y no seguir la mente (Paraíso. X I V , 79-81)
por ser una puesta en escena, magistralmentc es truc turada, tle las relaciones entre la
mirada de Dante y los ojos de Beatriz, elimina hasta la más lujnima duda sobre el carácter
pues en sus ojos tal sonrisa ardía crucial de la visión en el sistema de representación medieval del mundo, l¿n el mismo
que contemplar creí el fondo fecundo momento en que Giotto desarrollaba la representación pictórica (advertimos que pintó
del Paraíso y de la glona inia (Paraíso. X V , 34-36) un retrato de Dante en un fresco de la sacristía de Santa Croce), Dante, siguiendo las
huellas del Aquinate, conciliaba por primera vez, en el plano doctrinario, una justifica-
Beatriz busca, sin duda, desengañar dulcemente al p o e t a : ción total a una visión «realista» de la belleza terrenal irreversiblemente espiritualizada.
N o se puede por menos que hacer hincapié en que la Divina Comedia se presentaba,
en primera instancia, como un recorrido larguísimo, desde la selva oscura («externo» lo-
cal) al Paraíso (fuera de todo espacio). La puesta en escena del mundo según santo Tomás
W
E. AueriMch. -Figura (19J8)-, en id., Neiu Daniestadien, Estambul, 1944, pp. 11-72 [ed. cast.: Figm,
Madrid, Trona, 1998].
166 ART» I iii\ToRI A ES; LA E D A D \ 1 III
que,en dehninva, constituye la Divina Comedia, se e f e c t u a b a a t r a v o s «le viu recorrido qoe E l T A111 I D A D . L A M I N O , VISIÓN: LAS CRIATURAS V 1,1 CRIADO».. 167
llevaba hasta el punto en el que las d i s r a n c i a s se a b o l í a n : la l i c i t a d a a n t e l.i presencia din
n.i no podía efectuarse en ningún p u n t a d e l « e s p a c i e » * , y a q u e las d i s t a n c i a s eran sólo un sacudí i*, de Cristo, es decir, del rito de la redención sin igual; rito que no podía desarro-
etecto secundario de la creación. F l h o m b r e , a l e j a d o d e 1 >i< >s p o r el pee.ulo original,m llarse M M pruebas (pignora), consumidas por las santas reliquias* , esto es, objetos materiales
1
En concreto, la Iglesia organizó u n c o m p l e j o s i s t e m a d e p o s i c i o n e s relativas y de des- to muy frecuentados, donde podía ejercerse con provecho la actividad de los fabricantes
plazamientos que encerró a toda la s o c i e d a d d e n t r o d e u n a j a u l a espacial especiaúnente de enseñas. Las pequeñas peregrinaciones rurales son mucho más difíciles de concretar:
eficiente. Haciendo parecer estos d e s p l a z a m i e n t o s y e s t a s p o s i c i o n e s c o m o condición fun- gracias a algún exemplitrn * o asunto judicial y, por lo tanto, casi nunca antes del siglo
1
X I I I . Sólo se tiene una visión un poco más general para una época muy tardía, en las
damental para la -'salvación» personal, la I g l e s i a c o n s i g u i ó , p r o g r e s i v a m e n t e , imponer
regiones en las que en el siglo xix se realizaron, sistema tica mente, investigaciones etno-
unas referencias y unas estructuras p r o f u n d a m e n t e i n t e r i o r i z a d a s , q u e constituían un sis-
gráñeas. Sin embargo, numerosos indicios permiten suponer que esta red de pequeñas
tema de constricciones mucho más eficaz q u e c u a l q u i e r v i g i l a n c i a o p r e s i ó n material.
La eficacia de este sistema se debía, en g r a n p a r t e , al h e c h o d e q u e englobaba en una
misma estructura todas las escalas espaciales, d e s d e la d i m e n s i ó n r u r a l (escala de unos po- " A. Lehrter. Reliquien in Kumt und Kuh. zwitcben Antike und Aufklärung Darmstadt, 1995.
cos kilómetros) hasta la cristiandad en su c o n j u n t o . K l p u n t o c r u c i a l d e toda la estructura " M . Zeiidcr, Riiuinc und Schiebten miltrlaltei lieber lleiligenvrrrbriiiig in ihrer Bedeutung für die Volkskunde.
Die Heiligen des mittleren Xtaatlandes und der Rhtndandr in Kultgtscbiibtr und kultverbreitung. Uútscldorf, 10S9;
lo constituía el lugar de culto, la domus Dei. D e s d e f i n a l e s d e l s i g l o i v se había acordado que PiUcerinayj^i e culto dei santifinoalla prima crociata Am del convept» ("TCMIÌ. 8-11 Ac octubre de 1061), Todi,
la eucaristía podía ser sólo celebrada en u n a l t a r q u e c o n t u v i e r a r e l i q u i a s ; el edificio mismo 1963. A. Itemi. Lei tatnts gucrisscmn du Perrbe-iìoart Erpait eenthltame dm Bocagt. Paris, 1978; A Gucrreau,
se dedicaba al patronato de uno o más santos. L a m i s a , rito c e n t r a l p a r a t o d a la sociedad de -Les pcltnnagc* du Máconnaiv une trrucrurc d ' O r g a n i s a t i o n »ymbolique de l * c * p a c c - , EtbmohfH francane 1
(1982). p p . 7.J0. S. d'Onofrio, Utiettm tamtm t m erll'gnzjtrio mi S'th*Ji. Palermo, 198); E Roftr. Fomta.mes
la Europa medieval ", conllevaba también la c o n v e r g e n c i a r e g u l a r ( h e b d o m a d a r i a ) de toda
5
sacrxes et iminii mneraseurt ¡de Brttsgnel, Pari», 1994; M. Rcnuuard y N. Merricn. Saimts gvrrissrmn de Bretagne,
la población local en un preciso lugar e d i f i c a d o , dentro d e l c u a l se r e a l i z a b a la repetición dd Renncs, l'W4.
" D. Iliun.i, linseignts de pèlcrinagct ci castigues profana. Park, 199fi.
"J.-C. Schumi, Le samt iévner. Gumrfort, gutrisseur d'enfants depms le Xllf siede, Paris, 1079.
*J. A. Jutì$iniun,.\Itssarvm so/lemma. Eine genetische Erklärung der rurnischen Messe, Vìena, 21949; H. Cab»,
-L'cudumuc-, en A. G- Mammon (ed.), l'Église en pnère. vol. I l , París, 1983 [ed. cnst.: l~a Iglesia en onctén.
Barcelona. Herder, 1987).
168 A m i I HISTORIA EN LA EDAD MEDIA I I I
169
peregrinaciones se remonta, al menos en las g r a n d e s l í n e a s d i M I e s t r u c t u r a , a lospn- V. S t A O I t I D A D , r. A M I N O . V I S I Ó N ! L A S C RIATUR A* V KL CRfcADOR.
Sarafua (éd.). Luoghi sacri e spazi ¿ella santità. Turin. 1990. ¡ iajervs, peregrinos, tnertaderes en el Occidente meda-
/ lla a propósito de la escala de Jacob: «La escalera que el viajero vio cuando dormía -por-
rtl. XVT1I Semana de Estudio» .Medievales ( Estrila, 22 a 26 de julio de I W I ) , Pamplona, 1992, con una ace-
lenir suncas. J A Garría de Cortázar, -\ lajcroi, peregrinos, mercaderes en la Europa medieval», ilñd^ pp Pcdro de Blui*. Sermo pnmus de advenru dammi. PL. T o i . CCVU. col. $64 («viac domini vistores esigimi
15-51. S Moraleja <td.), Santiago. Camino de Europa. Culto y cultura en la peregrinaeión a Compostela, Santiago di e i expeditos, ncc m o l e tcrrcnae sollicirudinis oneratrw«-).
Compostela, 1995 M. Rcy-Dclqué (ed.), Tvulvuse Sur les chemins de Saint-Jacques De saint Saturnin au 'Teta
des Corps Saints* (f-Mltr nèdes); loulous*. 1999.
170 ARTE t H I S T O R I A ES; L A F. I> » n M Í U I N I I I
que un hombre fuerte y despierto no la h a b r í a v i s t o e n a b s o l u t o - se elevaba desde la EsTARILIDAD, CAMINO, VISIÓN' IAS CRIATURAS V C L C N F A tt 0 R . 171
Esta exteriondad en relación con el i n u n d o e r a , d e la m i s m a m a n e r a , la del monje;de o altiplanicies forestales desiertas). Los monjes insistían mucho en la «salida del mun-
ahí la fórmula usual moinichus pcregrinu^. K l m o n a q u i s i n o , d e s d e s u s o r í g e n e s orientales do», es decir, en el esfuerzo de huir de los lazos sociales nonnales, en particular los del
en el siglo rv, se definía como una salida del m u n d o , e s o q u e l o s P a d r e s del desierto pu- parentesco. La peregrinación y el retiro reiterado aparecían, pues, como valores capita-
les. Los monjes irlandeses, cuya influencia fue considerable, anteponían el valor peniten-
sieron en práctica físicamente. L a C i u d a d de O í o s d e b í a c o n s t r u i r s e apartada del mundo,
cial de las peregrinaciones e, incluso, el vagar voluntario. En una sociedad espacialmcnte
en ruptura con él. inestable * que intentaba estabilizarse, la Iglesia hizo todo lo posible para exhibir de
forana material, ostensible, la oposición entre interior y exterior.
Se puede bablar de una fase ritualista del cristianismo occidental: lo esencial residía
Los primeros siglos de la E d a d M e d i a en las formas, en los gestos, en los desplazamientos, tomados en sí mismos y acompaña-
d o s de un d i s c u r s o mínimo. Los gestos tenían sentido por sí mismos y estaba fuera de
Es aleccionador seguir en paralelo, por una p a r t e , la e v o l u c i ó n d e los idealesydelos cuestión atribuirles otro significado. De lo que. por otra parte, derivaba el aniconismo
asentamientos monásticos (y del clero p m n e n g e n e r a l ) y. p< i r o t r a , la de las peregrina- general di este periodo, que se basaba en la misma csin.-ctura; la representación (repre-
s e n t a c H ' t i ) generalmente se descariaba.
ciones, poniéndolos en relación con l.i i n i z a c i ó ñ e s p a c i a l d e la p o b l a c i ó n .
Los pnmeros siglos de la Edad M e d í c a r a c t e r i z a r o n p o r u n a fuerte inestabilidad Con el siglo ix la situación tendió a evolucionar. La aristocracia laica empezó a cons-
truir algunas edificaciones de piedra (muy elementales) *. La generalización de la Regla
6
11
Isaac de la Estrella. Sermone SU. Pl., vol. C X C I V . col. 1730 («scala quam dormiens peregrinus vidit-
naio íncola furtassis el vigilans minime videret — ad dcuni a terra erecta vel ad terrnm n deo porrecta»).
G. Constable, -.Monaclúsnu" et pèlerinage au Aloyen Age>-, tfcvuc Historique 25« (1977), pp. 3-27.
la
w
No cúsie una síntesis, sausfactona sobre las relaciones entre las estructuras sociales de la Alta Edad Me-
ut! fias formas de residencia y de actividad de las diversas categorías de población. La mayoría de las veas,
nos vemos limitados a usar los trabajos de los -arqueólogos», cuyas capacidades de análisis social son a menu-
6 Î
G. Fotirnicr, Le château dans la France médiévale. Essai de sociologie monumentale, París, 1978.
do demawado rudirnentanas M. Wclch. Anglo-Saxon Englmtd, Londres, 1992. O Lorrcn y P. Pérüi (ed.) " J.-C. Kalin, Les moines messagers. La religion, le pouvoir et la science saisis par les rotdcanx des morts, .Vf-xif
siècles, Paris, 1987.
(
Lhabitat rural du baúl Moyen/ígc (I'ratue, Payi-fías, Danemark ci Grande-Itrctt/gneJ, Rouen, 1995.
61
C . Dclaptatc. «La mise en place de l'infrastructure ecclésiastique rurale en Cía ule à lafinde l'Antiquilf
ffifviVr^l^ia^èA^ Cuaca 30 (1999), pp. 153-170.
172 ARTÍ r HISTORIA 1 M LA El» AD M F U I A III
sino que golpeada rué mi mente ESTABILIDAD, CAMINO, VISION LAS CHIATIMIAS Y E L C R I A D O R , 175
de un fulgor que colmó la avidez mía {.Paraíso, X X X I I I , 14<>- 141)
El culto de las reliquias y la adoración de la sagrada forma alcanzaron su punto culmi-
nante; l.i eonfradi'as multiplicaron las formas institucionalizadas de parentesco espiri-
De la oscuridad al fulgor, el viaje de Dante intentaba resol v t i la dificultad lógica más
ui.il"". 1 i I siglo xv s e impuso, por primera vez, el culto del Corazón de Jesús , q u e , en 70
ardua del modo de representación del espacio propio de la c i v i l i z a c i ó n medieval: la arti- cierta ni.mera, concretaba el triunfo de la interiorización, a la vez que mejoraban las redes
culación entre la exterioridad carnal, unida . la sociedad y al e s p a c i ó concrcio, y la exte-
(
viales \ m.iriamas, y el tráfico de todo upo se ampliaba en todos los sitios a gran velocidad.
nondad absoluta, es decir, la salida del esp.u io \ de las c o n s t i u c i o n e s sociales; Beatriz
I-si» movimiento d e penetración de las conciencias por parte de la Iglesia no podía
desde el principio conminaba a Virgilio a ubi .-.donar todo ternoi por meiv. - que ser concebido por los clérigos como signo de una gradual «espiritualiza-
ción di l.i M M T Í e d a d . V desde entonces, como se ha recordado antes, gran parte de las
Aquello ha de lemerse solamente ••realid.ii carnales de la Alta Edad Media pasaron al ámbito de lo espiritual. Lo que
que para hacernos daño es poder. nosotros li.unamos «el espacio» que la F.dad Media equiparaba al «mundo» y a la «car-
lo demás no merece que se miente t .11,88-90) n e - , se u'pinniali/.ó hasta el punto de desbaratar todo el sistema de representaciones fi-
guradas. I I •realismo» de finales de la Edad Media permaneció parcial y comedido. La
iconografía, como los modos de representación, se basaba todavía en selecciones restric-
El arduo penplo a través del más allá ens a D a n t e , p o r etapas, el sentido último de tivas y en convenciones bastante artificiales, que dejaban ver la diferencia entre figura-
toda «realidad»; desde la negauvidad de la . desde sus particularidades y sus mati- ción y e l senudo de l o verdadero. Esta diferencia se redujo hasta el trampantojo barroco:
ces, hasta la luz pura del espíritu, luz que • xpbcitaha a través d e todas las verdades el objeto era ya, él mismo, el sentido, dado que toda «realidad» había pasado al l a d o de
universales de la fe. E l patrocinio de Vire". indicaba, c l a r a m e n t e , que el Occidente lo espiriru.il; la enunciación del senado se realizaba por medio de la ilusión, lo más per-
cnstiano había alcanzado en aquel momento una gran s e g u r i d a d , en todo caso suficiente fecta posible, del objeto. La cubierta plana de las iglesias barrocas no era ya una bóveda
para dejar apañe la hostilidad agustiniana e integrar, s i n d e s c o n f i a n z a , la herencia de los dorada con figuras de la historia sagrada, era un «auténtico» cielo; el ciclo.
anoguos (pasaje este que la escolástica del sigl.. XIII había p u e s t o a la orden del día). Bea-
Por supuesto que se encontraban todavía personas itinerantes, como el predicador
tnz, imitando a apartar el temor, testimoniaba una etapa decisiva en el pensamiento Vicente Ferrer. o mujeres singulares, como Alargcry Kempe o Juan de la Cruz . Pero si 71
medieval, puesto que este ser de luz era también el ser de c a r n e que D a n t e había amado la visión de Dios seguía siendo intangiblemente la santidad suprema, ya no pasaba a tra-
y amana siempre. Y es precisamente en el determinar la unidad de este personaje donde el vés d e un iter penitencial sino de una peregnnatio m stitbtlitiite, lo que nosotros llamamos
poetaflorentinoen el exilio expresó una solución nueva al p r o b l e m a que su recorrido e l viaje místico.
resolvería: la belleza corpórea era más que un reflejo de l o d i v i n o , era, por sí misma, Mientras las familias más importantes de comerciantes y banqueros italianos daban
spintits y constituía de este modo, por medio del a m o r que c r e a b a , el medio de acceso diversos papas, un monje agustino de Wüttenberg, impresionado por la completa espiri-
privilegiado a la santidad. tualización de la sociedad, proclamaba el sacerdocio universal. Mienrras los conquistadores
terminaban de ocupar el Nuevo Mundo, Teresa de Avila y Juan de la Cruz escribían El
castillo interior'' y la Sabida al jnonte Canudo ; la Europa de las signorie, que se apoyaba en
1 11
un sustrato inmobiliario tan estable como compacto, capaz de pennitir una explotación
La interiorización triiinfante, siglos x i v - x v n creciente de la clase agricola, había llegado a los límites extremos de sus posibles viajes,
corpóreos y espirituales. L a tierra, recorrida en su totalidad por los cristianos, ya no tenía
Las vicisitudes que afectaron a buena parte de la E u r o p a o c c i d e n t a l , entre la segunda ninguna zona de sombra; así, estando bajo control todo el espacio terrenal se podía, defi-
mitad del siglo xiv y la primera del XA*, no hicieron sino acentuar estas tendencias. La nitivamente, ver a dios facie adfticieni desde este mundo. Desde entonces, la oposición in-
influencia panoquial aumentó mucho: el clero secular se i n s i n u ó e n el fondo de las con- terior-exterior dejó de tener sentido: la dinámica señorial-feudal había llegado a su fin.
ciencias y se erigió en juez de los asuntos más íntimos. E n m u c h a s regiones, los abando-
nos (despoblados, H'Üsttt rigen) acentuaron y reforzaron el asentamiento. Por todos sitios
se elevaban murallas cada vez más elaboradas. Si los p r í n c i p e s renunciaron, a partir del
siglo xvi, a las residencias fortificadas, las ciudades y las p o b l a c i o n e s permanecieron cui- 6 9
C . Vincent. La tonfréria médiévales dans le royaume de France, Paris, 1994.
dadosamente cercadas *. E l pretexto de la defensa n o debe llevar a e n g a ñ o ; si permane-
6
7 0
Sobre los antécédentes, A Cîuerreau JahherL, -Aimer de fin cucr: le cœur dans la thémarique courtoi-
cieron cercadas por murallas, fue para que la célula urbana n o prolíferase y permanecie- se-, Mtcrologiu XI (2003), pp. 343-.Î71; !.. Gougaud, «Lesanteecdenc.de la dévotion au Sacré-Cœur-, en id-.
ra estable como las demás. Dévotions et pratiqua ascclù/iies au Moyen Age. Brujas, 1925, pp. 74-129; P. Debougniv, «Commencements ei
recommencements de la dévotion au O u r de Jésus», en P. Claudel (cd.), Le Caur, Paris, 1950, pp. 147-193.
7 1
A, Mackay.-Una peregrina inglcsa: Maryery Kcmpe», en Viajcros,peregnnos, menaderes, cit., pp. 193-200.
7 2
Tcrcsa de Avila. El tasttllo mienor o Las moradas, 1S88.
**J. Mesqui, Chateaux et encemtes de ta France médiévale; de la déjense à la résidence, P a r í s , 1991-1993; id..
" J u a n de la C r u / , Subula del monte Carmeh. 1577.
Châteaux forti et fonquattansen France. Paris, 1997.
6
Durante su visita a la ciudad de Kajlak (en el acmal Kazajistán)*, fray Guillermo ex-
ploró tres templos que, de primeras, como corroboró en el propio memorial, confundió
con iglesias pertenecientes a cristianos privados de doctrina, es decir, a nestorianos. De-
cidió visitar dos, acompañado por el intérprete, para ver con sus propios ojos «sus nece-
dades», y así pudo confirmar su intuición:
1
La descripción del Tfbct se encuentra en el recuerdo del viaje de Het'um I que se Incluye en la Storia
degli Anncm di Kirakos di (ianjiik, en él se mencionan los «grandísimos ídolos de barro llamados S akmonia»
<de S'alcyamunl, nombre «secular» del Uurninado)- Cfr. J. A. Boyle. «Thcjoumcy of Het'um I , King of Little
Armenia, to thc Cour» of dic Grcat Khan Mongke» (1964), «m id, ThtMongol lYorídEtnpire, 1206-1310, Lon-
dres, 1977.
2
Para la idcnaficación topográfica, véase L. A. Beljaev, Hriitianskir DrcvnosiL Vvrdenir v sravniltlnot
izníenie, Moscú, 1998. p. 252, nota 142.
178 ARTE E MIST O H E N i .v E D A D M I U I A III
E n efect* >, \ cfa allí, d e t r á s de una caja que LA rriGiF. SACHA V SU E S P E C T A D O R 179
llermo:
N o es difícil verificar la exactitud de la afirmación del fraile y de su informador: esta-
tuas colosales de Buda aparecen desde los tiempos más antiguos, como demuestran las
E n e l l a d o d e l a q u i l ó n ponen en posidón
esculpidas en el siglo v en las paredes rocosas de BámiySn (Afganistán, fig.2) y Yün-kang
separada un a m b i e n t e que corresponde al
(China) . Pero más allá del extraordinario e inesperado panorama que este texto nos
7
c o r o . Allí d i s p o n e n u n arca larga y anchi ofrece sobre la decoración de los templos lamnístas del Asia central en el siglo xin, su
c o m o u n a m e s a y d e t r á s de ella, hacia mcdio- interés está, sobre todo, en testimoniar de un modo tan elocuente cómo un observador
occidental percibe las imágenes sagradas casi automáticamente como elementos distinti-
vos de la religiosidad cristiana, estrechamente asociados a un contexto arquitectónico-
' Guillermo de Rubruk, «Itincrarium», cap. XXIV, en linirgico y a una serie de referentes iconográficos tan caracrerizadores como extrema-
A. van den Wyngaen (ed.). Sínica franciscana, vo\.h!th¡m mente genéricos, como, por ejemplo, los gestos, las dimensiones o el vestido.
el retationes fratjur/i AJinornrn saeatti Xlli el XH\ Florencú,
1929. p. 227.
9
Para cualquier posible ejemplo, véase G. Tuca, Téo, ft
Guillermo de Rubrulc, Itmeraninn, cit. pp. 228-229.
Roma-Ginebra, 1975. íigs. 157-164. ?
F. Tissot, Leí itrts ancicns du Pakistan et tic l'Afghanistan, París, 1987, p. 73 y lámina en color 2; en general,
• A1.M. Rhie, ^*nbet.in Buddhist Art: Acsthcrics, Chw- Z. Tanti, t'architetture et le décor nipertre desgrottes detínmiyan.París, 1977. Las estatuas de Bamíyán han sido
nology. and Styles», en M . A1. Khie y R. A. K Thurmin objeto de una completa destrucción por pane del gobierno afgano de los ralibanes en el periodo en el cual eJ
<e.ds->, Wisdam and Compassion. The Sacred An ofTibet.aá- atiror escribía el presente ensayo (marzo de 2001). Para algunas fotos interesantes del complejo de Yün-kang
Figura I. Maestro >le San Cristoforo de Barga Loj?p de la exposición (San .Francisco, I " de abril-18 it cfr. C. Glascr, Ostasiattscbe Plaittk, Berlín, 1925, pp. 24-28 y láms. 11-15.
(lusam). san Cristóbal, madera pubcromada, agosto de 1991), N'ueva York, 1991, pp. 59-66, en concreto
último cuarto de! sigio xm. 45 y fig. 7.
ì so AHI K r I I I S I O B M KN L A EI>A D Al t o I \ I I I
incluso a san Basilio una i n s t e plegaria ante la efigie de María y de san M e r c u r i o para
lenguaje artístico para l a s p e r s o n a s ni i t i l d a s y . e n g e n e r a l , p a r a l a s f r a n j a s medias)
implorar el final del i m p e r i o de J u l i a n o el A p ó s t a t a . E n la Vita Gregorii
10
de J u a n D i á c o -
baias de la p o b l a c i ó n .
n o (hacia H " s i encontramos nada menos que la m e n c i ó n de un clérigo que, durante una
Si bien e n e l p a s a d a e n l o s h o m b r e i Iglesia estaba e n r a i z a d a l a t e n d e n c i a dein-
i ision, neconCK 16 al apóstol Andrés por el icono que tenía colgado encima de la c a m a " ,
terprctar este f e n ó m e n o d e p r o g r e s n .^ d a c i ó n d e l a s e f i g i e s s a g r a d a s c o m o una con-
según un to¡m> \ .1 testimoniado por la historia del monje narrada e n el siglo v por N i l o e l
cesión sustancial a i n s t a n c i a s p r o v e n i r desde l o b a j e » " , n u m e n isas contribuciones,
Sinaíta' •'. que i onaagiaba la iconografía c o m o uno de los elementos principales del culto
apareadas en e l c u r s o d e l o s ú l n m o s q mus, h a n c r i t i c a d o l a a d o p c i ó n d e una visión
U
i los santos.
tan unidireccional d e las a c t i t u d e s d e l a s - intelectuales d e l a K d a d M e d i a , contrapo- D e hecho, a p a r n r del siglo v i - v i i , e l desarrollo de la figuración de lema sacro fue
niendo estas ú l t i m a s a e s a r e l i g i ó n - p o p u l a r * , c u y a s c a r a c t e r í s t i c a s n o s p a r e c e n hoy mu i l i ñ u d o poi las mismas autoridades eclesiásticas, si no en el plano doi trinal, desde luego
c h o m á s difíciles d e d e l i m i t a r d e c u a n t . . p r e s u p o n í a h a c e t i e m p o " . C a b e preguntar, en en e l de la práctica c o m ú n , de la que el clero fue a menudo partícipe. L o s ciclos narrati-
p n m e r lugar, hasta q u e p u n t o l a d o c t r i n a o f i c i a l s o b r e l a s i m á g e n e s e r a c o m p a r a d a por vos litan a mostrarse m u y pronto c o m o un instrumento de gran utilidad e n la obra de
los representantes d e l c l e r o ; h a s t a q u e p u n t o y s e g ú n q u é m o d a l i d a d e s s e percibú b e w n g e l i z a c i o n d e franjas enteras de población, d e esos - i l e t r a d o s » que dcl>cmos enten-
der no t a m o , y n o s ó l o , e n e l sentido de analfabetos, sino también c o m o aquellos que,
utilidad de las i m á g e n e s e n l a e x p r e s i ó n d e l a p i e d a d p e r s o n a l ; s i s e c o n o c í a l a función de
aun sabiendo leer y escribir, estaban privados de una educación literaria y retórica. L a
afianzamiento d e la c o h e s i ó n i n t e r p e r s o n a l , creadora de u n consenso d i f u s o , que los
imagen daba, por ejemplo, la posibilidad de verificar de manera directa y sintética la
iconos y las estatuas d e m a y o r v e n e r a c i ó n i n t e r p r e t a b a n , y , e n o t r a s p a l a b r a s , ¿es corree
pertenencia de un personaje venerado al n ú m e r o de los santos, con la ilustración d e sus
to mantener que a l g o d i s t i n g u í a e l m u n d o de los laicos d e l d e l o s e c l e s i á s t i c o s en b
hechos e n t o r n o ,1 s u sepulcro, en concreto enfatizando los episodios que ponían de r e -
práctica de las i m á g e n e s c o m o i n s t r u m e n t o s d e e x p r e s i ó n religiosa? lieve las cualidades taumatúrgicas capaces de hacer mella e n la imaginación de los fieles.
S i la literatura t e o l ó g i c a r e f l e j a u n a a c t i t u d m u y a t e n t a a l r e s p e c t o , o t r a s fuentes po- Significadvamente. el público de estas representaciones podía revelarse a veces descon-
nen de manifiesto c ó m o , e n l a p r a x i s c o t i d i a n a , e l c l e r o s e c u l a r p r o n t o c o n s i g u i ó apreciar fiado; así cuando los habitantes de T r c m i r u n r c , en C h i p r e , el 14 de diciembre de 6 5 5 ,
los numerosos usos a los q u e s e p o d í a d e s t i n a r la f i g u r a c i ó n . L a c o s t u m b r e de honrara pusieron e n duda la autenticidad de un fresco de su iglesia que representaba un milagro
los propios benefactores c e l e s t i a l e s p o n i e n d o u n « r e t r a t o » s u y o , m á s o m e n o s idealiw- de san Espiridión n o testimoniado por su Vita métrica (hoy perdida), se hizo necesario un
análisis comparado de la obra, que c o n c l u y ó con su aceptación sobre la base de otra ver-
sión del texto hagiográfico que había sido leído aquel mismo d í a " .
"Emre las contribua unes nus siguificaùvas al debate actual s o b r e f u n c i o n e s y sigjuficado de la nguraaón
«gradi en b cultura medieval, cfr. 14. B c l u n g . lillà una Ai*//. Einr Geschichte des Itilàci i-or arni Zettaltn iet
faina. Munich. 1 WO (ed cane Imagen y cullo Una histona àr la tmag\en anterior a la era del arte, .M .«In :. Alat
'tüovanni Mosco, -Praio »pinruale», en J.-P. Mignc (ed.). Patrología Graeca (de ahora en adelante PG),
• M I >'J-C Schmitt. - L a culture de 1 " i m a g o " - . Annales Histoire Sciences Sociales L I ( 1 ° V 6 ) . pp J-36; mi,
vol L X X X V U , tomo I I I , col. 2900.
-Pour une histoire comparée d o muge-, religieuses», en F. B o c s p f l u g y K D u n a n d (ed*.). Le compjratumnr» "Juan Malala. Cronografía, cap. XITÍ, 2 Ï , ed. L . Dindorf. Bonn, 1831, pp. 333-334.
butorrr des rtugions. Pans. I W 7 . pp. 361-377. SX. C a m i l l e . The Gothic idol Lie logy anà Image-Making m Sfren- "Juan Diácono. Vita Grrgpni. cap. IV. 96, enJ.-H Migne (ed.). Patrología Latina (de ahora en adelante PL),
iti Art. Cambridge. Ma». 1VHV |cd. c a s i : Li làvlo gotico fàeologta y creanun de imageries en et arte inediei'dl. Mi- LXXV. col 238.
dnd. Akal. 2000). J. W i n h , L'image medievale Saissance et développements (IT-Xl' siècles). Paris. 1989; A WJ- " N i l o e l S¡naita. I.enera a Eiiodoro Silenziano, PG. I-XX1X, col». 580-581.
chez. -L'image ovante quelques réflexions sur les f o n c t i o n s d e s r e p r é s c n t a u o n s iconographiques dans I* " P . van de Ven. La legende de S Spyndon. éveqne de Trrmitbonie, 1 «vaina, 1953, p. 90. Sobre la función <Ü
domaine religieux en Ocoden» aux derniers siècles d u M o y e n A g e - , e n S. B y l i n a ( e d . ) . Pauvres et rubri Sonni dáctica de los ciclos narrativo*, de la Alta Edad Media, cfr.. en pamcular. H . L. Kessler, -d?ictorial Narrañve and
et cmlrmre dm Moyen Age aux Tempi Modernes Melanges offerts a Hromurzi- Gerente h à t'occauon de ion soixanaem Church Mission in Sisth-Ccntury Gaul», en H . L Kessler y M . Shreve Simpson (cds). Pictonal Narrative in
Antiqmty and tbe Muidle Ages, Washington. I°85. pp. 75-91.
amuvtnairt, Yarsovu. IV92. pp 23 1-241; J.-C S c h m i t t y J . B a s c l i c t ( c d s . ) . L'image, l'ont fions et uiaget des maps
dans i'Qiodent medieval Actet du 6' International Workshop on Meàievat Societies, Centre Ultore Majorana (Faice,
Sialia. 17-23 deoctubre de I9V2), P a r i s , I W 6 .
A R T I E H I S T O R I A E N L A E D A D M E D I A I I I
182
más rígida, que tuvo como r e s u l t a d o la i n c l u s i ó n d e l a fi^ru r a c i ó n e n la liturgia y cali y santos obispos de la ciudad habían sido sugeridas por retratos realizados del natural en
decoración sagrada. X o obstante, en este i - ¡ o d o las é l i t e s i n t e l e c t u a l e s eclesiásticas per- tiempos di .iqucllos, y añadía que, si alguien hubiera hecho objeciones acerca de la utili-
cibieron, por primera vez, la i m p o r t a n c i a la p i n t u r a d e i c o n o s c o m o m e d i o de trans- dad historiográfiea de esos objetos, existía el precedente autorizado de san Ambrosio de
misión del conocimiento, o b i e n c o m o i i i o n v e n e r a b l e «pie h a b í a mantenido la me- Milán, que. como se entendía por una carta suya hoy considerada falsa , escribió que 18
moria de las facciones terrenales de l o s p t i n a j e s s a g r a d o s , e n p a r t i c u l a r de Cristo y d: había reconocido en una visión a san Pablo basándose en su iconografía.
o en la naturaleza excepcional que caracterizaba las acberopite, efigies «no hechas por la
La iconografía c o m l o c u m e n t o histórico mano del hombre». Sobre estas últimas, en el siglo tx se hizo, quizá en Roma, un tratado
en lengua griega que, a través de un catálogo de imágenes seleccionadas según los testi-
Ya antes del periodo iconoclasta se bahía a d v e r t i d o la a u s e n c i a d e u n canon unívoco monios literarios existentes, sacaba a la luz la difusión de estos objetos prodigiosos en
de representación del rostro de J e s ú s de X a z a r e t ; u n p a s a j e p e r d i d o d e l e o d o r o Lector toda el área mediterránea, en particular en los territorios de más antigua evangelización:
(siglo v)-si bien conocido p o r n o s o t r o s p o r e p í t o m e s m á s t a r d í o s - s u b r a y a , por ejemplo, además de en Paneade en Siria (que no había poseído, propiamente, un aehiropiitos), el
la necesidad de evitar el t i p o con b a r b a . pel> i l a r g o y r a y a e n m e d i o d e ta frente, mspiraoV huerto de Getsemaní, Alejandría de Egipto, Edesa en Mesopotamia, Camuliana en Ca-
en el aspecto de los carismáticos t a r d o a n t i g u o s , y d e p r e f e r i r a q u e l históricamentenúí padocia, Lida en Palestina y, por último, Roma, que podía presumir de poseer la Veróni-
ca, el icono «per se facta» que había salvado a la población de una peste en el día de la
verosímil que lo connotaba, e n s e n t i d o l a t o , s e m í t i c o , o sea, c o n e l p e l o c o r t o y crespo,)
Asunción (15 de agosto) . Este tipo de actitud «taxonómica» hacia las efigies de culto
20
nell'alni Medioevo-, en RomafraOriente e Occidente, Settimane di studio del CÌSAM, XI-LX, Spoleto, 2002, pp
755-796.
''Jorge el Monie. Stona, IV. 268, en E. von Dobschutz, Cbristusbilder. Untersudmngen zar Gesthitbltiti
tbnstlicben Legende, Leipzig, l8V9.pp I08"-10V.
J1
A. Wilmart, «Effigies des apotres vers le debut du Moyen Age», Revue bénédictine XLtl (1930), p. 76.
lb
Pedro Damián, Disputado de vanii apparitionibits et miranda, cap, IV, PL, CXLV, col. 588.
"«Atti di san Pancrazio», en Von Dobschùtz, Cbnstusbilder, cit., p. 109".
:,
PG.LXXXAT.col. 16S.
•' Cfr. Wolf,Saluspoputi romani, C Ì L , pp. 161-170.
4
186 AHI I i HISTORIA t \ i \ I- i» A i> M i n i » III
colocación a la i z q u i e r d a ' . 7
storia in onore di Otti ino lìertotim, Pisa, 1972, voi. I I . pp. 679-734, cn concreto 687-6B9. Pani el texto vcase H .
Redimer, Kmbe und Staut in linglund and in der Nonnandie un ¡1. and I2.jahrbitndert, Leipzig, 1890, p. 477.
Annata Sancii lìcmgni Dtvioncnsis, PL C X U , coli. 8S1-870, cu partìcular 857; dr. E. Castelnuovo. Vetrate
M
Medievali. Officine temane maam. Turin, 1994. p. 215. Para las fiicntcsdc Saint-Benigne de Dijon vease W. Schlink,
r
G . Rotondi. - L ' n opuscolo di s. Pier D a m i a n i u l ' i c o n o g r a f ì a d e i ss. P i e t r o c P a o l o » , c n Macetumi* Gn- Sami-Ilénigne cn Dijon. Unterstuhungen zar Abteikirtbe WUbelms tvn Volpano (962-IOÌI), Berlin, 1978.
Ornmi GtJbvti. MHa. 1951, voi. I I . pi». 275-282; H . T o u b e n , Un art dirige Ré forme grégorienne et uxmogrtjhi
Paris. 19V0.PP I36-I37-J. ttìrth. L'image à Pépoe/ue romane. P a r i s . 1 9 9 9 . p p . 2 2 7 - 2 2 9 . Para otras interpren-
AKTE t HISTORIA E S LA
F. I > A I ) .\1 K I > I % H l
LA EPICI» IACIA v iif u r t c t A D o 189
Santos Padres que habían participado e n e l - Se t r a t a b a d e u n a c o m p o s u ion imponcnit,
i 0
si damos por cierto que ya algún decenio antes h a b í a p r o \ i .< i d o la curiosidad del viajero
árabe al-Harawi ( t l 2 1 5 ) , conocido c o m o -el asceta v a g a b u n d o » . P o r él sabemosqw 1 1
Éste fue un punto tan firme para I sia griega que n o s ó l o en los libros sino tambies
en los muros de sus iglesias los Padre- antiguos se c u i d a r a n de expresarlo con indicaoone, F.I contexto teológico dentro del cual se invocan tales esquemas impide pensar que se
quisiera aludir al tema del Juicio Final. I.a referencia es más bien a aquellas rcprcseiita-
crplicitas. De hecho, en algunas p i n t u r a o l i s c n a m o s a los ángeles de luz que llevan I*
unne-. que se habían difundido sobre todo en el ámbito monástico a partir del siglo xn y
almas de los santos a los ocios; en otra*, por el c o n t r a r i o , a los ángeles de Satanás que.ene que ilustraban el castigo o la salvación de los individuos en el momento de la muerte: en
una cierta violencia, extraen las almas de los pecadores m o r i b u n d o s de sus cuerpos)!» l.i miniatura de un salterio de principios del siglo xiv, conservado en Adiós (Dionysiou,
conducen consigo al Tártaro. Por esta razón, n o conseguimos entender por que ha Uep* ms 65, f. I l i - , fig. 4 ) " , se observa, por ejemplo, a un ángel que saca, literalmente, el alma
nuestros días tanta irranonahdad |...| y sólo podemos quedar asombrados de un monje por la boca para conducirla a que vea las penas del Infierno. l,a angustia por
la propia suene en el más allá podía ser interpretada en el plano figurativo, también en
Aimon de Faversham Pj. Disputano rum Graear de can-a f,dn. en t ; < ¿olulx.vich. - Disputano Lannanrr el ámbito monumental, mediante composiciones originales que debían de ser más recu-
et Gracconim wu Relauo apoensanorum Gregorn IX de gcstis Nicacac in Bithvnia c« N'yrnphaeac en Lyan rrentes de lo que suponemos, si bien es verdad que también asombraron mucho a los
g«i»(i:M)-..Jrt*r:*w b'tanciuanum llistoncum \ H (1919), pp 418-470. en concreto 428. Si bien el pr-oef padres predicadores de Constantmopla. Un ejemplo: el fresco de la iglesia rupestre de
conaLo ecumenico « celebro en el palacio imperial, dtr-.de el siglo x en adelante está atestiguada la ensanca San Neófito en las inmediaciones de Pafos (Chipre), donde el patrón eremita se hizo
en la ciudad de una iglesia de los -Santos Padres». Identificada con el lugar del encuentra cfr. R- Jinin,Le representar en 1183, cuando estaba todavía vivo, con dos ángeles que los escoltaban al
tglutieitamvunrnsde* grand* irritrn h-zantin,. Paris. 1975. p. 119. Verosímilmente la imagen se corresp->niu Paraíso (fig. 5 ) .
w
con el mosaico que. siguiendo hn testimonios del patriarca N icéforo >• del cronista Teofane», adoroatu»
iglesia anònimi de Nica ya en lo* siglos ix-x- cfr. G Walter. L'uonographie des concites dani ta Tradition bramai Fstos testimonios ponen de relieve con suficiente claridad cómo en la figuración sa-
París, 1970. pp 2I-22;J. L. VIO Dicten. -Manuel Pnnkips: Welcher Manuel in Welcher Kirche zu Nibii '. 1 grada se reconocía la capacidad de comunicar las verdades doctrinales de modo autoriza-
BrMimsd* Th—lial UCXVBI (1985). pp. 65-91; O Foss y J. Tulchin. Steaea: A Byz*mtne Capitalamih do y directo, gracias a la utilización de un lenguaje iconográfico universal que se consi-
Prma. BruoUinc. Mas» . 1996. pp. 112-113. deraba que se remontaba a los mismos orígenes cristianos. La historia del sacerdote
" C Schcfcr. -Aboul Hawan Aiy el I Icrewy. Indicauons *ur les licux de pclennagc-. Arrimes dt VOntv Walo de Amiens, que en 1205-1206, al día siguiente de la cuarta cruzada, obtuvo en ca-
latin I (1881). pp. 587-609. en concreto 590 -En Nicca se reunieron, en número de ciento dieciocho, lo* P*
dm de b comunidad cnsuana. Se cree que el Mesías se encontraba entre ellos. Fue el primer concilio df I»
emuanos; se redacto la profesión de fe que consutuye la base de su religión. F.n la iglesia de esta ciudad, ten fue tacluda de herética por ios teólogos griegos cfr. J. Le Goff. U naissanct du Pargatoire. París, 19B1 (ed- «st.:
la imagen del Mesías y los reuatos de los Padre-, sentados en sus cátedras: esta iglesia es objeto de seneraom El natimiente del purgatorio. Madrid. Taurus, 1989],
particular», L'na desenpaón del modico contenida en un texto griego del siglo ix, publicado por B Mclrorw » S. M. Pelekanidis, P. Chri,.ou, Ch. Mavropoulou-Tsioum. y S. Hadas (eds.), loe Treasures ofMount
Athos. UhimmatedManusmpts Mmiatures. beadpieces, tmtialletters, voi. 1, Atenas, 1974 pp. 419-420 y fig. U l ,
»->l iGeorgtj Kipnyanin i loann Irruialmtyatim. San l'etcsburgo. 1901, p. 25), pone en evidencia que el penosi-
I* representado en el centro era d emperador Con »tan uno.
14
R. Connack. IVrttmg m Gold Bizantine Society and Its Itom. Londres, 1985. pp. 215-251.
" Trattarui nutra errerei Graeatrum, cap. f i . PC, C X L , col. S13. En La primera mitad del siglo xin>
desavenencias cnue las dos Iglesias se hablan agudizado a causa de la cuestión del purgatorio, cuya eiistcnoi
190 \»Tt F. MISTOBI« I N L \ l ' O A Ü M l D I \ MI
I > pi unirás, pues, algunas están encima de la iglesia, c o m o el gallo y el águila; otras,
fuera tli la iglesia, c o m o el buey y el Icón en el frontal de las puertas; y otras, dentro de la
igtcsii no los iconos, las íiguras y diferentes tipos de pinturas que se manifiestan en las
vesnnui'i.is, en las paredes o en las vidrieras"'.
El ambiente vital de la i c o n o g r a f í a
"Juan Beleth. Stimma de ettltriattttit officiti, cap. LXXXV, ed. H . Dotiteli. Tumhout. 1976. PP 154-155.
'* Söhre la* icrjrqui¿aciones espaciales en los edificios sagrados medievale* y la función desempeñada par
Entre las i m á g e n e s s a g r a d a s y e l c o n t e x t o a r q u i t c c t ó n i c o - l i t ú r g i c o q u e las alojaba, Lis imágenes sagradas, véase R Suckale. «Der miuebhcrltüie Kirehcnbau im Gebrauch und ak Ort der Bil-
permaneció en v i g o r , u n p o c o d u r a n t e t o d a l a K d a d . M e d i a , u n a r e l a c i ó n d e intercam- der», en U . M Schneede (ed.). Goldgrund und Himmelditbt. Die Kumt da Mitttlaltert in Hamburg, i il • de
la aqx»ición(Hambiirgo. 19 de noviembre de 1999-5 de irorzn de 20U0). Ilamburco, 1999, pp. 15-25, además
bio recíproco: p o r u n l a d o , las p i n t u r a s y l a s e s c u l t u r a s decoraban y enriquecíanla
de los ensayo» recopilados en 1*' Konischem y P Wünsche (eds.). Heiliger Raum. Artfiitekrur, Kumt und Ialurgie
im mittelalterlichen Kathedralen undStifiikirtbeu, Mumtci, I09U
" Richird ilc (A-rix-rv) (* 12111. De capia el direpta a Latmé tlunstantinupoli. er auoraodo li'a/o capul S MÉ» "Sicardo de Crcmona. Marale, cap. X U . PL, C C X l l l , cois. 40-44.
n;~fc'jj'fiti ni. iv.it if ¿¿ .ImlijHtim deportan i. en I * Kjant, lixuviae sacrae Curtstarilinopolitariae, vol. I , ParhyGi-
nebra. 1877, pp. 40-41.
192 Aure Ï H I S T O R I A E N L A E D A D Ali D I A I I I
pequeña campana: cualquiera que la oiga» c o m o se e r e . e n a q u e l l o s lugares, ese díanos- LA : I li.Il SACRA V SU ESPECTADOR 193
rhra de sordera. .Allí también se e n c u e n t r a e l r o s t r o d e la V e r ó n i c a : quienquiera que lora,
ese día no perderá la vista *. 5
las controversias iconoclastas, e s t u v o en el o r i g e n d e l a u m e n t o d e l interés hacia db das. Sus lados m u e s t r a n a m e n u d o , de manera o móvil o fija, representaciones de t o n o
c o m o o b i e t o s sagrados, o b i e n c o m o v e h í c u l o s d e m a n i f e s t a c i o n e s hierofantcs y taunu- c r i s t o l ó g i c o y e s c a t o l ó g i c o ; e n el D u c c e n t o y el T r e c e n t o , la eucaristía podía estar d o m i -
turgicas. E n ios siglos x y x i . c u a n d o s e m u l t i p l i c a n e n l a s f u e n t e s occidentales los testi- nada p o r o b j e t o s figurativos b i d i m e n s i o n a l e s y t r i d i m e n s i o n a l e s de d i f e r e n t e t i p o , c o m o ,
monios relativos a i m á g e n e s s a g r a d a s p o r c u y a m e d i a c i ó n s e r e a l i z a u n milagro, es sis» por e j e m p l o , estatuas de la V i r g e n , tablas h o r i z o n t a l e s c o n representaciones de p e r s o n a -
ncauvnqnc siempre se subr.n i l.i a s o c i a c i ó n de c a d a liña d « e l l a s c o n l i i i í a i c s v u i o n u r - . : - jes sagrados, c r u c i f i j o s y cruces pintadas, efigies del santo patrón d e l e d i f i c i o , y así suce-
de la celebración: un fresco á b s i d a ! r e p r e s e n t a n d o a la V i r g e n c o n e l N i ñ o se ilumina cor. sivamente. L a figuración e m p e z ó a ser p e r c i b i d a c o m o u n e l e m e n t o i n s u s t i t u i b l e de la
decoración d e l ara eucaristica, c o m o nos d e m u e s t r a , p o r e j e m p l o , la c o m p a r a c i ó n e n t r e
una luz extraordinaria; u n c r u c i f i j o l a g r i m e a d u r a n t e l a S e m a n a S a n t a e n la lectura deb
el t e x t o i l e las Cantigas de A l f o n s o X e l S a b i o y su ilustración m i n i a d a e n el c ó d i c e de E l
Pasión de C r i s t o ; un m o n j e t i e n e la v i s i ó n d e l a V i r g e n m i e n t r a s e s t á m i r a n d o su estaña
Escorial, d o n d e u n a estatua m a ñ a n a c o r o n a siempre el altar, i n c l u s o allí d o n d e n o se
entronizada; otro m o n j e s u e ñ a q u e es i n c r e p a d o p o r l a i m a g e n d e C r i s t o después de ha-
m e n c i o n a expb'citamentc. P o r l o demás, en los m i l a g r o s contados p o r el r e y castellano,
ber leído, con poca c o n v i c c i ó n , e l E v a n g e l i o d e l D o m i n g o d e R a m o s ; un crucifijo de tal vez i n c l u s o c o n m ú s i c a , es ante esta efigie q u e las personas van a e n c o m e n d a r s e y allí
plata mueve la cabeza, los b r a z o s y l o s p i e s el d í a d e P a s c u a y a s í s u c e s i v a m e n t e ' . 4
se suceden las apariciones de María m i s m a ; p o r e j e m p l o , e n la cantiga 8 2 , c u a n d o e l p i a -
L a difusión de relatos s i m i l a r e s c o r r e s p o n d í a a l a c r e c i e n t e i m p o r t a n c i a que adquirían doso m a r i d o de u n a m u j e r q u e se ha s u i c i d a d o p o r t e m o r a ser t r a i c i o n a d a p o r é l , se
los objetos figurativos durante la m i s m a a c c i ó n l i t ú r g i c a , q u e s e b a b í a i d o haciendo, con el a r r o d i l l a s u p l i c a n t e delante de la estarna de la V i r g e n c o n e l N u l o - q u e ha s i d o el v e r d a -
Oempo. cada vez menos accesible a los p r e s e n t e s a e s t e l a d o d e la b a r r e r a que separaba el d e r o o b j e t o de sus fugas n o c n i r n a s - , la V i r g e n se le aparece (representada s i n e l H i j o e n
brazos) j u s t o « d e l a n t e de la i m a g e n » (parou-ss ant' a imagen) y le revela q u e C r i s t o ha
y
eacarístico; aunque no disponemos de n ruentes. p o d e m o s i n t e n t a r imaginamos u.m. por ejemplo, de una estatua de madera que, en Mont-Saint-Michcl, había quedado
también el impacto emocional que la bai • >n sus i c o n o s \ M I S numerosos velos pin- milagrosamente ilesa durante un terrible incendio, 3l igual que el «candido velo» que
tados y bordados, debía de provocar en 1 levaba en la cabeza, -a modo de mitra», y un (labelo de plumas de pavo real que estaba
rv adores, al i g u a l que las tablas del altar,
incrustado en la madera misma . 50
var en sus estatutos del siglo xiv. había una que imponía a t o d o s que no se perdieran en el día de la semana que, a partir del siglo xi, sabemos que estaba consagrado a la Virgen
chacharas. Mana y que los liturgistas de la época hacían derivar de una célebre costumbre de Cons-
i.ini inopia; aquí, en la iglesia de las lílaquernas, todos los viernes por la noche, el velo que
cubría la imagen de la Virgen se bajaba prodigiosamente para revelar al público, emocio-
ni en burlas, ni vagabundos con los oíos, mirándose uno a o t r o , o hablar ¡untos, sino nado, las auténticas facciones de María, que habían sido retratadas por el evangelista
mantener silencio y estar con gran devoción con el corazón y los ojos en Jesucristo cru- Lucas'-'. Aunque no es improbable que el uso pisano quisiera referirse directamente al
cificada .
47
«milagro habitual» de la capital de Oriente, es cierto que, en uno y otro caso, la invita-
ción dirigida a los fieles a venerar a la Aladre de Dios estaba explícitamente expresada
Lasrígidasdisposiciones que se imponían a los m i e m b r o s de las confradías del siglo con la exhibición pública de una imagen.
xiv (al menos formalmente), preveían también singulares castigos para los desobedien- Otras ocasiones periódicas en las que los objetos figurativos podían participar eran,
tes; uno de ellos podía ser, entre otras cosas, sujetar una vela encendida delante de la naturalmente, las procesiones y los oficios semid ra matiza dos que se recitaban en Pascua
imagen de la \!rgen durante toda la recitación de las l a u d e s " . É s t e era uno de los me-
4
o en otras fesuvidades importantes. Muy pronto la Iglesia latina, al igual que la griega,
dios más comunes para manifestar la p r o p i a c o n t r i c i ó n , es d e c i r , h o n r a n d o al personaje dio vida a formas rituales paralitúrgicas en las que las efigies de los personajes sagrados,
sagrado representado a través de la ofrenda de una l u z a u t ó n o m a . Las lámparas, losa- abandonando su colocación habitual en los edificios de culto, atravesaban el espacio vital
nos y las antorchas de diferentes tamaños constituían, i g u a l m e n t e , las formas más di- de los fieles, se imponían como puntos de referencia visual, interpretaban un guión muy
fundidas de donaciones votivas y debían de c o n t r i b u i r n o p o c o a o r i e n t a r la perceprión
de los objetos que iluminaban; los exvotos, los c o r t i n a j e s , los velos y los demás objetos *" B. Albm, «11 trattato dei miracoli del B. Gerardo Gagnoli, O. Min. (1267-1342) difraBartolomeo Albi-
zi, O. Min. (fi 351)», ed. F. Rotolo, Miste/lanca francescana LXV1 (1966), pp. 128-190, cn concreto 174.
w
Para el texco, véase la edición de T. V. Crane, Liber de tniraenlis sanctae Dei genitricis Mariae, publicado cn
Vìcnaen 1731 por Bernard PczO. S. B., Iuiaca.NYA-ondrcs/Qxford, 1925, p. 18.
F. Schaniut y J. ilartzhcim (cds.). Concilia Gertnamae. Colonia, 1759-1790, voi. IV, p. 142; dr.J. 11
R. Barsora, Gli antichi inventari della cattedrale di Pisa, Pisa, 1959. p. 27; «Ycona beare Marie que pqmtur
Brami, Der dvistliebe Aitar in setnergeschichthcben Lsttvictclung, Aitimeli, 1924, voi- I I , p. 282. diebus sabbatomin super altaro..
4
" P Vigo (ed.), Statuto dei ductplmati di Pomaranec nel Volterrano. Testo di Lingua del siglo-scco/o AVI', Bolonii, **V. Grumcl, «Le "miraclc habituel" dcNorre-Dame des Blacherncsà Constanònople», Ethos d'Orina
1889, pp. 25-26. XXX(l93!),pp. 129-140.
* Ci. Piccini (ed), Ubn degli ordinamenti de la compagnia di Santa Maria del Cannino scritto nel 1280. Bolo-
ma, 186?. pp.25-26.
196 AtTt l HISTORIA FS LA F-DAD AI E O I A I I I
Por oir.i i»,trie, se podían dar situaciones especiales que justificaran la exhibición pú-
I-a percepción de la imagen así revelada se m u e s t r a a los l u i s c o m o símbolo capaz de blic.i di- uní 11, i.i gen incluso sin que hubiera motivos Ürúrgicos concretos. Entre ellas se
reforzar la cohesión interna de la comunidad e n t e r a , era. pu- s. s ó l o u n elemento de la encuentran lo» acontecimientos extraordinarios, las calamidades, los momentos de
expenencia «sinestéoca» puesta en marcha por el r i t o a través de la secuencia de gesto* emcrgenci.i > i in<i, por ejemplo, la inminenaa de una batalla; cuando los palmesanos, el
y movimientos, la solemnidad de las vestimentas y de los o b n >s. el esplendor luminoso 1 2 de librci - de 1248. se lanzaron al ataque para romper el asedio impuesto por Federi-
de las velas, el perfume de los inciensos, el u n i d o acompasad-» de los rintinábulos mez- co I I . llevaban ionsigo, a modo de estandanc, una imagen de la Virgen a la que se atri-
clado con las entonaciones del canto sagra-1< 1 1 r e l i e v e q u e . en el s i g l o x i i , dominaba b buyo despui el mérito del éxito clamoroso acontecido cn la ciudad campamento de
Puerta Romana en Milán (hoy en los l»Us< del Palacio Sfor/.esco), fija en el mármol h \inona. celebrado como un gran milagro mariano en la Stclla tnarts del clérigo-poeta
memona de la ceremonia pública-que L<- nos t a m b i é n p< <t una fuente litúrgica coe- luán de Goríandifl (hacia I 195-después de 12 58) . Los objetos figurativos se distinguían
57
por su capacidad de simular la presencia de los personajes sagrados en toda una serie de
tánea-del traslado del icono conocido c : /•./ de la iglesia de Santa María Beltradea
utos que se dirigían a crear consenso; así. por ejemplo, en la España de la Reconquista,
la catedral con ocasión de una fiesta man P u r i f i c a c i ó n de I J V i r g e n ; dos presbíteros
• u n i d J i c s t i g u j n cn varios puntos las Cantigas del rey Alfonso X el Sabio (1252-1284), la
sujetan el mueble gestatorio sobre el q u i agen, q u e d a i n m ó v i l p o r las dos correas
o i i i u u i m de una ciudad musulmana a la cristiandad se simbolizaba normalmente, en
que el representante del primiceno, c o n * - ia el rito, ha fijado a la mesa después de (lempos del rey san Fernando, por la colocación de una estatua de la Virgen encima de la
haberlas recibido del arzobispo* ; detrás di t lia, c a m i n a n d o , u n h o m b r e que porta una
4
entrada de la mezquita principal convertida en iglesia* . 8
cruz, un clérigo que lleva el Evangelio, el prelado que b e n d i c e y e n t o n a el Dow ¡mis vaha- Además, las efigies sagradas se mostraban también al público por necesidades más
cum, y el resto del clero con las velas encci i, i i i las. ordinarias; por eiemplo. con el fin de recoger fondos para la restauración de un edificio,
A lo largo de la Baja Edad Media, los r i t o . solemnes d e las festividades más importan- como atestigua un relato común en las antologías redactadas en latín medieval de mila-
tes se fueron enriqueciendo en el plano visual y d r a m a t ú r g i c o ; e n ocasiones como la er<»\ de l.i virgen, la estatua de Nuestra Señora podía ser colocada cerca de la puerta, de
Navidad, la Semana Santa, la Anunciación o la Vsunción, las i m á g e n e s , en especial las de manera que cualquiera que entrara cn la iglesia la viera y se sinnera así estimulado a dejar
nesémensiones, podían desempeñar u n papel i m p o r t a n t e t a n t o c o m o elementos coreo- una ofrenda*''. Otros objetos figurativos podían servir para promover santos nuevos; nu-
merosos casos cn el transcurso de la Baja Edad Media, de san Francisco a Margarita de
gráficos como auténticas «actrices-. Para la fiesta d e l s a n t o p a t r ó n , p o r ejemplo, su esta-
Conona y a Urbano V (por citar sólo los más famosos), demuestran r l papel crucial de-
tua podía vestirse con una rúnica h o n o r í f i c a " , m i e n t r a s la c o l o c a c i ó n de una efigie dd
sarrollado por la iconografía a la hora de definir, atribuyendo al personaje representado
Niñojesús en un pesebre, recreado p e r t i n e n t e m e n t e , se e m p l e a b a a m e n u d o en los ritos signos, fórmulas compositivas y estilcmas tradicionales, la dignidad de persona excepcio-
navideños, del mismo modo que en numerosas localidades d e AJeinania estaba vigente la nal y bendecida por Dios, manifestada por su aspecto «glorioso»; en concreto, André
costumbre, el Domingo de Ramos, de llevar en p r o c e s i ó n una representación de Cristo Vauchez ha subrayado cómo cn el Duccento y cn el Treccnto se registra una fuenc ten-
montado en el burro (conocida como Pálmese!). Desde el T r e c c n t o está ampliamente dencia a usar el arte como medio para -deslocalizar» el culto de los santos, rompiendo la
documentado el uso de los crucifijos con los brazos y las p i e r n a s articulados que hadan asociación estrecha con el cuerpo y el lugar de sepultura . Un precoz testimonio, ya en
60
sólo la contraparte visual de la oración, el p u n t o d e referencia hacia el que se dirigían bi LA tríete SACRA V SU ESPECTADOR 201
propias peticiones, el lugar delegado a fe m a n i f e s t a c i ó n d e las p r o p i a s angustias y del pro-
pio agradecimiento; estaban llamados a p e r s o n i f i c a r a C r i s i - . la V i r g e n o los santos según sujeto de la experiencia perceptiva, la imagen se convertía en un auténtico modo de
modalidades que iban mucho más allá de l a s i m p l e ~repr« i n a c i ó n » y hacían de ésta b manifestación sensible del personaje sagrado; en las visiones y apariciones éste se mos-
puerta de acceso a la esfera de lo d i v i n . e l m e d i o c o n el que 11 fiel y el p r o p i o interlocutor traba en una forma reconocible a los ojos del contemplador, o sea, sobre la base de su
celesnal podían, efectivamente, comunicarse. A p a r t i r d e los n o s cuarenta de] Trocen», d representación iconográfica, como Bernardo nos cuenta a propósito de la misma santa
beato Gerardo de Valcnza fue venero i n la iglesia d e San I rancisco en Pisa, sobretodo l*c, que un (tía Fue vista por un monje in sacre imaginisspecie *. 6
por medio de una imagen suya pinta n el m u r o s e p t e n n i, .nal d e l edificio; enfrente de Las buena maneras devocionales que los religiosos estaban obligados a observar con
ella - a n a sanctvm Gerardinti- suci AS n u m e r o s a s c u r a , i< mes d e ciudadanos que iban gran escrúpulo, comprendían la veneración de las imágenes llevada a cabo de manera
reglada y respiuosa; la repetición fervorosa de actos rituales frentca los signos ¡cónicos
alUa encomendarse. U n día fue lie , f u e r z a u n e n d e m . m i a d o , q u i e n , a la vistadeb identificanvt i de lo sagrado se concebía así como una de las demostraciones más explí-
chgie (con toda probabilidad u n fr. c u r ó i n m e d i a t . m l e n t e y, cuando volvió en si,
c
citas de la le .iutentica que animaba a un hombre de Iglesia. Según su biógrafo Hugo de
preguntó quién era el hombre que t Ui r e p r e s e n t a d o ; c u a n d o se le respondió que en Havigny (principios del siglo x u ) , el santo abad Ricardo de Saint-Vannus, en Verdón,
70
tenia ya en su juventud la cosnimhre de recitar cada día ante el crucifijo oraciones que se
fa^)'Gerardo de Valenza, ¿I, m i r a : , , nente a la r e p r e s e n t a c i ó n , le d i o las gracias y fot
iniciaban con los versos «Adoro te Christe cruccm adscendentem et benedico te». E l
entonces cuando el beato se adueñ-. ura a n u n c i a r c o n M I V O Z que una mujer allí pre-
acto de la oración era siempre para san Ricardo un momento de gran intensidad emotiva,
sente no sanaría nunca debido a st; le fe**. E l e p i s o d i o p o n e en evidencia córnob pero un día en el que, conmovido por la meditación sobre el sacrificio de Cristo, miró su
imagen podía constituir, también par i rsonaie r e p r e s e n t a d o , e l m e d i o para molestar- imagen con los ojos llenos de lágnmas,
se en el bic el mmc de la dimensión humana.
I* actitud devocional hacia las efigies de los p e r s o n a j e s sacros había encontrado sus oyó una voz. que le decía: « T ú me has bendecido en la Tierra, yo te bendigo». Entonces,
primeras formas de expresión en las practicas a s c é t i c a s d e l c l e r o r e g u l a r ; en los últimos después de alzar la mano derecha, el que estaba representado en forma de cruz, lo bendijo.
anos, numerosos estudios han hecho h i n c a p i é e n la c r e c i e n t e complementariedad, a par-
tir de los siglos x i - x u , entre visión extática y c o n t e m p l a c i ó n v i s u a l en la piedad monásti- En una serie de relatos sinülarcs, el retrato sacro servía como instrumento tangible de
ca, y en el desarrollo de una percepción i n d i v i d u a l i z a d a d e la relación con lo divino, la manifestación de un signo de benevolencia desde lo alto, prodigado como premio por
ademas de en la progresiva emancipación d e l c u l t o de las i m á g e n e s d e l de las reliquias*". el singular fervor demostrado por el cristiano en el ejercicio de las prácticas de oración y
En esc penodo, los textos enfadzan c ó m o las o b r a s figurativas n o pennanecen inertes auiomoraficación; en el caso de Odón, amigo y cofrade de san Hugo en la abadía de
cuando los fieles se dirigen a ellas en o r a c i ó n , s i n o q u e p a r t i c i p a n d e la implicación emo- Samt-Marnn en Aunan, la gran piedad que 1c embargaba se demostró con el milagro
según el cual se le vio levitar ante la imagen de Cristo en la cruz, a la vez que esta última
tiva activada por el proceso devocional; ya B e r n a r d o d e A n g e r s , e n u n conocido pasajede
se inclinaba prodigiosamente hacia él. Como ha subrayado Jean-Marie Sansterrc, el tex-
su Líber miraadonmi Sanctae Fidis (redactado e n t r e 1007 y 1 0 2 9 ) , describía la sensadón
to de este episotlio no se dirigía tanto a describir una relación mística con la imagen,
sugerida por la estatua de san G i r a l d o de A u r i l l a c , q u e , p r o v i s t a de ojos realizados en como más bien a marcar en ténninos eficaces la elevación espiritual (exaltatio) de aquel
pasta vitrea, parecía responder con benevolencia a la m i r a d a d e l observador* . Además de 8
que sabe cristianamente humillarse . Desde el momento en que la efigie se impone
71
Testo e immagine nell'Alto Medioevo. Settimane di studio del CISAM. X L I , S p o l e t o , 1994. p p . 419-459; J. F Ham-
burger, The Visual and the Visionare. Art and Veniale Spirituality in Cate Medieval Germany, Nueva York, 1W8,
J - M . SanSterre. - L e moine et le "miles" exaltes par l'humilité d u C r u c i f i é : à p r o p o s de deux miracles racontii
*• Bernardo rie Angers, Liber nuraculorimi Sanctae Fidis, cit., libro 1, cap. XXV, p, 127; Schmitt, Rituels de
au xf siècle-. Revue belge de pbdologie et d'histoire L X X V D ( 1 9 9 9 ) . p p . 8 3 1 - 8 4 2 .
l'image, cir., p. 4S0.
"Bernardo de Angers, laber miraculorurn Sanctae Fidis, l i b r o I , cap. X I I I . e d . L . Roberoni, Spoleto. T0
H u g o de Flavigny, Cbromcon. libro l i , cap. TJ, l'L CUV. col. 200.
1994. pp. 112-114. Enuc los numerosos estudios sobre este t e x t o , c f r . e n p a r t i c u l a r J- W i r t h , L'image milt- " Sobre el texto, que se remonta al siglo xi, y su interpretación cfr. Sansterrc, Le morne et le "miles', de.
vale, naissance a développement (tT-XV siècle), Paris, 1989, p p . 1 7 1 - 1 9 4 ; A . G . R c m e n s n y d c r , - U n problème ''Gautier de Coincy, l-es miracles de Nostre Dame, libro TI, n . 31, ed. V. F. Kœnlg, vol. IV, Ginebra, 1970,
de cultures ou de culture* La statuc-rcliquairc et les joca de sainte F o y de C o n q u e s dans le Liber mtracvhrm pp. 412-417.
de Bernard d'Angers-, Cahiers de civilisation médiévale X X X I I I ( 1 9 9 0 ) , p p . 3 6 1 - 3 7 9 ; Schmitt, Rituels it
l'image, at-. pp. 447-457.
202 ARTI, E H I S T O R I A EN- L A P . D A O M H ) I A I I I
LA t i K i i t S A C R A y su ESPECTADOR 203
Por otra pane, a medida que las i m á g e n e s se i m p l i c a b a n e n l a s p r á c t i c a s personales
de devoción, acababan por servir de e s r í m u l o a e x p e r i e n c i a s i n t e r i o r e s m á s profundas.
y fue en esc momento cuando el Señor le dijo: «Antes de que yacieras en el sepulcro, te
Hacia 1126, el monje Ruperto de D e u t z d e j ó l a i m p r e s i o n a n t e d e s c r i p c i ó n de un episo-
tuve así de cercana a m í » . Al oír esta voz, la beata vio que sus ojos y su boca permanecían
dio extraordinario vivido por él: un día. r e c o g i d o e n o r a c i ó n e n u n a c a p i l l a dedicada a la
cerrados, v I» inducía esa sensación de inquietud que, todavía hoy, nos parece sugerir la
Virgen situada detrás del alear, t o m ó entre las m a n o s u n c r u c i l i j o y, m i e n t r a s lo miraba y
imagen material
abrazaba, entró en éxtasis hasta el punto d e s e n t i r s e a l l a d o d e C r i s t o e n la cruz y de
Por otra parte, el ejercicio de la mirada en relación con la efigie sagrada podía ser
percibir claramente su beso en la boca" . E l a r r o b o d e l q u e e l n b j c i b figurativo se conver-
1
entendido como un instrumento para reprimir, en lugar de sublimar, el deseo sexual; una
tía en instrumento y que se concebía e n t é r m i n o s e r ó t i c o s , esi a 1 ia d e s t i n a d , i a convertir-
práctica aseétii .i particularmente eficaz en este sentido consisria en tener los ojos cons-
se, en la Baja Edad Medía, sobre todo en ur tipos d e la m í s t i c a f e m e n i n a , c o m o en el caso
unteniemc puestos en la imagen, forzando los parpados en una innatural y agotadora
de santa Inés de Montepukiano. que dura: ; la r e c i t a c i ó n d e I i * o r a c i o n e s ante el cruci- inmovilidad. Era así como, por ejemplo, un joven fraile agustino, como se cuenta en el
fijo, se enardeció tamo por el amor p o r si . p o s ó q u e se e n c e n t r ó a b r a z a n d o y besando Líber l ittisf'raiimu de Jordán us de Sajorna, del siglo xiv, conseguía calmar el ruerte agui-
la imagen que estaba encima del altar, ei i p u n t o m u y a l o c o n esto exterizaba, de lón de la b b n l " que lo atormentaba continuamente . 77
y Indicien iconográfica, un proceso de i d e n t i f i c a c i ó n d e la b e a t a c o n el modelo de pie- efigie sagrada nos resultan bien conocidos por los exponentes de la nueva santidad de
dad feroeiwia y maternal representado p o r la V i r g e n A l a r i a . 7 5 extracción laica que caracteriza la Baja Edad Aledia italiana: uno es, por ejemplo, la bea-
I.» liona de Pisa, que vivió en el siglo xn, cuyas extraordinarias peripecias han llegado
La interacción, cada vez más estrecha e n el t r a n s c u r s o d e l T r e c e n t o , entre la imagen
basta nosotros por una \ tta de los siglos xm-xn'. Esta mujer pía, conocida por sus aven-
r
* í tta ¿Ata beata Bona. Pisa. Archivk» Capitulare, ms. C 181, f. 43v.
r
206 ARTE E HISTORIA EN I A E D A D M F. D I .A I I I
de u n s a n t o o Je u n e p i s o d i o h a g i o g r á f i c o c o n s i d e r a d o e s p e c i a l m e n t e s i g n i f i c a t i v o n e c e -
Si la efigie de-María estaba l l a m a d a a c o n s t i t u i r e l p a r a d i g m a d e u n a b e l l e z a femenina sitaba el r e c u r v t , d e u n a d e l i m i t a c i ó n exacta e n el i n t e r i o r d e u n r e c u a d r o i n d e p e n d i e n t e ,
idealizada, el c m c i ñ j o d e b í a e s t i m u l a r , s o b r e t o d o , l a p i e d a d y l a m e d i t u t i o n sóbrela d i f e r e n t e d e l . r s e c u e n c i a s q u e c a r a c t e r i z a b a n las c o m p o s i c i o n e s n a r r a t i v a s , esas que la
salvación y sobre e l s a c r i f i c i o s u p r e m o q u e l a b a b i a h e c h o p . o s t l ( l e , O b i e n m o s t r a r s e *de* literatura nie.lt al sulía d e s i g n a r c o n e l t é r m i n o bisloríac. E n g r a n p a r t e de los casos, una
voto», p o r usar el t é r m i n o m á s c o m ú n en Id l e n g u a v e r n á c u l a d e l s i g l o xry. E n 1399, simple línea e i s u f i c i e n t e para t r a z a r e l r e c t á n g u l o d e n t r o d e l c u a l e l p e r s o n a j e celestial
durante el gran m o v i m i e n t o p e n i t e n c i a l de l o s l l a m a d o s « b l a n c o s » , g r u p o s d e fieles que s»- e x h i b í a a l . i i. l i r a d a d e sus d e v o t o s , p e r o s u p r e s e n c i a n o e r a p o r esta r a z ó n m e n o s i n -
únicamente guiados p o r las i m á g e n e s s a g r a d a s se t r a s l a d a b a n d e u n a c i u d a d a o t r a déla d i s p e n s a b l e , es* m i s e r o m a r g e n , d e h e c h o , c o n s t i t u í a la a u t é n t i c a d e m a r c a c i ó n e n t r e d o s
Italia c e n t r o s e p t e n t r i o n a l p r e d i c a n d o la v. \ el cese d e las ais* u r d i o s i n t e s t i n a s , la com- modalidades i l \istencia c o m p l e m e n t a r i a s y paralelas q u e , c o n t o d o , al m e n o s t e ó r i c a -
pañía que se f o r m ó e n P i s t o i a d e l i b e r ó es< r c o m o estandarte l a e f i g i e d e C r i s t o en la n i i i t e , n o p o d í a n . i t n a l g a i n a r s e , n i m u c h o m e n o s c o n t a m i n a r s e e n t r e ellas: p o r una p a r -
cruz que mejor r e s p o n d i e r a a las c a r á c t e r ' s d e d e c e n c i a v K< « n r a d e z r e s u m i d a s por la estaba la D i I I . la m a t e r i a , e l c a m p o d e b a t a l l a d e la m u e r t e y d e l p e c a d o , e l c o t o d e
palabra '-devoto»; e n t r e l o s m u c h o s previ e n l a c i u d a d f u e e s c o g i d o el c r u c i f i j o de .i d e l d e m o n i o , e l r e i n o d e l o t r a n s i t o r i o y d e l o finito; p o r la o t r a , se a b r í a el c a m i n o
la las a l t u r a * celestiales, h e c h a s de l u z , a t e i n p o r a l i d a d , belleza, s a b i d u r í a y s a n t i d a d
Giovanni Pisano en la i g l e s i a d e S a n t a AI i n R i p a l t a ( h o y e n S a n A n d r e a ) , q u e com-
nica.
binaba la a c t i t u d d o l o r o s a d e l c u e r p o m i ndo con u n s e n t i d o d e f u e r t e dignidad)'
L ' n f r a g m e n t o i n f i n i t e s i m a l d e l r e i n o d e l o s c i e l o s se l e a b r e i n e s p e r a d a m e n t e a l o b s e r
compostura e n el r o s t r o ; c o n v e r t i d o a l p o c m p o e n o b j e t o d e d e v o c i ó n e s t a b l e , pron- l o r a n t e u n p a n e l p i n t a d o al f r e s c o q u e e n c i e r r a a su i n t e r l o c u t o r u l t r a t e r r e n o ; e n v i r n i d
t o se le consideró, p o r su b e l l e z a y efica. lumatúrgica, nada m e n o s q u e o b r a de un eso c o n s t i t u y e unayr/iagp, o sea, la r e p r e s e n t a c i ó n de una personaje sagrado e n la g l o r i a
discípulo de san L u c a s * . 4
su existencia s a n t i f i c a d a p o r la visión d e D i o s , q u e l o abstrae i d e a l m e n t e de t o d a d e -
t e r m i n a c i ó n h i s t ó r i c a , g e o g r á f i c a y c u l t u r a l - L o s seres i m p u r o s , a m e n o s que n o sirvan
i l u s t r a r e l p o d e r d i v i n o , n o s o n a d m i t i d o s e n el i n t e r i o r de este espacia d e l i m i t a d o
Rgura7 Kaiopemá (Chipre), iglesia de San N i - .-. del l e c h a ( A y i o s N i k o l a o s tas Steyis). naos,lea
Cuarenta Mártires de Subaste, p i n t u r a m u r a l , s i g l o X I I .
Kace portavoz. Para que este deseo se c u m p l a es n e c e s a r i o q u e u n a d e las dos dimensiones Soluciones iconográficas de este tipo están destinadas a expresar las expectativas que
u-rumpa en la otra, o sea, que el observador o e l o b s e r v a d o a t r a v i e s e n los confines dd los fieles proyectan cada vez más insistentemente hacia las imágenes sagradas; a su súpli-
icono, realizando una especie de invasión en el c a m p o d e l o t r o . P o r p a r t e del interlocutor ca, a la humillación y sumisión que manifiestan al postrarse ante ellas, al depositar ofren-
celestial, esto se traduce en el asomarse m á s de lo d e b i d o f u e r a d e la v e n t a n a desde la que das a sus pies, al pronunciar en su presencia oraciones y súplicas de intercesión tendrá
se muestra; puede abandonar su compostura y, e n v e z d e h a c i a D i o s , dirigir por un mo- que corresponder una benévola contra prestación por parte de sus protectores celestiales.
mento la mirada a sus manos, hacia el m í s e r o m o r t a l q u e le d i r i g e a n s i o s o su súplica, como E n el Duecento tardío y en el Trecento, gran parte de la decoración figurativa de las
se ve, por ejemplo, en cieñas escenas del c i c l o h a g i o g r á f i e o d e s a n t a C a t a l i n a de Alejan- iglesias está financiada por particulares que, sobre todo a través de legados testamenta-
dría en las que la santa está representada m i e n t r a s r e c i b e u n a t a b l a d e la Virgen con d rios, buscan cumplir así una acción meritoria que valga su salvación en el mundo venide-
Niño de las manos de un santo eremita. U n a p i n t u r a d e B e r n a r d o D a d d i (o de su inme- ro; todo esto favorece el desarrollo de un filón iconográfico, que puede definirse como
pro anima, destinado a manifestar visualmente el deseo personal de cncomcndaifse) a los
diato eniourage), hoy en el museo de la O p e r a d e l D u o m o d e F l o r e n c i a (fig. 8), ilustra
personajes sagrados. E n t r e las varias maneras con que este concepto se puede transmitir
todavía mejor el deseo del observador de r e c i b i r u n a r e c o m p e n s a a s u propia súpUcajuna
figurativamente, el recurso a la representación de un individuo (más o menos caracteri-
señora, acompañada por sus hijos, está representada o f r e c i e n d o u n i c o n o de la Virgen (U
zado en sentido «retratastico») en actitud suplicante se revela, sin duda, el más eficaz.
de la iglesia de Bagnolo, ligada a la historia del c u l t o del s a n t u a r i o d e la Impruneta), vehs
y cirios votivos, a cambio de la intercesión a favor d e s u a l m a q u e se espera que María N o queda claro que este individuo deba ser siempre y en cualquier caso el que ha comi-
cumpla en presencia del Hijo; la V i r g e n , que está v i e n d o esta s ú p l i c a r e c o g i d a en un h'bro, sionado la obra; puede tratarse también de una figura de identidad indeterminada, que fun-
está representada en el interior de un recuadro q u e , p o r l a c o l o c a c i ó n y por la presencia cione simplemente como representante del espectador en el contexto de la imagen religiosa.
de un grueso marco de madera, se entiende q u e es u n r e t a b l o d e altar, al mismo tiempo, L o que cuenta, sobre todo, es la relación que consigue mantener con los |>ersonajes sagrados
consotuye una ventana hacia el más allá; desde s u esfera c e l e s t i a l e x t i e n d e el brazo hacia
fuera sumergiéndolo en el mundo para dirigir a s u d e v o t a u n g e s t o t r a n q u i l i /.ador *. 8
e Oceutente, catalogo de la exposición (Padua, 14 de octubre de 2000-6 de eaero de 2001). Padiu, 2000. pp.
318-321 ; I . , R. Jones, - " V i s i o Divina?" Donor Figures and Representations of Imagisuc Devotion. The Copy
of the "Virgin of Bagnolo" in the Musco dell'Opera del Duomo, FI orente», en V. M . Schmidt (ed.), Italian
Panel Painting of the Duecento and Trecento, New Haven, Conn./Londres, 2002, pp. 30-55.
" M. Baca, *Pro rrmtdio animar- Immagini sacre e pratiche devozionali in Italia centrate (secc. XIII y XIV), Pisa,
2000, pp 52,225-226; id., fidu 41, en G . M a r i a n i Canova (ed.). Luca evangelista. Parola e immagine tra Orienti
210
Air» r HISTORIA I N H Kn*u M E D I A 111
e n g r a n m e d i d a , p o r e l r e t r a t o d e l o b i s p o T è o b a l d o P o n t a n o , q u e , p o r d i m e n s i o n e s , es
M i l o u n p o c o m á s p e q u e ñ o q u e la s a n t a . D e l a n t e d e la m u j e r q u e s i m b o l i z a , p o r a n t o n o -
masia, la i d e a dV < i h u m a n i d a d p e c a d o r a r e d i m i d a p o r e l s a c r i f i c i o de D i o s , e l p r e l a d o se
hace r e p r e N e n t . i i • u n o u n p e n i t e n t e franciscano q u e intenta desesperadamente benefi-
ciarse d e su p r o t i i i«»n. E s t e a n h e l o se e x p r e s a e n la b ú s q u e d a , t o t a l m e n t e satisfecha, d e
c o n t a t t o f i s i c o . il.i le t o m a d e la m a n o , g u i á n d o l o . u n p o c o c o r n o u n a m a d r e h a r í a c o n
MI propio p u p i >. h a c i a c i r e i n o d e l o s c i e l o s .
U n o d e l o s e s t í m u l o s h a c i a esta r e c u p e r a c i ó n , f a c i l i t a d a p o r la c o n t i n u i d a d de u n
y que el que la mira valora sobre la base d e su c o l o c a c i ó n y d e s u s d i m e n s i o n e s . L a s soluciones
c u l t o d e l o s i c o n o s e n R o m a , f u e , p o r s u p u e s t o , la a c c i ó n de la I g l e s i a , q u e , c o m o y a se
mas correctas prevén su ubicación e n e l e x t e n o r d e l r e c u a d r o , n o r m a l m e n t e c e r c a del mar-
h a s e ñ a l a d o , a t r i b u y ó a la f i g u r a c i ó n sagrada u n v a l o r h i s t ó r i c o - d o c u m e n t a l q u e p o d í a
gen mfenor, y sugieren una t u e r t e d e s v i a c i ó n d e p r o p o r c i o n e s r e s p e c t o a l p e r s o n a j e sagrado
i n t e g r a r las l a g u n a s d e l o s t e x t o s y o f r e c e r , p o r l o t a n t o , u n c u a d r o m á s c o m p l e t o de los
al que dirige su gesto de i n t e r c e s i ó n ; l o s m á s a t r e v i d o s , s i n e m b a r g o , h a c e n q u e la efigie indi-
o r í g e n e s c r i s t i a n o s . E n s u c é l e b r e s e r m ó n d e l 6 de e n e r o de 1 304, e n e l a t r i o d e Santa
vidual se vuelva arrogante y p e n e t r e e n e l á m b i t o d e la i m a g e n , q u e c o m i e n c e a crecer en M a n a N o v e l l a e n F l o r e n c i a , e l d o m i n i c o G i o r d a n o d e Pisa i n s i s t e e s p e c i a l m e n t e e n este
altura y a dialogar cara a cara c o n sus i n t e r l o c u t o r e s c e l e s t i a l e s , h a s t a e l p u n t o d e compartir p u n t o : la i c o n o g r a f í a , q u e e l m u n d o b i z a n t i n o s u p o m a n t e n e r y o b s e r v a r escrupulosa-
sus mismos espacios y su c o n d i c i ó n p n v i l e g i a d a d e e n t i d a d u l t r a m u n d a n a 8 6
. m e n t e d u r a n t e s i g l o s , d e s a r r o l l ó la f u n c i ó n d e t r a n s m i t i r hasta n u e s t r o s días la i n f o r m a -
El m o m e n t o álgido de este p r o c e s o se a l c a n z a c u a n d o l a f i g u r a d e l s u p l i c a n t e se con- c i ó n s o b r e la d i g n i d a d y e l a s p e c t o de los personajes t i c la é p o c a e v a n g é l i c a y a p o s t ó l i c a
viene en la auténtica p r o t a g o n i s t a d e la i c o n o g r a f í a ; s u c e d e e n t o n c e s q u e e l icono se q u e e l l o s m i s m o s q u i s i e r o n , c o n tales m e d i o s , d e j a r a las f u t u r a s g e n e r a c i o n e s ; aquellas
trarisfonna en una escena q u e ya n o i l u s t r a la g l o r i a d e l o s p e r s o n a j e s s a g r a d o s , sino su «•pinturas», q u e se c o n o c í a n e n I t a l i a p o r q u e « v i n i e r o n d e G r e c i a a n t i g u a m e n t e » , e n
r e a l i d a d se r e m o n t a b a n t o d a s a l a a c t i v i d a d m i s m a d e l o s santos, « t o d a s v i n i e r o n p r i m e r o
compromiso en asegurar a u n i n d i v i d u o g a r a n t í a s d e s u s u e r t e e n e l m á s allá; así, los
de los san t o s » * . 7
individuo; la familiaridad con los iconos era tal q u e , ya e n los s i g l o s XI y x n , era frecuente en 1204, animados por sentimientos de revancha, los cruzados infligieron a la ciudad
su presencia en el espacio doméstico y se i b a n d i f u n d i e n d o tipt >s iconográficos que inter- -de oro y ntárnii -I •-, como se definía a menudo, un terrible saqueo que humilló al clero
griego y causo pavísimos daños al patrimonio artístico; la gran iglesia de Santa Sofía
pretaban las nuera corrientes de una piedad i n t e r i o r i z a d a de la é p o c a , entre ellas represen-
se llenó de mulos y caballos que la cubrieron de excrementos, una prostituta traspasó
taciones de tono soteriológico como la c r u d l t x j i *n. el thrvnas o la i m a g e n de la Virgen como el umbral del iconostasio y bailó obscenamente en el espacio sagrado, los vasos sagra-
mediadora déla humanidad.Tras el al incio- m e o c u r r i d o coi? ta d e l e g a c i ó n papal enCons- ib t . y los ornamentos del altar («una cosa muy infrecuente en su arte») fueron fundidos
tanünopla del 1054. que dio lugar al eis , l.i falta d e r e s p e t o hacia las sacras efigies fue paru hacer pendientes y cinturones, las vestimentas y los paramentos litúrgicos fueron
señalada por algunos autores como i n d i . I i n c u m p l i m i e n t o p o r parte de la Iglesia lati- IT -formados en vestidos profanos, los mármoles y las columnas se rcutílizaron corno
na de las buenas costumbres heredadas A n t i g ü e d a d c r i s t i a n a ; el patriarca Miguel i n eriales de construcción. Los iconos sagrados no corrieron mejor suerte: algunos
Cerulario, en la carta que dirigió a su col . m t i o q u e n o P e d r o para i n f o r m a r l e de la rup- rdotes latinos, en clara demostración del propio desprecio por sus correligionarios
gi . gos, los hicieron poner en el suelo y los pisaban durante la liturgia; un cardenal
tura producida, afirmó, con cierto anacn > i . >. q u e l o s o c c i d e n t a l e s se mantenían fielcsa
hi i ) que se patearan; algunos fueron quemados enteros o en pedazos, otros se usaron
un credo iconoclasta'' ; unos decenios máí
4
Je. u n p a n f l e t o a n t i l a t i n o que circulaba falsa- en la decoración de estancias privadas y algunos, incluso, sirvieron para revestir pare-
mente atribuido a Focio. sostem'a que en - t u n d o o c c i d e n t a l existía s ó l o una forma dis- d< reparar sillas o utilizarse como arnés para los caballos. A una de las largas tablas
torsionada del culto de las imágenes, que st * día d e e s c u l t u r a s y n o de pinturas, y que sobre horizontales que coronaban el epistilo del iconostasio, que, como a menudo sucedía,
todo aceptaba únicamente el esquema de la c r u c i f i x i ó n e n c u a n t o f o r m a de representación mostraba una secuencia de escenas pertenecientes a una narración hagiográfica o al
de la cruz, esa cruz que era objeto de veneración s u p e r s t i c i o s a e n d i f e r e n t e s circunstandas, culo evangélico, se le practicaron grandes agujeros de manera que pudiera ser utiliza-
como durante el uso pascual de los sepulcros" . 5 da como letrina de un hospital"' . 8
h o r r o r i z a r s e c u a n d o c o n s t a t a n q u e la d i g n i d a d de u n l u g a r suyo de c u l t o ha sido a r r u i n a -
d e s p u é s los c r u z a d o s e n t r a r o n e n la c i u d a d , la p o b l a c i ó n local les a c o g i ó mostrándoles i l j p o r los infieles c o n la i n t r o d u c c i ó n de obras figurativas; e n general, se revelan i n t e r e -
los i c o n o s de a q u e l l o s q u e h a b í a n p r o p i c i a d o la v i c t o r i a ; al c a b o de un tiempo se ¡rució sados por la p i n t u r a d e ascendencia b i z a n t i n a y m u e s t r a n u n a susrancial aversión hacia la
la r e c o n s t r u c c i ó n y se i n s p e c c i o n a r o n las d i f e r e n t e s iglesias para ver el estado en que se d e c o r a c i ó n a r q u i t e c t ó n i c a y las estatuas t r i d i m e n s i o n a l e s usadas p o r los conquistadores
h a l l a b a n , y se d e s c u b r i ó q u e los narcos, a n t e s de p o n e r la c a l , se habían lanzado contra francos. L a C ú p u l a de l a Roca y la m e z q u i t a al-Aqsá de J e r u s a l é n , q u e , para desconcierto
las efigies de los p e r s o n a j e s s a g r a d o s , g o l p e á n d o l e s e n los ojos « c o m o si hubieran sido de t o d o el i s l a m , h a b í a n s i d o c o n v e r t i d a s e n iglesias p o r los cruzados en el siglo x u , a l o -
personas v i v a s » 1 0 2
- C o m o h a n s u b r a y a d o a m e n u d o los estudios de D a v i d Frecdberg, jaban n u m e r o s a s i m á g e S n e s sagradas q u e n o dejaban de suscitar fuerte c o n t r a r i e d a d e n -
tre los p e r e g r i n o s á r a b e s y persas. U n o de ellos, 'TJsama b e n M u n d i q h , q u e d ó t u r b a d o
esa a c t i t u d , q u e los t u r c o s h a b í a n m o s t r a d o i n c l u s o m á s a m e n u d o e n la fase de las con-
p o r la presencia e n el t e m p l o de mía i m a g e n de la V i r g e n c o n e l N i ñ o . E n el m o m e n t o
quistas o t o m a n a s , t e n í a s ó l i d a s r a í c e s p s i c o l ó g i c a s y es f r e c u e n t e , hasta el día de hoy, en
de la r e c o n q u i s t a de las ciudades cruzadas, u n o de los actos s i m b ó l i c o s de r e a n i m a c i ó n
los e p i s o d i o s de v a n d a l i s m o c o n t r a las o b r a s de a r t e ' . 1 0
1 0 0
I o n lia tt uta. Voyages d'ílm Batoutah. icxto árabe acompañado de una traducción de C. DefrémeryyB.R. F - . Oinnoly, Itinéraires de la Terre Samte des xuf. ATI*. AT, XVf et Xi'lf siède, rraduâs de l'hébreu, Bruselns,
101
Saiiguiiictü, París, 1853-1 « 5 8 . vol. I V , pp. 355-356. S ó b r e l a iconografía de M a h o m a , "Alí y Hussein, cfr. M. V. IS47, p. 128.
F o i i u u i a , Iconografía dell'^Abl al-tlayt' Irnmagtni di arfe persiana dal XII al XX secólo. Ñapóles, 1994. 101
J.-C. Schmitt, - L a question des images dans les débats entre Juifs cr Chrédeus au xn siècle», en S. c
101
C o n t i n u a d o r de T u d c b o d o . Historia peregrmonim, cap. L X I , en Recaed des hisioriens des Croisades. Han- BurghartT. (ed.). Spannungen und Widerspruche. Gcdenkschriftfur Frantück Gntia, Sigmanngen, 1992. pp. 245-
nens Ocadentaux, París, 1844-1895, v o l . 111. p. 195. 254-
'"-'Alberto de A q u i s g r i n . Historia hierosofymitana, l i b r o V, cap. I , en S. de Sandoli ( e d ) , limera lliensolymi. "*Para estos y otros eiemplos, cfr. C. Hillenbrand, Tbe Crusades, blamic Perspectives, Edimburgo, 1999. pp.
tana crucesignutorum (saee. Xll-XW), Jerusalcn, 1979-1984, v o l . I , p . 262. 285-291 y 308.
" » D . Freedbcrg, Iconoclasts and Iherr Motives. Maarsscn, 1985; id.. The Power of Images. Studies tn tbeItuttrj
and Theory of Response. Chicago/Londres, 1989 fed. cast.: EJ poder de las imágenes. M a d r i d , Cátedra, 2009).
218 AnTfc t HISTORIA ES LA Ü.DAD M l D H 111
"J. Folda, The An of the Crusaders m the Holy Land, 1098-11X7. C a m b r i d g e . Mass.. 1995. p. 230.
,D
'" ¡Ind., pp. 118-119. El anónimo continuador francés de Guillermo de "Uro, llamado llothelin, observa cómo
""Tcodurico, Libellas de lotis Sanctis, cap. I X , en K . l i . C . H u y g t m s ( u d . ) , Percgrtnatiottes tres. Saevulf,]ih
el detalle iconográfico constituye una peculiaridad de los crucifijos producidos en Tierra Sanra; Anónimo de
afWñrzburg, Thfodericus. Tumholt, 1994, p. 153; en la inscripción p o n í a : « A s p i c e q u i transis, quia tu roilu Rotlielin, «Les saines lieux et le pelegrinagc de la ierre», en Saildcli (éd.), Itinera bierusvlymitana, cit., vul. IV, p. 40.
causa dolons: / pro cc passus I U , pro me tu noua vita».
" Guillermo de Tiro. Historia Hiercsolymitana. libro IX. cap. TI, cd. R. B- C Huygcns, Tumholt, 19S6, p. 423.
1
m
Anónimo de KotbcJin, ta sainte até de Iberusalem, en Recueil, c i t . , v o l . I l , p . 508.
"°Juan de Wùraburg, -Idncrario», en Peregrination es tres, c i t . , p . 127.
9?
L A F.FK.IF. S A T R A V S U P . S P E C T A D O H 221
paredes adyacentes, q u e se r e m o n t a n c o n t o d a p r o b a b i l i d a d a I a r e c o n s t r u c c i ó n de Cons-
tantino M o n ó m a c o en los a ñ o s c u a r e n t a d e l s i t ó l o x i :
seguía las indicaciones dadas p o r la e p i g r a f í a , p e r c i b í a l a s c o r r e s p o n d e n c i a s internas y Figura 11. Torcello tVenecia). catedral de Sane:) Mana Assunta, contra fachada. Juicio Universal,
transversales de la c o m p o s i c i ó n , v a l o r a b a l o s a s p e c t o s t é c n i c o s , r e c o n o c í a la mayor o mosaico, siglo xn.
m e n o r anugúedad de los m o s a i c o s , a p r e c i a b a s u c a l i d a d y q u e d a b a f a s c i n a d o . Se trataba
de una experiencia q u e , c i e r t a m e n t e , e s t a b a e s t i m u l a d a y o r i e n t a d a p o r la excepcionali- belleza d e l p a v i m e n t o y d e l t e c h o p l ú m b e o , q u e s u p e r a b a n c o n m u c h o c u a l q u i e r e d i f i -
dad del lugar, p o r la r e l a t i v a a u r a de e x o t i s m o q u e l o r o d e a b a y p o r e l n ú m e r o de refe- c i o de E u r o p a " . 5
rencias a la narración e v a n g é l i c a q u e e r a c a p a z d e s u s c i t a r ; s i n e m b a r g o , p e r t e n e c í a ya L a s o b r a s de a r t e d e las iglesias tic 1 ' i e r r a Santa, s i n d u d a , l l e v a b a n ventaja a los ojos
con pleno derecho, y a t o d o s l o s e f e c t o s , a la e s f e r a d e l g o c e e s t é t i c o . P o r o t r a parte, los de los fieles p o r p a r t i c i p a r d e l a u r a d e s a c r a l i d a d , a u t o r i d a d y l i m i n a l i d a d de la que estaba
peregrinos, a u n i m p r e s i o n a d o s y e m o c i o n a d o s p o r e s t a s i m á g e n e s , n o d e j a b a n de reco- revestida la m i s m a t o p o g r a f í a de P a l e s t i n a y de los d e m á s t e r r i t o r i o s ( c o m o G a l i l e a y
nocer la belleza que las c a r a c t e r i z a b a a l i g u a l q u e a l o s d e m á s o r n a m e n t o s preciosos de E g i p t o ) d o n d e J e s ú s d e N a z a r c t y sus d i s c í p u l o s h a b í a n v i v i d o y p r e d i c a d o . E n estos l u -
gares e x t r a o r d i n a r i o s , las i m á g e n e s p e r m i t í a n i l u s t r a r los episodios d e l r e l a t o evangélico
los edificios sagrados, i n c l u s o c u a n d o , e n e l p e r i o d o m a m e l u c o , se h a b í a i n i c i a d o su
que, p r e c i s a m e n t e , h a b í a n t e n i d o l u g a r e n ese p u n t o y evocar a personajes que habían
inexorable decadencia; p o r e j e m p l o , f r a y A n t o n i o R e b o l d i d e C r e m o n a , e n Palestina
s i d o p r o t a g o n i s t a s d e esos m i s m o s e p i s o d i o s . E n t o d o s l o s casos, i n c l u s o d o n d e éstos n o
entre los años veinte y t r e i n t a d e l s i g l o x i v , c o n f e s ó q u e se h a b í a q u e d a d o p r o f u n d a m e n -
estaban presentes, la f a n t a s í a d e l o s p e r e g r i n o s los r e c o n o c í a e n perfiles apenas i n s i n u a -
te impresionado p o r las i n e s p e r a d a s c u a l i d a d e s « t e m p o r a l e s » d e l a b a s í l i c a de Belén,
dos, c o m o las vetas d e l m á r m o l o las m a r c a s e n la r o c a , casi c o m o si h u b i e r a n sido p r o -
como la variedad y la airiositasáe las p i n t u r a s , l a s e c u e n c i a s i m é t r i c a d e l a s c o l u m n a s , la
ducidas c o n esta finalidad p o r la m a n o i n v i s i b l e de D i o s ; h a b í a q u i e n r e c o n o c í a a C r i s t o
en u n r e l i e v e de la a c t u a l m e z q u i t a de O r n a r o s o b r e u n a r o c a c o n o c i d a c o m o « S a l t o s
D o m i n i » e n N a z a r e t ; a san J e r ó n i m o , s o b r e e l a l t a r m a r m ó r e o de la C a p i l l a d e l P o r t a l e n
''Hcodonco, jLr'Mfcw de loas sanáis, cap. Y % en Peregrinanunes tres, c i t - , p . 150. Sobre el programa de los Belén; e l c u e r p o de santa C a t a l i n a , e n u n a p i e d r a q u e d o m i n a b a la cuna d e l G e b e l K a -
mosaicos, cfr. Fulda, The Art ofthe Crusaders, c í e , p. 231, sobre el v a l o r de l3S descripciones de Tcodorico, C
%ioet,Tbeodencbs Libdlus de toas sanáis (ca. H69~l 174). Arehitekturlieschreibungen eines Pilgers, en G . Kerschcr
(ed.), Hßgiegrapkic und Kunst. Oer Heiligenlcult in Schrift, liild und Architektur. r i e r l i n , 1993, p p . 213-239.
Antonio de' Reboldi, ¡tinerarium ad sepulchrum Domini ¡1326, ¡330], cd. R. Röhricht, Zeitschrift des
M u y probablemente identificó como una Ascensión el mosaico que representaba el Descenso a los In-
1,4
225
Las ventaias que derivan de u n a r e l a c i ó n t a n e s t r e c h a c o n l a M a d r e d e D i o s se pueden
reconocer, claramente, e n cierta*- > i t u a c n me-, d e e x t r e m o p e l i g r o , c o m o los a s e li >s, cuando la
pohbaon. atemorizada. SC r e ú n e a l r e d e d o r «ie l a i m a g e n p a r a i m p l o r a r la a y o d celestial. El
topas d e l icono que rechaza l o s a t a q u e - de l o s e j é r c i t o s e n e m i g o s , a s o c i a d o e n o ¡en a lapro-
pu Hodiehima. y u t i l i z a d o c o n p o s t e r i o r i d a d e n i n c o n t a b l e s r e l a t o s d e O r í en v Occidcnnr
llams. 2-3). ilustra de m o d o e l o c u e n t e e l m< . m i s m o s e g ú n e l c u a l la s ú p l i c a p i al prototipo
i desde l o haio hacu lo alto» a t r a v é s d e l a ] c i ó n a l a i m a g e n . I . a p e t i c i ó n es • . icedida me-
diante intervención divina p o r r n e d k ) d e n m i s m a , q u e s e a n i m a y pon e manifiesto
la acción del parrón ultratcrren»» e n e l > I Lilaila.
En general, es a p a r t i r d e l \ i c u . i n d e n l u g a r e s tic c u l t o e n lo*. ¡e la imagen
constituye el e l e m e n t o p n n c i p a l de • t i c v e n e r a c i ó n p ú b l i c a ; en imbito de la
peregnnacion en el l ' r o v i m o O n e n u n o d e Saulnaya. en Siria, q t i COgC la tabla
«encarnada-de la V i r g e n , c o n s t i r m t • l a d . M e d i a u n c a s o singular i cuanto que
su fama va unida, e x c l u s i v a m e n t e . 1
r a r i x o e n l u g a r de a l a m e n adeunepi-
S Í K I I O evangélico i> a la p r e s e n c i a d i l r p o s santos (lám. 4). E s i m p : L i m e señalar
que el contexto m o n á s t i c o t i e n d e 1 a l ó r c u l t u a l y d e v o c i o n a l d i las imágenes,
Canto a través de la promoción d i • le c u a l i d a d e s l a u m a t ú r g u . como de su
impbcacion en las pracncas c o m u n e s de oración.
E l aura de sacralidad c o n q u e c * t j i > r e p r e s e n t a c i o n e s religiosa procede,se-
gún i.» interpretación de los fieles t o r e s ; p o r u n l a d o , se esta convencido de
que pueden evocar eficazmente 1.« 1 rs«>na|es s a g r a d o s ; p o r o t r o , se considera
que reproducen exactamente SUS 1 1 (hasta e l p u n t o d e h a c e r piisible sureco-
nncuTuento. lam o í . p o r u l t i m o . s t j n a s d e r e s p e t o p o r su asociación con los
edificio-.de tul 1 0 Su inclusión «.ada \<. . s j . e n t r e l o s s i g l o s x i y x i v , en las decora-
ciones de las iglesias hace que s pe • t m e n t o s f u n d a m e n t a l e s de éstas, capa ees di
hacer visibles a C n s t o . la \"írgen y los lugares m i s m o s e n los q u e son venerados y
conmemorados E n t r e los siglos \ i n . . - l e n t e s e h a c e m u v frecuente la colocación
dt una esurua o de una tabla p i n t a d a 1 es ( s e g ú n u n USO d e l q u e se vislumbran los
primeros indicios n el O r i e n t e lauro
t . 1 1 . l a a s o c i a c i ó n e n t r e la eucaristía y la efigie,
nrealizada a través de una c e r e m o n i a L 11 »n. s e da d e tal m a n e r a p o r descontada que.
según un apólogo t r a n s m i t i d o p o r la-- ' ai, 1 le \ l f o n s o \ e l S a b i o , hasta los animales lo
saben flárn Hi
E l u t u l o del altar se h a n c x p h t n p o i i t q e t o f i g u r a t i v o , tpje s u g i e r e la presendayU
p a r u c i p j t i o n en el nt<» d e l personaji a q u i e n st. r i n d e h o n o r ; la i m p l i c a c i ó n en la vida litúrgi-
ca favorece, a su ve/, el a g r a d e c i n u e n t i > p o i p a r t e d e l o s Heles y el d e s a r r o l l o de prácticas de
mediación) veneración e n r e l a c i ó n c o n I . , i m a g e n K n l a B a j a KaJad M e d i a esta última se
impune c o m o la c o n t r a p a n t p o r a n t o n o m a s i a < n Id a c t i v i d a d i n d i v i d u a l de la oración. Ante
esta u l u n u . c l devoto st c o m p o r t a c o m o a n t e u n a p e r s o n a de- c a r n e y h u e s o : delante de ella se M.irkn\ \loiiasirr (Bulgaria), Ktttboliktm, estrofa 24 del Akntbistoi, fresco, sépumo-novenu de-
a r r o d i l b . se hunulla. se g o l p e a el p e c h o , p r o n u n c i a l a s f ó r m u l a s d e v o t a s ayudándose con un tenni del sigi*» \ I V
iir.nliim frjiiiit"'iiitu, d e r r a m a p r o t u s a s l á g r i m a s , se d e s e s p e r a , se r e g o c i j a , siempre mante-
niendo la mirada fi|a en ella, t o n e l d e s e o m e x p r e s a d o d e v e r l a c o n d e s c e n d e r a sus peticiones. X |»aiiir dfl M0M W gran i t o i m d e la Virgen María, consenado en el monasterio de lo* llodcgui (liicral-
La intensidad de la e x p e r i e n c i a e m o c i o n a l , q u e se m a n i f i e s t a e n las p r á c t i c a s de devoción 111. iitv. . eolias.) \ omsitkrado de mano del evangelista Lucas, se impone como el mas impórtame ob|cto
pmada. product en el espectador de la e f i g i e s a g r a d a u n e f e c t o d e r e f l e j o ; tiene la sensación de culta da < oii^i.iniinonla su |j|„j pronio traspasa los confines del Estado bizantino) Jlejra J Occidente.
K I M ' v 1 Hieiiu- Prounio. donde ve difunden relatos sohre sus cualidades 1 1 i i i ' i l u i r I ' K Imcsudo con la
(qut la icon'ígraha puede, c o n v a n a s a r t i m a ñ a s , c o n t r i b u i r a s u g e r i r ) d e v e r a los núsrmsirnos
JUi.niHj liUKion de -paladión- de la ciudad > del imperio, el icono ve unlif J pira representar, mediante
interiocutores celestiales p l e n a m e n t e parrjti|>c-s d e s u s a n s i a s y d e s u s t e m o r e s : ve a los samo-, un complejo ritual, la relación pnvdepada entre la Virgen y los habitantes .le la capital U/anona. Cada
lomarse a pecho *>u suene, observa a l a V i r g e n q u e s e a p i a d a d e él y se convence, en fin,dt •rum-v ve vaca la imam -n en procesión por las calles. atiKnpartada por una mulutud de elenjrm v laicos, en
que Cristo, condescendiendo a su s u p l i c a , se v u e l v e s o n r i e n t e h a c i a él para tranquilizarlo y el fresco «k- Markm Monjsiir destaca, por encima de un palio cubierto por una tela fi|ada al borde inferior
«k* la obla 1/. .... la } lodtphitna mientras es exhibida anie el pueblo; en tu r m e m o superior está el velo
tumcdvríc la GraCH
ajM normalmente la cubre > epac ha sido al/ado para la ocasión
7"»7
c uquiroiuiuitncinrnuu
c
D
m'iiUriiplr(raitou?(iUir?
icratoiifmisniaiiitraiu?
ì
© uiuotirtunicrcfnlumtr
c lmfaiiiloguccTirfnmiuiiril]
L crjmTìdccommrmrùiinci
fti Gmicóp q n r i ou gcnoii. I I
fi
rimr m t i s q u e
Ip i r e tennis
[vii rtmftcì ao u
m i r o : Dime
filTimcfòisiaincir j
ni i w - I
r%|curud. i ' • >i. n t , i»». s. nt.it i- .11 • !• ) .s, .li., |, ,\ i > i i n |
M |wir ( u r t e «lei elèttilodelpfMQ- » Jean l'iHelle. Mirai/e* Je Xotre Dame de C»juticr de Coincy. ci niil.igrn de (.hàteauroui. minia-
|K l U S u / t i j l " p l l U U U skilift • , ,,/ !-./,<> mra Milite p. • - ia I i M i
S. i-in« Ufi e ; - . ' ki>». mi i> i I I I I U I I j | t itivi»* « al « l t . nl< nt« m e d i c i ale-. l j < \ I I I I I H M*ll ili* u n i muL'in ci. li I .i in unii ii I.I i Insila una \ ai tante I K I H I I ' H I J I ili la li u m i i recopida i-n la lanini j .' Durante una atuun de
u n i i •InM ilv una «.tudj.l •»-• -iu.1 . . ..ii-.ni.,\ K mi J I H L I U M •• i n m m i n ni- < e-ti al« y u • > i|in- sirtc, por Mi boV (•in ri.i del rt \ ile It.inn.i rclipc II Augusti) ctintra e I emide de l'uiluu \ l'lingue II l'I.inugcnei (proliiilile-
paura invocai I-» ptotcvt i«jn di i i •• rvjnnu -..et .i<l- • r. rpruM m ai In \. poi OWcl p.ir.i nilunilit umor cn ci cui ine-ntc eli I |H~). c* asediadu ci eaStUla di < luti .mrtiuv en Bern La irmigcn cxpiicta vii la muralla luna
f.i.itu.i .1. i n c i l i i i l i madèra para el pnci.1 (ìauucrdc ("nincy. una laida italiini/ame qufi represenu a la
' " IWipi I " < i • nifi rta un . pi-MOIU UHM M n-tnt.ni.i .il Mirln Mi. • nandù l'I |inrui|i'. .!.
\ ifjten i mi el Nllkl del tipo -afcetuuMi- sej-uti la uiicrpreiaiinn del pintnr) nn CI respeuda por el eiénilii
S u / i l j l I I . I I M . I I I I ' . I K I . I . . ...(.,. i..iis« .1. |.i Pi.|t,<ii.i N . ,t-_-"f. N I |j I I I J S selli, limonai * I K I . U I . I S H U . I J J .
rial X uni. ik IIM soldadiis la atravic-u imi una lleiln. inineiliaiameiHe. de MI ".upiTlieie empiema a liruiar
ntma l ' i ' . ' i> H I Mi'.ir i l |i. l i e i " l'i- hai titani. - I I . I I M . H I M N odo CTI i n - « » M O I I « . I H ••!»«• n u l j i i n i M i ili I J ••Ma In inni li i ••>••• .
• I. I •»,,.„..
4 . , , . , , „ ! . . , i t j s . , 1 li. . . |.. h-il....ii nuda en »1 punì.» m è i •ho de l a muralla 1 » il
i n v
k< » i i t . i < uatro Samoa < lororiado*, « « t o r i o de S J I > Sii* I - M r e hfooriaa de s a n S i l v e s t r o san Sii • liti i f.i i l e i a u r a i l e s a t r . i l u l . i i l i m i l a i p i v c s i a n i m c s u d i r . L a l a n i i g . i I t r i i l e M i m i s i i \ n . ' l a i a u n n i d . i g m
vvatrr. muvstra a « ^omumbmi loa i « . « » n . » s de l o » v a n t o » I V . I r . . \ l*abl«». f r e s c o . o # . 1250 m i i i t i i l n i n l a . u n L u i ile PuggM, d u r a m i l a e s t a n t i a i l e Gonfino l \ ( i i o s i b l e i i i i ' i i l f e l i I J * 2 ) , i n a l i d i i tin.i
IIIIIII r i l i ni.in.i l i i r t i i s a pi >r b a b t t p e r d u i . i a l u s i l a i l u s . q u i c r c i v i i L ' - i r s e t-n l,i i m . i i f e n ile l a \ i r p c n e n t r i m i -
-.ii l i pini.it la e n el t i m p a n i i ile la i g l c s i a a i r i M a n i I n i m a pn-dra e. i n t r a l a l i g i ir ,i i l e i N i n o I' I i n d i g n i m n s i s -
L a » u n i i . » aaapaaVlua K t a a n i uni ili nariV» oaaam da V O M r j . n a aòle><| u m . » ) pot aan* i m o o d w i l e i n i|ui la tligie i l e M a r i a sa a n i m a , l e t a m a v i b r a / n •. p a r a e l g o l p i , i p i e d m d n stili» l i g i T a u i v m c r a v a J j
malldadaa lautnattanna Mfta umbran puctfui m • r c i a « n u rt.jir.Mlin u n v i a s i i c v t o i l e leu |Krv»m»na* 1. l i i l i . i i i i j . l f . .1. |rj a i i i i i i t i i i l i t . ( m i r a i . . . m a n d a r e s t a u r a r e l I t e s i . » , m i c n t r a s ipK- l a m i i K ' f . " I n e t n i l e I n u l a t
» s. jriiHi. t s ipieiiiael i en la hngueia
s e n t e s e n tri i n u m i * , t c r r c t i . i l Sigili» <nta j i t n g u j i u . | n n » n r o m a n a , c i i i n | i c r j i » r < ^ m v i j n i m o ic
L
kuk.
umtDtiim tuóis
delt!^ —
W . - i h I re * \ h . . n - V
,
* ^ '
*••<•'"• c a n t i g l i 228.ciaubtn.
Inni, al aliai. IIIMIMII.III.. | > K una «stallia .le la \ irpcn «.INA ci NirV.ciikKaibilirt-ciarntnics.4H-c la ulaiiuc
J t J U
l e n m . I t a A . u d « 1 «M» hi • « - « '
«.«ia> - U R e m a i .1* 1 « t u b . . . i » « *«*»>
i
T
II. París, catedral .le N o t r e - D a m c . portada del transepto none. historia de T c ó H l o . relieve en
p i e d r a , .,r 1250.
1
*'' u u i l e . » o r i g i n a r » i d i l a h i s t o r i a d e l a u s t o . * I r a t a d e u n c u r a ¡ o v e n , m u y c p i e r n l o p o r s u * c o n c i u d a -
ì^r. latin.* asentados «p <I r i d i l e Hn-Min.» d e s p u é s de la p n m e r a cru/anla se familiarizan muv pronn.cor.
d a n n s d e \ d a n a e n t a i m a , i p i e n i h a / a . m a s p o r v a n i d a d q u e p o r m n d e s n a . e l c a r g o d e o b i s p o p e d i d o por
c i u s o de U» Konov v eoi. ita prácticas d c s o c o n a l c s a eli.». a - K . a d a s . c n particular, parecen apreairrr
at l a m a c i o n p o p u l a r , v l u e g o m a n i i e m p é s i m a s r e l a c i o n e s c o n l a p e r s o n a q u e v i e n e d e s i g n a d a c n MI l u g a r
fc-eiia t e m p r a n a la i n c l u s i ó n d e fattii i n a u c - n c s sagradas en la- l o n n a s de o r a c i ó n i n d i v i d u a l e s y p r n a d a i . LV M o n d o p o r l a c m i d i a . i n t i m a re< u p e r a r l a p o s i c i ó n p e r d i d a f i r m a n d o u n c o n t r a t o c o n S a i a n a s . p e r o m u y
gran Hicacia U g u r a m a n la r q - t v e n u u - n del cronista < . u i l l c m . o o b i s p o de T i r o , e n e i a c i u de recopr p r o n t o se* p e r c a l a d e l a e n o r m i d a d d e s u e r r o r P r e s o de u n sacro terror. « r e f u g i a a los pies de la i m a g e n
il 4
napiürh)2cbiliílÓtií
fóñnufüpaein
* Siena. Elbatto indiai GaUerem, e! beato en oración ante al crucifijo, temple sobre labia, 1280,
i: J e « n l ' u c c l l c . Libro dt ben* </• .7«</«./ «A linux, la r e m a J u a n a e n o r a c i ó n ante la estatua de un
datane
L u i s , m i n i a t u r a e n p e r g a m i n o . .,/ I 5-5-1 32«
I 11 la iiiniiiia snbre i.il.Li que constituye el tcsimionio iinnogralìcn más qnng-uo del beato sienes Andrea
La immatura lumia pan», del Ubi.. d. oraciones ilustrad., que la rema de I rancia Juana de BlTCn unliubi < •allcrani, señalado a menudo cn la literatura local tomo modelo de virtudes para los fieles laico*, la inten-
m sus priácUCM dcs.ieionales pro a das I sta representado el mierior de la basilica de Saint - Denis, cn k» sidad di su -. ula desi K. lona I se ilustra represen landole cn tiraiinn a los pies del crucifijo De rodillas ante la
alrededores «le Pans. con la tundía de san Luis I X . el re> capelo caro.ni/ailucn 1297. que era oliKlotkwi sagradi efigie, asume una 1 represión doliente porque se siente participe y. cn pane, responsable (en cnanto
intensa dc\>*tion v de asidua visita por |»artc de los |H regni..»-. L a imapcn muestra como encima dd «pul representante de la humanidad pecadora) del Sacrificio de Cristo, la mirada, que se dirige hacia el rostro
cn». re»esoda de OTO} con do* ¡guardias q u i no la pierden de vista, se coloco una cslania que rcnreenuUi uVI Saltador. » y pide su misericordia La oración mental esta minada por los gestos ntualcs de las
al santo de pie. o sea. v n o \ preparad., para acoger las suplicas de sus devotos L a CfimpoBCBÓn, que tcpciv manos utilità una para darse golpes en el pecho y la otra para sostener un umilimi pratait*ÈBBI (el .inic-
dute el lugar % las condiciones materiales cn las .juc tema lottar ci culto. n i i . ' i t / . i la dedicación que la roca ies..! ite I uii-denio t'isano)
luce de si misma a su predecesor, concretado i o n i o su iiitcricsor pnvilcgiado en la corte cclcsual
238
239
7
!
SCULTURAS PARA EL IMAGINARIO RELIGIOSO
G u i d o Gentile
sitador a o s t a n o a l i n i c i o d e l Q u a u r o c c n t o p a r e c e , e n c a m b i o , p r e d i s p u e s t o a c o n c i l i a r la
necesidad tic d e c o r o c o n e l r e s p e t o a i m á g e n e s q u e los fieles n o habrían s u s t i t u i d o fácil-
mente, c a n t o ¡ K » r a h o r r a r c o m o p o r a p e g o t r a d i c i o n a l y r e v e r e n c i a temerosa. E l r e n a n o
16 M a e s t r o de < >ff»da. < > f f i d a . S a n t a A l a r i a d e la R o e a. i g l e s i a i n f e r i o r , santa Catalina de Aieiandm
r e c i b e d e l e r e m i t a la i m a g e n d e la \ t r g e n c o n e l N i ñ o , f r e s c o . 1 3 6 5 - 1 3 /O, detalle. ( . c s á r e o d e H e i s t e r b a c h , e n la p r i m e r a m i t a d d e l s i g l o x n i , n a r r a c ó m o una rica señora se
La .clac.<»n d e l •••fuT c o n la ..ñapen religiosa n o se- e n n e n d e e n b Ba,a Edad Media, como un ano
un.la.eral. co,.,., una simple p n n e e o ó n de la m i r a d a . n d . v . d u a l h a c a la o b r a figuraova. « n o como un te
cambio .Plrprütü que p c n n . t c la c o m u n i ó n d e l fiel c o n el personan: sagrado a «raxes de a.• «tupen F,
1
De las actas de visitas, conservadas en el Archivo de la Cuna Episcopal de Aosta. se nene una úül trans-
cripción en la edición de L . Roullct en ci Archivio Storico Regionale. Para las noticias sobre la decoración
este fresco de f >lfida. que .lustra u n e p i s o d i o del c e l o h a g i o g r a f i e o de santa Catalina de Ak.andna ( s e j w t i
• •i isüt.. y la npologja de los altares, cfr. B Orlandi>ni, Artbittnuru m Valle d'Aosta II Roinanito e il Getta, Ivrea,
cual hie u n ere.n.ta del d c s , c n o e g i p c i o el que i n d i c o . p o r m e d i o de una p i n t u r a , a la joven pnneesa r e f r *
IWS.pp 274-284
tana al m a t r i m o n i o el h o m b r e adecuado para ella, o w a . C r i s t o ) , la relación intensa, cas. amorosa, a c c se
establece entie la santa s la figura del N i ñ o J e s ú s se subraya p o r el h e c h o de que esta úluma esta represen- Aita Heginae Momit Oropne. Biella, |«4S-1°W, I I I . pp. 68ss.
tada como si lucra anonada, c o m o s. hubiera r e n u n c i a d o a su t r a d i c i o n a l compostura para -salir, del icono,
c n i u n d u su mirada oran la de la inven Isu p r o m e u d a ) a r r o d i l l a d a ante él.
40
Guido Gentile
sitador a o s t a n o al i n i c i o d e l Q u a t t r o c e n t o parece, e n c a m b i o , p r e d i s p u e s t o a c o n c i l i a r la
necesidad d e d e c o r o c o n e l r e s p e t o a i m á g e n e s que los fieles n o habrían s u s t i t u i d o fácil-
m e n t e , t a n t o p o r a h o r r a r c o m o p o r a p e g o t r a d i c i o n a l y reverencia temerosa. E l r e n a n o
1 6 . M a e s t r o d e O f l i d a . O f t í d a , S a n t a M a n a d e l a R o c a , i g l e s i a i n f e r i o r , s a n t a C a t a l i n a d e Ale^rdru C e s á r e o d e H e i s t e r b a c h , e n la p r i m e r a m i t a d d e l s i g l o x m , narra c ó m o una rica señora se
r e c i b e d e l « r e m i t a t a i m a g e n d e l a \ l r y e n c o n e l N i ñ o , f r e s c o . 1 3 6 5 - 1 3 7 0 , detalle.
este fresco de O f i i d a . que dusora u n e p i s o d i o d e l c i e l o h a g i o g r á f i c o d e santa Catalina de Alejandra («ÍUW anist ica y la t i p o l o g í a d e l o s a l t a r e s , cfr. B . O r l a n d o n i , Architettura in Valle d'Aorta. Il Romanica e il Gotico, Ivrea,
tana al m a t r i m o n i o e l h o m b r e a d e c u a d o p a r a e l l a , o sea, C r i s t o ) , l a relación intensa, casi amorosa,carv 'Atta Regina?Mentis Oropae. B i e l l a . 1 9 4 5 - 1 9 9 9 , 111, p p . 6 8 s s .
i t a l i a n i z a n t e s , a u n d e r i v a n d o d e l a t i p o l o g í a c o l ó r f e s a , s e u n í a a l a s u e r t e d e ésta al sur de
das, d e s t a c a n g| . u i d e s c r u c i f i j o s « c o n d o s i m á g e n e s » , es d e c i r , l a d e M a r í a y la d e l d i s c í -
los Alpes e n obras d e m á s o m e n o s e v i d e n t e facrura e x t r a n j e r a " ' y e n interpretaciones
p u l o J u a n . A s i a c o m p a ñ a d o d e b í a d e aparecer, según la visita d e l 30 d e j u n i o d e 1 4 1 6 ,
l o c a l e s . L o s p a d r e s p r e d i c a d o r e s d e B o l z a n o , pertenecientes a l a p r o v i n c i a boloñesa de la
también el g r a n I r i s t o de C h a l l a n t - S a i n t - V í c t o r , colgado en l o alto, delante del p r e s b i -
orden y de orientación giottesca p o r las decoraciones p i c t ó r i c a s d e s u iglesia, debieron t e r i o ( o t r o g r u p o e s t a b a p r e s e n t e e n l a n a v e , p r o t e g i d o p o r una c o r t i n a ) .
de a c o g e r e s a i m a g e n , p o r c o n s i g u i e n t e , n o ya p o r los c o n t a c t o s d e l o s q u e la ciudad
E n l o s m u r o s d e s e p a r a c i ó n q u e d a n a l a s n a v e s , o b i e n e n l o s a l t a r e s , se d i s p u s i e r o n
disfrutaba c o n l o s t e r r i t o r i o s c e r c a n o s d e c u l t u r a ucrmánica ( e n S u a b i a . b a r i e r a y en la
a l o largo d e l siglo x m los g r u p o s del D e s c e n d i m i e n t o , d i f u n d i d o s p o r varias áreas, desde
zona d a n u b i a n a e l i c o n o d e l c r u c i f i j o d o l o r o s o se d i f e r e n c i a d e l t i p o r e n á n o ) . s i n o p o r e l E s p a ñ a hasta la I t a l i a c e n t r o m e r i d i o n a l . E s t e e p i s o d i o d e la P a s i ó n y M u e r t e d e C r i s t o
a m b i e n t e i t a l i a n o , a t r a v é s d e l a o r d e n d o m i n i c a > gracias a l f a v o r c o n q u e esta había - c u y a c o n i c i i i p l . i c i o n se a l i m e n t a b a d e f u e n t e s l i t e r a r i a s c o m o e l De meditationc Passhnis
acogido e l m o d e l o s e p t e n t r i o n a l , p o r s e r c o h e r e n t e c o n l o s t e m a s d e s u predicación y de i. '>riett per septetti dtei horas libellus d e l P s e u d o - B c d a , e l Dialogas beatae Mariae et Ansclmi
su e s p i r i t u a l i d a d . C r u c i f i j o s d o l o r o s o s s e e n c u e n t r a n en las i g l e s i a s d o m i n i c a s , además de en d l'assione Do///mi. e l Líber de passione C'brisli et dolonbus et planctibtis ?natris cius, p o r m u -
Florencia , e n Siena, O r v i e t o , B e v a g n a
1 0
y C h i o g g i a . P o r o t r a p a r t e , obras de ese tipo cho t i e m p o a t r i b u i J t i n s a n B e r n a r d o - a p a r e c e e v o c a d o d e m a n e r a t a l q u e i m p l i q u e a l o s
e s t á n también p r e s e n t e s e n e l á m b i t o f r a n c i s c a n o , c o m o e n C o r t o n a , d o n d e e l crucifijo li les e n u n a e s p e c i e d e i d e n t i f i c a c i ó n c o n l o s p e r s o n a j e s q u e desclavan y b a j a n d e la c r u z
ahora en S a n t a M a r g a r i t a p r o v i e n e d e l a i g l e s i a l o c a l d e S a n F r a n c i s c o , y e n San Francis- i i e r p o d e l R e d e n t o r . E n e l c r u c i f i j o C o u r a j o d d e l L o u v r c , t a l v e z b o r g o ñ ó n y q u e se
pi de f e c h a r h a c i a f i n a l e s d e l s i g l o x n , e l b r a z o d e r e c h o q u e cae y la c u r v a t u r a d e la figu-
co en O r i s t a n o 1 1
.
n l a z a n c o n la d i n á m i c a d e u n D e s c e n d i m i e n t o d e !a c r u z . U n a ripología a f í n se e n -
L o s g r u p o s d e l C a l v a r i o , s i t u a d o s e n l o s m u r o s d e s e p a r a c i ó n o e n las vigas bajo el c u e n t r a t a m b i é n e n u n c r u c i f i j o c o e v o d e la c a t e d r a l d e Pisa y , u n a v e z m á s , c n e l C r i s t o
«I' D e s c e n d i m i e n t o d e V i c o p i s a n o " , d e l D u e c c n t o . L a escena d e l a q u e d e b í a n d e f o r -
1
a r c o t r i u n f a l , s e c o n f i g u r a b a n , e n l a é p o c a g ó t i c a , c a s i c o m o c o m p e n d i o s d e representa-
111 1: p a r t e f i g u r a s s i m i l a r e s se e n c u e n t r a t a m b i é n , a m p l i f i c a d a e n sus a r t i c u l a c i o n e s g e s -
c i o n e s s a c r a s q u e l o s fieles p e r c i b í a n e n f u n c i ó n d e l o s s e r m o n e s d e b P a s i ó n , \ospianaus
luales y s i m b ó l i c a s , e n u n e x t r a o r d i n a r i o d o c u m e n t o d e l o s a ñ o s 1 2 2 5 - 1 2 3 5 , u n d i b u j o
Mtíríüe, l a s l a u d a s v l o s « m i s t e r i o s » t e a t r a l e s . E n e s t e t i p o d e f u e n t e s parecen inspirarse del Cuaderno de dibujos d e V i l l a r d d ' I I o n n e c o u r t ( P a r í s , B i b l i o t h é q u e n a t i o n a l e d e F r a n -
l o s t r á g i c o s g r u p o s d e p i e d r a q u e e n V e r o n a , e n t r e 1 3 2 0 y 1 3 3 0 , u n e s c u l t o r identificado ce. m s . fr. 1 0 0 9 3 , f. 2 ó r ) , q u e p o d r í a r e f e r i r s e t a m b i é n a u n g r u p o p l á s t i c o . L a s figuras
N
c o m o R i g i n o d i E n r i c o r e a l i z ó p a r a S a n G i a c o m o d e l l a T o m b a ( a h o r a e n el museo de de l o s D e s c e n d i m i e n t o s h i s p á n i c o s m á s a n t i g u o s , q u e e n t r e e l s i g l o x n y x m a p a r e c e n e n
la zona p i r e n a i c a d e E r i l l , t i e n e n b a j o l o s pies unas espigas q u e s i r v e n para f i j a r l o s a u n a
vaga h o r i z o n t a l . U n a e s p e c t a c u l a r i d a d m á s d e s a r r o l l a d a se d a c n las estatuas d e l « S a n r i s -
Herkunft des gooschen Gabel krurifixes».U al/raf-RicbarK-Jahrbucb XXI1 ( 1960). pp. 69-86; M. vonAlcmann-
s i m M i s t e n » q u e e l c a n ó n i g o R i p o l l ' t a r a s c ó p r o p o r c i o n ó , e n 1 2 5 1 , para e l a l t a r d e l a
ScWartz. Cruafixtts dohrosus lietrra^ zur Polycbrvmie und Ikonographte der rbemueben Gabclkntzifisr, Bonn.
V i r g e n e n la i g l e s i a a b a c i a l d e S a n t J o a n d e les A b a d e s s e s . E n e l m o n a s t e r i o d e L a s
15
I976
* c. T . Müller. Gotische Skulptur „ 1 Tirol. Bolzano-Innsbruck-Vicna. 1976. pp. 13-14; N. Rasmo, VAb H u e l g a s , e n B u r g o s , u n d e s c e n d i m i e n t o d e l siglo x i v de intenso p a t e t i s m o aparece, e n
cambio, s i m a d o e n el m u r o de separación del c o r o ' . 6
"-76; para ci de la iglesia de los Santi Paolino y Donato en Lucca, cfr. S. Casm, «Croafisso^ acaran* .e Voltcrra, Vicopisano c San Minuto», cn Burresi. Sacre Passioni, ai., pp. 24-43.
desca sec- x.v. inicios-, cn C Baracchini (eck). Sctdtura lignea: Lucca 1200-1425, catalogo de la cxpos.aon H
Killardd'Honnccourt, Krittscbc Gesamiausgabe des Rauhuttenbucbes msfr 1909Í der Pariser Nationalbibliotbek,
(Lucca, 16 de diciembre de 1995-30 de junio de 1996). Florencia, 1995^ cd H. U. Mahnloscr, Graz. 1972, p. 63.
Francovich, Vongtne c la diffusione, c e p- 209. fecha el crucifijo de Santa Mana Novella en I Un documento citado por R. Bastardes i Parera, ¿Vi davallaments romiinics a Catalunya, Barcelona, 1980,
1
M . Usner. HohJem.tfi.xe m Florenz und in der Toskana von der Zeit an, 1300 brs zumfniben C mácente Mmiá. p. 174, relata que el canónigo Ripoll Tarascó recibió de un tal Dúlcelo madera de nogal y de abeto par3 poder
1970 p 31 en 1^20 aproximadamente; A. M . Giusu, «Un dipinto inglese del Duecento in Santa Mani No- fabricar por el («per eum») y por Dulcero las imágenes del Salvador crucificado, de los ladrones y de otros
vella a Firenze-, Bollettino d'Arte LXIX. 23 (1984). pp. 65-78, data en 1270-1280 la cruz, pero 2 &É..«udì cuatro para el altar de la Virgen. Realmente, no faltan casos cn los que un artista gozó de una prebenda canó-
cumo representado» autóno-na, la figura de madera se le adaptó cn un segundo momento. Cniafijos decade nica o fue admitido como converso en un monasterio. Cfr. ti. Castelnuovo, «L'artisia», en t. Le Goff (ed.),
ter afín se ban identificado con los que, según tradiciones hagiogrúficas, habrían sido venerado, por algunos L'umio medievale, Ronia-Bari 1997, pp. 252-253 [ed. casi.: El bombrr Medieval, Madrid, Alianza, I999J. No
personajes de la espincualidad umbra y toscana entre ci Duecento y el Trecento. Cfr.fc.Lunghi, UP«** obstante, en un obituario se conmemora a Ripoll como proveedor de la obra («procurator dicU operis»).
degli Umbn. Crocifissi in legno in Valle Umbra tra Medioevo e Rinascimento, Foligno. 2000, pp. 39ss.; tales ape "'A. Duran Sanpcre y j . Ainaud de Lasarte, Esculnmigótica, Madrid. 1956, p. 73;J.-K. Gaborit, «Un grou-
riendas espirituales ilustran, en cualquier caso, el clima que favoreció la fortuna de los crucifijos dolorosos. pede la Deséente de Croix au Muscc du Louvre», Montmients et raemoirspttbticspar l'Acadernic desInscnptions el
" Cf>- G. Zanzu (ed.), Crocifissi dolorosi, catálogo de la exposición (Cagliari, agosto de 1998), Sassan, 199S,
pp. 24-26.
246 A RI f f H I S t O S IA I ^ LA F O AO M l OI I I I I
líente de Alaria y de Juan, bastaba para provocar la piadosa empatia de los fieles. Por otra
c o l g a n d o ; y si b i e n la a l t e r a c i ó n d e las díspi «sienmes o r i g i n a r i a s puede haber falseado,en
parte, más adelante el imaginario religioso se reflejó cn otros montajes.
p a r t e , las r e l a c i o n e s e n t r e las figuras , p a r e c e e v i d e n t e que. p o r reírla general, la Virgen
18
I'.l tema del I-,miento o Llanto sobre Cristo muerto se desarrolla a lo largo del Tre-
se d i s p o n e a t o m a r la m a n o d e l H i j o . \ J o s é de V r i m a t c a . apoyado en la escalera, debe eenio. y más ai li I.míe, en representaciones pictóricas que coinciden, más o menos puntual-
s o s t e n e r el c u e r p o , a b r a z á n d o l o p o r los lados, m i e n t r a s N i c o d c i w i saca el clavo de los mente, con el n hito de las Mcd/tat torres viiae Christi, atribuidas al Pseu do-Buen aven tu ra
p i e s . L o s g r u p o s p l á s t i c o s d e f u e n t e s p o s t e r i o r e s e s t á n , a veces, cob nados en altares como (pero comptii • 1 is por el franciscano Johannes de Caulibus hacia mediados de siglo): «La
i m á g e n e s p e r m a n e n t e s d e d e v o c i ó n " , p e n i n o se e x c l u y e que fueran también montados
1 madre se s i e m i en el suelo y pone la cabeza en su regazo con grandes suspiros. Y la A'Iagda-
e n f u n c i ó n d e las « d e v o c i o n e s » - d e las c o f r a d í a s , especialmente en Semana Santa; poco Icna se pone a los pies, a cuyo lado ella había merecido encontrar tan ra gracia. Y los demás
c 1.111 alredecloi \ lloran mucho sobre e l » " . En las representaciones plásticas de los siglos
d e s p u é s , la p r á c t i c a d e las r e p r e s e n t a c i o n e s sacras t e r m i n a r í a por desvalorizar la función
y xv parei < . en cambio, que prevalece una puesta en escena diferente: la Madre, el
t r a d i c i o n a l d e los p e r s o n a j e s 1 í g n e o s y f a v o r e c e r una c o l o c a c i ó n di le rente- . •Ljpulo Juan y las Marías que parucipan en la lamentación se alinean de frente detrás
! Cristo yaciente, que está dispuesto de lado, de forma que muestra al espectador la
E l á r e a a l p i n a o c c i d e n t a l ñ o p a r e c e h a b e r a c o g i d o g r u p o s del Descendimientoanálogos J.I del costado, a los pies y a la cabeza se colocan José de Arimatea y Nicodeino, que
a l o s de la I t a l i a c e n t r a l , q u i z á p o r su m a r g i n a l ) d a d en relación con los movimientosespin- n quitado i l cuerpo: de la cruz y están por llevarlo a la sepultura . Una representación 21
t u a l e s q u e los h a b í a n f a v o r e c i d o . A l D e s c e n d i m i e n t o de Antelami de Pamia responde rada véneta de I 375, elaborada sobre una más antigua centro-itálica, proporciona al
i d e a l m e n t e el m a g n i f i c o r e l i e v e d e ese t e m a i n c l u i d o en la serie del antiguojubédelpnora- pectn una indicación significauva; quitado el Cristo de la cruz, «exclamóse, según lo
t o d e L e B o u r g e t d u L a c , en S a b o y a . d e m e d i a d o s d e l Duccento-''. Quizá tal ejemplo y d 11 venido; y. después, estando Cristo donde está ordenado, que la madre se ponga en
lio. y Juan a la cabeza y la Magdalena a los pies; y la madre se lamente sobre los
d e c i e r t o s d í p t i c o s y t r í p t i c o s e b ú r n e o s franceses c o n escenas de la Pasión se habrían podi-
i mbros de < risrn, uno a uno besándolos*-; para terminar, «María, volviéndose al pue-
d o r e f l e j a r , p o r a f i n i d a d e s t r u c t u r a l , e n el sistema n a r r a t i v o de los reta/des aostanos,perob l > diga con los gestos de las manos: Yo soy la madre triste desconsolada [...]» . A una 24
m a y o r a n t o l o g í a d e la mragérie l o c a l e n t o r n o a l o s « m i s t e r i o s » de la Pasión de Cristo, el t«imposición concebida de manera similar parecen referirse las actitudes de las tallas
rctablv d e la c a t e d r a l de A o s t a , n o l o c o n f i r m a . L a escena del Calvario, con la mímicado- provenientes de San Micbele en Casanuova-'\ ahora en el Museo Diocesano de Floren-
• i.i. \ de Santa María delle Círazic cn Bolonia' , mutiladas, que se pueden fechar, tanto 6
11. Belong. Dos litui and sem PubltUmn ,m Mittetalter~ Forni and lanktton fraher Btldlafdnétr htm. di Pise Classe di Lettere e Filosofia s c r i c T V , V I , 1 ( 2 0 0 1 ) , p p . 87-124.
M
l£. Camporelle, ficha 147, c n A . Stanzino!, O . O r s i y C G i u d i c i (ed-), Lo spazio, il tempo e le opere. Il cata-
= E Pagella. «Scu.pteur franco-p.émontais *ers 12 5 0 , deux fragments. l a V i e r g c de la Nauvite, logo del patrimonio culturale, c a t á l o g o d e la exposición (Bolonia, 2 de d i c i e m b r e de 2 0 0 1 - 1 7 de m a r z o de 2 0 0 2 )
peau-, cn S Barben. G . R o m a n o y F - Rossetti B r c x z i (eds.). S m ^ ^ ^ ^ " ' ^ ^ ^ Cinisello Balsamo, 2001, p. 454.
1 igurj * I..III..<IM* <• Cataluña. mism munlado de hombre barbudo (Jóse de Anmaica o Niendcmo'),
mármol, iw 1360
ngrcaladas en las ÍCCtétmes de cofradías, en la predicación y en el teatro sacro la icon<
< Insto vacíenle en la nimba con las de José de Arimateay Nicodemoa la cabeza y a los
E altura de ( risto se consolidaba en g r u p o s plásticos, más ajustada a la serie ca-
s, además de las de Juan Kvangehsta. la Virgen María. María Magdalena, María la de
DÓrjica »U- Umisterios» de la Pasión y M u e r t e y, a la vez. apta para una exaltación ul
mago y María Salomé'**. De esc grupo queda en San Feliu la figura de Cristo, que se
del dolor Je M a r i a y de los presentes c o m o para i m p r e s i o n a r y provocar la piedad de los i atribuido fl un compañero del maestro Aloy, Jaumc Cascalls'". Fas obras atribuidas a
rieles. E n la capilla de t l a r d , en 1416, el visitante aprecia en el airar mayor «un hermoso Vli ly y a Cascalls ' muesrran contactos con el taller que hizo las estatuas de la capilla del
1
sepulcro con varias imágenes», c u b i e r t o c o n u n paño de l i n o . E n Saint Rhémy-en-Bos- obispo de Kieux en San Francisco de Toulousc, en el segundo cuarto del siglo xiv, y no
ses, en 1421, en una capilla de la p a r r o q u i a l , aparece u n - S a n t o Sepulcro con sus imáge- desconocido en Cataluña. M e inclino a distinguir una influencia de los caracteres de este
nes, decorosamente, sobre u n altar bien d e c o r a d o » . P o r lo t a n t o , parece que tales grupos circulo lolosanet-catalán en una figura muulada de mármol, con barba y cabellos dorados,
se encontraban invariablemente en esa colocación a guisa de imágenes de devoción. No ahora conservada en el Museo Diocesano de Arte Sacro de Susa y proveniente del tesoro
leios del Valle de Aosta. la iglesia p a r r o q u i a l de . M o r e l , en el .Alto Yalais, poseía un grupo de la catedral, que fue iglesia abacial de San Justo (6g. 3) -*. Esta figura, cuyos rasgos esti-
1
|992.J| M R. leres i Tomas, airibuido a Jaumc CxsealU, Figura de rey, transformada cn san A ritorno abad, en
cadáver de Cristo esta el expresionista g r u p o de piedra, atribuido a Rigino di Enrice X Barrai et al (eds ), Prefigtiracion del Musen Nacional d'Art de Cat.ilunya, catalogo de la cxpnsición (Barcelona,
(hacia 1330). ahora conservado en el M u s c o C o m u n a l e d i C a p r i n o Veroncse y prove- 27 de |uho-3(l de novembre de 1992), Barcelona, 1993, pp. 231-233. AJaumc Cascali-, (acuvo entra 1345 y
I 379) se le niriüuyc tumbicn la cabeza de C r i s i » mueno, cn alabastro, hoy en el Museo Nacional de Arte de
niente de la iglesia del cementerio; y o t r o , más u r d i ó , de la iglesia de San Fermoen
Catalani tic Barcelona, de la tapilla del Corpus Chnsu del Convento locai de Sani Agtisrì Veli. Gir. E . Garbo
Verona (auibuido a C i o v a n n i d i R i g i n o ; fig. 2 ) .
2 b
nell y J, Sureda. Tresors medievals del'Musen National d'Art de Catalunya, Barcelona, 1997, p. 398.
A mediados del Trecento el escultor catalán « m e s t r e AJoy» realizaba para la capilla dd M
F f l M d maestro de Rieuxysoi ambiente, cfr. B. Mündt, «Der Zychis der Chapclle de Rieux und scine künst-
Corpus D o i n i n i en San Feliu, en Gerona, u n sepulawri de alabastro, que incluye la figura lerische Nachfolge-, Jahrbuch der Berliner Museen n. s„ IX (1967). pp. 26-80; F. F-spaiiol, «Joan AvcMa, Sculpicur
de CtiriBWililU. rinfluence de l'atelier de R t c u x sur la Catalogne-, Bulletin monumental C U (1993), pp. 3B3-403.
' - G Romano, fieba 7. «Scultore francese (?) arca 1 360-1370-, en id. (cd). Valle dì Snsa. Arte e storia da/I.XI
-'" \V. Kuppen. Die Kunstdenkmaler do Kantons Wallis. Il Dai Vntergoms die ehemalige Gnsspfarrti Erm% alxi iti secolo, caialogn de la cxposiaón ( T u n n , 12 de marw»-8 de mayo de 1977), Turin. 1977, p. 89; G . Saroni.
Basilea. IV79. pp. 26-*7¿ I - Golay. Lesxulptum medir, ales U colleciion du Musèe cantonald'hutoirr, U M , ridia 4. -Scultore francese (?). sec. xiv, settimo decennio arca-, cn C . Benolotto y <J. Anipnoo (ed ), // Tesoro
2000. pp. 116-1IV. della Cattedrale di San Giusto: arredi sacri dal IH al .V»* secolo, catalogo de la esposi non (Susa, 18 de )ulio-22 de
agosto de 1998). Turm, 1998, pp. 58-59; G . Romano. «Scultore franco-piemontese, 1365-1370.. eh Pagella,
'"Melimi. Sommi versatesi, o c . pp. 26 y I I ? ; A. Caiani, Una -deposi/Jone sul sepolcro- a Capnno Vero-
Tra Gotico e Rinascimento, cit., p. 64.
n e t . Arte veneta XXJ (1967), pp. 195-199. E n e « e grupo, el cuerpo de Cristo no aparece denuo de un <im>
fago, sino puesto sobre la superficie encajada de un banco en el que se puede reconocer un cierto conocimien-
ta del Sepulcro de Jcnivilén.
250 A R T E E HISTORIA I N I A K O A U Al i i» i v III
l i z ü d o s e x p r e s a n u n gran s u f r i m i e n t o , aparece tendida en una postura que no es la onp- L >' : I I : y- • . fABA II IMAGINARIO ttlICtOIO 251
rtal; el c u e l l o se une- ríg ¡di i .ii busto, c o m o en un duro esfuerzo. Si el misteriosopersonajt
f o r m a b a p a r t e de un g r u p o de la sepultura de Cristo, en el papel de un Nicodemoodeun
J o s é d e A r i m a r e a . d e d i c a d o n sostener el cuerpo del Señor, pudríamos suponer que un
c o m i t e n t e , de r a n g o no c o m ú n , encontrara el modo de dirigirse a un artista tofosanoo
c a t a l á n , p r e c i s a m e n t e para tener tic ese «•misterio» un tipo de representación de bque
h a b í a c a p t a d o la c o n m o v e d o r a expresividad. Tal presencia en un valle abierto, con sus
m o n a s t e r i o s , atravesado p o r importantes rutas mercantiles, constituiría un importante
el rústico n i " le lado, de un C r i s t o muerto del Alusce cantonal d nistoirc en Sión, proce-
p r e c e d e n t e para la a p a r i c i ó n de otros grupos del Sepulcro en Piamonte. Alas tarde, I) dente de \N ili Ten. en el A l t o Veláis'*. Kiguras de C r i s i o muerto en el sepulcro indepen-
s u e r t e de las r e p r e s e n t a c i o n e s plásticas de la '///sean Tamba/// quedaría reflejada en e! ám- ientes, no « orno parte de grupos de la Sepuiiura o de la L a m e n t a c i ó n , dehia de haber
b i t o s u b a l p i n o en un g r u p o I í g n e o que. en 1401, como relata el cronista Gioflredoddb i nublen en el Valle fie Aosta, donde en la parroquia He (.¡ressoney, el 7 de julio de 1419,
• I visitante e n c o n t r ó en un altar dedicado a santa Catalina, mal conservado y con una
C h i e s a , el m a r q u é s T o m á s IT] llevó de París a Saiuzzo: «imágenes de madera de Cristo i o r a c i ó n figurativa un poco informal, «unarn imaginan, de sepulcro corporis C h r i s r i » .
r u m b a d o en el m o n u m e n t o con aquellos que lo miraban, y san Pedro y san Pablo [una C o n seguridad del Valle de Aosta y, por lo que parece, de Círcssan proviene un gran
i n t e r p r e t a c i ó n e r r ó n e a p o r J o s é de Arimatea y Nicodemo] y las Alarías, imágenes todasde importante < Insto muerto, de madera, del Museo C i v i c o de Arte Antiguo de Turín (fig.
t a m a ñ o de una persona h u m a n a - " . . que Se piu-dc techar por sus caracrerísticas estilística*» hacia 1120-1330, el cual, en su
'ructura y p o l i c r o m í a , revela sucesivas adaptaciones a nuevos significados y funciones,
A l m e n o s desde el i n i c i o del Trecento, tanto en Italia como en los países germánirm n origen, el C r i s t a yacente, con los ojos cerrados, la figura consumida de los crucifica-
para la r e p r e s e n t a c i ó n litúrgica del Descendimiento en los ritos del Viernes Santo I »N c o n t e m p o r á n e o s de Aosta y las tiendas marcadas con gotas de sangre en relieve, tenía
Un brazos extendidos n los lados. U n a restauración reciente lia puesto en evidencia las
e m p l e a r o n crucifijos en los que Ja figura de Cristo, con brazos articulados, podía descla- modificaciones que sufrió, seguramente en el Quattrocento, cuando la lígura se puso de
iv. enhr^T 8 6 C
' r
n d S L
'P u I c r
° "
M E
" >OS países de cultura germánica y en el área ad- pie. con los dos brazos separados y cruzados sobre el vientre (uno, con la mano marcada
con una llaga ensangrentada, fue toscamente rehecho), en los ojos cerrados se pintaron
grandes pupilas y todo el cuerpo se cubrió de llagas rojizas, de manera que pudiera asu-
mir el aspecto y el papel devocional del bíblico «V arón de d o l o r e s » , de pie, cubierto por
los signos de su P a s i ó n . T a l - i m a g e n de d e v o c i ó n » se había desarrollado allende los
junto con la figura. I£n F r i burgo, el monasterio cistercicnse de la Alaigrauge poseyó uru
40
figura similar, de hacia 1 330, que contaba con una caja a g u i s 3 de arca, con tapa, pintada
c o n escenas de la P a s i ó n , ahora conservada en el Alusée dVVrt ct d'Histoire . Un Crino 14
lo compara con el Cristo del Sepulcro de Maigraucc y por !.. Malie, Le sculnae del Mmeo d'Arte Antica, Turin,
1965. p. 89.1.a estatua, porci contrario, fue considerada tMt\\OMt\ Schmerzensmann porti von der Osten, «Der
» G - della C h i e s a , - C r o n a c a di S a l u / ^ - . en Histanae l'airtae Monurnen,^ S^P J - ,0t s
kn Vereno
I l í ; DcUlu f
Nehmerzen*.in,inn aus Gressan». Smdien zur Gettbicbte der europäisthen Plastik. Festtihnft far Theodor Müller.
" G . v J - ' l a u b c r t . « M . U e l a l t c r i . c h e Kruzifixe schwenkbaren A r ^ ^ J ^ Munich. 1965, pp. 101-104 Rossetti Brezzi, Le vie del Gotico, eie., pp. 348-349. atribuye la obra al maestro del
fiér &mrwi»emchafi X X V I I I (ÍVÓVJ. pp. 7 9 - 1 2 1 . J . T a u b e n , Faringe « f e g M * * * » A _ Neuen idrck- crucinio de Clinllam-Saint-Victor y la fecha Indi 1320-1330. Para un examen de In estructura, después de la
reciente restauración, cfr. G . Gentile, ficha 11, en Pagella <cd.>. Tra Gotico e Rinascimento, cìr, p. 44.
m
Una modificación parecida sufrió el Grabtbrittm de Matrei am Brenner, de principios del 'trecento. Cfr.
Müller, Mittelalterliche Plastik, cit., pp. 36-38.
Joccard. s c u l t u r a - , en K DeuchJer <cdO, Art 1 lei.mea. Arti e citara «fiftfc, ^azzera, m
C r i s t o m u e r t o y a c e n t e e n la r u m b a (en la catedral de Friburgo de Brisgovia está provisto L a r e p r e s e n t a c i ó n o f r e c i d a p o r los g r u p o s d c tales sepulcros m o n u m e n t a l e s abarca,
d e u n r e l i c a r i o e n el p e c h o p a r a la c o l o c a c i ó n ritual de la hostia), lasfigurasde las tres p o r lo t a n t o , m o m e n t o s d i s t i n t o s , q u e la c o s t u m b r e c o n representaciones e n escenas
A l a r í a s e n el S e p u l c r o y l o s á n g e l e s q u e a n u n c i a n la Resurrección.
4 5 c o n t e x t U f l l i i a d a s y c o n e l u s o l i t ú r g i c o hacía que le resultasen reconocibles al o b s e r v a d o r
m e d i e v a l * . U n c o n j u n t o i c o n o g r á f i c o de temática afín se e n c u e n t r a en el V a l i c de Susa,
4
vidaddc d e t r á s c o n t m i e r a u n d . s p o s i ü v o a p t o p a r a « m u l a r u n a e f u s i ó n de sangre dc la henda dd Htstena del artey metodología, Madrid, Alianza, »19931.
c o m o s e p r a c t i c a b a e n l o s d r a m a s s a c r o s ( c f r . A . V í t a l e B r o v a r o n e . // ,,uademodi segrmdt un ngutapn^ua _ Archivio Storico Cnpuobre di San Giusto di Sus», can. 12. fase. 31/343, documento del 20 de noviem-
bre de 143 2. G Gcnüle, ficha 12, en Romano (ed.). Valle di W , a t . . pp. 92-96.
7e \lldi^o. N W pe, la mes», m «en* di una Pass.one, A l e j a n d r í a . 1984. p p £ 4 2 ) y corno se a d n e n ^ d
Parecidas y rcbc.onatb» con composiciones análogas son b Virgen orante dc l i colección P.rdo, París
crucifijo reahsta Chacia .510) d e b r a z o s p l e g a b l e s d e l S t a d u n u s e u . n d e D o b e l n , en Sa n.a (cfr. Tnpp, Oe
JO
en J. I-.évaiu-Boccador y E. Bresset, Suttaauc medieval,de to/leetton, Neuilly, 1972. I I , p. 126, y b Dolorosa de
handelnde B.iehrvr*. c i t . . p . I 7 6 ) ; p e r o e n e l O i s t o v a l d o s t a n o n o se n o t a n huellas cvden.es de un amnoos**- Saint-Dalinas-du-Plan, Alpe, Maritimes. reproducía en Van ratyvwr anaen dan,le comiedeNice et en Proven-
l a r . >- e s t o , q u i z a , h a b r í a s i d o m á s p e r t i n e n t e e n l a i c o n o g r a f í a d e C n s t o c o m o Schmerzensmann, quemuesmü ce. Exposttion d'art nligieux aneen (Niza, febrero-abril de 1932), Niza, 1932, p. 174.
herida del costado- ,
*« T ä u b e n . MetxelalteH.Jsc Kmze/Lre. o t . . p. 49. yj. Inpps. Das handelnde Bddxrerl; a t , p. 141, rrun enrr,QX
u
m a y o r de la p a r r o q u i a , un g r u p o plástico que no sabe designar con un nombreespedfico. \ e n vesnda «le v i u d a s o s t i e n e e l c u e r p o , m á s p e q u e ñ o , de C r i s t o en posición frontal,
p e r o del q u e capta la i c o n o g r a f í a esencial: « U n a imagen de Alaría que tiene en brazos al * en la P i e d a d c o n s e r v a d a e n e l c a s t i l l o de W i k o n (cantón de L u c e r n a ) . L a rnás a n -
H i j o f l a g e l a d o » , es decir, un C r i s t o marcado por las heridas de la Pasión' . Con un enfo- 0
i i de las Piedades q u e se c o n o c e n e n P i a r n o n t e , la talla VcsperbÜd venerada e n la i g l e -
que a n á l o g o , se designa u n grupo de madera en las escrituras contables de la corte dí M. le San N i c o l á s e n O r t a <íig. 6), e n la q u e la V i r g e n d o l i e n t e aprieta en la m a n o i z -
F e l i p e de B o F g o ñ a , en la m i s m a é p o c a en que los miniaturistas de Jean de Bernindu-
5 3 quierda u n p a ñ u e l o , se l o c a l i z a e n u n área p r ó x i m a a los trayectos que unían el N o v a r c s c
coi li >s pasos de los A l p e s y d e A l e m a n i a . L a P i e d a d de O r t a se puede r e l a c i o n a r con los
y e r o n e n los libros de horas i m á g e n e s de la Piedad que combinan esquemas septentno-
grupos de N i e d e r k y l l , e n P r ü m , R c n a n i a . y d e l c a s t i l l o d e S c h e n k o n ( L u c e r n a ) , asi c o m o
nales e italianos''-. E n los territorios i»ermámcos, la contemplación del lamento de Mana con los de R c m o n o t y d e R o c h e les C l e r v a l , e n el F r a n c o C o n d a d o , t a m b i é n parecidos
s o b r e el H i j o bajado de la c r u z había inspirado la que probablemente tuvo mejor fortuna en el g e s t o de la V i r g e n " . D e s d e el i n i c i o d e l Q u a t t r o c e n t o , estos g r u p o s reflejan, en
6
de estas « i m á g e n e s de d e v o c i ó n » : aquella que una crónica colonesa del siglo wn, al re- simetría ideal, una serie c o n t e m p o r á n e a de V í r g e n e s sentadas c o n e l N i ñ o , d i f u n d i d a s
entre la r e g i ó n r e n a n a y la s u i z a ; u n a , de Issogne, se conserva e n las colecciones de la
ferirse a las i n d u l g e n c i a s anexas desde 1298 al simulacro conservado en la iglesia de los
61
Mjljno-. distingue, como antes F. Panofsky, Earty Netherlandish Painting lis Ongin and Charatter, Cambridge
Mass., 1953, I , p. 262 |cd. cast.; Lot primitivosflamencas. Madnd. Cátedra, 20O9J, dos fuentes iconográficas: la
J
" C f r . Q r l a n d o n i . Aixbttetnira. cit-. p. 2 8 1 -
escena de la Lamentación y la Virgen de la Humildad.
«•Visita d e l 2 0 d e s e p t i e m b r e d e 1 4 1 6 : - u n a ylTOgP b e a t e M a n e tenens , n humero Jitium HflgdlHW*
" C f r . E Suso, Opere spirituali, cd. R. De Biasio, Alba, 1971, en concreto II libro della divina Sapienza, cap.
» M a n d a t o d e l 4 d e ¡ u l i o d e 1 3 8 8 p a r a e l s u m i n i s t r o d e - u n e y n » g e de N u t r e D i m e teñan, en son pro*
u n e a u t r e v m a f c e d ' u n D i e u d e P i t i e et p u u r d e u * y m a i g e s d a n g e s t o u s d e b o y * ^ TtltZtn XIX, pp. 318-í 19, ibid.. I lotvlogitmi Sapientiae, libro I , cap. XVI, p. 881.
e
i n t e r p r e t a r a c o n f o u n a a s o l a c i ó n d e la » n a g e n d e .María c o n la * l A M « " ' W Ruppen, «Der Skulpturenfund von Leuk (1982)», ZeiUcbrififurSthv'eizeristbeArchàeologieiindKunst-
pietZ A n ä l ö g a m c u W e i . P a d u a , e n 1 4 2 9 . e l c o n t r a t o c o n e l q u e EgKÜO de W i e n e r Neustadt se ReS(l'tcbteXHvm), pp. 241-268.
\ c X a V e l g r u p o e n p i e d r a q u e se c o n s e r v a e n S a n t a S o f í a , h a b l a de « u n a m y m a g e r n r ^™ Zl "D.Jorioz, ficha 101. en Castclnuovo y Gramática, // Gotico nelle Alpi, eie., p. 668.
"•Cfr. Kronig, Rheinische Vespertnlder, eie, pp. 153-1 S4;J. Baum, Die Itizeriier Skulpturen bis zum Jahre 1600,
c u m C r u e i f i t s o m b r a c l u . s » . C f r . E . R i g o n i . - L o s c u l t o r e E g i d i o da U e n c r Neustadt a * * * * * * * « ° »
Lucerna, 1965, p. 4 1 ; M . Ferry, Werges etanioises, Besaron, 1946, pp. 38 y 129.
rie della R. Accademui d, Scienze. Uttere e Ari, m Padova « . s.. X L V 1 ( 1 9 3 0 ) . p . 6
I . Fuiterer, Gotische Bildwerke der deutschen Sebu-eiz 1220-1240, Augsbnrgo, 1930, p. 27, y E. H . Rciners,
M
t M . M e i s s , Prence Pamnng tu the Teme a/Jean de Berr>: Tbc Ulte fourteentb Century<mt******* Biirgundtsch-alniianniscbc Elastik, Estrasburgo, 1943, pp. 62 y 318, piensjii que el prototipo de tales Vírgenes era
Duke. L o n d r e s , 1 9 6 " , p p . 1 8 5 - 1 8 6 . , „ , , ^ . • .wni venerado en un santuario <lc la Suiza alemana; G. Cawjiia, ficha 15, «Notre Dame de Lausanne, églíse de la
- W . K r ö n i g . « R h e i m s c h e V e s p e r b i l d e r aus L e d e r u n d i h r U m k r e i s . IVatlraflöcbatU-Jabrbuib m Gruyere», en Tréson d'art relìgieux en Pays de Vaitd, catálogo de la exposición (Lausanu, 15 de ncruhre-12 de
diciembre de I 982), Lausana, 1982, p. 46, destaca una versión de la veneradísinia Virgen de Lausnila.
(1962)^98^ ^ p i e i a r i s „, d t . p . 2 6 6 ; H . S w o r z c n s l a , - Q u e l l e n zum deutschen Andacht»,
ZcitselnittfùrKitnst^scbicbte I V ( 1 9 3 5 ) , p p - 1 4 1 - 1 4 2 . M c i s s . Frcncb pamting, d t , p p .
g u n o s e j e m p l o s o f r e c i d o s p o r la p i n t u r a i t a l i a n a d e l T r e c e n t o - d e la P i e d a d siencsa del tercer caino ddTh>
e e n t o e n el M u s é e D a v i d d e A n g e r s a la t a b l a d e la c o l e c c i ó n M a r t i n L e R o y e n París, atribuida a G I O W U K I J
i
56 A R T E E HISTORIA E S I * I' D A D M I D I A III
Introducción
' lienta la leyenda que las autoridades romanas ordenaron a san Lorenzo entregar el
tesoro de la Santa Iglesia. Entonces, Lorenzo reunió a los pobres y los presentó ante
dichas autoridades declarando: «Estos son los tesoros de la Iglesia». Puede que los po-
Figura 6. S u i z a , Piedad, madera policromada, inicios del siglo xv. bres lucran el tesoro de la Iglesia de Roma en sus primeros años de existencia, pero,
muy pronto, las iglesias cristianas empezaron a acumular tesoros de oro, plata, tejidos
p l i o , de fecha m á s o m e n o s c o e t á n e a , se venera en el s a n t u a r i o de Soviorc en Monteros- preciosos, libros y otros objetos de valor destinados a las funciones de la propia liturgia
so. P o r o t r o s m e d i o s y de m a n o s d e artistas f o r á n e o s , en los primeros decenios del siglo (que se llamaban ministeria en algunos inventarios tardomedievales), objetos preciosos
b a j ó a la I t a l i a n o r o r í e n t a l la « b e l l a P i e d a d » d e l « e s r i l o dulce» austríaco y bohemio . usados para decorar la iglesia (ornamenta) o simples objetos de valor, disponibles para
D e s d e a q u í , desde l o s A l p e s , el Vesperbild se d i f u n d i ó e n réplicas hechas en serie (hasta b ser vendidos en caso de necesidad: para la iluminación de la iglesia, las reparaciones y la
I t a l i a c e n t r a l ) y d e s p u é s f u e e l a b o r a d o en versiones locales; además, en eltímpanoescul- construcción.
p i d o en 1 3 9 3 p o r J u a n d e F e r n a c h para la p u e r t a de la sacristía meridional de la catedral Hacia el siglo m , seguramente, tanto las iglesias cristianas como los templos paganos
de Alilán, el t e m a ya se presentaba a m p l i a d o en la escena de la Lamentación, más con- poseían importantes colecciones de vasos, tejidos y libros. Los templos adquirieron in-
f o r m e a la t r a d i c i ó n i t a l i a n a . gentes cantidades de riquezas, tanto con los exvotos como con las ofrendas, donaciones
hechas con antelación para conseguir los beneficios esperados de los dioses. Estos tem-
plos, que en teoría eran sagrados, a menudo eran saqueados o, en tiempos de extrema
escasez, los bienes acumulados podían ser expropiados por caudillos necesitados. Aunque
convertida en leyenda, la historia de Lorenzo, responsable en tanto que diácono de los
bienes de la Iglesia y a quien se le ordenó que entregara los tesoros, da cuenta de un tipo
de confiscación que en la Antigüedad se consideraba un suceso normal. En la era cristiana,
la tradición que llevaba a acumular tesoros en forma de vasos sagrados, objetos litúrgicos,
ricos tejidos y libros usados en los oñeios se desarrolló según las mismas costumbres. Lo
mismo sucedió con las prácticas que contemplaban la venta de tesoros, en el caso de que
las iglesias o sus comunidades se encontraran en momentos de escasez, o con los saqueos
perpetrados por ejércitos enemigos. En el curso de la historia, es característica la vida
íluctuante de los tesoros de la Iglesia, con la adquisición de nuevos objetos y transforma-
ción, embellecimiento o eliminación de los viejos.
el a n t i g u o r i t o g a l i c a n o e l tttrris. L o s r i t o s o r i e n t a l e s i n c l u í a n también una «llave» li- ••. ntras que la presencia de cálices, patenas y copones es una constante e n el c o n j u n -
r g i e a p a r a la p r o t e c c i ó n d e la e u c a r i s t í a y u n a c u c h a r a e u c a r í s t i c a . io i » \ .ISIIS sagrados usados para la c e l e b r a c i ó n de la eucaristía, otros tipos que figuran
en tesoros et I C M . I S I I C O S a p a r e c i e r o n y desaparecieron c o n el c o r r e r del t i e m p o , según
E l cáliz (cahx, uyphns. sctfiis, ciffus) e r a el vaso l i t ú r g i c o f u n d a m e n t a l - E n el curso de b tibios de la p r á c t i c a litúrgica. Es e l caso del funis, u n r e c i p i e n t e usado e n el rito
í n g i i e d a d y d e la A l t a E d a d A l e d i a , l o s c á l i c e s se h i c i e r o n en una amplia gama de materiales gal i i a n t e s d e l s i g l o IX, pura l l e v a r al altar e! p a n para consagrar. L a pieza en cuestión
f o r m a s . L o p r i m e r o d e p e n d í a d e la p r o s p e r i d a d d e la iglesia y de la generosidad delosdo- desapareció' d e l ajuar l i t ú r g i c o e n c o n c o m i t a n c i a c o n la desaparición del p r o p i o rito. T o -
i n t e s . A m e n u d o , se r e u t i l i z a b a n c o p a s p r o f a n a s anturuas d e materiales preciosos y se cm- d.n . mas s i g n i f i c a t i v o es el caso de \a fístula ( o caima, adamas, siphón), u n ripo de pajita que
eaban c o m o e á l i c e s . L o s vasos p r e c i o s o s r o m a n o s , d e ó n i c e , y sasánidas. de enstal de roca, » 1
illa e n ] j A l i a E d a d M e d i a para s u m i n i s t r a r el v i n o consagrado a los laicos. L a fistala
-an e s p e c i a l m e n t e a p r e c i a d o s . K n c a m b i o . los c á l i e e s m i s c o m u n e s er.in de madera, udnoo pan e n c o n t r a r su o r i g e n e n R o m a , e n el siglo v i n . antes de aparecer e n Francia e n los
l e t a l . L a p l a t a y el o r o e r a n , e n c u a l q u i e r e-aso. los m a t e r i a l e s privilegiados. Con el tiempo, siel'' M K C S I \ O S . |- ii |ns siglos X I y x n se difundió p o r toda E u r o p a para desaparecer des-
ptte*. g r a d u a l m e n t e , a l i g u a l que la práctica de p e r m i t i r á los laicos que r e c i b i e r a n la euca-
c o s t u m b r e i m p u s o el a b a n d o n o d e los m a t e r i a l e s o r d i n a r i o s a f a v o r de la plata y. cuando en
ristía bajo las especies d e l p a n y d e l v i n o . E l uso g e n e r a l i z a d o de la fístula e n la Iglesia ca-
o s i b l e . d e l o r o . MI c u e r n o o el m a r f i l , m a t e r i a l q u e se u t i l i z a b a n o r m a l m e n t e para la realiza-
m i n a r o m a n a finalizó c o n e l E d i c t o d e Constanza y la prohibición de o f r e c e r l a copa a los
ión d e vasos para beber, f u e p r o h i b i d o p o r u n s í n o d o a n g l o s a j ó n y decretado inadecuado nicos, SI b i e n este o b j e t o l i t ú r g i c o siguió siendo usado ocasionalmente p o r el c l e r o . L a
ara c o n t e n e r la s a n g r e d e C r i s t o a causa d e la a s o c i a c i ó n e n t r e d i c h o inatenal y la sangre fístula era n o r m a l m e n t e de plata y, m á s r a r a m e n t e , de o r o .
n i m a l . K n o t r o s l u g a r e s , f u e r o n la m a d e r a y el v i d r i o los q u e se f u e r o n eliminando progresi-
J u s t o c u a n d o la fistala estaba desapareciendo, u n nuevo o b j e t o l i t ú r g i c o , el ostenso-
a m e n t e , así c o m o el b r o n c e , el c o b r e y el p e l t r e . C o n el t i e m p o , el material más usado pan
rio o c u s t o d i a (ministraana, tahemaatlum, custodia), se introducía e n la l i t u r g i a en rela-
os eálices f u e la p l a t a . E n c u a n t o a la f o r m a , era la de las copas para beber dotadas, o no, de
ción c o n la i n s t a u r a c i ó n d e la n u e v a fiesta d e l Corpus Cbnstú e n 1264, d u r a n t e el papado
i s a s o d e base. A p a r t i r d e l s i g l o XIII se d e s a r r o l l ó u n a m a y o r u n i f o r m i d a d tipológica, que
de U r b a n o LV. Esta pieza e x h i b í a la hostia consagrada que se veneraba d u r a n t e los ritos
ncluía una base c a r a c t e r í s t i c a , q u e servia d e p i e , y u n nodos, o n u d o central, en el fuste. asociados a las a d o r a c i o n e s q u e , cada vez c o n m á s frecuencia, se sucedían fuera de la
L a p a t e n a (patina, patera, paraopsis) es el r e c i p i e n t e r e d o n d o sobre el que se pone la c e l e b r a c i ó n de la e u c a r i s t í a . D i c h o o b j e t o e v o l u c i o n ó a s u m i e n d o una a m p l i a gama de
f o r m a s , m u y p a r e c i d a s a las d e los r e l i c a r i o s , t a n t o que e n algunas zonas se lo llamaba,
l o s t i a p a r a c o n s a g r a r l a . L a s p r i m e r a s p a t e n a s p r e s e n t a b a n u n a g r a n variedad de formas,
precisamente, trliquutiv o rglujuiarum. P o r l o g e n e r a l , la custodia estaba c o n s t i t u i d a p o r
p e r o , desde e l s i g l o x , e l o b j e t o a s u m i ó u n a f o r m a c i r c u l a r c o n u n diámetro de doce a
una base, u n f u s t e y u n a v e n t a n i t a d e v i d r i o o c r i s t a l a través de la cual los fieles podían
v e i n t e c e n t í m e t r o s . A l i g u a l q u e c o n l o s c á l i c e s , p a r a su e l a b o r a c i ó n se empleaba un gran
ver la h o s t i a .
n ú m e r o de m a t e r i a l e s , si b i e n la d e s a p a r i c i ó n d e l v i d r i o , el e s t a ñ o , la madera y el bronce
a f a v o r de la plata se f u e p r o d u c i e n d o g r a d u a l m e n t e . H a c i a el s i g l o x, el uso de este ma-
t e r i a l se c o n s i d e r a b a la n o r m a , a u n q u e , s e g ú n e l t e s t i m o n i o de R e g u í o de Prum, una
Objetos no litúrgicos
iglesia p o b r e p o d í a , e n c u a l q u i e r caso, usar e l e s t a ñ o .
C o n el t é r m i n o c o p ó n (cihorium) se d e s i g n a , e n é p o c a m o d e r n a , el recipiente de las A d e m á s de los o b j e t o s q u e se u t i l i z a b a n d i r e c t a m e n t e para la celebración de la euca-
hostias consagradas; s i n e m b a r g o , d u r a n t e la E d a d M e d i a i n d i c a b a u n templete puesto ristía y q u e c o n t e n í a n el p a n y el v i n o consagrados, e l r i t o o c c i d e n t a l desarrolló una
sobre el altar, u n c o f r e r e l i c a r i o o t a m b i é n u n a e s t a t u a . L o q u e h o y llamamos abono vasta a p o l o g í a de vasos n o l i t ú r g i c o s que f o r m a b a n parte, de una u o t r a manera, de los
c o r r e s p o n d í a , en g e n e r a l , a la capsa, capsula, capa, archa, reposiroria?//, rbeca, tahcmaculum tesoros e c l e s i á s t i c o s . A l g u n o s de ellos, d e f i n i d o s precisamente c o m o vasa non sacra, se
o, c u a n d o tenía f o r m a d e p a l o m a , colawha. E l t é r m i n o />/>, píxide, que en la Alta Edad
M e d i a a m e n u d o i n d i c a b a el r e c i p i e n t e en el q u e s e l l e v a b a la eucaristía a los enfermos,
260 A B T E t H I M O R U t\ i \ E i» \i> M i u n I I I
paredes d e la iglesia, s i n olvidar, n a t u r a l m e n t e , los libros, sobre todo l o s miniados, con en- kilos de OTO y las } " rondadas de plata. La cuidadosa anotación de los pesos pennite suponer
que i des piezas m • se consideraban simples vasos y objetos sagrados y litúrgicos, sino autén-
c u a d e m a c i o n e s p r e c i o s a s a m e n u d o realizadas c o n niélales preciosos)' marfil.
ticos tesoros de la Iglesia que se sumaban a las tierras, capaces de producir una renta . 3
d e los p r o p i o s testamentos y registrados e n la h a g i o g r a f í a tardía, según la tradición de siglo ix y de la primera mitad del xu).
Líber Ptrnufiialts. o e n las gesta cspiscoponwt, es decir, las recopilaciones de vidas de obispos,
l a m i n e n es posible encontrar el registro d e l o s objetos lirúrgicos que acumula, junio a por ejemplo, el llamado « c e t r o de Dagoberto», se habían atribuido a la generosidad del
soberano. También el trono de Dagoberto (fig. 1), que cabria fechar en el periodo mero-
tierras y siervos, el c o n j u n t o d e las posesiones d e u n a nueva iglesia. Cuando, por ejempo.
vingio por sus elementos más antiguos, podría haber sido una donación del rey, pese a no
e n 7 8 8 o 7 8 9 , u n tal E t p u r c h y su h i j o I n t o c o n s t r u y e r o n u n a iglesia en la diócesis de Pas-
aparecer documentado hasta el siglo x u . Dagoberto n o fue el único patrón real de Saint-
sau. la dotaron de u n cáliz y u n a patena de plata, dos casullas, un alba, seis pares de guantes Denis; probablemente su mujer Nantilde también realizó considerables ofrendas al san-
y dos corporales, a d e m á s de terrenos y s i e r v o s . P o s e e m o s informaciones espeaalmente
4
ruano. Durante la Edad Media, fueron las reinas y las mujeres de la aristocracia las que
exhaustivas relacionadas c o n el tesoro de S a i n t - D e n i s , q u e h a sido objeto de importantes realizaron las mayores contribuciones a estos tesoros eclesiásticos.
estudios desde sus o r í g e n e s hasta la R e v o l u c i ó n francesa, si bien sólo pocosfragmentosse A lo largo del siglo v u i , el tesoro del monasterio obtuvo nuevas donaciones impor-
han salvado de la d e s t r u c c i ó n deliberada, de las p é r d i d a s debidas al descuido y de los robos tantes ofrecidas por la familia real de los Carolingios, comenzando por Pipino I I I (el
llevados a cabo durante el periodo r e v o l u c i o n a r i o - 5
Breve) y por su mujer Bercrada. Donaciones de este tipo, incluidas algunas puertas recu-
biertas de o r o , plata y marfil, una de las cuales debió de realizarse en el siglo xa, prosi-
Se tiene u n t e s t i m o n i o a n e c d ó t i c o d e l t e s o r o c u a n d o este se cita en las Hittotwdt
guieron bajo Carlomagno y Carlomán. L a mayor parte de las contribuciones carolingias
G r e g o n o de T o u r s . q u e c u e n t a c ó m o dos s o l d a d o s d e l rey Sigeberto I (575 d-C.) habían
al tesoro de Saint-Denis se concentra alrededor de mediados del siglo i x , a partir de
intentado r o b a r u n tejido de plata, d e c o r a d o c o n o r o y piedras preciosas, que cubría la
Carlos el Calvo. Había también evangeliarios con encuademaciones e n o r o y marfil,
tumba del santo junto a u n a p a l o m a d e o r o suspendida sobre la tumba. Ai inicio dd siglo copas, bandejas y vasos antiguos y obra de artesanos sasánidas en cristal de toca, sardó-
v n , el rey m e r o v i n g i o D a g o b e r t o d i s p e n s ó importantes donaciones al monasterio, que nice y serpentina, además de elaboradas decoraciones para el altar, c o m o el cofre de
incluían reÜquias y objetos d e o r o realizados p o r E l i g i ó , el m á s grande orfebre del remo Carlomagno, u n relicario de 1,1 metros de alto y 82 centímetros de ancho, decorado con
E n t r e estos objetos había u n a gran c r u z d e o r o c¿oisotme\ de m á s de dos metros de airo, que más de 700 perlas, 2 aguamarinas, 8 rubíes, 11 amatistas, 135 esmeraldas, 209 zafiros y
dominaba el altar mayor. D e esta e x t r a o r d i n a r i a c r u z , destruida junto a la mayoría del 22 granates, todos engarzados e n o r o . 6
L o s i n v e n t a r i o s d e las i g l e s i a s h a c e n s u p r i m e r a a p a r i c i ó n h a c i a finales del siglo vni y fisrulae de p l a t a , vasos, c a n d e l a b r o s , b r a s e r o s de plata para i n c i e n s o , albas, túnicas de seda
y una serie d e l i b r o s , c r u c e s y o t r o s o b j e t o s l i t ú r g i c o s .
12
tanto por el valor estético como p o r la i m p o r t a n c i a asumida por los objetos en cuanto
testimonios de la antigua devoción de que había gozado Saint-Denis durante siglos, fue
probablemente redactada por escrito para r e b a t i r la condena de estos tesoros o de los Carlomagno», el «bastón de Saint-Denis» y las coronas reales. Soberanos como Felipe Au-
gusto lucieron ulteriores donaciones, que incluían tejidos de seda para cubrir la tumba del
ornamenta lanzada por Bernardo de Claraval (1090-1153). Bernardo reconocía el hecho
santo. En el siglo xiv, los tesoros se enriquecieron con los bustos relicarios de san Dionisio y
de que la Iglesia secular, guiada p o r los obispos, intentaba despertar la devoción camal de san Luis, y con otros objetos, como la estatua de plata dorada de la Virgen donada a la
de la plebe decorando las iglesias, ya que la gente o r d i n a r i a era incapaz de una devoción iglesia por Juana de Evreux (íig. 3). En cualquier caso, como en el pasado, el tesoro estaba
espiritual. Sin embargo, en las iglesias monásticas condenaba la proliferación de objetos sujeto a la rcapropiación en tiempos de escasez financiera. De hecho, Felipe V I tomó presta-
de oro y relicarios, el uso de gemas suntuosas y colores vivos, argumentando que cosas das siete coronas de oro y una cruz donada por Felipe Augusto. De la misma manera, cuando
así no inducían a la gente a la oración, sino más bien a realizar donaciones. Los objetos Juan el Bueno fue rehén de los ingleses durante la Guerra de los Cien Años, se requirió el
preciosos y de carácter artístico, argumentaba también Bernardo, inspiraban mas b tesoro de Saint-Denis para dar un carácter más congruente a la donación para su rescate.
admiración de lo bello que la veneración de l o sacro'* - 4
Otro tesoro particularmente rico se acumuló en la basílica de San Marcos en Venecia.
En la defensa de los objetos sagrados c o m o i n s t r u m e n t o de elevación espiritual, desde el Mientras el tesoro de Saint-Denis, como muchos otros en Europa, creció gracias al pa-
mundo material al inmaterial, Suger se encontraba en mayor sintonía con sus contemporá- trocinio de reyes y aristócratas, los venecianos enriquecieron San Mareos con el botín
neos y con sus sucesores que Bernardo con su condena. En el siglo xiu se verificó un aumen- conseguido en los saqueos del Imperio de BÍzancio . La basílica era también la capilla
lS
to del depósito de insignias reales en Saint-Denis. E n t r e ellas estaban las regalía usadas du- del dux, y el tesoro de !a Iglesia y el del Estado veneciano se confundían. La responsabi-
lidad del santuario estaba en manos de procuradores que controlaban las reliquias y el
rante las coronaciones y, por lo tanto, objetos c o m o espuelas, la llamada «espada de
11
Suger de Saint-Denis, L'Oeuvre administrativa ed. E Gasparri, libro IT, cap. V U i : DeomanattiiaUa. ,
H . R. Hahnloser, // Tesoro di San Mano, 2 vols., Florencia, 1 9 6 5 - 1 9 7 1 .
París, [996, pp. 122-155.
"Bernardo de Claraval, Apología ad Guilielmum, cap. XIT. PL, v o l . C L X X X I T , cois. 914-991.
268 AuTt E HISTORIA E N LA E D A D M F . D M 111
tesoro de la Iglesia. La parte más importante del tesoro provenía del saqueo ele Constan-
tinopla, ocurrido durante la cuarta cruzada, y comprendía tesoros robados del monaste-
rio del Pantocrátor, la colección más rica existente en Constantinopla. Allí se incluían
importantes opas VentxiuTtmi, placas decoradas con esmaltes que se usaron para engran-
decer la Pala d'Oro (fig. 4).
E l botín llevado desde Constantinopla terminó, además de en Venecia, en varias lo-
calidades de la Europa OCádt mal. incrementando los tes» 11 i >s de otras iglesias e influyen-
do en las formas de los relicarios y de los vasos sagrados. Fue precisamente la importa-
ción de reliquias desde . v lo que acabó p o r d e t e r m i n a r la construcción de la
Sainte-Chapelle (1248). un adera «capilla relicarios destinada a custodiar las reli-
quias de la Pasión adqui .1 rey L u i s I X . L a capilla fue construida copiando el
proyecto de la capilla c Jor de Bizancio, que bahía alojado la colección mas
importante de reliquia • ', o.
para afrontar las necesidades de la Iglesia o de la monarquía. Asimismo, los tesoros esta-
ban expuestos a las calamidades naturales y a los incendios. E l incendio de San Marcos
de 1231 causó graves daños la capilla del tesoro. Sin embargo, hay que decir que los sa-
queos sistemáticos operados durante el periodo de la Revolución francesa, (unto a I3S Introducción
guerras napoleónicas, se pueden considerar catástrofes sin igual. Siguiendo, por ejemplo,
el destino de los tesoros arriba citados, observamos que el tesoro de Saint-Denis fue
confiscado y fundido en 1793 por la revolución. D e su riqueza quedan sólo pequeñísimos Se cuenta que, en Hollywood, un magnate del cine quena atraer a su estudio a un
fragmentos, mientras que del tesoro de la Sainte-Chapelle n o queda prácticamente nada. hábil y joven agente que tenía contratadas algunas estrellas. «¿Por qué tendría que tra-
De la misma manera, con la caída de la República de Venecia, en 1797, Napoleón ordenó bajar para usted?», preguntó entonces el joven empresario. «Porque yo tengo un Picasso
que toda la plata que no fuera estrictamente necesaria para el culto fuera confiscada. Más y usted no», fue la respuesta . Más que sobre lo que los economistas llaman «velocidad»
2
de quinientos kilos de objetos preciosos fueron sacados de San Marcos y ocho personas de los objetos, o sea, la rapidez con la que pasan de un propietario a otro, la anécdota dice
fueron las encargadas de recuperar perlas, hilos de o r o y otros elementos ornamentales mucho sobre el poder que se deriva, también en el mundo contemporáneo, de la pose-
de los bordados decorativos de lo que había sido el Palacio D u c a l . Cuando los ausmacos sión de imágenes y sobre la estrecha relación entre tal posesión y el prestigio. Según al-
se adjudicaron Venecia, en 1798, y ordenaron restituir los tesoros de la Iglesia, más de gunos, este tipo de asociación no se planteaba en la Edad Media y menos aún en Bizan-
trescientos mil ducados habían sido sustraídos del conjunto del tesoro en un arco de cio, donde los productos de lo que nosotros llamamos arte se hacían «para mayor gloria
tiempo que cubría más de m i l años. de Dios»; nunca se habían considerado mercancías, ni que necesitaran restauración; su
valor estético y espiritual se consideraba de tipo absoluto, o sea, independiente de quien
los poseía o los había poseído. La confutación de estas afirmaciones es una finalidad,
aunque no la principal, del presente texto cuyo objetivo es indagar en la existencia y re-
1
F. Nietzsche, « T h e Genealogy of Morals-, ensayo I I , cap. X I I , en The Birth of Tragedy and The Genealogy
ofMorals, Nueva York 1056, p. 209 (ed. cast.: La geneahgia de la moral, Madrid, Alianza, I975, pp. 87-88],
J
' L . Mirshlierg, -Michael Ortiz is on the Line», The New York Thncs Magazine, 9 de mayo de 1999, p. 46.
270 \«TE E iiisToat* I N i t É S A B M i b n 111
la d e s t r u c c i ó n .
1 Parre d e la t r a d i c i ó n h i s r o r i o g r á f i c a o c c i d e n t a l d e d i c a d a al arte b i z a n t i n o l o ha c o n s i -
derado desde u n í p e r s p e c t i v a d e a t e m p o r a l i d a d y d e a u t o n o m í a d e las circunstancias
E n el p r i m e r e p í g r a f e e c h a r e m o s u n a r á p i d a o|eada a l a s c o n d i c i o n e s d e producción
históricas. l , a d i m e n s i ó n e s t é t i c a s i g u e s i e n d o s u m a y o r m é r i t o e, i n c l u s o c u a n d o u n
de tales obras; p e r o es la d i s t i n c i ó n t e m p o r a l , e n t r e p r o d u c c i ó n y c o n s u m o , la que resul-
ejemplar se Ve e n n n á m b i t o m á s a m p l i o este es, p o r f o g e n e r a l , el esquema abstracto d e l
ta f u n d a m e n t a l e n este e n s a y o - D e h e c h o , m i se t r a t a d e u n a h i s t o r i a s o c i a l d e l arte bi-
« d e s a r r o l l o - e s t i l í s t i c o , c o m o si s u v a l o r fuera i n d e p e n d i e n t e d e las c o n d i c i o n e s que h a n
z a n t i n o , s i n o de u n a n á l i s i s d e ! p a p e l d e l o s o b j e t o s , a v e c e s i m á g e n e s , e n la sociedad bi-
i n f l u i d o e n au e n a c i ó n y d i f u s i ó n . B i e n es v e r d a d q u e n u m e r o s a s creaciones b i z a n t i n a s
zantina. U n a d i f e r e n c i a q u i z á .. <da e n l a d i s t i n c i ó n , p o r u n a p a r t e , e n t r e u n Vermecr.
p a n - 1 n d c s c i i i d . n t a n t o el c o n t e x t o q u e a veces parecen e n g a ñ o s a s a p r o p ó s i t o . E l f a m o -
que representa a u n a m u i c r e •-.<• t r a n q u i l a m e n t e u n a c a r t a o . c o n l a m i s m a calma, so o " a l o de J u s t i n i a n o , T e o d o r a y e l c o r r e s p o n d i e n t e s é q u i t o e n San V i t a l se realizó e n
v e r t i e n d o la leche e n t i e m p o s ? u . x i o n e s e c o n ó m i c a s \ p o l í t i c a s e n H o l a n d a -con- una - l . i d q u e p a r e c e q u e la pareja i m p e r i a l n u n c a h a b í a visitado. S i n e m b a r g o , este
traste que se r e f i e r e a l a p e r m d e l o d o m é s t i c o , o s e a . d e l o s o c i a l , frente a un dan • < e x i m e al i n t é r p r e t e d e h o y de la necesidad d e c o m p r e n d e r q u e los r e t r a t o s i m p e -
mundo más amplio, e n \ n e n u n a é p o c a e n l a q u e H o l a n d a vivía nempos riaK en K . n e n . i . « o r n o e n o t r o s lugares) tenían la marca de la v e r d a d y q u e . al menos, este
a g i t a d o s - , y. p o r o t r a , u n V e r ¡ u i n d o p o r P e d r o e l C . r a n d e , e n u n a c t o que, si bien retí era la i m a g e n d e la a u t o r i d a d e n una c i u d a d r e c i e n t e m e n t e reconquistada y, p o r l o
indica el r e f i n a m i e n t o e u l t u i i n - r r u r a a O c c i d e n t e y a sus v a l o r e s civilizáronos por tañí- i nagen de pnte de pussesstoa. E n otras palabras, la biografía del e m p e r a d o r era menos
p a n e de q u i e n l o ejecuta, e s m e i m i p l e t a m e n t e a j e n o a l p i n t o r , q u e n o podía prever- ini|i. u n e q u e las i n s t i t u c i o n e s (rotnauitas y c r i s t i a n i s m o o r t o d o x o ) que representaba. A l
igual i|uc las c e r e m o n i a s d e c o r t e , l o s m o n u m e n t o s d e este tipo i n t e n t a b a n o f r e c e r una
lo y que, p r o b a b l e m e n t e , u n i c o e s t a b a m u y c o n s i d e r a d o p o r s u s p r i m e r o s clientes
forin.i \ isual d e d i v e r s o s aspectos d e la a u t o r i d a d i m p e r i a l y, a s u s e r v i c i o , usaban u n v o -
holandeses. E n este caso, p o d e n i ' S i n d i v i d u a r l o s m e c a n i s m o s s e g ú n l o s cuales las obras
c a b u l a r i o s i m b ó l i c o p a r e c i d o a l d e tales c e r e m o n i a s . 7
p r e p a r á n d o s e p a r a e n t r a r e n c a m p a ñ a , c o l g ó l o r i g a , espada y e s c u d o de la p u e r t a C h a l k e ,
fardel) una m o n e d a <o u n a n i l l o c o n s e l l o ) . E l s i g n i f i c a d o d e e s t a a n é c d o t a n o reside en
4
cionar d e d e t e r m i n a d a s m a n e r a s , g e n e r a n d o p r á c t i c a s y a c t i t u d e s d e c a r á c t e r nonnamo,
de i n s i g n i a s y c o n las e x p e d i c i o n e s i m p e r i a l e s n o l o m e n c i o n a n . L o s signos, sean e m b l e -
aunque n i c o o r d i n a d a s n i g o b e r n a d a s p o r r e g l a s m a n i f i e s t a s d e m o d o consciente*. Para
ma nens o i c ó n i c o s , a l i g u a l q u e las p e r s o n a s q u e los e n t i e n d e n , t i e n e n existencias m á s o
nuestra finalidad, e n c u a n t o o b s e r v a d o r e s d e l a s f u n c i o n e s q u e l a s o b r a s d e arte cumplen menos largas. S u s e s p e r a n z a s d e l o n g e v i d a d p u e d e n a u m e n t a r gracias a la adaptación a
en esquemas m e n t a l e s d e ese t i p o , es i m p o r t a n t e c o m p r e n d e r q u e e l habitas puede cam- circunstancias c a m b i a n t e s , c o m o c u a n d o las filas d e o b i s p o s e n p o s i c i ó n f r o n t a l , que
biar, a u n q u e ese c a m b i o sea m á s l e n t o q u e e l d e l o s o b j e t o s . L o s i c o n o s d e la Aladre de m i r a b a n f i j a m e n t e d e s d e l o s á b s i d e s d e las iglesias p r i m i t i v a s ( f i g . l ) , b a j a r o n la m i r a d a
D i o s - i m á g e n e s b i z a n t i n a s c o n u n a i m p o r t a n t e v a r i e d a d d e c o n n o t a c i o n e s , entre ellas para leer l o s r o l l o s q u e t e n í a n e n la m a n o , p o r e j e m p l o e n S t a r o N a g o r i c i n o ( f i g . 2 ) ,
afirmaciones relativas a l a t e o l o g í a y a l a m a t e r n i d a d ( y a l a i n t e r a c c i ó n e n t r e estos ele- p a r t i c i p a n d o así d e l a l i t u r g i a e n u n s a n t u a r i o c u y o acceso, e n la é p o c a e n la que esta
m e n t o s ) - se p r e s t a b a n a ser i n t e r p r e t a d o s , d u r a n t e l a o c u p a c i ó n d e G r e c i a , c o m o repre- i m a g e n f u e p i n t a d a e n M a c e d o n i a , h a b í a estado d u r a n t e m u c h o t i e m p o p r o h i b i d o a las
sentaciones d e la p e r s i s t e n c i a d e la c u l t u r a g r i e g a . P e r o e n l a p r i m e r a m i t a d del siglo xx
Pan algunas consideraciones preliminares al ItWOCtO. cfr. A . C o d e r , -Uses o f Luxury: On the I'unctions
1 b
K s i a e r a , |Mir l o q u e p a r e c e , l a p o s i c i ó n d e H c n r i M a t i s s e , u n o d e l o s p r o m o t o r e s d e l a g r a n exposición
images. París, 19W, pp. 289-307. ' M . Mccormick, "Analyzing Byzantine Ceramics-, Jahrbuch dec iisterreiebistheii ItyzaiitinisiU- X X X V
( 1 9 8 5 ) , p p . 1 - 2 0 , e n c o n c r e t o 111.
Suetonio. 'iïbtiius. 58.
4
de i n objeto están envueltas en la más profunda oscuridad, desde las circunstancias que
aooi ipañan el nacimiento hasta las razones de su elección. Primero debemos considerar
esta infancia.
Condiciones de producción
y hablando más en serio, porque se trata de un tipo de consideración que concibe el arte
como una empresa autónoma cuando, de hecho, testimoniaba la autoridad de la tradi-
ción romana o de la ortodoxa, o de ambas, y respondía a la finalidad de perpemarlas. ÉO
tales demandas coincidían, de buen grado, tanto los que estaban lejos del centro del
poder -magnates locales que financiaban construcciones y decoraciones de iglesias-
como los usuarios que no disponían de fondos para comisionar los propios monumen-
tos. No es exagerado afirmar que en Bizancio nadie era ajeno a estos sistemas y, por lo
tanto, nadie los ponía en tela de juicio. Esperar encontrar en Constantinopla pintores
intencionadamente escandalosos, como Caravaggio, instituciones intencionadamente
rebeldes, del tipo de un «Salón des Refusés», o arquitectos conscientemente innovado-
res significa adoptar modelos no sólo anacrónicos sino también inconcebibles para la
sociedad objeto de nuestro estudio.
El modo en que este consenso se manifestaba en términos de continuidad temporal
se ve claramente en una iglesia, de la que ignoramos la dedicación original y que actual-
mente se identifica sólo con el nombre de la mezquita, Kalcnderhane Camü, que fue en
lo que se convirtió después de la conquista otomana de Constantinopla. Presenta una
planta de cruz griega con una amplia cúpula conforme a un modelo difundido en el siglo
I X , fecha propuesta por los estudiosos durante mucho tiempo. Hoy sabemos que se cons-
Sobre la relación entre la pintura mural de las iglesias y la liturgia, cfr., en primer lugar. S. E.J. Gcrsrel,
10
iruyó alrededor de 1200. dato que ha autorizado a los historiadores de la arquitectura el cnkolpion están representados en el anverso del mismo: una crucifixión convencional
que han modificado tan radicalmente la fecha a afirmar, de manera general, que «el vo- con una inscripción en la que Cristo es «El Rey de la Gloria», epíteto que aparece, de
cabulario de las soluciones proycctjvas*, o sea. la forma de cada elemento de la iglesia manera análoga, en un tríptico de m a r f i l " de la misma época que la placa de Vénecia. La
bizannna. estaba ya completo en el siglo v i . « P o r consiguiente, a ello siguió una histona finalidad tic quien se ponía este cnkolpion era, por tanto, claramente la gloria eterna, y
de variaciones» en el curso de la cual tales elementos - p u d i e r o n ser retomados según las Ieodoro y Jorge eran instrumentos para obtenerla.
circunstancias, mmierrumpidamente. a lo largo de los s i g l o s » . Las manifestaciones de 12 Como las figuras y textos del amuleto están hechas en un medimn costoso de esmalte
esta actitud mental en las artes figurativas afectan todavía más que la continuidad en ar- cloisonnc sobre fondo de oro, se puede pensar que fue realizado para una persona rica,
quitectura. Aquí, el claro deseo de perpetuar formas establecidas es evidente no sólo en probablemente un alto oficial del ejército. Persona que, sin embargo, no aparece identi-
las temáticas reproducidas en los objetos, sino en su disposición misma. Por consiguien- ficada en el objeto. Como veremos, este anonunato desaparece, gradualmente, después
te, la presencia y disposición de santos guerreros, c o m o T e o d o r o y Jorge, en el reverso del siglo xn; pero, de momento, la ausencia de los nombres del propietario y del autores
de un amuleto (cnkolpion) de Cleveland (iig.3). que se puede fechar a finales del siglo xi o menos importante que el lenguaje visual compartido por parte de artesanos activos a
distancia de siglos. Las producciones bizantinas testimonian esta continuidad de una
en los primeros años del xu, retoman características específicas de una placa de marfil de
manera que Rolarla Barthcs no podía siquiera imaginar cuando afirmó que «es el lengua-
\fenecía (fig 4), tallada, probablemente, un centenar de años antes. A menudo, ese tipo
je el que habla, no el autor»; afirmación que se remonta a no hace muchos años y que se
de penivencias se encuadran dentro de la rúbrica del conservadurismo, etiqueta que no
amolda, perfectamente, a la situación de obras realizadas hace ocho o más siglos.
explica las principales motivaciones que hay en la base de tal actitud. I loy en día, el ob-
jeto se consideraría un ornamento personal, pero el hecho de que ambas caras del amu- Pero para comprender la esencia de la creación artística bizantina es necesario liberar-
se de la concepción moderna según la cual quien ha hecho el objeto es el productor. Este
leto muestren un3 iconografía exquisitamente religiosa, testimonia la confian/a de quien
papel de productor se le asigna de hecho, en un gran número de textos, a quien lo ha fi-
lo posee en los santos guerreros, cuyo poder protector benefició a los griegos durante si-
nanciado. El mérito de la obra se atribuía al fundador de un monasterio, como al hipoté-
glos. Pero no se trataba sólo de la confianza en estas encarnaciones de la fuerza de proce-
tico general comitente del citado amuleto de Cleveland. De ahí se deriva que el concepto
dencia divina. Las fuentes de su poder y el altísimo destinatario de la fe de quien se pone
1 1
A Ciotilschmidt y K_ W e i t z m a n n . üie lyzanñnueben Klfcnbeiaskulpturcn des X.-XIII. Jabrhttnderts, Berlín.
i :
C L S m k e f y V. D K u b a n , Kaleiiderbane w Irranbul The liiuldwgl. weir Hirtory, Arcbsteeturc andDrr+ •T979.vol.Il. n. 39.
la obra de arte.
una tabla « n o h e c h a p o r m a n o s h u m a n a s » , q u e representaba a C r i s t o y, según se decía,
había s i d o e n v i a d a p o r e l S e ñ o r al r e y d e Edesa. L a i n t e n c i ó n d e l cronista es claramente
M
Para el impjcto sobre i J producción de e-ste anonimato sancionado socialmente, cfr. A. Cutlcr, «Tkt
Industrie* of A n - , en A_ K. Laiou n di. Ihstory of Byzatuiuin, Washington DC/Atenas, 2002.
" C & . B. Pnarakis, - L ' n groupe de crou-rcliquaires pectorales en bronze a decor en relief attnbuaUc i "J. O. Rosen qvist (ed.), The IjfeofSt. Irene, Ahbess of Cbrysolnlantoii, Uppsala, 1986, p. 96.
Consunrwoplc avec !c Crua&é ct la VtergC Kynoussa», C'nhicrs arcbéologiqaes X L V I (I'W8), pp. 81-10?. '"¡Ind., pp. 2-4.
" A l contrario, emees procesionales hechas de hierro por dentro, revestidas p o r dobles láminas de laion, '''Cfr. A. Grabar, L'iconotlnsjiie byzantin. Dossier archéologique, París, '1984, pp. 22B-231 (ed. cast.: La ìcono-
eran ta reproducción exacta de versiones m á s lujosas recu hienas de láminas de metal m á s precioso. Cfr., por tlaata bizantina, Madrid, Akal, 1998J.
ejemplo, D Buckton (cd.), Byzantiuni Treasures of Byzantinc An and Cubare frorn llriiisb Colleclioni, Londres, ' " C . de Boor y P. Wirth (eds.). Historia, Stuttgart, 1972, libro I I I , cap. I, § 11.
1994, nn. 161. 175 fM. M . Mango).
27S \ m r H K I O I M i •* i * Fnsn M I L I * 111
LA VIDA SOCIAI 01 ios OBJITO 279
il« l a d u r j s . d e s c u a r t i z a m i e n t o s , d e c a p i t a c i o n e s o i n m e r s i o n e s e n c a l d e r o s de pez c n -
1 1
ran una c o r r e s p o n d e n c i a figurativa e n m a n u s c r i t o s c o m o el Meuo/ogio de Husillo II
t< ludad d e l V a t i c a n o , B i b l i o t e c a A p o s t ó l i c a V a t i c a n a , rus. V a t . G r . 1613), r e a l i z a d o e n los
primeros decenios d e l s i g l o x i para e l e m p e r a d o r d e esc m i s m o n o m b r e . I g n o r a m o s
CÓinti r e a c c i o n ó e l e m p e r a d o r a este r e p e r t o r i o de i m á g e n e s , q u e n o h a b r í a n desentona-
do nada e n u n a e d i c i ó n i l u s t r a d a d e la o b r a d e l m a r q u é s de Sade. P e r o n o hav d u d a de
que se a ñ a d i e r o n p o r las m i s m a s r a z o n e s p o r las q u e I g n a c i o se d e t u v o e n la d e s c r i p c i ó n
de su galería d e los h o r r o r e s : j u s t i f i c a r e l t e m o r , el a r r e p e n t i m i e n t o y, e n d e f i n i t i v a , la
g r a t i t u d a D i o s p o r h a b e r q u e r i d o e n c a m i n a r a bis h o m b r e s hacia esa « c a l m a e s p i r i t u a l »
que se c o n s i g u e c o n la c o n t e m p l a c i ó n de los h o r r o r e s . Para los b i z a n t i n o s , el p o d e r d e l
2 1
Figura 5 Cunstanunopla ( >. icono de san Nicolás, pintura sobre tabla, principios del siglu
;
"Ignacio Diácono, Ttie Ufe of ibe Palnareh Táranos, cd. S. Efthyrniadis. Aldeisbot/BrooldJeld. 1998. pp.
195-196.
0
Cfr L . Rrubakcr. «Perccpüon and Conception: Art, Thcoiy and Culture ¡n Nmth-Ceniury Byzan-
-*'J. ti. Aulhauscr (cd ). Mnaeula S. CJeorgu. Lcip/ag. 1913, pp. 10-1 I . liuiii-, Word and Imane V(1989). n 1, pp. 19-32.
'Sobre este tipo de icono, cfr. N. P. Scvcenko, * T h « Vita león and die Painter as Hagiographcr»,
L
Figura Constanúnopla 0). . U r a a l m o v c n a de la \ i d a de san Simeón e l E s t i l i t a , m i n i a t u r a sobre F i p i r a 7. C o n s u n t i n o p L , Sáltalo de Paiis. coronación de D a v i d , miniatura sobre pergamino, segunda mitad
que eran capaces de leer a Juan Malala o el Cbronieoii Paschale . Su homólogo bíblico, 21
maelitas, persas, armenios, iberos, home ritas y hombres que habitaban todavía mis modelado en la práctica lardoantigua, les recordaría también que los soberanos pueden
lejos» ' confluyeron en gran número para \ enerar al asceta que, después de haberse rea-
7 1
ser creados y derrocados por el pueblo.
rado del mundo, tuvo que constatar que el mundo venía a él. E l menologio en el que se Obviamente, existe una correlación entre las dimensiones y la accesibilidad de un
ilustra esta paradoja es más sobrio en cuanto al número de individuos y de pueblos que lo objeto, y la correspondencia que encuentra en los textos escritos. Estos factores, sin em-
veneran, limitándose a enumerar a tres árabes, entre ellos una mujer. Pero incluso después bargo, son insuficientes para explicar por qué algunas obras son objeto de una atención
de tan drástica reducción, el mensaje de veneración que se da a los santos no sólo no se desproporcionada. E n el caso de monumentos, como la columna de Constantino, la
pierde, sino que es escrupulosamente corroborado por los emperadores de las dinastías ubicación y, sobre todo, la antigüedad eran los factores que más contribuían a la función
Maeedonia y Comneno, que siguen honrando a los anacoretas y a sus semejantes contem- que desempeñaban en la imaginación popular. La columna de pórfido con una estatua de
poráneos. Aquí no nos encontramos tanto ante esa atemporalidad u olvido de la disDnaon Apolo-Helios encima, transformada por el emperador a su propia imagen y semejanza,
entre pasado y presente, a menudo atribuida a la mentalidad bizantina, como ante la reso- se impuso como símbolo permanente de la fundación y de la conservación de las ciuda-
nancia y la importancia de la representación para el espectador contemporáneo. Quienes des. Se convirtió en el punto principal de los desfiles de las victorias imperiales, en oca-
pertenecían al estrecho círculo de los que tenían conocimiento de una creación suntuosa sión de las cuales, con la progresiva desaparición de la línea de demarcación entre litur-
como el Salterio de París (Bibliothéque naüonale de France, ms gr. 139), al observar aten- gias sagradas y profanas, se cantaba la oda triunfal de Moisés del libro del Exodo. E n la
tamente la imagen de David que, alzado sobre un escudo, era proclamado rey (fig-7), visión del apocalipsis, que constituye el pumo culminante de la tfifadesan Andrés Salos,
podían saber que, en el año 512, Anastasio había sido llevado del mismo modo al Hipó- la columna no queda sumergida por las aguas que inundarían Constantinopla, y los su-
pervivientes amarran a ella sus embarcaciones . Este poder salvador deriva de la crcen-
28
dromo para ser aclamado emperador por el pueblo. E l suceso era conocido por todos lo
cía de que ruc erigida con los clavos de la Pasión de C r i s t o . ( l u n el transcurrir del tiempo,
diversos autores registran un número creciente de atributos presentes en la estatua im-
perial que velaba sobre la ciudad. Monedas de o r o que represen i.iban a Constantino, un
fragmento auténoco de la Cruz y reliquias de santos están, por de. i r l o de alguna manera,
dentro de la norma, pero la presencia del árbol del arca de N m - , «le la piedra usada por
Moisés en el desierto, del recipiente con el que Juan bautizo a lesos, transformaron la
estatua- en un receptáculo de maravillas con el que sólo podía 11\alizar la colección de
0
do por él, afirma del icono de Cristo y de la Virgen que se encuentra en la iglesia:
mencionar la campana que convocaba a los piagnoni savonarolianos para proceder a la
destrucción de las obras de arte. Después del ahorcamiento del fraile por herejía en 1498,
la campana fue cargada en un carro, paseada por las calles de la ciudad, fustigada por el
[.. | al que los observa le parecen vivos, como si emitieran por la boca un maravilloso
verdugo y, luego, enviada al exilio durante diez años.
sonido dirigido a él. Es una maravilla observar un parecido tal en una pintura, que esta viva
El no querer reconocer la naturaleza de tales comportamientos tiene que ver, en último
y. sin embargo, inmóvil en el espacio, y. por lo tanto, apreciar al artista al que el Creadory
término, con el temor del racionalismo moderno en relación con lo irracional. Al menos por
Señor ha concedido el don de saber pintar de un modo u n nuevo. Y quién no se congratu- lo que concierne a Bizancio significa, además, dejar escapar tanto la función asumida por las
laría con él. después de haber ínipnnudo la fonna de esle parecido en los propios ojos y 0 1 obras de arte en la imaginación de los que las usaban, como las formalidades en base a las que,
el propio corazón como si estuviera \ T V O ' .
;
incluso mucho uempo después de haber sido creadas, seguían formando parte integrante
de la vida del fiel. El typikon del monasterio de la Kccharitomene precisa que el rito de la
ablución de los pies, prescrito por la liturgia del Jueves Santo, debe celebrarse en el pro-
Los estudiosos tienen cierta tendencia a considerar afirmaciones y actitudes de este naos de la iglesia. Exactamente en este lugar, en Hosios Loukás (fig. 8) y en decenas de
npo como simples instrumentos retóricos, casi como si el que profesara la fe cristiana otras iglesias, se encuentra la imagen de tal hecho en el ministerio de Cristo (Juan 13,
4-5)- • Sería difícil encontrar un ejemplo mejor tic objetvécti.
^Cfr. A. Froluw. «La dédicacc de Constantinople dans la tradition by/antine-*, Revue de l'bistoire des rth-
ffetrCXXVD (IV44), pp. 61-121, en concreto 7 7 .
™ Hechos de S. Sofía, en ITi. Pregcr (ed.), Scripiores Originum Constantinupo/itaiiarum, vol. I. Leipzig, 1901,
pp. 94-101.
" C Mango («d ), The Homilía ofPkotius. Patriare/' of Constantinople. Cambridge, Mass., 1958, p. 290.
'-'J. P. ! h .nú. y A. (,. Hero (cds }. Byzantine Monastic Foundation Documents. Washington D C , 2000, p " J . L . van Dicten (ed.), Nicetae Cboniaiae Hinoria, Berlín/Nueva York, 1975, p. 519.
802 Sobre las teorías de ü percepción v de su relación con la actitud visionaria, cfr. R. S. Nelson, - l b Say and
14
W. Tronzo, «(Mimesis in Byunuum: Notes Toward a History of che Eunction of rhe Image», Ra.
See: bkplirasis and Visuabty in Bvzannuin-, en id. (ed.), I'lsualtty Before and Beyond the Renaissance: Seeing MI Antbropolofry and Aestbetia X X V (IW4), pp. 61-76.
OtbenSar. Cambfidgc/Nucvj York. 2000, pp. 143-168.
284 A S T E F H I S T O R I A I N LA E D A D MEDIA I I I
L A Y I D A S O C I A L i'i cos o ajeros
H e m o s p o d i d o constatar la estrecha r e l a c i ó n e n t r e e l m o d o d e v i v i r l o s o b j e t o s y el
modo en el que se los consideraba v i v o s . E s t a s a c t i t u d e s c o i n c i d e n e n o t r o typikon, del
siglo X I I , en e l que se d i s p o n e e l t r a s l a d o a l m o n a s t e r i o c o n s t a n ! ¡ n o p o l i t a n o d e l Panto-
crátor, lugar de sepultura de J u a n I I C o m n e n o y d e s u c o n s o r t e I r e n e , d e i m á g e n e s par-
ticularmente sagradas e n las t u m b a s i m p e r i a l e s , c o m o s i se t r a t a s e d e p a r i e n t e s de los
difuntos. E l r e c i b i m i e n t o de tales i m á g e n e s f u e a c o g i d o c o n e l c a n t o d e l Kyrie c/eison,
repetido treinta veces, j a c u l a t o r i a r o s e n ¿ d a . p o r l o g e n e r a l , a l e m p e r a d o r r c i n a i u e - . En 1
T i l d a r este c o m p o r t a m i e n t o de s u p . - i i c i o s o s i g n i f i c a o l v i d a r q u e la s u p e r s t i c i ó n es un
concepto relativo y, aún m á s grave, n o o n n p r e n d e r la f u n c i ó n d e la m e t o n i m i a e n la socie-
dad. Afirmar, c o m o estamos a c o s t u m h r i los a h a c e r , q u e u n a p e r s o n a l i d a d i m p o r t a n t e ha
sidohuxTiulada por la « C a s a B l a n c a - - • pi -r el - Q u i r i n a l » n o es m u y d i f e r e n t e de tratar a un
icono c o m o e n c a m a c i ó n de una aui< i r i d a d s u p e r i o r . E n e l l l a m a d o Salterio de Teodoro con-
senado en Londres ( T h e B r i r i s h L i b r a n . A d d - 19 3 5 2 ) . e l a b a d d e l m o n a s t e r i o de Stoudios
está representado r e c i b i e n d o e l bastón de m a n d o d e u n g r u p o d e á n g e l e s q u e ba)an del
cielo, con el ángel situado en l o m á s alti • q u e r e c i b e e s t e e m b l e m a d e C r i s t o , suspendido en ( ieur.1 o Ccinstaniinopla, Sulieriode 'leodora. invesudura de un aliad, miniatura sobre pergamino, 1077.
la bóveda celestial ( f i g . A n á l o g a m e n t e , c o n s i d e r a r c o m o i n a n i m a d a la figura central de
un icono significa i g n o r a r las escenas q u e la r o d e a n e i l u s t r a n s u v i d a , c o m o si la imagen reíalos d e ese tipo, se lee q u e u n e n c a n t a m i e n t o de a m o r , d i s u c l t o e n una lámpara de acei-
fuera el santo en persona ( f i g . 5). Tales a c t i t u d e s n o s o n e n a b s o l u t o e x c l u s i v a m e n t e bizan- te, puede r e s u c i t a r las a t e n c i o n e s a m o r o s a s d e u n m a r i d o , s i e m p r e y c u a n d o la m u j e r c o l o -
tinas. Cicerón cuenta que los labios y la b a r b a d e la e s t a t u a d e H é r c u l e s , e n A g n g e n t o , que la lámpara a l l a d o d e las i m á g e n e s de su a l t a r c i t o d o m é s t i c o " .
habían sido consumidos p o r los besos de los d e v o t o s * . I - o s e s t u d i o s o s d e l O c c i d e n t e me-
7
l o d o e l l o i n d u c e a p e n s a r q u e a los i c o n o s se les r e c o n o c í a u n p o d e r , n o e n c u a n t o
dieval saben bien que las reliquias sagradas n o e r a n s ó l o o b j e t o d e a c t i v i d a d e s humanas, obras de a r t e , s i n o e n c u a n t o p r o p i c i a t o r i o s ( e n t r e m u c h o s ) de la i n t e r v e n c i ó n d i v i n a e n
como el h u n o o la veneración, s i n o que p a r t i c i p a b a n , a c t i v a m e n t e , e n esas prácticas hasta las cosas h u m a n a s . D e m o d o q u e , p o r e j e m p l o , n o p o d í a n o b r a r de m a n e r a m u y d i f e r e n -
el p u m o de ser consideradas « o b j e t o s - p e r s o n a - » ' . L a e v e n t u a l d i f e r e n c i a e n t r e Bizancio.
8 te a l.i de la « p e s c a m i l a g r o s a de atúi; •-, o sea, la pesca p r o v i d e n c i a l q u e salvaría a C o n s -
por una parte, y Antigüedad y E d a d M e d i a , p o r o t r a , r e s i d e , si a c a s o , e n la d i f e r e n t e valo- t a n n n o p l a d e l h a m b r e c u a n d o , e n el 582*°, dadas las adversas c o n d i c i o n e s d e l m a r , n o
ración de la presencia que queda de tales p r o p i e d a d e s e n t a b l a s p i n t a d a s , capaces de cum- llegaba el t r i g o i m p o r t a d o a n u a l m e n t e d e E g i p t o . T e n i e n d o presente esta perspectiva,
plir prodigios incluso a distancia. L o s r e l a t o s d e l p o d e r d e l o s i c o n o s se i n s p i r a n en una sería u n e r r o r separar los usos de las i m á g e n e s - p o r q u e h o y las c o n s i d e r e m o s «arte»— de
visión cristiana v, p o r l o t a n t o , c o n d e n a n c o m p o r t a m i e n t o s d e ese tipo; a pesar d e ello, nos los o t r o s aspectos. A c o n t i n u a c i ó n a n a l i z a r e m o s las m ú l t i p l e s f u n c i o n e s , si b i e n , a n u e s -
t r o parecer, sea la p o t e n c i a l i d a d financiera la que resulta i n m e d i a t a m e n t e e v i d e n t e . E n
informan de las creencias que i n s p i r a b a n l o s c o m p o r t a m i e n t o s . E n u n o d e los numerosos
n o v i e m b r e d e ! 1 0 6 4 , G e r a r d o , a r z o b i s p o d e S i p o n t o , e n tierra l o m b a r d a , i n t e r c a m b i a
con el m o n a s t e r i o de S a n t a M a r í a d e T r e m i t i u n t e r c i o de salina p o r u n skaramagon ( u n
ropaje p r e c i o s o ) y u n i c o n o « p r o u u l i i a t [ c ] p r e d i c t e c c c l e s i e » . C u a t r o años después, el
11
P. Gautier. -Le lypicon du Christ Sauveur Pamocrator-. Revue des eludes hyzaaiinei X X X I I (1974), pp.
81-83, w. 883-900
"Nieéforo Confesor, Vua S. Andreae, cit-, cois. 776C-7B1 A. En una visión sucesiva la mujoi ve sus iconos
Cfr., entre otros, id.. *Lc rvpicon de la Ilieotokos Evcrgcics», Revue des éludes IryzantinesXl. (1982), pp.
M
cubiertos de excrementos como demostración, probablemente, de cuánto se habían ensuciado por esc uso in-
49,71-72.
debido
O a r r u n . In l'errem. IV.94.
r
"•"J.-B. Ch*ho\(ci\.), Cbronique de Mitbclle Synen (1901), Bruselas. 1963. vul. 11, pp. 351-352.
"Para un lúado análisis, cfr. P.J. Geary.-Social Commodities: die Circulation o f Medieval Relics-, en li,
Lmne Wtb ¡te Otsd in die Middle Ages. Ithaca, NY. 1994. pp. 194-226. en concreto 241 -246.
ARTF i HISTORIA EN LA Ef»Ai» M r n i A Ml
A viri» SOCIAL or. LOS OBJLTOS
mismo prelado comercia con un icono dorado de la V i r g e n , de) valor Je treinta nomis-
rnatas, y un skiirnmaojon de seda entretejida con oro, de veinte nomismatas, con el abad
de! mismo monasterio por otro tercio de salina" . Las imágenes, al rueños las cuajadas de 11
gemas o recubiertas de plata, se usaban igual que un auténtico capital; prueba de ello es
el hecho de que. en 1375. un obispo podía dar en prenda un icono de su propiedad «de-
corado» con san Jorge para costear los gastos de su tururú f u n e r a l . Pero ya antes el 42
sultán otomano Orkhán. después de la conquista de Nicea. en 13 > I , había em udo una
misión a Constantinop]a para vender iconos, manuscritos y reliquias que había obtenido
como botín de guerra~\ X o hay motivos para pensar que esta especulación comercial no
uniera efectivamente lugar, m que fuera un caso aislado.
Por otra pane, está claro que el valor de las imágenes no se reducía al monetario. La
utilización económica era sólo uno de ios muchos recursos a los que un bizantino podía
acudir en caso de necesidad. Por lo \;mo, la pobreza era una situación, aunque no la
única, en la que Consiammo ACrOpóIita podía recurrir a una imagen para recibir ayuda
en los primeros decenios del siglo \n En su testamento redactado a favor del monaste-
rio de ta Andstasis. restaurado por su padre. Constantino recuerda cómo el anciano padre
le había llevado a ver, cuando era niño, un ic< inó de Cristo que allí se encontraba, y le
había enseñado a rezara la imagen cuando se hallaba «en la pobreza [,..) y en estado de
necesidad- . En la época. Cristo o el sanio representados están acompañados por otro
44
1 1
A P c l r u c a ted-), Cadici diplwuucu del immsterv benedettino di S. Maria di 'fremili (JOOS-1237), Rami,
* * T h o m a s v H e m ( c d s . J ,tìyznntiiuMíname, etc, p . 1 3 7 9 .
'- P. L . V n c u i o p o u l o s , - T h r e e T h i n c e n i b - C e n r u r s '
1
Icons ai M o u t o u l l a s » , cn N . P. S e v i e n k o y C . Moss
leds.). Medieval Cyprus. Studies in Art. Architecture, and History in Memory of Dotda Mounki, P r i n c e t o n , NJ, Figura 11. G r e c i a <?). i c o n o d e l a i n c r e d u l i d a d d e s a n t o T ò u m , p i n t u r a s o b r e tabla, 1380.
1999.pp. 167-171.
2SS Ami E H I S T O R I A S N LA E D A D M I D I A III
L.A V I D A SOCIAL DE LOS O O J b l D S 289
exterior de un favor procedente de lo alto, las imágenes eran el signo exterior de la pie-
dad, de la ortodoxia y de !a comunidad , demostraciones necesarias que no pasaban
48
desapercibidas en el cielo. Ante todo, la tabla pintada era el médium por excelencia de la
exhibición de tales \ iñudes. Legitimadas por el «Triunfo de Í3 ortodoxia» —la restaura-
ción del antiguo culto apoyada por el emperador-, las imágenes se convirtieron en el
principal instrumento visual mediante el cual hombres y mujeres daban expresión a las
cualidades requeridas por las sociedades en las que vivían. Como sabemos, los ¡conos
eran muy anteriores a su prohibición en el siglo v m y, según quienes los respaldaban,
enconiraban justificación en la existencia de acheiropotetas, imágenes «no hechas por ma-
nos humanas». Pero, desde el punto de vista historiográfico, es preferible considerar
esto- mitos comí i una legitimación de la existencia de los miles de ejemplares derivados
de el is realizados por el hombre. Alultiplicándose, por decirlo así, los primeros han
cumplido sus finalidades milagrosas" . Si el Mandylimi, conocido grosso ?nodo desde el si-
10
ya \;. aba por Capad ocia en torno a mediados del siglo v i , recogiendo abundantes fon-
dos p ira la reconstrucción de una iglesia destruida por los persas '. En la época de He-
5
racli» esta imagen, o una copia suya, se había convertido en el paladión de Constantino-
pía i v._* llevaba a la batalla a la cabeza del ejército imperial".
La ampliación del papel de hombres y mujeres laicos, que pasan de la mera présenos
a la participación activa en las escenas eristológicas, n o se ve en ningún m o d o como algo
Iconos como emblemas de victoria y sanadores
que restringe la influencia ejercida por las representaciones en el imaginario bizantino.
Por el contrario, aparece como el cumplimiento de una tendencia que se manifiesta no
más tarde del siglo vu: el deseo de integrar las imágenes en la vida seglar. Esto resulta ya La dificultad de hacer afirmaciones de carácter general sobre el uso de los iconos
endenté en la adopción de una iconografía religiosa en objetos destinados al ornamento como estandarres militares deriva, en parte, de la función metafórica que la palabra
personal, como en el caso de un medallón de o r o en Berlín, en el que está reproducida la «conquista» tenía en el vocabulario del griego medieval. El término podía, de hecho,
Anunciación (fig. 12). La idea de que la escena revistiera u n interés particular para las referirse al triunfo de un mártir sobre la muerte o, en un plano más general, al éxito
mujeres se ha confirmado por la leyenda sobre el torque del que estaba colgado el meda- universal al que la fe cristiana estaba inevitablemente destinada. Por ello, el lema en
llón: «Señor, ayuda a aquella que la Ilesa». Sin embargo, la exigencia de santificar Jos apariencia combativo I C X C N I KA (Jesucristo, conquistador), grabado en el anverso de
asuntos humanos no era una prerrogativa exclusivamente femenina. E n la composición numerosas tablas y en una larga serie de monedas bizantinas, no implica la participación
épica conocida como Digems Atritas, el héroe epónimo se dirige a la amada llamándola
«mi luz. desprovista de crepúsculo, mi icono áureo» '', b o r r a n d o la separación entre amor
4
s ,
J o n : c de P i s i d i a , Peemi. 1 Pantgtnaepici, c d - A P c m j s i , Eual. I 9 S 9 , p. 176. E n a l s i g l o X I , e s t e p a s a j e se
al., Eidogema. Studies m Honor of Robert Taft. S.J.. Roma, 1993, pp. 107-117, e n concreto 108-109.
* ' E i i la p o n i e r a m i t a d d e l <>¡glo u n , s a n P a n c r a c i o d e T a o n n i n a h a b í a d e f e n d i d o s u c i u d a d c o n la a y u d a d e
i c o n o s . D e p e n d i e n d o d e l a s v e r s i o n e s d e si» v i d a , e s t o s i c o n o s r e p r o d u c í a n a C r i s t o y a l a p ó s t o l P e d r o , o bien
desêtuietanciennesXXXVII 11935), pp. 3 2 2 - 3 3 0 . Figura 14. C o n s t a n rin o p h , i c o n o de la V i r g e n Nitvpcia, p i n i u r a sobre tabla cou lamina
A Penusi.«Una akoloudua nublare medita del x s e c ó l o » , Aevum X X H - X X I I I ( 1 9 4 8 - 1 9 4 9 ) , p p . 145-168. de o r o repujada, siglo xi.
victoria*'.
p e i u u o era el M,/",I\f/o/f, e l i c o n o al q u e n o s h e m o s r e f e r i d o a n t e s c o m o /icbeiropoictos.
Más i m p o r t a n t e que d e t e r m i n a r la p a r t i c i p a c i ó n e f e c t i v a d e 1« is i c o n o s e n l o s comhates Pero la g é n e s i s d e s u f a m a n o residía t a n t o e n n o h a b e r s i d o h e c h o p o r m a n o s h u m a n a s
bélicas es comprender q u e servían d e \ e h i e u l o p r i n c i p a l p a r a la c o n m e m o r a c i ó n de las cuanto, mas b i e n , e n la c r e e n c i a d e q u e c o n esta i m a g e n s o b r e tela C r i s t o había sanado
empresas militares. Las batallas v a n y v i e n e n , a d e m á s , p u e d e n g a n a r s e o p e r d e r s e , pero su al rc\ \bgar d e l e p r a .
recuerdo era una tarea confiada a p i n t o r e s y p l a t e r o s . S e r e p r e s e n t a b a n e n tablas áureas
E n l . i base d e t o d a s estas t e r a p i a s estaba fa c r e e n c i a d e q u e (as e n f e r m e d a d e s físicas
usadas en ocasión d e los banquetes i iñc iales e n l a é p o c a d e l o s < • i i i m é n o s * , y lúe a este 5
son la m a n i f e s t a c i ó n e x t e r i o r d e u n m a l e s t a r e s p i r i t u a l . U n a v e z m á s , c o n s i d e r a r estos
instrumento probablemente al cjuc • u r r i ó c u a n d o a l S&ipttH s e r b i o S t e t a n o Nc-manja,
c o m p " ' i i a m i e n t o s c o m o u n a f o r m a d e s u p e r s t i c i ó n superada p o r n o s o t r o s s i g n i f i c a n o
trasladado a C o n s t a n t i n o p l a d c s p u i - ' b e r s i d o d e r r o t a d o p o r M a n u e l I . se le mostra- entender la c u e s t i ó n . E n n u e s t r a é p o c a , p o r o t r a p a r l e , esta p r e t e n d i d a s u p e r s t i c i ó n e n -
ron las imágenes de s u d e r r o t a ' ' . 1
i . t e s t i m o n i o s v i s u a l e s d e este tipo n o quedaban cuenrr i una c o r r e s p o n d e n c i a e n la d o c t r i n a d e l a « C h r i s t i a n S c i e n c e » , o , para establecer
confinados en los m u r o s del p a l a n . q u e se d i f u n d í a n , al m e n o s , e n l o s estratos más una ci ' ' q i a r a c i ó n m a s m a l i c i o s a , desde e l p u n t o d e vista s o v i é t i c o , los disidentes p o l í t i c o s
elevados de la sociedad b i z a n t i n a L a ición d i u n m o n a s t e r i o f i n a n c i a d a p o r el sebastos eran e n t u m i o s m e n t a l e s y, p o r l o t a n t o , s u s c e p n b l e s d e ser i n t e r n a d o s e n u n h o s p i t a l
Jorge incluía, además d e la citada viei i d e 1 1 7 2 , l a a n t e r i o r s o b r e e l s u l t á n d e Iconium psiquiátrico. L a c r e e n c i a a c t u a l m u y d i f u n d i d a d e q u e la e n f e r m e d a d es, f u n d a m e n t a l -
(Konya), a la vez que los c o n f l i c t n > arrti >* d e M a n u e l c o n h ú n g a r o s y á r a b e s - E n cultu- 6 1
mente una c u e s t i ó n p s i c o s o m á t i c a , n o e s t á t a n e n las a n t í p o d a s d e ía c o n v i c c i ó n b i z a n t i -
ras más antiguas, estas realizaciones se l i j m . t r i a n « p i n t u r a s h i s t ó r i c a s » , m o m e n t o s de una na ¡i es< r e s p e c t o . L o s b i z a n t i n o s p r a c t i c a b a n terapias q u e n o estaban m u y alejadas d e l a
histoire cvcnaiicnítelle. F,n e l caso de B i í n c i o . p o r e l c o n t r a r i o , se v e n c o m o reliquias, lega- c o n h . m . .i q u e h o y se p o n e e n e l p o d e r d e la c i e n c i a y, e n p a r t i c u l a r , e n las maravillas d e
dos duraderos de u n pasado que se coi i s e n a n n o t a n t o p a r a i l u s t r a r l o c o m o p o r el signifi- las q i n s, m capaces l o s f á r m a c o s q u e n e n i a n e n la p s i q u e . E n la c o n c l u s i ó n d e una ( l i s t o -
cado que asumen e n el presente. P o r l o d e m á s , é s t a es l a r a z ó n p o r l a q u e l o s rituales se na m i l e n a r i a d e r e p r e s e n t a c i ó n d e l o s m i l a g r o s d e C r i s t o e n los m u r o s d e las iglesias —es-
perpetúan; n o p o r q u e hayan s i d o c e l e b r a d o s e n u n p a s a d o l e j a n o , s i n o p o r q u e son frag- cenas de c u r a c i ó n a p a r e c e n desde e l s i g l o n i e n e l b a p t i s t e r i o d e D u r a E u r o p o s ( f i g . 15),
mentos dotados del p o d e r d e m f l u i r s o b r e la v i d a d e a q u e l l o s q u e l o s v e n e r a n . para d e s p u é s m u l n p l i c a r s e e n las catacumbas r o m a n a s - , la práctica hesicasta en é p o c a
paleologa s u s c i t ó , p o r l o q u e p a r e c e , u n p a r t i c u l a r i n t e r é s p o r l a r e p r e s e n t a c i ó n d e i e n -
Estos usos del pasado son c l a r a m e n t e e l o c u e n t e s e n l a Nnchlebcn d e l o s o b j e t o s bizan- f e r m o sanado p o r la f e . E s t e m o v i m i e n t o m o n á s t i c o m a n t e n í a q u e la o r a c i ó n , l a p e n i t e n -
tinos y, en particular, en aquella q u e era la f u n c i ó n t e r a p é u t i c a d e l a r t e b i z a n t i n o . Desde cia y la c o n f e s i ó n e r a n l o s r e q u i s i t o s necesarios para ser tocados p o r la l u z d i v i n a . E n
este p u n t o de vista es fácil e n t e n d e r q u e las i m á g e n e s f u e r a n a p r e c i a d a s e n todos los monasterios c o m o e l d e C h o r a ( K a r i y e C a m i i ) , a n t e esa l u z q u e asume la f o r m a h u m a n a
ámbitos sociales. E n t r e los m i l a g r o s a t r i b u i d o s a l o s s a n t o s C o s m e y D a m i á n está la cu- de C r i s t o , e l l i s i a d o , e l c i e g o , e l j o r o b a d o y o t r o s d o l i e n t e s se p o n e n e n fila para r e c i b i r
ración de una m u j e r piadosa (que sufría d e c ó l i c o s ) , q u e se p r o d u j o n a d a m á s t o m a r unos la luz sanadora ( f i g . 1 6 ) .
trozos de e n l u c i d o d e u n fresco q u e r e p r o d u c í a a l o s d o s s a n t o s d o c t o r e s d e la Iglesia en
las paredes de su casa -. Q u i z á U t e r a p i a h a b r í a p o d i d o s e r m e n o s c o m p l i c a d a ; en cual-
6 N o es c a s u a l i d a d q u e estas p i n t u r a s se e n c u e n t r e n e n e l n á r t e x y e n o t r o s espacios
extemos d e la i g l e s i a . D e s d e e l p u n t o d e vista c r i s t i a n o , la sanación d e estas aflicciones
quier caso, se confiaba e n q u e f u n c i o n a b a , a l i g u a l q u e se c r e í a e n l o s i n s t r u m e n t o s usa-
significa q u e e l c r e y e n t e e s t á p r e p a r a d o e s p i r i t u a l m e n t e para acercarse al i n t e r i o r d e l
dos para curar al e m p e r a d o r A l e j o I . A f e c t a d o p o r u n a g r a v e e n f e r m e d a d , se c u r ó cuando
santuario. E l s o c i ó l o g o , p o r o t r a p a r t e , o b s e r v a r í a q u e las escenas de s a n a c i ó n suceden e n
los servidores l o e n v o l v i e r o n e n el v e l o q u e n o r m a l m e n t e r e c u b r í a e l i c o n o d e Cristo
los u m b r a l e s , es d e c i r , e n l o s e s p a c i o s d e la e s t r u c t u r a sacra m á s cercanos al área p ú b l i c a .
ubicado en la puerta C h a l k e d e l p a l a c i o i m p e r i a l . E v i d e n t e m e n t e , las i m á g e n e s más
6 1
w
EusucÍu de "lesalonica. Eusuibit tnrtropobtae Thessahnicensis Opusculn, e d . G - L . F . T a f e l , Amsterdam,
o b i e n a p e r s o n a l i d a d e s i m p e r i a l e s q u e p r e s i d e n celebraciones e n ocasión d e la e n t r a d a
IV64, p. 49.
4 1
O Marhanot, c í e , n . 1 0 8 . p . 1 2 5 -
Lampros,
tí
L. Dcabncr, Konaai und Damian, L e i p z i g - B e r l í n , 1907, miraculumn. 1 5 . C f r . L o s l l a m a d o s seis t e r s o s M
A . - M . M. Talbot, Faitb Healmg ni Late Byzanthim. TbePortbtltnotis Mìradts ofthe Patnarcb Athannstoslo/
c u r a t i v o s - o --versos de s a n a c i ó n » d e l C u r a n u s a d o s c o m o i n s t r u m e n t o t e r a p é u r i c o . E s c n t o s d e n t r o de uní Cciistaiitmopk by Tbcohtistns tbe Sfondile, Brootdinc, Mass. 1983, pp. 84, w . 18-3 5; p. 102, v. 10.
copa o d e una escudilla de lo?a, se b o r r a b a n c o n e l a g u a c u a n d o la i n f u s i ó n d e e s t o s t e x t o s s a g r a d o s e r a bebida " C o m o en Biblioteca Apostòlica Vaticana, ms. Var. gr. 1613, sobre el citai d r . J. F. Baldovin, «A Note on
por el paciente; cfr. E . W . L a ñ e . An Arnum oftbe Mannen and Customs of the Modern Egyptians (1836). Nueva die Lirurgical IWessions in the Mcnologion of Basii 11 (Ms. Vat. Gr. 1613)-, cn Correr al, Eulogemo, cir.,
York. 1973. pp. 2 5 3 - 2 5 4 . pp. 25-39.
6 l
JuanZon3ra. Epitome historiarían, cd B. G . Niebuhr, líonn, 1868, I I I , p. 751.
\mr r HISTORIA IN LA EDAD M n> I \ 111
I ipui i I \n i <( ¡reí I.I>, ninniiMerio de Blauucrnas, n.incs. proceMtin del icono de I.i Virgen Hodif¡bitria.
dibuiodel frCKO0976),M 1250.
La colocación implica un lugar de acceso limitado, parecido, quizá, al borius conclusus que
rodea a una imagen de la Madre de Dios , en un salterio más antiguo, alzada sobre un fit>
astil con la mirada dirigida a un grupo de devotos (fig- 19). Kl vivaz ambiente mediterrá-
neo de esta escena no figura, extrañamente, en la mayor parte de las representaciones
devocionales, eme reproducen habitualmente a un único devoto (véase, por ejemplo, la
fig- 10) ° . como máximo, al donante y la consorte' . Sin embargo, debemos ser cautos a 0
la hora de interpretar tal contenido como prueba de exclusión. Después tle tocio, muchas
imágenes eran representaciones «por poderes», es decir, cuando el oferente no podía ser
admitido en la presencia de los santos- Y en los iconos, como en el caso de otra que re-
presenta a san Juan Bautista, aunque ahora con escenas sacadas de su vida (fig. 20), la
mirada no se dirige únicamente a Dios o a un santo suyo representante sino, más bien, al
d e la V i r g e n d e S a n A l a r e o s ( f i g . 2 0 ) . M b i g u n o d e l o s d o s i c o n o s l l e v a u n a inserí|Káón q u e d e m u e s t r e t a l i d e n t i f i c a c i ó n .
7 0
E s c e n a s de devoción familiar son especialmente frecuentes e n C h i p r e ; cfr., entre o í r o s , Ins retratos del
fundador J u a n M o u t o u l l a s y d e la m u j e r I r e n e e n e l p e d e s t a l d e l a P a n a y i a t o u M o u t o u l l a , p i n t a d o s e n 1280,
I'iguta I S i C h i p r e (?). salterio, e s c e n a d e v e n e r a c i ó n d e u n i c o n o d e l a V i r g e n ,
iglesia en la q u e é l c o l o c ó , p r o b a b l e m e n t e , s u i c o n o (fig. 14).
miniatura sobre pergamino, cu. 1200.
298 Ani 1 IIISTHI A FN \ É n %D A l i I>IA I I I
que exterioriza su v e n e r a c i ó n , y el s a n t o , q u e p r o m e t e i n t e r c e s i ó n , n o s e n c o n t r a m o s en
la finalidad d e a s e g u r a r .1) p a p a q u e e l a l t o p r e l a d o o r t o d o x o n o t e n í a nada que v e r c o n la
presencia de una relación t r i a n g u l a r e n la q u e l o s g e s t o s d e a m b o s p e r s o n a j e s se dirigen
icónocl.istia q u e h a b í a s a c u d i d o r e c i e n t e m e n t e a su Iglesia; p e r o e n la perspectiva q u e aquí
a una tercera p a n e , de m á x i m a i m p o r t a n c i a , c o n s t i t u i d a p o r e l c o n j u n t o de los especta-
interesa» la c a n a c o r r o b o r a la p r i o r i d a d reservada a las cosas e s p i r i t u a l e s . L o s d o c u m e n t o s
dores de esta ofrenda r e c í p r o c a . La e c o n o m í a d e la t r a n s a c c i ó n n o se d i f e r e n c i a , sustan-
occidentales - j m c i i i . i r i o s r e d a c t a d o s conu/a los r o b o s - s o n los q u e , p r i n c i p a l m e n t e , nos
cialmente, de la ínsita 3 los e d i f i c i o s • ci m n o m b r e » d e l a s u n i v e r s i d a d e s estadounidenses,
i n f o r m a n d e la d j s p i isieión física e. i m p l í c i t a m e n t e , d e l elevado v a l o r e c o n ó m i c o de estos
0 en las bibliotecas o e n las alas - d e r a d a S - d e l o s h o s p i t a l e s ; la g e n e r o s i d a d del donan- « e n v o l t o r i o s de d o n e s » . F n esta d o c u m e n t a c i ó n se r e c o g e la lista de los objetos preciosos
re se exhibe, su n o m b r e se e s c r i b e ct' 1 p u e r t a a t r a v é s d e la c u a l e n t r a n los beneficiarios trasladados, e n I 2 0 H , a la c a t e d r a l d e H a l b e r s t a d t p o r su o b i s p o C o n r a d v o n K r o s i g k ,
de su filantropía; los que t r a n s i t a n p o ; l u g a r e s a d y a c e n t e s s o n t e s t i g o s d e la integridad entregados, e n p a l a b r a s suyas, p o r e l « e m p e r a d o r de G r e c i a [ . . . ] p o r o t r o s p r í n c i p e s , o b i s -
de la transacción. pos \ a b a d e s » ó t o n u d o s e n T i e r r a S a n t a ' . A estos o b j e t o s pertenece la cabeza de E s t e -
7 1
eclesiásticos y d e I v u i b r e s d e c u l t u r a de r a n g o elevado. C o n s t a n t i n o V I I a g r a d e c i ó la
lechuga q u e le babi.i m a n d a d o el m e t r o p o l i t a n o de C í z i c o y, al m e n o s en u n a o c a s i ó n , el
Obispo de Parn.isi • le r e g a l ó m a n t e q u i l l a al f i l ó s o f o M i g u e l P s e l l o . O b j e t o s d e e s t e u p o
cancías.
fines d | S o m á t i c o s , pi > r
u n a parre, o religiosos o laicos, p o r otra. E n el á m b i t o d e l p r i m e r
grupi 1
.(ilcmns c o n s i d e r a r la v e s t i m e n t a ofrecida a la A l a d r e d e D i o s p o r la « a u g u s t a »
c o m o ni p e p l o p u r p u r e o e n t r e t e j i d o d e o r o 7 8
. E l e p i g r a m a alude a d e m á s a la s ú p l i c a de
de un h n o s a n o y fuerte. L a a t e n c i ó n a la s ú p l i c a es, p o r s u p u e s t o , el m o t i v o d e la o f r e n d a de
A n á l o g a m e n t e , p r e s e n t e s e n v i a d o s al extranjero, c o m o la e s p l é n d i d a d i a d e m a de oro,
, f t
A. K n r p o t c l o s , « R e a l i a in Byzantine Epistolography, x-xii C » , ByzüiiwiÍsche Zeitsebrifi L X X V 1 1 (1984),
]ip. 20-37.
cas y nada menos que estorninos blancos"", présenle del que se nos escapará el verdadero
significado si no recordamos que el blanco era el color dinástico de los califa fariiníes. \pamt. M t . o i i M . i r ' i« >pl.i un fragmento dfi [| í r i i ' . propuso n los cnoi.-.d<flBpaniOOSi como
Además, hay que recordar que bizantinos v musulmanes distinguían entre objetos hechos acuerdo razonable, dividir Ja reliquia en dos partes, al ser Dios invisible *. 8
a mano y objetos divinos, y que consideraban las creaciones botánicas y 7oológicas de Estas decisiones de carácter legal y doctrinal concernían a iconos y reliquias famosas
Dios como bienes puestos en el mundo para el uso v deleite de los seres humanos. Tam- en la época y. com< i hemos visto, de valor considerable. Una amenaza mucho mayor para
los iconos ordinaru >> era la constituida por los usos a los que eran sometidos, y por la vida
bién en este caso, lo que en última instancia establecía el significado era, evidentemente,
que se les obliga b i ti llevar. N o sabemos bien cuántas imágenes fueron destruidas por la
el contexto en el que se recibían talo objetos y el uso al que eran destinados, no el lugar
icono* lastra, pero estamos aún menos informados del número de las que fueron vícrimas
de origen ni el valor cstérico.
del dt renoro c o m b i n o . Es un dato que podemos deducir, por vía negativa, de los textos
que prescribían l.i reparación*' o la eliminación, auspiciada incluso por algunos iconófi-
los, en < uanto que mi icono dañado pierde el parecido con el modelo" . La «restaura- 4
Transición de los ol reparaciones \ reutilizaciones ción r trate de un icono bizantino, como la gran imagen de Cristo del monte Sinaí,
realll l en el Siglo v i y piulada de nuevo algunos siglos después* , o del techo de la5
Sixiii s un intento de remediar los efectos del transcurrir del tiempo en estas superfi-
La mortalidad que, ínevitahler. :ectaba a las cosas dt este mundo -jirafas, árbo-
cies, ios más bien desatendidos en la documentación griega de época medieval"*.
les de aloe y similares- que pasa' i soberano mediterráneo a otro, se considera
Perú uso. al igual que el tiempo, exigía su elevada contribución. Resplandecientes
inoperante en el caso de los prouL .sánales y de taller. Ars langa, vitabrrjis,dice d cubi« 's de libros, como las de los pocos ejemplares cubiertos de piedras preciosas que
proverbio. Sin embargo, basta c una rápida comparación entre el número de se hai mservado del siglo x, se usaban para embellecer el «Gran Triclinio» en el pala-
cosas registradas en los inventan . des y las listas de las donaciones para echar cio Vi naura. sede de la coronación de varios emperadores, para ser después traslada-
por tierra esta idea inconsistente. _ ual que las cosas vivientes, los objetos se consu- das, ji uto con las coronas y «cruces y evangelios de oro incrustados de piedras precio-
men y mueren, y la consunción su , L .1 este ensayo. Sin consunción no existiría d sas", .i los soportales de Santa Sofía cuando los embajadores eran allí convocados* . 7
"*D. Buckton. «Byzantinc Enamels in Bavaria», Mitteilungen zur spatantiken Anbáofojrtc nnd byziintiniicben
"Sobre el caso de un icono de h Aladre de Dios cuya propiedad fue subdivididj en tres por unasemenci Kwistfieiebicbte II <2000), pp. 96-97.
dr 1401. cfr. Y. MiUauch > J Muller icd*.). Acta palriarehaius Comlantiiwpolnani MCCCXV-MCDI1 (1S62). vol
U. Alien, 1908, n. IXXVW, pp. 513-515.
304 ARIE t H I S T O R I A f.N L A l ' . D A I S M M ) I A III
LA VIDA SOCIAL nr. i.os OH/ETOS 305
(IVJ6), pp 50-100. en concreto 83-84. " R. Baumstarlc (cd.). Rom und Byznnz. Scbatzkaiiimerstticke ans bayenseben Sammlinigen, catálogo de lo cx-
** V. Laurent, Les -menioireí- du Grand Eedistarque de l'Ég/ise de Constantinop/e Sylvestre Syropouloi sur li |K>sición (Munich, 20 de octubre 1998-14 febrero de 1999), Munich. 1998, n. 84 (M. Rcstle).
Cénale Je Fkrrtue (I4ÎS-I439). París, 1971, pp. 188, 223-22S.
306 \»Jt t H I S T O R I A I N LA E D A D MtUI \ 111
LA VIDA SOCIAL DC L O S O U J E ' I O S 307
Figura 24. Estambul, iglesia di- Sanii Snfifl, muro oriental de la galería sur. Cristo enire el emperador l'ieurj 25. Estambul. igJCsia de San Salvador de Chctr.i (K-inye Camn), endonártex, Deesis con Isaac
Constantino IX > la emperatriz Zoé. 1028-1042. Cnmncno hebas roe nitor y la monja .Melania, mosaico, 1185-1195.
""P. Grierson, »1 Tie Tombs and Obits of the Byzantine Emperors (337-1042)», Dumbarton Oaks Papers 16
(1962), pp. 1-60, en concreto 21-23.
'^Para uri relate mis detallado dc este proceso y relativa dusiracion. cfr. A. Cuder y J . - M . Spieser, Byzana w
Para la histona del monastcrio, cfr. R. G. Oustcrhout, The Architecture of the Kariyc Camii in Istanbul,
medievale, 7QO-12Q4, Paris, 1996, pp. 333-338 y fig. 268. Washington D C . 1987.
Hunger y Krestcn a al. icds-J, Das Register, cir., vol. 11, Vlena, 1995, p. 278.
ur
308 ABTE F HISTORIA I N LA E D A D M r D I A 111
L A VIDA SOCIAL OR I.OS OBJETOS 3 0 9
en la que, c o m o sabemos, M a n a (y n o r m a l m e n t e e l B a u t i s t a ) i n t e r c e d e n a n t e C r i s t o en
favor de la persona que ha g a r a n t i z a d o los f o n d o s p a r a r e a l i z a r la o b r a . P e r o aquí Teodo- c o n s n n i y e u n m a r c o d e r e f e r e n c i a i n s u f i c i e n t e p a r a c o m p r e n d e r las i n t e r v e n c i o n e s c r e a -
ro, en vez de incluir la p r o p i a i m a g e n e n a c t i t u d d e s ú p l i c a a l o s p i e s d e las figuras -está tivas m e d i e v a l e s r e l a c i o n a d a s c o n o b j e t o s y e d i f i c i o s m á s a n t i g u o s . S i e l i n t e n t o de c o n -
n n u i d a d c o n el p.isado - p a r a « r e c o n s t i t u i r una filiación», s e g ú n las palabras de P i e r r c
representado así en o t r a parte d e l n á r t e x - , h a c e r e p r e s e n t a r a Isaac C o m n e n o , .1 quien se
N o r a " - f u e fa a i n e n i i c a m a t r i z d e la f i n a n c i a c i ó n de o b j e t o s a r t í s t i c o s e n é p o c a m e d i e -
M
C a i l . u n o d e esos m o m e n t o s f o r m a p a r t e d e su c i c l o v i t a l . M o m e n t o s e n los q u e ¡ n t e r a c -
truncadas, pero la c o n c e p c i ó n de sus r . - n d a d o r e s , q u e p r a c t i c a b a n e l c a n i b a l i s m o arqui-
rúan . 0 0 q u i e n las a d q u i e r e , las a p r e c i a , e t c . ; e n l o s q u e a d q u i e r e n u n a s o c i a b i l i d a d q u e ,
tectónico bajo la enseña del a h o r r o , pi me e n e v i d e n c i a l o s a s p e c t o s m e n o s importantes
n o r n , . l í m e n t e , n o e s t a m o s d i s p u e s t o s a r e c o n o c e r c o m o a t r i b u t o d e los o b j e t o s .
de esta práctica. E n efecto, c o l u m n a s , placas y m á r m o l e s o r n a m e n t a l e s p a r e c e n provenir,
según contratos de la época, de las c o l o n i a s v e n e c i a n a s e n L e v a n t e 1 0 1
, y n o hay duda de
que estos fragmentos de iglesias a n d i f u a s y de b a s í l i c a s p a l e o c r i s t i a n a s f u e r o n fuente de
opulentos beneficios para t p i i e n los e x p o r t a b a a O c c i d e n t e . P e r o e l c o m p o r t a m i e n t o de
Teodoro iMetoquita, y de personajes c o m o é l , n o e r a e l d e s i m p l e estafa d e la que tanto
se habla en los d o c u m e n t o s de la T a r d o a n t i g ü e d a d , o :
. P o r l o m e n o s hasta que los acon-
tecimientos políticos n o le l l e v a r o n a a b a n d o n a r su c a r g o ( c o n e l c o n s i g u i e n t e rearo en
Chora), n o t u v o realmente p r o b l e m a de f o n d o s n i , p o r l o t a n t o , la n e c e s i d a d de recumr
a prácticas para economizar, c o m o la de s u m e r g i r las t e s e l a s e n p i g m e n t o s , c o m o se pue-
de venficar e n otros e d i f i c i o s " . P o r el c o n t r a r i o , es p r o b a b l e q u e a n h e l a r a la continui-
11
m
PàT3 una intervención análoga t n otra iglesia, cfr. Sinker y Kuhan, fùilenderhane in Istanbul, oc, p. 118.
101
A. E. Laiou. -Venice as a Centre of Trade 3 n d o f Anistic Production i n die Thirteenth Ccniuiy», en IM
P, Nora, -Between M e m o r y and History: Les Lieux de Mémoire», Représentations X X V I (1989), pp.
H . Belting (ed.), II Medio Oriente e l'Ocódente ncl/'ane del Xlll setolo, Bolonia, 1982, p p . 15-16. 7-25, en concreto 16-
Sobre el obispo de Efeso, destituido de su cargo en cl Quattrocento por haber quitado las columnas ih
l 0 :
Me promndizado este aspecto en A. Cutler, «Reuse or Use Theoretical and Practical Attitudes toward
l0S 5
una iglesia para usarlas en su comedor y los mármoles de un baptisterio para utilizarlos en su baño, cfr. C. Foss, Objects in the Early Middle Ages», en Ideologie e pratiche del reimpiego nell'alto medioevo. Settimane di studio del
Epbesus after Antiquity. A Latt Antique. Byzantine and Turkish City. Cambridge, Mass., 1979, p. 52. 2
cisain. xi.vi, Spoleto, 1999, I I , pp. 1.055-1.083.
101
Cutler. Ut industries of.Art, a t .
« L E E R » LAS MINIATURAS MEDIEVALES
Giulia Orofino
1
A l a i n de L i l l e , Rbytbnius de meamatione Cbnsti, en J.-P. Migne, Patrologiae atrita amipletus. Serie.t latina ( d e
a h o r a e n a d e l a n t e PL), voi. C C X , P a r í s , 1844-1864, col. 579: « O m n i s m u n d i c r e a t u r a , / Q u a s i l í b e r et p i e n i ra
/ N o b i s est, et speculum».
312 ARTE E HISTORIA I N LA E O A P M E D I A Ut
—L E K R » LAS MINIATURAS SI E D I E V A I . F S
m i n i a t u r a s m e d i e v a l e s , es n e c e s a r i o r e s t a b l e c e r la r e l a c i ó n i n t e l e c t u a l , afectiva y, t a m -
bién, física y g e s t u a l e n t r e las i m á g e n e s y q u i e n las m i r a , c o n s i d e r a n d o q u e , a veces, las
' G B Crowe y R. Cavalcaseli e, La sua rita ele sue opere, 111, Florencia, 1884-1891, p. 127. p r i m e r a s c o n d i c i o n a n l o s m o d o s m i s m o s d e u s o d e l o b j e t o - l i b r o : sus d i m e n s i o n e s o b l i -
' T . Verdón, -La parola, m a m a u . I conteso d'uso dei libri liturgici miniad», en G. Canova Mariani >'P gan a a l e j a r l o y a a c e r c a r l o , la mise en page o b l i g a a m o v e r l o , i n c l u s o a g i r a r l o para o j e a r
Fcnaru Vettore (ed.), Calligrafia ili Dio hi mnmiura itlebra la parola. Catàlogo de la exposición (Pragba, 17 de las i l u s t r a c i o n e s q u e se m u e s t r a n e n los m á r g e n e s .
abnl-17 de lulio de 1999), Modena 1999. pp. .15-42. en concreto p. 35.
* G. \ asan. Le ine de' più eccellenti pitturi, scultori ed architettori 119u6j, con nuevas anotaciones y comenta- D e esta m a n e r a , las c u e s t i ó n d e l l u g a r y d e l t i e m p o t r a n s c u r r i d o d e l a n t e de las m i n i a -
rios de G Milanesi, vol. IV. Florencia, 1981, p. 352. turas r e s u l t a e s e n c i a l , j u n t o a las p r á c t i c a s y a las s i t u a c i o n e s de l e c t u r a , y a sus t r a n s f o r -
' «Zinielien. Abendlàudisdie liandschn(ten des Miitclahcrs aus den Sammlungen der Sñftung Picussis- m a c i o n e s h i s t ó r i c a s ; l e e r e n v o z a l t a o e n s i l e n c i o , solos o e n g r u p o , e n la iglesia o e n la
eber Kulturbcsuz Bcrbn-, catálogo de la exposición (Berlín. 13 de diciembre de 1975-1 de febrero de 1976}. sala de u n c a s t i l l o , e n c e r r a d o s e n u n a c e l d a m o n á s t i c a o e n u n c l a u s t r o , e n una h a b i t a c i ó n
Wiesbaden. 197?, ficha niim. 48, pp. 68-69. B. E David»», Raphael's Bible. A Study of the Vatican Logge, Lon- d o m e s t i c a o e n u n a u l a u n i v e r s i t a r i a , t i e n e c o n s e c u e n c i a s i m p o r t a n t e s s o b r e los m e c a n i s -
dres 1985, pp. 12-13. Sobre la Biblia Hamilton véase A. Pcrnccioli Saggese. «Modelli gioì teschi nella miniatu-
m o s de i n t e r a c c i ó n q u e se e s t a b l e c e n e n t r e las i m á g e n e s y sus espectadores.
ra napoletana del Trecento-, en A. C Quinavalle (ed.). Medioevo: i modelli. Atti del coiwegno internazionale ài
m,¿ (Panna. 27 de septiembre-1 octubre de 1999). Milan. 2002. pp 661-667. Para una identificación diferen- E n e l p r ó l o g o d e l Bestiairc d'amovr, R i c h a r d de F o u r n i v a l escribe:
te véame A l G. Ciardi Dupré dal l'oggetto. - Raffaello e le arti minori», en M . Fagiolo y M . I * . Madonna (ed.),
Raffaello t VEunpa. Ani del IV torso intemazionale di alta cultura, Roma, 1999, pp. 355-372, en concreto p. Ì6Ì; [,,,] cuando se ve p i n t a d a una historia, p o r ejemplo la de Troya u otra, se ven las haza-
F. P. di Teodoro. Ritratto di LeoneXdi Raffaello Sanzio. Alila». 1998, pp. 60-67. ñas de los valientes caballeros que v i v i e r o n el pasado c o m o si estuvieran presentes ante
* M . Camille, .<\1sual Signs of the Sacred Pape: Boob, in die "Bible moral i see"'-. Word á Image V, I (1989), nosotros. Y l o m i s m o sucede con la palabra. En efecto, cuando se oye leer una novela, se
pp. 111-130, en concreto p. 114, figs. 3-4. asiste a las aventuras c o m o si sucedieran delante de nosotros . 11
7
P Sacnger, -Silent Reading: Its Impact on Late Medieval Scrips and Society", Viator XTJl (1982), pp.
367-414, id., -Manieres de lire medievales», en R. Chartier y H.-J. M a n i n (edsj, liistoire de Vedition frantaue,
MÍ. 1: Le fori toiufuérant Da Mojen Age au milieu du levile siede. Poiüers, 1989 , pp. 147-161; id., « Leggere nel
?
8
Richard de Fournival. // Bestiario d'amore e la risposta al Bestiario, ed. li Zambo», Parma, 1987, pp. 34-35
tardo Medioevo», en G. Cavallo y R. Chamer (ed-). Starla della lettura nel mando occidentale, Bari, 1998, pp. (ed. cast.: Bestiario de amor, Madrid, Miraguano, 1990]: «Car quant on voit painte une cstoìre. ou de Troies ou
117-154 [ed. case; Historie de lo lectura en el mundo occidental, Madrid, Taurus. 1998).
314 ARTF E HISTORIA E S t'A E D A D M F D I A I I I
I.f F R - 1 A S M I N I A T VII AS M I: U I f. V A L E S 315
ilïiîlii*iinu-lft-pir()tfin.t<lnv»if ~í{~{¿íí6 W H M I O * « A l i ( m t i P c l i Ü i i j j i i l i r n *
: <ii*tn< uM(.«itCti -i- - 777/7 ^Oti-uSvoTli all'ini it ni f ir <'"<it
ii»f lícrtitffojWt
' ?),l''uí"t«*,iiv»J' iiré*«{iirr.Mf«i<lilT*lit A>temerle
J-i-rtl *• i .Y-llrtW' i.'lftl< I - I :
, ,
'áflih WtH 1 " » í . l l « l W f f l f i n t
Vi. i-jjíiii(c-cftinr*"«•.(••« • .¡ r i •flci'j''í<'l'«»íJl liui"*
•
,
'M
.TlvilVt*'>•'•«•ilit<ii* - -' AU E ^ ^ i r3*i*i(iiltrili»i
f 1:
é-fowgf V , 1 {1989), pp. 131-147, en c o n c r e t o 143. figs. 1 4 - 1 5 . XV s e c o l o t r a S a v o i a e a r e a p a d a n a » , e n E . C a s t e l n u o v o (ed.), Le aanzt di Artù. Gli affreschi di b'rugarolo e
"Fournival, UBanana d'amore a t . p p . 3 6 - 3 7 ; - C a r j a n e m ' a m i s s i é s v o u s , s i s o n t c h e c o s e s o u i d s se doit l'immaginaria cavalleresco nell'autunno del Medioevo, c a t á l o g o d e l a e x p o s i c i ó n ( A l e j a n d r í a , 16 d e o c t u b r e de
I 9 9 9 - 6 de e n e r o d e 2 0 0 0 ) , M i l á n 1 9 9 9 , p p . 9 1 - 1 0 6 , e n c o n c r e t o p. 99.
m o l t déliter a veuir et o r e l l c a o î r et m é m o i r e a r e m e m b r e r » .
"Saengcr, ¡¿ggerenel tardo Medioevo, c i t , p. 142.
316 ARTI F HISTORIA rs LA E D A D M I DIA 111
la p r o p a g a n d a , d c M l c la e x a l t a c i ó n s i m b ó l i c a d e E n r i q u e V I a la c a r i c a t u r a i n f a m a n t e d e l
u s u r p a d o r T a ñ e r e » b • de L c c c c * . E n la e n t r a d a de T a n c r e d o e n P a l e r m o (f. 102/- fig. 4 ) ,
1
la s o l e m n i d a d d e l o n i n f o r o m a n o es d e s m i t i f i c a d a e n una r i d i c u l a parada de m a r i o n e t a s
y, c o n t o d a la i n c o n g r u e n c i a d e u n m u n d o a l r e v é s , la d i g n i d a d r e a l se t r a n s f o r m a e n su
c o n t r a r i o ; e l á g u i l a h e r á l d i c a se posa s o b r e la cabeza d e T a n c r e d o c o m o e n u n n ú m e r o de
feria I .a spimoMi lia, fto d e l t r a i d o r es e l c o n t r a p e s o d e g r a d a d o a e s p e c t á c u l o de plaza - e l
m i s m o P e d r o s u g i e i c la a s o c i a c i ó n c o n l o s j u g l a r e s : « Q u e b i e n se a d a p t a n los c í m b a l o s
al n i i . n i * c o r o n a d o i\. I o ( ) ) - d e la c o r o n a c i ó n d e E n r i q u e ( f . 105 r ; fig. 4 ) , d o n d e e l g u i ó n
de \n p r o t o c o l o olí» i . d , e s c a n d i d o m i n u t o a m i n u t o , p r o c l a m a e n cada escena la l e g i t i m i -
dad i la p r e t e n s i ó n i m p e r i a l . L a s m i n i a t u r a s d e l Liberadbonorem Angustí m o s t r a d a s s i -
n i u h r > e . m í e m e c o n la l e c t u r a p u b l i c a d e l o s versos s e g u r a m e n t e a u m e n t a r í a n e l p o d e r
de si si i o n , c r e a n d o u n f a s c i n a n t e c i r c u i t o c o m u n i c a t i v o e n t r e voces r e c i t a n t e s y m i r a -
das i ' >s e s p e c t a d o r e s .
S> la l e c t u r a s o n o r a se l e c o m b i n a la i m a g e n - e s p e c t á c u l o - c o r t e s a n a , p e r o t a m b i é n
« • i -- - 4Rt.i p t a
hnii i - , s o n o t r o s l o s n e x o s f u n c i o n a l e s q u e se establecen e n t r e d e c o r a c i ó n y p r á c t i c a s
de l< ara s i l e n c i o s a . E n la « c o r e o g r a f í a » d e la p á g i n a p r o g r a m a d a p a r a o r g a n i z a r una
retepi i o n d e l t e x t o , q u e ya n o se r i g e p o r la e n t o n a c i ó n n i p o r la m o d u l a c i ó n de la v o z , 1 9
Es d i f e r e n t e fcl c a s o d e l o s d e s t i n a t a r i o s a c t i v o s , p e r t e n e c i e n t e s a g r u p o s sociales h o -
m o g é n e o s y h e g e i t i ó n i c o s , d e n t r o d e l o s c u a l e s hay, e n c u a l q u i e r caso, v a r i o s n i v e l e s de
El público y las funciones de la miniatura e d u c a c i ó n d e la l e c t u r a - ' " , t a n t o d e l o s t e x t o s c o m o d e las i m á g e n e s ; i n c l u s o para los letra-
dos, el r< e r e a i n i c i m i m á s i n m e d i a t o a la o b r a p u e d e d a r s e , a n t e s q u e c o n la e s c r i t u r a , c o n
E n silencio o e n v o z a l t a , las m í n i i t u r a s h a b l a n a p o c o s . I n c l u s o l o s g r a n d e s libros de
la f i g u r a ; las f i g u r a s , .» su v e z , p u e d e n c u m p l i r f u n c i o n e s « d i f e r e n t e s » r e s p e c t o d e las
atril o facistol, c o m o las p a n d e e ! . - l i n g i a s q u e A l c u i n o q u i s o p r o d u c i r » a d decus
palabi ,is y ser d e - c o d i f i c a d a s a t r a v é s d e p a u t a s q u e varían s e g ú n e l r e c e p t o r , d e su h i s t o r i a
ccclesiae- y destinadas a la l e c t u r i i las g i g a n t e s c a s B i b l i a s a t l á n t i c a s , alrededor de
penoi il y c u l t u r a l , d e s u c a p a c i d a d i n t e l e c t i v a y d e su e s t a d o e m o t i v o .
las cuales se o r g a n i z ó la d e v o c i ó n < .1 e n las a b a d í a s y e n las c a t e d r a l e s de la Refor-
ma g r e g o r i a n a ^ , los l i b r o s de c a n ' I >s s o b r e f a c i s t o l e s d e l a n t e d e l o s cantores o,
I'.n su esencia; cada i m a g e n es poliséuuc-a. Puede ser leída en diferentes niveles, ejercita
incluso, los o p u l e n t o s i n a n u s c r i t < r e p r e s e n t a c i o n e s s e ñ o r i a l e s ' , se a b r e n a la
2
m i e n t o ; al i g u a l q m S e c u n d i n o , C r i s t i n a d e M a r k y a t e era u n a a n a c o r e t a , sospechosa d e l
evidencia tangible del cara 3 cara q u e se e s t a b l e c e e n e l f o l i o d e u n m a n u s c r i t o entre texto c o r r e c t o u s o d e los i m á g e n e s p a r a la r e l i g i ó n c r i s t i a n a . T r a d u c i d a e n la l e n g u a m á s f a m i -
e imagen; p o r o t r a , suscita c o m p l e j o s i n t e r r o g a n t e s e n c u a n t o al p u b l i c o y a las (unciones liar para e l l a , la aa.it>/-itas p a p a l la h a b r í a t r a n q u i l i z a d o .
de las üustraciones; concebidas par^ u n rterattis, tteseiens htteras. i^norans e idiota que,sea
C o m o a l t c r n a i n . i a l t e x t o —casi s e g u r a m e n t e c o n o c i d o d e m e m o r i a , t r a t á n d o s e d e l sal-
como sea, está m a n e j a n d o u n Hbro. i ' - « r m a c i o n e s l e t r a n s m i t e n , c ó m o refuerzan su
terio las i l u s t r a c i * m e s v a n d i r i g i d a s a l ignoranz, e n este caso especifico a la m u j e r piadosa
c o n o t i m i e n t o y con que relación o . >ra e s c r i t a o e s c u c h a d . ! ? recluid.i. E n r e a l i d a d , e l b i ó g r a f o d e C r i s t i n a , descendiente de una noble y rica estirpe a n -
El pasaje gregoriano está repr« .. i u n a d e las o b r a s m a e s t r a s d e l a r t e románico glo-tf ' sa, a u n q u e n o d i c e e x p l í c i t a m e n t e n a d a s o b r e e l g r a d o d e a l f a b e t i z a c i ó n d e la
inglés, el Salterio de St. Alban ( H i l d i ST. G o d e h a r d ) o , m e i o r d i c h o , d e Cristina de ereitii v i s i o n a r i a . I.i p r e s e n t a , s i n e m b a r g o , « c o n el s a l t e r i o a b i e r t o s o b r e las r o d i l l a s a
.Markyate, la ermnaña a la que se ! e l a b a d G o f r e d o ( 1 1 l ° - l 1 4 6 ) . E l salterio va todas h o r a s d e l d i a - \ c o m o la V i r g e n q u e . e n las m i n i a t u r a s d e l s a l t e r i o y p o r p r i m e r a
l
A n t i g u o y N u e v o Testamento, la Cl
h Scmt Alexis, i l u s t r a d a c o n t r e s episodios de la
abren 1
.s versos d e l s a l t e r i o e n e l m a n u s c r i t o de Sr. A l b a n s c o n s t r u y e n una e x é g e s i s a u t ó -
leyenda del santo, la B bastonada de Bea tils y la e p í s t o l a d e G r e g o r i o , t r a n s c r i t a en latín y
noma de los s a l m o s , d e s a r r o l l a d a a la l u z d e la Regla de san Benito"™. E x i g e n al espectador
en francés insular. E l t e x t o , u n t a n t o i n c o r r e c t o e n a m b a s v e r s i o n e s , e m p i e z a c o n el famoso
una c o n t e m p l a c i ó n a t e n t a y m e d i t a d a . L a glosa al m a r g e n e n lao'n, t r a n s c r i t a en la m i s m a
págin;i q u e c o n n e n e la B d e Beatas Vir($. 36i>; fig. 5), e x p l i c a q u e e l c o m b a t e a d u e l o d i b u -
Una cosa es adorar una púrtura. 00a, aprender a través de la historia representada aquello que
lado e n el m a r g e n s u p e r i o r , j u s t a m e n t e e n c i m a d e la i n i c i a l o c u p a d a p o r D a v i d , debe r e c o r -
debe ser venerado. I_a carinara es para los que saben leer, lo que la imagen es para los que no dar a q u i e n l o m i r a la l u c h a c o n t r a las f u e r z a s d i a b ó l i c a s y la m a l d a d de las pasiones, y que
saben, y estos ven en c-Ua el caiiuno que hay que seguir. E n la imagen leen aquellos que no las espadas y las a r m a s d e l o s g u e r r e r o s s o n las a r m a s de l a fe y de la esperanza c r i s t i a n a ; l o
conocen las letras. Por lo tanto, para la gente c o m ú n , una p i n t u r a es c o m o una lectura, que la i m a g e n hace v i s i b l e , corporaliter, d e b e ser e n t e n d i d o spiritaaliter. E l « v i d e n d o l c -
gant»- de G r e g o r i o se c o n v i e r t e e n v e r « c o n los o j o s d e l c o r a z ó n » , leer bajo la s u p e r f i c i e .
Eccc rcsponsitin sancti Gregorii Seamdmo incluso rationem de
va i n t r o d u c i d o p o r el título
R e d u c i d o a l e s l o g a n , y a d e s g a s t a d o , d e la « p i n t u r a c o m o l i t e r a t u r a d e los a n a l f a b e -
pictiiris interrógame*. E l escriba c o n f u n d i ó al v e r d a d e r o d e s t i n a t a r i o d e la c a r t a , el obispo
tos», el topos g r e g o r i a n o r e s u l t a e s p e c i a l m e n t e i n a d e c u a d o p a r a e x p l i c a r la c o m p l e j i d a d y
la r i q u e z a f u n c i o n a l t l e las m i n i a t u r a s . C u a n d o , a m e d i a d o s d e l s i g l o x n , H u g o de F o u i -
Véanse al menos L. G. Duggan. -Was an really die "book o f the illiterate-?". Word & Image V, 3(1989),
11 l l o y a n u n c i a , e n e l p r ó l o g o a l Líber avtttm, q u e h a b í a q u e r i d o a ñ a d i r i l u s t r a c i o n e s a s u
pp. 227051; R L Kessler, -Pictorial Narrative and Church Mission in Sixdi-Century Gaul». Studies m the ba- t r a t a d o para q u e l o s c o f r a d e s l a i c o s s e m i a n a l f a b e t o s pudieran entender c o n el o j o del
ton ofan XV] (1985). pp. "5-91; id.. -Diction in the "Bibles of the illiterate"", en I . Lavin (ed.), World An Thema
of Unity in Dnerstty. Acts of tbt XXWtk International Congress of the History of Art, University Park, PaVLondres
1986, II, pp 297-30+. C M . Chazelle. -Pictures. Books, and the Illiterate; Pope Gregory I's I-etters mSercnus
htteras nesciunt. Undc et precipue genrabus pro lectione pictura est»; «(...] altra cose est aurier la painturc e
of Marseilles-, Word & Image \1. 2 (1990). pp. 138-153, M . Curschmann, «"Pictura laicorum lirtcratura'' Über- 5
altra cose est par le histoirc de la painturc aprendre qucla cose seit ad aurier. Kar ico que la scripture aprcstct
legungen rum Verhältnis von Bild und volkssprachlicher Schriftlichkcit i m H o c h - und Spaomttclaicr bis zum
as hsanz ico aprcstct la painrure as ignoranz. Kar amcclc vcient Ics ignoranz quet il deivenc suire. An Ícele lisenr
Codex Man esse», en H . Keller. K_ Crubmüller y N . Staubach (eds.). Pragmatische Schnfilichkeit im Mitttialia. icefs lei letres ne sevent. Atiipxir luquelc cose mnismemenr la peinturc est pur Icreun as genzj». Para la transcrip-
Erstbeminigformen und Enetiiekfungmufen, .Munich, 1992. pp. 211-229; M . Camille, - T h e Gregorian Definition ción del texto latino y del francés, véase R. Billington, Tbc Alexis in the Saint Albans Psalter. A Look hito the Heart
Revisited: U"riong in the Medieval Image», en J. Baschet >• J.-C. Schmm (eds.), L'miage. Fonaions et tisagesda ofthe Matter, N ueva York, 1991, pp. 63-67.
images dans f'Ocádenl medieval Acta du 6e -International Worksl/op on Medieval Societies^, París, 1996, pp. 89-107.
" Gregorio Magno. Registrimi e pistola mm, eil., App. X, pp. 1104-1111,
M . H . Caviness, -Anchoress. Abbess and Queens*. Donors and Patrons or Intercessors and Matrons'--,
, !
**0. Pachi, « T h e Full-Page Miniatures», cn Pacht, Dodwell y Wormald, The St. Albans Psalter, dr., p. 138.
en J. Hall Mccash (ed.), The Cultural Patronage ofMedieval Women, Atenas, 1996, pp. 107-113. Sobre cl manus- 17
Clanchy, Fruiti Memory to Written Record, ck-, p. 191.
crito véase Pacht, Doduell y Wonnald. The St. Albans Psalter, c i i . Sobre la inserción del pasaje de Gregorio ih
Ibìd., pp. 191-192; Pacht, Dodwell y Wormald, The StAlbata Psalter, a t , pp. 63-67, iàms. 15, 116, 117,118.
véase también M . Camiile, vThc Grcgonan definition revisited", cii., pp. 89-92. i 0
C . H . Talboi (ed.). The Life of Christina of Markyate, a Tìvelfih Century Recluse, Oxford, 1987, p. 92; Par- 3
Pacht, Dodwell y Ubrmald. The St. Albans Psalter, cit., pp. 162-163-
ü kes, Le pratiche della lettura, eie, p . 485.
w-Aliud est picturam adorare, aliud per picture hlstoriam quid sit adorandum addisccre. Nam quod legen- 4 0
Pachi, Dodwell y W o r m a l d , The St. Albans Psalter, cit., p. 1B4.
ubus senptura, hoc ignotis prcstat pictura. quia in ipsa ignorantes n d e n t quid sequi debeant. In ipsa legimtqpi
322 ARTE E HISTORIA E N L AF . O A O M E D I A I I I
323
Lr.r.n- LAS MINIATURAS MEDIEVALES
truir, p e r o t a m b i é n s u s c i t a r s e n t i m i e n t o s d e d e v o c i ó n , e s t i m u l a r e l r e c u e r d o , d e s v e l a r l o s
na e n s u a c e p c i ó n m á s c o n v e n c i o n a l 4 4
. A lp r o v o c a r e n e l lector e l p r o c e s o a n a g ó g i c o q u e
lleva d e la r e a l i d a d s e n s i b l e , p e r c e p t i b l e e n l a s u p e r f i c i e d e l a sp a l a b r a s , a la r e a l i d a d e s -
piruuil q u e l a sp e n e t r a , l a i m a g e n s e c o n v i e r t e e n l a « b i b l i a d e l o sa n a l f a b e t o s » ; v i s i b l e a
a m l m i .n,in. E n l a sS a g r a d a s E s c r i t u r a s , d i c e R u p e r t o d e D c u t z ( 1 1 1 3 0 ) , la o r n a m e n t a -
m a - n i e n d o e l S i g n o d e i n t e r r o g a c i ó n e n la a f i r m a c i ó n d e s a nP a b l o ( C o r i n t i o s I I 3,
6|. R . d IJarthcs* p o n e d e m a n i f i e s t o e l « s i g n i f i c a n t e c o n t r a d i c t o r i o » , la e n a n t i o s e m i a
p e r g a m i n o , primera m i t a d d e l s i g l o x i l . Si v i é r a m o s e n a l g ú n lugar letras trazadas con elegancia, n o sería suficiente con elogiar
c u p a d e a ñ a d i r q u e e l fin ú l t i m o e s l a e d i f i c a c i ó n d e l e s p í r i t u d e los s i m p l e s 4 1
. Inclusoen una pintura, es todo, basta verla para apreciarla; cuando m i r a s l a sletras d e l a l f a b e t o , n o te
la a m a d a elrecuerdo del amante, así c o m o l a si m á g e n e s s a g r a d a s servían para fijar e n la U n a inicial f i g u r a d a o h i s t o r i a d a p u e d e s e ra p r e c i a d a y loada c o m o u n a pintura, p e r o
imágenes c o m o palabras para que, c u a n d o n o esté presente, este escrito c o n sus imágenes vista y p a r a l a m e n t e . E l a l f a b e t o i c o n ó d u l o tic la E d a d M e d i a favorece la «conception
y con sus palabras m e haga casi presente e n vuestra m e m o r i a » 4
- . incamatwnnelle» d e lt e x t o 4 0
, e n c o n t r a s t e c o n e l v a l o r p u r a m e n t e representativo d e l a s
p i n t u r a , c o m o la e s c r i t u r a , n o s t r a e a l a m e m o r i a al I-lijo d e D i o s » 4
* - y q u i e n l a sllena de
poderes cognitivos q u e v a n m á s allá d e l a s i m p l e catcquesis —«las pinturas ayudan are- "DtoboM, K M andlmage, c u , , p p . 1 2 4 - 1 2 6 , f i g . 5 8 .
forzar el c o n o c i m i e n t o d eaquello que e s necesario adorar, y a m e d i t a r sobre l a historia
J (
' R u p e r t o de D e u t x , De sánela Trinante I. XXX, e d . R . H a a c k e {Corpus Cbristianorum. Contmnalio Medievo-
lis, 25), liirnbout, 1 9 7 2 ,p . 1.707: « S u p e r v i l e m l i u c r a r u m spirirualis iiitclligentiae conspicil ó r n a m e i m n n ,
sagrada» 4 4
- . E nu n c ó d i c e n ú n i a d o , las i m á g e n e s s o n m u c h o m á s q u e l a s u s t i t u c i ó n visual
quisquís o e u l n s b a b e l a d v i d c n d u m » .
41
W. B. Clark. - H e lUusuaied M e d i e v a l Aviary and d i e l . a y - B r o d i e r h o o d » , Certa X X I , I ( 1 9 8 2 ) , p p . 6 3 - latino da/secólo vni ai nvrtn giorni, M i l á n , 1 9 9 5 , p p . 2 H I - 2 8 2 . en c o n c r e t o p . 2 8 1 .
74; M . C a n u l l c . -Sercutg a n d r e a d i n g » . e i c . p p . 3 2 - 3 3 ; C a r r u d i c r s , The Book of Memory, e i t - , p p . 2 3 9 - 2 4 2 ; " " A g u s u r i . Injohamm evangehum Triictntus (Carpía Cbristianorum. Series latina, 3 6 ) . T u r n h o u i , 1 9 9 0 , X X r V ,
(.ufy.lirrutiii. - P i c t u r a U i c o n i m l i t t c r a i u r a * - , cit., p . 2 1 6 . 2, p p . 2 4 4 - 2 4 5 . - { . . . ) M H u e r a * p u l c h r a s a u c u b i i n s p i v e r e m u s . n o n n o b i s s u f f i c c r e t l a u d a r e s c r i p t o r i s a i t i e u l u m ,
* Foumiwl, U Beaiam d'amore, at>. pp. 36-37: -Car je v o u s e n v o i c en c e s t e s c r i t ct p a i m w c ct parole, q u o n i a m cas p a n l e , a c q u a l c s d e c o r a s q u e f e c i t . m s i e ü a m l e g c r e i n u s q u i d n o b i s p e r i l l a s i n d i e a v e n t [...1 A l i i e r
p o u r c h e k c , q i u m |e n c se tai p r e s e n t. k c c i s esens p a r sa p a i n t u r c c t p a r s a p a r o l e m e r e n d e a v o s t r e mcmoirt c m m vidorur p i c t u r a , a b t e r v i d e n r u r Iictcrac. P i c t u r a m c u m videris, h o c cst totura vidissc. laudarse; Imeras c u m
comnii- preven t - vtdenv, n o n h o c est mrum, quoniam commonens ct l e g e r e » . S o b r e e l pasaje d e A g u s t í n , v é a s e C a v a lio. Testo e
" G r e g o n o Magno. Rcgistrvm epistolarum. cit., A p p . X , p. l i l i : - E t d u m nos i p s a pictura quasi scnpmra
nnmagine, cu., en concrern p. 36.
- u n d i s a c n u u n hisioruc colligcre^.
ARTE E HISTORIA EN U E D A D M E D I A 111
- L i f r . n - LAS MINIATURAS MEDIEVALES 325
tásticos, los elementos vegetales y animales, los personajes que animan las iniciales,
obstaculizan la lectura convencional del sentido literal y estimulan a buscar el Espíritu
en la letra' . Libres de las constricciones impuestas por la mera traducción visual de los
0
sonidos, sobre todo en los libros sagrados, las letras se transforman en signos mágicos
-el monograma del nombre de Cristo— o en los símbolos mismos del cristianismo -la 7'
del Tcigitun que, pronunciada por el sacerdote en el m o m e n t o de la eucaristía, acoge en
ella al crucifijo y se convierte en la Vera C r u z , objeto ella misma de veneración, como
demuestran las huellas de los besos deiados sobre el pergamino que manchan las minia-
turas, en correspondencia con e: catión— E l papa Inocencio I I I advierte que no es por
T
casuaUdad, sino por una feliz disposición de la divina Providencia, que el canon empie-
za por la letra T, «porque ella - • t *< .una muestra el signo de La cruz v lo expresa en
figura»; en muchos sacramen;.- . inicial representa, de hecho, la crucifixion, «de
modo que no sólo reconocer I _ t.rtta, sino también verla (untada, inspire el re-
cuerdo de la pasión de Crist,)
de R o m a c o n la d e l e g a c i ó n d e l 6 Ü 1 , q u e e l c r o n i s t a T h o m a s de E l m h a m e x h i b e , a p r i n -
5 5
C a n t e r b u r y , a l o s l a d o s d e las r e l i q u i a s d e E t e l b e r t o . U n o de los v o l ú m e n e s t r a d i c i o n a l -
5 6
D o m i m c a e passioms inspirei».
seis e p i s o d i o s d e la v i d a d e C r i s t o . E l e n s a m b l a j e « e n t a b l e r o » de las escenas, aisladas
S 8
'•' S o b r e e l c ô d i c e - o b j « o . v é a s e e n c o n c r e t o G - C a v a l l o . « L i b r o e p u b b l i c o a l t a fine d e l m o n d o a n t i c o » , en
id., (ed.), Liba, editori i pubblico nel monda antico Guida nonca e critica. B a n , 1 9 7 5 , p p . 8 3 - 1 3 2 . e n c o n c r e t o 122- M
Beda, Historia eclesiástica, c i c , I , 2 5 y 2 9 .
126 |cd. c a s t : Libivi, editores y publico en cl mundo Antigua. A l a d r i d . A l i a n / a . 1 9 9 5 ] ; id.. Testo e immagine, c i t . , e n
M
C de Hamel.yf History of Illuminated Manuscripts, L o n d r e s , -1994, pp. 14-15, fig. 5.
c o n c r e i o S 5 - 5 8 ; A . P c t m c e i . - L a c o n c e z i o n e e n s u a n a d e l l i b r o t r a v i y v i i s e c o l i * - , e n G . C a v a l l o ( é d . ) , Libn t
S o b r e el m a n u s c r i t o y las v i c i s i t u d e s d e s u l l e g a d a a I n g l a t e r r a , v é a n s e l o s a r t í c u l o s d e J . I . o w d c n , «The
lettori nel medioevo. Guida stonca e critica, B a r i , 1 9 7 7 , p p . 5 - 2 6 .
Beginnings o f Biblical I l l u s t r a t i o n " , e n W i l l i a m s (cd-), Imaging the Early Medieval Bible, c i L , pp. 9-59, y de D .
V e z J n , « L e s l i v r e s u l i b s é s c o m m e a m u l e t t e s e t c o m m e r e l i q u i e * » , e n R . G a n z ( é d . ) , Das Burli als magi-
Hoogland V e r k c r k , «Bíblica) A l a n u s c r i p i s in R o m a 4 0 0 - 7 0 0 and die Ashburnliani Pentateuch", ibid., pp. 97-120.
sebes undah Hepraseiitauo'iiobjebt. W i e s b a d e n . 1 9 9 2 , p p . 1 0 1 - 1 1 5 , e n c o n c r e t o p . 1 0 7 . M
E W o r m a l d , « T h e M i n i a t u r e s i n the G o s p e l s o f S u A u g u s u n e ( 1 9 5 4 ) » , en id.. Collected Wrttmgx, vol. I :
G . H e n d e r s o n , « E i u u t a u o n a n d m v e n u o n i n C a r o l i n g i a n A r t » , e n R . M c k i t t c r i c k ( é d . ) , Carolingim
Studies in medieval Art from the Sixth to the Twelfth Century,
w
diferentes; los laberínneos e n t r a m a d o s de cintas z o o m o r f i z a d a s , q u e l l e n a n como una f u e r o n la p u e r t a , a m e n u d o ú n i c a , d e la R e v e l a c i ó n , s o b r e t o d o para los laicos q u e podían
filigrana las carpa pages del Libro de St Chad ( L i c h f i e l d , C a t h e d r a l L i b r a r ) - , ms. L . p. 220), verlos, a u n c u a n d o f u e r a d e r e f i l ó n y d e s d e l e j o s , e n el t r a n s c u r s o de los e l a b o r a d o s ritua-
componen, vistos de cerca, el perfil de una c r u z . les descritos p o r l o s ordines r o m a n o s : e n la c e r e m o n i a c u a r e s m a l d e l Apertio auriti, c u a t r o
A finales del siglo x u , G i r a l d o del Galles describe, e n la Topograpbia htbérmta, u n libro diáconos salían d e la s a c r i s t í a c a d a u n o c o n u n e v a n g e l i a r i o y los llevaban a lo l a r g o de la
nave de la i g l e s i a , p r e c e d i d o s p o r c l é r i g o s c o n velas e incensarios, después los apoyaban e n
visto en Kildare, obra de u n escriba i n s p i r a d o p o r u n á n g e l - q u e se le apareció en sueños
para mostrarle, sobre una serie de tabidae, los p r o y e c t o s d e las i l u s t r a c i o n e s - y ayudado por
los c u a t r o á n g u l o s d e l a l t a r , cada u n o a b i e r t o p o r el incipit de u n E v a n g e l i o ; e n las p r o c e -
siones e u c a r í s t i c a s p a p a l e s , l o s E v a n g e l i o s m e t i d o s e n cofres, cuyas piedras preciosas las
las oraciones dirigidas a Dios p o r santa Brígida, para q u e su o j o m e n t a l y físico se agudiza-
contaba c u i d a d o s a m e n t e e l vesterarnis p a r a q u e n o se p e r d i e r a n p o r e l c a m i n o , al l l e g a r a
se)'fuera capaz de c o m p r e n d e r ) r e p r o d u c i r d i g n a m e n t e los c o m p l i c a d o s d i b u j o s propues-
-
caballeros *. 7
o universales.
C u a n d o E n r i q u e n, a g r a d e c i d o a san B e n i t o p o r h a b e r l e c u r a d o de u n c ó l i c o r e n a l
que le h a b í a d a d o d u r a n t e su e s t a n c i a e n M o n t e c a s s í n o e n j u n i o de 1022, decide d o n a r al
* É~ Ó Canagàin, -"Traditio evangellomm" and "sustencation": die relevance o f liturgical ceremonies to
V
trasladan a las aulas de los p a l a c i o s c o m u n a l e s ; m i e n t r a s q u e e n e l e s p a c i o d e las catedra- jer d e l c a m b i s t a r e t r a t a d a p o r Q u e n t i n M c t s y s e n 1514 ( f i g . 8)*' hojea las páginas de u n
les, amortiguadas en e l p l a c e n t e r o m u r m u l l o d e las o r a c i o n e s i n d i v i d u a l e s las retumban- libro de h o r a s m e z c l a d o e n t r e o t r a s p r e n d a s c n e l m o s t r a d o r de la r i e n d a , el espejo ana-
tes voces de la l i t u r g i a d e c l a m a d a , l o s g r a n d e s v o l ú m e n e s d e l a d e v o c i ó n c o m u n i t a r i a se m ó r f i c o , las p i e d r a s , l o s c o l l a r e s , e v i d e n t e m e n t e n o a b s o r t a e n la piadosa m e d i t a c i ó n de
las figuras sagradas, s i n o e n la a p r e c i a c i ó n d e su v a l o r e c o n ó m i c o y de su r e f i n a m i e n t o de
sustituyen p o r p e q u e ñ o s l i b r o s d e h o r a s , f á c i l e s d e m a n e j a r y d e l l e v a r c o n s i g o , e n casa o
en misa, ilustrados p o r m i n i a t u r a s q u e c o n t r i b u y e n a la i n t i m i d a d d e la o r a c i ó n hasta el
objeets d'art.
v o y e u r i s m o e r ó t i c o * . V e r s i ó n « d o m e s t i c a d a y l a i c a " d e l o s m o n u m e n t a l e s misales, anu-
6 8
" G . Grufino. - I l "Comune dei Sana". l'aironi dipinu nei libo cittadini», cn C . Leonardi y A. degl'Innocenti
ledi.). / Stati Patroni Modelli di santità, culti e patronati in Occidente, catalogo de la cxposicióil (Napoles, S de
junio-l5deoctubrede 1999).JMilàn 1999. pp. 91-97; A L Medica (ed.), lìnee sunt Statuto U corporazioni mtiit-
vab nelle miniature bolognesi, catalogo de la c x p o M c i ó n (Yìgnola, 27 de marzo-I I ile julm de 1999), Modem,
1999; M. Kuncctu (ed.). "Per l-uono nato de la citade- I* Matricole delle Arti a Perugia, catalogo de la exposìoón
(Perugia. 2Udc pinio-15 sepuembre de 2001), Perugia. 2001.
*' A Lumi (ed.). Il (Sostituto del Comune di Siena volgarizzato nel tncteix-metcx, Siena, 1903, en concreto pp
*SL Pciilceüi. « Women and Books of Hours-, cn L . M. Smith y j . 11. M. Taylor (ed*.). Women andtbt Hook.
126-127.
Anessingtbe l tsual Evidente, Londres/Toronto. 1996. p p 266-281. en concreto p. 296.
r
** P. Sicnger. -Books of Hours and the Reading Habits of the Later Middle Ages-, Scrittura e àviltÀ Di " M. W. Driver, -Mirrors of a CoIIecove Past: Re-considenng Images of Medieval Women-, ibid. pp.
(1985). pp. 239-269. 75-90, cn concreto p. 90.
r
CUncby. From,Memory u Written Record, cu., p p . 110-11 [.
F R E N T E A LAS VIDRIERAS
Francesca dell'Acqua
C e s o n i le h u i s e t le c l c r e s fenestres
Introducción
L o s versos q u e e n c a b e z a n este t e x t o , c o m p u e s t o s e n la segunda m i t a d d e l s i g l o x v e n
l.i c o r t e i l c E e l i p e el B u e n o , r e c u p e r a b a n e l topos h o r a c i a n o de la naturaleza i m p e r e c e d e -
r.i de las o b r a s p o é t i c a s , q u e p u e d e n r e s i s t i r m e j o r q u e los m o n u m e n t o s los asaltos del
u e m p o y de la i n t e m p e r i e . P e r o e n u n a i n n o v a d o r a « e x t e n s i ó n » de la i m a g e n h o r a c i a n a ,
1
N a c i d a c o m o e f i c a z p a n t a l l a p r o t e c t o r a de las v e n t a n a s , la v i d r i e r a p r o n t o se c o n -
vierte e n u n c o m p l e m e n t o l u j o s o d e d e c o r a c i ó n c u y o s c o l o r e s , e n t r e la T a r d o a n t i g ü e -
1
A g r a d e z c o a A l a r c o B e r c i l a , I n g o H c r k l o t z y G e r h a r d VVblf p o r sus valiosas sugerencias que han enrique-
cido e l t e x i o , a S a n d r a B a r a g l i p o r la p a c i e n t e l e c t u r a ; a F s t c r F a s i n o , C h i a r a P i c c i n i n i y F i l i p p o A l a r i a P o n t a -
ni p o r In t r a d u c c i ó n d e a l g u n o s p a s a j e s q u e a p a r e c e n aquí.
Carmina, l i b r o I I I , 3 0 ,
Horacio, e n F . K l i n g n e r ( e d . ) , C?- Horati Flaca Carmina. Bibliotbtxa striptonun Crac-
ionim et Romanortim Tcubncnana, tomo M C D X X X V , L e i p z i g , 1939. « E x e g i moiiumcntum aere perennius /
reg.ilique s i t u p y r a m i d u m a l d u s , / q u o d n o n u n b e r e d a x , n o n A q u i l o u n p o t e n s / p o s s i l d i r u e r e aui i i m u m e x a -
bili / . i n n o f u m s e n e s e t f u g a tempomm-.
Ì
336 ARTE c HISTORIA EN LA E O A » MUDI III
F B t N U A LAS V I D R J L R A S 337
e x t e n o r " . L a c i a n c u » d e b í a d e e s t a r s e g u r o d e q u e , a d o p t a n d o el v i d r i o p l a n o - m a t e r i a l
a m p l i a m e n t e u t i l i z a d o y c o n o c i d o p o r t o d o s - c o m o t é r m i n o de c o m p a r a c i ó n e n una
comph d i s e r t a c i ó n t e o l ó g i c a , p o d í a e x p r e s a r c o n c l a r i d a d su p r o p i o p e n s a m i e n t o .
Vidriera! eño arquitectónico
D e I p e r f e c t a f u n c i o n a l i d a d d e l v i d r i o e n las v e n t a n a s - o sea, q u e era el m e j o r m a t e -
1
Casi todos los que h a n éscriti i ¡ a e r a s n o h a n e s c a t i m a d o e n c i t a s d e l segundo li- rial p.i d e j a r p e n e t r a r la l u z n a t u r a l r e s p e c t o d e la m i c a , a l a b a s t r o , telas enceradas,
bro del tratado De dreersis «rübas, . nfi a l e m á n T e ó f i l o (sigb is v i - x i i ) , dedicado a la fa- postipo tic m a d e r a , c e l o s í a s m e t á l i c a s o d e e s t u c o - t a m b i é n h a b l a , d e m a n e r a m u y clara,
bricación de vidrieras'. E n el p r o l . •: • .< i d o e s c r i b e q u e , a l e n t r a r e n e l m e t a f ó r i c o santua- una Crónica m o n á s t i c a r e d a c t a d a e n N o r m a n día e n e l s i g l o v n , q u e describe e l d o r m i t o -
rio de Santa Sofía, distinguió m u , : , l< »res. c a d a u n o d e l o s c u a l e s t e n í a una udlidad y n o ni«ii, isiico e n J u m i e g e s , e n e l q u e a cada c a m a le c o r r e s p o n d í a una v e n t a n a v i d r i a d a ,
naturaleza propia. T o m a n d o esto e n i < ' ¡ . s i d e r a c i ó n y h a b i e n d o e x p e r i m e n t a d o «visu mam- a través de la c u a l la l u z s o l a r c a l e n t a b a la m i r a d a d e los m o n j e s d e d i c a d o s a la lectura de
busque», quiere explicar al l e c t o r c ó m o se p u e d e d e c o r a r u n e d i f i c i o c o n i n g e n i o arnsucoy las Kst m u r a s : -« [ . . . ] s i n g u l a p e r lecta l u x r a d i a t ; p e r t e n e s t r a m v i t r u m p e n e t r a n s , linis
variedades de colores y. al m i s m o t i e m p o , h a c e r q u e la l u z d e l día y l o s r a y o s d e l sol puedan fovet a s p e c t u m legenos'*»-.
penetrar libremente. Pero c o m o se habia d a d o c u e n t a d e q u e la p i n t u r a m u r a l y sobre tabla I n s u m i d o p o r e l r e y m e r o v i n g i o C l o d o v c o I I ( 6 3 9 - 6 5 7 ) , e l m o n a s t e r i o de J u m i e g e s
n o es «transparente», se dedicó a i n v e s t i g a r las c a r a c t e r í s t i c a s d e l v i d r i o y las potencialidades p r o n t o lúe o b j e t o d e t r a b a j o s d e r e e s t r u c t u r a c i ó n d u r a n t e e l m a n d a t o d e l abad F i l i b e r t o ,
de las vidrieras c o m o «curiosus e x p l o r a n >r» de la l a b o r d e e x p e r t o s v i d r i e r o s .
A las vidrieras se les o t o r g ó una i m p o r t a n t e f u n c i ó n , la c o m u n i c a t i v a , mediante la
' ' L a d i f u s i ó n d e l n u e v o m a t e r i a l s e a d s c r i b e a l a é p o c a j u l i o - c l a u d í a , c f r . R . H e r b i g , Das Fenster nider Ar-
representación de i m á g e n e s a p a r t i r de la é p o c a c a r o l i n g i a . S i n e m b a r g o , e l conocimien-
chiicklur des Allcrtiinis. Baugeschichtlicbe Srudicn, A t e n a s . 1 9 2 9 , p p , 9 s s . ; D . S p e r i , « G l a s u n d L i c h t i n A r c h i t c -
t o de su perfecta f u n c i o n a l i d a d para p r o t e g e r l o s i n t e r i o r e s q u e , a l m i s m o t i e m p o , esa-
k t u r u n d K u n s t " , e n V V . - D . 1 l e i l i n e y e r y V V . H o c p f h e r ( e d s . ) , Liebt und Arrbiteh/ur. Scbríften des Seminanfiir
ban b i e n i l u m i n a d o r p o r la l u z n a t u r a l , h a b í a s i d o y 3 a p r e c i a d o e n é p o c a r o m a n a . Alíña- klassisehe Arcbaoíogieder Freien Università! Berlin. T u b i n g c n . [ 9 9 0 , p p . 6 1 - 7 1 , e n c o n c r e t o p . 6 5 .
les del siglo i d . C . se e n c u e n t r a n t e s t i m o n i o s l i t e r a r i o s d e l e m p l e o d e l v i d r i o como 7
l . a c t a n c i o . Libio de opificio Dei, c a p . V i t i , I I , e n S - B r a n d t ( e d . ) Ludi Camelli Firmiani lactantii Opera
pantalla translúcida y p i n t a d a e n las v e n t a n a s d e l u j o s a s v i l l a s p r i v a d a s , c u y o s tricliniossc Ornimi Corpus Scriptomm Ecclesiasticoruni Latinorum, t o m o X X V T I . P r a g a - V i e n a - L e i p ; u g , 1 8 9 3 , p . 3 0 . A<[uf
Lactancio discute un pasaje de L u c r e c i o s o b r e la t e o r í a d e la v i s i ó n , e n la q u e , p r e c i s a m e n t e , se n o m b r a e l v i -
abrían al paisaje y cuyos p e r i s t i l o s se t r a n s f o r m a b a n , e s t a c i o n a l m e n t e , e n «jardines de
drio c o m o m e d i o a través del cual De rerum Natura, l i b r o I V , 1 4 3 ; c f r . i V L
la I u 2 se p u e d e p r o p a g a r : L u c r e c i o ,
invierno» con láminas de v i d r i o . A u n q u e V i t r u v i o , e n su t r a t a d o d e a r q u i t e c t u r a , había
4
l í e r e t t a , « F r o n t d i e E y e t o d i e E y c - G l a s s . A P r c - H i s t o r y o f S p c c t a c l e s » , e n id. ( e d . ) , When Class Matters.
subrayado la conveniencia de q u e l o s t r i c l i n i o s se a b r i e r a n c o n g r a n d e s ventanas a los Sciences and Crafts faciliti Glass frotn Gracco-Roman Antiqnity io Early Modem Era, F l o r e n c i a , O l s c h k i , 2 0 0 4 . L a
paisajes, que f o n n a b a n así p a r t e d e l j u e g o d e c o r a t i v o d e l a s p i n t u r a s y d e los estucos*, no lapis speciilaris o p i e d r a í e n g i t e o m i c a e s u n s i l i c a t o c o m p l e j o , q u e p u e d e r e d u c i r s e a d e l g a d a s l á m i n a s i n c l u s o
con el s i m p l e r e s t r e g a r d e l o s d e d o s . F u e e m p l e a d a e n las v e n t a n a s y a e n la p r i m e r a é p o c a romano-imperial.
* Plotino, Enfadas, V* 8, 4 : u n a r e c i e n t e e d i c i ó n i t a l i a n a e s la d e e d . À I . C a s a g l i a , C . G u i d e U i , A , L m g u i o y F.
' C R. D o d w c l l (ed.), Tkeopbiliis De diversis artihis /'Fheopbtlus. The Vanous Arts, O x f o r d , 1 9 8 6 . p p . 36ss. .Vlonam. T u r í n , 1997; cfr. A . G r a b a r , « P l o r i n et les o r i g i n e s d e l'esthctjque m e d i e v a l e » (1945), en id. Les origines de
' P l i n i o el Viejo. À a t a n j / o Hìsrona. l i b r o X I X , 1 9 , e n J . A n d r é ( e d . ) . Pline /.'Ancien. Histoire Natnrelle,Lvnx l'tsthéiique medievale, París, 1992 |ed. c a s t . : Ija orígenes de la estètica medieval, M a d r i d , S i r u c l a , 2O07|. V a A r i s t ó t e l e s
X I X . París, 1964, p . 46-- « i a m i n f e n e s t r i s s u i s p l c b s u r b a n a i m a g i n e h o n o r u m c o t i d i a n a o c u i i s r u r a p r a c b c l n n t
tullía e s c r i t o q u e s i n l u / . n o p o d í a e x i s t i r la v i s i ó n , y q u e p o r e s o e r a n e c e s a r i o e s t u d i a r los m a t e r i a l e s t r a n s p a r e n t e s ,
(..>; Marcial, Eptgratmnata. X I , 18, w, 1 - 2 , en W . M . Lindsay (ed.), Scrtptorum Classtconim Biblioteca Oxonien- " d i á f a n o s » , q u e p e r m i t e n la p r o p a g a c i ó n d e l o s rayos d e lux, cfr. B e r e t t a , Frota tbc Eye tv tbc Eyc-Glass, d e .
si*, O x f o r d . 1 9 2 9 : - r u s est n u h i m a i u s m feneslra».
Monumen-
* « V i t a S . F i l i b e r ü A b b . G c m e t i c e n s í s et H c n e n s i s » , cap. V I L I , en B . K r u s c h W . L c v í s o n (eds.).
'Vitruvio, D r architettura. V i , J . 10; V I , 5 , 1 - 3 ; V I , 6, 6 , e n P. G r o s (ed.), Vitruvio, De Architeaura.TarÍB, ta Genaaniae Histórica (a partir d e a h o r a MGH), Scriptores Rerum Merovingicarnm, Passianes et Vitae Sanctonit/i
1997, voi. L pp. I X - L X X V 1 L v o i . I I . p p . 8 1 3 . 820, 842, 844-845, 849 [ed. c a s t . ; Eos diez libros de arquitectura, Aevi Merovingia', i o n i o V, Hannover-Leipzig 1910, p. 590.
Madrid, A l a i , 1992).
A m t F II I S T O R I A E N L A E D A D \1EDI III
F R E N T E A I AS VIDRIERAS
U n o s s i g l o s d e s p u é s , L e ó n B a ñ i s t a A l b e r t i es sensible a la i l u m i n a c i ó n de los i n t e r i o -
res en su c o n o c i d o t r a t a d o d e a r q u i t e c t u r a , e s c r i t o a m e d i a d o s d e l Q u a t t r o c e n t o . D e c l a -
1
1-amcnta este desinterés H Scdluuyr. Dos Lxcbt in seinen künstlerischen Manifestationen, Mittenwald.
rado a d m i r a d o r t i c la a r q u i t e c t u r a c l á s i c a , d o n d e la v e n t a n a n o había p r o s p e r a d o m u c h o ,
197 . j). 1U. Una gran importancia a la lur había dad'i. en cualquier caso, en sus estudios sobre las catedrales
w
góticas O. von Simsnn, Tbe Gothic Cathedra! Tbc Origws of Coline Architecture and ibe Mcdicz'al Concepì of Orici. admitía, s i n e m b a r g o , q u e p r e f e r í a e n las iglesias c r i s t i a n a s naves n o demasiado t e n e b r o -
Londres, 1956 jed. cast.; La catedral gvtua Lo) orígenes de la arquitectura gótica y el concepto mcdicfat de erden. sas, s i n o m á s b i e n i m p r e g n a d a s d e u n a m í s t i c a p e n u m b r a . P o r l o t a n t o , sugería q u e
Madrid. Alianza, 19801 Reciénlenitine, un grupo du arquitectos \ hrurgistas ha efectuado un esrudio sobre la
interacción entre luz naiural y iui arulicial en la liturgia cristiana, en concreto en la iglesia romana de Sin Las ventanas de los t e m p l o s deben ser de dimensiones medianas y estar cn posición m u y
Clemente (siglo xn> y la Capilla Palatina del palacio de Caserta (siglo xvni). Los resultados se discuDcronencI
elevada con el fin de q u e , a través de ellas, n o se pueda ver más que el cielo y que n i los
congreso Liturgia. Ani e Tccnolvgia celebran con ta luce (Roma, basílica de San Clemente, 19 de junio de 200?).
oficiantes n i los fieles, de ningún m o d o , aparten sus mentes de la divinidad. La sensación
editado en una homónima publicación. Agradezco al padre Silvano Maggiam por la 3mablc sugcrcocia. De
cómo objeios pintados y bien ilummados pueden ofrecer la ilusión de movimientos irreales y capturar la mira- de t e m o r que suscita la oscuridad acrecienta, p o r propia naturaleza, la piedad de los espíri-
da humana véase Y S. Ramachandran, -lnteraeüon Uerween Colour and Motion m Human Vision», Natan tus | . . . ]
CCCXXVIli. 6.131 (1987). pp. 645-647
'* W. Roettelinann, -Zur Koiismilmon der Fensterbank- und Le ibungssch ragen in der Einhansbasilib Añade el h e c h o d e q u e las l l a m a s c o n s u s t a n c i a l e s a los t e m p l o s , q u e se p u e d e c o n s i -
2u Steinbacb im Odenwald», en Karolingische und ottomscbe Kunst. Werden, Wesen, Wirbung, Wiesbaden, 1957, derar c o m o e l m a y o r e l e m e n t o r i t u a l y e l m a y o r e l e m e n t o r e l i g i o s o , se d e b i l i t a n e n u n
pp. 141-149.
a m b i e n t e d e m a s i a d o l u m i n o s o . A d e m á s , A l b e r t i r e c u e r d a c ó m o los a n t i g u o s , a fin de
'"-Liber PontificaÜs Konianus andie deno Anastasii Bibhodiecarn \itae Ronianorum Pontdicum ab Pc-
p r o t e g e r l o s i n t e r i o r e s d e la i n t e m p e r i e , u s a b a n c e l o s í a s de m á r m o l , de m e t a l , p e r o n o de
tro Apostolo ad Nicolaum 1 - . en L- A Muraton (ed.). Rerum Italtcarum Scriptores, tomo I I , Milán, 1723, pp.
v i d r i o , p o r ser c o n s i d e r a d o d e m a s i a d o f r á g i l ' .
1
200-201. 208. 251 ffalu en esta edición el pasaje relauvo a Sergio 11), o bien L Duchesne (ed.), Le Liber Ponti-
ficala. Texte. Intrudiuiion el Commentaire, París. 1981 (reimpresión anastatica), pp. 10, 25, 94, 147. Para un co-
mentario 3 estos teXtOS, Dell'Acqua. .-Illuminando colorai-*, cit.. pp. 1 20-122.
K. Kevcvron, «Lumières guduque*: evoluuon du voúlemcnt et de Pcclaircmcni dans la cathédrale de
1 0
p u e d i ¡«resumir m á s q u e e l d e la v i d r i e r a d e s e r u n a r t e d e la t r a n s p a r e n c i a , e n el que la
luz se t u n d e c o n e l c o l o r ? A u n q u e G o e t h e p o l e m i z a r a d u r a m e n t e c o n t r a los e x p e r i m e n -
La variedad de los c o l o r e s de las v i d r i e r a s m e d i e v a l e s y s u f o r m a de reflejarse en el
tos sobre los c o l o r e s d e N e w t o n , q u e usaba u n p r i s m a de c r i s t a l - p o r t a n t o , u n o b j e t o
i n t e r i o r de los edificios ha p r o v o c a d o t a n t o u n m u t u o e s t u p o r e n i n n u m e r a b l e s obsena-
arulki.il para e x p l i c a r e l o r i g e n de l o s c o l o r e s n a t u r a l e s , se s e n t í a a t r a í d o , s i n e m b a r g o ,
dores c o m o a d m i r a d o s c o m e n t a r i o s d e p e r s o n a j e s m u y d i f e r e n t e s e n t r e e l l o s , desde el por e l \ i d n o y, e n p a r t i c u l a r , p o r las v i d r i e r a s . D e h e c h o , a c o m p a ñ a b a al b a r ó n v o n S t e i n
poeta P r u d e n c i o , en é p o c a t e o d o s i a n a . basta e l a b a d d e S a i n t - D e n i s S u g e r e n el siglo xn en e x c u r s i o n e s d e e s t u d i o p o r la r e g i ó n e n t r e el R i n y e l A l e ñ o para e n c o n t r a r r e l i q u i a s
o M a r c c l P r o u s t . L o s c o l o r e s son r e s p o n s a b l e s d e - d a r v i d a » a l a s c o s a s . C o m e n t a n d o a del g l o r i o s o p a s a d o g e r m á n i c o , d u r a n t e las c u a l e s su a r i s t o c r á t i c o c o m p a ñ e r o c o n s i g u i ó
Aristóteles en u n t r a t a d o s o b r e los c o l o r e s , J o h a n n W b l f g a n g v o n G o e t h e escribía: incluso a d q u i r i r u n e x c e p c i o n a l g r u p o d e v i d r i e r a s q u e el m a e s t r o G c r l a c b u s , a m e d i a d o s
del s i g l o M I , h a b í a r e a l i z a d o p a r a la a b a d í a d e A r n s t e i n a n d e r L a h n ( f i g . 3), y él m i s m o
Pertenece a lu visible sólo aquello que es de la vista [ . . . ] L o v i s i b l e es el color. Este es e m p e z ó a c o l e c c i o n a r v i d r i e r a s p a r a su p r o p i a r e s i d e n c i a de VVeimar. Q u e el interés de
algo que recubre lo que es visible | . . . ] El c o l o r n o se p u e d e v e r s i n l u z . y sólo se puede ver G o e t h e p o r estas p r o d u c c i o n e s t r a n s c e n d i e r a la p u r a v a l o r a c i ó n e s t é t i c a q u e d a t e s t i m o -
en ella. Por esta razón debemos decir ahora q u é es la lu/.. E x i s t e a l g o que llamamos trans- niado, p o r e j e m p l o , p o r u n pasaje c n e l q u e c o m p a r a la p o e s í a c o n las v i d r i e r a s , d i c i e n d o
parente {diafanes). U n nombre que damos a a l g o que es v i s i b l e , p e r o n o en sí, sino a través que la p r i m e r a es o p a c a y o s c u r a si se v e d e s d e el e x t e r i o r , c o m o las v i d r i e r a s p i n t a d a s de
una iglesia vistas d e s d e la p l a z a d e l m e r c a d o , las cuales se v u e l v e n c o l o r i d a s y claras, r e s -
de otro color [...] La luz es el c o l o r de la t r a n s p a r e n c i a . 24
plandecientes d e h i s t o r i a s y o r n a m e n t a c i o n e s , c u a n d o se m i r a n desde el i n t e r i o r :
•*•' P FloreiukJ|, Lr pune regali Saggio rull'icona. ed. E . Zolla, Milán, I 977, p. 60.
" L . Wittgenstein, Vermiscbte Bcmerkungen, Frankfurt, 1977 (ed. cast.: Observaciones divenni Olirai comple- ¡Las poesías son c o m o las vidrieras pintadas! Si desde la plaza del mercado se mira al
tai. Madrid. Credos. _'009, sul. 2 |. interior de la iglesia, t o d o es l ó b r e g o y oscuro [...| ¡Pero probad a entrar! Acercaos a la
"J. W. Goethe. Zar b'arbenlebre Matenaten zar Gesebicbte der lart-enlehre OHIO); cfr. id . U teoria dei nhn. Sagrada C a p i l l a : de repente hay u n resplandor v i v o , fusiona y arte resplandecen inespera-
ed. R. Troncón. Milan Tremo. 1997. p 60 Goethe había trabajado más de cuarenta años en la elaboración de damente, u n n o b l e rayo reluce l l e n o de significado ( . . . ] " .
la teoría de los colores v estaba más orgulloso que de la propia producción lilcraria. Cfr. J- Gage, -Color io
Western Arc An b>ue -, Ibe Art Bulletin L X X I I . 4 (1990). pp. $18-541; id.. Coloni and Culline Praclut noi
;
MeaningfromAntiquity to Abstraction, Londres, 1993; id.. Colour and Meaning. Art. Science and Symbolism, Lon- " J . W. Goethe, Werke. Hamburger Ausgabe, Münich. 1981, vol. I , p. 326: ^Gedichte sind gemalte Fens-
dres, 1999; L. von Mackensen. -1 fondamenti della teoria goediiana dei colori», cn K Moiso (ed.), Gottbr.lt terscheiben! / Sicht man vom M a r k t in die Kirche lünein / da ist alles dunkel und dustcr [ . . . ] / Kommt aber
natura eie sue forme. Milán, 2002. pp. 33-39.
344 ARTI E HISTORIA Ï N LA E D A D MEDIA III
F H E N T E A LAS VIDRIFRAS
n í a , 1892-1898. vol. I I , p. 34, que remite a la historia de la pintura dcT.-B. Émcnc-David, Historie de la pein-
turcaii Mayen Age. Avee une notice sur Tauter par P L Jacob, París, 1852, pp. 38-39, noia 3 y pp. 79-80; ha sido
introducido en el excursus histórico sobre la «suene» de las vidrieras por Castelnuovo, Vetrate medievali, cít-,
nur einmal herein! / Begrusst die beilige Kapelle. / da ist's auf einmal farbig belle. / Geschieht* und Zierat pp 16ty 220
gläiut in Schnelle. I bedeutend wirkt ein edler Schern |...J-. Cfr. E . Castclnuovo, Vetrait medievab. Offiant, " C f r R. Krautheiiner, - I n t o r n o alla fondazione di S a n Paolo fuori le Mura», Atti della Pontificia Accademia
teaiuhr. viatstn. Turin. W94, pp. 190-192. di Archeologia. Rendiconti 19, L I I I - L I V (1980-1982), pp. 207-220; H . L . Kesslcr, Old St. Peter's and Church De-
M.-A. Laugier. -Observations sur rardiitceiure-, en G. Bckaen (ed.), Marc-Aniome I^iiigter. Etim tur
:FT coration ni Medieval Italy, Spoleto, 2002. Sobre la Concordia Apostolorum, cfr. J. M . Huskinson, Concordia Aposto-
l'architecture. Observations sur l'aribiieeture Édition integrale des deux volumes, Bruselas, 1979 (facsímil de lai lorimi Christian Propaganda at Rome in the Fourth and the Fifth Centuries. A Study in Early Christian Iconography
ediciones de los dos textos. París. 1755 y París. 1765). pp. 129-130;-Uans ces fortes bâuments les massifs sont and Iconology, Londres, 1982.
d'ordinaire fon légers et les pereés mullipbés a l'infini 11 en résulte une hizzarrerie, une vanélé d'aspects, qui Sobre la estetica tardoantigua, M - Cagiano de Azevedo, «Policromia e polimateria nelle opere d'arte
occupent agréablement ta vue. et qui produisent le spectacle le plus séduisant |...] Placon-nous au centre de h della carda antichità c dell'alto medioevo» (1970), en S. Lusuardi Siena y fit P. Rossignam (eds.), Cultura e
croisée |...| Que verrons-nous": Une distribuuon charmante, où l'oeil plonge délicieusement â traverspluiicrs tecnica artistica nella larda antichità e nell'atto medioevo, Milán, 1986, pp. 19-55. Sobre la estéuca medieval en
ûïcs de colonnes (. .| dont le* vitraux répandent la lunuere avec profusion et inégalité». general véase R. Assunto, La critica d'arte nel pensiero medioevale, Milán, 1961, p. 42.
Sin embargo, Goethe, en cl propio escrito Von deutscher Baukunst (1772), arremete contra Laugier, sin
r " Por citar algunos autores, Sidonio Apolinar, «Ep. I l , 10, 4, Sidonius Hesperio suo salutcm», en C.
nombrarlo, porque éste había atribuido iodo a medida, módulos, dogmas, sin dejar espacio a la cream-ídadya Lut|ohann (ed.), Gai Solii Apollinaris Sulomi Epistulae et carmina, MGH, Aurtvres antiquissimi, tomo V I D ,
U genialidad humana; cfr G. Beben. «Introduction», en id., Marc-Antoine Laugier, ciL, p, VID; W. Hcrr- Berlín, 1887, p. 34; Venancio Fortunato, De Ecclesia Pansiaca, Carm. I I 10, w . 13-16, en F. Leo (ed.). Penan-
niann, Laugier ond liightcenlb Century Frencb Tlmry. Londres, 1962, pp. 68ss. sobre la visión que Laugier tenía ti Hanon Clementi ani Fortunati prcshyteri Italici Opera poetica, MGH, Anclares antiquissimi, tomo IV, Berlin,
1881, p. 40; Alcuino, Carmina, Versus de patnbtis regibus et Sanctis etiboricensis ecclestae, w . 1S08-1516, cn E.
del gótico; pp. 17ÍSS sobre la recepción de los escritos de Laugieren el extranjero; pp. I87ss. sobre Goethe.
Dummler (ed.), MGH, Poetae lettini nevi Carolini, tomo I , puis prior, Berlín, 1880, p. 203; cfr. Dell'Acqua,
Prudencio, Pcristtphanon Uber. Inno XII, Passio Apostotorum Petri et Pauli, v. 54. en I . Bergman (ed.), A.
n
F R E N T E A LAS V I D R O R A S
[..-] y después haya glaucas ventanas de v i d r i o , sobre las que e l a l m o Febu dirija sus
rayos, iluminando de modo experto con su hermosa m e l e n a , o h . i l u s t r e prelado, a rus [fie- d o c o m o P s c u i l o - D i o n i s i o , c u y o s t e x t o s c o n t r i b u y e r o n a f u n d a r la e s t é t i c a de la l u z
les] enamorados de la l u z " . m e d i e v a l ' ; él h a b í a e l a b o r a d o u n p e n s a m i e n t o o r i g i n a l f u s i o n á n d o l a filosofía n e o p l a t ó -
1
m c a y la t e o l o g í a d e la l u z , p r e s e n t e e n e l A n t i g u o y e l N u e v o T e s t a m e n t o .
Apolo.
dos e n t r e los s i g l o s v i 1 y x i v , se r e c r e a n e n la d e s c r i p c i ó n d e v i d r i e r a s - f a n t á s t i c a s - hechas
Algunos siglos después, en la . k r . p c i ó n d e l o s t r a b a j o s d e r e n o v a c i ó n llevados a
tle p i e d r a s p r e c i o s a s , T e s t i m o n i a n d o c ó m o e n l o s r u t i l a n t e s c o l o r e s d e l v i d r i o m e d i e v a l el
cabo p o r Suger, abad de S a i n t - D c i : e n P a r í s , e n la i g l e s i a a b a c i a l , se c a p t a n rasgos de
h o m b r e c o n e e m p i 1 n i n e o v e í a a l g o d e p r e c i o s o , t a m b i é n desde u n p u n t o de vista m a t e r i a l .
una pasión casi sensual, pagana, p o r ibjctOS l u j o s o s v p o r la l u z d e las vidrieras, por E n Pitr&ivM, W o l l i . i i n v o n F s c h e n b a c h , r e f i r i é n d o s e a las v i d r i e r a s , e s c r i b í a « [ . . . ] a m -
los colores intensos y buscados Si n i ñ e a b a la e l e c c i ó n de la p r e c i o s a ornamenta- plias j i n d a s e n g a s t a d a s // t i c d i a m a n t e s y a m a t i s t a s , / d e t o p a c i o s y d e g r a n a t e s / c r i s ó l i -
ción diciendo que los colores, ci d a r l o s d e las p i e d r a s p r e c i o s a s , r e m i t e n a las tos \ s a r d ó n i c e I . . . J - - . 1
rirtudes, c o m o ya enseñaba el . - de J u a n c u a n d o d e s c r i b e b s m u r a l l a s de la
\ n . d o g a m e n t e , b a s t a n t e m á s t a r d e , e n t r e l o s s i g l o s x i x y x x , c o n o c i d o s escritores,
Jerusalén celestial, construidas <¡ p r e c i o s a s . A l c o m p l e t a r t o d o s los trabajos,
1 1
Con la unión de la pane nuc\3 en el reverso de la anterior, la corte resplandece ilumi- c i ó n tlr- l i m i t e s s o b r e l a b i o g r a f í a d e l a u t o r , e n l a s q u e s e f u n d í a n l a s i d e n u d a d e s d e D i o n i s i o , d i s c í p u l o d e s a n
Paulo, y , k l n i . i r t i r D i o n i s i o , e l e v a n g e l i z a d o r d e G a l i a a q u i e n e s t a b a d e d i c a d a la iglesia d é l o s reyes d e F r a n c i a .
nada en su centro. En realidad, lo que se une a las cosas espléndidas resplandece, y resplan-
Más U ñ l c , C a r l o s el ( . a l v o pidió .1 J u a n Scotu Enugena hacer un c o m e n u r í o d e estos escritos dsonisianos
dece la nuble obra que está impregnada de luz nueva |...J**. S o b r e la i n f l u e n c i a q u e t u v i e r o n e n l o s textos d e S u g e r , cfr. E . Panofsky, « N o t e o n a C o n t r o v e r s i a ! Passagc in
Suger's De Consecranone Gazette desfíeauxArts, X X V I ( 1 9 4 4 ) , p p . 9 5 - 1 1 4 ; id..
Ecelesiac Sanen Dionysii»,
A esta luminosidad se la consideraba capaz d e d a r l u z a la m e n t e d e los mortales y Abbot Sngei and the Abbcy Chtireh of'St. Dents and ns Art Treamres, P r i n c c r o n , N J , 1 9 4 6 [ e d . c a s e : El abad Suger.
ador la abadía de Samt-Dcnisy sus tesoros artísticos, M a d r i d , C á t e d r a , 2 0 0 4 ] . L a t e s i s d e P a n o f s k y s o b r e l a i n f l u e n -
transportarlos hacia la esfera de la c o n t e m p l a c i ó n m í s t i c a . Se h a n r e c o n o c i d o ascenden-
cia de la o b r a del Pseudo-Dionisio sobre Suger ha sido recientemente puesta en discusión p o r P. K i d s o n .
cias neoplatónicas en tales a f i r m a c i o n e s s o b r e la l u z , q u e , e n e f e c t o , h a b í a n s i d o ya and- ••Panofskv. S u g e r a n d S t . D c n i s » , Journalof the Warburgand ConrtauldInstitutes L ( 1 9 8 7 ) , pp. 1-17, en c o n c r e -
cipadas p o r los teólogos c r i s t i a n o s de l o s p r i m e r o s s i g l o s , e n t r e e l l o s e l a n ó n i m o conoci- to pp 4ss , q u i e n h a d e m o s t r a d o q u e e n los toctos d e S u g e r n o a p a r e c e n nunca las citas directas del Pscudo-
D i o m s i o , y q u e l a m e t á f o r a d e l a l u z p e r t e n e c í a d e s d e h a c i a s i g l o s a la v i s i ó n c r i s t i a n a d e l m u n d o . P a r a l a a c -
niali¿ación sobre los estudios véase W, Saucrlánder, «Gothic Art Keconsidcred: New Aspccts and Open
, :
Sedulio Scoio, Carnai 4, « i d e m ad p r a e f a i u m p r a e s u l e m r e v e r e n d u m Hartgarium», l i b - 11, v * 4 2 - 4 5 ) Qucsuons", en E . C . Parker y A l . B. Shcpard (cds.), The Cloisters. Studies tn Honor oftbe Ftfiieth Anniversary,
Cannai 42, « O c quada in e c c l e s i a » , l i b . I l , w . 6 - 7 . un L . T r a u b e (ed.), AICH, Portae latini aevi Carolini, tanto Nueva York, 1992, pp 2 6 - 4 0 . en c o n c r e t o p. 27.
P r o u s t r e c u e r d a a s í q u e e n o t r a v i d r i e r a p r e d o m i n a b a n los t o n o s i r i s a d o s d e l a z u l ,
q u e , g r a c i a s a la l u z s o l a r , d a b a n la i m p r e s i ó n d e u n « p r é c i e u x i n c e n d i e » ' . 4
E n t r e los s i g l o s w m y x i . x , g r a n p a r t e d e l o s p r i t n e r í s i m o s c o l e c c i o n i s t a s e s t a d o u n i -
denses d e a r t e m e d i e v a l m a n i f e s t a r o n u n a a t r a c c i ó n i r r e s i s t i b l e p o r las v i d r i e r a s m e d i e -
vales, o m e j o r , p o r \a l u z a n t i g u a y m i s t e r i o s a q u e p o d r í a n d e j a r p e n e t r a r e n sus casas de
ptii-'eiins. A m e n u d o c o n s i g u i e r o n p r o c u r a r s e f n t g m c n r o s de v i d r i e r a s de c o n s i d e r a b l e
t a m a ñ o y v a l í a , e n t r e l o s q u e se p u e d e n r e c o r d a r a l g u n o s m e d a l l o n e s de ía p a r i s i n a S a i n -
rje-ÇhapelIe - c l c d i i u ici e m b l e m á t i c o d e l g ó t i c o r a y o n a n r e y d e l arre v i t r a l m e d i e v a l de
mediados d e l s i g l o M U - q u e l l e g a r o n a m a n o s de W i l l i a m P o y n t e l l , u n inglés establecido
en l ' d . i d c l l i a - T u v o la s u e r t e d e c o m p r a r l o s e n l o s p r i m e r o s a ñ o s d e l s i g l o \ i x , d e s p u é s de
que N a p o l e ó n h u b i e r a h e c h o q u i t a r b u e n a p a r t e d e las a d m i r a b l e s « p a r e d e s » de v i d r i o
de ese m o n u m e n t a l c« d r e p a r a las r e l i q u i a s d e C r i s t o o r d e n a d o p o r L u i s I X Q u i z á P o y n -
tell q u i ría i n s t a l a r l i s v i d r i e r a s e n la p r o p i a b i b l i o t e c a , c o m o d e s p u é s h i z o e l s e g u n d o
coleo 1
'insta d e v i d r i e r a s e n l o s E s t a d o s U n i d o s , R o b e r t G i l m o r j r . , q u i e n , tras v i s i t a r e n
Paris M u s é e n a t i o n a l des M o n u m e n t s F r a n ç a i s , e n los p r i m e r o s años del siglo xrx,
durant u n Grand Ttuir e u r o p e o , h a b í a e x p e r i m e n t a d o u n « m e l a n c h o l y p l e a s u r e » , i n -
fluent Ib c o m o e s t a b a p o r la l i t e r a n i r a r o m á n t i c a c o e t á n e a . 4 2
Las vidrieras nunca tornasolaban ramo c o m o e n los días de poco sol, de modo que si
afuera hacía mal tiempo, de seguro que en la iglesia lo hacía hermoso; había una, llena en
todo su tamaño por un solo persónate que parecía u n rey de baraja, y revivía allá, entre
ciclo y nena, bajo un dosel arquitectónico.
i
W
M . P r o u s t , . ' ! ¡a rrebercke du temps perdu. Üu cité de ebez Svcann, París, 1914, p. I I |cd. casu: A la Intica dd
tiempo perdida. 2 vols. Madrid. Valdemar. 2012J. Sobre la percepción. los estudios más interesantes se han realiza-
F i g u r a 5. L y o n c l F c i n i n g e r , Marbthirche in ¡¡alie, ó l e o s o b r e tela, 1930.
do desde la moderna ucurocicncia, que ha aclarado que los 3rusias, con incidencia mayor que los otros seres hu-
manos, tienden a a s o c i a r por u n proceso Anestésico los conceptos y las imágenes a los colores, y en sus creaciones
• Proust, A la recberebe dn temps perdu, c i t . , p p . 7 2 - 7 4 : " S e s v i t r a u x n e c h a t o y a i e n t jamaui tant q u e les jours
se sirven de metáforas c o n el Gn de expresar estas conexiones que toman cuerpo entre los propios centros visuales
n û le s o l e i l s e m o n t r a i t peu, de sorte que fit-il g r i s d e h o r s , o n é t a i t s û r q u ' i l ferait b e a u dans l'église; l ' u n était
y b emotividad más profunda. Las metáforas uenen a menudo el poder de evocar estas conexiones también en d rempli dans t o u t e s a g r a n d e u r p a r u n s e u l p e r s o n n a g e p a r e i l à u n R o i d e j e u de cartes, q u i vivait là-haut, sous
que las disfruta. Véase V. S- Kamacliandran y K . M . Hubbard, «Synacsdicsia; A Window I m o Pcrccpuon, un dais a r c h i t e c t u r a l , e n t r e o c ! et t e r r e » .
Tbought and Laapi3ge>'. Journal of Consaousness Studics VU1 <200l), pp, 3-34, en concreto pp. 17-18.
M. B . S m i d i , « T h e E a r l i e s t P r i v a r e C o l l e c t o r s : "False D a w n " Multiplied-, en id. (ed.). Medieval Art in
^ A las vidrieras de estetipose las llama -arquitectónicas-, en cuanto los personajes son representados dentro America- Patterns of Collecting, 1800-¡940, c a t á l o g o d e la e x p o s i c i ó n ( U n i v e r s i t y P a r k , P a . , 2 8 d e m a r z o - 2 6 d c
de marcos o tabernáculos inspirados en U esculuira arquitectónica contemporánea. Véase a tul propósito M. E mayo dc 1996), U n i v e r s i t y P a r k , P a . , 1996, pp. 23-33, en concreto pp. 23ss.
Ullich. -The Band Window: A Thcory o f Origin and Developmeni», Cesta I X , 1 (1970), pp. 26-33.
350 ARIE I HISTORIA EN LA E D A D AIEDIA III
F U E N T E A LAS VIDRIERAS 351
s a m m l u n g e n , M u n i c h ) ( ñ g . 5 ) . d o n d e e l d o m i n a n t e e d i f i c i o m e d i e v a l , c o n dos altas
l l l o llevó a j u s t i f i c a i t a m b i é n e n l o s l u g a r e s d e c u l t o la p r e s e n c i a d e m a t e r i a l e s reflec-
r
M á s allá de tener o no conciencia de esta c u e s t i ó n l o s a r t i s t a s , h a v q u e d e c i r que la luz E l h e c h o d e q u e e l v i d r i o se n o m b r e e s p e c í f i c a m e n t e hace pensar que él, o r i g i n a r i o
había sido considerada, ya desde la t e o l o g í a d e l o s p r i m e r o s s i g l o s c r i s t i a n o s , el símbo- de las islas B r i t á n i c a s , d o n d e la p r o d u c c i ó n v i d r i e r a había desaparecido después de la
lo d i v i n o más p e r f e c t o . P o r l o d e m á s , e n el G é n e s i s ( 1 , 3 ) se d i c e c l a r a m e n t e que Dios dominación r o m a n a , h a b í a v i s t o e l v i d r i o p l a n o e m p l e a d o e n e d i f i c i o s de la Galia y l o
había i n d i v i d u a d o c o m o el m e d i o m á s a d e c u a d o para la p e n e t r a c i ó n de la luz solar e n el
ha creado el u n i v e r s o c o n u n acto de i l u m i n a c i ó n ( « ¡ F i a t L u x ! » ) , p o r l o que ésic no
espacio s a g r a d o ; l u z s o l a r q u e él d e b í a de r e c o n o c e r c o m o i n m e d i a t o r e t o m o a la esencia
puede sobrevivir s i n l u z . A u n q u e cada cosa c r e a d a es u n a m a n i f e s t a c i ó n de D i o s , la luz
i n t a n g i b l e d e D i o s . P o r l o d e m á s , e n la l i t u r g i a c r i s t i a n a se cantaba, al m e n o s desde e l
es la más directa. El tema vuelve en e l N u e v o T e s t a m e n t o : e n e l E v a n g e l i o de Juan (9,
siglo i v , e l h i m n o g r i e g o Pisos Hilaron, q u e d i c e :
5) C r i s t o afirma - s o y la l u z d e l m u n d o » . .-VI r e s p e c t o , la t e o l o g í a c r i s t i a n a m á s antigua
heredó también algunos p r i n c i p i o s de la filosofía n e o p l a t ó n i c a . P l o t i n o , d e hecho, veÍ3
¡Oh, alegre L u z / de la Santa G l o n a
la luz c o m o l o menos m a t e r i a l de los f e n ó m e n o s n a t u r a l e s , p o r ser i n t a n g i b l e , ¡nco-
del Padre Celestial I n m o r t a l
r r u p t i b l e y, a la vez, real y p e r c e p t i b l e p o r l o s s e n t i d o s . L a l u z s e r í a m a n i f e s t a c i ó n del
santo, o h , beato Jesucristo!
p r i n c i p i o racional (hgos) de la r e a l i d a d , r a z ó n p o r la q u e e l o j o h u m a n o es atraído por
Llcgandc» al ocaso del Sol,
ella y p o r los colores, que s o n , e n sí m i s m o s , l u z " ' ; p u e s t o q u e e l i n t e l e c t o humano
-
aquellas que. como un espejo, son capaces de aprehender el rcfic[o de las formas (Plouno. Encadas, IV, 3, I I ; ""•G. liullando, \ ita Gildae sapientisabb.. XXIXlaiiuam, cap. 111, 17, Amhcrcs, 1643, p . 961: -Tune deinde
r
cfr. Grabar. «Floun et les origines», cíe). construxu parvum oratorium super ripam fluminis Blflueu, sub quadain eminenri mpe, ab Occidente in Orien-
M
Agradezco a Adriano Peroin por haberme animado a reflexionar sobre el valor y el uso de la luz en el tent ipsam concavans nipem, et ad latus eius dextrum, erigens parîetem, congruiim fecit oratorium, sub quo de
uabajo de Lyoncl Feuiinger. Para los cuadros citados, véase I I . Hess, I— E. Hess c 1. Krause (eds.), Lywtel nipe emanare fecit fontem pcrlucidum. Cum vero fenestram Oricutalem ciusdem oratoni vitro claudere vellct
Faninger, 1871-1956, catálogo de la exposición (.Munich. 24 de mar¿o-l3 de mayo de 1973; Zúrich, 25 de B. Gildas, et vitrum ei deesset, prostratus in terra Dominum deprecatur: surgeiis auteui oradone, abiit nd
mayo-22 de jubo de 1973). Múmch-Zúrich. 1973. Kat.-Nr. 97, 133 y 311. qusndam rupem, et ex ipsa Domino largiente optimum rulit vitnmr»; cfr. A . - N . Didron, «Histoire de la pein-
A Grabar, -Le inessage de I'art byxantjn»* (1964), en id.. Les origines de 1'estbétique, ctt.
45 nirc sur verre». Annales Arcbeologù/nes XXIM (1863), pp. 45-60, en concreto p. 55,
*Plouuo. Encadas, 11. 4. 5; cfr. Grabar, Plotin et les origines, cit.
AkTt í HISTORIA r\ LA K D A D MEDIA 111
352
F*FNTL A LAS V I D R I E R A S 353
alabamos al Padre \ al H i j o
y al Espínru Santo de D i o s |-..|**.
" Phu* lljron, en C Valen/aano (ed.), IM Luce 'l'erti dal i setola al secolo xv, Ciudad del Vaucano, 2002, pp
1V-20.
w
U i d ( o n . Hutonede la friaturr sur -.erre, c i l , p. SJ: - | . . . ] le v i i r a i l p e i n t . le vi trai) arrivé au degtc de per- " l i i b c m i c m Exnl, Carmina, carmen V I . *< Versus ad l-cncMiam-. v. 3. cn E. Dummlrr (ed.), MGH, l'oeiae
fecounnement qui cn lait un an. date des prvnuerev znnées d u IX* siede, ci q u ' i l est d u a l'immense impulso» Ianni aex-i Carolini, tomo 1, Berlin, 1880. pp. 401-402
que Oudcnugnc a duiuiec JUI lettrcs. au\ s a c n t o et aux arts (...)*• " Vita III Sancii Luulgeri, libro I I , c a p . X X X l . cn W. Diekamp (ed.). Die Gestbubtsauellen des liututu Mun
" Solm. Meuunia > Suiza,cfr. J B NurdhulT, - D i e altere Glasinalcrci. N o t i z e n - , Repenonum far fona- ter, voi. I V Munttcr. 1881, pp. 127- I 28: -lamque fimo* noctunùs. c u n i evangebum mocc monadus c t i m u r r u -
isiaenscbaft I I I , 4 (1880). pp. 4SV-462; W, Lubkc. Vber die altea Glasgemalde dcr Zùnch. IRoÓ Sobrt Jii.u« < ante inatutinas laudes legerctur. i p u vrcum sensim resumere corpi t. Et primo quidtm se poste camiciai
I n i b i r m i , cfr. K H . J. WrvUakc. A Huiory oj'Design in l'amted Class. L o m i < H f o r d , 1881. cernere ardentes laetabunda esclamavi!, pmnnodum a u r o r a u m urubescenie ci luce paulauin per fcnnurai
'•' Oiduiunn. Die Glasmalerri. Ò L . voi I ) . pp. 6V-71 ; para una actuali/ación cfr. Caitdnuovo, Vetme irradiarne, iiiugines in eis fa era s inonstmre digito coepit»-. l.mdj;crio (180°) vivitì su pivennid en YorL, <londe
medievali, cit^ p. 215; Dell'Acqua, •Illuminando colorai-, c u . , p p . 55-62. protxabk'mentc fue discfpulo ile Alcuino, se tradadó a Alcrmwin paro seguir s u vnenriòn misioncra y rontrìbuir
" Redime los punì.» de la cucsùón H . Bcluiig. Ilild und Kult. lune Ciesebichte des Bildes vor dem Zeitalirrda a la evangeli za ci ón del dominio de Carlnrnagno.
Kunsi. Munich. 19V0 Juad. cast. Imagen y culto. Madrid, AJul. 2010).
354 ARTI E HISTORIA E S LA E D A D M E D I A 111
FUENTF A L A S V 11> R I l R A S
ber y, al mismo tiempo, prole. tejías, del mismo modo que el vidrio permite
la penetración de la luz natur.i! pj c i en do de la intemperie**. N o por casualidad, los
profetas y los apóstoles llegaron a c ó n ¡vuir, en el siglo siguiente, un elemento recurren-
te en los articulados programas iL^iiugraricos de las catedrales transalpinas, tanto en las
vidrieras como en las ricas decoraciones escultóricas <fig. 7). L a tradición de la escritura,
que se servía de metáforas «arquitectónicas» para hacer visibles a la mente los conceptos
de manera racional, tenía raíces en la descripción de 13 Jerusalén celestial hecha en el
Apocalipsis, uno de los textos más influventes en el Occidente medieval*''.
"' D e b o esta o b s e r v a c i ó n a G e r h a r d W o l f
' " C f r . H o f f m a n n . - I n i r o d u c n o n - . cit., p . X L I L - I n a b r o a d e r s e n s e , t h e t e n d e n c y t o r e n d e r t h i n g s visible
1 0 t h e s e n s e s is 3t t h e r o o t o f c o n t e m p o r a r y m e d i e v a l r e l i g i o u s a n d p h i l o s o p h i c a l d i o u g h t . 1 0 0 . I t is in this
s e n s e d i a l " c b n f i c a a o n " a n d " m a n i f e s u ü o n " w e r e c e n t r a l n o u o n s o f s c h o l a s i i c i s m , a i m i n g a t t h e s p i n t u a l ar-
u c u b t i o n of t r a d i t i o n a l d o g m a * - . S o b r e e l u s o d e las i m á g e n e s c o m o v e h í c u l o d e c o n t e n i d o s i d e o l ó g i c o s , socia-
l e s y, p o r c o n s i g u i e n t e , s o b r e s u fiabibdad c o m o - f u e n t e s - h i s t ó r i c a s , v é a n s e los c é l e b r e s e s t u d i o s d e j . H u i z ú v
ga, Le uamagim delb stona. Sentti, ¡905-19-11, c d . U l c t s e d e B o e r , T u r i n . 1 9 9 3 ; F . H a s k e l l , History and Its
Imager. Art andthe Interpretation ofthe Past. N e w H a v e n , C o n n . . 1 9 9 3 [ c d . c a s t : La historia y sus imágenes: el arte
y la imerpmaeión del pasado, M a d n d . A l i a n z a . 1 9 9 4 ) . P. B u r k e . Eymttness m G. The Uses of Images at Historial
Evidente. Picturing History. L o n d r e s . 2 0 0 1 , p p 9 s s . . p a n u n e s t a d o d e l a c u e s t i ó n ( a g r a d e z c o a S a n d r a B a r a g l i
p o r h a b e m i e s e ñ a l a d o este ú l t i m o texto).
i s
H o u o r i u s Augusiudunensis, Gemina Anwtae, c a p . C X X X : - D e f e n e s t r i i s e c c l e s Í 3 e > - , e n id.. Opera Omnia,
en J . - P . Alignc (cd.). Patrología Laima ( a p a r t i r d e a h o r a PL), t o m o C L X X T J . P a r í s , 1 8 5 4 , c o l . 5 8 6 ; c f r . C a s t d -
n u o v o , Yetrate medievali. a i . p . 1 2 0 . S o b r e l a m e t á f o r a d e l E s t a d o c o m o e d i f i c i o , r e l a c i o n a d a t a n t o c o n l a tra-
d i c i ó n l i t e r a r i a g r e c o r r o m a n a c o m o e o n l a j u d c o e n s u a n a , v é a s e C o w l i n g , Building the text, c i c , p . 8 5 .
,0
Ibid.. p p . lss. C o w l i n g n o c a q u e e l r e c u r s o d e l a a r q u i t e c t u r a c o m o t e m a a l e g ó r i c o h a y q u e p o n e r l o , quiza,
e n r e l a c i ó n c o n e l h e c h o d e q u e m u v a m e n u d o l a s o b r a s l i t e r a r i a s s e l e s o f r e c í a n a s e ñ o r e s q u e e r a n , a la vez,
c o m i t e n t e s d e e d i f i c i o s . N o r m a l m e n t e , l o s e d i f i c i o s s e d e s e n l i e n c o m o h e c h o s d e m a t e r i a l e s p r e c i o s í s i m o s y ra-
r o s , p o r l o q u e s i , p o r u n a p a n e , c o n s n r u y c n represen Lactones a l e g ó r i c a s p o r e l rico p o t e n c i a l s e m á n t i c o , p o r otra,
d e s v e l a n u n a r e l a e i ó i i t e n u e e o n las p r á c t i c a s a r q u i t e c t ó n i c a s c o e t á n e a s . L o s d e s a r r o l l o s d e l a a r q u i t e c t u r a r e a l casi
nunca aparecen « r e g i s t r a d o s » e n estos textos l i t e r a r i o s , q u e m á s b i e n s e r e l a c i o n a n c o n e l s i g n i f i c a d o simbólico
de e s t r u c t u r a s , e s b o z a d a s r a c i o n a l m e n t e , e n l a s q u e r e f l e j a r l a o r g a n i z a c i ó n d e l o s c o n t e n i d o s n a r r a t i v o s .
A*T F. E H I M O I I A EN LA E O \ l> M l D I A I I I
fus 11 A IAS viomiiAS 357
L a s v i d r i e r a s , e n las q u e . u n los s i g l o s finales de la
F-dad M e d i a , se d e s p l i e g a u n a m p l í s i m o r e p e n o r i o d e t e -
n í a s r e l i g i o s o s , se c o n v i e r t e n : I M e l ) u n e l e m e n t o de fun-
d a m e n t a l i m p o r t a n c i a e n l a e\p» r i e n c i a r e l i g i o s a : la «ex-
periencia de lo sagrado» puede estar profundamente
c o n d i c i o n a d a p o r l a p e r c e p c i ó n - le las i m á g e n e s ' ' . Pién- 0
sese e n e l c i t a d o c a s o d e l m i l a g i « » r e a l i z a d o p o r san L u d -
g e r i o , e n e l q u e e l p o d e r t . i m n m i r g i c o d e l s a n i o , ya d i -
f u n t o . \ la e x p e r i e n c i a d e l i n f i n i t o p o d e r d i v i n o se hacen
r e a l i d a d e n la p e r c e p c i ó n , p o r la j o v e n c i e g a , de la luz
filtrada p o r l a s v i d r i e r a s . É s t a s p o d í a n s e r o b i e m de es-
e n c i a s m í s t i c a s , c o m o l e s i n e d i ó a la t e r c i a n a íran-
\ngela d e F o l i g n o , q u e . e n 1 2 9 1 , e n la basílica
; . r de Asís, v i o a « F r a n c i s c u r n i n s i n u j e s u Clinsó».
¡vo estaba ( y t o d a v í a h o ) es v i s i b l e ) e n una de las
. u e se h a b í a n r e a l i z a d ) > a l g ú n a ñ o antes de que
la Tuviera l u g a r ( f i g . 8 ) . M
l*ti. .ra 10. C'lurtrcv i .itcdr.il de N o t r c - D a me. vulnera «le san Lubin, vidrio pintado a grtsaille.
-t- »^ q u e l a s v i d r i e r a s a c o g i e r a n representaciones
ea. 1210. detalle.
: - d e p e r s o n a j e s n o r m a l m e n t e a c o m p a ñ a d o s de
tni'l; u i e i i t i f i c a t i v o s . q u e , p o r l o t a n t o , se p o d í a n identi- clones era * es n e c e s a r i o u n « e j e r c i c i o i n t e l e c t u a l » p o r p a r t e d e l espectador, e n desven-
f i c a r i n m e d i a t a m e n t e ( f i g . 9 ) , se c a r a c t e r i z a b a n por una taja, p o r • >tra p a r t e , p o r la d i s t a n c i a física q u e se i n t e r p o n e e n t r e el n i v e l d e l suelo y el de
c o m p l e j i d a d i c o n o g r á f i c a d i f í c i l m e n t e i n t e r p r e t a b l e para las ventanas e n l o s e d i f i c i o s m o n u m e n t a l e s . E s t a d i f i c u l t a d ha s i d o superada e n el últi-
6 1
F a i N t l A LAS VIDRIERAS
una guía, i n t e r p r e t a r las c o m p l e j a s i m á g e n e s q u e o c u p a n l a s v i d r i e r a s , o m e n u d o entre-
toradas m e d i a n t e c í r c u l o s y r e c u a d r o s p o l i l o b u l a d o s q u e s u i ; i c r e n y , a v e c e s , complican
las secuencias n a r r a t i v a s M
.
U n o de los t e m a s m á s r e p r e s e n t a d o s e n e l l a s e n l a E d a d M e d i a f u e e l A r b o l déjese,
que t i e n e o r i g e n e n la i m a g e n d e l p a t r i a r c a a c o s t a d o , d u r m i e n d o , d e s d e e l q u e se levanta
u n árbol cuyos f r e s c o s r a c i m o s a l b e r g a n a l o s a n t e p a s a d o s d e C r i s t o ( t i g . F.l profeta
Isaías h a b í a s o ñ a d o c o n e l n a c i m i e n t o d e e s t e á r l x >l ( I s a í a s 11. I - 1 0 ) , e n c u \ a cúspide se
coloca, e n la E d a d M e d i a , a M a r í a , d e la q u e se e n g e n d r a r í a t ; r i s t o . C o n e l \ r h o l déjese,
el ari'or consaiipjttntuitis. se q u e r i . i t e s t i m o n i a r l a a n t i g u a . i s . i n d e n c i a d e C I n s t o y, luego,
establecer v í n c u l o s e n t r e p e r s o n . u c s e h i s t o r i a s d e l A n t i i n n • \ e l N ' u e v o Tes-..miento. Es-
tos v i n c u l o s u m b i é n a p a r e c e r á n i l u s t r a d o s e n o t r o s t e m a s < m o g r á f i c o s . q u e ocuparan
las v i d r i e r a s e n la Baja E d a d M e d í s q u e h a n s i d o d e fin i d i »s c o m o « e s q u e m a s tipológi-
c o s » , p o r q u e e s t á n b a s a d o s e n los . . u r s o r e s o « t i p o s » d e C r i s t o . D a d o q u e entre lo»
antepasados de C n s t o a p a r e e . . . > \ de Israel, c o n esli e s q u e m a i c o n o g r á f i c o tam-
b i e n se q u e r í a d e j a r d e m a m h e - - e n d e n c i a d e la m o n a r q u í a t e r r e n a de la celestial.
T a l m o t i v o i c o n o g r á f i c o es. p o n - >n. p r e f e r i d o p o r c> i m i t e n t e s d e a b o r a n g o social
o , i n c l u s o , real. S u g e r m a n d o I \ i d n e r a c o n e s t e t e m a , y es s a b i d o q u e él erad
principal referente eclesiástu- o r o n a d e F r a n c i a . U n a v i d r i e r a c o n el Arbol de
J e s é fue comisionada p o r el mísi i F e l i p e A u g u s t o ( + 1 2 2 3 ) p a r a la c a t e d r a l de Sois-
RgV.nl I I „ | rharrf in cfaW líreuenau (I-sriria), parroquial, coro, el duque Alberto I I I de lisoria con sus dos
sons, quizá c o n la finalidad de h a c e i . \ p l i c i t o s , a t r a v é s d e l i n s t r u m e n t o m á s eficaz Je
mujeres, vidnu pintado a grisaille, ("mal es del siglo xiv.
c o m u n i c a c i ó n v i s u a l d e la é p o c a , l o o r í g e n e s s a g r a d o s d e l p r o p i o p o d e r , obstaculizad»
e n aquel t i e m p o p o r la c o a l i c i ó n a n c l o - a l e m a n a d e J u a n s i n " T i e r r a y O t ó n de BmnsvvicL de las u t o Irales y, p o r c o n s i g u i e n t e , e n c a r g a r las v i d r i e r a s dedicadas a los santos protec-
tjue e l m o n a r c a v e n c i ó e n B o u v í n e s e n 1 214''\ tores de sus a c t i v i d a d e s , c o m o se v e , p o r e j e m p l o , e n C h a r a c s " .
Si los a r i s t ó c r a t a s se h a c í a n r e t r a t a r a l o s p i e s d e u n s a n t o c o n l o s p r o p i o s emblemas
( f i g . 11), t a m b i é n l o s a r t e s a n o s , e n e l t r a n s c u r s o d e l D u e c e n i o , s e h i c i e r o n representaren
las v i d r i e r a s , d a d o q u e las c o r p o r a c i o n e s d e a r t e s y o f i c i o s h a b í a n c o n q u i s t a d o tal poder E l estilo de las vidrieras
y p r e s t i g i o social c o m o p a r a p e r m i t i r l e s p a r t i c i p a r e n l a c o n s t r u c c i ó n y e n la decoración
La v i d r i e r a l l e g ó a ser, e n t r e l o s s i g l o s x n y x m , s o b r e t o d o al n o r t e de los A l p e s , el
p r i n c i p a l i n s t r u m e n t o d e c o m u n i c a c i ó n d e c o n t e n i d o s r e l i g i o s o s , p o l í t i c o s , sociales, y
w
Bob.um, Lti rete delle immagini, cit.. pp 4K \ 6Kss.. lamentai una - s u e r t e (...] realmente paradójica p n la l u m i a de a r t e m á s e v o l u c i o n a d a , q u e i n f l u y ó t a m b i é n e n las otras t é c n i c a s artísticas,
algo (las unigencs| que ha basado, precisamente, toda su eficacia sobre el p o d e r de la sïsra y sobre el intercam- en los m o d o s c o m p o s i t i v o s y e n e l p r o p i o e s t i l o . E n pocas palabras, l l e g ó a ser lo que
bio entre vista sensible v vista mental- Muchas imaecncs p r o d u c i d a s e n d pasado, cuya comprensión se cor.- K n r i c o C a s t c l n u o v o h a d e f i n i d o e f i c a z m e n t e u n a « t é c n i c a p i l o t o » . E s t i m u l a d o por
6 7
liaba a las capacidades interpretativas de los indis iduos ayudada |K»r didaseabas o p o r métodos didácticos ero Manns Svsarzcnski, q u e h a b í a d c m o s r r a d o l o i n f u n d a d o de la definición peyorativa de
temporáneos, boy en dia se iiialuxerpretaii, o incluso sus c o n t e n i d o s n o se p e r c i b e n en absoluto. Tales csqueituj "artes m e n o r e s » c o n la q u e se a l u d í a a t o d o l o q u e n o p e r t e n e c i e r a a la tríada p i n t u r a
(círculos, recuadros, cíe.) que confunden la vista de los m o d e r n o s estaban, sin embargo, difundidos en ladidic- e s c u l t u r a - a r q u i t e c t u r a , L o u i s G r o d e c k i s u b r a y a b a q u e en los textos d r plena E d a d
68
üca medici al. como expedientes ni n emòni eos. con la f i n a l i d a d de condensar conceptos teológicos complef»!
representar visualmente las relaciones figuran vas y alegóricas e n t r e las Kscriluras. ICvtcrs esquemas se apíianr
también en ueno momento a la expresión arusuea (y, p o r e o n s i g u i e n t e . a las vidrieras), que de este moia
cumplía funciones ^didácticas, tune momeas, morales, p e r o también místicas y proféucas». Sobre la -arquitct ** Un cicriti numero de esnidios solite las vulnera* ha afrontado la cuesuón tantu desde el punto de vista
tura t a t u a i - o «estructura retórica» de los textos, véanse B o l z o n i , - l - a rete delle immagini-, cit.. p 47; sonai de k»s amficcs corno ile los coiintente*, entre los que cabe mcncinnar, M P. lolUch, -Gothir Glaricr*
'•""«mi' Budding ibe irxf. o c . pp. I09ss. G r o d c c k i . Estbétuiue ancienne ri moderne du vitrail roman, a l , p I * i "Münk*. Jawtj làxpaycrs, Uretnns, VW—BttV, Journal r>f Watt Studia XXVJI (1°85). pp 71-92; B. Brenk,
28. a propósito de las tres sidncras occidentales île Chartres, fechadas e n la m i t a d del siglo xn, ha cscritoqjt -HiMprtfrrainmatik und Geschi«Verständnis der Kapeunccr im Querhaus der ICatbedralc von d u r t r e s - , Arte
eran no sólo la prinapal fuente de lu/ del todo el e d i f i c i o , sino t a m b i é n - l a m á s imporrante "leçon théotop Medievale sene I I . V, 2 ( I 9 Q | ) , pp. 71-96; R. Becksmann. Deutube Clarmalerei des Mittelalter!, II Bildprogramme,
que" de U que subraya la necesana "lisibilité"». •inltraggehn; H'erkstartcn. Berlin, 1993.
"'Castclnuovo, Verrate Medievali, ciL, pp. 9 s s .
^Para reflexiones de carácter general sobre el tema de la r e p r e s e n t a c i ó n d e l p o d e r o de conceptos aban: * " H . Su artemki. Menunirnrs of Rmnancsque Art The Art of Cl'iatb Irrasurrt im Nortb-Wnterm Europe, Lon-
tus como l j virtud, la justicia, etc.. cfr. Burkc. blyen itnessing, c i t . , p p . 5 ° s s . S o b r e la representación debs-in:- dra. 1954.
genes políucas- en las vidrieras véase Castclnuovo. retrate tnedirvali, c i t . , p p . 121 -124.
ARTI, r H I S T O R I A EN L A Er»AI> M I 1)1 A III
M e d i a las « a r t e s p r e c i o s a s » g o z a b a n d e u n f a v o r y d e u n p r e s t i g i o s u p e r i o r al de las
« a r t e s m a y o r e s » . E l r e c o r d a b a , a t a l p r o p ó s i t o , l o s e s c r i t o s d e S u g e r t l e Saint-Denis,
6 0
q u i e n e n la detalladísima r e l a c i ó n d e l a a m b i c i o s a r e f o r m a d i r i g i d a p o r él n o dedicó ni
una palabra a la d e c o r a c i ó n p i n t a d a o e s c u l p i d a , m i e n t r a s q u e -.1 e x p l a y ó s o b r e las deco-
raciones l i t ú r g i c a s de o r o y p i e d r a s p r e c i o s a s , s o b r e l a s p u e r t a - , d e b r o n c e , s o b r e las vi-
drieras, para l o q u e n o d u d o e n b u s c a r e s m a l t a d o r e s , o r f e b r e \ m a e s t r o s v i d r i e r o s in-
cluso e n r e g i o n e s lejanas™, Las d i f e r e n t e s f u e n t e s cultural. d e estos numerosos y
hábiles artesanos ( « d e d i v e r s i s l u t i o n t b u s m a n u e x q u i s i t a » ) q u e d a n , o b v i a m e n t e , refle-
jadas e n sus o b r a s t e s t i m o n i a r u b . c ó m o m á s a l l á d e l a p e r c e p c i ó n , o n o , d e los vanos
estilos, lo que c o n t a b a para el c o m i t e n t e e r a la « c o n v e n i e n t i a e t c o h e r e n t i a - éntrelas
partes a n t i g u a s de la i g l e s i a \ las r e n o v a d a s o a ñ a d i d a s p o r ¿I ~. L o q u e Suger había
realizado en Saint-Dem*,. mcluidi* las m a g n í f i c a s v i d r i e r a s , c o n t r a s t a b a abiertamente
c o n los austeros ideales de B e m a r d i dt O a r a v a l , q u e h a b í a r e i o r m a d o e l monaquismo
o c c i d e n t a l c o n una l l a m a d a »1 ' i a la p o b r e / a . E n t r e l o s t í o s se h a b í a establecido
una r e l a c i ó n de r e s p e t o r e c i p n . < J I >-que u n o e r a e l p r e l a d o m a s p r ó x i m o a la Cotona
de F r a n c i a y e l o t r o era s u p c i i ir d t > r d c n c i s t e r c i e n s e y d e c i s i v o d e f e n s o r de Inocen-
cio I I e n la l u c h a c o n t r a e l anti;> . íacleto I I " . 1
l o m a n d o c o m o b l a n c o las decoracio-
nes d e l m o n a s t e r i o c l u n i a c e i i M •. V
JU->I- T h i e r r y . e n s u Apología ( h a c i a 1 1 2 5 ) Bernardo
c n ü c ó á s p e r a m e n t e las e x u b e r a n t e s , c a p r i c h o s a s , e x c é n t r i c a s f o r m a s a r t í s t i c a s coetáneas
adoptadas t a m b i é n e n e l á m b i t o m i m á s t i c o , e n d e t r i m e n t o d e la a y u d a a los necesitados,
a f i r m a n d o q u e : « F u l g c t ecclesi.; p a r i e B b o s , e i i n p a u p e n b u s e g e t » ( " L a i g l e s i a resplan-
dece en sus paredes y t i e n e h a m b r e e n sus p o b r e s - ) 4
. heura 12 lU'ilijieiikreu/ (Ausina). abadía de Santa Mana, claustro, segunda arquería del lado sur. vidriero
t o n saniucntos vegetales, vidrio pintado a gnraille.
C o n t o d o , t a m b i é n las iglesias \ las salas c a p i t u l a r e s d e l o s m o n a s t e r i o s cisrcrcicnses
tenían m u r o s r e s p l a n d e c i e n t e s de v i d r i e r a s , n o figurativas p e r o , e n t o d o caso, m u y reti- de la v i d r i e r a // gnstiille c o n o c i ó varias declinaciones, también en el arte civil, donde a
nadas p o r los c o l o r e s d e l i c a d o s , e n las q u e se p i n t a b a n a gnsaille m o t i v o s geométricos o menudo sustituyó a v i d r i e r a s figurativas m á s a n t i g u a s , consideradas demasiado oscuras
m o t i v o s vegetales e s n h z a d o s , r e p e t i d o s e n s e c u e n c i a s h i p n ó t i c a s ^ ( f i g - 1 2 ) . L a tipología según los p a r á m e t r o s d e l s i g l o XTV ( f i g . 1 5 ) . , f t
of Late Antique and liarly Medieval Dccurativc A l o n f s - , en I", dell'Acqua y R. Silva, // colore nel Medioevo. Ant Windows of Chartrcs Cathedra!-. Gesta XI, 1 (1972), pp. 1 1 - 1 8 -
362 A RTF t HISTORIA ES IA ICuAD M l l l l A I I I FlIF.NTF A LAS V I D R I E R A S 363
esta o c a 1
-' i. se p u e d e decir q u e la a p a r i c i ó n inesperada de u n e s t i l o , o m e j o r d i c h o , de una
forma d . ríe q u e e n la p e n í n s u l a n o estaba m u y d i f u n d i d a , ha sido explicada con la « m i -
gración itin t e m p o r a l , d e los a r t i s t a s . P e r o la d e f i n i c i ó n de las características estéticas,
Figura 13. Aludía d i Saint-Í3t»i¡ I • tic S.in I.UIS, vidriera con personaje tonsurado, cronoloL." o g e o g r á f i c a s d e los e s t i l o s , a los q u e se h a n a t r i b u i d o e n é p o c a m o d e r n a
I - • untad del stein xiv.
nombres i u n e n c i o n a l c s c o m o « i n s u l a r » , « r o m á n i c o » , « g ó t i c o » y así sucesivamente, y
d o u n c i e r t o d e s c u i d o p o r p a r t e de l o s a r t i s t a s , l o s c o m i t e n t e s y l o s e s p e c t a d o r e s coetá- sobre l o que todavía h o y l o s e s t u d i o s o s n o se p o n e n de a c u e r d o , c i e r t a m e n t e n o era la
neos y p o s t e r i o r e s e n r e l a c i ó n c o n la h o m o g e n e i d a d o d i s p a r i d a d e s t i l í s t i c a d e las obras misma e n la K d a d M e d i a " . 4
m e d i r la innovación y la i n d i v i d u a l i d a d d e t r a b a j o s c o n c r e t o s , u n m e d i o p a r a trazar vín- relatifs a VIlisrmre de l'architecture et a la condition des architectes en France, au Moyen Age, xite-xiiie siècles. Pans,
I ) ! I , V o l . I . p p . 21 I s s . ; S c h a p i r o . - O n t h e A e s t h e t i c A t t i n i d c i n R o m a n e s q u e A r c - , c i t . . p p . 2(1-21.
culos entre escuelas artísticas ''. T e ó f i l o , e n e l m e t i c u l o s o t r a t a d o q u e h i z o d e l arte de la
1
'"Schapiro. - O r i perfection. C o h c r c n c e , and U n i i y o f F o r m and C o m e n t » , cit., pp. 34 y 38. * R e c u é r d e s e el difícil r e c o r r i d o de perfeccionamiento t e n n m o l ó g i c o p a r a definir el arte p r o d u c i d o en el
* S o b r c l a p e r c e p a ó n e n l a E d a d M e d i a d e l a d i s t a n c i a c r o n o l ò g i c a , d e l t i e m p o r r a n s c t i r r i d o c n relation corazón de E u r o p a hacia el a ñ o 1200, cfr. H o f f m a n n , « I n t r o d u c t i o n » , cit., p p . X X X O I - X X l U .
e o n o b j e t o s y é p o c a s p a s a d a s , véase C . F r a n z o m . « " P r e s e n t e d e l passato**: le f o r m e c l a s s i c h e nel Mcdiocvo*,cn s (
l'lta Sanctorum Abbattmi monasteni in Wtramuth et Ciruni, eát-, c o l . 7 1 6 - 7 1 7 ; cfr.
B e d a el V e n e r a b l e ,
Castelnuovo y Sergi (ed.), Arti e storili nel Medioevo II. c i t . . p p . S I - 1 0 2 . Cramp, Excavations at the Saxon Monastic Sites of Weannouth and Jarrow, c i t . , p . 2 2 . D e l l ' A c q u a , tlllundnanda
"Schapiro. -Stylo- ( 1 9 6 2 ) , e n id., Theory and Philosoplty ofArt. c i t . , pp. 51-101.
.\RTt 1 HISTOIU ÍBM I A K D A D Mrtiit III I-HINTI. A l * S VIORiritAS
plica a qué correspondía este mos Roinmiontni, al menos en los detalles materiales: estruc-
turas y partes ornamentales de piedra trabajada, suelos cubicrn >s de ladrillo, muros enluci-
dos y ventanas vidriadas. F.stas últimas, evidentemente, se las consideraba pertenecientes
a un con'unto arquitectónico-decoraavo fuertemente anclad.» en la idea de -romani-
dad», en la que la autoridad y la solidez de los monumentos del pisado imperial se había
transmitido y adaptado a las nuevas exigencias espirituales de la i•instrucción eclesiástica,
de Constantino en adelante. Por l<> (.lemas, se ha demostrad)» .nupitamente que el víncu-
lo con el pasado, en concreto con el mundo clásico, se distingue por «una relación direc-
ta con los materiales»*''.
en Estambul, donde se hicieron preciosas vidrieras sobre las que se repetían los hipnóti-
cos motivos vegetales y geométricos.
Con las vidrieras de Solimán, y no con las de Chartres o Asís, empezaba un artículo
de Roberto Papini sobre este arte, aparecido en el p r i m e r número de una revista dedica-
da a la arquitectura y a las artes decorativas (1921). en el que escribe:
PÚBLICOS
\...\ vidrieras estupendas, que solas bastan para difundir el color por todo, caldcar tic
sol el ambiente [...]|dondc| hav colorea combinados con un gusto tan raro qiK asumen el Fabrizio Crivello
valor de esmaltes preciosos
En i iiundo contemporáneo, las obras de arte son, en principio, accesibles a todos; monu-
mentos, i >'«is, bibliotecas están a disposición de un vastísimo público. Esta facilidad para apro-
L
ximarse ., llaS puede hacer olvidar que en la Edad Media la situación era completamente diferen-
te; los < | icios y decoraciones de un edificio religioso no eran accesibles ni visibles para
cualquit r i como tampoco lo era una obra de arte suntuaria y, mucho mentís, un manuscrito ilu-
minado l ' . i r consiguiente, puede ser fundamental, en algunos casos, ponerse ante una obra medie-
val y precintarse a quién iba dirigida y quién tenía, efectivamente, la posibilidad de acceder a ella.
Li Edad Media artística se inicia con la célebre carta de Gregorio Magno, enriada en julio del 599
al obispo S ereno de Marsella, en la que el pontífice afirmaba que «la pintura se utiliza en las iglesias
para que los analfabetos, al menos mirando las paredes, lean aquello que no son capaces de descifrar
en los códices» (Epnru/ac, libro IX, n. 209); sin embargo, hoy es difícil hacerse una idea de la magnitud
de ese pública de «analfabetos». ¿Cómo explicar los difíciles tituli que, a partir de la época paleocris-
oana, acompañan muchos de los grandes ciclos pictóricos? ¿Cómo comprender las elecciones ico-
nográficas que frecuentemente dependen de textos particularísimos? O mis aún, ¿cómo justificar la
colocación de imágenes y escenas centrales para la historia de la Salvación en lugares o espacios de
los que, presumiblemente, debieron de estar excluidos precisamente los analfabetos? Se suele con-
siderar de común acuerdo que para ellos las grandes representaciones debían estimular fundamen-
talmente la memoria, el recuerdo de los principales momentos de la historia de la Salvación, pero
sigue siendo difícil precisar qué función tenían las obras de arte para ese público.
La situación se presenta más clara para los religiosos -sobre todo monjes-, que en buena parte-
de la Edad Media debieron de ser los principales usuarios de obras de arte, además de los princi-
pales comitentes. En efecto, ellos eran en primer lugar los que utilizaban y, por consiguiente,
apreciaban en las iglesias y en los monasterios ornamentos sagrados (orfebrería, tejidos, adornos
de todo upo), que en la escala de los valores estéticos medievales podían con mucho superar a un
fresco o una escultura. A veces se considera -según una concepción fundamentalmente moderna-
que el comitente es uimbién el primer destinatario y, por lo tanto, el público principal de la obra
de arte encargada; pero también en este caso se puede incurrir en fáciles súnplifiraciones.Puede
K. Papini. -Ve trate-. Archttmura e Art, Decórame I . 1 < 1921). pp. 463-4/6. Aquí sereseñabauna expo- ser cierto para algunos soberanos importantes y refinados, amantes del arte y bibliófilos como, por
sieiúii de vidrieras diseñadas por artistas contemporáneos, entre los que se encontraba Duibo Cambdlora, ejemplo, Carlos el Calvo (840-877), pero en muchos otros casos no fue así; una vez realizados por
importantefiguradel Uberty italiano. Entre 1921 -1926 a Roberto Papini (Itistonador y críúco de arte, profesa iniciativa de soberanos y altos prelados, piezas de orfebrería y lujosos manuscritos miniados se
de Histona y estilos de la arquitecrura en la Facultad de Arquitectura de Florencia, además de director de b enviaban a sus destinos y se ponían al servicio de la liturgia sin pasar por las manos del comitente.
Pinacoteca de Brera y de la Galería Nacional de Arte Moderno en Roma), el Ministerio de Asuntos Extenore
Una situación diferente es la de los mecenas-comitentes, como Egberto, arzobispo de Tréveris
le encargó que se ocupara de la decoración de las embajadas y consulados en el exterior, lo que explica su co- (977-993), Desiderio, abad de Montecassino (1058-1087), o Stigcr, abad de Saint-Denis (1122-
nocimiento de la arquitectura y decoración otomanas.
368
1251). EUos fueron los primeros desmúranos y usuarios de las obras q u e ellos mismos habían encar-
gado, gracias a las cuales dieron a la historia del arre -ale una m a n e r a m á s • i m e n o s consciente- inno-
vaciones decisivas. La hincinn de estos grandes personales en relación c o n las artes sigue siundo, sin
embargo, excepcional \ no se puede aplicar a todos los c o m i t e n t e s de 1. < •|uc se nene noticia
Junto j l clero y a los mecenas, en la epoca románica e m p i e z a n .i • r r g e r otras can .irías de
públicos. La animación, en pamcular en Italia, de unas i d e n t i d a d e s urbanas y. con ellas, nuevas
insuruciones determino el encargar ohri» dirigidas a clases q u e , e n b l u i i p a r t e , habían sui. "exclui-
das hasta entonces de ese n p o de reí ición con la c r e a c i ó n artística J las obras religiosas se
unieron aquella* que se car.icT.em.il • • ¡ ma función c i n t a \ p o l i o i i n c l u s o en el caso de las
pnmeras. en esie renovado c o n t t s i i » • il IM es s i e m p r e o b v i o e s l a h f i s i el valor relig^isocscl
predominante sobre el cívico, o v i e e y T
A pnneipios del siglo \n. >u i i p u n t o de vista d e l eneai * la utilización religiosa,
suceden cambios radicales: a-la pi lea del m o n a q u i s i n o et •• spondeo el nacimiento \
el afianzamiento de las ordenes rucudi los p r i m e r o s de t o d o s tr u . iscanos y dominicos-, al
lado de las cuales se t m i h i p h e j ! . I < li glosas. E n los siglos v m y v i v , con el emerger de
la anstocraaa urbana y con la pautar.) Jaci«»n de las nuevas clases burguesas, se abre todu
un nuevo capítulo de la histon i ' le sonado a l uso p r n a d - >. basta entonces pnvilegio
de los soberanos y de la alta arisi .. ., lcsi.i-.nca). se p r o d u c e v se pone a disposición de
un nuevo publico a gran escala
En el unihr.il de la Edad Modi Itcs públicos que e m e r g i e r o n en el transcurso deb
Edad Media se presentan pintos: d i li n - ir» pero también la a n s í » icracia ciudadana y la burgue-
sía. A través de una selección determinad i •. que intencionalmente quieren refleiar la evolución
de la sociedad medieval, se presentan aquí . runo-, de los - p ú b l i c o s " a los que iban desuñadas en un
principio. Algunas lineas de comentan» • irán iruiar al lector e n este recorrido.
.1. von Schlosser. -Fin veronesìsches Rilderbuch u n d die hólische Kunst des xiv. Jahr-
hunderts-'. Jabtinteb de bimstbisivnu'ben Sammltiiigcn des allerbtichsteti Kaiserbuiises XA 1
(1895), pp. 144-230; \. Hauser. The Social Ihstory of Art. L o n d r e s . 1951 |cd. « s t . : Hisroru
social de ¡a literatura y el arte, voi I Desde Grecia hasta el Renacimiento. M a d r i d . Debate.
19981; P E. Schramm y F M u t h e r i L h . Dviikmak der detitschen Kontgc tuid Kaiser, voi. I: fio
Bei tragsurHerrsebergesebiehre ron Karl Jcai Orofiev bis Friedrich II. '768-1 ¿SO |l°62), Mu-
nich, "-1981; G . Duby, t r Temps dei attbedrales L'art et la société 980-1420 |19 6-I°Ó7|, 0
París, 1976 Jed- cast. La época de las catedrales: arfe y sociedad. 980-1420, M a d n d . Cátedra.
199J|; M . Schapiro. On the Aextbctic Artitude ni Románese/tic Art, N u e v a York N.Y.. 1°77
[ed. cast. Estudios sobre el romanico. M a d n d . Alianza, I984|. P. F . S c h r a m m y H . Fillirz(en
colaboración con F Alutherichl. Denkmale der deittscben Komge und Kaiser, voi- I b Ba- Di"CANTI ni LAS cunos
trag xtir HerrscbeTgescbtcbte van Rudolf I. bis Maxtiniliaii L 1273-1519. M u n i c h . 1978; H.
Belüng. Das Btld und <ctn Pitblikiim mi Mmclalter Form und Funkiion frithen Bi/dtafe/n der Maestro de Saint Gilíes (Países Bajos). La misa de san Evidio, ó l e o sobre l i e n z o , a l r e d e d o r de
1500,
Pttmuti. Berlín. 1981; E Castelnuovo, - A r t e delle città, arte d e l l e c o r r i tra x n e XWsecolo»,
enF.Zeri (ed.). Stona dell'arte italiana, voi. V Dal Medioevo al Quattrocento, T u r i n , 1983, pp
165-227; C de Hamel, A Htstory of lìliiminated Manuscnpts 11986), Londres, '1994; H , El arte analítico de los maestros lljiiiencos permite que nos hagamos una idea de cuál pudo ser en la Edad
Belting y D . Bluine (eds.). Malera und Stadtkttlttir in der Dantezett. Die Argumentanon dtr Mcflia la acutud írcnti a Obras de .me excepcionales. Tal es el caso de la célebre tabla del Maestro dé Saint
Bilder. M u n i c h . 1989; P. Skubiszewski. " L ' i n t e l l e c r u e l et l ' a r a s t e tace a l'oeuvre ù l'epoque Gilíes, que ilustra un episodio milagroso: el rey Carlos Martel. que no se había atrevido ¡i confesar un pe-
romane.-, e n j . Hamesscy C M u r a i l l e - S a m a r a n (eds.), Le trovailatt Mayen age. Uiieappn- cado, pule a san Egidio que interceda por él. En el transcurso de la misa, a la que asiste el soberano, un
che interdiseiplinaire. Actes da colloque internaiwiiaì ( L o u v a i n - l a - N e u v e , 21 -23 de mayo de ángel deposita en el altar un papel en el qué figuraba escrito el pecado río confesado, que le fue perdonado,
1987), Louvain-la-Neuve. 1990. pp. 2 6 3 - 3 2 1 ; P. C a m m a r o s a n o (ed.). Le forme della propa- t i milagro habría tenido lugar en Orlcans en el año 719, pero el pintor pretirió ambientarlo en la iglesia
ganda politica nel Due e nel Trecento. Relazioni del convegno ititernazionale (Trieste, 2-5 de abacia) de Saim-Deins. delante del altar mayor, que a finales del siglo xv estaba roilendo por las tumbas
marzo de 1993), Roma. 1994(en concreto aquí e f e M . M - D o n a t o , « " C o s e inorali, e anche reales. Se trata de un valioso documento que nos muestra al celebrante frente al frontal de oro donado al
appartenenti secondo e* l u o g h i " : per lo s t u d i o della p i t t u r a p o l i t i c a n e l tardo Medioevo monasterio por Carlos el Calvo y coronado por la «cruz de san Egidio», más antigua; Carlos Martel,
toscano», pp. 491-517); C. Ciociola (ed.), -Visibile parlare». I*e Scritture esposte nei volgari acompañado por dignatarios, porta la «snlnte Coiimnnc» de los reyes de Francia.
italiani dal Medioevo al Rinascimento. Atti del convegno internazionale di studi (Cassino-Mon-
tecassino. 26-28 de octubre de 1992). Ñapóles, 1997. i
1251). Ellos tueron los primeros destinat.iniis y usuarios de las o b r a s q u e ellos m i s m o s habían encar-
gado, gracias a las cuales dieron a la historia del arte —de una m a n e r a m á s o m e n o s consciente-inno-
vaciones decisivas. La función de estos erandcs personales e n r e l a c i ó n c o n las artes sigue i.-ndo, sin
embargo, excepcional y no se puede aplicar .1 iodos los c o m i t e n t e s d e los q u e se uene rippi ia.
Junio al clero y a los mecen ts. < — n i n t í n i c a e m p i e z a n a e m e r g e r ostras cal -orías de
públicos. La añniucion en particula) h lita, de unas i d e n t i d a d e s u r b a n a s y, con el' . nuevas
instituciones determino el encargar nhi igidas a clases q u e . e n b u e n a p a r t e , habían s <• exclui-
das hasta entonces de esc t i p o de rcl icu 1 la c r e a c i ó n a r u s t i c a . Así, a las obras r i .tosas se
unieron aquellas que se caracrc: i ¡uncí, i n cívica y p o l í t i c a ; i n c l u s o e n el t i de las
pnmeras, en este renovadi n o n ' . s i e m p r e o b v i o establecer si el v a l o r re' •so es el
predominante sobre el civu i >
\ pnncipios del sicb» \ n . v e . .mu de v i s t a d e l e n c a r g o y la u t i h z a c u cligiosa.
suceden cambios radicales . 1 del i n o n a q u i s m o c o r r e s p o n d e n el n 'mento y
el afianzan nenio de las « ir 11. p r i m e r o s de t o d o s franciscanos y don neos-, al
lado de las cuales se m u l t i p l i . i 's.is. E n los siglos x i i t y x i v , c o n el 1 1 erger de
la ansrocracia urbana \ con ¡< m de las nuevas ciases burguesas. -> <bre todo
un nuevo capitulo d i I J hisuii n a d a al uso p r i v a d o , hasta enronec-s privilegio
de I*» soberanos v de la alt - i . i s t i c a l , se p r o d u c e y se p o n e a disposición de
un nuexo público a gran escala
En el umbral de la Edad \b es públicos que e m e r g i e r o n en el transcurso de b
Edad Media se presenun juni'.- i I u r o también la aristocracia ciudadana y la liurgue-
sía. A través de una selección dcU t i . 1
i m e n a o n a l r n c n t e quieren reflejar la evolución
de la socictlad medieval, se p r i . . 1 de bis - p ú b l i c o s - a los que iban desnnadasen un
pnncipio \Jgunas lincas de cumem.r .;.ir al lector en este r e c o r r i d o .
o " 57*"
iTLncftr
U7Tthcbf«*e-oim net»
CWvpnu/twriilmiincr -
É
urc- homo tntftif
n nomcn en«nr toHin
|liC línnr IrnrYì imotwutn
IK ixrti'"i"'iuHi p>en*ii
2| Ctui7ilnim umor del omine—i
»• Ci i a D cip (fromnef* Cncrflrlncr
•MCMWtICl CUTI - — I xn'Uitn - M U - / * » » # '
w O r d r enrtir •òanihno illr'iux - r <
•.\*tJCrilMim-.-w Serf i irrCfb mun ti tmi^vu.
e n n r hipninct plhhibti'lb- deüirrrtW
pio ccpiidrtniJMMttM* p p - w lire i*K- Cfu-ir-.
( j i n m a p6»pf>fiim—• * ¡ » intcìtnituT" VHTIÙTT
C r t o n p. wer nominan .-W-ITWW
O r p n e ipfD purann tllñiüntñitallirneimtnoYJ
CTfc mh't Inmnndo n u r - M M »
C^IXJO p.i cairn c f t i . . CVtminSoT p6»tpO*«il / |
loipn» IIIC.1 e n . r c ' w C-icruT eft--.****"**'
I n r i Mfglo " i i « i l o t i n i ' u c n IMI II ( H . r SU IUIM IMO I I K I I |»»r v i ( t u b i n o J I q u t i s u l u n •ItMinJIIJS. Iis oltf» Juan > el m u K> d e su evangelio, miniatura vibre p e r g a m i n o , m. 700
s j l t l . [MO 11«-» JI j . J U . U • u n t ' I i / J ' •••»». %c . l i l n i n l u r . MI - t r j v c s t i c l a * n u c » turni j e t o n c * . m i m i t t o . wirta. gránales > oro. siglo s m-ix.
R I M * . » •.«traMtaUHtu
Ilui...
n i s. pi,mr...n J |. p b a di I >«.lmo di Xmlulfo. ci re? Agilulfo scntadocn ci ironoentre guar-
K M . . K li.H.uJ, S * - /'./// Extr*m*rm rctWUadeCarlos ci < -ah... miniatura sobrc ^ r p i m n . » dia*. tui.mjN aladas > digiunano*, bromi: ilorailo. 5<M-AI6.
i n i o n i o al ani» h " n
kaiisi-.n.. 1 VlcnumaXeapa ,k Eimojua II. btjrdadocnorosofareieili purpurau-n ci arto r$05,
U c M l a n d a ) wibn l o d a U c t n l m p ^ la n u i u s » . . i u - K - n / i i i p o r la pn.duccu*«k«ifcwc.
l.r.U,r.lj.l.^siscp.ir.,r..n > M-aplu jron a un clamasi o de seda azuJ* 1018-1024
m i daMnaNb al u w d i I 4 » s r a w » » di M A r . t m j d j j * . I * * " %an%ta»cr la* pniou»copno»cr
«Me campo la c o n . poeto recurm .. i a l U - r . - i H.-».al./a.f.r. M I b pr..ducoon de atta sumuan...]«tilt*»
N
bOfi J su atmuedOf <e su. e d . n l a * - c s e u e l * * de i . . n i • «I» CpOCB « r o l m g i a i . •> bicn dingirsc a mar.
B l M tCOVUt ci» U M Wanda* I I M W » •!* I MII|KI ,i u h a b u u a l V I I ci p * n « M i o o i o n i a n « i ) .
4
: -5* uibcmr papú t r u unrtt? eleo cr beato ferro «ufq: mea 375
« 1 « . r a
J6
;l r i
rtrruv-
MONJKS
8 < -lun\ ( B o r p o ñ j ) . m i s c e l á n e a l u s i o n u \ lirürffica. t. r l u n o II c o n s a g r a e l a l t a r m a y o r de Clum
til (1095). m i n i a t u r a s o b r e p e r e a n i m o , p r i m e r c u a r t o dd M|fJo x m ii I 207-1215?).
" a n t t T n n i d a d . s a l a t a p i n i l a , la p e c a ^
I 377
PlHI_r.lltN.os
c a r s e his p e r e g r i n a c i o n e s , s e d c t c - m i u i a u n a n u e v a r e l a c i ó n e n t r e los líeles y los espacios de culto, se n n u i '•(•ra rumana reunh/nda; integraciones de linalcs del siglo v).
v a n l o s e d i f i c i o s o b j e t o d e la |>crcfrnnacion. a d e c u á n d o l o s a las nuevas necesidades, con rrip'Jl .tai
e s p a c i o s a s , a c c e s i b l e s p o r m e d i o d e r a m p a s , q u e p e r m i t c i l a los peregrinos rezar delante de lo* no»ni
c a n o s q u e c u s t o d i a n los r e s t o s de l o s s a n t o s .
>7«S
379
E I papel d e t e r m i n a n t e desempeñad* • por lo-. moii|es cn ci «ampi» artistico cn I J Mia Fdad Mcilia luehert 15 Isslmuen (Ií..,len.\\„rrtemher . iglesia de San Francisco, presbiteno, vidriera con escenas
gí
dado, a p a r t i i «lei SÌ|CÌO x i n . p o i las ordenes mendicantes, sol ire iodo franciscanos \ dominicos Stintici IHnlH as. I.I Nagelacion, vidrio pmtado a grisaüUe, ta I J 2 0 .
experiencia religiosa da lugar n« • s«»l«. a formas meditas «Je cointtencia > * onerceion de las obras dram
sin.» que lleva a t o m a i r u m b o i preciso» cn este pampo. contenidos en reglas t estatutos la liminomi, J k. liolonu. tUhln, ,/r */»/« Tomás de h/uw,,. inicial déla Pnmcra cana de san Pablo a los Corintia,
partir de I 2 0 0 (< .onstltueiones dk« Varlunia » «le las \ niñeras Just. >n a< las j h emanai centrai del pfcslWn iiiiuijiura sobre per camino, tm I2s(i
en la* iglesia* tran» i se anas \ la consolidaci* »11 de las Inhhas «le jK-queiio f« innato en un solo volumen rcra
Ile* ar en % iaics con el l i n del estudio y la prc«h< ación, son solo algunos «fe los impactos armnem Icpdnsi
la ••rt'iinv.nniii p.mpcrista-- de la Iglesia prouiot ida poi estas ordenes.
3.-80
C - I l I M U A M I »
M.itvirn diri ISI.H tdJi »I« •dlunini.ii. Lt&ra dtJ Hi.iJ.tiuf». l a r r a i o m i »I«.- C o l i c \ j l d e k i (la occiu
»•!•>..,Iii«, t i m . i |ni,iuta r e a l i z a d a v u la H . K * k UH S C I del lîiad.o iiiiiiururj sobrincrcamin •
d f v | n i c . d e I » » >
llaiii.id.i - - p i n t u r a i n t a n i a m o . 1
;">
• Y l U S I OCHA I AS
12
I OS M U N D O S D E L A I S L A M I E N T O : CAMPESINOS Y
SEÑORES RURALES
Gianfranco Pasquali
I i 'l>ri ñus gei ii i ..I Je referencia sobre el mundo campesino europeo pero centrada sobre iodo en el
faces' \ alemán sigue stendo la «inttSìS de \V. Rosener. Banem un Mittelalter, Munich. 1985 |cd. cast. Los cani-
peanos ,» /,, 1,/ad Media. Barcelona. Crítica. 1990). que sólo en parte sustituye la gran ubra de CJ. Duby,
/ Eewuanit imalt et la vie iles campagna ilans t'Occident medieval Paris. 1962 (ed. cast.. Economia rural y vida
mmptnafi en el GmdeMt uitdievaL Madrid. Aitava. 1999] Fara las relaciones enere la economia agrícola y la
campesina, (-canse \ Vcrhulst e V M o n n i o i o (eds.). Economie rurale el economie urbauie an Muyen Age, Gante-
Fnfcttoku I W 2 , > las claras contribuciones de C. Wickham. «Economia altomedievale-, en AAAT.. Stona
mtdin.il, Roma, I99S. pp. 2 0 Í - 2 2 6 , S Carocci. -Signon. castelli, feudi-, ilnd. pp. 247-268. C. Petralia,
••< resera v.l espansione-./A/rf . pp. 291-518. y R- C. Mucllcr. «Fpidcmie. crisi, rivolte», il-id. pp. 557-584
has tendencia» mas recientes en los estudios de historia agraria en Italia han sido discutidas por D. Balcs-
tr;uu. Midioivi italiana e medievistica, Roma. 1996. pp. 7Ì-93. y en A. Clononcsi y M . Montanari (eds.), .Medit-
imi,,! tulliana e aorta agraria tinnitati e prospettive di una 'fagiane stonografica. Atti del convegno (Montaicino,
12-14 de diciembre de 1997), Bolonia, 2001 Diversos puntos se pueden observar también en la compilación
D I S I K«» ui L\ O UH* de ensayos de M Montanari v A. Vasina (eds.). Pei t'ito Fumagalli Terra, uomini, istituzioni medievali, Bolonia,
2(1(10.1 uiid.iiiicnial sigue siendo todavía la clara puesta a punto de C«. Cherubini. «Le campagne italiane dalPxi
j l >v w i l d (I9H1)". en ul., L'Italia rurale del basto Medioevo, Roma-Bari. 1996; pnra pnsrcnores actualizacio-
:
nes, u-ase el volumen de A. Cortonesi, G . Pasquali y G. Piccmni, Uomini e campagne nell'Italia medievale, Ro-
m.i-lìjn. 20(12
da C o n f o r m e a u n . . v , , , . , n t i p i c a m e n t e s e p t e n t , l o n a l . m o s i r a n M„„„ dñeia.j«cb
u t i l i c e . . , , , r e a l . l e i m a n u s c r i t o «H c i . m e n o r de una l u j o * e s l e í a delante d < u n a . c n B » « t a
«,..c « c m o » d e f e c t o b u s e d o c o n esce M i la o r a c i ó n . d e a l a n t e la V i r g e n , d e n t r o de una iglesia F>"
384
L()S M U N D O S D E L A I S L A M I E N T O : CAMPESINOS Y
SEÑORES RURALES
Gianfranco Pasquali
ejemplo solo en estos últimos decenios las investigaciones se han orientado hacia el
ámbito de la historia agraria, hasta dejar en la sombra (aunque hoy las cosas ya no sean
üsil .1 la que había sido la protagonista de la historia italiana medieval, la ciudad, sede de
los desarrollos msrirucionales comunales y de una economía de mercado, en ciertos casos
pmtoindusrnal-. La relación entre campo y centros urbanos se ha expuesto, de esta ma-
1
I.J nhr.1 in.is general de referencia sobre el mundo campesino europeo pero centrada sobre todo en el
Irjirs v alcm.ni MgUc siendo la síntesis de W, Riwcncr. titillavi un Alme/alter, Munich, 1985 [ed. cast.: Los cani-
POütto ni lu I'AIII,! Media, Barcelona, Cnuca, I990|, que sólo en pane sustmiyc la gran obra de G. Duby,
L'Economie nuale a In tic ,la campagna dam l'Oceidait medieval. Pans. 1962 |cd cast.. Economía rural y vida
Campania en el (¡t.idcnte iiirdia-aL Madrid. Aitava, |999| Para las relacionen entre la economía agrícola y la
campesina, véanse A Verhulst e Y Moninoto (cds.J. Economie aírale et economie urhiine au Moten Afir, Gante-
I u L u . i L . i |WJ. y las claras contribuciones de C Wiclcham, «F.conomia altomcdievalc-, en AA.VV., Storia
medievale. Ruma. I'WH. pp 201-226. S ( j n K U , -Signori, castelli, feudi», ibid, pp, 247-268. C . Pctralia.
-Ornata ed cspaiiviutte-, ibid . pp. 291-318. y R C- Mucllcr, -fcpidemic. crisi, rivnltc», ibid., pp. S57-5W
-' Las tendencias más recientes en los estudios de limona agraria en Italia han .sido discutidas por D. Balcv
iraco. Medioevi italiano e medievistica, Roma, 1996. pp. 7Í-9Í, y en A_ Cononesi \ M. Moni.man (eds.). Medie-
vinua italiana e noria agraria Risultati e prospettar di una Magione stmografica. sitti drl conitgno (Montalcino,
12-H de diciembre de 1997), Bolonia, 2001. Diversos puntos se pueden observar también en la compilación
O l M T R O U L LA O H KA ik ensayos ile \\. Montanan y A. Vasina (eds.). Ver V'ito Fumagalli Terra, uomini, istituzioni Medievali, Bolonia,
2 3 . M a e s t r o de M a r í a de B o r g o ñ f l ( G a n t e ) . Librode horas de Mmria de Borgoña, la Virgenendiac 200(1 ['iindanienial sigue siendo todavía la clara puesta a pumo de ( ì . Cherubini, «l,c campagne hyliane rlall'xi
ríur de una iglesia y M a r í a de Borgofta (?>. inimutiira sobre pergamino, ot, 1470-1480. al xv secolo (1981)». en id.. Litaba rurale del basso Medi'onv, Rom:i-Bari. 199fi; para posteriores actualizacio-
:
nes, véase el volumen de A. Cononcst, G . Pasquali y G . Piccinm, Uomini r campagne nell'Italia medievale. Ro-
uu-Uan. 2002.
C u i n o vimos al principio, en 1Ü pintura flamenca no ce vacila a b hora de represenur el-uso-de U»oK.
de arte. E n cute ca*0, la destiruuaria del libro de horas, probablemente Mana de liorgoña,estareprtstnu
da conforme Ü una vi>ión típicamente septentrional, mostrando dos niveles disantos de conarowi \¡
uüh¿ju(>n real del inanuscnto en el interior de m u lujosa estancia delante de una ventana abierta, ptfb
que venios el efecto buscado con este uso- la oración ideal ante la Virgen, dentro de una iglesia gorja
\RTL E HISTORIA IV I.A EDAD MEDIA MI
bozar una historia del c a m p o (considerada sin razón alguna como inmóvil) que haga re- Stadi sal paesaggio. T u r i n , 1978. L a c e n t u r i a c i ó n a n ü g u a h a s i d o ob|cto d e i n v e s t i g a c i o n e s recientes, también
por l o q u e c o n c i e r n e al p r o b l e m a d e s u c o n u n u i d a d e n la E d a d M e d i a , v é a n s e , p o r e j e m p l o , L. Federzoni.
saltar los datos más útiles para c o m p r e n d e r las relaciones que se podían instituir entre
«Considerazioni sulla persistenza di tracce della cenîuriazjone r o m a n a nell'alto medioevo l'esempio della
pianura Ira M o d e n a e Bologna». Rivista di stona dell'agricoltura X X I , I (I9B1), pp. l ó S - l f l l ; G . Bottazzi. «U
r e t í c u l o ceri ut ria le d i B a g n a t a v a l l o la s i s t c m a / i o n c paesaggistica e infrasrruiruralc della pianura romagnola
a m i c a » , en C i S u s i n i y A . C a l b i (eds.). Storia di Bagnacavallo, B o l o n i a , 1994, vol. I, p p . 7 1 - 9 5 . S o b r e las v i c i s i -
1
E l planteamiento historiográfieo no urba nocen trico que caracteriza a muchos n i e d i e v a l i s t a s ingleses cn- tudes de l o s a s e n t a m i e n t o s e n r r e l a T a r d o a i l l i g u e d a d y l a A l t a E d a d M e d í a , v é a n s e l o s r e s u l t a d o s d e las i n v e s -
euentra sus puntos de refereneia en R . H . Hilton. A medieval society: tbe West Mtdlandsat tbe endefibe ikrtttntb t i g a c i o n e s y l a s n u e v a s t e n d e n c i a s h i c o n o g r á f i c a s e n A . C a r a n d i n i y S . S e t t i s . Schiavi e padroni nel/'Etmria ro-
ceiitury. Cambridge, 1966. y J. T h i r s k (cd-). Tbe agrarian history oflingland and Wales, v o i . 1 / 2 : A.Ù -Í3-M2, to/toa La villa di Settejìncstre dallo scavo alla motera, B a r i , 1 9 7 9 ; A - G i a r d i n a ( e d ) . Società ivmaita e impero
ed. Hi R R. Finberg, Cambridge. 1972; ibid. v o i . IL ¡042-1350, c d . I L E . H a l l a m . C a m b r i d g e , 19KM>/¿,vol. lardoanttco, v o i . I H : / > merci. Gli insediamenti, B a n 1 9 8 6 ; D . V e r a , « L ' I t a l i a a g r a n a n e l l ' e i a i m p e r i a l e : f r a c r i s i e
1IJ: ¡34S-1500, ed. E . Miller. Cambridge, 1991. i r a s f o r m a z i o n e » , c-tl L'Italie d'Auguste a Dioctétien. Actes du Colloque internationale de PÉeole Française de Rome
(Paris, 1994), R o m a , 1994, p p . 2 3 9 - 2 4 8 ; id., « H s i s t e m a a g r a r i o t a t d o - a n d c o - u n m o d e l o » , e n R . Francovichy
4
L a s interacciones entre historia institucional, económica, social y culmraJ h a n s i d o eficazmente imadas
G Noyc(eds.). La storia dell'alto medioevo italiano {Ì7-.Y Secolo) alla luce dell'arcbtolagta, F l o r e n c i a , 1994, pp. I
e n las n u m e r o s a s obras de L e Goffi en concreto ). L e Goff, U crvilisation de l'Occident medieval, P a r i s , 1964 [ o l
1 3 8 ; id., - L e f o r m e d e l l a v o r o r u r a l e : a s p e t t i d e l l a t r a s f o r m a z i o n e d e l l ' E u r o p a r o m a n a f r a t a r d a A n t i c h i t à e a l t o
cast.: La civilización del Occidente medievaL Barcelona, Paidós. 1 9 9 9 ) , y l a c o m p i l a c i ó n d e e n s a y o s editada pOT¿I,
M e d i o e v o » , cil Morfologie sociali e culturali in Europafratarda Anttebità e alio Medioevo.
entre los que cabe señalar, para el t e m a de Ja p r e s e n t e contribución, l o s d e G . C h e r u b i n i , « 1 1 c o n t a d i n o e il
d i f e r e n t e s ( e n B r i t a n i a s e m a n t e n í a t< » I. \ M \ i \ a e n l o s p r i m e r o s decenios del siglo v),se 'leoditrico. tan empeñado, como ames se ha dicho, en la manutención de las iníracsinic-
c e s ó d e c o n s t r u i r y d e u t i l i z a r s e d e m a n e r a c o n f o r m e a s u s o r í g e n e s ; gran parte de las uir.is del territorio [»<ir el dominado.
e s t r u c t u r a s m u r a l e s d e l a s n u m e r o s a s vilLn. e s p a r c i d a s e n los c a m p o s del Imperio roma- I .1 guerra i*r* • < »-gótica del 535-553 y la invasión de los lombardos supusieron sin duda
n o , s e u t i l i z a r o n c o m o c u a d r a s o * i v i e n d a s c a m p e s i n a s , o f u e r o n empleadas como mate- un nielen en la historia de Italia. Por lo que concierne .1 los asentamientos rurales, la par-
le iii l.i península ocupada por los lombardos (Langobardia) está caracterizada por la aldea
r i a l d e r e c u p e r a c i ó n . L a villa r o m a n a e s u n e j e m p l o i n t e r e s a n t e de la interacción entre
rur.'l (victis ÉtJknJMs), mientras que Ja ciudad, incluso cuando se convierte en capital de un
m u n d o c i u d a d a n o y m u n d o c a m p e s i n o ; e n g r a n p a r t e d e estos complejos convivía una
d i n ' l o . pierde casi del lodo la fisonomía que la caracteriza lia en el periodo antiguo' . E n 1
pars urbana* h a b i t a d a p o r e l p r o p i e t a r i o v pi >r s u s h u e s p e d e s , y una pars rustica, sede de las la l i >¡ia dominada por Jos bizantinos (Romanía) se verifica, sin embargo, una condición
v i v i e n d a s d e l o s c a m p e s i n o s , e s c l a v o s o l i b r e s , v d e l o s a l m a c e n e s . L a crisis y la tlesapan- ild nte: aqui l a s ciudades siguen manteniendo su papel, mientras que en el campo no se
c i ó n d e l a villa s e i n t e r p r e t a c o m o e l f i n a l d e l d o m i n i o d e u n a é l i t e de propietarios ciuda- de' olían asentamientos de lipo innovador. Esta división de Italia parece reproducirá
d a n o s e n l o s t e r r i t o r i o s r u r a l e s q u e i n i c i a r o n así s u aislamiento. es* 1 reducida l a fractura que muchos historiadores han deteciado en la Europa altomc-
di. i| por un l a d o , el mundo germánico y romano-germánico, que afecta a gran parte del
001 tente (el área ecntroseptentrional), con su orden económico en su mayoría rural; por
E n e s t a f a s e , e l c a m p o a l t o m e d i e v a l . a p a r t e d e l o s v i s t o s o s legados antiguos, como la
li» países del .Mediterráneo, en particular el Imperio bizantino y después también el
c e n t u r i a c i ó n , e x p e r i m e n t a u n v u e l c o q u e l o s h i s t o r i a d o r e s h a n individuado en la difusión
un In islámico, en los que el comercio y los asentamientos urbanos consiguen todavía
d e l l a t i f u n d i o . P e r o e l c o n c e p t o d e l a t i f u n d i o n o e s t á e n absoluto claro; parece, pore!
de* Millar una función relevante, aunque de menos alcance respecto de la Edad Antigua.
c o n t r a r i o , q u e l a c r i s i s d e l a villa, c o n l a d e c l i n a c i ó n d e s u s agrupaciones de agncultores- I' 11 entidad, la representación de la división de Italia en dos áreas distintas, que es fruto de
1
e s c l a v o s , p r o d u j o u n e f e c t o p o s i t i v o e n las e s t r u c t u r a s a g r a r i a s romanas, implicando a los reflexiones nacidas sobre todo por el planteamiento de la investigación ofrecida por
t e r r a t e n i e n t e s y a g r i c u l t o r e s i u r í d i c a m e n t e l i b r e s ( o e s c l a v o s emancipados) en una red de Gitunpicro Iíognctti, que veía en los lombardos el elemento innovador en la historia ita-
r e l a c i o n e s d e t r a b a j o , c a r a c t e r i z a d o s p o r e l a r r e n d a m i e n t o ( n u e v o colonato). Las morada* l i a n a , ha sido recientemente puesta en discusión sobre la base de los datos provenientes de
d e e s t o s c o l o n o s s e r e a g r u p a b a n e n tvr/'. al trun o s d e l o s c u a l e s p o d í a n haber tenido su on- c u a\ aciones arqueológicas. De ellos emerge una identidad sustancial de desarrollo de los
g e n e n villar a b a n d o n a d a s ; o t r o s , h a b e r s e r e c o n s t i t u i d o e n esta nueva tendencia económi- asentamientos de Romanía y de Langnrbardia. Entre el siglo vi y la primera mitad del
M e l ó vii, las ciudades se despueblan y sufren una notable degradación, hasta tal punto que
c a , q u e t a m b i é n v i o u n a r e c u p e r a c i ó n d e l a p e q u e ñ a p r o p i e d a d campesina. E n losiw?.por
se han descubierto analogías en la decadencia de cenuros como .Milán, Brescia, Roma y
l o t a n t o , s e c o n c e n t r a n l a s a c t i v i d a d e s e c o n ó m i c a s ; p o r o t r a parte, todavía tienen como
Pescara; las mercancías orientales y africanas llegan de manera irregular y esporádica; los
p u n t o d e r e f e r e n c i a l o s m e r c a d o s c i u d a d a n o s , a u n q u e el c o m e r c i o suprarregional sea me-
comercios se reducen a nivel local, aunque en menor medida de lo que sucede en Roma-
n o s p r ó s p e r o r e s p e c t o d e l o s t i e m p o s d e l a riqueza d e la villa. L a historiografía mis re- nía, subdividida en muchas regiones, en general situadas en las costas del mar Adriático y
c i e n t e d e la é p o c a t a r d o a n t i g u a n o s p r e s e n t a u n a r e a l i d a d m e n o s oscura de lo que algunas del I irreno. L a conquista lombarda, más que transmitir una nueva trayectoria a la orga-
f u e n t e s , l a s m á s c o n o c i d a s , n o s s u g i e r e n . S i m u c h a s vtilae desaparecen, otras siguen fun-
c i o n a n d o , a u n q u e m e n o s , c o n n u e v a s r e l a c i o n e s d e t r a b a j o , m i e n t r a s se refuerzan los Mo-
y a e x i s t e n t e s y s e c r e a n n u e v o s ; e n c u a l q u i e r c a s o , n o d i s m i n u y e n las relaciones con las '• Sobre la división político-cultural He halia en Langobardia y Romanía han ofrecido significativas contri-
c i u d a d e s . F . n e s t e c o n t e x t o , l a t r a d i c i ó n c u l t u r a l y a r t í s t i c a e v o l u c i o n a respecto a la clásica; buciones V Fumagalli. Terra e società nell'Italia padana. I secoli tX e X, Turili. 1976. A. Casiagncm, t'org,inizza:joiic
q u e d a p o r v e r e n q u é m e d i d a e l n u e v o c o l o n a t o y 13 n u e v a c l a s e d e propietarios, quenose del lemtorm rurale nel Medioevo CitrOfrrzioni ecclesiastiche e ovili nella -Langol>ardia- e nella -Romania- | 1979),
Bolonia. 1982; B Andreulli y M. Montanari .L'azienda cúrteme in Italia Proprietà detta terra e lavoro contadino nei
c o m p o n e s ó l o d e r e n t i s t a s , u s a l o s o b j e t o s p r o d u c i d o s p o r artesanos y artistas en el nuevo secoli Vlli-xi, Bolonia. 1983. La contraposición se presenti, sin anuario, ninni-, nitida, a la luz de lo* rehilados
c l i m a h i s t ó r i c o . S i g u i e n d o l a t e s i s d e u n a r e d u c c i ó n , c u a n d o n o d e una quiebra de la eco- de la investigación arqueológica, en Fiancovich y Noyc (cds). IM storta dell'alto medioevo italiano, cit Kl con-
n o m í a a n t i g u a , e n l o s s i g l o s I V - V I s e e s p e r a r í a , e n c u a l q u i e r caso, una fuerte disminudón cepto de -desierto-selva., ha sido formulado por L. Le Goff, «Le merveillcus dans rOccidcnl medieval-, eii
M Arkoun, ). Le Goff, T. Fahd y M Rodinson (eds.), L'Etrange et le Mctveilteux dans l'Islam medieval. Calloauc
d e l a s t r a n s a c c i o n e s , q u e n o s o t r o s l l a m a r e m o s i n t e r n a c i o n a l e s , cada vez mcnossujetisala organile par l'ctssnciation patir Pavancement des Etudes Islamique (París, 1974), Paris, 1978 [ed. cose: Lo maravillo-
i n i c i a t i v a d e la c l a s e d i r i g e n t e i m p e r i a l . S i n e m b a r g o , s e h a p o d i d o demostrar que en esos so y lo cotidiano en el Occidente medieval, Madrid, Aliaya, 199°), las* implicaciones de orden económico y de eatn-
s i g l o s s e s i g u i ó v e n d i e n d o , p o r e j e m p l o , u n t i p o d e c e r á m i c a m á s bien refinada, de ttm lilccimicnto son objeto de alpinos tapúulos de O. Pasquali, Contadini e signori d'Ila bassa, insediamenti e -deser-
ta- del Ravennate e del Ferrarese nel'Medioevo, Bolonia. 1995.
stgillata r o j a , p r o d u c i d a s o b r e t o d o e n Á f r i c a s e p t e n t r i o n a l ; se h a n realizado considerables
h a l l a z g o s d e e s t a s p i e z a s e n d i f e r e n t e s l u g a r e s a o r i l l a s d e l M e d i t e r r á n e o , sohre todo en
c a s a s d e c a m p e s i n o s ( M o l i s e ) . S i l o s m o v i m i e n t o s d e las p r o d u c c i o n e s de cerámica indican
> 9 0 ARTE t HIMORM IN LA I Í D A U A l t D I A I I I
f o r m a r o n d e s p u é s d e l a c a í d a d e l I m p e r i o r o m a n o , e s t á n p o c o documentadas en las íuen- ciones y a una mayor vivacidad económica; de la Inglaterra de la dinastía merciana, en
t e s , p e r o s e d e b e c o n s i d e r a r i n f u n d a d a la h i p ó t e s i s d e q u e se tratara de ambientes pura- particular del rey OfTa, a los territorios dominados por los francos, caracterizados por la
llegada al poder de los carolingios; de la consolidación de la expansión musulmana en
m e n t e « b á r b a r o s » , q u e n o p e r c i b i e r a n l a i n f l u e n c i a d e l a r t e a n t i g u o . Está claro queindu-
España a la selección iconoclasta de los emperadores bizantinos, en un clima de mayores
s o l o s e d i f i c i o s r e a d a p t a d o s o c o n s t r u i d o s ex novo p o r la n u e v a clase dirigente serían del
afinidades culturales con el mundo islámico. E n cualquier caso, se asiste a la superación
m i s m o e s t i l o d e l a s p r o d u c c i o n e s a r t í s t i c a s d e Jos s i g l o s V - V I I . E n este periodo se introdu-
de la rigidez loca! de los mercados y de las producciones. Esto lo señala también el fre-
c e n e n l o s m o d e l o s a n t i g u o s r e c u r s o s e s t i l í s t i c o s p r o p i o s d e culturas locales (o induso cuente recurso de reformas monetarias, casi todas dirigidas a la creación de monedas de
i m p o r t a d a s p o r l o s i n v a s o r e s ) p o r m u c h o tiempo o l v i d a d a s y borradas de las tendencias
a r t í s t i c a s d o m i n a n t e s , p o r n o d e c i r o f i c i a l e s . S a b e m o s m u c h o m á s , en cambio, de todo lo
r e l a t i v o a las c o n s t r u c c i o n e s p a r a los r e l i g i o s o s , m o n a s t e r i o s e iglesias, a pesar de la casi " E l p a s a j e l o a r a L e G o f f , IJI civilisation, cit.
" L o s e l e m e n t o ! , d e u n n u e v o d e s a r r o l l o d e l c a m p o c n ci t r a n s c u r s o d e l o s s i g l o s v m - i x estiin d u r a m e n t e
t o t a l d e s t r u c c i ó n d e lafiletesm á s a n t i g u a d e b i d a a r e u t i l i z a c i o n e s y ampliaciones sucesivas.
e n T h i r s k ( e d . ) . The agrarian bistory. CÌL, v o i . 1 / 2 ; B l a i r , The Anglo-Saxon Period, c i r . ; P. I b u b c r i , Les
E n e f e c t o , a n t e s d e l l l a m a d o « r e n a c i m i e n t o c a r o l i n g i o » , l o s restos aparecidos,sobretodo Structurer du Lamini medieval. Le Latitivi meridional et la Sabine du isc tiède à la fin da Mie siede, 2 v o l s . , R o m a ,
1 9 7 3 , td., « l ' I t a l i e r u r a l e a u x v n i ' - i x ' s i c e l c s . F i s s a i t i c t y p o l o g i e d o m a n i a l e » , c n / problemi dell'Oleideate nel se-
colo flit. Settimane di studio del CI.SAM, XX, S p o l e t o , 1 9 7 3 , p p . 1 8 7 - 2 0 6 |ed. c a s t - : Castillos, seìiores y campesiiios
m la Italia medieval, B a r c e l o n a , C r i t i c a , 1 9 9 0 ] , M . - J . T ï t s - D i e u a i d e , « G r a n d s d o m a i n e s , g r a n d e s e t p e t i t e s e x -
p l o i u t i o n s e n C a u l e m é r o v i n g i e n n e . R e m a r q u e s e t s u g g e s t i o n i » , e n A. V e r h u l s t ( e d . ) , Le Grand domaine aux
' L a s r e f e r e n c i a s e n e l t e x t o a l a I n g l a t e r r a d e l s i g l o v n e s t á n t o m a d a s d e J . B l a i r , « T h e A n g l o - S a x o n Pe- cpoiincs mérovingienne et carolingienne, G a n t e , 1 9 R 5 . p p . 2 3 - 5 0 ; C a s i a g n c t t i , L'organizzazione, c i t . ; B . A n d r e o l t i y
riodo, e n K . O . M o r g a n (ed.), Oxford IllustratedHistory ofRrìtaìn, O x f o r d 1 9 8 4 f e d - i » - : p e r i o d o anglosasso- M i M o n t a n a r i , L'azienda curtense, c i t . ; F- M a t t i n f , / -patrhnonia sanctae rotnanae Eeelcsiae» nel IMZÌO (secoli/''--v-
ne*, e n K _ O . M o r g a n (ed.). Storia dell'Inghilterra. Da Cesare ai giorni nostri. M i l á n , 1 9 8 5 . p p . S S - 9 8 ) ; las de Struttura amministrativa e prassi gestionale, R o r m , 1 9 9 8 .
S a n t a O i u b a d e B r e s c i a d e G. I*. B r o g i o l o . - T r a s f o r n i azioni u r b a n i s o c h e n e l l a B r e s c i a l o n g o b a r d a : d a l l e capan-
ne d i l e g n o al m o n a s t e r o regio di S. Salvatore»-, c n C S t e l l a y G. B r e n i e g a n i ( e d s . ) , $, Giulia dì Brescia. Archeo-
logia, arte, storia di un monastero regio dai Longobardi al liarùarossa, B r e s c i a , 1 9 9 2 , p p . 1 7 9 - 2 1 0 .
392 ARTE E H I S T O R I A EN LA F D A L * M E D I A III
"-' S o b r e l a s u p e r a c i ó n d e l a c o n c e p c i ó n p e s i m i s t a e n r e l a c i ó n c o n l a e c o n o m í a c a r o l i n g i a v é a n s e las c o i m n -
l ' e c o n o m i a c u r t e n s e » , e n N . Tranfaglia y M - F i r p o (eds.), La storta, voi. I, Tarín, 1 "88, pp. 51-90, e id., Ùhdk \ o h u r n o s i g u e n s i e n d o m u y i m p o n a n t c s las i n v e i t i g a c í o n e s d e M . d e l T r c p p o , « L a v i t a e c o n o n u c a e s o c i a l e in
d o n d e s u r g i r á n los e d i f i c i o s sagrados del m o n a s t e r i o , a una iglesia y a una casa-torre entre las q u e d e s t a c a n las d e J . F L c m a r i g n i c r , « Q u e l q u c s r e m a r q u e s s u r I ' o r g a m s a t i o n c c c l é s i a s d q u e d e la
à l a fin d u i x * s i c e l e p r i n c i p a l m e n t a u n o r d d e l a L o i r c » , e n Agricoltura r mondo rurale ni Occiden-
G a u l c chi v i i e
1 1
C a s t a g n e r t i . L u z z a t i , P a s q u a l i y Y/asina (eds.), Inventari alto-medievali, cit
| ;
L a s citas e s t á n sacada?, d e P. G a l l e t t i , Abitare, cit-, p p . 103-104.
3 9 6 A R T I E H I S I O R I A I-M I A K I > . \ U Me DIA 111
Los MICHOS D E I . A I S L A M I E N T O C A M P E S I N O S V S E Ñ O R E S K U I I A L E S
397
t e r r i t o r i o d e p e n d í a n d e l o b i s p o , n o r m a l m e n t e r e s i d e n t e e n Id c a t e d r a l He la ciudad, man-
t e n í a n e n c i e r t o m o d o las r e l a c i o n e s e n t r e c a m p o y c i u d a d . A m e n u d o , las iglesias y ca-
A este f e n ó m e n o d e g r a n a l c a n c e , q u e se d e s a r r o l l a e n los siglos x - x u , se lo d e n o m i n a
p i l l a s d e s p l a z a d a s e n l a s p r o p i e d a d e s c u r t e n s e s m o n á s t i c a s a c t ú a n e n competencia con las
^ e n c i s h l l a m i e n t O " , si b i e n la c o n s t r u c c i ó n de n u e v o s castillos o la fortificación de viejos
p a r r o q u i a s , c o m o t a m b i é n l o h a c e n l a s d e l o s s e n - i r e s l a i c o s , q u e se h a c e n promotores de habitados n o sea s i e m p r e e v i d e n t e . E l é n f a s i s de los h i s t o r i a d o r e s s o b r e esta supuesta
l a f u n d a c i ó n d e i g l e s i a s « p r i v a d a s » . E s t a c o m p l e j a s i t u a c i ó n p r o d u c e u n incremento de revolución ha s i d i t q u i z á e x c e s i v o ; p e r o es i n d u d a b l e q u e la E u r o p a del s i g l o x u , h e r e d e -
la c o n s t r u c c i ó n con fines religiosos y favorece e l d e s a r r o l l o d e p a r r o q u i a s en los siglos ra i l e la c a r o l i n g i a . a u n q u e p r o f u n d a m e n t e d i f e r e n t e , está marcada p o r una extensa p r e -
s u c e s i v o s . E n l a s ú l t i m a s d é c a d a s d e l s i g l o i . \ . c u a n d o s u c e s o s i n c l u s o dramáticos, como sencia d e c a s t i l l o s v casos f o r t i f i c a d a s . ¿Mérito d e la historiografía - f u e r t e m e n t e i n f l u i d a
las i n v a s i o n e s , m o d i f i c a r o n r á p i d a m e n t e el o r d e n d e l c a m p o , se p u e d e afirmar que fos p o r las tesis d e l o u b e r t . las c u a l e s h a n l l e g a d o a ser, m á s allá de Ja v o l u n t a d d e l a u t o r , u n
clases c a m p e s i n a s , i n c l u s o e n l a p e r s i s t e n t e d i v i s i ó n e n l i b r e s y s i e r v o s , se dirigen hada m o d e l o h e u r í s t í t < - lia s i d o e l h a b e r i n v e s t i g a d o s o b r e los m o t i v o s p o r los cuales u n g r u -
p o m u j a m p l i o d i s e ñ o r e s t e r r a t e n i e n t e s se dedicaba a dar vida a c o n s t r u c c i o n e s tan ar-
u n a i n t e g r a c i ó n d e n t r o d e l a g r a n p r o p i e d a d q u e se r e o r g a n i z a e n e l á m b i t o de la señoría
duas i n c l u s o e n sus f o r m a s m á s s i m p l e s . L a s i n v e s t i g a c i o n e s f u n d a m e n t a l e s d e l h i s t o r i a -
de n p o territorial.
dor b m c é s h a n I.M ¡ l i t a d o la s u p e r a c i ó n , p o r p a r t e de la historiografía italiana, t a n t o de
C o n la crisis d e la tierra indom nucata. los siervos praenendarii t o m a n tres sendas:cada una visión p u r a m e n t e a r t í s t i c o - m o n u m e n t a l , c o m o de una interpretación estrategico-
m i b i ..i ó d e u n p l a n t e a m i e n t o e c o n o m i c i s t a - E n e f e c t o , son m u c h a s las m o t i v a c i o n e s d e l
v e z m á s , u n a p a r t e d e e l l o s t i e n e c a s a p r o p i a , d e i . i n d o d e d e p e n d e r c o m p l e t a m e n t e de los
enea- d l a m i e n t o ; d e s d e u n p r i m e r i m p u l s o , d e b i d o a las invasiones sarracenas, h ú n g a r a s
p a t r o n o s ; o t r a , e j e r c e d e p e r s o n a l d o m é s t i c o o d e m e s n a d a ; u n a t e r c e r a confluye con la
y n«' m a n d a s , se p r o c e d i ó a c o n s t r u i r fortalezas, e n algunas zonas de manera v e r t i g i n o s a
clase de los ministeriales y se v a a c e r c a n d o a l a c o n d i c i ó n d e sus p a t r o n o s . L o s colonos del
en l< siglos x - x i , c o n fines d e d e f e n s a - a t a q u e e n los e n f r e n t a m i e n t o s de rivales locales.
manso t i e n d e n a d i f e r e n c i a r s e y a n o s o b r e l a b a s e d e la c o n d i c i ó n jurídica, sino sobre La d i tensa, a t r a v é s d e la f u n d a c i ó n d e castillos y el encascillamiento de cortes, aldeas,
t o d o e n t o r n o a las r e l a c i o n e s d e t r a b a j o m o d e l a d a s p o r la t r a d i c i ó n y p o r formas con- iglesias y m o n a s t e r i o s , se p r o d u c í a a la vez q u e se t r a n s f o r m a b a n los asentamientos, que
t r a c t u a l e s e s c o g i d a s a v e c e s p o r l o s c o n t r a y e n t e s . E n g r a n p a r t e , las h a b i l i d a d e s manufac- asisn.m a la d e s a p a r i c i ó n d e p o b l a d o s y casas aisladas p o r el efecto d e l amasare homines,
t u r e r a s y a r t í s t i c a s h a l l a d a s e n las curtes d e l a f a s e c a r o l i n g i a se d i f u n d e n e n el tcmtono, de ei 'Mecntrar e l h a b i t a t a l r e d e d o r de sedes f o r t i f i c a d a s . A d e m á s , a raía d e l desplazamien-
c o n c e n t r á n d o s e e n l o s t a l l e r e s a r t e s a n o s d e p o b l a d o s , c a s t i l l o s y c i u d a d e s . L o s agriculto- t o de h o m b r e s y d e l o s c a m b i o s d e la n a t u r a l e z a de la posesión de la t i e r r a , el paisaje
r e s d i r e c t o s d e c o n d i c i ó n l i b r e s o n a t r a í d o s h a c i a e l á m b i t o d e l s e ñ o r í o r u r a l . £ n las zonas a g r a r i o t a m b i é n se f u e r a c i o n a l i z a n d o e n f u n c i ó n d e los nuevos c e n t r o s habitados a través
de la c r e a c i ó n d e f r a n j a s d e c u l t i v o d e d i f e r e n t e naturaleza; d e n t r o y p o c o más allá de las
d o n d e e s t a es m á s f u e r t e se t r a n s f o r m a n e n « s u b d i t o s » , s o m e t i d o s a la jurisdicción seño-
m u r a l l a s castellanas se e x t e n d í a n las p e q u e ñ a s parcelas de h u e r t o s y riñas; e n terrenos
rial, y n o s i e m p r e c o n s i g u e n d e m o s t r a r s u a n t i g u a c o n d i c i ó n d e l i b e r t a d , c o m o tampoco
mas fértiles se s i t u a b a n los c a m p o s c u l t i v a d o s de cereales y l e g u m i n o s a s ; las partes m e n o s
l a s t i e r r a s a l o d i a l e s r e c i b i d a s e n h e r e d a d p o r s u s a n t e p a s a d o s . T a m b i é n a los colonos de-
fértiles se d e d i c a b a n a pastos y b o s q u e s ; las m á s h ú m e d a s , a prados destinados al forraje.
p e n d i e n t e s d e o t r o s p a t r o n o s , e n e l c a s o e n e l q u e se d e d i q u e n a h a c e r prestaciones de
o b r a s e n c u a n t o c o n c e s i o n a r i o s d e t i e r r a , se l o s c o n f u n d e a m e n u d o c o n los «ñervos. Otros E l esfuerzo o r g a n i z a t i v o p r o d u c i d o t a n t o p o r los s e ñ o r e s c o m o p o r los c o l o n o s va, p o r
c o l o n o s l i b r e s se p o n e n b a j o l a p r o t e c c i ó n d e l o s p o t e n t a d o s , c o n v i r t i é n d o s e en siervos de lo t a n t o , m u c h o m á s allá d e l o s fines de la defensa a n n a d a q u e , o b v i a m e n t e , también o c u -
mesnada y e j e r c i t a n d o f u n c i o n e s de s é q u i t o a r m a d o , en calidad de milites medio y bajo pa u n p r i m e r p l a n o e n e l p r o c e s o d e l encascillamiento. E l efecto es que se p r o d u c e una
rango. El ténmno curtís, a n t e s s i n ó n i m o d e c e n t r o d e g e s t i ó n r u r a l , cada vez más empie- r e d e l m i c i ó n d e los a s e n t a m i e n t o s t e r r i t o r i a l e s , que t e m p o r a l m e n t e se r e d u j e r o n e n n ú m e -
z a a a s u m i r e l s i g n i f i c a d o t a n t o d e t e r r i t o r i o d o m i n a d o p o r u n s e ñ o r p ú b l i c o como de ro, para d e s p u é s ser puestos e n j u e g o p o r las nuevas realidades t e r r i t o r i a l e s de los c o n c e -
jos, s e ñ o r í a s y p r i n c i p a d o s . P e r o , p o r l o q u e c o n c i e r n e al p e r i o d o p r e c o m u n a l y a l tiempo
centro de residencia y de poder del señor m i s m o .
ccr aquí una bibliografia exhaustiva sobre el rema: remirimos, al menos para lo que respecta a Italia, a las investi-
S e ñ o r í o s rurales y comuni ciudadanos gaciones de A. A. Scttia, Castelli evillàggi nell'Italiapadana, Popobimento, potere esicurezzafra IXeXIUleeolo. Ñapóles,
1984; id.. Cinese. ciL; R. Comba, «Le origini medievali dell assetto insedìarivo moderno nelle campagne italiane»,
en R. Romano y C. Vìvami <eds.). Stona di Italia. Annali, voi. V i t i : Instilunnaiti e territorio, ed. de C de Seta.
E l p r o c e s o a t r a v é s d e l c u a l e l s e ñ o r í o d o m é s t i c o e i n m o b i l i a r i o se t r a n s f o r m a en te- Turin, 1985, pp. 369-382; C. Wictham. ¡Iproblema dell"incastellamento nell'Italia eentrtile: l'escmpliv di San Vincenzo
r r i t o r i a l se v e a c e l e r a d o p o r u n a r á p i d a d i f u s i ó n y c o n c e n t r a c i ó n d e l p o d e r m i l i t a r y po- al rilnimn, Florencia, 1985, S. Geliclü. G. P. Brogiolo. Nuovericerchesui castelli altomedievali in Italia settentriona-
le, Florencia, 1996- Para una primera orientación, véase también G. Sergi (ed.). Curtís e signoria rurale: interferen-
l í t i c o e n e l c a m p o , a c o m p a ñ a d o d e u n a r e e s t r u c t u r a c i ó n d e l a s e n t a m i e n t o y de la propie- zefin due strutture medievali, Turin, 1993, y L . Provero, L'Italia dei poetìr locali. Secoli X-XJI, Roma, 1998. Sobre los
dad inmobiliaria 1 4
. burgos francos y las vil/ae novae, resultan aconsejables, referidos sólo al Piamontc, pero con numerosas referencias
bibliográficas a otras zonas, los volúmenes de F. Panero, Comuni e borghi ftnfícbi nel Piemonte medievale, Bolonia,
1988; id, (ed.), Cberasco. Origine e sviluppo di una vilbtnova. Cuneo, 1994; R, Comba y A. A. Senia (eds.), llmgbi
*• Las implicaciones entre sistema c ú n e n s e , eiicasollamiemo y señorío rural son el centro de numerosas in- novi. Secoli XJt-Xu; Càrneo, 1993.
vestigaciones un toda L u r o p a . a p a r a r del v o l u m e n de P ' I b u b e r t , Les smictures, cit., y terminando con ffifaps
muy detallados en ámbitos también bastante alejados del L a z i o ; cfr., p o r ejemplo. K. Liddiard, -Casde Rising.
N o r f o l k : a "Landscape i n L o r d s h i p " ? - . Anglo Normán Studies X X I I (7000). pp. 169-186. Resulta imposibleofit-
3 9 8 A B 1 I I HIST O I I A 1 *« I *> I' D A D t V U . U I A I I I
" D M . Wilson. The Bayemx Tmpestry The Complete Tmpesrry im C*Jw, Londres. 1985.
: D
Las representaciones de los meses han sido obieio de importantes \i\\ rsiigaoones; entre las mis sigrufi-
1 6
K B r a n c o l i B u s d r a g h i , - " . M a s n a d a " c " b o n i h o m i n e s " come strumento di dominio delle «pione nini cativas se señalan las de O Frugoni. -Chiesa e lavoro afprcolo nei testi e nelle immagini dall'età tardo-antica
i n T o s c a n a - , e n D i l c h e r y M o l a n t e . Strutture e trasformazioni, c u . , pp. 287-342. all'età romanica», en V. Fumagalli (ed.). Medioevo rurale Sulle trotee della civiltà contadina, Bolonia, 1980, pp.
Sobre la vida c o t i d i a n a en el á m b i t o de las cortes señoriales de la Europa contini-mal, véase b síniomfe
1 7 321-341 i P. Mane, Ca/endrien et techmquei agrìcola, r'ranee-ltahe xiic-xwe uetkt, Paris. 1983. I-os meses de
H . W . Cioet7_ Inebetì im .Mittelalter- vom 7. bis zura 13. Jabrbundert, M u n i c h , 1986, mientras que pan d ira Attenta o t a n descntos en S. Gclichi (ed.). Stona e archeologia di una pine medievale: San Giorgio di Argenta,
Florencia, 1992.
inglesa, a d e m á s de H . H i l t o n , A medieval society, c u . , se puede consultar también el ya clasico I I S Benncn.
Lift on the line/ab Manor. A study of Peasant Conditions: I ISO-1400 |I9J7J, Gloucester, 1987.
' " C i t a d o p o r G o e t z . i^eben im Mittelalter, c i c , trad, i t . , p. 192.
402 A B T F F HISTORIA FN LA \Ìtt.\D MFOIA III
manifiesta en particular en los suelos de las catedrales urbanas. L a interpretación que si- LOS MINDOS DEL AIM.AM1FNTO: CAMPESINOS Y SEÑORES RURALES 403
aunque sea subalterna. F.n cualquier caso, estamos líente a una revalorizaeión del mbfn los poderes señoriales en el campo choca con las exigencias de dominio territonal, y de
campesino que se manifiesta no s ó l o en las puertas de las iglesias urbanas, smo también en control de la producción y de los mercados por parte de los ciudadanos de a pie. Pero no
se trata de una entivniamiento frontal entre campo y ciudad; muchos terratenientes, laicos
las de las rurales, c o m o demuestra el c i c l o de los muses, esculpido en 1 \ 22 sobre la puerta
y eclesiásticos, qut lenían su residencia principal en la ciudad, vivían en la ambigua situa-
de la parroquia de Argenta (I-errara), situada hiera de las murallas del caadlo vecina Ad-
ción de falsos portadores de intereses «burgueses», difundidos en los contextos ciudada-
viértase, ademas, c ó m o en estos ciclos, aun sicnd* - la tí gura del campesino en el trabajo li
nos, y al mismo tiempo de ser defensores de prerrogativas de tipo señonal sobre hombres
predominante, no faltan las figuras de caballeros, especialmente en el mes de mayo, perio- y tieri del cauipi» Kn este marco enrevesado (y, a nuestro parecer, confuso) de intereses
do de inicio de las actividades bélicas; encontramos asi en edificios eclesiásticos la repre- Opuestos, el elemento dominante no es el uso de la fuerza, en muchas áreas predominante
s e n t a c i ó n de las funciones de dos clases laicas en el i uadro de la sociedad tripartita. sólo en la primera lase de la conquista, sino la negociación. E n la segunda mitad del siglo
L a c i r c u l a c i ó n d e viejos y nuevos m o d e l o s , culturales y artísticos, se alimenta después xu y L i el siguíenu se asiste a la proliferación de actos de sumisión al cotuunc por parte de
señiu aírales (pactos de ciudadanía), acompañados de concesiones de inmunidades par-
de la práctica creciente del peregrinaje no solo hacía Roma, sino, a partir de los míaos
ciales i ilo son juzgados algunos tipos de tasas) y por recíprocas obligaciones de tipo militar
del m o v i m i e n t o de las cruzadas del final del siglo \ i , también hacia 'I ierra Santa y San-
conrr • i >s eneimg« is comunes. Obviamente, cuando pactos y concórdate no podían ser lle-
tiago de C o m p o s t e l a , en E s p a ñ a . L a tendencia afecta a todas las clases, incluidas las del
2 1
vado' abo o se rompían, el uso de la fuerza era inevitable; los que más sufrían las conse-
territorio, y permite el c o n t a c t o entre culturas y practicas artísticas diferentes. Por otra enetli eran las cierras de los señores rurales y los castillos edificados en ellas. Eran fre-
parte, una de las - g u í a s » m á s interesantes para los peregrinos, los Mirabiha LrbisRcmt cueiu las destrucciones de las cosechas y de las plantaciones de vid que se encontraban
de la p r i m e r a mitad del siglo x m , dedica a m p l i o espacio no sólo a los lugares de culto en las 'rras de Jos enemigos, como atestiguan puntualmente las crónicas coetáneas. La
cristianos, s i n o t a m b i é n a la d e s c r i p c i ó n de monumentos paganos con una atención ar- reacción de los señores rurales, que no estaban dispuestos a transformarse en ciudadanos,
-\ La movilidad de las fue la di reforzar militarmente su poder a través de la construcción de nuevos castillos y el
queológica digna de los humanistas de algunos siglos postenores-. i.a i
reclinamiento de un n ú m e r o más amplio de fidelesy siervos de mesnada. Se consolidan y
clases campesinas, al menos a partir de finales del siglo XI, atestiguada por las mismas em-
se instituyen nuevas relaciones de feudo-vasallaje no sólo por parte de los señores, sino
presas de retribución, contradice de manera irrebatible la falsa representación de la socie-
también por obra de los comimi que los usan para reducir a la obediencia, dentro de un
dad rural que nos transmite el incorrecto uso del concepto de «servidumbre de la gleba-: orden jerárquico preciso, a los señores del territorio rural. Por lo que concierne a los cam-
el vinculo con la tierra, c u a n d o está pactado, se deshace en el momento de la finabzaaó.'i pesinos, hacia la mitad del Duecento, muchos cotiumi persiguen una política de liberación
del c o n t r a t o ; en el caso de que sea consuetudinario, la derogación es muyfrecuente,ya de la servidumbre rural, que donde a alentar las relaciones entre los señores y sus siervos
que es posible superarlo a través del pago de una tasa anual, que pennitc al sienoem- (incluidos los de mesnada), para transformar a estos últimos en ciudadanos y contribuyen-
pleado trabajar y enriquecerse en o t r o lugar, quizá haciéndose dueño de tierras bonifica-
das p o r él o transformándose en artesano o mercante en un ámbito urbano.
" l'I iL-iiu dé las r e l a c i o n e s e n t r e s e ñ o r í a s rurales, leudalidad y comuni ciudadanos ha sido recientemente
retomado por A Castagneto, -Feudalità e coderà comunale", en G Rossetti y G . Vìcolo (cds.), Medioevo,
Mezzogiorno. Mediterraneo Studi in onore di Mano Del l'reppo. Ñ a p ó l e s . 2 0 U 0 . p p . 2 0 S - 2 1 9 . d o n d e s e v a l i d a n la-,
Diversificaciones y conflictos entre campo y ciudad principale* l e s i s s o b r e la c u e s t i ó n , q u e h a b í a s i d o p l a n t e a d a p o r G - L u w a n o . « T r a m o n t o c s o p r n w i v c n / a d e l
en la Baja Edad Media feudalesimo nei c o m u n i italiani d e l M e d i o E v o - , Studi medievali s e r i e 111, I T I . 2 ( 1 9 6 2 ) , p p . - 0 1 --) 19, y h a
ile n u e v o m a g i s t r a l m e n t e d i s c u t i d a p o r G - T a b a c c o , - F i c f e t s c i g n e u n e d a n s D u l i e c o r a n t u m l c . L ' c v o l u t i o n
SHIO
d'un t h é m e h i s i o n o g r a p h i q u e - , Le Moyen-Agc L X X I V ( 1 9 6 9 ) , pp. 5-37; id.. Egemonie sociali e strutture del pote-
Si los ciclos de los meses también llevan a las iglesias frecuentadas por los ciudadanos re nel medioevo italiano p 9 7 4 ¡ . T u r i l i , 1 9 7 9 . P u n t o s d e r e f e r e n c i a , s o b r e t o d o p a r a la b a l i a s e p t e n t r i o n a l , s i g u e n
Adclsberrschaft unii stadi isc he Gescltschaft in Obctifalien: 9. Bu I2.jahr-
s i e n d o bit i n v e s t i g a c i o n e s d e l i . K e l l e r ,
una visión inspiradora de paz y laboriosa del m u n d o r u r a l , en el transcurso del mismosiglo
hinidert. l u h i n g a , 1 9 7 9 , K . B o r d o n e , Ijr toctetà cittadina del Regno d'India, l'orinazione e sviluppo delle caratteristi-
ila iirl'aue nei secoli XI e Xll, T u r i l i , 1 9 8 7 ; K M e n a n e . Compagna lombarda au Moyen Age L'econmme et la sociète
rurale' dan» la regían de flergarne, de Cremane et de Brescia du Xc au Xlile sicrh, R o m a , I 9 V Í . S o b r e l a I t a l i a c e n t r a i
v é a n s e G . C h e r u b i n i . Stgnon. contadrnr. borghesi, F l o r e n c i a . 1 9 7 4 ; C . V V k k h a m , The Meuntanisandtbe Cny. The
L a s r e l a c i o n e s e n t r e v i a b ü i d a d . p e r e g r i n a j e s y a s e n t a m i e n t o s r u r a l e s s e t r a t a n e n n u m e r o s a s invettipOMs
Tunan Appennino in the Party Middle Ages, O x f o r d , I 9 8 R . P a r a u n e j e m p l o d e l a p r a c t i c a d e l o s p a c t o * c n l a
que lian salido e n los último?, a ñ o s , entre las q u e se señalan: C¡. Sergi, Potere e territorio lungofastrilairFmv suciedad c o m u n a l cfr. G . P a s q u a l i , « L e " C o n c o r d i n e " i r a c h i e r i c i e laici n e i c o m u n i d i R a v e n n a e d i M o d e n a
Da Chambery a Turni fra x e xm seto/o. Ñ a p ó l e s . 1 9 H 1 ; td. ( e d . ) , Luoghi dt strada neimedioevo, fra ilfa,dtnsntìt alto I m e d e l u n s e c o l o » , e n Gli spazi economici della Chiesa nell'Occidente Mediterráneo (secoli Xtl-nictà XIV). Sedice-
Alpi incidentali. T u r i n 1 9 9 6 ; R . G r e c i ( e d . ) . Itinerari medievali e identità etmipea, B o l o n i a 1 9 9 9 ; ñ í (ed.), Vnmiiilimo Convegno internazionale dt studi ( P i s t o i a , 1 6 - 1 9 d e m a y o d e 1 9 9 7 ) , P i s t o i a , 1 9 9 9 , p p . 3 1 3 - 3 2 « .
strada. l'Emilia occidentale nel .\ ledtoevo Ricerche storiche e riflessioni metodologiche. B o l o n i a 2 0 0 0 ; 1. Mascanioiu. S u
Giacomo Ü guerriero e il pellegrino. Il culto tacoheo tra la Spagna e l'lisareato (tea. A 7 - . V T ? , S p o l e t o 2 0 0 0 .
" C Nardella, ilfascino di Roma nel Medioevo. Le -Meraviglie di Roma- di maestro Gregorio, Rnnu, I W .
404 A R T E E H I S T O B U I N U E D A D M K D I A 111
tear . U n a política que produjo efectos similares tue la de favorecer el nacimiento de conta-
4
LO« M I N O O S D l l AMI «MIENTO C A i m u S O I V SrftORCt RURALES 405
li/ rurales, e n los que podían asentarse siervos liberados \ hombres libres provenientes de
áreas m á s pobres. L a p e n e t r a c i ó n de la e c o n o m í a ciudadana e n el campo se manifiesta con su énfasis los rasgos de una sociedad mucho más variada y compleja . Ante todo, estas 25
también en la fonila de los llamados lugares de mercado, no necesariamente fortificados, liberaciones contrastan con la difusión progresiva de u n 3 nueva esclavitud «de trata», la de
que permitían un intercambio comercial entre áreas controladas por poderes diversos. La los sien os importados sobre todo de los países del Este europeo, en particular de los esla-
sociedad ciudadana comunal podía a s i contar c o n una i e d de asentamientos estrechamen- vos (de aquí la cqm> alen cía semántica eslavo-esclavo) que, a diferencia de los esclavos alto-
te unidos, aunque con n o n n a d v a s diferentes, a la política comunal: castillos de señores mediex ales (los s i c ' ~ - »s prueben Jan i de la Europa carolingia, prevalen temente txrupados en
obligaciones agrícolas), eran empleados como sirvientes en las ricas casas de burgueses y
sometidos, ayuntamientos rurales aliados y transformad* is e n centros de poder delegado y
nubles, tal vez residentes en las mismas ciudades que promovían la liberación de los siervos
lugares de mercado.
del territorio. Una segunda anomalía es la influencia ejercida en gran parte de la Italia
1 ..i acción de contraste ahora confinada a las arcas mas despobladas de los valles e n t r e centro •epiciitrinn.il por la señoría territorial, que tendía a equiparar las condiciones de los
montanos \ pantanosos s e prolongaba en los linajes ni »1 'les. asentados en nenas y castillos, súbdn superan» l< «las antiguas divisiones entre libres y siervos; la consecuencia fue que se
que n o habían sido todavía conquistados por los comuni de los confines, de la misma mane- venli. • n í a libera* >• in efectiva de muchos siervos ya en los siglos xi-xn, mientras que per-
ra que también resurgían luchas intestinas entre los quipos genulicios de la ciudad que dura).. \ se recomponían las diferencias socioeconómicas de los campesinos dependientes
«guian manteniendo castillos, casas, fuertes y torres cri el territorio, aunque ordenadasde y de- I. igncultores directos. L a servidumbre permaneció más tiempo en determinadas
irrna y medida diferentes e n los distritos comunali. I as instituciones contttiuih tienen un zona- ; \ eneto > en Cerdeña, donde los señores, sobre todo los no territoriales, intenta-
ron i i tener unidos a ellos a los siervos, que tenían funciones de sirvientes y de policía
• . ' h c i c o menor e n países c o m o F r a n c i a . Inglaterra y España en los que se afirman las
priva. bou/mes de corpore o de mesnada), que fueron liberados sólo hacia el final del Due-
. ( . - - j a r q u í a s nacionales. E n estos reinos también las señorías rurales pierden (o no llegan a
centi. n el Treccnto. E n algunos casos se puede hablar de «servidumbre de la gleba»,
I . :>i : poderes de u p o público y se intenta colocar a sus detentores en un sistema je-
aunqu trata de una nomenclatura (ascriptio gleb/ic) usada por los juristas de los siglos xn
rárquico d e upo feudal que depende de la corona. O t r a s formas de recomposición política y XIII i iitatla por el Corpus luns Cwtlis de Justiruano para definir una realidad que era de
l ha consumidas por los principados territoriales del área alemana en el ámbito de una rnodcsi s dimensiones y reservada a los casos en los que los señores, acogiéndose a las
... aunque distante, soberanía imperial. E l p r i m e r upo de construcción estatal monárqui- íiiniuil elaboradas por los juristas y notarios, habían intentado unir al suelo a aquellos
co s e verifica en Italia con el r e i n o n o r m a n d o - s u e v o y, en cierta medula, con el Estaco emplead. »s (libres o siervos) con vínculos de tipo real, oponiéndose a la creciente tendencia
pontificio; formas análogas a los principados territoriales, aunque con notables diferencias de la inmigración de campesinos en las florecientes ciudades de la Italia centro-septentrio-
debidas a las diferencias históricas y ambientales, se pueden hallar también en lassenonis nal. L a movilidad de los campesinos, por otra parte, tampoco era seriamente obstaculizada
por los señores del territorio, ya que el crecimiento demográfico pennitía un fácil reempla-
ciudadanas italianas del T r e c e n t o v Q u a t t r o c e n t o (Milán. Yenecia. Verona. Ferrara y OD»
zo de los -fugitivos». L a clase de los siervos de la gleba propiamente dichos fue, por lo
muchas) a raíz de la persecución de una política que tendía a superar los confines de los
tanto, de modestas dimensiones y duración; nació en una particular coyuntura político-
cornimi originales para construir E s t a d o s suprarregionalcs. E n cualquier caso, se asisKi
insnnicional, implantándose en una condición campesina que, de hecho, ya se había Libe-
una simplificación de los cuadros p o l í n c o - i n s t i m c i o n a l e s , pero esta simplificación se queda rado de los vínculos de la servidumbre personal de la Alta Edad Media.
en gran parte e n estado de proyecto debido a que permanecen, en opinión de los historia-
dores, innumerables contradicciones. D e s d e el punto de vista económico, el policentrismo En las casas de labranza de los siglos x i - x n estaban incluidos los siervos liberados, los
del periodo del eneastillamiento y de la p r i m e r a fase del desarrollo comunal es superado libres ligados por contratos agrarios con terratenientes, los colonos abrumados de corvé,
por un dominio cada ve/, mas eficiente de los comuni y de las señorías ciudadanas dominan- los que pagaban sólo modestos cánones a sus patronos, los que no tenían más remedio
tes. E n el caso de los reinos « n a c i o n a l e s » , la paz alcanzada en el interior de vastos territo- que hacer de asalariados por la exigüidad de sus posesiones y los fiimuli (siervos domés-
rios favorece el crecimiento de mercado d e m a y o r envergadura y un uso del gasto público ticos) de los agricultores directos'*. L a variedad de los térnunos es amplia, a menudo con
para la defensa, incluida la práctica de la guerra, de ios intereses de los subditos. Una de las
coyunturas e c o n ó m i c a s m á s conocidas de esta nueva situación viene dada por la fontina de .. S o b r e l a s r « ! » C ¡ o n e 3 e n e r e e s c l a v i t u d y s e r v i d u m b r e m e d i e v a l e s , a d e m á s d e l a c o m p i l a c i ó n d e e n s a y o s d e
los mercantes y financieros italianos y flamencos e n los reinos de Inglaterra y Francia. M Uluch, Melange* bistorit,ues, P a r í s , 1 9 8 5 [ c d . case.: Reyet y siervos y otros escritos tol're la servidumbre. V a l e n c i a ,
Universidad d e V a l e n c i a , 2 0 0 6 ) , h a y q u e t e n e r p r é s e m e el reciente trabajo de F. Panero, Scbiavi, servi e villani
E n el c a m p o italiano ya se han esbozado los efectos de la conquista del territorio sobre iietl'liaba medievale. Turín 1 9 M 9 . c o n c o n s i d e r a bles, r e f e r e n c i a s a l a p r e c e d e n t e b i b l i o g r a f í a , i t a l i a n a y f r a n c e s a
los señores rurales; por lo que c o n c i e r n e a los campesinos, la liberación de lossien'osead en concreto Para la servidumbre e n A l e m a n i a se p u e d e citar a Rosener. Baueni im Mittelmlter. c í u para Ingla-
terra, H i l l o n , A medieval society, c u . . T h i r s k (ed.). Tbe agranan bitiory. c i L , v o b , I I y D I .
transcurso del D u e c e n t o , aun constituyendo una práctica de gran relieve público, oscurece
" J
U n a b u e n a g u i a r e c i e n t e s o b r e l o s p a c t o s d e t r a b a j o e n Italia, a u n q u e limitada a l o s patrimonios d e entes
religiosos, e s e l e n s a y o d e A . C o r t o n c s i . « C o n u a t t u a Ustica agraria e p r o p r i e t à ecclesiastica ( m e t à s e c . x u - i n i d
sec xiv)-, cn Gli spazi economici, c i i . , p p . K 9 - 1 2 3 . Oc g r a n í n t e r e s s i g u e n s i e n d o l o s t r a b a j o s d e G . G i o r g e l u .
-' E l t e ñ o m a s c o n o c i d o y e s t u d i a d o e s
4
I*. S . G a n a y G. Plessi (cds.), Libcr Paradistii cari Ir rifomapm fj(¡
Coi/ladini e proprietari nell'Italia moderna. Rapporti di produzione e contratti agrari dal A I 7 ad oggi. T u r n i , 197*1, y
statuti comían. Bolonia. 1956, q u e testimonia una liberación eolecuva de siervos realzada p o r e l ít«w*frf Je
Bolonia en 1257.
406 A » T I I H I S T O R I A E N L A F.DSU M I I M A 111
valor semántico intercambiable que designan estas categorías diferentes: iiiihMiri, siervos, L O S M V N D O I O l i . AISLAMIENTO. CAMPESINO* V SEÑORES RURALE! 407
famuli. tomines, rústicos, laboratores, aldeanos, operar/i y demás. L a renovada asctipthgk-
l'/ie quedó limitada a aquellos individuos o colectividades a los que los señores habían
conseguido imponer el modelo jurídico extraído del • ' M I I C C justiniano para impedirla
fuga de los rústicos de sus tierras; a los rústicos de esta nueva forma de dependencia se
les atribuyó las calificaciones más precisas de colon us. /«. mtiticitsy vill.iniis, las cuales
pierden el significado genérico de «campesino dependí! n t c » que tenían todavía en el
siglo su. Las liberaciones individuales y colectivas prom< -\ idas por los ro»//*»//en el trans-
curso del siglo \u pusieron punto final a esta clase, \ i.i condición de nv.ticos, bajo el
punto de vista luridico, se hizo muy uniforme. aunqu< siguieron dándos L»randes de-
sigualdades desde el pumo de vista económico y social
La : .Lid mas interesante de esta misma fase, por 1-. que concierne a la- relaciones de
•..rieión y la difusión de la aparcería. Est « s e desarrolla a partir de pactos a
i i parciaria, que preveía la repartición paritaria de algunos productos entre
Itxvador normalmente de condición libie. A la división a inedias del vino
m o n e e s se encuentra ya en el periodo carolingio, se acompañaba la cuota Figui ' . . d / b u r g o , m i . ilogi.i d e t e x t o s a s i r o n o m u o s y de c u e n t a » , los m e s e s , m i n i a t u r a sobre p e r g a m i n o ,
liarto (o incluso menos» para los cereales y el lino. Ya a principios dd siglo 8 0 8 - 8 1 8 . detalle
largo del DuecentO la duración de estos contratos se limita a pocos años, loque
p a s o .i lemádca de la honradez, del agricultor en relación con los pactos relativos al repar-
11 posíbüidad a h»s patronos de no confirmar a las familias colonas que no nndicran
to de I productos. La presencia de los hacendados y agentes del propietario en el inomcn-
to del K i r t o tic los productos, ya prevista en los antiguos contratos de nivel, no garantiza
De e s t e modo se delineaba ese upo de relación de trabaio, la aparcera, que OJVO al p r o | taño, a menudo un burgués más interesado en la renta en relación con los señores
Urga d o m a n n o sólo en Tuscana sino también en otras áreas de la península como Romana.
rurales. , vitar los fraudes perpetrados por los campesinos (sustracción anticipada del pro-
Las h b.r. a • ) Umbría. Además de las implicaciones de tipo económico y social, el nuevo
ducto. -ultaeión de la parte mejor o aguado del riño). Son estos algunos de los motivos de
contrato conllevaba también una difusión del asentamiento disperso, en cuanto que la casa la llamada -sátira del villano», que marcan una ulterior separación entre el mundo campe-
ele labranza tenía que encontrar sitio para incrementar el tiempo destinado al trabajo de los sino y el urbano-' . E l colono ya no se ve como en las representaciones de los meses (fig. 2),
7
campos sobre la aparcería. Esta finca ya no estaba consumida, como el antiguo manso, poi como el laborioso miembro de la sonetos Chiistiaria, sino como un grosero, voraz y astuto
parcelas dispersas con cultivos diferenciados sino por un compacto conjunto de tierras en las elemento de un mundo diferente, al que hay que enderezar y adaptar a las necesidades de
que los v arios cultivos se entrecruzaban -como en el caso de las hileras de viñas puestasalos una sociedad más civil, la ciudadana. U n comportamiento análogo se halla también a pro-
lados de los sembrados-, y ya no estaban aisladas en dausttrae cercadas. La aparcería, por lo pósito de los señores del territorio, antes vistos como enemigos al mismo nivel, en cuanto
tanto, en cierta medida contribuye a la modificación del paisaje rural, como también a la pertenecientes a la misma clase que dominaba también en la ciudad, después como miem-
evolución de la casa campesina, que se hace cada vez más estable y se construye con mate- bros de un inundo incívico y hostil, comparable a los bandidos, 'lambién las leyes sunniarias,
riales más duraderos que la madera y la paja, usados desde hacía siglos en las viviendas rata- dirigidas a condenar la ostentación excesiva, bastante difundidas en toda Europa a partir del
siglo xiii, apuntan sobre todo a contener las formas de imitación de los modelos aristocráti-
cos y burgueses por parte de las clases inferiores, en particular la de los campesinos, que se
manifestaban en el vestir y en los modos de vida.
d e P J . J o n e s . - E c o n o m i a • società n e i r i i a b a m e d i e v a l e : la l e g g e n d a d e l l a iMirghcsia-, e n Stonati luta Aiu-
to. 1: Dal feudalesimo al capitalismo, ed. R. R o m a n o v C . Vivano, Tuffa, 1978. S e ci u n t a m b i é n purque h w aldo
A lo largo del Treccnto, incluso en la grave crisis de la peste negra, la ciudad mantiene
en l o s ù t u n i o s d e c c n i o s a l g u n a s i m c - s u g a c i o n c s d e i n t e r c s n o s ó l o r e g i o n a l , c o m ò e ! d e V. P a n e r ò , Tema
un fuerte control del territorio tanto político como económico. En el ámbito cultural, las
concessone e Mobilità contadina. U campagnefraPo. Sesia e Dona lìaltea (secoli XII r XJIl), B o l o n i a , 1 9 8 4 ; L . Chhppl diferencias con el campo que existían también antes se acentúan, y la hegemonía ciudadana
M a u r i . Paesaggi rurali di Ijjmbardta. R o m a - B a r i . 1 9 9 0 ; M . M o n t a n a r i . Campagne medievali. Strutture pnÀwir.i tiende a marginar a aquellos sujetos y aquellas producciones artísticas que uo se adecúan a
rapporti di la\ otv. sistemi alimentari. T u r i n . I V 8 4 ; B . A n d r e o l l i , Contadini su terre di signon Studi tulle tvxrtnu-
Ustica agraria dell'Italia medievale. B o l o n i a . 1 9 9 9 ; A . 1. l ' i n i . Campagne bolognesi. Le radia agrarie di m mrryc- - L a -sàtira del v i l l a n o - csra tratada p o r L e Goff, La eivilisathn, e i e , p o r U i e r u b i n i , Signori, contadini, d t - ,
li medievale, F l o r c n c i a . 1 9 9 J ; P a s q u a l i . Contadini e signori, c i t . ; G . C h e r u b i n i , Signon, contadini, at, A OJTW- y uor K o s e n c r , tìanem ini Miitelalter. c i t . S o b r e l a e c o n o m i a d e l a s c o r p o r a c i o n e s . A . I . P i n i , Otta, comuni e
n e s i , // lavoro del contadino. L'omini, tecniche, colture nella Tuscia tardornedieva/e, B o l o n i a , 1 9 8 8 ; A . I-anoinclii, U corporazioni nel medioevo italiano, B o l o n i a , 1 9 8 6 ; R . G r e c i , Corporazioni e mondo del lavoro nell'Italia pailana me-
tara buona. Ptvduztone, tecniche e lapponi di lavoro nell'agro viterfiesc fra Due e Trecento, B o l o n i a , 19W-, 1. Pcn, diatale, B o l o n i a , 1 9 8 8 ; D . D e g r a s s i , L'economia artigiana nell'Italia medievale, K o m a , 1 9 9 6 .
Uomini, atta e campagne in Sicilia dal/'xt al xw secolo, R o m a - B a r i , 1 9 9 0 .
4 0 8 A R T E t HISTORIA I N i A E D A D M E D I A 111 LOS MI-.VDOS DEL AISLAMIENTO: C A M P E S I N O S V SEÑORES R U U A L f l 4 0 9
lo que concierne a Italia, Tabacco, Egemonie sociali, cit., y G. Chíuolnu, La formazione dello stato regionale e le
utituzjoni del contado, Tuxín, 1979. Más reciente es la interesante compilación de ensayos de P. Pirillo, Costruzio-
ne di un contado. I Fiorentini alloro territorio nel Basso Medioevo, Florencia, 2001.
Sobre las rclaciones «iure demografia, peste y revuelias: Rósener, Battrrn ita Mittetatter, cita Mutller,
Epidemie, CÌL; R_ Comba, G. Piccmni y G . Pinta (cds.), Strutture familiari, epidemie, migrazioni nell'Italia mtJtf*
410 AsTt t HISTORIA E N L A F . U A U M F. D I A I l i
rural se inspira en una acritud despredativa de la sociedad campesina, difundida sobre todo
en Alemania, mientras que en la cultura figurativa b o r g o ñ o n a - f l a m e n c a y bohemia se mani-
fiesta una visión más objetiva, a la que parece pertenecer t a m b i é n el autor anónimo de los
admirables iiíercrde Tremo, pintados a principios del Q u a t t m c e n t o . Por el contrario, en
50
Sobre las representaci ones de los meses de la tarda Edad M e d i a véanse G . Romano, Studi sulpamggt.ài.
,u 1
Mugo de San Víctor. Eruditio Didascalica, Patrologia Latina (a partir de ahora PQ, voi. CLXXVI. co). 820.
E. Castdnuovo, / misi di Trento, Trento, 1986; A. L o r c n w m , //Buon governo, ed. E. Castelnuovo, Militi, IWS.
412 AUTI 1 HISTORIA Í S LA EMD MI DI 4 I I I
o b r a s d e R e n i e r d e H i i y y N i c o l á s de V e r d ú n ) y s e
d e s a r r o l l a e n e l a r t e g ó t i c o . 'Pal i n t e r p r e t a c i ó n y su do, a s í c o m o d e las o b r a s r e a l i z a d a s p o r e l h o m b r e , l l e v a n a la c o n t e m p l a c i ó n d e l m u n -
a s i m i l a c i ó n a d i f e r e n t e s n i v e l e s c u l t u r a l e s de la so- do de D i o s y a c e r c a n a l h o m b r e a su c o n o c i m i e n t o . « D e visibilin a ii/vtsibiÜa»: este
c i e d a d m e d i e v a l s u f r i e r o n s i n e m b a r g o una profun- c o n c e p t o a n a g o g i c o n c o p l a t ó n i c o r e e l a b o r a d o p o r e l P s e u d o - D i o n i s i o se e n c u e n t r a ,
d a s a c u d i d a e n la é p o c a d e la t a r d a A n n g u e d a d v a l por lo t a n t o , e n la base t i c la n o c i ó n d e l o b e l l o , de la e x p r e s i ó n artística y de la r e p r e -
i n i c i o d e l a é p o c a c r i s t i a n a , c u a n d o la belleza espiri- s e n t a c i ó n de la n a t u r a l e z a e n t o r n o a l p e r i o d o g ó t i c o , c u a n d o t a m b i é n e n la d e c o r a c i ó n
n i a l se p o n e e n p r i m e r p l a n o e n r e l a c i ó n c o n la be- escultórica aparecen las r e p r e s e n t a c i o n e s n a m r a l i s t a s de f o r m a s y de i m á g e n e s de la
l l e z a f í s i c a , c u a n d o se d i - « c u b r e la b e l l e z a espiritual naturaleza ( f i g . I i
e n e l c u e r p o f e o y f í s i c a m e n t e i m p e r f e c t o y los cá-
n o n e s d e la b e l l e z a , d e la a r m o n í a , d e l equilibrio y
d e la p e r f e c c i ó n corpórea d e l m u n d o a n t i g u o dan Variedades de los conceptos de la naturaleza en el
l u g a r a u n a v i s i ó n m á s a u n p l e j a d e l h o m b r e , a mer- perdimiento medieval. Naturagenetrix y la expresión artística
c e d d e c o n t r a d i c c i o n e s d r a m á t i c a s e n t r e el alma y el
cuerpo. A u n q u e e n la m a y o r p a r t e de los casos, e n el p e n s a m i e n t o m e d i e v a l c o m o en el del
mund< g r e c o r r o m a n o , la n o c i ó n d e n a t u r a l e z a sea s i n ó n i m o de la del m u n d o físico, p e r -
E l h o m b r e m o d e n x i , c u y a i d e a d e naturaleza no
cepn! los s e n t i d o s , esta i d e a p u e d e , s i n e m b a r g o , t e n e r también otros significados: el
nene la r i q u e z a d e s i g n i f i c a d o s característica del
de la i l a n c i a de las cosas, d e su o r i g e n , de su m u l t i p l i c a c i ó n , c o m o también el de su
m u n d o a n t i g u o y m e d i e v a l y q u e e s t á habituado a razón ser y d e su l e y . E l c a r á c t e r u n i v e r s a l de la fuerza creadora de la naturaleza hace
l o s g é n e r o s d e l p a i s a j e y d e la n a t u r a l e z a muerta.no que esi i n o c i ó n t a m b i é n se a p b q u e a D i o s m i s m o , c o m o natura creans o natura natiiraus, que
s i e m p r e se d a c u e n t a d e la o m n i p r e s e n c i a de figuras nge la - .ilnra natnratti ( A g u s t í n , J u a n E s c o l o E r í g e n a , R a i m u n d o L u l i o , A n t o n i o de Pa-
y d e i m á g e n e s d e la n a t u r a l e z a e n e l arte medieval. ilua o I l a m e ) . L a s ideas d e l o r d e n d e l u n i v e r s o , de 13 belleza d e l m u n d o circunstante, del
C o n t e m p l a d o r a d m i r a d o d e la n a t u r a l e z a circuns- m u n d o c o m o s í m b o l o se r e m o n t a n a la A n t i g ü e d a d g r e c o r r o m a n a ; p e r o m u c h o s otros
t a n t e v d e s u b e l l e z a , e l e s p e c t a d o r medieval ve y Conceptos d e la n a t u r a l e z a q u e e n c u e n t r a n su expresión en el a r t e m e d i e v a l se r e m o n t a n ,
d e s c u b r e l o s m ú l t i p l e s s i g n o s d e la manifestación de sobre i o d o , al m u n d o b í b l i c o d e l A n t i g u o T e s t a m e n t o : el c o n c e p t o de las analogías de
u n m u n d o i n f i n i t a m e n t e m á s h e r m o s o , signos 3 tra- motivos c o s m o l ó g i c o s d e l o r d e n s o c i a l , e l d e l m u n d o c o n c e b i d o c o m o h i s t o r i a en su
v é s d e l o s c u a l e s D i o s se r e v e l a a l o s hombres, y en desarrollo t e m p o r a l , e n r e l a c i ó n c o n la t r a d i c i ó n bíblica del h i s t o r i c i s m o místico, o e l del
sus c r e a c i o n e s a r t í s t i c a s i n t e n t a a l u d i r al orden su- m u n d o v i s t o c o m o e n i g m a , c o m o t a m b i é n el d e la p e r c e p c i ó n de f e n ó m e n o s de la n a t u -
p r e m o del m u n d o sobrenatural, divino. raleza c o m o i n s t r u m e n t o s d i d á c t i c o s .
E l e s t u d i o y la a d m i r a c i ó n d e la n a t u r a l e z a , del mun-
416 \*Jl 1 Itl! i . . ..iv I N LA t D A U U l D U III
i
WaSr>NPeR.OR^r,.
N O K K T J N 9 l L e N T l 0 t*; ,
Figura 2. Moni Saín:-Vi . • .n.Jul. livposicianct sobre los Salmos de san Agustín, inicial E,
i ii .!.• «.ubre pergamino. l U 6 U - l ( i " u
Mi B A R I A N A T U R A L E Z A 419
(lili.
L a Creación del mundo
•uut
lev.mi a. Ul»
v» x
* > fX í>JM-.llt'--'
>t>- UBIU
1* I »
•t Huí)
* La n o c i ó n m e d i e v a l d e la n a t u r a l e z a i n c l u y e t a m b i é n la d e l a r q u e t i p o d i v i n o , el m o -
iin.i 1=1 r »Jw»mj'i"t l i d o d e l o c r e a d o q u e se e n c u e n t r a e n el i n t e l e c t o d e D i o s . L a C r e a c i ó n d e l m u n d o en
v. » w |T *4imn.T uiitnr* t* Mlll
ui; l OJiram.-n-
ib tt\|
llt i li- r seis días K í é n e s i s I > r e c l a m a e n la exegetica m e d i e v a l n o sólo la interpretación histórica,
n r « « , i J <i-.: . li» mlai .i-i
Í J - , |í fl>*rv,'rv. ' A' uro l i t e r a l , q u e n a r r a 1' W i n i c i o s d e la h i s t o r i a d e l m u n d o m o d e r n o , s i n o t a m b i é n la i n t e r p r e -
I. 0 fe. j ! ) «J.MI1 ir A mí «•
' v. » ^ i • ••
«taii» »i )« fr"o*-Ti".;
i*» wm
ili io
Ib tación a l e g ó r i c a , m o r a l y m í s t i c a d e estos a c o n t e c i m i e n t o s . Ella f o r m a p a r t e i n t e g r a n t e
lt> tttait '-i
I l - 10..-.' . tí
•t- llV» de la r e l a c i ó n t i p o l ó g i c a e n t r e A n t i g u o y N u e v o T e s t a m e n t o ; su r e p r e s e n t a c i ó n está i n -
f ÍE« u *iyf^-" •' ib iWj c l u i d • e n m u c h o s , i c i o s p i c t ó r i c o s y e s c u l t ó r i c o s , s i g u i e n d o una tradición iconográfica
iti e « o . , ftíiiett r _ n l». HUI
U| I IB LT "i- J11V VÉ- I IV nj. elalu ti ida e n e l ai i. | i a l c o c r i s r i a n o . Las escenas esenciales de estos ciclos t r a n s m i t e n Ja idea
I ¡i m U (•JiUnti.' IV e
< IUI U *rfr;ni*i<-,-.TT ib Vi|
n. I n u •fc'M&ümi .t * de l.i i ' i n n i p o i e u e i . i d e l C r e a d o r y c u m p l e n c o n la glorificación del M a e s t r o de la H i s t o r i a
• n ir i A n y de! ¡ i c m p o . L a ( Creación d e l m u n d o y d e l h o m b r e se sitúa e n t r e los m á s grandes n u -
v , o tí a C-AHW.I'Í-1' «lt o
fll 1»M
Ib 1 « la g r i rcaliKados p o r D i o s y se m a n i f i e s t a e n la r e p r e s e n t a c i ó n d e las escenas de la C r e a -
•l. I l •' '«'1 •M
til l « t u 1 *t.1ii| t v i i " i < •61 l*™ •Bl ción ii estos c i c l o s p i c t ó r i c o s y e s c u l t ó r i c o s el C r e a d o r , c o n u n solo gesto de la m a n o ,
tic Me
r 1 u * fuimtiitM- llam¡i ; la e x i s t e n c i a , ex mhiio, a l o s f e n ó m e n o s esenciales del m u n d o de la naturaleza: la
JÜCaiU' «•rtnOitlfOii. T I rtt
;• ,¡ . i i . - . ! • . . ' • • mil lili scp.it ii i o n d e la l u / d e las t i n i e b l a s , la t i e r r a e n m e d i o d e las aguas, las plantas, las estre-
« , .1.
llas del t i r i n a m e n t o , las aves, l o s r e p t i l e s , los peces y los animales terrestres. L a variedad
Fipum-Í. llernuim» Limboiirg Ti . . . Ifcuns, e l m e s d e |ub<> y l a c o r r e s p o n d í e m e hój'fl d e l c a l c n d a n e , y la belleza d e la n a t u r a l e z a sola a la espera d e l h o m b r e se destaca a m e n u d o en estas
miniatura sobre pergamino, entre 141 J-1416, escenas, c o m o pasa e n e l t e r c e r día d e la C r e a c i ó n d e l Génesis Corto/i, del siglo v , d e l que
se conservan p o c o s f r a g m e n t o s ( L o n d r e s , T h e B r i t i s h L i b r a r y , m s . C o r t ó n O t h o . B. V I ) ,
r r o l l o c a l i d o s c ó p i c o e n e l e s p a c i o d e f i n i d o p o r P á c h t c o m o ivovett space, espacio entrela- p e n i c o n o c i d a g r a c i a s a u n a acuarela d e l s i g l o x v u . E l C r e a d o r cierra el g l o b o d e l univer-
zado. E n la i n i c i a l h i s t o r i a d a e l e n c u e n t r o d e l a e s c r i t u r a , d e l d i s e ñ o , d e la p i m u r a y d e l so en los g r a n d e s m a p a m u n d i s m e d i e v a l e s ; la b o n d a d d i v u i a o f r e c e al m u n d o y a todos los
e l e m e n t o o r n a m e n t a l se c o n c i b e c o m o a c c i ó n d r a m á t i c a y m o v i d a , c o m o lucha de las f e n ó m e n o s d e la n a t u r a l e z a e l p r i v i l e g i o d e existir. L o s ángeles, creados j u n t o c o n la l u z y
fuerzas opuestas e n c a r n a d a s p o r l a s figuras v e g e t a l e s y a n i m a l e s , c o m o metamorfosis o r g a n i z a d o s e n j e r a r q u í a s , t i e n e n f u n c i o n e s d e m i n i s t r o s de D i o s , p a r t i c i p a n en la C r e a -
caleidoscópica d e las f o n n a s d e l a n a t u r a l e z a . ción y g l o r i f i c a n a l C r e a d o r ; e n a l g u n o s casos el arre revela la a c c i ó n de ellos e n el m o v í -
E n el arre r o m á n i c o e l m o t i v o a n t i g u o d e l s a r m i e n t o h a b i t a d o se t r a n s f o r m a , a me-
n u d o , en una figuración o r n a m e n t a l , c u y a s f o r m a s z o o m ó r f i c a s y v e g e t a l e s se encuentran
e n constante i n t e r c a m b i o de p a p e l e s el d e l t e m a p r i n c i p a l y e l d e l t e m a complementario.
E l m o t i v o del t r e n z a d o d e las f o r m a s v e g e t a l e s , a n i m a l e s , h u m a n a s , o r n a m e n t a l e s , mon-
vo d i n á m i c o p o r e x c e l e n c i a , e x p r e s a la e s e n c i a d e l a r e l a c i ó n e n t r e l a r e p r e s e n t a c i ó n y su
c o n t e x t o . Se revela d e esta m a n e r a la p e c u l i a r v i s i ó n d e l a n a t u r a l e z a c o m o generadora
de seres, desarrollada e n e l p e n s a m i e n t o y e n e l a r t e m e d i e v a l .
D u r a n t e el p e r i o d o g ó t i c o l o s c r e a d o r e s d e p r o g r a m a s d e c o r a t i v o s y sus artistas em-
pezaron a m o s t r a r u n i n t e r é s cada vez m a y o r p o r i a e x p r e s i ó n n a t u r a l i s t a basada, al me-
nos en parte, e n ia o b s e r v a c i ó n e m p í r i c a d e l a n a t u r a l e z a y d e s a r r o l l a d a e n concomitancia
con los p r i m e r o s d e s c u b r i m i e n t o s c i e n t í f i c o s . S u a t e n c i ó n , s i e m p r e a t r a í d a p o r la idea de
la abundancia y d e la v a r i e d a d d e l o c r e a d o , d e l a p r o f u s i ó n d e l a n a t u r a l e z a generadora
y de la riqueza d e l m u n d o v e g e t a l y a n i m a l , se e x p r e s a e n l a c a n t i d a d d e imágenes, en las
que se manifiesta la c o n s c í e n c i a d e l v a l o r d e i n f i n i t o s d e t a l l e s d e l m u n d o circunstante.
U n i d a a la i m a g e n d e la g r a n d i o s i d a d d e l « t e a t r o d e l a n a t u r a l e z a » , e s t a tendencia alcan-
za su apogeo e n la p i n t u r a y e n l a m i n i a t u r a d e l o s s i g l o s x i v y x v c o m o muestran, por
e j e m p l o , los paisajes d e l c a l e n d a r i o d e las Tres fiches Hcurcs d e J e a n d e B e r r y (Chanrilly,
M u s e o C o n d e , ms. 6 5 ; fig. 4 ) .
420 A*TF f H I S T O R I A FN L A U & A O M TD IA I I I
.VI I R A K LA N A T U H A L E Z A 421
m i e n t o c ó s m i c o y su ( u n c i ó n « d e C r o n o s » ( r e p r e s e n t a n las p e r s o n i f i c a c i o n e s alegóricas
de los seis días de la C r e a c i ó n e n e l Génesis Cortón, c o m o t a m b i é n e n l o s mosaicos que ble y, h a c i a e l final d e l s i g l o v i , I s i d o r o de Sevilla crea la p r i m e r a o b r a enciclopédica que
derivan de él de la c ú p u l a de la C r e a c i ó n , e n e l n á r t e x d e S a o M a r c o s e n Vcnecia, del c o m p e n d i a e i n i e r p r e t a l o s c o n o c i m i e n t o s e l e m e n t a l e s d e l m u n d o a n t i g u o sobre la esfe-
p n m e r c u a r t o d e l s i g l o x n i ; fig. 5). ricidad d e la T i e r r a y la e s t r u c t u r a g e o c é n t r i c a del u n i v e r s o . E n el O r i e n t e cristiano del
S e g ú n e l p e n s a m i e n t o p a r r i s t i c o , t o d o s l o s e l e m e n t o s d e 1» i c r e a d o - t i e r r a , agua, sol, siglo v i , e l c s r u d i . iso ( p r o b a b l e m e n t e d e escuela a n t i o q u e n a ) , c o m p i l a d o r de las obras a n t i -
l u n a , estrellas, plantas, p á j a r o s y a n i m a l e s - e s t á n a l s e r v i c i o d e D i o s y l o g l o r i f i c a n y loan, guas y g r a n d e s v i a j e r o s , C o s m a s I n d i c o p l e u s t e s , f o r m u l a , sobre la base de conceptos
a n n g u o s y d e la r e v e l a c i ó n b í b l i c a , u n t i p o de « c o s m o r e o J o g í a » mística que insiste en la
d e m o s t r a n d o su o b e d i e n c i a al o r d e n d i v i n o . E n l o s c i e l o s p i c i o n c o s d e la época paleo-
relación r e v e l a d o i a d e la e s t r u c t u r a y d e l c o n t e n i d o d e l u n i v e r s o con las indicaciones ri-
crisrjana y a l t o m e d i e v a l , r o m á n i c a y g ó t i c a , se r e c a l c a n las i d e a s d e l o r d e n y de la armo-
poloi-icas de las S a g r a d a s E s c r i u i r a s . A s í , él e l a b o r a la n o c i ó n de la estructura d e l u n i v e r -
nía instiladas e n l o c r e a d o pt ir e l C r e a d o r , d e s u p o d e r s o b r e e l u n i v e r s o y s o b r e los fenó-
so en f o r m a t i c -i o f r e » , p a r e c i d o a l t a b e r n á c u l o d e M o i s é s ( c o n s t r u i d o según e l o r d e n
menos de la naturaleza, de su r e l a c i ó n p e r s o n a l n o s ó l o c o n e l h o m b r e s i n o también con
c ó s m i c o d e l u n i v e r s o c o m u n i c a d o a M o i s é s p o r D i o s j u n t o a las l a b i a s de la L e y ) , la
t o d o l o creado. L n e j e m p l o de e s t o e s e l c i c l o d e l a C r e a c i ó n e n l o s m o s a i c o s de la Capi-
(
que l o representan raientras p o n e n o m b r e a l o s a n i m a l e s se s u b r a y a t a n t o la riqueza de expti m , para ser m á s c o n v i n c e n t e s , p o r vía de las representaciones que ilustran los m a -
los seres v i v i e n t e s o f r e c i d o s i» r D i o s c o m o l a o b e d i e n c i a d e l o s a n i m a l e s . Se instaura nus. i tos m i n i a d o s d e l o s s i g l o s íx y xi ( q u e se r e m o n t a n a la o b r a o r i g i n a l del siglo v i )
t a m b i é n de este m o d o u n p a r a l e l i s m o c o n C r i s t o , e l n u e v o A d á n . de si ropogyafia crisTtanit ( C i u d a d d e l V a t i c a n o , B i b l i o t e c a Apostólica Vaticana, ins. Vat.
A l o l a r g o de la C r e a c i ó n , D i i e s t a b l e c i ó e l o r d e n d e l u n i v e r s o c o n c e b i d o en el es- di. F l o r e n c i a , B i b l i o t e c a M e d i c e a L a u r e n z i a n a , ms. P l u t . 9. 28; Sinaí, m o n a s t e r i o
pacio y e n el ó e m p o ; la m a g n i í i c a a r m o n í a d e s u e s t r u c t u r a e s t á s u b o r d i n a d a al dinamis- de S nía C a t a l i n a , c o d . G r . 1 7 4 3 ) .
A41RAM L A N A T U I I A L t Z A 423
1 0 2 3 , e s t á i l u s t r a d o c o n i m á g e n e s q u e representan
las p r i n c i p a l e s n o c i o n e s s o b r e e l m u n d o , la naturale- E l s i g l o x n asiste a la c r e a c i ó n d e g r a n d e s obras que r e ú n e n las n o c i o n e s y las i m á g e -
za y su r e l a c i ó n e n t r e e l h o m b r e y D i o s ; imágenes nes de la h i s t o r i a y de la n a t u r a l e z a . Ya e n e l Tapiz de la Creación (catedral de G e r o n a ,
q u e r e m o n t a n a d i f e r e n t e s f u e n t e s a n t i g u a s y tardo- Tesoro) la h i s t o r i a d e la C r e a c i ó n está d e n t r o d e l esquema c o s m o g r á f i c o , c i r c u n d a d o p o r
las i m á g e n e s d e los v i e n t o s , d e los r í o s y d e l c a l e n d a r i o . El m o s a i c o d e l p a v i m e n t o de la
a n ü g u a s , e n t r e las q u e se e v i d e n c i a la tradición zoo-
catedral de O t r a m o r e p r e s e n t a f e n ó m e n o s de la naturaleza y de la historia cristiana, r e u -
l ó g i c a c l á s i c a d e r e p r e s e n t a r p á j a r o s y reptiles.
nidos e n t r e las i m á g e n e s de tres á r b o l e s , de los cuales e l central está sostenido p o r ele-
S i n e m b a r g o , las e n c i c l o p e d i a s medievales, ba- fantes, m e z c l a n d o a s í la v i s i ó n c r i s t i a n a c o n la i m a g e n del elefante cosuioforo llegada del
sadas e s e n c i a l m e n t e e n las Etimologías de Isidoro de E x t r e m o O r i e n t e . H e r r a d a , abadesa de H o h e n b u r g , presenta e n su Horttts Deliciarían
S e v i l l a y e n l o s m a n u a l e s d e la Tardoantiguedad, se una sabia c o m p i l a c i ó n d e c o n o c i m i e n t o s d i d á c t i c o s y m o r a l i z a n t e s de la relación d e l
d e s a r r o l l a n s ó l o e n e l s e n t i d o m í s t i c o - a l e g ó r i c o , corno h o m b r e c o n D i o s y c o n la n a t u r a l e z a , i m p r e g n a d a del p r o f u n d o s i m b o l i s m o m í s t i c o .
el De universo d e R á b a n o M a u r o ; a l o l a r g o del siglo H i l d e g a r d a d e B i n g e n a c o m p a ñ a sus escritos s o b r e las vías d e l c o n o c i m i e n t o espiritual
x n se v e n e n r i q u e c i d a s p o r c o n o c i m i e n t o s sacados con las i m á g e n e s e x t r a o r d i n a r i a s d e las v i s i o n e s sobrenaturales, creadas sobre la base de
d e las c i e n c i a s n a t u r a l e s p r o v e n i e n t e s de fuentes an- la c o m b i n a c i ó n d e i m á g e n e s d e la n a t u r a l e z a , y consagra estudios particulares a la inves-
tiguas, g r i e g a s ( e l p l a t o n i s m o c o s m o l ó g i c o del Tí- tigación de l o s f e n ó m e n o s n a t u r a l e s p e r c i b i d o s c o m o m a r a v i l l a s de la C r e a c i ó n .
nico) y l a t i n a s ( a n t e t o d o la Historia natural de Plinio
e l V i e j o ) , c o m o t a m b i é n d e f u e n t e s á r a b e s , impor-
t a n t í s i m a s p a r a e l e s t u d i o d e la m e d i c i n a , de la as- ' YV. M , Lindsay (ed.), Istdorì Hispalensis Episcopi Etymohgianim live originimi MiriXX, Oxford, 1911, XfJl, X, 1.
Figura 6. Souvigny. pilastra incompleta ''PI., voi. CLXXT1. col. 137.
con representaciones de los meses, piedra, t r o n o m í a , d e la a s t r o l o g í a , d e la a l q u i m i a y de la
' Alain de Lille, Libcr He planctti namrae, Pl„ voi. CCX; cfr. G. C. Garfagnini, Cosv/alogie medievali, Turih,
ítf. 1 ICO. ó p t i c a . B a s t a c o m p a r a r las i n f o r m a c i o n e s de los fe- 1978, p. 196.
n ó m e n o s n a t u r a l e s d e H o n o r i o Augustodunensis,
A RTF F HISTORIA EN l * E D A D M I- l> I \ III
I ii .i •> Kjven.1, li.isilic.1 .le San Apolinar in Classc. decoración ábsida I, apoteosis de san Apolinar y
1 ra nsligu ración, sigla vi. mosaico, detalle.
turalezá decorada con blancas flores paradisíacas. El mosaico del ábside de la iglesia de
San Apolinar in Ctassc (fig. 9), del siglo vi, consutuye uno de los raros ejemplos de au-
Figura H. Winchester, Sullenu Je Minchen-- el árbol d é j e s e , miniatura sobre pergamino, ta. 1150-1160
tcntieo paisaje simbólico en el arte medieval, un paisaje creado en el contexto específico
del lema de la 'Iransfiguración interpretada en clave simbólica. Elfrescode la iglesia de
San Demetrio en Vladimir (hacia 1180), lleno de pájaros pintados que vuelan entre las
ramas de los árboles, está en consonancia con la descripción del Paraíso de las homilías
Imagen del Paraíso de san Efrén el Sirio y con la noción de los pájaros como metáfora del alma, cuyo puesto
está en el cielo y en el Paraíso-
Sobre la base de aspiraciones soteriológicas y del misticismo místico orientado hacia
En el arte occidental se prefiere para la iconografía tlel Paraíso, instaurada después de
la explosión escatológica del inundo presente v la aparición del mundo futuro, en el pen-
la Segunda Parusía, la Jerusalén celestial de la descripción del Nuevo 1 estamento (Apo-
samiento y en el arte medieval se desarrolla una imagen ideal de la naturaleza, que se
calipsis 21,2; 22, 5), y su desarrollo en las obras patrísticas (De ávitatc DeJ de Agustín) y
concreta en la imagen del Paraíso, donde el hombre estará siempre con Dios. E l Jardín exegéticas. Esta iconografía posee también importantísimos ejemplos en el arte bizanti-
de las Delicias creado para el hombre (Génesis 2, 8-15) se representa en el arte medieval no. La iconografía de la Ciudad celestial conserva los elementos de la del jardín, con el
sobre todo en las escenas de los ciclos que acompañan a la creación: la entrada de Adán «río de agua viva» y el Arbol de la Vida (Apocalipsis 22, 1-2): se trata de un jardín cerra-
en el Paraíso, la denominación de los animales, la creación de Eva, el pecado original, la do y protegido, en el que «no entrará [...] nada de impuro» (Apocalipsis 21, 27). Al
acusación de los progenitores por parte de Dios y la expulsión del Paraíso. Desde el Ini- mismo tiempo, en la tradición medieval el Paraíso está unido al mundo terrena! por
cio del arte medieval, la belleza y la beatitud del Paraíso se expresan a través de la repre- medio de su luz, sus frutos y sus cuatro ríos.
sentación de árboles cubiertos de fruta y de numerosas plantas floridas. La delicia déla
existencia paradisiaca se transmite en el arte medieval tardío por medio de la representa-
ción de la coexistencia pacífica de diferentes especies de animales y de pájaros salvajes y
Ambivalencia de las imágenes de la naturaleza. La naturaleza
domésticos sobre el fondo del verde paisaje panorámico.
como escuela de comportamiento humano
Sin embargo, «el nuevo cielo y la nueva tierra» del Paraíso que aparece después de la
Segunda Parusía no siempre se representan como jardín. Y sobre todo en la iconografía E l negro fue creado para ver mejor el blanco, afirma Agustín. Las oposiciones bina-
paleocristiana y bizantina, donde la imagen del jardín paradisiaco, auténtica morada dd rias tradicionales —bien-mal, cielo-tierra, derecha-izquierda, luz-tinieblas, etc.-actúan
hombre, donde viven los santos después de la Resurrección, se mantiene mucho tiempo sobre diferentes niveles del pensamiento y de latipologíaartística, impregnando todo de
y nos ofrece ejemplos extraordinarios de imágenes monumentales y ordenadas de la na-
ARTK I HISTORIA F.N IA KDAI» M I I I I A I I I
MIRAR LA NATURA LESEA 431
F l v a r i a d o , f a n t á s t i c o m u n d o d e las f o r m a s z o o l ó g i c a s r e p r e s e n t a d o e n e l arte m e d i e -
3J ? val se r e m o n t a a a n n q u í s i m a s t r a d i c i o n e s a r t í s t i c a s y refleja t o d a la riqueza de las r e p r e -
s e n t a c i o n e s z o o i n ó r t i c a s d e la A n t i g ü e d a d y d e las c i v i l i z a c i o n e s d e l a n t i g u o O r i e n t e .
E x p r e s i ó n v i v i e n i e d e las f u e r z a s de la n a t u r a l e z a , de su c o m p l e j o e i n d i s o l u b l e vínculo
con el h o m b r e , estas r e p r e s e n t a c i o n e s p u e d e n ser t a n t o loadas c o m o denigradas p o r los
exépetas c r i s t i a n o s S i n e m b a r g o , la t r a d i c i ó n c r i s t i a n a , a u n a p r e c i a n d o la lucha e m p r e n -
dida p o r e l f i o n i l e c o n t r a las f u e r z a s d e l m a l , s i m b o l i z a d a s p o r los dragones y los m o n s -
truos ( i m á g e n e s de san J o r g e q u e a t e r r o r i z a a l d r a g ó n , de S a n s ó n que lucha c o n t r a el
I ' n r e l a c i ó n c o n e l p e n s a m i e n t o c r i s t i a n o q u e ve e n t o d o h o m b r e u n discípulo e t e r n o
que sigue las l e c c i o n e s d e s u m a e s t r o para p r o g r e s a r en el e s t u d i o de la Sabiduría d i v i n a ,
Figura 10. Inglaterra, Bctoona Ufanóle, el Arbol Pende.vion, niinianira -¿ubre pergamino, el m u n d o d e la n a t u r a l e z a se p e r c i b e c o m o e l r e p e r t o r i o de los i n s t r u m e n t o s didácticos.
principio*- del siglo x i u El e o i i o e u n i e n i o d e la r e a l i d a d s e n s i b l e es necesario para r e f l e x i o n a r sobre C r i s t o , y no
SODre A r i s t ó t e l e s , c o m o a f i r m a A l e j a n d o N c c k a m a finales d e l s i g l o x u . L a c o n t e m p l a -
nociones y de i m á g e n e s cosm» i l ó g i c a s y d e f e n ó m e n o s n a t u r a l e s ; L a d i v i s i ó n de los ani- ción de la n a t u r a l e z a y d e sus i m á g e n e s q u e , a d e m á s de i m p r e s i o n a r y c o n m o v e r , enseñan
males en e l A n t i g u o ( p u r o s e i m p u r o s ) y e n e l N u e v o T e s t a m e n t o ( C r i s t o que separa los c o n s t i t u y e u n a l e c c i ó n d e la m o r a l c r i s t i a n a ; el c o m p o r t a m i e n t o h u m a n o se percibe en
machos c a b r í o s de las ovejas) s u b r a y a la e n t o n a c i ó n m o r a l e n la e s t r u c t u r a esencial bina- analogía c o n e l c o m p o r t a m i e n t o d e los a n i m a l e s .
ria del u n i v e r s o , r e f l e i a i u i o d o s p o l o s d e l e s t a d o p s i c o l ó g i c o d e l h o m b r e m e d i e v a l dividi- El Fisiólogo, o b r a m í s t i c o - d i d á c t i c a d e l p e r i o d o p a l c o c r i s t i a n o , fue m u y apreciado e n
d o e n t r e e l m i e d o y la e s p e r a n z a . la E d a d M e d i a p o r sus c o m p a r a c i o n e s m o r a l i z a n t e s e n t r e los animales y C r i s t o , o b i e n
D o s r e i n o s de la n a t u r a l e z a - e l a n i m a l y e l v e g e t a l — se e n c u e n t r a n e n u n a constan- con el d i a b l o , e l p e c a d o r o e l h o m b r e v i r t u o s o . Así, e l u n i c o r n i o , el pelícano, el fénix,
te i n t e r a c c i ó n que i n c l u v e m o m e n t o s d e l u c h a y d e o p o s i c i ó n p e r o t a m b i é n de com- s i m b o l i z a n a C r i s t o ; la h i e n a , la z o r r a , el l o b o , la ballena representan al d i a b l o ; las sirenas
p e n e t r a c i ó n y de fusión r e c í p r o c a . E l t e m a d e l á r b o l y d e l o s a n i m a l e s se traduce son las i m á g e n e s d e las t e n t a c i o n e s sensuales e n este m u n d o y, e n fin, el áspid, q u e se tapa
t a n t o en la s i m b ó l i c a e n e m i s t a d e n t r e e l Á r b o l P e r i d e x i o n y l o s d r a g o n e s - t r a d i c i o n a l la oreja c o n la c o l a , es e l p e c a d o r q u e n o q u i e r e o í r la palabra de C r i s t o . A lo l a r g o d e l
siglo x u , e l t e x t o d e l Fisiólogo se e n r i q u e c e n o s ó l o de nuevas i n t e r p r e t a c i o n e s religiosas
i m a g e n de b o p o s i c i ó n d e l .Árbol d e la \~ida, i d e n t i f i c a d o c o n l a c r u z d e l Salvador, y
del m a l d e l d i a b l o - c o m o e n la t a m b i é n s i m b ó l i c a u n i ó n d e l Á r b o l P c r i d e x i o n con las
y de pasajes m o r a l i z a d o r e s t o m a d o s prestados d e l Esimierotie de A m b r o s i o , sino también
de i m p o r t a n t e s e x t r a c t o s d e la o b r a e n c i c l o p é d i c a de I s i d o r o de Sevilla y de la obra a n t i -
palomas que p u e b l a n sus r a m a s , p r o t e g i d a s p o r la s o m b r a d e s u f o l l a j e . E n la interpre-
gua de S o l i n o s o b r e las m a r a v i l l a s d e l i n u n d o , t r a n s f o r m á n d o s e así en bestiario, obra de
tación de los b e s t i a r i o s de los s i g l o s X I I y x i n , l a s p a l o m a s s i m b o l i z a n a l Espíritu San-
función m ú l t i p l e y p o l i v a l e n t e q u e i n c u m b e a t o d a la v a r i e d a d de las criaturas y, a m e n u -
t o , m i e n t r a s que la s o m b r a d e l f o l l a j e d e l Á r b o l q u e a l e j a a l d i a b l o - d r a g ó n representa
do, está r i c a m e n t e i l u s t r a d a . A d e m á s de ser r e p e r t o r i o s de ejemplos para la enseñanza
a C r i s t o ( f i g . 10)*.
m o r a l y r e l i g i o s a , los b e s t i a r i o s i n c l u í a n t a m b i é n animales fantásticos; la introducción d e l
E l m u n d o a n i m a l está p a r t i c u l a r m e n t e a f e c t a d o p o r la p o l i s e m i a d e las interpretacio- texto d e l G é n e s i s s o b r e la C r e a c i ó n al i n i c i o de a l g u n o s de estos códices muestra, clara-
nes de muchas de sus i m á g e n e s , q u e se r e m o n t a a las n o c i o n e s a n t i q u í s i m a s de la natura- m e n t e , la i n t e n c i ó n de l o s c o m p i l a d o r e s d e l s i g l o x u de crear u n auténtico panegírico al
leza c o m o c a m p o de batalla de la l u c h a d e las f u e r z a s d e l b i e n y d e l m a l . L a duplicidad de C r e a d o r y a s u o b r a . L a d e s c r i p c i ó n d e a n i m a l e s reales y fantásticos, que se r e m o n t a a
toda criatura, la presencia d e l b i e n t a m b i é n e n la c r i a t u r a m á s m a l é f i c a , garantiza la po- diversas f u e n t e s a n t i g u a s , su i n t e r p r e t a c i ó n s i m b ó l i c a y a l e g ó r i c a , sus colores brillantes e
livalencia de su i n t e r p r e t a c i ó n s i m b ó l i c a c u y o s e j e m p l o s m á s r e c u r r e n t e s son el león intensos e s t á n d i r i g i d o s a In g l o r i f i c a c i ó n d e l C r e a d o r . E l s i g n i f i c a d o a l e g ó r i c o y didácti-
(imagen de C r i s t o , p o r u n a p a r t e , y d e l p o d e r t e r r e n a l p o r e l q u e c a m i n a C r i s t o , p o r otra) co de las i m á g e n e s d e la n a t u r a l e z a i n c l u i d a s las fantásticas, c o m o las sirenas, también se
y la serpiente (expresión d e l m a l , p o r u n l a d o , e i m a g e n d e la s a b i d u r í a , p o r o t r o ) .
0
PL, vol. C L X X X n , coll. 914-915.
*X.Murau>vayD. \*o\ñon, U BtsTmirt medievtiL París. 1988, p. 144.
432 A R T F I HISTORIA Í N LA E D A D M I D I A III
Al 1 R A H I A NATURAL l 7A 433
destaca v desarrolla en las grandes obras doctas, c o m o el HortUS Dchciaruw de Herrada
de Hohcnburg. la poesía lírica y cortés de la Edad Media, inspirada por las diversas tradiciones poéticas
déla Antigüedad, desde Sedulio Escoto y Marbodo de Rennes a la recopdación poética de
los Carmina Borona en el siglo x m , y a Francesco Petrarca. Precisamente, en una muestra
Maravillas de la naturaleza. L o docto y lo popular: de los Camuña I-mana (Munich, Bayerische Staatsbibliotheif, Clm. 4ó6ó0, f. (Av) se en-
la naturaleza en la tradición escrita y en la tradición oral cuentra una de la ¡«riincras imágenes de la naturaleza primaveral realizada con la técnica
del dibufo pintado Está concebida como paisaje independiente en el sentido moderno,
Las obras enciclopédicas y moralizantes, al igual que los bestiarios mimados, tradu- pero realizado sobre la base de la estilización ornamental de la tradición medieval.
cen, por lo tanto, el pensamienti i del hombre m e d i e v a l , que ve en la naturale/a un tesoro
inagotable de maravillas. Él glorifica la naturaleza c o m o creación divina, imagen déla
fecundidad, fuente de la vida y creación de la armonía; los p r i n c i p i o s del estudio empín- La instrumentalización ideológica de las imágenes
code la naturaleza y la percepei n de su belleza sensual c o n f i r m a n el pensamiento déla de la naturaleza
omnipotencia del arte divino; I . L . U I el c a m i n o hacia D i o s , le permiten captarlas
í M O en el mundo Antiguo, en la Edad Media las imágenes de la namraleza pertc-
alusiones a la transfiguración n:
nei< las importantísimas insignia del poder y se usan con objetivos ideológicos. El
I_a percepción del milagro It reación suscita estupor ante l o creado y lleva a la célcl manto estrellado del emperador Enrique I I (Bambcrg, Diózesanmuseum), reali-
afirmación de la existencia del riqui mo r e p e r t o r i o de las maravillas de la naturaleza, que zad' ededor «le 1020, en el que las constelaciones están bordadas con hilos de oro, es
se remonta a la Annguedad c l a - i c y oriental, descrito y representado en loscódiccsyen una u las obras más extraordinarias de teología poiíuca, que alude al carácter cósmico,
la decoración escultórica (animales fantásticos, m o n s t r u o s , pueblos exóticos o r a a i uno. i d. del poder imperial. La descripción de la habitación de la condesa Adelc de
monstruosas). La disnnción esencial entre el m i l a g r o de la C r e a c i ó n y lo maravilloso, niois M la epístola poética de Baudri de Bourgucil, que ofrece una imagen detallada del
esto es, entre la revelación divina, por una parte, y las formas maravillosas que sumen progr.iina cosmológico en su decoración , puede revelar tanto las ambiciones políticas
10
varios fenómenos de la naturaleza, pi u . .ira, n o se puede d e l i m i t a r claramente a la expre- de la hija de Guillermo el Conquistador como el deseo del poeta de glorificar dignamen-
sión artística, que opera en los tíos casos con las formas de la representación tic lo visib e. te a su protectora, en la mejor tradición de la ckfrasts romana.
Sin embargo, las interpretaciones doctas de la naturaleza y del m u n d o que se reflejan La exuberancia y la opulencia de las imágenes de la naturaleza se asocian, según la tra-
en la expresión artística no agotan toda la riqueza y la complejidad de la imagen de la na- dición romana, a la riqueza y al prestigio del propietario del lugar, tanto si está descrito por
turaleza que se presenta en el arte medieval. La creencia en las manifestaciones de lo ma- el poeia carolingio Sedulio Escoto como si está representado en los paisajes del calendario
ravilloso y lo encantado, que caracteriza a la sensibilidad medieval, penetra hasta en lamas en las Tres rtches Hcures de Jcan de Berry. Las imágenes de la naturaleza tienen al final de la
profunda religiosidad cotidiana. E n los diferentes niveles de la cultura medieval se desa- Edad iMcdia, como en el mundo antiguo, una connotación social, porque manifiestan el
rrolla la sensibilidad por todo aquello que es i m a g i n a r i o , maravilloso, sin hacer distinaon bienestar de su propietario y, al mismo tiempo, aluden a los placeres celestiales.
entre lo fantástico y lo real, porque todo es posible para el O m n i p o t e n t e . A partir de b Desde el momento en que las jerarquías terrenales son reflejo de la celestial, el orden
Alta Edad Media, apoyándose en diversas fuentes clásicas, orientales y nórdicas, se reafir- mismo del cosmos encuentra una analogía en la disciplina eclesiástica, por lo cual el
man diferentes tradiciones de las maravillas de la naturaleza, difundidas en Occidente a edificio de la iglesia y la Iglesia como cuerpo eclesiástico constituyen la imagen y el mo-
través de el Líber mostrortim. las Maravillas de Oriente, la Carta de Alejandro y el libro ¿ti delo del cosmos.
Preste Juan; algunos manuscritos de estas obras presentan riquísimos ciclos ilustrativos, Muchas imágenes de la naturaleza y del cosmos, al igual que las de la relación del
que también ellos se remontan a fuentes diversas. E n ellos se contienen, indudablemente, hombre con la naturaleza, representan la posición del hombre en la jerarquía social. Así,
elementos de la tradición oral, de la que se tienen poquísimas informaciones y de la cual las imágenes de caza, que pueden tener diferentes significados simbólicos, se remontan a la
forma parte tanto la tradición aristocrática profana c o m o la c u l t u r a popular, que hanalizó tradición aristocrática romana y sirven a la decoración de palacios reales (fig. 11), rela-
los elementos de culturas aristocráticas de o r i g e n clásico y anoclásico. El contacto entre cionándose en los calendarios de los manuscritos lujosos tanto con el mes de mayo como
la cultura escrita y la cultura oral se efectúa también en los relatos maravillosos; en las con los meses otoñales. Los manuscritos miniados dedicados a la caza (el primero de
todos la obra mimada para Federico II, De arte vetiandi cuín avibus) constituyen el otro
fábulas y enigmas (Adelmo), en las obras épicas mitológicas y heroicas, en la novela pro-
lado de esta tradición aristocrática. E l león y el águila, símbolos antiguos del poder y de la
fana caballeresca y en los relatos de viajes y de historias fantásticas de derivación folcloris-
dignidad social, conservan toda su entonación ideológica y entran en el proceso de forma-
ta, como las obras de Gervasio de T l l b u t y , de W a l t e r M a p o de G i r a l d o de Gales, obras
ción de la heráldica medieval.
que confirnian. una vez más, la importancia del á m b i t o anglosajón e insular en la afirma-
ción del interés particular por la naturaleza y sus enigmas y maravillas. Al desarrollo de la
sensibilidad por la belleza de la naturaleza y el encanto de sus imágenes contribuye mucho Baudri de Bourgucil, Les Oeuvres poétiques, cd. P. Abrahum, Parí*. 1 »26, cap. CXCVT, pp. 19sa.
434 ARTE t HISTORIA F N L A F.n.Mt M i nu I I I
MIRAR IA NATVRAI I Z A 435
m u n d o p a g a n o y la m o d i ñ e . i « >s s í m b o l o s d e la c u l t u r a a n t i g u a e n el seno de h ftjpjl i 12 \ III.IT. I de | íonncCOUlt, Cuaderno de dibujo*. Icón, pucrcocspin y figura de hombre sentado,
c u l t u r a n u e v a , se e n c u e n t r a n múJcii - r e p r e s e n t a c i o n e s q u e a s e g u r a n y r e f l e i a n la per- diliu)o a pluma vobrv pergamino, ca 1230.
m a n e n c i a l a t e n t e d e l n a t u r a l i s m o a n t i g u o y la a d m i r a c i ó n d e l h o m b r e a n t e e l encanto de
social, el d e l p r e s t i g i o , y se p r e s e n t a c o m o u n o d e los m e d i o s más i m p o r t a n t e s d e l s i m -
la n a t u r a l e z a , de sus b e l l e z a s y d e sus m a r a v i l l a s .
bolismo s o c i á l j p o r o t r o , la a c t i t u d e n r e l a c i ó n c o n el e j e m p l o que h a y que i m i t a r e v o l u -
E n t r e los m o d e l o s para la r e p r e s e n t a c i ó n n a t u r a l i s t a d e c a d a u n a d e las i m á g e n e s de la ciona, s» diré t o d o e n l u g a r e s especiales y e n los p a r t i c u l a r e s g r u p o s y secuencias de obras
naturaleza, se p u e d e n m e n c i o n a r l o s c ó d i c e s m i n i a d o s d e a r g u m e n t o z o o l ó g i c o , botánico de Otte, hacia u n a i n t e r p r e t a c i ó n cada vez m á s l i b r e y variada del m o d e l o . El arte de la de-
y m é d i c o de la A n t i g ü e d a d t a r d í a ( i n c l u s o si l o s c i c l o s d e i m á g e n e s q u e a c o m p a ñ a n a estos coración d e l l i b r o s a g r a d o e n e l á m b i t o irlandés y anglosajón del siglo i x , o el arte de la
c ó d i c e s s i g n e n m á s b i e n t r a d i c i o n e s s e p a r a d a s e i n d e p e n d i e n t e s u n a d e o t r a , su contami- decoración e s c u l t ó r i c a e n e l o e s t e de la E r a n c i a d e l siglo x n , i m p r e s i o n a p o r el carácter
n a c i ó n r e c í p r o c a c o m o t a m b i é n s u i n f l u e n c i a e n l o s o t r o s m e d i o s a r t í s t i c o s permanecen imparable d e la f a n t a s í a a r t í s t i c a , q u e g e n e r a s i e m p r e nuevas variaciones de los m o t i v o s
bastante l i m i t a d a s ) , p e r o , a n t e t o d o , l o s m o s a i c o s d e l p a v i m e n t o d e la A n t i g ü e d a d tardía entre sus v e c i n o s , y p o r e l e f e c t o c a l e i d o s c ó p i c o d e l d e s a r r o l l o de formas análogas. A par-
que u e n e n a b u n d a n t e s r e p r e s e n t a c i o n e s a n i m a l i s t a s , c o m o l o s d e la c a t e d r a l de Aquilcya. u r del s i g l o x i n , e n r e l a c i ó n c o n e l p e n s a m i e n t o q u e o t o r g a cada vez más valor a la belle-
del siglo i v , o los de P i a z z a A n n e r i n a , t a m b i é n d e l s i g l o i v , y n u m e r o s o s o t r o s ejemplos za del m u n d o v i s i b l e , se o b s e r v a e l f e n ó m e n o de la t r a n s f o r m a c i ó n del m o d e l o , que r e -
hallados e n las p r o v i n c i a s r o m a n a s d e l P r ó x i m o y M e d i o O r i e n t e : e n C a r a g o y Susa en fleja la nueva a p e r t u r a b a c í a la o b s e r v a c i ó n d e la naturaleza y asimila p r o g r e s i v a m e n t e los
T ú n e z , e n T i r o y S i d ó n e n L í b a n o , e n T r i p o l i t a n i a e n L i b i a , e n A p a m e a e n Siria, en Ses- elementos d e la r e p r e s e n t a c i ó n d e l n a t u r a l . U n a de las etapas m á s i m p o n a n r e s de este
t o r i s y T i b e r í a d c s e n I s r a e l , e n e l m o n t e N e b o y e n C í e r a s a e n J o r d a n i a . D i f e r e n t e s imáge- proceso se h a l l a e n e l Libre de porrrairure de V l l l a r d de H o n n e c o u r t (Paris, B i b l i o d i c q u e
nauonalc de F r a n c i a , m s . fr. 1 9 0 9 3 ; fig. 12), q u e se r e m o n t a a los años t r e i n t a d e l D u e -
nes de los bestiarios m e d i e v a l e s , p o r e j e m p l o , e s t á n b a s a d a s p r e c i s a m e n t e e n los modelos
cento. Se t r a t a de la f a m o s a i m a g e n d e l l e ó n (f. 2 4 f ) , « c o n t r e f a i s al v i f » , c o m o dice e l
que se r e m o n t a n a los m o s a i c o s d e l p a v i m e n t o d e la t a r d a A n t i g ü e d a d , c o m o demuestran
autor, c o p i a d a d e la r e a l i d a d ; a pesar de e l l o , el g r a d o de estilización de esta imagen n o
las representaciones de l o s peces y d e l m u n d o m a r i n o e n e s t o s m a n u s c r i t o s .
p e r m i t e s o s p e c h a r la e x p e r i e n c i a de la o b s e r v a c i ó n d i r e c t a del a n i m a l v i v o . Es más, se
Es sabido q u e los g r a n d e s a r t i s t a s d e l R e n a c i m i e n t o i t a l i a n o d e l s i g l o x v , a l proclamar puede p l a n t e a r la c u e s t i ó n d e si V i l l a r d n o h a b í a p o d i d o , más b i e n , representar «del na-
el m é t o d o de t r a b a j o basado e n la o b s e r v a c i ó n d i r e c t a d e la n a t u r a l e z a , se definían a si tural» una estatua d e l l e ó n e s r j l ó f o r o , típica d e l arte r o m á n i c o , vista d u r a n t e sus viajes.
m i s m o s h i j o s de la n a t u r a l e z a y r e p r o c h a b a n a l o s a r t i s t a s m e d i e v a l e s su m é t o d o de tra- La i m a g e n d e l p u e r c o e s p í n q u e a c o m p a ñ a a l l e ó n , dos animales u n i d o s tradición a l u i e n t e
bajo según los m o d e l o s ' . S i n e m b a r g o , es i n t e r e s a n t e o b s e r v a r q u e e l m é t o d o artístico
1
en los f o l i o s de l o s m a n u s c r i t o s d e l Liber Floridas, acentúa todavía más el carácter t r a d i -
basado e n la i m i t a c i ó n de u n e j e m p l o se m o d i f i c a y se t r a n s f o r m a c o n e l t i e m p o , sobre cional d e l m o d e l o , a pesar d e l d e s e o de V i l l a r d d e H o i m e c o u r t de apoyarse en la obser-
t o d o e n e l arte m e d i e v a l de O c c i d e n t e . P o r u n l a d o , e l m o d e l o c o n s e r v a d u r a n t e toda la vación d i r e c t a de la n a t u r a l e z a .
E d a d M e d i a , a d e m á s d e l v a l o r a r t í s t i c o , i n t e l e c t u a l y c o n c e p t u a l , t a m b i é n u n significado
O t r o e j e m p l o i n t e r e s a n t e de la t r a n s f o r m a c i ó n d e l m o d e l o artístico medieval y de la
transición, desde e l u s o de u n m o d e l o p r e e x i s t e n t e a la observación de la naturaleza, es el
:
Leonardo da Vinci, Codcx Atlánticas, f. 199v.
438 Vnit t HiMOBiA I N LA E D A D M I D I * III
la belleza y la p e r f e c c i ó n de l a n a t u r a l e z a . E n e l a r t e d e la I d a d A t e d i a h a y numerosas
imágenes que r e v e l a n esta e m o c i ó n p o r la c u a l e l c r i t e r i o d e \ • r o s t m i l i t u d directa v con-
creta n o es esencial a la r e p r e s e n t a c i ó n . E n t r e las i m á g e n e s d e l a l e n d a r i o s o b r e la arqui-
volta e x t e r i o r d e l tímpano de la c a t e d r a l d e S a n L á z a r o e n A u i u n . d e l s i g l o x u , hay una
representación t o t a l m e n t e s i n g u l a r d e l m e s d e m a y o q u e alud», a la " t r e g u a de mayo»: un
caballero está de p i e al l a d o de su c a b a l l o ; ha d c | a d n s u e s p a d a j e s c u d o detras de él; ame
m
el panorama de la n a t u r a l e z a e x u b e r a n t e , a p o y a la c a b e z a s o b r e e l m e n t ó n \ está repre- COMUNICAR CON LAS FIGURAS
sentado c o m o si estuviera a b s o i t o e n la a d m i r a c i ó n d e la n a t u r a l e z a . E s t a i m a g e n encon-
trará n u m e r o s í s i m o s ecos e n i t n c p r o f a n o d e l f i n a l d e la I d a d M e d i a , e n los grandes Gherardo Ortalli
tapices flamencos y b o r g o ; . r e p r e s e n t a c i o n e s d e l h« i - n l t r e , q u e canta en el bas-
segunda, en un contexto domésticamente privado, nos lleva a la refinada civilización resisiidn de este im ido tanto a los modelos anicónicos en competencia de la religión is-
cortés. Sigue la duda de saber en que registros se movió la \ oí untad imperial de llegara lámica t o m o a la pi diuca iconoclasta que el mismo imperio bizantino, después de haber
púhlicos más amplios a rra\ es de imágenes situadas en lugai s abiertos, muy frecuenta- intentado importarla al Occidente cristiano en el siglo vm, había abandonado en cual-
dos (y no es muy imprudente tfirmar que los ambientes ¡mpt i iales no renum iarun aesas quier . iso, y no sera necesario citar a Tomás de Aquino para comprender que uno se
imágenes). persuade más poi la vista que por el oído: «ex visis efficacius quam ex auditis»* .
Está claro que. para que \ mensajes f u n c i o n e n , n o es suficiente con que alguien los N s necesarii i insistir demasiado en un concepto banal y conocidísimo como es el
lance. Es aún más necesari uien los reciba. Por l o tanto, las iniciaras i s de Fede- del ap. . que la liLiira puede ofrecer a las necesidades de la Iglesia. Es mejor decir que
su utili i ion se va relormtilando significativamente en tiempos no lejanos de aquellos en
rico 11 presuponían, por ur público capaz de decodilicarlOS V . por otro, merece-
los qu miaremos bis novedades de la imagen laica. La larga experiencia eclesiástica
dor de ser tenido en cueni i líentela presencia de u n publico de ese tipo nos sitúa
1
los siglos de la Alta y la Píen.. 1 dad M e d i a . M u c h o había cambiado. La imagen tiene marca m ames y un después, un cambio comparable al paso de la civilización
sentido sólo si hay alguien que la lea y la escuche, pero ahora la escucha era diferente. tardoan;i *ua 3 la altomedieval. El Occidente cristiano, aun con tiempos y modos diver-
L
Habían cambiado los esquemas comunicativos, el público, los canales de transmisión y la sos según las diferentes áreas, se «pone a correr» y el sustancial estatismo de los difíciles
calidad de las informaciones que la figura podía divulgar. siglos anicnores al año M i l deja paso a energías antes impensables, construyendo nuevos
Algo fue cambiando en relación con el pasado y, en el siglo x t n , en los anos de Fede- órdenes a nivel hemisférico. Tanto la religiosidad como las estructuras eclesiásticas que
rico 11, ese algo había alcanzado su plena madurez. H a y dos aspectos que me parecen de la encuadran deben responder a contingencias imprevistas y a saltos insólitos, mientras
gran relevancia: el poderoso crecimiento de un sistema ¡cónico laico y, a la vez, el naci- que el escaso dinamismo del pasado, con sus formas más bien convencionales (a pesar de
épocas como la carolingi3), se carga de otras energías, aunque se expresen con toda la
miento de lo que podríamos llamar ya opinión pública. E n estas nuevas condiciones, el
controlada cautela del mundti clerical.
coloquio entre el comitente de las imágenes y su destinatario se producía con modalida-
des y funciones en parte nuevas y no usuales. En sustancia, me parece que el catecismo empieza a ir junto a una propaganda con
pocos precedentes. Los muros de las iglesias no pueden ya limitarse a explicar la vida de
Cnsto o de los santos, o a enseñar las virtudes cardinales, o a mostrar ángeles, apóstoles o
L a propaganda de la Iglesia proletas. A la comunicación de un tiempo, simple aunque refinadísima, se unen señales
mucho más complejas (c interesantes para nuestras consideraciones) que podemos captar,
La novedad representada por el augustal y, más aun, c o m o veremos, por la política de sobre todo, a partir de los siglos xi y x n , y por las obras escultóricas, mejor conservadas
que las pictóricas. E n ellas encontramos el signo de nuevas formas de religiosidad susten-
la imagen puesta en marcha por los comum italianos llevaba aire fresco a situaciones figu-
tadas, sobre todo, en primer lugar, por las congregaciones benedictinas refonnadas (clu-
rativas de viejísima tradición, en las que el lugar absolutamente central había sido el de
niacenscs, cistercienses, cartujos, valombrosanos...) para las cuales a la contemplación se
las instituciones eclesiásticas. Las necesidades de la Iglesia y de la fe frente a una soaedad
había unido una combativa lógica de intervención activa, y la misma oración se convertía
en gran parte analfabeta habían impuesto una acción informativa y de catcquesis figura- en un modo para combatir al antiguo enemigo: el mal, el demonio. Son los tiempos de la
da, además de verbal, en términos proclamados |>or las máximas autoridades de la jerar- refonna gregoriana y de querella de las investiduras, de las cruzadas, de las paces y de la
quía eclesiástica. Que la pintura fuer3 escritura y m e d i o de instrucción y guía para los treguas de Dios, impuestas si es necesario con las armas, y los reflejos del nuevo clima
incultos era un concepto en auge, expresado ya claramente en sus términos esenciales
por la carta del papa Gregorio Magno al obispo Sereno de Marsella en el año 600, y
Graciano. Dtcretuni. C.27. D. I I I de consecr. («Precisamente en la pintura Iwn los «jue conocen la M e n -
tara»); cfr. E . Fricdbcrg (ed.), Corpus inris canoma. s o l . 1, Leipiig, 1879, col. 1.360.
autentica pintura fedenciana. cfr. Pace, Vittura e Miniatura svrva da Vcdenco II a Corradino; storui e mito, in Frài- H b m á s de Aquino. In quatttior libios srntmtiarum, ds. 9, qu. I , ar 2b, ra 3.
na II e Vitalia, a t . pp. 103-i 10.
•m A R T E F m s i O R I \ I N i. ,\ ! • U A O M I n u III
zaba la cruzada contra lo- ..i e m p e z a n d o en 1 2 0 ° una guerra que terminó sólo
las fie s querían comunicar se aclara recordando cómo la Edad Media llamaba agare-
en 1228 con la sanirnent.i an;. n de la herejía catara en el sur de Francia. Y hacia
nos D I ilaclitas a los árabes, considerados descendientes de Agar, y creía que Ismael era
los misinos años en la c o s u u i vdriático. el p r i m a d o de C r o a c i a , el arzobispo progn . »r tic Mahoma. P o r falsa etimología se pensaba también que los sarracenos (o
Bernardo, con el prograrn i • - . . e s que debían ilustrar la monumental puerta de la sea. n i . ; genéricamente los musulmanes) eran descendientes de Sara. Los valores simbó-
catedral de Spht. proponía un diM.urstj au ti h e r é t i c o de signo a n á l o g o , iniciando una se- licos debían de s e r evidentes para un inundo en el que la doctrina cristiana y el texto bí-
cuencia iconográfica en defensa de la ortodoxia que c o n t i n u a r í a hasta el panel de piedra blico eran base fundamental de la cultura corriente; pero como, en cualquier caso, po-
situado detrás del altar mayor de la catedral hacia 1 2 4 0 - 1 2 5 0 " . dían escaparse a quien no conociera el libro del Génesis, para hacer más explícito el
E n una época de energías renovadas, los enemigos se encuentran (y se buscan) en mensaje, Agar aparece levantándose el vestido, con la actitud licenciosa atribuida a las
muchas direcciones: el hereje, el ludio, pero t a m b i é n el infiel, e igualmente con una mujeres islámicas, e Ismael con el túrbame en la cabeza'*.
proximidad temporal que confirma c ó m o se nos sitúa en m o m e n t o s clave para la comu- Son los años en los que en las fachadas y en el interior de las iglesias aparecen c o n una
nicación icónica. en el no breve pero, en cualquier caso, c r í t i c o periodo del que estamos frecuencia s i n precedentes figuras de caballeros armados (fig. 2). Haciendo guardia a la
hablando, he aquí que entra decididamente en escena el s a r r a c e n o . P o r lo demás, son los entrada de la catedral de Verona. sobre las jambas, se esculpieron (hacia 1140) nada menos
años de las cruzadas, y estas imágenes se pueden v e r sobre todo en las zonas más prún- que a Olivicro y a Roldan con su Durandartc, mientras que en Inglaterra, en Fordington,
inas a los confines con el islam, como en el norte de la península Ibérica, en León, donde san Jorge (¿o tal vez Santiago?) no atraviesa al dragón, sino a un personaje a quien el
la puerta meridional de la iglesia de San Isidoro muestra u n a simbología explícita de fe- escudo redondo delata como infiel, y lo mismo sucede en los frescos del periodo romá-
cha incierta pero que. en cualquier caso, se puede datar e n los a ñ o s del reinado de Alfon- nico de I lardham. E n Borgoña, la imagen apocalíptica que en el techo de la cripta de la
so \TI (1126-1157). en plena Reconquista. E n lados opuestos del C o r d e r o sacrificial, catedral de Auxcrre representa a Cristo caballero sobre una cruz de piedras preciosas con
Isaac y Sara están frente a Ismael y Agar. P o r lo tanto, la m u j e r de Abraham, ejemplo y los ángeles también a caballo, se puede fechar probablemente hacia 1100, en apoyo de la
modelo de fe, con el hijo Isaac, obediente y dócil, tenido en anciana edad por un especial primera cruzada de la que el obispo local, I lumbaud, fue gran promotor (fig. 3) ' . Pero 1 1
«pacto con Dios» y visto como la prefiguración de C r i s t o , se contraponen a Ismael ya el conflicto puede explotar también en el ámbito de la plena ortodoxia y, del mismo
modo, el antagonismo entre papado e imperio en la época de la querella de las investidu-
su madre Agar, la esclava egipcia que durante el largo intervalo de la esterilidad de Sara
ras se transfiere a los muros pintados, como sucede en la abadía de la Trinidad en Ven-
*B. Bluincnkranx. Le juif medieval au miroir de Vari ebrei ten. Paris, 1966. '•'Genesis 16. 17 y 21.
"A. lì M Katicnellenbogen. The Sailptural Programs of Chartres Cathedral, 1<uc\^V*n\i, W :
7-26. "Gov.. Art mid Polities, ext., pp. 535-536.
56-78. l
* L. V. Seidcl, -Holy Warriors: The Romanesque Rider and the Fight Against Islam*, en T. P. Murphy
" V. P. Cío». -An and Polines m the High Middle Ages: Heresy, Invesotiirc Contest, Cmsadc», enX led ). The Holy War, Columbus. Ohio. 1976, pp. 37-77; Goss. Art and PoUncf, cic, pp. 538-539; U. Denny. -A
Banal i Altei (éd.). Artistes, artisans et production artntique au moyen âge, vol. I l l : Fabrication et amsommatm de Romanesque Fresco cn Auxcrre Cathedral*. Cesta XXV, 2 (1985), pp. 197-202.
Town, Pam. 1990. pp. 525-545, en concreto pp. 530-531, 535-536.
448 ARit I HISTORIA E N L A lî O A l> M F I) I A Ml
saico del presbiterio de San Vital de Rávena, que muestra en s i , esplendor impenal a Jusn- antes incluso, en 1229, la mingo lapídea del alcalde Nazario Ghirardini a caballo se había
niano y Teodora, o en el del triclinio de Letrán, ordenado e n u . el 796 (o más bien el 799) exhibido en la puerta liernonis en Rcggio Emilia , mientras que hacia finales del siglo xu 21
y el 800 por el papa león I I I . con Carlomagnoy el misino poní Hice a los pies de san Pedro, o principios del SM!i e] «lux, símbolo concreto del conmiune Vcneciaritm, figuraba también
o en la coronación de Reims f hacia el 840) con Ludovico Pío, míe recibe la corona del pipa junio a san Marco- en el grvssa veneciano, la moneda de plata de buena aleación y amplio
módulo que adqun ió rápidamente una gran fortuna . En cuanto al etnrocem de los mila- 22
Esteban IV ''. En efecto, primeros actores y no sólo COprOtagi >¡ usías son los expi mentes de
1
neses M.insformad' < • n nionmncnto al triunfo imperial, en realidad era no sólo una má-
la laicidad, por ejemplo, en los mosaicos del palacio de Jusiim.nu» en Constantmopla o los
quina útil en la bal día sino también un monumento-símbolo de la unidad y del poder
triunfos de Hclisario (del •><_' en las escenas de guerra hi i has pintar por (iarlonug-
ciudadano, «inventado* en 1039 por el obispo Aribcrto de Intimiano en ocasión del
no en el palacio de Aqui>2r - as pinturas palatinas de la sala imperial de Iiigelheim
! conrii. . con el ein|ierador Conrado II el Sálico, pero después recuperable cn tantos
ordenadas por Ludo\i< scribían las hazañas de 1« iancos basta Carlomagno OtTOs ntextos en Italia y fuera' . Para acentuar el apoyo psicológico garantizado a los
1
(frescos que merecieron poeta Enuoldo N'igcll- mayor atención que la es- comí- ntes poi piel símbolo de comunión y de fuerza, podía intervenir la figura de la
tructura arquitectónica de i también en la represen i •• i o n que. en Mcrseburgo. cruz ida sobre la insignia que colgaba del pendón y, aunque raramente, sobre todo
alien .s Alpes, aparecía también la imagen del santo protector, aliado celestial dis-
celebraba la victoria di I Pajarero contra los húngan »s en Riadc en el 933". Sí
puesi ayudar en caso de necesidad' . Es mas, las imágenes podían ser más de una; los
4
Parecería que las cuentas no cuadraban y. en efecto, no cuadran. Si bien se mira, el gran
emperador suabo, el srupur vttuidi. nos viene muy bien para demostrar cómo los nuevos ' * E n síntesis, t ¡ . A- V c r g a n i . Rilieii di Fona Romana, m Milán, e la Lombardia in eta .animale: irteli XJ-XU.
tatal<i«r. d e la e s p o s i o ó n ( M i t i n , 1 5 d e a b n l - l 1 d e j u l i o d e 1 9 9 3 ) , ftfiflpfc 1 9 9 1 . p p . 4 7 1 - 4 7 2 y 4 7 4 - 4 7 5 ; e s t o -
usos de la imagen habían alcanzado los más altos niveles, pero también es verdad que los
d a v í a u n i e l v i c i o e n s a y o d e L . B e l t r a m i . -I li • • •• il • • c o m m e m o r a m i d e l l a L e g a L o m b a r d a già esivtenti alla
augustales, o la Puerta de Capua, o las estatuas con la figura áulica del soberano, llegaban amica P o n a R o m a n a - , Archivio nomo lombardo «ene III. I V (1895), pp. 395-416.
con retraso con respecto a todo lo que había sabido hacer el mundo de los tamuni. " R Cìrandi. - O l d r a d o d a T r e s s e n o - , cn C B e r t e l l i ( e d . ) , // Millennio Ambrouano La città del vescovo dai
Carolingi al Barharmsa. M i l á n , 1 9 8 8 . p p . 2 4 0 - 2 4 9 ; / V M . mini An tomai ile, in Milan, e il mo territorio in
età comunale (M-\ii ccolo) Atti del Convegno ( M i l á n . 2 6 - 3 0
S d e o c t u b r e d e 1987), S p o l e t o . 1989, vol. I . p p . 2 7 - 5 2 .
cn concreto pp. 4 9 - 5 1 .
, &
( J . B. L a d n c r . - I m o s a i c i e p l i a f f r e s c h i c c c l c s i a s Q c o - p o l i t i c i n c l l ' a n u c o p a l a z z o l a t c r a n e m e (|935)-,en
Cronica, e d . C S c a b a . v o l . 1, T u m h o u t . 1 9 9 8 , p . 9 8 .
-'• S a l i m b c n c d e A d d i t i ,
«/.. Images and Ideai m tbc Middle Age*. Selected Studies in Histvry and Ari, voi. I, R o m a , 1987, p p . 347-166; H.
-• F. C. L a n e y R . C . M u e l l e r . Money and Banking ut Medieval and Renaissance Venice, v o l . Ir Coins and Moneys
B e l u i i g . - D i c b c i d e n PalaNtauIen L c o s 1IJ. i m L a t e r a n u n d d i e K m s t c h u n g e i n e r p a p s d i c h e n P r o g r a m m i a m o ,
ofAttoniti, B a l t i m o r e , M d . / L o n d r e s , 1 9 8 5 , p p . 1 1 3 - 1 1 5 .
Frùbmitttlallerlube Studien X J l ( 197H). p p . 5 5 - S 3 . c n c o n c r e t o p p . 6 2 - 0 " ; A . M o n c i a u i , - D e g l i arredi piiionn
" L a p r i m e r a a l u s i ó n c o n o c i d a a l larroctìo c r e o q u e s i g u e s i e n d o l a d e A r n o l f o d e M i l á n ( q u e v i v i ó c u p l e n o
e musivi", en K. C a M e l N u o v u v CJ. S e r g i (eds.). Ani e stona nel Medioevo, v o i . 11, T u r i l i , 2 0 0 3 . p p . 2 6 7 - 3 0 2 , en
Mglo q u e l o r e c u e r d a e n l o s Gesta arcbiepisioponim Mediolanensium, e d . L . C . B e i b m a n n y W . V V a i i c n b a c h ,
concreto pp 2 8 9 - 2 9 Q |ed c a s t . . Ane e bistona cn la Edad Media II Sobre ci consentir técnicas. anatas, artesann.
MGH, Scnpiorcs, v o i . V i l i , H a n n o v e r . 1 8 4 8 , p . 1 6 . D e l tarroreio c o m o « f e l l o n i e n o e u r o p e o » h a b l a l ' I V o t t n i e r ,
tomiteniei. M a d r i d . A k a l . 201 3).
Il carroccio. T u r i n , 1 9 9 4 , p p . 6 3 - 1 3 6 .
n
K n n o l d u N igeilo. Canneti in honorem Hludcmici, e d . li. IJummlcr, Monumenta Gennamar limona (i **Zuf;Tu(Xi, 11 carroccio, cit., p p . 19-22.
partir de a h o r a MGH). l'oetae latini aevt Carolini, v o i . 1 1 / 2 , Berlin, 18K4. c n concreto p p . 6 5 - 6 6 . l i b r o IV, w B
The Chronicle of Richard, Prior of Hexham (A.D. 1135 to
L o a t e s t i g u a ta c r ó n i c a d e R i c a r d o d e H e x h a m ,
260-282, I l L I irinj. I -Storiche fijnirazioni. Il m o n d o occidentale. M e d i o e v o - , c n Enciclopedia unntnab A.D. 1139). e n Renna Bntannicamm Meda Aevi Scriptora. L X X X 1 I . Cbrvindes of the Reigns of Stephen, Henry 11
dell'une, voi. X U I . M o r e n c i a . 1971, cols. 2 2 - 2 5 . and Richard 1, e d . R , H o w i e i t , v o l . Ill, L o n d r e s , 1 8 8 6 , p . 1 6 3 . C 6 \ , s i n e r o b t r g o . Zug T u c c i , 11 carroccio, t a t , p p
" O t ù n à c F n s u i g a . desta Indenti 1hnperatons. e d . G . \ V a i t z y B . v o n S i m s o n . MGH, Scriptorts rerum Gtt- 21 y 7 9 - 8 0
•^'¿ry^-^ss^—j^- ^z-^t^:~r~¿i.
Laico y clerical: las sintonías de los dos circuitos de imágenes
mai
E n c o n j u n t o , p o d e m o s d e c i r q u e , d e s p u é s de la r e c u p e r a c i ó n general del a ñ o M i l , a
p a r t i r de los a m b i e n t e s u r b a n o s se c o n s o l i d a u n n u e v o m o d o de h a b l a r p o r imágenes con
9
1
1 fines q u e r e s p o n d e n a las d i n á m i c a s p o l í t i c a s y sociales e n fase de una progresiva m a d u -
ración, y h a y q m i n s i s t i r e n q u e e l f e n ó m e n o aparece c o n m a y o r evidencia en la Italia
c o m u n a l , d o n d e e s a s d i n á m i c a s f u e r o n m á s vivaces. P o r supuesto, la i m a g e n llega hasta
Figuro, 4i Anselmo y Girardn ' M i L n i . relieves 4c Porta Romana, la v u i li i de los mil.mees i l.i ciudad
los m í n i m o s i n u i i i c i o s d e la e s t r u c t u r a s o c i a l , hasta e n e l uso de lo p r i v a d o . L a figura
después de l-i reconstrucción, m a r m o l . (a 1 • I
sagrada, s o b r e l o r i o , e n t r a e n la d e c o r a c i ó n d e la casa gracias a una difusión que se ve
favoi • ida p o r I r e l a c i o n e s c o n L e v a n t e y, e n c o n c r e t o , p o r las repercusiones de la
pasado, c o n u n m e n s a j e d u r o - "licuó, de absoluto e o m p i * .MUSO p o l í t i c o . Se trataba de
c u a n c r u z a d a , i i i i i n d p O c c i d e n t e v e a f l u i r u n a s i n g u l a r c a n t i d a d de objetos artísticos de
restablecer las m u r a l l a s d e s p i de las d e s t r u c c i o n e s l l e v a d a s a c a b o e n 1162 y la expul-
la tr.> ición b i z a m >na. L a s i m á g e n e s d e l s a n t o , d e l c r u c i f i j o y, sobre t o d o , de la V i r g e n se
sión de los c i u d a d a n o s j l = ~ i c o 1 B a r b a r r o j a , y e n a q u e l l a o c a s i ó n los milaneses
com n e n e n o b j e t o d e la e x p e r i e n c i a r e l i g i o s a i n d i v i d u a l , d o m é s t i c a , y esta nueva ex-
q u i s i e r o n r e c o r d a r e n ta p • 1. i r i o s a v u e l t a a la c i u d a d ü i g . 4 ) c o n propósitos de- prés- ' de c u l t u r a v i s u a l se e x t i e n d e p o r t o d o s s i t i o s , t a m b i é n e n los t e m p l o s y bajo f o r -
claradamente celebranv i • ¡ a g a n d a . L a e f i c a c i a d e las i m á g e n e s (de fuerte signo mas i e r e n t e s ; p o r e j e m p l o , e n e l N o r t e ( p i e n s o e n Francia o e n Flandes) existe una
antiimperial) produjo q u i • > o r i g e n p r o b a b l e m e n t e n o l o f u e r a n - pudieran,en i n d i •< i o n p o r e l l i b r o d e h o r a s m á s i n t e n s a q u e e n e l Sur, d o n d e es la tabla pintada la
c u a l q u i e r caso, ser i n t e r p r e OTO agresiones figuradas a l e m p e r a d o r y a su consorte que i iie u n a d i f u s i ó n m á s a m p l i a y p r e c o z - E n c u a l q u i e r caso, el recurso afecta de
2 7
" M , Bucci, '•Pro remedio anìmae». Immagini sacre e pratiche devozionali in Italia centrale (secolixillv XIV), Pisa,
Figura 5 Milán, relieves de Porta Tosa, presuntas imágenes infamantes del emperador Federico Barbarroja y 2000, pp. 95-99, 1 3A-145; S. Rmgbom. Les imagts de dévotion. Xlf-xv* siede, Paris, 1995, sobre todo para la
de la consorte Beatriz, de líorgoña. mármol, segunda mitad del siglo x i l . cultura nórdica. Cfr. J. V. García Mantilla, «Imatgesa la llar. Cultura material i cultura visual a la Valencia dels
segles xiv i xv». Recerques. Histbrta/Economta/Cultura X L I I I (2UQ1), pp. 163-194, para una cuanúficación de los
fenómenos es interesante, aunque limitada a Valencia. Más general, H . Belimg, Das Bild uttdsein Pubbhmt im
La inciena imcrpretación de los dos relieves es de fucine anogua. Or., p o r cjemplo, G- Gìulini.A/monr
Jfl Mittclaltcr. Forni tind Funktion jruber liildtnfetn der Passion, Berlín, 1981.
spettanti alla storta, al governo ed alla descrizione della Città e della Campagna di Milano, ne'secoli bassi, Milàfl, 1760- ?tl
Cfr. A- M . Orscllí, L'immaginario religioso della città medievale, líávena, 1985.
1775, voL X I (U de la Contiouadón). pp. 509-510.
A.RTÍ f HISTORIA K S LA E D A D MfDIA II!
t e , e r a n a t u r a l q u e , e n e l m o n t e n u< de e n c a r g a r la t a b l a p a r a e l a l t a r m a y o r d e la catedral,el
comune i n t e r v i n i e r a d i r e c t a n u - r ' i 11 i m a g e n d e la p r o p i a « s c i n i r a » y, e n c u a n t o en junio
de 1311, la o b r a salió d e l taller n a h a c i a la i g l e s i a , la c e l e b r a c i ó n d e l e v e n t o d i o lugar
más en el caso de Capua, el u .. fiaba indicado desde el puente que penniria el cruce
I inos a otra fuente, la que se terminó en 1265 en Massa Mancorna. El peso especí-
del rio Volrurno. Son mucho! de sistemas urbanos ciudadanos con puertas que
fico .i esta ciudad no era, evidentemente, el de Perugia, pero no son pocos los elementos
comunicaban a puentes de ai ce ••• en cualquier caso, las puertas eran ya de por si un
comí; es a las dos fuentes: realizadas en casi los mismos años con el análogo empeño de
paso obligado. De este modo a ellas s referiría, por ejemplo, el gobierno bolones cuando,
C
Uevai igua a los lugares elevados; ambas ubicadas en pleno centro urbano, con la evocación
en 13°°. quiso execrar la traición que había conducido a la pérdida del castillo de Sobrólo, de qun o dirigía el desuno del ernnune (en el caso de Alassa el alcalde, Udebrandino da Pisa);
decidiendo que se representara a los responsables Justamente en las principales puertas de ambas, si bien de manera diferente, aspirando a una monumentabdad que fuera señal de
la ciudad y también m mullís alus loas que iban desde la plaza mayor al burder". gobierno eficaz. Sin embargo, la decoración es completamente distinta, no tanto porque la
Plaza central y burdel- Estamos en los polos extremos de la jerarquía de los espacios de Alassa se base en la pintura en lugar de en la escultura, sino por el contenido. Aquí un
urbanos; evidentemente todo podía servir según las exigencias concretas. En esencia, toda gran mural de casi siete metros por cinco representa un árbol de cuyas ramas penden gran-
la ciudad ofrecía lugares adecuados y se escogían en cada ocasión según el prestigio o h des órganos genitales mascufinos; a los pies del árbol, a la derecha, hay un grupo de mujeres
bajeza, refinamiento o grosería del mensaje que se quería difundir. Y los mismos sidos de aspecto sereno, mientras que, a la izquierda, se sitúa otro grupo de mujeres en estado de
eran igual de útiles para argumentos en imágenes m u y diferentes entre sí; así, las grandes desasosiego, discordia y ultrajoso desorden con un conjunto de elementos de indudable,
fachadas de los palacios públicos podían acoger tanto la glorificación de los triunfos obte- aunque no muy claro, valor simbólico. Este gran árbol se interpretaba como símbolo de la
nidos como el vituperio del adversario o el blasón del alcalde en el cargo. Obviamente, fernbdad y alrededor de él giraba la explicación de todo el fresco, pero la interpretación más
lenguaje y módulos iconográficos debían de ser calibrados caso por caso de forma diferen- reciente descubre, por el contrario, una compleja representación polírica de propaganda
te, pero precisamente en el uso razonado de los instrumentos disponibles se medían tanto guelfa -la paz, la serenidad- contrapuesta al desorden y al ultraje que sería habitual en el
régimen gibehno, con referencia a circunstancias y sucesos por los cuales la obra pictórica
la capacidad de comunicar con las figuras como, y a la vez, el gran abanico de mensajes
se fecha ahora en el último cuarto del Duecento o en los iiúcios del Trecento . JB
C O M I N I T A R C O N L A S riGUtAS 461
A d e c i r v e r d a d , d e e s t e g r a n r e p e r t o r i o , c o m o se ha m e n c i o n a d o , queda m u y poco de
los siglos x n i y x n . e n l o s q u e la c o m u n i c a c i ó n p o r m e d i o de la i m a g e n pareció llegar a
su p u n t o m á x i m o . I >e las m u c h a s o b r a s q u e a d o r n a b a n el Palazzo de la Signoria e n F l o -
rencia n o n o s q u e d a n a d a a n t e r i o r a 1416, c u a n d o se c o l o c ó el D a v i d de m á r m o l de
D o n a t e l l o . P o r l o d e m á s , se c o n s e r v a s ó l o e l r e c u e r d o de a q u e l l o que ocasionalmente
habían a p u n t a d o la FuenCcs e s c r i t a s * . E s c o n o c i d a la pérdida de cosas no precisamente
1
i n s i g n i f i c a n t e s ; s i | i n a , p o r e j e m p l o , d e l G i o t t o de F l o r e n c i a (y pienso en particular en
el Colmine rubat». e n e l P a l a z z o d e l P o d e s t à ) o d e Padua (en e l Palazzo della Ragione).
Pero s.Hi s o b r e l o d i i las o b r a s u b i c a d a s e n e l e x t e r i o r las que se d e s t r u y e r o n en u n p o r -
cenian todavía m a i o r . i n c l u s o c u a n d o se t r a t a b a de grandes ciclos de frescos, c o m o su-
cedió • i e l q u e t n M i l á n d e c o r a b a el B r o l e t t o , fechable en años n o lejanos d e l 1233 de
la esta- . t d e ( >hh Il • da T r e s s c n o y q u e t a l vez se p u e d e r e l a c i o n a r c o n aconreciinientos
m á s explícito y d i r e c t o , corrí. u ita f u e t a m b i é n la s u c e s i v a de« • i r a c i ó n e n m e m o r i a de
c o m p r e n d i d o s e n t r e 1225 y I 2 4 H . S ó l o q u e d a n p o c o s f r a g m e n t o s , que, sin embargo,
la paz e n t r e g ü c l f o s y p i b e l i n .nos d e 1 2 ° K y d e l b a n d o e n e l q u e e s t u v o e l obispo bastan • • >ra h a c e r n o s e n t e n d e r e l s i g n i f i c a d o c l a r a m e n t e h i s t ó r i c o - p o l í t i c o c o n figuras de
B c r a r d o M a g s r i " " . E n t r e OTl precisamente la s u p e r p o s i c i ó n d e estos frescos de suida' c i u d a d a n o s n o t a b l e s , f u n c i o n a r i o s o a d m i n i s t r a d o r e s y representantes del tc-
paz. c u b r i e n d o los p r e c e d í . e r r a , ha c o n t r i b u i d o a salva» l o s ; a d e m á s , se c o n s e n o rntor l e s c r i i o s i o n a l t a c a l i d a d f o r m a l q u e evoca la c u l t u r a pictórica de la Francia del
t o d o d a d o q u e e n e l s a l ó n se c o n s m » } • u n a b ó v e d a t r a s la c u a l las a n t i g u a s o b r a s queda- norte (e I n g l a t e r r a . N o l e j a n a a la d e c o r a c i ó n milanesa se e n c u e n t r a aquella, que se
r o n por m u c h o n e m p o en el • i . al r e s g u a r d o d e u l t e n o r e s d a ñ o s . puedi i i a r e n t r e 1 2 3 0 y 1 2 6 0 - 1 2 7 0 , d e la que todavía se lee algo en la banda alta d e l
Para p i n t a r las parede --ios p ú b l i c o s , j u n t o a t o d o l o q u e se ha recordado Brolei i l e N o v a r a ( e x p r e s i ó n de una c u l t u r a a r i s t o c r a t i c a y g u e r r e r a ) y que, j u n t o a la
aquí, se u t i l i z a b a n una e r a n arie I t e m a s , d e s d e r e p r e s e n t a c i o n e s d e los meses a es- posibL - m e x i ó n c o n e l m e n c i o n a d o c i c l o b r e s c i a n o y c o n l o que también queda en C r e -
cenas caballerescas, desde grande; p e r » majes a figuraciones a l e g ó r i c a s . E l mensaje políti- mona i n m e m o r i a d e l e n v í o d e u n c ó d i c e e s t a n i t a r i o a P a n n a ) , hace pensar en u n área
c o puede d i f u n d i r s e p o r n u m e r o s a s vías c o n m u c h o s r e c u r s o s . E n F l o r e n c i a , e n e l Palazzo lombarda c o n e l e m e n t o s de interesante h o m o g e n e i d a d . 4 5
V c c c h i o , la i n c r e d u l i d a d de s a n t o T o m á s se c o n v i e r t e e n u n a i m i t a c i ó n a la p r u d e n c i a para
los jueces, y una finalidad a n á l o g a d e s e m p e ñ ó la v i e j a i m a g e n , a n t e s r o m á n i c a , de la Ver- Si de los casos r e c i é n s e ñ a l a d o s al m e n o s se ha c o n s e r v a d o a l g o , son m u c h o más n u -
merosos a q u e l l o s d e l o s eme n o n o s q u e d a n a d a , salvo - a veces- la feble m e m o r i a e n al-
dad que arranca la l e n g u a a la M e n t i r a , r e t o m a d a p o r e l p i n c e l d e T a d d e o G a d d i en el
guna d e l i b e r a c i ó n o e n e l pasaje d e a l g u n a c r ó n i c a . Así sucede, p o r e j e m p l o , con las
T r i b u n a l de la M e r c a n c í a . E n P e r u g i a . las f á b u l a s d e E s o p o s o b r e v i v e n c o m o imitación a
pinturas q u e e n la p a r e t i t l e l P a l a z z o C o m u n a l e de B o l o n i a recordaban en la plaza la
la m o r a l i d a d p r o m o r i d a t a n t o p o r l o s r e t í n es d e la F o n t a n a M a g g i o r c c o m o p o r la deco-
victoria de 1243 s o b r e A z z o d e F r i g n a n o y la c o n q u i s t a d e l castillo de R o f f e n o . Y l o m i s -
ración de la Sala de los N o t a r i o s e n e l P a l a z z o d e i P r i o r i . D e u n a t r a d i c i ó n m u y antigua
4 :
Pollimi Ideale in Medicai Italian Art The Frescoes in the Palazzo dei Prioii (1291), A n n Arbor Mich. Vili.
memi V I I ! (1958), pp. 3-32 (para Cremona); A l . L . Gavazzoli Tornea, -Le pitture dueccnicsclic ritrovate ni
*' Indiiso si se procede con muestras aisladas del eomexio general, algunos procesos evolutivos del -arte
Broletto di Alitano, documento di un nuovo volgare pittorico nell'Italia padana-. Arte medievale serie I I , IV
del poder- desde ci tornirne al principado se pueden lomar en R. Stani y L . Partridge, Aris of Power. Tinte HoÜt (1990), pp. 55-70; id. - V i l l a r d de Honnecourt-, y Novara, «I "topoi" iconografici delle pitture profane del
of State in Italy. 1SDU-I6W. Berkeley. CaL/Lo» Angeles. CUUOxford, 1992, c o n referencia a la Sala de lm Broletto-, Arte lombarda L I I (1979), pp. 31-52.
Nueve en Siena, a la Camera Ficta de Mantegna c-n la .Mamúa g o n z J g u c s c a (1465-74) y a la Sala grande di
*OrVÙU, Imperniare infamante, ric. pp. 21. 30.
Palazzo Vecchio en Florencia (con referencia a 1565).
462 A R T I C HISTORIA EN LA E D A D M u m III
COMUNICAR CON IAS FIGURAS
« c o n c e d í a la a u t o r i d a d a V e s p a s i a n o . e m p e r a d o r » , e s t a b a la g r a n d e y c o m p l e j a alegoría
que desde el C a p i t o l i o d e n u n c i a b a la m i s e r a b l e s i t u a c i ó n d e R o m a , « v i u d a vetusta», lle- los p r i m e r o s t i e m p o s d e su a p l i c a c i ó n ; después, gradualmente, la pena se irá especiali-
vada p o r una barca s i n g u í a e n u n m a r a g i t a d o p o r e l r e s o p l i d o b e s t i a l d e los animales, zando, aplicada s o b r e t o d o para los d e l i t o s financieros (en p r i m e r lugar la bancarrota) y
para los casos de t r a i c i ó n . L o s m o d o s de e j e c u c i ó n son m u y claros gracias a los testimo-
que s i m b o l i z a b a n los d i f e r e n t e s e s t r a t o s d e l a g e n t e r o m a n a , m i e n t r a s , la F e . Italia, las
nios escritos q u e i i ' r\ h a n l l e g a d o , útiles para s u b r o g a r l a pérdida casi total de las imáge-
v i r t u d e s cardinales s u f r í a n p o r la c o n d i c i ó n d e la c i u d a d , y . s. .1 . r e n u l o , l o q u e impunaba
nes: se trataba de i c - u r a s q u e e n c o n t r a r o n m u y p r o n t o su « s e d e * prefenda en los muros
era lo que « l a m a j e s t a d d i v i n a v i n i e r a a j u z g a r » . Y e n e l fres» < d e S a n t ' A n g e l o , en Pes-
i n t e r i o r e s de los < .MIMOS p ú b l i c o s e n las plazas centrales de las ciudades, a menudo re-
c h i e r a , e n t r e l l a m a s y s u f r i m i e n t o s , u n á n g e l b l a n c o c o n la c a p a e s c a r l a t a - o sea. Cola el
pendas l a m i n e n i n o í r o s s i t i o s , q u e h e m o s v i s t o que eran adecuados a la difusión de
t r i b u n o - había bajado d e l c i c l o p a r a - e l t i e m p o d e l a g r a n i n j u s t i c i a » ' * ' .
mensaus: desde l a p u e r t a s de e n t r a d a a la c i u d a d hasta los prostíbulos.
culpables de d e t e r m i n a d o s d e l i t o s « S e a n p i n t a d o s e n e l P a l a z z o d e l C o m u n e p o r cuerna
para la i n f a m i a de u n c a p i t á n t r a i d o r bastaba « Y o soy Ricardo Spadatracta: / la traición
del C o m u n e y a costa d e l C o m u n e m i s m o » . L a p r á c t i c a se d i f u n d e r á p i d a m e n t e en las
ordené y n o se llevó a c a b o » , p e r o e n 1344 en Florencia e l titti/its para la imagen infaman-
ciudades de la actual E m i l i a y d e T o s c a n a , l l e g a n d o g r a d u a l m e n t e a c u b r i r u n territono
te del d u q u e d e A t e n a s se h a c í a de m a n e r a más detallada. «Avaro, traidor y además cruel,
que iba desde P i a m o n t e y e l V é n e t o h a s t a e l L a z i o y l o s A b r u z o s . E l a b a n i c o de los deli-
/ l u j u r i o s o , i n j u s t o y p e r j u r o , / y a n u n c a t u v o su estado seguro»; y se llegó hasta los 140
tos p o r los que se r e c u r r í a c o m o s a n c i ó n a la p i n t u r a i n f a m a n t e es a m p l i o , sobre todo en
versos escritos e n 1391 e n Siena para i l u s t r a r las figuras de los veintisiete conciudadanos
rebeldes p i n t a d o s c o m o t r a i d o r e s e n e l Palazzo P u b b l i c o : «Vosotros que miráis estas
pinturas / m i r a d m e q u e p o r m i avaricia / traicioné con g r a n maldad / la patria mía. Para
4 7
Anónimo Romano. Cnmiui. ed- G . Porta. .Milán, 1981. pp. 106-110. Cfr. Ph. Sonnay, - L a politique «-
•saque- de Cola di Rienzo (1315-1354)*. Retw de /'an LV(1982). pp. 35-43. E l eaamen más completo del»
pintura* de Cob e» el ofrecido por M> Ragozzmo, Attività artistica e pittura politica a Roma nel ATI' senio. Ih **En este sentido podemos mencionar el ocio del Broleno bresciano, que se puede considerar cotnu ante-
protagonista Lola di Rienzo, tesis doctoral (Roma I r e , X I I ciclo). 2001. cédeme de la pintura infamante también en lo tocante a la ubicación en el interior del palacio.
*" Sobre la discusión, además de Ortalli, La panturx infamante, eie. c id.. L'immagine infamante e it astern w
Esencial para evaluar este npo de producción F. Suimcr, La poesía satírica i p-xosa neU'eia dei omitan.
dell'insulto, cu., cfr. S. Y. Edgerton Jr.. Picture* and Punishment. Art and Criminal Prosecution During the Floren- Padua. 1983. pp. 179-212.
tme Renaissance, Ithaca. NY/Loiidres, 1985.
464 A*Tk I H I S T O R I A E N I A I K Mi M l D M IM
(.OMI'MC*! CON IAS FIGURAS 465
tener flonnes / Siena vendí a los balsos florentinos (...]»*'. V la comunicación en imáge-
nes podía transformarse en diálogo, como en la respuesta pur así decir «privada» de te italiana siguen siendo muy claras. Ante todo no se trataba defrescossino de documen-
Rodolfo da Varano, señor de Camerino, a la condena pública de los florentinos que en tos volantes, o foln is o manifiestos (tal vez también tablillas) en los que la pane escrita era
1377 le habían pintado como traidor por haberse pasado al enemigo en la guerra llamada mucho mas signm- ativa que el dibujo, al que se le reservaba la tarea de llamar la atención
«de los Ocho Santos»; a la imagen Rodolfo había respondub < > • >n la imagen, haciéndose sobre el texto, qui reñía que explicar todo. Además de esto, el procedimiento entraba en
pintar mientras realizaba sus funciones corporales con los ochi i jefes florentinos sentados el ámbito de una < elación entre particulares, evidentemente consentida por las autorida-
sub san ¡solio en condición bien descrita por el titulas: «Yo so\ Uidolfo da Camerino, leal des pero indepeilíbente de ellas; y, desde el punto de vista concepmal, la diferencia de
señor de tierra. / que se cagó en la boca de los Ocho de la gliei i a >-\ s fondo (aparte d« lodo lo demás) está justamente en el hecho de que la sanción déla culpa
y la restitución del equilibrio social violado no eran ejercitadas por el poder público.
Se ha dicho que lo que car ai .-riza a la pintura miainanie es su valor legal, la función
Vale la pena insistir no tanto en la limitadísima semejanza entre la práctica alemana y
bien definida en el sistema p'.nunvo vigente, las modalidades de la decisión y de la ejecu-
la italiana, sino mas bien en la precoz aparición, en la amplitud, en la función pública y
ción que constituían un proi! peculiar en el sistema icónic < i publico, oficial y laico de
en la <! iración di -ta última para corroborar cómo, más allá del caso concreto, la expc-
la Edad Media. Pero \ asistir en su conexión espei ifica con la Italia de expe-
nenci dJe la tul i a < omunal se confirma como momento clave en el uso de la imagen.
riencia comunal. c>n < -gnomos en relación con las no pocas imágenes de
infamia que. de cualq. u «intramos en toda cpoi .1 \ en todo lugar, algunas
de las cuales aparenCement< ixVjamas. Piénsese, jx»r ejemplo, en las tablas ordena- 1 .mpos y recorridos diferentes: las peculiaridades de las
das en 1447 por el rey ^ .us X I par3 infamia del principe de Orange. culpable
diferentes áreas
de insurrección y traietó _n Evreux. Pacy y Nonancourt. E l parecido con la
práctica de los coinn-u 1 falta un dato esencial, la inclusión en un sistema La- diferencias entre Italia y Alemania plasmadas en el uso de la pintura con elfindel
orgánico de aplicación. Ci is y ritualidades determinadas por la ley escrita o por insuh » el vituperio permiten corroborar, por mucho que pueda ser obvio, cómo los
la praxis consolidada. En SUS! . •-. ia punición del principe de Orange nos sitúa ante uno recon ¡<>s que seguían las artes de la figura eran diferentes según los tiempos, modos y
de los casos que pueden ser también frecuentes pero quedan, no obstante, extra ordinem. finalidades; y resulta conveniente hacer más explícita una división, por otra parte ya
Y otra lógica será también la de la exeeutio tn cffigic, que, sobre todo en el siglo xvu, se mencionada -prescindiendo de los aspectos estilísticos o de la cualidad artística-, que
difundirá en Francia y en el norte de Europa, con la ejecución pública en la horca o en U creo que es fundamental en relación al uso específico de la imagen para la comunicación.
hoguera de la imagen bidimensional o tridimensional del culpable". Considero, en erecto, que se debe insistir sobre la distinción de fondo entre las áreas
Más pertinente podría ser citar los hbelli (amos, (los carteles infamantes) que se con- políticas (pero a la vez culturales) en las que el poder fue gestionado por una autoridad
sofidaron en el mundo germánico en la Baja Edad .Media y eran resultado de una cláusu- central tuerte y aquellas que, por el contrario, fueron estructuralmente más frágiles por
su reducida dimensión o por la inccrtidumbre en la organización del poder interno, o
la contractual, la StbcltklauseL por la cual quien hubiese resultado insolvente respecto de
incluso por otras razones. En esencia, para Francia, las islas Británicas, o la península
los compromisos adquiridos, autorizaba a la parte contraria a infamarlo con la pintura y
Ibérica, o Bohemia o Hungría, donde una autoridad soberana era el eje reconocido del
la escritura en lugares públicos. EJ primer contrato del género que se conoce se remonta
sistema estatal total, la necesidad de difundir propuestas, ideas, convicciones era cualita-
a 1379 y sabemos de cerca de un centenar de estas figuras, que se pueden fechar desde tivamente diferente respecto a los lugares en los que tal elemento organizador no existía
1420-1421 a lo largo de todo el siglo xvi, conservadas pnncipalmente en archivos, bi- y, en tal caso, no es casualidad que precisamente Alemania y la Italia de las ciudades y de
bliotecas v museos de la Alemania septentrional. Se encuentran blasones invertidos y los poderes fragmentados y, a menudo, también confÜctivos dieran espacio en su interior
sellos embadurnados de estiércol de animales; los culpables aparecen en poses deshones- a prácticas agresivas como las indicadas más arriba.
tas o haciendo trabajos despreciables, pero también hechos pedazos o ahorcados boca
abajo . Más allá de las fuertes asonancias, las diferencias respecto de la pintura infaman-
54 La función de las cortes se planteaba como un elemento de estabilidad, pero también
como freno respecto a situaciones menos consolidadas, en las que el arma de la propa-
ganda y de la información terminaba por desarrollar una función mucho mayor. En esos
" Cfr. -La Cronaca M u u i a u r i - , c-n A. Lisini y F lacomciii (ed.), Cranaebe Senat, RIS2, vol. XV/6, Bolonii, contextos, las salas de las residencias reales y de las moradas principescas pesan más que
1939, p . 743-747.
P
los palacios públicos o que las murallas de la ciudad, que, por lo demás, en la estructura
s:
Onalli. La ftmtmt mfamant. caL. pp. 21. 22, 38. del reino quedan también como expresión de un poder central que ha aprendido a ejer-
" W Bruclnvr. Btldm, und Brauch: Studien zur Bildfiinlnicn der Fjjigies, Berlin. 1966. pp. 248-282; D. Frccd-
berg, The Rftttr of Images. Srudics in the Histary and Theory vf Responscs, Chicago/Londrcs, 19B9, pp. 257-261
cer el propio papel de guía. Tendencias análogas terminan por expresarse con diferente
|cd. casc El poder de las imtgenes, Madrid, Cäicdra. 1992).
W
AL Lcntz, -Schmabbncfc und Schandbildc-r als Medien außcrgcrichUichcr Konflilctbewälogung. Von tures and Leiters in Late Medieval Germany: The Visualisauon ofDisorder and Infainy-, 7be Medieval Hutory
der sozialen Sankuon zur oflenüichen Strafe (I4.-16. Jahrhunden)», en 11. Schlosser y D. Willowal (cds.). Journal III. 1 (2000). pp. 139-160.
Seite li'egx strafmbugesebicbt/teher Forschung* CaloniaAVcimarAlcna, 1999, pp. 55-81; «Dcfamatory Pic-
466 -\RTt £ HISTORIA EN LA EDAD M I D I A Ml
* IL W. Tristram, English WallPamtmg of tbr Fourteenth Century, Londres. 1955, pp. 92-94, 219-22 Iss.; C
nal III (2000), pp. 119-138. Para la representación del infierno, cfr. en síntesis X. Banal i Altet. sub vote «En-
Nordenfalk, -The Five Senses in Late Medieval and Renaissance Art», Journal of the Warburg and Courtituld
fer», en Dictionnaire critique d'iconographie occidentale. Rennes, 2003. pp. 315-320.
/iunrwerXL\Tll (1985), pp. 1-22.
468 ARTF £ H I S T O R I A E X L A lClíAD M l D I l III
COMUNICAR C O N LAS F I C U R A S 469
d o r de u n mensaje d e a u t o c o n m e m o r a c i ó n s u s t a n c i a l q u e n o r e q u i e r e r e p r e s e n t a r a una
c o m u n i d a d ( c o m o e n las figuras de los podestà i t a l i a n o s ) , r a t i f i c a r u n a f u n c i ó n (como de Siena a P i s a , las i m á g e n e s d e l s i g l o x i v d e l C a m p o s a n t o ; de Florencia conocemos los
podía pasar c o n F e d e r i c o I I o c o n las e s t a t u a s p o r l a s q u e e l p a p a B o n i f a c i o fije acusado versos h e c h o s p o r I r a n e o S a c c h e t t i e n t r e 1377 y 1391 para los frescos (perdidos) del
Palazzo V e c c h i o . U n r e c o r r i d o c n c i e n o m o d o p a r a l e l o es el realizado p o r G i o v a n n i da
6 1
Ama nos alibi gentis depicta figarts, que veterttm dominum Mastinum prodidit o/rw...: N o -
L o s ejemplos ligados a la p i n t u r a s o n r e a l m e n t e m u c h í s i m o s y , c o m o prueba de su
sotros, cn otros lugares pintados con las figuras de la gente que antaño traicionó al vieja
absoluta n o r m a l i d a d , t a m b i é n h a b l a n e n l e n g u a v e r n á c u l a o b r a s d e e s p e c i a l í s i m a impor-
señor Mastino, estamos aquí de nuevo pintados con la imagen de los hombres por cuya se-
tancia: la Mttestd d e S i m o n e A l a r r i n i o e l Buoti Govertw d e L o r e n z e t r i , a s í c o m o , pasando
dición fue t r a i c i o n a d o e l segundo C a n de la estirpe Scaligura , l'alter Scaligera destirpe Ca-
nis...
" E n sìntesis. s o b r e l a c v o l u a o n d e l r e t r a t o . P. O Claussen. sub voce -Ritratto"-, en Enciclopedia dell'uni
medievale, vol. X , R o m a , 1999, pp. 33-46-
Así decía en latín, en 1354 en Verona, la didascalia de las figuras (en cualquier caso
quitaremos la corona que consentir que a la corona imperial y a nosotros se nos humille de
colgadas en horcas) de los partidarios de la conjura contra C a n g r a n d e I I , pintadas en el
tal manera. One las pinturas sean destruidas, las inscripciones retiradas: picture átltantur,
Palazzo Comunale, con un recuerdo de la condena en i m á g e n e s de los conjurados que en
serspturae rcrruaeitttn*''',
1277 habían asesinado a Mastino l \ D i e z a ñ o s antes, en F l o r e n c i a convino utilizar otros
f t
códigos muy diferentes cuando se pintó al depuesto duque de Vienas con sus cómplices
A pesar de las órdenes soberanas, el fresco permaneceria todavía algunos siglos, pero Ja
en el Palazzo del Podestà: -Avaro, traidor y además c r u e l , el lujurioso, injusto y perjuro,
irritación de Barbarroja es un buen ejemplo de todo lo que podían decir las figuras, ¡a
/ lamas tuvo su estado segure»» *. 6
Rienzo en S a n i ' A J I L c i t . • .-r.i, de los que algunos decían « C o n otra cosa se quena
abundan ta se justifica sólo por la eficacia del procedimiento. Todas esas imágenes de
rectificar el estado de Roma \ muchos consideraban que «era vanidad y reían». Pero persona> infamadas nos ayudan también a percibir mejor lo pintados que podían estar los
había otros que mantenían aue • í.»ran cosa es ésta, y gran significación tjene» . Esen- f,í
muros de las ciudades de aquellos años, cuando las pinturas infamantes estaban junto a
cialmente, sólo algún*' •-tijuii.irhan por completo el programa enunciado en la pintura, blasones de alcaldes, a imágenes sagradas o votivas, a celebraciones de acontecimientos
pero las discusiones que suscitaba son un ó p t i m o testimonio de la atención que se le especiales <>, y sin agotar el elenco, a la pintura decorativa más normal que no tenía que
prestaba. E l peso de la comunicación en imágenes, por lo demás, nos lo confirmaba ya la comunicar más que el gusto por el ornamento o las posibilidades de quien la encargaba.
dura reacción de Rodolfo da Varano a las figuras florentinas, y, mucho antes por motivos Pero, quedándonos cn las pinturas destinadas a sugerir c informar, conviene retomar la
parecidos. Federico 1 Barbarroia había reaccionado, no en tono de taberna sino de corte airada reacción de Barbarroja, decidido a impedir que una pintura certificara una reali-
imperial, a un mensaje mucho más refinado, aunque no menos irritante, que se leía en las dad inexistente. Su intuición no era para nada equivocada, y lo podemos verificar si pa-
paredes del palacio lateranense. samos de Roma a Venecia, donde también a través de las imágenes se cultivó la rnitogra-
Era 1155 cuando Federico, llegado a R o m a para la c o r o n a c i ó n imperial, había risto fía ciudadana con una habilidad quizá sin parangón, manipulando la realidad con fines
el fresco (que se puede fechar en 1133-1143, cuando era papa Inocencio I I ) que repre- claramente políticos y de prestigio. Esto se ve muy bien con la construcción de la leyen-
da carohngia y el relato de la refundación de la dudad a nivel imperial.
sentaba al emperador Lotario II en el momento de jurar fidelidad a los romanos, con un
titiiitisque en el pasaje «Rex (-..| homo fit pagae» sugería una subordinación de vasallaje
Todavía hoy, la serie de las grandes pinturas del Palacio Ducal acordadas en 1578 para
del soberano al pontífice, algo intolerable para Barbarroja, que insistió hasta obtener del
contar las glorias militares de Venecia hasta la victoria de Lepanto, se abre con dos im-
papa la promesa de borrarlo entero. E n realidad, la pintura se quedó y, cuando, en 1157,
ponentes lienzos dedicados a la batalla del Canale ürfano, en la que los venecianos de-
los representantes papales se presentaron en la asamblea de los príncipes del imperio en
rrotaron, hacia el 810, al ejército invasor franco de Carlomagno y de su hijo Pipino;
Besanyon, estalló la furibunda reacción del soberano:
glorioso evento que fue el preámbulo de la paz con Carlomagno, del traslado de la capi-
tal del ducado al lugar de la actual Venecia y, cn último término, del nuevo nacimiento
A pittura teptt... Con la pintura empezó, con ella se llegó después a la inscripción, con
b inscripción se intenta afirmar un derecho. N o lo soportaremos; no lo toleraremos; antes
* * O t o n de F r i s i n g n y R a l l e v i n o , Gesta Fridertci I wiperatoris, XX, p . 1 8 8 . C f r . L a d n c r , /
c i t . , l i b r o ÏÏJ. c a p .
molaici e gli affreschi, oc, pp. 3 5 6 - 3 5 9 ; A . F r u g o n i , « A picmra cepii», cn id. Incontri nel Medio Evo, B o l o m a .
" G . A l . V a r a r u n i . - L a " d a n u i a t i o m e m o n a c " d e g l i a d e r e n t i a l l a c o n g i u r a d i F r c g n a n o ( 1 Ì 5 4 ) : l a didascalia 1979, p p . 2 5 1 - 2 6 2 .
delle pitture i n f a m a n t i " , c n Gli Scaligeri 1277-1 ÌH1, catalogo de l a e x p o s i c i ó n ( V e r o n a , j u m o - n o v i e m b r e de 6 1
Ortfllli, La peinture infamante, cit., p p . 27, 92; id., «1,3 rappresentazione politica c i nuovi confini
I98H). V e r o n a . 1988, p. 194. dell'immagine nel secolo x u i » , e n J . B a s c h c t y J . - C . S c h m i t t (eds.), L'image. Fonctions et mages des images dans
**£ Baldmucci, Kotizie de' professori del disegno da Cimalme m qua, voi. I l , Florencia, 1686, p p . 59-60. l'Occident médiéval, Paris, 1996, p p . 2 5 1 - 7 3 , c n c o n c r e t o p. 261.
**Anònimo R o m a n o . Cronica, e i e , p . 1 I O -
472 A R T ? fc H I S T O R I A F N LA E D A D M F D I A 111
C O M U N I C A R CON LAS MCURAE 473
de la c i u d a d c o n u n a d i m e n s i ó n i m p e r i a l , c o n e l d u x t r i u n f a n t e , c a p a z d e t r a t a r de igual
a i g u a l al m á s g r a n d e e m p e r a d o r q u e la E d a d M e d i a h a b í a c o n o c i d o . C u e s t i ó n de orgu- cen vías i n n o v a d o r a s e n e l u s o p o t e n c i a l o f r e c i d o p o r la figura; n o p o r casualidad será
llo, pero que nunca sucedió. E n r e a l i d a d , f u e e n t r e finales d e l s i g l o x u e i n i c i o s \ r u cuan- sobre t o d o la I t a l i a c o m u n a l la q u e c u l t i v e n u e v a s maneras e n el t r a t a m i e n t o de la i m a -
d o se m a t e r i a l i z ó la l e y e n d a d e la r e f u n d a c i ó n , e c l i p s a n d o e l \ i c i o m i t o d e l o s orígenes de gen. E l a s u n t o es pe ^ r e c t a m e n t e c o m p r e n s i b l e sí - c o m o c r e o - sigue siendo verdad que
desde Jtaha se e m p t ó a m a n i f e s t a r esa r e a c t i v a c i ó n de las ciudades y de c o m e r c i o , que
una V e n e c i a q u e s u r g e de la n a d a , e n u n l u g a r d e s i e r t o y. p o r t a n t o , p r i v a d o d e t o d a subor-
fue p r e m i s a d c c i s i v n a r a e l r e l a n z a m i e n t o gracias al cual el O c c i d e n t e europeo salió de
dinación y soberanía externas, g a r a n t í a d e u n a l i b e r t a d o r i g u d . P e r o e n l o s albores del
la d e p r e s i ó n a l t ó m e * i c v a l y , p o r c o n s i g u i e n t e , p r e c i s a m e n t e Italia (y precisaría: I3 Italia
siglo x i u y a n a d i e era c a p a z d e c u e s t i o n a r l a l i b e r t a d d e V e n . ta. Se p o d í a p r c -cindirde
de las i n s t i n i c i o n c - >mmalí) « d e s a r r o l l ó e n los i n i c i o s de la revolución comercial de la
la inútil fábula de u n o s o r í g e n e s l i b r e s y s a l v a j e s , y l o q u e s, n e c e s i t a b a e r a v.dire todo
Baja E d a d M e d i a 11 f u n c i ó n d o m i n a n t e p a r e c i d a a la de I n g l a t e r r a en los inicios de la
c o n s o l i d a r la i m a g e n d e u n . ; V e n e n a c o m o g r a n p o t e n c i a , t i * ¡ m e n s i ó n i m p e r i a l , en los
m o d e r n . ' r e v o l u e n 1 n d u s t r i a l » . L o q u e se estaba p r o p o n i e n d o era una nueva c u l t u r a ,
7 0
w
Síguiendo 3 Biondo Flavio, Htftonamm ab tncluiatione Rotnanonim tmpcrii deeades, Venecia, 1 4 8 3 , a l prin-
M
A s i R- S . L o p e z , Elnacmitento de Europa. Sight V-xtv, Barcelona, Labor, 1965, p. x.
c i p i o d e l l i b r o 11 d e l i d é c a d a II (= libro X X J I ; los d o c u m e n t o s n o están n u m e r a d o s ) , e l f r e s c o s e r i a d e la pri-
" E . A r o f o n i . - R e t o r i c a c o r g a n i z z a z i o n e d e l l i n g u a g g i o p o l i t i c o nel D u e c e n t o italiano.» en Camuiarosa-
mera mitad del Duecento. I.a d a t a a ó n puede ser plausible, pero la c o n s i d e r o m á s bien dudosa.
no (ed.). Le forme della propaganda, eie, pp. 157-182.
T a r a todo esto cfi. G . Ortalli, - S t o r i a c miu per una Vcnc/ia dalle molte origini», e n C . O s s o b (ed.).
" O r a f i , Imperniare infamante, e i e , p. 40.
i'enezia nei'la tua nona moni rinatile. t Vénccia, 200}, pp. 81-109.
474 A R T E E H I S T O D I A I N L A E D A U M I D I * I l i
Setti* (ed.). Memoria dell'anitto nell'arie italiana. \ol. I I : / generi e i temi ritrovati, Turin, 1985. pp. 95-152, li.
- T e s t i , contesti, immagini politiche nel tardo M e d i o e v o : esempi toscani. In margine a una d i s c u s s i o n e mi
Introducción
En un viejo libro, pero que sigue siendo válido por sus útiles indicaciones, Einilc
Male hablaba de una «guía para los pintores» constituida por los Evangelios apócrifos,
las leven.las sagradas, las obras de devoción . En años más recientes, MichacI Baxandall se
1
1
É. Male, Van rellgietix du XIIF siéc/c en France; elude sur l'iconograpbic du Aloyen Age et sur ses sources
d'inspiration, París. 1902 [ e d . c a s t . : El arte religioso del siglo XIII en Francia, M a d r i d , E n c u e n u o , 2 0 0 1 ] .
1
M . B a x a n d a l l , Giotto and the Orators. Humanist Observers of Painting in Italy and the Discovery of Pictorial
Composition 1350-1450 ¡1971}, O x f o r d , 1 9 9 1 [ e d . c a s i . : Giotto y los oradora: la virion de la pintura de loshumanistas
italianos y el descubrimiento ele la composición pictórica: 1350-1450, M a d r i d , A n t o n i o M a c h a d o , 1 9 9 6 ) . cid.. Painting
and Experience in Fifteenth Century Italy. A Primer in the Social History of'Pictorial Style ¡ 1 9 7 2 ] , O x f o r d , 1 9 8 5 .
M. C a r r u t h e r s , The Book of Memory. A Study of Memory in Medieval Culture, C a m b r i d g e
i
1990, c id.. The
Craft of Taught Meditation, Risetorie, and the Making ofImages, 400-1200, C a m b r i d g e , 1 9 9 8 .
478 \BTr HISTORIA FN LA l ' I H Ü M i DI \ 111
A p r o p ó s i t o d e ese e x t r . . . • l o d e f r e s c o s q u e e n el t i a m p o s a n t o monumental
de Pisa r e p r e s e n t a e l T r i u n b t u e r t e , e l j u i c i o U n i v e r s a l y l a s g r a n d e s escenas de
vida e r e m í t i c a i f i g s . 1-2), la Ka l l e g a d o a u n a c u e r d o g e n e r a l e n c u a n t o al autor.
Bonamico Burlalmacco. \ . . i m p o s i c i ó n , q u e se s i m a e n l o s a ñ o s treinta del
Trecento . Desde nuestro ptui
1
es i n t e r e s a n t e e l h e c h o d e q u e e l p e r i o d o en el
que se realiza la d e c o r a c i ó n a n t o se c o r r e s p o n d e c o n e l p e r i o d o e n el que te
c o n s ú n i y e n las p r i m e r a s g r a m r o p í l a c i o n e s d e p r e d i c a c i o n e s e n l e n g u a vernácula.
E s t a m o s e n u n a fase e n la q u e 1 e x t e n d i d a p r e d i c a c i ó n d e l a s ó r d e n e s mendicantes se
e n r a i z ó p r o f u n d a m e n t e e n la v i d a c i u d a d a n a ' * . T u v o q u e t e n e r e n c o n s i d e r a c i ó n los nue-
vos p r o b l e m a s q u e las t r a n s f o r m a c i o n e s e c o n ó m i c a s y s o c i a l e s q u e i n t e r v i e n e n en el te-
j i d o c i u d a d a n o c r e a r o n t a m b i é n e n e l c a m p o r e l i g i o s o . A d o p t a n d o , a u n q u e sea con cau-
tela y resistencia, el f o r m i d a b l e i n s t r u m e n t o q u e h a b í a c a r a c t e r i z a d o la predicación de
los herejes, es d e c i r , la l e n g u a v e r n á c u l a , la p r e d i c a c i ó n d e l a s ó r d e n e s m e n d i c a n t e s -de
los d o m i n i c o s e n p r i m e r l u g a r - t a m b i é n o f r e c e a l a s m a s a s c i u d a d a n a s u n a ocasión de
Figura 2 Bonamico Buffalmacco. Pisa, Camposanto, muro perimciral meridional, vida eremítica,
1330-1 340. fn . ... detalle
'Para un análisis mas detallado de los temas aquí tratado- y ile las decisiones mcicidolópicas a las que remite»
cfr. L I'. >r.i La rete delle immagini /-/ preditazione volcan dalle ongim a uin Henuirdmo da Siena, Turin. 2001
a c u l t u r a c i ó n . d e a c c e s o ( a u n q u e sea d e f o r m a c e n s u r a d a y « v u l g a r i z a d a » ) al saber elabo-
1
Sobre el Camposanto pisano, cfr. también para ulteriores indicaciones bibliográficas C. Baracchini) E
rado e n los sTtidia y l o s i n s t r u m e n t o s l ó g i c o s y formales d e l q u e se s i r v e .
Casiclnuu\o<edü.). 11 Camposanto di Pna. T u r i n . 1996, > la reciente intervención de J. Baschct, «| peccau capi-
a
tali e le loro punizioni nell'iconografia medievale-, en C. Casagrande y S. Vecchio, 1 ielle vizicapitali>. Stornai I-1 h e c h o d e q u e l o s s e r m o n e s - a l m e n o s l o s de los personajes más famosos- n o sean
penati nel Medioevo. Turin, 2000. pp 225-260. cu concreto 237 ss. sólo d i c h o s s i n o t a m b i é n e s c r i t o s e n l e n g u a v e r n á c u l a c o r r e s p o n d e a u n c a m b i o . N o s h a n
* Sobre la predicación remito, también para ulteriores indicaciones bibliográficas, a los estudios de C llegado a t r a v é s d e l a s reportationes ( c o m o los t e x t o s de G i o r d a n o da Pisa, de los p r i m e r o s
Dclcorno, lm predicazione mil eia .omunalc. Florencia. I 9 7 4 ¡ id . Giordano da l'isa c l'antica prcdieazione iW/prr, anos del s i g l o ) , l o q u e i n d i c a OjñC e n t r e el p u b l u o c i u d a d a n o hay personas no sólo deseo
n o n a d a , 1975. ti'. Exemplum e letteratura ira Medioevo e Rinascimento, Bolonia. 1989. C f r . además T M. Quf- sas, s i n o t a m b i é n c a p a c e s d e t r a n s c r i b i r el t e x t o para c o n s e r v a r l o . Además, e n e l caso de
bnd. Arte' pratdnandi. Contributiva a Vhistoirt de la rhetonqtie au Moyen Age. Paris-Ottawa. 1936; R. Rincora, í|ue el p r e d i c a d o r m i s m o r e e l a b o r a r a e l t e x t o de los s e r m o n e s o b t e n i d o s , tenemos la
-Prcdicaton e predicazione (secoli ix-xvui)**. en K. Romano y C . V'ivano (eds.). Stona d'Italia. Annali, voi. iY. prueba de q u e al t e x t o v e r n á c u l o se l e a t r i b u y e n u n a d i g n i d a d e i m p o r t a n c i a nuevas; de
intellettuali e potere, ed. C. Vivami. T u r i n . I9H1, pp. 951-1035. M . Z i n k . lai prédieation en /angue romane «DM
hecho, pasa d e d i s c u r s o d e c o n s u m o a m o d e l o , a d i s c u r s o de r c u s o , insertándose cn una
7
liOO. l'ari*, 1976;J. I .ungere, hi prédieation medievale, Paris. 1983; V. C o l e t t i . Paro/c dal pulpito. Chiesa e iwri-
menit religiosi tra latino e volgare. Casale Monferrato. 1983; !.. B o l z o n i , - O r a t o r i a C prediche», cn A. AaorRoa
(ed.). Letteratura italiana, voi. UI/2' /> prosa. T u r i n . 1984. pp. 1.041-1.072; « L a predicazione dei frau dilli
meta del '200 alla fine del ' 500-, Atti delXXJ1 Convegno internazionale (Asís, I 3 - 1 5 de octubre de 1994), Spole- 1
Adapb» aquí la Terminología de H . Lnusbcrg. Elemente der literariseben Í O W T * [I949|, Munich. 1967 |cd.
to, 1995. C. Muvssig (ed ). MedievalMonasrie Preaching, l^-iden-Boston-CZolonia. 1998. C3M. Elementos de manca literaiia. M a d r i d . Grcdos. 1 9 9 3 J .
4 R 0 A I T E t H I S T O R I A E N LA E R A » M L U U I I I
atención muy viva -testimoniada, por ejemplo, p o r C a v a l c a - para la recepción del men-
saje por parte de los «idiotas», de los analfabetos. han ordenado la ley y los sabios que a todos los pecados les sea puesta la pena que a cada
La predicación ciudadana de las órdenes mendicantes c o n t r i b u y e a crear también un uno se le da B quién asesina, 1c sea cortada la cabeza; a quien es violento, se le ahorque; y
público capa? de leer las imágenes pintadas; en Pisa, p o r ejemph», colabora a difundir los asi con iodos I---- demás. Y no sólo es úul de esta manera, sino más údl es cuando, no sólo
instrumentos necesanos para - l e e r » los frescos del Camposanto D e hecho, si los mira- de palabra o p. .1 orden, s i n o cuando se muestra a la vista el juicio que le tricará si el peca. V
mos teniendo presentes los textos de la predicación d o m i n i c a c«>i iciuporánea -los domi- se pongan nlli i horcas para que las vean y les infundan miedo y temor...".
nicos tenían en Pisa, en el convento de Santa Catalina, u n c i n na prestigioso también
para la actividad literaria y artística *, podemos notar, en p i m i lugar, una correspon-
4
Podemos recon I .1 estas palabras de fray Giordano mientras miramos las escenas in-
dencia temática. Esto significa que desde las predicaciones s i - i li.in informaciones que fernales del Camposanto. Las diferentes fosas, los tremendos suplicios analíticamente
ayudaban a entender los conn-nid- de las imágenes. Pero se p ede observar aleo mis. representados ( l i g ¡), quizá la presencia de personajes ligados a hechos recientes de la
Es sabido que el ciclo de fresco d e ! T r i u n f o de la M u e r t e está i ubterto de grandes car-
1
ciudad, debían de su .1 nar en el ánimo del espectador la misma relación que la larga, in-
telas que contenían en su i <: • ifes en verso en lengua v< nacula. susntuidos, sólo terminable secuela que los ahorcados creaba en los subditos franceses. La justicia ierre-
mas tarde y parcialmente, p. >• nes latinas. I labia aden ÍS algunas inscripciones nal se 1 leja en la justicia divina y, en ambos casos, es idéntica la relación que se crea
latinas, desgraciadamente . perdidas". Esta estructura, evidentemente, con- entre exhibición del 1 astigO y prevención de la culpa. Las palabras de Giordano parecen
Uevaba la división del púhhc >s tres categorías: los analfabetos, los que sabían inspirad en una f u m e confianza en la persuasión del horror'"*.
leer sólo la lengua vernácula I lían leer también latín.
En el primer caso enn . •mi la capacidad comunicativa, la inmediatez de
representación que caracú-n. • i pintada. La Iglesia le había dedicado una aien-
ción secular, viendo en ella - quien n o sabe leer, la predicación sin palabras
1
Entre las cosas más útiles, había dicho por e.emplo fray G i o r d a n o . está poner delante de
los ojos del pecador la pena que le espera por sus pecados. Por esto
*Un utnurdirunu documento de la oda del convenio tic Sania Catalina es la crònica, i ruñada por fb>
Domenico da Pecaob v conUnuada por Simone da Casona F Bonaini (ed I. -Chronica anoqua coment»
Saoctae Cadiannae de Pisis Cronaca del comento di Santa «-aterina dell'ordine dei Predica tun in Pisa-,.-frcri-
no Jiunw italiano serie 1. VI. 2 11854). pp. 399-593. Cfr. K Barsom. - I manosenni della "Cronaca" c degli
-Annales" del Convento di S Caterina di Pisa». Wnnone domenicane XL\' (1*12$), pp 1K4-I96. que comge al-
gunos errores de la txanscnpoun del Bonauii y el análisis de la tradición manuscrita en E Panelli. -Croma di
Santa Calenna m Pisa CopisTi autori e modelli-. Memorie domennane n. *., XXVII (1996), pp 211-291. Ch. Figura 3. Bnnamico BulTalinacco. Pisa, Camposanto, muro pcnmerral meridional, el Infierno,
además. Dclvorno, Giordano da Visa. a t . p. 7; -Le scuole degli Ordini mendicami (secoli xin-xnK Am ¿a fresco. 1330-1340. detalle
convegni del Centro di Studi sulla spintuahta medir, ale (Todi. 11 -14 de octubre de 1976). Todi, 1978; O. Bum, -La
biblioteca e il convento dì S. Caterina in Piw tra il xiu e il XIV secolo, attraverso la testimonian» della "Chro-
nica antiqua"-. Bollettino storico pisano I.VIU (1989). pp. 163-172; G. Fioravanti, -Lafilosofiac la mcdinm Sobre el espectador del siglo xiv, analfabeto, que mira los frescos del Camposanto, el
(1343-1543)-. cn AA.W. Stona deU'Cnnentta di Pisa, vol I (1343-1737). Pisa 1993. pp. 2 59-288, en concreto recuerdo de la palabra del predicador actúa no sólo en el sentido fuertemente emotivo (y
260-266. AAA*V.. Libraru nostra communi' manoientti e incunaboli della Biblioteca eathanniana di Pisa. Pisa, 1W moral) que acabamos de ver sino también a nivel de conocimiento. La predicación le ha
"Se trata, como se sabe, de una situación may frecuente y difundida durante siglos. Importantes intera» transmitido una serie de datos del saber contemporáneo que le permiten también desci-
dones sobre problemas relacionados con la presencia a la ve/, de escritura )• de pintura se encuentran en C
Ciocioli (ed.), - Visibile parlan-. Le scritture esposte nei roigan italiani dal Medioevo al Rinascimento. Atti del Con- frar imágenes que al espectador medio tic nuestro tiempo le parecen más bien abstrusas.
legno Internazionale di Studi (Cassino-Montccassino, 26-28 de octubre de- 1992 ). Ñapóles, 1997. Veamos, por ejemplo, la Cosmografía que Piero di Puccio pintó en 1391 (fig. 4). En ella
10
Las reflexiones de lo* Padres de la Iglesia sobre este tema están recogidas en !.. Gougaud. -Muta pnr-
iiksti'i- Kr. ut bénédictine XI.Il < 1930), pp. 168-171. Cfr. L. Fcbvre, - Iconographie et evangelisation chreuen- "Giordano da Pisa. QuaresimalefiorentinoI30S-I306. ed. C. Delcorno, Florencia, 1974, p. ! 60-161.
ne-, en id.. Pour une histoire à pan entire. Paris, 1962. pp. 795-819; M« Cannile, -Seeing anil Reading: Some "Sobre la función del miedo en cl Trecento, cfr. J. Dclumcau, La peur en Occident (Xl\*-Xt'ttf siècles). Une
Visual Impbcations of Medieval Literacy and Illiteracy". Art History VIII (1985), pp. 26-49. tité aniegee, Paris, 1978.
482 Allí t H I S T O R I A kX L A F D A T » Mr O I A III
I- D I C A R L A MIRA D A , C O N T R O L A » LA INTFRIORIUAD. 483
\ OSQtros que miráis esta pintura / de O í o s piadoso sumo Creador, / el cual hizo todas
Dios padre sostiene entre Los círculos concéntricos de la Tierra, de los ele- • i osas con amor. / pesadas, numeradas y en proporción, / en nueve grados angélica na-
mentos, de los planetas, delossig >diacales. de la jerarquías angélicas; un soneto con intlcza, / en el e m p í r e o ciclo lleno de esplendor, / Aquel que n o se mueve y es motor, /
ti das las cosas las hizo buenas y puras, / levantad los ojos de vuestro intelecto,/ considerad
el estribillo en lengua vernácula escrito está bajo la imagen; en el marco, en relación con
qué ordenado está / el mundo universal; y con afecto / loadle a E l que lo ha creado tan
diferentes personajes, hay alguno- tttuh en larín, hoy, por desgracia, indescifrables; en los
perfecto; / pensad de pasar por tal deleite / entre los ángeles, donde todos son santos. / Por
dos ángulos de abajo, san Agustín y ^anto Tomás tienen un libro abierto, con inscripcio-
este mundo se ve la gloria, / lo bajo, y el medio y lo alto en esta historia . 14
Así. por ejemplo, en el capítulo X L I I I de la Exposición del símbolo de los Apóstoles (escota
temas y e x p r e s i o n e s d e d e r i v a c i ó n d a n t e s c a . 16
El entendimiento del Ángel es como una tabla en la que está pintada la figura entera
con nobles colores. Esta tabla es donde empezamos a escribir nosotros, y a pintar cuando El texto está tránsenlo en G . Vasan, Le vitedciptù tcccllentipittan e icv/rort e artkiteUon, ntltt redazionidel
1 4
empezamos a tener entendimiento, y mientras vivirnos siempre es nuestra; pero nosotros 1550c ¡568, ed R. Bcnarini. Florencia. 1967. II, p. 172. comentario secular ed. P. Barocchi.
no llegamos a escribirla toda, ni a pintarla por completo, pues esta tabla es tan grande que Para h fuente de la escritura de esta concepción, cfr- Sabiduría 11. 20.
11
IT
Agustín, Decivitatc Dci, X I , 9. Sobre el libro que tiene sanco Tomas se Ice: «Ordo inrebusa Dco crcaus
que poner tantos colores, que es una maravilla . 1l
umuitcm imindi manifestât; mundos enim DfflU dicinir unitntc secundum qpod i|uaecbrn ordincnnir ad alia*
(«lil orden en las cosas creadas por Dios deja de manifiesto la unidad del mundo; de hecho, el mundo es uno,
en el sentido que constituye una unidad en la que algunas cosas están ordenadas en función de ocras», 'lomas
Giordano da Pisa. Fredicht sulla tienen natale m Florencia net MCCCIK ed. D . M o r e n i . Mitin. ! 839, p. lí J.
484 ARTE I IIISIOHO Í N LA E D A D MEDIA I I I
I l > l ' l AH I A M I R A D A , C O N T R O L A R I. A I N T E R I O R I D A D .. 485
A l m a sabia, si m i r a s fijamente / el tiempo futuro del divino juicio, / y los buenos que
entendidas, cargándolas de u n v a l o r e j e m p l a r : e s t o s i g n i f i c a e n c a u z a r la r e c e p c i ó n en uní
son. elegidos para el Paraíso / y los reos condenados al eterno suplicio, / tu vida cn el mun-
única d i r e c c i ó n , c a p t u r a r al e s p e c t a d o r / l e c t o r d e t a l m o d o q u e i n t e r p r e t e las imágenes
do será perfecta / s i g u i e n d o la v i r t u d , dejando el v i c i o . 16
de* Aquino, Summa tlno/ogiea. la. q. 4T. ad 3m). El único trabar » que tono/to que estudie la Cosmografia te-
1 E s t o s e j e m p l o s a c l a r a n c ó m o e l c i r c u i t o q u e se crea e n t r e palabras e imágenes carga
niendo CII cuenta también las inscripciones l.mn.is es G. L . Bertolini, «La cosmografia teologica del Campo- a estas ú l t i m a s d e O t r a d e las c a r a c t e r í s t i c a s q u e d i s t i n g u e n el r e l a t o ejemplar; en el m o -
sanio di Pin», Sima antologia sene V, C X I . V i l (1910), pp. 720-725. m e n t o p r e c i s o e n e l q u e la i m a g e n se m o r a l i z a y se c o n v i e r t e en i m a g e n i n t e r i o r , se sitúa
''l'ara verificar esta hipótesis habría que descifrar las otras inscripciones latinas y reconstruir un cuadro en una d i m e n s i ó n e n la q u e p a s a d o , p r e s e n t e y f u t u r o c o i n c i d e n . L o s frescos p e r m i t e n
2 7
concreto de las tendencias liercucas présenles cn P i s a en el Trecento. Sobre ta función anuherética desarrolla- ver e l f u t u r o e t e r n o d e l j u i c i o d i v i n o , e l p r e s e n t e e t e m o de los m u e r t o s . Aquí el especta-
da por franaseAiios v dominicos m la Pisa de finales del Duecento, que ve presencias cata ras, cfr Al. Ronuru,
-11 fraiicescuiesiiuu a Pisafin»»alia meu del Trecento-. Bollettino storico pisano L I V (1985). pp. l-55.cn con-
creto -1.8-49 t¡avalo escribe que -quien |. . | quitara la imagen de Cristo de la iglesia y pusiera un idolo, seria "•Cfr- K. Sberle. -L'histoirc comme exeuiple. l'excmple comme histoirc». PoétiqueIII (1972), pp. 176-198,
considerado reputado patanno v gran enemigo de D i o s - ( D . Cavalca. Medicina del cvore oivcro trattato ¿tüi Y S. Suleiman, - L e recit esemplai re. Parabole, fablc. roman a • h •• c -, Poétique XXXII (1977). pp. 468-489.
pazienza, ed. G G Bwttan. Milán. 18Í8. p. 9). •'Cfr. «I-emina vana, perché non u delccri», v. 5 (Alnrpurgo, Le epigrafi, a l - , p. 56); - O anima, perche non
"Giordano da Pisa. Quaresimale Fiorentino, cu., p. 171. penti», v. 6 (p. 56). - O pcccator che in questa vita sei», v. 6 (p. 68), f -Anima savia, se ben miri liso», v. 1 (p.
69), donde al - s i " stguc- ci vocativo micia:.
-""Cfr. S. Morpurgo, -Le epigrafi volgari in nma del "Tnonfo delta M o r t e " , del "Giudizio Universale e
Inferno" e degli "Anacoreti" nel Cani'iownto di Fisa». L'arte I I (1899), pp. 51-87, cn concreto 54. Propone
!
* - G tu che poru la fronte c'I ciglio-, v. 6 (p. 57); -Se vostra mente serra bene accorta-, v. 6 (p. 57); -Del
cntcnos cu pane nuevos para la edición de los epígrafes L . Battaglia Ricci. - I l "Trionfo della Morte"del Cam- contemplar che nel diserto urna te >\ v. 10 (p. 78). Ciccuto individua cn ci empieo de «or» cn función argumcn-
lanv.i una «autentica marca cstilfsuctì de la prosa cavalchiana»; anàloga lectura da de «porre mente», -(Kirre
posatilo pisano c i Ictivrau», en Suina ed aite nella piazza del Duomo. Conferenze 1992-1993. Pisa, 1995. pp.
cura», -mente accorta», «t'haumilia» ( M . Ciccuto, «Giunte a una leitunt esemplare di Buffalmacco nel Cam-
197-2*9. ya que considera que los textos fueron pintados fielmente de nuevo cn el muro y que, allí donde son
posanto di Pisa», cn ni. Itone delta parola. Immagine e scrittura nella letteratura delle origini. Modena, 1995. pp.
legibles, sun más fiables que lus transmiudos por la tradición.
113-145, cn concreto 114-115, nota 8).
" M . Butor. Ijts mats dans la pemtuir: Ginebra. 1969. Sobre Ja relación curre imágenes pintadas y letreros,
-"•Morpurgo, la- epigrafi, cit.. p. 68.
dr. E Novali. Freschi e mina del Dugento. Milán. 1925. M . Schapiro. Words and l'ictnrei. On the lateral andtbt
"•Ibid.p. 69.
Symbolu m tht lUtistrattaii ofaTtsTt. La Maja-Pars, 197}; A l . Cannile. -Sccing and Rea- un;: ••. cit.; id . Tir G:ii-.
En el sonoro que Alorpurgo indica corno fuentc de los ulhrnos versoi citados, t i v. 6 dice: -se non
1 7
Idei Ideologi and bnagf-Makmg in Medicai Art, Cambridge. 1989 [ed- cast.* FJ idolo gòtico. Ideologia y cresaá ¿c
nghuardi le chosc future» (thid., p. 68, nota 2).
anarena en ti arte medieval. Madrid, Alai, 20O0|; C. O o o o l a . "Visibile parlare-: agenda. Cassino, 1992.
A R T E t H I S T O R I A E X LA K D A D M E D I A III
R U L ' C A R LA M MI A O A , C O N T R O L A R (A I N T E R I O R I D A D 487
* Para el análisis de este fenomeno como caracierísuco del relato ejemplar, cfr. S. Banaglia, «L'esempio
:
medievale-. Filologia romanza VI (1959). pp. 45-82. e id.. « Dall'esempio alla novella-. Filologia romanza VII
(I960), pp. 21-84; C Bremond.J. Le GolTyJ.-C. Schmjn (eds.), L'-Exemptum«. Tumhout, 1982; Rhétonquen
bistoire. L'-exempluni-* et le modele de comportemeiit dans le diseotirs antique et medieval. Mesa redamla organizada por li
Escuela Fnmtaa en Roma et IS de mato de 1979. en Melange.* de l'Ecole Fran(iiise de Rome XCI1 ( 1980), pp. 9-179. '-' Cfr. A. Bartistoni, «La Compagnia dei disciplinati di San Giovarmi Evangelista di Pona della Pace in Pisa
:v
C f r . C. Frugoni Seros, «Il teina dell'incontro dei tre vivi e dei tre m o n i nella tradizione mediocvale e la sua devozione verso frate Giovanni Soldato», Bollettino della Deputazione di Storta patria per l'Umbria LXV
italiana». Ani dell'Aitademia dei Lincei. Memorie. Classe di seienze morali, storiche cfilologiche,serie Vili, XTfl (1968), pp. 199-228; A. Caleca, «I novissimi: le storie dei Sano Padn c le storie evangcUchcdi Bonamico Buffal-
(1967), fase. 3. pp. 145-251. para integrar con las observaciones de la misma autora en el más rccienie id., macco», en AA.VV.. Fisa Museo delle sinopie del Campáronlo Monumentale, Pisa, 1979, pp. 55 ss,; Frugoni, Altri
«Altri luoghi, cercando il Paradiso (11 ciclo di Buffalmacco nel Camposanto di Pisa e la committenza domeni- luoghi, c u , pp. 1.634-1.643. Frugoni -mientras Baràsioni fecha la muene al final de los años cuarenta-piensa
cana)». . - o W ; della Scuola Sormale di Pisa serie I I I . XV111 (1988), pp. 1.557-1.643. en una fecha más antigua; advierte, de hecho, que a Giovanni ya no se le menciona en un documento de 1338
(p. 1.636) y sosuene que «la inhumación del eremita preexisnó a la versión del fresco de la Tebaida» (p. 1.639).
"'Àlorpurgo. Le epigrafi, eie, p. 60.
'' Ibid., p. 57. El mensaje está reforzado por el hecho de que, tradición a hnen te, se considera ci pecado " Véase la ieori¿ación que hace Cavalca: «In luogo di que' santi antichi monaci e romiti sono levati li mo-
como la muerte del auna; el cadáver, descompuesto, devorado por los gusanos, se hace así la imagen visible de naci del tempo d'oggi, la sollicitudine de" quali per la più pane è più in moltiplicare le possessioni die in fen*ore
d'orazione»; por esta razón «chi vuole campare, fa bisogno che guardi più agli esempi vecchi che ai novelli* (Ü.
una situación interior que delie suscitar horror y arrepentí miento. Véase, por ejemplo, la lauda de Iacoponc
Cavalca. Disciplina degli spirituali, col trattato delle trenta stoltizie, ed. G. G. Boltari, Milán. 1838. pp. 12-13).
que empieza: «Sí como la mone face I a lo corpo umanato I multo pcio sì fa a l'anc-ma I la gran mone dd
peccalo» (Ucopone da Todi, lunule, ed. F- Mancini. Roma/Bari, 1974, n. 26, pp. 71-72), donde el paralelismo «Aprended a disciplinaros para que el Señor no se enfurezca y no perdáis la recta vía». Cfr. Frugoni,
J4
E l segundo caso que analizamos —el Coloquio espiritual d e S i m o n e d a C a s e í n a , esento Veamos, p o r e j e m p l o , los c o n s e j o s que se d a n a la monja mientras el cura se pone la
en 1 3 9 1 - nos lleva o t r a v e z a Pisa, a l c o n v e n t o d o m i n i c o d e S a n t a C a t a l i n a , p e r o en una
r casulla:
situación p r o f u n d a m e n t e d i f e r e n t e . L a v i d a c i u d a d a n a e s t á a h o r a m a r c a d a p o r grandes
dificultades políticas y soriales **; la I g l e s i a , y a d e b i l i t a d a p o r e l e x i l i o a v i ñ o n é s , se desga-
1 M i r a fijamente la casulla, la cual cubre todas las demás vestimentas -dice Simone poco
después— y verás que esta dividida en dos partes [...] entonces te inflama y enciende la ex-
celente v i r t u d de la caridad, que es madre de las otras, extendiendo el amor a Dios con
a
A està tradiciòn se vincola, por ciemplo, Vasari ("Vita di Andrea Orcagiia>-) y. cn 1600, el canónigopi- todas las fuerzas y al prójimo c o m o a t i misma' . 9
sano Toni (cfr G. B. Tom, Notìzie e avvenimenti storici diversiriguardantila dna di Pisa. Pisa. Biblioteca Uni-
versitaria, cod. 595, p. 30). Cfr. sobre ci problema las conrnliuciones d e j . Polzcr, «Amtodc, Mohammcd and
Nicholas V in Hell-, The Art Bidlttm XLVJ (1°64), pp. 457-409, y F. Franccschini. -Maometto e Niccolò V Las d o s p a r t e s e n las q u e está d i v i d i d a la casulla representan las dos partes de la cari-
all' "Inferno"? Affreschi del Camposanto e commenti danteschi», en A l Santagata y A- Srussi (eds.). Snidi per dad, es d e c i r , la q u e se d i r i g e hacia D i o s y hacia el p r ó j i m o . P o r o t r o lado, la colocación
40
Umberto Carpi Un saluto da allievi e collcgbi pisani, Pisa, 2000, pp. 461-487. de la casulla, q u e c u b r e l o s o t r o s p a r a m e n t o s sagrados, sirve para reforzar la alegoría,
M e renerò naturalmente a E, Aucrbach. -Figure-, cn td.. Dante als Dichter dcr irdisthen H'elt, Betti»
1 6
porque, s e g ú n la e n s e ñ a n z a p a u l i n a ( I C o r i n t i o s 13), la caridad supera a todas las demás
1-cipiig. 1929 |cd. cast,-. Dante, poeta del mando terrenal. Barcelona. Acaniilado, 20O8J- virtudes. L o s v e r b o s q u e i n d i c a n la vista ( « m i r a » , « v e r á s » ) sirven para subrayar la estre-
r
Cfr. las noùcias sobre Simone dadas en Simone da Cascina, Colloquio spirituale, ed. E dalla Riva, Floren-
cia, 1982, prcsentauón de C. Delcomo, y en E- Panclla, Cronica, cir,, en concreto pp. 266-272. Sobre ci Cofa-
qmo espimual, cfr. I . Bolzoni, -11 "Colloquio spirituale*' di Simone da Casana. N o t e su allegoria e immagini
su independencia cayendo cn manos de los florentinos. Interesantes testimonios se encuentran en los textos
della memoria», Rivista di teturauira italiana IH, I <19S5), pp 9-65; id.. - L a battaglia dei vizi c delle virtù.
recogidos en G. Vánuüni <cd.), Lamenti stoncipisam. Pisa, 1968.
Tesu e immagini tra Tre e Quattrocento», cn Ceti sociali ed ambienti urbani nel teatro religioso europeo del '300 e '"Simone da Caseína, Colloquio spinttiale, C Í L , p. 33.
del'400. Ani del Convegno Internazionale di Studi (Alterco. 30 de mayo-2 de juiuo 1985), Viterbo, 1986, pp. 91- W
E 1 mismo significado tiene un texto que consriiuye una íueiue impórtame para el Coloquio espiritual:
123, en concreto 113-115.
Inocencio I I I , De sacro aítaris mysterio lilni sex, en J.-P. Migne (ed.), Patrología Latina, 217, cois. 773-915, en
C f r . O. Band, Iacopo d'Appiano. Economia, società e politica del comune di Pisa al suo tramonto (1392A^399),
w
concreto 795.
Pisa. l V T l . y C Violante, Economia, società, istituzioni a Pisa nel Medioevo. Bari, 1980. La ciudad perder* cn 1406
490 ARTI L HISTORIA EN LA E D A D MEDIA I I I
deben c o m u n i c a r c o n o t i m i c n i o \. a la v e z . o p e r a r u n a t r a n s f o r m a c i ó n m o r a l , de modo que oí ; M los f|. 2 ~\ -2Xr d e l c ó d i c e ( f i g . 5), de manera que f o r m a una única escena. M i -
que guíe hasta los u m b r a l e s de ta e x p e r i e n c i a m í s t i c a . H a y q u e s u b r a y a r u n p u n t o ; todo ramos i i sie m a j e s t u o s o c a b a l l e r o q u e , a y u d a d o p o r u n ángel, se enfrenta a una m u l t i t u d
el proceso - l a m e t a m o r f o s i s de ta i m a g e n , su f o r m a d e a c t u a r e n e l a l m a - s ó l o es posible de seres m o n s t r u o s o s . L a r e l a c i ó n e n t r e palabra e i m a g e n es m u y estrecha; cada lugar de
porque i m p l i c a t a m b i é n a la m e m o r i a . I o d o s l o s i n t e r l o c u t o r e s d e l Coloquio espiritual \o la i n u ^ i i e s t á , de l i o h< >. p r o v i s t o de una i n s c r i p c i ó n . Para entender lo que tenemos ante
subrayan: c u a n d o S i m o n e v el f r a i l e e x p l i c a n l o s d e t a l l e s d e sus i m á g e n e s , i m i t a n a • la vista, d e b e m o s n o s ó l o l e e r l o s l e t r e r o s , sino también fijar nuestra atención en el lugar
donde cada u n o de e l l o s está s i t u a d o ; t e n d r e m o s , e n otras palabras, que recorrer lenta-
monja a « p o n e r l o s ante el i n t e l e c t o » , a « r e d u c i r l o s a la m e m o r i a » y, p o r f i n , a «meditar-
mente, etapa p o r e t a p a , t o d o e l p r o c e d i m i e n t o c o m p o s i t i v o del autor. Así es como éste
l o s " ' . Estos verbos se usan, si n o c o m o s i n ó n i m o s , s í c o m o e x p r e s i o n e s q u e indican las
11
sios 6 , 1 3 - 1 7 ) .44
mos, p o r ejemplo, que I . Porta al p e c a d o r e n c a m i n a d * i al a r r e p e n t i m i e n t o , y scpio * i sacramentos. . I o n e s del Espíritu Santo, obras de misericordia, virtudes, vicios, cualidades dd
cuergMi \ del alma), dibujo sobre pergamino, último cuarto del siglo xiv.
porque lo ve enfermo c .. Jlentt le da u n caballo que le conduzca a la patria celestial,)' rio. Es . ' m i s m o e s q u e m a q u e e n c o n t r a m o s a m e n u d o visualizado en los liildcrbiicber, por
es su tieso» l-\ic ciiialUi en adornado con ornamentos de v o l u n i a d , sin pecado; la silbes e)empl< ion u n o s c í r c u l o s c o n c é n t r i c o s ( f i g . ó ) .
la compunción, t i heno es h di ii .n. .i su l o m o sube q u i e n se convierte, y corra y espolee Podi M Í O S v e r a s í c ó m o u n ú n i c o c ó d i c e r e t ó r i c o atraviesa prácticas y lenguajes dife-
al caballo con ejemplos, de sanios...'". rentes l u c r a r l o , figurativo o m i x t o . P e r o se puede d e c i r algo más. L a miniatura inglesa
entra p o r los o j o s , n o s h a c e e n t e n d e r c o n la i n m e d i a t e z de la representación visual la
Está claro que u n f r a g m e n t o c o m o éste se p o d í a t r a s l a d a r f á c i l m e n t e a u n a i m a g e n mixta estrech.i r e l a c i ó n q u e se p u e d e c r e a r —tanto e n la p i n t u r a c o m o en el texto literario—entre
m u y parecida a la d e l códice inglés; bastaría c a m b i a r las i n s c r i p c i o n e s . alegon.i e i m á g e n e s d e la m e m o r i a . H e m o s v i s t o ya c ó m o las inscripciones transforman
Pero m i r e m o s ahora el c o n t e x t o e n e l q u e está s i t u a d o e l c a b a l l e r o . T i e n e delante de cada p a r t e d e l a i m a g e n s e n s i b l e e n i m a g e n m o r a l . A l m i s m o t i e m p o , la totalidad funcio-
él una horda de d e m o n i o s m o n s t r u o s o s c o l o c a d o s d e n t r o d e u n a p a r r i l l a rectangular. na c o m o s i s t e m a m n e m ó n i c o ; e l o r d e n d e los loci n o está sólo garantizado, sino que se
U n a vez más tenemos que dejarnos guiar p o r las i n s c r i p c i o n e s ; v e r e m o s entonces que se revela f u e r t e y c o m p a c t o ; l o s d i f e r e n t e s loci, señalados justamente por las inscripciones,
trata d e los siete vicios capitales y de su n u m e r o s a p r o l e ( l o s v i c i o s m e n o r e s que de ellos son c o m o las p i e z a s d e u n p u / l c ; h a y u n ú n i c o m o d o d e r e c o m p o n e r l o , hay una imagen
se derivan). A ellos c o r r e s p o n d e n - a l i n e a d a s e n el c a m p o d e l c a b a l l e r o - las siete palomas única e n la q u e t o d a s p u e d e n e n c o n t r a r c o l o c a c i ó n . Además, a través de las inscripciones,
los c o n c e p t o s a b s t r a c t o s d e las d i f e r e n t e s v i r t u d e s se sitúan e n los loci y se asocian a imá-
blancas, que representan los dones d e l E s p í r i t u S a n t o , y las siete bienaventuranzas del
genes sensibles. E s t a s ú l t i m a s se c o n v i e r t e n así n o sólo e n alegorías sino también, según
Sermón de la M o n t a ñ a , inscritas e n la filacteria q u e sujeta e l á n g e l . E s t a m o s ante la re-
los d i c t á m e n e s d e l a r t e d e l a m e m o r i a , e n imagines agentes; c o n o c i m i e n t o y recuerdo del
presentación visual de u n sistema d e c o r r e s p o n d e n c i a s , d e c o n t r a p o s i c i o n e s , d e deriva-
sistema d e los v i c i o s y d e las v i r t u d e s v a n al m i s m o paso.
ciones; de u n sistema, básicamente, d e c l a s i f i c a c i ó n . T a m b i é n a q u í estamos e n presencia
de procedimientos r e t ó r i c o s que p o d e m o s e n c o n t r a r f á c i l m e n t e y r e p r o d u c i r en un tex- C o n las m i s m a s m o d a l i d a d e s e s t á n c o n s t r u i d a s otras imágenes mixtas que encuentran
t o ; si recorremos la parrilla r e c t a n g u l a r d e a r r i b a abajo, p o d e m o s r e c u r r i r a la enumera- c o r r e s p o n d e n c i a e x a c t a e n e l Coloquio espiritual d e S i m o n e da Caseína, c o m o la «Turris
ción; sí la recorremos en s e n t i d o h o r i z o n t a l , p o d e m o s r e c u r r i r a la antitesis. E n ambos sapientiae», a m p l i a m e n t e d e s c r i t a e n e l c a p í t u l o V I ( f i g . 7), o c o m o «el árbol de la m e d i -
casos, el juego d e las correspondencias n u m é r i c a s ( e l siete e n este caso) eonsntuye un tación de J e s ú s e n e l ú l t i m o c a p í t u l o , q u e c o r r e s p o n d e fielmente al Ligjww vitae de
marco u n i t a r i o que reconduce a la p l u r a l i d a d . ascendencia b o n a v e n i u r i a n a , d e l q u e S i m o n c podía v e r u n ejemplo, entre otros, en el
Así, por ejemplo, e n e l Coloquio espiritual, e n l o s c a p í t u l o s X X X y X X X I , el Paternós- fresco a t r i b u i d o a T a d d c o G a d d i e n e l r e f e c t o r i o de Santa C r o c e en F l o r e n c i a (fig. 8).
46
ter se divide e n siete peticiones, cada una d e las cuales e s t á l i g a d a a u n d o n del Espíritu L o q u e es i m p o r t a n t e s u b r a y a r es la r e p e t i c i ó n de u n m i s m o códice retórico, de m o -
Santo, a una bienaventuranza d e l S e r m ó n d e la M o n t a ñ a , a u n a v i r t u d y al v i c i o contra- dalidades c o m p o s i t i v a s i d é n t i c a s . E s t o hace posible la relación abierta que se crea entre
" L a glosa ordinaria amplía las indicaciones de san Pablo, llegando a incluir un caballo también (cfr. Evans.
An Ulustratcd Fragmcnt. cit-, p. 19).
•Cfr. AL Ladis, Taddco Gaddi. Crilical Rcappraisal and Catalogue Raisonne, Columhia. MoA-ondrcs, 1982
pp. 66-73 y 171.
41
Simonc da (lascina. Colloquio ipmtuale. cit., p. 39.
A m » IIIMOÍM IN IA 1 u»r> MEDIA 111
F u t ' l A R LA MISADA. CONTROLAR L A I N T f R IOR I I I A D 495
les);
preta i texto (o más textos juntos), p u e d e a s u vez generar otros textos, y viceversa.
cuerd N o s ó l o e l t e x t o e s t r a d u c i b l e e n i m á g e n e s , s i n o q u e l a i m a g e n p u e d e a s uv e z
Sabiduría-, dibu|0 M i b r e p e r ira m i n o , u l o n u i e u a r t u d e l s i g l o x i v . N o podemos p r e g u n t a r q u é tipo d e difusión tuvieron procedimientos d e este tipo.
critos, las vernos pintadas sobre tablas, o e n grandes frescos, o incluso historiadas e n v i -
Arsenebs» 4 7
. E l c a s o d e A v e r a r a n o sdice q u e también u n esquema t a n c o m p l e j o c o m o la
u r b a n a s , hace e r i e i r h o g u e r a s d e l a s « v a n i d a d e s » , e n s e ñ a a « r e c o n o c e r » y a condenar
llamadas a r e t i n a r e l e s q u e m a e s c o l á s t i c o d e las d i v i s i o n e s ? H e p o d i d o verificar que las
a las b r u j a s . 4 8
cosas n o s o n a s í . L a s m i n u c i o s a s i n d i c a c i o n e s de B c r n a r d i n o se r e f i e r e n a una i m a g e n
E n t r e los s e c r e t o s de s u é x i t o , j u n t o a u n a m e z c l a s i n e s c r ú p u l o s d e e n s e ñ a n / a s eleva- precisa e n t r e las más d i f u n d i d a s y a a p a r t i r d e l s i g l o x n i , e n el c i c l o de esquemas visuales
das y de t é c n i c a s j u g l a r e s c a s y t e a t r a l e s , e s t á e l u s o d e l a s i m á g e n e s . L a u t i l i z a c i ó n de la (o Btlihrhuchvr) q u e h e m o s m e n c i o n a d o ; e l s e r a f í n ( ó e l q u e r u b í n , los dos ténrdooi tivfl
t a b l i l l a c o n e l n o m b r e d e J e s ú s p o r la q u e B e r n a r d m o es c é l e b r e , es s ó l o u n a s p e c t o de un den a c o n f u n d i r s e ) < o n s e i s a l a s , d i v i d i d a s e n p a r t e s d i f e r e n t e s (las inversas plumas? caris
m o d o de p r o c e d e r m u c h o m á s a r t i c u l a d o y d i f u n d i d o . S o b r e t o d o e n t r e 1 4 2 5 y I 4 2 7 , e n una de las c u a l e s , c o m o i n d i c a n l a s i n s c r i p c i o n e s , r e p r e s e n t a una etapa hi <i • o ! ifTe
los a ñ o s e n l o s q u e l l e g a a b m a y o r c e l e b r i d a d , e s t á m u y a t e n t o a u s a r hasta el fondo p e n ú m i c n c o , d e la * • « n f e s i ó n , d e la p u r i f i c a c i ó n , d e la e l e v a c i ó n a D i o s f f i g ' V >- '••
todos los r e c u r s o s y e f e c t o s d e ese j u e g o d e i n t e r c o n e x i o n e s e n t r e i m á g e n e s mentales, l i t e r a r i a d e la i m a g e n es u n t e x t o d e l s i g l o x n , Dcsexalis Chcnihin, a t r i b u i d o generaím
i m á g e n e s c o n s t r u i d a s c o n las p a l a b r a s y / o c o n la p i n t u r a , q u e h e m o s a n a l i z a d o más a r n - te a A l a i n d e L i l l e . i |Utí a s u v e z r e e l a b o r a u n a v i s i ó n descrita p o r Isaías (isaias 6) '. y
Ad*:-
ba. I n t c r a c r ú a n n u e v o s y v i e j o * e s q u e m a s , u s a d o s l i b r e m e n t e y r c i n t e r p r e t a d o s en una más, s e g ú n la Legvii>ia //U/ÍOJ; c u a n d o san F r a n c i s c o r e c i b e los estigmas t i e n e una visión en
P a r a u n a n á l i s i s m á s a m p l i o d e l a t r a d i c i ó n e n l a q u e B e r n a r d i n o s e i n c l u y e , cfr. L . B o l z o n i , « P r e d i c a z i o -
Exempìm t
M
O h . me parceid ver U noche precedente, casi a la aurora, l u que está escrito en el Apocalip-
i a i a t m ví'cl ' • BS salen d e l m a r
sis en el séptimo capítul* donde dice así: «Vldi quaruor angelos stanies super quatuoi -uigulos
que a la m e n t e bacen t u r b a r :
terre, tencme-. quatucil rrc^ nc liarent super térras, neqia aper mare. ñeque in ullani
el d o l e r y i i ^.inar.
arhorem-'v Dif • r Siena, la cual tenia cuatro p a u t a s en cuatro panes".
•I temer y i I esperar ". 4
bíblico, r e i v i n d i c a p o r c o n s i g u i e n t e para sí la p r o p i a v e r d a d y c a p a c i d a d operativa de las es capaz asi d e o r g a n i z a r y d e h a c e r r e c o r d a r t o d o el resto d e l sermón, que está dedicado a
imágenes del texto sagrado. E l j u e g o p e r s i s t e n t e d e l n ú m e r o c u a t r o es c e n t r a l : regula el mostrar las c o n s e c u e n c i a s d e u n u s o b u e n o o m a l o de los cuatro afectos del alma.
desarrollo d e l s e r m ó n , es decir, marca casi todas las d i v i s i o n e s y s u b d i v i s i o n e s d e l tbemú; A I m i s m o t i e m p o , c o m o se d e c í a , la i m a g e n se c o n v i e r t e e n teatro de la lucha entre
al m i s m o t i e m p o , c o n u e n e una f u e r t e carga s i m b ó l i c a p o r q u e la t r a d i c i ó n le hace el de- ángeles y d i a b l o s ; sus loci se c o n v i e r t e n e n los lugares elegidos del contraste que, de vez
positario de la t o t a l i d a d o, m e j o r d i c h o , de la p l u r a l i d a d o r d e n a d a q u e g o b i e r n a el mun- en c u a n d o , se i n t r o d u c e c o n f ó r m u l a s fijas:
d o . Son cuatro los p u n t o s cardinales, c u a t r o l o s e l e m e n t o s , c u a t r o las estaciones, cuatro
los h u m o r e s , e t c . . E l c u a t r o e n c u e n t r a su n a t u r a l p r o y e c c i ó n v i s u a l e n e l cuadrado. En
56
El d i a b l o e n t r a a veces e n el alma con el placer por la puerta de levante [...] Viene el
el texto del s e r m ó n , el cuadrado se c o n v i e r t e e n la i m a g e n c o n la q u e se p u e d e n visualizar ángel y, desde la o t r a p u e r t a , l o contrarresta con el dolor, diciendo [...]
realidades diferentes e n t r e sí, p e r o e s t r u c t u r a i m e n te i g u a l e s : el m u n d o , la c i u d a d , el alma T a m b i é n llega al a l m a o t r o v i e n t o de occidente que significa el dolor [...] Y en cuanto
y el cuerpo del h o m b r e . B e r n a r d i n o i n t e n t a h a c e r q u e l o s o y e n t e s c o n s t r u y a n bien la el ángel ve a a l g u i e n que q u i e r e ayudarse y retirarse de estos peligros, rápidamente corre en
i m a g e n m e n t a l del cuadrado y c o l a b o r a r a este p r o c e s o r e m i t i e n d o a u n a i m a g e n sensible el p e n s a m i e n t o de ellos (...1 y tapa la boca a este viento | . . . ] ' . É
BuLp,li2.
a
" O r . AL Seidel. -Die Fresiceli des Ambrogio Lorcnzcrri in Sant'Agostino», MiitetJtmgen des Kiimtbmm-
seben Insania in Fiorerà XXII (1978). pp. I82ss.
Heluos apunado antc-s el misino pnicedimiento en el Calottino esptrittial de Simone da Cascina.
w
" Sobre los fresco* del Buen y el Alai Gobicmo dr., umbién para ulteriorcs indicaciones bibliogtilicas, C
Frugoni, Unafontanaatta. Sentimenti e immagini nel Medioevo. Turin, 1983. cap. V I ; los amculos recogùlosctl
E. Castclnuovo (ed.), Ambrogio Lorenzetti. Il Buon Governo. Mila», 1995, en concreto M . M . Donato, «La "be- "'Bernardino de Siena, Prediche volgari, cíe, IT, p. 929.
Uissima inventiva"- immagini e idee nella Sala della Pace*-, pp. 23-41. y È Brugnolo, «Le iscrizioni in volgare: L a pintura fue trasladada cn el siglo xvn a la iglesia de Sant'Ansano cn Castelveccbio, de donde se rcüró
6 ?
lesto e comincino», pp. 38lss. Para el modo en ci que Bernardino los oca, d r . C. Dclcorno, - L a città nella cn 1799 para ser expuesta en los U f f i z i ; E . Carli, «Luoghi ed opere d'arte senese nelle prediche di Bernardino
prcdica?Jonefrancescanadel Quattrocento-, Quaderni della Fondazione del Monte di Bolotlìa, e Ravenna Ffl del 1427», in Bernardino predicatore nella società del suo tempo. Atti del XVIconvegno del Centro di Stud
tualità
(1984), y AA.VV, Alle origini dei Monti di Piera. I Francescanifraelica ed economia nella Società dei Tardo Medioevo. medievale (Todi, 9-12 de ocnibre de 1975), Todi, 1976, pp. 155-182, en concreio 171, que aprecia tam-
Bolonia, 1984, pp. 29-39. bién la agudeza crítica del predicador.
502 A R T E E H I S T O R I A E N I.A E D A D M E D I A 111 EPI'CIA» LA M I R A D A , CONTROLAR LA I N T E R I O R I D A D . .
reverente y el mas recatado que nunca viera en la A n u n c i a c i ó n . Fíjate en que ella lié mira p a r t i c i p a c i ó n e m o t i v a , i m p l i c a c i ó n s e n t i m e n t a l ; t o d o esto se entrecruza e n el ÍÉSgQ reto-
al ángel; y está casi en una actitud temerosa. Ella sabía m u y bien que él era ángel, ¡por que rico y m n e m ó n i c o q u e se c o n f í a a las e s c a n s i o n e s n u m é n c a s .
tendría que turnarse^ ¡Lo que habría hecho si hubiera sido u n h o m b r e ! Toma ejemplo, K e s u l t a c l a r o e n t o n c e s c u á l es e l s e n t i d o de las r e f e r e n c i a s a la i c ó n . . , : urbana que
jovencita, de lo que debes hacer tú. N o hables nunca a u n h o m b r e si no está presente tu poco a p o c o e n c o n t r a m o s e n l o s t e x t o s d e l í e r n a r d í n o ; la c i u d a d , i-r.r. sus h i r : ^ ' , con n s
padre o tu madre'*. imágenes f a m i l i a r e s , v a a r r a i g a d o s e n la m e m o r i a d e l p ú b l i c o , está ''.:.r-><\. . tiansíer-
marse e n t e a t r o d e la m e m o r i a d e la p r e d i c a c i ó n b e r n a r d i n i a n a . Edtit .M \t \, irada
Las menciones a la iconografía u r b a n a p u e d e n a d e m á s enirel.i/.arse c o n los viejos es- y d e n u n c i a d e l o s e r r o r e s i c o n o g r á f i c o s r e a l i z a d o s p o r los p i n t o r e s 1
-/- iKit-¡ esfceciiO'
quemas de los Btfderbiuhtr. ~\ reces; la i m a g e n p i n t a d a n o se c i t a e x p l í c i t a mente, pero mente, a m b o s c o n t r i b u y e n a h a c e r p o s i b l e esc c i r c u i t o e n t r e palabras e imágf m ff c
podemos i n t u i r con l a c i l ' - . i rn -erteia. A s í . p o r e j e m p l o , e n el c u a r e s m a l florentino de escucha y r e c e p c i ó n v i s u a l , q u e e l p r e d i c a d o r c o n s t r u y e c o n t a n t o cuidado.
1424, vahos sermones st n i . o r e el esquema d e l Ligim/n vi rae. E n c o n c r e t o , en el
Viernes S a m o se pane . ices V se d e t i e n e e n l o s d o c e I r u t o s q u e nacen de cada
una de ellas y en las di ¿n c o n cada t r u c o . E l e s q u e m a d e b e s e r v i r para reco-
r r e r los diferente* m o m e i .ón. p e r o se h a c e t a n c o m p l i c a d o q u e e l predicador
invita al público j d i b u j . - t • Ifl V i d a p a r a p o d e r s e g u i r así m e j o r e l sermón:
Si quieres p i n u r - i Vida, haz u n árbol con rres raices, y alza el árbol con
doce ramas y con doce tratos, v jgairadas a cada f r u t o haya dos hojas, y en cada hoja graba
a Jesús de oro. y adverar.:* después por veinticuatro hojas toda la Pasión de nuestro Señor
Jesucristo '''.
1
se le había dado* cuando era t o d o lo contrario, alegre de corazón, de mente y de cara, viéndose en tanta gracia
promovido por Bernardino- de Dios. Y al lado pintan a Nuestra Señora de parto, como si tuviera dolores o penas, como [asuenen las demás
^Sobrc los sermones del Viernes Santo, cfr. P. YV. Kepplcr, «Zur Passionspredigt des Mittelalters-, Histo- mujeres, y con las nodrizas, etc. Todo son errores, que ella dio a luz sin dolor alguno- (Bernardino de Siena,
nstbesjalifbucb DJ (1882). pp. 285-315, y K. riefele, Der bl. Bemhardhi von Sieria and diefranziskanischeWaa- Predicbe volgari, cit., I , pp. 278-279).
oerpredtgt m Itaben während des Ar. Jahrhunderts, Friburgo, 1912, pp. 105-120,
16
ESPACIOS Y FORMAS E N LA MEMORIA Í-LÍN'EKARIA
MEDIEVAL'
A r m a n d o Petrucci
' P o r l a e x t e n s i ó n d e e s t e e n s a y o , h e u s a d o l i b r e m e n t e e l m a t e r i a l r e c o g i d o p o r A . P e t r u c c i , Le scnihirr
ultime. Ideología de/la viorte c strategie dello serevere nella tradizione oecidetitale, T u r í n , 1 9 9 5 . V é a s e t
g e n e r a l , R . F a v r e a u , Epigrapbic incdiévnlc, T u m h o u t , 1 9 9 7 ( s o b r e t o d o , e l c a p . XIV- « L e s é p i t a p h e s » , p p . 2 9 1 -
m e m o r a t i v a s a r t i c u l a d a de varias m a n e r a s e n t r e N o r t e y S u r , e n t r e O r i e n t e y Occidente. IM costruire- tecniche, artisti, committenti, T u r i n . 2 0 0 3 . p . 596, fig. 2 ( e d . c a s t - : Arte e bistorta cu la EdadMedia U.
Meamtruu; M a d r i d . A l c o l , 2 0 1 2 ] . P a r a l a s i n s c r i p c i o n e * f u n c r c i r i a s a l t o m c d i c v a l c s i r a t i i n a s y f r a n c e s a s s e r e m i -
L a p r o d u c c i ó n epigráfica de la A l t a E d a d M e d i a e u r o p e a se h a b í a r e d u c i d o , prácti-
te a l o s s i g u i c n t e s t r e s corpora; A . S i l v a g n i , Monumenta cpigrapbiea tbristìana saettilo SUI antiquum quae in Italiae
camente, e n t r e los s i g l o s v i y v n a la f u n c i ó n f u n e r a r i a . E n e f e c t o , la i n m e n s a mayoría
fimbia extant nam l'ii XU l'untificis Maxmn. 4 v o i * . , C ì u d a d d e l V a t i c a n o , 1 9 3 8 - 1 9 4 4 ; P. R u g o , Le iscrizioni dei
de los l e t r e r o s expuestos e n e l i n t e r i o r d e l o s e d i f i c i o s s a g r a d o s a l t o m c d i c v a l e s está secoli n-M-viii csitenti in Italia. 5 v o l s . . C i t t a d e l l a , 1 9 7 4 - 1 9 8 0 ; R F a v r c a u y j . M i c h a u d ( e d s ) . Corpus des ìnsenp-
o instituida p o r i n s c r i p c i o n e s f u n e r a r i a s q u e r e c u e r d a n , n o y a a c a d a u n o de los fieles mm de la brame medievale, 1 9 v o l s . , P a r i s | d e s p u c s P o i o c r s J , 1 9 7 5 - 1 9 9 7 . C f V . t a m b i c n p a r a I t a l i a . N . G r a y ,
comunes, c o m o e n la c u l t u r a p a l e o c r i s t j a n a , s i n o a las é l i t e s y , s o b r e t o d o , a l o s grandes - T r i e P a l a e o g r a p h y o f L a b n I n s c r i p t i o n s i n t h e E i g h t h , N i n t h , a n d T e o t h C e n t u r i e s i n I t a l y - , Papers of the
Figur.i
•111.1. ps •1 iipn-i de Santa ( ¿alia en ta erreunva radón ostiense, aliar movo de Gregorio V I I ,
c i e m p l t i más ilustre , i de esta p r á c t i c a d o b l e esta c o n s t i t u i d o p o r la sene
inscription en la fachada anterior, marmol, 1073
de letreros que acompafiai desde R o m a a la r e i n a l o m b a r d a T e o d o l i n d a . pro-
b a b l e m e n t e después de . el p o n t í f i c e G r e g o r i o M a g n o ( f 6 0 4 ) , de doce reli-
distribuida n «los c a r a s d e l a l t a r y c i r c u n d a d a p o r los m a r c o s preexistentes de festones. La
quias de santos v e n e r a d o ; na; de ellas f u e e s e n t o . p o r u n G i o v a n n i indignas et esentura esta e n r i q u e c i d a c o n f o r m a s g r á f i c a s p a r t i c u l a r e s ( G r e d o n d i l l a , W nexos e i n c l u -
%
lieitige und Keliquien. Oie Gescbicbte ibres Kultei vont fruben Christentum bu zur Gegenwan, Munich,' Para 1997. los epígrafes funerarios d i San Vincenzo al Volturno, cn Campania, objcio ulti ma niente de exhaus-
1
Cfr. la cdicioil y reproducción en A. lïruckner y EL Marichal (eds.), Chartae taiinae antiqiiiores, XXLX. uvns csrudios, véase K de Rubeis, « L a scrittura a San Vincenzo al Volturno fra manoscritti ed epigrafi-, en R
DieuWZûnch, 1993. n. 863. pp. 5-11. Man ¿xa (ed.), San Vincenzo al Volturno. Cultura, istituzioni, economia, Monteroduni, 1996. pp. 21-40.
510 A n i i n i s T o a i A EN L» I-'.OAD MEDIA 111
cia de los c a m b i o s r e l a c i o n a d o s c o n e l p r o c e s o p r o d u c t i v o y M I S finalidades, surgieron también e l b a s t o y p o b r e , d e R o s s c l l i n o d i G h i n o da Pistoia. de i . ' <•:• ..na cr.v- de
otros elementos f o r m a l e s s i g n i f i c a t i v o s d e t o t a l n o v e d a d . A n t e i< i d o , u n a n u e v a esentura Meluzzn (Massa C a r r a r a ) . C o n el T r e c c n t o , c o m o p o r lo t i . • KSdc lucía
de aparato (la l l a m a d a m a y ú s c u l a g ó t i c a ) , y a f o r m a d a e n la s e g u n d a m i t a d d e l siglo xu, t i e m p o e n F r a n c i a . < ! USO s e f u e d i f u n d i e n d o c a d a vez m á s ' '
caracterizada, m á s que p o r i m b r i c a c i o n e s d e u n a s l e t r a s e n o í r . v p o r frecuente-, nexos,
por la presencia de f o r m a s may useulas y m i n ú s c u l a s , p o r la c o n Lición d e l texto »breb C o m o se ha s e n ido, en la E u r o p a g ó t i c a la n u e v a paro» . . • h
línea, p o r la riqueza de a b r e v i a t u r a s , p o r la r e d u c c i ó n d e l o s c>] . i o s i n t e r l i n e a n • - . por la memoria f u n e r a r i a • a m a r c a d a p o r la r e a f i r m a c i ó n d e f i n i t i v a rúenles,
reaparición del r a y a d . . . \ . i.» is1
j dt t u n d e n d o s n u e v o s m o d < »s <b- p r e s e n t a c i ó n v de dis- de la repr» - . . n i a e i o n - la figura h u m a n a r e s p e c t o a la l e t r a . F n ef c¡ . en este punto 1.1)
posición d e l t e x t o memorariv'ü -n v e r t i c a l , d i s p u e s t o e n la p . u • d . e n m ó d u l o s horizon- que s u b r a i ir q u e l o * i n u e r t o s d i g n o s d e m e m o r i a escrita e iconográfica siguieron siendo
tales a m e n u d o e n dos coKn , i n f l u e n c i a e n d e n t é d e l m o d e l o d e la página del l i - -incluso t u n a é p o . i , c o m o la q u e va d e l s i g l o X I I al x v m , caracterizada p o r la p r o g r e -
b r o ; si en h o r i z o n t a l ei uto d e n a v e s y d e c a p i l l a s (las - t o m b e terragne» siva Urbai i c i ó n y i " <i la d i f u s i ó n c a d a ve/, m a v o r de la a l f a b e t i z a c i ó n - una íntima m i -
dantescas: flnrg-, X l l . l o - . T g e n e s d e la l á p i d a , a t r i o d o d e c i n t a , que envuelve, noría p n \ g j a d a , t a n t o e n m u e r t e c o m o e n v i d a , p o r e l p o d e r de las anuas, d e l d i n e r o ,
de b m i ta y p o n e de r e ! c u p a d o p o r e l r e t r a t o d e l d i f u n t o . Para iuzgar la de la ide< i l a r e h u í - " . i y d e l a c u l t u r a o f i c i a l ; l o s d e m á s , t o d o s los demás, aunque fueran
a m p h r u d y extensión d e ! • -t los s i g l o s x i v y x v b a s t a r á u n e j e m p l o , el cons- WolfganL n á d e o s \b>/_ari, e r a n e n t e r r a d o s e n fosas c o m u n e s en las que se depositaban
u m i d o p o r la g r a n igle -' 1
s a n t a C r o c e e n F l o r e n c i a , d o n d e todavía hoy se los restos - r í a l e s , m i e n t r a s q u e e l n o m b r e e r a u n a s o m b r a cada vez más d i f u m i n a d a en
conservan doscientos setent '-astrt ten-agite» ( l á p i d a s p a v i m é n t a l e s ) , q u e . antes de la m e m o ! le l o s c o n t e m p o r á n e o s y d e l o s v e n i d e r o s .
la r e c o n s t r u c c i ó n vasanan. m a s d e m i l . E s t a s l á p i d a s , e n u n a auténtica exalta- O t r a ¡4 u i n o v e d a d d e l a m e m o r i a f u n e r a r i a d e l s i g l o x n i fue e l « m o n u m e n t o parie-
1
ción t r i u n f a l de la clase d i r i . ¡ u d a d a n a . e s t a b a n s i t u a d a s s o b r e las sepulturas de tal» para I .-. d i f u n t o s - e x c e l e n t e s » , d e l o s q u e se tienen todavía e n E u r o p a , y en Roma
m i e m b r o s de la élite e c o n ó n • ;•.<»lírica ( p r i o r e s , ganfiihiiicrt. r i c o s mercaderes, nota- en p a r n c u l . i r . g r a n d e s e j e m p l o s o f r a g m e n t o s n o t a b l e s que nos p e r m i t e n comprender
rios), m i e n t r a s que las t u m b a * d( los e c l e s i á s t i c o s c o n s t i t u í a n s ó l o u n a í n f i m a miñona . como esta • » n g i n a l c r e a c i ó n d e l g u s t o a r t í s t i c o d e la é p o c a , sostenida p o r el o r g u l l o des-
m e d i d o de u n a c l a s e g o b e r n a n t e e c l e s i á s t i c a y laica segura de su poder, fue capaz de i m -
E n r e a l i d a d , la r e v o l u c i o n a r i a n o x e d a d q u e m o d i f i c ó r a d i c a l m e n t e a p a r t i r de los si-
presionar e l i m a g i n a r i o c o l e c t i v o ( f i g - 2 ) . L o t e s t i m o n i a precisamente u n o de los inte-
1 0
settentrionale e della I m c a n a - , cn C. Ciociola (ed.), « f i l i parlarti. Le lentturr esporte nei volgari italiani dal
ñadas de modestos m o t i v o s , o r n a m e n t a l e s y figurativos, o d e e s c u d o s o e n s e ñ a s ; a menu-
Medioevo al Rinasermenta. Atti del Convegno Internazionale di Studi (Cassino-Momccassino. 26-28 de octubre de
do la escritura adoptada era la m i n ú s c u l a , m á s q u e la s o l e m n e m a y ú s c u l a gótica. Para 1992). Ndpoles. 1997, pp. 149-175; véasc wmbicn /V Petrucci, «11 volgare esposto: problemi e prospettive».
Italia recordaremos al m e n o s e l m á s a n t i g u o e j e m p l o p i s a n o d e la i n s c r i p c i ó n funeraria Scrittura e Civiltà X X I I (1998), pp. 235-248.
bilingüe realizada p o r e l e s c u l t o r B i d u i n o p a r a e l j u e z . G i r a t t o , e n e l s i g l o x u , y el análo- '"Para los inonumenros «a parete», cfr. 1. Herklotz, «Septtlcra» e -Monumenta- delMedioevo. Studi sull'arte
irpolcrale in Italia, Roma, 1985, y F. de Maffei, Le arche staltgere di l'erona. Verona, 1°56, mas en general, K.
Uaiich, Das mìttclatterlicbe Grabbìld: figiirliche Cirdbmdler des 11. bis 15. Jabrbundens in Europa, BcrUn-N
* l'aia las lápidas funerarias de época prególica y gótica, cfr. Peirucci, Le scritture ultime, cu., pp. 69-71. York, 1976; ci pasaje de Boncompagno cn P e u w i , U scritture ultime, d b , pp. 75-76 y 81-82.
512 ABIT F H I - I M I I . I N LA E l > * l ) \ l r i l M I I I
E*>l*A« I O S V F O R M A S K N I. A M F M O K I A l L ' N t f t A H M MIOILVAL
Figura 2 Komi, basílica de San !_•»--_:. :r_muri>s. mon un t e n t ó funerario del cardenal Ciuillermo Ficschi. 1 ¡;:ura 3. Veronj. monumento Ituit.-r.if i<» d e C a n g r a n d c d e l l a S c a l a . m á r m o l , ca 1329.
rturmnl. ca. I25&
gráficamente poco explícita, la identidad y el nombre del Jihim< • honrado y representa- Pviii.'noiitili IrUU VIHIS'MUS <I"W l/rTfl (I'iT'VST-
<¡nr«-i,ii i-vi' i*(.i.iu c r V . Í I U ' t.in'uni ViHX
do; aun cuando, precisamente, las formas gráficas de la minúscula gótica, uatarahter or- ll'ii A'; t-a ••T"'mn« V.-J" < IT" TA* r»-frf|.*i_-
-
namentales, no contribuyeran a una lectura ágil desde lejos y a una plena inteligibilidad, M LVI»I •r.-ri'-.: it'vV'i' i*r.«i«j'ifl*TnT«f»?rr
Oia'M •i'oi;*. i'iiui.i<i: • owitt WrW tt'iT.
impedida a los menos expertos y a los semianalfabetos. E n e f e c i o . tanto en la ejecución
* K l W * I V i ' T ' l i : i S '•»T-)»1 V N i í I.II'Vtri' PHI-l
monumental en piedra como en la libraría, la mayúscula gótica se caracterizaba por ele- Ji<- lar—ni atar i 'im i»u n i nuftff i ssm> -
mentos ornamentales qu> iban los trazos, por refuerzos de «laruscuro del trurtepgt&
por alargamientos y curvari le l ra/os, por formas excesivamente estrechas y apretadas
más o menos en todas lai £ ulturales v lingüísticas europeas; y tales características
rííOio-oí uno i.vvui.>iin iii'ivni|ii;.iiou'i uoufu
pasaron sin modirii » tes. incluso en la producción de epígrafes funcranos,
a las diferentes leniru.' *
E l texto, por lo tamo. * iba la parte central de la memoria funerana.de laque Fiinir J \*A\ u , c p u a l i o c o m p u e s t o p o r F r a n c e s c o P e ira rea p a r a s u niciii F r a n c e s c u o l o d a Brossano,
hada de simple y pur.< d . J ' embargo, por una progresiva reacción a la tritura m a r m o l , 1368.
gótica que arranca en . • . ro-Ncptrcntional ya en la primera mitad del siglo xiv, En Italia, donde el lenguaje textual y visual de la memoria funeraria expuesta pron-
muy pronto reencontró la cenn ilidad perdida y también, con el tiempo, un lenguas to cambial ia radicalmente, las antiguas soluciones se iban, pues, innovando; mientras
gráfico diferente y opuesto l é x i c a m e n t e aclaran tal concepto los protagonistas del lla- tanto, en la E u r o p a d e l N o r t e una nueva presencia había enriquecido el panorama de
mado prehumanisino itabano, precedidos por el mismo Francisco Petrarca, quien en su la representación Itineraria, la turbadora del llamado transí, es decir, la representación
De rcmediid ittrtusqtte fortunae transfirió al ámbito funerario la polémica de los nuevos lo más realista posible del c a d á v e r en descomposición, a veces duplicada por el retrato
intelectuales, embebidos de cultura clásica, contra las clases dirigentes «populares» deb- del difunto d u r m i e n t e . A q u í la escritura aparece no sólo reagrupada aparte, con solu-
itaba de los conntin. ciones granea m e n t e c o m p l e j a s y textualmente alusivas al hecho del tránsito, sino tam-
bién en forma de expresiones provenientes del cadáver y desarrolladas en largas aras
En una época hubo estatuas que eran señales de virtud. Estaban erigidas en honor de aquello* de papel dispuestas l i b r e m e n t e en el espacio. L a estrategia formal de tales soluciones
que habían realizado grandes cestas o habían muerto ¡Kir el Estado; se erigían para hombres neos expresivas revela la c o n f i g u r a c i ó n de una nueva relación espacial entre escritura fune-
de ingenio, para los doctos; ahora los mármoles carísimos los unlizan para neos mercaderes raria y r e p r e s e n t a c i ó n del difunto, del cual punto central de referencia deviene el cadá-
ver, mostrado e n toda su desnuda crudeza; al lado y alrededor de éste, el escrito dirigi-
Como sabemos, Fe era rea dictó dos epígrafes para su querido nietecito, Francescuolo
do al público c r e y e n t e reconquista una función no sólo de identificación y de
da Brossano ( t i 368). de los que cuidó personalmente el grabado y dorado. E l más grande
autenrificación, s i n o t a m b i é n de advertencia, dentro de una relación coloquial".
de los dos, en seis dísticos elegiacos con la fecha añadida debajo, presenta una excelente y
Además del transí, otro producto del culto conmemorativo a los difuntos fue, entre
modernísima mayúscula gótica espaciada y legible, encuadrada por un doble marco (fig.
los siglos X I I y x v i n e n las regiones europeas septentrionales, la gran lauda realizada en
4). Se ha observado que lo que sorprende en estos dos ejemplos de epígrafes petrarquistas
metal fundido de c o l o r negro, en la que se grababa a buril tanto la imagen del o de los
«es el énfasis que se da a la presencia del texto escrito, la eentralidad reivindicada por la
difuntos c o m o el letrero conmemorativo, a menudo en lengua vernácula, que se ha seña-
escritura y por su plena visibilidad**. T a l eentralidad, aunque sea todavía en formas rotun-
lado. Se conservan unas cuatro m i l en Inglaterra, algún centenar en Alemania, Francia,
damente góúcas, está también presente en el mansolettm que Rolando da Piazzola (tl330),
España, Países Bajos y B é l g i c a , países escandinavos y Polonia. L a insenpción, general-
prehumanista paduano sobrino de Lovato Lovari, quiso sobreponer a un sarcófago roma-
mente dispuesta e n una banda a lo largo de los bordes, está hecha, en la mayoría de los
no, situado al aire Ubre en la plaza del Santo de Padua, e n recuerdo de su hijo Guido'-'.
casos, no en mayúsculas s i n o en minúsculas góticas (¡ittera de forma), por influencia evi-
dente de los libros de horas o, en cualquier caso, de la liturgia y la devoción. E l efecto
" P a r a las e s c r i t u r a s d e u p o - g ó t i c o » e n e p i g r a f í a , cfr. B. Breveglieri, Scntturelapidarte romaiiitbe tgptitht decorativo del c o m p l e j o grabado es de gran fuer/.a y de notable armonía, mucho mayor
a Botogna Ossenazioni paleograjitbe, B o l o n i a , 1 9 8 6 . a d e m á s d e F a v r e a u .tipigrapbte,c i t . , p p . 7 8 - 8 8 .
' - ' L o s e p í g r a f e * d e P e t r a r c a e n A . P e i r u c c i . l-a lentrtira di Tramesto Petrarca, C i u d a d d e l V a t i c a n o , 1 9 6 7 , pp.
6 8 - 6 9 y U n í X X . I.i a t a e n F P e t r a r c a . Ot remedas iitnusque fortune, L y o n , 1 5 7 7 . p . 1 7 0 , y e n P c t r u c c i , Le " P a r a l o s iranu. cfr. K . C o h c n . Metamorpbosit ofa Dtatb Symbol The TransíTomb in tbt Late Mtddle
icntture ulumt, c i t . p p 9 1 - 9 2 ; i W r f . t a m b i é n p a r a R o l a n d o d a P i a / z o l l a . p . 9 1 y t a b . 3 1 . and the Renaissance, B c r k c t c y , C a . - L o n d r c s . 1973 ( y P e t r u c c i , Le scritiure ultime, CÍL, p p . 105-106).
516 ARTF t HISTORIA I N LA F. O A I ) MI l> 1 A 111
F M - A C I O S V FORMAS ( N I.A MEMORIA FUNERARIA UIDliVAt 517
Introducción
L a p r o d u c c i ó n a r t í s t i c a m e d i e v a l s e distingue! Sustancialmente de la moderna y con-
t e m p o r á n e a ; e n e s t a s ú l t i m a s , la p e r s o n a l i d a d del artista, casi siempre bien individuada,
incluso s i a c t ú a s e g ú n p r e m i s a s p r e c i s a s y s i g u i e n d o la cultura que lo ha precedido, se
desenvuelve c o n u n m a y o r g r a d o d e a u t o n o m í a . E n la E d a d Media, el prestigio y el valor
de los i d e a l e s , l i g a d o s a la t r a d i c i ó n d e l c r i s t i a n i s m o antiguo, primero, e imperial, des-
pués, d e t e r m i n a r o n e n e l l e n g u a j e figurativo y en la producción intelectual una acritud
diferente e n r e l a c i ó n c o n la i n n o v a c i ó n q u e , i n c l u s o cuando se daba, requería mucho
tiempo. P o r l o t a n t o , n o s e p u e d e n e g a r q u e e n la E d a d M e d i a se introdujeran innova-
ciones de é p o c a e n el c a m p o a r t í s t i c o , p e r o ha de subrayarse que el cambio no se perci-
1
1
B. Brenk, -Originalità c innovazione nell'arte medievale-, en E . Caiiclnuovo y G. Sergi (cds.X Artit
storia nel Medioevo, voi. I: Tempi Spazi Istituzioni. Turìn, 2002, pp. 3-69 [ed. cast.: Arte e batorut eu la C U Media
I. Tiempos. espaeios, instihicioncs, Madrid. Aleni, 2009].
520 A B U t HISTORIA IN i A EDAD M i n n III
LA IMA», I N MI I T T i n A : FILIACIÓN Y CREACIÓN EN EL A»II o i i A EDAD MEDIA 521
toria del ane y metodologia, Madnd. Alianza. 1986]. Clr también I - . Pirone. - L a Parole est aux images. La lettre. y E Muthcrich, M u n i c h , 1972, p p . 7-9.
522 ABTI i miTOBiA IN i * EDAD MEDIA III
l.A IMAf.l N I O l'I 1 IOA. I l i i w i c s V CMCACIÓM KM E t ARIE Ut LA E o * l > M l D I A 523
La tradición
El estudio de b s obras de arte figurativo puede ser tratado desdi.- d o s puntos de vista
diferentes. Ante todo, se presenta c u i n o un conjunto de datos i n d i pendientes entre si, a
los que se recurre para o b t e n e r información sobre la producción a r t í s t i c a de un determi-
nado periodo, á m b i t o o artista (considerados en este aspecto, nci implican, necesaria-
mente, juicios de ningún ¡ il re el m o d o en que se constituyen < Se sitúan sincróni-
camente ante el observador, I percibe como algo concluid- Desde el punto de
visu diacronico, p o r lo t i n t o l o n c o , tal patrimonio se pr» senta. sin embargo,
como algo que se ha :.tr 1
tiempo, por loque el d a t ó s e configura como esla-
bón de una serie
E l dato y el proceb i que" .•: . d o constituyen una u n i d a d indivisible; entre los
dos existe, en electo, un.' le pendencia donde el dato asume las propias carac-
terísticas crin forme al m o d i '• esiÓn de datos, que estén relacionados por procc-
80$generanvoshomogeneti tm til iyc una sene y. más series, forman el conjunto déla
tradición.
El estudio de la tradición j d< la correcta inserción del dato en su seno tiene una
i ' u r a I N ' o l i a m o l a , Evangeliario de Figura 2. Reichenau, Apocalipsis de Burning.
importancia fundanicni.il. no nos p o d e m o s ilusionar con que un dato se analiza conec-
Vi u.intoln. (ai M a r f i l SII el Sepulcro, las Manas en el Sepulcro, miniatura sobre
tamenie. si no se nos informa, pret l a m e n t e , sobre el proceso que lo ha determinado. El m u i u u r a s<ilire(»crgamino, últunu cuarto pergamino, alrededor de 1010 ( ). ;
análisis será correcto sólo en la m e d i d a en que el historiador haya recogido todas las ín- del sigli» \ i
fonnaciones accesibles sobre el modo en el que se ha constituido el dato.
en el cent n» de la escena aparecen en el Apocalipsis de Bambeig (Staatsbibliothck, ms. Msc.
En el estudio de la obra de arte, el valor de este proceso surge, en concreto, ante
Bihl. 1 4 » . f. 6 9 t - ; fig. 2 ) " y en el Evangeliario de Augusta (Diózesanmtiscum St. Afra, DMA
aquellas realizaciones que. sin el conocimiento de la tradición, resultarían difícilmente
1003, f. 5 I ; ) ' ° . T a m b i é n la insólita colocación de los soldados encuentra en la miniatura
comprensibles. Considérese, por eiemplo. la miniatura que representa a las Alarias en el
de Reichenau tin paralelo en el m á s tardío Evangeliario de Brescta (Biblioteca Cívica Que-
Sepulcro del Evangeliario de Xoiianto/a (Museo Benedirono Nonantolano y Diocesano de
nniana, ms. E. I I . 1 , f. 3 3 f ) " . E l artista románico de Nonantola no actuó, por lo tanto,
Arte Sacra, f. 45i*; fig. 1)\ del último cuarto del siglo xi. L a escena muestra a las tres
autónomamente, de m a n e r a extravagante, sino según un modelo preciso con estas carac-
Marías ante el ángel; en el eentro de la representación están suspendidos en el vacío un
terísticas. E l lo reprodujo, manteniendo sólo los elementos esenciales para la represen-
paño azul y. debajo, u n elemento circular del mismo color atravesado por un signo en
tación: las figuras principales, las telas y el sudario doblado -las pruebas de la Resurrec-
forma de S. Los guardias donnidos están representados arriba, dispuestos en diagonal y
ción según el relato e v a n g é l i c o de J u a n ( 2 0 , 6-8)- que, privados de la ambientación
divergentes, por encima de una estructura arquitectónica apenas esbozada. Si no se co-
arquitectónica del s e p u l c r o abierto y de los demás elementos, aparecen como suspendi-
nociera la tradición iconográfica de esta escena en relación con la miniatura otoniana de
dos en el v a c í o sobre el pergamino. También la forma circular del sudario doblado es
Retchenau", de la que dependen algunas de las miniaturas del manuscrito nonantolano , 6
no $e llegaría a comprender del todo las elecciones figurativas del artista románico. La
representación superpuesta de las telas, del sudario doblado en círculo, y su colocación *.M. Pipp.il. --Das Herrscherbild und die chnstologischcn .Miniaturen im Evangelistas"Teil-, en G. Guckale-
rcdlcíscn y B Schemiuel (cds.). Dm Buch mil 7 SiegAn. Die Bamberger Apokalypse, catálogo de la exposición (Ram-
berg, 26 de noviembre de 2000-11 de enero de 2001), Lucerna, 2000, pp. 143-148, en concreto pp. 145-140.
' G . 2. Zanichelli v.M. Branchi KaA^.lji lapienza degli angeli. Sonantola e gli Senptona padrini nel Mediano, iz
Snevia Sacra Emhe Kunst in Sclwahen. catálogo de la exposición (Augusta, 30 de junio-16 de septiembre de
catalogo de la exposición (NunantuU. S de abnl-20 de junio de 2003), Modena 2003, pp. 123-29, n. 27 (M- 1973), Augsburgo, 1973, pp. 175-76, n . 167 ( K Mudierich). Véase, además. P. K. Klein. «OnoUi. oder Heinrich
Branchi). II., ein Streit um des Kaisers Bart? Z u m Problem der historischen Einordnung der Bamberger A|x>blyjwe»,
7
Sobre la elaboración de este lema iconográfico eil Reichenau, cfr. P. Bloch, -• lías Rcichcnauer Einzelblatt '/xitsebnft des deutschen VereinsfiirKttnsttvase/iscbaft I J V - L V (2000-2001), pp. JS-61 ,cn concreto p. SO.
mit den Frauen am Grabe im I lessischen LandeMnuseuni Darmstadt», Kunst in Heuen und am Mittelrhein ID
" Korteweg, De Bcnitilpbnseodex, cit., pp. 93-106,162-165; id., «Der Bernulphuscodex in Utrecht und eine
(1V6J), pp. 25-43; A. S. Kortcwcg, 0 r Beniulphuscodex in het Rijksmuseum lief Catbarijnceoirvent te Utrecht en
Gni|i|w verwandter spáireichenaiicr I Inndschriften-.. AachenerKuiL'tb/atter Uli (1985), pp. 35-76,en eimcrcio
versante baiidsebnfien. Dtstertatwii. Amsterdam, 1979. pp. 200-204. pp. 47-52. La presencia de los «los soldados sobre el Sepulcro se encuentra también en el Evangeliario de Parfa
• I . Siede. - U n conoibuto alla stona della Reichenau e al suo influsso sull'arte italiana: anisa mneranU o (Madrid, Biblioteca Nacional, ms. V n r . 20-6, f. 44r), realizado en el último cuarto del siglo a , pero que repite
libn 11aggi ami», Armali della Scuola Sormale Superiore di Pisa serie fV, 11, 2 (1997), pp. 4B1-508. en concreto pp. un modelo de Reichenau de mediados del siglo x i (I. Siede. Zur Rezeption ottonistber Btidvnalcrei in haben iw
488-491. //. und 12 Jahrhundert, St O t t i l i e n . 1997, pp. 18-61, en concreto pp. 33,41).
524 ARTE I HISTORIA EN LA EDAI> M I D I * III l.A I M A C E S HI n 1 IDA: F I L I A C I Ó N V CULACIÓN E N L L A R T E D E LA E l . A D MftOM 525
caracrerísnca de la m i n i a r u r a o t o m a n a de R e i c h e n a u . Si n o s r e m o m a i i i o s a la tradición
que presupone esta m i n i a t u r a , nos d a m o s c u e n t a d e l p r o c e d i m i e n t o ' e g u i d o p o r el anis-
ta y cada e l e m e n t o adquiere s i g n i f i c a d o .
Sobre t o d o son los d o c u m e n t o s figurativos, las o b r a s , l o s q u e o f r e c e n la p o s i b i l i d a d
de reconstruir relaciones y filiaciones: m á s i n c i e r t o es e l v a l o r q u e h a y q u e a t r i b u i r a las
plAJhVl
fuentes. E n este ^enndo. u n c i e n m l o - i i m i ñ c a t i v o l o a p o r t a la I *>/-i¿ • ( <.'onctaiitiaopoht.iiia
en la abadía de Santa J u s t i n a de Padua. i c o n o o r i e n t a l d e l s i g l o x i n « m s i d e r a d o o h i • de III il o
san Lucas--, y la I 'irgen a t n h u t d a o GiuStO d e ' A l e n a h u o i ' ' h o y e n 1 M u s e o Diocesino
de Padua. E n relación a est» última, en el Libcllns de matruifias ornamentir civiUta Pa.me,
*, j *• 11
el médico paduano M i c l i e l c - rola» q u e e s c r i b e e n l o s a ñ o s c u a r e n t a d e l Q u a u r o -
c e m o . narra que < ¡insti i- h 1
t u r a la c a t e d r a l p a d u a n a u n a c o p i a de la VirgCB
Cormamiitopuhi.n:.; CO . i ! : u l c v E n c u a l q u i e r caso, e l n s o l t a d o fue saustac-
111111*11
tapowción (Padua. 14 dt ocrubre-odc entro de 2001). Pad uà. 2000. pp. 405-406. n 75 (Al. Baca). Sin caer e n f á c i l e s g e n e r a l i z a c i o n e s , se p u e d e c o n s i d e r a r , p o r lo tanto, que los artistas
1 _ Grusuto (ed.). Da Giotto alMantegna catalogo de la « p u M c i ó n (Padua. 9 de |unio-4 de noviembre de
1 1
geltanums I , Q . v. I \ r 11 d e l a B i b l i o t e c a N a c i o n a l d e l i u s i a e n S a n P e i c r s b u r g o , c u y o n ú c l e o o n g í n a l
DÍV«a W c a c n l x r . c n M . m . i n u o c c i d e n t a l e n e l s e g u n d o cuarto del siglo tx (Karldet Grolle HSr*und Wirkung,
m l l u f U d Y la i s p o M o n n | A q u i s g r a n . 2 6 d e j u m o - 1 9 d e s e p t i e m b r e d e I N S J , D u s s e l d o r f , 1 9 6 5 , p . 2 9 5 , n. 4 7 7
| V o r o i m s a > V S l c r h g o v . Hestern Europea» llluminaiedManusmpts ofihe 8. totbe 16 Centunet
|f M u i h c m b ;
\ational Ulnarv of Ruxsia. St Petersburg. B o u r n e m o u l h . 1 9 9 6 . B . B i s c h o f * . Katalog der feahndmben
MV
>•:•.:;•::••• ,i,, „ „ „ j ¡ ,hundáist le ¡mu Ausnahme der ¡ruigosluibcnf. s*oí. I I . Laen-Paderborn. W i e s b a d e n ,
a }
-'IM. p K l .n 2321).
M
Evangeliario de Ilfeld ( G o n n g a , Universiiätsbibbothek, ins. 2." t h c o l . 38. f. 88r; T . B u d d e n S i e g . - Z u r o t -
u i m s c h c n B u c h m a l e r e i u n d E l f e n b e i n s k u l p t u r i n S a c h s e n - , e n F . D i t t w e i l e r . I i . K o l l n r r y P. A . R i e d l |eds.|,
™\V, K o e h l e r v F . M u t h c n c h . Die Karolingiuhen Miniaturen, v o l . I I I . Die Gruppe des Miener Kronungt- Studien zur Buchmalerei und Goldscbruicdehiitst des Mittelalters. Festschriftßir Karl Hermann Ufrner zum 60. Ge-
Metter Handschriften. B e r l i n , i 9 6 0 , p p . 1 7 - 7 1 «
/ . . i . - : ,-.'(.:-• - bunstag am 19. August 196S. M a r b u r g o , 1 9 6 7 , p p . 9 3 - 1 1 4 , e n c o n c r e t o p p . 1 0 8 - 1 I I ; I I . H o f n o a n n , t f ( « W / / M j T
- * ' K i . i •!••• - t o e n e l Eiangt.':.:>., i. /'.'.; ( P a r i s , B i b h o d i e q u c N a t i o n a l e d e F r a n c e , m s . l a l . 2 6 5 , IT. I l v , 7 3 v , und Königtum im ottomschen und friibsalischen Reich. S t m t g a r t . 1 9 8 6 . p p . 4 2 6 - 4 2 7 ) .
1 7 ö v ; \ V K o e b l c r y F M u l h e r i c h . Die Karolmguchen Miniaturen, v o l . V I , Die Schuir von Reimt, t . 1, M l Jen
• N o r d c n f a l l c , Milano e Parte ottoniana. c i t . , p . 1 2 0 ; K o e h l e r y M u t h e r i c h . Die kanlmgutbeu Miniaturen.
Anfangen ks zum Mine Oes 9 Jahrhunderts. B e r l i n . 1 9 9 4 , p p . 1 5 9 - 1 6 6 ) . sol. V I . Die Sehlde von Reims, i . |, Von den Anfangen, c i t . . p . 3 5 .
528 \»ti i HISTORIA IN i * EDAD MEDIA I I I L * I M A C 1 K R l h l I II» A HLMCIÓN V M M , H S IN |L ABll D l LA E f t A D M l D U 529
Staatsbibliothek, C l m 4 4 5 2 ) ' , o b r a » casi c o e t á n e a s : la p r i m e r a , realizada por el Maestro tente o del m e c e n a s ali e d e d o r d e l c u a l e s t á n organizadas. D e n t r o de los monasterios, la
del Registrum Gregorii en Treveris a principios del siglo xi; la s e c u n d a , en Reichenau continuidad h a c e p o s i b l e q u e se c o n s t i t u y e r a n sólidas tradiciones y se desarrollaran par-
dado q u e este fue p r e s u m i b l e m e n t e realizado para la c o r t e de u n s o b e r a n o otoniano en ner de n u m e r o s o s e f e c t i v o s y d e t o d o el t i e m p o necesario, se pueden producir tanto
Ireveris y ningún artista habría podido m e m o n z a r tan b i e n los d o - tipos creados por el obras de LM.III compb iol.uI c o m o o t r a s d e s t i n a d a s a la e x p o r t a c i ó n , p j r a las c u a l e s se re-
gran maestro, cabe conchiii que dibujos preparatorios o a u t é n t i c o s exempla deben de plica el prou.r.it n a de< i i r a á v o d e c i e r t a s o b r a s . A p a r t i r de aqti: :
c comprende la a m p l í s i m a
haber sido realizados en I r e i firi< después usados e n R e i c h e n a u < a u n o las pequeñas difusión de r e p l i c a s t u la A l t a E d a d M e d i a ; los e j e m p l o s podrían ser numerosísimos,
hguras que aparecen ci . il !.• d o I i «S c a ñ o n e s d e l Evangeliario de lié Sainte-Chapelíe ( f f . sobre todi • \¡ i a c i a s a b• m a n u s c r i t o s i l u m i n a d o s y a las tallas de marfil.
9r-14vison de un minia* trtsi ... Reichenau activo e n T r e v e r i s " . el t r a s p a s o de modelos A parni ib- la s e g u í n í a m i t a d d e l s i g l o xi, c u a n d o se d e b i l i t a r o n los i d e a l e s l i g a d o s a la
entre los d o s Centros re < < ro&fmil. T a m b i é n e n R e i c h e n a u el m o d e l o para el tradición i m p e r i a l y a l g u n o s d e las p r e m i s a s tic c o n i r o l y estabilidad vinieron a menos, la
evangelista Matci I ibi ,.. t.n.ic, gracias a u n miniaturista desplazado, a Colo- producción .Mística M i h s g r e g ó e n m á s centros, en los cuales no exisria una tradición ar-
nial d o n d e fue u t i l i z a d " ir. . . • ileCCtUo del siglo xi para el Evangeliario de Hi/iimis tística pree tente. S e creó t a m b i é n u n m a y o r c a m p o de acción para las iniciativas de los
nes históricas en las que ha sido producida, lo que equivale, e n la m a y o r parte de los ca- E n la c p - H a g ó t i c a , las r é p l i c a s se h a c e n m á s n u m e r o s a s , favorecidas nuevamente por
ta un sistema de producción m u y difundido. T r i u n f a en el transcurso de la Alta Kdad cativo en esti- s e n t i d o q u e C e n n i n o C e n n i n i e n su Libro del arte a c o n s e j e a los jóvenes
Media, cuando se constituyen, alrededor de los monasterios, catedrales y cortes, centros pintores q u e r e h a g a n las « m e j o r e s c o s a s » d e los maestros famosos de su tiempo, sobre
de producción que convencionalmente la h i s t o r i o g r a f í a artística ha indicado con el tér- todo « q u e t o m e s s i e m p r e al m e j o r y al q u e tiene m á s fama; y que i n s i s t i e n d o día tras día,
mino de ••escuelas" 1
. Ellas representan una forma organizada de p r o d u c c i ó n a rustica contra n a t u r a l e z a s e r á q u e a ti n o te p e g u e su m a n e r a y su aire» 1 8
.
que persigue finalidades preestablecidas. E n t r e los ü p o s de escuelas, las e p i s c o p a l e s y de A veces, las r é p l i c a s c o r r e s p o n d e n , p o r el contrario, a demandas precisas por parte del
corte se diferencian sustancialmente de las escuelas m o n á s o c a s ; estas últimas n o depen- comitente, c o m o e n el c a s o d o c u m e n t a d o p o r el contrato de Spincllo Arcrino y otros ar-
d e n sólo d e la iniciativa de u n m e c e n a s , soberano u obispo: pertenecen a una comunidad nstas (17 de o c t u b r e d e 1 3 8 4 ) p a r a la e j e c u c i ó n de u n políptico destinado al convento
monástica cuya estructura les p e r m i t e una c o n o n u i d a d que va m á s allá de la d u r a c i ó n de olivetano de S a n t a M a r í a N u o v a e n R o m a , q u e tendría que resultar i d é n t i c o al pintado
las p e r s o n a l i d a d e s que se suceden en los diferentes cargos d e n t r o del monasterio. Las por el m i s i n o a r t i s t a p a r a la i g l e s i a d e S a n P o l i c i a n o c n hueca , 9
.
escuelas de corte y episcopales se d i s u e l v e n , s i n e m b a r g o , c o n la d e s a p a r i c i ó n del comi-
Algunas r é p l i c a s s o n e s p e c i a l m e n t e s i g n i f i c a t i v a s ; n o s e l i m i t a n s ó l o a tablas, sino tam-
bién a c i c l o s e n t e r o s . E n e s t e s e n t i d o , u n e j e m p l o e m b l e m á t i c o le o f r e c e la decoración
Procedimientos e n M I Í C
manuscriti. u o l i n g u «s f r a n c o - i n s u l a r e s d e l g r u p o principal 4 1
, c u y o o r i g e n se sitúa boy
e n la a b a d í a S a i n t - \ m a n d 4 4
. S e trata e s e n c i a l m e n t e de evangeliarios y sacramentarlos
destinadas a la e x p o r t a c i ó n 4
' . E l h e c h o , a d e m á s , d e q u e en estos manuscritos las m i n i a -
F i g u r a . P i m u r d e l c í r c u l o de M u d e d a B u l u g n a , S p i h n i b e r g u , c a t e d r a l d e S a n i a M a r í a la M a y o r , cabecera,
u
gún las d e m a n d a s d e l c o m p r a d o r 4 6
.
hisiurias del N u e i o I c a U i n e i U O , IM Flagdattón. f r e s c o . 13 5 8 .
Copias
Se trata de métodos que debieron de ser ya conocidos al menos desde el periodo ro- m m e n z a e p r o g r a i n m a i c o n o g r a f i c o n c i d u c e i e b p i t t o r i c i d i S a n ' O r s o e d e l l a c a t t e d r a l c d i A o s t a » . Und, pp.
H7-I83
mánico, dado que en los grandes ciclos pictóricos o en algunos relacionados un mismo
Koehlcr y M u t h e r i c h . Die karolmgischen Miniaturen, vol. I V , Die Hafscbule Kaiser Lothar, c i t - . p p . 108-116;
aieíier se puede observar la repetición exacta de representaciones, para las cuales cabe F. M u t h c n c h . - D i e B i l d e r - , n Aratea, v o l . I I , Kommentar zum Aratus Grrmameus ,\b lies. lat. Q
C 79. B i -
suponer el uso de plantillas y cartones. Tenemos un ejemplo en la decoración pictórica bliothek d e r K i i t s v i i u v e r s i t e i t L e i d e n . Lucerna. 1989, pp. 31-68.
de San Orso y en la de la catedral de Aosta, de la primera mitad del siglo xi '': algunas 4
' Koehlcr y M u t h e r i c h , Die karolingiscben Miniaturen, vol. IV. Die Hofschule Kaiser Lothars, cit., pp. 85-100;
D. H . W n g h t . - T h e O r g a n i s a t i o n o f e h e L o s t L n t e A n t i q u e Illusrratcd T c r c n c c » , c n C . A. Chavannes-Mazcl
vM. M . S m i t h ( e d s . ) , Mciheval Manuscripts oftbe Latin Classies: Production and Use. Pntetdmgs ofTht Seminar in
4
' M , N i n u n o y C . Olivetti. - S u l l e U C o i c h c di trasposizione d e l l ' i m m a g i n e in e p o c a m c d i o c v a l c » , Rivuta ihr ilistoiy oftbe Itoolt tu 1100, L o s A l t o s H i l l s , C a l . - L o n d r c s , 1 9 9 6 , p p . 4 1 - 5 6 .
dell'Istillilo S'azionale dAnbeologia e Stona d e l l ' A r t e s c r i c I I I . V11I-LX (1985-1986). p p . 3 9 9 - 4 1 1 ; M . Andaloro,
F. M i i t h e r i e b , - B o o k I l l u m i n a t i o n a t t h e C o u r t o f L o u i s t h e P i o u s » , c n P. G o d m a n y E L C o l l i n s ( e d s ) ,
- l m o s a i c i d e l S a n c t a S a n c t o r u m - , e n Sanrta Sanctontm. M i l a n , 1 9 9 5 . p p . 1 2 6 - 1 9 1 ; B . Z a n a r d i , « R e l a z i o n e di
Cbarlcmagne's lle/r. New Perspectrves an the Reign of Isntis the Pious (S14-S40), O x f o r d . 1 9 9 0 , p p . 5 9 3 - 6 0 4
restauro della decorazione della cap|»clb d e l S a n c t a S a n c t o r u m c o n d u e a p p e n d i c i s u l l e t e c n i c h e d'esecuzione
W. K o e h l c r , - D i e D e n k m ä l e r d e r k a r o l i n g i s c b e n K u n s t i n B e l g i e n » , c n P. C l c m c n ( e d . ) . Btlgutbt
dei dipinti m u r a l i d u c c c n t e s i r u - . tbid . pp 2 30-269; id., li cantiere di Giotto. M i l a n , 1996. id.. - P r o j c i d c s > m c ci
fonstdaihndler, v o l . I , Pom 9. bis zum Ende des 1S. Jahrhunderts, M ü n i c f a , 1 9 2 3 , p p . 1 - 2 6 , e n c o n c r e r a p p . 11 - 2 6 ;
Rei'ue de l'art 1 2 4
" p i p - o n s " d a r ò l e d i a n u c r d e Li p e i n t u r c m u r a l e a u M o y c n A g c » , (1999), pp. 43-55.
C N o r d e n f a l k . « D e r i n s p i r i e r t e E v a n g e l i s t * . , Wiener Jahrbuch fiir Kunstgeschichte X X X V I ( 1 9 8 3 ) , p p 1 7 5 - 2 6 0 ,
* * E Castclnuovo. iettate medievali Officine tecniche maestri, T u r i n . 1994, pp. 84-86. en c o n c r e t o p . 1 7 9 ; R . K a h s m t z . « " M a t h e u s e x o r c C h r i s t i s c r i p s i t " . Z u m B i l d d e r B e r u f u n g u n d Inspiration
* * H . P. A u t e n r i e t h y B . A u t e n n c t h . - D i e W a n d m a l c r c i e n d e s 1 1 . J a h r h u n d c r t s i n d e r K a t h c d r a l e zu der E v a n g e l i s t e n « , e n C . A i o s s yK . K i e f e r (eds.), llyzantme East. Latin West. Art-HatoncalStudies in Honoref
Aosta-, en S. Barberi (ed.). Medioevo aostano. La pittura intorno ali anno Mille in cattedrale e in Sant'Orso. Atti KunWea-mann, Princeton, N J , 1995, p p . 1 6 9 - 1 7 6 , e n c o n c r e t o p. 174.
LA I M AC. I : N RTPI I I I» A FILIACIÓN V CREACIÓN E N r i . AHI t tu LA E D A D M E D I A 537
536 ARTI r HISTORIA ».N L A E D A D MI-DIA III
Figura 14 Pisa, cruz pintada de San Pictro in Vincoli. temple sobre tabla,raediadc»del siglo xut
P e r o la m a y o r í a d e l a s v e c e s n o e s t a m o s e n c o n d i c i o n e s de c o m p a r a r modelo y co-
pia, a u n c u a n d o e s t a r e l a c i ó n d e b í a d e e s t a r e n la g é n e s i s h a b i t u a l de este g é n e r o de
imágenes. E n c u a l q u i e r c a s o , se t a t a d e i m á g e n e s q u e se r e p i t e n a sí mismas según la
práctica b i e n c o n o c i d a d e l r e p i n t a d o , p e r o i n t e n t a n d o m a n t e n e r algunos trazos carac-
terísticos d e la i c o n o g r a f í a y d e l e s t i l o d e la i m a g e n s u b y a c e n t e . O t r a s veces, el valor de
copia ha s i d o s u b r a y a d o r e c u r r i e n d o a o t r o s m e c a n i s m o s ; u n e j e m p l o insólito es el
ofrecido p o r e l C r u c i f i j o d e la i g l e s i a d e S a n P i c t r o i n V i n c o l i e n Pisa (fig. 14), obra pisa-
ría del s i g l o x u i S 7
, e n l a q u e e l c a r a c t e r í s t i c o p c r l i l d e l m a r c o , caracterizado p o r la presen-
cia de u n t a b l e r o e n l a e x t r e m i d a d s u p e r i o r d e l b r a z o v e r t i c a l , quedó i n c l u i d o en el inte-
rior de u n s e g u n d o m a r c o , m á s a m p l i o , q u e d e j a b a espacio para las figuras de la Virgen y
san J u a n . D e esta m a n e r a p r o b a b l e m e n t e se h a q u e r i d o r e m a r c a r el valor de copia de una
cruz p r e c e d e n t e .
Figura 12. Toscana occidental. Figura I 3. N m o Pisano
Virgen con el Niño llamada (atribuida a). Virgen con el
-Madre de los Niños-, cilla Niño llamada Virgen de los
pobcrufiuda. principios del Vettunni. talla, sexto decenio - L e sculture lignee n e l folklore religioso: alcune considerazioni», cn C Baracchini (ed.), Scultura
lignea. Lucca ¡200-1425, catalogo de la exposición (Lucca, 16 de dicierabre de 1995-30 de junio de 1996).
siglo x t v . del siglo xiv.
Lucca, 1996. pp. 3 1 - 4 1 , en c o n c r e t o p . 34. Sobre la Madonna dei Vernimi, véasc también Al. Burresi (ed.),
Andrea. Nino e Tommaso scultori pisani, con un pcrfil histónco sol>rc ci arte pisano del Trecento de A Catcca.
Kochler, Bucbmalerei. a t , p. 105.
M
Milan. 1983, p. 190, e ili., « " O r r i d e , o r piange, «ir teme, or s'assecura'*. Poetica del scnomeniu e esercizio di
" Sobre cste aspccto cs nxbWa referencia general H . Bclting, Dai lilla' una" seta Publikum tm Mittelalier. iulc nell'attività di N i n o P i s a n o » , cn id. (ed.), Sacre Passioni. Scultura lignea a Pisa dal XII al XVsetolo, catalogo de
Form uni FunktionfrubenBildtafdn derPaxton, Berlin. 1981. Véasc ademas G . Babic,-11 modello c b replica b exposición (Pisa, 8 de n o v i c m b r e de 2000-8 de a b r i ! de 2001). Mdàn, 2000, pp. 164-195, a i concreto p 175.
nell'anc bizantina delle icone». Arte cristiana L X X V I (1988), pp. 61-78; M . Bacci. «Appunti sulla nasata, " R i Sandberg-Vavalà, La croce dipinta italiana e l'iconografia della passione. Verona, 1929, pp. 696-701; F_ B.
molti plica/-ione e decadenza delle immagini dì culto a u n biute a s a n Luca pittore», Bollettino d'Arte serie VI, Garrison, Italioti Romaiicsaue panelpaintmg. Ari illustrated index. Fiorendo. 1949, p. 179, n. 450, Al. BunesiyA
LXX1X. 88(1994). pp.7ì-92. Clicca, Le croci dipinte, Pisa 1993, p . 79.
\ l T i i IH s l i i « i * | S I * C D A D M i m t III I « I M \ •. I S Ht |'l i i l i l F U 1 A' I O S % I. U 1 A l I O N I S I I 4 h I 1 H I 1 « fcmi) M I 1>IA 539
C o n el n o m b r e dt. d e r i v a c i o n e s se i n d i c a l . i r e p e t i c i ó n d e u n . i »gen c o n la intern iòti S.HI limimi.iii se e i n it-ran e n t u n a d e l baldaquino. Ii.n i . l Mivtiruulos p o r figuras
de i n t u n d i r l e u n n u e v a c o n t e n i d a \ u n a n u e v a f u n c i ó n Para m p r e n d e r m e j m qué jleu'oruas. q i M i o n i o d o s y . i p r e s e n t e s fl l o s l a i c l i r « . " . t a n . prohahleinente. las
sieniiica. se [ n u d e Minar i o m o e i e m p l o e l t » t r a t o d e l s o b e r a n o ^a.r.imcnian» i Ba- Cuatro p r m M U L I S d e l i i*t r i o . c t r . i t t e n s t i c a s d e la i c o n i i g r i m p e r i a l o t o m a n a " . Bási-
1
nifiit II ( M u n i c h , Bayerische S t a a t s b i b l i o t h e k . C l m 4 4 5 6 . i l i . li 1$)**. Para r« lizar camente, la i.if|en • n m p i c e l C^alvo h a s e r v i d o para I / J I u n nuevo r e m o con
el r e t r a t o d e l e m p e r a i i wnMùriiim d e l\ati-di.»n.i. - di/o t o m o modi loci taractvristii i jirupi.i i bien e l m o d e l o oarolingiu < , . i r.anuiré reconocible, el
r e t r a t o de C a r l o s d ( l a t a i .uncus át San Emmeram i \1 h . Bayerwche s
m- resultado ni ptietli -nsulerar una copia.
bihhnthcl.. ( I -" I a impostación general l.i escena es la n i aiu.
el soberano está si i n b a l d a q u i n o r o d e a d o de • L í t a n o s \ hffUl ile-
góricáá. P e n . si i irati tv en d e t a l l e , h is i .i li a p u n a d o s ri .Itali
HS • I
14
• 1
-i
r* - -."r?5¿s'|ti
:
F MuuVnch). Söhre el manuscnio. cfr.) Kinueier n al (ed* I. bJmer Heinrich II 1002 H/24, i.iol.ieo de b
exposioon (Bamberg. 9 de lullu-JO de OCUfeK de 2002) \ugsburgo. 2<H»2. pp 2AK-27I, n 112 l t * Suckalc • Stbranim, Dir draiuln-u Kmtser und Könige, cu . pp. 2 0 Ì - 2 0 7
Kedlefscn) w
C Scere M o n i t i , - I I n mia m e o ad Ivrea- i codici della Bibbotcca Capitolare-, en S. Castronovo. A.
'Schramm Du deutschen Kaner und M ^ r , in , p 170.n 40. Fuhrmann \ Muthench (eds.i. 0 * 1 fa-atgt- Segre M o n i l i . - La n i i n i a r u r a - . c n Q . Romano (ed.). l'icmonteromanico, Turin. lVM.pp 2°2-i08,
hat Hanneb, da Laven, cu . pp 44-45, n ° ( I I l'ulinuann y F. M u t h e n c h l . Sidin- el inanu*cnu>, cfr W c n c u K T e i o pp 100-101, ul. - Dall'età warmondiana alt 'esordio del gouco-, enC. Segre Monicl F. Crivello y
Kuchlcr> F Muthcndi. De harvlingiscbm Miniaturen. V Du Heubült Karls des Kahlen. Berlin, l*>H2.pp. 17$» \. l^uaz/a, / manmcnlli miniali della Capitolare produzione locale, committenze e oequi'nnm, en C Cracco (ed.),
|9Bs K. Iii'. 11 .i jn. r Die vvrtarotingn<hen und kainlinginbrn HaiiJ-tbnften der Bayem.hen Staatd-ihtiotheh. Wie»- AM» della Chiesa .li Ivrea dalle origini al Al secolo, con la tolalioración de K Piazza. Roma pp. 6I7-&4J,
baden, 1W0. pp 127-1)1. n 24N. e n u m e r i l o pp. 6*0-612
540 A R T I , I H I S T O R I A E N LA E D A D M E D I A III
l- pílogo
C o m o se ha m ¡ i n c i p a l e s f o r m a s d e r e p e t i c i ó n d e i m á g e n e s y una
selección l i m i t a d * d - CH'ÚJI • se h a b r í a p o d i d o e x t e n d e r nd limitum para buena
El viaje c o m o estructura narrativa en Oriente y Occidente
p a n e de la E d a d M c d . ;. . . u n o d e u n a o b r a d e a r t e se basa e n el c o n o c i m i e n -
t o - y. p o r c o n s i g u i e n t e , t a la ; epeiótl y r e p e t i c i ó n - d e u n a o b r a p r e c e d e n t e . S ó l o en
Fxisie u n a e s t r u c t u r a n a r r a t i v a q u e a t r a v i e s a t o d a la E d a d M e d i a y que es modelo
el transcurso d e l siglo s i u ss .• ii ae .i u n c a m b i o , e n s e n t i d o m o d e r n o , e n la c r e a c i ó n ar-
metahistóru .. d e l e c t u r a p a r a e l O c c i d e n t e y e l O r i e n t e c r i s t i a n o s , pero que se encuentra
tística, es decir, se acude t a m b i é n a la r e a l i d a d c i r c u n s t a n t e . L o s p r i m e r o s pasos de esta
también e n e l u r r i t o n o d e l a c u l t u r a i s l á m i c a : e l v i a j e . N a t u r a l m e n t e , e l viaje c o m o tal es
evolución acontecen a l r e d e d o r de d o s p o l o s : m á s allá d e l o s A l p e s , e n e l s e g u n d o cuarto
«na m e t á f o r a o , m e j o r , l a n a r r a c i ó n d e l v i a j e t i e n e v a r i o s niveles de significado y el literal
del siglo x m , e n e l c l i m a de la r e n o v a c i ó n q u e se m a n i f i e s t a c o n e l n a t u r a l i s m o d e l gótico
es. e n las d i f e r e n t e s r e l i g i o n e s , e l p r i m e r o y e l m á s o b v i o d e los i n s t r u m e n t o s interpreta-
m a d u r o , y e n la I t a l i a c e n t r a l , a p a r t i r d e l ú l t i m o d e c e n i o d e l D u e c c n t o , c o n los pintores
tivos; los s i g n i f i c a d o s s e c u n d a r i o s , es d e c i r , e l v a l o r s i m b ó l i c o d e l viaje y de su alternanva
preparados para c o n o n u a r las e n s e ñ a n z a s de G i o t t o , c o m o p r u e b a e l ya c i t a d o tratado de
más e n d e n t é , e l n o v i a j e d e l o s q u e s e e n c i e r r a n e n u n r e t i r o y se excluyen del m u n d o
C e n n i n o C e n r d n i . que t i t u l a el c a p i t u l o X W 7 1 I - D e c ó m o , m á s allá d e los maestros,
son, e n c u a l q u i e r c a s o , e s t r u c t u r a i n t e r p r e t a t i v a d e la i d e a m i s m a de civiUzación desde la
debes s i e m p r e t o m a r d e l n a t u r a l c o n i n s i s t e n c i a » . E s t a s d o s v e r d e n i c s d e la renovación,
Antigüedad t a r d í a h a s t a e l final d e l p e r i o d o m e d i e v a l . S i n e l i n s t r u m e n t o de análisis del
nórdica y m e d i t e r r á n e a , que e n t r a r o n e n c o n t a c t o e n e l c l i m a i n t e r n a c i o n a l del G ó u c o
viaje, e l s e n t i d o m i s m o d e l a p e r e g r i n a c i ó n , d e l r e c o r r i d o y de la búsqueda de las metas
tardío, darán vida en el p r i m e r t e r c i o d e l s i g l o w a d o s a p r o x i m a c i o n e s distintas a la
de los v i a j e r o s m e d i e v a l e s y d e l o s fieles m e d i e v a l e s n o tendría s e n t i d o . Por esta razón,
realidad y a su r e p r e s e n t a c i ó n : la a n a l í b e a d e l a r t e flamenco y la s i n t é t i c a d e l humanismo
para c o m p r e n d e r q u é v e í a n y q u é p e n s a b a n l o s v i a j e r o s d e la E d a d M e d i a , debemos re-
italiano *.6
Sobre las imágenes, cfr. I I . B e l t i n g , Bild and Knit. Sim (Jetebubte drs Hildts zordem Zeitalierder Kunst,
1
Munich. 1990 |cd. cast.: Imagen y mito. M a d r i d , Akal, 2009]; J. W h r h . fhmfi MTlViat MhiiMit nM*Jí
menu fiT-.\T neelt). París, 1989. Sobre los caminos de las peregrinaciones, cfr. A. C Quintavalle, La anida
^ Sobre estos aspectos sigue siendo fundamental la visión de conjunto de O . Pácht, -Early Italian Nature
raneo. Parma, 1975; id.. U Vie dei pellegnui nell'Emdia medtevale, Milán. 1977; id. «Le rie del Mcdioera. Da
Studies and Uve Early Calendar Landscape-. Journal of the Warburg and CourtaubJ Institutes X I I I (1950), pp.
Chateaubriand a V i o l l c t le D u e . da R u s t í a a M u g o fino a Bedier, Poner, Male», enirf. (ed.),Le Vkdel\UdiM-
IM7. « Attt del Convegno inteniazionale di studi (Parma. 28 setembrr-l ottobre 1998). Milán. 2000, pp. 3-9; id., «Vii-
542 AtTt e H I S T O R I A E N L A F D A D M l U I I III I' I » t » J I . LA IMAGr.N. LA M C R I I I A I.A 1 R A N O O R ti A» I O S 543
imágenes; e n t r e las fuentes escritas «>n i m p o r t a n t e s las V i d a s d e l o s santos, q u e propo- to el análisis d e | . i e s t r u c t u r a s d e l m u n d o a n t i g u o , que adquieren valor y sentido dentro
S
1
V é a s e la e d i c i ó n de J. VicUiard. Le Cuide da prlcrin de Samt-Jacaues de Computelle. . M a c o n , I 9 J 8
G . R C . P a n b e y ( e d . ) . Mirabilia Rimine e codicibus Vaticana emendata. B e r l i n , 1 8 6 ° ; l i . J o r d a n , l
L a p e r e g r i n a c i ó n a T i e r r a Santa n e n e u n a l a r g a h i s t o r i a , i n c l u s n i n t e r i o r al t e x t o más
c o n o c i d o , la Peregrmatto Eté . s o b r e e l q u e e x i s t e un a m p l i o d e b a t e v este m i s i n o
viaje atraviesa, c o m o c s q u c m i < n t c r p r c t a t i \ o d e las d e m á s p e r e g r m .< iones, t o d a la I dad
M e d i a , t e r m i n a n d o p< r m u ia a r q u i t e c t u r a d e l o s e d i f i c i o s , r e m o d e l a r e l s i g n i -
ficado. Por c o n s t g u t. DI '>H, las c o p i a s d e l S a n t o S e p u l t o > c o n s t i t u y e n u n o de
los med«<<s .-, crave? \ d i /.ación d e l O c c i d e n t e m e d u \ a l p e r m i t e c o m p l e -
tar el viaje l j c r u s a l .11 r e a l i d a d ; u n via|e. p u e s , q u e es m e t á f o r a d e l viaje
r e a l , al q u e la disi m- 10 . i s dificultades políticas p u e d e n servir de impedi-
m e n t o . E s esta la causi . de un v i a j e s i m b ó l i c o a las s e p u l t u r a s , l a razón de
la i n v e n c i ó n de u n . : arCji : i m u t a c i ó n , c o p i a , y a l a q u e se la c o n s i d e r a c o m -
pletamente cquivalent e a l S ra L a d i f u s i ó n en t o d o O c c i d e n t e d e las réplicas
del Santo Sepulcro, empv. :.. ,. : s a n t o S t e f a n o d e B o l o n i a ( f i g , I ) " . d e m u e s t r a la
i m p o r t a n c i a m í t i c a d e l \i.i ydi pi <. ^encia c o m o r e c o r r i d o d e s a l v a c i ó n d e l fiel y, una Pero e x i s t e t a m b i é n o t r o s i s t e m a d e n a r r a c i o n e s q u e n o se u c n e e n cuenta, que lleva
vez m á s , aparece como símbi u n a d i f u n d i d a s a c r a l i d a d y d e u n a c o n s t r u c c i ó n de J la v e n e r a c i ó n d e o t r o s s u j e t o s , y a c o m p l e t a m e n t e b o r r a d o s de la memoria histórica
s e n t i d o de g r a n i m p o r t a n c i a . Por e l o t r o l a d o , l a r é p l i c a d e o t r a s e s t r u c t u r a s q u e conser- pero m u y p r e s e n t e s e n l o s t e x t o s , y s o n las chansons de geste, las d e l ciclo artúrico y las del
van i m p o r t a n t e s r e l i q u i a s e n B i z a n t i o . c o m o en c o n c r e t o S a n t a S o f í a o l o s S a n t o s Sergio ciclo c a r o l i n g i o ; s o n s o b r e t o d o l a s s e g u n d a s las q u e t i e n e n una función importante e n la
y í í a c o . este ú l t i m o r e t o m a d o t a m b i é n e n O c c i d e n t e en San M í a l e en R á v e n a . demuestra literatura d e la p e r e g r i n a c i ó n y . p o r c o n s i g u i e n t e , e n la interpretación de los significados
c ó m o la f u n c i ó n de las a r q u i t e c t u r a s es u n t e t o d o m e m o r i a y, a l a v e z , e n t r a d a al signifi- de los d i f e r e n t e s l u g a r e s y d e s u s a c r a l i d a d . La Chansons de Roland11 propone, en los años
cado s i m b ó l i c o p e r o t a m b i é n r e l i g i o s o , d e l e d i f i c i o i m i t a d o ; en e f e c t o , c u a n d o se copia noventa d e l s i g l o X I , u n a r e f l e x i ó n i m p o r t a n t e : l a ehanson de geste cuenta el evento de
en O c c i d e n t e el S a n t o S e p u l c r o , e x i s t e n /// loco r e l i q u i a s q u e p r o v i e n e n o se c o n s i d e r a que Roncesvalles c o m o u n a l u c h a e n t r e e l i s l a m y l o s e j é r c i t o s cristianos y, por l o tanto, como
p r o v i e n e n d e l c o n j u n t o de J e r u s a l é n . P o r c o n s i g u i e n t e , l a a r q u i t e c t u r a , su f o r m a , impone una p r e f i g u r a c i ó n p o l í t i c a d e l a s c r u z a d a s y d e l a r e c o n q u i s t a de España.
una i n t e r p r e t a c i ó n , un sistema d e s i g n i f i c a d o s . 1 0
fcrencia directa al camino de Monte Bardonc y que trata del viaje del paladín de Carlos tizada sólo en parte, p o r q u e tenemos noticia por las fuentes de restos arqueológicos de
y de sus batallas entre el monte y "Ibscana . ,: antiguos lugares de parada, p e r o que en el interior de los monasterios se conocen poquí-
Existen también otras fuentes del viaje, y son los itinerarios, que sirven sobre iodo simos; se trataba, e n cualquier caso, de lugares de paso donde en el siglo XII, se podía
para trazar, de modo esquemático pero útil, el curso de los c a m i n o s medievales. Cada dormir en los pajare comunes, donde se podía conseguí i comida, podían reposar las
uno de estos itinerarios ', empezando por el del arzobispo de Caín • rlmry, Sigerico. en el
1 caballerías o los animales de t i r o . P o r el cono-ario, los monasterios estaban organizados
990, cuerna con itinerarios diferentes; el del obispo Sigerico señala la importancia de de otra manera, c o n mi sistema de alojamientos para luí huéspedes distinto de las áreas
otro itinerario -bien conocido por el análisis arqueológico y pdi i « n o s numerosos testi- usadas por l«»s r e l i g u e , is. en donde de todas maneras se ofrecía hospitalidad gratuita.
monios—, el de norte a sur, desde Calais, en este caso, a Lausana. el Gran San Bernardo, Los itinerarios i n d i c a n los lugares de parada, tamo en las ciudades como fuera de
Fidenza, Pontreiiudi. Lacea, Viterho y Roma; por consiguiente, un eje del viaje que los ellas, y la c a p a s que se p r o p o n e n son también un modo para atravesarlos territorios
peregrinos próvcruent« •• •! I norte debían recorrer para i r a la ciudad de Pedro y de Pa- con alguna .cguridail. la distancia entre los albergues es, en general, de un día de carro
blo. También el i r t u r a ; a. I i N'ifculas de Munkathvera (1154). un abad islandés, que tirado por t icyes y n o supera, e n llano, la treintena de kilómetros, la mitad si es mon-
proviene del nordesii. imíno que. en la parte final, coincide con el precedente taña. Prog sívamente, los i t i n e r a r i o s mayores se van integrando en otros, de manera
y que antes pasa i rual Dinamarca, Alemania entre I lildesheim y Pader- que forma una r e t í c u l o q u e une los caminos principales, poquísimos, y los otros, lo-
born. después Maguí cía •• íspira, Basilea, Aosta y luego dobla hacia Roma. cales, no i nos i m p o r t a n t e s en el sistema de la economía de la época. A lo largo de
Otros itinerarios, H H M . ¡pe Augusto de 1191 a la vuelta de la tercera cruzada, estos últiiv. . caminos, se encuentran itinerarios que guían también a santuarios meno-
van de sur a norte j asi Feli] * ¡ me de Orranto y de Bari, luego llega a Roma y después res, de rita ra que t o d o e l sistema de viaje aparece, de una u otra manera, y durante
sube hasta Moncerusio. todo los st os x i , x n y también x u i , como espacio de meditación sobre la memoria
cristiana.
Se podrían recordar otros textos, pero se debe advertir que estas indicaciones de etapas
no se pueden poner en el mismo plano, sino que hav que relacionarlas con la intención de No sorprende que también en el mundo islámico el viaje s e considere un eje narrativo
aquellos que realitan el viaje; de hecho en los diferentes itinerarios algunos lugares se pri- determinante del culto y de la organización del territorio; de hecho, el viaje a la Meca es
vilegian en relación con otros, y esto sucede en función de una precisa voluntad religiosa, una de las c i n c o prescripciones religiosas para el fiel. Aparte de la veneración de los lugares
o bien política, como en el caso de Felipe Augusto, por lo que no se puede dejar de subrayar donde ha vivido Mahoma, resulta evidente la necesidad del peregrinación a la Kaabj, don-
la estratificación \ l.i complejidad de la organización de las vías. de se Conserva la piedra negra de la que Mahoma eliminó los ídolos; son muchos otros los
lugares de peregrinación en el islam, empezando por la Cúpula de la Roca en Jerusalén a la
Sobre este punto parece oportuno señalar la necesidad de una reflexión histórica que Mahoma había llegado volando desde la Meca y luego subiría al ciclo, desplazándose
perú, ciertamente, también arqueológica sobre los caminos mismos, metáfora del reco- desde la piedra que está en el centro de la estructura; otros lugares importantes del culto
rrido hacia lo divino de cada fiel, pero también estructura que. progresivamente, se va islámico son los sepulturas de los descendientes de Mahoma y las mezquitas más antiguas,
organizando y dotando de instalaciones funcionales, como parece claro por muchísimas corno es el caso de la mezquita de Damasco en Siria, donde se venera la cabeza de s a n Juan
fuentes, por lo que a los caminos y a los hospicios benedictinos, situados en los montes Bautista y donde los arquitectos islámicos integran la estructura de la anugua basílica pa-
desde el periodo longobardo al periodo carolingio. los siguen auténticos sistemas de leocristiana en el cuadripórtico de la mezquita, dando un vuelco al sistema de accesos a los
hospitalidad organizada que en el siglo xn ya no se fundan en la caritativa hospitalidad espacios internos y eligiendo así coordinar la sacralidad de espacios diferentes con la de una
de los monasterios, sino en un conjunto de lugares de pago, que son indispensables para antiquísima reliquia cristiana. El viaje en el mundo islámico es, ante todo, culto religioso y
un flujo de viajeros cada vez más numeroso'" . La estructura de los hospicios ha sido ana-
1
recorrido • la Kaaba que hay que cumplir, al menos, u n a vez e n la vida , pero existen t a m -
11
bién relatos de otros viajes, o mejor dicho, de históricas conquistas como las hazañas heroi-
c a s de los caudillos del islam y la enorme expansión de sus dominios desde los confines de
'-' Sobre esta ebanson ärgerte, importante para el análisis de las etapas en la zona del Passo di Monte Bardo-
nc y, pur unto, cu Toscana, véase Quintav alle. La strada romea, eit.; id.. Le Vìe dei pellegnnr nell'Emilia medieva-
le, d t
" R Stopani, Le Vie di pellegnnaggw del Medioevo: gli itinerari per Roma, Gerusalemme, Compostela!, l'bren- Les Romes de la fot, reliqttcs et rcliatiaires de Jerusalén, ti Cumpostelle, Friburgo, 1983; K. Greci (ed.), Itinerari me-
na. 1W5 ; además, Cfc id. Le (Jrandi vie di pellegrinaggio del medioevo: le strade per Roma, Florencia, 1986; id. La dievali e identità europea. Atti del Congresso internazionale (Parma, 27-28 de febrero de 1998), Bolonia, 1999.
Via Franstgeaa una strada europea nell'Italia del Medioevo. Florencia, 1988; id.. IM Via Franetgeiia del Sud: l'Appia
Tamhién puede ser útil una guía ilustrada: J. Roux (ed.). Les Cbemins de Saint-Jacques de Compostdle, Vlc-en-
Troiana nel Medioevo, Florencia, 1992
Bigorrc. 2000; véanse además Quintavalle (ct\.),Le Vìe del Medioevo, cit.,y Al d'Ono&io (cd ), Rondegiubilei.
14
H- C- Beyer, Von der Gastfreundschaft zum Gasthaus. Studien zur Gastlichheit im Mittelalter, Hannover, Il pellegrinaggio medievale a San Pietro, 550-1350, catàlogo de la exposición (Roma, 29 de octubre de 1999-26
1878. Además, véanse R. Roussel, Les Pelermages a troven les siecles, Paris, 1954; R. l-avarini, //pelhgrinagye de febrero de 2000), con importantes y significativas contribuciones.
cristiano, Genova, 1997; G. Sergi, potere e territorio lungo la strada di Francia, Ñapóles, 1981; M.-M. Oaurhicr, "C. S. Flurgronje, Het mchkatinschc feest, Leiden, 1880.
54S A R T E E H I S T O R I A E N LA K D A D MEDIA 11) Fi. VIAJE, LA IMAGEN , 1
LA H E R E J Í A ; LA T*ANsruXMACIÓN. 549
la India a España y. en el septentrión, hasta el i n t e r i o r de la península de Anatolia. redu- c o n v i r t i é n d o s e d e s p u é s e n m o d e l o p a r a e l m o n a q u i s i n o , occidental. Por eso, en el mo-
ciendo como consecuencia, de manera dramática, el d o m i n i o de l i i / . i u c i o . m e n t o e n e l q u e u n m o n j e e n O c c i d e n t e d e b e r e t i r a r s e ' i ' . : ! m u n d o , escoge exiliarse en el
Una clave pura comprender la c u l n i r a dei islam y sus mitologías del viaje, en se nudo descrtltm q u é n o es, n a t u r a l m e n t e , e l d e E g i p t o , s i n o s i m p l e m e n t e u n lugar aislado; deser-
banhesuno. parecen ser las narraciones de cuentos recogidas en / ••" mil \ muí noches" . -.pie timi es. p o r t a n t o , e l m o n t e , o u n a e s p e s u r a , o u n a i - I . - . u n r i o n en el mar.
parecen haber tenido un origen complejo en la zona e n t r e e l actual l r a q . Bagdad para ser P o r c o n s i g u i e n t e , e s i m p o r t a n t e a n a l i z a r a q u í la \ ' o diferente de viaje que conlleva
exactos, y las ¿reas limítrofes, sobre t o d o las del mar R o j o . Pero estos cuentos se triBtscri- refugiarse e n e l dcsv, //////, y c a p t a r t a m b i é n , e n e l sistema del relato, en la estructura na-
ben en Egipto en el siglo w y. por lo t a n t o , sufren una t r a n s l n n u . i , i o n diferente. Urbana, rrativa d e las V i d a s «Ití l o s s a n t o s , l a i d e a f u n d a m e n t a l del r e c o r r i d o de u n sitio a otro y de
con imágcne& de palacios j ciudades, y espacios y funciones de c a r á c t e r e n parte distante un estado »le p e c a d ' • u n o d e d i á l o g o c o n D i o s , l o cual q u i e r e decir el abandono de las
de aquel más anúgvio. En cualquier caso, el m i t o d e l n a j e p o r m a r que lleva a la riqueza, tentaciones m a t e r i a l e s d e l i n u n d o , m i e n t r a s q u e se d e b e r á n c o m b a t i r otras, inducidas
y pensarnos en los riaji p.< -r mar de Sunbad. o b i e n e n el viaje por i ierra en las caravanas por el d e l m i ó , q u e m a r c a n m u c h a s v e c e s la v i d a e r e m í t i c a . P o r lo demás, también Cris-
que atraviesan el lesicrtu h a « a la llegada a las a u d a d e s , y a los palacios y a sus maravillas, to, p r e c i s t i e n t e e n e l d e s i e r t o , v i v e u n a e x p e r i e n c i a q u e queda c o m o modelo de todas
queda una csnructuni nan aü\ i p a r a d o r a de la c u l t u r a islámica. Viaje, pues, pero también las e x i s t e n K I S d e a q u e l l o s q u e se r e f u g i a n e n e l d e s i e r t o . O t r o aspecto importante, seña-
csm.icrur.i-. itó •• ia;e: j q u i ei m u n d o islámico parece ser m u c l m mas r i c o y tccnológica- lado p o r i m i s m a A b i h r m a n n , es la c a n t i d a d d e copias de la Vida de Antonio que los có-
meiiic ¡hánZ • I" idi Iccidunttí, l l menos a p a r t i r del s i g l o VIH en adelante, porque las dices nos , n t r a n s m i t i d o , e n O r i e n t e y e n O c c i d e n t e , c o m o t e s t i m o n i o de la difusión de
ciudades del islam titán : alzadas con servicios que n i n g u n a ciudad occidental poseo ese t e x t o . m e h a s e r v i d o , a s u v e z , d e e s t r u c t u r a , e n t é r m i n o s narratológicos para otras
por enioncc- \,iñ 15 ¡ni ten \ acueductos, íardines en el I n t e r i o r de los palacios y fliCZ" V idas d e i . - s s a n t o s .
quilas perlccr.inunic organizadas con escuelas coránicas; ademas de lugares para la hospi-
L a i't.i.i de Antonio la e s c r i b e A t a n a s i o e n el 3 5 7 e n g r i e g o y p r o n t o se traduce al latín;
talidad, l o s caravasares, ¡ luego l o * mercados, los zocos y u n sistema complejo de otras
en ella s o n m u y s i g n i f i c a t i v o s l o s p a s a j e s r e l a c i o n a d o s c o n e l traslado de Antonio, que
funciones. De cualquier manera, el hecho m i s m o de que en toda c i u d a d , incluso menor,
sale d e la t i n d a d , d e s p u é s d e l a r g a s a b s t i n e n c i a s y a y u n o s , para i r a enterrarse a un ce-
haya caravasares y que, 9 menudo, estos se encuentren a lo largo de los itineranos s i n fin
menterio - A n t o n i o f u e a l o s s e p u l c r o s q u e e s t a b a n lejos de la ciudad y ordenó a uno que
que atraviesan el desierto en las inmediaciones de los oasis, hace c o m p r e n d e r cómo la
conocía q u e le l l e v a r a p a n p a r a m u c h o s d í a s . U n a v e z d e n t r o de una de las tumbas, per-
mitología del viaje es, también para el islam, una estructura básica, una mitología que se
m a n e c i ó a l l í . E l o t r o , s i g u i e n d o s u o r d e n , c e r r ó s o b r e él la puerta del sepulcro y se fue»' , 8
"'E Gabrieli (ed.), U Mille e una norte |]948J, Turín, 1997 |e<!. case: Las mil y una noches, VTlaür, Atalanta,
2ÜI4J.
IT
A la estudiosa se deben cuatro iuiporeantes introducciones a los volúmenes que recogen los textos mis
' " M o h r m a n n (ed.). Vite dei Santi, voi. 1, cit-, cap. VIJJ, p. 25.
sipiificarivos sobre la vida eremita de los primeros siglos cristianos: C. Mohrmann (ed.), bile dei San/i, voi, 1: Vita w
Ibid, cap. X L I , p. 87.
di Antonio, Milán. 1974; ibid,, voi. ìì: La stana Lausìaca, Milán, 1974; ibid., voi. UJ: Pira di Cipriano, Mia dì Ambro-
"lbid., cap. X U V , p . 93.
!
gio. Vita di Agostino, .Milán. 1975; ibid. voi. IV: Iliadi Martino, Vita di llanone, In «ternana di Paola, Milán, 1975.
'•'Ibid., cap. X X D Í , p . 101.
550 \ R T E I M I S T U R I * E N EA E D A D M E D I A I I I E| v l A l f , LA IMAC.EN. LA HEREJÍA: L A T R A MS f OH MACI6 W 551
La voz entonces le dúo: -Si subes a la l e b a i d a , c o m o tú piensas, y bajas hacia Bucólica, d e s g r e ñ a d o » ' . M a r t í n v i v e e n u n d e s i e r t o d e O c c i d e n t e , h i e n descrito en la
2
Vida, donde
arrastraras una fatiga dos veces mayor. Pero, si quieres r c a l m c n i c alejarte y vivir en el silen- hay t a m b i é n g r u t a s e x c a v a d a s e n l a r o c a :
cio, ve al desierto intenor» C u a n d o A n t o n i o replicó: - - Q u i e n n i c mostrará el camino? \ o
lo conozco», enseguida la voz le señalo a los sarracenos que estaban p o r recorrer ese cami- |...| d u r a n t e a l g ú n n e m p o vivió e n una pequeña celda contigua a la iglesia; después, no
no [...). Después de haber caminado durantes tres días y tres noches c o n ellos alcanzn la p o d i e n d o s o p o r t a r e l f a s t i d i o s o desasosiego p o r tod.. ; v . qué lo visitaban, se ínstalo en una
cima de un monte muy aho. \ abajo corría el agua límpida, dulce \ m u y fresca. Alrededor celda d e e r e m i t a a u n a s d o s m i l l a s fuera de la ciudad r ste lugar era tan apañado y remoto
délos montes había una llanura y unos pocos árboles de palmeras, descuidados con el pasar que n o e n v i d i a b a e n nada l a s o l e d a d de u n desierto, Por un Jado lo rodeaba un precipicio
del tiempo. r u p e s t r e d e u n m o n t e * e l c u r s o d e l río L o i r a con tía breve entrante obstaculizaba el resto
del t e r r e n o ; st¡ p o d í a a c c e d e r p o r u n solo c a m i n o en su mayor parte angosto. El mismo
tema u n a p e q o e ñ a c e l d a t i c m a d e r a . M u c h o s hermanos vivían de la misma manera; la ma-
.Antonio sise suuv.- .1 un-i ica caravana q u e atraviesa el d e s i e r t o , p e r o e l l u g a r del
$•01 se h a b í a h e c h o u n r e c e p t á c u l o e n la roca excavada del monre. líran casi ochenta dis-
última r e d r o n o s i i m e n t e y c o n f a c i l i d a d , s i n o q u e n e c e s i t a seguir u n
ci| - is l o s q u e s e f o r m a b a n c o n e l e j e m p l o del sanro maestro. Ninguno tenía nada suyo,
compleio r e c o r r i d o ¡ ^ e r a r . T a m b i é n e n La historia I ausiaea t e n e m o s re-
tOi ti se p o n í a e n c o m ú n - ' . 1
\ c m o s , pues, u n aspecto de estas reglas m o n á s t i c a s q u e . e n yene r a l , n o se t o m a en p e n o r se s i e n t e c o n e l l o s u o t r o que él disponga, t inmediatamente después se les de todo
consideración en relación c o n e l viaie. p e r o q u e n o s o f r e c e t a m b i é n u n a p i s t a de c ó m o 5c t i p o de a t e n c i ó n |...|. Q u e e l abad vierta el agua a lo. ha:'.pedes en (ásmanos, que tanto el
puede acceder 3l m o n a s t e r i o desde el e x t e r i o r , ser a l o j a d o s , t e n e r nía r e l a c i ó n c o n los abad c o m o l.i e n t e r a c o m u n i d a d laven los pies ;i ti ifiu*. !*.•> huéspedes [...], Que el abad se
monjes m i s m o s ; t o d o e l l o c o n f i r m a la existencia de u n c o m p l e j o sistema d e funciones \ m u e s t r e s o l í c i t o s o b r e t o d o e n a c o g e r á los pobre | • • peregrinos, porque es en ellos a
de relaciones que caracterizan a la civilización de la A l t a E d a d .Media y la sucesiva. Los los q u e se acoge m a y o r m e n t e a C r i s t o ; en efecto ..v.uniicnro que los ricos infunden
textos se citan de una útil edición reciente ". L a 2
Regía de los cuatro I'./,/'• es, escrita hacia el i n i p i me de poi -a r e s p e t o » . S i g u e n u l t e r i o r e s indic •• «ncs. sobre la cocina de los huespedes
410. prescribe: disi i n t a de l.i <. l o s r e l i g i o s o s « d e m o d o que los hu> : edes que llegan a horas imprevistas,
y no f a l t a n nunca e n e l m o n a s t e r i o , n o molesten l les hermanos-"; sobre el alojamiento
. .]cuando ... vjuc se le ofrezca sólo una acogida llena de humildad y par.i los huéspedes; « Q u e haya suficientes canias preparadas. Y que la casa de Dios sea
el saluJo d i la ut no se le pregunte de d o n d e viene, p o r qué ha venido sd ilustrada i»>r s a b i o s y s a b i a m e n t e - .
o cuándo 5- pul -uno. y no se le una en las chacharas'".
E n el v t o d e san B e n i t o , la r e l a c i ó n c o n e l m u n d o e x t e r i o r también está reglamen-
Escrita hacia el n¡ Macario p r e s c r i b e : « E j e r c i t a d la hospitalidad tada c u i i l lasamente c o n p r e s c r i p c i o n e s m u y rígidas; p o r e j e m p l o , para Jo que concierne
en toda situación, j r da de m a n e r a q u e d e j é i s a l p o b r e c o n las manos a los viai« de l o s m o n j e s f u e r a d e l m o n a s t e r i o , c o n f i g u r a una estructura muy diferente
pacías; para que no * 1 - venga a t i y tú seas c o n d e n a d o ; así. p o n buena de la de l< r e t i r o s , u n a e s t r u c t u r a q u e d e b e p o s e e r un sistema equipado para la acogida de
cara a todos y actúa c o n fe*' _? de San Benito está p r e c e d i d a p o r la Regida Magts- los hués] les, l i s t o p a r a f u n c i o n a r e n c u a l q u i e r m o m e n t o . E n los monasterios benedic-
m, m u c h o má*- amplia que 1«. • % J e m o d e l o ; la Regula Magistn f u e escrita e n t r e el >U0 tinos cu\ e g l a se r e f o r m a en e l p e r i o d o c a r o l i n g i o c o n B e n i t o de A n i a n o , el diálogo con
y 520, quizá e n R o m a , e n cualquier taso e n I t a l i a c e n t r a l , m i e n t r a s q u e la de B e n i t o se un p ú b l u . i d e l o s v i a j e r o s es c o n s t a n t e ; se i n i c i a así desde la m i t a d del siglo v i , equipando
fecha entre el 530 y 560. cuando muere el santo q u e h a b í a n a c i d o e n t r e e l 4 ° 0 y 500. y en e l m o n a s t e r i o á r e a s e s p e c í f i c a s p a r a l o s h u é s p e d e s , u n m o d e l o que se mantiene y de-
que en el 530 llega, precisamente, j M o n t c c a s s i n o . Resulta m u y i n t e r e s a n t e la parte i n i - sarrolla cada v e z m á s h a s t a C l u n y y C i t e a u x . E n m e d i o está la planificación monástica en
cial, el capítulo I , d o n d e se d i s u n g u e n c u a t r o cipos de m o n j e s : los c e n o b i t a s , que viven t o d o e l ( V e n i e n t e c a r o l i n g i o , c o n la p r o g r a m a c i ó n de u n preciso conjunto de modelos
bajo u n abad y hacen vida e n c o m ú n , los anacoretas, o t a m b i é n e r e m i t a s , q u e viven en el también a r q u i t e c t ó n i c o s . L a d i s c u s i ó n s o b r e la p l a n t a de San C a l o ' versa principalmen-
5
desierto; los sarabaitas, que viven en el m u n d o solos o e n g r u p o s y « t i e n e n p o r ley el te, c o m o es s a b i d o , s o b r e l a f u n c i ó n d e la p l a n t a m i s m a , si sirve para todos los asenta-
placer de sus deseos-'" ; el c u a r t o t i p o es el v a g a b u n d o : « E s t á n s i e m p r e d e a m b u l a n d o y
1 m i e n t o s m o n á s t i c o s b e n e d i c t i n o s o s i m p l e m e n t e para d i c h o monasterio; es cierto que el
nunca estables, s o m e n é n d o s e a los p r o p i o s deseos y a las t e n t a c i o n e s » ' . U n a vez dife- 1 p e r g a m i n o m u e s t r a l a d i s l o c a c i ó n d e las f u n c i o n e s y caracteriza a la ciudad monástica
renciados los d p o s de m o n a s t e r i o s y escogido e l q u e está b a j o la t u t e l a d e l a b a d . Benito c o m o l u g a r a b i e r t o a l o s h u é s p e d e s ; p o r l o d e m á s , si vamos a la I b r h a l l c de la abadía de
pone al margen el r e n r o egipcio o . e n c u a l q u i e r caso, o r i e n t a l , y p r o p o n e u n m o d e l o muy L o r s c h , e j e m p l i f i c a d a e n e l a r c o d e C o n s t a n t i n o e n R o m a , descubrimos, en la sala supe-
diferente, que a nosotros nos interesa a q u í p o r la r e l a c i ó n c o n a q u e l l o s q u e v i e n e n del n o r , u n l u g a r f u n c i o n a l p a r a e l r e c i b i m i e n t o de las personas de respeto, aunque proba-
extenor, con los p e r e g r i n o s . b l e m e n t e l o s p o b r e s y l o s d e m á s t e n í a n accesos d i f e r e n t e s . E n cualquier caso, la cons-
trucción d e las g r a n d e s a b a d í a s e n A l e m a n i a s e r v i r á para mantener el territorio y también
El capítulo L U I - ' empieza con esta frase: «CJuc a todos los huéspedes que lleguen se les
1
para i m p e d i r u l t e r i o r e s r e v u e l t a s o c o n f l i c t o s ; p o r consiguiente, el sistema monástico
acoja como a Cristo, puesto que será él mismo el que diga: " H e sido huésped y me halléis bajo C a r l o s , a l m e n o s e n l a s z o n a s d e c o n q u i s t a , p r o p o n e una fórmula armada depiet/tsy
acogido". Y se les dé a todos el debido respeto, sobre t o d o a los compañeros de fe, y a los de r e l i g i o s i d a d . P o r t a n t o , e n s u c o n j u n t o l a u n i d a d monástica benedictina de Occidente
peregrinos»-". Cuando un huésped llega, el abad y los hermanos le c o r r e n al encuentro y en la e d a d c a r o l i n g i a p r e s u p o n e u n v i a j e y u n a h o s p i t a l i d a d unida al viaje que privilegia a
-se intercambian el signo de la paz», un beso pero precedido de la oración. «Después de los p e r e g r i n o s , p e r o l o s p a s a j e s c i t a d o s n o s h a c e n c o m p r e n d e r que no sólo peregrinos,
haber sido recibidos, que los huéspedes sean conducidos a la oración y después que el su- sino t a m b i é n n o b l e s o q u i z á m e r c a d e r e s q u e pasaban de u n monasteno a o t r o disfrutan-
do de u n a h o s p i t a l i d a d q u e , p o r p a r t e b e n e d i c t i n a , estaba programada y entraba a formar
parte d e l c o n j u n t o d e l o s d e b e r e s m o n á s t i c o s . L a c o n t i n u a c i ó n de este modelo de hospi-
únicas equipadas para responder a las exigencias d e l o s v i a j e r o s , t a l vez e n e l c o n i u n t " é p o c a c a r o l i m r i i . e n e l r e c i n t o a m u r a l l a d o existe u n Pa'.itium trgu, que tiene la función de
i m p o n e n t e de las D.m/ut E¿fhx*c, h o s p e d a r a l o . r e p r e s e n t a n t e s d e l e m p e r a d o r , o A .-rnperador mismo y que, en cualquier
cas», m a u l l e n * i <>n su c o n f i g u r a c i ó n m i s m a la i m „ j e n del poder.
En el p c r i o d . . c a r o t t n j ití hl estructura d e l paisaje, d e los paisaje* a g r a r i o s y de lo*
asentamientos, resulta n n n .Ufe u u e del q u e se da e n e l p e r i o d o m e d i e v a l m á s tardío.
Ante t o d o , el sistema <\ debía d e ser todavía e x t e n s i s u i i ' , o m o h a n demos- Diferí m e a este i s t e m f l u r b a n o d e O c c i d e n t e resulta la c i u d a d bizantina en el perio-
do m a c c i h n e o \ i . i m n e n o , y d i f e r e n t e e l s i s t e m a de la hospitalidad del peregrino; en
trado las investiga• toj l o c h * * y de los h i s t o r i a d o r e s , desde los Ana/es de
B i z a n c i o . i u e f e c t o , e x i s t e u n t i p o d e e s t r u c t u r a s m u c h o m á s articulado y complejo. A lo
D n h y ' a L e G >' Liites de G u r é \ i c h ' ' , y e l s i s t e m a de los asentamien-
4
oenen amplias secciones de verde; en general, son jardines del sultán, del califa, del visir o
de otros dignatarios, y se traca de áreas protegidas a veces accesibles .1 una parte de los
ciudadanos.
M i e n t r a s e n O c c i d e n t e p r o s i g u e e n p a r t e , e s p e c i a l m e n t e e n e l c a m p o y : i pesar de las
reformas monetarias de C a r l o m a g n o . una e c o n o m í a f u e r t e m e n t e l i g a d a al i n t e r c a m b i o
en especie y privada de u n evidente sistema de i n t e r c a m b i o s basados e n la m o n e d a , en
Bizancio y e n e l i s l a m e l uso roí »neda resulta e s t r u c t u r a l a la e c o i i i >nua. P o r eso. p o i
la posibilidad d« rizado de la tasa de piara g a r a n t i z a d a , y p o r la certe-
za del dercL< ¡ b i z a n t i n o y, e n p a r t e , t a m b i é n e n el islámico, e l viajar
en O c a l ' . - I que viajar e n e l I m p e r i o b i z a n u n - 1 o e n e l islam. El
mundo k \ m , c o n q u i s t a u n c o m p l e t o d o m i n i o de la rutas
mariV.-" 1 1
irerráneO; B i z a n c i o se g a r a n t i / . i a d u r a s penas la
s u p e m •••.•nc-.. er¡= . . 1 ¡ de A n a t o l i a ; s ó l o la c u I n i ra o c c i d e n t a l n o se
muestra capí 1 , , de d i s c r e t o t o n e l a j e , s a l v o las m e n o r e s usadas
4
Mientras tanto (Desiderio], disponiéndose con toda razón a colmar el desnivel entre el
Es este u n a s p e c t o s . M i i r i c a u v o : l a i g l e s i a , s u s altares, ¡os recipientes de plata colgá-
presbiterio y la superficie de la iglesia, que se había estimado en unos seis todos, encontró
i s , están l l e n o s d e m u í h a s r e l i q u i a s y é s t a s i n d i c a n una geografía simbólica evidente, la
inesperadamente, sin ni siquiera excavar tres brazas, la venerable tumba del padre Benito
ft ierra S a n t a . .. I.i q u e s e a ñ a d e n o t r a s r e l i q u i a s qu< .. M . de Occidente. E n efecto, el
E n consecuencia, tomada la decisión con los devotos hennaims \ con Un hombres de mas
C I T K O de r e l i q u i a s uoic a c o n t i n u a c i ó n e n el t^-- h una idea del número de los
ufano la tumba misno
C | m
sensato juicio de n o pensar ni siquiera en moverla, i n i n c d i a i a n i e n u
MRos venerad, .s e n e l n n m a s t e r i o y de la c o m p l c j i d - . . i sus relaciones con Occidente,
con piedras preciosas en el mismo lugar e n la que estaba puesta ., t , l l c de que nadie pu-
Mera todo c o n R o m a ) ui d i v e r s o s s a n t u a r i o s :
diera sacar nada de tan precioso tesoro. Y encima de ella dispn-.. n.msverealmente a l,i
iglesia, es decir, de septentrión hacia meridión, u n arca de mármol nano de exinordinann
elaboración, de cinco codos de largo. De tal manera, el preshm • mismo permanecí" E n el .liar d e Santa Alaría se conserva pane de ta piedra de su mismo sepulcro y reli-
c o m o antes, sobre u n nivel más elevado, de m o d o que desde el n i e l o de éste al de la iglesia quias di ^ mártir . D i o n i s i o obispo. Esteban pepa, (xsano diicono. Primo y Feliciano.
se batan ocho escalones, precisamente debajo del arco t n u n f . i l qui lo d o m i n a " En el al d a S a n < . i e g o r i o está custodiada parte de la piedra del Santo Sepulcro, del res-
udo d e T.I M a n a d e las t ú n i c a s de los apóstoles Pedro y Pablo, y reliquias de 40 márti-
E l t e x t o r e f e r i d o m u e s t r a a s í a l g u n o s h e c h o s : q u e e l l u g a r de ! i s e p u l t u r a d e Benito res, ade; d e las , k l ' a n c r a c i o , Valentín c Milano. Alaron, obispo, y de la dalmática de san
estaba e n e l c e n t r o d e la a n t i g u a á b s i d e y q u e , p o r t a n t o , l a c o n s c r . K i o n d e la orientación Ambro- | e l aliar d e s a n N i c o l á s se encuentran las reliquias de los santos mirares
n
( ¡ e n c u b r i m i e n t o d e la t u m b a p l a n t e a a l o s m o n j e s y a D e s i d e r i o el p r o b l e m a d e su even-
• i . i d e s p l a z a m i e n t o , p e r o se d e c i d e e v i t a r e l t r a s l a d o d e las r e l i q u i a s para garantizar De nuevo ... , , „ t e p r o p o n e u n a r e l a c i ó n directa con T i e r r a Santa, de Ja que proviene
t a m b i é n l a c o n s e r v a c i ó n y la i n t e g r i d a d y, a t a l fin, se r e c u b r e n con « p i e d r a s preciosas»; * fragmento ti la s e p u l t u r a de la V i r g e n , m i e n t r a s que las reliquias de los otros mártires
ara t e r m i n a r , la n u e v a d e c i s i ó n es la d e a ñ a d i r u n g r a n s a r c ó f a g o d e m á r m o l esculpido, v confesores o ! r e c e n u n a g e o g r a f í a s o b r e todo occidental y , a la vez, dos templos de la
p u e s t o t r a n s v e r s a l m e n t e r e s p e c t o la iglesia y c o l o c a d o s o b r e la s e p u l t u r a d e l santo, un entidad, la d e l o s a p o s t ó l e s y la de l o s p a d r e s de la Iglesia; pienso, entre otros, en san
sarcófago q u e es una pieza a n t i g u a y q u e l l e v a a los o r í g e n e s p a l e o c r i s t i a n o s y. por u n t o . lanin y e n s a n A m b r o s i o . U n ú l t i m o pasaje resulta especialmente interesante: Deside-
H la i n m i n e n t e R e f o r m a g r e g o r i a n a , d e esta c o m p l e j a i n t e r v e n c i ó n arquitectónica. E l rio, en efecto, e s c r i b e s o b r e o t r a c o s t u m b r e , la de insertar las reliquias e n partes esperi-
s a r c ó f a g o , o c h o e s c a l o n e s p o r e n c i m a d e l s u e l o d e la n a v e , v i s i b l e a t o d o s , debía de tener hcav del edificio y e n l a s c o l u m n a s , q u e , en las enciclopedias medievales, simbolizan a los
u n f u e r t e i m p a c t o e n sus f i e l e s . apostóles, l o s p a d r e s de l a I g l e s i a , m á r t i r e s o santos. E s t e es el texto:
O t r o j>asaje d e la Chronica n o s p e r m i t e c o m p r e n d e r la c o m p l e j i d a d d e l problema de
las r e h q u i a s d e l o s s a n t o s e n M o n t e c a s s i n o y n o s a c e r c a al t e m a d e l a c o n s a g r a c i ó n de los Además de estas cosas que hemos considerado que no debíamos callar, en d momento
a l t a r e s y a l a f u n c i ó n s i m b ó l i c a , y a la v e z n a r r a t i v a , d e la iglesia e n s u t o t a l i d a d . de la c o n s t r u c c i ó n , e n señal de gran reverencia, se colocaron en los capiteles de cada co-
lumna de b iglesia las reliquias de los santos mártir es Juan y Pablo, Nicandro y Marciano,
Memos considerado o p o r t u n o en este p u m o especificar de qué santos se conservaron y de algunos otros, e n p e q u e ñ a s píxides de bronce"'.
las reliquias en cada altar. E n e l altar de san B e n i t o se custodian, por tanto, las reliquias de
los santos apóstoles Felipe y Sanuago. d e los mártires A l e j a n d r o papa, Sebastián, Ciríaco, Resulta i m p o r t a n t e i a d e c i s i ó n de c o l o c a r las píxides, evidentemente,avantlapaseen
C r i s a n t o y D a r í a , Abdón y S e n é n , y de Cecilia virgen. Además de éstas, también dos cajas d i m c n o r d e l o s c a p i t e l e s ; l a r a z ó n , c o m o indica la tradición cndclopcdica medieval
de plata, q u e contienen muchísimas reliquias de diferentes santos, están colgadas del mar- « d e R á b a n o M a u r o e n a d e l a n t e , es que las bases de las columnas son los pies de los
m o l superior en el i n t e r i o r del m i s m o aliar e n señal de honor. E n el altar de san Juan se santos; las c o l u m n a s , e l c u e r p o , y los capiteles, las cabezas de los santos, por lo que es
conserva aceite d e la lámpara del Santo Sepulcro, aceite que año tras año es encendido por aquí, en los c a p i t e l e s , d o n d e d e b e n i n s e r t a r s e las píxides con las sagradas reliquias. La
el cielo de manera milagrosa, ante los ojos d e todos, el sábado de la Santa Pascua; agua del iglesia, pues, se a l z a c o m o s i s t e m a s i m b ó l i c o e n el que las reliquias desempeñan un papel
J o r d á n del p u n t o d o n d e fue bautizado el S e ñ o r , incienso del sepulcro de san Juan Evange- de gran s i g n i f i c a d o .
lista, y reliquias d e san Sebastián y d e muchos otros que se habían vuelto a depositar en el l e ñ e m o s n o t i c i a d e esta v e n e r a c i ó n p o r las reliquias de los santos en todos los sitios
precedente altar del m i s m o s a n t o . 44
a los largo d e l o s c a m i n o s de O c c i d e n t e y t a m b i é n de Oriente, por lo que convendrá
analizar el r e l a t o m u y c o n o c i d o de l a l l a m a d a Guia del peregrino, que indica a losfieleslo
que hay que c o n t e m p l a r , l a s r e l i q u i a s que adorar, describiendo también, junto a ellas, las
EL V I A J C « L A I M A G E N . LA H E R E J Í A : LA TRANSI OR M A C I Ó N * 5 6 5
l a b o r e s d e o r f e b r e r í a y l o s m a t e r i a l e s q u e r e v i s t e n las s e p u l t u r a s de los sagrados cuerpos.
E n este s e n t i d o , s o n i m p o t t a n t e s d o s e j e m p l o s : e l d e S a i n t - G i l l c s en P r o v e n z a , n o lejos
E n la g u í a e n c o n t r a m o s d e s p u é s u n p a s a j e r e l a t i v o a la nutenricidad de las reliquias de
d e A r l e s , y e l d e C o m p o s t e l a . D e s p u é s d e h a b e r p u e s t o e n e v i d e n c i a la d i g n i d a d y la
san E g i d i o , q u e n o s d a la m e d i d a d e l a s p o s i b l e s ifaÍsJn*caCloilés y, p o r consiguiente, délos
i m p o r t a n c i a d e l s a n t o , la g u í a p e r m i t e c o m p r e n d e r e l t i p o d e retoi i<>n q u e los heles man-
conflictos e n t r e l o s d i I e r e n t e s s a n t u a r i o s e n O c c i d e n t e É>re es e l pasaje:
t e n í a n c o n la s e p u l t u r a . ¿ Q u i é n v e r á m á s t i e m p o su m o r a d a :
- - i . b i i e i i a d o r a r á a Dio--» a
su s a n t í s i m a b a s í l i c a ? ¿ Q u i é n a b r a z a r á m a s t i e m p o su s a r c ó l a u - . :
[ Q u i é n besará su aliar
Tal es la s e p u ' r u r a d e l b e a t o E g i d i o , e n la cual • u i -..-.rabie cuerpo reposa con honor.
v e n e r a b l e ? ¿ V q u i é n n a r r a r á su p u r í s i m a v i d a ? . E l pasaje hnci « o m p r e n d e r c o m o la
4 7
t r u c h a , se yergue con la cola vuelta hacia lo a l t o » . La descripción muestra claramente el ón en T b u r s « b r i l l a p o r l a c a n t i d a d d e o r o , d e p l a t a y d e piedras preciosas, y resplandece
con f r e c u e n t e s m i l a g r o s » . T a m b i é n e l s e p u l c r o d e san H i l a r i o en Poitiers es rico y pre-
s e n t i d o s i m b ó l i c o de las 12 piedras y del pez en el c e n t r o : son los apóstoles y Costo; el aná-
cioso: « S u s e p u l c r o , e n e l q u e r e p o s a n sus s a n t í s i m o s y venerables huesos, está decorado
lisis p r o s i g u e c o n e l l a d o a n t e r i o r d e l arca c o n D i o s b e n d i c i e n d o , bajo el trono una estrella
con g r a n c a n t i d a d d e o r o , y d e p l a t a y p i e d r a s p r e c i o s í s i m a s ; su basílica, grande y hermo-
y, a los lados, el alfa y el omega; a l r e d e d o r del t r o n o los c u a t r o símbolos evangélicos, des-
sa, se v e n e r a p o r l o s f r e c u e n t e s m i l a g r o s » . P a r e c e , p o r t a n t o , evidente que las sepdruras
p u é s e l J u i c i o F i n a l según e l A p o c a l i p s i s ; además, al l a d o del t r o n o de Dios hay dos angeles.
en los c a m i n o s d e l a s p e r e g r i n a c i o n e s f u e r o n c o m p l e t a m e n t e renovadas, pero es difícil,
E l ú l t i m o l a d o d e l arca representa la Ascensión d e l S e ñ o r c o n seis apóstoles debajo y seis
perdidos l o s t e x t o s o r i g i n a l e s , f e c h a r e s t a s i n t e r v e n c i o n e s ; se puede solamente suponer,
a r r i b a , insertados bajo bóvedas y separados p o r c o l u m n a s ; encima de ellos una paloma)'
por la i c o n o g r a f í a d e l a r c a á u r e a d e S a i n t - G i l l e s , q u e esta representación se realizó en
D i o s e n el t r o n o e n t r e los c u a t r o s í m b o l o s evangélicos: e l sistema, pues, parece que quiere
pleno s i g l o x i i , v i s t o q u e e s t a m o s a n t e u n a e v i d e n t e r e a n u d a c i ó n de temas que reencon-
r e p r e s e n t a r t a m b i é n la T r i n i d a d .
tramos e n la c u l t u r a m o n u m e n t a l e n p i e d r a . E n c u a l q u i c r c a s o . s e puede considerar que,
en g e n e r a l , l a r e n o v a c i ó n d e l a d e c o r a c i ó n i n t e r i o r de los edificios, empezando por los
4 7
Vielliard, Le (jiiidt du ptlenne, cit., p. 94.
«/W..P.96. Ibid., pp. 97-9H.
566 ARTE I IMMORIA E N L S Kn.\n MEDIA III
lbid.,p.
w
128.
W lbid.
lbid.. p. 129.
S2
A « T I i HISTOBIA rs LA E D A D M I DIA IH
y d e W i f í g e l m o * , y esta a r q u i v o l t a r e p r e s e n t a
5
la l e y e n d a a r t ú r i c a , se comprende que tasugo después d e l a C r e a c i ó n . G u i l l e r m o , e n la o t r a p a r t e de la entrada, propone lusto-
nas c n s t o l o g i c a s . P e r o N i c h o l a u s , e n la c a t e d r a l d e V c r o n a , esculpe imágenes que deben
d e b e r í a m o s p r e g u n t a r n o s p o r las r a z o n e s d e t a l r e p r e s e n t a c i ó n ( f i g . 5). A p a r t e del deba-
de habar t e n i d o u n a r a z ó n p r e c i s a p a r a s e r c o l o c a d a s c n esa ubicación; aludo a las dos
t e c r í t i c o s o b r e la c r o n o l o g í a , h o y r e m i t i d a a las f e c h a s i n d i c a d a s p o r casi todos pero, en
esculturas d e m e d i o b u l t o d e R o l d a n y d e U l i v i c r i , d e p i e a los lados del derrame del
e l p a s a d o , a d e l a n t a d a i n c l u s o a m á s d e la m i t a d d e l s i g l o , se d e b e d e c i r que la presencia
6 0
572 ABTI Í R I I T O I U I \ LA E D A D M I D K I I I
propiedades, son un recuerdo, ruinas sepultadas bajo la hierba, Es muy diferente el pai-
saje en el mundo dominado por Bizancio; todavía permanecen las grandes villas fuer i de ro que lo g u í a es l a .q l a r i c t ó n d e l a fachada, a mentid coa u n doble campanario, o bien
las murallas, en pleno campo, dando quizá al Bosforo o al m u d e Mármara, o en las Ib- del gran c i m b o r r i o c i • • i d o s o b r e e l c r u c e r o . E l viajer » ¡ue atravesaba Borgoña descubria
nuras de la costa anatóhca quedan las estructuras de la gran propiedad, del lanfundio. en Cluny una e s t r u c t u r a e n o r m e , q u e interpretaba x l i m o copia de San Pedro en Roma, y
que en Occidente han desaparecido; en cuanto a las d u d a d o s bizantinas, son complejas en la distancia i n t c r p i ¡taba, e l e v a d o s s o b r e los m i i n íe los monasterios, la mole enor-
máquinas donde la administración central mantiene los histi mas de control y los M ru- me de las n a v e s de la l i a d i a , e l p r i m e r o y e l según-i. .r.mscpios, las torres de la fachada
cios públicos parecen eficientes. P o r lo que se refiere al m u n d o islámico, es también di- r b s del p r e s b i t e r i o . i . e n la l l a n u r a , c o n m u r o s • 10 metros de alto en general, el
ferente; ante todo, el modo de moverse más rápido, también | • i r a el traslado de mercan- sistema de la catedral v de la Omntis Fxclesiae, el i l ;i¡to o bien la iglesia dentro de las
cías, es el barco, que atraviesa el Mediterráneo de puerto e n puerto, de ciudad en ciudad, murallas del m i n a s t e ! íes s e p e r c i b í a n enseguida como grandiosos reclamos. Entraren la
y aqui los almacenes y lugares para la hospitalidad están bu ; i organizados; en las zonas ciudad santp nía DCM las r e l i q u i a s q u i e r e d e c i r cumplii una serie de actos indispensables.
desérticas. las caravanas de camellos o dromedarios t r a n : n . m . atravesando la arena, Ante todo. ccsita u n a p u r i f i c a c i ó n , q u e es de los cuerpos - y que, por tamo, usa las
fuentes a di s i e i o n de l o s fieles- p e r o t a m b i é n , naturalmente, de las almas. La presen-
personas y productos; en cuanto a las orillas del Mediterráneo dominadas por el islam,
cia de las n i . tea es u n a s p e c t o i m p o r t a n t e de todo lugar de peregrinación; así, en Com-
además de las ciudades antiguas se c o n s e n a y reutiliza pane del antiguo sistema vurm
postela. la i ite q u e hay f u e r a d e la basílica se describe detalladamente en la Guia del
romano, desarrollando después el sistema de írngacmn > de culovo desde España hasta
Peregrino. I ) i r o d e la c i u d a d a la q u e se llega como peregrino, o en el monasterio,
Sicilia, desde el norte de Africa hasta el Mediterráneo oriental.
eusten cstri i tiras a p r o p i a d a s , c o m p l e j a s ; en efecto, desde finales siglo x i hasta las po-
E l viandante, en nerras de Occidente, ve un paisaie inm diferente del romano, los
nieras decaí ¡ del s i g u i e n t e , e n las c i u d a d e s las catedrales o los santuarios organizan un
cultivos se concentran en pocos lugares, los huertos son pequeños recintos distribuidos
conjunto de dependencias, e s t r u c t u r a s aptas para hospedara los peregrinos, pennirién-
alrededor de los asentamientos, los espacios de hierba o grano se tienen que regar, veste doles p a r a r a en la n i e t a d e su viaje durante u n tiempo suficiente. E l acceso a la iglesia
es un problema que se va resolviendo, progresn amenté, mediante las tecnologías que está siempre m e d i a d o p o r u n e s p a c i o interpuesto que puede ser un cuadrirwrtico o un
adoptan, primero, los benedictinos y. luego, a escala mucho más amplia, las demás órde- « n o portic ido. u n l u g a r d o n d e se m u e v e a los peregrinos a hacer un alto en espera de
nes, de C l u n y a Cíteaux, y también los demás terratenientes que aplican, en los siglos xi punficación.
y x i i , la tripartición de los suelos (hierba, grano y, cada dos años, una franja de un tercio
de terreno dejada en barbecho). Paralelamente a la revolución de los cultivos, se concen- En este p u n t o d e l a n á l i s i s d e b e m o s intentar darnos cuenta de la función de las igle-
tra en las ciudades un nuevo tapo de población que se afana a lo largo de un sistema de sias, de su s i g n i f i c a d o , p o r q u e , para e n t e n d e r lo que el viajero podía y debía comprender
canales, usando la energía motriz del agua para trabajar los metales, para moler el grano, de las i m á g e n e s q u e c a r a c t e r i z a n a t o d o s los grandes santuarios, tenemos que refenmos
para tratar telas. Tanto en los monasterios como en las ciudades, el viandante encuentra a un sistema de t e x t o s a m e n u d o n o investigados suíicicntemcntc. ¿Qué enriende el pe-
auténticos sistemas de talleres, servicios y funciones que se van desarrollando rápida- regrino de la i g l e s i a ? ¿ C ó m o i n t e r p r e t a las estrucmras? ¿Qué comprende del conjunto
mente y que se agregan también 3 las corporaciones. de las i m á g e n e s q u e e s t á n r e p r e s e n t a d a s dentro y fuera de ella? ¿Cuáles son las razones
P e r o la ciudad, cuando es meta de peregrinación, no es sólo murallas y cultivos, ca- de la elección d e d e t e r m i n a d a s i m á g e n e s , d e determinados temas y no de otros.
nales y talleres, sino que es el lugar donde se conservan las reliquias de los santos, donde Intentamos, a n t e t o d o , d e s c u b r i r q u é sugiere la tradición literaria para interpretar d
hay que entrar según ritos precisos - c o m o , por ejemplo, para quien viaja a caballo o en sentido de las i m á g e n e s , l a s e n c i c l o p e d i a s medievales, las costumbres monásticas, los
carro recorrer a pie las últimas millas desde el Mons Gaudti, o desde el úlümo lugar de sacraméntanos, las v i d a s d e s a n t o s , los relatos del traslado de sus cuerpos. Las imágenes
parada, hasta la ciudad m i s m a - y en las montañas que se han atravesado, y en sus pasos constituyen el i n s t r u m e n t o d e c o m u n i c a c i ó n para aquellos que no saben leer ni escnbir,
alpinos o pirenaicos, el peregrino ya ha plantado las cruces, como en Ron ce sva II es, el paso y éstos son la t o t a l i d a d d e l p ú b l i c o , salvo una parte de los religiosos y q u i s i m o s nobles
y mercaderes. A d e m á s , el l a t í n se aleja cada vez m á s de las lenguas habladas, lo que añade
consagrado por la ehanson de geste al lugar del martirio de Roldan. De todas maneras, para
ulteriores d i f i c u l t a d e s . P a r a e n t e n d e r qué significa entrar en las iglesias entre los siglos xi
el viajero la ciudad es siempre una ciudad simbólica, una Jerusalén celestial en la nern
y US, se debe c o m p r e n d e r e l s i s t e m a de significados que muestran, pero también hay que
porque está santificada por las reliquias, por el cuerpo del santo venerado. E n la ciudad, al
tener presente e l i m p a c t o q u e las iglesias mismas debían de causar en el público; su di-
peregrino se le guía con una serie de indicadores precisos. Existe a menudo una puerta
mensión era p r o p o r c i o n a l al n ú m e r o de los habitantes de las ciudades; no existía nada
que indica el origen del camino: así, por ejemplo, la puerta norte de la basílica de Com-
comparable d e n t r o o f u e r a d e las m u r a l l a s , ni por la calidad de la arqtútectura y de la
postela se llama Erancígcna. mientras que la geografía de los caminos da el nombre a
decoración n i p o r l o s c o l o r e s , l o s metales y las piedras que se usaban; incluso, cuando en
otras puertas, como la Porte Miégcville en Saint-Sernin de Toulousc, que está en eje, Italia surjan los p a l a c i o s c o m u n a l e s , o c u a n d o el sistema de las residencias imperiales se
precisamente, con la calle que conduce al centro de la ciudad. replantee e n e l t r a n s c u r s o d e l s i g l o x i i , las iglesias seguirán siendo los lugares más neos
P o r tanto, el c a m i n o de la peregrinación es también el camino simbólico de la salva- y densos en s í m b o l o s y n a r r a c i o n e s . L a investigación de los textos servirá para entender
el sistema de s i g n i f i c a d o s d e las i m á g e n e s : en primer lugar, las arquitecturas; después, a
ción, un camino rápidamente perceptible; de hecho, a quien entra en la ciudad loprime-
574 M T f l r HISTORIA E S IA EDAD M I DÍA III
dclano l,.| tabernáculo. Justamente se debe revestir de bronce uno y, de oro, el oux»;aun
análisis precedentes de Beda el \"cnerable y propone un doble nivel de interpretación de
que el 1 suene mal. supera, en cambio, a Jos demás metales en esplendor; el altar externo
toda figura, elemento arquitectónico, animal, planta, sugiriendo un senado literal y un
signih. I.i predicación de los doctores, el intcnor significa el esplendor de b caridad divi-
sentido místico, y confirmando las propias tesis con una sene de citas del Antiguo y el
na, q u e se manifiesta ampliamente por la luz de la contemplación de Dios (cois. 395 D y
Nuevo 'Jestainento.
»''6 A>
A s i . e n el capitulo De bestia, encontramos que el león «por su fuerza representa a Cris- El análisis c o n t i n ú a recordando que el altar, en sentido místico, puede significar los
to--, mientras que las leonas «indican, a veces, la santa Iglesia; otras. Babilonia» (cap. I), corazones de los elegidos, o el cuerpo del salvador o los corazones de los santos, mientras
todo animal t i e n e su valor simbólico, como, por lo demás, aparecía sólo e n pane esbozadas que el aliar de bronce significa los corazones de las personas ligadas a la carne; el incien-
e n las enciclopedias precedentes. E n el análisis de los edificios (libro XTV. cap. XXI) encon- so significa las o r a c i o n e s d e l o s santos. E l texto es muy amplio, denso en detalles, y sobre
tramos una s e r i e de palabras que se relacionan con la imagen de la iglesia: - E l sagranoes el significado del altar y de su ante pendí uní las indicaciones de Rábano Mauro son preci-
un lugar del templo donde se depositan las cosas sagradas» (col. 391 B); «el oratonoesu as, lamhién los d e m á s elementos de la arquitecnira tienen valor simbólico. Comentando
sólo consagrado a la oración» (col. 391 B); «los penetrales son los lugares secretos de los 'a casa que Salomón edifica a D i o s , Rábano recuerda que sus dimensiones eran de 60 por
oráculos» (col. 3V1 B): el «monasterio es lugar donde vive un solo monje» (col. 391 BC). 20codos y precisa: « E l a n c h o de la casa indica la longanirrüdad de la Iglesia (...], la anchu-
Y también: «Basílicas eran antes llamadas las habitaciones de los reyes, de donde deriva d • significa la earidad ( . . . ] ; la altura, la esperanza del premio futuro-; también las dimen-
nombre | . . . J ahora se llaman así también los templos divinos» (col. 391 D ) ; «tnartintim es siones del edificio adquieren, por consiguiente, valor simbólico, como lo tienen las entra-
el lugar del martirio de deris*ación griega, construido en memoria del mártir o porque están das y muchos otros e l e m e n t o s del templo. E n el capítulo XXIII, que se titula -En las
los sepulcros de los santos mártires» (col. 391 D). patedes del edificio», e n c o n t r a m o s ulteriores indicaciones sobre los valores alegóricos
que Rábano introduce: los c i m i e n t o s simbolizan a Cristo; las paredes, el cuerpo del Sal-
vador; las ventanas, la escucha de la fe o la sensibilidad del corazón. «Las paredes del
Después de estas disyunciones, que, en parte, derivan de Isidoro de Sevilla, hay algu- templo en sentido m í s t i c o s o n los pueblos de los fieles de los cuales se compone la Santa
nas indicaciones que conviene subrayar: «Las columnas del tabernáculo son los doctores Iglesia universal» (col. 401 C D ) . Y, más aún, el Señor es la piedra angular, también los
de la Iglesia [...]; las bases de las columnas son los libros de la Ley y de los profetas; la tejados tienen valor s i m b ó l i c o , y los techos de casetones o pintados simbolizan las dife-
parte de arriba de las columnas es Cristo. Las cortinas del tabernáculo, la multitud de los rentes órdenes de los fieles, y las vigas son los predicadores de la iglesia: «Las vigas, por
fieles» (col. 3V4 B). E s evidente, por tanto, que las columnas son un signo de valor fuer- tanto, son de cedro y estos techos de ciprés, porque ambos árboles, por su naniraleza, no
se pudren, son de g r a n altura y de especial perfume» (cois. 402 D y 403 A). Cada parte
del edificio tiene u n v a l o r s i m b ó l i c o , desde el ábside a los arcos, al pavimento «que quie-
Rábano Mauro, De inmerso, libro X X I J , Patrología latina (a partir de ahora Pi), vol. CXI, cois. 10-614 re decir humillación y d o l o r del á n i m o » , pero también la «humildad de losfieles-(col.
6 1
tí
Isidoro de Sevilla, Etymologianim site ortgmum, libro X X cd. W. AL Iandsay, Oxford, 1911, reeditado
403 BC)y, naturalmente, las columnas, las basas y los capiteles son símbolos, «las colum-
más veces [ed. case: Etimologías, Madrid, B A C , 2Ü04J.
576 A » T Í r HISIOBIA EN L A E D A D M I D I * III
O t r a o b r a d e R á b a n o M a u r o , Allegonae ffl umversam sacrtnn scnpturanr**, parece i m - la v i r t u d d e l a h u m i l d a d ; Thuribulum ( t u r i b u l o ) es la carne de Crista pero también los bue-
nos t r a b a j a d o r e s o l o s a p ó s t o l e s ; Venter (vientre) es la humanidad de Cristo, la mente hu-
p o r t a n t e . E l t e x t o e s t á o r g a n i z a d o e n o r d e n a l f a b é t i c o , p e n s a d o para una rápida consulta,
mana, e l a r r e p e n t i m i e n t o d e l c o r a z ó n ; Vestimentum (hábito) es l.i humanidad de Cnsto;
y d e b í a d e s e r v i r p a r a p r o p o n e r u n a i n t e r p r e t a c i ó n m í s t i c a , a d e m á s de l i t e r a l , de cada uno
Vestís ( v e s t i d u r a s ) es l a c a r n e d e C r i s t o ; Vestibultini (vestíbulo) es la vida eterna; Vesperlflo-
d e l o s c o m p o n e n t e s d e l e d i f i c i o d e la i g l e s i a ; l e c t u r a a l e g ó r i c a q u e quizá los religiosos
chc, el f i n a l ) es e l A n t i c r i s t o ; Véspero ( e n e l m o m e n t o del final) es el tiempo de la encama-
usaban para explicar a los fieles e l s e n t i d o d e l o q u e v e í a n . ción, X espera ( l o s fines ú l t i m o s ) es la t e n t a c i ó n pero también el final de la vida; Vkt (camino)
es C r i s t o , n u e s t r a e x i s t e n c i a , la c o n d i c i ó n de los reprobos; Viatores (viajeros) son los hom-
Escojo algunas definiciones y las c i t o parcialmente, excluyendo los textos de referenaa bres s a n t o s ; Villa ( c i u d a d ) es u n a g l o m e r a d o de impíos o también de pueblos paganos; Pl-
d e l A n t i g u o y N u e v o Testamento que Rábano incluye para sustentar sus propias tesis. Así ruii/i ( v i n o ) es e l s e c r e t o , e l a r c a n o d e la d i v i n i d a d ; Vmea (viña) es Cristo; Vir (hombre) es
Altar significa la devoción del corazón; Ahitado (altura) es la excelencia de los premios; C r i s t o ; Virga ( v a r a ) es la p a l a b r a q u e pennanece, la humanidad de Cristo, la potestad de
Anuda es C r i s t o ; Arena ( a n f i t e a t r o ) es la ruina de esta existencia pero también los humildes; C r i s t o , e l e s t a n d a r t e d e la c r u z ; Vitis (vides) es C r i s t o ; Vmilus (ternero) es Cristo; Pítala
Arca (arca) es el c u e r p o d e C r i s t o ; Asmas (asno) es el pueblo pagano convertido después, o ( t e r n e r a ) es s u c a r n e ; Vitrum ( v i d r i o ) es el estado de los ciudadanos del cielo pero también
un falaz e n g a ñ o d e este m u n d o ; Vox (voz) es el hijo de Dios; Pulpa (zorros) es Herodcs, son
b i e n l a pereza d e los necios; Asina (asna) es nuestra carne pero también la sinagoga, o los
los h e r e j e s , l o s e s p í r i t u s m a l i g n o s ; Ursus (oso) es cualquiera que sea cruel, cosas inmundas,
l u j u r i o s o s p e r o también todas las almas celestes; Atrtum (atrio) es la Santa Iglesia; Barbd
los e m p e r a d o r e s r o m a n o s ; Uter ( ú t e r o ) la Iglesia pero también este cuerpo mortal; Vxor
( b a r b a ) es la d i v i n i d a d d e C r i s t o ; Bases (bases) son los consejos de Dios, pero también son
( m u j e r ) es l a I g l e s i a p e r o t a m b i é n u n b u e n ejemplo, la buena voluntad.
los apóstoles y l o s padres del A n t i g u o Testamento; Candeiabruvi (candelabro) es Cristo;
Caput (cabeza) es l a d i v i n i d a d d e C r i s t o ; Capdlus (cabello) es la sutileza de las reflexiones;
Coelum ( c i c l o ) es D i o s ; Caenientaríi (albañiles) son los doctores de la Iglesia; Cisterna (cis-
L a r e l e c t u r a d e l o s s e n t i d o s d e u n a s e r i e d e palabras hace comprender qué es l o q u e
t e r n a ) es la Sagrada E s c n r u r a ; Crystallus (cristal) es la dureza del corazón pero también b ha c a m b i a d o r e s p e c t o a l m u n d o t a r d o a n t i g u o y sus enciclopedias. Las palabras ahora
n a t u r a l e z a angelical; Chitas (ciudad) es ta patria celestial pero también la Santa Iglesia, el tienen d i f e r e n t e s n i v e l e s d e s e n t i d o y l a r e l i g i ó n c r i s t i a n a tiende a consob'dar este doble
m o d e l o i n t e r p r e t a t i v o , p r e m i s a i n d i s p e n s a b l e para u n a nueva idea del mundo y de la re-
a d e l a n t e e n e l x n i . las i m á g e n e s se v u e l v e n f u n c i o n a l e s e n la l u c h a c o n t r a las herejías e l n a c i m i e n t o \ e l s i g n i f i c a d o de la perla se explican con estas palabras. -<Esu |la concha)
sale d e l f o n d o d e l m a r y a l i m e n t a su carne c o n el rocío de la mañana. Luego, cuando saie
c a t a r a s . Se t r a t a d e u n a p e r s p e c t i v a n u e v a q u e u n e e l s i s t e m a d e l o s i c o n o s , interpretados
del l u g a r d o n d e v i v e a la s u p e r f i c i e d e l m a r . abre su boca, y acoge en si el rocío del o r l o , y
t e n i e n d o e n c u e n t a l o s t e x t o s c o n t e m p o r á n e o s , las i m á g e n e s m i s m a s esculpidas y pinta-
r e s p l a n d e c e d e los r a y o s d e l s o l , y asi nace e n su i n i c n o r la perla preciosa y muy luminosa
d a s e n las c a t e d r a l e s o e n las a b a d í a s c l u n i a c e n s c s y. p o r fin, d e d o s g r a n d e s eventos his-
por estar c o n c e b i d a p o r el r o c í o d e l c i c l o e iluminada por el rayo del sol. La piedra que
t ó r i c o s : la l u c h a d e la I g l e s i a c o n t r a e l I m p e r i o , p r i m e r o ; d e s p u é s , c o n t r a la herejía cata-
l l a m a n c o n c h a es la r e p r e s e n t a c i ó n de María ( . . . ] . La flor que nace de Santa Manaes Nues-
r a . É s t e es e l ú n i c o m o d o d e e x p l i c a r la m a y o r r e v o l u c i ó n e n la i c o n o g r a f í a de Occidente:
t r o S e ñ o r J e s u c r i s t o . E n e f e c t o , c o m o la concha sale del mar. dentro de la cual nace la
l a c o m p l e t a t r a n s f o r m a c i ó n d e l s i s t e m a d e las i m á g e n e s q u e se d e t e r m i n a , una primera
perla, a s í M a r í a sale d e la casa d e su padre a l t e m p l o de Dios y allí recibe el rodo celcsoal-
v e z . e n l a s p o s t r i m e r í a s d e l s i g l o x i y l o s i n i c i o s d e l x u ; d e s p u é s , c o n claras transforma-
(cap. X X V , c o l . 8 0 BC).
c i o n e s , d e s d e l o s a ñ o s c u a r e n t a d e l s i g l o x n h a s t a e l final d e l s i g l o y, m á s adelante, en el
X I I I . e n u n v a s t o t e r r i t o r i o q u e c o m p r e n d e la p a n e s e p t e n t r i o n a l d e l a península Ibénca.
A q u i t a n i a , P r o v e n r a . B o r g o ñ a . L o m b a r d í a , o sea, g r a n p a r t e d e l n o r t e i t a l i a n o . E l senti- t'l texto de H u g o d e San V í c t o r o f r e c e u n a l e c t u r a considerablemente simbólica de
d o d e la r e v o l u c i ó n t e n d r á , p u e s , q u e s e r e n f o c a d o t e n i e n d o t a m b i é n e n cuenta la alter- los a n i m a l e s d e l o c r e a d o , d e l a s a b e j a s y d e las s e r p i c n t e s . d e los basiliscos y de los insec-
s i m b ó l i c o s ; p o r l o t a n t o , p o r su experiencia enciclopédica. E n De bestiis et aliis rebufa delubrum, entena, cettbedra, cera, ctavis, claustrara, consecratio eeelesiae, anrus, dntr, fentstra,
encontramos, e n p a r t e , las d e f i n i c i o n e s d e las e n c i c l o p e d i a s precedentes pero sobre
fins, fnndamenttan, jcjtniitim. linttnt, riturus, pavimentan!, pergamun, sacerdos, sancta sancto-
ruin, santuariimi, tahciiiaciditni, tbtiribtilum, tuba, furris, vestnnenta sacerdotis, vi
uum. E n t r e t o d o s , c r e o q u e c o n v i e n e c i t a r l a d e f i n i c i ó n de Peregrinus: mita o vh
u
H u g o de San Víctor, De bestia et alus rebüs. PL vol. C L X X V I I , cois. 13-164.
580 ARTE I HISTORIA CN LA E U A D Mr.niA I I I
une a buenos compañeros de viaje, n o le impiden seguir el Correcto y (listo camino peso, muchos niii obros forman un solo cuerpo, así un rolo altar lo forman muchas piedras-(col.
molestos, no es atraído por cosas pasabas, cn los peligros s e a) , . , en personas dables, no
H
I A). « L o . i st alones por los que se sube al ahur «-on los mártires-, mientras que -el altar
o
le falta temor y recelo, por amor a la patria tolera la langa, n es.ra a muchos s u s „ p r del incuii'.' 1 • f revestido de oro es el diálogo de lo:, peífeetns, que sonfinnescn la fe,
piedades, no se declara neo. habla siempre de lafinalidaddel *. .„ \ piensa, y aspira a db pcrspicat c "i sabiduría, eminentes por las cuatro virtudes- (col. 19 BC). Lis capítulos que
(cap. .VIA', col. 156 D). mas ínteres • o .• nivel simbólico porque hacen entender cómo, a pnncipiosdcl siglo xiii, se
leu el sisi» i. i i simbólico de la iglesia, son diferentes ícnirc estos indico: el IV, -De las par-
Por lo que se ha visto en Hugo de San Víctor, la tradición interpretativa de la e n c i - te- de la igl. sia»; el V, «De los nombres de la iglesia-, el VI. -De la consagración de la
clopedia medieval continúa durante todo el siglo xu. pero viene integrada, modilit.hli, i;-' SKI ... s« iiclo por el V I I , VIII, IX y X sobre el mismo tema; el XJ.«De b reconsagraaón
hecha funcional al modelo agustiniano y neoplatónico que i ai K t eriza a la reflexión de di la iglesia . el X I I , «-De las decoraciones de la iglesia-; el XIII, «De los iiicitsifios de h
1 lugo, que. por lo tanto, entiende la luz como signo de lo dñ ino; en efecto, resulta muy ig.- sia», capitulo que termina el libro I).
indicativo el pasaje arriba citado: el rayo del sol aparece conu. 11 I spiritu divino que h . i c c
Es opon uno detenerse en los capinilos IV, XII y XIII. Este es el análisis de la iglesia del
concebir cn el seno de la Virgen-concha a Cristo-perla. laminen para Hugo, en cual-
c. itulo I V --IX' piedras preciosas serán consumidas todos los muros, y las torres de Jeru-
quier caso, el peregrino es el viajero en la Tierra, y define no solo el tipo de vesumenu
i serán t«instruidas con piedras preciosas; así eslá como uidi la Iglesia, para que tenga
que debe llevar sino también el comportamiento y las relaciones con los demás, subra-
c¡ -.i\ un. r con criptas subterráneas y se eleve con cuatro paredes de brgn y ancho. Al-
yando los peligros del víate sugiriendo que el peregrino no se declare rico, recomenda-
g> is iglesias están construidas cn fonna de cruz.; otras son redondas, compacas, con mu-
1
ción que se parece a lo que se escribe, en la Guia delperegrino, sobre los bandidos v a s c o s
r« • !e piedra y cal con ventanas y puertas; condenen cn el interior pulpitos, columnas con
que se ensañan en los montes y en la región al norte de los Pirineos.
h.i is \ eapiieles, vigas, tejados, tejas, escaleras de caracol y entablados horizontales; en el
Veamos ahora el último texto, entre los muchos que podrían citar, que s e fecha a exterior se agregan a la iglesia etc.Iras, ccmcntenos, tones y claustros. El pavimento, que
principios de 1213, el Mitralc de Sicardo"-. E l texto del Mnrale está cn el interior de una se pisa con los pies, es el pueblo, de cuyas fatigas se sostiene b iglesia; bs cnpUi subierrá-
cultura muy lejana de la del predecesor, una cultura en la cual ya no es importante dar nc.is son los eremitas, que cultivan una vida más apañada; a través de las doctrinas de los
explicaciones hiérales de los términos; de hecho, existen las escuelas, y tanto las episco- cuatro evangelios, como de las paredes, se levantan al punto más alto de las virtudes, la
pales como las universitarias aumentaron el número de los que Icen y esenben, pero longinid de la iglesia es la longanimidad que. con paciencia, soporta b adversidad, hasta
cambiaron sobre todo su cultura. E s por esto que. en el análisis que hace Sicardo de cada que no llegue a la patria; la anchura es la caridad (...|, la altura es b esperawj [..-1; las
parte de la iglesia, encontramos, claro, elementos de las interpretaciones precedentes iglesias que son circulares quieren decir que la iglesia se ensancha hasta el círculo del mun-
pero también muchos motivos completamente nuevos. Intentemos simplificar cómo ve do entero» (cois. 19 D y 20 zVB). E l análisis prosigue indicando que «los muros unidos por
interpretaba un edificio en pleno periodo gótico por parte de un prelado que vivió entre la cal son la unión de los religiosos en la fe y en las obras, unidos por el vínculo de b candad
1160 y 1215, obispo de Cremona desde 1185, legado del papa cn Alemania en 1204 cn (...] por lo que las piedras en los cuatro muros son los hombres en los colegios instituidos
Constantinopla; por u n t o , una figura importante en la Iglesia de Roma y personaje de cn las cuatro partes del mundo- (col. 20 B), y también -el cemento está constituido de cal,
agua y arena, la cal es el fervor de la candad; el agua, el Espíntu Santo, con d que se meida
vasta cidtjjra. E l Mitralc es un texto complejo que reorganiza el saber y los valores simbó-
la arena, cuando las personas espirituales se vuelven a lis cosas terrenas» (col. 20 Q. Ade-
licos de la Iglesia, pero que anaÜza en el libro II las normas y los modelos que los religio-
más «las ventanas, que impiden el acceso a las tempestades, y que introducen la luz, son los
sos tenían que seguir, y las tareas de los ministros de la Iglesia en el libro III y en el IV;
doctores que resisten el torbellino de las herejías e infunden luz a los 6cles» (col. 201>); d
aquí examinaré sólo algunos pasajes del primer libro.
vidrio de las ventanas «es la mente de los doctores que contempla las cosas celestiales a
través del espejo del misterio» (col. 21 A), pero las ventanas son también las Sagradas Es-
Consideremos el tratado del altar (cap. 111); parte de la diferencia entre ara y altar, y crituras. La puerta de la Iglesia es Cristo, mientras que las puertas tienen significados dife-
rentes; son llamadas «valvae [...Ja volvendo» y así, del girar, -fores aforinsceusedurenrio-
repite la antigua definición de Isidoro, el altar así llamado porque es alto, el ara porque es
y luego del llevar fuera, **portae a portando» «y estos son los apóstoles a través de cuya
casi plano, pero después añade: «De estos padres antiguos inician los altares modernos, de
predicación somos conducidos a la fe» (col. 21 C). Además, las verjas son los profetas; -las
forma cuadrada, algunos de los cuales están hechos de una sola piedra, orros de muchas. columnas que sostienen la casa {la iglesia] son los obispos que sostienen la máquina de la
Las piedras erigidas en forma de altar, y el altar de oro, y estos nuestros altares de piedra iglesia con la palabra y la vida [..-l; las bases de las columnas son los apóstoles que sostienen
simbobzan a Cristo, que es la piedra tallada del monte sin intervención manual, piedra la máquina universal de la iglesia. Los capiteles son las palabras de la Santa Escritura» (col.
21 C ) . Los capiteles de las columnas son las mentes de los obispos (col. 22 B). Las vigas que
Sicardo, Mitróle seu de offtnis eedesiasttás minuta, Pln vol. CCXIII, cois. 13-436.
Auil f i i ' - i . i iv l \ LA E b t U \ l i ¡.i . 1 1 1
E l VIAJC, LA lAlAREN, LA N O T E j f * . L A I U S » ) OXUACIÓK.. 583
u n e n la casa [la iglesia) son los p r i n c i p i o s d e l m u n d o o los predicadores; «las tejas que ex-
pulsan la l l u v i a de la casa son los soldados que p r o t e g e n la iclesia de los paganos y de- los h e p u d o ; n o d e b e s e r d e m a d e r a , p o r q u e siendo p o r o s o y esponjoso, absorbería la sangre. B
e n e m i g o s - ( c o l . 22 Q ¡ n a t u r a l m e n t e son muchas otras las p i r o s de b arquitectura anali- cáliz e n s e n t i d o m í s t i c o es e l e s p í r i m de la sabiduría - u o l . >> D y 56 A), además el cáliz, -si
zada, desde las exedras al c e m e n t e r i o , m e l i m i t a r e aquí a considerar las torres. «Las u a o a es d e o r o . s i e i i d i c a b i s t e s o r o s d e la sabiduría escondidos en Cristo; si es de piala, indica b
e n u n s i n o es u n a ; en o t r o , dos; en o t r o , c u a t r o , dos d c l . u i n \ dos en la parte postenor, purificación I» las c u l p a s ; si es d e e s t a ñ o , lleva a la senu lanza entre culpa y pena. El estaño
esia a m e d í . » t a m i n a e n t r e p l a t a y p l o m o " ( b o l 56 t'.< y Por fin se precisa, hacia el final del
c o n s t r u i d a s e n lugares elevados; sobre las torres d o n d e Cktán i • -Iva»las las campanas se pon»
capítulo, q u . l o s c ó d i c e * d e l o s E v a n g e l i o s n o c s i a n «kcoradoi sin causa alguna en oro,
u n g a l l o . U n a sola t o r r e es la vida de los predicadores |. \. dos torres son las dos leyes,
p l . u a y p i c d i i - p r e c i o s a s , c ó d i c e s e n los cuales b u l l a el o r o de la sabiduría, b piara de la
c u a t r o , la d o c t r i n a de los c u a t r o evangelistas. | J S anteriores. Mateo y Juan, que han dialo-
el'M i i e n c i a o- ios m i l a g r o s » (col. 56 D ) .
g a d o d i r e c t a m e n t e c o n D i o s , las p o s t e r i o r e s . Lucas y M a r * . . - , discípulos de los apostólo
|...|, p e r o dos t o r r e s y c u a t r o t o r r e s son |iamb*en| los p r c d i t adores instruidos en estas le\o
y d o c t r i n a s " ( c o l . 24 A B C ) . Además, t a m b i é n t i e n e n w l o t simbólico los signos puestos Paree,. pues, o u l e n t e q u e d u r a n t e c u a t r o s i g l o s , desde R á b a n o M a u r o hasta Sicardo
e n c i m a de las t o r r e s . « L a cruz está puesta encima p o r q u e en vano habla la lengua del pre- de Creii» n a , e l d e b a t e s o b r e la i n t e r p r e t a c i ó n y f u n c i ó n de las imágenes se fue profun-
diado « H i n u a m c u t c , s u b r a y a n d o c a d a v e z m á s los significados simbólicos. La iglesia
d i c a d o r , si n o la ayuda la fe del m e d i a d o r y p o r q u e n o se pUCOC .lar gloria al Señor si no es
así, p a r a r í e n l a \ i s i t a , e s u n s i s t e m a c o m p l e j o d e s i g n o s q u e simboliza la Jerusalén ce-
a través de la c r u z - ( c o l . 24 D ) . « L a cúpula sobre la que esta puesta |la cruz| con su redon-
lestial" m a r e n la i g l e s i a q u i e r e d e c i r e n t r a r e n la C i u d a d de D i o s , y aquí cada detalle,
d e z significa que la fe católica se del>e predicar de m o d o o r g á n i c o » (col. 24 D ) ; - e l gallo
desde e l i c n o r c o n l a s t o r r e s , e l á b s i d e , l o s t e j a d o s , e l acceso al i n t e r i o r por la puerta
está e n c i m a p o r q u e e l p r e d i c a d o r que es s o l i c i t o de la d o c t r i n a del A n u g u o y Nuevo Testa-
que es ( i i s f o , a l p a v i m e n t o , a l l e c h o , d e s d e las c o l u m n a s c o n las basas y los capiteles del
m e n t o debe d e s p e n a r a los que d u e r m e n durante la noche para que tengan fe en Dios-
altar, d e s d e la c r i p t a a l a s e p u l t u r a q u e h a y e n e l l a , desde las vigas a las pinturas o escul-
( c o l . 24 D>. Y e l eUustrum. el claustro celesual. i n d i c a el Paraíso, y moralmcntc el claustro
turas, d e - • l e e l antepcudimn d e l o s a l t a r e s a l a s v i n a j e r a s , desde e l cáliz a los lampadarios,
es «la c o n t e m p l a c i ó n d e l a l m a » .
t o d o e l c o n j u n t o u e n e u n s i g n i f i c a d o , y m á s t o d a v í a l o t i e n e los materiales de los que se
E n e l c a p í t u l o X I I . « D e la d e c o r a c i ó n de la i g l e s i a - , se indica explícitamente e l uso de
compone » a d a p a r t e d e l e d i f i c i o o c a d a d e c o r a c i ó n . D e los matcnales hay, en efecto, no
l i s i m á g e n e s y l u e g o se nos p o n e e n u n plano preciso e n relación con el empleo de los sólo u n s i s t e m a d e s i g n i f i c a d o s s i m b ó l i c o s s i n o t a m b i é n una jerarquía, como existe un
i c o n o s e n u n m o m e n t o e n el que el debate de dos generaciones antes, fray Pedro el Vene- sistema de- s i g n i f i c a d o a s o c i a d o a l o s c o l o r e s , l o s de las telas c o m o los de las miniaturas
r a b l e , abad de C l u n y . y Suger. abad de S a m i - D e n i s , p o r una parte, y Bernardo de Ciánica!, e n los c ó d i c e s , o l o s d e l o s o r n a m e n t o s m e t á l i c o s o d e l engasta m i e n t o de las piedras pre-
p o r o t r a , debía de ser se n u d o c o m o m u y distante; en efecto, ahora el problema es el de la ciosas. E s é s t a l a m á q u i n a l l e n a d e s i g n i f i c a d o s q u e se d i r i g e al fiel y es sobre esta base
l u c h a c o n t r a l o s hereies y para esta lucha las imágenes son indispensables. Escribe luego sobre la q u e d e b e m o s i n s e r t a r e l a n á l i s i s d e las i m á g e n e s y e l debate sobre ellas. Entender
Sicardo: - E n nuestras iglesias se pinta muchas \ cees la imagen de N u e s t r o Señor Jesucris- el s e n t a d o d e l a s i m á g e n e s , c o m p r e n d e r p o r q u é c a m b i a r o n completamente entre 1140,
t o ; p i n t a d a e n el n a c i u u e n t o , recuerda a la N a u v i d a d ; pintada en el regazo de la madre, la aproximadamente, y 1180 e n g r a n p a r t e d e O c c i d e n t e , entender c ó m o es que, casi de
edad de la i n f a n c i a ; p i n t a d a o esculpida en la cruz, la pasión» (col. 40 BC). Luego se anali- r e p e n t e , c o m o y a s e h a a d v e r t i d o o t r a s v e c e s , f u e r o n i n t r o d u c i d a s modificando las icono-
zan las i m á g e n e s de los i n s t r u m e n t o s de la pasión, y los c u a t r o símbolos de los evangelistas, grafías p r e c e d e n t e s , m i e n t r a s q u e e n o t r a s á r e a s , desde Toscana al sur nonnando de Ita-
y después el t e x t o p r o s i g u e i n d i c a n d o las decoraciones de los altares con palios, cortinas, lia, t o d a v í a s e c o n s e r v a b a u n s i s t e m a d e d e c o r a c i o n e s i n t e r i o r e s y exteriores de las igle-
l i n o s , c o r o n a s reales, y cada u n o de estos o r n a m e n t o s uene u n senudo «por lo que los pa- sias p r i v a d a s c o m p l e t a m e n t e d e f i g u r a c i ó n . E s u n p r o b l e m a al que se debe dar respuesta
pero t e n i e n d o e n c u e n t a e l r e c o r r i d o q u e s e h a h e c h o hasta a h o r a , a través del análisis de
lios o la candida c o r t i n a indican la pureza; los rojos, la candad; los verdes, la contempla-
los t e x t o s y d e l c o m p l e j o y e s t r a t i f i c a d o s e n t i d o d e l v i a j e . P e r o será también indispensa-
c i ó n ; los negros, la mortificación de la carne; los de varios colores, la variedad de las virtu-
ble t e n e r e n c u e n t a l a s r a z o n e s p o r l a s q u e se p r o d u c e n las imágenes; p o r tanto, los pro-
des; los l i n o s i n d i c a n el t o r m e n t o ; las sedas, v i r g i n i d a d - (col. 44 C ) .
gramas d e la e o m i t c n c i a e n g r a n p a r t e d e O c c i d e n t e .
E l ú l t i m o capítulo para considerar aquí es e l x i u , « D e los instrumentos de la Iglesia-;
se analizan las mesas de altar, los candelabros, las fuentes de l u z , e l incensario, la c n u de
procesión y m u c h o s otras decoraciones, y se da. también de los metales, una precisa jerar-
quía: « E l o r o son los m á r u r e s . la plata son las vírgenes, el bronce son los doctores, el hierro
los m o d e r a d o s , las piedras preciosas son aquellos que resplandecen de las cinco virtudes»
( c o l . 51 C ) . Para finalizar, merece c i t a r u n pasaje sobre el cáliz y los matenalcs de los cuales
puede, o n o puede, ser h e c h o p o r q u e i g u a l m e n t e p o n e en evidencia la sinibología de cada
d e c o r a c i ó n , t a m b i é n móvil de la iglesia: « E l cáliz debe ser de o r o , o de plata, o de estaño,
'-'Sobre el p r o b l e m a de la concepción orgánica de la decoración en la iglesia en b época de la Reforma
n o de b r o n c e o de latón p o r q u e , a causa de la fuerza del v i n o , provocaría el óxido y el vó-
jíTCBonana, véase el ensayo i n t r o d u c t o r i o al volumen de Quima valle, WÍti elmoy M.«í#f, dt. y, arfemít, sobre
R
m i t o ; n o debe ser de v i d r i o p o r q u e sería fácil que se r o m p i e r a con el peligro de derramar el h Jcimalcn celestial, el v o l u m e n de M. L . G a t t i Perc-r (e.l.), U O n M b » ttlatt. Milán. I98J.
584 \ìirt t HISTORIA ÏN LA KUAI> M I D I . MI
F I V I A J E . I.A I M A G E N , LA MF.HIJÍA. I A T I A N I FORMACIÓN... 585
Bernardo, Pedro el Venerable, Suger: herejías e imágenes Para responde r a estas preguntas, debemos partir de u n análisis, si bien abreviado, de
entre los siglos xi y xn !oscon«K-idísim<». textos d e B e r n a r d o y, en particular, de la ApologíaadGuilleltiium , que 11
hay que leer p a r a l e l a m e n t e c o n los de Suger, igualnunic conocidos pero de signo opues-
Cuando Bernardo de Claraval (1090-1153) escribe su Ap«lt<j,.¡ ,id Guillchuuw, aln.dc- to en relación con las i m á g e n e s - . Así, Bernardo cnjpjexfl con una retórica de loa a la
7
subraya
antagonista respecto al contexto dentro del cual Bernardo obra, que son las iglesias secu-
c ó m o la exhibición de las riquezas llama a las riquezas y "así el dinero atrae al di-
lares v los monasterios eluniacenses? ¿Y cómo es posible explicar en el contexto histonco
nero; no sé por qué razón, pero allí donde se venriquezasse da de mejor gana» (col. 915
el aniconismo de Bernardo y la grandiosa revolución de las imágenes que caractenza al
AU). V sigue: « L a s reliquias cubiertas de o r o impresionan a la vista y se abren las tumbas.
final del siglo x i y los inicios del xn en Occidente?
e muestra una imagen bellísima de u n santo o de una santa y se cree que es la mas santa y
la más pintada. L o s hombres corren a besarla, se les invita a hacer ofrendas, y admiran más
las cosas hermosas que las sagradas. E n las iglesias están colgadas no coronas sino ruedas
rodeadas de luces, y n o menos relucientes gracias a las piedras preciosas. En lugar de can-
delabros vemos como árboles de bronce muy pesados, fabneados con admirable trabajo de
U Bernardo de Claraval. Apologia ad Quillelmum Sancii-Theodenei abbaimi, PL, vol. CXXXII. cols.
u n artífice y resplandecientes más por las piedras preciosas que se les ha añadido que por su
895-918. luz. ¿Qué crees que se busca con todas estas cosas, la contrición de los que se arrcpienien
^ G . Duby. Samt-Bernard L'An asteretm. Paris. 1976 Icd. cast.: San Bernardoy cl arre cutrrtieme (elnaa- o la admiración de quien mira? L a iglesia resplandece en sus paredes, pero carece de po-
mirnto del gótico). Madnd. Taurua. 1992], cfr. también id. An et société au Moycn-Àge, Paris, 1976 |ed. castani
bres. Reviste de oro sus piedras, pero deja desnudos a sus hijos. Con lasriquezasde los
y sociedad en la lidad Media. Aladnd. Taurus, 1998]. Véanse además: M. Aubcrt, UArchitecture cistercienne en
pobres se regocijan los ojos de los ricos. Se encuentran curiosos que se divierten y no se
France. Paris. 1943; A. Dimicr. Recueil de plans d'églises cisterciennes, Gngnan-Paris, 1949; M.-A. Diinicr yj.
Porcher. L'An cistercien, vol. 1, Paris. 1962; A M. Romanini, «"Povertà" e razionalità nel l'architettura cisier- encuentran pobres que sustentar» (col. 915 B Q . La crítica cortante continúa analizando
ccnse del ìw secolo»-, en Atti del Convegno del Centro di Studi sulla sfnntualità medievale, Todi, 1967; M.-A. Di-
mier, L'An cistercien, toi. II. Paris. 1971; A. M. Romanim, «Le abbazie fondate da San Bernardo in Italia c
" Bernardo de Claraval, Apologia ad Gtiillelmttrn, cit.
I "archi tetnj ra cistercense "primitiva":-, en Studisu San llemardodi Cbtaravalle nell'ottavo centenario della eanonn.-
' EL PannfsLy, Abbot Suger on tbe Abbey Cbnrcb ofSt.-Denis and lis An Trranires. Princeton, N J , 1979*. ed.
zazione. Comegno Intemazionale (Cenosa di Florencia. 6-9 de noviembre de 1974). Roma, 1975; / Cntereenn e
C. Panofsky-Soergcl (ed. case: El abad Suger. la abadía de St. Denis y tus ttsonu artísticos, Madrid. Cátedra,
il Lazio Atti delle giornate di studio detl'hututo di Stona dell'Ane dell'Università di Roma (17-21 de mayo de 1977), 20014);/</., Gothic Arcbiteet-ure and Schedasiicism, Nueva York. 1957 (ed. c o . « : Uart¡utttcturagituarl*esniadu*,
Ruma. 1978; M- Righerei 'Jbrti-Crocc, *Aj^u;mira e economìa: strutture di produzione -cistercensi»». Arte Madrid, Sirucla, 2007]; Le Trésor de Saint-Dmis, c a t á l o g o de la c j r p o s k H Í o (París, 12 de mano-17 de junio de
Medievale 1(1983). pp. 109-128. 1991). París, 1991.
™ Duby, Saint-Bernard, cit.. pp. 118-119.
586
ARTI , HISTORIA KM L A E D A D M L U K 11]
I'.l VIA!»-. I.A I M A C - E N , L A UCftLJÍA. L A 1 * A N * 1 0 1 M A f IÓ * . . . 587
3
á, d e u n a s e r i e d e e d i f i c i o s a i o s q u e n o r m a l m e n t e n o se les relaciona: en p r i m e r lugar,
l o d o l o q u e u n c o n o c i d o h e r e j e , e l m o n j e E n r i q u e , a f i r m a c o n t r a l a Iglesia de Roma:
la a b a d í a d e M o n t e c a s s i n o - c o n s t r u i d a p o r e l abad D e s i d e r i o ampliando las estructuras
« L a s i g l e s i a s se c o n s i d e r a n s i n a g o g a s , se n i e g 3 q u e la i g l e s i a sea c o n s a g r a d a a D i o s , los
p r e c e d e n t e s d e l s i g l o i . v , a p a r t i r d e 1 0 6 6 y c o n s a g r a d a e n el 1 0 7 1 - , basílica con tres naves
s a c r a m e n t o s n o se c o n s i d e r a n s a g r a d o s » , y a d e m á s se m u c r e e n p e c a d o p o r q u e se recha-
y tres á b s i d e s y c u a d r i p ó r t i c o d e l a n t e d e la fachada, evidente referencia a las basílicas
za l a C o m u n i ó n y se n i e g a l a G r a c i a q u e v i e n e d e l B a u t i s m o . P o r t a n t o , B e r n a r d o pro-
r o m a n a s , e m p e z a n d o p o r S a n P e d r o ; la c a t e d r a l d e Pisa tiene cinco naves con transepto,
p o n e u n m o d e l o , u n a v i s i ó n d e l m u n d o q u e p a r a é l d e b e i m p l i c a r a t o d a la Iglesia: pide
c o n s t r u i d o a p a r t i r d e l 1 0 6 3 p o r B t i s c h e t o y c o n s a g r a d o , p e r o n o terminado todavía, en
q u e se a b a n d o n e n l a s r i q u e z a s , q u e se v i v a la v i d a e s p i r i t u a l d e l o s o r í g e n e s , aquella que 1118 p o r e l p a p a G e l a s i o I I ; l a c a t e d r a l d e S a l e r n o d e tres naves con transepto y delante
él r e c u e r d a e n e l i n i c i o d e l c a p í t u l o \ T 1 I d e l a Apología ad Guillclmum: « S e dice y se cree m i c u a d r i p ó r t i c o c o n s t r u i d o d e s d e 1 0 8 0 y c o n s a g r a d o en 1085 p o r el papa Gregorio V I I ;
d e v e r d a d q u e esa v i d a ( e s p i r i t u a l , l e j o s d e l m u n d o d e las t e n t a c i o n e s y de las riquezas) ha la c a t e d r a l d e C a p u a , t a m b i é n e l l a p r e c e d i d a d e u n cuadripórtico y que se puede fechar
s i d o e s t a b l e c i d a p o r l o s s a n t o s p a d r e s » . E s e s t e e l m a r c o e n e l q u e n o s d e b e m o s mover en la é p o c a d e l a r z o b i s p o E r v e o ( 1 0 7 3 - 1 0 8 1 ) , y , después, también la abadía de Cluny,
para c o m p r e n d e r la c o m p a r a c i ó n e n t r e B e r n a r d o , p o r u n a parte, y P e d r o el Venerable)' c o n s t r u i d a d e s d e 1 0 8 8 a 1 0 9 5 e n l a p r i m e r a fase, y c o n c l u i d a alrededor de 1118, con
l o s p r e d e c e s o r e s d e P e d r o e n C l u n y , p o r o t r a . P e r o , s i e s t o s ú l t i m o s t i e n e n u n contexto e s t r u c t u r a t a m b i é n e l l a p r e c e d i d a d e u n c u a d r i p ó r t i c o , de cinco naves y con dos transep-
~* ÌU la carta dirigida Ad Hidrljimsutn comitern sancii Acgtdii, de Henrico eretico, PL, voi. C L X X X I I . cois. 434- " Sobre este p u n t o véase el i m p o r t a n t e volumen d e H . Toiibcrt, Un Art dingr reformegrégohmne et imo-
456. graphie, Paris, 1990.
58S ARTE t HISTORIC IN LS E D A U M I D I A III
IM VIAJC. LA IMAGEN. LA H E R E J I A : LA ov.ununflúN.. 589
t o s ' . A e s t o s h a y q u e s u m a r t a m b i é n l o s e d i f i c i o s d e n o m i n a d o s iglesias d e p e r e g r i n a
6
n e s p r o p u e s t o p o r la R e f o r m a g r e g o r i a n a , p a r a c o m p r e n d e r e l s i s t e m a d e l a s i m á g e n e s e n las iglesias de O c c i - N l
Pero sobre el p r o b l e m a de l a u b i c a c i ó n d e l o s r e l i e v e s e l d e b a t e h a s i d o l a r g o ; p o r esta r a r ó n , r e e n v í o a
• -MÍ
ligura S , o n ( C o K l l l f l y L e ó n ) , basílica de San Isidoro, Jado meridional, tímpano de la Portada del
F i g u r a 6. W î li g e l n u » , M o d e n a , c a t e d r a l d e S a n ( • c i n i n i a n o . f a c h . l ó . ) historias del Génesis,
Anade \ W . piedra. 1009-11(16 < u r d e n » . Agrias Oei y sacrificio de Isaac, piedra, ta 1100.
años noventa del siglo; cualquiera que fuera su destino o r i g i n a l , sus modelos, en parte mar-
files otomanos, en parte esculturas romanas, también estas imágenes con el Cristo bendi-
ciendo y santos y ángeles, pertenecen a u n c o n j u n t o d o n d e una vez más la devoción a Cristo M . D u r l i a t , La Sculpture romane de la route de Snint-Jñeques, cit., p. 40J.
Male, L'art religieux du \ii siècle en France, cit., en concreto en el cap. I ; -Naissance de la sculpture mo-
y a los santos muestra el sentido que Las tiguras quieren indicar. F.n cuanto a la Puerta Mc-
c
numentale, influence des m a n u s c r i t s » , p p . 1-44. donde analiza el nexo entre minuscnios e imroción de U
geville, que norma luiente se fecha, según esquemas evolutivos, hacia M I S pero que tranqui- imagen del tímpano.
594 A m i i HiiioRi.» IN I.A 1\OAII M e n i A III
Fl V I A J E , LA IHAOtff, LA MtRfJÍA |.A T R A V W OR M A C I Ó N . . . 595
IV\Lv vi Ivi
L I M\m 1] 1
•
F i g u r a 0. C o n q u c * ( F r a n c i a • m r o c c i t l c n t a b . i s l c t i a »1i S a i n t c - I m . n m j u n o >'• l a puertaoccidental.Juicio
que provienen también de la antigua portada norte -con la que se encontraban los pere-
Cribfa Bernardo de Chiraval, y si consideramos, para entender mejor, los conocidos capí te
grinos que venían de Francia-, muestra una iconografía compleja, ligada al análisis de la
ICN de la Madt leine de V é z c l a y - d o n d e trabaja el taller mismo de Cluny. probablemente en
comparación entre Antiguo y Nuevo Testamento, que propone una vez más un diálogo
d segundo decenio del s i g l o - , y s i además consideramos, tres lustros después, ei tímpano
con el mundo de la Antigüedad, evidente en la creación de Eva, en el David con el arpa,
de Saint-Lazare en A u t u n y los capiteles del interior de la iglesia, como en muchas otras
en la columna de mármol blanco con las figuras superpuestas bajo la arcada y en casi
en Borgoña, descubrimos que la iconografía de las puertas se estabilizó. Así, un grandio-
todas las demás escenas, mientras que la figura de Santiago domina el sistema".
so Juicio F i n a l , ahora perdido, caracterizaba a Cluny, como, por lo demás, a Autun;
E n Saint-Foy de Conques, la grandiosa puerta de fachada, que será integrada con las mientras que en Vézclay, e n el interior, se representa, en la portada central, el Descenso
esculturas del pórtico parcialmente recuperadas y expuestas en el interior en el transepto del Espíritu Santo y la conversión de todos los pueblos. De una manera u otra, parece
norte, muestra en el centro el Pantocrátor, a los lados figuras de santos y también a Car- cierto que, en este punto, la iconografía de las iglesias de la Refonna se había estabilizado
lomagno; a la derecha, demonios debajo del Paraíso erigido como una basílica; a la dere- aunque, en cualquier caso, y cito el importantísimo de Nicholaus. estamos ante una si-
cha, abajo, el Infierno visto como desorden; en un campo triangular vemos también a tuación compleja y diferente.
santa Fe, hacia la que tiende la mano de Dios, y que tiene detrás la iglesia misma de
Nicholaus, por tanto, empieza a trabajar probablemente en el taller de YVüigelnio en
Conques, su altar, las cadenas de los milagros (ftg. 9). Estamos ante un conjunto que
Crcmona y después en la catedral de Píaccnza, pero, antes, había esculpid» la puerta del
podría ser fechado alrededor del primer decenio del siglo xu o adelantarlo, como mucho,
zodiaco en lo Sacra di S a n M i c h e l c en Val di Susa, continuando después, hacia mediados
al inicio del segundo, teniendo en cuenta también la cronología del claustro, tal vez de
del legando decenio del siglo x u , en la Santa Eufemia en Piaccnza. Luego, tralwja en la
finales del siglo xi, y en cualquier caso edificado antes de la muerte del abad Begonc
catedral de Pariría, entre e l segundo decenio y los inicios del tercero y, por lílumo, en d
(110"), claustro del que sólo se conserva un lado .
San Zcno de V e r o n a , en la catedral de Vcrona, en la catedral de Ferrara; este último es
Si ahora volvemos brevemente a Borgoña y consideramos cómo debía de ser el claus- un edificio en c i n c o naves y, por consiguiente, se puede interpretar como imitación di-
tro de Cluny, ahora destruido, riquísimo en esos capiteles historiados contra los que cs- recta de las basílicas romanas. E n cualquier caso, parece que es Nicholaus" quien intro- 6
M
P a r a la r e c o n s ü u c c i ó n del c o n j u n t o véanse, a d e m á s de Vielliard, Le Guide du piten», C Í L , l a s r c c i c m c s
investilaciones recogidas en M . N ü n c z Rodriguen (cd.). Santiago, ctz.
A . C . Q u i n t a v a l l c , - N i c c o l ò a r c h i t e t t o » , e n A . M . R o m a n i n i ( e d . ) . Nuvolame l'arte delsuo tempo. Atti del
" S e g ú n o t r a s c r o n o l o g í a s , p o r e j e m p l o las d e D u r h a i , La Sculpture romane de la reate de Saint-Jatquei, cil.,
mainano intemazionale di studi ( F e r r a r a , 2 1 - 2 4 d e s e p t i e m b r e d e 1 9 8 1 ) , F e r r a r a , 1 9 8 5 , p p 1 6 9 - 2 5 6 , il. •»
p p . 4 4 2 - 4 4 4 , ta f e c h a d e l a p u e r t a se d e b e r í a p o s p o n e r a 1140.
gehuoy Matilde, c i t . ; C . V a l e n t i n o , La basilica di San Zeno in Verona, V i c e n z a , 1 9 9 3 .
596 ARTE I HISTORIA E N LA ÜIJAU MEDIA III
El Vi Afe, L A I M AftaM a L A H * R E J U : L A 1 R A S'S I U H » AC I ó S . 597
*" S o b r e l a r e l a c i ó n e n t r e las h e r e j í a s y la i n v e n c i ó n d e i m á g e n e s v é a s e , e n g e n e r a l . A - C . Q u i n t a t a l l e , - L e
i m m a g i n i c o n t r o le eresie: i t e m p i delle l i g u r e n e l m e d i o e v o d ' O c c i d e n t e - , e n Medioevo. Il lempo degli antichi. " Véase W . S a u c r l á n d e r , « S c u l p t u r c o n E a r l y G o d i i c C h u r c h e s : T h e S i a t e of Research and O p e o Quts-
Atti del Comegno Internazionale di Studi (Parma. 25-29 de septiembre de 2003). u « n s - , O r n a I X ( 1 9 7 0 ) . p p . 3 2 - 4 8 ; ìel.. « D a l G o t i c o e u r o p e o i n I t a l i a al G o t i c o italiano in E u r o p a - , e n V Pace
**' S e p e n s ó q u e l a f a c h a d a d e B e a u c a i r c m o s t r a b a e n o r i g e n c i f r i s o a h o r a t a p i a d o e n c i l a t e r a l ; o í r o s han > M Bagnoli (eds.), // Gotico europeo m Italia. Ñápales. 1 9 9 4 , p p . 8-21; Quimavalle, Benedetto AnteUtm, M i U n ,
m a n t e n i d o que el friso d e B e a u c a i r e e r a u n c e r c a d o del presbiterio. IWü; id.. Il Battistero di Panna. Il neh r la terra. P a r m a . 1 9 8 9 .
hMtn r HISTORIA FN u FD*O MFDII I I I I . I * I H A C l N j LA HEREJÍA: 1.A I Z.\ S S r O R M A C I Ó N . . . 601
Entre muchos podemos poner aquí pocos ejemplos. Kn Saint-Gilíes, quizá poco
antes de 11 50, se elaboró un modelo antiherc|e'"'; de hecho, la L'lorna Cena de un dintel
y la del friso de Beaueaire (fig. 11) son una indicación muy precisa en este senndo; con- r*Aa dcllAnr tl!d¡rZ7j "''\ a
l'l u^' "' d
' P a r m
** CJC; ;./. tul- voce «Anccllfni, EteDcdefto-, en Lr.-l-
firman, en efecto, el sacramento de la Eucaristía; también otras escenas son importan- una eipcncnaa iiuaaJ de Bcncdrno
tes: el lavatorio. Cristo en la columna, Cristo con la cruz a cuestas. En cuanto al Cruci- >bbnraeión en el clausrro ,1
tr
ú&Ltl ^ P r o v C n
' formación en Provenza, e incluso para una
i , : a f a v o r d e
fijo del tímpano medio, más allá de las modificaciones más tardías, hay que subrayar su "'detto dmtUm lane del ' * r " '™ , | , l , i m e d
- mostraba, en cambio. C. de Franrovich en su Be-
c A r l c s s c
presencia porque la cruz es la que niega Pierre de Bruys; es la que Picrre de Bruys
W
W b n d c r . ..Beneden. "A V' M , , a n F
* o r c n c i 3
- ' » « ¡ *>brc cstr problema, rranic. adema*, los teatus de
' * Banarero di />„„„„ T u r i n l^ t ™ M i n c 1 0
Cnüco
"' C TC Fn
*"» N* Benedem Antetan,,
quemaba y la que los cataros aborrecieron, mientras que la sinagoga que se cae en el • niicrao del Un,.,..... miad i i P P
" ° ' 'S
• " ' vedri ogni eame la salvezza di Dio-. le sculture
i ^ on, E
tímpano de la derecha parece simbolizar la anti-Iglesia, contra la que la Iglesia onodoxa '^•199J, ' benedetto Antetami.ctí.pp. 109-144. y Battistero di Parma, ! «ib-, Aliün,
quiere combatir. **I*I con'
luí la iconografía que se va constituyendo, parece importante, para el none de Italia >• "» pane, ahora aOrCftdo«VÉl! " " » ° 'o* Signos xodiaeales. en un tiempo unido» a kn Mese*
d f l r n , a d a s c o
y para Dalmacia, el sistema de las puertas, propuesto de nuevo por Bcncdctto Antelami,
w
" r está «I tímpano de la ° Pernera logia intenor del baptisterio, onodo en et nicho sobre d
p i a d o s b a , , a
de modelos góticos de los talleres de Ile-dc-France, procedente de la puerta occidental '» filudo los Meses <•„ I P ' o * . en cambio, en los cascarono alisidales del baptisienf.; rctierirtmcnte se
a nd
tím.ddrAjmunc.ay.ione 7 T p ' " « C™><* ¿Arte a. s., XV (1068-1996), 61-78, ¿í,-II tnonfi-
n m c d l c v a | ,
p p
** Sobre los diverso* rituale» calants veasc R Za m bon (ed.). La cena segieta. Trattali e rinati talari. Mila». "onnoa, 1969. . | " 4 5 . ,p p » « "^1 D a e m d. Panna-, en id. Rom***,poda**, endudtladente.
P a m o c r a I
1997; R. Nelli, iùntura eatharet. nuora edizione, ed. A. Bremm. Munteli, 1994; C Volpe, Movimenti rehgum i
lette tremali nella loeietà medievale italiana. rlorcnua, 1926; R. Minsclli. L'ereaa del male. Nipoles. 1963. Para •tOO (ed.), Stori* ^ / S T ^ T ! . " ' ' ' A C Q u i m i l v a l i c
- " I ' ponale della "Pnrousia" e la lona anúcatara-, en R. Po-
una sintesi* sobre eì tema de b hcrriu), véase también Hérésies et sociétés dans l'Europe pre-industrielle Comrnuni-
tatiom et débats do CoJUfue de Royaumont (27-30 de ouyo de 1962). Paris, 1968.
ll-M de octubre «le 1994, "Cuele"'' A l u d r l
Convegno htemainmalt di Studi fVcneria.
a C r i s t o c o n la c r u z a cuestas, a la q u e d e b í a de s e g u i r , a u n q u e p r o b a b l e m e n t e se perdió,
Si e n P i s t o i a e x a m i n a m o s e n S a n A n d r é s e l d i n t e l de Gniamonte y Adeodato, fechado
t a m b i é n u n a i m a g e n d e la C r u c i f i x i ó n . E n P a n n a , el p u l p i t o de B e n e d e t t o Antelami en
en I 166. v e m o s la e s c e n a d e la A d o r a c i ó n de los M a g o s : primero, [os caballeros a la izquier-
la c a i e d r a ! , d e l q u e q u e d a e l r e l i e v e c o n la C r u c i f í \ i ó n y e l m u y d a ñ a d o j u i c i o F i n a l , debía
da d e l a n t e d e I l e r o d e s ; d e s p u é s , l o s tres soberanos que dan los ofrendas a b Virgen; a b
d e i n c l u i r t a m b i é n la U l t i m a C e n a ; e n c u a l q u i e r caso, la i m p o r t a n c i a que A n t e l a m i da a
derecha, s a n J o s é t i e n e e l a s p e c t o d e l p e r e g r i n o con bastón, pero lleva una toga, como por
la c r u z , t a n t o e n e l b a p t i s t e r i o —en e l tímpano o e s t e , c o n la r e s u r r e c c i ó n de los muertos-
l o d e m á s l o s M a g o s s a c a d o s d e figuras a c a b a l l o o apeados de sarcófagos ta r doari tiguos. En
c o m o e n la c a t e d r a l - c o n e l D e s c e n d i m i e n t o - , hace d e ella el t e m a que sustenta una
Pistoia, e n S a n B a r t o l o m e o e n P a n t a n o , e l d i n t e l de la fachada, atribuido a Gruaniontc y
i c o n o g r a f í a n o u s u a l . E n S a i n t - G u i l h e m - l e - D é s c r t , u n a l t a r de m á r m o l ( f i g . 12)' con A d e o d a t o , e n la m i s m a é p o c a d e l d e San A n d r e a , atestigua la divinidad de Cristo; su encuen-
figuras s e ñ a l a d a s c o n c o n t o r n o s n e g r o s p a r e c e i n d i c a r , c o n la i m a g e n de la Crucifixión y t r o c o n T o m á s e n r r e l o s a p ó s t o l e s ( f i g . 13). t a m b i é n ellos togados, también ellos invocado-
la d e l P a i i t o c r á t o r . u n d i s c u r s o c o n s e n t i d o m u y p r e c i s o de C r i s t o y d e l J u i c i o Final; ad-
v i é r t a s e , a d e m á s , q u e s e g u r a m e n t e e l a l t a r n o se r e a l i z ó e n e l á m b i t o local, sino que es
p r o b a b l e q u e p r o v e n g a , p r e c i s a m e n t e , de los t a l l e r e s de A n t e l a m i y se fecha hacia el
noveno decenio del siglo x u .
""'Feeluida lucia 1100 por Francovich. Benedetto Ante/a mi, a l . ; para una daiacìón postenor a Il80.vcanse:
Peroni. Il candicrr. cu., y Castebiuovo, //candiere, u t -
w
A G QuuiUWalle, «Riforma gregoriana, scultura e arredi liturgici fra xi e xu secolo", en E. Casiclnuo-
"igura 13. Gruamontc- y A d e o d a t o (?), Pistoia, iglesia de San Bartolomeo cn Pantano, fachada, ilinicl de b
vo y G- Sergi ledi.). Arti e storni nel Medioevo, voi. I l : Del (ostruire: tecniche, artisti, artigiani, committenti, Turili,
p u e r t a e e n t r . i l . Inricdtilitlitd de santo Tomás, piedra, ra. 1160-1170
200Ì, pp. 2ì5-266 |cd- cast,: Arte e binaria en la Edad Media II. Del consrruir: tècnicas, artistat, artesanos, coriiilen-
tes. Madrid. Aitai, 201 Jj; id., - G l i altari dell'Emilia e della Lombardia-, en Laute/ de Saint-Cuilbem le darri.
Arti del Contegno (Saim-Gudhcrn-Ic-dcscrt. agosto de 2002); id, -L'antico, b tradizione paleocristiana e ""Sobre el tema de la a r q u i t e c t u r a y escultura e n L u c c i , entre los siglos * i y xn, C Taddei ha cbborado
l'arredo nelle chiese del xn secolo», cn Medioevo: d tempo degli antichi Atti del VI convegno internazionale di studi « leus doctoral. U n i v e r s i d a d d e P a r m a , 2 0 0 4 , a la que r e m i t o para un análisis articulado y original también de
(Panna. 24-28 de sepiicmbrc de 200J). L
A problemas heréticos e n I - u c c a .
ARTE F H I S T O R I A E N LA E D A D MIDIA III El •\JF, I A I M A li E N , LA II t R EJ f A : L A T R A N S F O R M A C I Ó N . . . 605
ncs de l o antiguo. Siempre en Pistola, en San Juan F..vtniimin-s. hacia los años sesenta,
aparece una U l t i m a Cena que parece evocar el m o d e l o de Beam ure o el de Saint-Gilíes, v
que aparece paralelamente a la U l t i m a Cena campionesa de b * átedral de A-lódcna; slrede
dor, el s a n n i c n t o sintetiza el sarmiento r o m a n o , pero, en el centro de los giran, pone
rosetones, siempre romanos, con evidente desplazamiento y condensación de los modelt»'-
misma que las propone; no creen en el Juicio Final; se refieren a ellos, los katharoi, los aquello q u e la I g l e s i a c o n s i d e r a l o v e r d a d e r o , la ortodoxia; por tanto, perdidas para siem-
puros, que viven de limosna y que no practican sexo; es decir, una anti-lglesia que parece pre las i m á g e n e s - s i había—, d e l a s sectas h e r é t i c a s , perdida gran parte de sus textos salvo
peligrosísima, con sus obispos, con sus estructuras. M u c h o antes de la cruzada contra los los cataros, q u e d a n di • s ó l o l o s p r o c e s o s eclesiásticos para reconstruir todo lo que aconre-
albigenses, la Iglesia debe luchar contra estas nuevas herejías y lo hace, a juzgar por la c t ó ' , c o n v e n d r á r c í l e x i o n n r s o b r e la o p o r t u n i d a d de unir los dos sistemas de testimo-
l0 ,
fecha de estos complejos ciclos de esculturas aquí analizado-., desde la mitad del siglo Jai nios, a trav é s de* la i m a g e n y a t r a v é s de la palabra. /Vi final, sólo leyendo a contraluz la
aproximadamente. historia de la I g l e s i a e n e s t e p e r i o d o tan difícil, será posible entender las razones de este
misterioso p a s o e n t r e e l a n i c o n i s m o d e Jos a ñ o s de los papas hasta Gregorio W y poco
E n un sistema articulado y vasto como el examinado, el tema del viaje y el de la ima- más allá, la i n v e n c n m d e n u e v a s i m á g e n e s a caballo entre los dos siglos, la completa
gen aparecen estrechamente ligados, también e n relación con les conocimientos de los transfonn.u n»n d e h . s p r o g r a m a s n a r r a t i v o s a partir de mediados del siglo xn. También
peregrinos, sean religiosos, nobles, mercaderes o pobres viandantes; pero lo que se mues- Jos viajeros | O c c i d e n t e , c o m o l o s d e O r i e n t e , debían conocer la herejía, las herejías, y
s e
tra todavía más evidente es el diálogo entre modelos narrativos diferentes; el primero, en saherlas c o m b a t i r . E n e l m u n d o d e l i s l a m , naturalmente, Jas imágenes son sólo las de las
orden de tiempo funcional en la lucha contra el bnperio y por la reivindicación de auto- palabras, I . , s u r n s , b i s d i c h o s d e l C o r á n inscritos en los monumentos, luego colgados,
nomía de la Iglesia; el segundo, determinado por la agresión a la Iglesia por parte de lus como p a m . p l m d e la f e , p o r e j e m p l o , e n el interior de una Santa Sofía convertida en
disidentes, de los diferentes herejes hasta los cataros. Mientras que la primera fase de la mezquita >. ( h o r a , m u s e o .
lucha durará desde los años sesenta al final del siglo xn. otra sene de intervenciones con
función antiherética se prolongará hasta bien pasado el final del siglo xn, en el siglo xm.
Así, mientras la cbanson de geste era sistemáticamente usada en los grandes caminos de
peregrinación como modelo, en la fase intermedia, a principios del siglo xn, después, su
presencia se hará menos significativa cuando el problema se convierte en luchar contra
los heréticos.
Parece por tanto significativo que las iglesias en el eje hacía Roma o hacia Compos-
tela, pero también hacia Bari y Apulia, y los puertos desde los que se parte para las cru-
zadas, tuvieran en los capiteles esculpidos, en las puertas, en las orfebrerías, en los mo-
saicos, en las pinturas, un sistema de santos que representaba la geografía de las
peregrinaciones desde mía punta de Occidente hasta la otra y, a veces, también con refe-
rencias al Santo Sepulcro y, por consiguiente, a T i e r r a Santa. Podrá parecer singular,
pero es fácilmente verificable, que en los grandes santuarios de Occidente existen imáge-
nes de santos titulares de otros lugares importantes de culto, por lo que también debían
de existir rebquias menores de estos santos de gran relieve; claro que pequeños restos,
pero igualmente significativos de un culto y de una concepción global del viaje.
J E A N W i w n i . E l c u l t o d e las i m á g e n e s
1- Ci.tot.tantmopla (?), i c o n o de san Pedro, encáustica sobre rabia, siglo vi. dcialle. Sinai.
inonasterto de Santa C a t a l i n a - — - •.„....-..-..— 15
2. C k r m o n t ( A u v c r n i a ) , Visio rnonachi Rotberti, representación de la perdida estatua-relicano de
la V i r g e n e o n el N i ñ o de C l c r m o n t , dibujo a pluma sobre pergamino, siglos x-xi.
21
C l c r m o n t - F e r r a n d , l i i b l i o t h c q u c M u u i c i p a l c , ms 145.1"- MOv— - —- "' '
3. Halherstadt ( S a j o n i a - A n h a l t ) , Liebfraucnkírche, cancel del coro. Virgen con el Niño, esiuco
27
p o l i c r o m a d o , ca. 1200 « - -...-»- — ".-T- r
"T"
4 . M a t t h e w P a r í s (Saint A l b a n , Inglaterra meridíonalj, Cbromca maiora, Verónica, miniatura sobre 28
pergamino, ca. 1245-1253. Cambridgc.Corpus Chrisb Collegc, ms 16, f. 53v (49i»> •—
5- Rui m e d i o . Vicrge ouvrante llamada «Virgen del M u r ó * madera policromada, ca. 1390, 32
M o r l a i x , iglesia de S a i n t - M a t b i e u — — ¡?
6- E n r i q u e de Constanza ( a t r i b u i d o a). Cristo y san Juan, madera policromada, ca. 1330. Berlm, 33
Staadiche A l u s c c n ™..— "****"' ' 33
7. A m b r o g g i o L o r e n z c m , Virgen de ¡a ¡cebe, pintura sobre tabla, ca. 1330,S¡cna, Palacio Arzobispal
8. Malinas (Bélgica), N i ñ o J e s ú s , madera policromada, mediados del siglo x m Schwerin, Staadiches
Miiseum ~ —
9 . Robert C a m p i n , Virgen de la pantalla de mimbre, pintura sobre tabla, ca. 1425-1430, Londres,
T h e Nacional Gallery — ~
10. Fra Angélico, F l o r e n c i a , c o n v e n t o de San Marcos, celda 3, Anunciación,fresco,ca. 1440 ~. 44
11. Simón Franck, San Martin y santa Úrsula, tablas de polfptico, pintura sobre tabla, 1524 (?).
AcliafFenburg, S o f t r n u s c u r n der Stadt - » — ^ S
I' '>• rotn.ida y pintura sobre tabla. 1420-1430. Gravere. capilla de b Virgen .Ir la taita
6
- S u i M , P u d u l . madera policromada, inioosdcl siglo xv. Ona. iglesia de San Nicolao . — . « » •
ClAtTrt ( u•.<>//!. De bjcrusalcn celestial - b lv.-i.MJ: textos, imágenes, símbolos
PATRU i . j C . I A R S . ot,,clos litúrgicos y tesoros de b Iglesia
1. Francia septeninonal. Aywaltpsv dt Irr. rrv. d an^cl muestra a Juan la Jcrusalcn cclcsnal. >- » nmt ia. tron<» de Dagol>cno. bronce dorado, siglos sm-ix (con a.ìadidos de la Krunda sutad del siglo
miniatura sobre pergamino, inicius del siglo i.v. Ircvens. Stadtbibliothek. ms I I , f. 69r IM > de la primera mitad del xu). París. Bibliolhèque Naiiunaledc France, ( jlnnet des Medidlo
2. Francia septentnunal.. \pocjhpsu di Irr.fr. los r e y e s de la Tierra se dingcn hacia lajerusalén 2fA
celesual. n unía tura sobre pergamino, míaos del siglo i \ Trcvcns. SudtbiblioüicL. ms 31. í. 7 I r 115 2- I- ranca, ciborio del rey Arnolfo (altar portátil con escenas del Nucso testamento). Um.ni de ora sobre
3. Francia septentrional. Apaalipsis de Trr.mi. Ur. elegidos se din gen hacia b j c r u s a l c n celestial, -Ima de madera, filigrana y piedras p r c aosas, hacia 870. .Munich. Reváer.t. Sch.o^rmner - - -
miniatura sottre pergamino, inicio» del siglo ix. Trcvens. Sladtbibhothck, ms 3 I, f. 72r. ——
3- Pans. X'.rgen de Juana de Evrvux (Alrgcn con el Niño), pbta dorada, esmaltes opjcos r translúcidos.
4. Saint-Scvcr (Gascuña). Beato de Saint-Sncr, la Jcrusalcn celesual. miniatura sobre pergamino,
I Í 2 4 - I 339. París. M u s e c d u laiuvtx „ - _ — '
mediados del siglo xi París. Bibliodicque NaUonale de France. ms bt- 8878. fob. 207i»-208r 137
5. Trcvem. incensanu de Cuibcrtu que representa b Jcrusalcn celesual. bronce dorado, ea. 1100
4
- C'.nstantmopla. Pala d'Oro, registro superior, placa con la Ascensión, esmalte tkisiaèe, segunda m.rad
Trcvcris, P l t a a M i -- "" del s.glo Venecia. basílica de San Marcos
K t u "
6. \ábenu (Alemania occidental), lampara símbolo de lajerusalén cclcsnal. orfebrería, 1152-116$. A.VTUONV C u n . F R , L a vida social de los objetos
Aqiiisgran, Capilla Pahuna
1- Oenda (Macedonia), iglesia de Santa Sofia, ábside. Virgen con el Nino, la Comunión de los
7. Civate. abadía de San Piciro al Monte, bóveda del vcsübulo de entrada, la Jcrusalcn celesual, apósiolcs y santos, fresco, 10 3 7 1 056 — 2 7 2
8. Saint-Chcf en Dauplunc (Uclfinado). aludía de Saint-Chcf. capilla de los Ángeles, bóveda, figuras de sanios, ta 1 3 1 7 , detalle • 111
lajerusalén celesual. pintura mural, pnmer cuanu del siglo xn - 1 4
° 3. Constantinopb, los santos Teodoro y Jorge, entolpum en esmalic.finalesdel siglo xi-pnnapios
dc| . Cleveland, T h e C l c v c b n d Musenm o í Art-
X I I - 2 7 4
MaOflOJ BACCI. La efigie sagrada y su espectador • Constaiiunopla, icono de los sanios Icodoro y Jorge, talla en marfil, principio* del siglo n.
1. Maestro de San Cmtoforu de Barga doscana). san Cnstóbal. madera policromada, úlumo Vcnccia, M u s c o Arqueológico 275
cuanu del siglo xin. Barga (Lucca). catedral de San Cnstóbal ——•• " 8 5 - Coimantinopb (?). o o de san Nicolás, pintura sobre tabla, principa» del siglo un. Sinai
l t n
2. Báfnivin (Cíandhara. Afganistán) estatua colosal de Buda (antes de la destrucción), roca tallada, mon »,, a Catalina
c r i o d c S a n t a - 278
„*!..; >" 6 . Consta nnnopl a (?), Menologio, escena de b sida de san Simeón el Estilita, mimi tura Sobre
J. Roma, catacumba d« los sanios Marcelino y Pedro, cnpta de los Santos. O i s t o entre los apóstoles pergamino, siglo xi. Monte Athos, monasterio rjphigmenou. cod. 14, f. 2P. 280
Pedio y Pablo, fresco, finales del siglo iv —•———** - Consta nunopla. Salterio de París, coronación de David, minia idra sobre pergamino, segunda
4. Cunuanunopb. salterio, monic lio a do a visitar el Infierno, miniatura sobre pergamino, ea. 1300, mitad del siglo x. París, Bihliothèque Nationalc de Franee. ras gr. 139, t 6r . 281
Monte Adiós, monastenu de Díunysiou. ms 65. f. 11c _ - HI 8- Hosios Loukás (Grecia), katholikon, nánex. l^avatono. mosaico, primer* rutad del orlo xi 283
5. Ilieodoms Apsefdis. Palos (alrededores), eremiuirio de San Neófito, tema, san Neófito el ' ^ " " a n ( i n o p i a . Salterio de Teodoro, invcsndun» de un abad, miniatura sobre pergamino, 1077.
Recluso escoludo al ciclo por ángeles, pintura mural. I 1 83 - —— W Londres. T h e Bniish Library, mi AtW. 19352. f. I92K - 285
1 0 . Chipre, icono dc snn Juan Bautista con el donante Juan MOUIOUIIM. pinmm sobre ulib,
6. Pisa, crur pintada, pintura voWe u b b . 1250-1260. Clcvcbnd, A n M u s c u m . . . . M M—~— 204
finales del siglo xiii. Moutoulbs. iglesia de la Panagli 287
7. Kakopcaii (Chipre), iglesia de San Nicolás del lecho (Ayios N i kobos ús Steyís), naos,
Grecia p ) , | | incredulidad de santo Tomás, pintura sohre tabla, 1380 Meteora.
tos Cuarenta Mirurcsde Sebaste, pintura mural, siglo xu i*n PI
I c o n o ( c a
ÌNDICI, DI iLUSTRaciONis
12. Annnoc (Egipto), medallón c o n la A n u n c i a c i ó n , o r o , principios del siglo v n . Berlín,
Staadichc M u s c e n 288
4. I leiligenkreu/ i \ustna), a b a d í a d e S a n t a M a r i a . I i r u n n c n l ; a p e l l e , v i d r i e n de la dinastía
13. Biancto. icono de san D e m e t r i o , talla e n n u r ñ l . s e g u n d a m i t a d del siglo \. N u e v a York,
Babenberg, niareravc L e o p o l d o I I I . vidrio pintado « gnuillr, ta. 1 2 9 0
T h e Mcnopolitan M u s c u m ot\\rt 291
5. I vinel Fcinmgcr, MarktLirche m Halle, o l e o sobre t e l a . 1 9 3 0 Munich, Bayerische
14. C o n s t a n t i n o p b . i c o n o de la V i r g e n Xicopcia. pintura sobre rabia c o n l á m i n a de tiro repujada,
SumtNgem.ild. n o i i i l i i n g c n (<D B n d g c m a i i / A r d u v A l i ñ a n , F l o r e n c i a )
siglo s i V c n c d a , Rasflica de S a n A t a r e o s 291
6. P a i l e r l N i n . p.»l u m de C a r l o m a g n o . f r a g m e n t o de v i d r i o de ventana con r e « o s oe^riwitó dará,
15. D u r a Europos, " C a s a cristiana*-, baptisterio, c u r a c i ó n d e l p i r - i l m o i . p i n t u i .» m u r a ) , principios
lindes del sieh i i n - p r i n c i p i o s d e l i.x Padcrbon. U , i l . : l - J i e - M u s e u m for A r c h a c o l o g i e ,
del siglo i n . Vale, L'mvcrsitv \rt C i a l l e r y 294
M u s e u m ni d. r K.iiscrplalz m , m
7. Bari. Exultet I . las a u i o n d a d e s teni|>oralc?. y e s p i r i t u a l e s , m i n i a t u r a sobre pergamino, primera Muséc lapidan-e S a i n t - M a r c . F o t o Lauros/Giraudon/Bndgcman/Alinari). - - 422
8. Quciiun Mvuys, Vi cambista y su mujer, óleo sobre tabla, 1514. París, M u s é c d u L o u v r c 333 m o s a i c o , ra. 1180-1 100 „ 424
8. Winchester, Salterie de IVtntbcstcr. el á r b o l d é j e s e , m i n i a n i r a « a i r e pergamino, ea. 1150-1560.
FRANCISCA DÍXL'AÍJQCA, Fronte a las vidrieras Londres. Itnüsh Librar>', m s C o t t o n N e r o C . I V F. 9 r 428
9. R a v c n a , b a s í l i c a <le S a n A p o l i n a r i n C b s s e , d e c o r a c i ó n á b s i d a ! , a p o t e o s i s d e san A p o b n a r y
1. E s t a m b u l , S a n t a S o b a , s-jsta d e l i n t e r i o r , s i g l o v i 319
T r a n s f i g u r a c i ó n , s i g l o v i , m o s a i c o , d e t a l l e . ( © F o t o S c a l a , F l o r e n c i a 1090. C o n c e s i ó n de!
2. L y o n , catedral d e S a n J u a n , n a v e c e n t r a l , s e g u n d o tercio del siglo x m 341
M i n i s t e r i o p a r a l o s B i e n e s y las A c t i v i d a d e s Culturales) - „ 429
3. G e r b c h u s . vidriera de b a b a d í a d e Sanca M a r í a y S a n N i c o l á s e n A r n s t e i n an der L a b n (Renania-
Pabunado), el árbol d é j e s e , v i d r i o p i n t a d o gnsaille, ca. 1150 ca.. detalle. M ü n s t e r , Westfälisches
10. Inglaterra, Bestiario Asintióle, e l Á r b o l P e r i d c x i o n , m i m a n i r a sobre pergamino, principios d d
siglo x m . O x f o r d , B o d l c i a n L i b r a r y , m s A s h m o l c 1511, f. 7 7 y . „ „ 430
Landesmuseum für K u n s t u n d K u l t u r g e s c h i c h t e , 341
614 T ITI 1
IO D E L LIBRO
INDICE ni n.USIPACII.sis 615
1 1 . Palermo. Palacio de los Normandos, sala llamada de Roger I I . escena de » a/a ilei c i e r v o ,
ARMANDO Pi I R l « « i . E s p a c i o s y f o r m a s c n la m e m o n a f j " eraría medieval
mosaico, mediados del siglo xii (© Foio \rehivt M i n a n . F l o r e n c i a ) . . 434
12. Villani de Honnccourt. Quaderno de dibu/a*. Icón, puercoespin y l i g i ira d« h >nibre sentado, 1. Roma, p a r n i q u i i de S a n n G a l l a en la circunvabe- ••nci.se, altar romo de Gregorio \H.
dibujo a piuma sobre pergamino, ,v. 1230 P a n s . B i l d i o i h c q u e N a i i o n . i l . i l i t r a n c e , inscripción e n I • lachada a n t e r i o r , mármol. 1071 i ——
nu ir. 1Q093. fols. 24r-25> - 437 2. Roma, basili».» I . San L o r e n z o Extramuros, monu. - • ••.*- ijncranodclcartknalGiiillcrrno
Ficsehi, i n a n i . ' >a 1256 — "5
GHERARDO ORTALJJ, Comunicar con las figuras 3. Verona, m o m i i - i n o f u n e r a r i o de Cangrandc d c l h Scafa, marmol,«. 1329 Verona,-Muscodi
Í aMcIvccchio „„_ - .. . . „ „ . . _ . . — .—•— — — 513
1. Bamberg, caiedral de San Pedro v Son j o r g e . / I < aballen de Ramberg (su; . sto retrato del 4. Pasta, e p u a l i . . m p u e s i o p o r Francesco Petrarca -t. m t n . Francescuolo da Brossaao.
emperador Fedenco n de Suahia). piedra." J. 12 Sé 442 marmol. I 16* I ' . I V I J . M u s e i C I U C I del Castello Visconteo ; ~™ 515
2. Samugo de Compostela, catedral de Santi timpano de la portada d e l n j n f e M O sur. Santiago 5. Donatello > M i - h l l l l i n i l l . baposterio de San Juan, monumento funerario del anopapa Juan XXIII.
a caballo en la batalla de Cb\i|o. piedra... 44? m a i o i o l , 142 ) 1428 —... - " •• "'— 516
3. Aiumebaorgoña». catedral de S a i n t - I i K . ta C r i n o caballón » en el < e n t r o de la cruz
rodeado de ángeles a caballo, pintura mur ) 448 F\nRi/t « K I V I n o . L a i m a g e n r e p e t i d a : f i l i a c i ó n ) creación e n e i arte d e b Edad Media
4. AnseuTioyGirardu<Milin). relieve* di. i . - anft. l a v u e l t a de los mil.m-M.-s a la ciudad
1. N o n m i . i l a . / l I J i e t t l I I de S'onaniola. las Marias cn el Sepulcro, miniatura sobre pcrpminn.
después de b reconstrucción, m á r m o l . . ' . o n . C i n i c h e Raccolte d \ne Antica del
ni • - c u a n . • i. I s i g l o x i . N o n a m o b . Musco Benedettino Nonantolinn e Diocesano d'Arte
Castello Sforzesco 452 523
*a. E v a n g e l i a r i o , f o l . 45 v —.———• •—•
5. Mibn, relieves de Porta Tosa, presunta infamantes del emperador Fedenco B a r b a r m i
v de la consone Beatnr de Borgofu. mar.: -ida mitad del s i g l o M I M i l a n . C i v i c h e 2. K henau. li dipn* de Hamberg las Marias en el Sepulcro, miniatura sobre pergamino.
Raccolte d'Arie Anoca del Castelli» Sfciv , 452 al l e d e r d i 1010 (?) M u n i c h . Staatsbibliothek, ms Msc. B.bl 140. fol. 69»- —
6. Lìppo Mcmini, San Gimignano. Pala* . S.da del C o n s c i o . M a j c t u d , ci podestà Nello
3. Pi Evangeliario, el evangelista Marcos y la página inicial de su Evangelio, muujtun * " U f
6. íbehit de mentía mtagmum me vanorum opera, círculos que representan las correspondencias
12. Toscana o c c i d e n t a l . V i r g e n con el Niño llamada -Aladre de los Niños-, talla policromada,
septenanas (sacramentos, dones del Espíritu Santo, obras de rniscncordia. virtudes, vicios,
principios d e l s i g l o x i v . C i g o l i (Pisa), san ruano de la Madonna dei Bimbi " • •— **•
cualidades del cuerpo y del alma), dibuio sobre pergamino, último c u a r t o del siglo x i v .
13. N i n o Pisano ( a t r i b u i d a a). Virgen con el Niño llamada Virgen de los Vetturini, olla, sexto
Florencia, Biblioteca Medicea Laurenraana. ms Pluteo 30.24, f o l . 5v. 493
decenio d e l siglo x i v . Pisa. Museo Nazionale di San Maneo —————— - ™
7. Tbebtt de saentia imaginum ÚtXt vanorum opera, tabla con representación de la " T o r r e de b
14. Pisa, cruz p i n t a d a de San Pietro i n Vincoli, temple sobre tabla, mediados del siglo am. Pisa,
Sabiduría-, dibujo sobre pergamino, úluum enano del siglo x i v . F l o r e n c i a . Biblioteca Medicea
iglesia de San P i e t r o i n V i n c o l i - ——• - - 537
Laurcnziana. ms Pluteo 30 24, fol. I r 494
15. Ranshona. Sacramentano de Ennque II, retrato del emperador Enrique H miniatura sobre
8. Taddeo Gaddi. el Arbol de la Vida, fresco, séptimo decenio del siglo X I V , Florencia, Santa
p e r g a m i n o , p o c o después de 1002. Munich, Bayerische Staaobibüothck. Clm 4456. fol. I Ir..-.. 518
Croce. M O S C O dell'Opera 494
16. L t u t h a r d o y Berengario (escuela de la corte de Carlos el Calvo), Codex aumu de Sin Emmeram,
9. Tbebtt desaenüa imagmum sne vanorum opera, interpretación simbólica del serafín, d i b u j o sobre retrato de Carlos el C o i v o , minianira sobre pergamino, 870. Bayrntche Staatsbibliothek
pergamino, úlumo cuano del sigloXl V. Florencia. Biblioteca Medicea Laurcn/.iana, C l i n 14000, f o l . 5v - —- -~ —
ms Pluteo 30.24, fol. 3r. 496 17. b r e a , Evangeliario, C r i s t o en Majestad, miniatura sobre pergamino, principios del siglo m
10. Simone Martini y Lippo SÍcmim, Anunciación, temple sobre tabla, 1333. Florencia, Galleria Ivrea, Biblioteca C a p i t o l a r e de Ivrea, ms 40/LX1, fol. 7r -
degb Uffizi „ „ „ 501 18. Ivrea, Sacramentario de Wanitondo, símbolos de los evangelistas, miniatura sobre pergamino,
1000-1001. Ivrea. Biblioteca Capitolare de Ivrea, i m LXXXVl/31, fol. H I r SW
616 T I T U L O D U LIBRO
ARTfRO CsRUJ QLTNTAVAIIX, El viaje, la imagen, la herejía: la transformadón del sistema simbólico
de la Iglesia entre la Reforma gregoriana y la herejía càtara
1. Bolonia, complejo de San Esteban, iglesia del Santo Sepulcro, interior, siglo x i i <<D Foto Arturo
Carlo Quinavalle) 545 I N D I C E D E NOMBRES
2. Fomovo di Taro (Parma), iglesia de Santa María de la Asunción, lachada, figura di! peregrino,
piedra, principios del siglo \in. ( © Foto \miro Carlo Quinavalle) 557
3. Nichnbus, Verona, basilici de San Xenón, tachada, historias del Nuevo Testamento Unida a
Egipto, piedra, ta 1135. (?> Foto Arruru Carlo Quinavalle) 558
4. Bonanno Pisano, Pisa, catedral de Santa Maria de la Asunción, transepto derecho. Puerta de
san Ranieri". Huida a Egipto, bronce, ta. 11 SO. (© Foto Armro Carlo Quinta* alle) 558
5. Modena, catedral de San Gemini ilio lana septentrional. «Puerta de la Pesquena • . .irquivolta
con historia-dol nclu arr. te ) dmtel con faHiaiix. piedra, 109"-1106. ( © Foto \rrnro
Carlo Quim.rr.ilk) 569
6. Wlhcclmi'. Me'ni.r.' iti r: .> n <• n intano, fachada, historias del Génesis, Atta de Sor.
picara. 10««- l ì Or. | , ;\.n-. Qumtavalle) 592
7. Jara (Aragón; cxii ! i ripario de la puena occidental, cnsnión entre dos leones,
piedra, I0S^-H"> Ó ; ...
:
. •.• • jTntavalle) ~ 592
8. Lcr-n fCa-ttlLi | León i n * kl ra Lulo meridional, timpano de la Ponada del
Cordero. Agr,.,- D ••.•<• 1101). ( © Foto Arruro Cario Qmntavalle).... 593
9. Conque- (Franaa * Ü ootoFoy, umpano de la puerta occidental. Abdón. ii 104, 562 Alcukis, Alexandcr 183
Juicio Final, santa¡Fi ti i i Iglesia, piedra. ¿a. 1110-1115, detalle. Abelardo, Pedro 25. 74 Alexandcr.JonathanJ. G. 466, 520
(©FnioAmiroCarl'i OtírntaVaJl ~ 594 Abgar. i de Kdcsa 293 Alfonso VIL rey de Castilla y de León, llamado d
AceurM . uinsconsulto 513 Bueno 446
10. Nichnlaus, Ycrrm.i. r.itctir.1' le Ss • • de la Asunción, pórtico, figura de Roldan, piedra,
Aceto. I rincesco 561 Alfonso X, rey de Castilla y de León, llamado d Sabio
ca 1135-1140. CfJ l o t o Arturo f lado '.ijmr.n alle) ™ - - - - 595
Adele. i - iidesa de Illois 43 3 117, 193, 197.205,274,211-232
11. Bciimaire (Langiicdoej. iglcv.' .:• !'ame-do-Pommiers. lado septentrional, friso con
Ailelrin» alad de Mahiicsbury. obispo de Sherborne 432 al-Haram, Abül-Hasan 'Ah i b. Abi Balr 188
CSLCIUS de b Pasmn, L'¡t/r:j CfíUt, piedra, a 11 50 - **00 Alhazcn de Basora (Ibn al-lbiiam) 363
Adeodafo, escultor 603-604
12. Saiiu-Guílheiii-le-Uesert (Langueduci. abadía de Saint-Guilhem. ábside derecha, altar con Adeodai.». h i j o de Gorrón 604 Alí, califa 216
Maicsta.; Domini y Crucifixión, niannol. ta. I ISt). ( © Foto Arturo Cario Quintavalle).... 602 Adriano I . papa IS. 6 6 , 68. 183 Alighicn. Dante 160-166, 173-174,415,458.459,
13. Gruauionie y Adeodato í->, Pistoia, iglesia de San Banolomeo en Pantano, fachada, dintel de Elredode Rieval. san 74. 157 488,510
la puerta central. ¡ncndu/idid dt samo Tamas, piedra, o*. 1160-1170. ( © Foto Arturo Cario Aertscn, Jan A. 149 al-Mustansir bi'lláhi, Ahii TamimAbaddben 21S
Quiniav-allc) - _ °Ü3 Agnello. Andrea, llamado Ravunnatc 183 Aloy de Monriirai 248-249
1 4 . Lucca, iglesia de San Frediano, fuente bauusmal. los soldados del faraón atraviesan el mar Rojo, Agubardodc L y o n , san 2 0 , 6 9 Alleaume, escultor 21
mármol, ca. 11K0. { O Foto Arturo Curio Quintavalle) 605 Agosüni. G r a u a 247 A l l o . E B . 129,508
Agustín, Aurelio, san 19, 28, 30, 54. 57, 60-64. 67. Ambrosio, obispo de Alilan, san 57,61-62, 71,74,
70. 08, 123. 129, 1 3 1 . 150-152, 155-159.213, 77-78, 138. 145, 183,260,410.412,431,451,453,
324-326. 41 5-416. 420, 429, 482-483, 500 561,563
Agustín de Canterbury, obispo, santo 213 Ambrosio Aurperto, abad de San Vtnccnzo al
Aimon de Faversham 1 88 Vulturno 138, 145
Ainaud de Lasarte, J u a n 245 Amprino, Gcmma 2-19
Alain de L i l l e 2 3 , 3 1 1 , 415, 423. 497, 584 Ana, santa 111,113, 117,121,301,546
Albenco, sacerdote de Fougcrcs 72 Ana Comncna, historiadora y noble bizantina 301
AMicro. L e o n Bacusra 4 3 , 341 Anacleto U (Pietro l'ierleow), anúpapa 360
Alberto de Aqinsgrán 2 1 6 Anastasio I , emperador de Oriente 306,280
Alberto de B r a n d c m b u r g o , cardenal 45 Ancona, Alejandro de 247, 596
Alberto I I I de Futiría 359 Andaloro, María 85. 88.91,119,186, 534
Alberto Alagno, san 29, 30, 157, 4 2 4 Andenna, Giancarlo 460
Albizi, Bartolorneo 195, 200 Andcrgasscn, Leo 255
Aleuino de York 132, 142-14,318,340,345,353 André,.btques 197,336,350
Aldobramlesea (Alda) de S i e n a , santa 202 Andrea del Cistagno 365. 463
Alejandro 1, papa 562 Andrea del Sano 463,473
Alejandró U (Anselmo da Baggio), papa 561, 587 Andrea di Bonaiuto 123-124
Alejandro I I I (Rolando BandíncJÜ), papa 472 AndrcoMi, Bruno 389,391,405
Alejandro de Hales 37 Andrés, apóstol, san 101.181,184.5,281,376,534,
603
Alejo I C o m n e n o , emperador de Oriente 292
Alemann-Schwartr, Moníka v o n 243 Andrés de Creta, san 184
Alessandretn. Gianfranco 495 Andrés de FIcury, aliad 101
618 ARTI I H I S T O R I A EN LA E D A D M F D I A 1 1 1 ÍNDICE D I .VOMhuís 619
Andres Salos. san 2 8 1 Bacon. Roger 424 Benno lliscop. san Ì6J B o d i I. J e a n 23
Andronico 11 Paleóloeo. emperador de Oriente 3 0 7 Bagnoli. M a n i n a 599 Benno de A m a n o , san 69, 553
R i i i ilileaaaaiia. W. 340
Anccla d a Foligno 2 0 3 , 5 5 6 Baldinucci. Filippo 470
B e n n o d e N u r s i a . - in 101. 124. 171.321,329,551. BocrMrr.AII.cn 80
Anpelidi, Christa 1 9 6 B a l d m u i j o h n F. 293
5*2-553. 560. 561 -5Ä2, 566
Balestrato. Duccio 385 R o e r , v\ t e c a d e 354
Angencndt. A r n o l d 5 0 8 Beniamiri, patriarci 186
Balimsains.Jiirgis 93 B r - ; : c i i G i r a n o , Sofia 166
Anplhcnode Saint-Riquicr 3 2 4 Benjamin. Walter 276
Rango, 1 sidro 126 Boi tpfloij, F r a n c o i s I I , 133,180
Anònimi» de R o i h c l i n 218-210
Bennett. Henry Sranb \ 400 BOD-Jr. 110
Anonimo d e York 1 8 . Bansch. Birgit 533
Benoii. IUII I X m u ! 4H Bo 'iieru. Giampiero 389
Anonimo R o m a n o 4 6 2 . 4 7 0 Bano.Onasio 4S0. 488 h
Bruna. Denis 167 Chavanncs-Ala/cl. < . l a u d i n e A . 535 Cor.suntino IX Monómaco. emperador 220
Carlos I I . emperador. Ilaniado ci Calvo 28. 263. 347.
BmncUöchi. Fiüppu 44. 517 367. 369. 372. 538 ChercBe.CtiUmM. 8 7 . 3 2 0 Constammo Acrripoliia 286
Brunello. Franco 531 Carlos Pi*, emperador. I conio rey de Itolitmia 41 Cherubini, G i o v a n o , <Ks. 3K6. 4 0 2 . 4 0 5 , 4 0 7 SulbcS 214, 304
Bruni. Leonardo 51T Carlos W de Lmcmburgo. empCTadoi 46H Chcvalitr. t i e s s e l i i? Con,!ari*a. abadesa 33,41. 102, 181.259.316,525
Buccio di Ranalln 199 Cirlos M I , re\ de Francia 34 Chiappa M a u r i , K m . - 4 0 5 OiOstanaa de Altavilla, empcratriz 316
Bucero, Marami 46 Carlos Mane! 17. 369 Chielhni N a r i . M a n i e r i 203 (.omini. Gianfranco 316
Buckmn. D.iv>d 2*6 303 Camioly. Eliakun 217 d i m o i m i . < i i o r g i o 1119 Cononiiador de Tudcbodo 216
Buddensice. Filmano s2" Canies, Gerard 3 40 Chnsie. VVCM 9 4 , W . 9. 102, 129, 132. 3, 136. Ciopc.T-Rougier, EJuabclh 150
Carocci. Sandro 3K5 141 5. 1(11 1 opo'» di Alarcovaldn 454
Bucnaormuni di Ragmcca (B. da Basmoregio), san
3 0 . i : : . 157 Carr. Ephrem 290.293 C h n s t m . i Hivier 47 CorOO\ VirgilioC. 544
Carraio 569 Chnstoo. l'.uiagion-. I K 9 C o r m K k , Robin 18«'. 303
Bunahnaccc fBunanuc» di Caisndorn. Uarnado) 478.
C i a n u m i ' i . | uiva 247 Cornelio, papa, san 563
479. 4S. 4fc" Carruther». M a n J 317. 123.477
Come, Keliccca W, 454
Burcardr. <ic \V<irris CasaJio. Paolo 531 Ciardi 1 1
i p r t i l a l 1% . i n e t t o . M a r i a G r u j a 312
Cononcsi, Alfio 385, 405
Burgham. Susanna I P Casaglia. Mano 317 Ciccuii. Ni ircelo 4s%
Cosinas Iiidienpleustes 81,421
Burle. Pe:i' J • Casaerande, Carla 47S Cicerón i L i r CO I n b . . S4. 1 1 0 , 2 8 4
Cosine, san 86, 292
Burmahu 5tW Cascali*. Jaume 115.249 Ciggoi i.i N e Ih 211.214 Coulmg, Dand 335, 354,358
ßurrcv, Manscn.j. ' ! . Cassanclli. Rohcno 196 Cimaln. i unni ,|, i - , l l a m a d o ) 458
p ( l >
Gracco, Giorgio 539
Dwebtui i Bui i : • : • • i Cassano. Raffaella 443 Giman i o i g i 192 Cramp, RosemaryJ. 363
Botar. \hàu* 4*4 Cassan.Jran 1)3 Goool. ' l.nidio t o s . 4 6 1 , 46H. 9. 480.484.495,5711 Cranach. familia de pintore* 47
Bylmt Sui-*- . •
1
( j « i a n o . tiiovanni Al Cipnar han 105. s o * Crescendo, san 120
Cj>Md>. Brendan 456 Cipnar l . i s . i o c.t-t i l i o , o b i s p o de Cartago 65 Crisanto. san 562
Clamai. \T i n i ; .H '• 1 Cassma. Ciaeran 255 Cariaco ' i i c o n o , s a n 562, 596
Calate. Rnuttfl . • • CastaCTietn AndnM 3H9. 391. 2. 394. 5. 402 O r i l o di I m i s a l t - i i . flan 62 Crispm, Gilbert, abadde U'cstminsrer 23
Cabml. Fcrr-md I " . •,:,< Casteìnuovo. Ennco 3.9. |I6. 124, 187.242.245, Ciane h-. Michael T 319,321,326,333 Cnstiani, Marta 28
Cadei. Antonu> 441.M1 255. 256. 315, 338. 343. 344. 347. 352, 354. 358. Clark. W i lleno IL 323 Christina de Alarkyaie, santa 320-321
Cagiano Aüvidn. Aluluhnee'i'» .»4* 359. 362. 386.4111. 368.443,450. 47H. 500. 507. Claudel Paul 175 Cristubaf, san 178-179, 466. 611
Caiani, .-urna ."4K 519.534, 568. 597.602 Claudi... i r t l i i d i n . i n o 87 Cnvello. Fabrizio 2, 367, 519. 539
Cali... Alda »C Casr ci nuovo. Guido 173 Claudio nlMftpode T i i r i n 2 0 , 6 8 - 6 9 Crou e, Joseph Archer 112
Calciibo 42u Castjncirj- < • ni • Manuel Ani omo 99. SH8 Clansstn. I'eicr C o r n e l i a s 4 4 3 , 4 6 8 Ctcnas. cucnco 271
Calcca. Antonino 245,4*7.537,604 Castracani. Cascruccto 488 C l c m c m . de Al e |.ind ria 53-54 Curschmann. Alienaci 320, J22
Caliope. santa 298 Casm. Serenella 244.256 Clementi V I { P i e r r e R o g e r ) , papa 312 Cusano, Nicola (Nicolas de Cusa) 159
Calmo 1. paju, san 53. 5". 112 Castronoso. Simoncna 315. 539 Clodoveo I , rey ile los francos I 12 Cuibcrto.arzobupodeOncerbury 6,66
Cabxto 11 (Guido, condì de Borcrina), papa 5H~ Cauldi. Milita 521 C l O d W o I I . rey de N c u s t n a . de líorgoña y de Cutler. Anthony 17,211. 270.276. 289, 298,302,
Calbclc, Nicolas »01 Catalina, cundesa de Chartres 111 Austrasia 337 306. 308. 309
Calò Mariani, Maria Sitila 443 Catalina de Ale andria. santa 31. 208. 221. 240
( Cockcrell. Sydney C . 124
Calvuiujuan 46, 48. 184 Catalina de Siena, santa 31.251.489 Cohen. K a i h l c c n SI 5
d'Aiuto, Francesco 330
Calliope Alcleduoc 2 8U Catòn. Marco Porno 61 C>ihn. N o r m a n 24
d'Amelio, Anronia 525
Camlidlom. Duilio 366 Causa. Raffaello 246 Cola di Rienzo 4 6 1 , 4 6 2 . 4 7 0
Cavalca. Donacnico 480. 482. 484. 487 Coletti, V i t t o r i o 478 d'Onofrio. Cesare 543
Cornine. Michael 589
Cavalcascllc. Giovanni Ballista 312 Colgrave, Bc.rtr.nn 319 d'Onofrio. Mario 547. 557
Caiiunarosano. Paolo 368.455.459.473
Ca* allo. Guglielmo 12. 317. 8. 324. 5. 329. 331 Colonna, Iacopo, cardenal 1 19 d'Onofrio. Salvatore 167
Campm. Rolitn. ; M i r Maestro de FlcmaUe
Caviness. Madeline H . 320 Collareta, M a r c o 247 d'Ona. Filippo 317
Camporcale. Elisa 247
Cecaumeno. Giovanni 279 Collins, Roger 535 Dachs.Karl 527,530
Candea, Virgil 215
Candidus Bruun ile Fulda 69 Cecebclli, Carlo 83.86.88 Collodo, Silvana 409 Daria, santa 562
Ceeiha. virgcn, santa 186, 562 Comba, R i n a l d o 408 Daddi, Bernardo 208-209
Cangrande I della Scila 513
Cangrande II della Scala 470 Cedreno.Jorge 289 Conant, K e n n e t h J o h n 588-589 Dagobcno I . rey de los frana» 262, 263,324
Cannaroza. Giio 496 Cenmni, Cennino 531.540 Concioni. G r a z i a n o 531 Dalasscno.Juan 288
Canova Mariani. Giordana 312. 524 Cenala no, Miguel 214 Cornicilo. E m m a 192 Dalla Palude, familia reggiana 461
Capitani. O i d i o 408, 607 Cesar. Cayojulio 288. 330.466 Congar, Y v e s - M a r i e 143 Dalla Risa. Fausta 488
Grandini. Andrea 387 Ccsareto. Paolo 551 Conrad v o n FCrosigk, o b i s p o de Halberstodt 299 Dalli Regoli. Gigetta 604
Caravaggio (Michelangelo Mensi. Uamado) 273 Cesario, diàcono, san 203.563 Conrado t i , emperador, llamado el Sálico 451 Dimaso 1, papa, san 261
Carbone». Eduard 249 Cesario, ohispci de Arles. san 203.563 Conrado I V 231 Danuan.san 24,71.86. 185, 186,292
Cardini. Franco 544 Cesano de Htisierbach 203 Conrado de E b c r n a c h 7 4 Daniel. Walter 74
Cariato, Carlo 505 Cliaboi.Jcan-liapus-ie 285 Constable, G i l e s 170 Daniele da Volterra (Daniele Ricciarelli) 47
Carli. Enzo 246. 501 Chamoux. Francois 520 Constanrina, hija de C o n s t a n t i n o 1, emperador 84 Darrouzèsjejn 214.215,304
Cailomagno 16, 18. 66. 68-69. 263. 265, 267. 340. Chariand. Thomas Marie 478 Constantino I , emperador, llamado el Grande 37-38, Dassinanii. Ernst 86
352-353. 441. 450. 47|, 527-528. 542. 556. Charaer. Roger 312.319 345 Dai trini», Lorenzo 15
567-568.570. 594. 614 Chastcl. André 36. 110. 520 Constantino V, emperador, llamado C o p r e m m o 17 David, rej-de Israel 100,107.110. I l i , 118, 280,
Cariootin. rey de \ - • ri - 263 Chastcllain. Georges 335 Constantino V I I P o r f i r o g e n e t a . emperador 271, 281,321,358.466,594
290. 303 Davidson, Bernicc F. 312
I N D I C I DI N OSI B R I S 623
622 AlTÍ. E H I S T O R I t IN L A K.D.\n MllUA III
de Seta. Ccsirc MJ) •otet. Martha W 514 I thpc 111. <lu,|ur ile FWgoiia y conde de liando,
Fnnol.i. -teello '
Debonenic. Pierre |7f vd«i. Gcsifgc» 185,368,554 -»4 llamado el Bueno 254, 335
Ernst, i 'rieh 3 5 7 . 4*>0. * I 6
Dclrernen, Charle* 210 ' . . . - i . . .Ii IhioniiiNfinia 120. 1-4.45« Felipe V I de Valois, rey de Francia 2 6 7
Ersen. >lu*<|>oilt (
ipua 5 8 7
¡ 11- - 1 Icrmjnn 80 ' -he»rw. 1-iHlls 261.14». 54* Felipe Augusto, rey 267. 158. 546
Eschen h, W ' o l l i . i n i v o n 1 4 7
d;?l'lnni«ccnn. sjui-rvclia »52 . ..m. Lawrence G 12" Felipe el Canciller 2 9 , 3 0 , 1 8
Ksmcii- urna C: -i 408
Dcgraio. Donata 40" I Kdccio 245 I l i . obispo de Nota, san 14. 54
Fiop,»
ildTicppn. Mann l*-"2.402 »ummlef. F r m i 14s. 1*3. 450 Fernando I I I . san. rey de Castilla y de Leon 197
EnjMftol -aiiccsea I I 5 . 1 2 6 . 1 2 7 . 2 4 9
D=Uni\.Bradlri.lo*eph 120 >.Hin). I rancotsc ts. 180. |«6 Feroun. Alanus 5 4 4
Esptnd n u f s p u c k I n m i m n i c . san 1 8 1
Delaplacc. Chmnnc 1 " " Dungal de Samt-Denis 68.60 Fcrran, .Michele Camilo 2 7 , 192
Esicb.li> 111 4 4 . A 4 . ° 6 , 9 8 , 1 0 2 . 1 1 2 . 1 1 4 , 1 1 5 , 1 2 5 . Ferrara Vettore, Paola 3 1 2
Debil»«. Isat-dlc 520 I »ptu\. Cccile 14. 17.45.46 •'
I
2«K. Ferrer. Vicente, tan 1 7 5
Ddcnrmi. Carlo 4-8.480.4SI. JKh.4W,.4'"'. 1 >uran • i • r, Agusun 24s FsteluT s o r e r o t l c Li IgU-sia G r a n d e de
Dtlumcau. lean 4M I liar and lannit 2~0 Ferrerò. Giovanni Stefano, obupo de Vrrrrfli 241
Con*.i ••••! i 2''**
deUAtOjua. I . 55?. 110. 145.152. MO, 163 Durando. (.ilknrMi.ohtspo de Mcndc Fern. Claudio 5 ) 1
»6. 7 3 . 2 1 2 F.stebai' papa, san 2 6 1 ) , 5 6 3
della Chiesa. G-oroedo 250.402. 51«. 5*1.556 Durando de San Porciano 37-18 Femia. Antonio 8 4 . 5 0 5
Ksicli.ni I íes- de H u n g r í a , l l a m a d o c i Santo 4 5 0
Dcmctn». dt letal«-ruca, van 212. 2«! Durbat. Marcel 588. 59?. ?<M Ferry. Marcel 2 5 5
Esteban ' i o b i s p o i l e ( J c r i i i o n t 2 1
Demut. Ott« 26. «2. «I. HM. 107, 1 IS Duval. >tctte 50« Fcrzoco. George 4 5 7
Esteban IV, papa 4 5 ( 1
Demut. Gcucce F 2«0 Fidia. 5 1
Dcnn>. Dun 447 Esicb.ni ite N o w g o r o d 1 »H
l a d ! . - , «anta 126 Ftais. R a t m o n t i I 39 Ficsctü. Guglielmo, cardenal 512
Dcichamps. Paul (S* 1 hbon. ar • de Reims 5 2 6 F'dibeno dejumiégo 137
Ftclhcrtii. rey d e K c n l 3 2 5
DeudeiHi. rei dt < ' >• luaiLurdo* I9| 1 ••:»• • Margania 13-34 Filien, Mana Teresa 6 0 4
Etienne ile \'eni?y 1 5 6
LVsidcno de Autcrrc. <>Uspo. san 262 Eco. I m b e r t o 111.328.443 Filipico. refe militar Uuntino 2 8 9
Desnlmu Je Bene» enio. ;u>r Drsidtno de Ftpurch 2 6 2
Edgcnon. Samuel V . J r 150. 4 6 2 Eudneia. n o b l e bi-fajntiiia 2 I 3 Filón de Alc-andria 5 4 , 4 2 1
Munictaranu Edmundo, s.m 411 Eufemia, santa 2 5 5 . 2 9 9 , 5 9 5 Fillitz. Hennann 2 0 . 168
Desidtnodv Muiitecassino 101. 186. 367. 561-56), 1-duardn I . re\ de Inglaterra 466 Fina d i Patato Bu/^accanm 1 2 0
Eufrasio. bi|o d e l a r c h i i h à c o n o 8 7
566.575. 587 Eduardo I I . tvy dt* Inglaterra 466 Finbcrg. Herbert Patrick Regina M. 186
Fufrnsio. obispo d e Paren/.o 8 7
Dctpuni Philippe 25 I duardo I I I . ic» de Inclaterra. llamado el 466
Kufrosine A l a r i n a . m o n i a 3 0 2 Finncy. Paul Corby 5 0
Dem. ruer. M É 527 Erren, san 4 2 « Eufrosine. e m p e r a t r i z d e O r i e n t e 2 8 3 . 3 0 2 Fioravanti. Gianfranco 4 8 0
Dcubntr. UdMie 292 FiUniuiidit. Strphanos 2 7 9
Eusebio de Cesarea 1 6 . 6 0 - 6 2 . 1 8 1 Firpo, .Massima 1 9 2
Dtuchler. Flurcut 120.250 Egberto. arrobis|io de Trctcns 1 6 7
Eustacio de I c s a l o n i c a . o b i s p o 2 1 5 , 2 9 2 I-ìta, Fidel 2 0 5
Devot. Paul 544 Egt-a. procónsul de Acava 5 1 4
di Matten. Colette IÜ4 Eustauuio, san 1 0 6 Flajthaus. WcnrcI 3 8
Egidw. abad, san 2 5 4 . 3 6 9 . 5 6 1 . 5 6 4 - 5 6 6 Flasch,Kurt 1 J 9
di Teodoro, Francesco P 112 Fuciquio. n i a r n r r o m a n o 5 6 3
Egidtu de \\'it-ner Neustadt 2 5 4 FlavioJosefo 5 1 . 1 0 7 , 4 2 1
Didmn. Adolplit-Sapnleon 151. J52 Euüquio, p i n t o r 2 ° s
Fgidio Roí i • 1 0 Fiorenslai. Pavcl 1 4 2
Diebuld.\ViUiamJ UM. 321 Eutiquio, san 2 9 8
EginardolEmhar: 2 0 . 3 4 0 Focas, obtspo de Swiopc, san 5 6 1
DicLamp \Vdhetm 153 Eutropia, s-irgcn d e R e i m s , santa 1 1 2
Dildirr. Gerhard 196. Ivy, 4 0 0 Fagil , abad dt- Fulda 6 9 Evans.Jnnn 5 8 8 Fnallon. Henri 9 3
Finhorii, Jürgen Werinhard 1 2 2 Fono, parrinrra de Cnsianimopla 214, »82
Dinnvr. Maiic-Anselme 58J Evans. M i c h e l 4 9 0 , 4 9 1 , 4 9 2
Elbern. \íkior I leinnch 2 0
DiniotL.Jainei F. 327,521 I'jcuperío. o b i s p o de l ò l o s a 6 2 , 6 9 , 7 1 Folda.Jarodav 2 1 8 . 2 2 0
E l u a , Flavil < .niha Augusta, santa 2 2 0 , 5 5 °
Dusdorf. Ludsviy IVI. 281 Fonseca, Onùno Dannano 3 9 5
Eligió, san. obispo de Nuyun-Tournai 2 6 2
Diotlctiaoo. Cat-o Auicbo Yalcno. emperador 260 Fabre. Paul 5 4 3 Fontainejacques 131
I linan•!• • .1. I roidmonr 7 4
Dióg enes Laeroo 420 Fagiolo, A l a r c c l l o 5 4 3 Fontana, AUna Vittoria 2 1 6 , 3 8 1 . 4 5 7 . 4 6 0
Eiliger. Walter 5 0
DioiuvHi. uUspu de ii Ii • san 561 Fahd.Toufic 3 8 9 Fon.CW 188.308
lJncne-1) • -a.rt-Ii. ' i ' 345
Dionisio. uUspu de .Atenas 147 Fanfam. A. 2 4 6 Fossier, Robert 172
Dionisio. obispo dv Paris, san 21. 267. 347 Fainquc. monie 5 8 6
Farr, C a r n i A n n 3 2 6 , 3 2 7 Foucnrt, Bruno 5 2 0
Dionisio Allopatia (Pscudu-Dionisio) 76. 90, 150. Enrique I , re) de Alemania, el Pajarero 4 5 0
Fasi no. .Ester 3 3 5 Fouquel.Jean 3 5
147.412.415.414 F'nnquc I I . emperador, llamado el Santo 3 2 8 - J 2 9 ,
l'aure, P h i l i p p e 1 5 2 Foumier, Gabriel 1 7 1 . 1 7 2
130. 373. 411 527. 5 2 9 . 530, 538.9
ÍNDICE D E NOMBRES 625
A R T E F. H I S T O R I A L N LA E D A D . M E D I A I I I
Frsedb-c. i ! . . - * 2 lo -V-* Geminiano, obispo de Modena, san 454. 561. 591 Gougaud • ouÍS 1 7 5 , 4HO GuiJIou, Andr<5 270.286
< ìeiLstnco. rey de los vándalos 261 GoulJet. nique 2 I Gules, véase Egidio, abad
Freetwu-, ftlffi *S. 19
Fri.wa*i '_*e.ìu. I'*.« M9 Gcnstni, Sergio 173 Gousset. ' . n c - T h é r e ; » c 1 3 3 , 1 3 4 , 143 Gurevich, Aron 554
x'ttedli?^, .tni: AJVrt 24; 4*5
ff Cenale. Guido 241, 242. 247, 250. 251. 253 Goya y 1 i cutes. F r a n c i s c o de 168 Gussonc, Nikolaus 538
Fnt.*jnaTi,.lr-iir. Ì',',*3L 4V0 Gerardo, arzobispo de Smonto 285 Gozbert. -uor del incensano de Treveris 144 Gutmann, Joseph, Son 50.80,82,83
FruvJiiin'.ltr, Paul - 1* Gerardo de Cambiai, obispo 22 Grabar. A. . I r é 8 2 . 8 5 , 2 7 7 . 3 3 7 , 3 5 0 , 3 5 1 Guy, conde de Pondiieu 401,615
Froilàn.-.U di-Lrufc.-au H î Geranio de \"alenu. beato 195. 200 Graham, i;».se 124
Frol-sw. Anioni* 282 Gerhob de Rcichcrsberg 75 Gramactn .Norberto 338 Haacbe, Rhaban 202, 325
Fronion. i-l'Upo l'i PengueuA USA 565 Germano, patriarca de (Zonscanonopla, san 184 Grandi. K- i z o 3 9 2 , 4 5 1 , 5 4 6 Haasc, Wolfgang 83
Frugoni, Arsenio 60" Genoa, Jean (Jean Chartier) 37.159 Gray. N i c k t e 507 llabcrmann, Alejandra 514
Frugoni. Chiaia 200.202.401,471.486.487.497, Gcrstel.SharonE.J. 273.298 Graciano 445 Hadennann-Alisguich, Lydic 91
500. 601.607 Gervasio de Tìlbun 432 Greci. R o b e r t o 2 1 4 , 4 0 2 , 4 0 7 , 5 4 6 Haendler. Gert 19
Fuhrmann. Morsi 538 Géza 1. rey de Hungría 301 Green, W i l l i a m W . 3 17 Flahrdoscr, Hans R. 227, 268
Fussbroich. Helmut 533 Gheroldi. Vincenzo 252 Grecnhalgli. A l i c h n e l 363 H a l d o n j o h n F. 273
Fumagalli, Vini 385. 389,401 Ghibcrn. Lorenzo 365. 517 Grccnhill, Frank A l l e n 516 Hallam, Herbert Enoch 386
Furlan. Caterina 532 Ghilarducct.Giuseppe 531 Grégoire. R e g i n a l d 5 5 1 Hamburger, Jeffrey F. 24,35,39,370
Furlam. Giuseppe 83 Ghirardim, Nazano 451 Ilamel, Christopher de 327,517, 594
G r e g o n o I , papa, l l a m a d o M a g n o 16, 19, 35, 4 2 . 62,
Funcrer. Use - 5 5 Giardina, .Andrea 387 Hamcsse,Jacqueline 368
65-66, 6 7 . 6 8 . 7 3 . 7 6 . 8 7 - 8 8 . 9 4 , 9 6 , I 5 8 , 319-322,
Gibbs. Roben 123 HampcFCarl 20
367. 3 9 1 , 4 4 4 , 5 0 8 . 5 7 0 , 598
Gigli. Ottavio 1°8 Hardouin.Jean 66
Gabont. Jean-René 245 Gregono V I I ( I l d e b r a n d o A J d o b r a n d e s c h i d i Soana).
Gil de Zamora. Juan 205 Hangar, obispo de Lieja 347
Gaburii-Chopin, Danielle 263 papa, san 5 0 8 , 5 0 9 , 5 8 7 . 5 8 8 . 5 9 6 , 6 0 7
Gilda, abad 351-352. 354 Hartzheim, Joseph 194
Gabrieli. Francesco 548 Gregorio de N'isa, san 14
Gdmor. Roben. Jr. 34V Haskell, Francis 356.366
Caddi, Taddeo 460.4VÎ-W4. 502 G r e g o n o de T o u r s 6 5 , 2 6 2
Giona, obispo de Orléans 20, 68-69 I lasse, Max 46
Gaehdcjoacmm IL 92,533 Grierson, P h i l i p 3 0 7
Giordano de Pisa, beato 211 Hauser. Arnold 594
Gage,John 342 Gnifoni, Matteo 456 Haussherr, Reiner 32
Gaillard. George;. 588 Giorgetti, Giorgio 40S
Gnvot, D e n i s 97 Hcfele, Karl 502
Cala Placida 84,421 Giotto di Bondone 7, 101. 120, 121. 165,210,247.
Grodccki, L o u i s 1 1 6 , 3 4 0 , 3 4 6 , 3 4 7 , 358. 359, 360, Heilmeyer, Wolf-Dieter 337
Gaietti. Paola 392 378.458, 461, 469. 473. 497. 540
520, 597 M M ; i . . . . . . Adelheid 111
Galvagin 569 Giovaiuieiu, Matteo 124
Gros, Pierre 117, 3 3 6
Gal va ri uni 569 Giovanni d'Andrea, canónigo 513
Grossatesia, R o b e r t o 4 2 5 Fleitz, Carol 143
Gallardo. Paulinu 96 Giovanni da Firenze, llamado Malizia Baranone 469
Grossato, L u c i o S24 Hempel, H . Ludwig 450
Gamberclb, Bernardo, llamado Rosscllino 517 Giovanni da Milano 254
Gruaniontc, e s c u l t o r 6 0 3 Henderson, George 104, 118,325.
Gaincson, Richard 318 Giovanni di Pagino 248
Grube, E r i i s t J . 365 Heiischen, Godefroy 202,214
Gamurrim. Gian Francesco 544 Giraldo Camhrcnse 520-521
Gmbmuller, Klaus 320 Heraclio 1, emperador de Oriente 291,306
Gandillac. Maunce de 150 Giraldo de Aurillac. san 200
Grume), V é n a n c e 4 9 , 195 FIcrbig, Reinhard 337
Cirardo, c&cultor 452
Ganz. David 318 Gualaz7.ini, U . 461 Ilergcnrothcr,Joseph 214
Girano, juez 510
Ganz. Peter 324 Guerreau, A l a i n 149, 1 5 1 , 167 Héxitier, Francoisc 150
Garcia de Corutear, José Angel 168 Gisela, emperatriz., mujer de Conrado I I 435 Guerreau-Jnlabcrt, A n i t a 1 5 0 , 175 HerkloLz, Ingo 337,495
Garcia Guatas, Manuel 105.107 Gislcbcno, escultor 97 Guerrero L o v i l l o , J o s é 1 9 3 , 2 0 5
Garcia Mars'dla, Juan Meente 45Ì Giudici, Corinna 247 Guerric de S a i n t - Q t i c n r i n 156 Herman de Colonia (Giuda ben David ha-Levi) 217
Gardnerjulian 119. 121 Giulüu, Giorgio 452 Guillermo, o b i s p o de B o u r g e s , san 114, 569 Hero, Angela Coiistantinides 284,288,305
Herodes Antipas 107, 561,587
Í N D I C E D E NOMBRES
A l c n a n t , Frangois 402
L c o i i c i u . obbpn de NJ¡M>'-" *iH 525-528. 5K2
Lvman. Thomas \V. 588 Alencndez Pidal. Gonzalo 117
Leopoldo Ul. uurgriu- de Autrna. llamadt» el PÍO Marcai d e S : i \ 127 Alencstù, Enrico 317
MB. 614 Mardach. I - . b e r h a r d 3 9
L c r c a r i . Perm alie M I
Mabillonjcan 183.212 A l e n o z z i , Damele 14, 17,47
Alardoc 569
1(1.-1': Sll-MHIC 51 1
Macano ci Grande, san 486. 552 M e r c u r i o , san 181
.MacLay. Angus 175 Margarita d e C o r t o n a , s a n t a 197
Levjsu.Ampo 247 A l c m c n , Nathalie 167
AlacLcn. Kavmond 37 Mana M a g d a l e n a , s a n t a 3 1 . 2 I O . 2 4 2 , 2 4 S . 2 4 7 , 2 4 9 . A l c r s m a n n , Wlltrud 252
Lome. NbllonJ. 517 561
Levitón. Wdhdm 337 MacLenscn. Ludolf von 342 Alesqui, Jean 174
.Macrobio 63.420 Maria la de S a n t i a g o 2 4 9
Lauern i. |upa 88 A le iodio, san 18
Madec.tKHihcn 131 Maria S a l o m é , s a n t a 249
Liciniu. Valcnu Utiniano, emperador 207 Aletsys. Queniin 333,134
Licvaua-bíKcaóorJacquehne 253 Madonna. Alana Luisa 312 Manani C a n o v a . G i o r d a n a 208
Aletrmann, Walter 193
Lilla. Salvaiorc 150 MacLavsa. Kumiko 315.318 .Manchal. R o b e r t 508
M e t z , W i l h e l m 149
Ullich. Meredith Parsons 348. 359. 361 .Maestro Banomcu 115 Mannus. n o b l e b i z a n t i n o 3 0 4
Alcyer, Andreas 192
Ündberp. David C 154 Maestra de Flémallc (Roben Campin) 41-43 Mammón, Aune G e o r g e s 166
Aleyer, Johannes 39
Lindsay. Wallace Martin 336. 423. 574 Maestro <lc Maria de Borgoña 384 M a n i n de T o u r * , s a n 1 4 . 4 5 . 6 3 , 1 1 2 . 5 S O - 5 5 1 , 5 6 1 .
Alézoughi. N'oureddine 95
Lmguiu. Alcssandru 337 .Maestro de Oflida 240 563. 565, 5 6 9 . 5 7 0
Alichautl.Jean 507
Lmni. Alcssandro 333.464 Maestro de Saint Gilles 369 Manin, E d w a r d Ja Ines 49
MacsiTO de San Cristoforo de Barga 178 Aliguel Confesor, san 298
-.i-.il».. 283 Manin, F r a n k 3 56
Maestro del Biadaiolo 380 M a n i n . H e n r i - J e a n 3 12 M i g u e l , san 97, 103.112,178,220
Usncr. Margrit 40, 244
Maestro del Kcgnmiin Grcgorii 527, 530 M i g u e l I I , emperador, llamado Balbo 18,277
Liiavnn, Gennadij (j. 279 Martini. S i m o n e 6 3 . 7 1 , 120, 4 5 4 , 4 5 9 , 4 6 8 , 473.
Maestro Giovanni 102 M i g u e l V I I Ducas, emperador de Onentc 301, 306
Liudgerio, obispo de Münster, san 3 53 501, 509
LiulhardO. mimarumta 538 Maestro Mateo 99, 100 A l i g u e l Angel Buonarroti 47.48
•Marciai, A l a r e n X ' n l e r i o
Luto, Tm» 61 Maestro Nicola 102 A l i g u e l Confesor, san 298
Mirale, Iris 455
LoeiLc. \\ ilbam C. 83 Maestro Teodonco 41 Alichelozzi, Alichclozzo dì Banolome 516
Masaccio 43
Lungere.Jean 478 Magagnato. Lteisto 531 M i g l i o , Luisa 192
Mascanzoni. L e a r d o 4 0 2
López, Roberto Sabatino 476 Alaggi. Berardo, obispo y señor de Brescia 460 A l i g l i o . Alassimo 316
Maspero, F r a n c e s c o 5 5 1
Uireozcni. Ambropo 33.127.410,459.468. Alaggiam, Silvano, padre 340 Magne. Jacques-Paul 14. 19,87. 181,281,311.318,
Alammo, san 5 6 3
500 Mapstrak, Francesco 331 354, 363.489
Máximo de T i r o 6 4
MOlaer, Joseph 302
Masiino I d e l l a S c a l a 4 6 9 - 4 7 0
M i k l o s i c h . Franz 302
I N Ü I C E DF. NOMDAES 631
630 ARTE E Il I S T O R I A E N LA E l ) * ! » A I E D I A I H
Simone da C a s o n a -ISO. 4 S 8 4 9 0 . 4 9 2 , 4 9 3 , 5 0 0 . 5 0 2
Suckale-Redleísen. G u d e 538 Thiiinson,John fi 270
Van Kycl , -.-i.'iilia d e p i n t o r c s 42
Sueronio Tranquilo. G a y o 61, 270 Thoss. Dagiviar I 33
S i m o n . apósTol. s a n 122.185 Van J f a n 192
Thunnan, Robert A . F. 171
S n m o n , Bernhard t o n 450 Suger de Saint-Dcius 75. 266, 360. 5So V a n O . i enk J
33
Tiberio, c n i p c r . u l o r 270
Simsnn. Orto W » 108.142.340 Suiuier. Franco 463 V a n F.ip* r.brnccfc. Daniel 202,214
Tigler, G u i d o 6114
S i m i o n . Samuel bar 217 Suleiman, Susan 485 Varanmi . ' u n.Viaria 453
Tikknncn.J.J. HI
S i n f l i : . g - Í . i w e n , Sraale 193 Summcnhart, Konrad 40 Varanuu, Giorgio 474
Tissot, F r a n o n i 170
Stepidii Stlrcure 304 Supino M j i r i m , Paula 509 Varrón. Marco Tcrencio 54
Tiis-Dicu.iulc. M . m c - I c a n n . 19']
S J T Ì - . 5 r e h i d . . c c T i i i 2'J(! Sureda.Joan 249 Vasari, Giorgio 312, 365, 366,483,488
•iurmann, L H n k c 530 lèesca, Fictro ; r s
S « t v l l p d n . i . s i r i ~-7 Vasina, Augusto 385. 392, 394
-".« É flfjjpajff. s r l 8>" Susini. Giancarlo 387 lomas.apostol -...ito 136, 185, 286,287.460,466.603
Vassilakt, Maria 196
Suso. E n n c o 255 Tornasi!], mar.|uis ile S a l u t a 250
J i r l i ' T \ " i r r 5 n r i i f r : " í * ¡ ! : k i l l e r * |, r e n a 517
• . - Su a n e m i a . Hanns 254. 359, 520 Tomàsde A q u i n o santo 2'> 30. 3 7 , 3 8 , 4 7 , 1 2 3 - 1 2 4 . Vauchc/, Andre 180.197,551
Vauzclle,Jean-Lubin 365
149.150, l< 153", 1 5 5 - 1 5 7 . 163-165.415.445, V e c c h i o . Silvana 460. 461,469, 478
Tibacco, Giovanm 402,409
482-483 Végh.Janos 346
Taddei. Carlotca 603
Tòmasde C a n n ipre" 24 Velmans. Tania 520
Taddeodt Bañólo 120
Tomas de Fr.>iii ,, m 74 Vcnancio Fortunato 345
T a d e o . apóstol, s a n 185
Tomasde M ò d i i <l ò m m a s o Barsini) 4. 123 Vera, Domenico 371
Táfcl Gottlieb Lucas Fnedrich 292
Tornasi. A l i e h e l .'44 Vcrdon, Thimothy 312
Talboi, Abcc-AEuT Maffry 293
iole» *Y&juliC- W.
Ialboi. Charles Piugh 321 Tornei. Alessaio b .. I | O V c r g a n i , G r a z i a n o Alfredo 451
T a n c r e d o , rey d e Sicilia 316,317 T o m o l o , F e d e i ri \ 524 Verhulst. Adriaan 385, 391
>allcrr •.-irlei l i *
Tarasio. patnarca de Consianiinopla 279 Torre».Jean-Fi, irti 156 A'crkerk, D o r o t h y Floogland 325
R w w w v , P h i l i p p e -*>.. 1
cisterciense y la Apología, 7 4 - C o n c l u s i o n e s , 7 6
3. L O S G R A N D E S P R O G R A M A S ICONOGRAFICOS
J o a q u í n Y a r z a L u a c e s
m o n u m e n t a l , 8 3 - L a A l t a E d a d M e d i a , 9 0 - L a é p o c a r o m á n i c a . L o s programas
e s c u l t ó r i c o s m o n u m e n t a l e s , 9 3 - É p o c a r o m á n i c a : l a p i n t u r a y l a miniatura, 101 -
L a p r i m e r a é p o c a g ó t i c a , 1 0 7 - E J g ó t i c o . D i f u s i ó n g l o b a l e i n t r o d u c c i ó n del
m o d e l o italiano, 1 1 8
C l a u d e C a r o z z i
E l t e x t o , 1 2 8 - L a sm i n i a r u r o s , 1 3 3 - D e l a J e r u s a l é n c e l e s t i a l a la I g l e s i a terrenal,
1 3 9 - P i e d r a s vivas, 1 4 2 - C o n c l u s i o n e s , 146
A R T E E H I S T O R I A E N LA E D A D M E D I A I I I ÍNDICE 639
A l a i n Guerre3U 1 1. F R E N T I A L A S V I D R I E R A S
Introducción, 14° - Intervalos y distancias pero sin espacio, 1 4 9 - «Oculu- i:..rnis» F r a i l o -ta dcJTAcqua ?35
- - o c u l u s cordis». 150 - L a namralcza puramente espiritual de la luz, 152 Ln l i u r o d u i r i ó n , 3 3 5 — V i d r i e r a s y d i s e ñ o a r q u i n - i LÓMCÍ , ! J f i - El color de las
visto como esfuerzo y como conocimiento, 153 - «Videre deum», 155 - Vei a v i d n e r i * . , s u f o r t u n a l i t e r a r i a , 3 4 2 — L a vidriera • l G >:pic*ión de lo sobrenatural,
Dios ír.á< de cerca, «vtcinus et clarius-*: las relaciones sociales. 158 - La mirada de
3 5 0 - I ¡ e s r i l o d e l a s v i d r i e r a s , 3 5 9 - L a « l u z <¡. I 1
>hc Media», 364
Dante. 160 - La sonrisa de Bearn2, 162 - El sentido de la «dulce risa**. \ir - La
ja*:. i dutinción entre orden m o r a l j Orden espacial en el sistema medic\.d. 166 P Ú B L I C O S
En . >:i ps al • exterior"! 167 - Los primeros siglos de la Edad Media, i " 0 — Fabri/io Crivello 367
•a- i onsecuencias, 172 - Dame, 173 - L a ' 2. L-OSM i "siDOS D E L A I S L A M I E N T O : CAMPESINOS Y SJvÑORES R U R A L E S
-T.o--1»** " yfztífafitc, *'^rínsxiv-xrn, 174 G i a n franco Pasquali 385
9. L A V I D A S O C I A L D E L O S O B J E T O S 14. C O M U N I C A R C O NL A S F I G U R A S
Armando Petrucci
Fabrizio C n v c l l o l'i
lntroduccion. L a t r a d i c i o n . >22 - F c A O m e n u l o g .ninnai. 526-
F v n o m e n o l o L ' i . i de la r c p e n c i ó n , 5 2 h - R è p l i c a * , 531 - 540
I N D I C E D E N O M B R E S 617