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El documento es una carta de los obispos de la Arquidiócesis de Buenos Aires a los pastores y sus comunidades durante la pandemia. Insta a extremar las precauciones ante el aumento de contagios y a caminar juntos guiados por el Espíritu Santo. Recomienda mantener los templos abiertos para atención individual y buscar formas creativas de celebrar juntos aunque no sea posible en los templos. Da gracias por el ministerio de los pastores y desea que el servicio sea fuente de unidad, alegría y consuel
El documento es una carta de los obispos de la Arquidiócesis de Buenos Aires a los pastores y sus comunidades durante la pandemia. Insta a extremar las precauciones ante el aumento de contagios y a caminar juntos guiados por el Espíritu Santo. Recomienda mantener los templos abiertos para atención individual y buscar formas creativas de celebrar juntos aunque no sea posible en los templos. Da gracias por el ministerio de los pastores y desea que el servicio sea fuente de unidad, alegría y consuel
El documento es una carta de los obispos de la Arquidiócesis de Buenos Aires a los pastores y sus comunidades durante la pandemia. Insta a extremar las precauciones ante el aumento de contagios y a caminar juntos guiados por el Espíritu Santo. Recomienda mantener los templos abiertos para atención individual y buscar formas creativas de celebrar juntos aunque no sea posible en los templos. Da gracias por el ministerio de los pastores y desea que el servicio sea fuente de unidad, alegría y consuel
tiempos difíciles, debido al aumento de los contagios, lo cual nos lleva a extremar las precauciones para cuidarnos y cuidar a los demás. En esta hora tan compleja, de alternativas y divergencias, necesitamos caminar juntos, guiados por el Espíritu, quien nos indica el camino. Asumimos con fortaleza los cambios y sacrificios que esto trae. En medio de ellos, es urgente responder a los desafíos del momento, y salir adelante con esperanza a través del encuentro con el Señor y la creatividad de la caridad. Nos acercamos a ustedes como pastores y padres, para ofrecerles una palabra de gratitud, aliento y consuelo. Admiramos el esfuerzo sostenido de todos los que padecen las consecuencias de esta pandemia y de los que cotidianamente se han puesto al servicio de sus hermanos. Creemos necesario cuidar nuestro espíritu de comunión fraterna, de modo que nos sintamos recíprocamente acompañados y sostenidos ante los complejos desafíos que se nos presentan. Caminar juntos es urgente. A causa del alto crecimiento de los contagios, debemos extremar los cuidados en nuestras comunidades. Por tal motivo compartimos las siguientes orientaciones: • Si es posible, manteniendo el templo abierto, recibiremos a nuestros fieles individualmente para su atención espiritual y sacramental. • Sabemos que celebrar juntos es una necesidad vital para nosotros, aunque momentáneamente las celebraciones religiosas no puedan realizarse en los templos, por ser lugares cerrados. Los invitamos a buscar respuestas pastorales creativas, de acuerdo a las posibilidades de cada comunidad. • Reconociendo que la presencialidad es indispensable para tejer nuestros vínculos fraternos, será tarea de los pastores, con sus Consejos de laicos, discernir caminos posibles, acorde a las normativas sanitarias vigentes, para animar la pastoral ordinaria, la catequesis, los grupos de apostolado, etc. Los obispos damos gracias a Dios por contar con el generoso ministerio de ustedes en esta nueva prueba, y les deseamos que, perseverando en la diaconía a los pobres y enfermos junto a sus comunidades, el servicio se convierta en fuente de unidad, alegría y consuelo para todos. Rezamos con ustedes a nuestro padre San José en este, su año jubilar, y comprometemos nuestra oración y cercanía fraterna. ¡Dios los bendiga!
Salve, custodio del Redentor Oh, bienaventurado José,
y esposo de la Virgen María. muéstrate padre también a nosotros A ti Dios confió a su Hijo, y guíanos en el camino de la vida. en ti María depositó su confianza, Concédenos gracia, misericordia y valentía, contigo Cristo se forjó como hombre. y defiéndenos de todo mal. Amén
Jesús Y La Virgen María En El Espíritu Santo De Dios: Revelaciones Acerca De La Parte Femenina De Dios Y La Verdadera Composición De La Santísima Trinidad.