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FUNCIÓN DE ONDA RADIAL, FUNCIÓN DE DENSIDAD RADIAL Y

FUNCIÓN DE PROBABILIDAD RADIAL.

De forma general, la función de onda radial de orbitales hidrogenoides es una expresión


del tipo siguiente:

Rnl(r) = f(r)(Z/a0)3/2 e-r/2

donde a0 es el radio de Böhr (0.53 Å) y r = 2Zr/na0 (n = nº cuántico principal). Así, la


principal diferencia entre distintos orbitales se produce en f(r). La Tabla 3 muestra los
valores de esta función para algunos orbitales.

Función de onda radial: valor de f(r)

n l f(r)
1 0 2
2 0 (1 / 2√2)(2-ρ)
2 1 (1 / 2√6)ρ
3 0 (1 / 9√3)(6-6ρ+ρ2)
3 1 (1 / 9√6)(4-ρ)ρ
3 2 (1/ 9√30)ρ2

Función de onda radial (orbitales s)

En la figura anterior se muestra la variación de la función de onda con el radio para


orbitales de tipo s. Todas las funciones radiales, para cualquier valor de n, presentan una
característica común y es que decaen exponencialmente con la distancia hasta el núcleo.
Este decaimiento es tanto más pronunciado cuanto menor sea el valor del número
cuántico n. Otra característica es la posibilidad de que en algún punto la función de onda
se anule. Ello no sucede para un orbital 1s, pero sí para los orbitales 2s y 3s. Estos
valores para los que la función de onda radial se hace cero se denominan nodos radiales.
En un nodo, la probabilidad de encontrar al electrón es siempre nula. Un orbital con
números cuánticos n y l presenta
n-l-1 nodos radiales, independientemente del valor de ml. Así, el orbital 2s (n = 2, l = 0
y ml = 0) posee sólo un nodo radial mientras que el orbital 3s (n = 3, l = 2, ml = 0)
presenta 2 nodos radiales.
Función de onda radial (orbitales p)

Esta figura muestra la función de onda radial de los orbitales 2p y 3p. El orbital 2p (n =
2, l = 1) no presenta nodos radiales porque su función de onda radial no se hace cero en
ningún momento, salvo para r = 0. Esta característica, la de R(r) = 0 para r = 0, es
general para todos los orbitales que no sean de tipo s. El orbital 3p presenta un nodo
radial, como corresponde por sus valores de n (3) y l (1).

De la expresión de la función radial es posible obtener el valor o valores de r para los


que la función de onda se anula. Así, por ejemplo, el nodo del orbital 2s aparece a r=
0.53 Å.

Es conveniente recordar que la función de onda no tiene significado físico alguno, y que
es el cuadrado de dicha función el que proporciona información acerca de la
probabilidad de encontrar al electrón. La función R2 se denomina función de densidad
radial, puesto que su valor es proporcional a la densidad electrónica.

Funciones de densidad radial y de probabilidad radial para el orbital 1s.

La figura muestra la variación de esta función con respecto de la distancia para un


orbital 1s. La máxima densidad electrónica se produce en el núcleo, y va descendiendo
al aumentar r. Ello es aplicable para cualquier orbital s. Sin embargo, para el resto de
orbitales (p, d, f), la función de densidad radial es nula para r = 0, pues R(r) = 0 en dicho
punto.

Una forma alternativa de unir función de onda y probabilidad es


calcular la probabilidad de encontrar al electrón en una esfera de radio r y espesor dr. El
volumen de esta capa de espesor infinitesimal sería dV. Partiendo del volumen de la
esfera

V = 4πr3/3

y pasando a diferenciales, queda

dV = 4πr2dr

Multiplicando a ambos lados por la función de densidad radial, R2(r):

R2(r)dV = 4πr2 R2(r)dr

que se denomina función de probabilidad radial (o función de distribución radial). Este


no es más que el resultado de aplicar la condición de Born, pues la probabilidad de
encontrar al electrón en un elemento de volumen entre r y dr en un entorno esférico
viene dada por la integral de Y2 para cualquier valor de los ángulos q y f:

π  2π
∫ ∫ Ψ2 sen θ dθ dφ r2 dr = 4πr2 R2(r)dr
0  0

Anteriormente vimos una gráfica donde aparecen representadas la función de


probabilidad radial. Debido a que para un orbital 1s la función de densidad radial decae
exponencialmente con la distancia al núcleo mientras r2 aumenta, la función de
probabilidad radial (4πr2R2) para dicho orbital posee un máximo como se muestra en la
figura. Es decir, existe una distancia r del núcleo en la que existe una mayor
probabilidad de que se "encuentre" el electrón (no se olvide el principio de
incertidumbre). Para un orbital 1s de un átomo hidrogenoide el máximo de la función de
probabilidad radial aparece a rmax = (a0/Z), rmax = 0,529 Å. Este valor concuerda
exactamente con el radio de Böhr.

La distancia más probable para encontrar al electrón aumenta con el valor de n porque a
medida que aumenta la energía del orbital existe una mayor probabilidad de encontrar al
electrón en zonas más alejadas del núcleo. Así para el orbital 2s existen dos máximos de
la función de probabilidad radial, uno de menor intensidad a r = 0.8 a0 y otro, de mayor
intensidad, a r = 5.2 a0. También existe un nodo, donde la probabilidad de encontrar al
electrón es cero, para r = 2a0. Como se observa en la siguiente figura existe una mayor
probabilidad de encontrar al electrón en las cercanías del núcleo para orbitales de tipo s
que para los de tipo p. Por ello se dice que los orbitales s son más penetrantes que los
orbitales p, un concepto sobre el que se incidirá más adelante.
Función de probabilidad radial de los orbitales 2s y 2p

Una cuestión que suele plantear dificultades de comprensión es la siguiente: ¿cómo


puede "pasar" el electrón desde la zona de la izquierda del nodo a la de la derecha, si la
probabilidad de que esté en el nodo es cero? La respuesta es simple: la naturaleza
ondulatoria del electrón le hace "existir" en los dos lados del nodo a la vez. La anterior
pregunta surge al aplicar el concepto clásico de electrón como partícula, lo cual no es
aplicable.

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