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EVIDENCIA 2 EN NOTICIA

Covid-19: ¿Qué tipo de mascarilla protege


mejor y en cuánto tiempo debes desecharla?
04 febrero 2022
Especialista del INS brinda algunas recomendaciones

Las hay de todos los colores, formas y tamaños. Este elemento infaltable en nuestro
rostro al que hemos tenido que adaptarnos en estos casi 2 años de pandemia nos ha
ayudado, y lo sigue haciendo, a protegernos del covid-19. El uso correcto de la
mascarilla sumado a otras medidas de bioseguridad también salva vidas y evita la
propagación del virus.

En esta tercera ola de covid-19, ¿qué tipo de mascarilla es la más recomendable y


cuándo debemos desecharla? Manuel Chávez, químico del Instituto Nacional de Salud
(INS), señaló a la agencia Andina algunas recomendaciones para obtener una mejor
protección contra la covid-19.

¿Qué requisitos deben cumplir las mascarillas?

El especialista precisó que las mascarillas deben cumplir con tres características
importantes como son un buen nivel de filtración, respirabilidad y un adecuado ajuste
al rostro a fin de evitar el ingreso de los aerosoles cargados con el virus del covid-19.

Además, dijo que los protectores faciales quirúrgicos simples, los KN95 y N95 tienen
un nivel de filtración superior al 95 %, lo cual los hace efectivos. Sin embargo, para
que cumpla con su objetivo, tiene que encontrarse bien sujeto al contorno de la cara. 

Chávez también mencionó que es necesario diferenciar entre el nivel de filtración de


una mascarilla con la protección respiratoria que ofrecen estos productos de
bioseguridad.

“El nivel de filtración es la propiedad por la cual el filtro no deja pasar las partículas,
pero eso no es igual al nivel de protección respiratoria. Esto último se refiere al ajuste
necesario que tenga la mascarilla y cubra correctamente el área de respiración",
acotó. 

¿Cuál es la manera correcta de sujetar la mascarilla?


Es importante, mencionó, que toda mascarilla debe dejarnos respirar y no sofocarnos
porque de suceder esto lo único que provocará es incomodidad, rechazo y la
manipulación innecesaria del protector.

Uno de los errores más comunes que se observa en la población es utilizar una
mascarilla de tela demasiado gruesa encima de una quirúrgica lo que conduce a
llevarla de manera holgada y no ceñida al rostro al causar demasiada incomodidad en
la persona, puntualizó.

La forma correcta de usar el protector respiratorio es adherirlo convenientemente al


contorno de las vías respiratorias, es decir boca y nariz, y mantener un adecuado
ajuste de ser posible a nivel de nuca y cabeza porque, en caso contrario, se estaría
reduciendo significativamente el nivel de protección. 

¿Cuáles son las más recomendables?

El especialista sostuvo que las mascarillas KN95 y N95 son las que tienen una mejor
forma anatómica y buena filtración a diferencia de las quirúrgicas que tienen un
diseño muy básico ya que fueron creadas solo para impedir la emisión de partículas
expelidas por el individuo.

Asimismo, el empleo de sujetadores detrás de la cabeza que ayuden a estabilizar y


ceñir la mascarilla al rostro incrementará el nivel de protección respiratoria, aseveró.

“Hemos demostrado que al adicionarle una liga o sujetador a las mascarillas KN95 o
las quirúrgicas que llegue a cubrir cabeza y nuca permite elevar la protección
respiratoria a un 95 % o 97 %”, apuntó.

¿Es correcto utilizar la KN95 y la quirúrgica a la vez?

De acuerdo con los estudios realizados, dijo que no es lo más recomendable porque la
respirabilidad se va a ver disminuida por lo que el usuario tendrá una mayor dificultad
para respirar ya que existe una mayor resistencia para el paso del aire a través de
estos dos protectores.

Es preciso resaltar que la función de las mascarillas es impedir que los aerosoles o
microgotas respiratorias del SARS-CoV-2 que se transmiten al hablar, toser o
estornudar puedan ingresar a nuestro organismo por lo que es vital usarla
correctamente.
EVIDENCIA 4 EN NOTICIA

En el Perú, el 41.4 % de mayores de15


años presentó al menos una
comorbilidad
Nota de Prensa
Como obesidad, diabetes mellitus o hipertensión, según encuesta
ENDES 2021
El Ministerio de Salud (Minsa), a través de la Dirección de Prevención y Control de
Enfermedades No Transmisibles, Raras y Huérfanas (Denot), informó que, en el Perú, el
41.4 % de mayores de 15 años presentan al menos una comorbilidad como obesidad,
diabetes mellitus o hipertensión arterial, siendo las mujeres las más afectadas (42.8 %) en
comparación con los hombres (39.9 %).
 
Esta data, obtenida de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) 2021,
también señala que el 65.2 % de adultos de 65 a más años de edad presentó al menos una
comorbilidad. 
 
Según departamento, los mayores porcentajes de mayores de 15 años con al menos una
comorbilidad residen en Tacna (50.2 %), Lima (49.5 %), Callao (48.5 %) y Lima
Metropolitana (48.3 %). 
 
En lo que respecta a la hipertensión arterial, el 22.1 % de personas de 15 y más años fue
diagnosticada con esta enfermedad. Según sexo, la mayor incidencia se dio en los hombres
(25.3 %) frente a las mujeres (19.2 %.).
 
A nivel departamental, los mayores porcentajes de personas de 15 y más años de edad que
presentaron presión arterial alta, por encima del promedio nacional, se registraron en Callao
(28.7 %), Lima (28.2 %), Lima Metropolitana (27.2 %), Piura (22.4 %) y Arequipa (24.4
%). 
 
En el caso de diabetes mellitus, el 4.9 % de las personas de 15 años a más tiene esta
enfermedad, con mayor prevalencia en mujeres (5.4 %) que en los hombres (4.5 %).
 
Datos:
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las Enfermedades No Transmisibles
(ENT) matan a 41 millones de personas cada año, lo que equivale al 71 % de las muertes
que se producen en el mundo. 
 
Cada año mueren por ENT 15 millones de personas de entre 30 y 69 años de edad; más del
85 % de estas muertes “prematuras” ocurren en países de ingresos bajos y medianos, siendo
que las enfermedades cardiovasculares constituyen la mayoría de las muertes por ENT
(17.9 millones cada año), y la diabetes (1.6 millones). 
 
Antes de la COVID-19, el 81 % de todas las muertes en las Américas se debieron a ENT.
Se estima que 62 millones de personas en las Américas viven con diabetes y 1.2 millones
de personas viven con cáncer en América Latina y el Caribe. Además, alrededor de 1 de
cada 4 personas en las Américas tiene mayor riesgo de enfermar gravemente y morir si se
infecta con COVID-19, por vivir con una enfermedad crónica. 
 
Las personas con afecciones de salud subyacentes, como las enfermedades no
transmisibles, tienen un mayor riesgo de enfermedad grave y más probabilidades de morir
por COVID-19. 
 
Actividades
En este contexto, la Denot realizará una serie de actividades de prevención en el marco de
la “Semana de Oro de las Enfermedades No Transmisibles”.
 
Miércoles 20 de julio: “Conversatorio por la Semana de Oro de las Enfermedades No
Transmisibles". 
 
Viernes 22 de julio: Actividad académica por la Semana de Oro 2022, “Estrategias
exitosas para la prevención y control de las Enfermedades No Trasmisibles”.
 
Ambas actividades se realizarán vía teleconferencia y están dirigidas a las Direcciones
Regionales de Salud (Diresa) a nivel nacional; Direcciones de Redes Integrales de Salud
(Diris) Lima Norte, Sur, Este y Centro; Hospitales e Institutos Especializados; Sanidades y
sociedades.
 
El objetivo es actualizar las competencias de los profesionales de salud del primer nivel de
atención en la prevención y control de las Enfermedades No Transmisibles, en el contexto
actual de la COVID-19. 
EVIDENCIA 5 EN NOTICIA

COVID-19: ¿quién está a un mayor riesgo para los


síntomas de gravedad?
Otras afecciones médicas, como enfermedades cardíacas o pulmonares,
pueden aumentar el riesgo de presentar síntomas peligrosos si contraes la
enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19).
Escrito por el personal de Mayo Clinic

Los síntomas de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) pueden variar


mucho. Algunas personas no presentan ningún síntoma. Sin embargo, otras se
enferman tanto que necesitan permanecer en el hospital y es posible que en algún
momento necesiten una máquina para respirar.
El riesgo de tener síntomas peligrosos de COVID-19 puede ser más alto en
personas mayores. El riesgo puede aumentar en las personas de cualquier edad
que tienen otros problemas de salud graves, como afecciones cardíacas o
pulmonares, un sistema inmunitario debilitado, obesidad o diabetes. Esto es
similar a lo que se ve con otras enfermedades respiratorias, como la gripe
(influenza).
Cada uno de estos factores puede aumentar el riesgo de tener síntomas graves
de COVID-19. No obstante, las personas que tienen varios de estos problemas de
salud tienen un riesgo incluso mayor.

Edad avanzada
Las personas de cualquier edad pueden contagiarse de COVID-19. Sin embargo,
lo más habitual es que afecte a los adultos de edad mediana y a los mayores. El
riesgo de presentar síntomas peligrosos aumenta con la edad, y las personas de
85 años y más tienen un mayor riesgo de presentar síntomas graves. En los
Estados Unidos, aproximadamente un 81 % de las muertes por esta enfermedad
fue entre los mayores de 65 años. Los riesgos son aún más altos para las
personas mayores cuando tienen otras afecciones médicas.
Toma todos los medicamentos según lo recetado. Considera crear un plan de
salud que incluya información sobre tus afecciones médicas, los medicamentos
que tomas, el nombre de tus proveedores de atención médica y los contactos de
emergencia.
Las personas que residen en asilos de ancianos y convalecientes corren un alto
riesgo porque suelen tener varios problemas de salud, combinados con la edad
avanzada. Además, los microbios pueden propagarse con mucha facilidad entre
las personas que viven en proximidad con otras. Si vives en un asilo de ancianos y
convalecientes, sigue las pautas para prevenir infecciones. Pregunta sobre las
medidas de protección para los residentes y las restricciones para los visitantes.
Avisa al personal si te sientes enfermo.
Las personas mayores también son más propensas a tener la enfermedad de
Alzheimer. La enfermedad de Alzheimer puede hacer más difícil que recuerden las
precauciones recomendadas para prevenir la infección.

Diabetes y obesidad
La diabetes tipo 1 o tipo 2 aumenta el riesgo de tener síntomas graves de
la COVID-19. Tener un mayor índice de masa corporal, considerado como
sobrepeso, obesidad u obesidad extrema, también aumenta este riesgo.
Tanto la obesidad como la diabetes reducen la eficiencia del sistema inmunitario
de una persona. La diabetes aumenta el riesgo de infecciones en general. Este
riesgo puede reducirse al mantener controlados los niveles de glucosa en la
sangre y continuar tomando los medicamentos y la insulina para la diabetes. Si
tienes sobrepeso u obesidad, trata de bajar de peso llevando una alimentación
sana y haciendo actividad física con regularidad.

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