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La rotura de la balsa de residuos mineros de Aznalcóllar y el desastre ecológico

consecuente del rio Guadiamar, causas, efectos y lesiones.

El vertido de Aznalcóllar marcó uno de los mayores desastres ecológicos sucedidos en España,
causando numerosos daños a la flora y a la fauna de la zona, así como a las aguas de los ríos por los
que el vertido discurrió.

*Fecha del accidente: Este accidente se inició en la madrugada del sábado 25 de abril de 1998
entre las 12:30 y 1:00 h.

*Lugar, y descripción de la causa del evento: Este accidente tuvo lugar en Sevilla, al SO
de España. Produciendo una gran conmoción debido al potencial impacto ambiental sobre el Parque
Nacional de Dañana, un espacio natural protegido clave para la migración de aves entre Europa y
África.
Se produjo la rotura del muro de contención de la balsa de estériles de las Minas de Aznalcóllar,
propiedad de la empresa BOLIDEN-APIRSA. La brecha tenía unas dimensiones de sesenta metros de
ancho y treinta de alto. El contenido de la balsa, procedente del lavado de pirita, a cuya extracción y
tratamiento se dedican las minas, estaba constituido por sólidos sedimentados y agua con diversos
contenidos metálicos en disolución. En la mina de Aznalcóllar se producian concentrados de zinc,
plata, plomo y cobre que se extraen de un criadero pirítico. La mena pirítica, que también contiene
arsénico, cadmio, talio y otros metales en menor concentración.
Como consecuencia inmediata y directa de la rotura, por la brecha abierta en el muro de contención,
se produce el vertido de aguas contaminadas y lodos al río Agrio y de ahí pasa rápidamente al río
Guadiamar, afluente del Guadalquivir e importante aporte de agua para Doñana.
Se estimó inicialmente que el volumen de líquido alcanzaba 4,5 hectómetros cúbicos. Ante la súbita
avalancha creada por las aguas y lodos se produce el rápido desbordamiento del río Guadiamar
anegando las tierras colindantes en franjas de alrededor de 200 metros a cada lado del cauce del río,
la capa que cubría la mayor parte de la superficie afectada era de unos veinte centímetros, aunque
llegaba a reducirse a unos pocos milímetros.
Según el CSIC, (Centro Superior de Investigaciones Científicas) los lodos vertidos en el desastre de
Aznalcóllar contenían 8.000 gramos de zinc por tonelada, 8.000 gr. de plomo, 5.000 gr. de arsénico,
2.000 gr. de cobre, 90 gr. de cobalto, 55 gr. de talio, 70 gr. de bismuto, 28 gr. de cadmio y 15 gr. de
mercurio. Los lodos también contenían de 4 a 10 gramos por tonelada de aminas aromáticas e
hidrocarburos policíclicos.

Efectos de los contaminantes:

La zona afectada presentaba diversos tipos de hábitats, los cuales se vieron enormemente afectados
por los contaminantes vertidos al río. En cuanto a la flora que se encontraba en los alrededores del río
cabe destacar:
*Bosque de ribera con ejemplares arbóreos y arbustivos de especies autóctonas.
*Áreas de vegetación palustre con anea, carrizo, juncales, etc.
*Áreas de gravas y arenas descubiertas del lecho del río.
*Eucaliptos. Toda la vegetación y el resto de hábitat señalados quedaron inundados por las aguas y
fangos vertidos, siendo imposible su uso por la fauna a corto y medio plazo. La destrucción de estos
hábitats produjo la muerte de diversas especies de fauna.
Por lo que, a las aves afecta, ha de tenerse en cuenta que todas las especies de la zona se
encontraban en pleno proceso reproductor y en período de incubación, y al nidificar sobre el suelo o a
muy poca altura sobre el mismo, prácticamente todas las puestas resultaron inundadas y destruidas,
al contrario que los ejemplares adultos que no tuvieron dificultad para ponerse a salvo. El vertido no
incidió directamente sobre aves como cigüeñas, cormoranes, garzas…pero se vieron muchas de ellas
afectadas por la ingestión de peces contaminados. Se recogieron bastantes huevos de distintas
especies, así como ejemplares vivos y nidos. Algunos de los datos de la recogida fueron: 797 huevos,
23 nidos, 11 aves muertas (patos, fochas…)
En lo que se refiere a fauna piscícola, fueron éstos los más afectados, habiéndose determinado la
mortandad de la misma en valores, que alcanzaron los 29.500 Kg. Las especies más afectadas fueron
las carpas, cuya mortandad alcanzó el 80%. También ser recogieron unos 170 Kg de cangrejos.
Para proteger el Parque Nacional de Doñana la Junta de Andalucía construyó el 27 de abril, con
carácter de urgencia y a requerimiento del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), un
muro transversal de material suelto para la contención del vertido en el encauzamiento de
Entremuros, a la altura de Vuelta de la Arena. Con la construcción de este cordón de tierra se
consiguió embalsar parte de las aguas ácidas, así como la escorrentía producida a partir de ese
momento tras las frecuentas lluvias acaecidas durante el mes de mayo.

*Reparación del daño ambiental:

En los primeros días de mayo se realizó un perfil del grado de contaminación del agua embalsada en
Entremuros a lo largo de 15 km, determinándose que la carga contaminante decrecía desde el punto
de cierre hasta el Puente de Don Simón.
Ante esta situación se decidió dividir en tramos estancos el sector de Entremuros, mediante muros
transversales de cierre, con el objetivo de poder realizar tratamientos distintos según la calidad de
cada tramo, se procedió a verter por bombeo el agua embalsada hacia la antigua Corta de Los
Jerónimos, comunicada directamente con el río Guadalquivir. Con esta medida se conseguía eliminar
un volumen estimado en 1 hm3 de aguas embalsadas y seguir derivando hacia el río Guadalquivir
todo el caudal circulante por el Guadiamar (600 L/s).
El resto del agua retenida en el tramo Vuelta de la Arena – Vado de los Vaqueros se encontraba en el
límite establecido para realizar el vertido. Se instalaron dos tomas mediante bombeo: una controlada
en cuanto a sus parámetros de calidad, con vertido directo mediante conducción por tubería hacia
aguas abajo del muro de cierre (1,5 hm3), y otra para bombear el agua, no apta para el vertido directo
(1 hm3), hacia el último tramo (Vuelta de la Arena – Muro de Cierre) donde se concentraron las aguas
contaminadas.
Considerando como objetivo prioritario que la retirada de lodos debía realizarse con la máxima
urgencia, dado el riesgo que suponía para la salud y el medio ambiente su permanencia en el terreno,
la Comisión de Coordinación Administración General del Estado-Junta de Andalucía decidió dividir por
tramos la superficie afectada en la cuenca del Guadiamar. En este sentido acordó que la retirada de
lodos del cauce del río Guadiamar y los terrenos agrícolas situados al Norte de la antigua carretera de
Sevilla a Huelva (puente de Las Doblas) la llevara a cabo la empresa Boliden Apirsa, S.L.
Finalizada la depuración y el vertido de las aguas retenidas en Entremuros en septiembre de 1998, la
Consejería de Medio Ambiente (CMA) elaboró el Proyecto de recuperación de la zona de Entremuros
en el río Guadiamar, que sirvió de base para la definición de los trabajos de retirada de la vegetación
contaminada, tanto en la parte aérea como radicular, así como de la parte superficial del suelo de
marismas contaminado por la precipitación de metales pesados a lo largo de 13 km. Estos trabajos se
realizaron bajo la dirección técnica de la CAP.
La retirada de lodos de la cuenca del Guadiamar pudo darse por concluida el 31 de diciembre de
1998. En total se actuó sobre algo más de 4000 ha y se han vertido en la Corta Aznalcóllar del orden
de los 7 hm3 de lodos y suelos contaminados. Sin embargo, la Comisión de Coordinación anunció
que era necesaria una segunda limpieza en la zona afectada para eliminar la contaminación
remanente.
El Estado final de la limpieza abarcaron un total de 55 km de cauce y han supuesto la extracción de
un volumen de material cercano a los 200 000 m3, junto con la realización de más de 900
determinaciones analíticas a lo largo del cauce. Las operaciones se llevaron a cabo conforme al
Protocolo establecido, en cuanto a la metodología aplicada y calidad ambiental, lo que ha permitido
reducir la contaminación del cauce significativamente, quedando ésta confinada a determinados
puntos concretos de cota baja con presencia permanentemente de agua.
Las medidas correctoras para la recuperación de las zonas afectadas con el vertido de Aznalcóllar se
siguieron unos programas específicos:
El Programade Seguimiento de la Calidad Ambiental y el Programa de recuperación de las Cuencas
Fluviales.
El Programa de seguimiento de la Calidad Ambiental perseguía dos objetivos básicos:
Delimitar la zona afectada y grado de afectación y la recuperación de los hábitats de la flora y fauna.
Para ello realizan un seguimiento de la calidad ambiental de las zonas afectadas (tanto en aguas,
sedimentos, flora, fauna…).
Se elaboró un modelo que permitía detectar y evitar posibles formas de propagación de los
compuestos presentes en los lodos. Se seguía a la flora y la fauna mediante la realización de censos
y mediante fotografía aérea y satélites.
En cuanto al Programa de recuperación de las Cuencas Fluviales, además de acometer el tratamiento
de las aguas embalsadas, construyendo para ello los equipamientos ambientales precisos, apostaron
por la recuperación del dominio público hidráulico, como medio para garantizar una recuperación y
regeneración eficaz del cauce fluvial. Además de esto, se realiza un seguimiento de la calidad del
agua de los acuíferos.
Los trabajos de limpieza continuaron durante la mayor parte de 1998 y se repitieron en algunas zonas
en 1999. Los fangos y los suelos contaminados se llevaron al antiguo pozo de la mina de Aznalcóllar,
situado al norte de la balsa. Ésta se encuentra actualmente en fase de desmantelamiento. Tras recibir
autorización de la Junta de Andalucía, la mina reanudó sus actividades en 1999, utilizando
temporalmente el antiguo pozo de Aznalcóllar para verter sus residuos.

NOTA:
En el año 2004 un informe elaborado por WWF/Adena, aún afirmaba que, a pesar de las labores de
limpieza, algunas zonas del río Guadiamar y su afluente, el Adrio, seguían presentando importantes
niveles de contaminantes.
Además, una de las estaciones de control de contaminación situada en el río Guadiamar comentaba
que existía «un alto nivel de incumplimiento de metales, ya que supera los límites legales en cadmio,
cinc y cobre», cuyo resultado podía ser algún tipo de fisura de la basa minera de Aznalcóllar.

BIBLIOGRAFIA:

https://www.igme.es/boletin/2001/112_esp_2-2001/2-ACONTECIMIENTO.pdf

Ayala-Carcedo. Instituto Geológico y Minero de España. La rotura de la balsa de residuos mineros de


Aznalcóllar (España) de 1998 y el desastre ecológico consecuente del rio Guadiamar: causas, efectos
y lecciones. Boletín Geológico y Minero, 115 (4): 711-738 ISSN: 0366-0176
http://www.igme.es/boletin/2004/115_4_2004/ART%208.pdf.

‘El desastre ecológico de Aznalcóllar’ (Aguilar, J.; Dorronsoro, C.; Fernández, E.; Fernández, J.;
García, I.; Martín, F.; Ortiz, I.; Simón, M.) Última actualización: 01/09/2000
http://edafologia.ugr.es/donana/aznal.htm

Alonso, E; Gens, A. (2000). Rotura de la balsa de residuos mineros de Aznalcóllar. Universidad


Politécnica de Cataluña. Barcelona (informe pericial).

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