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FO O

AR INIEGAS
5810 TECA ALDEANA DE COLOMBIA

ARQUITECTURA ALDEANA
Y RURAL
·o,.._.
SERIE TECNICA
Por
... - ,.,'en.,. ..
.
GONZALO RESTREPO ALVAR6Z

N.o 13 ...

.

Bogotá -Imprenta Nac10nal - 1935.


©Biblioteca Nacional de Colombia
BIBLIOTECA ALDEANA DE COLOMBIA

lll LIOTI!i:C:.t. N.t.CIONAl. DE COL OMIIIA


FONDO

ARQUITECTURA ALDEANA Y RURAL /

POR

GONZALO RESTREPO ALVAREZ


ti

©Biblioteca Nacional de Colombia


1

©Biblioteca Nacional de Colombia


F. A ,,c,n ~ fa<J
s. a ;o ¡,
AR'QU ITECT URAAL DEA N A Y RURAL 3
. .•

RECOME NDACION PRELIMI NAR


Esta cartilla irá a todas las biblioteca s escolares y al-
deanas de Colombia , para que los edificado res y cons-
tructores, es decir, los propietar ios, arquitecto s, maestros
e! e obra y albañiles, la consulten : no porque abarque
cuanto es necesario y apetecible en el arte que contem-
pla, sino por despertar el interés de todos hacia esta
materia importan tísima, y para que, viendo el futuro
empresar io planos y proyectos diferente s de los suyos,
amplíe su imaginac ión y conciba con mayor audacia y
plausible acierto.
Ingente es la demanda que la arquitect ura tiene, hoy
más que nunca, en nuestro país, y muy pobre el abaste-
cimiento de arte y técnica con que hemos respondid o a
ella. En esta cartilla iniciamos , iniciamos apenas, bien
entendido , la preocupa ción de que nuestras chozas, casas
rurales Y pueblerin as, moblaje, templos aldeanos, escuelas
menores, y hasta poblados en general. sean proyectad os
conforme a un ideal artístico sencillo, pero discretam en-
te elegante, Y a la indeclina ble convenien cia de la mo-
ralidad, la higiene, la estética y la alegria.
Surtirá efectos saludable s si todos la apoyamos con leal
entendim iento de su justo valor: que t'!Uien lea esta car-
tilla la aplique; que quien la aplique, informe de su exis-
tencia a otros que la hayan menester ; que quien, en fin,
conozca estos estudios, dé un paso más de lo que en ella
se propone.
El párroco informar á a los campesin os que pueden ser-
virse de ella, para proyectar me jor sus habitacio nes: el

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4 BIBLIO TECA ALDEA NA DE COLO MBI A

maestro la enseñará a sus alumnos , para que ellos la re-


cuerden más tarde y soliciten su ayuda a la hora de em-
prender alguna construcc ión; el Cabildo la tendrá pre-
sente en las nuevas urbanizac iones y construcc iones pú-
blicas: por ella verán que sin aumento en el costo de sus
obras, pueden realizarla s mejores, y más duraderas aún,
que las que suelen hoy día construir .
Y decimos esto, no por vanidad de nuestro trabajo,
sino porque lo considera mos simiente, promesa y estimulo
que requiere una cordial acogida para el cabal cumpli-
miento de su misión, y porque, a fuerz:a de pensar en él
y darle vida en largos meses de constante estudio . le
pusimos entrañabl e afecto.
Luis López de )lesa

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A ? QUI TEC TUR A ALD EAN A Y RUR AL 5

CONSIDERACIONES GENERALES
Lo prime ro que hay que hacer cuand o se piens a cons-
a-
trmr una casa, una escuel a, un hospit al, etc., es indud
levan tarse. Empe za-
bleme nte elegir el sitio en que va a
mos. pues, por dar unas breve s indica ciones gener ales
que se tomar án como guía; natur almen te hay casos espe-
Ciales en que no será posibl e seguir todos los punto s que
senan el ideal, pero sí debe tratar se de que el sitio esco-
gido sea lo mejor que las posibi lidade s especi ales de cada
·Caso lo permi tan.
En las ciudad es y poblac iones, la escog encia del sitio
es,
está natur almen te limita da por determ inado s factor
ta es como calles , plazas , valor de la propie dad, etc.; con
r
todo, al escog er un lote de terren o es neces ario no perde
de Yista las condic iones eleme ntales que debe reuni r éste,
a fin de que la casa que en él se const ruya reúna al me-
nos las mejor es condi ciones de higien e.
En el campo existe mayo r libert ad al escog er un lote
e
de terren o para edific ar, y por consig uiente es posibl
s sí la mayo ría de
observ ar, si no la totalid ad, al meno
las siguie ntes condic iones:
:' El clima local debe ser sano.
2 · Cerca de una fuente de abaste cimie nto de agua
po-
table.
3 Sitio abriga do de los viento s húmed os, y que permi ta
la
la libre circul ación del aire por todos los costad os de
edific ación .
~ Suelo seco y libre de mater ias putrec ibles.
;:. ' Debe tener desniv el, para facili tar los desag ües.

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6' Retirado de todo pantano, zanjas, lagunas, etc.,


donde se crían larvas y zancudos.
7' Debe también situarse la casa lejos de cortes de te-
rreno, terraplenes y muros de contención, y debe procu-
rarse que quede a alguna distancia del camino o carre-
tera. para evitar el polvo.
Es muy buena práctica localizar la casa de manera que
el sol de la mañana éntre a las habitaciones; cuando esto
sea imposible por cualquier circunstancia. debe procu-
rarse entonces buscar el sol de la tarde; todo el mundo
sabe que los rayos solares poseen cualidades sanitarias
insu~tituibles.
Requisitos del suelo-Cuando va a -iniciarse una cons-
trucción, es indispensable hacer un buen examen del
suelo. Hay que evitar que la construcción se levante en
terrenos que han sido formados por rellenos de basuras,
desperdicios o cualquiera otra materia que pueda ofrecer
peligros para la salud de los habitantes de la casa; el
mejor suelo es el que es un poco poroso, el arenoso o
calcáreo. pues permite la salida rápida de las aguas y no
retiene la humedad. ·
Cuando no sea posible escoger un terreno perfecta-
mente seco. hay que tratar de mejorar, hasta donde sea
posible. las condiciones del que se tenga disponible; entre
los medios más comúnmente empleados para desecación
de terrenos, tenemos: drenajes, apertura de pozos o zan-
jas, plantaciones de algunos árboles que absorben mucha
humedad, etc. Sobra decir que el agua que se obtenga
de estas desecaciones no debe emplearse para usos domés -
ticos ni mucho menos para beberla, pues existe un gran
peligro de contaminación, especialmente en sitios muy
poblados.
Un buen sistema de desecación consiste en hacer algu-
.nas zanjas convenientemente dispuestas, con una profun-

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A R Q U 1 T E C T U R A A L D E A N /, Y R U R A L 7

didad un poco mayor que el nivel que quiere buscarse


que tome la capa acuifera; estas zanjas se rellenará n
aproxima damente hasta la mitad de su profundid ad con
cascajo o piedra pequeña limpia; han de tener estas
zanjas un desnivel no menor de 6 por 100 para que el
agua corra con facilidad. Este sistema está ilustrado en
la figura l.

_/
/
/
/

Fig. l.

Las plantacio nes pueden arreglarse formando parques


o jardines, de manera que llenen a la vez dos objetos: la
desecació n del terreno y el embelleci miento del sitio;
entre los árboles que absorben más cantidad de agua po-
demos citar el eucalipto .

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8 BIBLIOTECA ALDEANA DE COLOM3 1_A

Planeamiento de la casa-Una vez escogido el lote de


terreno que reúna las mejores condiciones, o hechos los
trabajos para mejorarlo en cuanto sea posible, se proce-
derá a proyectar las dependencias de la casa. Estas de-
pendencias naturalmente variarán en cada caso, según
las necesidades y gustos de cada familia. Como las piezas
de dormitorios son quizás las más importantes en toda
casa de habitación, hay que poner gran cuidado para que
éstas sean muy higiénicas, que estén bien ventiladas. con
buena luz y que reciban los rayos directos del sol. ojalá
del de la mañana; en cada casa se proveerán dormitorios
independientes para los padres, para los niños y para las
niñas; naturalmente el número y tamaño de estas piezas
dependerá del número de personas de la familia, procu-
rándose que no duerman muchas personas en una misma
pieza y que ésta sea lo más espaciosa posible; especial-
mente durante la noche, las habitaciones deben estar muy
bien ventiladas. Como el aire caliente y viciado por la res-
piración tiende a subir, la mejor ventilación natural es la
que se haga por las partes altas de las habitaciones; debe
pues procurarse que las ventanas suban hasta el cielo
raso, o al menos que las habitaciones tengan algunos hue-
cos o claraboyas en la parte alta, y ojalá en dos de los
muros opuestos, pues así se formarán corrientes altas que
sacarán el aire viciado sin molestar a los habitantes;
estas claraboyas se dejarán sin vidrios ni postigos; única-
mente se cubrirán con anj eo metálico para prevenir la
entrada de zancudos u otros animales molestos. como
murciélagos, mariposas, etc. Esta cuestión de la venti-
lación es esencialísima y debe tenerse muy en cuenta no
sólo en los climas calientes. como generalmente .se cree.
sino también en los templados y fríos.
En las tierras calientes debe procurarse que los sitios
donde los habitantes de la casa permanecen durante las

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A P QU I TEC fUR A ALD EA N A Y RU R AL 9

lloras caluro sas del día sean tambi én muy airead os y loca-
lizados de mane ra que reciba n las brisas predo minan tes.
La cocina debe situar se de mane ra que el humo no sea
lleYado por el viento a las demás habita cione s de la casa;
esto es indisp ensab le, sobre todo donde, como en la gene-
ra idad de nuestr os campos, se usa la leña como combu s-
tible ; donde se use carbó n miner al habrá que tener muy
en cuent a tambi én esta observ ación.
El baño y el excusado se coloc arán tan cerca como sea
pm:ble de las piezas de dormi torio, con tal que en su
co::str ucción y uso se observ en las reglas higién icas in-
dispen sables para que estos sitios sean siemp re de una
lir::pieza impec able, estén muy bien ventil ados, tenga n
m c::ch a luz y agua corrie nte abund ante; en otro lugar de
esta cartil la damos algun os datos más extens os sobre
es:Js eleme ntos indisp ensab les en toda habita ción.

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10 B 1 B L 1 O T Ee A A L D EA N A D E e O LO M B1A

MATERIALES DE CONSTRUCCION
Entre los materiales más comúnmente usados entre
nosotros para construcciones pequeñas, tenemos los si-
guientes: para cimientos se usa casi exclusivamente la
piedra; en muy pocas construcciones se usa el concreto;
los pilotes de madera se usan en las tierras bajas y hú-
medas. Para muros tenemos el ladrillo, el adobe, la tapia
pisada y el bahareque. Para armazón de techos se usa
únicamente la madera, de diversas clases; para cubierta
de los techos disponemos de más variedad de materiales,
teja de barro, de madera, de paja, de metal, y en algunos.
casos. otros materiales importados. Para los pisos, ma-
dera, ladrillo, cemento, baldosín, etc. Para puertas y
ventanas se usa casi exclusivamente la madera; sólo en
construcciones grandes y de importancia se acostumbran
estos elementos de metal; para los estucados, pañetes y
acabados en general, se usa mayor variedad de materia-
les. generalmente propios de cada región, aparte de al-
gunos importados.
Cimientos-Lo primero que hay que hacer al iniciar los
cimientos o fundaciones de un edificio cualquiera es exa-
minar el suelo. y una vez conocida su composición, deter-
minar el tipo y dimensiones de cimientos que debemos
adoptar. Pero como en el propósito de esta pequeña car-
tilla no nos cabe un estudio completo sobre resistencia
de terrenos y materiales, nos limitamos a dar unas breves
Indicaciones al respecto. La capacidad o resistencia del
suelo para soportar pesos, depende de la composición del
mismo. Hay una gran variedad de pisos, desde los más

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A ~ ·Q U 1 T E C T U R A A L D E A N A Y R U R A L 11

resistentes, como la roca, hasta los más blandos, como el


lodo. Diremos algo sobre algunos de los pisos más co-
rrientes.
Roca-Se da el nombre de piso de roca a las masas de
formación pétrea sólida, y que no ha sido rota ni des-
integrada por la acción de los elementos.
Rocas ígneas, como el granito, son las que se formaron
por materias que en un tiempo existieron sobre la tierra
en estado de fundición y que se han enfriado en el curso
de mucho tiempo. Estas son las rocas de composición
mas dura.
Estratos-Com o las calisas y areniscas se encuentran en
capas de varios gruesos. Se encuentran en formaciones
tanto horizontales como inclinadas a diversos ángulos.
En casi todos los casos, puede decirse que la formación
de roca puede resistir el peso de cualquier edificio que se
levante sobre ella; sólo en casos especiales de edificios
de grandes dimensiones o de formación dudosa de la roca,
habrá necesidad de hacer estudios cuidasosos para com-
probar la seguridad de no tener un fracaso. Entre las
• rocas de formación de estratos, presentan mejores con-
dicwnes para las fundaciones, las que están formadas por
cap~s horizontales; cuando estas capas son muy incli-
nadas. hay el peligro de que las superiores se deslicen
sobre las inferiores al recibir el peso de la edificación.
Es n:uy mala práctica levantar un edificio que quede en
parte sobre roca Y en parte sobre tierra, pues el edificio
se asienta o baja de manera desigual y se producen grie-
t" ·· en los muros.
Cascajo o g1:ava-El cascajo o grava se compone de
pequ~i'ías piedras, generalmente redondeadas por la
aeción de lavado de las aguas, y por esta misma razón
.Jit~e de toda materia terrosa. Cuando se encuentra en

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A
12 :. 1B L 1 OTE e A ALD EA N A DE e O LO M B 1

piso
forma de grand es masa s comp actas , es un magn ífico
inar sí, que el terren o
para funda cione s; hay que exam
locali zada, sea tam-
sobre el cual la masa de grava está
de
bién de mate rial resist ente, sobre todo cuand o la capa
grava no es muy grues a.
de
Aren a-La arena consi ste en peque ñas partíc ulas
Los terren os
roca de % centí metro o meno s de tama ño.
ño,
areno sos conti enen mate rial que varía much o en tama
seca,
desde arena muy fina hasta grava . El piso de arena
y
cuand o está limita do alred edor por mate riales duros
res
que no se deslic en fácilm ente, es uno de los mejo
no está así encaj onado , puede
para funda cione s. Cuan do
ios
corre rse o desliz arse fácilm ente y hacer que los edific
fácilm ente lleva da por
desci endan . Como la arena es muy
y
el agua. hay que evita r que en terren os de esta clase
edific acion es,
donde se prete nda edific ar o exist an ya
haya corrie ntes de agua libre, es decir, sin tuber ía.
pero
Arcil la-La arcill a pura es un silica to de alúm ina,
mez-
la que se encu entra gener alme nte en los pisos está
con-
clada con otras susta ncias terros as, y gener almen te
dad. La resist encia de los terre - •
tiene más o meno s hume
entes ,
nos arcillosos es muy varia da; los hay muy resist
muy bland os, forma dos por
desde los pizar rosos hasta los
a. La resist encia de los
arcill a húme da y hasta semil íquid
sa a la canti dad
terren os arcillosos varia en razón inver
de agua que conte ngan .
te,
Terre nos fango sos y panta noso s-E5t os, gener almen
desco mpue stos
están forma dos por mate riales veget ales
y conti enen una gran canti dad de hume dad;
esta clase
a-
de terren os no ofrec e ningu na garan tía para las edific
ellos.
ciones. y por lo tanto debe evita rse const ruir sobre
ríos
Limo s-Du rante las crecie ntes e inund acion es, los
nsión ,
arra ~tran grand es canti dades de mate rias en suspe

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P. R Q U 1 T E C TU R A A L D E A N A Y R U R AL 13

que se asientan y depositan en forma de barro o limos


cuando las aguas se retiran, formando así los terrenos
llamados de aluvión. Puede decirse en general que estos
terrenos de aluvión son una mala base para fundacione s ,
a menos que estén localizados sobre terrenos firmes; si
se trata de un edificio relativame nte pesado, puede en
este caso, profundiza rse para poner las fundacione s des-
de el terreno firme.
Terreno artificial- El terreno artificial puede estar for-
mado por materiales de diversas clases. Generalme nte
se forman en los basureros de las poblaciones , y en su
composició n entran entonces toda clase de residuos, ce-
nizas, tierra, etc. Estos terrenos no son recomendab les,
para edificacion es de ninguna indole, desde el punto de
vista de la higiene. En cuanto a la resistencia, este piso
sólo podrá generalmen te soportar edificacion es muy pe-
queñas.
Suelos mezclados -Con frecuencia, ocurre que el piso
ocupado por una edificación está formado por varias cla-
ses de terrenos de los ya descritos: una parte puede ser
roca Y otra terreno arcilloso, o bien, todo el lote estar
formado por una mezcla de arena, cascajo, arcilla. etc.
En casos como estos, es indispensab le un gran cuidado en
el diseño de las fundacione s , sobre todo si se trata de un
edificio de importanci a.
Conclusion es-De todo lo dicho podemos sacar las si-
guientes conclusione s:
Puede considerars e la roca como el mejor piso para
fundacione s, siempre que se puedan tener superficies a
nivel para emplazar los edificios,
El cascajo o grava puede considerars e como un mag-
nifico fundament o para construccio nes corrientes. bajo
condiciones normales.

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14 B 1 B L 1 O T Ee A A L D EA N A D E e O LO M : 1 .A.

que
La arena puede sopor tar grand es pesos, siemp re
ra que no pued a desliz arse: el
esté encaj onad a de mane
clase de pisos, espec ial-
agua hay que retira rla de esta
la
ment e el agua corrie nte, pues ésta podrí a arras trar
arena causa ndo serios estrag os.
Los terren os arcillosos pued en tamb ién sopor tar gran-
hay
des pesos cuand o son comp actos y secos; tamb ién
jes . se-
neces idad de retira r las aguas por medio de drena
gún se explicó antes .
,
Los terren os fangosos, panta nosos , artifi ciales y limos
al, consi derar se como bueno s
no deben, por regla gener
para funda cione s.

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A ;:;. 0 U 1 T E C TU R A A L D E A N A Y R U R AL 15

OPERA CIONE S PRELIM INARE S


_:~m es de empren der en forma definiti va una constru c-
ción. hay que efectua r una serie de trabajo s prelimi nares
que enumer aremos aquí, sin detalla r demasi ado, pues son
muy simples y genera lmente conocid os. Sólo en casos
especia les y en constru cciones de import ancia estos tra-
bajos pueden presen tar dificult ades; en tales condici ones
habrá que recurri r al arquite cto o al ingenie ro; por esta
razón, no caben dentro del program a de esta cartilla ,
y nos limitar emos simplem ente a dar unas breves expli-
cacione s para los casos corrien tes en edificac iones pe-
quei"!as.
_A..ntes de todo, se limpiar á o despeja rá el sitio de ma_
nera que quede perfect amente libre de todo lo que pueda
formar obstácu lo para el trazado , excavac iones o cual-
quiera de los trabajo s posteri ores.
Si en el sitio donde se va a constru ir hay alguna edi-
ficación vieja para demole r, se proced erá a ello con
gran cuidado para evitar acciden tes en los trabaja do-
res; si hay en el edificio viejo alguno s materia les que
puedan utilizar se en la nueva constru cción, se limpia-
rán. clasific arán y colocar án en sitios donde no hagan
estorbo para el avance de la obra.
Cuando en el edificio viejo hay materia les que pue-
dan produc ir mucho polvo al derruirl o, como la tapia
pisada, el bahareq ue, etc., es buena práctic a humed e-
cer un poco estos materia les para evitar que se levan-
ten grande s cantida des de polvo que pueden perjudi -
car en su salud a los obreros y a todas las persona s que
tra::sit en cerca a estas obras.

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ló 3 1B L 1O T E e A A L D EA N A D E e O L O M B 1A
Cuando hay árboles, matas, fuentes, obras de arte o
cualquier a otra cosa que se quiera conservar , deben
protegers e bien para evitar que puedan sufrir o dete-
riorarse duran te los trabajos prelimina res.
Trazado- -El trazado de un edificio consiste en la locali-
zación cuidadosa de la planta sobre el terreno. de acuerdo
con el plano adoptado. Este trazado o localizaci ón se hace
en las edificacio nes de importan cia, valiéndos e de ins-
trumento s de precisión como el tránsito, pero en cons-
truccione s pequeñas puede hacerse fácilment e con ins-
trumento s más simples, como un decámetr o. una es-
cuadra de albañil y unos cuantos hilos. Aun podría
prescindi rse de la escuadra, si no es posible conseguir la.
Procedere mos como se ve claramen te en la figura 2
y en la forma siguiente : localizam os en el terreno, en el
punto que se haya decidido como más convenien te la~
e~quinas A y B del plano, determin ando así una líne·'l.
A-B; sobre estos puntos que se habrán colocado natu-
ralmente a la distancia precisa indicada en el plano,
trazaremo s líneas a escuadra para obtener entonces los
puntos C y E, con las distancia s precisas; de manera
igual procedere mos para localizar todos los puntos o
esquinas de la casa. Estos puntos se marcarán en el te-
rreno por medio de estacas de madera y precisánd olos
mejor con una pequeña puntilla o tachuela. Cuando
ocurra el caso de una curva, se localizará el centro de
ella por el método ya indicado para localizar cualquier
punto. y valiéndos e de una cuerda se determin arán tan-
tos ptmtos de la curva cuantos sean necesario s, de
acuerdo con la longitud de la misma.
::\létodo para trazar ángulos rectos-P ara trazar ángu-
los rectos, es decir, líneas a escuadra, cuando no se dis-

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A R Q U 1 T E C TU R A A L D E A N A Y R U R AL 17

pone de instrument os de precisión, el método más co-


ITiente y que da mejores resultados es el llamado 3-4-5.

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18 B 1 B L 1 OTEe A ALDEA N A DE e O LO fV\ B1 A

Para aplicar este método al ejemplo de la figura 2.


señalaremos sobre la línea A B el punto y, a 3. • me-
tros de distancia del punto A. Tomando el decáme-
tro en cero sobre el punto A y con un radio de
4. oo metros, se raya un pequeño arco en el suelo,
aproximadamente en el punto z; luégo, haciendo centro
en y, y con un radio de 5. metros, se corta con otro pe-
0

queño arco el anterior; el punto de intersección de estos


dos arcos, nos da la localización exacta del punto z, y
por consiguiente la dirección de la línea A-F, que es-
tará entonces en ángulo recto o a escuadra con la
línea A-B, siempre que las operaciones descritas se
hayan ejecutado con cuidado.
Una vez colocadas en esta forma todas las estacas
necesarias para el trazo de la casa, se procederá a sa-
car puntos de referencia de estos mismos trazos: es-

Fig. 3.

tos puntos d€ referencia se situarán aproximadamente


a 1. • metro de distancia y hacia afuera, con el objeto
de que al hacer las excavaciones no se pierdan los tra-

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A R Q U 1 T EC T U R A A L D E A N A Y R U R A L ]v

zos hechos . Estos puntos se marcar án en pequeñ os bu-


rros de madera compuestos de dos estacas que sobresal-
gan del nivel del terreno aproxim adamen te unos 40 cen-
tímetro s y unidos con una tabla colocada horizon tal-
mente, tal como puede verse en la figura 3.
Esta tabla ha de ser lo suficie ntemen te grande par<'.
que en ella pueda marcar se por medio de pequeñ as mar-
cas o por puntilla s, las lineas corresp ondien tes a las do ~
caras interio r y exterio r del muro, además de los anchos
de la excava ción para los cimien tos . Por medio de hilo ~.
como se ve en la figura 3, se estable cen estos diverso s
anchos y podemos entonce s proced er a la excava ción .

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20 B 1B L 1O T Ee A A L D EA N A D E e O L O M 3 1A

FUNDACIONES

Una vez ejecutados los trabajos explicados antenor-


mente, procederemos a la construcción de lo que llama-
mos propiamente las fundaciones, o cimientos de la edi-
ficación. Ya dijimos antes que en la mayoría de las cons-
trucciones corrientes entre nosotros, las fundaciones se
hacen de piedra. Por lo tanto, daremos, pues, primero
unas pocas indicaciones sobre este tipo de fundacione s
y luégo alguna explicación más corta sobre otros tipos
como las de concreto y los pilotes. No entraremos a es-
tudiar el cálculo de las fundaciones; sólo daremos, pues,
algunas indicaciones sobre su construcción.
Como principio general, el objeto de las fundacione:.;
es repartir el peso del edificio de una manera uniforme
y en una extensión o superficie del terreno, mayor o T..e-

Fig. 4.

nor, según el grado de dureza del piso; se desprende ó··


gicamente de esto que un edificio determinado necesi-
tará cimientos más anchos en un terreno blando que en
uno muy resistente; hay que tratar de acabar con la
idea errónea por todo concepto de que los cimientos son

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A. R Q U 1 T E C_T U R A A L D E A N A Y R U R A L 21

más resistentes y mejores mientras más profundos sean,


pues esta resistencia depende de la firmeza del terreno Y
no de la profundida d. Con frecuencia ocurre si, que de-
bajo de una capa de terreno más o menos floja exist~
otra más resistente, y es esta capa más fuerte la que haY
que buscar para los cimientos.
El fondo de la excavación en los cimientos debe niv~­
larse muy cuidadosam ente, pues de lo contrario, es fácil
que ocurran movimiento s o deslizamien tos en las piedras
que forman los cimientos, ocasionand o así grietas o ven-
cimientos en los muros. Cuando ocurra el caso de que la
edificación quede emplazada en un terreno fuertement~
inclinado, pueden los cimientos hacerse en forma de
escalones, como se ve en la figura 4.
Hay que tener gran cuidado. sí, de que cada uno de
estos escalones o pasos esté muy bien nivelado y que sean
tan largos como fuere posible. Debe tenerse también gran
cuidado para obtener una perfecta traba entre todas las
piedras que forman el cimiento, y muy especialme nte en
los sitios donde se cambia de nivel de un escalón a otro.
Fundacione s de piedra-El punto principal que hay que
tener presente al hacer cimientos de piedra, es la traba.
Quiere esto decir que todas las piedras que forman el ci-
miento han de quedar perfectame nte ligadas y todo el
conjunto formando casi un solo bloque. En la figura 5 se
ve la forma en que deben trabarse las piedras.
La primera hilada de piedra, es decir, la que va asen-
tada directamen te sobre el terreno, debe estar formada
por piedras tan grandes como sea posible, que ojalá cu-
bran todo el ancho de la fundación. De cuando en cuando
hay necesidad de poner en el resto del cimiento también
algunas otras piedras que abarquen todo el ancho del
cimiento, como se ve en a, figura 5.
Arquitectura -2

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22 B 1B L 1O T Ee A A L D EA N A D E e O L O M B 1A
En cimi ento s de 60 cent ímet ros o menos,
debe habe r
pied ras de esta s por lo men os a cada 90
cent ímet ros de
altu ra y a cada 1. 20 metr os de dista ncia
hori zont al. En
las esqu inas debe trab arse por medio de
pied ras larg as
colocadas alter nada men te, como se ve en
b, figu ra 5.
Tod a pied ra debe asen tarse sobr e su
estra to o base
natu ral y bien pega da con mor tero de cem
ento y aren a.
Tod as las junt uras exte riore s de las pied
ras debe n taro -

Fig. 5.
bién llena rse con mor tero de cem ento , o de
cem ento y cal,
muy cuid ados ame nte. El espacio entr e
el cimi ento de
pied ra y el bord e de la exca vaci ón debe llena
rse con cas-
cajo o aren a, siendo pref erib le el casc ajo;
esto hace que
el cimi ento mismo y por cons igui ente el sóta
no, si lo hay,
sean más secos.
Fund acio nes de conc reto --El conc reto es
un exce lente
mate rial para fund acio nes de edificios, y
dia por ella va
siendo más usado, sobre todo en edificios
de imp orta ncia
y en los sitios donde el terre no no es muy
resis tente , pues
pued en con él hace rse cimi ento s más anch
os que actú an
sobr e el terre no flojo a man era de bals as.
Entr e noso tros

©Biblioteca Nacional de Colombia


1.\ R Q U 1 T E C T U R A A L D E A N A Y R U R A L 23

todavía el concreto resulta relativamente caro, y por lo


general son más económicas las fundaciones de piedra.
Fundaciones de ladrillo-En algunas partes se usa
también el ladrillo para fundaciones; tiene, sin embargo,
el inconveniente de ser poroso y por consiguiente absor-
ber bastante humedad. En terrenos arenosos y secos
puede usarse con ventaja el ladrillo; debe procurarse
siempre que éste sea de buena calidad, muy bien cocido
y ojalá vitrificado.
Pilotes-Cuando es necesario levantar un edificio en
un terreno húmedo y blando, el sistema de fundaciones
es el comúnmente llamado de pilotes. Si se encuentra
una capa de terreno resistente a una profundidad racio-
nal de 3 o 4 metros, los pilotes se hacen bajar hasta
esta profundidad y trabajan entonces como columnas;
si no se encuentra esta capa resistente, entonces los pi-
lotes soportarán el peso que se les cargue en virtud de la
fricción que se desarrolla entre su superficie y el terreno
que queda en contacto con esta superficie.
Los pilotes usados para construcciones pequeñas son
generalmente de madera; en construcciones de mayor
importancia se usan también de concreto reforzado o sin
reforzar, y de metal.
Pilotes tle madera-Los pilotes de madera son sencilla-
mente troncos de árboles rectos y a los cuales se les qui-
tarán todas sus protuberancias; deben usarse siempre
maderas duras y no putrecibles.
Las dimensiones de los pilotes varían mucho, según el
terreno donde se han de clavar; por regla general se
clavarán hasta donde no sea prácticamente posible pro-
fundizarlos más; no debe hacerse previamente el hueco
para enterrar el pilote, sino que éste se debe clavar a
golpes. Los pilotes de menos de 7 metros de largo, ten-

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24 B 1B L 1O T Ee A A L D EA N A D E e O L O '11 3 1A
drán un diámetro mínimo de 15 centímetros en la punta
y de 25 centímetros en la corona o cabeza. La distancia
entre unos y otros varía según el peso de la estn1ctura
que han de soportar; para estructuras corrientes, deben
colocarse aproximadamente de 1.00 o 1.20 metros de dis-

o b
Fig. 6.
tancia. Para facilitar la enclavación de los pilotes se es
labra punta en el extremo delgado. Ocurre casi siempre
que los pilotes se deterioran tanto en la punta como en
la cabeza al ser clavados; para evitar esto se deben pro-
teger con hierros. tal como se muestra en la figura 6; a, es
el tipo de protección para la cabeza. y b, para la punta.

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A R C U 1 T E C T U R A A L D E A N A Y R U R A L 25

IMPERMEABILIZA CION
Generalmente los cimientos y muros que están en con-
tacto con el suelo son propensos a absorber humedad
proveniente de éste, lo cual casi siempre ocasiona per-
juicios gTaves tanto en el edificio mismo que se deteriora
rápidamente, como en los habitantes de la casa, quienes
sufren grandemente en su salud y comodidad.

•.... ¿;,_SC<IJO
¡...._..._.r..._v--41t''ir.il:.:.:
'.

. .
Fig. 7.

Son conocidos generalmente tres métodos de imper-


meabilización. El primero consiste en la aplicación de
una capa de algún material impermeable, como asfalto,
alquitrán de hulla y otros. El segundo método es seme-

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26 B 1B L 1O T E e A A L D EA N A D E e O L O M B 1A
s capa s
jante al anter ior, pero adici onad o con una o varia
asfal to lí~
de pape l o tela ordin aria que se coloc an con
algun as prepa racio nes "pa-
quido, alqui trán de hulla o
el come rcio. El terce r
tenta das" que se cons iguen en
es y muro s que
.método consi ste en cons truir las fund acion
reto, al cual
estén en conta cto con la hume dad, de conc
racio nes de
se ha mezc lado algun a de las much as prepa
la man era
paten te cono cidas . En la figur a 7 se mues tra
dos prim ero y segun do; la linea negr a
de aplic ar los méto
el prim er
grues a es la capa de impe rmea biliz ante que en
el asfal to o alqui trán, y en el
méto do será única ment e
la mate ria impe rmea bili-
segu ndo estar á comp uesta de
de pape l o tela. Estas
zante en sí, más las varia s capa s
gran cui-
capa s impe rmea biliz antes debe n coloc arse con
ni poros idade s
dado y proc urar que no qued en union es
io por
dond e no pene tren bien. pues por cualq uier espac
facil idad y
pequ eño que sea. pued e el agua pene trar con
hace r inúti l todo lo demá s.

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A RQ U 1T EC T U RA A L D ~ A N A Y R U R A L 2/'

MUROS
Como ya dijimos, los muros más usados entre nosotro s
son de ladrillo , de adobe, de tapia pisada. de bahare que y
de madera . Ocasio nalmen te se constru yen tambié n de
piedra, pero como genera lmente este materia l es caro, no
tratare mos detalla damen te de él; únicam ente diremo s
que en la constru cción de muros de piedra han de obser-
varse como regla general los mismos princip ios que ya
dimos al tratar sobre los cimient os constru idos de este
materi al. Cuando se trata de constru cción de muros de
piedra labrada hay que tener en cuenta mucha s otras
condici ones; tampoc o tratare mos de esta clase de cons-
truccio nes, porque ésta forma una especia lización per-
fectam ente definid a dentro del arte de constru ir, que
necesit a conocim ientos especia les a la vez que gran des-
treza; es, desde luégo. la forma más bella y noble de
constru cción, pero sólo se acostum bra en edificios sun-
tuosos y de gran import ancia.
Muros de ladrillo -Antes de entrar en materi a sobre
este punto, es preciso hacer una ligera aclarac ión: por
lo general , se da el nombre de ladrillo a pequeñ os bloques
de arcilla cocidos, y de adobe, a bloques de tierra arci-
llosa. a la cual se le mezcla un poco de paja picada para
aumen tar su consist encia, pero que se dejen sin cocer,
únicam ente secándo los al sol. Sin embarg o, en alguna s
partes se llama adobe el bloque de arcilla cocido, es decir,
el ladrillo , y al sin cocer, es decir. al adobe, se le dan
diversos nombre s, como adobe crudo, terrón, y otros. En

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28 B 1B L 1O T Ee A A L D EA N A D E e O LO N 3 1A

nomb res
estas notas les darem os a estos mate riale s los
, ladri llo al cocid o y
más gene ralm ente usados, es decir
adob e al crudo .
y bien
Debe usars e siem pre ladri llo de buen a calid ad
si reún e las
cocido. Se conoce el buen ladri llo obse rvand o
ño uni-
sigui entes condiciones: debe n ser todos de tama
bordes
forme, sin griet as ni torce duras , y tener todos sus
con otro,
recto s y bien corta dos; golpe ando un ladri llo
metá lico. Deja ndo un la•
debe prod ucir un sonido como
s no debe abso rber de
drillo entre agua dura nte 24 hora
ella más del 10 por 100 de su peso .
éste
Al cons truir cualq uier estru ctura de ladrillo, debe
usan mor-
pega rse muy cuida dosa ment e con mort ero. Se
y arena ,
teros de diver sas composiciones, como el de cal
s mez-
ceme nto y arena , y aun el de estos tres mate riale
canti dad
clado s. Al mort ero debe agreg ársel e una ciert a
para obten er un mate rial
de agua limp ia, la sufic iente
cal no debe usars e cuan ..
fácil de man ejar. El mort ero de
do ha de qued ar en conta cto con la hum edad .
varía n
Las juntu ras de mort ero en traba jo de ladri llo
1 y 2 centi •
de tama ño segú n el acab ado de éste, entre
metr os, apro xima dame nte .
mor-
En la gene ralid ad de los casos . se obtie ne un buen
s en pro-
tero de cal y aren a mezc lando estos mate riale
cal y cuatr o parte s de aren a;
porci ón de una parte de
de cal hay que tener la pre-
siem pre que se use mort ero
dias antes de usarl a.
cauc ión de apag arla, ojalá vario s
eros
Hay la costu mbre muy gene raliz ada de usar mort
débil es, en propo rcion es hasta
de ceme nto suma ment e
se como
de 1-10 y 1-12; no pued e sin emba rgo garan tizar
pre se obtie nen con él
buen o este mort ero, y casi siem
la se consi gue usan do
malo s resul tados ; una buen a mezc
el agua . como ya
una parte de ceme nto y seis de aren a;
mort ero la
se dijo, debe ser sólo la sufic iente para dar al

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A R Q U 1 T E C T U R A A L D E A N A Y R U R A L 29

plasticidad que permita trabajarlo, pues si se agrega


demasiada agua, aquél pierde mucho de su resistencia.
Conviene también advertir que tanto la arena como el
agua deben ser limpias, libres de tierra, vegetales y, en
general, de toda materia extrafía.
Los métodos de colocación y trabajo general en ladrillo
son tan conocidos en todas partes donde este material
existe, que no entramos a explicarlos aquí; únicamente
queremos recordar que siempre hay que tener muy pre-
sente el asunto de la traba, lo cual es de capital impor-
tancia; existen varios tipos o sistemas de trabar el ladri-
llo, según las dimensiones de éste, y para obtener ciertos
efectos decorativos cuando se usa descubierto.
Muros de adobe-Se da el nombre de adobe a unos blo-
ques de tierra arcillosa mezclada con un poco de paja
picada. La elaboración del adobe es sumamente sencilla,
pues sólo consiste en hacer una mezcla de tierra y de paja
picada, agregándole agua suficiente para poder ama-
sarla: se hacen los bloques en un molde de madera o
metal. al que se da generalmente el nombre de gabera;
luégo estos bloques se dejan secar al aire y a veces al sol.
La construcción de muros de adobe es semejante a la
de ladrillo, con la diferencia de la pega o mortero, que en
este caso es sencillamente de barro.
Como el adobe es muy poroso, absorbe con gran faci-
lidad la humedad. por lo cual hay que procurar que no
esté en contacto directo con el piso; el sistema más sen-
cillo para evitar esto consiste en levantar un buen trecho
de muro de piedra sobre el nivel del terreno, que servirá
de base al muro superior de adobe; si es posible, este
muro de piedra se impermeabilizará por alguno de los
métodos explicados antes. En la figura 8 se ve esta ma-
nera de construir los muros de adobe.

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30 B 1B L 1O T Ee A A L D EA N A D E e O L O M B 1A
Naturalm ente, la construc ción de adobe es muy infe-
rior a la de ladrillo, y sólo debe usarse en edificios de
poca importa ncia y tamaño reducido . Entre los inconve -
nientes principa les del adobe, anotamo s los siguient es:
la facilidad con que absorbe la humeda d, su poca dura-

Fig. 8.
ción y la facilidad que ofrece para ser perforad o por las
ratas y toda clase de roedores daii.inos. que forman sus
vivienda s en muros de este materia l .
1\Iuros de tapia pisada- La tapia pisada es uno de los
sistemas de construc ción más antiguam ente conocido s
entre nosotros . pues se usó desde los primero s tiempos
de la dominac ión española ; todavía hoy, atmque el ladri-

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A R Q U 1 T E C T U R A A L D E A N A Y R U R A L 31

llo la ha reemplazado con grandes ventajas, se emplea


bastante en algunas partes, debido a su bajo costo. Tiene
la tapia casi los mismos inconvenientes que la construc-
ción de adobe; sin embargo, cuando se hace con cuidado
y con buena tierra, es bastante duradera, pues todavía
hoy se conservan en buen estado edificios de trescientos
y aun más años de existencia, y con frecuencia se ve el
caso de que la derribada de un edificio de estos presenta
serias dificultades, hasta el punto de tener necesidad de
usar pólvora para realizarla. El espesor de estas tapias

Fig. 9.

antiguas es generalmente exagerado, pues alcanzan a


tener hasta un metro y más; la tierra la mezclaban con
cal y la humedecían con sangre de buey. Hoy han variado
un poco los sistemas; se hacen los muros más delgados,
alrededor de 40 o 45 centímetros, y creemos que en nin-
guna parte se use la sangre.
Este sistema de construcción consiste en apisonar la
tierra fuertemente entre los tapiales, que generalmente

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32 B 1B L 1OTEe A ALDEA N A DE e O LO M B 1A

son de madera; el trabajo se adelanta asi por tramos


relativamente grandes, del tamaño del tapial, que tiene
.casi siempre alrededor de un metro de alto y dos de largo;
el grueso del muro puede variarse usando las compuertas
de los extremos más o menos anchas, según el caso. En
la figura 9 se ilustra el tapial colocado sobre parte de
tapia ya construida; las agujadas (agujales) a, que re-
sultan causadas por la aguja b, sirven más tarde para la
colocación de los andamios necesarios en la construcción
de techos y en los pañetes; cuando no se necesitan ya
para estos fines, se tapan con piedras, ladrillos o con
tierra de la misma que se ha usado en la construcción
de las tapias. Es buena práctica mezclarle a la tierra
arcillosa un poco de cal; en algunas partes acostumbran
colocarle a la tapia algunas trabas de cañabrava, guadua
o madera, colocadas en sentido transversal, para aumen-
tar un poco la resistencia de la tapia.
1\Iuros de bahareque--El sistema de construcción de
bahareque es muy usado entre nosotros, sobre todo en las
edificaciones pequeñas de los campos. Tiene la ventaja
de ser muy económico y su construcción es fácil y rápida.
Tiene también los varios inconvenientes anotados a los
muros de adobe, siendo el bahareque mucho más propicio
para la vivienda de las ratas y otros bichos, pues sólo
tienen que romper una parte muy delgada del muro y
encuentran luégo el centro del bahareque vacío, donde se
acomodan bien.
Hay varias maneras de construir el bahareque, según
los materiales que pueden conseguirse en cada región.
A continuación daremos algunas breves explicaciones
sobre la manera de construir varios tipos de bahareque,
introduciéndoles algunas mejoras a los sistemas usados
·generalmente. En principio general todos estos tipos de

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A. R Q U 1 T E C T U R A A L D E A N A Y R U R A L 33

bahareque son semejantes , y varian únicamente en al-


gunos detalles.
El bahareque se forma por parales, repisas y algunos
diagonales de madera rolliza o aserrada que se cubren
luégo por los lados con guadua, cañ.abrava, chusque u
otros materiales, y luégo se "empañ.eta " y encala.

Fig. 10.

En la figura 10 se ilustra la construcció n del baha-


reque de cañ.abrava o chusque; estos dos materiales se·
usan de manera muy semejante; la cañ.abrava se consi-
gue en las tierras calientes y el chusque en las frias.
El bahareque no debe colocarse nunca sobre el terreno,
pues como ya dijimos, absorbe con gran facilidad la hu-
medad; lo mismo que la tapia pisada, debe colocarse sobre

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34 B 1B L 1O TE eA A L D EA N A D E e O L O M B 1A
una base de piedra que sobresalga por lo menos 30 centi-
metros del nivel del terreno.
Queremos introducir en la hechura del bahareque al-
gunas modificaciones que pueden mejorar enormemente
la calidad de esta clase de construcciones. En a, :figura
10. se ven unas capas de algún material aislante. que se
colocará con el objeto de hacer las habitaciones más fres-
cas en los climas cálidos y más abrigadas y tibias en los
climas fríos. Hay algunos materiales de fabricación pa-
tentada y de procedencia extranjera casi todos, que lle-
nan de una manera perfecta este fin, pero que general-
mente resultan costosos. En las pequeñas construcciones
campesinas, donde el principal factor es casi siempre el
económico. puede reemplazarse este aislante caro por
otros de costo infimo, pero que dan buenos resultados.
Todo consiste únicamente en elaborar unas esterillas de
guasca o corteza del tronco de plátano, de esparto, de
hoja de palma, de paja de trigo. de bagazo de caña o de
cualquier otro material semejante. En todos nuestros
campos se encuentran multitud de materiales que pue-
den servir para este objeto.
con esta esterilla forraremos la armazón de madera de
1a casa, si es posible por ambos lados, como se ve en la
figura 10, o al menos en forma ondulada, como en la
figura 11. pasando alternativamente la esterilla por de-
lante y por detrás de los parales de la armazón . Aconse-
jamos como mejor el sistema de doble aislamiento, pues
da resultados muy superiores.
En la figura 10, a. es la repi a o sillar que se colocará
directamente sobre la base de piedra, ladrillo o cemento
b. bien nivel da; e, on para les colocados sobre esta re-
pisa; d, los diagonales que ~irven para aumentar la resis-
tencia del muro, abrazando y u·etando entre silo~ para-
les y repi a ; en los si ios donde van las puerta y

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A R Q U 1 T E C T U R A A L D E A N A Y R U R A L 35

ventanas no habrá diagonales, pero sí se colocarán hori-


zontalmente otras maderas indispensables para formar
los dinteles y sillares de éstas, dejando así libres los hue-

Fig. 11.

cos para colocar las piezas de madera que formarán estos


elementos; e, es la capa aislante que ya detallámos; f, el
forro de guadua, cañabrava, chusque o cualquier otro
material semejante. y por último, g, es el "pañete'' o
revoque.
Estos bahareques pueden hacerse de una manera exac-
tamen e Igual por ambas caras, o con algunas diferencias.

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-36 B 1 B L 1O TE eA A L D EA N A D E e O L O M B 1A
En sitios donde llueve con violencia, los pañetes comu-
nes hechos a base de tierra, se deterioran muy rápida-
-mente; para evitar esto hay necesidad de usar para el
acabado exterior de los muros, materiales más resis-
tentes.
En el tipo de construcción llamado bahareque, los aca-
bado:s exteriores más duraderos pueden ser de cemento o
de madera de buena calidad.
El estuco o pañete de cemento se coloca de manera
semejante al pañete corriente, sólo que su base no será
entonces de madera, pues el cemento no se adhiere bien
a ella. Hay necesidad de reemplazar en este caso la gua-
dua o cañabrava, por la malla metálica. La malla metálica
se consigue fácilmente en el comercio de todas las ciuda-
des y poblaciones del país, en varios tipos; viene general-
mente en hojas de 0.60 por 2.40 metros; algunos de estos
tipos de malla están provistos de venas también metá-
licas. fuertes, que la hacen más rígida y resistente.
Cuando sea posible usar la malla reemplazando total-
mente la guadua, cañabrava, etc., se obtendrá un muro
de buena calidad, que no presentará facilidad para que
los bichos puedan encontrar albergue en él. En la figura
12 se ilustra la manera de usar la malla metálica en el
exterior de un muro de bahareque .
Cuando el acabado exterior de un muro se hace de
madera, hay que tener gran cuidado en la selección del
material, no sólo para que la edificación presente un bo-
nito aspecto, sino para obtener una buena calidad de
trabajo.
Todos nuestros bosques son riquísimos en maderas
finas y durables, por lo cual creemos que en la genera-
lidad de los casos no será dificil conseguirlas de buena
calidad; el comino, el cedro, el palosanto , el roble el

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A R Q U 1 T E C TU R A A L D E A N A Y R U R AL 37

guayacán, el abarco y muchas otras son maderas mag-


nificas para este fin. Hay que tener cuidado de que la
madera esté muy seca para evitar que se tuerza y re-
viente por los cambios fuertes de temperatura a que es-
tará sometida.
Es una buena práctica el proteger la madera por medio
de la pintura, no sólo por la mejor apariencia, sino tam-

Fig. 12.
bién porque la pintura evita que la humedad penetre en
la madera, y por consiguiente la hace más durable. Las
maderas que hayan sido bien seleccionadas, sazonadas y
protegidas con la pintura, durarán en perfecto buen es-
tado por muchos años.

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38 B 1B L 1O TE eA A LD EA N A D E e O L O M Bl A
La figura 13 muestra la manera de disponer las dile-
rentes partes o piezas que compon en un muro con aca-
bado exterior de madera; a, es el zócalo que debe colo-
carse en la forma indicada para evitar la entrada del
agua al interior; b, es la esterilla o capa aislante de que
ya tratámo s más extensam ente en otra parte; e, los lis_
tones que formará n propiam ente el acabado exterior ; y
d, son piezas también de madera, que servirán para dar
un buen aspecto a las esquinas .

J[ig, p.
Los listones e, pueaen variar de· ancho, según la madera
que se use; con maderas que sean propens as a torcerse
o reventar se, es bueno usar listones relativa mente angos-
tos; en cambio. con maderas que no sean propens as a
estos defectos, pueden usarse listones más anchos; los

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A R Q U 1 T E C T U R A A L D E A N A Y R U R A L 39

anchos de los listones pueden variar por regla general


entre 8 y 25 centúnetros.
La forma de los listones también puede variar. En la
figura 14 se ven tres tipos prácticos y buenos para la ge-

Fig. 14.

neralidad de los casos. En construcciones de mayor valor ·


pueden usarse otros tipos más complicados y labrados,
para lo cual se necesita casi siempre maquinaria especial..
Los listones se aseguran clavándolos bien a los parales;
naturalmente se procurará que el clavo o puntilla quede:
cubierto con el listón que viene colocado encima.

I..IO"l .; .., N " C ,.. .._ PE: CQ.l ~

!'IDO
(; CI'IMAN Y A 1[ L"' ARONIE'GAII

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40 B 1B L 1O TE eA A L D EA N A D E e O L O M B 1A

TECHOS
El techo es la cubierta superior de un edificio y consta
generalmen te de dos partes: la cubierta y la armazón
que sostiene a esta misma cubierta. La cubierta puede
ser de diversos materiales, como teja de barro, de pizarra,
de madera, paja, etc.; la armazón puede construirse de
concreto, hierro, o madera, o de la combinació n de estos
materiales.

~
~ a.
9 b
~
~ e
1

~ GtU ~ d ~
1

Fig. 15.
Hay techos de diversas formas, que reciben nombres de
acuerdo con ellas: planos, inclinados, cúpulas, etc.
Techos planos, son los que están formados por super-
ficies prácticame nte a nivel; deben sin embargo, tener
pequeños desniveles que permitan que las aguas corran
hacia determinad os puntos, donde se colocarán los des-
agües apropiados .

©Biblioteca Nacional de Colombia


ARQUITECTURA /\LDEANA Y RURAL 4

Techos inclinados, como lo indica su nombre, son los


formados por uno o varios planos más o menos inclinados,
que se ilustran en la figura 15; a, es el techo llamado
comúnmente de mediagua (de una sola agua, tinado o
cobertizo), y compuesto como se ve, de un plano incli-
nado; b, es un techo compuesto de dos corrientes o pla-
nos; e, es un techo de cuatro corrientes, que convergen
a un solo punto o vértice; d, es un techo formado por
cuatro tímpanos; e, es un techo también de cuatro tím-
panos, pero para cubrir un edificio no de forma rectan-
gular sino de cruz; f, es un techo semejante al anterior.
en el cual los tímpanos o culatas extremas han sidO>
reemplazadas por otras corrientes. Hay otros tipos de
techos inclinados, de formas más complicadas y menos
usadas entre nosotros (al menos en las construcciones
pequeñas), como los cónicos, usados casi exclusivamente
en las agujas o torres de algunas iglesias; las "mansar-
das" y algunos otros.
Las cúpulas son techos en forma de porciones de esfe-
ras, que se usan casi exclusivamente en edificios de im-
portancia, como iglesias, palacios de gobierno, etc.
Los techos planos se construyen prácticamente lo mis-
mo que los pisos, y puede decirse que un techo plano es
un piso protegido con materiales que lo hagan perfec-
tamente impermeable; por esta razón, y por no ser muy
usados en las pequeñas construcciones, no los trataremos
extensamente; de las cúpulas, techos piramidales, "roan-
sardas," etc., tampoco nos ocuparemos por razones aná-
logas; no caben, pues, dentro de nuestro propósito, más
que los techos inclinados corrientes, que son por regla
general los más prácticos y sencilos.

Arquitectura-3

©Biblioteca Nacional de Colombia


~2 B 1B L 1OTEe A ALDEA N A DE e O LO M B1A

Términos usados-En la figura 16 se muestra un tipo


de construcción de techo de dos corrientes, muy sencillo
y que se usa para luces pequeñas; a, son las soleras o
repisas sobre las cuales descansa toda la armazón del
techo; b, las alfardas; e, es la cumbrera o caballete; d,
las tirantas que unen entre sí las soleras para evitar que-
el techo pueda abrirse. Algunas veces se colocan también
otras llamadas comúnmente falsas tirantas, como se ve
en e, para ayudar a ser más rígida y resistente la arma-

--------.m
1
1

/
/

n
___ - --!u..;..á.d t~cho ----
9

Fi~. 16.
zón. Cuando el desván, llamado comúnmente entre nos-
otros zarzo; ha de usarse como vivienda, granero u otros
fines semejantes, las tirantas se pondrán muy cerca unas
de otras, alrededor de 45 o 50 centímetros, para que sirvan
como vigas para el piso que se colocará encima de ellas;
las falsas tirantas servirán para sostener el cielo raso del
desván, si es que se le quiere poner. En caso de que el
desván o zarzo no se use para nada, las tirantas podrán
estar separadas unas de otras con distancias hasta de 3
metros en techos corrientes de 3.50 o 4.00 metros de luz .

©Biblioteca Nacional de Colombia


A R Q U 1 T E C TU R A A L D E A N A Y R U R A L 43

La distancia f g se llama la luz del techo; la dis-


tancia m n es su altura, y la inclinación es el mayor o-
menor grado de pendiente de cada uno de sus planos o-
corrientes. La inclinación de un techo está determinad a
por razones de apariencia, clima y materiales de que se-
ha de construir. Hay algunos estilos arquitectón icos que
exigen un determinad o tipo de techos en cuanto a incli-
nación y materiales; en los llamados estilos clásicos, los
techos son casi planos; en cambio, en los góticos. son
bastante pendientes . En las regiones donde llueve mu--
cho, y especialme nte donde cae nieve. los techos se hacen
con bastante pendiente, para facilitar que las aguas y la
nieve se deslicen rápidament e; en los lugares donde no
existan estas circunstanc ias se acostumbra n los techos
menos inclinados, pues por regla general, resultan más
baratos. Los techos de paja y de astilla de madera ten-
drán que ser bastante inclinados; los de teja de barro y
metálicos, menos pendientes .
Cerchas-L os techos de poca luz no ofrecen dificultade s
en su construcció n por ser sumamente simples; per{}
cuando se trata de techos que han de cubrir espacios ma-
yores, como un teatro, una iglesia, etc., la construcció n
y cálculo del techo es más difícil; en estos casos de luces
grandes. hay necesidad de soportar el techo por medio
de cerchas o armaduras de diseños especiales, como las
que se ven en las fignras 17. 18, 19 , 20 y 21.
En la figura 17 se ve la manera de usar las cerchas de
un techo; la cercha a, trabaja a la manera de una viga
que cubre la distancia total entre los dos apoyos; se co-
locan generalmen te a distancias aproximada s de 3.00 me-
tros unas de otras; naturalmen te estas distancias pueden
vru:iar según el caso en que se han de usar, pero damos
esta medida como un promedio de lo que se acostumbra

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.-14 B 1B L 1OTEe A ALDEA N A D E e O LO M B 1 '\

en casos corrient es; en las pares o cuchillo s b, • e las


cerchas se apoyan piezas horizont ales e, que reciben el
nombre de perlines ; estos perlines llenan dos objetos:
primero , soportar las alfardas d, que recibirá n todo el
peso de la teja y la base sobre la cual han de asentars e
éstas, y segundo , unir o enlazar unas cerchas con otras,
formand o así de todas las piezas del techo una sola nni-

Fig. 17.

dad; deben. pues, ser los perlines lo suficien temente


fuertes para que cumplan bien estos dos fines· para evi-
tar que los perlines puedan deslizars e. se sostiene n por
medio de tacos de madera e, clavados en las pares de las
cerchas . La cumbrer a se ve marcada con la letra g. y
está soportad a por las cerchas ; i, es la repisa sobre la cual
descans an las cerchas; esta repisa tiene por objeto dis -
tribuir el peso sobre u na gran superfic ie del muro. e;·!.-

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A K Q U 1 T E C T U R A A L D E A N A Y R U R A L 45

tando así que éste pueda sufrir por la concen tración de


peso en los sitios donde descan san las cercha s.
Cuando se ha de poner cielo raso, éste se puede asegu-
rar directa mente por debajo de las tiranta s f.
Entre los tipos de cerchas más usados, tenemo s el lla-
mado común mente rey, y que se ilustra en la figura 18;
está compue sto de la tiranta a, las dos pares b, el pendo-
lón e, pie de amigos d y pernos de hierro e; estos últimos
no se usan sino cuando el cielo raso va a sostene rse de
las tiranta s; los perline s f, se sostien en en su puesto por
medio de bloques g, como ya explica mos antes; sobre estos
per~ines se apoyan las alfarda s h; cuando
hay nece-

Fig. 18.
sidad de hacer las alfarda s empata das, formad as de dos
o más piezas, estos empate s se colocar án sobre uno de
los perline s; la cumbre ra j va sobre las cerchas ; los
Ensamb les de las diversa s piezas, como las pares con la
tiranta , el pendoló n con las pares y con la tiranta , se
reforza rán con hierros como se ve en i; una cercha puede
fallar y causar graves estrago s por causa de una sola
ensamb ladura mal hecha; por esto le damos mucha im-
portanc ia a este detalle . Hay, dentro del princip io de la
cercha de tipo rey, alguna s otras que se usan para luces

©Biblioteca Nacional de Colombia


tó B 1B L 1OTEe A ALDEA N A D E e O LO M B 1A

mayores, como la que se ilustra en la figura 19; el prin-


cipio general de construcción es el mismo como ya diji-
mos, pero la cercha está compuesta de más elementos;

Fig. 19.
nótese que el pendolón lo hemos reemplazado en este
dibujo por un perno de hierro e, pero se acostumbra
indistintamente en esta forma o en la indicada en la
figura anterior. El principio en que se ba¡an estas arma-

Fig. 20.
duras, así como casi todas las estructuras en general, es
el del triángulo; el triángulo es una figura teóricamente
indeformable, y por lo tanto es la que ofrece mayores
garantías de seguridad y resistencia.

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A R Q U 1 T E C TU R A A. L D E A N A Y R U R A L 47

El tipo de cercha llamado reina es el que se muestra


en la figura 20; tiene con el rey la diferencia de que las
pares b son más cortas y están unidas entre sí por su
extremo superior por medio de una pequeña tiranta alta
e; el pendolón central no existe en este tipo de cerchas.
pero en cambio existen dos d colocados en los puntos d-e
unión entre las pares y la tiranta alta. Hemos dibujado
estos pendolones d como de hierro, pero a veces se usan
también de madera, en la forma que se ve en la cercha de
rey, explicada antes; en la figura 20 hemos indicado otros
pernos de hierro f, colocados diagonalmente en el rec-
tángulo central que resulta formado por las dos tirantas
y los dos pendolones; estos pernos f sólo se ru;an en cer-
chas de dimensiones bastante grandes; los pernos verti-
cales, g, se usan como en el caso de las figuras 18 y 19,
cuando el cielo raso va suspendido de las tirantas a; los
demás elementos del techo, como los perlines i, figura 20,
los bloques k, las alfardas j, la cumbrera 1, etc., se colo-
carán de la misma manera explicada en los casos ante-
riores.
.fl i.. '

Fig. 21.

En la figura 21 se ve un tipo de cercl1a usado para te-


chos planos ; está formado por tirantas a y b, pernos o
pendolones d y pie de amigos e; las piezas g y e, son ~

©Biblioteca Nacional de Colombia


~8 BIBLIOTECA ALDEA N A DE COLO MB . A

modo de perlines, que se levantarán donde sea necesario


para obtener la corriente suficiente del techo, por medio
de bloques f; las piezas j, que hacen las veces de alfardas,
recibirán la cubierta k; esta cubierta ha de ser perfecta-
mente impermeable , y en los extJ;emos, contra los muros,
se colocarán canales para recibir el agua o se hará un
pequeño desnivel contra la <:orrient€ general del techo.
como se ve en h, de manera que se forme una especie de
cuneta i, la cual, con un buen desnivel, conducirá el ag uJ.
a los sitios más apropiados para colocar los tubos de ha-
jada vertical de estas aguas.

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A F Q U 1 T E C TU R A A L D E A N A Y R U R AL 49

TEJADOS

Hemos tratado de la armazón necesaria para recibir la


cubierta de un edificio, y explicamos antes que al con-
junto de cubierta y armazón se le da el nombre de techo;
trataremos ahora de la cubierta propiamente dicha, a la
cual, para mayor claridad le daremos el nombre más
común de tejado.
Los materiales más usados en nuestro país para los te-
jados son la teja de barro, la G.e madera, la metálica y
la paja. Dentro de estos materiales existen variedades de
diversos tipos: la teja de barro se fabrica en las formas
conocidas generalmente con los nombres de española,
holandesa, romana, r-ectangular y otras; la metálica se
consigue ondulada o corrugada, plana, en tejas pequeñas
y en grandes láminas; la paja usada en los techos, es de
una gran variedad de vegetales, de trigo, de palma, de
iraca. de '·rabo de zorro" y muchos más.
Tejados de barro--La teja de barro ocupa seguramente
el primer puesto entre nuestros materiales de tejados,
por su gran oelleza, su facilidad de fabricación y su pre-
cio reducido, sobre todo si se tiene en cuenta su larga
duración, superior a todos los otros materiales usados
comúnmente entre nosotros, para tejados.
Esta teja se fabrica de arcilla cocida y debe ser dura,
compacta y no absorbente; algunas veces se hace cocer
a altas temperaturas para conseguir que resulte vitrifi-
cada. y es ésta la de mejor calidad. También se fabrican
esmaltadas, pero resultan un poco costosas. La teja lla-
mada española, ilustrada en la figura 22, es la más po-
pt::ar entre nosotros, y también la más económica.

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SJ B 1B L 1O TE eA A L DE A N A D E e O L O M B1A

Hay otros tipos de tejas más complicados, pero que para


nosotros no ofrecen mayores ventajas; en algunas de
nuestras construcciones se han usado estos tipos más
costosos. buscando efectos más o menos decorativos. ·
Para la colocación de la teja de barro se usan varios
métodos, siendo los más popularmente conocidos el de
enlistonado y el de barro .
El método de enlistonado, consiste en colocar sobre los
perlines, una serie de listones tal como se ve en la figura
22: las tejas que forman las canales g se colocan bien
asentadas en los espacios que quedan libres entre los lis-
tones a-b, c-d, e-f, etc., y luégo los redoblones h se colo-
can sobre las canales g, tal como se ve en la figura. Na-
turalmente. la distribución de los listones ha de ser muy

.,...
©Biblioteca Nacional de Colombia
, •• • ') 1
A R Q U 1 T E C T U R A A L D E A N A Y R U R A L 51

cuidado sa y a distanc ias precisa s, de acuerdo con las di-


mensio nes de la teja que se use. Este sistema de entejar
con listones está haciénd ose muy popula r, debido a la
tacilida d de ejecuci ón y sobre todo a que las reparac iones
-posteriores que puedan ocurrir se en el tejado, como ta-
pada de goteras , etc., se hacen con el máxim um de faci-
lidad; los tejados hechos por este sistema , resulta n tam-
bién mucho menos pesados que los de barro, llenos y
otros que van siendo cada dia menos usados .
En el sistema de colocar la teja con barro, se procede
de la manera siguien te: sobre las alfarda s, que estarán
colocad as a 40 o 50 centím etros de distanc ia unas de
otras, se dispone un tendido de esterill a de guadua , de
cañabr ava, o de chusqu e que cubra comple tament e toda
Ja superfi cie que ha de entejar se; este tendido se clavará
o amarra rá fuertem ente con alambr e a las alfarda s y
luégo se proced erá a colocar sobre él las tejas, asentán -
dolas en su puesto con barro, que hace las veces de pega;
al barro se le mezcla a veces un poco de paja para hacerlo
más resisten te. La ejecuci ón de los tejados por este sis-
tema es un poco más difícil que en el sistema de listones
descrito antes, y se necesit a bastan te práctic a y habili-
dad para que todas las tejas queden muy bien hiladas , lo
cual es indispe nsable, pues de lo contrar io, el tejado pre-
sentará un mal aspecto . El entejad o en barro tiene la
ventaja de que las tejas quedan colocad as firmem ente y
.se evita así la posibili dad de que puedan corrers e y for-
mar goteras ; además , como quedan con una base sólida,
s~ disminu ye tambié n bastan te el riesgo de rotura;
tiene
las desven tajas de ser muy pesado y de presen tar más
dificult ades para las reparac iones.
Estos sistema s pueden usarse en techos de inclina ción
.!!".odera da; cuando la altura del techo es mayor de la
'··•arta parte de la luz, hay necesid ad de colocar la teja

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S2 BI BLIOT ECA ALDEA N A DE COLO M BIA

amarrad a con alambre a listones horizont ales , colocados


sobre las alfardas , a distanci as conveni entes, según el
tamai'í.o de la teja; la teja usada para estos casos tendrá
un pequefio agujero en su parte superior , como se ve en
la figura 23, que permite la colocación del alambre para
amarrar la; algunas tejas se fabrican también con un
peq ueño talón o protube rancia, que les sirve de sostén al

Fig. 23.
colocarla s, de manera que dicho talón descanse sobre los
listones horizont ales colocados sobre las alfardas .
Teja de madera- El tejado de madera es más popular -
mente conocido en Colombia con el nombre de tejado de
astilla, debido a que generalm ente en los campos se hacen
estos t ejados con trozos de madera sin pulir.
La teja de madera no debe usarse en techos de incli-
nación menor de una cuarta parte de la luz, porque pue-
den producir se goteras con facilidad ; se presta este tipo
de t eja para techos fuertem ente inclinad os.
Gen eralmen te se coloca la teja de madera sobre listo-
nes horizont ales, tal como se ve en la figura 25. Estos
listones tendrán entre sí una separaci ón igual a la parte
de t eja que ha de quedar descubie rta, generalm ente aire-

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A R Q U 1 T E C T U R A A L D E A N A Y R U R A L 53

dedor de 10 centímetr os, de manera que sirvan para clá ·


var cada hilera de tejas como se ve en la figura.
Para que un tejado de esta clase preste toda clase de
garantías , las tejas deben colocarse de manera que sólo
una tercera parte de su largo quede descubier ta; así se
obtiene que en cualquier punto del tejado, haya el grueso
de tres tejas; es convenien te también que la parte supe--

Fig. 24.

rior más delgada d, de cada teja, sobrepase 3 o -4: centí-


metros por debajo de la parte más gruesa inferior e de
la tercera teja colocada encima.
Colocación de la teja de madera- Las primeras hilada.>
de tejas deben ser dobles o triples, para que las junturas
queden protegida s y no permitan el paso del agua; las
tejas en estas primeras hiladas deben proyectar por lo
menos 3 centimetr os fuera de la armazón del techo, de
manera que formen un cortagote ras. La parte inferior
de las tejas e debe formar una linea recta; cada teja debe
estar clavada con dos puntillas en su parte superior.
como se ve en la figura 25; las junturas de las tejas en
cada hilada deben quedar trabadas ~on las de las hiladas

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54 B 1B L 1O T E e A A L D E A N A D E e O LO M 8 A

superiores, teniendo cuidado de que las cabezas de las


puntillas no queden directamente debajo de una juntura
La juntura entre dos tejas no debe hacerse ajustada,
sino dejando un espacio como de Y2 centímetro entre
ambas tejas, con el objeto de que la expansión o dilata-
ción de las tejas al mojarse no cause daños en el tejado .

Fig. 25.

Es conveniente proteger las tejas de madera contra : -::;


efectos de la intemperie por medio de creosota; en a
comercio se consiguen preparaciones para este efect
algunas de ellas en diversidad de colores, de manera que
a la vez que se protege la madera. se le da un color que
puede hacerla más atractiva. Esta protección hace que
la teja de madera dure muchos años. En algunas part e~
se usan tejas de madera más o menos pulidas, pero est;.J

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,A :- Q U 1 T E C T U R A A L D E A N A Y R U R A L 55

n:> perfectamente indispensable, y puede considerarse


~s
e~ general como más atractivo y de mejor efecto un te-
jado hecho con tejas más rústicas.
anales maestras-Las canales maestras en un tejado
de madera deben protegerse con lámina metálica, tal
como se ve en la figura 25; esta lámina se corta en piezas
que tendrán un ancho algo mayor que la parte de teja
que quedará expuesta, de manera que las superiores re-
pisen 3 o 4 centímetros sobre las inferiores; la manera
de colocar estas canales es la siguiente: primero se colo-
ca:ú una hilada de tejas a cada lado de la canal; luégo
la pieza metálica correspondiente a esa primera hilada;
en seguida la segunda hilada de tejas, dejando unos 4
centímetros de metal descubierto en el centro, como se
ve en la figura; se coloca luégo la segunda pieza metálica
y se continúa de esta manera hasta completar todo el
largo de la canal. De esta manera quedan perfectamente
protegidas las canales, y como la parte metálica que
queda descubierta es muy pequeña, no se daña el aspecto
de! tejado.
Limatones-Los limatones en los tejados de madera se
hacen de una manera semejante a las canales, según
puede verse en la figura 26, protegidos por piezas de lá-
mina metálica a; los bordes de las tejas de un lado mon-
tan sobre las tejas del otro lado, alternándose en cada
hilada.
Caballetes-El sistema más sencillo de formar los ca-
balletes en los teja dos de astilla, consiste en colocar dos
tablas horizontales. ensambladas como se ve en la figura
27. en a; sin embargo, puede ocurrir fácilmente que por
la juntura de estas dos tablas penetre el agua; para evi-
tar esto. puede colocarse encima, tapando la juntura, un
trozo de madera rolliza. como se ve en b, y aún mejorar

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56 B 1B L 1O T E e A A L D E A N A D E e O L O M B 1A
mucho más las condiciones de seguridad del caballete,
recubriendo estas tablas a y el trozo redondo b con lá-
mina metálica, como se ve en e, la cual se clavará por
medio de puntillas d.
Tejados metálicos- La teja metálica más conocida en-
t re nosotros es la corrugada, que viene en láminas de

Fig. 26.
hierro galvanizado, de O. 85 por 2.15 metros, y de diversos
gruesos. No recomendamos el techo metálico, pues posee
multitud de inconvenientes, que no lo hacen desear como
la techumbre ideal, a menos que en su colocación se ob-
serven ciertas condiciones de que tratamos más adelan-
te; en las formas en que se usa generalmente, es un techo
que proporciona gran incomodidad y es peligroso para la

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JI,·R Q .lJ 1 T E C T U R A JI. L D E A t'~ A Y R U R A L 57

salud, .debido a que está sujeto a sufrir fuertes cambios


de temperat ura. Nos permitim os aconsejar que, en cuan-
to sea posible, se evite el uso de la teja metálica en las
habitacio nes; en edificacio nes de otra índole, como bo-
degas, establecim ientos industrial es, etc., pueüe usarse
con buen resultado por lo económic a que resulta y por la
fa~ilidad con que se transport a, lo que hace que se haya
populariz ado tánto, aun en los lugares más apartados .

Fig. 27.

Una de las formas más prácticas para evitar los peli-


gros que traen consigo los cambios bruscos de tempera-
tura en los techos metálicos , consiste en dotar siempre
a las habitacio nes de cielos rasos hechos de algún mate-
rial aislante; los comúnme nte usados de guadua o caña-
brava y pañete, cumplen muy bien este fin; los metálicos

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53 B 1B L 1 O T E e A A L D E A N A D E e O LO M 8 A
no servirían en este caso, pues son magníficos conduc:o-
res del calor y del frío, y poco se ganaría teniendo tejado
y cielo raso del mismo material.
Colocación-L a teja metálica de hojas grandes puede
colocarse sobre un entablado completo puesto horizontal-
mente encima de las alfardas, o sobre simples listones o
perlines; este método es el más usado, por ser el más sen-
cillo y económico. El lado por donde ha de empezarse el
trabajo de colocación de las tejas debe determinarse en
cada caso por las condiciones de los vientos predominan-
tes del lugar; donde ventea fuertemente del lado det·e-
cho, se empezará por el lado izquierdo; asL las aguas de
las lluvias no entrarán por las junturas de las tejas.
Las puntillas con que se clavan las tejas a los listones
se pondrán únicamente en los lados y en los extremos;
las tejas superiores montarán sobre las inferiores unos
10 centímetros; las cabezas de las puntillas se cubrirán
con una gota de plomo o de soldadura para evitar ta:::n-
bién que el agua pueda entrarse por el agujero hecho con
la puntilla.
Canales, limatones y caballetes-Pa ra el acabado de
estas partes en un tejado metálico. se consiguen en el
comercio las piezas especiales que facilitan grandemente
el trabajo y hacen que el tejado resulte impermeable,
siempre que su colocación se haga cuidadosamen te.
Techos de paja-Se construyen los techos de paja, con
una gran variedad de materiales: la paja del trigo se usa
en las tierras altas. donde este cultivo es muy común: en
las tierras calientes se usan la iraca. varias clases de
palmas. entre las cuales una de las mejores es la llamada
sará; en los climas templados el rabo de rorro propor-
ciona una buena paja para los techos. y en fin. en c3.da
región hay diversidad de materiales de esta índole apro-

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A R Q U 1 T E C T U R A A. L D E A N A Y R U R A L 59

piados para las techumbres. Advertimos que estos ma-


teriales tienen distintos nombres en varios lugares.
En general, el techo pajizo se usa con mejores resul-
tados en los climas fríos, pues en las tierras calientes
tiene el inconveniente de proporcionar fácil albergue a
toda clase de bichos, como chinches, garrapatas, alacra-
nes, etc.
Hay algunos de estos materiales que son muy inflama-
bles, como la llamada palma amarga, en algunos lugares
de la Costa Atlántica; la palma sará, la paja del trigo y
otras, son menos inflamables, y se da el caso de que algu-
nos techos de paja, después de algún tiempo de estar
colocados, se hacen tan compactos que son casi incom-
bustibles.
Los techos de paja tienen varias ventajas, entre las
cuales podemos citar las siguientes: son muy baratos;
su construcción es sumamente sencilla y rápida; son
magníficos aislantes del calor y del frío, por lo cual pro-
porcionan a las habitaciones una gran uniformidad de
temperatura, y si se hacen con cuidado y con buenos
materiales, resultan de una gran belleza; tienen también
la ventaja de poder dárseles formas distintas, como cir-
culares, cónicas, etc.; con otros materiales sería difícil
obtener, en estas formas , un buen aspecto y acabado del
techo. Ha de tenerse gran cuidado en la colocación de
la paja. para que todo el techo resulte de un grueso uni-
forme; los extremos inferiores y los caballetes deben re-
cortarse también cuidadosamente, tal como se ve en va-
rias de las ilustraciones que forman la segunda parte de
esta cartilla; esto hace ganar enormemente en aparien-
cia a la casa y es muy sencillo de hacer.
La construcción de los techos de paja es tan simple y
tan conocida en todos nuestros campos, que no vale la
pena de explicarla muy extensamente. Unicamente que-

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60 B 1B L 1O T E e A A L D E A N A D E e O L O M B 1A
remos recalcar que se trate de hacerlos con los mejores
materiales que puedan conseguirse en cada lugar, con
gran cuidado, y que se construyan con pendientes fuertes
para que el agua corra con facilidad y la paja se seque
rápidamente; esto los hará más durables y puede propor-
cionar a la vez un zarzo utilizable para granero u otros
fines semejantes.
Otros tipos de tejados-Hem os tratado más o menos
extensamente sobre los materiales de tejados más co-
múnmente usados en nuestro país; hay otros materiales
de procedencia extranjera, que se usan muy poco entre
nostros por razón del alto precio a que hoy resultan .
Tejas metálicas pequeñas y en distintas formas; tejas a
base de composición de asfalto, de asbestos y otras; tejas
de pizarra , y además una gran variedad de productos
patentados. No entramos a analizar y a explicar los sis-
temas de colocación de estos varios materiales, porque
nuestra pequeña cartilla se convertiría en un tratado
extenso de construccione s, lleno de cosas sin utilidad
práctica para la mayoría de nuestros lectores. Además,
todos estos materiales extranjeros vienen acompañados
de folletos descriptivos, que indican claramente la mane-
ra de colocarlos.

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A ~ ::2 U 1 T E C TU R A ¡. L D E A N A Y R U R AL 61-

PISOS

En este capítulo trataremos sobre la construcción de


pisos interiores en las habitaciones. Estos pisos se hacen
de varios materiales, entre los cuales los más usados son
la madera, el concreto, el baldosín y el ladrillo. -
En todo edificio, el piso es seguramente la parte que
está sometida a mayor trabajo; por lo tanto, debe ser
uno de los elementos construidos con mayor cuidado y
esmero. En su construcción deben emplearse materiales
de la mejor calidad, ya que al fin, esto redundará en eco-
nomía efectiva.
Pisos de madera-La primera precaución que debe te-
nerse en cuenta al construir pisos bajos de madera es la
de colocarlos a una altura conveniente sobre el nivel del
terreno y proporcionar al espacio libre que quedará así
entre el terreno y el entablado, tma buena ventilación;
de lo contrario la madera se pudrirá rápidamente. Esta
altura del piso puede variar según el mayor o menor
grado de humedad del terreno o según el gusto personal
del constructor, pero debe procurarse que sea cuando
menos, alrededor de 50 centímetros.
Los pisos de madera constan generalmente de dos
partes. que son las vigas y el piso propiamente dicho.
Las Yigas se llaman de varias maneras, en distintas par-
tes; en algunos sitios se les llama entresuelos, en otros
durmientes, en otros canes. Para evitar confusiones en
esto;;; nombres. las llamaremos simplemente vigas.
Arquitectura-4

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62 B 1B L 1OTEe A ALDEA N A DE e O LO M B 1A

Dichas vigas han de ser de madera resistente y seca,


para evitar que se tuerzan y revienten, lo que ocasionaría
desperfecto s serios en el piso. Cuando la construcció n es
de mamposter ía, se empotran en el muro tal como se ve
en la figura 28; a, es el muro; b, las vigas; e, el piso de

Fig. 28.

madera; en construcció n de madera, la colocación de las


vigas del piso será tal como se ve en la figura 29. Esta
figura muestra el detalle de construcció n en una esquina
del edificio; a, es el cimiento de piedra, concreto o la-

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A. R Q U 1 T E C T U R A 1\ L D E A N A Y R U R A L 63

drillo, en el cual pueden verse los pequeños agujeros para


la ventilación del entrepiso; b, es la repisa o sillar que

Fig. 29.
proporcion a apoyo tanto a los parales e, que forman los
muros, como a las vigas d, del piso; e, es el piso de lis-
tones machihemb reados.

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64 B1BL 1O TE eA A L D EA N A D E e O L O M B1A
Las dimensi ones de alto y grueso de las vigas varían
según la luz o ancho de la sala en que se colocan; gene-
ralment e pueden variar entre 15 y 20 centíme tros de alto
y entre 5 y 8 de grueso; el largo, naturalm ente está su-
jeto a las dimensi ones de la sala; han de colocars e las
vigas, hasta donde las circunst ancias lo permita n, en el
sentido más corto de cada sala; cuando hay necesida d
de salvar distanci as grandes , mayores de 5 metros, es
preciso proporc ionar a las vigas un apoyo intermed io,
con un pequeño muro o columna s si se trata del piso bajo,
o con vigas maestra s cuando se trata de pisos altos. Es
también indispen sable reforzar las vigas de los pisos por
medio de barrotes , como se ve en la figura 28, en f y g.
Estos son dos sistemas que pueden usarse indistin ta-
mente, siendo preferib le para luces grandes el mos-
trado en g; los barrotes se clavarán fuerten ente a las
vigas para evitar que puedan desprend erse; han de en-
trar forzados en el espacio de las dos vigas, pues su ob-
jeto es evitar cualquie r movimie nto o flexión horizon tal
de éstas.
En los pisos altos pueden utilizars e las vigas para la
colocación de los cielos rasos del piso inferior .
Pisos de concret o-Los pisos de concreto se usan gene-
ralment e en lugares que han de quedar expuesto s a la
intempe rie o donde por cualquie r circunst ancia especial
han de estar sujetos a mojarse frecuent emente; el con-
creto por sí mismo es un materia l bastante imperme able
cuando se hace debidam ente; cuando se requiere una im-
permeab ilización perfecta puede hacerse en una forma
análoga y por cualquie ra de los sistemas explicad os antes
en el capítulo de imperme abilizaci ón.
Por las razones expuesta s. se usa con buen éXito el con-
creto en los pisos de patios, corredor es, andenes , baños,
azoteas, etc.

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A R Q U 1 T E C T U RA A L D E A N A Y R U R A L 65

Se emplea el concreto en dos formas o sistemas de


construcc ión: concreto simple y concreto reforzado . El
concreto simple es el que está formado únicamen te por la
mezcla de cemento, arena, cascajo y agua; concreto re-
forzado es el que está además combinad o con acero, que
le da una mayor resistenci a, indispens able en ciertos
casos.
El concreto simple se usa para andenes, paviment os,
muros de contensió n, y en algunos casos para fundacio-
nes, pisos y muros. •
Para pisos se usa el concreto simple únicamen te cuan-
do éstos han de ir colocados directame nte sobre el terre-
Jl.O. En estos casos hay necesidad de hacer una excavació n
que se nivelará cuidadosa mente; si al hacer esta exca-
vación se encuentr an sitios de terrenos muy blandos, hay
necesidad de re€mplaz ar éstos por cascajo o tierra de
buena calidad, bien pisada. Una vez nivelado el terreno,
se extenderá , en toda la superficie del piso que ha de
construirs e, una buena capa de cascajo o triturado bien
apisonado ; esta capa puede variar de espesor según el
u~o que haya de tener el piso, pero por lo general y en la
mayoría de los casos una base de 10 o 15 centímetr os de
espesor será suficiente . Una buena mezcla para pisos de
concreto simple se obtendrá con una parte de cemento,
tres partes de arena y cinco de cascajo o triturado .
Los pisos de concreto colocados directame nte sobre el
terreno no deben hacerse de una sola pieza, sino dividi-
dos en cuadros pequeños , aproxima damente de l. 50 me-
tros, dejando entre ellos junturas de un centímetr o más
o menos, que se llenarán luégo con asfalto u otro mate-
rial elástico, que permita la dilatación causada en el con~
creto por los cambios de temperat ura. Estas junturas de
dilatación han de ser naturalm ente de toda la profun-
didad que dé el espesor del concreto, desde la superficie

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66 B 1B L 1O T E e A A L D E A N A D E e O L O M B1A
hasta la base, y se pueden dejar fácilment e usando lis-
tones de madera del grueso y ancho necesario s, como se
ve en b, figura 30.
El sistema de construcc ión de pisos de concreto ilus-
trado en esta figura , es bastante bueno; se procede en la
forma siguiente : una vez nivelado el terreno y colocada
debidame nte la base d, se ponen los listones b formando

Fig. 30.

cuadros; estos listones se mantend rán en sus sitios por


medio de pequeñas estacas e y puede entonces proceders e
a la colocación del concreto en los cuadros marcados a;
una vez terminad a esta operación , se retirarán las estacas
e y se pondrá el concreto en el resto de los cuadros, te-
niendo cuidado de que los listones b permanez can bien
colocados; cuando el concreto ha empezado a fraguar se

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A R Q U 1 T E C TU R A A L D E A N A Y R U R AL 67

retirarán cuidadosam ente los listones, y más tarde se lle-


narán las junturas con asfalto.
El acabado final de la superficie de un piso de esta
naturaleza debe hacerse tan pronto como el trabajo de
colocación y nivelación del concreto se haya terminado
y antes de que éste se seque; este acabado puede hacerse
con una mezcla de una parte de cemento y dos de arena
limpia. obteniéndo se una superficie perfectame nte lisa o
un poco áspera, según el caso de que se trate; la primera
se consigue con un palustre de metal y la segunda con la
llana de madera; en la generalidad de los casos es pre-
ferible esta última clase de superficie, pues la primera se
hace muy resbaladiza cuando se humedece y puede ofre-
cer peligTo a quienes caminen por ella. La capa de aca-
bado final del piso puede tener alrededor de 2 centímetro s
de espesor.
Cuando hay necesidad de aplicar esta superficie final
a un piso de concreto que ya está perfectame nte seco, se
procederá en la forma siguiente: se lava perfectame nte
y con agua limpia el concreto, se aplica una capa delgada
de cemento, mezclada con agua, y cuando todavía esta
capa está húmeda, se coloca la capa de cemento y arena
como ya se explicó antes.
Hay casos en que no es necesario tener un piso de su-
perficie muy uniforme, y puede entonces dejarse el con-
creto sin la capa final de acabado.
Para que el concreto obtenga un buen fraguado , hay
necesidad de mantenerlo bien húmedo durante varios
dias; esto puede obtenerse fácilmente cubriéndolo cor.
una capa de arena o con ramas que se mantendrá n bien
mojadas.
No trataremos aquí de la construcció n de placas de con-
creto en los pisos altos, ni de vigas ni otros elementos d~
este material, pues este es un tema que por su extensión

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68 B \ B L \OTEe A ALDEA N A DE e O LO M B \A

no está dentro de las posibilida des que esta cartilla con-


templa; además, ello requiere cálculos y diseños espe-
ciales para cada caso, así como la presencia de un inge-
niero.
Pisos de baldosín y de ladrillo-L os pisos de baldosín
de cemento y los de ladrillo delgado, se construye n de
manera muy semejant e . El ladrillo comúnme nte usado
para pisos se elabora en bloques de 25 o 30 centíme·tr os
en cuadro y de 3 o 4 centímetr os de espesor; algunas ve-
ces se usan también ladrillos de mayor espesor en pisu'>
que han de tener trabajo muy duro como los pavimento~
de calles y plazas; pa1a ~:.::~os casos ~e e:r.!plea general-
mente ladrillo del tamaño corriente usado para muros,
pero cocido a altas temperat uras para que resulte muy
resistente .
El baldosín de cemento se consigue generalm ente ele
20 centímetr os en cuadro y 2 centímetr os de espesor, en
toda variedad de colores y diseños.
Para la colocació n de estos baldosine s o de ladrillo del-
~ado, se dispone una base semejant e a la indicada para
los pisos de concreto; esta base puede también ser for-
mada por piedras como de unos diez centímetr os de diá-
metro, colocadas firmemen te sobre el terreno y cuñadas
con arena y cascajo; sobre este tendido de piedras .s·~
pondrá también una pequeña capa de concreto para ob-
tener una superficie a nivel y luégo se procederá a colo-
car el baldosín o el ladrillo asentado sobre mortero de
cemento. En construcc iones baratas de pisos de ladrillo.
se acostumb ra colocar éste sin mortero, únicamen te bien
asentado sobre la base o entresuel o de piedra, nivelada
con tierra y arena; una vez terminad o el trabajo de co-
locación del ladrillo en esta forma en toda la extensión
del piso. se llenan las pequeñas junturas que quedan en-

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P.. R Q U 1 T E C T U R A A L D E A N A Y R U R A L 69

tre los ladrillos, con arena fina y limpia, haciéndola pe-


netrar hasta llenar completamente todas las uniones;
cuando se hace el piso en esta forma, hay necesidad d~
colocar los ladrillos por hiladas, de manera que las j un-
turas de los bloques resulten trabadas, pues así se consi-
gue una mayor resistencia. En los pisos de baldosin se
llenan las junturas con una lechada de cemento.
Cuando se trate de pisos en patios, andenes, etc., ha.T
que tener cuidado de darles desnivel suficiente y ade-
cuado para que el agua no se deposite y corra con faci-
lidad hacia los lugares más apropiados para localizar lo-s.
desagües.

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70 B 1B L 1O TE eA A L D EA N A D E e O LO ' 3 1A

ABASTECIMIENTO DE AGUAS
Bien sabido es que el agua es uno de los elementos más
indispensables en la vida humana y que debe reunir cier-
tas condiciones de pureza sin las cuales es perjudici:l.l
para el hombre y hasta para los animales. Se utiliza ,el
agua como bebida, como complemento en la preparación
de varios alimentos y para el aseo tanto personal como
de nuestras ropas, utensilios y viviendas.
Generalmente las aguas contienen sustancias en sus -
pensión y en disolución de las cuales unas son nocivas Y
otras son favorables para la salud. Las sustancias O!'-
gánicas por lo general son perjudiciales, debido a la des-
composición que se efectúa; las materias vivientes pue-
den ser parásitos o microbios; los parásitos pueden ser
fácilmente expulsados por un filtrado corriente; no a3í
los mierobios, por lo cual son más peligrosos. En la ma-
yoria de los casos los microbios de que están cargadas las
aguas son nocivos y originan la propagación de enfer-
medades como el tifo, el cólera, la disentería. etc.
Está muy generalizada la idea de que las aguas lluvia.;
son las más puras, pero .si pensamos un poco nos dare-
mos cuenta de que no es así. En efecto, las lluvias son
procedentes de aguas evaporadas de la superficie terrez-
tre que al subir se licúan y luégo caen de nuevo arras-
trando naturalmente a .su paso gran cantidad de mate-
rias extrañas que flotan en el espacio y las hacen impo-
tables.

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A R Q U 1 T E C T U R A A. L D E A N A Y R U R A L 71 '

Por regla general puede decirse que las aguas de ma-·


nantiales son las mejores debido a la filtración que su-
freb ·al pasar por las capas permeables del terreno que
retiene todas las materias en suspensión que pueda aqué-
lla tener; la constitución del terreno influye muchísimo·
en la ca'lidad de las aguas que corren por él.
El agua de los rios a inmediaciones de los centros de ·
población es muy poco pura, pues recibe toda clase de ·
materias extrañas que perjU{iican su pureza primitiva;
su temperatura casi siempre es más alta que la de las
aguas de·. manantial.
Es €ierto que al correr se purifican en parte debido a la
filtración ocasionada por las arenas Y el cascajo y a !a·
aereación, sobre todo en los rios muy torrentosos.
Las aguas de los lagos situados en parajes montaños~ s
son casi siempre de muy buena calidad; en ést_os debe ·
preferirse el agua del centro, es decir, la más retirada de ·
las orillas, pues cerca a éstas sufre con frecuencia conta-
minaciones por residuos vegetales y orgánicos; los lagos '
de aguas muy quietas no son recomendables. Una bue-
na seña de que las aguas de los lagos sean buenas, es que ·
vívan peces en ellas.
Las aguas de estanques y pantanos son las peores de- .
bido a la putrefocción de toda clase de materias que con.:. .
tienen, a la presencia de gases dañinos, y a otra muiti"
tud de factores que las hacen poco recomendables.
Las aguas de pozos subterráneos pueden ser buenas 0
malas. Las de pozos muy superficiales son por regla ge~
neral de mala calidad debido a que la filtración de los
cuerpos extraños no se efectúa de una manera perfect:.:t;
en cambio, las procedentes de pozos bastante profundo::>
de veinte o veinticinco metros, son por lo general bas- -
tante buenas. Las agl'Jas de estas prc.::edenc!as c! :; b~n

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72 B 1B L 1O T E e A A L D EA N A D E e O L O M B1A
airearse bien antes de usarse para la bebida o prepara -
ción de alimento s.
El Departa mento Naciona l de Higiene está llevando a
cabo en la actualid ad varias publicac iones sobre las ma-
neras más práctica s y sencillas de purifica r las aguas.
También el Minister io de Educaci ón Naciona l hará otras
publicac iones en que se traten más a fondo estos temas
tan importa ntes.
Siempre es conveni ente, por no decir indispen sablo,
efectuar análisis minucio sos de las aguas para determi -
nar su grado de pureza y potabili dad. Unas simples ob-
servacío nes pueden darnos ligera idea de la calidad del
agua, aunque, naturalm ente, no puedep. tomarse como
precisas ; el agua es potable cuando es límpida, fresca.
aireada, insípida , libre de olor, cuando no corta el jabón
y no contiene gran cantidad de sustanci as minerale s; e;;
pura cuando no contiene gérmene s patógen os.
No puede consider arse como seguro que el agua es pura
cuando es transpar ente, pero en cambio sí puede decirse
con segurida d que es impura, cuando presenta alguna
coloraci ón. Si huele mal ello se debe a que contiene sus-
tancias extraña s en putrefac ción, aunque a simple vista
no se vean. Si tiene sabor acidulad o, dulce o salado, debe
rechaza rse.
Distribu ción de las aguas-L a distribuc ión de las agua:>
se hace por medio de tuberías de varios material es y di-
mension es, según el caso; las más usadas entre no~otr os
son las de hierro galvaniz ado y las de ladrillo; 1M hay
también de plomo, de bronce, de concreto , etc.
En el comercio de casi todas nuestras ciudades y po-
blacione s se consigue n tuberias de hierro galvaniz ado y
de ladrillo con todos los aditame ntos y accesori os nece-
sarios para hacer instalaci ones que presten un buen !er-

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A R Q U 1 T E C T U R A A L D E A N A Y R U R A L 73

vicio. Entre estos accesorios, los más indispensables ge-


neralmente, son: conexiones, reducciones, codos, tee::;,
yees, llaves, registros, tapones, etc.
Tanques-En los sitios donde no es posible obtener una
fuente de abastecimiento constante, como ocurre en al-
gunas ciudades y poblaciones donde el agua es un poco
escasa, hay necesidad de proveerse de tanques de alma-
cenamiento que se llenan en pocas horas y que han de
tener la capacidad suficiente para proporcionar buen
abastecimiento de agua durante el día. Naturalmente,
en los sitios donde se consigue una buena presión y
fuente constante, no debe usarse el tanque de almace-
namiento, no sólo por economía en la instalación, sino
también porque generalmente es más fresca y pura el
agua tomada directamente de la fuente o de la red ge-
neral de distribución en las ciudades, que la que ha per-
manecido por algún tiempo en estos pequeños tanques.
Se fabrican los tanques, de varios materiales, segú.'l
las posibilidades de cada sitio o según la calidad del
agua. Los más usados son los hechos con lámina de hie-
rro galvanizado o de hierro negro; en muchas partes se
consiguen fácilmente canecas de las que se usan para
empacar aceite, grasa, gasolina, etc., y que sirven bien
para este fin; estas canecas son generalmente <le una
capacidad aproximada de 200 litros.
Hay ciertas aguas que atacan con facilidad los metales;
en estos casos es necesario usar tanques de otros mate-
riales; los de concreto son bastante buenos. pero por lo
general resultan un poco costosos; puede obtenerse un
buen tanque usando un tonel de madera de los que se
usan para envasar vinos; éstos se consiguen en gran
variedad de tamaños. son perfectamente impermeables
y conservan al agua su frescura y sabor originales.

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74 BI BLIOTECA ALDEANA DE COLOMBIA

El tanque debe colocarse a un nivel superior al de la


salida de agua más alta que exista en la casa, en lugar
ventilado y fresco; debe cubrirse con una tapa movedi-
za provista de un buen espacio de anjeo metálico muy
fino , lo cual a la vez que le da ventilación al agua, evita
que le caigan basuras e insectos.
Bombas-Cuando la presión obtenible no es suficien-
te para hacer subir el agua a la altura necesaria, es in-
dispensable el uso de bombas; se consiguen bombas
para accionar a mano, con electricidad o con un molino
de viento. Por medio de la bomba se eleva el agua hasta
el tanque colocado debidamente, y desde allf se distri-
buye luégo en la forma ya explicada, a todas las de-
pendencias de la habitación. Hay otros sistemas de
bombas que trabajan automáticamente por medio de
un compresor; con éstas no se necesita tanque elevado,
pues proporcionan presión suficiente para elevar el
agua a altura considerable en el momento preciso de
abrir una llave cualquiera de la instalación; se conec-
tan sencillamente a un depósito que pHede estar loca-
lizado en el suelo.
Arietes-El ariete es también un sistema para elevar
el agua hasta los tanques, muy práctico en lugares don-
de no hay energía eléctrica, pues trabaja valiéndose úni-
camente del agua que ha de elevar. Eleva por término
medio, una décima parte del agua que necesita para su
funcionamiento. Es necesario suministrar al ariete una
· pequeña caída de agua, proporcionada a la altura que
se quiere que tome el agua elevada por el mismo ; por lo
general esta proporción es de 1-7, es decir, que para ob-
tener que el agua suba a 7 metros de altura, es necesaria
una caida de 1 metro. No debe usarse el ariete con una
•caída de agua menor de 90 centímetros; tampoco debe

©Biblioteca Nacional de Colombia


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76 B 1B L 1OTEe A ALDEA N A DE e O LO M B 1A

usarse una proporción mucho mayor de la indicada, es


decir, 1-7, pues la excesiva presión podría dañar el fun-
cionamiento del ariete.
En la figura 31 se ve un esquema de la colocación del
ariete con respecto a la toma del agua y al tanque de al-
macenamiento. Los diámetros de los tubos de alimen-
tación y descarga dependen del tamaño del ariete usado;
por regla general, el tubo de descarga será de un diáme-
tro igual a la mitad del que tenga el tubo de alimen-
tación.

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A R Q U 1 T E C T U R A A. L D E A N A Y R U R A L 77

DESAGUES
Los desagües de una casa consisten en una red de tu-
bería convenie ntemente dispuesta para que sirva como
conducto r de aguas sobrantes e inmundic ias hasta el al-
cantarilla do general de la población o hasta otros sitios
apropiado s para recibir tales materias.
Todas estas tuberías de desagüe han de tener una
pendiente suficiente para que las aguas y demás mate-
rias corran con facilidad y rapidez. Esta inclinació n no
puede ser menor del dos por ciento, y cuando no es po-
sibLe obtenerla es necesario usar sistemas mecánicos
como bombas o eyectores de aire comprimido que impul-
san las materias contenida s en un depósito, hacia la al-
cantarilla , pozo séptico u otro lugar apropiado .
Materiale s--Los materiale s más usados para tubos de
desagüe son el gres, el concreto, el hierro fundido, el plo-
mo, el estaño, el cobre, etc.
El asperón o "gres" es fabricado con arcilla cocida a
altas temperatu ras, hasta conseguir que se vitrifique ; se
fabrican entre nosotros tubos de gres de todas las dL
mensione s requerida s en los casos corrientes , además de
los accesorios necesario s para hacer buenas instalacio -
nes; los tubos se hacen por lo general en secciones de un
metro de largo aproxima damente, y con terminaci ón en
forma de campana en uno de los extremos ; el otro ex-
tremo es plano y enchufa en la campana de otro tubo
para formar as! las uniones.
Los tubos de hierro fundido se consiguen en el comer-

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78 B 1B L 1O TE eA A L D EA N A D E e O L O M B1A
cío, pero son de procedencia extranjera . Se fabrican dos
calidades, la corriente y la .extra. Como los de gres, lo.s
tubos de hierro fundido están provistos de una campan<l.
en uno de los extremos.
Los tubos de plomo son quizás los que reúnen las me-
jores condiciones para desagües; desgraciadamente en-
tre nosotros su aplicación es casi nula, debido al a'.to
costo. Se fabrican tubos de plomo en los diámetros ne-
cesarios para todos los casos corrientes de desagüe~; el
largo varía de acuerdo con el diámetro; tubos de un día-
metro inferior a una pulgada, se fabrican en una !orgi -
tud de 18 metros, aproximadamente; entre una y dos
pulgadas, de 10 u 11 metros, y los de diámetros mayores,
de unos tres metros, aproximadamente; la gran longitu<:'.
de estos tubos en relación con la de otros materiales, es
quizás una de sus mayores ventajas, pues se reduce el
número de uniones; las uniones son por regla general !os
puntos más débiles de toda tubería.
Los tubos de estaño, cobre, bronce y otros usados en el
exterior. son también casi desconocidos entre nosotros
por razón de su alto precio.
Entre nosotros, los tubos de gres son los más usados
en aquellas partes que han de ir enterrados total o par-
cialmente; en las partes en que la tubería no ha de estar
en contacto con la tierra. son mejores los tubos metá-
licos.
Diámetrcs-El diámetro de la tubería es cuestión im-
portantísima; hay la creencia muy generalizada de que
una tubería de desagüe es mejor mientras mayor sea su
diámetro; esta creencia es perfectamente errónea, pue.>
el agua de limpieza apenas alcanzaría a humedecer los
excrementos y demás materias sólidas que encontrara a
su paso en lma tubería de sección muy amplia; en cam-

©Biblioteca Nacional de Colombia


A R Q U 1 T E C T U R A A L D E A N A Y R U R A L 79

bio, la fuerza de propulsión de esta misma cantidad de


agua sería mayor en una tubería de menor diámetro.
Natm·almente, no hay que caer tampoco en el error con-
trario; una cafiería demasiado estrecha puede obstruirse
con facilidad sobre todo en los codos y sifones. Natural-
mente el diámetro de las tuberías depende del número de
retretes, vertederos, etc., que han de desaguarse; por
regla general, puede establecerse como mínimum un diá-
metro de diez centímetros; sólo en casos especiales se
necesitaría llegar hasta veinte o veinticinco, cuando el
número de habitantes del edificio pasa de ciento. Las
tuberías parciales para desagües de baños, lavamanos,
aguas de lluvia, y en general todas las que no han de
arrastrar materias sólidas, pueden hacerse de diámetros
pequeños, hasta de cuatro o cinco centímetros.
Uniones-El punto más delicado y que requiere mayores
cuidados en la construcción de una alcantarilla, es el
empalme de los tubos; con uno solo de estos empalmes
que quede mal ejecutado, es suficiente para que se pierda
el efecto de toda la alcantarilla; los líquidos se escapan
por una juntura mal hecha, las materias sólidas entonces
se acumulan y obstruyen la tubería, el suelo se conta-
mina, los sifones se hacen inútiles y toda la red pierde
sus condiciones de salubridad. Con frecuencia ocurre que
no se da importancia al buen acabado de las tuberías por
el hecho de que han de quedar invisibles; contra esta
costumbre hay que luchar, dándole a estos detalles toda
la importancia que merecen.
Piezas especiales- Para facilitar el trabajo de instala-
ción y obtener mejor calidad en el acabado de la tubería,
se usan varios tipos de tubos y piezas especiales.
Ouando hay necesidad de cambiar de dirección o de
pendiente. se usan tubos en curva. de ángulos variables;

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'80 B 1B L 1O T E e A A L D E A N A D E e O L O M B 1A
deben evitarse, hasta donde sea posible, los ángulos agu-
dos. pues son siempre causa de fáciles obstrucc iones;
cuando esto sea imposibl e de evitar, debe hacerse el tramo
en canales abiertas , dentro de una cámara de inspecci ón
que puede limpiars e y examina rse con facilidad . Es muy
•conven iente procura r que se reúna el mayor número .po-

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1 1
Fig. 32.
sible de las tuberías parciale s en un solo punto, donde se
establec erá una caja de inspecci ón, como se ve en la figura
32; todas las tuberías a, b, e y d, desembo can en conduct os
abiertos o canales de sección semicirc ular, a las cuales se
les da una forma de curva suave para conduci rlas a la

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A R Q U 1 T E C TU R A A. L D E A N A Y R U R AL 81

canal maestra e, que conducirá todas las aguas e inmun-


dicias al colector general o alcantaril lado; todas las tu-
berías parciales han de ser en línea recta desde los ver-
tederos, retretes, etc., hasta la caja de inspecció n, lo cual
facilita su examen y limpieza. Naturalm ente, las cajas de
inspecció n hay que localizarl as en los patios o jardines y
han de estar provistas de tapas hermética s que no per-
mitan la salida de malos olores, pero que puedan levan-
tarse sin mayores dificultad es.
Para los cambios de diámetro en las tuberías se fabri-
can reduccion es de todos los tamaños.
Para los empalmes de una tubería con otra se usan
tubos especiale s provistos de una o varias boquillas, per-
pendicula res u oblicuas al tubo, y que se llaman gene-
ralmente Y, T, doble Y, según la forma que tengan.
Registro s-Se fabrican especialm ente para inspeccio nar
con facilidad algunos tramos de las tuberías; estos regis-
tros se hacen en tubos rectos o en los de Y, T, sifones, etc.,
y están provistos de una tapa.
Entre los elemento s indispens ables para una buena
tubería de desagüe ocupan puesto importan tísimo los si-
fones. Estos son tubos en forma de S, que impiden el
paso de los gases y malos olores desde la alcantari lla al
interior de la habitació n a través de las tuberías; en la
figura 33 se muestra una sección inferior de un sifón, en
la que se ve claramen te que los gases provenien tes de la
alcantaril la en la dirección marcada por las pequeñas
flechas, no pueden pasar por el depósito de agua a, que
se forma en la parte inferior del sifón; ha de colocarse
un sifón en cada .ma de las tuberías par ciales por donde
desagua cada baño, excu&ado, lavamano s, vertedero , etc.
Los excusados del tipo llamado inodoro, así como algunos

Arquitectu ra-S

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82 B 1B L 1O TE eA A L DE A N A D E e O L O M B1A
vertederos, lavamanos y otros aparatos que se consiguen
ya fabricados, están provistos de su correspondiente sifón,
por lo cual no es necesario en estos casos colocar otro en
la tubería . Todos los sifones han de estar provistos de un
r egistro que permita limpiarlos fácilmente y con frecuen-

Fig. 33.

cia, pues por razón de su forma, se acumulan en su inte-


rior multitud de materias que pueden obstruirlos. Se
fabrican sifones de muchísimos estilos y tamaños apro -
piados para todos los casos que puedan ocurrirse.
En la figura 34 se muestran varias de las piezas espe-
ciales más usadas en las tuberías de desagüe.
Ventilación de las tuberías--si el aire viciado y los gases
producidos en el interior de las tuberías de desagüe, por
la fermentación y descomposición de las materias conte-
nidas en ellas no tienen fácil salida, pueden producir
serios desperfectos en todo el sistema, originándose en él
diferencias de presión, que son causa de daños frecuentes

©Biblioteca Nacional de Colombia


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Fig. 34.

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84 B 1B L 1O TE CA A L D E A N A D E C O L O M B 1A

y de mal funcionamien to de los sifones. Para evitar todos


estos inconveniente s hay necesidad de proporcionar a las
tuberías algunos tubos de ventilación para que los gases
puedan escaparse fácilmente. Esto se hace en la gene-
ralidad de los casos con tubos de tres pulgadas de diá-
metro, que se instalan detrás de cada lavamanos, excu-
sado, etc., en la forma que se ve en la figura 35; a, es el

Fig. 35.

lavamanos; b, el sifón; e, el desagüe, que se conectará a


la red general de tuberías; d, la derivación del tubo de
ventilación, que se conectará al tubo e, que sube hasta el

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A R Q U 1 T E C T U R A A L D E A N A Y R U R A L 85

techo de la casa; este tubo e tiene una derivación f hacia


abajo, que lo conecta con el desagüe e y que sirve como
derrame al agua que pudiera ent!'ar por el tubo de ven-
tilación d; en forma análoga se procederá con cada uno
de los aparatos sanitarios instalados en la casa; natural-
mente, cuando en una sola pieza hay varios aparatos, las
derivaciones de la ventilación se conectan todas a un solo
tubo, que sube hasta el techo; así se obtiene una gra;.l
economía en la tubería de ventilación.
Conclusiones-Para que un sistema de desagües sea
perfecto. debe reunir las siguientes condiciones:
1 ,, Debe desaguar y arrastrar perfectamente hasta su
desembocadura natural, en la alcantarilla, foso séptico u
otro lugar apropiado, todas las materias líquidas o sólidas
que reciba. Naturalmente se entiende que por las tuberías
de de3agüe no han de arrojarse basuras, trapos ni otras
materias que pueden obstruirlas.
2 ~ Ha de ser construido perfectamente a prueba de es-
cape de gases y liquídos.
3' Debe ser construido con materiales apropiados, im-
permeables y resistentes.
4 ~ Debe tener las junturas de los tubos tan fuertes e
impermeables como los mismos tubos.
5' Ha de ser construido en tramos rectos directamente
desde los excusados, vertederos, etc., hasta las cajas de
inspección, para facilitar su examen y limpieza.
6' Debe estar provisto de sifones y tubos de ventilación
para impedir que los gases y malos olores penetren en las
habitaciones.
7' Debe contarse con la suficiente cantidad de agua
para arrastrar todas las materias rápidamente, de ma-
nera que en todo momento la tubería esté perfectamente
libre.

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86 B 1B L 1O T E e A A L D E A N A D E e O L O M B 1A

APARATOS SANITARIOS
Entre los llamado s aparato s sanitar ios se incluye n toda
clase de vertede ros, lavader os, baños, lavama nos, excusa -
dos, orinale s, bebeder os, etc. Todos estos aparato s sani-
tarios han de estar conecta dos a tubería s que les sumi-
nistren agua fría o caliente , o ambas a la vez, y a tubería s
de desagüe para expulsa r las aguas sobran tes y otras ma-
terias de desecho .
Fregad eros, vertede ros, etc.- Estos aparato s son los que
se instala n en las cocinas para el lavado de ollas, vajillas ,
cubiert os, etc., y para arrojar toda clase de aguas sobran -
tes en el servicio de la misma cocina. Se consigu en apa-
ratos ya fabrica dos en diversi dad de diseños, tamaño s y
materia les; los de lámina de hierro galvani zado, hierro
esmalta do y porcela na son los más usados; pueden tam-
bién constru irse en el sitio donde han de quedar insta-
lados, bien de ladrillo , piedra o concret o; debe procura rse
un acabad o lo más perfect o que sea posible obtener se para
facilita r el trabajo de limpiez a, evitar la acumul ación de
sustanc ias que puedan descom ponerse , produc ir malos
olores, perjudi car las condici ones higiéni cas de la insta-
lación y dar un mal aspecto a la cocina. El acabad o ideal
para los vertede ros y fregade ros es el de esmalte de por-
celana, blanco o de color, según el gusto individ ual o
diseño general del ambien te. Cuando estos elemen tos se
constru yen de ladrillo , piedra o concret o, pueden forrars e
en baldosí n de porcela na, que se consigu e en el comerc io
en diversi dad de tamaño s, colores y formas , de fabrica -
ción extranj era o del país.

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A R Q U 1 T E C TU R A 1\ L D E A N A Y R U R AL 87

El baldosín de cemento se usa también para este ob-


jeto, pero no tiene las buenas cualidad es de belleza e
imperm eabilida d de la loza o porcelan a.
Tambié n puede darse un acabado que en muchos casos
puede ser suficien temente bueno, con cemento , dando una
superfic ie muy fina y atesada.
La colocaci ón de estos element os es de grande impor-
tancia, y en cada caso debe estudiar se cuidado samente a
fin de que resulte propo.rc ionando la mayor comodi-
dad y eficienc ia posibles en el servicio que deben prestar.
Como indicaci ones generale s anotamo s las siguient es:
deben colocars e a buena distanci a de la estufa, fogón u
horno, a fin de que las persona s que los usen no estén
sometid as a la incomod idad del gran calor despedid o por
aquéllos ; lo más cerca posible de una ventana para obte-
ner así buena luz y ventilac ión. Debe evitarse hasta don-
de sea posible, localizar los en rincones , pues éstos son
generalm ente oscuros y los muros laterales forman gran
obstácul o para el libre y perfecto uso del aparato . La
altura de estos element os .puede variar entre setenta y
cinco y ochenta y cinco centíme tros, como regla general.
Las dimensi ones varían según el uso que hayan de te-
ner, así como también de acuerdo con las de la cocina o
sitio donde se instalen .
Los huecos para desagüe del fondo y rebose han de
estar provisto s de una rejilla que impida el paso de tra_
pos, basuras y otras materia s que puedan causar obstruc-
ciones en la red de tuberías de desagüe . Ya, en otra sec-
ción, tratámo s de la necesida d de proveer estos aparatu ;
de sifones que impidan la salida de gases del interior de
los desagüe s .
Las paredes y piso en las inmedia ciones de los frega-
deros y verteder os deben proteger se con algún materia l
imperme able para evitar los desperfe ctos causado s por la

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88 B 1B L 1OTEe A ALDEA N A DE e O LO M B 1A

humedad natural en estas vecindades; este revestimiento


puede hacerse de porcelana, cemento o metal; cuando se
use un material que no sea esmaltado, puede proporcio-
nársele éste con algún buen producto que pueda resistir
la acción de la humedad.
Lavaderos-Los lavaderos para la ropa pueden ser cons-
truidos de piedra, ladrillo o concreto; también pueden
conseguirse ya hechos en hierro esmaltado o porcelana,
pero éstos soy muy poco usados por razón del precio de-
masiado elevado; los más usados son, pues, los que se
construyen con los materiales citados antes. El sistema
más práctico y generalizado consiste en una piedra plana
de superficie un poco áspera, de dimensiones variables
alrededor de cincuenta por setenta centímetros; esta
piedra se coloca con una pequeña inclinación y sirVe para
estregar sobre ella la ropa; debe estar provista de de··
sagüe para la salida del agua sucia; además de la piedr1.,
el lavadero tendrá una alberca para depósito del agua,
y si es posible, una segunda alberca más pequeña para
enjuagar en ella la ropa sin ensuciar una gran cantidad
de agua inútilmente. Estos lavaderos pueden forrarse
tanto interior como exteriormente con porcelana, baldo-
sín o cemento, tal como se explicó ya para los fregaderos
y vertederos; la piedra naturalmente permanecerá sin
forro de ninguna clase; en algunas partes se acostumbra
en reemplazo de la piedra, una tabla de madera dura con
algunas acanaladuras en el sentido longitudinal. Este es el
mejor sistema, pues la ropa no sufre tánto como al estre-
garla contra la piedra.
Baños-En baños se usan una gran variedad de estilos,
como los naturales formados por los lagos, ríos, etc., las
piscinas para natación, los llamados de tina, los de ducha
y muchos otros más; entre cada uno de éstos hay también
gran variedad de estilos y diseños.

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A R Q U 1 T E C T U R A />, L D E A N A Y R U R A L 89

De los baños naturales no hay que tratar nada especial,


aparte de advertir que hay algunas aguas que no son muy
saludables; ya en otra parte tratámos algo sobre este
punto. También debe procurarse no usar para el baño las
quebradas y riachuelos pequeños cuyas aguas hayan de
utilizarse más adelante para la bebida, pues al ensuciar-
las pierden naturalmente sus condiciones de potabilidad.
La construcción de piscinas de natación no la tratare-
mos, pues no cabe dentro del programa de nuestra car-
tilla. Unicamente advertimos que las piscinas para uso
del público en general no deben usarse sino cuando se
dispone de una buena cantidad de agua que se renueve
con frecuencia, ojalá agua corriente, para que la reno-
vación sea constante. La falta de esta renovación fre-
-cuente del agua, puede suplirse por sistemas de purifica-
ción artificial, pero que implican instalaciones costosísi-
mas. Estas piscinas se usan generalmente para ejercicio
del deporte de la natación, pero no para baños de aseo;
por consiguiente, han de estar vecinas a una instalación
de baños de ducha para que se efectúe el lavado perfecto
del cuerpo antes de entrar en la piscina y después de sa-
lir de ella.
Los llamados baños de tina son generalmente pequeños
receptáculos, suficientes para que una sola persona pueda
bañarse sumergiéndose en ellos. Casi siempre se instalan
dentro de cuartos especiales, que reciben el nombre de
cuartos de baño .
El tipo de tina más económico consiste en un cajón de
madera forrado por lo menos interiormente con una lá-
mina metálica. Aparte de esta tina rudimentaria, que
cualquiera puede construir con facilidad, hay una gran
diversidad de estilos en varios materiales, colores, formas
y tamaños; las más usadas son las de hierro esmaltado
o porcelana, que vienen provistas de todos sus accesorios,

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90 B 1B L 1O T E e A A L D E A N A D E e O L O M B1A
como sifón, tapa, llaves para el agua fría y caliente, todos
los tubos y conexiones necesarios, etc.
Pueden también construirse las tinas de ladrillo o con-
creto y forrarlas luégo en baldosín de porcelana o ce-
mento, proveyéndo las además de las llaves para el agua
fria o caliente o ambas si se desea, y de sifón, tapa y
demás elementos necesarios.
Uno de los sistemas de baño más popularizad os es el
de ducha o regadera. Este sistema se usa muchísimo por
razones de economía, higiene y poco espacio requerido
para su instalación .
Consiste este sistema de baño en un pequeño recipiente
metálico, de forma generalmen te cónica o semiesféric a.
con agujeros muy pequeños en su base, que permiten la
salida del agua en forma de lluvia. Este recipiente está
conectado a las tuberías de abastecimie nto de agua fría
y caliente o a la de agua fría únicamente cuando así se
desea; las tuberías están provistas de llav€s que permiten
dar salida al agua en el momento deseado; cuando se
usa agua fría y caliente, las tuberías se unen en un solo
tubo como de un metro de largo antes de llegar a la re_
gadera, para que las aguas puedan mezclarse bien, y po-
der así graduar la temperatur a de la misma., a voluntad.
abriendo o cerrando más o menos las llaves.
La regadera puede instalarse sobre una tina o sobr~
un pequeño pozo construido en el piso y que recoja e"!.
agua que cae; ésta saldrá por un orificio colocado con-
veuienteme nte en el fondo, provisto de su correspond ien-
te sifón.
Excusados -Queremos antes de todo condenar la ide~
muy generalizad a y llevada a la práctica, de que el ex-
cusado es el lugar más sucio de la casa. Nosotros pedi-
mos que se haga del excusado el lugar más limpio. airea-

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A N A Y R U R A L 91
A R Q U 1 T E C T U R A P.. L D E
era l se util iza el mismo
do y bie n ilum ina do. Por lo gen
ios servicios san itar ios
cua rto par a la ins tala ció n de var
lav am ano s. Sin em bar -
como el excusado, el bañ o y el
hac e asi, bie n porque el
go, hay cas os en que esto no se
lizado al aire libr e como
úni co bañ o de la cas a se ha loca
ras cali ent es, bie n por -
ocu rre frec uen tem ent e en las tier
por la fac ilid ad de apr o-
que no exi ste el bañ o en la cas a
o bañ o nat ura l, etc . En
vec har alg ún río o que bra da com
rto peq ueñ o par a servicio
esto s casos se har á pue s un cua
pro cur ará que ten ga una
exclusivo del excusado, per o se
a dar le luz y ven tila ció n
situ ació n apr opi ada que per mit
hac ia el ext erio r de la
nat ura les por medio de ven tan as
en nin gún caso de áre a
{!asa; esta s ven tan as no ser án
áre a de piso del cua rto.
infe rior a una déc ima par te del
icio san itar io que ten ga
Eje mp lo: un cua rto par a serv
a de piso de 5.00 me tros
2.00 por 2.50 met ros , nos da una áre
esta áre a ser ia medi1
cua dra dos ; una déc ima par te de
dar nos una ven tan a de
me tro cua dra do, lo cua l pod ría
que esta s dimensione.:>
1.00 por 0.50 met ros . Es ent end ido
esp acio libre por dond~
deb en com pre nde r úni cam ent e el
y no deb en inc luir se e.J.
pue dan ent rar el aire y la luz,
de ma der a u otro ma te-
ellas los gruesos de los ma rco s
s ven tan as se cub ran
rial no tran spa ren te. Cua ndo esta
de abr ir, y se pro cur ará
{!On vidrios, deb en ser fáciles
yor tiem po posible; si en
ten erla s abi erta s dur ant e el ma
táli ca los bas tido res po-
lug ar de vidrios se usa ma lla me
tila ció n en esta clase de
drá n ser fijos, pue sto que la ven
ven tan as ser á per ma nen te.
se col oca rán un pocc
Las ven tan as de estos cua rtos
ar hac ia el inte rior es-
alta s par a evi tar que se pue da mir
de altu ra sob re el ni-
tan do ésta s abi erta s; l. 80 me tros
tap ar la vist a desde los
vel del piso son suf icie nte s par a
tren al mismo nivel o in-·
lug are s ext erio res que se enc uen

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9'2 B 1B L 1O T E e A A L D E A N A D E e O L O M B1A
feriar al del pi.so del cuarto. Como regla general, deb~
procurarse que las ventanas alcancen en su parte supe-
rior la mayor altura posible en el cuarto, ojalá comple-
tamente hasta el cielo raso, como puede verse en la figu_
ra 36. Esto facilita la mejor ventilación del ambiente,
puesto que los gases y el aire viciado y caliente tienden
a subir y por consiguient e es por las partes altas por don-

Fig. 36.

de habrá que darles salida: cuando entre la parte supe-


rior de las ventanas y el cielo raso hay un espacio de
muro, una porción de gases y de aire malo se deposita

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N A Y R U R A L 93
A R Q U 1T E C T U R A A L D E A
o una cap a más o
en esta part e de los cua rtos form and
a la salu d.
men os den sa y muy perj udic ial par
ima de un met ro y
Las pare des, has ta una altu ra mín
rtos dedicados a 1()..')
los pisos ínte gram ente en los cua
trat and o, han de es-
servicios higiénicos de que venimos
imp erm eab le que per-
tar cub ierto s con algú n mat eria l
nda ncia de agu a. El
mit a el lava do frec uen te con abu
osín de por cela na o
mat eria l idea l par a esto es el bald
s no es fácil apli -
loza; desg raci ada men te entr e nos otro
alto costo; el bald 0-
carl o en todos los caso s debido a su
de cem ento esm alta -
sin de cem ento o el sim ple enlucido
to. El piso de esta s
do pue den serv ir bien par a este obje
icio de desa güe con
cua rtos debe esta r prov isto de un orif
r la limp ieza de pi-
su corr espo ndie nte sifó n par a faci lita
sos y pare des .
rior es sobre los
Dad as las cort as exp lica cion es ante
énic os, trat arem os
cua rtos dedicados a los servicios higi
dich os.
algo sobre los excu sado s pro piam ente
bir los exc rem en-
El obje to del excu sado es el de reci
en él y luégo arro -
tos y pap eles que pue den dep osit arse
j ario s a la alea n tari lla o pozo
sépt ico.
de esto s apa rato s,
Hay muc hísi mos sist ema s y estilos
en ser perf ecta men te
pero par a que sean higi énic os deb
el escape de los ga_
libr es de olores y no deb en perm itir
ecta dos . Par a que
ses de la alca ntar illa a que está n con
tene r las siguiente.:;
cum plan bien esto s requ isito s han de
condiciones:
1' Agua abu nda nte que se apli cará
de man era que lave
reci pien te. El agu a
Per fect ame nte todo el inte rior del
ene ; todo s los sis-
es elem ento indi spen sabl e par a la higi
, en los cua les no se
tem as de excusados que se conocen
incó mod os.
emp lea el agu a, son defi cien tes e

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9~ B 1B L 1OTEe A ALDEA N A DE e O LO M B 1A

2' El recipiente ha de ser lo suficiente mente fuerte


para resistir bien el uso a que está dedicado.
3' Este mismo recipiente ha de ser construid o de un
material no absorben te y perfectam ente liso para evita::-
la acumulac ión de pequeñas partícula s de ma:erias qu?.
producirí an malos olores.
4' Ha de estar provisto de un sifón para evitar la en_
trada a las habitacio nes, de los malos olores y gases de
la alcantari lla.
El tipo de excusado más perfecto conocido hasta hoy
es el llamado comúnme nte inodoro, basado en el prin ·
cipio del sifón. Se fabrican en gran diversida d de es ti-
los, tamaños y colores, pero los principios de funciona-
miento son casi los mismos en todos ellos. Los materia-
les más usados son la porcelana y el hierro esmaltad o.
La adopción del sistema de excusado inodoro no ha po-
dido desgracia damente extenders e hasta nuestras clases
pobres, debido al alto costo de estos aparatos, pues casi
la totalidad de los que se usan hoy en el país son de fa-
bricación extranjer a. Muy convenien te desde todo pun-
to de vista sería que todos los fabricant es de artículos de
loza de nuestro país, acometie ran la fabricació n en gran-
de escala de estos aparatos, hasta lograr un precio de
producció n razonable , que permitier a su adopción paru
todos los casos en nuestras ciudades, poblaciones y cam-
pos. Creemos que de gres podría también fabricarse un
tipo de inc'doro muy barato Y que sería quizás el que al-
canzara mayor demanda en el mercado.
Como ya dijimos, los excusados inodoros se consiguen
en el comercio; por lo tanto aquí nos limitarem os a dar
unas pocas explicacio nes generales sobre su funciona-
miento, ya que el detalle minucioso de fabricació n no
es de interés dentro del programa de nuestra cartilla.

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A R Q U 1TE C TU R A A L D E A N A Y R U R AL 95
llam ado de
El tipo de inod oro más popu lariz ado es el
es de tanq ue
tanq ue, y que se ilust ra en A, fig. 36; éste
que es en
bajo ; se usa muc ho tamb ién el de tanq ue alto,
difer enci a de
todo seme jante al ante rior, con la únic a
xima da de
tene r el tanq ue b colocado a una altur a apro
piso y soste nido en el mura
dos metr os sobre el nivel del
por medi o de ganc hos espe ciale s y torni llos.
de los si-
Cons ta pues el excu sado inod oro de tanq ue
s: la taza o recip iente a,
guie ntes elem ento s princ ipale
tapa d; estos dos últ:_
prov ista de un asien to e y de una
es el tanq ue para
mos son gene ralm ente de mad era; b
galon es, can-
el agua , con una capa cida d de cinco o seis
la taza cads.
tidad sufic iente para lava r perf ecta men te
una pequ eñ:l
vez que se use; el tanq ue está prov isto de
agua en e:
man ija e para abrir la válv ula de esca pe del
desc arga del agua f qu ~
mom ento dese ado; el tubo de
gene ralm ente un
com unic a el tanq ue con la taza, tiene
38 milím etro: :; ;
diám etro de l lh pulg adas o sean unos
gene ralm ente
g es el tubo de alim enta ción del tanq ue,
etro, lo que equiv ale a unos do ·:e
de If:! pulg ada de diám
milím etros apro xima dam ente .
que mue stra
En la figur a 37 se ve el corte de una taza
cond ucto s qu:>
la dispo sició n del sifón y de los diversos
a para ase-
repa rten el agua por vario s orifi cios de salid
o pued e verse clara men te
gura r un lava do perfe cto. Com
s prov enie ntes de la
en el dibu jo, los gase s y malo s olore
desa güe d, pero
alca ntari lla, llega rían hast a el tubo de
depo sitad a
no podr án pasa r por el tubo e, pues el agua
inod oro tie-
allí les impe diría el paso ; algu nos estilo s de
e infer ior de
nen un orificio de salid a de agua en la part
que el lava do
la taza, tal como se ve en a, lo cual ayud a a
cios supe riore s de salid d.
sea perfe cto; en e se ven orifi
taza y el tanq ue, por
del agua ; en f la cone xión entre la

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96 B 1B L 1O T E e A A L D EA N A
DE e O LO M B 1A
don de entr a el agu a que se dist ribu ye
en la cám ara inte -
rior g por todos los orificios de sali
da; h es el emp alm e
entr e la taza y la tube ría de desa güe
.
Los tanq ues par a el agu a de los inod
oros se fabr ican en
varios estilos, par a acc iona r a volu ntad
, o de acción au-
f

Fig. 37.
tom átic a; estos últim os perm iten la
sali da del agu a con
inte rval o de unos pocos min utos y
se usa n en los exc u-
sado s públicos, en cua rtel es, escuelas
, etc.
Ha venido hac iénd ose muy conocido
y usado el mag ní-
fico sist ema de inodoros llam ado
de flux óme tro. Esto s
con sist en en una taza corr ient e
del tipo ya desc rito ,
pero en los cuales el tanq ue se reem
plaz a por una válv u-
la de dispositivo especial que se con
ecta dire ctam ente a
la tube rla de aba stec imie nto de agu
a; en el mom ento
deseado, se opri me un botó n o pala
nca y el agu a corr e
libr eme nte con la pres ión que tien
e en la tube ría, du-
ran te unos diez segu ndo s apro xim ada
men te, cerr ánd ose
luégo auto mát icam ente ; entr e otra s,
las prin cipa les ven -
taja s de este sist ema son : el poco espa
cio que se ocu pa Y
la. may or pres ión del agu a. lo que aum
enta natu ralm en-
te la acci ón de limp ieza de cad a lava
do.

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A. R Q U 1T EC T U RA A L D E A N A Y R U R A L 97

El excusado del tipo inodoro, ya descrito, es el único


que da garantias de higiene, siempre que en su uso y
conservación se observen todas las reglas de un perfecto
aseo y se tenga agua en abundancia. Describiremos al-
gunos otros sistemas que pueden ser usados cuando se:t
perfectamente imposible la instalación de un inodoro,
sobre todo en sitios en donde el agua es muy escasa o st:
conducción hasta el lugar apropiado para la instalació'l
del excusado sea imposible.
El tipo más sencillo de estos excusados que llamare-
mos secos, se ilustra en la figura 38. Consta únicamente
de un balde a, ojalá esmaltado, que se coloca dentro de
un cajón b, con un orificio en su parte superior y que
servirá de asiento; este cajón tendrá además una pe-
queña puerta por uno de sus lados, o mejor, por detrá.::.,
como se ve en la figura con lineas de puntos y marcad<:.
d, que permita entrar y sacar el balde; naturalmente ,
para que la pequeña puerta del cajón pueda localizarsP.
por detrás, éste estará perfectamente adosado al muro y
la puerta estará colocada en este último, para permitir
la introducción y sacada del balde desde el exterior de
la casa o caseta del excusado. Al lado del cajón de asien-
to se colocará otro cajón con ceniza o arena e, para que
cada individuo que haga uso del excusado, le eche in_
mediatamente dos o tres puñados con el objeto de tapar
completamen te los excrementos; esto evita el despren-
dimiento de los gases y malos olores. Cada dos o tres
días, o mejor diariamente, una persona sacará por la pe-
queña puerta trasera el balde, para arrojar lejos su con-
tenido, en un lugar donde no ocasione perjuicios de nin-
guna clase; mejor sería enterrarlo. Luégo se lava bien
el balde, se desinfecta y se coloca de nuevo en su sitio.
El llamado excusado de hoyo puede usarse en los si-

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98 B1B L 1OT Ee A AL DE A
N A DE e O LO M B 1A
tíos en don-de el agu a no es abu
nda nte , siem pre que su
con stru cci ón sea mu y cui dad osa
(1) . Co nst a sim ple me n-

Fig . 38.

(1) El De par tam ent o Nac


ion al de Hig ien e ha edi tad o
un foll eto que des crib e mu y
det alla dam ent e la con stru c-
ció n de un nue vo exc usa do
de hoy o. Pue de con seg uirs e
est e foll eto gra tuit am ent e,
esc ribi end o al De par tam ent
~acional de Hig ien e, o
Ap arta do núm ero 250 8-B ogo
tá.

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A R Q U 1T E C T U R A A L D E A N A Y R U R A L 99

te de un hueco como de unos noventa centímetro s de


lado y de dos a cuatro metros de profundida d; se cubre
luégo el hueco con una tapa de concreto, en el centro d~~
la cual se deja un orificio para colocar el cajón de asien-
to que puede ser de madera o de concreto; se dejará
también otro orificio como de diez centímetro s de diá-
metro, al cual se empalmará un tubo de hierro galvani-
zado, barro cocido o guadua, en último ca-so. Este tubo
subirá hasta sobresalir por encima del tejado y su obje-
to es proporcion ar al hoyo una buena ventilación . Es de
advertir que el cajón de asiento ha de estar provisto d:~
una buena tapa. Antes de usar el excusado de hoyo Sé'
echará en su interior una buena cantidad de estiércol de
caballo, de burro o de mula. El estiércol se recoge le
más fresco que sea posible y se deposita en cajones bie11
tapados para evitar que las moscas pongan en él su;;
huevos. Después de dos o tres días se inicia en el estiér-
col así guardado Y todavía húmedo, la fermentaci ón; e'
éste el momento de echarlo dentro del hoyo. La cantidad
de estiércol necesaria para un excusado de las dime··l-
siones dadas, será aproximad amente una arroba.
El objeto del empleo de estiércol de caballo es bie n
simple; debido a la fermentaci ón que se produce, se crí:t
una enorme cantidad de bacterias que destruyen las cau-
sas de la producción de malos olores.
Es necesario conservar en el hoyo cierta humedad,
para lo cual se echará dentro con alguna frecuencia, un
balde de agua; es muy convenient e también echar den-
tro del hoyo, cada semana, una pequeña cantidad de pe_
tróleo o aceite crudo o del de desperdicio de los automó-
viles; con una o dos onzas semanales es suficiente; esto
tiene por objeto evitar que los zancudos puedan poner
sus huevos en el fondo del excusado.

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100 B 1B L 1O T Ee A A L D EA N A D E e O L O M B 1A
El excusado de hoyo debe construir se un poco reti-
rado de la casa, pero a distancia que no resulte incómo-
do, a unos diez metros aproxima damente y ojalá comu-
nicando ambos edificios por medio de un corredor o pa-
sadizo cubierto, de manera que pueda usarse el excu-
sado sin incomodi dad durante la noche o cuando esté
lloviendo . No debe nunca localizars e un excusado de
este tipo cerca de los aljibes, pozos o manantia les cuyas
aguas se utilicen para la bebida u otros usos domésti-
cos; debe existir una distancia mínima de ochenta a
cien metros y debe también procurars e que el sitio dott-
de se ha de construir el excusado esté a un nivel inferior
al del pozo o aljibe.
Hay algunos otros sistemas de excusados que pueden,
en determina dos casos, prestar buenas condicion es de
higiene, aunque no muy perfectas . El de zanja, provisto
o nó de cajón para asiento, es muy conocido y sólo puede
ser admisible cuando se tiene agua muy abundant e y
constante , además de un buen declive, para que las in-
mundicia s no puedan permanec er ni el menor tiempo an-
tes de ser sacadas lejos de la casa y a sitios en donde no
perjudiqu en por ningún motivo.
Los llamados excusado s turcos han ido desaparec iendo
afortunad amente; fueron muy usados antes de la intro-
ducción de los inodoros y aún siguen usándose especial-
mente en cárceles, cuarteles y escuelas; en la figura 39 se
ve uno de estos excusados ; a son dos plantillas que sobre-
salen un poco del nivel general y que sirven para la colo-
cación de los pies del individuo ; b es la taza en donde se
depositan las materias fecales, y que en algunos casos está
provista de su respectivo sifón; e es el tubo de llegada del
agua para la limpieza. Este sistema tiene entre otros in-
convenien tes que lo hacen poco recomend able, la inco-

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A. R Q U 1T EC T U R A A l D E A N A Y R U R A L 101

modidad para quien lo usa, pues el ocupante ha de colo_


carse en cuclillas; por esta misma razón, tanto las pare-
des como el piso del cuarto se ensucian con gran facilidad,
lo que produce un aspecto muy desagradable; además, la<;

Fig. 39.

condiciones higiénicas que el excusado en si pueda tener


si está bien construido, se pierden completamente.
En otra cartilla que editará próximamente el Ministerio
de Educación, se tratará más extensamente todo lo rela-
cionado con la parte sanitaria de las habitaciones, pozos
sépticos, alcantarillas, aprovisionamiento de aguas, etc.
Por lo pronto tendremos que contentarnos con las breve.s
explicaciones dadas, pues el espacio reducido de ésta, no
nos permite extendernos demasiado.

Arqultectura--8

©Biblioteca Nacional de Colombia


ALGUNOS MODELOS DE PLANOS DE FA-
CHADA, PLANTA Y CORTE TRANSVERSAL
A MEDIA ALTURA, ETC.

©Biblioteca Nacional de Colombia


A P Q U 1T E C T U R A A L D E A N A Y R U R A L 105

Los grabad os que reprod ucimo s a contin uación repre-


sentan los planos de fachad a, planta y corte transv ersa:
a media altura de alguna s casas y chozas que creemo s
pueden servir de modelo a quiene s empre ndan constr uc-
ciones de esta indole . Igualm ente editam os los planes
genera les de alguna s poblac iones menor es y aun de ciu-
dades, para que en tan impor tante empre sa se tengan
presen tes en lo futuro alguna s iniciat ivas aprove chable s.
Es nuestr o propós ito suscita r en la imagin ación de los
presun tos constr uctore s de esta clase de edificios y en
los fundad ores de poblaciones, ideas fecund as de nueva
orienta ción en la parte estétic a, en la distrib ución fun-
cional y en el mejor aprove chami ento económico de los
recursos con que cuente n para ello. En ningun a mane; a
preten demos , ni lo deseamos, que se ciñan a nuestr os
proyectos en una repetic ión de motivos arquite ctónic os
que produc irla al poco tiempo un deplor able resulta do
de monót ona iguald ad de estilo y de pobrez a de
adapta ción al variad o medio ambie nte en que vivi-
mos. Aspiramos a que los peritos en esta mater ia miren
nuestr a labor y la corrija n en linea ascend ente de per-
fecciones, despué s de medit ar cuanto ello requie re nues-
tras modifi cacion es a la rutina que hoy estorb a el pro-
greso de este arte, pertur ba a veces la buena salud y
hasta la morali dad de nuestr a gente y sus recurs os eco-
nómicos consum e en proyec tos de edifica ción que no
cumpl en las norma s elemen tales de la técnic a y del bueu
gusto.

©Biblioteca Nacional de Colombia


106 B1 B L 1 OTEe A ALDEA N A DE e O LO M B 1 A

Quizá eseas páginas sirvan también de estimulo ~


nuestros colegas y maestros en arquitectura para que nos
apoyen en la futura enmienda de esta cartilla y en el
propósito general, a que ella obedece, de educar a nues-
tro pueblo dentro de la mayor eficacia y sencillez po_
sibles.

©Biblioteca Nacional de Colombia


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Proyecto número 1. CASA DE CAMP O


Gonzalo Restrepo Alvarez. Arquitecto. PLANTA
©Biblioteca Nacional de Colombia
Proyec.to número l. CASA DE CAMPO
Gonzalo Resfrepo Alvarcz Arquitecto. PERSPECTIVA DE LA PLANTA
©Biblioteca Nacional de Colombia
P1oyeclo numero 1. CASA DE CAMPO. ·
Gonzalo Restrepo Alvarez. Arquileclo. PERSPECTIVA EXTERIOR.

©Biblioteca Nacional de Colombia


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CASA DE CAMPO.
Proyecto número 2 .
PLANTA
Gonzalo Restrepo Alvarez. Arquite cto.
©Biblioteca Nacional de Colombia
Prcyecto número 2. CASA DE CAMPO.
Gonzalo Restrepo A\ PERSPECTIVA DE LA
varez. PLANTA.
Arquitecto .

©Biblioteca Nacional de Colombia


Proyecto número 2. CASA DE CAMPO.
Gonzalo Restrepo Alvarez Arquite cto. PERSPECTIVA EXTERIOR

©Biblioteca Nacional de Colombia


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P1oyecto número 3. CASA DE CAMPO.


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©Biblioteca Nacional de Colombia


Proyecto número 3. CASA bE CAMPO.
Gonzalo Restrepo Alvarez. Arquitecto. PERSPECTIVA DE LA PLANTA

©Biblioteca Nacional de Colombia


Proyecto número 3. CASA DE CAMPO.
Gonzalo Restrepo Alvarez. Arquitecto PERSPECTIVA EXTERIOR.
©Biblioteca Nacional de Colombia
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Proyecto número 4_ CASA DE CAMPO


G nzalo Restrepo Alvarez. PLANTA
Arquitecto .

©Biblioteca Nacional de Colombia


Proyecto número 4. CASA DE CAMPO.
Gonzalo Restrepo Alvarez. Arquitecto. PERSPECTIVA DE LA PLANTA.

©Biblioteca Nacional de Colombia


Proyecto número 4. CASA DE CAMPO.
Gonzalo Restrepo Alvarez. Arquitecto. PERSPECTIVA EXTERIOR.

©Biblioteca Nacional de Colombia


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Proyecto número S. CASA DE CAM.PO.


Gonzalo Restrepo Alvarez. PLANTA.

Arquitecto.

©Biblioteca Nacional de Colombia


CASA DE CAMPO.
Proyecto número 5.
Gonzalo Restrepo Alvarez. Arquitecto.
PERSPECTIVA DE LA PLANTA.

©Biblioteca Nacional de Colombia


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~ Gonzalo Restrepo Alvarez. Arquitecto. PERSPECTIVA EXTERIOR.
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©Biblioteca Nacional de Colombia


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Proyecto número 6. CASA DE CAMPO.


Gonzalo Restrepo Alvarez. ©Biblioteca
Arquitecto. Nacional de Colombia PLANTA
Proyecto número 6. CASA DE CAMPO
Gonzalo Restrepo Alvarez. Arquitecto. PERSPECTIVA DE LA PLANTA..
©Biblioteca Nacional de Colombia
Proyecto número 6 CASA DE CAMPO.
Gonzalo Restrepo Alvarez. Arquitecto. PERSPECTIVA EXTERIOR.
©Biblioteca Nacional de Colombia
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Proyecto número 7. CASA DE CAMPO.


J. Ramón Montejo. Arquitecto.
PLANTA

©Biblioteca Nacional de Colombia


CASA DE CAMPO.
Proyecto número 7.
PERSPECTIVA DE LA PLANTA.
J. Ramón Montejo. Arquitecto.

©Biblioteca Nacional de Colombia


CASA DE CAMPO.
Proyecto número 7.
PERSPECTIVA EXTERIOR.
J Ramón Montejo. Arquitecto.

©Biblioteca Nacional de Colombia


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Proyeclo número 8. CA SA DE CAMPO.


Gonza lo Reslrepo Alvarez . Arq uite cto. PLANTA

©Biblioteca Nacional de Colombia


Proyecto número 8 CASA DE CAMPO.
Gonzalo Restrepo Alvarez. Arquitecto. PERSPECTIVA DE LA PLANTA.

©Biblioteca Nacional de Colombia


Proyecto número 8. CASA DE CAMPO.
Gonzalo Restrepo Alvarez. Arquitecto. PERSPECTIVA EXTERIOR.

©Biblioteca Nacional de Colombia


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Prcyeclo número 9. CASA DE ALDEA.


Gcnzalo Restrepo Alvarez. PLANTA
Arqu1tecto

©Biblioteca Nacional de Colombia


Prcyecto número 9. CASA DE ALDEA
Gonzalo Rest repo Alvarez. Arq uite PERSPECTIVA DE LA PLANTA
cto.

©Biblioteca Nacional de Colombia


Prc.yecto número 9. CASA DE ALDEA
Gonzalo Restrepo Alvarez. Arquitecto. PERSPECTIVA EXTERIOR.

©Biblioteca Nacional de Colombia


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Proyecto número 10. CASA DE CAMPO.
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J. M . Montoya Valenzuela.
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©Biblioteca Nacional de Colombia


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Proyecto númeto 11 GRUPO DE DOS CASAS


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Proyeclo número 11. GRUPO DE DOS CASAS


PLANTA ALTA

©Biblioteca Nacional de Colombia


Proyecto número 11.
GRUPO DE DOS CASAS
PERSPECTIVA EXTERIOR

©Biblioteca Nacional de Colombia


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Proyecto número 12. CASA DE ALDEA O CIUDAD.


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Proyecto número 12. CASA DE ALDEA O CIUDAD.
Gonzalo Re strepo Alvarez . Arquileclo. PLANTA ALTA
©Biblioteca Nacional de Colombia
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Gonzalo Restrepo Alvarez . Arqu¡fecto
CASA DE ALDEA O CIUDAD
PERSPECTIVA EXTERIOR

©Biblioteca Nacional de Colombia


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©Biblioteca Nacional de Colombia


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ESCUELA RURAL Nel Rodríguez.


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©Biblioteca Nacional de Colombia


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©Biblioteca Nacional de Colombia


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©Biblioteca Nacional de Colombia


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©Biblioteca Nacional de Colombia
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©Biblioteca Nacional de Colombia


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©Biblioteca Nacional de Colombia


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©Biblioteca Nacional de Colombia


A R Q U 1T E C T U R A A L D E A N A Y R U R A L 149
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F-ONDO
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SUGES TIONE S PARA LA CONST RUCCI ON


DE MUEBL ES RUSTIC OS

Por Alberto Arango Uribe.


N' 1-Ban co constru ído de un orillo sobran te de aserrio
y patas de madera redond a. Con un barreno se ha-
cen en el orillo por la superfi cie redond a las cua-
tro perfora ciones corresp ondien tes a las patas,
cuidand o de hacerla s con la inclina ción oblicua
que deben tener las patas. Estas se entran a pra-
sión golpeán dolas con un mazo o con un trozo de
madera . Número 1-A. Para ponerle espalda r ai
mismo banco se hacen dos perfora ciones ligera-
mente oblicuas hacia atrás, por la superfi cie plana
del orillo y en ellas se clavan a presión dos trozos
de madera redond a en donde se fijarán luégo dos
tablas para espalda r.
N' 2-Ban ca constru ída de tablas. Se cortan dos tabla.:;
en la forma y dimens iones indicad as en el dibUJo
2-A, que servirá n para patas. Dos tablas como el
número 2-B, para el asiento Y dos listones como
el número 2-C, para sueltas .
N" 3-Ban ca de tablas y listones . Se cortan dos tablas
como indica el número 3-A, que formar án el asien-
to. Dos listones como el número 3-B, para las pa-
tas, y cuatro listones como el número 3-C, dos par ~~
unir las dos tablas del asiento y dos para las suel-
tas de las patas.

©Biblioteca Nacional de Colombia


15(\ B 1 B L 1 O T Ee A A L D EA N A D E e O LO M B 1A
N9 4-La misma banca anterior pero con espaldar. Para
colocar el espaldar basta hacer un corte en e!
asiento como indica el número 4 y cortar tres lis-
tones como el número 4-D, para recostadero y
dos listones número 4-D para el espaldar.
N~ 5---Banca de tablas y listones cO'Il espaldar. Se cor-
tan dos tablas como el número 5-A para el espal-
dar. Dos para formar el asiento, como en el nú-
mero 5-B, que se sujetan por debajo con dos lis-
tones atravesados, y dos tablas como el número
5_C para las patas. Para darle seguridad y equilL
brio al recostarse, se clavan por el interior de las
patas dos listones como patas complementarias.
La figura 5-E demuestra cómo debe colocarse un
listón sobre el cual se apoya el asiento, y la figt:-
ra 5-F demuestra cómo entra el espaldar entre
las dos tablas de las patas.
N? 6-Asiento construído con guaduas y tablas. Se cor-
tan dos tablas como el dibujo número 6-A que se
sujetan por debajo con dos listones clavados, para
el asiento. Se hace con un barreno de calibre igual
al de las partes traseras, dos perforaciones en los
ángulos posteriores del asiento por los cuales de-
ben pasar los trozos de guadua que van a formar el
espaldar y las patas traseras. Se cortan dos tro-
zos como el número 6-B para las bases y en éstos
se hacen las perforaciones indicadas para que en-
tren las cuatro patas. Dos trozos como el número
6-C para patas delanteras, dos trozos como el nú_
mero 6-D para patas posteriores. Dos trozos como
el número 6-E para sueltas. Cuatro trozos como
el número 6-F para arnilla en donde va a descan-
sar el asiento y dos trozos 6-G para barrotes del es-

©Biblioteca Nacional de Colombia


t.. R Q U 1T E C T U R A A L D E A N A Y R U R A L 151
paldar. Como esta silla se desarma fácilmente por
lo débiles que resultan los empates en la guadua,
deben ponerse tirantas de alambre, de lazo u otra
cuerda como está indicado en la figura 6-H.
N' 7-Silla de lona fija y de extensióJL Se cortan dos
listones de tabla como el número 6-A para las pa-
tas largas. Dos listones como el número 6-B para
los barrotes diagonales entre las patas. Dos listo-
nes número 6-C, uno para el barrote delantero e!1
donde va fija la lona, y otro para suelta de las pa-
tas cortas. Dos barrotes número 6-D, uno para el
espaldar donde va sujeta la lona y otro para suel-
ta de las patas largas. Para hacer la misma silla
de extensión hay que poner los listones para la'>
patas cortas de 80 centímetros de largo, haciend'J
en ellas los cortes de engranaje con un barreno, y
convertir los barrotes de resistencia en un trape-
cio para estirar o encoger la silla. Este trapecio <;e
fija a las patas largas con dos tornillos de tuer-
ca, para que tenga movimiento.
N~ s-Silla de tablas y listones. Se cortan dos tabh::.
para el asiento, según el número 8-A. que se suje-
tan por debajo con dos listones, como el número
8-C. Los otros cuatro listones para sueltas de la.-;
patas y para barrotes del espaldar. Con dos lis-
tones como el número 8-E se forma el espaldar.
Es necesario hacer el corte indicado en los ángu_
los posteriores del asiento para que en ellos enca-
jen los listones del espaldar que van a clavarse en
la parte baja de las patas traseras y en las mis-
mas cajas del asiento .
N 9-Asiento para construírse con palos de café y ta-
bla. Se compone este asiento de dos pedazos de ta-

©Biblioteca Nacional de Colombia


l5 2 B1B L 1O T Ee A A L D E A N A D E e O L O M B1A
bla ndmero 9-A, unidos entre sí por debajo con dos
listones delgados. En los ángulos posteriores 8e
perfora con el barreno para dar paso a las patas
traseras que deben formar también el espaldar.
Se cortan dos trozos, número 9-B, para las bases y
en ellos se hacen con el barreno las perforaciones
indicadas para las patas. Dos trozos número 9-C,
para patas delanteras. En estos trozos deben ha-
cerse los cortes indicados en la figura de detalle
número 9-H, para encajar en ellos las tablas d'!
la arnilla en donde va a descansar el asiento. no,;
trozos número 9-D para espaldar y patas poste-
riores. Dos número 9-E para anterior y posterior
de la. arnilla, y dos, número 9-F, para los eostados
de la misma. y un trozo número 9-G para suelta
entre las bases.
K" lO- Asiento construído de tabla. Se form a el asientJ
número lO_A de dos pedazos de tabla que se unen
con barrotes por debajo. El espaldar se forma tam-
bién con dos tablas número 10-C, unidas con ba-
rrotes por detrás como se ve en la figura 10-B.
Nótese ahi mismo el barrote que va fijo en la
p art e delantera para descansar y asegurar en él ei
asiento propiamente dicho. De un trozo de tabl ~
número 10-D, pueden cortarse las dos patas tra-
seras . Las figuras E. F y G indican barrotes par::t
la parte posterior del espaldar. para el asiento J
tablas para asiento, respectivamente. Lo~ cortes
de remate del espaldar se han dibujado distintos
para indicar cómo pueden variarse a voluntad .
N 11- .:\Iesa con patas de madera redonda y tope de
9

tabla. Se compone el tope de tres tabla aserrada ~.


número 11-A . En las patas, número 11-B, hágan-

©Biblioteca Nacional de Colombia


A R Q U 1TE C TU R A ALDEA N A Y RU RAL 153

.se los cortes indicados en la parte superior para


Q.Ue en ellos encajen los listones de la arnilla.
(Figs. 11-F y 11-G.). Córtense dos trozos para las
baSeS, número 11-C. En ellos se hacen con el ba-
.rceno las perforaciones para las patas. Córtese
un trozo, número 11-D, para suelta entre las bases
y dos listones número 11-F, de tabla, para la.3
partes cortas de la arnilla y dos listones también
de tabla número 11-G, para largueros de la mtsma.
amilla.
:N' 12--Mesa de tablas. Se compone de tres tablas para
e1 tope, número 12-A; dos tablas para patas, nú-
mero 12-B. Dos trozos de madera cuadrada para
fas bases, número 12-C. Una tabla para suelta, nú-
mero 12-D. Dos tablas para las partes eortas de
le. amilla, número 12-E, Y dos largueros para h
arnilla, número 12-F.
N' ¡¡-cómoda de tablas-Se compone de diez puntas de
tabla para entrepaños Y tapa número 13-A. Cuatro
tablas para costados, número 13-B, que se unen en-
tre si con barrotes, como indica el número 13-C.
cuatro tablas para alas, número 13-D, unidas tam-
bién por el interior con barrotes. En lugar de bi-
sagras se pueden poner espigos número 13-E o tor-
nillo.i, eomo en la figura 13-F. Los bordes laterales
de las alas se redondean. figura 13-G, para que pue-
dan abrirse.
N' 14-Cama. Las barandas de la cama número a-A se
pueden eonstruir con tres trozos de tabla pegados
entre sí con cola o unidos con barrotes. que for-
men 80 centímetros de ancho por 60 centímetros
de altura para la baranda baja, y un metro paut
la baranda alta. El largo de la cama debe ser de

©Biblioteca Nacional de Colombia


15A 818 L 1OTEe A ALDEA N A DE e O LO M 81 A

1 metro con 90 centímetros y la altura de los lar-


gueros debe ser de 45 centímetros sobre el suelo.
Siguiendo las mismas dimensiones, se puede cons-
truir la cama número 14-B, cuidando de hacer bs
cortes indicados en la figura 14-C para que al en-
cajar en ellos los largueros, adquieran éstos ma-
yor seguridad. La figura 14-D representa una
cama a construir de guadua y largueros de tabla.
La figura 14-E detalla la forma en que se ha dt.:
armar, haciendo atravesar los largueros por cajas
abiertas en las patas, a fin de darle mayor solide:~
y la forma como deben atravesar los barrotes de
las barandas sujetándolos con cuñas de la mis-
ma guadua. ESto es una mera sugestión que pue-
de variarse en la práctica por amarrados de alam-
..
bre o de guasca .
N' 15-Esta.. plancha representa algunos tipos de mesas
'r. ~-de centro de fácil ejecución. La figura 15-A. Cór-
tense dos pedazos de tabla número 15-B, para tope.
Cuatro listones 15-C, para patas. Un listón 15-D,
para suelta. Un listón 15_E también para suelta,
haciendo en él la caja indicada, y dos barrot"?s
para unir el tope por debajo.
NQ 16--Córtense cuatro trozos de tabla número 16-B
para patas y dos trozos 16-C para tope. La figura
16-D indica la forma como deben unirse las pata.~.
N 17--Córtese un trozo de madera cuadrada para pata,
1

número 17-B. Cuatro trozos de listón número 17_c,


para la base. Dos tablas número 17-D para el tope.
y dos listones número l'i-E para unir el tope por
debajo .
.Sota-Todos estos muebles, excepto las partes que
\·an en madera redonda. pueden barnizarse o pin-

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A. R Q U 1T E C T U R A A L D EA N A Y RU RA L 155

tarse. Antes de aplicar cualquier barniz o color,


se da a la madera una capa o mano de cola del-
gada. Un buen barniz para estos muebles se pre-
para diluyendo un poco de cera de Castilla en
aguarrás, y aplicándo lo a la madera con un pe-
dazo de franela.
Esquema --Se presenta este esquema con el oo-
jeto de señalar al no iniciado en carpinter ía, la.;
distíntas partes de que se compone un taburete,
nombránd olas con los términos vulgares. Ténga-
se presente que cuando menciona mos arnilla en
las mesas, nos referimos a la parte equivalen te
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MODELOS DE IGLESIAS ALDEANAS

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PROYECTO DE IGLESIA RURAL Nel Rodríguez.
Arquitecto

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;'ROYECTO DC IGLESIA RURAL Nel Rodríguez. Arquitecto.

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PROYECTO DE FACHADA PARA José Ma. González Concha.
LA IGLESIA DE SAN BERNARDO (Cund.) Gonzalo Restrepo Alvarez.
Arquitectos.
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PROYECTO DE IGLESIA PARA ALDEA Gonzalo Restrepo Alvarez.
Arquitecto.

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Pablo de la Cruz. Arauitectc

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PROYECTO DE IGLESIA PARA ALDEA Pablo de la Cruz Arquitecto.

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INDICE

Págs.
RECOMENDACION PRELIMINAR 3
CONSIDERACIONES GENERALES . . 5
Requisitos del suelo . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
Planeamiento de la casa . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
MATERIALES DE CONSTRUCCION .... 10
CIMIENTOS ..... . 10
Roca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Estratos ..... . •••••••••••• o •••••• o ••••
11
Cascajo o grava . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Arena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
Arcilla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
Terrenos fangosos y pantanosos . . . . . . . . . . . . 12
Limos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
Terreno artificial ... o ••••• o ........ .
13
Suelos mezclados . . . . .. 13
Conclusiones . . . . . . . .. o. o • o ••••••••• o 13
OPERACIONES PRELllvUNARES . . . . . . . . . . 15
Trazado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
Método para trazar ángulos rectos . . . . . . . . . . 16
FUNDACIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
Fundaciones de piedra . . . ..... 21
Fundaciones de concreto . . . . .. 22
Fundaciones de ladrillo . . . . .. 23

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Págs .
Pilot es . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
...... . 23
Pilot es de mad era . . . . . . . . . . . . . ..
23
IMPE RME ABIL IZAC ION ..... .
25
MUR OS . . . . . . . . . . . . . . .
27
Muro s de ladri llo . . . . ..
27
Muro s de adob e . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
29
Muro s de tapia pisad a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
30
Muro s de baha requ e ... . .. . .. . . . ... .. 32
TlqC H:OS . . . . . . . . . . . . . . . . . .
40
Tech os plan os . . . . . . . . . .. .
40
Tech os incli nado s . . . . . . . ..
41
Cúpu las . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . · · · ·
········ 41
Térm inos usad os . . . . . . . . . . ..
42
Cerc has .... .... .
43
TEJA DOS .... .... .... . .
49
Teja dos de barro . . . . . . . . . . . . . . . . .
.... ... 49
Teja de mad era . . . . . . . . . . . . . . . . .
... ..... 52
Colo cació n de la teja de mad era ... ... .. 53
Cana les mae stras . . . . . . . ..
55
Lima tone s . . . . . . . . . . . . . .
55
Caba llete s . . . . . . . . . . . . . ..
55
Teja dos metá licos . . . . . . . .
56
Colo cació n de la teja metá lica . . . . . .
. . . . ... . 58
Cana les, lima tone s y caba llete s . . . . . .
. . . .... . 58
Tech os de paja . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. ..... . . 58
Otro s tipos de tejad os . . . . . . . . . . . .
.. ... .. 60
PISO S .... .... ... . .... ... .
Pisos de mad era . . . . . . . . . . ..
61
Pisos de conc reto . . . . . . . . . . . .
61
... . ... 64
Pisos de bald osín y de ladri llo . . . . .
...... .. 68

©Biblioteca Nacional de Colombia


Págs _
ABA STE CIM IEN TO DE AGU A ...
... ... . 70
Dis trib ució n de las agu as . . . . .
. ... .. 72
Tan que s . . . . . . . . . . . . . ... . .
... ... ... ... . . 73
Bom bas ... .. · · · · . . . . . . . . . .
........ . 74
Arie tes . . . . . . . . .
74
DES AGU ES ... ... ... .
77
Mat eria les . . . . · . · · . . . . . . . .
.. ... ... 77
Diá met ros . . . . . . . . . . . . . . . .
.. ... .. . ... .. 78
Uni one s ... .. · · · · ·.. . . . . .
. ... ... ...... 79
Piez as espe cial es . . . . . . . . . . .
.. .... .... ... 79
Reg istro s . . . . . . . . · . . . . . . . . .
... ... ... ... 81
Ven tilac ión de las tube rías . . . .
. . .. ... ... . . 82
Con clus ione s . . . . . . . . . . . . . . .
. .. ... ... ... 85
APA RAT OS SAN ITA RIO S . . . .
.. . . . . .. . . . . . . 86
Freg ade ros, vert ede ros, etc. . . .
. .. . .. ... . ... 86
Lav ade ros . . .... ... . .. .. . ... ... . ...
. 88
Bañ os .. · · · · · ·. ·.. . . . . . . . .
. . .. .. . . .. .. 88
Exc usad os ... ·.. . . . . . . . . . .
.. ... ... ..... 90
ALG UNO S MO DEL OS DE PLA NOS
DE FAO HAD A,
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.. . . . . . . .. . . . 103
SUG EST ION ES PAR A LA CON
STR UCC ION DE
MU EBL ES RUS TIC OS . . . . . . .
. .. .. 149•
MO DEL OS DE IGL ESI AS ALD EAN
AS . . . . . . . . . . 171

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