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Capítulo primero: El señor Sherlock Holmes:

El Sr. Holmes y su ayudante Watson están examinando un bastón que una persona se
olvido el día anterior cuando fue a hacerles
una visita, seguramente para contratar sus servicios. Watson comienza a examinarlos
diciendo que debía pertenecer a un médico
de cabecera, entrado en años, con gran prestigio, rural etc...
Acto seguido Holmes coge el bastón y comienza a examinarlo, deduciendo que casi
todas las afirmaciones de su amigo son falsas,
solamente había acertado que era un médico rural. Llaman a la puerta, y casualmente
era el Dr. Mortimer, pero no era para
nada como Watson lo esperaba. Era un hombre alto, delgado y con nariz larga y
ganchuda. Tras recuperar su bastón, los
detectives se dan cuenta de que la mayoría de sus deducciones no eran muy
acertadas. Tras la debida presentación, el doctor
Mortimer comienza a contar el porqué de la visita.
Capitulo segundo: La maldición de los Baskerville
El Dr. Mortimer comienza a hablarles sobre un manuscrito que lleva en el bolsillo,
que puede serles de gran interés y es el motivo
de que pida su ayuda. En dicho papel se narra una leyenda, extraña y pintoresca
sobre un sabueso, el sabueso de los Baskerville. En
ella se cuenta que en una época la mansión pertenecía a un hombre llamado Hugo, era
un hombre malvado y salvaje. Dicho hombre
se enamoró de la hija de un terrateniente que vivía cerca de la mansión, pero la
señorita lo evitaba, debido a la crueldad por la que
era famoso. Un día un grupo de amigos tan desalmados como él mismo, secuestraron a
la joven y la encerraron en una de las
torres de la mansión. En un acto de valentía, la joven descendió de la torre por la
enredadera que cubre las paredes de la casa y se
dispuso a recorrer las millas que había de su casa a la mansión. Al ver que la
muchacha había desaparecido Hugo se lanzó en su
busca, decidieron lanzar a los sabuesos en busca de ella. Se encontraron con un
pastor al que preguntaron a cerca de si había visto
a Hugo, el dijo que sí, y que iba seguido de un sabueso infernal. Al llegar a un
valle vieron a Hugo con un infernal sabueso encima de
el, desgarrándole el cuello, y desde entonces el malvado sabueso persigue a la
familia.
Mortimer pasa a leer el periódico en el que se narra la muerte de Sir Charles
Baskerville, el propietario más actual de la mansión.
Diciendo que sufría problemas de corazón y que ese fue la causa de su muerte.
Después cuenta cómo encontró a Sir Charles y dijo
que había encontrado una gran huella de sabueso en el suelo.
Capítulo tercero: El problema
El doctor Mortimer narra sus opiniones a cerca de lo sucedido, dice que según él,
con lo que están tratando es algo sobrenatural,
debido al tamaño de las huellas que vio y el testimonio de algunos vecinos del
páramo. Procede a describir la situación de los
elementos de la mansión de los Baskerville. Dice también que Sir Charles permaneció
en el portillo que da al páramo un periodo de
tiempo ya que vio la ceniza del cigarro. Cuando Holmes le pregunta a cerca de que
servicios necesita de ellos, el responde que lo
que quiere es pedirles consejo a cerca de lo que debe hacer con Sir Henry
Baskeville, ya que podría suceder los mismo que al
antiguo dueño. A lo cual Holmes dijo que le diera 24 horas para pensar, que fuera a
buscarlo y que permanecieran en Londres.
Holmes se encierra en casa para pensar y cuando Watson llega a casa le cuenta lo
que ha podido deducir, dice que Sir Charles huía
de algo y que ahora tienen que averiguar de qué. Quedan con el doctor y con el
baronet (Henry) al día siguiente.
Capítulo 4: Sir Henry Baskerville
Sir Henry era un hombre robusto, con la piel curtida y las cejas espesas, su mirada
era fuerte y tranquila, eso es lo que vieron los
detectives cuando él y su amigo Mortimer entraron en su casa. Tras presentarse Sir
Henry dice que le han enviado una cara, un
tanto extraña, en la que hay pegada una serie de recortes, de una revista. En ella
se leía: “Si da usted valor a su vida o su razón,
se alejará del páramo”. Holmes tomó el Times (periódico inglés famoso) y lo examinó
hasta que descubre que todos los recortes de
la carta, están sacadas de un articulo de dicho periódico. Le pregunta si ha notado
algo extraño, desde que vino a Londres, a lo cual
él dice que sí, que ha perdido una bota, a lo cual Holmes resta importancia. Quedan
para almorzar ese mismo día. Justamente
cuando salen los dos clientes de la casa, Holmes y Watson los siguen a una
distancia prudente, se dan cuenta de que hay un cabriolé
que sigue al doctor y su acompañante, de repente, se acercan pero solamente
consiguen ver una barba espesa, Holmes echa a
correr detrás de él pero no consigue alcanzarlo. Entran a una oficina y mandan a un
muchacho buscar en las papeleras de los
hoteles un ejemplar del Times recortado con la excusa de que se les ha perdido un
telegrama.
Capítulo 5: Tres cabos rotos.
Partieron hacia el hotel donde habían acordado almorzar con sus clientes, cuando
llegaron Holmes preguntó a cerca si podía ver la
lista de las personas que se alojaban en el hotel, cuando las miró hizo una serie
de preguntas, para confirmar que allí no se alojaba la
persona que había enviado la carta, y efectivamente, allí no había nadie
sospechoso.
Se encontraron con Sir Henry, que al parecer había vuelto a perder otra bota, pero
esta vez era una vieja y usada, estaba muy
enfadado, preguntó a las personas del hotel pero nadie sabía nada. Durante el
almuerzo, hablan sobre lo que hará el baronet, el
cual había decidido ir a vivir a la mansión de su familia. Holmes le dice que no
puede ir solo, que necesita que alguien le acompañe,
por lo que deciden que sea Watson quien vaya con el. Cuando se disponían a salir,
el baronet, encuentra su bota, la nueva, y
extrañado, sin saber como ha llegado allí, se la lleva. Estando en casa Holmes
recibe dos telegramas, en uno Sir Henry, decía que
Barrymore estaba en la mansión y en el otro el chico que habían mandado a buscar el
Times en las papeleras, decía que no había
encontrado la hoja recortada. Acto seguido llaman a la puerta, era el conductor del
cabriolé, quien les pudo proporcionar la misma
información de la cual ya disponían.
Capítulo 6: La mansión de los Barkerville:
Watson se dispone a partir hacia la mansión de los Baskerville, junto con Sir
Henry. Pasaron por diferentes tipos de paisaje,
Watson lo empleó para poder conocer mejor a sus acompañantes, y forjar un poco más
de amistad. Sir Henry, comentó que hacía
ya mucho tiempo que no había pasado por allí, desde que era un adolescente. Pasa a
describir la mansión que ya se divisaba desde
el cabriolé. El conductor dice, que se ha escapado un preso de prisión, y que
todavía no lo han vuelto a coger, está escondido en el
páramo según se cree. Era el asesino de Notting Hill. Llegaron ya a la casa,
recorrieron sus patios. Cuando llegaron los recibió el
servicio, Barrymore y su mujer. Tras ofrecerle las primeras cosas Barrymore anunció
que cuando Sir Henry hubiera encontrado a
alguien para sustituirlos les gustaría marcharse. A pesar del entusiasmo con el que
el baronet había llegado a la casa, daba a
entender que no le había gustado mucho, que no era un sitio muy alegre. Cuando
estaba casi dormido, Watson, escuchó en la
noche los sollozos de una mujer, desgarrada
por el sufrimiento.
Capítulo 7: Los Stapleton de la casa Merripit.
Al día siguiente Watson y Sir Henry coincidieron en que la noche anterior una mujer
estaba llorando amargamente. Por lo que
decidieron preguntar a Barrymore a cerca de lo sucedido. El respondió que solamente
había dos mujeres en la casa, la fregona y su
mujer, la primera vivía en la otra ala, y aseguró que su mujer no emitió esos
ruidos. Pero no era verdad, ya que Watson pudo
verla, y tenía los ojos hinchados. Para atar cabos, lo que hizo el detective fue ir
a ver al administrador de correos para cerciorarse
de que Barrymore había recibido el mensaje que le habían enviado. Así descubrió que
no lo habían recibo él mismo, sino su mujer, ya
que el se encontraba en el ático. Cuando volvía para casa se encontró con un
desconocido, que tras presentarse descubrió que se
llamaba Stapleton. Tras una pequeña charla a cerca de la misteriosa muerte de Sir
Henry, el hombre le invita a Watson a pasar
por su casa, par así, presentarle a su hermana, a lo cual accedió. Le mostró un
poco el páramo, le habló sobre la ciénaga de
Grimpen, y le dijo que podía cruzarla sin problema. De repente, un largo aullido
recorrió el páramo, helando la sangre a cualquiera
que lo escuchara. Stapleton vio una mariposa y se lanzó tras ella, entonces la
hermana de éste apareció cuando Watson se
disponía a presentarse esta le dijo: márchese, vuelva a Londres inmediatamente,
diciéndole que era por su propio bien, que debía
marcharse. Llegaron a la casa e invitaron a pasar a Watson, tras una conversación,
él se marcho, de repente la Señorita
Stapleton apareció y se disculpó por lo que había dicho, ya que había habido un
malentendido, eso que le había dicho, era para Sir
Henry.

Capítulo 8: Primer informe del doctor Watson:


Este es el primer informe que Watson manda a Holmes, en el cuenta que se cree que
el preso del páramo ya se ha marchado, por
lo tanto los granjeros ya duermen mejor. Dice también que el baronet empieza a
interesarse por la señorita Stapleton, ya que es
una mujer hermosa y fascinante. Se supone que una unión así debería de agradar a su
hermano, pero no parece ser así. Contaba
también que había conocido a otro vecino del páramo, el señor Frankland, cuenta que
es un hombre al que le apasionan las leyes.
Cuenta que la pasada noche, el oyó una persona cruzando por delante de la
habitación en la que dormía. Salió a ver quién era y
descubrió que era Barrymore. El mayordomo entró en una habitación, Watson observaba
desde la puerta, vio que el criado movía
la vela en el cristal, tras unos minutos, apagó la vela, y el detective se apresuró
en volver a su habitación.
Capítulo 9: La luz en el páramo.
A la mañana siguiente de la noche narrada en el capítulo anterior, Watson fue a
mirar la ventana de la habitación en la que había
estado Barrymore. Es la mejor desde la cual se puede ver el páramo. El detective lo
comenta con el baronet, y deciden que la
noche siguiente van a seguir a Barrymore, para saber lo que hacía. Una vez
finalizada la conversación, Sir Henry, se dispuso a salir
por lo que Watson hizo lo mismo, el baronet se vio sorprendido, y le dijo que había
quedado con la señorita Stapleton, por lo que no
podía acompañarle.
Cuando ya había marchado, Watson comenzó a tener remordimientos por lo que decidió
seguirlo. Lo encontró y estaba con la
hermana del naturalista, por lo que decidió esperar a lo lejos, para que éstos no
pudieran verlos. Entonces Stapleton apareció de no
se sabe donde, y avanzó hacia la pareja, pareció que mantenían una discusión, más
tarde, su hermana y el, se marchaban dejando
al baronet solo y desconcertado. Esa misma noche, decidieron ir a espiar a
Barrymore, esperaron toda la noche, pero no oyeron ni
vieron nada, pero a la noche siguiente lo volvieron a intentar, y recolectaron sus
frutos. Sorprendieron a Barrimore quien les
contó la verdad, encendía una vela y veía una luz en el páramo, era el asesino que
andaba suelto, estos le proporcionaban comida y
bebida, ya que, era el hermano de su mujer. Tras su confesión los dos amigos
decidieron y a la caza del preso, pero no pudieron
atraparlo. Mientras lo intentaban atrapar, Watson vio la figura de un hombre, sobre
un rico, mirando lo que pasaba, cuando
volvió a mirar, ya no estaba allí.
Capítulo 10: Fragmento del diario del doctor Watson:
Debido a que deciden no decir nada sobre el fugitivo del páramo, Barrymore decide
contarles algo más, que nadie sabe, sobre la
muerte de Sir Charles Baskerville. Dijo que se había citado con una mujer, y por
eso la esperaba en el portillo, aguardaba su cita.
Dijo que encontró las cenizas de una carta, escrita con letra de mujer, en la que
se podía leer “por favor, por favor, como es usted
un caballero, queme esta carta y esté junto al portillo a las diez en puno”. Fdo.
L.L.
Watson salió a dar un paseo, cuando volvía se encontró con el doctor Mórtimer, y
decidió preguntarle a cerca de las iniciales de la
carta, él respondió que se trataba de la hija de Franckland, le contó su historia,
en la cual su padre la abandonaba, gracias a las
ayudas económicas de la gente y especialmente de Sir Charles, la señorita Lyons
salió a delante.
El detective mantiene una conversación con el mayordomo, en el que le dice que él
también conoce la existencia de otro hombre en
el páramo, que el preso lo ha visto
más de una vez.

Capítulo 11: El hombre del risco


Watson decidió ir a Coombe Tracey para buscar a la señorita Lyons y para ver si,
por fin, podían aclarar algo en sobre el asunto.
Habló con ella, le preguntó a cerca de si se carteaba con Sir Charles, respondió
que sí, la misma respuesta obtuvo el detective
cuando preguntó si había tenido una cita con él, pero había un matiz, nunca acudió
a ella. Dijo que le había pedido una cita para
pedirle ayuda para divorciarse de su marido, que la abandonó. Eso fue todo lo que
dijo.
Regresó a casa el detective, y en el camino se encontró con el padre de la persona
con la cual acababa de tener una conversación,
mandó a una mensaje a Sir Henry diciendo que volvería para la cena.
Frankland dijo que sabía donde se escondía el preso, y este le hizo subir hasta el
ático donde tenía un telescopio, apuntando hacia
una colina, pudieron ver a un muchacho, que llevaba un hatillo, y que parecía mirar
para ver si lo seguían. Una vez que se libró de
Frankland, decidió ir en busca del individuo del páramo. Encontró dentro de uno de
las antiguas viviendas de los hombres
prehistóricos una serie de objetos que permitían que ese lugar fuera habitable.
Tras esperar unos momentos oyó unos pasos... se
agachó esperando a atacar y descubrir al hombre del risco. Oyó una voz que decía:
“un atardecer precioso mi querido Waston”
Capítulo 12: muerte en el páramo:
Era Holmes, la voz que le había hablado era Holmes, por lo tanto el hombre del rico
tenía que ser el. Éste le dijo que se había
escondido allí, haciendo creer a todo el mundo que estaba en la residencia de
Londres, para poder llevar a cabo dos investigaciones
desde puntos diferentes, sin que nadie sospechara que estaba allí. Holmes revela a
Watson que la Señorita Stapleton no es
señorita, es señora, ya que ambos dos son marido y mujer, y no hermanos como habían
hecho creer a todo el mundo. De repente
oyeron un grito, se acercaron y pudieron ver que el asesino que andaba suelto por
el páramo, estaba muerto. Entonces Stapleton
apareció por allí, y dieron la explicación de que Selden se había tirado desde lo
alto de aquella colina, preso de la desesperación y la
soledad. Se despidieron de él, y se marcharon hacia la mansión de los Baskerville.
Capítulo 13: Preparando las redes
Se presentaron entonces Holmes y Watson en la mansión. Sir Henry se mostró
encantado de que por fin el detective se hubiera
dignado a venir e investigar el caso personalmente. Mientras cenaban, Holmes se
percató de los cuadros que había en la pared, y
comenzó a hacer diferentes comentarios sobre ellos. Más tarde Holmes reveló a su
ayudante, que la persona que estaba en el
retrato de Hugo Baskerville, podía ser, sin ningún problema el naturalista
Stapleton, no cabía duda de que el vecino del páramo, era
un Baskerville. Al día siguiente engañaron a Sir Henry, haciéndole creer que
regresaban a Londres, pero que no debía preocuparse,
ya que iban a volver. Fueron hasta la casa de la señorita Lyons, para volver a
interrogarla, ya que no estaban muy convencidos de
que hubiera dicho todo lo que sabía. Proceden a decirle que el supuesto Sr.
Stapleton y su hermana, no tienen dicho parentesco,
sino que son marido y mujer, tras hacerlo la mujer confiesa que, él le había
prometido que si conseguía divorciarse, se casaría con
ella. Y que por eso, envió la cara a Sir Charles. Se reunieron en la estación con
un detective, un antiguo amigo.

Capítulo 14: El sabueso de los Baskerville:


Llegaron a la casa Merripit, y aguardaron a que terminaran de cenar, la niebla se
había hecho densa y prácticamente no podían
ver nada. Aguardaron hasta que el baronet, salió de la casa, preparándose para
regresar, tal y como le habían dicho hasta la
mansión Baskerville a pie. Cuando Sir Henry ya había pasado por delante de donde se
encontraban escondidos nuestros
protagonistas, un gran sabueso grande, negro, con fuego saliéndole de la boca y un
pelaje que se tornaba plateado por momentos
salió de la niebla, y siguió corriendo hacia donde se encontraba Sir Henry. Los
detectives estaban paralizados ante la
impresionante bestia que acababan de divisar, pero Holmes, apuntó y disparó hacia
el animal, que lanzó un alarido. Cuando la
bestia ya se había abalanzado sobre el baronet, comenzaron a dispararle, hasta que
el animal cayó al suelo. Sir Henry se
encontraba bien, y habían conseguido matar al Sabueso de los Baskerville.
Regresaron a la casa, en busca de Stapleton, para
acusarlo, y llevarlo a prisión, pero no lo encontraron. Pero si estaba allí su
mujer, atada en una habitación y con marcas de haber
sido maltratada. Supusieron que el naturalista se había ido a la ciénaga, pues allí
era donde guardaba a su perro. Al no encontrarlo,
dedujeron, que no había sabido calcular, y se había hundido en las horribles
ciénagas. Habían acabado con la maldición de los
Baskerville
Capítulo 15: Análisis retrospectivo.
Los dos detectives hacen un resumen de los datos, las deducciones y los errores
cometidos durante la investigación cuando ya ha
pasado un periodo de tiempo tras la investigación. Hablan sobre la vida del
supuesto Stapleton, lo que hará Sir Henry etc...

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