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Subniveles de energía

La organización de los electrones en subniveles es lo que permite las


combinaciones químicas de los diferentes átomos y también define su
posición dentro de la Tabla Periódica de Elementos.
Los electrones están dispuestos en las capas electrónicas del átomo de
cierta manera por una combinación de estados cuánticos. En el
momento en que uno de estos estados es ocupado por un electrón, los
otros electrones deben ser colocados en un estado diferente.

Cada elemento químico de la tabla periódica consiste en átomos, que a


su vez están compuestos de neutrones, protones y electrones. Los
electrones son partículas cargadas negativamente que se encuentran
alrededor del núcleo de cualquier átomo, distribuidas en orbitales de
electrones.
Los orbitales de electrones son el volumen de espacio donde un
electrón tiene un 95% de posibilidades de ser encontrado. Hay
diferentes tipos de orbitales, con diferentes formas. En cada orbital se
pueden localizar un máximo de dos electrones. La primera órbita de un
átomo es donde hay mayor probabilidad de encontrar electrones.
Las órbitas se designan con las letras s, p, d y f, es decir, Agudo,
Principio, Difuso y Fundamental y se combinan cuando los átomos se
unen para formar una molécula más grande. Estas combinaciones
orbitales se encuentran en cada capa del átomo.
Por ejemplo, en la capa 1 del átomo están los orbitales S, en la capa 2
están los orbitales S y P, en el interior de la capa 3 del átomo están los
orbitales S, P y D y finalmente en la capa 4 del átomo están todos los
orbitales S, P, D y F.
También en los orbitales encontramos diferentes subniveles, que a su
vez pueden almacenar más electrones. Los orbitales en diferentes
niveles de energía son similares entre sí, pero ocupan diferentes áreas
en el espacio.
El primer orbital y el segundo orbital tienen las mismas características
que un orbital S, tienen nodos radiales, tienen una mayor probabilidad
de volumen esférico y sólo pueden contener dos electrones. Sin
embargo, están situados a diferentes niveles de energía y por lo tanto
ocupan diferentes espacios alrededor del núcleo.
La materia está hecha de átomos, que a su vez se componen de un núcleo y una
nube de electrones que lo orbitan. El núcleo está compuesto de protones y
neutrones, que a su vez están compuestos de quarks. Tanto los electrones como
los quarks se comportan, con la precisión experimental actual, como partículas
puntuales, sin estructura. Toda la materia del Universo está por tanto compuesta
de quarks y leptones (los electrones son un tipo de éstos). Asimismo, las fuerzas
fundamentales en la Naturaleza son cuatro: gravitacional (que permite que los
cuerpos “caigan”), electromagnética (que unifica la electricidad y el
magnetismo), interacción fuerte (que liga los quarks para formar protones y
neutrones, y a éstos dos para formar núcleos) e interacción débil (que es capaz de
transformar unas partículas en otras, y que subyace en los fenómenos
radiactivos).

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