Está en la página 1de 2

El imperialismo formal o colonial se refiere a la dominación política directa de un país sobre otro, es decir que se trata

de una relación entre metrópoli y colonia. La potencia gobernante establece gobernadores propios para dirigir el país
dominado, por lo que las relaciones económicas dependen de las decisiones que toma el país central. De este modo,
una colonia británica, por ejemplo, el Canadá del siglo XIX, podía comerciar con otros países pero solo bajo el permiso
y la supervisión británica.

Imperialismo informal:

El concepto de imperialismo informal o neocolonial, se refiere a la influencia y el predominio que una potencia ejerce
sobre un país de manera económica, social y cultural. Se habla de imperialismo informal, por ejemplo, cuando los
intereses de una potencia dominan la economía de otro país, ya sea porque sus empresas controlan las actividades
mas significativas (por ejemplo son dueñas de los principales yacimientos petrolíferos) o bien porque esa potencia es
la principal compradora de los bienes que exporta el país dominado. En estos casos, el país dominado es políticamente
independiente, pero sus decisiones económicas están fuertemente condicionadas por los intereses de la potencia
dominante.

MPERIALISMO INFORMAL

Introducción.

El poder como capacidad de obligar a otro a realizar acciones útiles para quien lo ejerce se da no sólamente entre las
personas sino también entre los Estados, y, para usar un lenguaje más apropiado, entre los diferentes sistemas mundo
este ejercicio a través de la historia se ha realizado, ya sea utilizando la fuerza, otras veces la ideología y,
modernamente, a través de la economía, unas veces en forma veladas y otras veces descaradamente.

Taylor en su "Geografía Política" (Trama Editores, 2002), afirma que la "nueva forma de imperialismo" practicada
específicamente por los Estados Unidos cambia de estrategia pasando del imperialismo formal al informal.

Para un mejor entendimiento del tema, debemos repasar los significados de imperialismo y sus connotaciones formal
e informal, según Taylor:

Imperialismo: Proceso en virtud del cual un país domina a otro.

Imperialismo Formal: Control político de un territorio que ejerce un Estado más allá de sus fronteras.

Imperialismo informal: Dominio de un territorio allende las fronteras del Estado sobre el que no se ejerce control
político; es un procso inherente a las estructuras económicas de la economía-mundo.

El término economía mundo se refiere al proceso de acumulación de capital, propio del modo de producción
capitalista.

Visto lo anterior, se tiene que en la historia del mundo puede afirmarse que sólo ha habido tres potencias
hegemónicas de la economía-mundo: Holanda, el Imperio Británico y Estados Unidos, cada una de éllas con su propia
"teoría" y su "estrategia" política.

Pero si bien, la hegemonia en la economía-mundo se ejerce generalmente a través del imperialismo informal, Taylor
plantea al respecto dos hipótesis en el texto citado:

1. "El imperialismo informal no deja de ser "político" a pesar de la importancia que concede a los procesos
"económicos", lo que supone considerar las polítics comerciales no cmo si formaran parte de la teoría económica sino
como si fueran políticas de Estado distintas en diferentes sectores de la economía-mundo."

2. "El mecanismo fundmental de intercambio desigual es el que origina y hace que se mantenga el desarrollo desigual
en el mundo."

Las relaciones inernacionales del imperialismo informal.


Para entender este tema es necesario anotar que la base de lo que se conoce como la "economía ortodoxa" se
remonta ala obra "La riqueza de las naciones" de Adam Smith, quien desde entonces postulaba el "libre comercio"
como la base de tal economía.

Según este autor el libre comercio generaba riqueza, pues consideraba que en la medida en que cada región produjera
bienes para el comercio el desarrollo sería una consecuencia lógica. Olvidaba Smith, no obstante que, no todas las
regiones están en capacidad de producir esos bienes porque su aparato productivo no es igual en todas partes.

Este inconveniente lo trató de obviar David Ricardo afirmando que si cada región se especializaba en la producción de
aquellos bienes para los cuales estaba capacitada, se daría el fenómenos de las "ventajas comparativas", es decir que
si "cada Estado se especializaba en lo que podía producir mejor y más fácilmente, el libre comercio crearía un
equilibrio comercial internacional que beneficiaría a todos".

La realidad histórica ha demostrado que la tesis no es cierta pues después de la disolución de la Unión Soviética, hace
más de veinte años, los Estados de Europa Oriental abrieron sus economías al "libre comercio" y siguen rezagados
respecto de Europa Occidental". Lo mismo puede predicarse de los Estados Latinoamericanos, ninguno de los cuales
ha podido acceder al "Centro". Por el contrario, se ha demostrado que alguna ingerencia política en la economia,
específicamente en el comercio puede generar mayores posibilidades de desarrollo. Esta afirmación no es absoluta.
Todo depende de "en qué parte de la economía-mundo esté ubicado el Estado en cuestión.

El debate se plantea entonces sobre las ventajas que el libre comercio puede generar en los países de la semiperiferia
y la periferia.

La realidad histórica ha demostrado que el libre comercio es indudablemente ventajoso para los países del Centro, lo
que no siempre sucede con los países de la periferia y semiperiferia.

Uno de los economistas que disentía de las teorías de Smith fue Friedrich List quien afirmaba que "no existía una
politica comercial que fuera mejor por "naturaleza, sino que los aranceles eran una cuestión de "la época, el lugar y el
grado de desarrollo. Consideraba List que el libre comercio era, obviamente una política recomendable para el Centro,
y en ocasiones para la Periferia, en este último caso en la medida en que la apertura comercial para sus materias
primas permitía un proceso de acumulación de capital necesario para instalar el aparato productivo, base del
desarrollo. Así mismo consideraba que los países de la "Semiperiferia" debían optar por el "Proteccionismo" para
proteger, valga la redundancia, el desarrollo de un aparato productivo aún sin consolidarse.

Demostración de las hipótesis:

1. "El imperialismo informal no deja de ser "político" a pesar de la importancia que concede a los procesos
"económicos", lo que supone considerar las polítics comerciales no cmo si formaran parte de la teoría económica sino
como si fueran políticas de Estado distintas en diferentes sectores de la economía-mundo."

La anterior hipótesis tiene que ver con la existencia de un requisito indispensable para el ejercicio del poder: La
desigualdad. Aprovechando esta circunstancia, si bien los Estados del Centro no ejercen, como lo hacían en épocas del
imperialismo formal, un dominio expreso sobre las instituciones políticas del Estado dominado, a través de las
relaciones comerciales, imponen a los Estados de la periferia, y aún a los de la semiperiferia, condicionamientos
políticos para el mantenimiento de las relaciones comerciales, necesarias en el mundo globalizado como el actual. Así,
por ejemplo, España cuando ejerció sobre América el Imperialismo formal, nos impuso sus intituciones: El poder
ejecutivo era ejercido en las colonias por el Virrey, quien, de acuerdo con ls instrucciones del centro, ejercía las
funciones legislativas que ordenaba la península. Así mismo las funciones Judiciales estaban centralizadas en la Real
Audiencia Española.

Actualmente las cosas operan de otro modo: Los Estados del Centro nos dejan tener nuestras propias instituciones, así
por ejemplo, elegimos nuestro Presidente, nuestro Congreso y tenemos nuestras propias autoridades judiciales, pero
los Estados del Centro condicionan el funcionamiento de éstas imponiendo condiciones bajo la amenaza de cesar, ya
sea el intercambio comercial o las "ayudas económicas". En el primer caso estábamos ante un Colonialismo expreso,
explícito, demasiado claro. Ahora, ese colonialismo está disfrazado por la economía y por eso lo denominamos
"Neocolonialismo".

También podría gustarte