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Noviembre 2019
Santiago-Chile
Agradecimientos
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ÍNDICE
Página
Introducción 8
1. 4. Ecotipos chilenos. 15
1. 5. Huerto. 16
1. 5. 2. Nutrición nitrogenada. 19
1. 5. 3. Manejo sostenible. 20
2. PRODUCCIÓN DE SIDRA. 22
2. 1. Sidra. 22
2. 2. Historia y perspectiva. 23
2. 4. Producción de sidra. 26
2. 5. Proceso de elaboración. 27
2. 5. 2. Sidra espumante. 40
3
2. 6. 1. Francia. 42
2. 6. 2. España. 44
2. 6. 3. Reino Unido. 45
2. 6. 4. Estados Unidos. 46
2. 7. Factores de fermentación. 48
2. 7. 2. Temperatura. 49
2. 7. 3. Nutrición de Levadura. 50
2. 7. 4. Azúcares. 52
2. 7. 5. Madurez. 53
2. 7. 6. Uso de SO2. 54
2. 7. 7. Otros factores. 55
2. 8. 1. Factores organolépticos. 58
2. 9. 1. Composición general. 60
2. 10. Polifenoles. 66
2. 10. 2. Oxidación. 70
4
2. 11. 2. Aporte organoléptico microbiano. 76
2. 13. 2. Micotoxinas 84
3. 1. Destilación. 86
3. 4. Sistemas de destilación. 88
3. 8. 1. Calderas y condensadores. 97
3. 8. 2. Tipos de destiladores. 99
5
3. 9. 1. Calderas y Condensadores. 104
5. 1. 1. Metodología. 120
5. 2. 1. Metodología. 135
Referencias. 139
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Resumen
Este documento tiene como objetivo principal, analizar los fundamentos para la
producción y elaboración de sidra y destilado de manzana en Chile. Siendo posible
establecer una relación entre el origen de las manzanas y la riqueza patrimonial de
este fruto en nuestro país, lo que genera nuevas alternativas para el establecimiento de
huerto con ciertas variedades de interés. Al conocer la materia prima idónea, se
establecieron los procesos y factores que afectan la calidad final de la sidra, abordado
el objetivo específico de comprender la ecología microbiana asociada. Respecto a los
destilados, se exponen los sistemas de destilación y factores que repercuten en la
calidad del producto, con énfasis en los aspectos prácticos de equipos y materiales.
Estos fundamentos fueron complementados con actividades prácticas, cata de sidra y
destilación de chicha, obteniendo como apreciación final que la calidad de la sidra en
Chile es intermedia y que la elaboración de destilado de chicha es factible dado el
cumplimiento de todos los requisitos legales.
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Introducción.
En el caso de esta especie, se han hecho múltiples esfuerzos por entender las
complejas ramificaciones del género Malus, donde la idea dominante durante el siglo
XIX era que los manzanos cultivados se habían domesticado a partir de sus ancestros
silvestres europeos: Malus sylvestris (manzano de los bosques), Malus dasyphylla
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(manzano del paraíso) y Malus praecox (manzano primitivo). Pero esta suposición se
encuentra alejada de las revelaciones arqueológicas y genéticas que se conocen hoy,
las que permiten situar el origen del manzano a las laderas de las montañas Tian,
sudeste de Kazajistán (Roberts, 2017).
El primer antecedente para esta afirmación, fue reportado en el año 1790 por Johann
Sievers, quien encontró bosques de manzanos con frutos gigantes y de distintos
colores, lo que representa un escenario muy diferente al visto en manzanos silvestres
europeos que suelen crecer solos o en grupos pequeños. Este manzano silvestre de
Asia central (Malus sieversii) parece haber evolucionado a partir de una serie de
predecesores tempranos de frutos pequeños, formando una isla propicia en este lugar
donde tras repetidas eras glaciales del Pleistoceno y reducción de fragmentos de
hábitat, produjo como resultado una enorme variabilidad o alta expresión de
heterocigosis como adaptación a las condiciones cambiantes del entorno. Además, fue
posible establecer la correlación entre la enorme variabilidad de la especie y su
proximidad al centro de origen, dada la posibilidad de acumular mayores diferencias
evolutivas en el tiempo (por lo menos tres millones de años). Esta apreciación sobre el
centro de domesticación del manzano fue avalada por Nikolái Vavílov en su excursión
botánica de 1929, al escribir una nota que decía: “Pude ver con mis propios ojos que
aquel hermoso lugar era el origen del manzano cultivado” (Roberts, 2017).
Este manzano silvestre de Asia central está emparentado con el manzano silvestre
siberiano (Malus baccata) que fue dispersado por aves y que sufrió cambios drásticos
hacia la producción de frutos más grandes, con la ventaja evolutiva de poder pasar
más genes a la siguiente generación y atraer un tipo distinto de animal que fuese más
eficiente en su dispersión, como osos pardos y jabalíes. Posteriormente, los humanos y
sus caballos que viajaban por la proto-Ruta de la Seda contribuyeron a provocar una
diáspora de esta fruta por toda Asia y Europa (Roberts, 2017).
Una vez establecidos en Europa, los manzanos sobrevivieron a la caída del Imperio
bizantino en el siglo VIII, y fueron cuidadosamente seleccionados y cultivados en el
mundo musulmán. Mucho tiempo después, entre el siglo XVI y XVIII ocurrió la segunda
gran diáspora de este frutal, cuando los colonos europeos comenzaron a plantar
manzanos en América, Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda y Tasmania, produciendo
una gran variedad de manzanos adaptados a distintos entornos de la zona templada
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del planeta. Esta adaptabilidad fue muy clara en el caso de Chile según los registros de
Charles Darwin, quien desembarcó en el puerto de Valdivia en 1835 y describió la gran
proliferación de huertos de manzanos en la zona (Roberts, 2017).
Fue a partir de esta difusión global de los manzanos y la presión selectiva que opero
sobre las semillas en Norte América, que en el siglo XIX empezaron a aparecer los
cultivares de manzanas modernas que se han popularizado hasta hoy, como el cultivar
Cox Orange Pippin en Buckinghamshire en 1830 o el cultivar Jazz generado en 2007
en Nueva Zelanda (Roberts, 2017).
1. 1. Revelaciones genéticas.
En el caso particular de las manzanas de sidra, algunos botánicos han sugerido que
estas se produjeron por cruces con manzanos silvestres para introducir el sabor
amargo y astringente que se deseaba, pero Cornille et al., (2012) muestra que no
existe ninguna diferencia entre las manzanas de sidra y de postre, dado que tienen
aportes similares de Malus sylvestris en su herencia genética y que incluso las
manzanas de postre tienen mayor aporte genético de Malus sylvestris (Roberts, 2017).
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1. 2. Manzana Chilena, Patrimonio inmaterial.
Desde el siglo XVII, cronistas y viajeros han destacado la abundancia y calidad de las
manzanas en el sur de Chile, por ejemplo, el padre Alonso de Ovalle (1646) señalaba
“es tan fecunda la tierra, que he visto en los campos y quebradas manzanales como
bosques”, apreciación apoyada por Diego de Rosales (1674), Charles Darwin (1835) y
Claudio Gay (1862). Esta situación está dada por las condiciones edafoclimáticas
optimas del sur para el manzano, frutal de hoja caduca que requiere de un periodo de
frío entre 300 y 1.500 horas para fructificar (Sepúlveda et. al., 2011). De manera
consecuente, la abundancia de este fruto amplio las formas de consumo (crudas,
asadas, guisos y deshidratado) hacia bebidas fermentadas como la chicha en el siglo
XVIII, con reconocimiento de la manzana valdiviana como materia prima ideal para la
elaboración de chicha y sidra “legítima” (Castro, 2016). Sin embargo, hoy en día no hay
un reconocimiento explícito de las variedades de manzana utilizadas para elaboración
de chicha y/o sidra; situación que ha impulsado hacia la indagación de la historia y
cultura detrás de estas bebidas con potencial de DOP en el cono sur de América
(Proyecto Fondecyt 1130096), por sus elementos de tipicidad como vinculación
espacial y cultural, sus costumbres y características cualitativas diferenciadoras. Esta
importancia relativa a nivel nacional, se ha visto influenciada por el proceso que esta
viviendo la sidra de Asturias DOP como postualnte a patrimonio inmaterial de la
humanidad (Pérez, 2005).
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1. 3. Clasificación, cultivares aptos y variedades utilizadas.
1. 3. Clasificación de manzanas.
De manera general, las manzanas se pueden clasificar en tres categorías según sus
características (Valois et al., 2006):
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Cuadro 1. Clasificación de manzanas según acidez y taninos. Adaptado desde Lea y
Piggott, 2003.(long Ashton UK 1906)
En Francia y España, existe una categoría intermedia (acidulada) que se utiliza a veces
para cultivares de sidra semitartáricos con bajo contenido de taninos (Bore y
Fleckinger, 1997).
Ácido málico 2 10 2 4
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Otros parámetros, como el número de costras en la fruta también se han estudiado,
mostrando que las frutas con menos de 15 manchas no afectan el comportamiento
fermentativo ni las cualidades fisicoquímicas y/o sensoriales de la sidra producida
(Azad et al., 1987).
En países con extensa tradición sidrera, existen cultivares especiales que tienen mayor
contenido de ácidos y taninos. Sin embargo, es común utilizar cualquier tipo de
manzana que por diferentes razones no pueden ser comercializadas para el mercado
fresco (Joshi y Sharma, 2009), preparando una mezcla de manzanas de alto dulzor
(fermentación alcohólica eficiente) con manzanas acidas y aromáticas, para entregar
sabor y aroma (Proulx y Nichols, 2003).
Para tener una idea general de los cultivares utilizados, Bore y Fleckinger (1997)
describe con detalle más de 300 cultivares de sidra franceses, Morgan y Richards
(1993) describe otras 72 variedades de sidra inglesas entre una colección de 2000
tipos de manzanas de la colección Brogdale Horticultural Trust, y Copas (2001)
describe 80 cultivares sidreros de Somerset. Otra descripción muy interesante por su
ayuda gráfica para el reconocimiento de 22 variedades utilizadas para la DOP sidra de
Asturias es realizada por Dapena y Blázquez (2009). Aunque se puede ver una
inmensa variedad de cultivares, los cultivares típicos para la produccion y elaboración
de sidra se presentan a continuación según su precocidad (Fig. 1).
Precoces/Tempranas Mediana/tardías
Acida/ Amarga- acida Breakwells Seedling Brown’s Apple
Backwell Red Frederick (V)
Crimson King (V)
Kingston Black (V)
Amarga-dulce Foxwhelp Stoke Red (V)
Ashton Bitter Dabinett (V)
Ellis Bitter Chisel Jersey
Major(V) Yarlington Mill (V)
Tremlett’s Bitter Michelin
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Taylors Viberie
Medaille d’Or (V)
Dulce Sweet Coppin (V)
Sweet Alford (V)
Northwood (V)
(V): cultivares vintage o antiguos.
1.3.Variedades utilizadas.
La mayoría de los fabricantes de sidra prefieren usar mezclas de amarga-dulce y
amarga-acida para asegurar claridad, equilibrio y astringencia agradable; privilegiando
el uso de suficientes manzanas acida para mantener el pH por debajo de 3.8 y suprimir
el desarrollo de organismos que puedan dañar la sidra durante fermentación,
maduración o envejecimiento. Además, se valora el uso de manzanas dulces para
obtener cierta concentración de etanol (3% a 7% (v/ v)), acidez (± 0,5%) y taninos (±
0,2%) en el producto final (Merwin et al., 2008). En la práctica, en Europa suelen
utilizar una mezcla de manzanas que contengan al menos 20% amarga-dulce y
amarga-acida, y el 80% restante puede consistir de "Brown Apple” en Inglaterra o
“Calville Blanc” en Francia (Mitchell, 2006). Variedades de manzanas comúnmente
disponibles en Estados Unidos y recomendaciones de mezclas para cada categoría
fueron descritas por Proulx y Nichols (2003) y Merwin (2005).
1. 4. Ecotipos chilenos.
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“Limona”, “Reineta”, “Northern spy” y “Puchacay”. Los productos mencionados son
chicha (69%), vinagre (69%), sidra (46%), jugos (38%), otro tipo de productos (23%) y
pulpas (8%). Además, muestra que las sidrerías no se han volcado a utilizar manzanas
de mesa como en el resto del mundo y que están tratando de rescatar ecotipos con
aptitud sidrera, lo que representa un gran paso en la generación de identidad para la
sidra. Respecto a los huertos, la moda es de 0,3 hás. por productor, en los cuales el
56,25% de ellos indica que sus plantaciones en promedio tienen 9,3 años, el 6,25%
sobre los 80 años y un 37,5% no sabe con exactitud la edad de la plantación (Miranda,
2018).
1. 5. Huerto.
1. 5. 1. Enfoques de manejo.
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ecosistemas biológicamente ricos, pudiendo integrar opciones de intercultivo y
pastoreo (Vysini et al., 2011).
1. 5. 1. Evolución.
Antes de 1950, la mayoría de los huertos europeos de sidra eran silvopastoriles, con
bajo uso de insumos y manejos, los que estaban caracterizados por árboles muy
grandes, de larga vida y plantados a bajas densidades sobre porta injertos robustos
como “Bulmers Norman”. En general, estos árboles tradicionales son relativamente
vigorosos, propensos a producción bienal, y extensas zonas de "madera ciega" o no
portantes en las ramas laterales (Williams, 1987). Estos rasgos pueden haber sido
aceptables en los huertos tradicionales de bajos insumos, pero pueden ser
problemáticos en las plantaciones modernas de manejo intensivo y alta densidad
(Copas, 2001).
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sistemas integrados de producción de fruta (Umpelby y Copas, 2002).
Desafortunadamente, hay poca investigación publicada sobre manejo específico de
plagas o prácticas para huertos de sidra en comparación con manzanas de mesa o
culinarias.
Muchos cultivares de sidra tienden a dejar caer una alta proporción de sus frutos
durante los periodos de maduración. Este rasgo puede ser ventajoso en la medida en
que reduce la mano de obra de la cosecha y facilita la colección mecanizada en
huertos modernos a gran escala (Sánchez et al., 1991), pero presenta problemas
logísticos en los lugares donde el equipo de recolección mecánica no está fácilmente
disponible y las normas fitosanitarias prohíben el uso de fruta caída a menos que el
jugo sea pasteurizado o irradiado.
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una vez establecidas. Estas investigaciones han seguido en progreso, mostrando que
incluso con aplicaciones debidamente cronometradas a las concentraciones
recomendadas de ciertos productos (carbarilo, ácido naftalenacético o benciladenina),
muchos de los cultivares son difíciles de ralear adecuadamente y algunos pueden
producir de manera bienal incluso con raleo manual (Agnello et al., 2005). Aunque las
listas de cultivares recomendados para plantaciones modernas en Europa reflejan
tendencias bienales, los productores se han animado a plantar cultivares anuales
cuando sea posible (Fuertes et al., 1996).
1. 5. 2. Nutrición nitrogenada.
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lentas fermentaciones que implican limitación de nitrógeno para la levadura. Sin
embargo, el jugo bajo en N es más propenso a desarrollar sabores desagradables,
debido a la reducción de compuestos azufrados (Lea y Drilleau, 2003).
1. 5. 3. Manejo sostenible.
El huerto sidrero del futuro debe ser sostenible, con mínimo uso de insumos y
plaguicidas, resistente a los desafíos ambientales y ecológicos, pero capaz de generar
el menor impacto posible en el rendimiento y la calidad de la fruta. Algunas áreas que
se han estudiado, incluyen el uso de cultivos de cobertura para insectos beneficiosos;
el manejo de plagas y enfermedades utilizando control integrado (uso de plantas de
cobertura del suelo, variedades resistentes, medidas de saneamiento, uso de extractos
de plantas, virus, bacterias, reservorios de enemigos naturales, sistemas de asesoría
computacional, entre otros); y la minimización y gestión eficaz de los residuos,
mediante extracción de polifenoles a residuos de poda para uso en la industria
alimentaria, utilización como fuente renovable para la producción de energía o su
posible procesamiento para generar una enmienda del suelo (biochar) (Vysini et al.,
2011).
Conociendo que la venta de sidra en Estados Unidos se triplico entre 2007 y 2016
(Becot et al., 2016), que las industrias mundiales de manzana se han integrado más en
las últimas décadas y que el precio de mercado del fruto se ha visto deprimido por el
exceso de oferta, existe una motivación para los productores a buscar nuevos
mercados y productos con valor agregado para aumentar la rentabilidad (Rowles,
2000). Sin embargo, han sido cautelosos en el cultivo de manzanas para sidra dada la
existencia de variables desconocidas, como rendimiento, disponibilidad varietal en
viveros, prácticas de manejo exclusivas de las variedades de sidra y costo de
establecimiento (Becot et al., 2016).
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Ciertos hechos a considerar sobre esta arista comercial, es que los cultivares comunes
para la elaboración de sidra premium incluyen Kingston Black, Yarlington Mill, Brown
Snout, Dabinett, Porter's Perfection, los que utilizan menos insumos de pesticidas al
tolerar pequeñas manchas superficiales, si el rendimiento y la calidad interna de la fruta
no se ven afectados (Valois et al., 2006). Además, se han realizado múltiples estudios
de factibilidad económica con variables dinámicas, revelando que es factible producir
manzanas de sidra bajo la mayoría de escenarios (rendimiento de referencia, precio y
costos de producción) (Gallinato et al., 2014).
El Reino es la variable de mayor jerarquía y está definido por las zonas climáticas de
Köppen (Tropical, Seco, Templado, Boreal y Nevado). Luego, existen diferentes
dominios, los que a su vez se dividen en provincias. Entre los tres constituyen el código
ecológico abreviado, el cual representa una zona bien delimitada climáticamente en la
que se pueden encontrar cierto tipo de vegetaciones, geoformas y suelos. Según esta
clasificación y siguiendo las perspectivas productivas e históricas de este documento,
la zona comprendida entre el sur de Concepción y la región de Los Lagos es del Reino
Templado, Dominio Húmedo y Provincia Húmeda de verano cálido o verano suave,
similar al SER del suroeste de Inglaterra (Somerset, Devon y Cornwall) ( Rivera, 2011)
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Otra alternativa es el uso del software computacional “CLIMEX” que utiliza parámetros
biogeográficos, entregando información sobre los mecanismos que limitan la
distribución geográfica de una especie en su área e identifica las condiciones
climáticas que favorecen el crecimiento de la población, pudiendo explorar los efectos
del cambio climático sobre la idoneidad estacional y la extensión de las condiciones
climáticas limitantes. Por otra parte, CLIMEX incluye una función de adaptación
climática que se puede utilizar en ausencia de cualquier conocimiento de la distribución
de una especie con la opción “Match Climate”, que permite al usuario comparar
temperatura, humedad relativa, lluvia y su patrón de una ubicación determinada con
cualquier ubicación.
Teniendo estos antecedentes, Kingston Black parece una variedad prometedora, pero
se debe tener presente que es de crecimiento complejo, con árboles muy vigorosos,
cosechas relativamente pequeñas, malformación en ciertas flores y susceptibilidad a
Venturia inaequalis y cancro Europeo (Copas, 2001). Por lo que al analizar las
variedades de interés se deben considerar como puntos de partida estos y todo el resto
de factores que pudiesen afectar la producción.
2. PRODUCCIÓN DE SIDRA.
2. 1. Sidra.
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A nivel mundial, la producción de sidra está presente en más de 25 países donde el
cultivo de manzanas pueda prosperar, pero los principales actores de mercado son
Inglaterra, España, Francia, Alemania e Irlanda. Esta situación global, se refleja en que
el 60% de la producción mundial se consume en Europa, un 12% en Norte América
(AICV, 2019), y la porción restante se puede asociar a países donde el cultivo de uva
no se practica a gran escala o el cultivo de manzana es muy popular (Joshi et al.,
2011c).
Una primera noción organoléptica es que la sidra francesa tiende a ser más dulce que
astringente, mientras que la sidra británica es más seca y con contenido alcohólico
hasta 8.5 % (v/v). Estas características frutales y aromáticas de la sidra francesa
generalmente son resultado del defecado (“keeving”), donde las pectinas y otras
sustancias son separadas del jugo y fermentado lentamente sin completar la sequedad
para mantener ciertos azúcares residuales (Watson, 2013). Además, el contenido de
ácido málico ideal es 0.4% para las sidras inglesas o francesas y hasta 0.7% para las
sidras alemanas; en el caso de los taninos (estimado como la mitad del contenido total
de fenoles), las sidras francesas o inglesas tienen alrededor de 0.2%, mientras que en
sidras alemanas es un poco menor y en sidras españolas significativamente superior
(Lea, 2010).
2. 2. Historia y perspectiva.
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de sidra y que el origen fonético del termino proviene de “sagara” en vasco y
proporciona la raíz para la palabra latina “sicera” (sidra en español, cidre en francés y
cider en inglés). Además, se ha establecido que esta bebida ha sido muy popular en
Europa desde el siglo IX, según extensas referencias realizadas por Carlomagno
(Boulongne, 2017).
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Desde la década de 1970, el consumo de sidra ha experimentado un resurgimiento
tanto en Europa como en Estados Unidos. En 2005, se estimaron las ventas exteriores
mundiales en 873 millones de litros, avaluados en USD$ 2.900 millones, sin considerar
la cantidad desconocida de sidra para consumo casero y destilación. Por lo tanto, el
volumen total de ventas y estimaciones de valor para la sidra son conservadores y su
valor de mercado real es probablemente más de USD $ 3.000 millones (Mitchell, 2006).
En Chile el consumo de sidra es mínimo (0,02 litros per cápita), cifra muy baja al
compararla con Argentina (1,5 litros per cápita) o mercados más desarrollados como
Inglaterra o Irlanda (15 litros per cápita). Una tendencia interesante, se ha observado
en mercados incipientes como Australia y Nueva Zelanda, donde se está logrando un
crecimiento de 20% anual (Jiménez, 2018).
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Sin embargo, es difícil cuantificar o generalizar estos beneficios por características
propias de la manzana o la sidra, dado que están interactuando con condiciones
genéticas y estilos de vida muy diferentes según el consumidor (Evans et al., 2006).
2. 4. Producción de sidra.
Sin embargo, los productores franceses de sidra aprovechan este proceso mediante la
ejecución de una técnica denominada “maceration et cuvage”, que involucra contacto
prolongado de jugo y pulpa, determinando la profundidad del color, astringencia o
amargura de las sidras (Beech, 1993). O en el caso de prensado tradicional español
(lagar) se privilegia la fermentación incipiente y ciertas interacciones entre los taninos y
la pulpa, que entrega características distintivas a estas sidras (Arumburu, 1991).
26
2. 5. Proceso de producción y elaboración.
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Figura 2. Diagrama de producción de sidra y destilados. Leyenda: Adición opcional,
grado alcohólico, densidad, ADY: levadura seca activa. Adaptado desde Cousin et
al., 2017.
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De manera complementaria, es posible visualizar los diferentes métodos que se han
estudiado y practicado a nivel mundial, como muestra el siguiente esquema (Fig. 3).
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Independiente del método seleccionado, la principal característica de la sidra está dada
por su “territorialidad” y perfil sensorial especifico, condiciones que se asocian a la
actividad de microrganismos indígenas y toda la ecología microbiana involucrada
(Sanchez et al., 2010). Entendiendo la complejidad de estas interacciones y la
creciente demanda por productos nutritivos, saludables, de aspecto fresco y con alta
calidad organoléptica, se han desarrollado múltiples medidas para prevenir
alteraciones y controlar las características del producto de manera precisa.
2. 5. 1. Molienda y prensado.
Las manzanas se almacenan durante cierto tiempo, de modo que todo el almidón se
convierta en azúcar. Posteriormente, las manzanas seleccionadas se lavan y eliminan
aquellas que tengan pudrición, por sus efectos negativos en el estado microbiológico y
la calidad de la sidra (Joshi et al., 2011c).
Se han desarrollado varios tipos de prensas para manzanas, entre ellas las hidráulicas,
de tornillo, de cestas, de cinta y neumáticas. Pero las más utilizadas son la prensa
Stoll, la prensa Bucher-Guyer, la prensa de cinta continua Bullmer y la prensa Atlas-
Pacific para la extracción de jugo de manzana (Downing, 1989). Otra manera de
extraer el jugo es mediante la deshidratación electroacústica, que podría llegar a tener
mayor rendimiento. Actualmente, algunos sidreros españoles y chilenos prefieren usar
una prensa muy grande llamada “lagar”, cuyo rendimiento no es eficiente pero produce
una sidra característica altamente coloreada, con bajo contenido de taninos e
importante acidez volátil (García, 2004).
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Independiente del método de extracción, es importante precisar la cantidad de solidos
suspendidos en el jugo, que en orden ascendente van desde 0,5% para una prensa de
canasto horizontal (Bucher-Guyer), pasando por la prensa hidráulica, prensa
neumática, prensa de cinturón, hasta la prensa de difusión que entrega un 8% de
solidos suspendidos (Noble y Stern, 1995).
Inmediatamente después del prensado, el jugo se trata con productos que liberan a la
solución dióxido de azufre (SO2), actuando como antioxidante y conservante al destruir
la levadura salvaje y las bacterias. Cabe precisar que en el caso de la sidra destinada a
destilación no se puede agregar SO2, dado el arrastre de compuestos tóxicos como
acetaldehído durante el proceso de destilación (Jarvis, 1993).
2. 5. 1. Tratamientos prefermentativos.
31
En general, se sugiere la inactivación de la microflora natural que compite por sustrato
o produce metabolitos indeseados. El método de inactivación más utilizado en la
producción de sidra es la adición de metabisulfito (Downing, 1989), que al ser disuelto
en el jugo produce SO2 gaseoso y causa daño funcional celular en múltiples
microorganismos (Jay et al., 2005), proceso que puede tardar hasta 2 días para
después poder inocular el jugo con los cultivos seleccionados (Downing, 1989). La
microflora natural también puede ser reducida por pasteurización, pero se ha visto que
los tratamientos térmicos pueden tener efectos negativos sobre el sabor (Choi y
Nielsen, 2005).
Un detalle sobre la fermentación natural es que las levaduras deseadas tienen que
estar presente en concentración suficientemente alta, porque en caso contrario se
corre el riesgo que se desarrollen microorganismos indeseados que pueden producir
sabores extraños o hacer que la sidra sea peligrosa de consumir. Durante la
fermentación, las cepas de levaduras influyen en la tasa y contenido de etanol, taninos,
ésteres, metanol y ácidos volátiles, afectando de manera directa la calidad. Sin
embargo, una desventaja de usar una cepa de levadura pura es que no se puede
obtener la complejidad organoléptica de una mezcla natural de cepas, dada por la
multiplicidad de metabolitos secundarios (Nurgel et al., 2002).
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2. 5. 1. Fermentación.
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adecuado de la fermentación a través de adiciones químicas y nutritivas, control de la
temperatura y reducción o inoculación de microflora permite una fermentación “limpia”
y consistente, con bajas probabilidades de producir compuestos de mal sabor u otros
defectos.
2. 5. 1. Fermentación alcohólica.
2. 5. 1. Fermentación maloláctica.
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formadoras de esporas, con forma de bastoncillo y coco, y están representadas por un
grupo de 17 especies de Lactobacillus que pueden actuar de manera simultánea o
después de la fermentación alcohólica (Dharmadhikari, 2002),(du Toit et al., 2011). La
MLF, es el resultado de la actividad de las bacterias ácido lácticas que convierten ácido
málico en ácido láctico y CO2, lo que podría ser un efecto indeseado en productos
embotellados (Lea y Drilleau, 2003). Además, este proceso es aconsejable que se
realice inmediatamente después de haber completado la fermentación alcohólica,
porque las LAB tienen la capacidad de consumir azúcares y convertirlos en ácidos
volátiles como ácido acético (vinagre).
La aparición del ácido L-láctico está asociado con los aspectos deseables del
metabolismo del ácido málico; desafortunadamente, la aparición del ácido D-Iáctico y
acético se asocian con los aspectos de sabor indeseables (“piqure lactique”). La
restricción hacia el cambio L-Iáctico ha sido muy difícil, pero se postula que un inóculo
bacteriano bajo y alto contenido de polifenoles nativos parecen ser beneficiosos para
este proceso (Salih et al., 1988).
35
2. 5. 1. Nuevas técnicas de fermentación.
36
2. 5. 1. Clarificado de sidra.
La sidra permanece en las lías durante algunos días después de la fermentación para
facilitar la autolisis de la levadura, que entrega enzimas y aminoácidos a la solución.
Luego, se separa de las lías, se clarifica y se transfiere a las cubas de almacenamiento
o tanques de maduración (Jarvis, 1993). La clarificación inicial se puede realizar por
sedimentación natural de la levadura bien floculada, centrifugación, agentes de
acabado o combinación de los tres.
Los agentes de acabado típicos son bentonita, gelatina, cristal de cadena o quitosano.
La gelatina forma un bloque con taninos cargados negativamente y derriba otros
materiales suspendidos por atrapamiento (Joshi et al., 2011). Se debe considerar que
los tratamientos de clarificación del jugo de manzana con enzimas pectolíticas o
adición de bentonita podrían reducir la tasa de fermentación, que podría llegar a ser
beneficioso en ciertos casos (Duenas et al., 1997).
37
La turbidez visible posterior al envasado se debe a partículas más pequeñas que son
difíciles de eliminar por sedimentación y/o filtración (Kilara y Van Buren, 1989), por lo
que se utiliza generalmente sustancias aglutinantes (gelatina o bentonita) para flocular
estos elementos de turbidez (Joshi y Sharma, 2009). El mayor inconveniente de la
clarificación es la reducción de polifenoles, pudiendo alterar el aroma, el sabor y los
beneficios para la salud (Spanos y Wrolstad, 1992).
38
2. 5. 1. Filtrado.
La filtración final se puede realizar antes y/o después del ensamblaje, mediante filtros
de polvo (diatomea) o láminas desechables gruesas para producir un producto
brillante, además de manera consecutiva y optativa se puede realizar una filtración casi
estéril de membrana (nominal 1- 0.5 μm) para eliminar todas las levaduras y la mayoría
de las bacterias. Aunque se ha enfatizado en realizar una prueba de finura (filtro o
aglutinantes) en pequeña escala para minimizar el riesgo de sobrefinación, este
procedimiento se ignora y se agrega una cantidad estándar de agente de saneamiento
independientemente de los requisitos y condiciones del producto final (Lea, 1994).
2. 5. 1. Embotellado y empacado.
Una vez que la sidra termino su fermentación, ha sido trasvasijada, filtrada, clarificada
y madurada puede ser embotellada. La mayoría de las sidras industriales son
embotelladas añadiendo endulzantes para equilibrar su acidez y carbonatadas bajo
presión externa para entregar efervescencia (Mitchell, 2006). La carbonatación se
puede lograr inyectando CO2 bajo presión (tanque de fermentación o botella) o
mediante fermentación secundaria en botella después de agregar pequeñas dosis de
azúcar y levadura durante el embotellado, generando un producto del estilo
“champenoise” o “condicionado botella" (Alonso-Salces et al., 2004).
Para tener un producto estable de larga vida útil, aquellas sidras con alto nivel residual
de azúcar deben ser tratadas térmicamente, aplicar dióxido de azufre (SO2) o sorbato
de potasio para evitar refermentación o deterioro microbiano. Ciertos estabilizadores
químicos como sulfitos y conservantes pueden tener impactos sensoriales negativos en
la sidra, especialmente cuando se utilizan a la concentración recomendada para
estabilizar un producto con azúcar añadida (Jarvis et al., 1995).
39
aproximadamente 50 PUs, tratamientos térmicos de 50 minutos a 60°C o su
equivalente combinación según la carga microbiana inicial. Una desventaja del
tratamiento térmico es que puede causar sabor cocido o oxidado, lo que sugiere
prestar máxima atención a la temperatura, tiempo y niveles de SO2 libres para
minimizar estos efectos (Duffy y Shaffner, 2001). Además, se ha descrito que este
tratamiento no afecta el contenido de polifenoles pero reduce significativamente su
actividad antioxidante (Al-Turki et al., 2008).
Según el origen del CO2, se pueden hacer cuatro tipos de fermentados espumosos; por
exceso de carbono producido por la fermentación del azúcar residual; por exceso de
CO2 de una fermentación maloláctica (Vinho verela); por exceso de CO2 proveniente
de la fermentación del azúcar agregada posfermentación (mayoría de fermentados
espumosos del mundo) o por añadidura de CO2 (carbonatados) (Jeandet et al., 2011).
40
contenido de alcohol de 9–10% vol. según la cantidad de azúcar y levadura añadida.
Además en este proceso se ha agregado dihidrógeno fosfato de amonio y soluciones
de amoníaco como fuentes de nitrógeno (Joshi et al., 2011 b).
Las cepas de levadura elegidas para llevar a cabo la fermentación secundaria deben
satisfacer características adicionales, relativas a la capacidad de fermentación en
condiciones reductoras (botella), en presencia de etanol, a baja temperatura y alta
presión de CO2, además de poseer alta capacidad de floculación y no adherirse al
vidrio para facilitar su extracción mediante degollado cuando se completa el proceso
(Martínez-Rodríguez et al., 2001). Una metodología detallada para la selección de
cepas de levadura para la fermentación secundaria de sidras espumosas ha sido
propuesta por Valles et al. (2008).
41
de las comunidades rurales, otorgando subsidios para mejorar infraestructura y
capacidad productiva en varios países (Merwin, 2008).
2. 6. 1. Francia.
Las 2 principales categorías de sidra en Francia son “Cidre fermier” (sidra de granja)
producida en el lugar a partir de manzanas cultivadas en la granja en sí, y “Cidre
bouche”, producida por artesanos regionales con cultivares tradicionales de cada
región y que generalmente se acondicionan en botella con azúcares residuales para
lograr efervescencia natural. Otros sidreros comercializan sus productos bajo las
42
etiquetas de apelación de origen controlado (AOC), siguiendo las reglas que prohíben
adiciones de azúcar refinada a la fermentación.
Técnicas diferenciales.
- “Maceration et cuvage”
- “Defecation” (“keeving”)
Una vez que se llena el estanque, el jugo se extrae y se dirige a otros barriles para la
segunda etapa del proceso, la “defecation”, que consiste en mantener el jugo alrededor
de 5 ºC para ralentizar la actividad de pectinmetilesterasa (PME), sin afectar el
crecimiento significativo de la levadura. Así, durante unos pocos días el anión pectato
desmetilado se combinará con los cationes de jugo (principalmente calcio, proteínas y
asparragina) para formar un gel que es impulsado por pequeñas burbujas de CO2 de la
fermentación incipiente (“chapeau brun”), dejando una fase líquida transparente en el
medio que se sifona con cuidado a otro estanque para la fermentación. Si no tiene
éxito, el crecimiento de la levadura supera la actividad de la PME y se forma una
cabeza blanca turbulenta (“chapeau blanc”) (Grassin y Fauquembergue, 1994). El
alcance de este procedimiento es triple; producir un jugo libre de pectina que beneficia
la claridad de la sidra final, controlar el color y el sabor del tanino, y reducir el contenido
de levadura y nitrógeno aminoacidico para retardar la posterior fermentación,
reteniendo el azúcar no fermentado y produciendo un producto naturalmente dulce
(Lea, 1995).
43
desmetilación con enzima agregada (Rapidase CPE o Klercidre) el jugo se presuriza
con nitrógeno, dosifica con cloruro de calcio y se transfiere a un tanque. El gel de
pectato de calcio que se forma, se eleva hasta la parte superior del tanque por las
burbujas de nitrógeno que se adhieren a él (Le Quere et al., 2006).
2. 6. 2. España.
Las LAB son capaces de convivir con levaduras durante la fermentación espontanea,
consumiendo azúcares y elevando la acidez volátil al producir ácido láctico,
recomendándose su consumo con 1,5 g de ácido acético por el equilibrio entre acidez y
amargor, a pesar de la pérdida del carácter afrutado (Picinelli et al., 2000).
44
Escanciado.
Una parte importante sobre la sidra española recae en el escanciado, entendido como
el acto de servir, verter o decantar bebida de la botella a una copa o vaso, aireando y
volatilizando la sidra para potenciar la apreciación de aromas y sabores característicos.
Este proceso se realiza durante la selección de los lotes para cada mezcla, removiendo
un pequeño tapón de la cabeza de cada barril y atrapando el chorro de sidra de alta
presión en un vaso de degustación. Además, en el momento de servir (escanciado) se
sugiere potenciar las cualidades organolépticas mediante aeración por altura
(Arumburu, 1991).
Legislación.
2. 6. 3. Reino Unido.
Antecedentes.
45
fermentado de manzana o mezclas que incluyan jugo concentrado, con una
concentración de alcohol entre 1,2 y 8,5% (v/v), sin adición de alcohol destilado,
colorantes o saborizantes. Pero permite la adición de azúcares no fermentables como
sorbitol, edulcorantes sintéticos u otros azúcares fermentables de caña, remolacha o
maíz (Mitchell, 2006).
Evolución de la industria.
Más allá de los innumerables estilos, cultivares o métodos que podrían asignarse a la
producción de sidra en el Reino Unido, considero de mayor relevancia las coyunturas
históricas que ha tenido esta industria, pudiendo destacar que en la década de 1790
Thomas A. Knight (primer fitomejorador científico) realizo el primer cruce entre
parentales seleccionados de manzana, teniendo gran implicancia sobre las
características y descripciones de las manzanas sidreras a nivel mundial.
Posteriormente, a medida que la campiña inglesa fue despoblada y reasentada en
nuevos centros industriales, la cerveza reemplazó a la sidra como bebida nacional
(Morgan y Richards, 1993) y en 1887, Percy Bulmer fundó lo que se convertiría en el
mayor fabricante de sidra del mundo, H.P. Bulmers, compañía que actualmente
produce el 65% de la sidra del Reino Unido (Mitchell, 2006).
Otro hito clave de la sidra inglesa ocurrió en 1903, cuando se estableció el Instituto
Nacional de la Fruta y la Sidra en Long Ashton, el que durante los siguientes 80 años
siguió siendo un centro líder para la investigación y el apoyo técnico a la industria de la
sidra inglesa, beneficiando a los fabricantes de sidra en todo el mundo hasta que fue
cerrado en la década de 1990, por redistribución de fondos al desarrollo investigativo
de cultivos vegetales.
2. 6. 4. Estados Unidos.
46
100 sidrerías a pequeña escala alrededor de EE.UU, pero sigue existiendo poca
investigación científica para apoyar este sector en desarrollo.
Cultivares.
47
2. 7. Factores de fermentación.
Es interesante ver como ciertos dispositivos de medición portátiles, como “CDR cider
lab” o “Quartz cider analyzer”, han avanzado al punto de poder manejarlos sin
experiencia de laboratorio y obtener mediciones confiables de parámetros claves,
como ácido acético, L-ácido málico, SO2 libre, SO2 total, L-ácido láctico, azúcares
fermentables, pH, acidez total, alcohol/volumen, nitrógeno asimilable por levaduras
(YAN) orgánico e inorgánico, glicerol e índice total de polifenoles.
48
2. 7. 2. Temperatura.
La fermentación de la sidra puede ocurrir entre 10ºC y 32ºC (Lea, 1995), pero
generalmente se realiza entre 15º y 25ºC, evitando la producción a temperaturas más
altas por producir atributos sensoriales negativos e incluso detener la fermentación (de
la Roza et al., 2002). En caso de realizar la fermentación a bajas temperaturas o
limitando el N se producen sidras con aromas y sabores frutales, manteniendo altos
niveles de aroma varietal (Beltrán et al., 2008) dada la producción de ciertos ésteres
(etil ésteres) (Molina et al., 2007). Además, a bajas temperaturas disminuye el riesgo
de contaminación, pudiendo llegar a obviar el uso de SO2. Sin embargo, se debe ser
más cuidadoso en la elección de la levadura para que esta sea capaz de sobrevivir y
mantener su actividad metabólica de manera eficiente (Magalhaes et al., 2017).
49
Naturalmente cepas tolerantes al frio como Saccharomyces kudriavzevii, S. uvarum o
S. eubayanus podrían ser utilizadas para fermentaciones frías, pero tienden a tener
mayor sensibilidad a etanol que S. cerevisiae, siendo menos eficaces en fermentación
alcohólica (Arroyo-López et al., 2010). Pero a nivel comercial, se han producido cepas
hibridas para fermentaciones de sidra que involucran levaduras lager (S. cerevisiae ×
S. eubayanus) (Masneuf, 1998) hasta cepas más complejas productos de hibridación
entre S. cerevisiae, S. uvarum y S. kudriavzevii (Krogerus et al., 2017).
Magalaes et al. (2017) cruzo la cepa de levadura criotolerante S. eubayanus con una
cepa de vino S. cerevisiae, obteniendo cepas con alta capacidad de fermentación a
baja temperatura y producción de sidras más frutales. Además, mostro que la
tolerancia al frio parece ser la principal contribución fenotípica de S. eubayanus a las
cepas hibridas (Mertens et al., 2015) y que la presencia de un transportador adicional
de fructosa de alta afinidad (Fsy1), podría explicar la reducción de acumulaciones
criticas de fructosa en fase tardías de fermentación mejorando significativamente su
comportamiento (Lopandic et al., 2016). Además, la alta tasa de consumo de hexosas
observada en los híbridos de S. eubayanus podrían ser ventajosos para
fermentaciones a bajas temperaturas de otros sustratos altos en azúcares (Serra et al.,
2005). En conjunto a esta capacidad criotolerante, se ha propuesto incluir tolerancia a
altas temperaturas (37ºC) para facilitar la producción de levaduras secas activas
(ADY).
2. 7. 3. Nutrición de levadura.
50
Para una fermentación exitosa, es necesario controlar la cantidad de nitrógeno
disponible para el metabolismo de la levadura (YAN), considerando que las fuentes de
nitrógeno más fácilmente disponibles son todos los aminoácidos primarios y el amonio
del jugo de manzana, con excepción de prolina y compuestos amoniacales. Al
considerar que la cantidad de N en manzanas varía entre 10 y 300 mg N / L, según
variedad y condiciones edafoclimáticas (Shively y Henick-Kling, 2001), se hace notoria
la necesidad de suplementación para una fermentación rápida y completa (Boulton et
al., 1999). Sin suficiente YAN en el jugo inicial, la levadura puede estresarse y causar
fermentación incompleta, olores desagradables de compuestos reducidos de azufre u
otros sabores perjudiciales (Butzke, 1998).
2. 7. 3. Vitaminas.
Se recomienda agregar 0,2 ppm de tiamina (no al mismo tiempo que S02), pantotenato
(2,5 ppm), piridoxina (1 ppm) y biotina (7,5 ppb) (Lea, 1994). La adición de tiamina
reduce la producción de piruvato y α-cetoglutarato, al ser cofactor esencial en la
conversión de piruvato a etanol, mientras que la adición de pantotenato reduce la
producción de acetaldehído.
51
2. 7. 4. Azúcares.
Los principales azúcares en manzanas son fructosa (7% a 11%), sacarosa (2% a
4,5%) y glucosa (1,5% a 3%) (Beech, 1972), donde la fructosa representa alrededor del
70% del total de azúcar fermentable (100 - 150 g/L) (Lea, 1995). Estos azúcares
pueden ser medidos fácilmente usando un refractómetro o hidrómetro y asociables a la
cantidad final de etanol, según la regla general donde se estipula que 17 gramos de
sacarosa por litro de solución producen un volumen de alcohol de 1.0% (Berry y
Slaughter, 2003). El hidrómetro puede utilizar distintas escalas (densidad, gravedad
específica y grados Plato, Brix o Ballings), donde la gravedad específica de la solución
es una relación con la densidad especifica del agua pura (por ejemplo, una gravedad
específica de 1.050 es 5% más denso que el agua pura), mientras que las escalas de
Plato, Brix y Ballings relacionan la densidad de la solución con cierto porcentaje de
sacarosa en peso (Cabranes et al., 1997).
Bajo este desafío, Berthels et al. (2004) genero un modelo computacional que entrega
la tasa máxima de crecimiento especifico de la levadura (μm), máxima concentración
de biomasa (Xm), coeficiente de rendimiento (Y p/x), tiempo de retraso (Δt), coeficiente
52
de rendimiento de biomasa segun azúcar (g biomasa /g azucar (Y x/s)) y coeficiente de
mantencion (m), el que permite afirmar que la discrepancia entre el uso de glucosa o
fructosa está relacionada con el transporte y pasos de fosforilación en la vía de
fermentación. Además, muestra que la adición de etanol tiene un efecto inhibidor más
fuerte sobre el uso de fructosa que de glucosa; en cambio la suplementación del jugo
con nitrógeno asimilable estimula en mayor medida el uso de fructosa que de glucosa,
reforzando el argumento que la utilización de glucosa y fructosa durante la
fermentación no es un parámetro fijo y depende de las propiedades inherentes de la
cepa de levadura y sus condiciones externas.
Para mejorar el uso de fructosa por las levaduras, se ha sugerido ejercer presión
selectiva y mediante evolución adaptativa seleccionar las cepas de levadura que
tengan mejor comportamiento según el producto deseado (Liccioli, 2011).
2. 7. 5. Madurez.
53
2. 7. 6. Uso de SO2.
El dióxido de azufre (versión moderna de la vela de azufre del siglo XVII), fue
introducido originalmente por LARS en 1950 como un potente antioxidante e inhibidor
de crecimiento de levaduras silvestres, permitiendo que las cepas de Sacharromyces
aplicadas se desarrollen, al ser más resistentes al SO2. El SO2 es efectivo solo en su
forma libre, condición desafiante dado que múltiples compuestos pueden unirse e
inactivarlo, lo que agudiza la importancia de utilizar fruta sana y limpia para la
elaboración de sidra (Jarvis y Lea, 2000.).
Si se agrega SO2 inmediatamente después del prensado, casi todo el color se unirá
químicamente y se reducirá visualmente por la unión del sulfito a las formas
quinoidales (Lea et al., 1995). Si se agrega el sulfito en una etapa posterior, se
producirá una menor reducción del color dado que las quinonas están estrechamente
reticuladas y menos susceptibles a la adición y reducción nucleofílica. También se ha
demostrado que el SO2 tiene acción clarificante, reductora de acidez volátil y disolvente
sobre los pigmentos de antocianina (Amerine et al., 1967).
54
Figura 4. Compuestos de unión a sulfito en sidra, según porcentaje de unión, niveles
típicos en sidra y contribución a la unión. Adaptado de Kosseva et al., 2016.
2. 7. 7. Otros factores.
Acidez.
La acidez resultante (pH) del jugo utilizado para la fermentación es importante porque
ayuda a controlar el crecimiento microbiano no deseado y determina la cantidad de
sulfitos necesarios para inhibir el crecimiento de levaduras silvestres (Beech, 1972). La
corrección del contenido de ácido durante la formulación prefermentativa se puede
ajustar diluyendo el jugo de fruta o agregando carbonato de calcio hasta obtener una
mezcla de con un pH aproximado de 3,5 –3,8. (Heimonen et al., 2013).
Aireación.
55
Concentración de etanol.
Solido no soluble.
Una pequeña cantidad de solidos insolubles es útil porque permite que las células de
levadura tengan una superficie sólida para descansar y poder liberar etanol y CO2 al
medio. De lo contrario, la levadura tiende a compactarse en la parte inferior de la cuba
y una capa delgada de estos productos tóxicos se acumula alrededor de cada célula,
cesando lentamente el metabolismo. De manera similar al vino blanco, en sidra se
puede agregar bentonita en dosis de 0.5% al mosto antes de la fermentación para
ayudar a la posterior clarificación de la sidra (Ough y Groat, 1978).
56
Figura 5. Rueda de sabores en sidra. Adaptado desde Agroscope, 2014 (Suiza).
57
2. 8. 1. Factores organolépticos.
Aparte de las mezcla varietal según el origen, otros factores contribuyen al perfil del
sabor en la sidra, como los métodos de molienda y prensado, madurez y estado de la
fruta, y adición de concentrado de jugo de manzana o azúcar refinada (Le Quere et al.,
2006). El análisis de estos factores ha sido ampliamente estudiado según las técnicas
utilizadas en Inglaterra (Lea y Drilleau, 2003), Francia (Le Quere et al., 2006) y España
(Mangas et al., 1994)
58
La espuma es una de las características más importantes de la sidra, pudiendo evaluar
atributos visuales como la espuma inicial, la persistencia del área de la espuma, el
número de sitios de nucleación, el tamaño de la burbuja y el collar de espuma (Picinelli
et al., 2005). La mejora de esta condición se ve favorecida por mayor concentración de
proteínas flexibles (pequeñas e hidrofóbicas) (Bamforth, 2004) y la presencia de
complejos de polisacáridos y polipéptidos para mejorar la estabilidad de la espuma
(Blanco-Gomis et al., 2009).
2. 8. 2. Sabor y aroma.
Herrero et al., (2006), indica que los principales grupos de compuestos que forman la
sensación en boca son ácidos alcoholes y ésteres, además de aldehídos y cetonas en
menor medida. Además, estos compuestos volátiles son el mayor grupo identificado
(Fan et al., 2011) y son responsables de los aromas dulces y frutales (Rita et al., 2011).
Uno de los compuestos que afectan en mayor medida el sabor de la sidra es el éster
etil etanoato que es percibido con aroma frutal en bajas concentraciones, pero en
concentraciones mayores a 200 mg L-1 se describe como fuerte olor a pegamento. El
etil hexanoato también es muy apreciado por la entrega de notas frutales, pero este
compuesto no está presente en el mosto, siendo asociado a los procesos fermentativos
y cepas de levaduras involucradas (Madrera et al., 2005).
59
De acuerdo a Pietrowski et al., (2012), la presencia de etil etanoato, etil octanoato, 3-
metilbutil etanoato, 3-metil-1-butanol y etanol contribuyen al aroma frutal de la sidra,
mientras que otros estudios complementan esta información al destacar que los
compuestos con mayor influencia en el aroma a manzana en sidra son 2-feniletanol,
ácido butanoico, ácido octanoico, ácido 2-metilbutanoico, acetato de 2-feniletilo, 2-
metilbutaoato de etilo, butanoato de etilo, hexanoato de etilo, 4-etilguaiacol, eugenol y
4-vinilfenol ( Xu et al., 2007).
2. 8. 2. Apariencia.
2. 9. 1. Composición general.
De manera conceptual, los ésteres entregan notas frutales y florales, los alcoholes
superiores proporcionan los “sabores de fondo”, y los compuestos fenólicos pueden
generar notas aromáticas placenteras o desagradables.
60
compuestos consisten en 20 ésteres (16.35%), 29 alcoholes (60.12%), 6 ácidos grasos
(14.53%) y 8 aldehídos y cetonas (7.45%). Además, se ha logrado identificar que los
compuestos volátiles asociados con el sabor intrínseco de manzana son ésteres (78–
92% de los volátiles totales), alcoholes (6–16% de los volátiles totales), aldehídos,
cetonas y éteres (Rita et al., 2011).
Los ésteres son el principal compuesto volátil en la sidra después del etanol, grupo
caracterizado por la alta presencia de etil acetato, que puede llegar a representar de
manera individual hasta el 90% de los ésteres totales (Lilly et al., 2000).
Los ácidos grasos son relevantes porque contribuyen al sabor como precursores de
compuestos volátiles y algunos de ellos (ácido linoleico y oleico) inhiben la formación
de espuma o aumentan la estabilidad, repercutiendo de manera negativa en la
evaluación sensorial (MacLeod, 1977). A nivel cuantitativo se han identificado diez
ácidos grasos, siendo los principales el ácido palmítico y el esteárico; asociados a
manzanas de sidra dulce. En menor medida el ácido pentadecanoico, los ácidos
insaturados oleico y linoleico, y los ácidos saturado caprílico y cáprico; asociados a
manzanas de sidra amarga (Blanco-Gomis et al., 2002). Respecto al contenido de
estos ácidos, la sidra dulce podría tener menos de 0,45 g L-1 de ácido, mientras que
las sidras secas elaboradas por el método tradicional de fermentación (manzanas no
lavadas) pueden tener acidez volátil hasta 1 g L-1.
62
En el caso de los compuestos fenólicos, estos derivan de la materia prima y tienen alto
impacto en el color, amargor y astringencia (Ye et al., 2014). Por ejemplo, las
procianidinas de alto peso molecular contribuyen a la astringencia y los compuestos
más pequeños contribuyen al amargor. Además influyen de manera sinérgica en el
dulzor y acidez, demostrando la importancia que se le debe dar a estos compuestos en
el desarrollo del perfil sensorial (Symoneaux et al., 2014).
2. 9. 2. Temperatura.
Ésteres volátiles.
La temperatura de fermentación es uno de los mayores indicadores para saber qué tipo
de ésteres se desarrollaran (Roza et al., 2003) y aunque algunos están originalmente
presentes en el jugo, la mayoría son producidos en el proceso de esterificación durante
la fermentación (Ye et al., 2014).
63
isopentil acetato tiene un fuerte aroma similar a la mezcla entre banana y pera. El etil
caprilato es un volátil que imparte sabores frutales y que tiene umbral de olor cercano a
0.005 mg L-1 (Fiorini et al., 2014).
Alcoholes volátiles
Los alcoholes son cuantitativamente el mayor grupo de compuestos que otorgan sabor
a la sidra (Scott y Swanffield, 1998) y son producidos mediante transformaciones
glucolíticas y aminoácidicas durante la fermentación. La acumulación de estos
alcoholes superiores está afectada por las características genéticas de las levaduras y
las condiciones de fermentación (Vidrih y Hribar, 1999).
El isopentilalcohol es reconocido por entregar sabores a rosa y miel, los que son
formados mediante decarboxilación y deaminación reductiva de fenil alanina (Fiorini et
al., 2014), según condiciones precisas de temperatura (Yilmaztekin et al., 2013) y
nitrógeno total presente en el jugo (Ough y Bell, 1980).
64
Figura 7. Comparación de los alcoholes volátiles en vinos de manzana obtenidos
desde diferente temperatura de fermentación (17ºC, 20ºC, 23ºC y 26ºC) al utilizar
Saccharomyces cerevisiae AP05. Adaptado desde Ye et al. 2014.
2. 9. 2. Madurez.
65
Figura 8. Comparación de concentración de aromas en jugo (A) y sidra (B), de 3
variedades (Gala, Lisgala y Fuji) con distinto grado de madurez. Adapto desde Llorente
et al. 2012.
Los ácidos estudiados en sidra según estado de madurez de la manzana han sido el
ácido butanoico y octanoico, encontrando mayor proporción de ácido octanoico en
sidras hechas con manzanas senescentes de variedad Fuji Suprema, situacion que se
podría relacionar con el aroma característico de este tipo de sidras (Rita et al., 2011).
2. 10. Polifenoles.
Las manzanas contienen una gran variedad de metabolitos secundarios formados por
un anillo aromático y al menos un grupo hidroxilo, conocidos generalmente como
fenoles o taninos (Shi et al., 2003). Estos compuestos funcionan en las plantas como
mecanismos de defensa contra plagas y enfermedades, siendo visible en reportes
donde se indica que aquellos cultivares con mayor contenido fenólico son más
resistentes a la sarna del manzano (Venturia inaequalis) (Picinelli et al., 1995) o en las
aplicaciones fitosanitarias en huertos de sidra del Reino Unido, que reciben solo el 8%
66
del total de pesticidas aplicados en huertos de manzana convencionales (Umpelby y
Copas, 2002). Sin embargo, se debe tener presente que la cantidad de compuestos
fenólicos varían significativamente de un año a otro según el cultivar, madurez, tiempo
de cosecha, manejo del huerto, clima u otras condiciones (Guyot et al., 2003). Además,
estos compuestos tienen implicancias técnicas en la producción de sidra al inhibir la
descomposición de la pectina, haciendo que la pulpa sea menos viscosa y más fácil de
prensar (Lea, 1984).
Se han reportado niveles de hasta 10.000 ppm (mg kg-1 peso fresco) en cultivares
seleccionados para la elaboración de sidra (Shahidi y Naczk, 2003), los que se pueden
clasificar de manera general en 6 grupos; flavonoles (quercetina), flavan-3-oles
(catequina y epicatequina), dihidrochalconas (floridina), antocianinas (3-glucósidos de
cianidina), ácidos fenólicos (ácido clorogenico), y taninos/proantocianidinas (polímeros
de catequina y epicatequina). Entre estos grupos, las procianidinas entregan acceso al
grado de polimerización (DPn) y naturaleza de sus unidades constitutivas (Sanoner et
al., 1999); mientras que el ácido cafeico y sus ácidos derivados (clorogénico y
caftárico), adquieren relevancia por su participación en reacciones de pardeamiento
auto oxidativo no enzimático y tasas de concentración estable según la cantidad de
polifenoles totales (Cilliers y Singleton, 1989).
67
En los países europeos con importantes industrias sidreras, las manzanas amarga-
dulce y amarga-acida se cultivan exclusivamente para la producción de sidra según
especificaciones de taninos, acidez total y contenido de azúcar (Desmarest, 2004).
Siguiendo esta tendencia, algunos cultivares tradicionales del oeste de Europa se
están plantando en distintas regiones del mundo por productores de sidras locales que
necesitan un alto nivel de taninos para hacer sidras al estilo europeo tradicional. Otra
alternativa, ha sido el uso de cultivares o especies con fines ornamentales o
polinizantes como Malus mandshurica o Malus floribunda, las que contienen
concentraciones relativamente altas de compuestos fenólicos y ácido málico (Merwin,
2008).
68
Cuadro 5. Efectos de la fermentación sobre contenido de polifenoles en jugo de
manzana y sidra. Adaptado desde Ye et al. 2014.
69
2. 10. 2. Oxidación y color.
70
Cuadro 6. Concentración de polifenoles en jugos recién prensados, oxidados después
de prensados y oxidados en pulpa previo al prensado, para 2 variedades de manzana
(Bramley y Dabinett). Adaptado desde Guyot et al. 2003.
Entre los polifenoles, los únicos que son verdaderos taninos (forman fuertes enlaces
con proteínas) y producen un sabor amargo o astringente son las proantocianidinas,
aunque se ha demostrado que la floridina también puede contribuir a la amargura de
las sidras (Lea, 1990b). Cabe precisar que la astringencia se define como la sensación
seca o arrugada de toda la lengua, mientras que la amargura se define como una
sensación aguda o punzante en los lados o en la parte posterior de la lengua (Noble,
2002).
71
almacenamiento y generando turbidez (Siebert, 1996). Según estos principios, se
acepta que la oxidación del jugo en ausencia de pulpa tiende a cambiar el equilibrio de
amargor a astringencia simplemente por el aumento del tamaño molecular de las
procianidinas a través de una polimerización oxidativa aleatoria. Posteriormente, el
equilibrio entre amargura y astringencia se modifica por la presencia de alcohol, que
tiene a mejorar la percepción de amargura y suprimir la de astringencia (Lea y Arnold,
1978).
Ciertos grupos fenólicos menos estudiados pero con enorme repercusión sobre la
calidad de la sidra, son los ácidos fenólicos hidroxicinámicos (ácido clorogénico y ácido
p-coumaroilquínico) que son precursores de fenoles volátiles (etilfenol y el etilcatecol,
respectivamente) (Beech y Carr, 1977); y el grupo de las dihidrochalconas que
representan entre 1% y 5% del total de polifenoles (Sanoner et al., 1999).
Valois (2007) evaluó la aplicación de diferentes taninos en sidras, mostrando que los
catadores tienen clara preferencia entre los perfiles con taninos añadidos, situación
coherente con la tendencia norteamericana de plantar sus propios huertos de cultivares
amarga-dulce o amarga-acida y evitar la utilización de taninos de uva (Valois, 2007).
72
2. 11. Ecología Microbiana.
73
ambiente favorable para la concentración microbiana (Granado et al., 2008). Respecto
a la cosecha, el conteo medio de placas aeróbicas para las manzanas cosechadas
desde el suelo es de 4,89 log UFC / g, mientras que las manzanas cosechadas del
árbol el conteo medio es de 2,88 log UFC / g. Sin embargo, no se presentan
diferencias en los mostos resultantes de estos frutos, incluso al ser sometidos a
distintos tratamientos de almacenaje (Keller et al., 2004).
Una observación microbioligca del prensado, es que los mostos obtenidos por presión
neumática son dominados por levaduras no-Saccharomyces (Hanseniaspora genus y
Metschnikowia pulcherrima), mientras que en el prensado tradicional los géneros
Saccharomyces y no-Saccharomyces siempre están presentes (Suarez et al., 2007).
74
Globalmente, se ha generado un documento por fabricantes de vinos que no provienen
de uva (“non grape wines”) con recomendaciones de levaduras para casi cualquier tipo
de vino (Rivard, 2009). Destacando que para el caso de la sidra (alto contenido de
ácido málico), el uso de levaduras no Saccharomyces (Schizosaccharomyces spp.),
reduce la concentración de ácido málico durante la fermentación maloalcohólica (MAF);
y que la fermentación mixta y secuencial entre Saccharomyces y
Schizosaccharomyces minimiza los niveles de ácido acético (Benito et al., 2012).
Al moler o cortar las manzanas, los hongos están presentes en concentraciones entre
3,6 y 7,1 log UFC/g, dominando las especies Candida sake, Pichia fermentans y otras
especies fitopatogenicas (orden de Capnodiales) (Ismail et al., 2016). En el caso de las
levaduras, las principales especies son Saccharomyces bayanus cuantificándose en el
34.5% de los aislados, y de manera decreciente Saccharomyces cerevisiae,
Lachancea cidri, Dekkera anomala y Hanseniaspora valbyensis representando 16%,
15%, 10.5% y 6.5% de los aislados, respectivamente (Coton et al., 2006). En el caso
de las bacterias, recientemente se identificó que las principales cepas de bacterias en
sidra son Lactobacillus brevis y Oenococcus oeni, siendo predecible su presencia por
tolerancia a bajo pH y alcohol (El Khoury et al., 2017), pudiendo atribuir a O. oeni la
mayor eficiencia fermentativa e importancia en MLF (Salih et al., 1988). Además, se ha
podido generar un vínculo entre cepas de O. oeni y su origen geográfico, revelando
importantes adaptaciones génicas y procesos de diferenciación respecto de sus
homologas en vino (Sánchez et al., 2012).
75
levaduras no-Saccharomyces oxidativas (levemente fermentadoras) por levaduras
Saccharomyces altamente fermentativas como S. bayanus and S. cerevisiae. La última
fase o de maduración, es dominada por levaduras del genero Brettanomyces y
Dekkera. Un hecho inherente de estas transiciones es el dinamismo poblacional entre
los años de producción, pudiendo identificar 2 grandes grupos, microflora residente de
la bodega y “microflora transitoria” (Morrissey et al., 2004).
Figura 10. Frecuencia (%) de las especies de levaduras aisladas durante la producción
de sidra. Leyenda: (A) Después del llenado de barril, al principio de la fermentación
alcohólica; (B) fermentación activa (densidad a 20ºC entre 1.035 y 1.005); (C) al
término de la fermentación alcohólica (densidad bajo 1.005). Adaptado desde Duenas
et al., 1997.
76
mayor concentración de etil acetato y 2- feniletil acetato; y S. cerevisiae genera isoamil
alcohol y isobutanol no esterificado. La importancia de este tema, se sustenta en que la
mínima variación de la concentración de ésteres en la sidra tiene consecuencias
trascendentales en la calidad sensorial (Sumby et al., 2010).
Entre las LAB; Lactobacillus, Leuconostoc, Oenococcus y Pediococcus son los generos
de principal interés por su capacidad de sobrevivir en el ambiente de la sidra y producir
ésteres, alcoholes superiores, ácidos grasos, lactonas, compuestos sulfurosos y
nitrogenados (Swiegers et al., 2005).Durante MLF, el sabor verde pastoso del ácido
málico es reemplazado por el sabor menos agresivo del ácido láctico (conjuntamente
con la reducción de metabolismo de acetaldehído) y entrega otros cambios en aromas
aumentando la complejidad de sabor (frutal, floral y/o frutos secos) (Henick-Kling
1995). Además de los cambios sensoriales favorables producidos por LAB, este
mecanismo puede ser responsable de alteraciones frecuentes, como el defecto de
“piqûre acroléique” que es causado principalmente por bacterias heterofermentativa
(Lactobacillus collinoides, L. hilgardii o L. diolivorans), producto de la degradación de
glicerol a 3-hidroxipropionaldehido (3-HPA) (Sauvageot et al., 2002).
77
búsqueda y selección de cepas de levaduras endémicas potencialmente mejor
aclimatadas parece ser una tendencia estable (Suárez et al., 2008), como otras
tendencias relativas al uso de partidores microbianos (Bartowsky, 2005). Estas nuevas
alternativas de inoculación, son consecuentes con la mejora cualtitativa observada al
usar cepas de levadura Hanseniaspora sp. y comparar con mostos fermentados solo
con Saccharomyces sp. (Pietrowski et al., 2012), o mediante el uso de cepas hibridas
entre S. eubayanus y S. cerevisiae (Magalhães et al., 2017).
78
2. 11. 5. Tendencias en el uso microbiano.
Las cepas asesinas que se utilizan para la producción de sidra se aislaron desde
fábricas de sidra chinas, seleccionando tres cepas como cultivo iniciador a nivel
industrial (Shuang, 2006). De manera similar, el fenotipo asesino fue reportado por
primera vez en levaduras autóctonas de sidra asturianas por Pando et al. (2010),
sugiriendo que las cepas con alto poder asesino pueden ser eficaces para suprimir las
cepas de levadura salvaje durante la fermentación (Gulbiniene et al., 2004), situación
que se ha sugerido evaluar caso a caso mediante “pruebas de exterminio” o método de
placas, según el protocolo de Barre, (1980).
79
2. 11. 5. Biotecnología en levaduras.
Las regulaciones sobre alimentos y bebidas están aumentando como respuesta a las
preocupaciones percibidas por los consumidores sobre el riesgo de organismos
genéticamente modificados (OGM) (Pretorius, 2001). Sin embargo, las encuestas
recientes conducen a la conclusión de que el consumidor promedio está mal informado
acerca de los beneficios y riesgos del uso de la biotecnología (Kosseva et al., 2016).
80
2. 12. Deterioro Microbiológico.
Aunque el deterioro puede ocurrir en cualquier fase del proceso, la expresión de estos
defectos es más frecuentemente en la etapa de posfermentación. Entre estos
microorganismos deteriorantes, uno de los más comunes es la bacteria gram-negativa,
anaeróbica facultativa Zymomonas mobilis, que causa la enfermedad de la sidra o
“framboise”, caracterizada por fermentación "casi explosiva", aroma a frambuesa o
cáscara de plátano, y formación de acetaldehído, el que reacciona con los taninos para
producir un complejo insoluble que genera turbidez. En este defecto, el contenido
residual de nitrógeno parece ser el principal factor de crecimiento de Z. mobilis,
sugiriéndose reducir el nitrógeno residual tan pronto como sea posible (Bauduin et al.,
2006).
Otro defecto común es el “mousiness”, del que se desconoce su causa exacta, pero se
produce en sidra sin sulfatar con pH alto y que necesariamente ha estado expuesta al
aire durante la fermentación. Además ciertas levaduras formadoras de película
(Brettanomyces spp., Pichia membranifaciens y Candida micoderma) producen sabor
“mousy” (1, 4, 5, 6-tetrahidro-2-acetopiridina) (Tucknott y Williams, 1973). Otros
deterioros menos comunes, son la producción de un sedimento llamado “casse” por
acción de la peroxidasa sobre los taninos y la generación de una mancha causada por
la descomposición del triptófano que produce olor fecal desagradable (Wilkins, 1990).
Se han reportado ciertas cepas (S. ludwigii) que son resistentes a altos niveles de SO2
(1000–1500 ppm), pudiendo crecer lentamente durante la fermentación y maduración,
produciendo un sabor butírico y la formación de partículas escamosas que estropean la
apariencia de la sidra.
81
2. 12. 2. Posfermentativo (Acroleína)
En caso de no llevarse a cabo ningún control sobre las LAB después de la MLF
aumenta la posibilidad de que se presenten alteraciones, como la producción de ácido
D-láctico (Del Campo et al., 2008) o la descomposición de glicerol de manera
anaeróbica por Lactobacillus brevis y L. collinoides produciendo 3-hidroxipropanal, que
puede deshidratarse espontáneamente en solución ácida para formar propenal
(acroleína), compuesto que confiere sabor amargo a las sidras y un aroma acre
inaceptable en sus destilados (Rentschler y Tanner, 1951).
82
significativamente el progreso de la MLF pero es menos eficaz que la dosis de 30 mg
L-1 de metabisulfito de potasio (Quirós et al., 2012). O el uso de campo eléctrico
pulsado (PEF) combinado con aplicaciones de aceite de clavo de olor (3 o 5 ml / 100
ml) en sistemas de flujo continuo (Liang et al., 2006).
Al diferenciar las bacterias mediante tinción gram (lácticas (Gram positivas); acéticas
(Gram negativas)), se pueden aplicar ciertos métodos para su identificación precisa
como cultivo en medios específicos, pruebas rápidas o herramientas moleculares. Las
principales pruebas para obtener una clasificación aproximada de las bacterias
deteriorantes incluyen: examen microscópico de la morfología celular de colonias
cultivadas (barras o cocos); presencia o ausencia de endosporas; comportamiento
gram mediante prueba de hidróxido de potasio; prueba de oxidasa; prueba de catalasa;
crecimiento aeróbico o anaeróbico; y formación de ácido acético a partir del etanol.
Uno de los medios más comunes que se usan para detectar bacterias tolerantes a los
ácidos, es el suero naranja incubado en condiciones anaeróbicas a microaerofílicas,
dado que muchas LAB son inhibidas por el oxígeno. Las bacterias ácido acéticas
83
también se pueden cultivar en suero de naranja pero incubadas aeróbicamente. En
este medio de cultivo, se recomienda agregar de 5% a 8% de etanol para promover su
crecimiento y suprimir los mohos. Otra alternativa es el uso de un medio de cultivo de
jugo de tomate se ha desarrolló específicamente para detectar O. oeni.
Análisis rápido.
Herramientas moleculares.
2. 13. 2. Micotoxinas.
84
pero no eliminarse completamente ya que la micotoxina se difunde a las partes
saludables de la fruta. Otras toxinas son las aflatoxinas (AFL) producidas por
Aspergillus flavus y Aspergillus parasiticus y la ocratoxina (OTA) producida por
Aspergillus ochraceus y Penicillium verrucosumium.
85
3. PRODUCCIÓN DE DESTILADO DE MANZANA.
3. 1. Destilación.
La destilación fue una técnica utilizada en China (3.000 a.C), India (2.500 a.C), Egipto
(2.000 a.C), Grecia (1.000 años a.C) y Roma (200 a.C); utilizado originalmente en la
preparación de medicamentos y perfumes, siendo denomido alcohol por los arabes.
Cuando los árabes comenzaron la invasión de Europa (siglo Vll) introdujeron la técnica
de destilación, que fue mejorada en la Europa cristiana (siglo XII) por el médico y
teólogo Arnau de Vilanova (libro “Liber Aqua Vitae”), procedimiento remasterizado en el
año 1520 por el profesor de química de Basilea, Theophrastus Paracelsus, quien
desarrolló múltiples técnicas (“Grand Arcanum”), enfocadas en la producción de licores
y popularizo el concepto moderno de “elixir proprietatis” (Pagel, 1974).
86
(Winchester Capital Research, 2012). En este contexto comercial, cabe precisar que la
comercialización global de destilados está altamente concentrada entre los 10 mayores
comercializadores (por volumen), siendo responsables de más de la mitad del volumen
de bebidas destiladas vendidas desde el año 1991 y cuotas de participación de
mercado que han aumentado en un 65% entre las dos mayores empresas (Jernigan,
2009).
3. 2. Clasificación de destilado.
Aunque su clasificación es muy confusa por las múltiples variables involucradas, estos
productos normalmente se definen perfectamente desde un punto de vista legal. En
general, los estudios internacionales se rigen por disposiciones de la Unión Europea
((EC) 110/2008) que utiliza parámetros específicos para diferenciar destilado de fruta,
macerado de fruta destilado, licores y cremas.
Calvados, se refiere exclusivamente a una sidra destilada producida a partir del jugo
fermentado de variedades tradicionales de Normandía y cuya destilación sólo se puede
hacer en alambiques de cobre mediante sucesivas pasadas para obtener el nivel de
alcohol deseado y fraccionamiento de volátiles, para luego envejecerse al 40% (v/v) en
barriles de roble francés por un número designado de años, cuyos sabores
predominantes y color ámbar derivan de la maduración en barrica y de la sidra como
tal (Merwin et al., 2008).
87
Un proceso diferente de fermentación y destilación produce “eau de vie” (agua de
vida), bebida que tiene el potencial de conservar muchos de los rasgos aromáticos
característicos de los cultivares de la fruta de origen (Ortner, 1996), recomendándose
su fermentación con fruta triturada o en formatode puré (Tanner y Brunner, 1982). Esta
recomendación, se basa en que la mayoría de los sabores aromáticos y
característicos de las variedades se pierden en el espacio superior de los recipientes
de fermentación, al ser ventilados a la atmósfera junto con el CO2 saliente, dificultando
a los consumidores identificar la manzana como fruta de origen en el producto
terminado (Lea y Drilleau, 2003).
Se ha descrito que las bebidas bien fermentadas y destiladas conservan los aromas y
sabores característicos de la fruta original, siendo muy notoria esta identificación en
destilados de ciertas variedades como “Jonagold” o “Cox Orange Pippin”, en los que
solo olfateando el vaso de muestreo se pueden identificar las características
sensoriales de la variedad (Claus y Berglund, 2005).
3. 4. Sistemas de destilación.
La destilación es el proceso de separación física de una mezcla en dos o más
productos que tienen diferentes puntos de ebullición y se puede ejecutar mediante 2
sistemas (continuo o discontinuo) (Kister, 1992).
88
reflujo y condensación; en el caso del alambique la tasa de reflujo es casi constante
(condensación dependiente de temperatura ambiental), pero en el caso de la columna
la tasa de reflujo es muy variable al estar influenciada por la cantidad de
condensadores (totales y parciales), generando múltiples etapas de equilibrio y
reduciendo la necesidad de altas tasas de reflujo. No obstante, teóricamente se podría
establecer una tasa de reflujo suficientemente grande en un alambique y alcanzar
niveles similares de separación a los de una columna (Kosseva et al., 2016)
En el alambique, más del 50% extraído debe ser destilado nuevamente para obtener
un destilado con el mínimo grado alcohólico exigido, lo que aumenta
considerablemente los costos. Mientras que en la columna, los condensadores
89
parciales o deflegadores, son bandejas (tamiz de Cobre) que funcionan como un
desvió de vapor controlado (tapón manual), que al cerrarse permite que el condensado
se acumule en las bandejas, obligando al vapor de la bandeja inferior a pasar a través
de los orificios y generar cierto reflujo (Wankat, 1998). Esta área descrita, donde el
vapor se condensa, se cuelga y luego se vaporiza nuevamente se llama placa y se han
derivado ecuaciones para calcular el número de placas teóricas necesarias para lograr
cualquier grado de pureza, estimándose que para obtener 95% de etanol se requieren
al menos 12 placas en condiciones de reflujo total.
Caso aparte es el sistema de destilación continua, que es un proceso más rápido, más
eficiente y permite mayor concentración de alcoholes, pero es poco recomendable para
el tipo de destilado propuesto en esta actividad, dada la presencia de compuestos
tóxicos (metanol y acetaldehído) y la escala productiva necesaria (Kosseva et al.,
2016).
Entre las condiciones más importantes para obtener destilados de calidad es que los
frutos presenten características adecuadas (azúcar, aromas, acidez, otros), sin
necesariamente coincidir con las características de los frutos para consumo directo
(Pischl, 2011). En este sentido, se ha propuesto que la calidad y composición volátil
(alcoholes o ésteres) se puede definir según agrupaciones de compuestos aromáticos;
identificando componentes primarios, cuyo aroma se relaciona con el proceso de
maduración de la fruta; componentes secundarios, formados durante la fermentación
alcohólica; componentes terciarios, formados durante el proceso de destilación; y
compuestos aromáticos cuaternarios, formados durante el proceso de maduración
(Tesevic et al., 2005). Además, según la materia prima utilizada se pueden clasificar
90
los destilados en 3 grupos: de frutas pomáceas (manzana y pera), de bayas, y de
frutas con carozo, teniendo la consideración que los carozos agrietados aumentan la
cantidad de compuestos indeseables (benzaldehído) (Claus y Berglund, 2005).
Las características específicas de los destilados de manzana están dadas por un gran
número de compuestos menores, los que en caso de no envejecer el destilado serán
sustancias volátiles que hayan estado presentes en la fruta, formadas durante la
fermentación o durante la destilación. Uno de los compuestos más comunes es el
metanol, cuyos niveles están relacionados con las sustancias pécticas presentes en la
fruta y la capacidad de degradación de la enzima pectinmetilesterasa, razón por la que
se prefiere el uso de mosto fresco en vez de jugo concentrado (Mangas et al., 1996).
Otros compuestos, como el furfural es atribuible a la duración prolongada del
calentamiento (sistemas de doble destilación) y consecuente degradación de azúcares
residuales (Rodríguez et al., 2003), además de otros compuestos como alcoholes
superiores (Suarez Valles et al., 2005) o acroleína (Guichard et al., 2003) que pueden
formarse durante el proceso de fermentación y maduración de la sidra, entregando
sabores desagradable en el destilado (Drilleau, 1992).
Para entender de mejor manera la calidad final del destilado, se deben analizar los
siguientes conceptos: congéneres, presión de vapor y añejado.
Congéneres.
Las moléculas producidas por error tienden a ser alcoholes de cadena más larga,
ácidos o ésteres, los que se denominan "congéneres" ("desde el nacimiento"), "aceites
de fusel" o “alcoholes fusel” y fueron producidos al mismo tiempo y por los mismos
procesos que el alcohol que deseamos. Entre los principales congéneres, destacan
isopentanol y 2-metil-1-butanol, isobutanol (20%), n-propanol (3-5%) y pequeñas
cantidades de otros alcoholes, ésteres y aldehídos. Estos compuestos también pueden
ser producidos durante la destilación por el calor aplicado en la caldera, que genera
nuevas reacciones químicas entre los compuestos existentes pudiendo repercutir sobre
91
la calidad, toxicidad y complejidad del destilado. Por lo tanto, al identificar los
congéneres claves es posible minimizar y eliminar los aromas negativos, obteniendo
destilados con adecuada resistencia alcohólica y aroma agradable (Pischl, 2011).
Presión de vapor.
Añejado.
92
Estos procesos llevan tiempo y están dados en función del tamaño de los barriles
utilizados, pudiendo establecer que barriles más grandes necesitan más tiempo.
Tabla 1. Tiempo de retención relativa para los compuestos más comunes en destilados
de frutas. Adaptado desde Claus y Berglund, 2005.
93
Se han analizado ciertos componentes (alcohol, metanol, sustancias volátiles, furfural y
compuestos metálicos) durante el curso de la destilación, observando un aumento
importante de metanol, furfural, 2-feniletanol y metales en las últimas fracciones,
mientras que los congéneres son más abundantes en las primeras fracciones
recolectadas; solo el acetaldehído se comporta de manera diferente, mostrando una
concentración mínima en las fracciones medias, situación que podría explicarse por su
formación en la superficie del alambique al haber mayor probabilidad de oxidarse el
etanol al aumentar la cantidad que está siendo evaporada.
Los alcoholes superiores son el grupo más importante de compuestos volátiles y deben
estar en concentración mínima de 200 g hL-1, limite superado en los destilados de
sidra por la presencia casi exclusiva de 3-metil-1-butanol. La evolución de los alcoholes
superiores en el curso de la destilación, responde a su solubilidad en agua, es decir, a
mayor solubilidad, más lenta la disminución (Leaute, 1992) .Otros alcoholes superiores
cuantificados (1-propanol, 1-butanol, 2-butanol, 2-metil-1-propanol, 2-metil-1-butanol, 3-
metil-1-butanol, y 2-feniletanol), se forman a partir de aminoácidos durante el proceso
de fermentación del jugo de manzana, a excepción del 2-butanol que es formado
mediante metabolismo bacteriano (Dorey et al., 1992).
94
Se han reportado 2 hechos notables respecto a las concentraciones de acetaldehído y
acetal (formado en destilación, no presente en sidra); el primero es que existen altos
niveles de estos compuestos en los destilados en relación a la concentración en sidras,
y el segundo es que las concentraciones de estos dos compuestos son similares en
todos los destilados (Claus y Berglund, 2005).
95
Figura 12. Contenido de metanol para fermentados con diferentes levaduras de
fermentación y tratamientos enzimáticos. Leyenda: 1. Levulina CHP (levadura
comercial); 2. Levulina (levadura comercial) + β-glucosidasa; 3. S.c.3 (levadura
indígena); 4. H.u. 283 (levadura indígena). Adaptado desde Rodríguez et al., 2013.
En Francia se han caracterizado 331 compuestos, de los cuales 162 son compuestos
traza y 93 son específicos para Calvados, considerándose en este grupo alcoholes
insaturados, derivados fenólicos y aldehídos insaturados (Ledauphin et al., 2004). En
Asturias, se ha demostrado que la sidra madura entrega un destilado de aroma
superior (carácter dulce y picante), con niveles más altos de acetato de etilo, lactato de
etilo, succinato de etilo, además de compuestos volátiles derivados del metabolismo
bacteriano (2-butanol, 4-etilguaiacol, eugenol y 2-propen-1-ol) (Madrera et al., 2010).
En Italia se ha reportado el potencial de territorialidad del destilado de manzana, dado
que aquellos destilados producidos con variedades nativas de Cerdeña se diferencian
de los producidos con variedades sidreras de Trentino (métodos similares de
fermentación y destilación), según distintas composiciones de octanoato de etilo, 2-
metilbutanoato de hexilo, 1-hexanol, benzaldehído y furfural. Además, se pudo
establecer que el 3-metil-1-butanol, los aldehídos totales, el acetato de etilo, y el 6-
metil-5-hepten-2-ol dependen del año de producción (Versini et al., 2009)
96
3. 8. Aspectos prácticos de la destilación.
3. 8. 1. Clasificación de calderas.
Todas las calderas tienen las mismas características básicas, es decir, un recipiente
bien sellado con una forma de calentar el contenido y una salida de vapor, sistema que
al estar bien aislado es más eficiente y fácil de controlar. Las calderas se clasifican en
dos grupos, directamente calentadas (calefacción mediante placa calefactora,
elemento oculto o elemento de inmersión) o indirectamente calentadas (suministro de
calor generado en otro lugar y transferido a la caldera de manera controlada).
97
3. 8. 1. Tipos de condensadores.
Dirección de flujo (“turbulencia”); los condensadores suelen ser mucho más eficientes
si el líquido refrigerante y la sustancia que se está enfriando fluyen en direcciones
opuestas. La explicación simple para esto, es que se mantiene mayor diferencia de
temperatura sobre mayor superficie de transferencia de calor.
98
Rapidez de salida; tan pronto como el etanol se condensa en una superficie, se forma
una capa de aislamiento térmico que reduce drásticamente la eficiencia del
condensador, siendo fundamental garantizar que el destilado salga de la superficie de
enfriamiento rápidamente y no se retenga de ninguna manera.
3. 8. 2 Tipos de destiladores.
En general, se realizan dos o incluso tres destilaciones antes de que el producto esté
listo para su almacenamiento y maduración. Aunque este proceso tradicional funciona
bien, requiere mucho tiempo y trabajo, por tanto el rediseño del alambique para
generar reflujo puede ahorrar una cantidad considerable de ambos insumos. Además,
el uso de cobre en este tipo de alambiques entrega un valor agregado en belleza,
tradición y sabor.
99
Destilador de columna.
100
Figura 16. Destilador de columna. Adaptado desde Nixon y McCaw, 2004.
Alambique compuesto.
El alambique compuesto ofrece una forma de obtener separación casi perfecta de cada
componente volátil según punto de ebullición creciente, gracias a la presencia de un
condensador de "reflujo" sobre una columna de fraccionamiento, que devuelve la
mayor parte o la totalidad del condensado a la columna. Cuando este reflujo enfriado
se vuelve a evaporar en la zona superior de la columna, el vapor se enriquece
nuevamente, permitiendo que en cada ciclo el producto se acerque más al estado de
fraccionamiento que se desea.
101
producto. De esta manera, el destilador compuesto introduce el factor de control sobre
el proceso, al poder eliminar las fracciones más ligeras como el acetato de etilo al
principio y después recolectar el etanol más puro que se puede obtener por destilación,
que es la mezcla azeotrópica de 96% etanol y 4% agua.
102
3. 8. 2. Tipos de destiladores de sistema continuo.
Alambique Patent.
En una columna larga que este en equilibrio, cada fracción se concentrará al nivel
correspondiente de su punto de ebullición. En la mitad superior de la columna se
concentraran los materiales más livianos y volátiles, mientras que en la mitad inferior
se almacenaran los materiales más pesados y menos volátiles. Una columna comercial
puede ser tan alta como un edificio de 20 pisos, por lo que la mejor solución que
podemos hacer para obtener un grado de fraccionamiento similar, es usar un pequeño
alambique compuesto y extraer las fracciones una por una desde la parte superior.
3. 9. Equipo y materiales.
El cobre es el material más utilizado para hacer condensadores, por ser un muy buen
conductor de calor y tener la capacidad de formar bobinas con tubos de pequeño
calibre. Sin embargo, el latón es más resistente a los golpes y es excelente para la
soldadura de plata, mucho más persistente que la soldadura de plomería común.
Además, el latón tiene cinco veces más resistencia térmica que el cobre, siendo una
buena opción para una columna que debe aislarse contra la pérdida de calor.
Independiente del material elegido, se prohíbe el uso de soldaduras que contengan
plomo para cualquier componente del alambique.
Respecto a los sellos, la mejor opción es PTFE (Teflon ®) por ser barato, sólido,
duradero y no aportar ningún sabor al vapor. Para las juntas de oring se sugiere utilizar
Nitrile®, que es inerte al etanol o sellador de silicona RTV (vulcanización a temperatura
ambiente) para acuarios, que no contiene sustancias tóxicas.
103
3. 9. 1. Caldera.
3. 9. 1. Condensadores
Condensador escopeta o "Firebox". Una limitación de este diseño es que los tubos
deben tener un diámetro interno superior a 7 mm o puede experimentar asfixia y
bloqueo de los tubos, por la tensión superficial del destilado.
104
Bobina de reflujo. Muchas personas prefieren hacer este tipo de condensador con un
tubo de cobre suave entre 5mm y 6.5 mm de diámetro, para condensar el vapor en la
parte superior de una columna, porque es fácil de hacer a pesar de su aspecto
complicado. Aunque existe un margen de maniobra amplio en la operación de una
columna de fraccionamiento, se debe recordar que cuanto más lentamente el vapor se
levante de la columna, más eficiente será el proceso de fraccionamiento. Se debe
limitar el elemento calentador a no más de 1 kW para una columna de 50 mm.
3. 9. 2. Destilador de columna.
3. 9. 2. Destilador compuesto
105
superior de la columna, permite que el reflujo de todo el condensado genere un circuito
cerrado y se vuelve a evaporar continuamente en la sección superior de la columna,
pudiendo extraer el componente más volátil de una mezcla, puro y sin contaminación.
Estas moléculas del componente más volátil, se mueven constantemente hacia y
desde la zona del reservorio en un estado de equilibrio dinámico.
Esta opción requiere agua de enfriamiento a presión constante para que la relación de
reflujo se mantenga constante, mediante el uso de un regulador de presión de agua
pequeño o un tanque de cabecera pequeño.
106
Gestión del vapor. Divide el vapor en dos flujos mecánicamente.
3. 9. 3. Tiempo de destilación.
Solo para tener cierta noción del tiempo necesario para la destilación, al realizar el
cálculo en base a 20 litros que contienen 8 litros de etanol; el alambique tardaría un
poco más de 5 horas en producir 12 litros de 60% ABV de producto (35 ml / min a 750
W); la columna de fraccionamiento tardaría aproximadamente 3 horas en recolectar un
poco más de 8 litros de producto de 90% ABV (55 ml / min); y en el caso del destilador
compuesto tomará alrededor de 14 horas recolectar todo, incluso se podría obtener
una pureza ligeramente superior al reducir la tasa de extracción a 2 gotas por segundo
y el tiempo de destilación se duplicaría.
107
Los cortes se realizaron en función de la evaluación sensorial de acetaldehído y
acetato de etilo para la cabeza, y olor a humedad o rancio de los alcoholes superiores
para la cola. El corazón retuvo carácter frutal y presento menor cantidad de alcoholes
inferiores y superiores. Además, se demostró altísima correlación entre la
determinación de los cortes por análisis sensorial y por análisis de cromatografía
gaseosa.
108
separación de este compuesto desde el destilado (Postel y Adam, 1989). Además, el
alambique se equipó con un agitador para evitar que la mezcla de fruta se cocine en
las superficies de transferencia, generando sabores desagradables y dificultando la
limpieza.
109
4. ASPECTOS LEGALES Y ANALÍTICOS.
Todas las bebidas alcohólicas tienen requisitos legales mínimos para ser embotelladas
como tal, pero no parece haber criterios mundiales, prevaleciendo condiciones
legislativas a cada región. En el caso de Chile, el Decreto N° 78 (31 de julio de 1986),
reglamenta Ley Nº 18.455, que fija normas sobre producción, elaboración y
comercialización de alcoholes etílicos, bebidas alcohólicas y vinagre. A continuación,
se detallan los artículos referentes a las disposiciones generales y específicas para los
productos desarrollados en esta actividad.
4. 1. 1. Consideraciones generales.
110
Cóctel: Bebida alcohólica obtenida por la mezcla de uno o más destilados, licores o
bebidas alcohólicas fermentadas a las que se les puede adicionar productos
analcohólicos.
4. 1. 1. Consideraciones específicas.
Sidra.
111
Artículo 30°.- La sidra y chicha de manzana debe tener una graduación alcohólica real
mínima de 4.0%. Además, las chichas y sidras no podrán tener una acidez volátil
superior a 1,5 gramos por litro expresada en ácido acético y su graduación alcohólica
real máxima será de 11,5 y 8 grados, respectivamente.
La chicha que contenga una graduación alcohólica real superior a 11,5 grados y un
contenido de azúcares reductores inferior a 10 gramos por litro será considerada vino.
Las que contengan edulcorantes sintéticos o se les haya adicionado sacarosa, salvo en
los casos expresamente autorizados, así como en los que se detecte la adición de
cualquier sustancia neutralizante, aromatizante, saborizante artificial u otra que no
constituya un componente natural del producto.
Los productos finales que contengan más de 200 mg L-1 de de ácido sórbico en forma
pura o de sus sales expresado en ácido sórbico.
Los productos finales que contengan más de 300 mg L-1 de anhídrido sulfuroso total o
más de 75 mg L-1 al estado libre.
112
4. 1. 1. Consideraciones específicas.
Destilado de manzana.
Artículo 8º.- Para los efectos de lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 14º.- de
la ley, se entiende por:
Alcohol de frutas: aquel en cuya elaboración se emplea como materia prima jugos de
frutas fermentados, exceptuando la uva.
c) Furfural: 0,080
Artículo 11º.- Los productos que se indican a continuación deberán tener un contenido
máximo de impurezas volátiles que se señalan, expresadas en gramos por litro a 100
Gay Lussac:
a) Aguardiente de frutas y destilados de agaves
- Alcohol metílico: 4,000
113
b) Gin
- Impurezas totales: 2,000
Artículo 12º.- Según su composición genérica, los destilados y licores deberán tener
las graduaciones alcohólicas mínimas que se señalan a continuación:
En todo caso se permitirá una tolerancia de hasta 0,5 grados menor del mínimo fijado
para cada tipo de producto o del indicado en la etiqueta.
Artículo 14º.- Los destilados podrán ser adicionados de sustancias naturales, incluida
el agua, cuando así lo requiera la bebida a obtener.
Los aguardientes obtenidos de la destilación de zumos fermentados de otras frutas
distintas a la uva deberán usar el nombre del producto del cual provienen, pudiendo
llevar, además, la denominación típica empleada en el país de origen.
114
Alterados: Los que presenten sedimentos y materias extrañas, así como los que se
hayan contaminado con olores o sabores extraños.
115
Figura 19. Determinación analítica y metodología para analizar sidra. Adaptado desde
“Instructivo técnico para el análisis de alcoholes, bebidas alcohólicas y vinagres de
exportación” (SAG, 2005).
116
Figura 20. Determinación analítica y metodología para analizar alcoholes y licores.
Leyenda: Numero en columna “Ref.” es relativo a los siguientes títulos o estudios.
Adaptado desde “Instructivo técnico para el análisis de alcoholes, bebidas alcohólicas y
vinagres de exportación” (SAG, 2005).
117
(1) O.I.V. “Compendium of international methods of wine and must analysis”, 2003.
(2) Official Methods of Analysis of AOAC International, 16th Edition, vol II, 26, 1995.
(4) ISP “Manual Métodos Análisis Físico Químicos Alimentos, Aguas y Suelos”, 1998.
(6) J. Ribereau Gayon y E. Peynaud, “Análisis de vinos”, Ed. Aguilar, Madrid, 1962.
(7) O.I.V. “Recueil des methodes internationales d analyse des boissons spiritueuses,
des alcools et de la fraction aromatique des boissons” II, Rue Roquepine 75008 Paris,
1994.
(8) Reglamento Ley Nº 18.455 que fija normas sobre producción, elaboración y
comercialización de alcoholesetílicos, bebidas alcohólicas y vinagres.
(9) O.I.V. “Recueil des methodes internationales d analyse des vins et des mouts”,
1990.
Recomendación personal. Bordeu E. & Scarpa J. (1998). Análisis químico del vino.
Santiago Chile. Ediciones Pontificia Universidad Católica de Chile.
118
Figura 21: Determinaciones analíticas requeridas por producto. Adaptado desde
“Instructivo técnico para el análisis de alcoholes, bebidas alcohólicas y vinagres de
exportación” (SAG, 2005).
119
5. ACTIVIDADES PRÁCTICAS
5. 1. Cata de sidra
5. 1. 1. Metodología.
La organización de esta cata comenzó con el análisis de la guía BJCP (Beer Judge
Certification Program) (Strong y England, 2015), que tiene la intención de estructurar y
agrupar estilos de sidra con un nombre común, independiente de su asociación
histórica y geográfica, para facilitar la calificación de los jueces durante competencias.
Estableciendo categorías de sidra según ciertos parámetros (“vital statistics”), como
azúcares residuales (RS), gravedad final (FG), acidez (ácido málico y láctico), taninos,
sabores relacionados a MLF, apariencia, brillo, sensación bucal, entre otros. Además,
como punto de partida esta guía especifica que la sidra no necesariamente presenta
aromas o sabores frutales y que parezca un simple refresco de manzana no es una
característica deseable, mientras que el sabor a jamón ahumado en una sidra seca
inglesa si lo es.
Según esta guía existen dos categorías generales de sidra, categoría C1 o sidra
estándar (principalmente o completamente elaborada a partir de jugo de manzana con
adición de azúcar únicamente para alcanzar gravedad inicial o aumentar dulzor
posfermentativo), con las subcategorías C1A o sidra del nuevo mundo (mezcla de
manzanas de postre y salvajes), C1B o sidra inglesa y C1C o sidra francesa. Mientras
que en la categoría C2 o sidra especial, se pueden encontrar las subcategorías C2A o
nueva sidra inglesa, C2B o sidra con otra fruta, C2C o vino de manzana, C2D o sidra
de hielo, C2E o sidra con hierbas/especias, y C2F o sidras especiales.
Esta guía excluye la cata de sidra española dada su falta de estandarización, siendo
necesario para estos casos revisar las guías de evaluación sensorial de sidra natural
120
realizadas por Piccinelli et al. (2005), las que muestran una serie de conceptos
específicos sobre el comportamiento de la sidra en el vaso (romper, espalme, pegue,
aguante), pero que no son aplicables para la finalidad de esta cata.
Fase visual
El carbónico, espuma, turbidez y color son los parámetros a valorar en esta fase.
Evaluando de manera positiva la espuma fina (crema) y su persistencia; mientras que
colores oxidados o enfermos, quiebras férricas, espuma abundante tipo cerveza y
burbujas grandes que permanezcan adheridas en las paredes del vaso, se consideran
como aspectos negativos.
La turbidez no se contemplará negativamente, siempre que el sedimento se
homogenice y no exista presencia de precipitados no solubles, ni suspendibles de
origen microbiano.
Fase olfativa
En esta fase se evalúan intensidad, franqueza y calidad, aspectos que deben ser
puntuados en conjunto según olfacción a vaso inmóvil y posteriormente con vaso en
agitación. La calidad se refiere al conjunto de atributos positivos y complejos que
pueda presentar la sidra, la franqueza se define como la tipicidad del producto, y la
intensidad, es la potencia de los atributos positivos como aquellos aromas que
recuerdan a la materia prima y aromas complejos (notas florales, afrutadas, etc.). En
caso que se detecte un defecto grave, éste penalizará calidad, intensidad y franqueza;
encontrando entre los defectos más comunes el aroma a pegamento o disolvente
(acetato de etilo), aromas reducidos y azufrados (exceso de sulfuroso), olores a
sulfhídrico (huevo podrido), mercaptanos (cebolla o ajo), olores a humedad (moho),
olor picante e irritante (acroleína), aromas desequilibrados de fenoles volátiles similares
a sudor de caballo o betún (Brettanomyces sp.).
121
Fase gustativa
Esta fase se encuentra influenciada directamente por la fase olfativa, evaluándose los
parámetros de intensidad, franqueza y calidad de manera similar a la fase olfativa. La
persistencia por su parte, es el tiempo durante el cual la impresión aromática subsiste
sobre las mucosas de la cavidad bucal, una vez tragada o escupida la sidra,
puntuándose como insuficiente en caso de que el defecto persista más de 5 s y
excelente en caso que rasgos positivos y complejos persistan por más de 5 s.
Armonía
En la armonía se valora el conjunto dulzor, acidez, amargor, astringencia, y cuerpo de
la sidra, considerándose en este último la “consistencia” y “volumen”. En esta fase se
debe considerar el concepto de arista o intensidad inadecuada de alguna de las
sensaciones.
Sidra: XX.
Excelente Muy Bueno Correcto Insuficiente Obs.
bueno
Fase Color 5 4 3 2 1
visual Aspecto 10 8 6 4 2
Fase Intensidad 8 7 6 4 2
olfativa Franqueza 6 5 4 3 2
Calidad 16 14 12 10 8
Fase en Intensidad 8 7 6 4 2
boca Franqueza 6 5 4 3 2
Calidad 22 19 16 13 10
Persistenci 8 7 6 5 4
a
Armonía Armonía 11 10 9 8 7
Puntaje 100 86 72 56 52
total
122
5. 1. 2. Resultados y discusión.
Sidra: Punucapa
Puntaje Observaciones
promedio
Fase visual Color 3 Dorado
Aspecto 4.5 Velado y leve turbidez
Fase olfativa Intensidad 4.75
Franqueza 3.75 Manzana sureña
Calidad 11 Poca complejidad, alto sulfito,
muy reducido
Fase en boca Intensidad 5.5
Franqueza 3.25
Calidad 13 Demasiado dulce, baja
complejidad
Persistencia 5.25
Armonía Armonía 7.75 Desequilibrado, reducido, muy
dulce
Puntaje total. 61.75
123
Cuadro. 7.2. Nota de cata sidra Lemon Apple
Puntaje Observaciones
promedio
Calidad 13
Persistencia 6.5
Puntaje total. 66
124
Cuadro. 7.3. Nota de cata sidra Cygan.
Sidra: Cygan
Puntaje Observaciones
promedio
Fase visual Color 3.75 100% claro
Aspecto 7 Burbuja grande
Fase olfativa Intensidad 5.25
Franqueza 3.75
Calidad 11.5 Aroma manzana
Fase en boca Intensidad 6
Franqueza 3.75 Dulce excesivo
Calidad 13.75 Baja complejidad
Persistencia 5.75
Armonía Armonía 8 Baja armonía dulzor/acidez
Puntaje total. 68.5
125
Cuadro. 7. 4. Nota de cata sidra Lagar de Barria.
126
Cuadro. 7. 5. Nota de cata sidra Outcider.
127
Cuadro. 7. 6. Nota de cata sidra Lemon Apple (Chicha Premium)
128
Cuadro. 7. 7. Nota de cata sidra Lemon Apple (condicionado en botella).
129
Cuadro. 7.8. Nota de cata sidra Quebrada de Chucao 2016 (condicionado en botella)
130
Cuadro. 7. 9. Nota de cata sidra Quebrada de Chucao (Brut nature)
131
Cuadro 7. 10. Resumen y categorización de sidras catadas.
De manera general, se debe considerar que la categoría insuficiente (52 puntos) está
marcada por defectos predominantes, la categoría correcto (56 puntos) está
caracterizada por defectos no predominantes, la categoría bueno (72 puntos) está
caracterizada por la presencia de atributos positivos no predominantes y ausencia de
defectos, la categoría muy bueno (86 puntos) está caracterizada por atributos positivos
predominantes, y la categoría excelente (100 puntos) está marcada por atributos
positivos y complejos predominantes. Además, se puede establecer una tendencia de
la categoría en caso que el puntaje obtenido supere la media entre ellas.
Esta categorización ayuda a respaldar los defectos y atributos positivos que se han
encontrado en cada sidra, permitiendo cierto grado de subjetividad en la evaluación.
Entre las observaciones destacadas por fase, se puede notar que la fase visual existe
una amplia gama de colores y tonos, como amarillo palido, amarillo verdoso, pardos y
dorado; mientras que para el aspecto, la turbidez y el tamaño de las burbujas son los
atributos claves en su puntuación. En la fase olfativa, la franqueza está caracterizada
por olores específicos como manzana sureña, complejidad floral, aroma a piña o aroma
a suelo; mientras que para los parámetros de intensidad y calidad, se hace hincapié en
aromas reducidos, sulfurosos y/o acéticos. En la fase gustativa destacan los aspectos
relativos a alto dulzor, alta intensidad pero con defectos, sabores acéticos y reducidos,
132
manzana muy madura, alta acidez volátil, dulzor tipo edulcorante y complejidad terrosa;
pudiendo notar que en esta fase son muy valoradas ciertas características como
complejidad entre acidez y amargor, frescura y limpieza, dejo a taninos, y persistencia
de burbujeo. Para la fase de evaluación armónica, los catadores notan aspectos
clásicos como leve astringencia, olores o sabores reducidos, aristas de dulzor o acidez,
valorando de manera muy especial la rusticidad y la armonía floral.
Aunque se asume que las sidras catadas son C1 o C1A (sidras del nuevo mundo), se
identificó un desafío en el etiquetado. Según la pauta JBCP, se debe declarar el
proceso en caso de fermentar y/o envejecer la sidra con madera (barril, chips,
pentagramas o tiras), el tipo de madera y el proceso, condición que no se cumple en
ninguna de las sidras evaluadas. Además, según esta guía la carbonatación mejora la
impresión de franqueza de la sidra, pero no se debería penalizar en caso de declarar
adecuadamente el grado de carbonatación o la falta de esta.
134
5. 2. Destilación de chicha.
5. 2. 1. Metodología.
5. 2. 2. Resultados y discusión.
135
Esteres (g/L Acet. de etilo en 0.325 AOAC Official Method 950.05
alc. de 100% Vol.)
Furfural (g/L en alc. de 100% <0.001 OIV (Recueil de Alcoholes)
Vol.)
Grado Alcohólico Real (% Vol 43.4 OIV (Recueil de Alcoholes)
a 20ºC)
Iso-Butanol (g/L en alc. de 0.658 OIV (Recueil de Alcoholes)
100% Vol.)
Metanol (g/L en alc. de 100% 0.403 OIV (Recueil de Alcoholes)
Vol.)
Suma total de impurezas (g/L 7.342 Cálculo
en alc. de 100% Vol.)
Suma de alcoholes superiores 6.0 Cálculo
(g/L en alc. de 100% Vol.)
Al comparar este análisis con las determinaciones analíticas requeridas por producto
(Fig. 21), se puede apreciar la falta de ciertas determinaciones analíticas, como
extracto seco (100ºC), sacarosa, azucares reductores directos (dextrosa) y azucares
reducidos invertidos (dextrosa). Sin embargo, estas dos últimas determinaciones y su
metodología, no se encuentran expresadas en el instructivo técnico correspondiente.
Uno de los resultados más importante a evaluar es la suma total de impurezas, cifra
que considera la sumatoria de ácidos, aldehídos, furfural, alcohol metílico, alcoholes
superiores y ésteres. El valor total de impurezas reportado en este destilado fue de
7.34 g/ L AA, resultado que podría entregar una primera impresión sobre la ejecución
de la destilación. Este valor es aceptable desde una perspectiva normativa, al
considerar que se cumple con el mínimo de impurezas volátiles totales (1.500 g/ L AA),
sin exceder el contenido de alcohol metílico permitido (4.000 g L-1 AA). Este valor total
de impurezas, está regulado principalmente por la presencia de ciertos alcoholes
superiores (alcohol amílico e isoamílico), situación podría explicarse por el bajo control
de la potencia de la caldera respecto al condensador, haciendo que el flujo fuese más
rápido de lo recomendado, teniendo como consecuencia la reducción significativa de la
capacidad de fraccionamiento y posterior contaminación del producto.
136
Otra consideración importante por su contribución a la suma total de impurezas es la
suma de alcoholes superiores, resultado de la sumatoria de alcoholes 2-butanol, 1-
butanol, 1-propanol, isobutanol, D-amílico e isoamílico. Todos estos alcoholes
superiores, tienen directa relación con el proceso de transformaciones glucolíticas y
aminoacídicas en la fermentación, exceptuando el 2- butanol que es producido por
metabolismo bacteriano. La producción de alcoholes superiores se ve favorecida en los
procesos que incluyen jugo turbio, en especial el isobutanol que representa alrededor
del 20% de los congéneres. Otra posibilidad que podría explicar esta alta presencia de
alcoholes superiores, se relaciona con el uso de levaduras comerciales que aumentan
el contenido de metanol y congéneres.
Al revisar este expediente técnico, se muestra que la materia prima para obtener la
bebida espirituosa debe ser sidra producida por fermentación alcohólica y
transformación maloláctica, que cumpla con las condiciones analíticas de grado
alcohólico mínimo de 5% (v/v) y contenido máximo en anhídrido sulfuroso total de 50
mg L-1. El grado alcohólico máximo de este destilado es de 72% (v/v) a la salida del
sistema de destilación, de forma que el producto a comercializar tenga aroma y sabor
que recuerdan a la sidra natural y contenido en alcohol etílico mínimo de 37,5º . Antes
de su comercialización deberá someterse a un periodo de reposo y/o envejecimiento
con madera, permitiendose la adición de agua para rebajar el grado alcohólico del
destilado.
137
Cuadro 8. 2. Comparación de resultado con requisitos legales nacionales (Decreto
Nº78, Ley 18.455) y características físico-químicas de “Aguardiente de sidra de
Asturias”.
Aunque la ley chilena nada aclara sobre el proceso de añejado, se asume que este
destilado se puede comercializar fresco (reposo minimo de un año en recipientes de
acero o vidrio), caracterizado por la presencia de aromas procedentes de la sidra
natural (manzana, frutal, hierba seca) y sabor seco que recuerda a la materia prima; o
como destilado envejecido (al menos tres años en contacto con madera), caracterizado
por los aromas predominantes de la madera (tostado, especias, frutos secos, vainilla) y
un intenso sabor tostado con fondo de sidra natural y manzana.
138
Aunque durante el desarrollo de esta actividad fue posible visualizar ciertas mejoras
relativas al manejo del destilador y análisis del fermentado (grado alcohólico y
sulfuroso total), los resultados obtenidos permiten concluir que la realización de un
destilado de chicha o sidra es altamente factible desde una perspectiva legal,
productiva y comercial. Siendo posible la generación de otras bebidas que expresen de
mejor manera el potencial organoléptico de las manzanas y que se adapten mejor al
mercado, como “Licor añejado de manzanas” o “Vermouth espumante patagónico”.
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Título de la Actividad Integradora de Graduación
Autor
Eduardo Sanhueza E.
Resumen
Este documento tiene como objetivo principal, analizar los fundamentos para la
producción y elaboración de sidra y destilados de manzana en Chile. Siendo posible
establecer una relación entre el origen de las manzanas y la riqueza patrimonial de
este fruto en nuestro país, lo que genera nuevas alternativas para el establecimiento de
huerto con ciertas variedades de interés. Al conocer la materia prima idónea, se
establecieron los procesos y factores que afectan la calidad final de la sidra, abordado
el objetivo específico de comprender la ecología microbiana asociada. Respecto a los
destilados, se exponen los sistemas de destilación y factores que repercuten en la
calidad del producto, con énfasis en los aspectos prácticos de equipos y materiales.
Estos fundamentos fueron complementados con actividades prácticas, cata de sidra y
destilación de chicha, obteniendo como apreciación final que la calidad de la sidra en
Chile es intermedia y que la elaboración de destilado de chicha es factible dado el
cumplimiento de todos los requisitos legales.
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