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PSICOANÁLISIS

GUÍA UNIDAD 6

Realizada por: Facundo Ortega, Tomás Pettina y Paula Conejero.

INTRODUCCIÓN A LOS TEXTOS DE LA UNIDAD 1

¿Qué es la sexualidad “normal”? Sin dudas, para contestar esta pregunta primero debe
aclararse qué se entiende por “normal”. Según las definiciones de la RAE “normal” refiere a:
1). Una cosa que se halla en su estado natural, 2). Que sirve de norma o regla, 3). Dicho de
una cosa que, por su naturaleza, forma o magnitud, se ajusta a ciertas normas fijadas de
antemano. Lo normal, entonces, atañe a algo que se encuentra marcado por una norma -que
puede estar dada por la naturaleza- y/o sirve como parámetro para delimitar las conductas,
actividades, etc…

Cabe entonces preguntarse: ¿Qué era la sexualidad “normal” en el momento en el que


Freud publicó sus Tres Ensayos de Teoría Sexual? En la Europa Victoriana, la sexualidad
normal era considerada aquella que consagrada en matrimonio seguía los fines de la
perpetuación de la especie, por tanto, una heterosexualidad en la que el encuentro de los
genitales apuntaba a la reproducción. Sin embargo, dicha obra generó una ruptura con el
paradigma biologicista imperante para concluir que lo único normal en la sexualidad es su
carácter transgresivo. Lo que Freud va a demostrar - y lo resalta en el prólogo a la tercera
edición - es que, aunque el comportamiento sexual humano conserve algo del semblante
animal, el funcionamiento del inconsciente nada tiene que ver con lo biológico (Lacan,
1971). Con Tres Ensayos vemos cómo la sexualidad no responde a ninguna ley natural, no
está dada de antemano. De hecho, lo que Freud explicita, no sin un concomitante escándalo,
es que la sexualidad está presente incluso antes de que los órganos sexuales se hallen
plenamente desarrollados. Por ende, en términos psicoanalíticos, lo sexual no puede
reducirse a lo genital, y el placer que conlleva tampoco es reductible a la satisfacción de una
necesidad biológica.

En este punto es necesario distinguir el uso que hace Freud de los conceptos Instinkt y
Trieb, pertenecientes a la lengua alemana. El primero se utiliza en zoología para designar un
comportamiento prefijado por la herencia y que aparece en los individuos de una misma
especie en forma casi idéntica, mientras que el término Trieb alude a una orientación más
general que carece de una fijeza en el fin y el objeto. Este último ha sido traducido al español

1
Se pretende una integración de los textos propuestos en la bibliografía, con la intención de establecer relaciones entre los mismos y,
también, con el texto La interpretación de los sueños visto en la unidad anterior. El presente desarrollo incluye textos que no figuran
en el programa con fines, únicamente, esclarecedores.
como PULSIÓN (Lapache & Pontalis, 1996). A lo largo de su obra, Freud conceptualiza a la
pulsión de múltiples maneras pero es recién en su texto Pulsión y Destinos de Pulsión en la
que la definirá como “concepto fronterizo entre lo anímico y lo somático, como un
representante psíquico de los estímulos que provienen del interior del cuerpo y alcanzan el
alma, como una medida de la exigencia de trabajo que es impuesta a lo anímico a
consecuencia de su trabazón con lo corporal” (Freud, 1915, p. 117). A continuación, la
dividirá en cuatro componentes: fuente (zonas erógenas), empuje (que es constante), fin o
finalidad (satisfacción) y objeto (por medio del cual se logra alcanzar la anterior).

Lo que ocurre es que el objeto de la pulsión no está determinado biológicamente, no es


innato, por el contrario, los fines que persigue son variables pues la modalidad de
satisfacción no es única; esto es lo que hace que la sexualidad pierda unidad (Saban, 2016).
Si volvemos a sus Tres Ensayos notarán cómo Freud aborda la sexualidad por las
desviaciones del objeto y con ello no sólo indica desde el inicio que la elección del objeto
sexual no está determinada por la biología, sino también que esta última no alcanza para
explicar la sexualidad humana. “Las aberraciones sexuales” no son aberraciones -
transgresiones- para el psicoanálisis, sino para la moral victoriana, pues Freud se percata de
que las perversiones algo enseñan de la sexualidad, y ello es su carácter transgresivo.

Lacan, en su conferencia de 1972 en Milán, menciona que lo que Freud advierte es que
algo en la sexualidad falla y que la neurosis está insertada en esa falla… eso es lo que le
permite descubrir el inconsciente. Entonces, si Freud presta tanto interés en la sexualidad es
porque sabe que algo de ella juega un papel en la conformación del síntoma neurótico como
forma sustitutiva, inconsciente, de satisfacción (sustitutiva en tanto que la satisfacción se ve
frustrada tanto por la imposibilidad de encontrar un objeto que la satisfice plenamente, como
por exigencias provenientes del exterior, de la moral sexual “cultural” que exige la renuncia
a las pulsiones). Ya en su texto La sexualidad en la etiología de las neurosis (1898) Freud
advierte que los factores de la vida sexual son los que constituyen las causas de la afección
neurótica. En el mismo sentencia: “En la pintura de sus síntomas patológicos (…) ellos -los
neuróticos2- dejan traslucir al mismo tiempo la noticia sobre los factores sexuales
escondidos” (Freud, 1898, p. 259), y aclara que dichos factores no corresponden a la vida
actual del paciente sino a su infancia, o sea, son factores de naturaleza infantil.

Cabe en este punto preguntarse ¿Cómo se esconden los factores sexuales que
determinarán la neurosis? Por mecanismos sustitutivos que, si bien no están determinados
por la represión guardan una estrecha relación con esta, de hecho Freud en La Represión
escribe “La represión deja síntomas como secuela” (Freud, 1915, p. 149)... Pero antes es
oportuno, tras haber señalado la naturaleza infantil que determina los factores sexuales
constitutivos del síntoma, hacer una referencia al punto 7 del primer capítulo de los Tres
ensayos. Aquí Freud enseña que la disposición para las perversiones no es una
particularidad rara, sino que forma parte de la constitución del sujeto. Se trata de las raíces
2
La aclaración es mía.
innatas de la pulsión, y esto es rastreable en los niños -disposición perversa polimorfa-, que
de no ser reprimidas desembocan en una perversión propiamente dicha, mientras que de ser
reprimidas desembocan en la constitución del síntoma neurótico que se nutre en fantasías de
origen perverso, en relación a la preponderancia de alguna zona erógena o pulsión parcial en
el desarrollo libidinal [no hay q olvidar, además de esto, la importancia de lo accidental].
Dice Freud “los neuróticos han conservado el estado infantil de su sexualidad o han sido
remitidos a él” (Freud, 1905, p.156)

En su texto La Represión de 1915, conceptualiza a la misma como un mecanismo de


defensa cuya esencia consiste en rechazar algo de la consciencia y mantenerlo alejado de
ella, enseñando la correlatividad que existe entre esta y el inconsciente. La represión,
entonces, implica que un elemento es rechazado de la conciencia y permanece inconsciente;
pero desde allí luchan por conquistar su acceso a la conciencia (Biondini, 2016). En este
mismo escrito, Freud dividirá la represión en dos etapas. La primera, represión primordial,
como esfuerzo de desalojo implica el rechazo del acceso a la conciencia de la agencia
representante psíquica de la pulsión; como la represión no elimina dicho contenido, sino que
solo le impide acceder a la conciencia, el mismo permanece inmutable y la pulsión se liga
entonces a una fijación3. La segunda, represión propiamente dicha, como esfuerzo de dar
caza a los retoños de lo reprimido u otras representaciones que han entrado en vínculo
asociativo con ésta… Los síntomas neuróticos no son otra cosa que retoños de lo reprimido
que mediante las operaciones fundamentales del inconsciente (condensación y
desplazamiento) han podido acceder a la consciencia.

Si bien estos escritos corresponden a la primera tópica, es decir, antes de que se


formulen las provincias anímicas (Ello – Yo – Superyó), encontramos en éstos un esbozo de
lo que luego dejará explícito en su Conferencia 23°. Las representaciones cuyo acceso fue
denegado a la conciencia permanecen en el inconsciente, donde sometidas a los procesos
fundamentales de éste logran burlar la censura del pre-consciente y acceder a la consciencia,
tal como ocurre con el sueño (hay que tener en cuenta que Freud escribió Tres Ensayos e
Interpretación de los Sueños en paralelo). Así, el síntoma se engendra como un retoño del
cumplimiento del deseo libidinoso inconsciente, que desfigurado de manera múltiple repite
aquella modalidad de satisfacción infantil por medio de la regresión de la libido en la
fantasía a fijaciones en etapas anteriores del desarrollo –en una suerte de autoerotismo
ampliado-. Entendemos, entonces, por qué Freud afirma que la neurosis es el negativo de la
perversión y por qué dice, también, que los síntomas son la práctica sexual de los neuróticos.

3
Definición de FIJACIÓN en el Diccionario de Psicoanálisis: “La fijación hace que la libido se una fuertemente a personas o a imagos,
reproduzca un determinado modo de satisfacción, permanezca organizada según la estructura característica de una de sus fases
evolutivas. La fijación puede ser manifiesta y actual o constituir una virtualidad prevalente que abre al sujeto el camino hacia una
regresión.
El concepto de fijación forma parte, en general, de una concepción genética que implica una progresión ordenada de la libido (fijación a
una fase). Pero, aparte de toda referencia genética, también se habla de fijación dentro de la teoría freudiana del inconsciente, para
designar el modo de inscripción de ciertos contenidos representativos (experiencias, imagos, fantasías) que persisten en el inconsciente
en forma inalterada, y a los cuales permanece ligada la pulsión”. (Laplanche & Pontalis, 1967, p.156)
PREGUNTAS

 Tres ensayos de teoría sexual


1- Explique la distinción que hace Freud, en el primer punto de la parte I, entre
“hambre” y “sexualidad”.
2- ¿Por qué Freud dice que el niño es un “perverso polimorfo”? ¿Qué de esto
juega un papel importante en la conformación del síntoma neurótico?
3- ¿Qué se entiende por autoerotismo?
4- Desarrolle los estadios del desarrollo libidinal, distinguiendo la fuente (zona
erógena) y el objeto en cada una.
5- ¿Qué relación encuentra entre amnesia infantil y represión?
6- Explique los “diques” de la represión.
7- ¿Por qué Freud dice que la neurosis es el negativo de la represión?
8- ¿Por qué los síntomas neuróticos son la “práctica sexual de los enfermos”?

 Pulsión y destinos de pulsión


1- Desarrolle el concepto de pulsión.
2- Freud plantea distintos términos en conexión con el concepto de pulsión:
esfuerzo, meta, objeto y fuente… ¿a qué refiere cada uno de ellos?
3- ¿Cuál es la diferenciación que establece Freud en este texto entre las
pulsiones?
4- ¿Cómo caracteriza aquí Freud a las pulsiones sexuales? ¿Qué relación se
establece entre estas y las pulsiones yoicas o de autoconservación?
5- ¿Cuáles son los destinos que pueden experimentar las pulsiones?
6- Desarrollar el “trastorno hacia lo contrario” y la “vuelta a la propia persona”

 La represión
1-¿Cuál es para Freud la condición para que se produzca la represión?
2- ¿Cuál es “la esencia” de dicho proceso?
3- ¿A qué se refiere Freud cuando habla de “represión primordial”? ¿En qué se
diferencia de la represión propiamente dicha?
4- ¿La represión consigue mantener apartada de la conciencia todos los retoños
de lo reprimido primordial? ¿Por qué?
5- ¿Es la represión un proceso acabado?
6- En la represión ¿es el mismo destino el de la “representación representante de
la pulsión” que el de la energía pulsional o afecto ligado a ella?
7- ¿Cuáles son los posibles destinos de este factor cuantitativo (la energía
pulsional)?
9- Diferencie de qué manera se lleva a cabo la represión en las diferentes
neurosis de transferencia (neurosis de angustia, histeria y neurosis obsesiva).
REFERENCIAS

- Freud, S. (1915). Pulsión y destinos de pulsión; Obras completas, Tomo XIV. Buenos Aires,
Argentina: Amorrortu Editores.

- Freud, S. (1905). Tres Ensayos de Teoría Sexual; Obras completas, Tomo VII. Buenos Aires,
Argentina: Amorrortu Editores.

- Freud, S. (1898). La sexualidad en la etiología de las neurosis; Obras completas, Tomo III.
Buenos Aires, Argentina: Amorrortu Editores.

- Freud, S. (1915). La Represión; Obras completas, Tomo XIV. Buenos Aires, Argentina:
Amorrortu Editores.

- Freud, S. (1916-1917). Conferencia 23; Obras completas, Tomo XVI. Buenos Aires,
Argentina: Amorrortu Editores.

- Lacan, J. (1971). El seminario, libro 18: de un discurso que no fuese semblante. Buenos Aires,
Argentina: Paidós.

- Lacan, J. (1972). Del Discurso Psicoanalítico. Recuperado de École Lacanienne de


Psychanalyse: http://ecole-lacanienne.net/wp-content/uploads/2016/04/1972-05-12.pdf, versión en
español recuperado de Revista El sigma: https://www.elsigma.com/historia-viva/traduccion-de-la-
conferencia-de-lacan-en-milan-del-12-de-mayo-de-1972/9506

- Saban, R. (2016). “Si los sexólogos tuvieran razón, el psicoanálisis no existiría” en Goméz,
M. & Campell, S. (Ed), Inconsciente, pulsión, transferencia y repetición. Córdoba, Argentina:
Brujas.

- Biondini, M. (2016). “¿Cómo opera la represión?” en Goméz, M. & Campell, S. (Ed),


Inconsciente, pulsión, transferencia y repetición. Córdoba, Argentina: Brujas.

-Lapache, J. & Pontalis, J. B. (2013). Diccionario de psicoanálisis. Ciudad Autónoma de


Buenos Aires, Argentina: Paidós.

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