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Patricia Crittenden
Invited Address
International Congress on Cognitive Psychotherapy
Gøtengorg, Sweden, June, 20052
Resumen
El símbolo de un gran pensador con son sus conclusiones, sino más bien su capacidad
de elicitar pensamiento en los demás. Yo he estado leyendo un montón sobre terapia
cognitiva recientemente y me he impresionado por cómo la claridad del pensamiento de
Aaron Beck elicita reflexión por sobre mi parte. Algunos de mis pensamiento están en
esta conversación – una conversación que deseo que se sume al dialogo entre la terapia
cognitiva y la teoría del apego
Existen varios límites para la efectividad de la terapia cognitiva como es practicada hoy
en día, cada una de las cuales crea una abertura para un desarrollo posterior. Pero
primero, déjenme decir claramente que estoy conciente de que la “terapia cognitiva” es
muchas cosas diferentes; por economía debo hablar en general, pero sé que el zapato no
puede ajustarse a cada pie. Incluso, sé que muchos investigadores y clínicos dentro de la
terapia cognitiva están empujando precisamente hacia los límites que yo mencionaré.
Deseo dirigirme a algunos de estos, pero si omito a su pensador preferido – o a usted
mismo – deseo que entienda que las constricciones de 35 minutos son muy grandes.
1. El foco sobre los síntomas, el diagnostico basado en los síntomas, y los tratamientos
dirigidos hacia la reducción de lo síntomas;
1. Los Sintomas
La gente usualmente busca terapia porque se siente mal. Esta es la evidencia central de
que algo funciona pobremente en la vida de la persona – como ha sido experimentado
por la persona misma – misma. Con frecuencia, sin embargo, los terapeutas transforman
esta señal en una lista de síntomas que luego son condensados dentro de un diagnostico
basado en los síntomas. Una vez que esto ocurre la perspectiva del paciente corre el
riesgo de ser reemplazada por la perspectiva del terapeuta.
Como Jeffrey Young indica, la terapia cognitiva es exitosa en el 70% de los casos, pero
sólo a corto-plazo. Los síntomas reaparecen al año del post-tratamiento en el 40% de los
casos exitosos (Young, Klosko, Weishar, 2003). Es decir, la mitad de los tratamientos
cognitivos no son exitosos. Focalizar el tratamiento en eliminar las razones de los
síntomas puede aumentar la tasa de éxitos
El MMD propone que los síntomas son parte de estrategias auto-protectoras que fueron
usadas para proteger el self en el pasado y que todavía son usadas en la actualidad en
tanto situaciones realmente amenazantes como también en amenazas mal percibidas. Es
la segunda, la amenaza mal percibida la que elicita la auto-protección desadaptativa,
que es la base para la psicopatología.
2. El Afecto
Para comprender la perspectiva del MMD sobre la cognición y el afecto, debo hablar un
poco sobre los sistemas de memoria. El trabajo de Endel Tulving es central (Schacter &
Tulving, 1994). Los sistemas de memoria pueden pensarse como formas diferentes de
trasformar la estimulación sensorial para dar paso a información que puede organizar la
conducta.
Entre ellos existe una serie de estados definidos por la persona que van desde el deseo
de confort que motiva la aproximación con un requerimiento de ayuda, a la rabia que
motiva la aproximación con agresión, al miedo que motiva el escape, al deseo sexual
que motiva la aproximación teniendo variablemente características confortantes,
agresivas y sumisas, y el dolor que señala la última oportunidad absoluta para salvar el
self. Moviéndose a través de los estados más débiles de activación, estamos aburridos,
cansados, con sueño, y finalmente, inconcientes. Estas son las señales de la depresión.
Deseo destacar la importancia del deseo sexual. He leído mucho de terapia cognitiva
recientemente. La rabia y el miedo han sido mencionados explícitamente y el deseo de
confort a veces ha sido implicado, pero la sexualidad se extraña. ¿Por qué?. ¡El sexo es
la mejor razón que puedo pensar para entregar las protecciones de la infancia! Pero más
en serio, cada persona con problemas psicológicos serios tiene problemas sexuales
también: mucho, muy poco, en el tiempo equivocado, en el lugar equivocado, mal
dirigido a la persona equivocada. ¿No debería el deseo sexual – y su compleja
interacción con otros sentimientos – ser indagada en la psicoterapia?
A la terapia cognitiva le falta un modelo comprensivo para explicar (1) las relaciones
entre los genes, la neurología, el procesamiento de información y la conducta y (2) los
procesos de desarrollo por el cual la desadaptación ocurre. La teoría del apego se dirige
hacia ambos puntos.
Con respecto al procesamiento mental que da paso a la conducta, la Teoría del Apego
propone que la estimulación sensorial las transformación de información
múltiples representaciones disposicionales conducta enactuada. Además, existen dos
transformaciones básicas, una transformación “cognitiva” y una transformación
afectiva.
La terapia debería cambiar la estrategias de las persona para corregir los errores de
procesamiento, limitando la percepción del peligro a condiciones apropiadas, y
asistiendo a los pacientes a desarrollar nuevas estrategias para descubrir la seguridad y
disfrutar del confort.
Como las mayorías de las escueles de terapia, la terapia cognitiva tiene una perspectiva
top-down del desarrollo. Es decir, la experiencia con los adultos aproblemados es
empleada para extrapolar una comprensión de los procesos del desarrollo y las
contribuciones de los padres y familias a los trastornos de los pacientes. Si una
aproximación desarrollistica fuera empleada, comenzando con el estudio de los infantes
y sus padres y progresando a medida que el niño madura, los hermanos que nacen, y los
padres desarrollados, la imagen sería diferente. Los padres serían vistos como siendo
bien-intencionados, pero a veces mal dirigidos. Los síntomas dramáticos serían vistos
como teniendo un curso de desarrollo lógico – y siendo significativo incluso en la
adultez.
Las raíces de la Teoría del Apego en la posición desarrollistica contribuirá bien a una
comprensión de la significación de la conducta humana, la falta de villanos en las
relaciones humanas, y la posibilidad de intervenciones tempranas antes de la adultez.
Si las ideas del MMD de la cognición y el afecto son más o menos correctas, entonces
las estrategias auto-protectoras “cognitivas” son los opuestos psicológicos de las
estrategias “afectivas”. Por lo tanto, ellas necesitan tratamientos opuestos. De hecho, un
tratamiento adecuado para una persona cognitivamente organizada puede aumentar la
distorsión de una persona afectivamente organizada. Por ejemplo, las personas
cognitivamente organizadas inhiben el afecto negativo y necesitan tratamientos que los
ayuden a acceder y expresar los sentimientos negativos. Pero las personas afectivamente
organizadas exageran el afecto negativo y necesitan tratamiento que los ayuden a
minimizarlos. Si esto es correcto, el tratamiento que ayudaría a uno podría ser
perjudicial para el otro. El diagnostico actual considera los síntomas, pero no informa
sobre la organización psicológica.
Para demostrar mis ideas, ofrezco dos ejemplos. He escogido ejemplos poderosos ya
que ellos destacan el costo de no considerar los efectos dañinos del tratamiento.
En su adultez, él tenía su esposa. Ella era la clase de mujer que podía amarlo y aceptarlo
como un hombre vulnerable, necesitado. De hecho, ella sabía mucho lo que él la
necesitaba. Ellos se amaban mucho. Debido a que él deseaba mucho proteger a sus
niños de la soledad, de la niñez fría como la suya, él atendía a las menores señales y los
protegía y confortaba como si ellos fueran tan vulnerables como él se sentía. En
respuesta a sus señales de sumisión infantilizadas, sus tocaciones confortantes a veces
se transformaban en sexuales. Ni siquiera su esposa, ni sus niños pensaban de él como
un abusador sexual incestuoso y ellos deseaban continuar viviendo como una familia.
La ironía aquí es que los intensos sentimientos de la mujer habían funcionado para
elicitar, tanto como podía, respuestas de una familia no responsiva. Cuando la
medicación redujo su responsividad, ella se sentía doblemente desconectada, siendo
incapaz incluso en su activación compensar para su falta de responsividad. Sin en un
terapeuta que funcione como una figura transicional de apego, la medicación por si sola
la puso en riesgo de dejarla calmada según la perspectiva de los otros (p.e., ella nos hizo
menos inconfortable) y desesperándola de incluso su propia existencia (p.e., habiéndose
definido a sí misma afectivamente y ahora perdiendo acceso a sus sentimiento intensos,
ella sentía su “self” como si no existiera del todo). La muerte solo confirmó lo que ella
ya sabía, en esa forma interna profunda que nosotros conocemos de nosotros mismos.
Percibimos nuestra conexión con los otros en dos formas: las contingencias y los
sentimientos. ¿Sacarlos ambos y qué queda?. Sus estallidos de rabia sentida conectada
como ataques, no conexiones, incluso con su terapeuta, pero ella tenia muy poco más
que ofrecer. Existe un rol aquí para una figura de apego de transición – un cura, un guía
espiritual, un terapeuta, un analista, o sólo un amigo mayor. Alguien que sea atento y
cuidador y JUST FAR ENOUGH OUT de los nervios para sobrevivir su intensidad,
pero lo suficiente cercano a su realidad psicológica para tanto confirmar como también
ofrecer una nueva forma de afrontarlo.
Para se clara, no estoy diciendo que la TCC o los tratamiento farmacológicos sean
siempre inapropiados. Estoy diciendo que se necesita del diagnostico funcional de
cuidado que considera tanto la historia del trastorno como su actual rol en la vida del
paciente antes que los tratamientos sean seleccionados.
También estoy diciendo que un tratamiento que es efectivo con una persona puede ser
dañino para otra, incluso si los diagnósticos basados en los síntomas son los mismos.
Nosotros necesitamos mejor investigación sobre los efectos psicológicos y
conductuales de cada estrategia terapéutica que usamos. Para llevar a cabo esta
investigación, necesitamos grupos de pacientes mixtos, que contengan tanto individuos
cognitivamente organizados como afectivamente organizados que reciban el mismo
tratamiento. Si mi pensamiento sobre la cognición y el afecto es correcto, debería haber
efectos deseables en algunas personas y efectos deseables en los pacientes organizados
de forma opuesta. Si esto fuera hecho sistemáticamente, por ejemplo, en series de
disertaciones doctorales, podríamos desarrollar un “Manuel de Escritorio de
Psicoterapias para Técnicas Terapéuticas”.
¿Esto implica que los terapeutas necesitan trabajar con miedo constante de hacer daño?.
Yo pienso que no. Todos cometemos errores; el problema es que si ellos pueden
descubrir y reparar el error. Una idea central en el modelo de procesamiento de
información de la teoría del apego es que, en los individuos que funcionan bien, la
discrepancia elicita la reflexión y el cambio. Inactuar esto abiertamente para, y con, los
pacientes es en sí mismo muy posible que sea la mejor estrategia reparadora. Por
supuesto, no es posible manualizar cada proceso único y especifico a la díada.
Confiar tanto en los datos empíricos que apoyan el uso de técnicas particulares puede
socavar la efectividad terapéutica. En parte, podría reducir la actitud experimental del
terapeuta creando una confiabilidad falsa. Alternativamente, sobre-ocultar las
intuiciones del terapeuta y sus sentimientos, confiar mucho en los datos puede negar al
terapeuta acceder a la información afectiva. Mantener una posición reflexiva,
observante (incluyendo la consideración de tanto los efectos sobre los pacientes del
tratamiento como los sentimientos activados en uno mismo), pueden alertar a los
terapeutas de resultados no deseados e iniciar un proceso, con el paciente, de reflexión y
cambio. Esto, por supuesto, es el eje de la mantención tanto del funcionamiento
adaptativo y equilibrado como de las relaciones satisfactorias.
Conclusiones
10. ¿Irías a un medico que ya sepa que tratamiento te va a ofrecer incluso sin que te
haya visto? ¿Irías a un medico que se limite a sí mismo a las drogas de una única
compañía farmacéutica? ¿Por qué los terapeutas reciben sólo una clase de
entrenamiento y luego lo ofrecen a todos los que van hacia él?
11. ¿Los mejores terapeutas harán esto? Yo creo que no. Los mejores terapeutas son
intuitivamente eclécticos. La intuición, sin embargo, es difícil de ensañar. Una
buena teoría de la organización psicológica sobre la auto-protección podría
proporcionar los huesos, el esqueleto, sobre lo cual la carne del tratamiento
efectivo pueda prosperar. Si yo empujo mi metáfora, la terapia cognitiva es
como los cerebros y músculos, teniendo tanto la lógica como el poder. Persona
se necesita del corazón y del toque humano de la piel con la piel. Los
sentimientos son esenciales para el funcionamiento adaptativo – o la felicidad.
El afecto necesita ser sumado para la aproximación empírica de la terapia
cognitiva antes de realmente curar las relaciones humanas que puedan ser
establecidas con los pacientes. Sólo en esa estrecha relación podemos unirnos
con los pacientes, al menos como compañeros y posibles guías, en el viaje desde
su experiencia de peligro y amenaza a nuestra realidad de la posibilidad de la
seguridad y el confort.
12. La teoría del apego no tiene una forma especial de tratamiento que ofrecer, no
hacerlo, creo yo, que debería. Nosotros tenemos bastantes tratamientos.
Necesitamos saber mejor como usar los que ya tenemos. Es mi deseo que el
MMD pueda ofrecer una estructura provisional no sólo para dar cuerpo a la
terapia cognitiva, sino que también para integrar las fortalezas de las otras
aproximaciones en una aproximación más efectiva, comprensiva, para curar el
malestar psicológico. Por supuesto, la teoría también es dinámica; cambia todo
lo que toca y, a su vez, es cambiada por ellas. La inclusión de ideas desde la
teoría del apego cambiara la terapia cognitiva –como la terapia cognitiva ya ha
cambiado a la teoría del apego. Eso es como debería ser.