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La Dama Y La Criatura
Ocurrió una vez en una noche oscura
Que se enfrentaron una dama y una criatura.
Eran muy distintos, pero igual de parecidos
La criatura estaba condenada,
Mientras la dama era Rosa y brillaba.
Ella caminaba confiada en la oscuridad,
Obviando el peligro constante,
Que para la criatura era apremiante.
Al danzar, la dama emanaba alegría
Y hacia sonreír a los corazones heridos
Que ella creía que eran significativos
La Dama creía en almas gemelas
Y creía en la existencia del amor;
Sin embargo en el fondo, carecía de los dos.
La criatura, en cambio, había perdido el alma,
Aunque tontamente creía
Que la dama ese vacío llenaría.
Ese oscuro vacío en su corazón
Es un agujero que todo lo devora,
Hasta el alma de una dama escritora.
Las hirientes palabras lo paralizan,
Y las cicatrices en la piel lo determinan,
Pues la criatura es una bestia sin vida.
La Dama Y La Criatura se deben separar,
Pues la cruel bestia se rehúsa a lastimar
A quién su vacío ha llegado a adorar.

La criatura anhela la expiación


desde el día en que vio con claridad,
y esta dispuesto a la privación
por una muestra de humanidad.
Su espíritu sigue marcado
por las cicatrices y el dolor.
Pero ahora que esta acompañado
el mundo se torno multicolor.
La dama fue obstinada,
y con su brillo lo deslumbró.
Ella se enfrentaba a la nada,
pero su intento nunca cesó.
La dama veía más allá de los lienzos
e ignoraba los rechazos y el pesar.
La criatura la admiraba en silencio,
Y anhelaba su adoración confesar.
Al mirar tus ojos color turquesa,
casi me olvido de cómo me llamo.
Confieso que me deslumbra tu belleza,
pues yo, te amo.

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