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TEMA 8. EL PLAN ECONÓMICO FINANCIERO.

Antes de iniciar un negocio, el emprendedor tiene que estimar cuánto dinero necesita
invertir para poner en marcha su inicio, para lo cual tendrá que elaborar una lista con
todo aquello que necesita para iniciar su actividad y calcular cuánto le costará. El
siguiente paso será calcular los ingresos futuros que espera obtener con el negocio y
compararlos con los gastos iniciales de puesta en marcha y los gastos mensuales para
saber si el negocio es rentable y a partir de cuándo. Muchas veces, al principio los
gastos suelen superar los COSTES, pero se necesita paciencia y constancia para
conseguir que sea al revés.

Así, podemos decir que el COSTE es el precio que pagamos por los factores de
producción (tierra, trabajo, capital) utilizados en el desarrollo de nuestro negocio. Es
muy importante para fijar el precio de nuestro producto ya que este nunca debe ser
inferior a los costes si se quiere recuperar el dinero inicial invertido. Pueden ser:

 FIJOS: permanecen constantes independientemente del número de unidades


de producto que fabriquemos. Ej: el alquiler de una cuadra.
 VARIABLES: varían en función del número de unidades de producto que
fabriquemos. Ej: los gastos veterinarios.

Con todo, los COSTES TOTALES = COSTES FIJOS + COSTES VARIABLES.

Una vez valorados los costes de fabricar nuestro producto, tenemos que calcular el
precio que le vamos a poner, tenemos tres opciones:

1. Poner el precio en base a lo que está haciendo la competencia.


2. Poner el precio en base a la percepción del consumidor, si conseguimos saber
lo que la gente está dispuesta a pagar, nos puede ser de gran ayuda.
3. Fijar el precio añadiendo un margen de beneficio a nuestros costes totales tal
que Precio = Coste total + Margen de beneficio.

Una vez tengamos claro el precio de nuestro producto, ya podremos hacernos una
idea de cuantos ingresos tendremos en el futuro, mediante una estimación de lo que
creemos que vamos a vender.

Ingresos = Precio x Número de unidades vendidas.

Para estimar el dinero que tenemos que invertir para poner en marcha nuestro
negocio y poder analizar si será rentable o no, tenemos que elaborar un plan de
inversiones y un plan de financiación.

El plan de inversiones incluye todos los elementos que necesita la empresa para
realizar su actividad y que puede necesitar para el inicio de la actividad : las naves, la
maquinaria, las herramientas, el personal, las materias primas, los vehículos, los
equipos informáticos, la publicidad, etc….

El plan de financiación analiza y determina las fuentes de obtención de dinero para la


empresa necesario para realizar las inversiones. Las fuentes de financiación pueden
ser:

1. FUENTES DE FINANCIACIÓN PROPIAS: son aquellas que la empresa no tiene


que devolver porque las ha generado la propia empresa:
 Las aportaciones de los socios en el momento de fundarse la empresa.
 El beneficio obtenido cada año con nuestro negocio, ese dinero se
puede repartir entre los socios o bien reinvertirlo en la propia empresa
(comprando nuevo material, maquinaria, etc…), o también apartarlo
formando,
 Las reservas, que son aquella parte de los beneficios obtenidos por una
empresa que los socios deciden dejar “como si fuera en una hucha”
para afrontar imprevistos en el futuro o aumentar la riqueza de la
empresa.

2. FUENTES DE FINANCIACIÓN AJENAS: son aquellas que la empresa tiene que


devolver, vamos a distinguir entre el corto plazo (deudas que tengo que
devolver en menos de 12 meses) y largo plazo (deudas que tengo que devolver
en más de 12 meses):
 Préstamos y créditos de los bancos a corto y largo plazo: en un
préstamo, un banco nos concede un dinero que después tendremos
que ir devolviendo, en pagos periódicos, junto con los intereses
correspondientes. En el crédito, un banco nos permite disponer de
dinero hasta una cantidad y durante un tiempo y según el dinero que
vayamos utilizando pagaremos los intereses pero sólo por el dinero
utilizado, no por la totalidad del crédito.
 Créditos de los proveedores, también llamado crédito comercial: es
cuando nuestros proveedores nos venden sus productos
permitiéndonos pagar a 30, 60, 90 o 120 días, lógicamente es un tipo de
financiación a corto plazo.
 Leasing o arrendamiento financiero, financiación muy usada por
empresas que, o bien porque no tienen el dinero suficiente, o bien
porque los bancos deciden no prestárselo, no pueden comprar bienes
de equipo (furgonetas, maquinas, etc..), así pues recurren a esta opción
de alquiler o arrendamiento con la cual van pagando unas cuotas al mes
por el uso del bien de tal manera que al acabarse el contrato tienen 3
opciones: comprar dicho bien por un precio pactado al inicio del
alquiler, devolver el bien o devolverlo. Suelen ser contratos de larga
duración.
 Factoring, es un tipo de financiación a corto plazo a través de la cual la
empresa busca recuperar el importe de aquellas facturas a clientes que
tiene sin cobrar por culpa de la morosidad, de esta manera la empresa
entrega todas las facturas que tiene impagadas y la sociedad factor, a
cambio de unos intereses y comisiones, se encarga de conseguir el
cobro de dichas facturas, es un tipo de financiación a corto plazo.
 Subvenciones y Créditos de las Administraciones Públicas: apoyan a las
empresas de una zona y las iniciativas emprendedoras. Suelen venir de
los ayuntamientos, comunidades autónomas, el gobierno, la Unión
Europea. Se suelen conceder a un tipo de interés más barato o incluso
sin falta de devolver el dinero que inicialmente nos hayan prestado
(siempre y cuando se cumplan estrictamente los trámites y condiciones
por las cuales nos dieron ese dinero). Así pues, sino tienen que
devolverse no son fuente de financiación ajena, sino propia. Los
créditos, lógicamente son financiación ajena porque hay que
devolverlos aunque sean con condiciones muy cómodas. Ejemplos:
líneas de ayuda Covid-19 para el comercio local, créditos de
ayuntamientos para mujeres emprendedoras…

Una vez tengamos toda la información sobre las diferentes formas de conseguir dinero
para nuestro negocio, tenemos que escoger la que mejor encaja para nuestro proyecto
de empresa, seleccionando la más beneficiosa y compatible.

OBLIGACIONES FISCALES.

1. Obligaciones fiscales iniciales, antes de iniciar nuestra actividad, debemos


hacer frente a una serie de impuestos que obligatoriamente deben ser
liquidados para poder operar en el mercado:

 IMPUESTO SOBRE ACTIVIDADES ECONÓMICAS (IAE), todas las empresas


deben darse de alta en este impuesto antes de desarrollar su actividad,
va acompañado de la obligación de darse de alta en el censo de
empresas y profesionales. Los empresarios individuales y sociedades
que facturen menos de un millón de euros están exentos de pagarlo.
 IMPUESTO SOBRE TRANSMISIONES PATRIMONIALES Y ACTOS JURÍDICOS
DOCUMENTADOS ( ITP/AJD), la mayoría de las empresas que son
creadas en forma de sociedad tienen la obligación de elevar a pública
ante notario la escritura de constitución. La expedición de ese
documento ante el notario genera el pago de este impuesto.
2. Obligaciones fiscales periódicas,
 IMPUESTO SOBRE EL VALOR AÑADIDO (IVA), es un impuesto indirecto
que grava el consumo, la capacidad de una persona/empresa para
comprar. Las empresas tienen la obligación de exigir y emitir facturas en
todas sus operaciones de compra y venta, así como de guardarlas
durante 4 años. Cuando la empresa compra, tiene que pagar un IVA que
se llama soportado, y cuando la empresa vende, cobra un IVA que se
llama repercutido, cuando liquida este impuesto con la Agencia
Tributaria, si el IVA que se paga supera el IVA que se cobra, la Agencia
nos paga la diferencia y si el IVA que se cobra supera el que se paga, la
diferencia la tenemos que pagar a la Agencia Tributaria.
 IMPUESTO DE SOCIEDADES, es un impuesto que pagan las sociedades y
que supone un porcentaje fijo sobre los beneficios de dicha sociedad.
Actualmente está en el 25%.
 IMPUESTO SOBRE LA RENTA DE LAS PERSONAS FÍSICAS (IRPF), es un
impuesto que grava las rentas de las personas físicas. Los autónomos, al
ser personas físicas, tienen que pagar el IRPF. El porcentaje que se paga
de IRPF es progresivo, es decir, cuanto más altos sean los ingresos del
autónomo, más impuesto tendrá que pagar.

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