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Por qué la vida es una chacota que vale la pena

Tanto se hay dicho y se dirá acerca de la vida humana, es iluso por mi parte el creer que
con solo unos cientos de palabras voy a poder contrarrestar los miles de millones que se
han escrito, y que faltan por escribir, pero véase en este gesto tan noble como amplio,
me refiero a la humanidad para tratar de plasmar por qué yo creo que la vida, si bien
carece de sentido, razón o circunstancia propio, sí que vale la pena.
Hace alrededor de 14, 000 millones de años nada existía, ni tiempo ni espacio, hasta que
de un segundo a otro ¡PUM! El universo explotó, sin crecer sobre nada, como la mente,
solo se hizo menos denso, luego de 100 años el universo se enfrió lo suficiente como
para que las primeras moléculas se agruparan nebulosas cada vez más grandes, hasta
que arrastradas por su propia gravedad decayeron hasta formar estrellas que cocinando
helio e hidrógeno dieron lugar al resto de elementos, hasta que en el final de su vida
explotaron dando lugar a supernovas más brillantes que mil millones de soles, de
supernova en supernova el universo primitivo fue generando más y más complejidad
huyendo de su entropía natural que borraba sus gradientes, hasta que cerca de una
estrella no muy resaltante, un plante rocoso con elementos exportados de todas partes
del cosmos empezó a jugar con las distintas formas de los elementos, con cuál generaba
la más estable, la más dinámica, hasta que en una especie de carrera predatoria la célula
grande se comió a la chiquita, pero no la digirió solo se empacho, he de ahí que hicieron
un trato, la grande la mantendría a salvo de los predadores y la chiquita le generaría
energía, desde ahí tenemos mitocondrias. Los pequeños organismos microscópicos
siguieron reuniendo complejidad, acumulando aprendizaje heredado tras cientos de
miles de errores, hasta que un chango no muy sobresaliente se levantó de las ardientes
Sabanas, sus pulgares y cerebros lo convirtieron realeza mamífera, había nacido el gen
homo. Durante mucho tiempo los changos estuvieron separados, hasta que con la gran
glaciación de Wurm hizo que los simios más solitarios perecieran, pero los más sociales
repuntaron, y 10, 000 años después no podemos evitar el amar a otros seres humanos.
Hace maso menos 6000 años el ser humano inventó algo muy curioso, la escritura, la
mejor forma de regatear con el tiempo, el oír y entender el pensamiento de gente que ya
hace tiempo es parte del todo de Gaia, he de ahí que la vida no tenga sentido, toda esta
bella roca azul con sus infinitos seres y entidades que existen y creen tener un yo, una
individualidad, no es más que un producto de su lenguaje, de la historia que se cuenta
desde hace más de 6000 años, el cómo los seres menos fuertes se dejaron engañar por el
mal, esa serpiente metafórica que habita en todos nosotros, y la gloria de los héroes que
la mataron, todos nuestros mitos y leyendas no son más que un remake de una historia
más antigua que el lenguaje, y que tardó más de 100 millones de años en contarse. He
ahí la chacota, pero he ahí la belleza: en la experiencia humana. No existe alguien que
pueda ser un algo separado del todo, todos formamos parte de la nada, la nada misma de
la cuál emergió el universo y de dónde vendrá su muerte misma, la entropía esa
variable que trata de eliminar nuestros gradientes de complejidad como humanidad, y es
ahí donde debemos defender nuestro diminuto rincón de complejidad, somos la
vanguardia de la belleza, el arte y el conocimiento, muchos autores hablan de que solo
se podía crear la vida aquí como prueba de que somos planeados, pero de que alguna
entidad como nosotros debía existir, debía existir, nosotros solo somos testigo de esta
serie de eventos, nacimos como polvo de estrellas decadentes, somos el universo
experimentándose a sí mismo ¡Carajo! Como es que nadie siente este mismo amor a la
estupidez de nuestra pequeñez, es por eso que existimos, se puede hablar de todas las
tragedias de esta frágil canica azul, yo siempre respondo que el dolor es pasajero, pero
la gloria es eterna, el rendirnos ante esta incesante marcha del futuro sería la solución
fácil a un problema complejo y ni hay problema más complejo que el entender a la
humanidad, es ahí donde en mi opinión que esta chacota toma sentido, la vida me
cuenta un chiste y yo me río, me río a carcajadas de su chiste y prosigo, hay que seguir
siempre hacia adelante, siempre juntos.

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