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F18 KantEjemplos
F18 KantEjemplos
24 de septiembre de 2020
1. Intro
Aunque la distinción entre fenómeno y noúmeno puede recordar a Platón, y su dupla
de mundo sensible y eidético, lo que realmente hace Kant es desdoblar lo sensible en los
susodichos. En particular, me parece natural añadir a la lista kantiana la noción de idea,
repensando a la representación como a un desdoblamiento suyo parejo, en un nuevo
giro copernicano. Los siguientes ejemplos, provenientes de la matemática, la biología y
la física, pretenden explorar esta premisa.
2. Esfera
2.1. Como representación
1. ∑3i=1 xi2 = R
6. etc.1
1 Para más instancias, cf. Hilbert y Cohn-Vossen Geometry and the Imagination Ch. IV Sec. 32: Eleven Pro-
perties of the Sphere.
1
2.2. Como fenómeno
Cualquier fenómeno cuya percepción pueda describirse en los términos anteriores,
matizando que la representación:
1. la esfera fenoménica más cercana a nuestra representación de esfera se dio con los
giroscopios de Gravity Probe B (2004), que eran perfectamente redondos con un
margen de error de cuarenta átomos.2
2. imperfectas en distinto grado (e.g., un 0.1 % vs 1 %), pero mismo tamaño, pueden
presentarse fenoménicamente idénticas a mi ojo desnudo, pero quizá no al de otra
persona con mayor agudeza visual bajo una inspección más cercana, o incluso
cuando yo mismo la percibo a través de otro sentido como es mi tacto.
Más importante aun, son realmente dichas experiencias (individuales) las que consti-
tuyen al objeto fenoménico,4 siendo las representaciones atajos para referirlas, pues me
2 El uso del tiempo pasado obedece a las impurezas, magulladuras nanométricas, etc. que hayan podido
sufrir en su manipulación. Para un ejemplo paradigmático de este tipo de contaminación, incluso en
los entornos más controlados, cf. Veritasium How We’re Redefining the kg 2017.
3 Cf. D. H. Bailey, J. M. Borwein, P. B. Borwein, S. Plouffe The quest for pi 1997.
A modo de referencia, aunque la NASA usa 15 dígitos (JPL How Many Decimals of Pi Do We
Really Need? 2016) y CODATA 32, para aplicaciones terrestres no tienen sentido más de 11 (error del
∼ 10−10 %), y diría que es raro usar más de 5 ó 6 (precisión float). De hecho, las pésimas aproximacio-
nes de Babilonia, Egipto o la China pre-Liu Hui obedecen precisamente a su obtención experimental,
y sólo yerran en un ~0.5 %, por lo que no es de extrañar que para sus necesidades las considerasen
suficientemente buenas.
A modo de curiosidad, los métodos de aproximación geométrica se superaron con Madhava (por
serie de Leibniz, 1400, 10 dígitos) y al-Kāshānı̄ (por método de Newton, 1424, 16 dígitos), si bien la
siguiente mejor aproximación volvió a recurrir a los primeros (obviamente, por el desconocimiento
europeo, y porque los citados debieron comprender que no tenía sentido calcular más) con Ludolph
van Ceulen (1615, 32 dígitos).
4 El paréntesis da más bien la lectura de Husserl, que acepta la imposibilidad de justificar la objetividad
del fenómeno (incluso aunque nuestras descripciones de éste coincidieran), pues sólo tenemos acceso
2
resultaría muy difícil describir a alguien cómo se ve o se siente una esfera si nunca la
ha vivido, lo mismo que explicar el mar o la nieve, y de ahí el fraseado invertido del
principio.5
Otra cuestión es que:
1. por consenso, decidamos que:
a) si una esfera a mi vista, no lo es a mi tacto, entonces no es en verdad una
esfera (en lugar de decir que sí lo es para ciertos propósitos)
b) deleguemos ese tacto a algún instrumento de medida de mayor precisión,
para evitar caer en el problema de la variabilidad de la sensibilidad de los
diferentes individuos, tratando de cercar así todo lo posible al noúmeno. Es-
pecificidad, fundamentada en la replicabilidad, que nos permite producir
luego predicciones más arriesgadas (y por ende, diría Popper, más avanza-
das).
contra de Kant), piénsese, e.g., en la ceguera congénita, los niños ferales o un humano criado en un
espacio fuertemente hiperbólico.
6 Probablemente Kant no estaría de acuerdo en que estos constituyan representaciones diferenciadas, a lo
que yo podría responder con: «The discovery of new results was often a consequence of the intimate
relation between content and form that a good notation frequently implies» Kleiner Rigor and Proof in
Mathematics: A Historical Perspective 1991.
3
«geometry [as the study of] magnitude at rest» de Proclo, el «Algebra as the Scien-
ce of Pure Time» de Hamilton... teoremas de blow-up, compleción...
5. etc.7
Por otra parte, merece la pena recordar que pueden existir propiedades del fenómeno
más allá de mis sentidos, intuiciones, categorías e imaginación, siendo por ende irrepre-
sentables. Como es obvio, por la naturaleza de las mismas, me es imposible dar ningún
ejemplo, pero ello no significa que no existan. No en balde, los humanos carecemos
de los sentidos de electrorrecepción y magnetorrecepción, tenemos un rango auditivo
y de luz visible limitado, etc. por lo que hay mundos fenoménicos enteros que se nos
escapan, y en términos de los cuales no pensamos.
Y si bien la metrología nos ha permitido ser conscientes de ellos mediante brújulas,
voltímetros, sonómetros, espectrómetros..., es difícil decir que ésta ha alterado la cogni-
ción de nuestro entorno, algo que sí parece estar consiguiendo la biomimetica, el body
hacking y la comunidad cyborg y transhumanista en general, con ejemplos como:
7 Para un análisis más en profundidad, cf. Sogol Thamaem De las demostraciones matemáticas 2020.
8 Cf. Köning et al. feelSpace. Report of a Study Project 2005. Línea de investigación aun activa en, e.g., König
et al. Learning New Sensorimotor Contingencies: Effects of Long-Term Use of Sensory Augmentation on the
Brain and Conscious Perception 2016. A través del muy recomendable artículo Sunny Bains Mixed Feelings
2007, inspira la tobillera North Paw (Sensebridge 2009, comercializada desde entonces; experiencia en:
Quinn Said Regarding the senses, and a Northpaw update). En forma de implante por Cyborg Nest (North
Sense 2017, comercializado desde entonces).
9 Primer procedimiento por Steve Haworth y Jesse Jarrell a Todd M. Huffman en 2004, cf. Shannon Larratt
The Gift of Magnetic Vision 2004 (precedente en Samppa Von Cyborg, finales de los 1990s). Explotado
como radar por Grindhouse Wetware con su Bottlenose desde 2011 (v0.1 2017).
4
5. Substitución sensorial de la función vestibular y la visión para programas de reha-
bilitación, con potencial para la augmentación sensorial, vía BrainPort (aproba-
ción de la FDA, y comercialización por Wicab, desde 2015), basado en una «Ton-
gue Display Unit».10
7. etc.12
Huelga decir que, dualmente, pueden haber representaciones que no se correspondan
a fenómenos, ora por ser innatas (de haberlas), ora por ser una combinación fantasiosa
de representaciones que sí provengan de fenómenos (como en el caso de los bestiarios
medievales).
Schnell et al. Multi-Sensory Methods to Aid Pilot Spatial Orientation and Upset Recovery in Real Flight 2006
o Angus Rupert et al. Tactile Situation Awareness System: Recent Developments for Aviation 2016.
12 Aunque el paralelismo pueda parecer forzado, dicha clase de extensiones también se dan en el reino
su totalidad, ni que la imagen de conjunto esté tan unificada como a veces se cree. Domain of Science
Quantum gravity 3. The main theories of physics 2020 parece concordar con esta sospecha.
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creo que es ingenuo negar que la ciencia supone un noúmeno (o hace postulaciones me-
tafísicas), como cuando se predijeron las partículas del modelo estándar antes de tener
observaciones de las mismas, y se diseñaron experimentos como el CERN para confir-
marlas.14 Pues aunque no tengamos garantías de su existencia objetiva (como tampoco
la tenemos del fenómeno), es tentador, cómodo, natural y pragmático hacer como que
sí existe, y tratar entonces de limitar todo lo posible su subjetividad.
14 Técnicamente, lo que se predijo fueron ciertos fenómenos que se representaban como partículas en el
modelo, por lo que mi ejemplo es muy débil (incluso, supongo, aunque tomará la teoría M como ejem-
plo), si bien dudo que se pensara y comunicara en dichos términos. Un ejemplo más fuerte, quizá,
serían las distintas interpretaciones de la cuántica (Copenhague, onda piloto...) y el teorema de Bell (no
hay variables ocultas, o son no-locales), que podría argumentarse que dan la misma descripción feno-
ménica mediante una distinta descripción nouménica (aunque nuevamente nada me impide cambiar
«descripción nouménica» por «represetación»).
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2.4. Como idea
En este caso eminentemente eidético (en tanto que matemático), podría pensarse co-
mo el compendio de todas nuestras representaciones (aunque nuevamente, aquí esta-
mos invirtiendo el fraseado natural, dado el ineludible sujeto-centrismo), pero entendi-
das:
2. como a un todo, del que nuestras representaciones son sólo parte incompleta e
imprecisa (algunas pinceladas mal dadas de un retrato, pero no el retrato mismo).
No en balde,
a) algunas de nuestras representaciones actuales de esfera no las teníamos en
la Antigua Babilonia, por lo que nada impide que falten otras nuevas por
descubrir o inventar.
b) los nuevos framework redefinen continuamente los contenidos antiguos, co-
mo un teorema de Pitágoras que se reformula en espacios de Hilbert, con-
juntos Lebesgue-medibles, tensores métricos... o un Grothendieck que estre-
cha las relaciones entre disciplinas aparentemente alejadas, permitiéndonos
apreciar matices antes invisibles.
En este sentido, sería mejor (aunque más vago) conceptualizar a la idea de esfera co-
mo a la totalidad de las propiedades que la comprenden (y que quedarían recogidas
en el Libro del Supremo Fascista, rescatando la metáfora de Erdös); conocidas o no,
cognoscibles o no.
Pues, nuevamente, nada impide que haya características en la idea de esfera que sean
irrepresentable. No en balde, los teoremas de existencia no constructivos podrían inter-
pretarse como tal, y los tres problemas clásicos de la geometría pueden entenderse así
(en el sentido de que existe el tercio de un ángulo, pero no puede obtenerse dentro de
los límites de la regla y el compás, paradigma representacional de la matemática grie-
ga). Y lo mismo con los teoremas indemostrables (en el sentido de Gödel), que ponen de
manifiesto (reverse mathematics mediante) que las propiedades de una idea dada no
pueden entenderse de manera aislada, sino que son interdependientes del paradigma
tomado.
Por último, las representaciones sin fenómeno y noúmeno también son ejemplos de
ideas sin ellos, y del mismo modo que la representación es una idealización del fenó-
meno, la idea es una idealización de éstas (o del noúmeno que hipotetizan éstas).
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3. Gato
3.1. Como representación
En el caso de la esfera (epítome de la homogeneidad) no me pareció necesario, ob-
viándolo por simplicidad, pero en cada una de estas subsecciones sería bueno distin-
guir entre gato como especie y gato como individuo, aunque podríamos preguntarnos
si toda representación de uno no es ya, en cierto modo, también del otro. E.g., la imagen
mental que tenemos de él, su taxonomía, un dibujo, un peluche...
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2. mi representación de gato fuera en realidad una parte concreta de un noúmeno
mayor que a su vez fuese fuente de otras de mis representaciones claras y dis-
tintas (en una suerte de Uno de Plotino), o que hubiese un gato nouménico cuya
existencia se extendiese más allá de los límites impuestos por mi representación,
siendo origen de otras de mis representaciones diferenciadas.
Por supuesto, y como en el caso del noúmeno, puede ser que la «idea de gato» sea un
concepto vacío, irrelevante o inexistente, una ficción metafórica de la ciencia para au-
toexplicarse la historia de sus representaciones del gato fenoménico (entendidas como
los modelos que comprenden todo lo común a los gatos, así como una clasificación de
sus diferencias —ya sean genéticas, epigenéticas, patológicas...—, además de una des-
cripción de su relación sinérgica con el resto de la realidad), creyendo que las mejoras
de nuestra capacidad predictiva y manipulativa (e.g., en la cura de enfermedades), por
refinamiento de nuestras teorías, se deben a que nos estamos acercando a un represen-
tación definitiva de la realidad fenoménica, cuando podría ser que:
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diferentes, en cuyo caso su validez también dependería del espacio; y lo mismo po-
demos decir de universos mentales, literarios, cinematográficos... Incluso podríamos
decir que depende del contexto, pues los infinitesimales a la Leibniz tienen una validez
pedagógico-heurística más allá de su posible validez formal. Etc., etc.
Pero en el momento en que empezamos a extender así el dominio de lo que constitu-
ye una idea en contraste con una representación, acabamos rompiendo dicha diferencia,
pues terminaríamos también admitiendo que hay una idea para cada una de las repre-
sentaciones intermedias (que antes hemos tildado de erróneas) de la idea, haciendo
patente que el símil de la convergencia es sólo eso: una representación de la historia de
las representaciones.
En suma, el giro copernicano ha hecho al sujeto origen del mundo eidético.15 Y en
particular, la clasificación filogenética, en sus posibles múltiples versiones, no es el des-
cubrimiento de una «idea de clasificación filogenética», cuya descripción vamos refi-
nando, sino una sucesión de invenciones o representaciones, que vamos actualizando
conforme interactúan con otras de nuestras representaciones, conformando un puzzle
global, que inventamos y reinventamos sobre la marcha de manera continua.
4. Átomo
4.1. Como representación
Las dadas por el modelo de Dalton (1803), Thomson (1904), Rutherford (1911), Bohr
(1913), Schrödinger (1926), estándar (1975), cuerdas (1995),...
15 Aunque supongo que sería mejor atribuir este giro a Locke y los empiristas en general.
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