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Pasaje: 1:1-30.
1. Dedicar tiempo a la oración pidiendo la ayuda y dirección del Señor sobre el estudio
y su posterior aplicación personal.
3. Analizar el texto bíblico sin ninguna ayuda, anotando las conclusiones que se
alcancen.
La Epístola del apóstol Pablo a los Filipenses, es uno de los más admirables
tesoros de la Revelación. Ningún creyente que la lea y estudie con actitud humilde
podrá dejar de experimentar un notable cambio en su vida cristiana. En un mundo donde
el hombre procura encontrar la paz personal y el gozo íntimo sin alcanzarlos, la epístola
expresa el modo de llegar al gozo abundante: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez
digo: “Regocijaos!” (4:4). Por otro lado, en un mundo donde el consumo y el deseo de
poseer mas cosas para un mejor nivel de vida arrastra a muchos a una existencia
mezquina y triste, la carta da al cristiano el secreto para una vida de gozo en cualquier
circunstancia o situación personal: “He aprendido a contentarme, cualquiera que sea
mí situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy
enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia
como para padecer necesidad” (4:12). Los abundantes recursos que el creyente necesita
para una experiencia de íntima felicidad personal proceden del Señor, de tal modo que
el cristiano puede decir: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (4:13). Quien
escribe de este modo es un prisionero que esperaba incluso, una posible condena a
muerte. La carta, pues, no sólo revela el secreto de la felicidad, sino que pone a un
cristiano como ejemplo de ese estilo de vida. Todo esto confiere al escrito un encanto
peculiar, a pesar de no ser la más extensa de las cartas paulinas. Escrita desde la prisión,
junto con Efesios, Colosenses y Filemón, produce el admirable contraste entre los
sufrimientos y el gozo y la paz cristianos. La teología se combina con la práctica de la
vida cristiana, anunciando el triunfo de la vida en Cristo. Un párrafo de Walvoord sirve
para resumir estos aspectos: “En un mundo moderno saturado de secularismo,
incredulidad y materialismo, y muy a menudo colmado de los lujos sin paralelo de la
vida moderna, puede parecer a primera vista que una carta escrita por un preso
encadenado no tiene ninguna relevancia para nuestra escena contemporánea. No
obstante, el estudio cuidadoso de esta epístola, en la que se nos revela el asombroso
triunfo del apóstol incluso en medio de grandes sufrimientos, pronto sacude la capa de
moderna superficialidad de nuestro mundo actual, y pone al lector cara a cara con los
valores espirituales últimos, que satisfacen al corazón y que dan gozo y paz en una
manera en que ninguna comodidad o placer modernos podrían imitar. Para aquellos
que buscan profundidad en las cosas espirituales, una verdadera intimidad con el Señor
Jesucristo, y una vida que cuenta para la eternidad, esta epístola ofrece infinitos
tesoros”1. Éste es, pues, uno de los más afectuosos escritos de Pablo, lleno de palabras
de aliento. El gozo y la paz se respiran continuamente en el discurrir de su texto, a pesar
de que fue escrita desde la cárcel. No hay sensación de abatimiento ni de inquietud
alguna en el escrito. La carta está dirigida a creyentes que también estaban
experimentado la consecuencia lógica de una vida comprometida con el Señor,
sufriendo dificultades. Desde el principio del texto, el gozo fluye en las palabras del
apóstol, que como escrito inspirado comunican y expresan el pensamiento de Dios.
Como es natural en todo escrito propio de los tiempos de Pablo, la epístola comienza
indicando el autor y destinatarios, pasando al saludo introductorio (vv. 1-2). La gratitud
que Pablo sentía por la obra de gracia realizada por el Señor y manifestada por la
realidad de aquella iglesia, le lleva a expresar palabras de gratitud en oración, alabando
al Señor por la eficacia de la proclamación del evangelio (vv. 3-6). En ella expresa
sentimientos íntimos y personales de afecto entrañable hacia quienes son sus hijos en la
fe, manifestándoles que continuamente están presentes en sus oraciones de intercesión.
El afecto que profesa hacia aquellos creyentes es sobrenatural y resultado de la
1. Geografía.
1.5. La ciudad se asentaba en una pequeña colina que domina la llanura no lejos
de la bahía, en el golfo de Neápolis.
1.7. Para llegar a Filipos por mar era necesario entrar por el puerto de Neápolis,
que significa ciudad nueva.
2. Historia.
2.3. Felipe engrandeció la ciudad y puso en explotación intensiva las minas de oro.
2.4. Doscientos años después de su fundación fue conquistada por los romanos, en
la batalla de Pidna (160 a.C).
2.5. En el año 42 a.C. tuvo lugar la batalla entre Bruto y Casio, por un lado,
defensores de la república, y Antonio y Octavio por otro, como vengadores
del emperador.
2.7. En el año 31 a.C. tuvo lugar la batalla naval de Actium, pequeño promontorio
de Epiro, en el Mar Jónico.
3. La iglesia en Filipos.
3.1. Filipos fue alcanzado por el evangelio en el segundo viaje misionero de Pablo.
3.1.2. La visión del varón macedonio llevó a Pablo a pasar a Europa (Hch.
16:9).
A) Los presos podían haber huido y para él era mejor la muerte que
la deshonra.
3.6.6. Lo que hubiera sido una tragedia a los ojos humanos, fue una
bendición en las manos de Dios.
3.7.3. Tal vez se habían reunido allí para orar por Pablo y Silas, como
ocurrió antes con el caso de Pedro (Hch. 12:5).
4.1.2. En todos ellos hay evidencias internas que lo atestiguan (Ef. 3:1; 4.1;
Fil. 1:7, 13, 14; Col. 4:18; Flm. 1, 9).
4.2.3. Este traslado se hizo desde Cesarea, donde había estado en prisión por
dos años (Hch. 24:27).
4.2.5. Ese tiempo de prisión fue largo, durante por lo menos dos años (Hch.
28:30).
4.3.2. Tíquico fue portador de las cartas a los Efesios y a los Colosenses (Ef.
6:21; Col. 4:7).
4.3.3. Tíquico tuvo por compañero de viaje a Onésimo y que fue portador de
la carta personal a Filemón.
4.3.4. Los escritos están muy vinculados entre sí y han de ser considerados
como producidos en un mismo tiempo y lugar.
5. Autor.
5.3. Siendo una carta eminentemente personal sólo podía ser Pablo el autor de la
misma.
5.3.3. Recuerda sus pasadas relaciones con la iglesia (2:12; 4:15, 16).
5.5.5. Ireneo que viajó mucho en su tiempo y estuvo en contacto con las
iglesias de entonces, atribuye la epístola a Pablo.
5.5.6. El fragmento de Muratori, que podría ser de los años 180-200, declara
que la carta a los Filipenses es de Pablo.
5.5.7. En una de sus cartas, Policarpo declara que “el glorioso y bendito
Pablo escribió a los filipenses”.
5.6.3. Todos estos argumentos quedan sin valor por las evidencias bíblicas.
5.7. Las evidencias, tanto internas como externas, exigen considerar el escritor
como el apóstol Pablo.
6.1. Pablo escribe la carta desde su situación de prisionero (1:7, 13; 2:17).
6.3. La cuestión está en determinar desde que lugar en los que estuvo prisionero,
se escribió la epístola.
A) Cesarea.
B) Éfeso.
C) Roma.
6.4. Cesarea.
6.4.2. Pablo estuvo allí dos años y con acceso a amigos que podían visitarle
(Hch. 24:23).
6.4.3. Sin embargo, la libertad para predicar que tuvo en Romano, no se dice
que la tuviera en Cesarea (Hch. 28:30, 31).
6.4.5. Onésimo pudo entrevistarse fácilmente con Pablo en Roma, pero sería
muy difícil que lo pudiese hacer en Cesarea.
6.4.6. Es difícil que Pablo no mencionara entre los que le cuidaban a Felipe,
el evangelista, que tenía su residencia en Cesarea (Hch. 21:8).
6.5. Éfeso.
6.5.1. Hay algunas expresiones en los escritos de Pablo que pudieran hacer
suponer una detención del apóstol en aquella ciudad.
6.6. Roma.
6.6.1. Es el lugar que debe tomarse como desde donde se escribieron las
cartas de la prisión.
6.6.4. Las referencias al pretorio romano y a la casa del César (1:13; 4:22).
7. Propósito de la epístola.
7.1. La visita de Epafrodito.
7.1.2. El viaje, si fue hecho por tierra desde Filipos a Roma, debió durar un
mes aproximadamente.
7.5.1. Que se gocen por lo que Dios estaba haciendo en la situación en que
Pablo se encontraba (1:12-17).
7.6. Recomendar a Epafrodito para que sea recibido cordialmente entre ellos
(2:28-29).
8.2. “El escritor pasa de un asunto a otro tal como nosotros hacemos hoy día
cuando escribimos a nuestros amigos. (La diferencia estriba en que la carta
de Pablo es inspirada y las nuestras no). Lo que une estos diversos puntos no
es este o aquel tema central, sino el Espíritu Santo, el cual se refleja en el
corazón del apóstol por medio de una multitud de gracias y virtudes, que
proclaman, desde el principio hasta el fin, que entre Dios, el apóstol, y los
creyentes de Filipos existe un bendito lazo de gloriosa comunión”2.
8.4.1. Se goza en sus prisiones, porque son para progreso del evangelio.
8.4.2. Cristo es glorificado en él, bien sea por su vida o incluso por su
muerte.
8.7.1. Amonesta sobre los falsos obreros que tratan de establecer su propia
justicia, en contraste con los verdaderos siervos de Dios.
8.7.4. Les coloca delante el ideal de vida de quienes saben que su patria está
en los cielos.
3. ¿En qué lugar se produjeron y cuales son las evidencias para afirmarlo?