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Parroquia Santa Isabel de Hungría

Celebraciones infantiles
para los Domingos de Adviento
Ciclo A
Primer Domingo de Adviento, Ciclo A

Con el Adviento se
comienza a manifestar el
proceso de la historia de
Amor del Padre. Nuestro
Adviento infantil, pues, tiene
a Dios Padre como fondo de
las celebraciones. Desde el
cielo (las nubes), la mano de
Dios Padre se abre para el
mundo, en una acción de
amor que es,
simultáneamente creación y liberación.

Es "EL SUEÑO DE DIOS PADRE"


El sentido de estas cuatro celebraciones debe darse, pues,
en la primera de ellas, el Primer Domingo de Adviento, tal como
detallamos a continuación.

CANCIONES: Para este domingo pueden elegirse canciones que


hablen de Dios creador. Algunos conoceréis el clásico "La
creación", ya antigua, del P. Alejandro. Pero hay otras en casetes
de canción religiosa infantil: "Querido Dios" (J. García de Dios, S.
M.), "Pasito a pasito" (J. García de Dios), "La Biblia de mi papá"
(Mariano Fuertes), "Canciones E.G.B." (Ciclo Inicial y ciclo
Medio), "El encuentro" (Catequesis "Haced lo que Él os diga"),
"Creer y amar" (Emilia Hernández), "El manantial" y "Espiga"
(Bruño), etc.

PANEL: Las celebraciones pueden tener, a lo largo de los cuatro


domingos, un panel de fondo en el que se representa a Dios Padre,
en el medio, soñando con un nuevo mundo que irá com-
poniéndose, domingo a domingo, con cuatro frases que resumen el
sueño de cada día y que se colocarán junto a esa imagen de Dios
Padre, a la izquierda. A la derecha se puede colocar la imagen del
mundo. pero muy oscuro, lleno de tinieblas. Cada domingo Dios
Padre lanza un mensaje al mundo (a los niños) para ver si se
despiertan y dan luz a este mundo tan oscuro. Se irán colocando,
en carteles, domingo a domingo, alrededor de esa bola oscura del
mundo.

VARIANTES: Los "sueños de Dios" se escriben en cartulinas


que, unidas como puzzle, forman la figura del mundo. Cada
domingo, al acabar la celebración, se van colocando en una de las
paredes de la iglesia de modo que el último día puedan
descolgarse/despegarse y llevarse al mural para colocados, juntos,
sobre la otra figura del mundo oscuro. Uno y otro -mundo oscuro y
mundo de luz en puzzle- deben corresponderse. Del mismo modo,
esos "sueños de Dios" pueden dejarse en el mismo panel en vez de
en las paredes de la iglesia.
Todo comienza con...
DIOS REGALA EL MUNDO A TODA LA HUMANIDAD
(Tomado de CATEQUÉTlCA 1998/3, Representación de la Historia de la
Salvación, de Tino Escribano, Parroquia de Guadalupe, Cáceres)

A la entrada se reparten a los niños distintos símbolos,


recortados en cartulina, que representan árboles, animales, pájaros,
estrellas, soles, lunas, monigotes (personas), etc. No importa que se
repitan. Se trata de que cada niño tenga su símbolo.
* En la iglesia, pueden colocarse todos mezclados o, más
ordenadamente, juntando todos los árboles, todos los pájaros, etc., y
sentarse juntos en el mismo banco.
* En vez de dar símbolos a todos, se les pueden dar sólo a unos
cuantos.
* Puede darse el símbolo sólo a un niño o niña a quienes se pone al
frente del "grupo árboles", "grupo animales", "grupo estrellas", etc. Y se
colocan juntos en el mismo banco.
* O no dar ningún símbolo y únicamente asignarles el papel
correspondiente y que se sienten juntos en un mismo banco cada grupo.

Ritos iniciales de la Eucaristía

En la introducción o monición de entrada se les explica a los


niños que comenzamos el tiempo del Adviento para preparamos a la
Navidad, el nacimiento de Jesús. Pero, ¿por qué y para qué nació
Jesús? Para realizar "el sueño de Dios". Y es que Dios también "soñó",
como también nosotros, a veces, "soñamos con..." (puede preguntarse a
los niños cuáles son sus "sueños", es decir, sus ilusiones y
esperanzas).

Liturgia de la Palabra

1. El "sueño" de Dios:

A modo, pues, de "representación". En vez de los símbolos que


se indicaron, puede realizarse tal como se señala en la Representación
antes indicada:
Un grupo de niños y niñas se sitúan en el escenario tumbados
en el suelo representando que no tienen vida. Cada niño va vestido con
algo que represente a varios tipos de animales de la tierra, del mar, del
aire. También plantas, árboles, el sol, la luna, estrellas y, por supuesto,
hombres y mujeres. No hace falta que sean Adán y Eva. Es mejor que
sean varios hombres y varias mujeres porque así se refuerza más la
idea de que la ciencia y la fe pueden ir juntas. Lo importante del texto de
la Biblia es que Dios es el que da inicio a la vida. Mientras están en el
suelo se oye una música de fondo. Un narrador va leyendo el texto y,
mientras tanto, los niños se van levantando lentamente haciendo gestos
de alegría y de vida, o van escenificando la desunión, la soberbia, etc.
que va describiendo la narración. Es necesario echarle imaginación.

Si no se hace así, es el momento de indicar a los niños con sus


símbolos, los grupos de animales, árboles, etc., lo que deben hacer: irse
levantando a medida que son nombrados la primera vez y levantar bien
en alto los símbolos que les han dado. Si no se usan símbolos, simple-
mente se van poniendo en pie. Cuando se les nombra por segunda vez
deben sentarse y agacharse todo lo que puedan e incluso dejar en el
suelo el símbolo de cartulina.

NARRADOR: Hace muchos, muchos cientos, miles, millones y millones


y millones de años no existía nada. Ni árboles, ni animales, ni estrellas,
ni pájaros, ni sol, ni luna, ni estrellas... nada. No existía nada. Sólo
existía Dios. Él lo era todo. Tenía de todo. Toda la bondad, toda la
belleza, todo el amor. Dios está todo lleno de amor. Y por eso, porque
es todo amor, quiso compartir con otros seres su amor, su belleza, su
bondad. Y así, después de cientos, miles, millones y millones de años,
comenzó a nacer la tierra, y sobre la tierra crecieron las plantas (se
levantan las plantas), los árboles (se levantan los árboles), los
pájaros... (así, sucesivamente, se citan a todos los animales
preparados). El sol, con su luz, alumbraba a todos los seres y éstos se
llenaban de alegría y de fiesta. Por la noche la luna les acostaba y
todos dormían serenos y felices. Pero, aunque todo era muy bonito
porque hablaba de la hermosura y del amor de Dios, todavía faltaba
alguien que pudiera hablar con Él y contarle todo lo que ocurría en la
tierra como se cuentan los secretos entre los amigos. Entonces Dios
empezó a pensar en los hombres y en las mujeres y en los niños... y
en su pensamiento aparecían a imagen y semejanza de lo que Dios
mismo es: llenos de belleza, de inteligencia, de bondad y alegría, y así
sucedió: Después de muchos ... cientos, miles, millones y millones de
años ... los hombres y la mujeres y los niños que Dios había pensado ...
aparecieron poco a poco sobre la tierra (se levantan) y junto a todos los
animales y plantas, el sol, la luna y las estrellas, vivieron llenos de
felicidad porque todos compartían el amor, la bondad y la belleza que
Dios había compartido con ellos.
Pero a medida que iban creciendo y haciéndose más mayores,
algunos de ellos dejaron de compartir y se peleaban porque querían
para ellos solos toda la belleza, todo el amor y toda la inteligencia para
hacerse ellos también como Dios. Y sucedió que toda la armonía se
rompió; ya no sonreían los animales (se agachan y dejan el símbolo en
el suelo, y así sucesivamente), no jugaban juntos los planetas, el sol se
puso triste, la luna no velaba el sueño de las noches, los hombres y
mujeres se peleaban y los niños aprendían malas cosas de los mayores
y hacían lo mismo. Los hombres rompieron la amistad con Dios. Dios vio
todo aquello y se puso a llorar de tristeza.
Pero el amor de Dios es más fuerte que el poder del mal, y por
eso Dios se puso a soñar en hacer el mundo nuevo y también nuevos
hombres y mujeres y niños dos los niños vuelven a sentarse bien,
atendiendo a la narración). Entonces se prometió a sí mismo que, a
partir de ahí, volvería a preparar a toda la naturaleza y a toda la
humanidad para que volvieran a ser felices.

2. La bolsa de basura.

Dios se puso a soñar. Ya no valían esas plantas, esos árboles,


esos hombres, mujeres y niños...
Delante de todo se coloca un saco de basura, de plástico negro.
Los niños ahora, en "procesión", van hasta el saco de basura y van
echando en él los símbolos de cartulina, que ya "no sirven "... Mientras,
se va cantando o escuchando una canción, por ejemplo "La última
rosa" (Casete "El caracol", J. García de Dios y J.L. Blanco Vega). Y
vuelven todos a su sitio.

3. Primera lectura.

El sacerdote o un/a catequista explica cómo conocemos esos


"sueños" de Dios Padre. Nos los contaron, hace muchos siglos, unos
hombres y mujeres que sabían escuchar la voz de Dios dentro de su
corazón. Eran los "profetas". Uno de ellos se llamaba Isaías. Estos
domingos de Adviento será él, Isaías, quien nos vaya contando, poco a
poco, lo que soñaba Dios. Y éste fue el primer sueño que tuvo Dios
Padre:

Isaías 2,1-5

Al acabar, se coloca una frase con el contenido del primer sueño


en el primero de los "globos" del panel: UNA CIUDAD EN PAZ.

4. Diálogo breve: ¿Cómo haríamos nosotros una CIUDAD EN PAZ?

5. Dios nos manda mensajes.

De nuevo, el sacerdote o un/a catequista dice a los niños que


Dios no sólo "soñaba" sino que quería que sus sueños fuesen realidad.
Y, como en el mundo, la gente andaba como a oscuras (indica la
imagen del mundo, oscuro, del panel), decidió ir enviando mensajes y
mensajeros a la tierra, para ver si con ellos, los hombres, mujeres y
niños de la tierra se despertaban y empezaban a hacer una ciudad en
paz, como Él quería ... Y éste fue su primer mensaje:

Mt 24,38-39a.42-44a:

"Antes del diluvio la gente comía, bebía y se casaba, hasta el


día en que Noé entró en el arca; y, cuando menos se lo esperaban, llegó
el diluvio y se los llevó a todos... Por tanto, estén en vela... Ya
comprenden que si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va
a llegar el ladrón, se quedaría en vela y no le dejaría abrir un boquete en
su casa. Pues estén también ustedes preparados".

6. Diálogo breve: ¿Qué "pistas" nos da este mensaje de Dios para que
su sueño pueda hacerse realidad?

Un/a catequista debe estar atento a los que vayan diciendo los
niños para coger la frase que mejor refleje el mensaje de Dios y lo
escribe en una cartulina, con rotuladores. Al acabar, se coloca la frase
junto a la imagen oscura del mundo.

Oración final

Mi espíritu y mi corazón están alerta,


como los ojos del centinela.
Estoy esperando.
Te busco, Señor.
Estoy en vela:
iEs Adviento!

Te busco en la oración
y tú me abres, Señor,
como un amigo siempre presente,
cuando se llama a la puerta.

Te busco en el Evangelio
y tú te acercas, Señor,
como un amigo siempre presente,
cuando se le pide luz
para atravesar la noche.

Te busco en la misa, con los otros cristianos,


y por tu Palabra y tu Pan vienes a mí, Señor,
como un amigo
siempre dispuesto a ofrecer
lo mejor que tiene.
Te buscamos cada día
y te vemos, Señor,
donde se siembra alegría,
donde se elimina la mentira,
donde se suprime la injusticia.

Para encontrarte, Señor,


¡hay que estar en vela!
¡En el espíritu y en el corazón!
Segundo Domingo de Adviento, Ciclo A

Desde el domingo pasado, el saco de basura sigue colocado


delante de todo, para recordar a los niños esa "humanidad y mundo
viejo" que Dios quiso cambiar con sus "sueños". Este segundo domingo
veremos, pues, un segundo "sueño de Dios Padre".

Colocamos, pues, a los niños, "en situación", recordando cómo


Dios había comenzado a "soñar" en un mundo nuevo, UNA CIUDAD EN
PAZ, Y cómo nos había mandado un primer mensaje: "ESTÉN EN
VELA" (o lo que los niños dijesen ese primer domingo y que tenemos
escrito ya en el panel). Pero en el mundo no sólo había personas. Si
recordáis, también había plantas, animales, pájaros, estrellas... (se
puede decir a los niños que se pongan en pie las plantas, los animales,
los niños, los hombres, el sol, etc.). ¡También la naturaleza se había
puesto triste! Por eso Dios siguió soñando y soñando en un nuevo
mundo... tal como veremos hoy.

Liturgia de la Palabra

1. Un mundo al revés

¿Por qué los perros y los gatos tienen que andar siempre
peleándose? ¿Y los tigres comiéndose a las gacelas? ¿No podría haber
un mundo donde un lobo comiese junto a un cordero sin echarle una
dentellada? ¿Un mundo donde los leones jugasen con las personas...?
¡Un mundo al revés!... Hay una vieja poesía que lo veía así (puede
leerse o, si se conoce la melodía de Paco Ibáñez, puede cantarse):

Érase una vez un lobito bueno


al que maltrataban todos los corderos.

Y había también un príncipe malo,


una bruja hermosa y un pirata honrado.

Todas estas cosas había una vez


cuando yo soñaba un mundo al revés.

2. El segundo "sueño" de Dios

Dios también soñó, como el poeta. Pero soñaba las cosas mejor
aún, porque el poeta creía que era suficiente con que los malos fuesen
buenos y los buenos fuesen malos. Pero Dios quería otra cosa. Soñaba
con un mundo en el que todos los animales, plantas y personas fuesen
buenos. Y así lo escuchó Isaías dentro de su corazón:

Is 11,6-9

Al acabar se coloca un cartel con el "segundo sueño de Dios":


UNA NATURALEZA EN PAZ.

3. Diálogo: ¿Cómo sería una naturaleza bonita y en paz? ¿Qué


deberíamos hacer con las plantas, los animales, el aire, etc., para
mantener a la naturaleza en paz?

4. Dios nos manda mensajes

Después de soñar cosas tan bonitas, Dios quiso mandar no sólo


mensajes sino también mensajeros. Eso ya lo habíamos visto el
domingo pasado. Hoy mismo acabamos de leer un poema de Isaías.
Pues bien, el último mensajero que mandó Dios a la tierra se llamaba
Juan:

Mt 3,1-4

5. Diálogo breve: ¿Qué "pistas" nos daba este mensajero, Juan


Bautista, para que el sueño de Dios pudiese hacerse realidad?

Como el domingo pasado, un/a catequista toma nota de lo que


dicen los niños, escribe el segundo cartel y, al acabar, se coloca junto al
mundo oscuro, como pusimos el primero el domingo pasado.

Oración final:

Para acogerte,
para preparar nuestra tierra,
para creer en ti,
gran Señor nuestro,
¡no hay que hacer nada extraordinario!

Basta con tener un corazón


limpio y sin engaños,
basta con tener una mirada
amable y sin malicia,
basta con poner en los labios
la sonrisa y el gozo,
basta con abrir las manos
para dar y compartir,
basta con escuchar y ser fiel a tu Palabra,
basta con amar,
sin regatear el cariño.

¡Basta con oír tu llamada


y cambiar de vida, Señor!

Puedes venir, Señor;


la tierra y sus habitantes,
gracias a ti,
cambian los colores de la vida.

Tercer Domingo de Adviento, Ciclo A


De nuevo, al comenzar la Eucaristía, recopilamos los "sueños"
de Dios (10 y 20) Y los "mensajes" que Él ha ido enviando al mundo
para que los hombres se despierten ...

Liturgia de la palabra:

1. Los Derechos Humanos

Dios seguía erre que erre eligiendo a hombres que quisieran


construir la nueva Humanidad.
Muchos respondían a esa llamada, pero otros del pueblo no
hacían caso y vivían como si Dios no existiera: hacían guerras,
adoraban a ídolos, no ayudaban a los demás, descuidaban a los pobres,
a los huérfanos...
También hoy, entre nosotros, sigue habiendo todas esas cosas.
Estos días estamos celebrando un aniversario: hace 50 años que la
ONU escribió la Declaración de los Derechos Humanos, poniendo muy
en claro que nadie puede hacer daño a los demás. El año 2000 el Papa
quiere que lo celebremos perdonándonos todos unos a otros. Por eso
también estos días se están pidiendo firmas para exigir que se les
perdone la deuda de miles de millones que los países pobres tienen con
los países ricos.

2. El tercer "sueño" de Dios

Pero Dios no se ha cansado nunca de llevar adelante lo que


había soñado. Por eso Dios había hecho surgir a los profetas para
seguir manifestando a los hombres sus designios de amor. Fueron
profetas Elías, Eliseo, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel y muchos más,
como Juan el Bautista, que ya conocimos el domingo pasado. Hoy, en
recuerdo de esa Declaración de los Derechos Humanos y "soñando"
también nosotros, junto con Dios, en un mundo reconciliado para el año
2000, vamos a escuchar el tercer "sueño" de Dios Padre:

Is 35,1.3-6.9-10

"El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrarán el páramo y


la estepa. Fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas
vacilantes; decid a los cobardes de corazón: "Sed fuertes, no temáis".
Mirad a vuestro Dios, que trae el desquite, viene en persona, resarcirá y
os salvará. Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se
abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará.
Porque han brotado aguas en el desierto, torrentes en la estepa; el
páramo será un estanque, lo reseco un manantial. No habrá allí leones
ni se acercarán las bestias feroces, sino que caminarán los redimidos y
volverán por la cañada los rescatados del Señor. Vendrán con cánticos:
a la cabeza, alegría perpetua; siguiéndolos, gozo y alegría; la pena y la
aflicción se alejarán".

Se coloca un nuevo cartel, el del "tercer sueño" de Dios: UN


MUNDO DE JUSTICIA Y ALEGRÍA.

3. Diálogo breve: En el sueño de Dios se habla de los ciegos, los


sordos, las personas débiles y llenas de miedo, los que vuelven a casa...
: ¿ quiénes pueden ser hoy todos esos? ¿Qué podemos hacer para que
ese "sueño de Dios" se haga realidad?

4. Dios nos manda mensajes

Ese Juan Bautista que vimos el domingo pasado estaba un poco


despistado, pero no era para menos: él había anunciado que iba a haber
justicia y, sin embargo, le metieron en la cárcel los que temían que eso
fuese verdad. Por eso, un día, mandó a sus amigos a preguntar si era
verdad que empezaba a haber más justicia en el mundo. Y Dios Padre
le contestó dándole un mensaje, para él y para nosotros:
Mt 11, 2-5. 7b-10.

Vayan a contarle a Juan lo que están viendo y oyendo: Los


ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos
oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la buena
noticia. ¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el
viento? ¿Qué salieron a ver si no? ¿Un hombre vestido con elegancia?
Los que visten con elegancia, ahí los tienen, en la corte de los reyes.
Entonces ¿a qué salieron?, ¿a ver un profeta? Sí, desde luego, y más
que profeta; es él de quien está escrito: Mira, yo te envío mi mensajero
por delante para que te prepare el camino".

5. Diálogo breve: ¿Se ven también hoy cosas buenas en el mundo o


sólo se ven cosas malas? ¿Qué cosas buenas se ven? ¿Hay profetas
hoy, como Juan Bautista? ¿Dónde les encontramos: entre los palacios o
en otro sitio? ¿Cuál puede ser el "mensaje" que Dios le daba a Juan y
nos da a nosotros hoy?

Como todos los domingos, un/a catequista escribe el mensaje y


se coloca junto al mundo oscuro del panel.

Oración final:

Queremos darte las gracias, Padre nuestro, por todas las


personas que ponen un poco de amor en sus vidas.

Gracias, Padre, por las personas que cuidan de nosotros en


casa, en el colegio, en la catequesis. Gracias por las personas que
regalan un poco de su tiempo sin pedir nada a cambio. Gracias por las
personas que ayudan a salvar la vida de los demás: los médicos, las
enfermeras y enfermeros, los donantes de sangre, los que trabajan en el
teléfono de la esperanza.

Gracias por las monjas y los curas. Gracias, Padre por las
personas que ayudan a los más pequeños y pobres: trabajadores y
asistentes sociales, voluntarios y voluntarias, visitadores de enfermos,
las personas que van a la cárcel a ayudar a los presos, los que luchan
contra el racismo, la tortura, la droga.
Cuarto Domingo de Adviento, Ciclo A
Hoy, al entrar en la iglesia, se les vuelven a dar a los niños los
símbolos del domingo 10 que colocamos en el saco de basura. El saco
de basura, por tanto, ya no está este domingo. Esta entrega de los
símbolos puede hacerse más adelante, para que los niños no anden
jugando con ellos.
Al comenzar la Eucaristía se resumen los "sueños" de Dios y
sus "mensajes", ayudándose del panel. Hoy vamos a escuchar una gran
noticia, porque ya estamos cerca de la Navidad y parece que todo se
viste de fiesta. ¿Cuál es el "secreto" de esta fiesta? Sí, sí, ya sabemos
que es Jesús. Pero, ¿quién era Jesús y por qué lo celebramos tanto?

Liturgia de la palabra

1. Bombillas de colores

Entre tantos villancicos, bombillas de colores, anuncios de


turrones y árboles de Navidad, Papá Noel y todas esas cosas, podemos
olvidamos de lo esencial. La mayoría del mundo está de fiesta, pero
¿por qué? ¿Tuvo Dios algún "sueño" especial? ¿Nos mandó algún
mensaje importante?

2. El cuarto "sueño" de Dios

El profeta Isaías, un día, tuvo un sueño especial en el que veía a


Dios soñando en ese mundo nuevo. Pero, esta vez no era como otras
veces. El sueño de Dios no se quedaba así, "en las nubes". Dios había
decidido hacer algo Él también y no sólo mandar mensajes y pistas al
mundo. Era algo así:

Is 7, 13b-14

"¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a


Dios? Pues el señor, por su cuenta, os dará una señal: Mirad: la joven
está encinta y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel
(Dios-can-nosotros)".

Esta vez no se coloca un cartel sino un niño Jesús recortado en


cartulina. Y se pone junto a los otros "sueños" de Dios: Una ciudad en
paz, una naturaleza en paz, un mundo de justicia y alegría.
Entonces Dios dejó de "soñar". Había decido hacer algo
extraordinario. No sólo había mandado mensajes y mensajeros, sino
que ahora iba a mandar al mundo a su propio Hijo, Jesús, que nació en
Belén. Y sucedió, más o menos, de esta manera:
REPRESENTACIÓN
MARIA, LA MADRE DE JESUS

COREOGRAFÍA:

Presentación de María como mujer de casa que trabaja con


sencillez y dedicación. Está haciendo las labores y de vez en cuando se
para a leer la Biblia ya pedir a Dios que llegue pronto el Mesías
salvador. Junto a ella hay otras personas que vienen a su casa a verla
para hablar de Dios.

NARRADOR: El pueblo de Dios seguía su camino avanzando y


avanzando por donde les guiaba. Pero no todos permanecían fieles a lo
que habían pactado con Él. Por entonces Dios hizo brotar en medio de
su pueblo un pequeño grupo, débil y pobre que vivía con la confianza
puesta del todo en su Señor. Las últimas promesas de Dios a su pueblo
despertaron una gran esperanza en el corazón humilde y sencillo de
este pequeño grupo elegido por Dios. Con profunda alegría decían:

GRUPO CON MARÍA: Ya están cerca los tiempos en que Dios nos va a
mandar a su último enviado, el Mesías.

NARRADOR: Y oraban con insistencia:

GRUPO CON MARÍA: Ven pronto en nuestra ayuda, Señor. Envíanos a


tu Mesías Salvador (El grupo sale de escena, sólo se queda María).

NARRADOR: María era un mujer maravillosa. Llena de fe y de


hermosura en su corazón. Siempre estaba dispuesta a cumplir lo que
Dios le decía dentro de su corazón. Dios la eligió para ser la madre del
Mesías. Sucedió de esta manera: un día, en el pueblo de Nazaret,
mientras María leía la Biblia y alababa al Señor, oyó una voz dentro de
su corazón que parecía tan dulce como la voz de un ángel:

ÁNGEL: Alégrate, María, Dios te ha elegido para una misión muy


importante. Dichosa tú entre todas las mujeres de la tierra. ¿Quieres ser
la madre del Mesías, el salvador?

MARÍA: (asustada) ¿Quién eres? ¿Por qué te has fijado en mí? Yo no


soy más que una sencilla muchacha.

ÁNGEL: Dios te ha llenado de sus dones y quiere que una mujer


sencilla y llena de fe sea la Madre de aquel que va a hacer una nueva
humanidad. ¿Aceptas?
MARÍA: Yo soy la sierva del Señor. que se cumpla en mí su palabra.
El ángel se retira y María se queda en actitud de oración

NARRADOR: Pero María estaba casada con José. ¿Qué le pasó a


José?

Mt 1,19-25a.

"José, que era hombre recto y no quería infamarla, decidió


repudiarla en secreto. Pero apenas tomó esta resolución, se le apareció
en sueños el ángel del Señor, que le dijo: José, hijo de David, no tengas
reparo en llevarte contigo a María, tu mujer, porque la criatura que lleva
en su seno viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por
nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de los pecados.
Cuando se despertó José, hizo lo que le había dicho el ángel del
Señor y se llevó a su mujer a su casa."

María se va del escenario acompañada por una música de fondo

EL NACIMIENTO DE JESÚS

COREOGRAFÍA:

Preparen todo lo típico de un pesebre/belén: ángeles, pastores,


San José, etc. Pueden participar todos los niños que quieren. Al final
también aparecerán los personajes anteriores: las plantas, los animales,
el sol, la luna, etc., para expresar que aquello en lo que han creído, Dios
lo ha hecho realidad enviándonos a su hijo Jesús.

NARRADOR: Y así nació Jesús: en aquel tiempo, el emperador romano


quiso saber cuántas personas vivían en este país y ordenó que cada
uno fuese a apuntarse a la ciudad de donde procedía su familia. Dos
viajeros, María y José, se dirigieron a ese pueblo de ahí arriba que se
llama Belén.
Salen José y María caminando

Como había llegado tanta gente no encontraron sitio en ninguna


posada, y, en las afueras de la ciudad, encontraron un establo donde
había una vaca y una mula. Allí, al calor de los animales, pasaron la
noche y descansaron.
Se detienen y se echan a dormir

En medio de la noche, María se siente mal y entiende que le ha llegado


el momento de dar a luz a su hijo Jesús. Y así sucedió. Ayudado por su
marido José, el niño nació tan hermoso y tan rubio como un sol
Música. Un/a catequista toma el niño Jesús del panel y se lo da a María

En esos momentos unos ángeles del cielo cantaban:

CORO DE ANGELES: Gloria a Dios en el Cielo y en la tierra paz a los


hombres de buena voluntad.

NARRADOR: Había en aquel sitio unos pastores que cuidaban su


rebaño y, al oír esas voces, se acercaron al establo donde estaban
María, José y el niño. Y le llevaron regalos

Salen los pastores y se acercan al portal. Se arrodillan ante Jesús y


cantan un villancico.

NARRADOR: La noticia llegó también a muchos países lejanos y unos


hombres sabios que conocían muy bien las estrellas salieron en busca
del Mesías. Ellos sabían que el Mesías había traído su mensaje de amor
para todos los pueblos y razas de la tierra. La nueva humanidad ya
estaba empezando a hacerse realidad

Salen los reyes magos y se acercan al portal llevando oro, incienso y


mirra. Terminada la operación continúa el narrador.

NARRADOR: (A medida que se van citando, los niños van levantando


los símbolos de cartulina que se les dieron). Y, cuando Jesús vino al
mundo, se alegró toda la tierra y de nuevo sonrieron los árboles, el sol,
la luna... Y todos los que habían colaborado con Dios para preparar el
camino al Mesías se sintieron felices porque Dios había sido fiel a su
promesa. Y el niño Jesús en el pesebre veía pasar a Abrahán, Moisés,
David, Isaías, Juan Bautista... Y sonreía porque, gracias a ellos, se
había preparado el nacimiento de la nueva humanidad.

3. Dios nos manda hoy también un mensaje

Dios dejó de soñar. ¡Había nacido Jesús, el salvador del mundo! Pero
no todo estaba ya hecho. Por eso, Dios, volvió a mandar mensajes a la
tierra. Y éste es, por tanto, su último mensaje antes de las vacaciones.
Vamos a escucharlo con atención:

Rom13, 11-13

“Ya es hora e despertarse del sueño, porque ahora tenemos la


salvación más cerca que cuando empezarnos a creer. La noche está
avanzada, el día se echa encima: dejemos las acciones propias de la
noche y vamos a preparamos para actuar en la luz. Vamos a
comportarnos como en pleno día".
4. Diálogo breve: El mundo del panel, como ven, sigue oscuro, y
permanecen los "sueños" de Dios donde estaban. Nosotros, ahora,
aunque también nos alegramos y queremos continuar la historia de la
Salvación en el mundo de hoy, entre coches, fútbol, libros y
computadoras, nos preguntamos por el mensaje que nos envía Dios
para esta Navidad.
¿Cuál es el mensaje? ¿Por qué sigue oscuro el mundo? ¿Cómo
se iluminará, ahora que Jesús ha nacido? ¿No basta con eso?
Hoy no se escribe más mensajes porque el auténtico mensaje
es Jesús.

Oración final:

Hoy te miramos a ti, María. Te vemos joven, sencilla, llena de la


ternura de Dios. Desde siempre has ocupado un sitio en el corazón de
todos los hombres y mujeres en el mundo entero y por eso te han
puesto nombres tan diferentes: Carmen, Pilar, Asunción, Camino...

Tú, María, eres lo más bonito que dios ha hecho, porque fuiste
la mamá de Jesús, el hijo de Dios. Conociste la alegría de Belén, pero
también el dolor de la muerte de Jesús en la cruz. Toda tu vida la
pusiste en manos de Dios, y Dios habitó de lleno en tu corazón.

Por eso, María, eres la llena de gracia, la bendecida por Dios.


Tú, a quien dios tanto ha querido, puede ayudamos a recibir a Jesús y
dárselo a los demás. Enséñanos a leer sus pasos en la historia de
nuestra vida. Ábrenos los ojos para conocer, amar y seguir a Jesús
todos los días de nuestra vida, y hacer así realidad los sueños de Dios
nuestro Padre.

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