Las lombrices de tierra junto a otros organismos macro descomponedores son de suma importancia debido a la capacidad de descomponer la materia orgánica, el reciclamiento de nutrientes y la formación de suelos. Sin embargo, esta última función se ve afectada por la presencia de elementos tóxicos en el suelo, un ejemplo es el cobre que altera las características de los suelos y es de origen minero, este al encontrarse como ion libre puede llegar a provocar estrés oxidativo y daños en macromoléculas. Otro elemento capaz de causar estrés oxidativo es el Cadmo. El uso de índices de estrés como indicadores es de gran ayuda para evaluar la respuesta de un organismo ante un contaminante. El objetivo es tomar diferentes muestras de suelos agrícolas ubicadas en la cuenca del rio Aconcagua, en sectores secarnos a la zona minera para obtener un análisis de cobre total. Se tomo 10 kg de suelo a una profundidad de entre 0 ’20 cm. Se consideraron a las soluciones de sales neutras como las más adecuadas, el KNO3 0,1 mol L-1 como extractor, se usó además la espectroscopía de absorción atómica, al igual un electrodo de ion selectivo. La muestra fue secada a 60 ºC durante dos días, luego fueron desagregados con un mortero de granito y tamizados por un tamiz de 2 mm de apertura. Mediante una espectrofotometría se determinó la reducción del citocromo C, para la determinación de proteínas se hace el uso de la hidrozona, por su propiedad. Para la determinación de productos reactivos al ácido tiobarbitúrico (TBARS), la lipoperoxidación produce el aldehído malondialdehído, como el mas abundante, y este a su vez reacciona con el ácido tiobarbiturico generando compuestos coloreados. La actividad catalasa fue realizada a través de la cinética de degradación de peróxido de hidrogeno. Para determinar la toxicidad crónica, se incubaron diez lombrices adultas de E. foetida, posteriormente tratadas, como alimento se aplico 5 g de estiércol de vaca húmedo con agua destilada y secada con papel filtro. Para que las lombrices se acostumbraran se las alimento con dicho sustrato una semana antes de la realización del bioensayo. En el análisis de la bioacumulación se determino las concentraciones de cobre en el tejido de las lombrices, para lo cual se eligió 20 individuos aleatoriamente, quienes fueron lavados y dejados durante un periodo de 48 horas en las lacas de Petri con papel filtro con el fin de limpiar el intestino el papel se los va cambando cada día para evitar coprofagia. Luego se las deja secando durante 48 horas a una temperatura de 80 ºC para luego determinar el cobre por espectroscopia de absorción atómica. Para la interpretación de los resultados de los datos obtenidos se realizó mediante el análisis de varianza y de correlaciones con el programa Systart 5.0. una vez realizada toda la metodología se obtuvo como resultado que la concentración de cobre total varia de acuerdo al tipo de suelo, por ejemplo, en el suelo I varia de 94 mg kg -1 hasta los959 mg kg-1 en el suelo VI, sin embargo, el cobre intercambiable estuvo por debajo del límite de detección del método analítico en el suelo I, pero en el suelo V obtuvo la mayor concentración con 225 μg kg-1. Obteniendo que el 005% corresponde al cobre intercambiable, mientras que en la estación VI puede alcanzar hasta el 0,23% del cobre total. Esta misma relación fue encontrada en el estudio de las lombrices y la biodisponibilidad de cobre y zinc a lo largo de un gradiente de contaminación en localidades de Finlandia. Para este estudio se utilizó como agente extractor acido acético, esta diferencia puede explicar la diferencia notable en el cobre intercambiable que es mas alto que en el estudio realizado, señalando también la diferencias en las características físicas y químicas del suelo. Se observo también la disminución de las concentraciones de cobre al inicio y termino, esto puede ser debido a la complejidad de cobre por el estiércol de vaca agregado los diferentes suelos y esto a su vez pudo verse reflejado en la biodisponibilidad del cobre en estudios estandarizadas. En este tipo de estudios se puede observar que los bioindicadores de estrés oxidativo fueron mas sensibles que la perdida de peso y la bioacumulación de cobre como variación de las concentraciones de cobre en los suelos. En los resultados se obtuvo que no existieron perdida de peso ni una bioacumulación significativa en los suelos comparados con el suelo de control. Pese a todo, se observó también un daño lipoperoxidativo en los suelos, además, en los suelos con mayor concentración de cobre sufrieron un aumento significativo de la actividad catalasa y superóxido y superóxido dismutasa.