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CASA BOTINES

Y EL MODERNISMO NEOGÓTICO DE GAUDÍ

ANSGAR REUSS | MARIA FONT - Composició I - Curso 2019/20


ÍNDICE

● INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………….3

● ORIGEN CASA BOTINES……………………………….……………………………….…4

● DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO………………………….…………………………....……5

○ PLANTA Y ACCESO DEL EDIFICIO …………………..…..…………………….6

○ PUERTA Y ESTATUA…………………………………....………………………...6

○ ESTRUCTURA……………..…………………....……………………………........7

○ ESQUINAS, VENTANAS Y PATIOS…………………....…………..…………….8

○ FACHADA E INFLUENCIA DEL ENTORNO…………..…..…………………… 9

○ ESCALERAS.……………..……………………..………………………………...10

○ MATERIALES………………………..…………..………………………………...11

● CURIOSIDADES………………………………………….………………………………..12

● BIBLIOGRAFÍA Y PÁGINAS WEB..…………………...………………………………...13

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INTRODUCCIÓN

En primer lugar, en este trabajo se realiza un pequeño estudio de la Casa Botines,


construida el año 1892, del arquitecto Antoni Gaudí, donde se explica de manera
técnica las características más relevantes del edificio.

Entre estas destacan los accesos al edificio, la estructura, los patios interiores, la
influencia del entorno, los materiales utilizados, las formas irregulares de las
escaleras, etc.

Por otra parte, el contenido de este documento se ha extraído a partir de la


selección de información encontrada en las páginas que se mencionan en la
bibliografía.

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ORIGEN

Gaudí era aún muy joven cuando comenzó a construir la Casa Botines, el 4 de
Enero de 1892 (pues tenía tan solo 39 años), pero más aún cuando realizó el
proyecto, seguramente entre 1887 y 1891. En aquellos años, el arquitecto se
encontraba trabajando en el Palau Güell (1886-1888), la magna y lujosa residencia
privada de su mecenas, el empresario e industrial Eusebi Güell (1846-1918), quien
le pondría en contacto con dos de sus clientes, los leoneses Simón Fernández y
Mariano Andrés.

Simón Fernández y Mariano Andrés eran socios y propietarios de un almacén de


tejidos y una casa de cambio en León, y encargaron en 1887 a Antoni Gaudí el
diseño de un nuevo edificio en su ciudad que les permitiera ampliar el negocio
mediante un espacio comercial más amplio, espaciosos almacenes en los que
guardar su abundante mercancía y grandes viviendas que permitieran la instalación
de familias burguesas en régimen de alquiler.

Este encargo fue uno de los tres encargos que realizó a lo largo de su vida fuera de
Cataluña. Dos de estos tres encargos le llevan hacia tierras leonesas: en un primer
lugar la construcción de un nuevo Palacio Episcopal en Astorga (encargo de su
paisano Joan Baptista Grau) y en segundo lugar la casa que estamos estudiando, la
Casa Botines, en León.

Un pleito con el Ayuntamiento de León protagoniza los siguientes cuatro años de


historia de este último inmueble, ya que la institución pública negaba que la totalidad
del terreno fuese de titularidad privada. Finalmente, en mayo de 1891, una
sentencia reconoció a los promotores la propiedad de una superficie de 800 metros
cuadrados, sobre los que finalmente se construiría el edificio “Fernández y Andrés”,
conocido como “Casa Botines”.

Vista en perspectiva de la Casa Botines

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DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO

Se trata de un edificio a cuatro vientos diseñado en un estilo neogótico, pero que


presenta unas características constructivas muy modernas para la época en que fue
construido. Efectivamente, pese al aspecto medieval del edificio, Gaudí aplica una
concepción moderna de la arquitectura tanto en el aspecto constructivo, como en el
artístico y de utilización.

Por ello, Gaudí diseñó un edificio de siete plantas inspirado en las construcciones de
la burguesía barcelonesa y parisina, cuya estructura y planteamientos generales
siguen los planteados por Napoleón III y el barón Haussmann en el icónico
ensanche de París: planta baja para los negocios, sótano para almacén, primera
planta o planta noble (étage noble) para la residencia de los propietarios del
inmueble y plantas superiores para alquilar (cuatro pisos por planta). El edificio
culmina con una inclinada cubierta a cuatro aguas en la que se alojaban los
trasteros y la vivienda del portero.

Por otra parte, fue así como Gaudí diseñó la primera casa de vecinos de toda su
carrera, en la que pudo poner en práctica sus modernas y arriesgadas ideas, a la
vez que utilizar, por primera vez, algunas novedades estructurales y de diseño que
le acompañarían durante el resto de su vida. Las conclusiones que de su
construcción extraería servirían a Gaudí para dotar a sus posteriores edificios –la
Casa Calvet, la Casa Batlló y la Casa Milá, especialmente− de curiosas novedades
estructurales que configurarían su toque personal y distintivo. En ellas combina la
decoración, el símbolo y el respeto máximo a la funcionalidad, la comodidad y la
habitabilidad de los espacios interiores, entendidas desde un precoz racionalismo
formado a partir de la observación atenta y el estudio minucioso de la Naturaleza.

Vista frontal de la Casa Botines

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● PLANTA y ACCESO DEL EDIFICIO

A diferencia de lo que se suele pensar, no cuenta con una planta rectangular, sino
trapezoidal, algo que se percibe sobre todo en el interior. Tiene esta forma debido a
la forma del solar.​

Tiene cuatro fachadas: norte, de 35,5 m; sur, de 28,5 m; este, de 25 m; y oeste, de


20 m.
Cada acceso tenía una finalidad: la puerta principal, en la plaza de San Marcelo,
daba a la tienda y las oficinas; la posterior al almacén, que servía de carga y
descarga del comercio; y las laterales a los pisos.

El único lugar donde se rompe el foso que rodea el edificio por delante de las
fachadas principal y lateral son los espacios donde se encuentran las puertas para
dar paso a las escaleras de acceso.

Planos en Planta y Alzado realizados por el mismo Gaudí

La verja que se observa en la imagen protege el foso construido por Gaudí para que
el sótano, como el resto del inmueble, tuviera grandes ventanales y así el almacén
del comercio tuviera buena luz e iluminación.

● PUERTA Y ESTATUA

Sobre esta puerta se halla una estatua de San Jorge luchando con el dragón, con la
que Gaudí quiere homenajear su Cataluña natal. Dentro de esta pieza se conservan
dos tubos de plomo uno que data de 1893 en el que se encontraron dos planos del
edificio firmados por Gaudí, un periódico de la época y un documento con el

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calendario de construcción y la relación de los colaboradores de Gaudí. A mediados
del siglo XX cuando se sustituyó la original se incluyeron en otro tubo periódicos de
ese año y uno del día de la muerte del arquitecto, el 10 de junio de 1926.

Figura de San Jorge situada encima de la puerta en la fachada principal del edificio.

● ESTRUCTURA

La estructura del edificio se apoya en columnas metálicas ligeras en el sótano,


permitiendo de esta manera un espacio más diáfano que se adecuaba mejor a las
necesidades comerciales a que esta área se destinaba.

La planta baja tenía que albergar los espacios comerciales del negocio de venta de
tejidos de Simón Fernández y de Mariano Andrés, con lo que Gaudí diseñó para ella
un espacio flexible, amplio e iluminado, sustituyendo los pesados muros de carga
por esbeltos pilares de fundición. Gaudí dotó a este espacio de sus características
bóvedas catalanas y una ventilación e iluminación constante a través de las 31
ventanas que abrió en los muros exteriores del edificio. En los pisos superiores, la
función de apoyo se confía a paredes de carga.

Columnas metálicas ligeras del sótano de la Casa Botines.

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● ESQUINAS, VENTANAS Y PATIOS

Muchas partes del edificio se conservan tal y como las dejó Gaudí hace 125 años. A
cada ángulo de las cuatro fachadas totalmente recubiertas con sillares de piedra gris
de extracción local, encontramos una torre circular. En la imagen, podemos ver un
pasillo que da acceso a una de las torres construidas para que las esquinas del
inmueble también estuvieran bien iluminadas. La madera es un elemento
fundamental en este arquitecto que cuida cada detalle, más allá de la simple fábrica.

Pasillo que da acceso a uno de los torreones construidos para que las esquinas del
inmueble también estuvieran bien iluminadas.

También, tenemos que destacar una importante cantidad de ventanas neogóticas


más abundantes a medida que vamos bajando desde el tejado a la planta baja, que
permiten asegurar una mejor iluminación. En la planta superior, la iluminación está
también asegurada por unos tragaluces, situados en el tejado, que además también
facilitan la ventilación.

Tejado de la Casa Botines que contiene tragaluces para la iluminación y ventilación.

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Además también nos encontramos con seis patios interiores que también ayudarán
a la ventilación. Estos están diseñados en forma de embudo, que permiten la
continua renovación del aire y de la luz en las estancias interiores, y suponen una
magistral combinación de vidrio, madera y metal. Además, debemos mencionar que
el tejado está cubierto con pizarra gris.

Patios interiores de la Casa Botines hechos con una combinación de vidrio, madera y metal.

Gaudí se involucra en todo el proceso y diseña las carpinterías interiores: desde las
ventanas hasta las puertas de acceso a las viviendas, donde destacan las mirillas,
que revelan las formas geométricas y naturales que obsesionaron a Gaudí.

Decoración del techo hecha a mano por el propio arquitecto.

● LA FACHADA Y LA INFLUENCIA DEL ENTORNO

Siguiendo las modernas ideas del barón Haussmann e intentando integrar el edificio
en su entorno, Gaudí diseñó una fachada en la que se mezclan influencias de la
arquitectura nórdica, gótica y renacentista. El frío invierno de León y sus nevadas
debieron persuadir a Gaudí de cubrir la cubierta de pizarra (con el fin de facilitar la
caída de la nieve) y de dotar al edificio de poderosos vierteaguas. Además, la
cercanía con el Palacio de los Guzmanes y la profunda admiración que la Catedral
de León provocó en el místico y muy religioso Gaudí le influyeron a la hora de
diseñar el ritmo simétrico de las ventanas y la distribución horizontal de las cuatro
fachadas.

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Casa Botines, junto a otra de las joyas arquitectónicas de León, el palacio de los
Guzmanes.

Exterior leonés, interior barcelonés.

Destaca ese rechazo que el proyecto encontró en la sociedad leonesa. “Al principio,
nadie creía que la obra iba a salir. León era una ciudad un poco provinciana,
comparándola con Cataluña, y no se entendía muy bien. Nadie conocía a Gaudí,
pero hoy por hoy es impensable decir que algo de él pudiera estar mal hecho”.
Finalmente, el edificio se construyó, con cierta influencia del entorno.

Gaudí se dejó influir para el diseño por la arquitectura del entorno y por la
mismísima catedral, aunque no así en el interior, donde se conserva la esencia de la
típica casa catalana, para dotar a la ciudad de uno de los edificios más
emblemáticos que, además, ha logrado esa cualidad a pesar de haberse
configurado inicialmente como un mero edificio de viviendas, con poco más de cien
años de vida

● ESCALERAS

Pensadas para facilitar el acceso a los pisos de viviendas, en ellas se fusionan la


comodidad y la belleza. Gaudí enfrenta madera y forja y diseña pasamanos
ergonómicos, escalones rebajados y asientos en los descansillos.

Escaleras irregulares de la Casa Botines.

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En las dos cajas de escaleras de Casa Botines se aprecia perfectamente la
irregularidad del edificio. Es tanta la irregularidad que hay en todo el inmueble que
precisamente por eso se disimula. Como todo en Gaudí está perfectamente
pensado y el pasamano de la barandilla de la escalera parece estar diseñado a la
medida de la mano.

● MATERIALES

La piedra utilizada en este edificio es granito de Matallana de color grisáceo, para


las fachadas, pizarra negra, para la cubierta, y piedra de Girona, para la escultura
de San Jorge de la fachada principal. La carpintería del sótano y de la planta baja es
metálica, mientras que en el resto de pisos es de madera.
La verja que rodea el foso está formada por una serie de pletinas torcidas
helicoidalmente y entrecruzadas, remachadas entre ellas y a unos perfiles T que
tienen en la parte superior unos pinchos parecidos a los que Gaudí diseñó para la
casa Vicens de Barcelona.

Verja que rodea el foso de la Casa Botines

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CURIOSIDADES

Estas características nos podrían hacer pensar que la Casa Botines fue la obra
menos conflictiva de Gaudí pero no fue así; en este caso los problemas surgieron en
la relación entre Gaudí y los leoneses. A algunos técnicos de la zona no les pareció
bien que Gaudí realizará los cimientos a base de las tradicionales zapatas corridas
que se realizan en Catalunya, puesto que el terreno de León tiene la capa resistente
a bastante profundidad y lo más conveniente era utilizar pilotes hincados.

En esa época, la catedral de León estaba siendo restaurada y el arquitecto catalán


tuvo la oportunidad de estudiar sus cimientos donde observó que, al igual que en un
edificio romano que aún existía entonces, el método utilizado era la zapata corrida
pero ensanchada para tener más superficie de apoyo, y por esto decidió utilizar este
sistema.

Por otro lado, tampoco gustó mucho a los leoneses que la mayoría de los
colaboradores de Gaudí fueran catalanes. Solo se necesitó que los técnicos
criticaran los cimientos y que la gente viera unas maderas que apuntalaban las
ménsulas de los torreones para que corrieran los rumores y los niños gritaran por la
calle "la casa botines se cae".

Gaudí, indignado, calló las habladurías de los técnicos pidiendo que se le


entregaran los informes técnicos que consideraban que la casa se caería, para
ponerlos en el vestíbulo de la casa y que todo el mundo los pudiera ver.

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BIBLIOGRAFÍA

- Huerga, L. (17 octubre 2013). Botines, el edifico "especial" que cumple 120
años. Leonoticias. Recuperado de
https://www.leonoticias.com/frontend/leonoticias/Botines-El-Edificio-especial-
Que- Cumple-120-Anos-vn129009-vst306

- Jara, M. y De las Heras, R. (8 abril 2017). Casa Botines: exterior leonés,


interior barcelonés. El País. Recuperado de
https://elpais.com/elpais/2017/04/07/album/1491566169_233175.html#foto_g
al_10

PÁGINAS WEB

- Página web oficial Casa Botines: www.casabotines.es

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