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HISTORIA CONTEMPORÁNEA

DE EUROPA. SIGLO XX.

Facultad de Geografía e Historia.

ALUMNO: Samuel Valls Aragón.


GRUPO: C2.
ANÁLISIS DE DISCURSO: Winston Churchill “Discurso de Fulton”.
El discurso que será objeto del presente análisis tuvo lugar el 5 de marzo de 1946, fue
pronunciado por Winston Churchill, quien en ese momento era el principal líder de la
oposición del gobierno británico. El discurso de Fulton es conocido también como “El
Telón de Acero” o “Los Pilares de la Paz”, siendo considerado por muchos como el
acontecimiento que marca el inicio de la Guerra Fría. En el análisis actual abordaré cuál
era la situación previa al contexto histórico en el que sucede el Discurso de Fulton, así
como la evolución de la trayectoria política de Winston Churchill. Posteriormente,
procederé a descomponer el contenido del discurso haciendo énfasis en aquellos aspectos
que sean destacables, para finalmente obtener unas conclusiones con las que finalizar el
mismo.

La Segunda Guerra Mundial había dejado tras de sí en Europa un duro panorama político,
social y económico. Las distintas estimaciones sobre el coste humano varían en función
de las fuentes consultadas, sin embargo la mayoría oscilan cifras en torno a 40-60
millones de víctimas aproximadamente entre militares y población civil1. Aún así, estos
datos no reflejan el número de heridos, personas que desarrollaron problemas
psicológicos, secuelas físicas irrecuperables y trastornos que la guerra dejó a su paso.

Ante el crítico panorama que había dejado el segundo conflicto mundial, gran parte de
los países europeos comenzaron con un proceso de integración europea que se antojaba
deseable. Bien es cierto que el concepto de Europa era por aquel entonces ampliamente
conocido, no obstante, los nacionalismos del siglo XX habían anulado la posibilidad de
una teórica cooperación enfocada a largo plazo. De este modo, la desastrosa situación que
había en la Europa de posguerra contribuyó a la consolidación un estado europeo duradero
basado en la paz, la justicia y la seguridad, asentado sobre potentes entidades
internaciones que se controlasen mutuamente de cara a aplacar las distintas tensiones o
conflictos que pudiesen producirse en el futuro. Con ello se pretendía frenar los abusos
de los derechos fundamentales y de la libertad2 ocurridos durante el conflicto, así como
impedir el avance de la inflación y de las tremendas consecuencias económicas.

1
KRAMER, Alan. “Asesinatos en masa y genocidio entre 1914 y 1945 un intento de análisis comparativo”,
Ayer (Asociación de Historia Contemporánea), N.º 76, 2009, pp. 177-205.
2
FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, Manuela. “El camino hacia la Europa de las Comunidades: De los
precedentes institucionales al impulso francés”, Revista de la Inquisición: (intolerancia y derechos
humanos), N.º 21, 2017, págs. 197-218
Ante este panorama, el proceso de construcción europea fue cogiendo cada vez más
fuerza. Cada vez eran más los políticos, filósofos, hombres de estado y demás que
abogaban por la necesidad de crear una sociedad europea asentada en valores comunes
compartidos. Algunos de sus valores más importantes serían el de la paz y el de la
consolidación de un sistema político de libertades y prosperidad económica. En el proceso
de integración europea, Estados Unidos jugó un papel fundamental ofreciéndose en
multitud de ocasiones a llevar a cabo la recuperación económica de Europa mediante
acuerdos políticos mutuos. Dichos pactos partían de la creencia de que únicamente una
economía prospera y fuerte sería capaz de garantizar las libertades del individuo,
aumentar su nivel de vida y luchar por el mantenimiento de la paz3. De esta manera se
formó una idea que lleva consigo desde el origen de la integración europea hasta nuestros
días, una asociación basada en la democracia, el bienestar económico y la paz.

La ayuda prestada por los Estados Unidos respondía en parte a los intereses que estos
tenían en Europa. Los acuerdos económicos con Europa Occidental incrementarían los
intercambios comerciales entre ambas partes, por lo que al apoyar económicamente a
Europa, Estados Unidos impulsaría a su vez su propia economía. Por otra parte, los
estadounidenses tenían en Europa importantes intereses políticos 4, los cuales estaban
relacionados con el restablecimiento del Estado de derecho y de sistemas democráticos
fuertes, cuyos sólidos valores fueran capaces de evitar un nuevo conflicto. Además, la
alianza con dichos países actuaba a modo de frontera frente a la expansión del
comunismo, de manera que esta sirviese para evitar su expansión ideológica por el mundo
occidental. Estos acuerdos verían la luz cuando en 1947 Georges Marshall declaró que
Estados Unidos haría todo lo necesario para potenciar la situación económica europea.
Esta ayuda sería conocida como el Plan Marshall, el cual fue rechazado por el eje
soviético, así como por aquellos países comunistas orientales bajo su influencia.

La alianza establecida entre las democracias occidentales y la Unión Soviética se fracturó


durante la posguerra. Europa quedo dividida en dos bloques claramente diferenciados. Al
oeste, el bloque capitalista y al este, el comunista.

3
BERNECKER, Walther. “La unificación de Europa después de la Segunda Guerra Mundial: Retos y
desafíos en un mundo globalizado”, Revista Tribuna Internacional, Volumen 4, N.º 8, 2015 , pp. 16-17.
4
FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, Manuela. “El camino hacia la Europa de las Comunidades: De los
precedentes institucionales al impulso francés”, Revista de la Inquisición: (intolerancia y derechos
humanos), N.º 21, 2017, págs. 198-199.
En este contexto tiene lugar el discurso de Fulton, el cual tiene lugar en territorio
estadounidense, principal aliado de Gran Bretaña y en cuyo territorio se encontraba
Winston Churchill realizando una serie conferencias, reuniones, etc.

Churchill comienza su discurso de manera protocolaria, mostrando cortesía ante los


asistentes para de inmediato abordar la temática de los proyectos y responsabilidades que
tienen que común el pueblo inglés y el estadounidense. En su discurso, Churchill señala
la necesidad de potenciar la Organización de Naciones Unidas a través de la creación de
un ejercito internacional permanente cuya misión principal sea la de garantizar la paz.

A continuación, el ex Primer Ministro Británico alude a los conocimientos de la bomba


atómica por parte de Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña (todos países de habla
inglesa), argumentando que durante el tiempo que han conservado estos conocimientos,
nadie ha “dormido peor” por miedo a las acciones que pudieran emprender los países que
gozaran de tales conocimientos. A partir de aquí, Churchill pone de manifestó las
diferencias que hay entre Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña, naciones que están al
servicio de la democracia y que persiguen la libertas, en comparación con la Rusia
comunista, la cual estaría catalogada como una nación propensa al conflicto.

Durante el discurso de Fulton, Churchill pone de manifiesto la importancia de una Europa


unida, sin excluir a Alemania, la cual sufriría numerosos cambios. Durante los primeros
tiempos de la posguerra, se barajó la posibilidad de desmilitarizar a Alemania bajo
continua demanda de la política francesa, la cual se había visto gravemente perjudicada
durante el segundo conflicto mundial. Muchos políticos franceses estaban a favor de una
división de Alemania que fragmentase el país y estuviese bajo el control político de los
aliados de la Segunda Guerra mundial. Los franceses alegaban que el destino de Alemania
era para ellos una cuestión de vida o muerte.

Volviendo al discurso, Churchill utiliza la expresión con la que se identifica este discurso,
“Telón de Acero”. Esta expresión la utiliza para expresar y poner de manifiesto la realidad
de toda Europa, en especial de Europa oriental. Señala que aquellos territorios que fueron
liberados del régimen nazi ahora han sido ocupados por el Ejercito Rojo. Entre ellos se
encuentran capitales importantes de antiguos estados de Europa central y oriental tales
como Viena, Sofía, Bucarest, Belgrado y demás, cuyos países se han visto sometidos bajo
la influencia soviética, la cual es restrictiva y abocada a subyugar a su población.
Cabe recordar que Winston Churchill era un férreo opositor de las políticas de
apaciguamiento llevadas a cabo por gran parte de los países europeos occidentales. El
énfasis que pone Churchill durante el cierre de su discurso no es ni mucho menos casual.
Previamente a los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial, Churchill había
alertado acerca del peligro que representaban las políticas de apaciguamiento en relación
con la Alemania nazi. En su momento, nadie le tomó enserio, y las consecuencias para
Alemania y para Europa fueron devastadoras. Efectivamente, Churchill durante la década
de 1930 había abogado por una política enfocada a la protección nacional mediante el
armamento, mientras que sus contemporáneos, que lo tachaban de belicista, se
concentraban en llegar a acuerdos con la Alemania nazi a través de negociaciones que
evitasen un futuro conflicto. Churchill consciente de esto, finaliza su discurso como si de
un profeta se tratase, ya que el acierto de sus premoniciones pasadas le granjea cierta
seguridad a la hora de persuadir a la población de que su punto de vista no es que solo
sea correcto, sino que lo que él a presagiado terminará por ocurrir.

En 1946, durante el discurso de Fulton, Churchill volvía a advertir acerca de los peligros
que entrañaba que los países occidentales volviesen a cerrar los ojos frente a la amenaza
del comunismo, encabezada por la Rusia Soviética. Poco tiempo después, el mundo
acabaría dividiéndose en dos bloques antagónicos. El bloque occidental encabezado por
Estados Unidos defiende un sistema capitalista, democrático y liberal, mientras que el
bloque “oriental” defiende el comunismo totalitario y una economía asentada sobre las
bases del marxismo. Este periodo que se suele extiende desde 1497 a 1991
aproximadamente5, es conocido como Guerra Fría.

El bloque occidental sería encabezado por Estados Unidos, el cual tenía grandes intereses
en la restauración de la salud económica europea con el fin de hacer frente al avance
ideológico del comunismo y evitar así poner en peligro a la sociedad americana. El
epicentro de la alianza occidental sería el Plan Marshall6, asentado bajo la doctrina
Truman y cuyo propósito consistía en la contención del comunismo en Europa a partir de
su reconstrucción económica.

5
RIVERA, Ricardo.” La guerra fría: Breves apuntes para un debate”, Realidad: Revista de Ciencias
Sociales y Humanidades, N.º. 110, 2006, págs. 639-640.
6
BECERRIL ATIENZA, Belén. “La apuesta de los Estados Unidos por la unidad europea en el marco del
Plan Marshall. El apoyo norteamericano y la obstrucción británica en el umbral de la integración europea
(1947-1951)”, Revista de Derecho Comunitario Europeo, N.º 56, pp. 172-173.
El discurso de Fulton marcó para muchos el inicio de la Guerra Fría. Este conflicto se
caracterizó por ser un enfrentamiento político, cultural, económico e ideológico entre los
Estados Unidos y la Unión Soviética. La Guerra Fría no fue un enfrentamiento bélico
directo, sino que se presentó durante toda su duración como una amenaza militar
permanente entre los dos bloques.

Una vez más, Winston Churchill volvió a poner de manifiesto el peligro que representaba
para el mundo occidental el avance del comunismo, la necesidad de establecer una Europa
unida y de perpetuar la paz. Sin embargo, sus advertencias tampoco fueron escuchadas
en esta ocasión, ya que posteriormente, cada bloque se propuso mermar por completo al
otro, lo que hacía imposible una negociación sincera por ambas partes. Por otra parte, es
necesario señalar que el discurso de Fulton no fue del agrado de Stalin, el cual se lo tomó
como una amenaza y no tardó en replicarle el 13 de marzo de 1946. Finalmente, cada uno
de los bloques se organizó en torno a distintos tratados de ayuda mutua y de cooperación
militar. El bloque occidental integró la Organización del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN), mientras que el bloque oriental estableció el Pacto de Varsovia.
Bibliografía.

• BECERRIL ATIENZA, Belén. “La apuesta de los Estados Unidos por la unidad
europea en el marco del Plan Marshall. El apoyo norteamericano y la obstrucción
británica en el umbral de la integración europea (1947-1951)”, Revista de Derecho
Comunitario Europeo, N.º 56, pp. 159-198.
• BERNECKER, Walther. “La unificación de Europa después de la Segunda Guerra
Mundial: Retos y desafíos en un mundo globalizado”, Revista Tribuna Internacional,
Volumen 4, N.º 8, 2015 , pp. 15-25.
• FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, Manuela. “El camino hacia la Europa de las
Comunidades: De los precedentes institucionales al impulso francés”, Revista de la
Inquisición: (intolerancia y derechos humanos), N.º 21, 2017, págs. 197-218
• KRAMER, Alan. “Asesinatos en masa y genocidio entre 1914 y 1945 un intento de
análisis comparativo”, Ayer (Asociación de Historia Contemporánea), N.º 76, 2009,
pp. 177-205
• RIVERA, Ricardo.” La guerra fría: Breves apuntes para un debate”, Realidad: Revista
de Ciencias Sociales y Humanidades, N.º. 110, 2006, págs. 637-664.

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