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GUÍA DE TRABAJO

HIPÓNIMOS, HIPERÓNIMOS, PARÓNIMOS y SINÓNIMOS

Hipónimos e hiperónimos
Así como los sinónimos, estos también
tienen como objetivo unificar un
conjunto de elementos similares, para
no tener que repetirlos en una
redacción. Así, entonces, los
hipónimos son las palabras abarcadas
y los hiperónimos las palabras
abarcadoras.

¡Ojo! Hay palabras que


pueden funcionar de las dos
maneras: “animales” es
hipónimo de seres vivos, pero
es hiperónimo de perro.

¿Cómo puede ser utilizado en una redacción? Ej.: “El jardín de Sofía, tenía margaritas, rosas,
tulipanes y gladiolos. Estas flores, habían sido descuidadas durante años por un jardinero, bueno,
o uno que decía serlo”. Poder utilizar una palabra integradora evita la repetición.

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Parónimos

Mi mamá me pidió que rallara el queso, lo

hice y me pegó. No entiendo nada.

La paronimia es una relación semántica que consiste en dos (o más) palabras


semejantes en el sonido, pero que se escriben de forma diferente y tienen significados
distintos

Según sea el caso, se llaman:

Homónimos u homógrafos: cuando se escriben iguales, pero tienen distinto significado.


Ej: casa (donde habitan personas) – casa (ella se casa mañana –casamiento-)

Homófonos: cuando su escritura es diferente, pero su pronunciación es igual o muy


parecida y poseen distinto significado. Ej.: halla (hallar: encontrar) – haya (haber)

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Sinónimos

Cuando emprendemos la tarea de redactar, comenzamos a darnos cuenta de que, la


mayoría de las veces, no conocemos otra forma de nombrar “eso”. En el habla cotidiana
esta repetición pasa desapercibida, pero en un escrito no y, de hecho, debemos evitar
que esto pase. No es tarea fácil: implica la incorporación de nuevas palabras y, en
consecuencia, de sus significados; además, requiere de creatividad.
Es por ello que, en este proceso de aprendizaje, será necesario que practiques una y otra
vez con compañía de un diccionario, esta será la única forma de lograrlo.

La sustitución
En las redacciones en las que la rima no es intencional, como sí lo es en el género literario,
la repetición de sonidos, terminaciones o palabras resulta un error de estilo. Para evitarlo,
debemos recurrir a los sinónimos o en su defecto, cambiar la frase completa sin cambiar
la idea que se expresa.

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