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Guía de trabajo para 9° Grado

Docente: Ana Karina Zúniga

Copie la siguiente información en su cuaderno.


Recursos rítmicos de la poesía
La poesía tradicional se vale de ciertos recursos para comunicar de forma diferente un mensaje.
Sin embargo, muchos poetas contemporáneos no utilizan estos recursos para escribir poesía y
presentan versos libres. Estos, la mayoría de las veces, no tienen rima, ni ritmo, ni orden en sus
estrofas. Pero, sí utilizan los recursos literarios como metáforas, exageraciones, aliteraciones,
etc. Por ejemplo, vea estos versos del poema Me dueles de Jaime Sabines:
Mansamente, insoportablemente, me dueles.
Toma mi cabeza. Córtame el cuello.

• Verso
Cada una de las líneas que forma la estrofa de un poema. Ejemplo: “No son más
silenciosos los espejos...”

• Estrofa
Conjunto de versos que forman un poema.

• Rima
Sonidos parecidos que aparecen en las palabras finales de un verso. Puede ser
asonante, cuando riman solo las vocales de las últimas sílabas de un verso. Por
ejemplo: cuna y dura. Consonante cuando riman las vocales y las consonantes de las
últimas sílabas de un verso, por ejemplo: frío y río. Por ejemplo:

Yo pienso en ti]
Una de las diferencias entre un texto poético y uno narrativo, es que el poético no
narra acciones.

Actividades

• Copie los siguientes poemas en su cuaderno e identifique el número de


versos que cada uno contiene.
• Identifique el número de estrofas que cada poema contiene.
• Identifique la rima, siga el ejemplo del poema “Yo pienso en ti”
• Identifique las palabras cuyo significado desconoce y búsquelas en el
diccionario. Copie tanto la palabra como su significado en el cuaderno.

El amor que calla


Si yo te odiara, mi odio te daría
en las palabras, rotundo y seguro;
¡pero te amo y mi amor no se confía
a este hablar de los hombres tan oscuro!

Tú lo quisieras vuelto un alarido,


y viene de tan hondo que ha deshecho
su quemante raudal, desfallecido,
antes de la garganta, antes del pecho.
Estoy lo mismo que estanque colmado
y te parezco un surtidor inerte.
¡Todo por mi callar atribulado
que es más atroz que entrar en la muerte!

Amor, amor
Anda libre en el surco, bate el ala en el viento,
late vivo en el sol y se prende al pinar.
No te vale olvidarlo como al mal pensamiento:
¡lo tendrás que escuchar!

Habla lengua de bronce y habla lengua de ave,


ruegos tímidos, imperativos de amar.
No te vale ponerle gesto audaz, ceño grave:
¡lo tendrás que hospedar!

Gasta trazas de dueño; no le ablandan excusas.


Rasga vasos de flor, hiende el hondo glaciar.
No te vale decirle que albergarlo rehúsas:
¡lo tendrás que hospedar!

Tiene argucias sutiles en la réplica fina,


argumentos de sabio, pero en voz de mujer.
Ciencia humana te salva, menos ciencia divina:
¡le tendrás que creer!

Te echa venda de lino; tú la venda toleras;


te ofrece el brazo cálido, no le sabes huir.
Echa a andar, tú le sigues hechizada aunque vieras
¡que eso para en morir!

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