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El per�odo hist�rico que se inicia cuando la clase obrera, aliada con el


campesinado conquista el poder pol�tico y termina con la edificaci�n del
socialismo, mera fase de la sociedad comunista. "Entre la sociedad capitalista
y la sociedad comunista media el periodo de la transformaci�n
revolucionaria de la primera en la segunda. Y a este per�odo corresponde
tambi�n un per�odo pol�tico de transici�n cuyo Estado no puede ser
otro que la dictadura revolucionaria del proletariado".

El per�odo de transici�n se debe a las condiciones especiales en que surge


y se desarrolla el modo comunista de producci�n. Cuando se produjo el
tr�nsito del modo feudal de producci�n al modo capitalista, las relaciones
de producci�n burguesas ya hab�an surgido en el seno del feudalismo,
donde exist�an en forma de tipo econ�mico; ello era posible gracias a que
los dos modos de producci�n poseen una base econ�mica com�n, del
mismo tipo: la propiedad privada sobre los medios de producci�n. 

 El per�odo de transici�n se caracteriza porque en �l act�an las leyes del


socialismo y del capitalismo. La esfera de acci�n de las leyes econ�micas
del socialismo se ampl�a sin cesar, mientras que la de las leyes econ�micas
del capitalismo, por el contrario se reduce.

La transformaci�n de la sociedad, en el per�odo de transici�n, transcurre


en las condiciones de la lucha de clases. Para combatir a las clases caducas, la
clase obrera se apoya en el campesinado trabajador y en otras capas de
trabajadores. La contradicci�n fundamental del per�odo indicado es a que
se da entre el socialismo ascendente y el capitalismo agonizante.

"El per�odo de transici�n no puede dejar de ser un periodo de lucha entre


el capitalismo agonizante y el comunismo naciente: o en otras palabras:
entre el capitalismo vencido pero no aniquilado y el comunismo ya naciente
pero a�n muy d�bil" (V. I. Lenin). La lucha entre el socialismo y el
capitalismo responde al principio de "quien vencer� a qui�n".

El haber cumplido con �xito el plan de Lenin para la edificaci�n del


socialismo permiti� al pueblo sovi�tico, ya al final del segundo plan
quinquenal, suprimir la diversidad de tipos econ�micos y construir en lo
fundamental el socialismo.

Aprovechando la experiencia de la U.R.S.S., otros pa�ses socialistas est�n


ya coronando tambi�n, la edificaci�n socialista. La victoria del socialismo
significa que en el pa�s domina de manera absoluta el sistema socialista de
econom�a y que se ha acabado con las clases explotadoras. La sociedad
socialista consta de dos clases amigas: la clase obrera y el campesinado
koljosiano, y la capa de la intelectualidad socialista.

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“La dictadura del proletariado, si traducimos esta expresión latina, científica,
histórico-filosófica, a un lenguaje más sencillo, significa lo siguiente: Sólo una clase
determinada, a saber, los obreros urbanos y en general los obreros industriales de
fábricas y talleres, están en condiciones de dirigir a toda la masa de trabajadores y
explotados en la lucha por derribar el yugo del capital, derribarlo, luchar por
conservar y consolidar el triunfo, crear el nuevo régimen social, socialista, en toda
la lucha por la supresión completa de las clases”

La dictadura del proletariado “es una noción estatal”. Esta dictadura es encarnada y
realizada mediante el Estado proletario socialista. El principio supremo de la dictadura
del proletariado es la alianza de la clase obrera con los campesinos, desempeñando la
primera el papel dirigente.

“La dictadura del proletariado es la alianza de clase entre el proletariado y las masas
trabajadoras del campo para derribar el capital y para el triunfo definitivo del
socialismo, siempre y cuando el proletariado sea la fuerza dirigente de esta alianza”.

La siguiente es la caracterización hecha por Stalin del contenido de los tres aspectos y
objetivos fundamentales de la dictadura del proletariado:

“1) Utilización del Poder del proletariado para aplastar a los explotadores, para la
defensa del país, para consolidar las relacionas con los proletarios de otros países,
para el desarrollo y el triunfo de la revolución en todos los países.

2) Utilización del Poder del proletariado para apartar definitivamente de la burguesía a


las masas trabajadoras y explotadas, para consolidar la alianza entre el proletariado y
estas masas, para hacer participar a estas masas en la obra de la construcción
socialista, para la dirección estatal de estas masas por el proletariado.

3) Utilización del Poder del proletariado para organizar el socialismo, para suprimir las
clases, para pasar a la sociedad sin clases, a la sociedad sin Estado. La dictadura del
proletariado es la suma de estos tres aspectos…
Solamente los tres aspectos en conjunto dan la idea completa y acabada de la
dictadura del proletariado”. 

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El contenido de la ley econ�mica fundamental del socialismo consiste en
satisfacer de manera cada vez m�s plena las crecientes necesidades
materiales y culturales del pueblo por medio del desarrollo y del
perfeccionamiento incesante de la producci�n social.

Estos rasgos de la ley econ�mica fundamental del socialismo muestran que


tal ley expresa el fin de la producci�n socialista y los medios de alcanzarlo,
fin y medios objetivamente condicionados. De ah� que tal ley posea un
significado determinante en el desarrollo de la econom�a socialista, exprese
la esencia de este desarrollo sus diferencias y ventajas radicales frente al
modo capitalista de producci�n.

La ley econ�mica fundamental del socialismo surge y act�a sobre la base


de la propiedad social de los medios de producci�n y de las
correspondientes relaciones socialistas de producci�n.

Cuando los medios de producci�n pasan a ser propiedad social y se


suprimen las clases explotadoras, se liquida la base sobre la que act�a la ley
econ�mica fundamental del capitalismo (ver) y entra en acci�n la ley
econ�mica fundamental del socialismo.

La producci�n basada en la propiedad social adquiere un fin por principio


distinto del que posee bajo el capitalismo. En vez de servir para producir
ganancias y enriquecer a las clases explotadoras empieza a servir para
satisfacer las necesidades de los propios trabajadores.

El sector estatal desempe�a el papel decisivo en la creaci�n de la base


material y t�cnica del socialismo. En el per�odo de transici�n se lleva a
cabo la transformaci�n socialista de la agricultura mediante la cooperaci�n
gradual de las peque�as haciendas campesinas seg�n el principio de la
voluntariedad.

De este modo, en la ciudad y en el campo se establece el r�gimen socialista.


El per�odo de transici�n se caracteriza porque en �l act�an las leyes del
socialismo y del capitalismo. La esfera de acci�n de las leyes econ�micas
del socialismo se ampl�a sin cesar, mientras que la de las leyes econ�micas
del capitalismo, por el contrario se reduce. La transformaci�n de la
sociedad, en el per�odo de transici�n, transcurre en las condiciones de la
lucha de clases. Para combatir a las clases caducas, la clase obrera se apoya
en el campesinado trabajador y en otras capas de trabajadores.

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La producci�n socialista se basa en la propiedad social sobre los medios de
producci�n, tipo de propiedad que excluye la explotaci�n del hombre por
el hombre. La propiedad social sobre los medios da producci�n no puede
surgir espont�neamente dentro del capitalismo. Para que pueda aparecer,
es necesario que se lleve a cabo la revoluci�n socialista y que se establezca
el poder de los trabajadores.

El proceso de creaci�n de la primera fase del comunismo, el socialismo, se


basa en varias leves de car�cter general, cuya necesidad se ve confirmada
por la experiencia de la Uni�n Sovi�tica y de los otros pa�ses socialistas.

Estas leyes generales como se indic� en la Declaraci�n formulada por la


Conferencia de representantes de los partidos socialistas y obreros de los
pa�ses socialistas, celebrada en 1957, son:

 dictadura del proletariado con partido marxista - leninista al frente;


alianza de la clase obrera con la masa fundamental de los campesinos
y con otras capas de trabajadores;
 liquidaci�n de la propiedad capitalista y establecimiento de la
propiedad social sobre los medios fundamentales de producci�n;
 gradual transformaci�n socialista de la agricultura;
 desarrollo planificado de la econom�a nacional dirigido a la
construcci�n del socialismo y el comunismo, a la elevaci�n del nivel
de vida de los trabajadores;
 cumplimiento de la revoluci�n socialista en la esfera de la ideolog�a
y de la cultura y formaci�n de una numerosa intelectualidad fiel a la
clase obrera;
 liquidaci�n del yugo nacional y establecimiento de la igualdad de
derechos y de la amistad fraterna entre los pueblos sobre la base de
los principios del internacionalismo proletario;
 defensa de las conquistas del socialismo frente a los ataques de los
enemigos exteriores e interiores. 

Desde el origen del socialismo sus principios o características


básicas son:

 Su base es la propiedad colectiva en los medios de producción y


distribución, buscando el bien social.
 La riqueza no debe recaer sobre los empleadores capitalistas sino que
debe estar repartida de forma igualitaria, eliminando la diferencia
entre clases sociales.
 Injerencia del estado en el espectro económico y social, no dejando al
mercado toda la capacidad de decisión y control. En otras palabras,
mayor centralización que en sistemas capitalistas.

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Tanto la propiedad del Estado como la cooperativo-koljosiana se desarrollan
en estrech�sima acci�n reciproca, formando una unidad org�nica.

Son de propiedad socialista estatal las riquezas naturales, la tierra (toda o


parcialmente), el subsuelo, los bosques, las aguas, las empresas industriales,
las empresas agr�colas del Estado (sovjoses), distintas clases de transporte,
las empresas comunales y la red de instituciones de car�cter cultural y de
servicios sociales, el fondo b�sico de viviendas en las ciudades y en los
centros industriales, toda la producci�n que se obtiene en las empresas del
Estado.

Son de propiedad cooperativo-koljosiana la maquinaria agr�cola, los


tractores, las segadoras-trilladoras, las centrales el�ctricas koljosianas, los
talleres de reparaciones mec�nicas, los medios de transporte, de
construcci�n y los dep�sitos, las empresas para elaborar los productos
agr�colas, el ganado socializado de tiro y engorde, las dependencias
destinadas al ganado, semillas, laboratorios, estaciones de
experimentaci�n, edificios sociales, toda la producci�n que obtienen los
koljoses y las cooperativas. En el decurso de la construcci�n comunista, en
el proceso de creaci�n de la base material y t�cnica del comunismo, de la
educaci�n de los trabajadores en el esp�ritu comunista, prosigue el
desarrollo de las dos formas de propiedad socialista, que se funden en una
sola propiedad de todo el pueblo, comunista.

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La producci�n basada en la propiedad privada de los medios de producci�n
y en el trabajo personal de los productores, que elaboran art�culos
destinados a la venta en el mercado. Los representantes m�s t�picos de la
producci�n mercantil simple son los peque�os campesinos y los artesanos
que no explotan trabajo ajeno. Dicho tipo de producci�n constituye un
r�gimen econ�mico que ha existido en diversas formaciones econ�mico-
sociales. 

Por su naturaleza, la producci�n mercantil simple posee un doble car�cter.


Como quiera que se basa en la propiedad privada sobre los medios de
producci�n, el peque�o campesino o el artesano es un propietario y esto le
aproxima al capitalista. Por otra parte, la producci�n mercantil simple tiene
su ra�z en el trabajo personal, el productor es un trabajador, y esto le
aproxima al proletariado.

La producci�n mercantil simple y la capitalista se diferencian entre s� por


la fuente de que emana la propiedad privada sobre los medios de
producci�n.

En el primer caso, dicha propiedad se basa en el trabajo personal del


productor; en el segundo se basa en la explotaci�n de los obreros
asalariados. En la econom�a mercantil simple son mercanc�a �nicamente
los productos del trabajo humano, mientras que en la capitalista, la propia
fuerza de trabajo del hombre se convierte en mercanc�a.

La producci�n mercantil simple se desarrolla bajo la acci�n de la ley del


valor, ley que, mediante la fluctuaci�n de los precios de las mercanc�as y
de la competencia en el mercado regula espont�neamente la distribuci�n
de los medios de producci�n y de la fuerza de trabajo entre las diferentes
ramas de la producci�n.

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El plan leninista part�a de las indicaciones program�ticas de Marx y de
EngeIs, y constituye el desarrollo creador del marxismo en las nuevas
condiciones.

Lenin acab� de formularlo de manera definitiva en sus art�culos �De la


cooperaci�n��, �Sobre el impuesto en especie�� y otros trabajos. La
idea central del plan estriba en reorganizar las peque�as econom�as
campesinas individuales transform�ndolas en grandes haciendas colectivas
mecanizadas.

Las condiciones m�s importantes para situar la peque�a econom�a


campesina sobre v�as socialistas son la victoria de la revoluci�n socialista y
la instauraci�n del poder de los trabajadores, la alianza de la clase obrera y
de los campesinos bajo la direcci�n de la primera, el papel rector de la
propiedad de todo el pueblo el desarrollo de la industria pesada. En estas
condiciones, la cooperaci�n constituye una forma socialista de econom�a.

Para las amplias masas de campesinos, la cooperaci�n resulta la forma m�s


comprensible, m�s accesible y mas aceptable de pasar al socialismo. Se
armonizan en ella los intereses personales del campesino con los intereses
de toda la sociedad.

El plan cooperativo de Lenin se�alaba el desarrollo de todas las formas de


cooperaci�n, desde las m�s simples en un principio �la de consumo y la
de abastecimiento y venta� hasta diversos tipos de cooperativas de
producci�n cuya forma m�s elevada es la koljosiana. La cooperaci�n de
las haciendas significaba socializar los medios de producci�n en la
agricultura (sin expropiar al campesinado) y poner fin a las contradicciones
entre la industria socialista y la econom�a campesina individual.

Lenin entend�a que el Estado de la dictadura del proletariado ha de dirigir


la cooperaci�n, ha de prestar toda clase de ayuda al campo, incluidas la
ayuda t�cnica, la financiera, la cultural etc. Pera ello conced�a gran
importancia a las organizaciones de patrocinio formadas por obreros de
f�bricas y plantas industriales.

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Consistía en el proceso de transformaci�n de los pa�ses agrarios en
pa�ses industriales avanzados mediante la creaci�n y el desarrollo
preferente de las ramas de la industria pesada, punto de apoyo de la base
material y t�cnica de la sociedad socialista.

La industrializaci�n permite crear dicha base material. La industrializaci�n


socialista no es necesaria para todos los pa�ses que construyen el
socialismo.

Los pa�ses del campo socialista han emprendido la edificaci�n de la nueva


sociedad partiendo de niveles de desenvolvimiento econ�mico diferentes.
Construyen el socialismo pa�ses que se han industrializado en el per�odo
de desarrollo capitalista y pa�ses que van hacia el socialismo evitando el
estadio capitalista.

La industrializaci�n socialista se diferencia de manera radical de la


capitalista. La esencia de la industrializaci�n capitalista estriba en que se
realiza en inter�s de la burgues�a y va acompa�ada de un
empeoramiento de la situaci�n de los trabajadores.

En oposici�n a ello, la industrializaci�n socialista esta llamada a reorganizar


toda la econom�a nacional sobre principios socialistas, a elevar el bienestar
y el nivel cultural de los trabajadores.

Asegura la victoria de las formas socialistas de econom�a sobre las


capitalistas, sirve de base para transformar la peque�a hacienda campesina
individual en grandes empresas colectivas socialistas, liquida el atraso
t�cnico y econ�mico del pa�s, refuerza su independencia y su capacidad
de defensa. Permite consolidar la alianza entre la clase obrera y el
campesinado, principio supremo de la dictadura del proletariado.
La industrializaci�n socialista se efect�a a grandes ritmos, que eran
impuestos, en la U.R.S.S, por el hecho de que sin industria pesada el pa�s no
pod�a asegurar la edificaci�n del socialismo, conservar y consolidar su
independencia y su capacidad defensiva.

La industrializaci�n socialista present� en la U.R.S.S. varias


particularidades:

 En primer lugar, la Uni�n Sovi�tica tuvo que industrializarse sin


experiencia previa, la fue adquiriendo en el transcurso de su propia
construcci�n, hall�ndose rodeada por el hostil cerco capitalista.
 En segundo lugar la U.R.S.S. llev� a cabo su industrializaci�n sin
contar m�s que con sus propios recursos, sin ayuda material y
financiera de otros pa�ses.
 En tercer lugar, la Uni�n Sovi�tica, al proceder a la industrializaci�n
socialista, cre� todo el complejo industrial, en primer t�rmino todas
las ramas de la industria pesada. 

La industria socialista excluye la explotaci�n del hombre por el hombre,


mientras que la peque�a producci�n mercantil engendra a los elementos
capitalistas, de modo que, en tanto exista la peque�a econom�a privada,
no queda eliminado el peligro de la restauraci�n capitalista.

La industria socialista, en el per�odo de transici�n del capitalismo al


socialismo, se desarrolla seg�n un plan �nico, a ritmos acelerados, en
consonancia con las leyes de la reproducci�n socialista ampliada.

La peque�a econom�a campesina no puede llevar a cabo la reproducci�n


ampliada, lo propio de ella es la reproducci�n simple, incapaz de satisfacer
las necesidades de la industria en materias primas ni las de las ciudades en
productos alimenticios. 

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Es el proceso de uni�n voluntaria de las peque�as haciendas campesinas
individuales en grandes haciendas colectivas. La reorganizaci�n de la
agricultura sobre una base socialista en una necesidad general para todos los
pa�ses que construyen el socialismo, es una de las leyes fundamentales del
per�odo de transici�n del capitalismo al socialismo.

Para la transformaci�n socialista de la peque�a econom�a campesina se


requieren las siguientes premisas:

 en primer lugar, que se lleve a cabo la evoluci�n socialista y se


implante el poder de los trabajadores;
 en segundo lugar, que se nacionalice la tierra o que se efect�en
reformas agrarias radicales repartiendo la tierra entre los campesinos
trabajadores;
 en tercer lugar, que el Estado socialista tenga en sus manos los
puestos de mando de la econom�a, que se lleve a cabo la
industrializaci�n socialista, llave de la colectivizaci�n agr�cola;
 en cuarto lugar, que se aplique una pol�tica conducente a limitar los
elementos capitalistas en el campo, a desplazarlos y, en una
determinada etapa, a suprimirlos;
 en quinto lugar, que se realice la revoluci�n cultural en el campo.

El socialismo no puede apoyarse durante mucho tiempo en dos fundamentos


opuestos: en la gran industria socialista y en la peque�a econom�a
campesina individual.

Entre ellas existen serias contradicciones:

 la gran industria socialista se funda en la propiedad social sobre los


medios de producci�n, se halla dotada de maquinaria y t�cnica
avanzadas;
 lo que sirve de base a la peque�a producci�n campesina es la
propiedad privada sobre los medios de producci�n, y una t�cnica
primitiva. 

En las comunas agr�colas se colectivizaban todos las medios de


producci�n, el ganado y las aves. La distribuci�n de los ingresos era
igualitaria, lo que iba en detrimento del inter�s material de los miembros de
la comuna para que se incrementara la econom�a social y se elevara el
rendimiento del trabajo. En la U.R.S.S., la forma principal del movimiento
koljosiano fue el artel agr�cola, cuyos rasgos caracter�sticos son: la
propiedad social sobre los medios fundamentales de producci�n, el
desarrollo planificado de la econom�a, la distribuci�n de los ingresos en
consonancia con la cantidad y la calidad del trabajo. 

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Parte constitutiva de la revolución socialista, que implica una transformación
total en el desarrollo cultural de las masas populares y tiene por objeto la
creación de una cultura nueva, socialista.

La revolución cultural se asigna como tareas esenciales: la asimilación de la


herencia cultural del pasado por parte de las masas trabajadoras; la
organización socialista de la instrucción pública; la formación de cuadros de
intelectuales socialistas; la educación comunista de los trabajadores.

La revolución cultural se cumple después de la instauración del poder político


de la clase obrera, que crea todas las condiciones necesarias a las
transformaciones radicales en el desarrollo cultural de la sociedad.

La particularidad de la revolución cultural en la U.R.S.S. consiste en que se ha


efectuado gradualmente, desde arriba, por iniciativa y bajo la dirección del
Partido Comunista y del poder del Estado, con el concurso activo de millones
de obreros, de campesinos y de intelectuales que luchaban por superar el
retraso cultural del país y por la victoria del socialismo.

En el curso de la lucha por la industria socialista fundada sobre una base técnica
moderna, la emulación socialista de las masas adquirió una amplitud sin
precedentes y se convirtió en una de las magníficas realizaciones de la revolución
cultural.

El agrupamiento del campesinado en cooperativas era imposible sin revolución


cultural. El Partido llevó a cabo también esta obra, que constituyó una de las
condiciones más importantes para encaminar al campesinado por la vía de la
colectivización.

Otra tarea esencial de la revolución cultural fue la de formar una intelectualidad


nueva, soviética. En el espacio de pocos años, el país se cubrió de una vasta red
de escuelas superiores y secundarias especializadas de donde salieron
centenares de miles de intelectuales especializados para la economía nacional. La
formación de una intelectualidad socialista, ha sido uno de los resultados más
importantes de la revolución cultural en la U.R.S.S.

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La victoria del socialismo significa que se ha llegado al t�rmino del per�odo
de transici�n y que la sociedad ha entrado en el estadio de la transici�n
gradual a la fase superior del comunismo.

Hasta el triunfo del proletariado, las reformas son un producto accesorio de


la lucha revolucionaria de clase, Después del triunfo, ellas (aunque a escala
internacional sigan siendo el mismo “producto accesorio”) constituyen,
además, para el país en que se ha triunfado, una tregua necesaria y legítima
en los casos en que es evidente que las fuerzas, después de una tensión
extrema, no bastan para llevar a cabo por vía revolucionaria tal o cual
transición.

El triunfo proporciona tal “reserva de fuerzas” que hay con qué mantenerse,
tanto desde el punto de vista material como del moral, aun en el caso de una
retirada forzosa.

Mantenerse desde el punto de vista material significa conservar la suficiente


superioridad de fuerzas para que el enemigo no pueda derrotarnos por
completo. Mantenerse desde el punto de vista moral significa no dejarse
desmoralizar ni desorganizar, conservar una apreciación serena de la
situación, conservar el ánimo y la firmeza de espíritu, replegarse aunque sea
muy atrás, pero en la medida debida, replegarse de modo que se pueda
detener a tiempo el repliegue y pasar nuevamente a la ofensiva.

Una de las primeras acciones de este gobierno fue la firma de la Paz con
Alemania, con la cual concluyo la participación Rusa en la Primera Guerra
Mundial. Entra las medidas adoptadas por el gobierno Leninista, sobresalen
las siguientes:

*La sustitución de la propiedad privada de la tierra por la propiedad social.

*El control obrero de las fábricas.

*La creación del ejército Ruso para combatir a los grupos enemigos de la
revolución socialista (contrarrevolucionarios).

*El establecimiento de una Nueva Política Económica (NEP), que puso en


manos del Estado los Bancos, el Comercio Exterior y la Industria, pero
permitió la propiedad privada de las Industrias que no eran básicas.
Las medidas establecidas por el gobierno Revolucionario motivaron una
fuerte oposición de los sectores que se vieron despojados de propiedades y
privilegios.

Los gobiernos revolucionarios establecieron una economía plantificada, es


decir, regularon las actividades económicas mediante programas que
deberían realizarse en un lapso determinado.
CONCLUSIÓN
Después de ver

Lo único que hemos acabado por completo es la labor democrática


burguesa de nuestra revolución. Y tenemos el más legítimo derecho a
enorgullecernos de ello. La labor proletaria o socialista de nuestra
revolución se resume en tres aspectos principales: 1) Salida
revolucionaria de la guerra imperialista mundial;
desenmascaramiento y cese de la matanza emprendida por dos
grupos mundiales de fieras capitalistas. Esto nosotros lo hemos hecho
hasta el fin por nuestro lado; consumarlo por todos los lados podría
únicamente la revolución en una serie de países avanzados. 2)
Creación del régimen soviético, forma de plasmación de la dictadura
del proletariado. Se ha dado un viraje mundial. Se acabó la época del
parlamentarismo democrático burgués. Ha comenzado un nuevo
capítulo en la historia universal: la época de la dictadura proletaria.
Sólo una serie de países perfeccionará y culminará el régimen
soviético y todas las formas de dictadura proletaria. A nosotros nos
queda aún mucho, muchísimo por hacer en este terreno. Sería
imperdonable no verlo. Más de una vez tendremos que culminar,
rehacer y volver a empezar. Cada grado que logremos avanzar, subir,
en el desarrollo de las fuerzas productivas y de la cultura, debe ir
acompañado del perfeccionamiento y modificación de nuestro
sistema soviético, y nosotros nos encontramos a un nivel muy bajo en
el aspecto económico y cultural. Hay mucho que rehacer; y
“turbarse” por ello sería el colmo de la estupidez (o acaso de algo
peor que estupidez). 3) Edificación económica de las bases del
régimen socialista. En este terreno queda aún por coronar lo
principal, lo fundamental. Y ésta es la tarea nuestra más certera, la
más certera tanto desde el punto de vista de los principios como de la
práctica, tanto desde el punto de vista de la RSFSR hoy como desde
el punto de vista internacional.

Ya que lo principal no está consumado en su base, hay que fijar en


ello toda la atención. Y en este problema la dificultad estriba en la
forma de transición.

“No basta con ser revolucionario y partidario del socialismo o


comunista en general -escribía yo en abril de 1918 en Las tareas
inmediatas del Poder soviético-. Es necesario saber encontrar en cada
momento peculiar el eslabón particular al cual hay que aferrarse con
todas las fuerzas para sujetar toda la cadena y preparar sólidamente el
paso al eslabón siguiente. El orden de los eslabones, su forma, su
engarce, la diferencia entre unos y otros no son tan simples ni tan
burdos en la cadena histórica de los acontecimientos como en una
cadena corriente forjada por un herrero”.

En los momentos actuales, en el terreno de las actividades de que


estamos tratando, ese eslabón es la reanimación del comercio
interior, regulado (orientado) con acierto por el Estado. El comercio,
he ahí el “eslabón” de la cadena histórica de los acontecimientos, de
las formas de transición de nuestra edificación socialista en 1921-
1922, “al cual debemos aferrarnos con todas las fuerzas” nosotros, el
poder estatal proletario, el Partido Comunista dirigente. Si ahora “nos
aferramos” a este eslabón con suficiente fuerza, podremos estar
seguros de ser los dueños de toda la cadena en un futuro próximo. De
otro modo no podremos ser dueños de toda la cadena, no podremos
crear la base de las relaciones socioeconómicas de tipo socialista.

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