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EL VALOR MORAL
SEGÚN KANT
María Jesús Camino

10-09-2019
Profesor: Arturo Fontaine
¿Qué es la moral? Comúnmente se puede definir como un conjunto de reglas y actitudes
que orientan la conducta del ser humano, esta puede posibilitar a alguien diferenciar qué
acciones son buenas y qué acciones son malas para la sociedad. En otras palabras, la moral
es la norma que dirige al pueblo respecto en lo que debe hacer y lo que no para que la
sociedad se mantenga relativamente estable. Ahora bien, esta definición es solo una
definición general entre muchas de las que pueden decir qué es una actitud moral y qué no.

Desde hace tiempo, muchos filósofos se han planteado esta precisa pregunta, se han
desarrollado tesis e ideas sobre la moral tan distintas que han llegado a ser completamente
contradictorias una con la otra. Un ejemplo de esto serían las tesis de Immanuel Kant y
David Hume, las cuales difieren bastante respecto en lo que justamente consiste la moral.
Kant, nacido en Prusia a inicios del siglo XVIII, fue un filósofo de la Ilustración, pionero
del idealismo alemán y uno de los representantes más influyentes del criticismo en su
época. Hasta el día de hoy es considerado como uno de los pensadores más importantes e
influyentes de la Europa moderna y de la filosofía universal. David Hume, también nacido
a inicios del siglo XVIII, fue un filósofo británico, sociólogo, economista e historiador
escocés, quien constituyó una de las figuras más importantes de la filosofía de occidente y
de la Ilustración escocesa (movimiento cultural escocés de la época que internacionalizó y
convirtió a Escocia en uno de los principales centros culturales de Europa, entre otras
cosas).

En la época de estos filósofos, el racionalismo moral fue muy popular, el cual básicamente
consistía en que la moral es guiada única y exclusivamente por la razón, pues la razón,
según esto, tiene el conocimiento del bien y el mal.

Kant tenía ideas harto parecidas a las que impulsaba el racionalismo moral, su tesis en base
al significado de esta, se puede decir que habla de que el valor de las acciones morales, no
recaen en las consecuencias de estas acciones y están impulsadas por la razón. Y Hume,
estaba en contra de las ideas propuestas por el racionalismo moral, pues para él, la razón no
era la principal causa de la moral, sino los sentimientos y las pasiones. Y en base a esto gira
en torno la tesis de Hume sobre en lo que reside la moral.
A lo largo de este ensayo se explicará la tesis de Kant sobre la moral, analizando un
ejemplo, y comparándola con la tesis antagónica propuesta por Hume, llegando así a una
definición mucho más completa acerca de lo que son las acciones morales.

“El valor moral de la acción no reside, pues, en el efecto que se aguarda de ella, ni
tampoco en algún principio de acción que precise tomar prestado su motivo del efecto
aguardado. Pues todos esos efectos (estar a gusto con su estado e incluso el fomento de la
felicidad ajena) podían haber acontecido también merced a otras causas y no se necesitaba
para ello la voluntad de un ser racional, único lugar donde puede ser encontrado el bien
supremo e incondicionado.” (Kant 92)

En esta cita Kant dice explícitamente que la moral reside en la razón, pues la razón
determina la voluntad sobre las acciones que comete el individuo. Para Kant una acción es
moral exclusivamente cuando responde a un deber, y solo a un deber de conciencia, el cual
está basado en una buena voluntad, sin buscar nada a cambio y sin tener en cuenta otros
asuntos como consecuencias, oportunidades o conveniencias. Y como sigue esta cita:

“Ninguna otra cosa, salvo esa representación de la ley en sí misma que sólo tiene lugar en
seres racionales, en tanto que dicha representación, y no el efecto esperado, es el motivo de
la voluntad, puede constituir ese bien tan excelente al que llamamos «bien moral», el cual
está presente ya en la persona misma que luego actúa de acuerdo con ello, pero no cabe
aguardarlo a partir del efecto.” (Kant 92-93)

Aquí Kant explica que solo el ser humano, el ser racional, actuando debidamente bajo la
razón puede llegar a tener una buena voluntad y ejecutar una acción de bien moral en base a
los deberes de conciencia (dictados por la razón), sin pensar en las consecuencias
obviamente.

Estos deberes de conciencia Kant los llama imperativos categóricos. Un imperativo


categórico se fundamenta en el juicio que usa la sociedad al instante de decidir que está
correcto y que no, existe en el momento en que la persona actúa con su mejor voluntad,
deseando que su propia acción se convierta en una “ley universal”; “Obra sólo según
aquella máxima por la cual puedas querer que al mismo tiempo se convierta en una ley
universal.” (Kant 126) Es decir, que la persona, al ejecutar esta acción, tiene el deseo de
que el resto de los seres humanos actúen igual a él y por la misma voluntad. Además, aquel
que hace uso del imperativo categórico es un ser humano consecuente y tiene deseos de
buena voluntad, pues la buena voluntad se guía del valor de la humanidad.

Esto es porque según Kant, aquel que actúa moralmente es porque valora la humanidad y
ve a al ser humano como un fin y no como un medio o instrumento para otra cosa, este es el
principal fin de la persona moral.

El simple hecho de respetar a los demás es un imperativo categórico, ya que la gente


generalmente lo hace sin importar en qué esté pensando, deseando o queriendo, la gente lo
hace porque es un deber que también se puede considerar también como una ley universal.

Si no se actúa bajo el imperativo categórico, se estaría actuando bajo el imperativo


hipotético. El imperativo hipotético se produce cuando el ser humano actúa de un debido
modo por miedo a las consecuencias, no por buena voluntad.

Conjuntamente, una misma acción puede ser de carácter categórico o hipotético. Por
ejemplo: Si una persona opta por no robar porque le parece que no es correcto, sería un
imperativo categórico, pero si la persona opta por no robar porque tiene miedo de que sea
atrapada y la lleven presa, sería un ejemplo de imperativo hipotético.

Hume, por otro lado, cree que el ser humano no actúa bajo la razón sino bajo los
sentimientos, pues según él, la razón y los hechos no mueven al ser humano a actuar ya que
son solo objetos, y la presencia de un objeto no mueve a la gente a ejecutar una acción sino
las pasiones. La razón en cambio actúa bajo las pasiones y existe solo para ayudar a actuar
bajo estas, como por ejemplo cuando las pasiones hacen querer al individuo algo
inexistente, la razón le dice al ser humano que ese deseo no existe para que la persona no
actúe en base a pasiones inexistentes. Además, para Kant el ser humano actúa moralmente
también bajo los sentimientos y las pasiones, ya que actúa “moralmente” por las
consecuencias y/o beneficios que podría traer el actuar o el no actuar de determinado modo,
ya sea por miedo, por gloria, honor o por el “qué dirán” del resto. Tal como lo dice en la
siguiente cita:

“Nuestro sentimiento moral mismo es un sentimiento de esa naturaleza, y nuestra


preocupación por mantener una buena reputación frente a los demás parece surgir
únicamente de un cuidado por preservar nuestra reputación ante nosotros mismos; y a fin de
alcanzar ese propósito vemos que resulta necesario apuntalar nuestro vacilante juicio con la
correspondiente aprobación de la humanidad” (Hume 193)

En síntesis, para Hume el ser humano solo actúa por la aprobación de los demás, por el
efecto y la consecuencia, justamente lo que Kant consideraría inmoral, pues para él eso
sería un imperativo hipotético y no uno categórico. Siendo las dos tesis completamente
distintas, ambas tienen muy buenos argumentos y están técnicamente correctas. Aunque
Kant tiene una definición mucho más honesta y genuina de lo que es un acto moral, a
diferencia de lo que puede aparentar ser un acto moral, cuando en realidad no lo es.

Pero actualmente, ya no depende de qué es moral o inmoral para cada uno sino si lo es o no
para la sociedad. Sí, es verdad que el individuo actúa por la razón, pero también puede
llegar a actuar bajo la pasión. Y si una persona llega a ser solidaria con alguien, lo puede
estar siendo porque quiere ayudar a aquel individuo, o porque es un deber, o para sentirse
mejor persona, o por todas las razones anteriores y aun así se consideraría socialmente un
acto moralmente bueno, porque ser solidario y ayudar a los demás está considerado como
una acción buena por sí misma. O si un joven se dispone a realizar voluntariado, no por
buena voluntad sino porque quiere sacarse fotos y publicarlo a los demás, aunque Kant lo
considere una acción inmoral, nuestra sociedad igual lo consideraría una acción moral
porque el simple hecho de ser voluntario es considerado como una acción moralmente
buena.

Una acción puede ser moral e inmoral a la vez desde distintos puntos de vista, uno puede
pensar que una persona está realizando un acto genuinamente moral, por deber, cuando en
verdad podría no estar haciéndolo, como en el ejemplo de no robar que se dio
anteriormente, si la persona no roba por miedo o por deber, ¿podremos saber
verdaderamente el por qué o el por qué no lo hizo?, ¿cómo sabremos si esa persona está
siendo honesta respecto al motivo de sus actos?, ¿cómo podemos saber si alguien está
cometiendo verdaderamente un acto moral o inmoral?

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