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EL COMUNISMO EN LO MILITAR

Contexto Historico

Para que el gobierno comunista de los bolcheviques pudiese funcionar en alguna


medida era necesario terminar la participación rusa en la Primera Guerra Mundial,
pero en lo interno la guerra civil se usó perseguir a la disidencia y fortalecer la
causa comunista. Las negociaciones entre rusos, alemanes y austrohúngaros en
Brest-Litovsk se prolongaron hasta 1918. El 3 de marzo de 1918 los bolcheviques
finalmente firman la Paz de Brest-Litovsk con Alemania. Pero el acuerdo también
implicó la pérdida de un tercio de la población rusa, al haber renunciado a
cualquier reclamo sobre toda ucrania, las provincias bálticas, Finlandia y algunos
territorios caucásicos. Esto también significó la pérdida del 80 por ciento de sus
recursos de hierro y el 90 por ciento de sus depósitos de carbón mineral. Los
socialevolucionarios de izquierda, que formaban parte del gobierno bolchevique,
inicialmente apoyaban la salida rusa de la guerra, al igual que los mencheviques.
Pero tanto los socialevolucionarios como los mencheviques se opusieron
públicamente contra los términos del tratado de Brest-Litovsk y pronuciaron
severas críticas contra las facciones de Lenin y Trotsky en el V Congreso de los
Sóviets. Esto produce de immediato la Revuelta de los Revolucionarios Socialistas
de Izquierda en Moscú, la cual es rápidamente derrotada, pero la la Paz de Brest-
Litovsk prevalecería como una de las causas de la Guerra civil rusa. En junio de
1918 el régimen leninista impuso el comunismo de guerra para intentar palear las
carencias existentes en medio de la guerra civil. Para estos efectos se establece la
Vesenja, o Consejo Supremo de Economía Nacional, encargada de las medidas
políticas y económicas durante la guerra civil, así como de la administración
burocrática de los bienes nacionalizados. Con esto se pretendió destruir todos los
vestigios de propiedad privada e inaugurar una economía comunista
completamente centralizada. Los bolcheviques consideraban a la propiedad
privada de los medios de producción como la base del poder político. Entre 1918 y
1919 fueron nacionalizadas solo las empresas e industrias de menor envergadura.
Las tierras se encontraban temporalmente a disposición de las comunas de
agricultores con el entendido que tarde o temprano serían colectivizadas. El
derecho a la propiedad privada de inmuebles urbanos fue abolida, así como los
derechos de herencia. El Estado ruso, que en la práctica se trataba del Partido
Bolchevique, o ahora Partido Comunista, se convirtió en el único propietario de los
medios de producción y los bienes generadores de riqueza. El gobierno sometió al
campesinado a una requisa cada vez más severa. Movilizó a los campesinos más
pobres contra los que estaban en mejor situación (llamados kulaks, por la palabra
que significa “puño”). Al hacer un llamado a una unión de los hambrientos contra
los mejor alimentados, el régimen sembró de manera deliberada el odio de clases
en las aldeas y estimuló la guerra civil en el campo. En diciembre de 1917 se
emitió un decreto por el que se conformaba una policía secreta, la Cheka (de las
iniciales de las palabras que significan “comisión extraordinaria”), y el terror se
convirtió en un arma en la guerra civil. Ya para 1920 el Estado había tomado a su
cargo todas las empresas que empleaban a más de diez trabajadores. El trabajo
era obligatorio y se prohibieron las huelgas. El Estado organizó un sistema de
trueque que reemplazó al libre mercado. El comercio interno era ilegal; sólo el
comisario de alimentos del gobierno podía comprar y vender mercancías. El dinero
desapareció al hacerse cargo el Estado tanto de la distribución como de la
producción. El gobierno expropió los bancos y anuló en efecto los ahorros. Se
separó a la Iglesia del Estado mediante un decreto. Se removió a los jueces de
sus cargos y se les sustituyó por individuos designados por los Soviets locales. A
nueve partidos de oposición se les liquido (entre ellos los Kadetes) o se les
persiguió (como los social revolucionarios y los mencheviques). El Comunismo de
guerra fue decretado por el Consejo Superior de Economía, conocido como VSNJ,
y culminó con el anuncio de la Nueva Política Económica (NEP) propuesta por
Vladimir Lenin y que duró hasta 1928.

Concepto

Comunismo de guerra o militar: Sistema político y económico con el cual se


administró la Rusia soviética (previa a la existencia de la URSS), en el marco de la
Guerra Civil Rusa. Implementado por Vladimir Lenin para gestionar y aprovisionar
al Ejército Rojo y a las ciudades que se encontraban en conflicto para así
mantenerlos lo mejor suplidos posible, frente a las condiciones excepcionales
impuestas por el enfrentamiento bélico.

Medidas económicas y políticas tomadas bajo el Comunismo de Guerra:

El gobierno controló todas las grandes fábricas de Rusia.

Los ferrocarriles pasaron al control militar.

El gobierno planificó y controló la producción de acuerdo a sus necesidades.

Se exigió máxima disciplina y obediencia a los obreros (prohibición de huelga).

Las clases “no obreras” debieron realizar trabajos obligatorios.

Racionamiento y distribución controlada de los alimentos y bienes.

Ilegalización de toda forma de empresa privada.

Distribución de los excedentes agrarios de los campesinos entre la población toda.

Conviene destacar que estas medidas se tomaron en un contexto de guerra civil,


por lo que fueron mucho menos coordinadas y coherentes en la práctica. Muchos
territorios se hallaban incomunicados y actuaban sin instrucciones algunas del
gobierno central, por lo que a menudo se entiende el Comunismo de guerra como
apenas un conjunto desesperado de medidas para ganar el conflicto armado.
Objetivos

El objetivo central de Lenin, Trotski y los bolcheviques era de mantenerse en el


poder por cualquier medio necesario. Visto así, el gobierno soviético habría
operado presionado por las contingencias socioeconómicas. Sin embargo,
también se acusa al Comunismo de guerra de haber sido una estrategia para
adelantar medidas económicas y sociales impopulares y radicales, como el
exterminio de la propiedad privada y la economía de mercado, pudiendo atribuirlas
a la urgencia que los esfuerzos de la guerra suponían.

Resultados
El comunismo de guerra logró el propósito facilitar los suministros necesarios para
el Ejército Rojo de manera que pudiese detener el avance del Ejército Blanco, y
así reclamar la mayor parte del territorio del antiguo Imperio ruso. Pero las
medidas severas impuestas por el comunismo de guerra terminaron por devastar
la economía rusa. Los bolcheviques se apropiaron de los medios de producción y
abolieron el derecho de propiedad. Curiosamente, mientras buscaban la paz con
Alemania, promovieron el conflicto interno entre clases. Más tarde todo esto sería
la base para la creación de la Unión Soviética en 1922. El valor del dinero fue
destruido por la impresión sin restricciones de los rublos, lo que llevó, como se
esperaba, a una severa inflación. En enero de 1923 los precios en la Rusia
soviética se habían incrementado unas 100 millones de veces en comparación con
1913. Todos los ciudadanos rusos, ricos o pobres, perdieron sus ahorros de toda
la vida. El trueque y los bienes “gratuitos” otorgados por las instituciones del
régimen reemplazaron a las operaciones comerciales habituales. El comercio
privado al mayor o al por menor estaba prohibido. Todos los ciudadanos adultos
estaban obligados a trabajar donde se les ordenara. Se abolió la independencia de
los sindicatos y se prohibió el derecho de huelga. En las ciudades y el
campesinado periférico, la población experimentó dificultades como resultado de
la guerra. Los campesinos se negaron a cooperar en la producción de alimentos.
Los trabajadores comenzaron a migrar de las ciudades al campo, donde las
posibilidades de alimentarse eran mayores, lo que disminuía aún más la
posibilidad de trueque de productos para la alimentación y empeoró la situación
del resto de la población urbana. Entre 1918 y 1920, Petrogrado perdió el 72% de
su población, mientras que Moscú perdió el 53%. Para 1921 la producción de la
industria pesada había caído al 20% de los niveles de 1913. El 90% de los salarios
se pagaban con bienes en lugar de dinero. El 70% de las locomotoras necesitaban
reparación, y la escasez de alimentos, combinada con los efectos de siete años de
guerra y una grave sequía que persistía, contribuyó a una hambruna que provocó
por si misma entre 3 y 10 millones de muertes. La producción de carbón disminuyó
de 27.5 millones de toneladas en 1913 a 7 millones de toneladas en 1920,
mientras que la producción total de las fábricas en Rusia se redujo al diez por
ciento de lo que producían en 1913. La cosecha de granos cayó de 80.1 millones
de toneladas en 1913 a 46.5 millones de toneladas en 1920. Pero la dictadura
bolchevique logró su permanencia en el poder.

Consecuencias

El Comunismo de guerra complicó aún más las dificultades que la guerra civil
implicaba para el Estado ruso. La negativa del campesinado a entregar su
excedente de producción ocasionó un éxodo masivo de las ciudades al campo, en
donde era más fácil alimentarse, haciendo que grandes ciudades como Moscú y
Petrogrado perdieran alrededor de un 50 y 75% de su población respectivamente,
entre los años de 1918 y 1920.

La escasez originó un mercado negro de bienes, a pesar de que existía una ley
marcial vigente contra la especulación, y el desplome del rublo originó un sistema
de trueque de bienes y alimentos. El 90% de los salarios eran pagados con bienes
en lugar de dinero, y en 1921 se produjo una hambruna masiva que causó entre 3
y 10 millones de muertes.

Esta serie catastrófica de sucesos tuvo su fin tras el estallido de huelgas y


rebeliones campesinas (como la Rebelión de Tambov) a lo largo del país, ante lo
cual se decidió implementar en 1921 un modelo de capitalismo de Estado
denominado Nueva Política Económica (NEP), en el que se permitió el
establecimiento de pequeñas empresas privadas. Este último modelo existió hasta
1928, cuando fue reemplazado por el Primer Plan Quinquenal de Josef Stalin.

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