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HOTS CIVIL IV SUCESIONES FLORENTINA 2019 29pp
HOTS CIVIL IV SUCESIONES FLORENTINA 2019 29pp
IV
HOTS CON RESPUESTAS
FLORENTINA TUTUNARU
BASADOS EN APUNTES DE IÑIGO BARCINA
TEMA 1.1. EL DERECHO DE SUCESIONES
Y LA SUCESIÓN HEREDITARIA
CAPÍTULO 1. EL DERECHO DE SUCESIONES (MANUAL)
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TEMA 1.2. EL DERECHO DE SUCESIONES
Y LA SUCESIÓN HEREDITARIA
CAPÍTULO 2. LA SUCESIÓN HEREDITARIA (MANUAL)
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▪ Transmitente, dado su fallecimiento, de su herencia (2ª), en la que, junto con los restantes bienes
y derechos, se integra también el ius delationis relativo a la herencia anterior.
▪ Transmisario o heredero del transmitente. Puede ejercitar todas las facultades inherentes al
patrimonio o caudal hereditario dejado por el transmitente y, por tanto, puede aceptar o repudiar
la herencia del causante inicial, es decir, el ius delationis no ejercitado por el transmitente.
El transmisario puede aceptar la herencia del transmitente y repudiar la del causante. Si, en cambio,
repudia la del transmitente, pierde cualquier posibilidad de pronunciarse sobre la del causante.
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Se descarta el derecho de acrecer por la inexistencia de igualdad de cuotas o partes entre algunos
supuestos de acrecimiento.
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TEMA 2. LA CAPACIDAD SUCESORIA
CAPÍTULO 3. LA CAPACIDAD SUCESORIA (MANUAL)
8. LA CAPACIDAD PARA SUCEDER [18SO]
Con carácter general, cualesquiera personas goza de capacidad sucesoria (física o jurídica). El único
requisito es que el sucesor tenga personalidad y sea susceptible de ser identificado. Las normas son
aplicables a cualquiera de las formas de sucesión: testamentaria, legítima o intestada y se refieren
tanto al heredero como al legatario.
Tal principio general lo formula el Código en el art. 744: «podrán suceder por testamento o
abintestato los que no estén incapacitados por la ley.
En relación con las personas jurídicas (públicas o privadas), el art. 746 establece que «las iglesias y
los cabildos eclesiásticos, las diputaciones provinciales y las provincias, los ayuntamientos y
municipios, los establecimientos de hospitalidad, beneficencia e instrucción pública, las asociaciones
autorizadas o reconocidas por la ley y las demás personas jurídicas, pueden adquirir por testamento
con sujeción a lo dispuesto en el art. 38». Este último artículo contempla en general la capacidad de
obrar de las personas jurídicas.
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Nuestro art. 33 requiere probar (con los medios ordinarios) quién ha fallecido antes y, a falta de
prueba, «se presumen muertas al mismo tiempo y no tiene lugar la transmisión de Derechos de uno
a otro», con independencia además de que la simultaneidad de la muerte haya sido provocada por
un mismo evento o no (supongamos, un anciano fallece en la cama y su hijo en un accidente aéreo,
pero a la misma hora).
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14.LAS CAUSAS DE INDIGNIDAD [14SO
El art. 756 CC establece quienes “son incapaces de suceder por causa de indignidad”. Así, el indigno
es una persona que comete actos reprobables desde cualquier punto de vista, y que, por lo tanto, en
lenguaje popular, bien merecida tiene la pérdida de los derechos hereditarios.
En las causas establecidas en dicho artículo, unas suponen una relación entre parientes que son, a su
vez, legitimarios; otras están referidas a sucesión testamentaria; y finalmente, otras, a supuestos en
que el ofensor y el ofendido pueden tener cualquier tipo de relación.
El indigno puede haber sido llamado a la herencia e incluso haber aceptado, pero con posterioridad
su adquisición hereditaria habrá de devenir ineficaz.
Respecto de la calificación de la capacidad para suceder, se esperará a que se dicte la sentencia firme,
y que transcurra el mes señalado para la denuncia», en lógica congruencia con los supuestos de
hecho.
El apdo. 7º del vigente art. 756 fue introducido por la Ley 41/2003, de protección patrimonial de las
personas con discapacidad y, como es obvio, declara indignos a quienes hubieran negado alimentos
en sentido técnico a las personas con discapacidad.
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CAPÍTULO 4. EL TESTAMENTO (MANUAL)
16.EL TESTAMENTO: CONCEPTO, CARACTERES Y CONTENIDO [19SO]
Art. 667 Código Civil: «el acto por el cual una persona dispone para después de su muerte de todos
sus Bienes o de parte de ellos, se llama testamento».
El testador otorga por sí mismo el testamento, aunque en su otorgamiento hayan de intervenir otras
personas (Notario y/o testigos), pero estas solo pueden dar cuenta, autorizar o acreditar la libre y
espontánea voluntad del testador.
Lo prohíbe el artículo 669: «NO podrán testar 2 o más personas mancomunadamente, o en un mismo
instrumento, ya lo hagan en provecho recíproco, ya en beneficio de un tercero».
El artículo 670 CC utiliza tal expresión –«El testamento es un acto personalísimo…»– el testador debe
decidir por sí mismo a quién y cómo y en cuánto nombra herederos o legatarios.
La rigurosa solemnidad aplicable al testamento, establecida en el art. 687 CC, deriva del hecho de
tratarse de un acto que desplegará su eficacia mortis causa, una vez que fallezca el testador.
Tal y como se establece en el art. 737 CC, mientras viva, el testador podrá otorgar cuantos
testamentos quiera y desee.
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La regla general de que bastan los 14 años para poder testar no rige, sin embargo, en el testamento
ológrafo, en el que se requiere ser mayor de edad (art. 688.1). Pero, fuera de tal supuesto, cualquiera
puede testar a partir de la edad legalmente determinada: los 14 años.
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Las solemnidades testamentarias han de respetarse en todo caso, con independencia de que la
revocación pueda ser total o parcial:
➢ Total: si tiene por objeto privar por completo de validez a un testamento anteriormente
otorgado.
➢ Parcial: si la revocación afecta únicamente a alguna de sus cláusulas (p. ej., se deja sin efecto un
legado contenido en el testamento anterior o se modifica solo la estipulación relativa al carácter
de los sustitutos del instituido en primer lugar).
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➢ Si NO se ha previsto la cuota o cuantía, el art. 765 establece: «los herederos instituidos sin
designación de partes heredarán por partes iguales».
➢ El art. 769 dispone que la concurrencia de institución individual y colectiva determina que ha de
considerarse que todos tendrán la misma cuota en la herencia.
➢ El art. 771 considera que «cuando el testador llame a la sucesión a una persona y a sus hijos, se
entenderán todos instituidos simultánea y no sucesivamente».
➢ Art. 770: «si el testador instituye a sus hermanos, y los tiene carnales y de padre o madre
solamente, se dividirá la herencia como en el caso de morir intestado».
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legatario, que en todo caso habrá de tenerse por no puesta. En cambio, conforme al art. 793.2,
se considera perfectamente lícito el hecho de que se legue «a cualquiera el usufructo, uso o
habitación, o una pensión o prestación personal, por el tiempo que permanezca soltero o viudo».
El art. 794 dispone que «será nula la disposición hecha bajo condición de que el heredero o
legatario haga en su testamento alguna disposición en favor del testador o de otra persona». En
este caso no se declara la ineficacia de la condición, sino que se declara nula la “disposición”, o
sea, la institución hecha en testamento, si bien con la finalidad de conseguir que el heredero o
legatario hubiera de instituir en el futuro a la persona que designe el testador o al propio testador
predisponente.
En materia testamentaria, se admite la existencia y la eficacia de las condiciones puramente
potestativas:
▪ Artículo 795 CC, «La condición puramente potestativa impuesta al heredero o legatario ha de ser
cumplida por estos, una vez enterados de ella, después de la muerte del testador».
▪ Artículo 796 CC, «Cuando la condición fuere casual o mixta, bastará que se realice o cumpla en
cualquier tiempo, vivo o muerto el testador, si este no hubiese dispuesto otra cosa».
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La relación entre la institución de heredero (o legatario) y el modo es claramente de subordinación:
el modo es accesorio respecto de la institución del heredero.
La carga modal, sin embargo, no puede interpretarse como un mero ruego o una recomendación del
testador, sino que es obligatoria para el instituido, quien habrá de cumplirla.
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31.ESTRUCTURA BÁSICA DE LA SUSTITUCIÓN FIDEICOMISARIA ORDINARIA [18F1, 19F2]
La sustitución fideicomisaria requiere la existencia de tres personas:
➢ El fideicomitente: quien instituye u ordena la sustitución fideicomisaria al otorgar su
testamento.
➢ El fiduciario: llamado a la herencia en primer lugar, vinculado por la obligación de conservar
la herencia en favor del fideicomisario y al que podríamos denominar también heredero
intermedio.
➢ El sustituto fideicomisario o, fideicomisario, destinatario final de la sustitución para cuando
se produzca el evento o la circunstancia (normalmente el fallecimiento del fiduciario) que
determina su consolidación como heredero puro y simple.
Así lo permite el art. 781 cuando habla de que la sustitución fideicomisaria puede hacerse «en favor
de personas que viven al tiempo del fallecimiento del testador».
En el artículo 781 CC: «Las sustituciones fideicomisarias en cuya virtud se encarga al heredero que
conserve y transmita a un tercero el todo o parte de la herencia, serán válidas y surtirán efecto
siempre que NO pasen del segundo grado (¡Ojo! El grado es referido al número de llamamientos de
fideicomisarios, NO de generaciones) o que se hagan en favor de personas que vivan al tiempo del
fallecimiento del testador»
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➢ «los gastos necesarios para la entrega de la cosa legada serán a cargo de la herencia, pero sin
perjuicio de la legítima».
Según el art. 1025: «durante la formación del inventario y el término para deliberar no podrán los
legatarios demandar el pago de sus legados». El art. 1027 establece: «el administrador no podrá
pagar los legados sino después de haber pagado a todos los acreedores».
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La tercera parte restante será de libre disposición».
La legítima de los descendientes es de cuantía fija e independiente del nº de legitimarios. Aunque
exista un solo hijo a él deberá quedar reservada una porción de bienes hereditarios que represente
a las 2/3 partes del caudal (el 66,6%).
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TEMA 8.3. LAS LEGÍTIMAS, LOS LEGITIMARIOS
Y LA DESHEREDACIÓN
CAP. 14. LA LEGITIMA Y LA DESHEREDACIÓN (MANUAL)
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41.EL PAGO DE LA LEGÍTIMA (EX.)
Art.: 818 «para fijar la legítima se atenderá al valor de los Bienes que quedaren a la muerte del
testador, con deducción de las deudas y cargas, sin comprender entre ellas las impuestas en el
testamento». Así pues, el punto de partida de la fijación de la legítima viene representado por el
conjunto de los bienes relictos, a cuyo valor debe deducirse la cuantía de las deudas y cargas, siempre
y cuando no se consideren como tales cargas «las impuestas en el testamento».
Dado que la valoración del caudal relicto ha de ser cuantificada en unidades monetarias y que toda
cuota legitimaria representa a un nº quebrado de dicho valor, es obvio que al final del proceso la
cuota de cada uno de los legitimarios equivaldrá a una determinada suma de dinero, como medida
de valor.
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intestada respecto de los ascendientes, conforme a la cual la proximidad de grado excluye a los
restantes ascendientes (así, si el abuelo materno dona un bien a su nieto primogénito y este, sin
haber testado, fallece junto con su madre, el bien pasaría al padre y, en el futuro presumiblemente
a los parientes o allegados de este último).
El art. 811 establece que «el ascendiente que heredare de su descendiente bienes que este hubiere
adquirido por título lucrativo de otro ascendiente, o de un hermano, se halla obligado a reservar los
que hubiere adquirido por ministerio de la ley en favor de los parientes que estén dentro del tercer
grado y pertenezcan a la línea de donde los bienes proceden».
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45.LOS DESCENDIENTES COMO HEREDEROS ABINTESTATO [15SO, 18F1]
Art. 930: «la sucesión corresponde en 1er lugar a la línea recta descendente», esto es, existiendo
descendientes, los ascendientes no serán llamados a la sucesión intestada.
En cambio, de existir cónyuge viudo, concurrirá con los descendientes el cónyuge viudo, cuya cuota
legal usufructuaria será:
➢ Si concurriera con hijos o descendientes, el cónyuge viudo tendrá derecho al usufructo del tercio
destinado a mejora
➢ en caso de concurrencia con hijos que solo tuvieran tal condición respecto de su consorte, el
cónyuge viudo tenía el usufructo de la mitad de la herencia, quedando derogado el el art. 837.2.
«Los hijos y sus descendientes suceden a sus padres y demás ascendientes sin distinción de sexo,
edad o filiación» (art. 931), aunque naturalmente sigue vigente el principio de grado.
➢ «Los hijos del difunto le heredarán siempre por su derecho propio, dividiendo la herencia en
partes iguales»
➢ Los nietos y demás descendientes heredarán por derecho de representación
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o de hecho». Estableciendo que la condición de heredero abintestato del cónyuge viudo no tendrá
lugar si el cónyuge vive separado/a.
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TEMA 11.2. LA ADQUISICIÓN DE LA HERENCIA:
LA ACEPTACIÓN Y SUS EFECTOS, Y LA REPUDIACIÓN
CAP. 19. LA ACEPTACIÓN Y LA REPUDIACIÓN (MANUAL)
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52.LA REPUDIACIÓN DE LA HERENCIA [18F2]
La repudiación significa que el llamado a la herencia manifiesta su rechazo a la condición de heredero.
El llamado a la herencia no desea ser considerado heredero y, por tanto, a ningún efecto, se le puede
tener en cuenta como tal.
En cuanto acto jurídico propiamente dicho la repudiación presenta numerosos caracteres comunes
con la aceptación: es un acto voluntario y libre, de carácter unilateral y no recepticio, irrevocable,
incondicional y puro. Una vez manifestada la repudiación, el llamado a la herencia pierde de forma
definitiva e incontrovertible la posibilidad de adquirirla.
Art. 1008 Código Civil: «la repudiación de la herencia deberá hacerse ante Notario en instrumento
público».
Quien repudia no debiera ni puede ser considerado en ningún momento como heredero y no puede
asumir la carga de ser sujeto pasivo de impuesto alguno relacionado con el fenómeno sucesorio.
acuerdos que representen la mayoría de las cuotas (STS 383/2016). Por aplicación de su párrafo 3º,
en caso de no obtenerse semejante mayoría, procederá la administración judicial de la herencia.
Al igual que ocurre en la copropiedad ordinaria, la jurisprudencia ha tenido ocasión de reiterar que
cada uno de los coherederos puede ejercitar por sí mismo, en beneficio de la comunidad hereditaria,
cualesquiera acciones que puedan resultar beneficiosas para la misma, estableciendo igualmente
que la sentencia favorable aprovechará a los demás coherederos, sin que, en cambio, pueda
perjudicarles la sentencia que resulte adversa al heredero accionante.
En los supuestos de admón. judicial de la herencia, habrá de prestarse particular atención a los arts. 797 y ss.
de la LEC.
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➢ propiamente jurídico, en la cual se establece la necesidad de la actuación unánime de los
coherederos para llevar a efecto la enajenación o el gravamen de cualquiera de los bienes
hereditarios
Al igual que ocurre con la copropiedad ordinaria, la situación de indivisión (característica de la
comunidad hereditaria) NO priva a todos y cada uno de los coherederos de la posibilidad de enajenar,
ceder o gravar su cuota hereditaria como regla, cualquier heredero puede transmitir o enajenar a
un tercero su derecho hereditario en abstracto.
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que su eventual ejercicio pueda verse contradicho por un largo periodo temporal de comunidad
hereditaria.
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59.LA PARTICIÓN JUDICIAL [19F2]
Art. 1059: «Cuando los herederos mayores de edad no se entendieren sobre el modo de hacer la
partición, quedará a salvo su derecho para que le ejerciten en la forma prevenida en la LEC».
El presupuesto inicial de la partición judicial radica en la circunstancia de que los coherederos no se
pongan de acuerdo sobre la forma de distribuir los bienes hereditarios. La partición judicial, por
principio, tiene naturaleza subsidiaria o supletoria respecto de la partición llevada a cabo por el
propio testador, por el contador-partidor designado por el testador, o de la partición realizada por
los propios coherederos.
En el supuesto de presencia entre los coherederos de algún menor de edad o, incluso, de algún
incapacitado, no supone necesariamente que haya de llevarse a cabo la partición en forma judicial,
pues bastaría con que el heredero menor de edad o el incapacitado se encontrara legalmente
representado. Así, el art. 1060 expresa que «cuando los menores o incapacitados estén legalmente
representados en la partición, no será necesaria la intervención ni la aprobación judicial».
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TEMA 4. LA COLACIÓN
CAP. 23. LA COLACIÓN (MANUAL)
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imputación contable, aunque la valoración o el evalúo del valor de los Bienes donados exigía
retrotraerse al tiempo de la donación, regla sumamente discutible en cuanto las liberalidades
colacionables habían de ser valoradas en momentos pretéritos y, muchas veces, muy alejados de la
apertura de la sucesión y, por tanto, del evalúo de los restantes bienes hereditarios.
El art. 1048 afronta la circunstancia de que semejante eventualidad no resulte posible, y en tales
casos: «No pudiendo verificarse lo prescrito en el artículo anterior, si los bienes donados fueren
inmuebles, los coherederos tendrán derecho a ser igualados en metálico o valores mobiliarios al tipo
de cotización; y, no habiendo dinero ni valores cotizables en la herencia, se venderán otros bienes en
pública subasta en la cantidad necesaria. Cuando los bienes donados fueren muebles, los
coherederos sólo tendrán derecho a ser igualados en otros muebles de la herencia por el justo precio,
a su libre elección».
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