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Saulo, quien perseguía a los cristianos, experimentó una visión de Jesús mientras viajaba a Damasco que lo dejó ciego. Un discípulo llamado Ananías sanó a Saulo y lo bautizó, convirtiéndose Saulo en el apóstol Pablo y dedicando su vida a predicar el evangelio de Jesús.
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Título original
Ahora escuchemos lo que nos dice el libro de los Hechos de los Apóstole2
Saulo, quien perseguía a los cristianos, experimentó una visión de Jesús mientras viajaba a Damasco que lo dejó ciego. Un discípulo llamado Ananías sanó a Saulo y lo bautizó, convirtiéndose Saulo en el apóstol Pablo y dedicando su vida a predicar el evangelio de Jesús.
Saulo, quien perseguía a los cristianos, experimentó una visión de Jesús mientras viajaba a Damasco que lo dejó ciego. Un discípulo llamado Ananías sanó a Saulo y lo bautizó, convirtiéndose Saulo en el apóstol Pablo y dedicando su vida a predicar el evangelio de Jesús.
Ahora escuchemos lo que nos dice el libro de los Hechos de los Apóstoles.
(He 9,1- 19)
Un día, Saulo marchaba camino a Damasco, para llevar
detenidos a Jerusalén, a los hombres y mujeres que fueran discípulos de Jesús. De repente se vio rodeado de una luz del cielo, cayó a tierra y oyó una voz que le decía: -Saulo, Saulo ¿por qué me persigues? Él contestó: ¿Quién eres, Señor? Respondió la voz: Soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues. Pasados varios días, un discípulo del Señor, dijo a Saulo: -Hermana Saulo, el Señor me ha enviado para que recobres la vista y te llenes del Espíritu Santo. Entonces Saulo recobró la vista, se levantó y lo bautizaron. Desde ese momento, Saulo se convirtió en Pablo, el gran apóstol del Señor que dedicó toda su vida a predicar el Evangelio.