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Facultad de Matemática y Computación

Universidad de la Habana

Homogeneización Reiterada
en Medios Conductivos con
Contacto Perfecto

Ernesto Iglesias Rodrı́guez


2016

Asesores:
Julián Bravo Castillero
Manuel Ernani Cruz
Reinaldo Rodrı́guez Rámos
Raúl Guinovart Dı́az
Dedicado a
mi familia
Agradecimientos

A papá y mamá de todo corazón, aunque no tengan idea de cuánto me


han ayudado. A mis hermanos, en especial a Viky, que me quiere y me so-
porta aunque a veces refunfuñe. A Silvia, Marı́a Elena y Digna, que también
hicieron las veces de mamá, y a todos mis tı́os y tı́as de aquı́ y de allá. A mis
primos y mis dos sobrinos Alejandra y Alejandro.
Agradezco infinitamente a mis tutores, en particular a Julián, que me
ha llevado de la mano, y por tantas cosas más, gracias también a todos los
profesores que me han hecho crecer: al profesor Valdés, a ambos agradezco
además su amistad.
Deseo corresponder a mis compañeros del IGP, sobre todo a los que han
estado compartiendo esto conmigo. Y a las niñas Isabela y Yarilis (y a sus
respectivas madres), que también dejan sus huellas. También a Ramón Peña
y Bienvenido Echevarrı́a (quien es también parte del IGP). A Ariana, sin más
comentarios, ella sabrá por qué. A mis amigos: que me dieron su tiempo y
su paciencia. A Nani, Ode y Patri, mis ángeles de Charly (ordenadas por la
inicial para que no se peleen). En fin, a mis compañeros de trabajo y estudio
por soportarme. Saludo y agradezco también a los amigos que no mencioné,
los viejos y nuevos.
Dedico lo que queda a quienes vean aquı́ algo útil: en fin, a todos,

¡Muchas Gracias!

i
Resumen

En este trabajo se desarrolla una metodologı́a fundamentada matemáti-


camente para estudiar las propiedades macroscópicas de medios conductivos
heterogéneos dependientes de varias escalas microestructurales. La idea fun-
damental expuesta en este trabajo es la de la homogeneización, se propone
el Método de Homogeneización Asintótica Reiterada para escalas múltiples y
condiciones de continuidad de la temperatura y el flujo en la interfaz. Median-
te este método se obtienen los problemas locales y las propiedades efectivas,
tanto para la escala macroscópica como para la escala intermedia.
El procedimiento formal presentado se justifica matemáticamente garan-
tizando la existencia de solución de los llamados problemas locales y se de-
muestra la conservación de las propiedades de simetrı́a y el carácter definido
positivo de los coeficientes efectivos respecto a los originales. Se utiliza un
principio del máximo para ecuaciones diferenciales en derivadas parciales pa-
ra demostrar que la cercanı́a entre las solución del problema homogeneizado
y la solución exacta para valores pequeños del parámetro.
En este trabajo se muestran diferentes aplicaciones de la metodologı́a
propuesta. Se muestra que la homogeneización clásica (simple) es un caso
particular de la reiterada y se aplica la homogeneización reiterada en medios
laminados. El procedimiento descrito en este trabajo es aplicable a múlti-
ples compuestos con estructuras periódicas con posibles generalizaciones a
dominios perforados y estructuras reticuladas.

ii
Abstract

In the present work, we develop a mathematically founded methodology


for studying the macroscopic properties of conductive heterogeneous media,
depending on several microstructural scales. The fundamental idea presented
here is homogenization, we propose the Reiterated Asymptotic Homogeniza-
tion Method for multiples scales and continuity conditions for the temperatu-
re and the flow on the interface. With this method we obtain local problems
and effective properties, for both the macroscopic and intermediate scale.
The formal procedure is justified ensuring the existence of solution of
the local problems and we demonstrate that homogenization preserve the
symmetry and coercivity of coefficients. A maximum principle for PDE are
used to prove that homogenized and original solution are close for small
values of the parameter.
Different applications for the proposed method are presented in this work.
It can be shown that classical (simple) homogenization is a particular case
of reiterated and we apply the Reiterated Homogenization in laminates. The
procedure can apply to several composites with periodic structure with pos-
sibility of generalization to perforate domains and reticulates.

iii
Índice general

Agradecimientos i

Resumen ii

Nomenclatura vii

1. Introducción 1
Resumen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1.1. Motivación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
1.2. Introducción a la homogeneización . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.2.1. El problema de las escalas múltiples . . . . . . . . . . . 4
1.2.2. Fundamentación teórica . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
1.3. Objetivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
1.4. Plan de tesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

2. Formulación del problema 9


Resumen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
2.1. Ecuación del calor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
2.1.1. Relaciones constitutivas . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
2.2. Modelo de la micromecánica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
2.2.1. Formulación analı́tica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
2.2.2. Representación adimensional . . . . . . . . . . . . . . . 16
2.2.3. Doble escala . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
2.3. Barrera térmica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18

3. Conceptos básicos 21
Resumen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
3.1. Método de Homogeneización Asintótica . . . . . . . . . . . . . 21

iv
ÍNDICE GENERAL v

3.2. Fundamentos teóricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24


3.3. Preliminares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
3.4. Métodos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29

4. Homogeneización reiterada 30
Resumen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
4.1. Coeficientes suaves . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
4.1.1. Búsqueda de una s. a. f. . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
4.1.2. Problema Homogeneizado . . . . . . . . . . . . . . . . 34
4.1.3. Resumen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
4.2. Contacto perfecto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37

5. Aplicaciones 43
Resumen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
5.1. Casos particulares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
5.1.1. Validación numérica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
5.2. Aplicación a medios laminados . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
5.2.1. Componentes isotrópicas . . . . . . . . . . . . . . . . . 56

6. Justificación del M.H.A. 59


Resumen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
6.1. Elipticidad y simetrı́a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
6.2. Demostración de los lemas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
6.3. Principio del máximo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
6.3.1. Justificación de la expansión asintótica . . . . . . . . . 68

7. Conclusiones y recomendaciones 70
Resumen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
7.1. Trabajo futuro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
7.2. Recomendaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72

A. Teorı́as relacionadas 73
A.1. Gama-convergencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
A.2. Convergencia multiescala . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
A.2.1. Generalizaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
A.3. H-convergencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
ÍNDICE GENERAL vi

B. Principios de análisis funcional y cálculo variacional 83


B.1. Espacios de Sobolev . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
B.2. Formas bilineares sobre espacios de Banach . . . . . . . . . . . 86

Bibliografı́a 90
Nomenclatura

En cada capı́tulo, los teoremas, corolarios, problemas de frontera y figuras


se numeran de forma consecutiva desde el inicio hasta el final. Como es usual,
el simbolo indica el fin de una demostración.
Las notaciones para los operadores y variables siguen principalmente a
[1, 2] aunque la mayor parte de la metodologı́a siguen los trabajos de [3, 4].
En este trabajo se hace uso extensivo de el convenio de suma de Einstein
donde los ı́ndices repetidos indican sumatoria. Es decir:
n
X
ai b i = ai b i .
i=1

Para la correcta comprensión de este trabajo es recomendable tener co-


nocimiento previo de los resultados elementales de la teorı́a de ecuaciones
diferenciales en derivadas parciales. Otros resultados de interés y algunas
consideraciones adicionales serán agregadas a modo de Apéndice (Ap. B), en
particular aquellas necesarias para las demostraciones.
El producto escalar entre dos vectores u, v de un espacio euclı́deo V se
denotará mediante
[u, v]V .
En Rn se toma la norma k · k2 :
n
X
ξ ∈ Rn : kξk22 = [ξ, ξ] = ξi2 .
i=1

Reservaremos el sı́mbolo h·i para el operador de promediación. Para un


dominio acotado Q ⊂ Rn :
Z Z
1
hF iQ = F, donde |Q| = dx.
|Q|
Q Q

vii
Nomenclatura viii

Sea Ω ∈ Rn un dominio acotado, denotaremos por Lp = Lp (Ω), (p ≥ 1),


el espacio de Lebesgue con norma
Z 1/p
p
k · kp = |·| .

Para un espacio de Banach X, denotaremos por Lp (Ω, X) al conjunto de


funciones medibles u : Ω → X tales que ku(x)kX ∈ Lp (Ω)∀x ∈ Ω.
Denotaremos por L∞ al espacio de funciones esencialmente acotadas (el
conjunto donde no están acotadas tiene medida de Lebesge cero). En L2 (Ω)
se considera el producto usual
Z
[u, v] = uv .

Utilizaremos la notación de Landau para la comparación asintótica de


funciones, esto significa que utilizaremos las notaciones o(·) y O(·) en el
sentido siguiente:
Sean M ∈ Rn y B un espacio normado y dos funciones f, φ : M × R → B,
diremos que la función f es o grande de φ cuando ε tiende a cero, en la norma
de B, y se denota por

f (x, ε) = O(φ(x, ε)) cuando ε → 0,

si y solo si, existe una constante real positiva A > 0 tal que

∃δ : |ε| < δ ⇒ kf (x, ε)kB ≤ Akφ(x, ε)kB ∀x ∈ M.

Cuando la desigualdad anterior es estricta y se cumple para todo A > 0


entonces
f (x, ε)
lı́m = 0,
ε→0 φ(x, ε)

y se dice que f es o pequeña de φ, y se denota por

f (x, ε) = o(φ(x, ε)) cuando ε → 0.

Siempre que no se especifique asumiremos ε → 0.


De esta forma: f (x, ε) = o(1) significa que f → 0, y f (x, ε) = O(1) que
f permanece acotada.
Nomenclatura ix

Tablas de sı́mbolos
Constantes y variables
ε Parámetro pequeño. Un número positivo (ε > 0) que se
considera mucho menor que 1. También representa el co-
ciente entre longitudes caracterı́sticas de dos escalas (ver
Sec. 2.2).

uε , u, ũ, ui Las funciones denotadas por u y sus variaciones se utili-


zan para hacer referencia a soluciones de ecuaciones dife-
renciales en derivadas parciales, el superı́ndice indica una
dependencia directa respecto al parámetro mientras que
la virgulilla indica que la solución no depende de alguna
de las variables implicadas en la ecuación.
Los subı́ndices utilizados están relacionados con las ecua-
ciones (3.8)-(3.13).

v Denota la solución del problema homogeneizado.

χjy , χj Denotarán las soluciones de los


Primeros Problemas Locales 1-3 y
Segundos Problemas Locales 2-4, respectivamente.

Funciones y regiones
Ω, Ω0 , Γ0 Denotaremos por Ω al dominio o región geométrica del
espacio (Ω ⊂ Rn ) ocupada por el medio heterogéneo que
se desea estudiar. Ω0 indica un subconjunto o subdominio
arbitrario de Ω (Ω0 ⊂ Ω) y Γ0 su frontera (Γ0 = ∂Ω0 ).

A, Aε , Matriz de coeficientes de conductividad. El superı́ndice ε


(aij ), (aεij ) es utilizado para enfatizar su dependencia respecto a ε y
su ausencia para expresar su dependencia respecto a las
variables rápidas (por ejemplo en aεij xε , εx2 ). Está defi-
nida en Ω2 y se considera siempre εY × ε2 Z periódica.
Los coeficientes de conductividad representan las propie-
dades del medio en cada punto.
Nomenclatura x

Funciones y regiones
Â, (âij ) Matriz de coeficientes efectivos. Se considera constante.
Representa las propiedades macroscópicas del medio.

A1 , (a1ij ) Matriz de coeficientes efectivos de la segunda escala. De-


pende solamente de una de las variables rápidas (y),
está definida en Ω.

Y, Z Las letras mayúsculas Y, Z denotarán regiones en Rn for-


madas por el producto cartesiano de intervalos reales:

Y = (0, l1 ) × ... × (0, ln ), Z = (0, `1 ) × ... × (0, `n ),

a estas regiones se les conoce también como ortotopos y


serán usadas en el texto para representar las celdas pe-
riódicas (vease Cap. 3). Un caso particular es el hipercubo
unitario de Rn−1 , que denotamos por: In = [0, 1]n−1 .
2
Γ, Γε , Γε Superficie de contacto. Superficie donde se encuentran to-
das las discontinuidades de la matriz de coeficientes de
conductividad.

Γy , ΓZ Superficies de contacto locales. Γy es la superficie donde se


encuentran todas las discontinuidades de A (coeficientes
de conductividad) para cada y fijo, mientras que ΓZ es la
superficie donde se encuentran todas las discontinuidades
de A1 (segunda escala).

(i)
El superı́ndice entre paréntesis se utiliza en este texto en
medios bifásicos, para indicar las diferentes fases que com-
(2)
ponen dicho medio (ej: ∂Y (1) , aij ) y en las series asintóti-
cas como notación simplificada (ver Sec. 3.2):
M
X ∞
X
(M ) i (∞)
u = ε ui (x, ε), u = εi ui (x, ε).
i=0 i=0

1x∈W Función indicadora de un conjunto W , se define como


(
1, x ∈ W
1x∈W (x) =
0, y 6∈ W
Nomenclatura xi

Operadores
L, Lp,q , Lε Representan operadores lineales elı́pticos (véase Sec. 3.3).

L1 , L2 , L3 , Operadores lineales elı́pticos, se forman como combina-


L4 , L5 ción lineal de las anteriores. Se encuentran descritas en la
ecuación (3.7).

∇· , ∇ En ocasiones utilizamos el operador ∇· para indicar la


divergencia de una función con dominio real e imagen es-
pacial R → Rn (para más detalles véase Teorema 14 y
Apéndice B). Por otra parte indicaremos por ∇ el gra-
diente de una función con dominio espacial e imagen real
Rn → R:
∂F ∂F ∂F
∇F (x1 , x2 , x3 ) = ( , , ).
∂x1 ∂x2 ∂x3

Unidades de medida
m Metros (unidad de longitud).
kg Kilogramo (unidad de masa).
s Segundos (unidad de tiempo).
J Jules (unidad de energı́a).
W Vatio o Watt (unidad de potencia), 1W = 1J/s.
Se utiliza en la taza de transferencia de calor.
K Kelvin (unidad de temperatura).
kg/m3 Densidad.
J/m3 Densidad de energı́a.
W/m2 Flujo de calor.
J/(KgK) Calor especı́fico.
J/(m3 K) Capacidad de calor especı́fico.
W/(m2 K) Coeficiente de transferencia de calor o conductancia.
W/(mK) Conductividad térmica.
K/W Resistencia térmica.
Capı́tulo 1

Introducción

Un material compuesto está formado por la distribución espacial de dife-


rentes dominios ocupados o bien por diferentes materiales (conocidos como
fases) o un mismo material que se presenta en diferentes estados. A los prime-
ros se les conoce como medios multifásicos (bifásicos, trifásicos, etc.) y están
constituido por volúmenes alternados de varios materiales considerados ho-
mogéneos en determinada escala [5, 6]; mientras que los segundos agrupan
desde sólidos policristalinos [7–10] hasta materiales funcionalmente gradua-
dos [1, 11–13].
Un cuerpo formado con un material compuesto es un medio heterogéneo.
La determinación de las propiedades macroscópicas o efectivas de mate-
riales compuestos mediante métodos matemáticos, es un requisito fundamen-
tal [14] en la búsqueda y estudio de materiales con estructura compleja, ya
sea que estén presentes en la naturaleza como aquellos diseñados por el hom-
bre. Generalmente los fenómenos fı́sicos que ocurren en medios altamente
heterogéneos presentan propiedades que varı́an en dependencia de las dife-
rentes escalas de longitud. Áreas de particular importancia y actualidad son
los nanocompuestos [15–17] y nanofluidos [18–22]
Muy a menudo estos fenómenos se modelan correctamente por un con-
junto de ecuaciones diferenciales en derivadas parciales en algún nivel mi-
croscópico (donde no hay heterogeneidad), mientras que las cantidades o los
comportamientos relevantes que se quieren medir se manifiestan intrı́nseca-
mente en una escala mucho mayor en el propio medio heterogéneo. En estos
casos, resulta preferible analizar más a fondo los modelos microscópicos dispo-
nibles y deducir el comportamiento adecuado. Ese es precisamente el campo
de estudio de la homogeneización [5, 23].

1
Introducción 2

La homogeneización proporciona modelos matemáticos que permiten cal-


cular las propiedades efectivas de un compuesto a partir de propiedades co-
nocidas de sus componentes. Para los que se asume que se conoce de ma-
nera independientes algunas de sus propiedades fı́sico-quı́micas (propiedades
elásticas, piezoeléctricas, magnéticas, reactividad, etc.) y geométricas (granu-
lometrı́a, porosidad, clústers, etc.) [24]. Matemáticamente, aquı́ se trata, por
lo general, con ecuaciones diferenciales elı́pticas con coeficientes rápidamente
oscilantes.
Nos ocuparemos de las aplicaciones de esta rama de las matemáticas
en medios heterogéneos y en el desarrollo y descripción de las herramien-
tas matemáticas especiales que deben aplicarse al diseño de materiales con
propiedades prescritas deseadas.

1.1. Motivación
Las investigaciones matemáticas de los procesos en medios periódicos son
de interés porque a menudo pueden predecir las propiedades de un material
compuesto sin tener que realizar pruebas de laboratorio adicionales [2, 18,
25]. Esto permite optimizar el rendimiento de los materiales compuestos en
algunos aspectos de particular interés. En el caso de materiales artificiales
esto es posible desde el momento en que está siendo diseñado y por lo tanto
puede ser considerado el problema de producir un material con propiedades
predeterminadas [5, 26–28].
Cabe señalar que la modelación matemática de procesos en los materiales
compuestos es a menudo difı́cil debido a la falta de un modelo fı́sico satisfac-
torio. Por ejemplo, hay una zona de transición sobre la superficie de contacto
de dos materiales en los que están pegados o soldados entre sı́ o cuando se
produce la difusión. Con mucha frecuencia esta zona no es tenida en cuenta
en las investigaciones pues las propiedades del material en esta zona no se
conocen suficientemente. El procedimiento descrito en este trabajo es aplica-
ble a compuestos con estructuras periódicas con posibles generalizaciones a
dominios perforados y estructuras reticuladas [3, 5, 24, 29].
La homogeneización también presenta un gran interés desde el punto de
vista numérico. En los materiales compuestos se suele considerar la inclusión
de numerosas heterogeneidades. Esto hace que el cálculo directo, por métodos
numéricos [30, 31], y la predicción de propiedades macroscópicas efectivas de
estos materiales sea prácticamente imposible, pues implica discretizaciones
Introducción 3

muy finas y conlleva un costo computacional significativo [26, 32–34]. En la


solución de los problemas asociados al material homogeneizado, al no estar
involucradas las oscilaciones rápidas, no existen grandes dificultades numéri-
cas, más allá de las propias del problema [26].

1.2. Introducción a la homogeneización


La mecánica de los medios continuos trabaja con materiales homogéneos
para describir su comportamiento de acuerdo a esfuerzos externos conforme
a determinadas relaciones constitutivas. Por otra parte, la micromecánica,
en general, se refiere a medios heterogéneos para los que algunos elemen-
tos tienen una cierta dimensión pequeña en comparación con la macroes-
tructura. El objetivo de la micromecánica es relacionar el comportamiento
macroscópico general de dicho medio, conociendo los detalles de su constitu-
ción microestructural, de las propiedades de los componenentes y su posible
interacción [30, 35].
Entre estos dos niveles de descripción, pueden aparecer varios órdenes
de magnitud y patrones muy complicados o jerarquı́as de heterogeneidades.
En este caso, es preferible analizar más a fondo los modelos microscópicos
disponibles y deducir, de alguna manera, las leyes macroscópicas adecuadas.
De esta forma no es necesario asumir ninguna información sobre una posible
respuesta, ya que esta vendrá dada solo por las condiciones microscópicas
propuestas [10, 35–38]. Este análisis es lo que se le considera el problema de
homogeneización.
Consideremos un material con un gran número de heterogeneidades. Se
puede caracterizar dicho material a escala local [23], esto significa tener en
cuenta cada componente por separado. Generalmente, los medios provistos
de una microestructura compleja hacen que el estudio local de las propie-
dades del material sea muy difı́cil. Los numerosos modelos desarrollados pa-
ra predecir la conductividad térmica efectiva de tales medios heterogéneos
no relacionan todas las complejidades fı́sicas y geométricas con la necesaria
precisión [4, 8]. Sin embargo, en la práctica, es mucho más interesante ca-
racterizarlo en una escala macroscópica, obtener el comportamiento efectivo
del compuesto despreciando las fluctuaciones debidas a las heterogeneida-
des [3, 14, 39].
La idea fundamental expuesta en este trabajo es la de la homogeneización
(Fig. 1.1), que consiste en una sustitución de un material micro-heterogéneo
Introducción 4

Figura 1.1: Representación esquemática del proceso de homogeneización.

por uno ficticio homogéneo que, desde un punto de vista macroscópico se


comporta de la misma manera que el original [3–5, 35]. De esta forma se in-
tenta describir el comportamiento efectivo del compuesto teniendo en cuenta
las propiedades de sus componentes.
En general, la descripción global de un compuesto no puede ser obtenida
simplemente promediando las respuestas de sus componentes. Para el caso
periódico [3, 4, 23, 40], el proceso de homogeneización consiste en reempla-
zar las ecuaciones diferenciales con coeficientes rápidamente oscilantes que
caracterizan el comportamiento del material compuesto por otras, con coe-
ficientes constantes, que caracterice el comportamiento del material ficticio
homogéneo asociado. Estos coeficientes constantes se obtienen resolviendo
ecuaciones diferenciales en el perı́odo de referencia [3, 6, 41–44].
Los medios no periódicos y medios aleatorios también han sido abordados
en la literatura [40,45–47], pero este campo de estudio va más allá del alcance
del presente trabajo.

1.2.1. El problema de las escalas múltiples


La idea de una escala natural para todo tipo de fenómenos es fundamental
en la fı́sica. Cuando sólo una escala natural está involucrada la situación no es
tan compleja, sin embargo, cuando todas las escalas participan e interactúan,
las cosas tienden a complicarse y el comportamiento es aparentemente des-
ordenado. Existe un caso intermedio, que se producen de forma natural, y
es muy importante desde el punto de vista de las aplicaciones, por ejemplo
en la ingenierı́a [23, 39]. Este se refiere al caso en el que solo hay presentes
unas pocas escalas naturales claramente distinguibles. Es el caso, por ejem-
plo, de los materiales compuestos que consiste en capas alternas de varios
materiales [23, 48]. El origen de la variedad de comportamiento de estos ma-
Introducción 5

teriales está en el hecho de que la estructura de las capas sea periódica a una
escala completamente diferente de las escalas moleculares de los materiales
constituyentes.
Es clásica la investigación de homogeneización convencional (simple) para
operadores elı́pticos lineales en derivadas parciales [3, 6, 23] donde los com-
puestos se forman con dos escalas espaciales bien definidas. Aunque existen
varios estudios [4, 49] para dos o más escalas mediante la homogeneización
reiterada.

1.2.2. Fundamentación teórica


Para una discusión actualizada sobre aspectos matemáticos y computacio-
nales de la teorı́a general de la homogeneización se recomienda la consulta
de [33, 34, 49, 50]. Sin embargo, no abundan los estudios relacionados con
la homogeneización reiterada [51]. Está demostrado que la homogeneización
reiterada es un método apropiado para investigar materiales orgánicos con
múltiples escalas jerárquicas [52] (en particular para huesos). También se han
considerado con éxito los problemas elastostáticos en compuestos con dos o
más escalas longitudinales vinculado al Método de los Elementos Finitos [53]
y los problemas relacionados con el flujo simple de un fluido ligeramente
compresibles (single-phase flow of a slightly compressible fluid) a través de
materiales porosos y laminados fracturados [48] dando paso a los modelos
de doble porosidad [29, 54, 55]. Por otra parte, en [56] se aplica la homo-
geneización reiterada con tres escalas en el estudio del efecto superficial en
lubricación hidrodinámica.
Aunque la homogeneización convencional sı́ ha sido aplicada considera-
blemente en la transferencia de calor [57,58], con estudios numéricos [59–63],
y cotas variacionales [41, 42, 64]; la homogeneización reiterada parece haber
sido, en buena medida, pasada por alto.
El método de homogeneización reiterada se basa en las ideas de homoge-
neización y desarrollo asintótico en varias escalas. De esta forma se estudia el
comportamiento asintótico mediante una ecuación donde los coeficientes que
caracterizan al medio varı́an dependiendo de un parámetro pequeño ε > 0
(representativo del tamaño de las heterogeneidades), cuando dicho parámetro
tiende hacia cero.
Para la solución del problema se considera aproximar la temperatura
Introducción 6

uε (x) por una expansión asintótica de la forma



(∞)
X
i
 x x 
u = ε ui x, , 2 , ... ,
i=0
ε ε

que satisfaga la ecuación y las condiciones de contacto y de contorno. Las


escalas involucradas en dicho desarrollo contienen información de la micro y
de la macro estructura del medio heterogéneo que se investiga.

1.3. Objetivos
Existen diversas razones por las cuales diseñar modelos matemáticos que
brinden una descripción del comportamiento macroscópico de medios hete-
rogéneos complejos, donde se manifiesta la presencia de múltiples escalas
microestructurales. La influencia de estos niveles continúa siendo un reto pa-
ra las aplicaciones relacionadas con la transferencia de calor, en particular,
vinculada al uso de nanomateriales.
Este trabajo se propone desarrollar una metodologı́a fundamentada ma-
temáticamente que permita estudiar las propiedades macroscópicas de medios
conductivos heterogéneos dependientes de varias escalas microestructurales
y contacto perfecto en las interfaces. El mismo constituye un primer paso
para el estudio del comportamiento de la conductividad térmica efectiva en
el caso lineal para medios más generales.
Para ello se propone el M. H. A. Reiterada considerando dos escalas
microestructurales y condiciones de continuidad de la temperatura y el flujo
en la interfaz.

Objetivos especı́ficos:
1. Formular el problema conductivo (ecuación del calor estacionaria) ge-
neral dependiente de dos escalas microestructurales como una familia
de problemas elı́pticos con coeficientes periódicos y rápidamente osci-
lantes dependientes de un parámetro pequeño.
2. Aplicar el procedimiento formal de la homogeneización reiterada a di-
cha familia.
3. Justificar matemáticamente el procedimiento formal garantizando la
existencia de solución de los llamados problemas locales y demostrar
Introducción 7

la conservación de las propiedades de simetrı́a y el carácter definido


positivo de los coeficientes efectivos.

4. Demostrar la proximidad entre la solución del problema homogeneizado


y las soluciones de la familia de problemas (Objetivo 1), cuando el
parámetro pequeño tiende hacia cero.

5. Aplicar el modelo obtenido para determinar propiedades efectivas en


medios laminados.

1.4. Plan de tesis


Esta tesis consta de 7 capı́tulos y 2 apéndices (Apéndices A-B), cada uno
de los cuales tributa al objetivo principal de la investigación. En este trabajo
se incluye material de los artı́culos:
[1] E. Iglesias-Rodrı́guez, M. E. Cruz, J. Bravo-Castillero, R. Guinovart-
Dı́az, R. Rodrı́guez-Rámos, and L. D. Pérez-Fernández, “Formulation of the
heat conduction equation for heterogeneous media with multiple spatial sca-
les using reiterated homogenization,” Engenharia Térmica (Thermal Engi-
neering), vol. 15, pp. 96–102, December 16-11 2016
[2] E. Iglesias-Rodrı́guez, M. E. Cruz, and J. Bravo-Castillero, “Reiterated
homogenization applied to heat conduction in heterogeneous media with mul-
tiple spatial scales and perfect thermal contact between the phases,” Journal
of the Brazilian Society of Mechanical Sciences and Engineering, vol. 38,
pp. 1333–1343, 2016
[65] A. Arredondo-Soto and E. Iglesias-Rodrı́guez, “Comprobación numérica
del proceso de homogeneización mediante el método de los elementos finitos,”
Ciencias Matemáticas, 2016. (En prensa)

Capı́tulo 1 Se presentó una introducción al estudio de los materiales com-


puestos desde el punto de vista de la homogeneización, sus generalida-
des, y el problema de las escalas múltiples. Ofrece una visión general
de la temática y su estado actual, con el objetivo de crear las bases
necesarias del conocimiento para comprender la necesidad del estudio
y la concepción del método propuesto.

Capı́tulo 2 Se formula el problema de la conducción del calor estacionaria


en un sólido. Se desarrolla un modelo para un material compuesto con
Introducción 8

escalas múltiples, tomando en cuenta la continuidad de la temperatura


y del flujo.

Capı́tulo 3 Se describe el M. H. A. y se presentan los conceptos de expansión


asintótica y solución asintótica formal. En la Sección 3.3 se explican
algunos operadores, notaciones y teoremas que serán utilizados en el
desarrollo de nuestro estudio.

Capı́tulo 4 Constituye el capı́tulo donde se encuentra la principal contri-


bución al conocimiento de la presente tesis. Se utiliza el M. H. A. para
escalas múltiples en diferentes compuestos con distribución periódica,
prestando especial atención a la obtención de los problemas locales y
las propiedades efectivas. Se analizan dos medios especı́ficos: Los com-
puestos periódicos funcionalmente graduados, donde el coeficiente de
conductividad es una función matricial suave con respecto a las varia-
bles rápidas (Sec. 4.1); y los compuestos bifásicos periódicos cuando el
flujo de calor es continuo en la interfaz.

Capı́tulo 5 Aquı́ se da un primer paso hacia las aplicaciones de la metodo-


logı́a propuesta. Se muestra que la homogeneización clásica (simple) es
un caso particular de la reiterada. Se aplica la homogeneización reite-
rada a un medio laminado con láminas heterogéneas, anisotrópicas y
distribuidas de manera periódica en una sola dirección.

Capı́tulo 6 Se demuestran la conservación de las propiedades de elipticidad


y simetrı́a para las conductividades térmicas efectivas obtenidas, y se
demuestra el lema empleado en el Capı́tulo 4. Se utiliza un principio
del máximo para ecuaciones diferenciales en derivadas parciales para
demostrar que la solución del problema homogeneizado resulta una
buena aproximación de la solución exacta.

Capı́tulo 7 Se dan las conclusiones de este trabajo. Se dan también cier-


tas recomendaciones y se muestran algunos ejemplos de investigaciones
relacionadas con el tema en los que se está desempeñando el autor.

Al final de este trabajo se incluyen, a modo de apéndice, otros resultados


obtenidos durante la investigación, información bibliográfica que permite un
acercamiento a las principales fuentes sobre el tema, y algunos fundamentos
teóricos considerados importantes para la comprensión de este material.
Capı́tulo 2

Formulación del problema

Mediante M. H. A. Reiterada se puede determinar el comportamiento ma-


croscópico (efectivo) de medios heterogéneos periódicos con múltiples escalas
micro-estructurales [3, 50, 66].
Existen diferentes clases de problemas donde las propiedades de interés se
distribuyen de manera espacial y temporal. Las propiedades efectivas pueden,
en principio, depender del tiempo, sin embargo nos interesan los problemas
que estudian los estados que son estacionarios, es decir, que dependen del
material considerado y no variarán con respecto al tiempo. Las propiedades
asociadas en dichos casos pudieran ser:
conductividad (térmica o eléctrica),

rigidez (elasticidad),

permeabilidad (respecto a un fluido).


Para este trabajo nos restringiremos solamente al caso conductivo. La
conductividad térmica vincula con el flujo de calor con el gradiente de tem-
peratura mediante la Ley de Fourier. La conductividad eléctrica vincula la
corriente electrica (local) con el campo eléctrico a través de la Ley de Ohm
(su equivalente eléctrico). En este capı́tulo derivaremos el problema conduc-
tivo estacionario de la conducción del calor, aunque ambos problemas se
consideran matemáticamente equivalentes [8, 67].
La conductividad térmica puede caracterizarse a partir de los siguientes
parámetros:
cantidades relativas de volumen,

9
Formulación 10

geometrı́a del compuesto en las escalas microestructurales,

distribución espacial de las heterogeneidades,

tamaño de las fases constituyentes,

resistencia térmica y superficie de la interfaz.

La resistencia térmica no será analizada en este trabajo, sin embargo se


considera que el estudio de este probema es una continuación directa del
mismo. El análisis del contacto imperfecto (barrera de resistencia térmica en
este caso) es considerada por el autor como la linea de investigación principal
para un estudio más abarcador de la homogeneización reiterada en medios
conductivos [42, 62, 64].
En el presente capı́tulo se derivará la ecuación del calor a partir de la Ley
de Fourier y formularemos nuestro problema para el caso de un compuesto
conductivo heterogéneo con inclusiones a diferentes escalas. Para expresar
estas relaciones en términos analı́ticos, se introducirán algunas cantidades
fı́sicas, cada una de ellas seguida por la unidad de medida estándar correspon-
diente, escrita entre corchetes. Posteriormente se eliminará la dependencia de
estas magnitudes pasando a la formulación adimensional del problema.

2.1. Ecuación del calor


La termodinámica es la rama de la fı́sica que describe los estados de
equilibrio energético, por los que el caso de la transferencia de temperatura
es un tema común en dicho estudio. Un sistema cerrado es un sistema fı́sico
(o quı́mico) que no interactúa con otros agentes fı́sicos situados fuera de él
y no está relacionado casualmente con nada externo a él. Una propiedad
importante es que la energı́a total de dicho sistema se conserva; ya que no
puede intercambiar energı́a con nada externo a él.
La Primera Ley de la Termodinámica, o principio de conservación de
energı́a [68] establece que la tasa de transferencia de calor Q es igual a la
suma del trabajo de la transferencia W y la velocidad de cambio de la energı́a
dU
interna , todas ellas en vatios [J/s = W]:
dt
dU
Q=W+ . (2.1)
dt
Formulación 11

Consideremos un dominio acotado, tratándose de un sistema cerrado en-


tonces el trabajo se anula W = 0, y como Q está determinado por el flujo
de calor ~q [W/m2 ] a través de la frontera del dominio junto con la potencia
del calor producido por fuentes internas p [J/(m3 )], para Ω0 ⊂ Ω, Γ0 = ∂Ω0
esto puede escribirse de la forma
Z Z
Q = − ~q · ndS + pdV ; (2.2)
Γ0 Ω0

donde n la normal unitaria de Γ0 .


En (2.2), p se distribuye por todo el dominio. Esta puede ser el resultado
tanto de reacciones quı́micas o nucleares, producto del calentamiento por
resistencia eléctrica, debido a radiación u otras causas.

2.1.1. Relaciones constitutivas


La energı́a interna U [J] la determinaremos a partir de la densidad de la
energı́a e [J/(m3 )] Z
U = edS.
Γ0

La densidad de la energı́a e depende del tiempo t [s], de las coordenadas es-


paciales, y asumiremos, además, que depende linealmente de la temperatura
T [K] cerca de una cierta temperatura de referencia T0 elegida conveniente-
mente,
e = e0 + ρc(T − T0 ), (2.3)
donde ρ [kg/(m3 )] es la densidad de masa y c [J/(kgK)] es el calor especı́fico
(por unidad de masa). Al producto ρc [J/(m3 K)] se le conoce como capacidad
calorı́fica volumétrica y dependen solo del material (no varı́a con el tiempo).

Ley de Fourier Según la ley de Fourier, el flujo de calor que resulta de


la conducción es proporcional en magnitud al gradiente de temperatura y
opuesta en dirección, esto es

~q = −k∇T.

El coeficiente k se llama conductividad térmica [W/(mK)] depende también


de la posición y la temperatura T .
Formulación 12

Con estas nuevas condiciones podemos reescribir (2.2)


Z Z
Q = (k∇T ) · ndS + pdV. (2.4)
Γ0 Ω0

Combinando (2.4) y (2.3) en (2.1) obtenemos


Z Z  
∂T
k∇T · ndS = ρc − p dV. (2.5)
∂t
Γ0 Ω0

Aplicando el Teorema de la Divergencia se obtiene


Z  
∂T
−∇ · (k∇T ) + ρc − p dV = 0,
∂t
Ω0

y como Ω0 se elige de forma arbitraria (Ω0 ⊂ Ω), se obtiene finalmente la


Ecuación del Calor:
∂T
ρc = ∇ · (k∇T ) + p. (2.6)
∂t
En nuestro caso consideraremos solo sistemas estacionarios, de forma que
el miembro izquierdo se anula y queda solo

− ∇ · (k∇T ) = p. (2.7)

Esta ecuación, en términos de las componentes de los campos implicados,


puede expresarse por
 
∂ ∂T
− kij = p(x). (2.8)
∂xi ∂xj

Las principales limitaciones de este modelo son:

Incompresibilidad del medio: El medio no se contrae ni expande y no


hay trabajo elástico.

No hay convección: No hay movimiento relativo del medio, no implica


que no pueda tratarse de un fluido (lı́quido o gas), sino que se mantiene
sin movimiento.
Formulación 13

𝜀1

𝜀2
𝜀0

𝜀2
𝜀1

Figura 2.1: Modelo de nanofluido como material compuesto con dos escalas
microestructurales

2.2. Modelo de la micromecánica


Consideremos un medio heterogéneo periódico que ocupa el dominio aco-
tado Ω. La existencia de dos escalas periódicas microestructurales está rela-
cionada con la existencia de dos celdas periódicas εY , ε2 Z cuya aplicación
reiterada cubre el dominio Ω. (Fig. 2.1)
Por simplicidad el objeto que estudiaremos a continuación será un con-
ductor término periódico con dos componentes con comportamiento conocido
(bifásico), la extensión a otros medios multifásicos es directa. Un problema
de interés, que sobrepasa los lı́mites de esta tesis, es estudiar la influencia
de una barrera de resistencia térmica (contacto imperfecto) en la superficie
de contacto de dichos componentes, a la superficie de contacto también se
le conoce con el nombre de interfaz. Sin embargo, describiremos el modelo y
estudiaremos solo el caso en que dicha resistencia es despreciable (contacto
perfecto).
Sea Ω un dominio acotado de Rn , lo separaremos en dos subconjuntos
tales que
Ω = Ω(1) ∪ Ω(2) , Ω(1) ∩ Ω(2) = ∅.
Formulación 14

Consideraremos un material tipo matriz-inclusión, inclusiones son idénticas


y están periódicamente distribuidas. Ω(1) es el dominio ocupado por la com-
ponente continua (matriz) y Ω(2) por la dispersa (inclusiones).
Consideremos una primera escala microestructural. Para ello definiremos
la celda periódica Y = (0, l1 ) × ... × (0, ln ) formada por dos subconjuntos no
vacı́os Y (1) y Y (2) tales que

1. Y = Y (1) ∪ Y (2) ,

2. Y (1) es conexo,

3. ∂Y (2) es suave por tramos.

Observación: Se dice que la frontera de un dominio ω ⊂ Rn es suave por


tramos (Lipschitz, C 2 , etc.) si existe una función suave por tramos (Lipschitz,
C 2 , etc.) con dominio en In = [0, 1]n−1 y cuya imagen es ∂ω [5, 69].
Denotando por τ (εω) al conjunto formado por la unión de todas las tras-
laciones de la forma ε(kl + ω), k ∈ Zn , kl = (k1 l1 , ... , kn ln ). Definiremos
(i)
ΩY = Ω ∩ τ (εY (i) ), Γε = ∂τ (εY (2) ). (2.9)

No afecta el desarrollo de esta teorı́a asumir que ∂Ω ∩ Γε = ∅.


Observación: El parámetro pequeño ε ∈ R∗+ representa el cociente entre
longitudes caracterı́sticas l y L de la celda periódica y de todo el compuesto,
respectivamente; se asume mucho menor que 1 (ε = l/L  1).
Adicionalmente consideraremos que Ω(1) es conexo, esto restringe el tipo
de celda periódica a utilizar pero garantiza la continuidad cuando se repro-
duce Y (1) de forma periódica [47].

2.2.1. Formulación analı́tica


En el modelo matemático de la conducción de calor, la ecuación diferencial
(2.8) se combina con una condición de contorno. Se considera que el flujo de
calor a través del lı́mite es proporcional a la diferencia entre la temperatura
de la superficie y la temperatura ambiente:

k∇T · n = −λ(T − Tam. ) sobre ∂Ω,

donde la conductancia λ = λ(x, t) [W/(m2 K)] es un coeficiente que caracte-


riza la transferencia de calor.
Formulación 15

Para
∂T
~q · n = −k∇T · n = −k , sobre ∂Ω, (2.10)
∂n
∂T
donde denota la derivada normal exterior de T . La condición de frontera
∂n
resultante es la que se conoce como condición de contorno de Robin.
El caso lı́mite λ = 0 significa que la superficie se encuentra perfectamente
aislada,
∂T
= 0, sobre ∂Ω, (2.11)
∂n
esta es conocida como condición de contorno de Neumann.
Por otra parte, el otro caso lı́mite, cuando se hace λ → ∞ se obtiene

T = Tam. , sobre ∂Ω, (2.12)

y se conoce como condición de contorno de Dirichlet. Esto significa que el


cuerpo está en contacto térmico perfecto con el entorno, es decir, el calor
fluye libremente a través de la superficie, de modo que la temperatura de la
superficie del cuerpo es igual a la temperatura ambiente.
El campo estacionario en el medio descrito anteriormente, puede expre-
sarse de forma analı́tica a través de las ecuaciones
∂T ε
 

kij = p(x), (2.13)
∂xi ∂xj

T ε = 0, (2.14)

∂Ω
JT ε K ε = 0, (2.15)

s { Γ
∂T ε
kkl nk ε = 0. (2.16)

∂xl Γ

Observación: Se ha seleccionado la condición de Dirichlet homogénea. En


el caso de la no homogénea separarı́amos T = Tu + Tv para Tu que satisface
(2.13)-(2.16) y Tv :
 
∂ ∂Tv
kij = 0, Tv = Tam. ,

∂xi ∂xj ∂Ω
s {
∂Tv
JTv K ε = 0, kkl nk ε = 0.

Γ ∂xl Γ
Formulación 16

Con el objetivo de garantizar la existencia y unicidad de la solución del


problema, se asume para cada valor fijo ε, que el tensor k sea simétrico y
definido positivo [70]. La continuidad de la temperatura (2.15) y del flujo de
calor (2.16) sobre la interfaz, garantizan el contacto perfecto entre las fases.

2.2.2. Representación adimensional


Primeramente consideraremos el problema cuando cuenta con una única
escala microestructural. Supongamos que conocemos el comportamiento de
la temperatura en la celda periódica Y , se considera el flujo de calor continuo
en todo material y a través de la interfaz dicho flujo se supone proporcional
al salto que se produce en la temperatura en dicha interfaz. A nivel micro
estructural (en la celda periódica) las ecuaciones que rigen la conductividad
aεij satisfacen la misma relación que a nivel macroscópico
ε
 
∂ ε ∂u
aij = f (X) ∀X ∈ Y, (2.17)
∂Xi ∂Xj
y en la interfaz, las propiedades del flujo se expresan como:

Juε K = 0, (2.18)

s ε
{ Γ
∂u
aεkl nk = 0. (2.19)

∂Xl Γ
T
Se definió u = para una cierta temperatura de referencia Tc (usualmen-
Tc
te la temperatura media estimada en Y ) y n representa el vector normal a la
∂·
superficie de contacto (n = n(1) = −n(2) ), de modo que nk es la derivada
∂ql
respecto a dicho vector (a los nk se les conoce como cosenos directores).
Consideraremos el perı́odo |εY | = O(l) pequeño en comparación con el
tamaño |Ω| = L del medio [43, 60, 71]:
l
ε=  1.
L
Sean k (i) estimaciones de la conductividad en los medios Y (i) , asumiremos
que las conductividades de los dos medios son del mı́smo orden de magnitud,
es decir
k (1)
A = (2) = O(1).
k
Formulación 17

Tomando y = X/l, x = X/L (y = x/ε), y Aε (x) = A(y):


(2.17)-(2.19) se convierten en

Problema Original 1. Sea A = (Aij ) ∈ C 2 (Ω\Γε , Sn ) definida positiva y


εY -periódica. Encontrar uε : Ω −→ R, uε ∈ C 2 (Ωo ) ∩ C(Ω), que satisface
   ε
∂ x ∂u
aij = f (x), (2.20)
∂xi ε ∂xj

uε = 0, (2.21)

∂Ω
Juε K ε = 0, (2.22)

s { Γ
∂uε
akl nk ε = 0. (2.23)

∂xl Γ

Para más detalles sobre la incorporación del contacto imperfecto a este


enfoque pueden consultarse [58, 70].

2.2.3. Doble escala


La construcción anterior nos permite interpretar la periodicidad del medio
heterogéneo de interés respecto a una escala, de manera similar a (2.9) se
(1)
procede con la celda periódica Z para obtener un nuevo dominio Ω = ΩZ ∩
(2)
ΩZ con  
2
(i)
[ (i) (2)
ΩZ = Ω ∩  (ε2 Zk ) , Γε = ∂ΩZ . (2.24)
k∈K ε2 (Z)

La intersección de los subconjuntos ası́ definidos para las distintas escalas


es la que nos permite determinar el comportamiento del material en todo el
2
dominio original Ω (Fig. 2.1). A las variedades diferenciables Γε y Γε se les
conoce como superficies de contacto de las distintas escalas (por analogı́a con
n = 3).
Debido a las particularidades de este problema consideraremos solo el con-
tacto imperfecto para la segunda escala. Partiendo del sistema (2.17)-(2.19)
consideraremos el perı́odo |ε2 Z| = O(l0 ) pequeño en comparación con |εY | y
se obtiene el siguiente problema
Formulación 18

2
Problema Original 2. Sea A = (Aij ) ∈ C 2 (Ω2 \Γε , Sn ) definida positiva y
Y × Z-periódica. Encontrar uε : Ω −→ R, uε ∈ C 2 (Ωo ) ∩ C(Ω), que satisface
x x  ∂uε
  

aij , = f (x), (2.25)
∂xi ε ε2 ∂xj

uε = 0, (2.26)

∂Ω
Juε K ε2 = 0, (2.27)

s { Γ
∂uε
akl nk ε2 = 0. (2.28)

∂xl Γ

Los problemas 1-2 conforman el modelo micromecánico del material com-


puesto objeto de nuestro estudio.

2.3. Barrera térmica


En la formación de un material compuesto es de esperar que surjan nuevos
efectos sobre las interfaces de las componentes producto, por ejemplo, de las
interacciones entre las componentes (fases). Existe una separación natural
entre dichas componentes que provoca que las fuerzas que las mantienen
juntas formando el nuevo material no se distribuyan de manera uniforme
durante el proceso de formación. Esto significa que el contacto entre las fases
no es perfecto, surgiendo una barrera que frena, en el caso de la conducción
del calor, el flujo de calor a través de la interfaz.
Aunque no forma parte del objetivo de este trabajo, comentaremos a
continuación algunos de los problemas que surgen al considerar dicha ba-
rrera. Estas dificultades son, precisamente, las que hacen que el estudio del
problema con contacto perfecto se convierta en un paso necesario para la
comprensión de este u otros problemas relacionados [58].
La transferencia de calor sigue en dicha interfaz dos caminos principales.
Uno de esos caminos es continuo y se produce a través del contacto que existe
entre los componentes, dicha transferencia es muy eficiente. Sin embargo, en
los intersticios aparecen discontinuidades, ya sea que estén rellenos de otro
material más o menos conductivo (usualmente gas) o que se hayan formado
vacı́os, lo que provoca que la capacidad de transferencia de calor y la radiación
sean muy diferentes (Fig. 2.2).
Formulación 19

Gradiente de Temperatura

1.0

0.8

0.6

0.4

0.2

Γ
0

Figura 2.2: Gradiente de temperatura en una vecindad de la interfaz (con


escala espacial se encuentra aumentada).

Para modelar este efecto se considera una conductancia interfacial hc


[W/m2 K] en serie con respecto a los materiales que se encuentran a cada
lado de la interfaz. Si ∆T es la diferencia de temperatura por superficie de
contacto A entonces Q = A hc ∆T . De aquı́ que para una resistencia de
1
contacto R = [K/W], entonces
hc A
∆T
Q= .
R
La conductancia interfacial hc depende, en mayor o menor medida, de los
siguientes factores:
El acabado superficial y limpieza del contacto entre las componentes.
Los materiales que se encuentran en contacto.
Formulación 20

La presión con que se mantienen unidas. Esta suele además variar en


la superficie (por ejemplo: la presencia de tornillos o remaches).

El relleno (o ausencia de este) de los espacios intersticiales.

La temperatura en la superficie de contacto.

Usualmente la contribución de la presión de contacto es pequeña.


Capı́tulo 3

Conceptos básicos

Las ecuaciones diferenciales que modelan un proceso dependiente de las


propiedades de un material compuesto poseen coeficientes rápidamente os-
cilantes. La metodologı́a que presentaremos a continuación permite obtener
problemas de contorno con coeficientes que no son rápidamente oscilantes pe-
ro de manera tal que sus soluciones sean cercanas a la solución de la ecuación
original, con las condiciones de contorno adecuadas.
Este proceso suele ser complicado y en muchas ocasiones el problema
resultante puede ser de algún tipo diferente al del problema original [3,26,50].
Por dicho motivo este trabajo se ha restringido a una clase problemas para
ecuaciones diferenciales elı́pticas.

3.1. Método de Homogeneización Asintótica


Consideremos una sucesión de operadores diferenciales {Ak }k (no nece-
sariamente lineales), para los cuales nos interesa conocer el comportamiento
asintótico de las soluciones uk de los problemas
Ak uk = f,
cuando k → ∞, conociendo que los coeficientes que componen a Ak son rápi-
damente oscilantes. En nuestro caso consideramos un operador de la forma
  
∂ x x  ∂·
aij , (aij periódica),
∂xi ε ε2 ∂xj
pero en general pudieran ser de interés otro tipo de oscilaciones (cuasipe-
riodicidad, medios aleatorios, etc.) [72]. La idea de la homogeneización es

21
Conceptos básicos 22

encontrar un operador A tal que uk → u siendo u la solución de una ecua-


ción lı́mite
Au = f.
Dicho operador se dice homogeneizado.
Existen tres ramas de la teorı́a de la homogeneización claramente distin-
guibles: (1) La más general es la de la convergencia funcional, que no pone
ninguna restricción en el tamaño o la disposición de las heterogeneidades (es-
te es el caso de la Γ y H -convergencias, descritas en el Apéndice A); (2) la
segunda, se ocupa de modelos probabilı́sticos y estocásticos de medios hete-
rogéneos. (3) La tercera, dedicada a las estructuras periódicas, es la escogida
para realizar nuestra investigación.
Aunque este último enfoque es ciertamente el menos general, ya que la
periodicidad es una suposición muy fuerte que no es siempre posible de ga-
rantizar, ha adquirido una gran importancia pues permite manejar modelos
muy complicados. Otra de sus ventajas es ser fácil de trabajar, gracias al
uso de la expansión asintótica (e. a.), por lo que es común su uso en parti-
cular en la ingenierı́a. Por último, pero no menos importante, su utilidad va
mucho más allá de los materiales periódicos, ya que, en algunos casos, se ha
demostrado que no hay pérdida de generalidad [49, 73, 74].
El problema que se pretende estudiar es una familia de ecuaciones dife-
renciales elı́pticas con coeficientes periódicos y rápidamente oscilantes depen-
dientes de dos variables rápidas [4].
Consideremos primeramente la siguiente familia de problemas de contorno
dependiente de un parámetro geométrico ε:

Problema Original 3. Encontrar uε : Ω = [0, 1]n −→ R, uε ∈ C 2 (Ωo ) ∩


C(Ω), que satisface

x x  ∂uε
  

aij , = f (x), x ∈ Ω, (3.1)
∂xi ε ε2 ∂xj

uε = 0, (3.2)

∂Ω
donde A = (aij ) ∈ C ∞ (Ω2 , Sn ) es definida positiva y 1-periódica, y f ∈
C ∞ (Ω, R).

Observación: Sn es el espacio de las matrices simétricas, el carácter


definido positivo se debate en la sección 6.1.
Conceptos básicos 23

En esta familia la matriz A en (3.1) posee coeficientes rápidamente osci-


lantes a medida que ε tiende hacia 0. Nuestro objetivo es transformar este
problema en otro equivalente pero con coeficientes constantes:

∂ 2v
âij = f, x ∈ Ω, (3.3)
∂xi ∂xj

v = 0, (3.4)

∂Ω

donde  = (âij ) ∈ Sn es definida positiva y constante.


Al problema (3.3)-(3.4) se le conoce como problema homogeneizado. Al
paso que convierte un problema de tipo (3.1)-(3.2) en uno de tipo (3.3)-(3.4)
se le conoce como proceso de homogeneización, pues se ha transformado una
familia de problemas (con coeficientes rápidamente oscilantes) sobre un me-
dio heterogéneo en un problema (con coeficientes constantes) sobre un medio
homogéneo. A la matriz  obtenida con este proceso se le llama matriz efec-
tiva (sus elementos son los coeficientes efectivos) y puede interpretarse como
las propiedades macroscópicas del medio conductivo que ocupa la región Ω.
El método de homogeneización asintónica (M. H. A.) es un procedimiento
formal para derivar los problemas lı́mite. Se basa en la construcción de una
expansión asintótica de la forma

X
(∞)
u = εi ui (x, ε),
i=0

que satisfaga la ecuación y las condiciones de contacto y de contorno, o sea


se trata de construir una s. a. f. del problema. Los conceptos fundamentales
que sustentan esta teorı́a serán discutidos a continuación (Sec. 3.2).
Es importante tener en cuenta que se trata de un procedimiento formal
y que usualmente es necesario utilizar otras técnicas para justificar los resul-
tados de homogeneización obtenidos por este método. Este último paso se
puede realizar por diferentes métodos, como la Γ o G -convergencia, utilizan-
do funciones de prueba oscilantes, el principio del máximo, etc. Algunos de
ellos se describirán en los apéndices, en nuestro caso justificaremos la solución
mediante un principio del máximo (Cap. 6).
Conceptos básicos 24

3.2. Fundamentos teóricos


Los conceptos fundamentales de los que se hará uso a lo largo de todo
el trabajo son los de expansión asintótica y solución asintótica formal [3].
Denotaremos por
M
X
u(M ) = εi ui (x, ε), ui (x, ε) ∈ Bε1 .
i=0

Definición 1 (Expansión asintótica). Sea Bε un espacio normado, la serie



X
εi ui (x, ε),
i=0

independientemente de su convergencia, se dice expansión asintótica (e. a.)


de f (x, ε) si y solo si

∀N ∈ N ∃M tal que
∀m ≥ M : f (x, ε) − u(m) = O(εN ) en la norma de Bε ,

y se denota por

X
u(∞) = εi ui (x, ε) ∼ f (x, ε).
i=0

Para el trabajo con expansiones asintóticas introduciremos la relación



X ∞
X ∞
X
εi ui (x, ε) ∼ εi vi (x, ε) ⇔ εi (ui (x, ε) − vi (x, ε)) ∼ 0,
i=0 i=0 i=0

es decir, si para todo N existe M tal que


m
X
∀m ≥ M : εi (ui (x, ε) − vi (x, ε)) = O(εN ).
i=0

Observación: Esta es una relación de equivalencia.

Definición 2 (Solución asintótica formal). Sean Bε1 y Bε2 dos familias de


espacios de Banach (ε > 0), y los operadores Lε : Bε1 → Bε2 estén definidos
para alguna vecindad reducida de 0. Para un vector f ∈ Bε2 , se dice que la
Conceptos básicos 25

serie u(∞) = ∞ i
P
i=0 ε ui (x, ε) es una solución asintótica formal (s. a. f.) del
problema Lε u = f si y solo si
∀N ∈ N ∃M tal que
∀m ≥ M : Lε u(m) − f (x, ε) = O(εN ) en la norma de Bε2 .
Aunque existe cierto parecido entre las definiciones anteriores (e. a. y
s. a. f.), es importante notar que estas definiciones no son equivalentes. Sin
embargo, en la mayorı́a de los casos es deseable que esto suceda, esto es:
conociendo uε tal que
Lε uε = f,
la s. a. f. sea expansión asintótica de uε .
Esto no siempre es posible, pero para operadores lineales, la existencia de
principios del máximo permite probar esta importante relación que justifica
matemáticamente s. a. f. construida.
Teorema 1. Sea Lε un operador lineal del cual se conoce una estimación a
priori
kukBε1 ≤ CεK kf kBε2 ,
para algunas constantes reales K y C > 0 independientes de ε (esta propiedad
una extensión directa de la elipticidad) entonces:
Si existe una solución v de Lε v = f y u(∞) es una s. a. f. de Lε u = f ,
necesariamente
u(∞) ∼ v.

Demostración. Para cada N basta tomar M de forma tal que


∀m ≥ M : Lε (u(m) − v) = Lε (u(m) ) − f = O(εN −K ),
en virtud de dicha estimación u(M ) − v = O(εN ) en Bε1 , esto prueba que
u(∞) ∼ v.

3.3. Preliminares
Introduzcamos primeramente los siguientes operadores
   
∂ ∂· ε ∂ ε ∂·
Lp,q (·) = aij , L (·) = aij . (3.5)
∂pi ∂qj ∂xi ∂xj
Conceptos básicos 26

Notemos que con esta notación, si denotamos por


 x x x x 
uε = u x, , 2 y aεij = aij , ,
ε ε ε ε2
la ecuación (3.1) se convierte en Lε uε = f . De esta forma, y utilizando la
regla de la cadena:
 
ε ε ∂ ε ∂ −1 ∂u −2 ∂u
Lu = aij xj + ε +ε
∂xi ∂u ∂yj ∂zj
     
∂ ε ∂u −1 ∂ ε ∂u −2 ∂ ε ∂u
= aij +ε aij +ε aij
∂xi ∂xj ∂xi ∂yj ∂xi ∂zj (3.6)
−1 −2
= Lx,x u + ε Ly,x u + ε Lz,x u
+ ε (Lx,y u + ε−1 Ly,y u + ε−2 Lz,y u)
−1

+ ε−2 (Lx,z u + ε−1 Ly,z u + ε−2 Lz,z u),

con lo que

Lε uε = ε−4 Lz,z u + ε−3 (Ly,z + Lz,y )u


+ ε−2 (Lx,z + Ly,y + Lz,x )u
+ ε−1 (Lx,y + Ly,x )u + ε0 Lx,x u.

Para simplificar la notación introduciremos los siguientes operadores:

L1 = Lz,z ,
L2 = Ly,z + Lz,y ,
L3 = Lx,z + Ly,y + Lz,x , (3.7)
L4 = Lx,y + Ly,x ,
L5 = Lx,x ,

de esta forma Lε puede escribirse de forma simplificada como sigue

Lε = ε−4 L1 + ε−3 L2 + ε−2 L3 + ε−1 L4 + ε0 L5 .

La s. a. f. uε (x) que intentaremos construir es de la forma

uε (x) = u0 (x, y, z) + εu1 (x, y, z) + ε2 u2 (x, y, z) + ...,

donde cada ui se considera Y -periódica respecto a y y Z-periódica respecto


a z.
Conceptos básicos 27

Aplicando (formalmente) el operador Lε a la serie descrita, usando la


regla de la cadena (3.7), agrupando por potencias de ε, e igualando a cero
los coeficientes de dichas potencias, se obtiene la siguiente cadena recurrente
de ecuaciones:

para ε−4 : L1 u0 = 0, (3.8)


para ε−3 : L1 u1 + L2 u0 = 0, (3.9)
para ε−2 : L1 u2 + L2 u1 + L3 u0 = 0, (3.10)
para ε−1 : L1 u3 + L2 u2 + L3 u1 + L4 u0 = 0, (3.11)
para ε0 : L1 u4 + L2 u3 + L3 u2 + L4 u1 + L5 u0 = f; (3.12)

y en general, para los εN (N ≥ 1)

L1 uN +4 + L2 uN +3 + L3 uN +2 + L4 uN +1 + L5 uN = 0. (3.13)

Observación: Nótese que todas estas ecuaciones (3.8)-(3.13) tienen una


forma similar:
∂Fi
L1 U = F0 + .
∂ξi
En cada una de estas igualdades haremos uso de los siguientes lemas que
nos permitirán construir una s. a. f. del problema. El la Sección 6.2 se dan
detalles de la demostración, descrita en [3, Teo. 1, p. 346].

Lema 2. Q Sea el dominio Ω = [0, 1]n , sean Yi = [ai , bi ] intervalos de R y


sea Q = m ∞ m n
i=1 Yi (m ≤ n) y sean F ∈ C (R , R ) Q-periódica y A ∈
C ∞ (Rm
 , Sn )Q-periódica y definida positiva. Sea el operador L = −Lξ,ξ =
∂ ∂·
aij , para que
∂ξi ∂ξj
LU = F (3.14)
tenga solución Q-periódica U , la condición necesaria y suficiente es

hF iQ = 0. (3.15)

Además, esta solución es única salvo una constante aditiva, cumpliéndose


U (ξ) = V (ξ) + c para una única solución V tal que hV iQ = 0.

Lema 3. Sea el dominio Ω = [0, 1]n , Q = m m


Q
i=1 Yi ⊂ R (Yi intervalos
de R) y sean F0 , Fk y aij (i, j, k = 1, ..., n) funciones Q-periódicas suaves
Conceptos básicos 28

por tramos con frontera común Γ, donde A  = (aij) es simétrica y definida


∂ ∂·
positiva. Sea el operador L· = −Lξ,ξ = aij , para que
∂ξi ∂ξj

∂Fi

 LU = F0 + ,
∂ξi





−β JU K = r ∈ R, (3.16)


 s { Γ

 ∂U
 aij ni − Fi ni = 0,


∂ξj Γ

tenga solución Q-periódica U , la condición necesaria y suficiente es

hF0 iQ = 0.

Además, esta solución es única salvo una constante aditiva, cumpliéndose


U (ξ) = V (ξ) + c para una única solución V tal que hV iQ = 0.

El siguiente corolario del teorema de la divergencia (vease, por ejemplo,


introducción del Apéndice B) resultará de mucha utilidad:

Corolario 4. Sea g(ξ, z) una función Z-periódica respecto a z, g ∈ C 1 (Rn ×


Ω):
hLz,ξ giZ = 0.

Demostración. Por el teorema de la divergencia se tiene


Z   Z
1 ∂ ∂g 1 ∂g
hLz,ξ giZ = aij dz = aij ni ds
|Z| Z ∂zi ∂ξj |Z| ∂Z ∂ξj

Pero por la
 periodicidad:
 en los lados opuestos de la frontera de Z el valor
∂g
del factor aij es el mismo, luego
∂ξj
Z
∂g
aij ni ds = 0,
∂Z ∂ξj

pues n es el vector normal de una superficie orientable, cerrada y conexa


(toma valores modularmente iguales en las caras opuestas de la celda).
Conceptos básicos 29

3.4. Métodos
En el capı́tulo siguiente se construirá una solución asintótica formal para
el problema presentado en la introducción.
El trabajo se desarrolla utilizando el M. H. A. en dos etapas fundamenta-
les: (1) Para el caso de coeficientes continuamente diferenciables, periódicos
y rápidamente oscilantes, y luego (2) para el caso en que los coeficientes son
diferenciables por partes.
Existe un tratamiento metodológico común a ambas etapas, a saber, apli-
cación del formalismo asintótico de múltiples escalas para obtener el proble-
ma homogeneizado, deducción de problemas locales y las fórmulas para el
cálculo de los coeficientes efectivos. También se procede a la justificación
matemática de este procedimiento y aplicaciones al cálculo de coeficientes
efectivos de medios con geometrı́as particulares (en las diferentes escalas).
En término de las formulaciones desarrolladas en el presente capı́tulo, el
procedimiento general que seguiremos, es el siguiente:
Para cada ecuación,

1. obtener de la ecuación una expresión de la forma L1 ui+4 = F ,

2. aplicar el Lema 2 con (m = 1, A = a, Y1 = Z, ξ = z),

3. buscar una expresión cómoda para hF iZ (mediante el teorema de la


divergencia o casos particulares), y

4. deducir expresiones adecuadas (anzats) para cada uj (j = 1, . . . , i + 4).

Un desarrollo análogo al de las secciones siguientes puede encontrarse


en [4], aunque el enfoque y las notaciones siguen a [3].
Capı́tulo 4

Homogeneización reiterada

Consideremos un medio heterogéneo periódico que ocupa el dominio aco-


tado Ω ⊂ Rn . La existencia de dos escalas periódicas microestructurales
está relacionada con la existencia de dos celdas periódicas εY , ε2 Z cuya apli-
cación reiterada cubre el dominio Ω. El parámetro geométrico pequeño ε
representa el cociente entre una longitud (diámetro/ancho/volumen) de la
celda periódica y una longitud (diámetro/ancho/volumen) del dominio Ω.
También utilizaremos las variables rápidas o locales y y z definidas a partir
de la variable lenta o global x mediante la relación: y = x/ε, z = x/ε2 . De
esta forma x representa el comportamiento global del sistema y el par (y, z)
el comportamiento a nivel microestructural.
Para dicho medio consideramos un problema conductivo, en particular
tomaremos la ecuación del calor (2.8) derivada en el Capı́tulo 2.
El contenido de este capı́tulo se encuentra dividido en dos secciones. La
primera (4.1) dedicada a la homogeneización de medios periódicos funcio-
nalmente graduados, donde el coeficiente de conductividad es una función
matricial suave con respecto a las variables rápidas. Los principales resulta-
dos asociados a esta primera parte pueden ser encontrados en [1].
Luego nos enfocamos en el problema de materiales en los cuales se puede
identificar claramente más de una fase con propiedades bien definidas. Para
ello se distinguen dos casos: cuando el flujo de calor es continuo en la interfaz;
y cuando existe un salto. En particular nos enfocaremos en el primero de los
casos (Sec. 4.2), ya que estos resultados han sido publicados en [2].
En estos artı́culos se muestra, además, la aplicación de dichos resultados
a medios laminados.

30
Homogeneización reiterada 31

4.1. Coeficientes en C ∞
Consideremos primeramente el caso en que la conductividad es una fun-
ción suave A = (aij ) ∈ C ∞ (Ω2 , Sn ). Este caso tiene lugar de manera natural,
por ejemplo, en materiales funcionalmente graduados [9,11,12], aunque tam-
bién es utilizado en algunos modelos para medios granulares complejos [9,13].
Podemos considerar directamente el Problema 3 (Sec. 3.1) y el procedi-
miento descrito en la Sección 3.3. A continuación construiremos una s. a. f.
para dicho problema utilizando las ecuaciones (3.8)-(3.12).

4.1.1. Búsqueda de una s. a. f.


Aplicando el procedimiento descrito a la primera ecuación:
∀(x, y) fijo, en la primera ecuación (3.8) el Lema 2 nos permite hallar una
solución Z-periódica U (z) + u0 (x, y), hU iZ = 0, entonces obtenemos:
u0 = u0 (x, y). (4.1)
Con esta simplificación, de (3.9) se obtiene
 
∂ ∂u1 ∂aij ∂u0
− aij = L1 u1 = Lz,y u0 = (4.2)
∂zi ∂zj ∂zi ∂yj
por lo que, para y = ỹ fijo, utilizando separación de variables, se tiene
∂u0
u1 (x, ỹ, z) = Xyk (z) (x, ỹ) + ũ1 (x, ỹ),
∂yk
 
∂ ∂ j ∂u0
donde necesariamente se cumple aik (Xy + zj ) = 0.
∂zi ∂zk ∂yj
Sabemos por el Lema 2 que la ecuación (4.2) puede ser resuelta, en la
clase de las funciones Z-periódicas,
  si y solo si hLz,y u0 iZ = 0, pero de la
∂aij
periodicidad de aij se tiene = 0, lo que nos permite expresar Xyk
∂zi Z
en términos de la solución del siguiente problema:
Primer Problema Local 1. Para cada y ∈ Y, A(y, z) = (aij ) ∈ C ∞ (R2 , Sn )
Z-periódica respecto a z. Encontrar la familia paramétrica de soluciones
{χjy }y∈Y , χjy : Rn → R que satisfacen
∂χjy
 
1 j j ∂
Λy (χy − zj ) = Lz,z (χy − zj ) = − aij − aik = 0. (4.3)
∂zi ∂zk
Homogeneización reiterada 32

Con la condición adicional de que



j
χy Z = 0. (4.4)

Se denotó por χjy a las soluciones Z-periódicas, las cuales son únicas para
cada y ∈ Y por el Lema 2 .

De lo anterior se deduce que existe una función Z-periódica χky tal que

∂u0
u1 = −χky + ũ1 (x, y). (4.5)
∂yk
Veremos posteriormente que esta ecuación no es suficiente para describir la
dependencia entre u0 y u1 . Para ello seguiremos el procedimiento descrito
en [1].
Aplicando el Lema 2 en (3.10) para (x, y) fijo,

L1 u2 = −L2 u1 − L3 u0 (4.6)

tiene una solución Z-periódica si y solo si



2
−L u1 − L3 u0 Z = hLy,z u1 + Lz,y u1 + Ly,y u0 + Lz,x u0 iZ = 0.

Por el Corolario 4 tenemos que hLz,y u1 iZ = hLz,x u0 iZ = 0, es decir, solo


necesitamos que
hLy,z u1 + Ly,y u0 iZ = 0,
sustituyendo (4.1) y (4.5) se obtiene
!
∂χky
  
∂ ∂ k ∂u0 ∂ ∂u0
Ly,x u1 = − aij χy =− aij . (4.7)
∂yi ∂zj ∂yk ∂yi ∂zj ∂yk

De esta manera la condición para que (4.6) tenga solución Z-periódica es:
* + !
∂ ∂χky ∂u0
aik − aij = 0. (4.8)
∂yi ∂zj ∂yk
Z
Denotemos por
∂χjy
 
a1ij = aij − aik . (4.9)
∂zk Z
Homogeneización reiterada 33

Definiendo el operador:
 
∂ 1 ∂·
Λ(·) = − aij (y) , (4.10)
∂yi ∂yj

podemos reescribir (4.8) de la forma

Λu0 = 0. (4.11)

Observación: a1ij conserva la simetrı́a, el carácter positivo y la periodicidad


(una demostración de este resultado se encuentra en la Sección 6.1), por lo
que podemos utilizar el Lema 2 .
El Lema 2 garantiza que la solución Z-periódica de la ecuación (4.11)
existe y es de la forma u0 (x, y) = U (y) + v(x) con hU iY = 0, esta última
condición implica que
u0 = v(x), (4.12)
y por (4.5):
u1 = ũ1 (x, y). (4.13)
Utilizando los resultados anteriores, (4.6) se convierte en
 
1 ∂aij ∂u1 ∂u0
L u2 = + .
∂zi ∂yj ∂xj

Realizando un proceso de separación de variables de manera similar al utili-


zado con (4.2), se obtiene
 
k ∂u1 ∂v
u2 = −χy + + ũ2 (x, y). (4.14)
∂yk ∂xk

Aplicando razonamientos similares con (3.11) se obtiene


* ! ! !+
∂ ∂χky ∂u1 ∂χky ∂v
aik − aij + aik − aij = 0,
∂yi ∂zj ∂yk ∂zj ∂xk
Z
que puede reescribirse de acuerdo con (4.11) como

∂v
Λu1 = −Λyk . (4.15)
∂xk
Homogeneización reiterada 34

En la ecuación (4.15) podemos utilizar separación de variables, obte-


niéndose
∂v
u1 = −χj (y) (x) + ũ1 (x). (4.16)
∂xj
para una χj Y -periódica que satisface
∂v
Λ(χj − yj ) = 0,
∂xj
esto último está garantizado gracias al Lema 2 . De manera análoga al Primer
problema local enunciaremos el siguiente problema:
Segundo Problema Local 2. Sea A(y, z) = (aij ) ∈ C ∞ (R2 , Sn ) Y -periódi-
ca respecto a y y Z-periódica respecto a z. Y sea {χjy }y∈Y las soluciones
Z-periódicas del primer problema local 1:
j
∂χ

y
Definiendo a1ij = aij − aik , denotaremos por χj : Rn → R a cual-
∂zk Z
quier solución Y -periódica que satisfaga
j
 
j ∂ 1 1 ∂χ
Λ(χ − yj ) = − aij − aik = 0, (4.17)
∂yi ∂yk
la cual es única salvo una constante aditiva (Lema 2 ).
Utilizando la solución de este problema se obtiene, sustituyendo en (4.14):
∂χj
 
k ∂v ∂v
u2 = −χy (z) − (y) (x) + + ũ2 (x, y). (4.18)
∂yk ∂xj ∂xk
Con esto se ha llegado a un punto importante de nuestra investigación que
permite el desarrollo de la teorı́a que se expone, ya que con esta solución es
posible realizar el proceso de homogeneización mencionado en el Capı́tulo 3.

4.1.2. Problema Homogeneizado


Para el Problema Original 3 deseamos encontrar  = (âij ) ∈ Sn defi-
nida positiva y constante que satisfaga
∂ 2v
âij = f, en Ω, (3.3)
∂xi ∂xj

v = 0, (3.4)

∂Ω
Homogeneización reiterada 35

Teniendo en cuenta las últimas observaciones de la sección anterior, po-


demos utilizar la ecuación
L1 u4 + L2 u3 + L3 u2 + L4 u1 + L5 u0 = f, (3.12)
para obtener el problema homogeneizado asociado al original. El procedi-
miento es el mismo que hemos mostrado en la sección anterior.
Utilizaremos la condición necesaria y suficiente para que (3.12) tenga
solución en la clase de las funciones Y × Z-periódicas. Teniendo en cuenta
(4.12), (4.16) y (4.18), y como además
hLy,z u3 + Ly,y u2 + Ly,x u1 iY = 0.
Entonces se obtiene:
* !!+
∂χky ∂χj ∂v ∂v ∂χk
 
∂ ∂v
ail − +
∂xi ∂zl ∂yk ∂xj ∂xk ∂yl ∂xl
Y ×Z (4.19)
 
∂ ∂ ∂ ∂v
= ail (χky − zk ) (yj − χj ) =f (x).
∂xi ∂zl ∂yk ∂xj Y ×Z
La expresión anterior es equivalente a
∂ 2v
− âij = f, en Ω, (4.20)
∂xi ∂xj
para âij las componentes del tensor efectivo definidas por
* ! +
∂χjy ∂χly ∂χj

âij = aij − aik − ail − aik , (4.21)
∂zk ∂zk ∂yl
Y ×Z
que de acuerdo con la notación de (4.9)-(4.11):
∂χjy
 
1
aij = aij − aik ,
∂zk Z
podemos reescribir como
j
 
1 1 ∂χ
âij = aij − ail . (4.22)
∂yl Y
Observación: La ecuación (4.20) es precisamente la ecuación del pro-
blema con coeficientes homogéneos (3.3)-(3.4). Para fijar ideas, daremos una
definición más precisa de lo que consideraremos como Problema Homogenei-
zado.
Homogeneización reiterada 36

Problema Homogeneizado 4. Sean A = (aij ) ∈ C ∞ (Ω2 , Sn ) Y ×Z-periódi-


ca. Encontrar v : R → R tal que

∂ 2v
−âij = f, en Ω, (4.23)
∂xi ∂xj

v = 0. (4.24)

∂Ω
Para los coeficientes efectivos definidos por:

∂χjy
 
1
aij = aij − aik
∂zk Z

para la segunda escala y


j
 
1 1 ∂χ
âij = aij − ail
∂yl Y

para la primera. Siendo χjy y χj las soluciones del primer y segundo problema
local, respectivamente.

4.1.3. Resumen
Presentaremos a continuación el algoritmo de obtención de la s. a. f.,
abordando ası́ todos los aspectos fundamentales de este estudio:
Primero es necesario resolver el primer y segundo problema local

∂χjy
 
1 j ∂
= 0, χjy Z = 0;


Λy (χy − zj ) = − aij − aik (4.3)
∂zi ∂zk
j
 
j ∂ 1 1 ∂χ
Λ(χ − yj ) = − aij − aik = 0. (4.17)
∂yi ∂yk

definiendo para ello los coeficientes efectivos para las distintas escalas:

∂χjy
 
a1ij = aij − aik (4.9)
∂zk Z
j
 
1 1 ∂χ
âij = aij − ail . (4.22)
∂yl Y
Homogeneización reiterada 37

Luego se resuelve el problema homogeneizado (4.23)-(4.24) y se sustituye:

u0 = v(x), (4.12)
∂v
u1 = −χj (y) (x), *(4.16)
∂xj
 j 
k ∂χ ∂v ∂v
u2 = −χy (z) (y) (x) + + ũ2 (x, y). (4.18)
∂yk ∂xj ∂xk

En la sección siguiente reformularemos los resultados obtenidos para el


caso de un problema más general. Consideraremos un material compuesto en
el cual la propiedad está definida a partir de funciones suaves por tramos (no
necesariamente continuas). Esto permite reproducir, por ejemplo, un com-
puesto bifásico donde las secciones continuas representan el comportamiento
de cada fase.

4.2. Coeficientes discontinuos y contacto per-


fecto
Sustituiremos el desarrollo uε en las ecuaciones del Problema 2. Usando
la regla de la cadena (3.7), agrupando por potencias de ε e igualando las
correspondientes a cada miembro, se obtienen las ecuaciones:

para ε−4 y ε−3 :

L1 u0 = 0, (4.25)
L1 u1 + L2 u0 = 0, (4.26)

para ε−2 :

L1 u2 + L2 u1 + L3 u0 = 0, (4.27)
s {
∂u0
aij ni = 0, (4.28)

∂zj Γ

Ju0 K = 0, (4.29)

Γ
Homogeneización reiterada 38

para ε−1 :

L1 u3 + L2 u2 + L3 u1 + L4 u0 = 0, (4.30)
s {
∂u1 ∂u0
aij ni + aij ni = 0, (4.31)

∂zj ∂yj Γ

Ju1 K = 0, (4.32)

Γ

para ε0 :

L1 u4 + L2 u3 + L3 u2 + L4 u1 + L5 u0 = f ; (4.33)
s {
∂u2 ∂u1 ∂u0
aij ni + aij ni + aij ni = 0, (4.34)

∂zj ∂yj ∂xj Γ

Ju2 K = 0, (4.35)

Γ
y de manera general, para los εN (N ≥ 1):

L1 uN +4 + L2 uN +3 + L3 uN +2 + L4 uN +1 + L5 uN = 0, (4.36)
s {
∂uN +2 ∂uN +1 ∂uN
aij ni + aij ni + aij ni = 0, (4.37)

∂zj ∂yj ∂xj Γ

JuN +2 K = 0. (4.38)

Γ
Analicemos el sistema formado por las ecuaciones (4.25), (4.28) y (4.29)
que representan el problema asociado a la búsqueda de u0 . Utilizando el
Lema 3 se obtiene
u0 = u0 (x, y). (4.39)
De acuerdo con esto reescribiremos (4.29) como

Ju0 K = 0, (4.40)

Γ
notemos que
 
2 ∂ ∂u0
L u0 = −Lz,y u0 − Ly,z u0 = −Lz,y u0 = − aij ,
∂zi ∂yj
Homogeneización reiterada 39

luego (4.26),(4.31),(4.32) se convierten en el problema


 
1 ∂ ∂u0 ∂aij ∂u0
L u1 = aij = , (4.41)
∂zi ∂yj ∂zi ∂yj
s {
∂u1 ∂u0
aij ni + aij ni = 0, (4.31)

∂zj ∂yj Γ

Ju1 K = 0, (4.32)

Γ
asociado a la búsqueda de u1 .
La solubilidad de este problema en la clase de las funciones Z-periódicas
está garantizada mediante el Lema 3 . Aplicando en el método de separación
de variables en (4.41) tenemos que
∂u0
u1 (x, y, z) = −χky (z) (x, y) + ũ1 (x, y), (4.42)
∂yk
∂u0 ∂aij ∂u0
(L1 χky ) = . (4.43)
∂yk ∂zi ∂yj
Donde χky es una función Z-periódica que garantiza que u1 satisfaga (4.31) y
(4.32).
Seleccionaremos χjy como las soluciones Z-periódica el siguiente problema
local, el cual tiene soluciones únicas para cada y ∈ Y debido al Lema 3 .
Denotaremos por ΓZ las superficies de contacto obtenidas al fijar y.
Primer Problema Local 3. Para cada y ∈ Y, A(y, z) = (aij ) ∈ C ∞ (R2 , Sn )
Z-periódica respecto a z, sea
∂χjy
 
1 j 1 j ∂
Λy (χy − zj ) = L (χy − zj ) = − aij − aik .
∂zi ∂zk
Encontrar la familia paramétrica de soluciones {χjy }y∈Y , χjy : Rn → R que
satisfacen
Λ1y (χjy − zj ) = 0, en Y , (4.44)
j
∂(χy − zj )
s {
aik ni = 0, (4.45)

∂zk ΓZ
q j y
χy = 0, (4.46)
Γ

j Z
χy Z = 0, (4.47)
donde ΓZ denota el contacto interfacial en Z ⊂ Ω para cada y ∈ Y .
Homogeneización reiterada 40

La deducción de las condiciones en la interfaz (4.45)-(4.46) también pue-


den ser encontradas en [2,43]. La condición (4.47) fue añadida solamente para
garantizar unicidad, si omitimos dicha condición χjy es única salvo una cons-
tante aditiva. Esto no afectará nuestros resultados, por ejemplo para (4.42),
reemplazando χjy por χjy + C(x) se obtiene
 
k ∂u0 ∂u0
u1 (x, y, z) = −χy (z) (x, y) + C(x) (x, y) + ũ1 (x, y)
∂yk ∂yk
que no cambia el sentido de dicha ecuación, tan solo la parte que no depende
de z.
Tomemos ahora en cuenta la ecuación

L1 u2 = −L2 u1 − L3 u0 . (4.27)

De acuerdo a (4.42), y como u0 no depende de z, podemos reescribirla como

∂aij ∂χky ∂u0


L1 u2 = Lz,y u1 + + Lz,x u0 + Ly,y u0 . (4.48)
∂yi ∂zj ∂yk
Junto a las ecuaciones
s {
∂u2 ∂u1 ∂u0
aij ni + aij ni + aij ni = 0, (4.34)

∂zj ∂yj ∂xj Γ

Ju2 K = 0, (4.35)

Γ
la solubilidad de este problema depende, según el Lema 3 , de que
* +
∂aij ∂χky ∂u0
Ly,y u0 + = 0.
∂yi ∂zj ∂yk
Z
Como u0 no depende de z, podemos reescribir dicha ecuación como

Λu0 = 0. (4.49)

con la notación:
∂χjy
 
a1ij (y) = aij − aik , (4.9)
∂zk Z
y el operador  
∂ 1 ∂·
Λ· = − aij (y) . (4.10)
∂yi ∂yj
Homogeneización reiterada 41

Con (4.42),(4.49) seguiremos razonamientos similares a los empleados pa-


ra obtener (4.12)-(4.13) a partir de (4.5) y (4.11). Se obtiene entonces:

u0 = v(x), (4.50)
u1 = ũ1 (x, y). (4.51)

Con estas simplificaciones (4.48) se convierte en


   
∂ ∂u2 ∂aij ∂u1 ∂u0
− aij = + . (4.52)
∂zi ∂zj ∂zi ∂yj ∂xj

El Lema 3 garantiza que el problema formado por (4.52), (4.34) y (4.35) tiene
una solución periódica que, realizando un proceso de separación de variables,
es de la forma
 
k ∂u1 ∂v
u2 = −χy (z) (x, y) + (x) + ũ2 (x, y), (4.53)
∂yk ∂xk

donde χky son las soluciones Z-periódicas del Primer Problema Local 3.
Tomemos
L1 u3 + L2 u2 + L3 u1 + L4 u0 = 0, (4.30)
y la primera ecuación (N = 1) de los sistemas (4.37) y (4.38), respectiva-
mente. Sustituyendo (4.50), (4.51) y (4.53) se obtiene
  
1 2 k ∂u1 ∂v
L u3 = L χy + − Lz,y ũ2 − (Ly,y + Lz,x )u1 − Ly,x v (4.54)
∂yk ∂xk
Que tiene solución Z-periódica si y solo si
    
k ∂u1 ∂v
Ly,z χy + − Ly,y u1 − Ly,x v
∂yk ∂xk
* ! ! Z !+
k k
∂ ∂χy ∂u1 ∂χy ∂v
= aik − aij + aik − aij = 0.
∂yi ∂zj ∂yk ∂zj ∂xk
Z
Aplicando separación de variables se obtiene
∂v
u1 = −χj (y) (x) + ũ1 (x). (4.55)
∂xj

para una χj solución del problema que se enuncia a continuación.


Homogeneización reiterada 42

Segundo Problema Local 4. Para cada A(y, z) = (aij ) ∈ C ∞ (R2 , Sn )


Y × Z-periódica, se define

∂χjy
 
1
aij = aij − aik , (4.56)
∂zk Z

donde {χjy }y∈Y , χjy : Rn → R son las soluciones del primer problema local 3.
Encontrar χj : Rn → R Y -periódica que satisface
j
 
j ∂ 1 1 ∂χ
Λ(χ − zj ) = aij − aik = 0, en Y , (4.57)
∂yi ∂yk
s j
{
1 ∂(χ − yj )
aik ni = 0, (4.58)

∂yk Γy
q j y
χ = 0, (4.59)
Γy

la cual es única salvo una constante aditiva.

La deducción de las condiciones en la interfaz (4.58)-(4.59) pueden ser


encontradas como apéndice en [2].
Observación: Para poder aplicar el Lema 3 se necesita que a1ij conserve
la simetrı́a, el carácter positivo y la periodicidad; esta propiedad se encuentra
demostrada en este trabajo en la Sección 6.1.
Análogamente a los resultados de la Sección 4.2, las soluciones de los
Problemas Locales permiten calcular los coeficientes efectivos para las
distintas escalas:
∂χjy
 
1
aij = aij − aik , (4.9)
∂zk Z
j
 
1 1 ∂χ
âij = aij − ail , (4.22)
∂yl Y

y resolver el Problema Homogeneizado 4.


Capı́tulo 5

Aplicaciones

En el presente capı́tulo mostraremos primeramente la conexión que existe


entre los conceptos de homogeneización reiterada y homogeneización simple,
ası́ como su utilidad desde el punto de vista numérico. Luego se aplicará la
homogeneización reiterada al estudio de un medio laminado bifásico general
y se presentan algunos resultados relacionados con la isotropı́a de las fases
componentes.

5.1. Casos particulares


A continuación mostraremos que podemos incluir los modelos a una esca-
la como casos particulares del estudiado en este artı́culo. La utilidad de esta
comparación se hará más evidente durante el desarrollo de nuestra justifica-
ción matemática, donde se ha seguido la metodologı́a desarrollada en [3].
Primer Caso: Consideremos primeramente el mismo problema, pero
cuando la matriz no depende de z (esto es aεij = aij (x /ε )). En tal caso
buscamos una solución de la forma:

uε (x) = u0 (x, y) + εu1 (x, y) + ε2 u2 (x, y) + ...

En efecto, de acuerdo con los resultados obtenidos en las secciones anteriores

χjy ≡ 0, (5.1)
a1ij (y) = aij (y), (5.2)

43
Aplicaciones 44

χj es solución Y -periódica del segundo problema local:


∂χj
  


 aij − aik = 0,
∂yi ∂yk




s {
∀j ∂(χj − yj )
alk nl ε = 0, (y ∈ Y )



 ∂y k I

 q y
χj ε = 0,


 I
∂χj

âij = aij − ail ,
∂yl Y
v es la solución del problema homogeneizado:
∂ 2v


 −â ij = f,
∂xi ∂xj




v

= 0, (x ∈ Ω) (5.3)
∂Ω




JvK ε = 0,


I
u0 (x) = v(x), (5.4)
∂v
u1 (x, y) = −χj (y) (x). (5.5)
∂xj

Segundo Caso: Consideremos el problema cuando la matriz no depende


de y (esto es aεij = aij (x /ε2 )). Es evidente que este caso podrı́a analizarse
como un caso a una escala pero donde el parámetro pequeño es ε2 . De esta
forma nos hallamos ante dos posibles representaciones, como un problema a
una escala o un problema a dos escalas, las soluciones toman las formas:

uε (x) = u0 (x, y) + εu1 (x, y) + ε2 u2 (x, y) + ...,


uµ (x) = u0 (x, y) + µu1 (x, y) + µ2 u2 (x, y) + ..., (µ = ε2 ).

A primera vista este resultado parecerı́a contradictorio, a continuación mos-


traremos que dicha contradicción no existe. Consideremos la segunda repre-
Aplicaciones 45

sentación, aplicando lo visto anteriormente:

χjy solución Z-periódica del primer problema local:


∂χjy
  


 aij − aik = 0,
∂zi ∂zl




∂(χjy − zj )
s {
∀j alk nl ε = 0,




 ∂z k I
 q y
χjy ε = 0,


I
j
∂χ

y
a1ij (y) = aij − aik , es constante (5.6)
∂zk Y
y χj es también una constante, además:
âij = qij1 , (5.7)
v es la solución del problema homogeneizado (5.3),
u0 (x) = v(x), (5.8)
∂v
u1 (x, y) = −χj (y) (x). (5.9)
∂xj

Basta con exigir que hχj iY = 0 para que se tenga la unicidad y, además,
u1 ≡ 0. Este resultado coincide con [3] y con el análisis anterior para el
problema a una escala; de forma tal que las dos representaciones coinciden
en los primeros coeficientes.
A continuación aplicaremos el M. H. A. a un medio formado por dos
láminas, y una de ellas está formada por láminas en la misma dirección del
laminado. Este es uno de los casos más sencillos y ha sido estudiado en la
literatura [44].

5.1.1. Validación numérica


En este apartado ilustraremos cómo se manifiestan las relaciones de pro-
ximidad mencionadas anteriormente entre el comportamiento efectivo del
medio heterogéneo y el comportamiento asintótico de las soluciones de la
familia de problemas que hemos utilizado para describir el comportamiento
a nivel local en el caso de la conducción del calor en láminas gruesas (2 esca-
las). Primero consideraremos la homogeneización y luego compararemos los
resultados que mediante el Método de los Elementos Finitos pues este es uno
Aplicaciones 46

Figura 5.1: Dominio Ω y conductividad k ε del medio. Los colores claros (os-
curos) denotan baja (alta) conductividad.

de los métodos más utilizados para la aproximación de soluciones de ecuacio-


nes diferenciales parciales [75]. Para ello se formula el problema fuerte de la
conducción del calor y se deduce su forma débil. Luego de la comprobación
del proceso de homogeneización se realiza un análisis simple del error.
Plantearemos el problema en un medio conductivo caracterizado por su
coeficiente de conductividad k en cada punto. El medio está definido a par-
tir de dos fronteras, sobre una de ellas se considera una temperatura fija,
mientras que sobre la otra se le aplica un flujo de calor g. Denotando por
f el calor inducido en todo el medio por radiación, el problema estacionario
está definido como sigue:
Encontrar u ∈ C 2 (Ω), Ω ∈ R2 , tal que

−∇ · (k∇u) = f, en Ω,
k∇u · n = g, en Γ1 , (5.10)
u = 0, en Γ2 .

Para dos curvas suaves Γ1 y Γ2 tales que ∂Ω = Γ1 ∪ Γ2 . Asumiremos que k


es una matriz simétrica y definida positiva.
Como caso de estudio proponemos un medio gradualmente laminado (caso
bidimensional) limitado por una circunferencia y una elipse (5.1). Esta es una
sección transversal de un medio descrito en [65]:
 
ε 1 x
k = Id2 1 + sin(2π ) ,
2 ε
Aplicaciones 47

Figura 5.2: La solución uε para diferentes valores de ε.

con f = 0 y g = x2 + y 2 .
Si denotamos por
x y  1 x
K , = 1 + sin(2π ),
ε ε 2 ε
entonces el coeficiente k̂ correspondiente, de acuerdo a (4.22), es:
 −1 
hK −1 i 0
k̂ := ,
0 hKi
donde h · i es la integral sobre la celda periódica.
Observación: Tanto k ε como k̂ son matrices simétricas y definidas po-
sitivas.
La Figura (5.2) muestra las soluciones uε del problema no homogeneizado
para algunos de los valores de ε seleccionados obtenidas en [65] mediante el
Método de los Elementos Finitos. El método parte de encontrar (5.10) la
formulación equivalente:
Encontrar u ∈ HΓ12 (Ω), tal que
Z Z Z
∇v · k∇u = f v+ gv ∀v ∈ HΓ12 (Ω). (5.11)
Ω Ω Γ1
Aplicaciones 48

Εε
0.12
0.10
0.08
0.06
0.04
0.02
0.00 ε
0.2 0.5 1 2

Figura 5.3: Error absoluto de uε en función de ε.

Este problema satisface las hipótesis del teorema de Lax-Milgram [75] por lo
que este es un problema bien planteado. Notemos además que, por la unici-
dad, la solución de dicho problema es una solución el problema de contorno
original.
Para comprobar la convergencia de las soluciones, se procedió a calcular
el error incurrido en cada una de las uε . Este error es definido como:
Z
Eε = |u0 − uε |.

Se espera que lı́m Eε = 0. La Figura 5.3 muestra el valor de Eε para algunos


ε→0
de los valores de ε seleccionados.
En la figura (5.3) se observa cierta tendencia decreciente de Eε , pero al
hacer ε aun más pequeño, este error no decrece mucho más de lo que se mues-
tra en la figura, mateniéndose acotado por el valor 0,03 aproximadamente,
con algunas oscilaciones esporádicas para valores muy pequeños de ε. Es de-
cir, no se puede verificar numéricamente que Eε pueda ser arbitrariamente
pequeño, ni siquiera dentro del rango admisible de la aritmética flotante.
Debido a que el perı́odo de k ε es ε, la frecuencia de esta función en
Ω tiende a infinito cuando ε tiende a cero. Esto provoca la aparición del
efecto de aliasing [76] ya que la discretización de Ω no depende de ε, y se
puede comprobar que a partir de cierto valor, las proyecciones de k ε sobre
los elementos [65,75] pierden completamente la estructura y se convierten en
ruido (Fig. 5.4).
El aliasing es el efecto que causa que diferentes señales se tornen indis-
tinguibles (se convierten en alias unas de las otras), de modo que una señal
Aplicaciones 49

Figura 5.4: La función k ε para diferentes valores de ε. Los colores claros


(oscuros) denotan baja (alta) conductividad.

original no puede ser reconstruida de forma unı́voca a partir de la resultante


después de haber sido muestreada.
La utilización de la Homogeneización como contraparte del Método de
los Elementos Finitos permite en este caso obtener soluciones mucho más
precisas para ε pequeño, con la ventaja de que el costo computacional es
mucho menor. En la Figura 5.5 se muestra la solución para el caso lı́mite u0 .

5.2. Aplicación a medios laminados


Para un medio laminado, si consideramos una cantidad finita de láminas
perpendiculares a un eje, se tiene un problema de homogeneización unidimen-
sional. Si las láminas son gruesas, la familia de problemas estudiada posee
incluso soluciones analı́ticas. Sin embargo, en la actualidad el desarrollo de las
nanotecnologı́as facilita el desarrollo de nuevos materiales [77], este es el caso
de las láminas ultra-delgadas (en inglés nanofabricated thin films) [78–81]
donde es indispensable el estudio de las diferentes escalas.
Otro punto de vista es el abordado por la Geomecánica donde la micro-
estructura tiene otro significado. El interés por la laminación radica en que
el comportamiento de los suelos y rocas depende de la distancia a la que se
encuentre respecto de la superficie terrestre. En este contexto se han desa-
rrollado modelos estructurales como dominios parcialmente acotados, y como
materiales funcionalmente graduados [11–13].
En nuestro caso se han considerado láminas heterogéneas, anisotrópicas y
distribuidas de manera periódica todas perpendiculares al eje x2 . Considere-
Aplicaciones 50

IsoValue
0
0.02
0.04
0.06
0.08
0.1
0.12
0.14
0.16
0.18
0.2
0.22
0.24
0.26
0.28
0.3
0.32
0.34
0.36
0.38
100

Figura 5.5: Solución lı́mite u0 .

mos x ≡ x2 , y ≡ y2 y z ≡ z2 , encontraremos a continuación una formulación


explı́cita para los coeficientes efectivos de dicho medio considerando contacto
imperfecto entre las láminas.
Observación: En estos casos la función del material depende solo de una
variable, y las derivadas involucradas en las ecuaciones son ordinarias. Las
suposiciones hechas no exigen de las láminas ningún tipo de homogeneidad ni
relaciones entre ellas. De la misma forma en que se ha considerado un medio
laminado puede tomarse por ejemplo un medio funcionalmente graduado sin
perdida de generalidad con iguales resultados [1,82]. En particular el ejemplo
y las fórmulas que se obtienen a continuación se encuentran en [2].
Pasemos directamente a los problemas locales.
La s.a.f. propuesta, de acuerdo a (4.50) y (4.55), tiene la forma siguiente

dχ2
 
ε 2 dv 2 2 dv dv
u (x) = v(x) − εχ (y) (x) − ε χy (z) − (y) (x) + + ... (5.12)
dx dy dx dx
Aplicaciones 51

Y de la condición de frontera tenemos

v(0) = v(1) = 0, χ2 (0) = χ2 (1) = 0, χ2y (0) = χ2y (1) = 0, ... (5.13)

Con estas nuevas simplificaciones los problemas locales se transforman de


la siguiente manera:
Primer Problema Local 5. Para cada y ∈ Y , sea A(y, z) = (aij ) ∈
C ∞ (R2 , Sn ) Z-periódica respecto a z.
Encontrar la familia paramétrica de soluciones {χjy }y∈Y , χjy : R → R que
satisfacen
dχjy
 
d
a2j − a22 = 0, en Z \ Γy (5.14)
dz dz
dχjy
s {
a2j − a22 i = 0, sobre Γy (5.15)
dz
q jy
χy = 0, sobre Γy (5.16)
χjy (0) = χjy (1) = 0, (5.17)

j
χy Z = 0. (5.18)

Segundo Problema Local 6. Para cada A(y, z) = (aij ) ∈ C ∞ (R2 , Sn )


Y × Z-periódica, se define
dχjy
 
1
aij = aij − ai2 , (5.19)
dz Z

donde {χjy }y∈Y , χjy : Rn → R son las soluciones del primer problema local 5.
Encontrar χj : R → R Y -periódica que satisface
j
 
d 1 1 dχ
a2j − a22 = 0, en Y \ Γ1 (5.20)
dy dy
s j
{
1 1 dχ
a2j − a22 = 0, sobre Γ1 (5.21)
dy
q jy
χ = 0, sobre Γ1 (5.22)
χj (0) = χj (1) = 0. (5.23)

Única salvo una constante aditiva.


Aplicaciones 52

Con la solución de estos problemas locales se obtiene el coeficiente efectivo


* ! +
dχjy dχly dχj

âij = aij − aik − ail − aik
dzk dzk dyl
Y ×Z (5.24)
j
 

= a1ij − a1il .
dyl Y
Por otra parte las ecuaciones (5.14), (5.15) y (5.33) indican que el flujo
en la dirección de z2 se mantiene constante en todo el medio:
j (1) j (2)
(1) dχy (1) (2) dχy (2)
a22 − a2j = a22 − a2j = C. (5.25)
dz dz
Luego, promediando en la celda se obtiene

C = a12j ,

en lo adelante utilizaremos este resultado.


Multiplicando (5.25) por ai2 a−1
22 y promediando en la celda periódica se
obtiene la siguiente expresión
dχjy
 
−1
= ai2 a−1


1
ai2 a22 a2j Z − ai2 22 Z a2j , (5.26)
dz Z
que, sustituyendo en (5.19), permite encontrar un coeficiente efectivo de la
forma
a1ij = haij iZ − ai2 a−1 −1


1
22 a2j Z + ai2 a22 Z a2j , (5.27)
para i 6= 2.
Por otra parte multiplicando (5.25) solo por a−1
22 y promediando en la
celda periódica se tendrı́a

−1 q y
a22 a2j Z − χjy = a−1

1
22 Z a2j , (5.28)
Γy
que, en (5.28), muestra la dependencia del coeficiente efectivo respecto al
q j y
contraste de la solución del primer problema local ( χy ), esto es:
Γy

−1 −1
−1
a1ij = haij iZ − ai2 a−1 −1

22 a2j Z + ai2 a22 Z a22 Z a22 a2j Z


−1 −1
(5.29)
− ai2 a−1
q y
χjy .



22 Z a22 Z

Γy
Aplicaciones 53

Figura 5.6: Comportamiento de A en Y × Z (derecha) y medio resultante


aproximado para algún valor de ε (izquierda). El color claro (oscuro) repre-
senta el coeficiente A(1) (A(2) ), en este caso ε = α/6.

Para el caso de contacto perfecto este resultado coincide con [44]:



−1 −1
−1
a1ij = haij iZ − ai2 a−1 −1

22 a2j Z + ai2 a22 Z a22 Z a22 a2j Z , (5.30)


Como fue mencionado con anterioridad, conociendo el comportamiento
de los distintos componentes en la celda periódica, para distintos valores de
ε, es posible reconstruir la estructura de todo el material. Tomaremos como
caso de estudio la matriz de coeficientes cuyos valores en Y × Z se muestra
en la Figura 5.6.
Para dicho estudio dividiremos el dominio de a(y, z) en tres regiones Y1 ×
Z1 , Y1 × Z2 y Y2 , donde
Y1 = [0, σ −1 ], Y2 = [0, 1]\Y1 , Z1 = [0, α], y Z2 = [0, 1]\Z1 .
La superficies de contacto de la segunda escala es una curva γ = γ1 ∪ γ2
definida de acuerdo a
t
γ1 (t) = ( , α),
σ t ∈ [0, 1], (5.31)
1
γ2 (t) = ( , α − αt),
σ
como se ilustra en la figura siguiente.
Es decir, el coeficiente Aε está determinado por Aε = A(y, z) con
(
A(2) , 0 < y < σ; 0 < z < α
A(y, z) =
A(1) , en otro caso.
Aplicaciones 54

Notemos que en este caso la familia paramétrica de soluciones del primer


problema local (indizada por y ∈ Y ) posee solo dos elementos:

{χjy }y∈Y = {χjy1 , χjy2 } para y1 ∈ Y1 , y2 ∈ Y2 . (5.32)

La superficie de contacto Γy = {z = α} solo existe en Y1 y la ecuación


del vector normal unitario es

n = (nz1 , nz2 , nz3 ) = (0, 1, 0), (5.33)

esto es equivalente a que en (5.15)-(5.16) ni = δi2 (donde δij es la delta de


Kroneker).
Las soluciones generales son de la forma
( j(1) j(1)
j
C1(1) z + C2(1) , 0 ≤ z < α;
χ y1 = j(2) j(2)
(5.34)
C1(1) z + C2(1) , α < z ≤ 1;
j(1) j(1)
χjy2 = C1(2) z + C2(2) . (5.35)

Donde las constantes están determinadas a partir de las ecuaciones (5.15)-(5.16)


y de las condiciones de contorno.
De la 1-periodicidad (5.17), tomando y1 ∈ Y1 , se tiene la relación
j(2) j(2) j(1)
C1(1) + C2(1) = C2(1) . (5.36)

Multiplicando (5.15) por α y restando el resultado a la ecuación (5.18) se


obtioene, en virtud de (5.36):
j(1)
C2(1) = 0, (5.37)

y por consiguiente
j(2) j(2)
C2(1) = −C1(1) . (5.38)
Sustituyendo (5.34) y (5.38) en (5.15)-(5.16) para la fase Y1 se obtienen
el sistema
j(2)
!  q y 
 1 (2) 1 (1) 1
a2j

a22 −a22 C1(1)
j(1) = Γ(z)  , (5.39)
1−α α C1(1) 0
Aplicaciones 55

Figura 5.7: Comportamiento de a1 en Y × Z (a1 no depende de z).

cuyas soluciones son:


q y
j(1) (α − 1) a12j
C1(1) =   , (5.40)
1 (2) 1 (1) 1 (1)
α a22 − a22 + a22
q y
j(2) α a12j
C1(1) =   . (5.41)
1 (2) 1 (1) 1 (1)
α a22 − a22 + a22

Para la fase Y2 , de (5.17)-(5.18), se tiene la solución trivial


χjy2 = 0.
En el caso del coeficiente efectivo de la primera escala
dχjy dχjy
   
1
aij (y) = aij − ai2 = haij iZ − ai2 , (5.19)
dz Z dz Z
este puede representarse separando la celda en dos regiones de continuidad
Y1 y Y2 como se muestra en la figura siguiente.
Según los resultados obtenidos para {χjy1 , χjy2 }, (5.19) equivale a
 
(1) j(1) (2) j(2)
a1ij (y) = haij iZ − 1y∈Y1 αai2 C1(1) + (1 − α)ai2 C1(1) , (5.42)

denotaremos por
1 (1)
(
aij , y ∈ Y1
a1ij (y) = 1 (2)
.
aij , y ∈ Y2
Aplicaciones 56

Las soluciones generales del segundo problema local 6 son de la forma


( j(1) j(1)
j
K1 y + K2 , 0 ≤ y < σ −1 ;
χ = j(2) j(2)
(5.43)
K1 y + K2 , σ −1 < y ≤ 1;
donde las constantes están determinadas de manera similar a las constantes
n o
j(k)
Ci (1)
i,j,k=1,2

del primer problema local, y de la solución de este problema tenemos entonces


que
âij = a1ij Z − a1i2 (a122 )−1 a12j Z



−1
(5.44)
+ a1i2 (a122 )−1 Z (a122 )−1 Z (a122 )−1 a12j Z .


1 (1) 1 (2)
Observación: Aquı́ los coeficientes aij , aij en (5.42) están dados por

ai2 a−1


−1
1 (1)
−1
22 Z a22 a2j Z
aij = haij iZ − ai2 a22 a2j Z −
−1 ,
a22 Z (5.45)
1 (2)
aij = haij iZ

5.2.1. Componentes isotrópicas


Utilizaremos las ecuaciones (5.30) y (5.44) para el caso de medios lami-
nados con componentes conductivas isotrópicas y homogeneas [2]. Tomemos
primeramente en cuenta una matriz de coeficientes de conductividad diago-
nal, es decir:  
a1 0 0
A = (aij ) = (δij ai ) =  0 a2 0  . (5.46)
0 0 a3
En este caso
D E D E
  ai aj
ai aj a2 a2
a1ij = hai iZ δij − δi2 δ2j + DZ E Z δi2 δ2j ,
a2 Z 1
a2
Z
1
es decir A = (δij a1i ) con
1
a11 = ha1 iZ , a12 = ha2 iZ , a12 = .
h1/a2 iZ
Aplicaciones 57

Figura 5.8: Coeficientes efectivos â11 (lı́nea punteada), y â22 (lı́nea sólida).
Basados en las ecuaciones (5.49)-(5.50)

De forma similar sucede con âij .


La isotropı́a es la caracterı́stica de los cuerpos cuyas propiedades fı́sicas
no dependen de la dirección, es decir, son invariantes bajo la acción del grupo
de rotaciones del espacio tridimensional. En (5.46) esto se manifiesta cuando
a1 = a2 = a3 .
Este es el ejemplo clásico de un compuesto con componentes isotrópicas
y un comportamiento efectivo transversalmente isotrópico, donde existe un
eje de simetrı́a y las direcciones perpendiculares a dicho eje son equivalentes.
De hecho:

−1
a1ij = haiZ δij − haiZ δi2 δ2j + a−1 Z δi2 δ2j , (5.47)

−1 −1
âij = haiY × Z δij − haiY × Z δi2 δ2j + a Y × Z δi2 δ2j . (5.48)

Para este problema especı́fico estamos interesados en el coeficiente efec-


â11 â33 â22
tivo normalizado de la diagonal (1) = (1) y (1) , ya que el resto de los
a a a
coeficientes es cero. La Figura 5.8 ilustra su comportamiento. Denotando la
a(2)
razón entre los coeficientes de las componentes por h = (1) y por A = ασ
a
el área ocupada (en Y × Z) por a(2) (llamada también fracción volumétrica),
Aplicaciones 58

de (5.48) se obtiene:

â11 (h, A) â33 (h, A)


(1)
= = Ah − A + 1, (5.49)
a a(1)
â22 (h, A) h
(1)
= . (5.50)
a A − Ah + h
Los parámetros geométricos más importantes se encuentran mezclados
aquı́.Estas soluciones comportamiento monótono (creciente y decreciente,
respectivamente) para todos los coeficientes efectivos (Fig. 5.8).
En este ejemplo se revela la verdadera dificultad de considerar perfecto
el contacto entre las fases: la propiedad efectiva dependerá de la fracción
volumétrica (volumen que ocupan normalizado) de las componentes y es
independiente de la distribución de las componentes (geometrı́a del medio).
Capı́tulo 6

Justificación del M.H.A.

Desde el punto de vista asintótico distintas expansiones equivalentes re-


presentan a una misma función, y se considerará solución del problema a
cualquiera de ellas. En este capı́tulo se utilizará un principio del máximo
para ecuaciones diferenciales ordinarias para demostrar que, para el proble-
ma original planteado en el capı́tulo 3, tanto la s. a. f. como la solución del
problema homogeneizado obtenidas, resultan buenas aproximaciones de la
solución exacta.

6.1. Elipticidad y simetrı́a


Dos propiedades que resultan de gran importancia, y de los que se dio
un uso implı́cito en los problemas locales, son el carácter definido positivo
y la simetrı́a de las matrices que intervienen en dichos problemas. Ya que
permiten utilizar los Lemas 2 y 3 con el operador
 
∂ 1 ∂·
Λ· = − aij (y) . (4.10)
∂yi ∂yj
para garantizar la existencia de solución periódica de los segundos problemas
locales.
Definición 3 (Elipticidad). Diremos que una matriz A = (aij ) es definida
positiva cuando exista una constante positiva K > 0 tal que
∀ξ ∈ Rn : aij ξi ξj ≥ Kkξk22 .
Al carácter definido positivo se le conoce como propiedad de elipticidad.

59
Justificación del M.H.A. 60

A continuación demostraremos, de la definición de A1 = (a1ij ) en


∂χjy
 
1
aij = aij − aik , (4.9)
∂zk Z
que para una función matricial A ∈ C 2 (Ω2 , Mn ) Y -periódica: si A es definida
positiva entonces A1 también lo es, de igual forma, si es simétrica A1 también
lo es (la imagen está contenida en Sn ). De manera análoga para A Z-periódi-
ca, si A1 es simétrica o definida positiva entonces  conserva la propiedad
correspondiente.
Denotemos por

Ukj (y, z) = zj − χjy (z) .

∂zk
Considerando A = (aij ) simétrica entonces se tienen las igualdades:

aik Ukj = aki Ukj = akl Ukj δli = ... (6.1)


Teorema 5 (Simetrı́a local). Sean χjy las soluciones Z-periódicas del primer
problema local 3 y sea
∂χjy
 
1
aij = aij − aik
∂zk Z
  (6.2)
j j ∂zi


= aik Uk Z = akl Ul
∂zk Z
entonces a1ij ≡ a1ji .
Demostración. Para toda función φ Z-periódica,
Λ1y (χjy − zj ) = 0, (4.44)
implica
∂χjy
 
∂ ∂ ∂φ
aik Ukj φ = + aik Ukj

aij − aik
∂zi ∂zi ∂zk ∂zi
∂φ
= aik Ukj .
∂zi
Promediando ambos miembros se obtiene:
∂χjy
        
j ∂φ ∂ j ∂ ∂

aik Uk = aik Uk φ = aik φ − (aij φ)
∂zi Z ∂zi Z ∂zi ∂zk Z ∂zi Z
= 0,
Justificación del M.H.A. 61

por la periodicidad de las funciones aij , χjy y φ (Vease el Corolario 4 en


Sección 3.3).
En particular para φ = χly :
* +
l
∂χ y
aik Ukj = 0,
∂zi
Z
y restando esta ecuación con (6.2) se obtiene
i 
j ∂χy

1 j ∂zi
aij = akl Ul − akl Ul
∂zk ∂zk Z (6.3)
= akl Ulj Uki Z .

De esta expresión se deduce la simetrı́a de a1ij .


Por otra parte, para A definida positiva: sea K una constante que permite
establecer el carácter definido positivo de A, esto es

∀ξ ∈ Rn : aij ξi ξj ≥ Kkξk22 .

En particular para el vector

ui = (U1i ξi , U2i ξi , ..., Uni ξi ),

utilizando (6.3) se tiene


n
X
a1ij ξi ξj akl Ulj ξj Uki ξi


i 2
= Z ≥ K (Uk ξi ) Z . (6.4)
k=1

Solo resta ver que esta suma es mayor que una constante positiva mul-
tiplicada por kξk22 . Utilizaremos para ello las propiedades del operador de
promediación:
Teorema 6 (Elipticidad local). Sean χjy las soluciones Z-periódicas del pri-
mer problema local 2 y sea
∂χjy
 
1
aij = aij − aik , (4.9)
∂zk Z

entonces a1ij es definida positiva.


Justificación del M.H.A. 62

Demostración. Utilizando la desigualdad de Cauchy-Schwarz se tiene que



i i 2 2
(Uk ξ ) Z ≥ Uki ξi Z

donde además, por la periodicidad de χjy

∂χjy
   
∂zj ∂zj
Ukj ξj


j
Z = Uk Z ξj = − ξj = ξj = hδjk iZ ξj
∂zk ∂zk Z ∂zk Z (6.5)
= δjk ξj = ξk

Luego de (6.4) se prueba el carácter definido positivo:


n
X n
X
a1ij ξi ξj

i 2
≥K (Uk ξi ) Z ≥ K ξk2 = Kkξk22
k=1 k=1

utilizando la misma constante K que la asociada a la elipticidad de A.


De manera análoga se prueba la simetrı́a y elipticidad global para el coe-
ficiente
j
 
1 1 ∂χ
âij = aij − ail . (4.22)
∂yl Y
utilizando los Teoremas 5 y 6.
Una generalización de estos resultados puede ser encontrada en [23] ba-
sados en resultados vinculados con H-convergencia (ver Apéndice A).

6.2. Demostración de los lemas


En esta sección se pretende mostrar algunos detalles la existencia y uni-
cidad de solución para el problema en una celda expuestas en el suplemento
de [3, Teo. 1, p. 346], ası́ como su utilización para demostrar los lemas 2 y 3
utilizados ampliamente a lo largo deQnuestra exposición.
Sean los intervalos Yi ⊂ R y Q = m m
i=1 Yi ⊂ R . Sean f0 , fk y aij funciones
Q-periódicas, acotadas y medibles, con aij = aji . Consideremos la ecuación:
 
∂ ∂u ∂fk
aij = f0 + . (6.6)
∂ξi ∂ξj ∂ξk
Por solución Q-periódica entenderemos aquella función Q-periódica que sa-
tisface dicha ecuación en los puntos donde f0 , fk y aij son funciones suaves.
Justificación del M.H.A. 63

Nuestro objetivo es encontrar una solución en Q y garantizar que puede


extenderse periódicamente a Rm .
Multiplicando por ϕ e integrando sobre Q:
Z   Z Z
∂ ∂u ∂fk
aij (ξ) (ξ) ϕ(ξ) dξ = f0 (ξ)ϕ(ξ) dξ + (ξ)ϕ(ξ) dξ
Q ∂ξi ∂ξj Q Q ∂ξk

e integrando por partes se obtiene, por la periodicidad, la siguiente formula-


ción variacional
Z   Z Z
∂u ∂ϕ ∂ϕ
− aij (ξ) (ξ) (ξ) dξ = f0 (ξ)ϕ(ξ) dξ− fk (ξ) (ξ) dξ, (6.7)
Q ∂ξj ∂ξi Q Q ∂ξk

relajando de esta forma la condición de diferenciabilidad impuesta a las fun-


ciones fk y aij .
Consideremos el espacio se Sóbolev (véase Ap. B):

∂u
W21 (Q) = u ∈ L2 (Q) : ∈ L2 (Q), k = 1, ... , n .

∂ξk

Llamaremos solución Q-periódica generalizada a aquella función u ∈ W21 (Q)


que satisface (6.7) para cualquier función de prueba ϕ ∈ W21 (Q). Es evidente
que cualquier solución Q-periódica de (6.6) es una solución generalizada.
En particular, para ϕ = c 6= 0 constante, (6.7) implica que
Z
1
hf0 iQ = f0 = 0.
|Q|

Esta es una condición necesaria para la existencia de una solución generali-


zada, sin embargo, cuando A = (aij ) es definida positiva esta condición es
además suficiente. A continuación demostremos la validez de esta afirmación.

Lema 7. Sea A = (aij ) : Rm −→ Sm una función Q-periódica, acotada,


medible y definida positiva:

∃K > 0, ∀ξ ∈ Rn : aij ξi ξj ≥ Kkξk22 .

La ecuación (6.6) posee una solución generalizada si y solo si

hf0 iQ = 0, (6.8)
Justificación del M.H.A. 64

y dicha solución es única salvo una constante aditiva:

u(ξ) = u0 (ξ) + C;

donde u0 es una solución generalizada que satisface además la condición

hu0 iQ = 0.

Demostración.
Necesidad: Sea

ϕ(ξ) = ϕi , i = 1, 2, ... , n,

en (6.7) donde ϕi = (δ1i , δ2i , ..., δni ), entonces la i-ésima componente del
vector hf0 iQ es cero; variando i se llega a (6.8).
Suficiencia: Denotemos por H(Q) al subespacio de L2 (Q) con media
cero
H(Q) = u ∈ L2 (Q) : huiQ = 0 .


Para cualquier función medible fk existe una única u ∈ H(Q) ∩ W21 (Q) que
satisface la ecuación (6.7) para cualquier ϕ ∈ H(Q) ∩ W21 (Q).
En efecto, la desigualdad de Poincaré para v ∈ W21 (Q):
n
* 2 +

2
2 nX ∂v
v Q≤ v Q+
2 k=1 ∂ξk
Q
implica que
n
* 2 +

2
2 nX ∂u ∂v
u Q≤ u Q+ , ∀u ∈ W21 (Q).
2 k=1 ∂ξk ∂ξk
Q
De aquı́ se obtiene
n 2
n X ∂u
kuk2L2 ≤ . (6.9)
2 k=1 ∂ξk L2
El carácter positivo y la acotación de A junto a (6.9) determina el producto
escalar  
∂u ∂ϕ
[u, ϕ]1 = Aij , ,
∂ξj ∂ξi Q
Justificación del M.H.A. 65
p
sobre el espacio H(Q) ∩ W21 (Q); y la norma kvk = [v, v]1 es equivalente a
la norma de W21 (Q). Si reescribimos (6.7) como
n
X
[u, ϕ] = − h[f0 , ϕ]iQ + h[fk , ]iQ , (6.10)
k=1

el miembro derecho es un funcional lineal para ϕ en H(Q) ∩ W21 (Q); y por el


Teorema de Riesz (Ver Apéndice B) existe un único u ∈ H(Q) ∩ W21 (Q) que
satisface (6.10) para todo ϕ ∈ H(Q) ∩ W21 (Q).
Consideremos ahora el caso hf0 iQ = 0; para ϕ ∈ W21 (Q)

ϕ = ψ + hϕiQ ,

con hψiQ = 0, ψ ∈ H(Q) ∩ W21 (Q).


  i  ∂ψ 
∂ϕ h
h[f0 , ϕ]iQ − fi , = h[f0 , ψ]iQ + hf0 iQ , hϕiQ + fi ,
∂ξj Q ∂ξj Q
 
∂ψ
= h[f0 , ψ]iQ − fi ,
∂ξj Q
   
∂u ∂ψ ∂u ∂ϕ
= Aij , = Aij , .
∂ξj ∂ξi Q ∂ξj ∂ξi Q

luego, u satisface (6.7) para todo ϕ ∈ H(Q) ∩ W21 (Q). Para la unicidad
supongamos que existen u1 , u2 ∈ W21 (Q) que satisfacen (6.7) y u1 − u2 no es
constante. En tal caso

v = u1 − u2 − hu1 − u2 iQ 6≡ 0

satisface (6.10) para f0 = fi = 0, y [v, v]1 = 0 implica que v ≡ 0 (contradic-


ción).
Con esto el Lema queda demostrado.

6.3. Principio del máximo


A continuación se describe la idea general de la justificación de la solución
descrita.
Justificación del M.H.A. 66

Para un problema de la forma

Lε uε = f,

donde Lε es un operador lineal entre espacios normados Lε : Hs −→ Hd , se


busca una s. a. f. u(k) que satisface

Lε u(k) = f + O(εk ). (6.11)

Observación: Los espacios Hs y Hd pudieran depender de ε.


Supongamos que para cualquier función f ∈ Hd existe la solución de dicho
problema y conocemos a priori que satisface el estimado

kuε kHs ≤ Ckf kHd , (6.12)

para alguna constante C independiente de f y de ε. En este capı́tulo esta


estimación se consigue mediante el principio del máximo, los detalles se verán
más adelante. Entonces, de (6.12):

Lε (u(k) − uε ) = O(εk ),
ku(k) − uε kHs ≤ CkO(εk )kHd ,

es decir,
ku(k) − uε kHs = O(εk ). (6.13)
Para el caso en que Lε no es lineal [6], es necesario probar que ∀f1 , f2 ∈ Hd
los problemas
Lε uεi = fi ,
poseen solución única, de manera tal que exista una constante C indepen-
diente de fi y de ε tal que

kuε1 − uε2 kHs ≤ Ckf1 − f2 kHd .

Esta es, a grandes rasgos, la idea que subyace en la justificación del


M. H. A. En ocasiones la constante C de (6.12) puede depender de ε de
forma tal que
∃α > 0 : C ≤ C0 ε−α ,
C0 no dependiente de ε, obteniéndose

ku(k) − uε kHs = O(εk−α ).


Justificación del M.H.A. 67

En ocasiones es más simple probar que para ciertos k, l ∈ Z

ku(k+l) − u(k) kHs = O(εk ), ku(k+l) − uε kHs = O(εk ),

y utilizando la desigualdad triangular se obtiene (6.13).


Mostraremos a continuación el principio del máximo [83], y su aplicación
(ver (6.12)) a problemas de la forma

Au = −∇ · (A∇u) + b · ∇u = f, en Ω
(6.14)
u = g, en ∂Ω (frontera suave).

Teorema 8 (Principio del Máximo). Para el operador diferencial A en (6.14)


con A definido positivo, sea u ∈ C 2 (Ω̄). Si

Au ≤ 0 en Ω (Au ≥ 0), (6.15)

Entonces
máx u = máx u (mı́n u = mı́n u). (6.16)
Ω ∂Ω Ω ∂Ω

Demostración. Sea φ una función tal que

φ≥0 en Ω̄,
Aφ < 0 en Ω.

(Esto es siempre posible, por ejemplo: φ = eλx1 con λ suficientemente grande.)


Si u alcanzara su máximo en el interior de Ω entonces para  suficiente-
mente pequeño también sucederá lo mismo para

v = u + φ.

Sin embargo
Av = Au + Aφ < 0 en Ω,
y por otra parte, si el máximo de v es v(x0 ) entonces ∇u(x0 ) = 0, esto implica
que
−∇ · (A∇u)(x0 ) ≥ 0,
lo cual es una contradicción.
Teorema 9. Para u ∈ C 2 (Ω̄) existe una constante C tal que

kukC(Ω̄ ≤ kukC(∂Ω) + CkAukC(Ω̄) . (6.17)


Justificación del M.H.A. 68

Demostración. Sea φ una función tal que

φ ≥ 0 en Ω̄,
Aφ ≤ −1 en Ω.

Definiremos las funciones v + , v − :

v ± = ±u(x) + kAukC(Ω̄) ,
Av ± = ±Au + kAukC(Ω̄) Aφ ≤ 0 en Ω.

De modo que ambas funciones v + , v − alcanzan su máximo y su mı́nimo en


∂Ω. De aquı́ que

v ± (x) ≤ máx(v ± ) ≤ máx(±u) + kAukC(Ω̄) kφkC(∂Ω)


∂Ω ∂Ω)

≤ kukC(∂Ω) + CkAukC(Ω̄) ,

para C = kφkC(∂Ω) , y como ±u(x) ≤ v ± (x) esto prueba el teorema.


Para el tipo de problemas planteado existe siempre al menos una solución
[83] y, si u1 , u2 son soluciones dados f1 , g1 y f2 , g2 respectivamente:

ku1 − u2 kC(Ω̄) ≤ kg1 − g2 kC(∂Ω + Ckf1 − f2 kC(Ω̄

6.3.1. Justificación de la expansión asintótica


Consideremos a continuación la solución exacta uε y las e. a.:

u(1) = u0 + εu1
 
j ∂v
= v(x) + ε χ (y) (x) − ũ1 (x) , (6.18)
∂xj
u(2) = u0 + εu1 + ε2 u2
 
j ∂v
= v(x) − ε χ (y) (x) − ũ1 (x) (6.19)
∂xj
  j  
2 k ∂χ ∂v ∂v
− ε χy (z) (y) (x) + − ũ2 (x, y) .
∂yk ∂xj ∂xk

Observación: Para χky ∈ C(Y ), χj ∈ C 1 (Z) y v ∈ C 2 (Ω) se puede demostrar


que: u(2) = v + O(ε) en la norma de C(Ω).
Justificación del M.H.A. 69

De (2.25) y (4.23) se tiene:

Lε u(2) − f = ε(L1 u2 + L2 u1 + L3 u0 ) + ε2 (L2 u2 + L3 u1 + L4 u0 )


(6.20)
+ ε3 (L3 u2 + L4 u1 + L5 u0 ) + ε4 (L4 u2 + L5 u1 ) + ε5 L5 u2 ,

puesto que se satisfacen (3.8)-(3.13)[N=1,2]. Por otra parte



u(2) = εu1 + ε2 u2 . (6.21)

∂Ω ∂Ω ∂Ω
El principio del máximo garantiza que

ku(2) − uε kC(Ω̄) = O(ε)


Capı́tulo 7

Conclusiones y
recomendaciones

El MHA tiene un carácter general que permite ser aplicado a todo tipo de
proceso que pueda desarrollarse en medios periódicos ya sean elásticos, ter-
moelásticos, piezoeléctricos y otros. Apoyándonos en este se logró desarrollar
una metodologı́a (homogeneización reiterada) para estudiar las propiedades
macroscópicas de medios conductivos heterogéneos dependientes de varias
escalas microestructurales.
A continuación presentamos cuales sonlos principales aportes de este tra-
bajo:

La aplicación del procedimiento formal de la Homogeneización Reitera-


da permite encontrar una solución del problema de contorno planteado
expresada como serie asintótica cercana a la solución exacta.

Este método permite hallar las propiedades efectivas del medio homoge-
neizado eliminando el carácter rápidamente oscilante de los coeficientes.

Se realiza una simplificación del problema mediante reducciones de es-


cala, luego de las cuales es posible el empleo de otros métodos para la
resolución del problema local correspondiente a dicha escala.

Justificación matemática del procedimiento formal expuesto, abriendo


la posibilidad a la búsqueda de mejores cotas para la velocidad de
convergencia de las soluciones.

70
Conclusiones y recomendaciones 71

Además, se ha mostrado como este procedimiento puede resultar útil


en el estudio de medios laminados.

7.1. Trabajo futuro


Las tres motivaciones básicas del autor para el desarrollo de trabajos fu-
turos son: (1) Las investigaciones relacionadas con el desarrollo y estudio de
nanofluidos, en particular para su utilización como refrigerantes. (2) El estu-
dio del producto residual del intemperismo (PRI ) en los yacimientos de las
cortezas laterı́ticas del oriente cubano, este es fundamental para el desarrollo
de la industria del Nı́quel. (3) La simulación de procesos experimentales de
medición y captura de información sobre materiales de interés industrial.
Estudios recientes sobre soluciones coloidales a escala nanométrica (na-
nofluidos) apuntan a que la aparición de agregados de nanopartı́culas juegan
un papel fundamental en la conductividad térmica y eléctrica [2, 22, 84–86].
La comprensión de los mecanismos de ganancia en la conductividad de los
nanofluidos se hace difı́cil debido a la pobre caracterización experimental
de los mismos, a lo que se añaden los conflictos en reportes experimenta-
les [18, 21, 87]. En este escenario se hacen imprescindibles las estrategias de
modelación teórica para determinar las propiedades conductivas de los na-
nomateriales, como complemento de los estudios experimentales. La formu-
lación aquı́ presentada puede ser útil para el desarrollo de nuevos modelos de
comportamiento [2] o combinándolo con diseños multi-materiales [88].
Por otra parte el estudio del PRI se ha enfocado desde diferentes pers-
pectivas, las cuales buscan la solución de problemas especı́ficos relacionados
con las vı́as de explotación o de procesamiento metalúrgico existentes en la
industria cubana del nı́quel. Es conocido que la heterogeneidad de las lateri-
tas del oriente cubano trasciende las propiedades macroscópicas [25], que su
composición quı́mica es muy diversa y que se relaciona con las propiedades
fı́sicas del material, fundamentalmente con la distribución granulométrica
y las caracterı́sticas magnéticas [89, 90]. La diversidad de las propiedades
mencionadas dificulta la modelación, no obstante se conocen las varieda-
des de materiales de acuerdo al comportamiento sustancial [91] y se cuenta
con modelos de yacimientos que proporcionan su distribución probabilı́stica
espacial [92]. Teniendo en cuenta que el comportamiento quı́mico de estos
materiales está asociado a una composición mineralógica [93, 94].
La Tomografı́a de Resistencia Eléctrica o Tomografı́a de Impedancia Electróni-
Conclusiones y recomendaciones 72

ca es una técnica de amplio uso en los campos de la Imagen Médica y Geofı́si-


ca (la técnica de Sondeo Eléctrico se basa también en el mismo principio). En
esta, se infiere la distribución de la conductividad eléctrica de algún dominio
a partir de mediciones del potencial eléctrico de la superficie expuesta (con-
tenida en la frontera del dominio). Este se considera como problema inverso
al de la conducción eléctrica [95] que, como fue planteado en el Capı́tulo 2, es
equivalente al problema de la conducción del calor. Desde el punto de vista
práctico el problema directo abordado en este trabajo sirve como base para
la simulación de la tarea directa en diferentes medios, tomando en cuenta el
análisis de las múltiples escalas (poco abordado en la literatura) y su relación
con los problemas de resolución. Adicionalmente, el enfoque aquı́ expuesto
permitirı́a la evaluación y calibración de los métodos utilizados en la reso-
lución del problema inverso [96] en situaciones difı́ciles de comprobar en el
medio natural (ej: rocas muy fracturadas o huesos [52]).
Con estas motivaciones el autor pretende, en primer lugar, continuar la
modelación matemática de fenómenos dependientes de varias escalas micro-
estructurales: haciendo especial énfasis en el estudio de la homogeneización y
métodos numéricos vinculados a la micromecánica. Se espera obtener aplica-
ciones directas a la conducción de calor en medios heterogéneos con múltiples
escalas y contacto térmico imperfecto.
Otras posibles aplicaciones relacionadas entran en el campo del electro-
magnetismo [97, 98], termoelasticidad [99] y la propagación de ondas elásti-
cas [100–102].

7.2. Recomendaciones
La principal recomendación en utilizar esta metodologı́a en medios más
generales [26, 44], no necesariamente conductivos (termo-magneto-electro-
elásticos) y su aplicación a materiales porosos y granulares. También se pre-
tende extender los resultados al caso no estacionario de la ecuación del calor
c(y)u0 − ∇ · (a∇u) = f,
y plantear algunas cuestiones vinculadas con la ecuación de ondas
c(y)u00 − ∇ · (a∇u) = f.
Por último se recomienda vincular los resultados obtenidos con estudios
experimentales.
Apéndice A

Teorı́as relacionadas

La cuestión de cálculo de caracterı́sticas efectivas de medios no homogéneos


con estructuras periódicas ya se habı́a planteado en las obras clásicas de Pois-
son [103–105], Maxwell, Rayleigh, Voight, y Reuss [3,51]. Maxwell estudiaba
la conductividad efectiva de los medios con pequeñas concentraciones de in-
clusiones dispuestas al azar, y Rayleigh el mismo problema con inclusiones
distribuidas periódicamente [24, 103]. En un inicio la noción de parámetros
efectivos o coeficientes efectivos dependı́a en gran medida del modelo fı́sico.
Contribuciones notables se hicieron en la década de 1930: Voight cal-
culó los parámetros efectivos de policristales, promediando con respecto a
volumen y la orientación, mientras que Reuss utiliza un promedio del com-
ponente del tensor inverso para el mismo problema. Luego se demostró que
los métodos Reuss y de Voight brindan la cotas inferior y superior, respec-
tivamente, de los parámetros efectivos [10]. Resultados relacionados con la
ası́ llamada desigualdad de Reuss-Voight (bifurcación de Hill), y otras aco-
taciones pueden ser encontradas y descritas en [42, 51].
Posteriormente se desarrollaron esquemas asintóticos exactos para el cálcu-
lo de las caracterı́sticas efectivas de los medios laminados y se han empleado
métodos de la análisis complejo para soluciones exactas de los problemas bi-
dimensionales de la elasticidad de materiales compuestos, placas perforadas,
cubiertas y estructuras reticuladas. Un rápido avance en el estudio matemáti-
co de los fenómenos en medios heterogéneos se hizo posible mediante los
métodos de promediación de ecuaciones diferenciales con coeficientes rápida-
mente oscilantes [3].
El nombre de homogeneización fue introducido en la literatura matemáti-
ca a principios de 1970 por Ivo Babuska [104–106]. Babuska trabajaba en el

73
APÉNDICES 74

contexto de los medios periódicos, con un enfoque similar al de los trabajos


anteriores de Enrique Évariste Sánchez-Palencia [107]. Es útil observar que
las motivaciones de ambos autores por estudiar situaciones periódicas eran
diferentes.
Sánchez-Palencia consideraba el mezclado de materiales que muestran
una geometrı́a periódica, por cuestiones de difusión (de calor o de electrici-
dad) y cuestiones de elasticidad lineal. Después de postular una expansión
asintótica, utilizó métodos variacionales para identificar el primer término de
esa expansión cuando el perı́odo ε → 0, esto describe las ecuaciones efecti-
vas, las cuales tienen la misma forma que la ecuación inicial, pero con una
relación constitutiva correspondiente a un medio anisótropico general, inclu-
so cuando los materiales usados son todos isotrópicos [108]. Con argumentos
de tipo heurı́stico identificó qué ecuaciones usar en una escala macroscópica,
cuando se conocen las ecuaciones diferenciales parciales que rigen la escala
mesoscópica. En este contexto la geometrı́a periódica era una suposición para
simplificar el problema, que permite usar técnicas de expansiones asintóti-
cas. Su ecuación efectiva era correcta, y también lo era para una ecuación de
difusión, según fue probado en el contexto de la G-convergencia [108–110].
Por su parte, Babuska considera aplicaciones de ingenierı́a, donde un
perı́odo de tamaño macroscópico se repite un gran número de veces: como en
el núcleo de un reactor nuclear, donde las celdas tienen una sección transver-
sal hexagonal con un orificio cilı́ndrico en su centro para bajar las barras de
uranio [108]. Por razones de seguridad, se debe comprobar continuamente la
temperatura en el reactor, y es importante ser capaz de llevar a cabo simula-
ciones numéricas precisas (en el caso de un accidente, por ejemplo). Ambos
enfoques conducen a la misma clase de expansión asintótica, pero la razón
de una geometrı́a periódica es diferente: es el diseño elegido por los ingenie-
ros, y aunque el perı́odo ε no es pequeño, el primer término de la expansión
asintótica es de gran interés, ya que conduce a métodos numéricos eficientes.
Varios métodos se desarrollaron posteriormente, y la homogeneización
se ha convertido en toda una rama de la Matemáticas [24]. Estos métodos
pueden colocarse en dos grandes grupos:

la expansión asintótica en múltiples escalas (M.H.A.), establecido por


los ingenieros y mecánicos (véase, por ejemplo, [111, 112]); formaliza-
do sistemáticamente para manejar homogeneización de problemas de
contorno con coeficientes periódicos rápidamente oscilantes por Ben-
soussan, Lions y Papanicolaou [4], Sánchez-Palencia [113], y Bakhvalov
APÉNDICES 75

y Panasenko [3]

la G-convergencia (destinada a problemas que involucran kernel de


Green) la Γ-convergencia (para la homogeneización del problema de op-
timización) y la H-convergencia (una generalización del método G-convergencia
a problemas no simétricos). Más detalles de estos métodos pueden en-
contrarse en las secciones siguientes.

Entre otras técnicas introducidas destaca la convergencia dos-escalas, de


Nguetseng [108, 114] el nombre fue posteriormente introducido por Allai-
re quien propuso una nueva demostración del teorema de compacidad de
Nguetseng y estudia en profundidad las propiedades de dicho método [49].
Este método también se haya descrito en las secciones siguientes, se
añadieron algunos comentarios relacionados con dos de sus generalizaciones:
el método de despliegue periódico para la homogeneización de los materiales
compuestos heterogéneos periódicos; y la Σ-convergencia, más allá de con-
figuraciones periódicas; ambos desarrollados en la primera década del Siglo
XXI [115].
Para conocer más detalles sobre el desarrollo de estas teorı́as se reco-
miendan [51, 108, 116]. A continuación se muestran algunos [24, 117] de los
principales métodos alternativos de la Teorı́a de la Homogeneización.

A.1. Γ-convergencia
La teorı́a variacional de la homogenización tiene sus inicios con la intro-
ducción, a principios de la década de 1970 por Ennio de Giorgi, de la noción
de Γ-convergencia [109, 118].
La Γ-convergencia es una noción abstracta de la convergencia funcional
enfocada en la descripción del comportamiento asintótico de una familia de
problemas extremos, usualmente dependiente de algún parámetro de natu-
raleza geométrica o constitutiva, derivado de alguna discretización, aproxi-
mación, etc. [109, 119] Esta técnica tiene muchas aplicaciones incluyendo,
por ejemplo, el cálculo de variaciones y la homogeneización de ecuaciones
diferenciales en derivadas parciales.
A continuación veremos la definición, sus teoremas fundamentales y co-
mo se utiliza en la homogeneización de ecuaciones diferenciales en derivadas
parciales.
APÉNDICES 76

Definición 4. Sea W un espacio métrico y d su distancia. Sea (Fε )ε∈E una


sucesión de funciones reales en W . La sucesión (Fε )ε∈E se dice que Γ-converge
a la función lı́mite F0 si para cualquier x ∈ W :
1. Toda sucesión (xε )ε∈E convergente a x en W cuando ε → 0 satisface
F0 (x) ≤ lı́m inf Fε (xε ),
ε→0

2. Existe una sucesión (xε )ε∈E convergente a x cuando ε → 0 tal que


F0 (x) ≥ lı́m Fε (xε ).
ε→0

Llamaremos a una sucesión (Fε )ε∈E definida en W equi-medio coerciva en


W si existe un conjunto compacto K (independiente de ε) tal que
ı́nf Fε (x) = ı́nf Fε (x).
x∈W x∈K

Teorema 10. Sea (Fε )ε∈E una sucesión equi-medio coerciva en W que Γ-converge
al lı́mite F0 . Entonces
1. El valor mı́nimo de (Fε ) converge al de F0 :
 
mı́n F0 (x) = lı́m ı́nf Fε (x) ,
x∈W ε→0 x∈W

2. Los mı́nimos de (Fε ) convergen a los de F0 , a saber, si xε → x en W y


 
lı́m Fε (xε ) = lı́m ı́nf Fε (x)
ε→0 ε→0 x∈W

entonces x es un mı́nimo de F (0).


Teorema 11. Si W es separable, para toda sucesión de funciones (Fε )ε∈E
definida en W existe una subsucesión E 0 ∈ E y un Γ-lı́mite F0 tal que (Fε )ε∈E 0
Γ-converge a F0 cuando E 0 3 ε → 0.
En términos generales, para utilizar la Γ-convergencia en homogeneiza-
ción, usualmente se transforma la ecuación en un problema de optimización.
Considermos por ejemplo el problema:
 −∇ · A( x )∇u = f, en Ω ⊂ RN ,
  
ε
ε (A.1)
 u = 0, sobre ∂Ω,
ε
APÉNDICES 77

con A coerciva, acotada y simétrica.


Para ε ∈ E hacemos
Z Z
1 x
Fε (u) = A( )∇u · ∇udx − f udx; u ∈ H01 (Ω). (A.2)
2 Ω ε Ω

Como A es simétrica, (A.1) es equivalente al problema de minimización


(
Encontrar uε ∈ H01 (Ω) tal que
(A.3)
Fε (uε ) ≤ Fε (v) para toda v ∈ H01 (Ω).

Luego la Γ-convergencia de la serie de funcionales (Fε )ε∈E (definida por


(A.2)) en L2 (Ω)-fuerte es equivalente a la homogeneización de la ecuación
diferencial parcial (A.1). El método de Γ-convergencia aplicado a la teorı́a
de la homogeneización no está restringido a la ecuaciones lineales ni a es-
tructuras periódicas. Si bien es cierto que, pese a ser una de las técnicas
de homogeneización más utilizadas, ha sido criticada por aparentar poco in-
terés práctico [108]. A pesar de esto, varios autores han logrado aplicarlo en
múltiples problemas de de la fı́sica del medio continuo [120].

A.2. Convergencia multiescala


Nombrada por Allaire en [121], la convergencia dos-escalas (two-scale
convergence en inglés) fue introducida por Gabriel Nguetseng [114,122]. Este
método combina la construcción de la expansión asintótica con el método de
las funciones de prueba obteniendo en un único paso el resultado de homo-
geneización: Construye el problema homogeneizado y prueba la convergencia
de las soluciones de la familia de problemas a la solución del problema lı́mite
de forma simultánea.
Las dos-escalas hacen referencia a las dos escalas que aparecen natural-
mente en la modelación: la macroscópica, correspondiente a la variable x en el
dominio Ω, y la microscopica asociada con la variable y en la celda periódica
Y . Para más detalles sobre este método véase [24, 121, 123–125], en particu-
lar se recomiendan [23, 49]. A continuación mostraremos su generalización a
múltiples escalas.
Sean ε1 > ε2 > . . . > εN un conjunto de escalas ordenadas dependientes
de un parámetro pequeño ε tales que
εk+1
lı́m ε1 = 0, lı́m = 0(1 ≤ k < N ).
ε→0 ε→0 εk
APÉNDICES 78

Denotemos por Y = Yk = [0, 1]n las N copias del cubo unitario que serán a
su vez celdas periódicas asociadas a cada escala (εk ) y Πn = Y1 × · · · × Yn .
Definamos los espacios:
Cper (Y ) las funciones Y -periódicas de C(Rn ).

Cper (Y ) las funciones Y -periódicas de C ∞ (Ȳ ).
Lpper (Y ) las funciones Y -periódicas de Lp (Y ).
1 ∞
Hper (Y ) la clausura de Cper (Y ) con la norma
kukW = k∇ukL2
(véase Apéndice B); y Wper (Y ) su cociente con R:
1

Wper (Y ) = u̇ : u ' v ⇔ u − v ∈ R, u, v ∈ Hper (Y ) .
L2 (Ω, Cper (Y )) y L2 (Ω, Wper (Y )) (ver Nomenclatura).

L2per (Y, C(Ω̄)) = u : Y −→ C(Ω̄, kukC(Ω̄ ∈ L2per (Y ) .
Definición 5. Una suseción uε ∈ L2 (Ω) se dice que converge (n + 1)-escala
en L2 (Ω) a u0 ∈ L2 (Ω, L2per (Y )) si y solo si
Z   Z
x x
lı́m uε (x)ϕ x, , . . . , dx = u0 (x, y)ϕ(x, y)dxdy
ε→0 ε1 εn
Ω Ω×Πn

∀ϕ ∈ L2 (Ω, Cper (Y ))0 ;


(n+1)s
y se denota por uε −−−−→ u0 en L2 (Ω). Si, además,
lı́m kuε kL2 (Ω) = ku0 kL2 (Ω×Πn )
ε→0

entonces se dice que converge (n + 1)-escala fuertemente.


El siguiente teorema es fundamental para las aplicaciones en homogenei-
zación [49]:
Teorema 12. Para cualquier sucesión uε ∈ W21 (Ω) acotada existe una sub-
suceción convergente (n + 1)-escala en L2 a cierta u0 ∈ W21 (Ω), y existen n
funciones uk (x, y1 , . . . , yk ) ∈ L2 (Ω, Wper (Πk )) tales que
n
(n+1)s X
∇uε −−−−→ ∇u0 + ∇yk uk (x, y1 , . . . , yk ).
k=1
Observación: Los mismos resultados y definiciones pueden ser dados en
términos de los espacios Lp [24].
APÉNDICES 79

A.2.1. Generalizaciones
Cabe señalar que, a diferencia de todos los métodos de homogeneiza-
ción presentados en las subsecciones anteriores, la convergencia de dos escala
exhibe el lı́mite débil de los gradientes, ∇uε , que es exactamente el compor-
tamiento local de uε , el cual es interesante desde el punto de vista fı́sico.
Sin embargo, con el método de convergencia dos-escala, el procedimiento de
homogeneización es directo y no permite obtener resultados sobre las tasas
de convergencia, que miden la magnitud del error cometido al sustituir las
solución de la familia de problemas por la solución del problema homogenei-
zado.
En [126] se desarrolla una idea similar a la convergencia dos-escalas. De-
finen un denominado operador de dilatación para estudiar los problemas de
homogeneización en medios porosos. Más tarde, Cioranescu, Damlamian, y
Griso [115, 127] extienden y formalizan esa idea introduciendo el método de
despliegue periódico de homogeneización basándose en una formulación dual
del método de convergencia dos-escalas. Para una extensa presentación y al-
gunas aplicaciones de este método vease [23,128–132] En términos generales,
el ingrediente principal del método que se desarrolla en la homogeneización
periódica es el operador de despliegue que transforma una función de una
variable en una función de dos variables, posibilitando reducir el concepto
de convergencia dos-escalas a las nociones habituales de convergencia débil
y fuerte en Lp (Ω × Y ).
Actualmente1 Nguetseng [133] propone una extensión directa del méto-
do de convergencia de dos escala (bajo el nombre de Σ-convergencia). Esta
es una extención a una escenario determinista más general (más allá del
entorno pe-riódicos) de la homogeneización, que puede hacer frente a la ho-
mogeneización casi periódica, homogeneización débilmente casi periódica, la
homogeneización en álgebras de Fourier-Stieltjes, etc., en la misma forma
que el método de convergencia multiescala se ocupa de los problemas de ho-
mogeneización periódicas. Nguetseng [134], ha formalizado y desarrollado el
concepto de álgebra con valor medio, que resulta ser el candidato adecuado
para el reemplazo de Cper (Y ) cuando se pasa de homogeneización periódica
a la homogeneización determinista en general.
Vale la pena mencionar que desde finales del siglo pasado se ha abordado
la cuestión de la incorporación de la teorı́a de la homogeneización determi-
nista en la teorı́a de la homogeneización estocástica [116, 135].
1
2016
APÉNDICES 80

A.3. H-convergencia
La homogeneización es aplicable a todo tipo de medios heterogéneos y
no solo al caso periódico visto hasta aquı́. En esta sección introducimos las
nociones de G- y H-convergencia presentadas por Ennio De Giorgi y Sergio
Spagnolo [109, 136, 137] y desarrolladas y posteriormente generalizadas por
Françoise Murat y Luc Tartar [108, 138, 139].
Entre 1974-1976 Tartar comienza a relacionar su trabajo con Murat con
cuestiones relacionadas con encontrar las propiedades macroscópicas de ma-
teriales heterogéneosestas. Estas ideas son redescubiertas más tarde por Leon
Simon quien las aplica a ecuaciones más generales, como las de la elasticidad
linearizada [108].
La G-convergencia un método usado para sucesiones de operadores simétri-
cos (tı́picamente asociados con operadores diferenciales), ésta está muy rela-
cionada con la convergencia de la Función de Green en operadores lineales
(de aquı́ la ’G’). La H-convergencia es una generalización de este concep-
to para operadores no simétricos de especiál importancia en la teorı́a de la
homogeneización (de aquı́ la ’H’).
Sea RN 3 Ω abierto y 0 < α ≤ β. Se define M(α, β, Ω) como el conjunto
de las matrices N × N con constante de coercividad α y acotación β:

n
M(α, β, Ω) = A ∈ L∞ (Ω, MN ) : ∀ξ ∈ RN
o
2 2
α|ξ| ≤ A(x)ξ · ξ ≤ β|ξ| c.d. Ω .

Consideremos (Aε )ε∈E ⊂ M(α, β, Ω). Dada f ∈ L2 (Ω), existe una solu-
ción (Teorema 16) uε ∈ H01 (Ω) para
(
−∇ · (Aε ∇uε ) = f, en Ω,
(A.4)
uε = 0, en ∂Ω.

Definición 6. La sucesión (Aε )ε∈E se dice que H-converge a un lı́mite Â


cuando ε → 0 (ε ∈ E), si, para cualquier f ∈ L2 (Ω) en el miembro derecho
se tiene

uε + u0 debilmente en H01 (Ω),


Aε ∇uε + Â∇u0 debilmente en L2 (Ω)N ,
APÉNDICES 81

cuando ε → 0, donde u0 es la solución del problema homogenizado asociado


a A:   
 −∇ · Â∇u = f, en Ω,
0
(A.5)
 u0 = 0, en ∂Ω.

Entre sus propiedades se encuentran:

1. Si (Aε )ε∈E ⊂ M(α, β, Ω) H-converge, su H-lı́mite es único.

2. El H-lı́mite no depende ni del punto inicial ni de la condición de con-


torno.

3. Si (Aε )ε∈E ⊂ M(α, β, Ω) H-converge a  entonces la densidad de


energı́a asociada también converge, esto es, Aε ∇uε · ∇uε converge a
Â∇u · ∇u en el sentido de las distribuciones.

4. La H-convergencia es una propiedad local : Sean dos secuencias (Aε )ε∈E


y (Bε )ε∈E convergentes a  y B̂ resp. y w ⊂ Ω una secuencia,

Aε = Bε en w V Â = B̂ en w.

Observación: En la G-convergencia solo se exige uε → u0 pues la res-


tricción sobre el flujo Aε ∇uε es una propiedad de la misma, la cual se hace
necesaria para la unicidad cuando se elimina la simetrı́a de las hipótesis.
En realidad la verdadera utilidad de la G- y H-convergencia se basa en
el siguiente resultado sobre compacidad.

Teorema 13. Para cualquier sucesión (Aε )ε∈E ⊂ M(α, β, Ω), existe una
subsucesión E 0 ⊂ E y un lı́mite

β2
 ∈ M(α, , Ω)
α

tal que Aε H-converge a  cuando E 0 3 ε → 0.

La versión para la G-convergencia de este teorema puede ser encontrada


en [136], una versión más simple, para la H-convergencia fue desarrollada
por Tartar y Murat en 1977 [23, 108, 138]. Este método se basa en la cons-
trucción de ciertas funciones de prueba oscilantes adecuadas para realizar el
paso al lı́mite en el problema: estas son soluciones periódicas de un problema
APÉNDICES 82

en las celdas de referencia (de manera similar a los problemas locales ob-
tenidos en este trabajo), por esta razón tambien se le conoce como metodo
de las funciones de prueba oscilantes. Este método se basa en el concepto de
compacidad compensada y permite, además, obtener explicitamente la matriz
homogeneizada.
Esta es, posiblemente, la mas general de las ramas de estudio de ho-
mogeneización [49]. La H-convergencia resulta una noción adecuada para el
estudio de los problemas de diseño optimal [73, 140]. Este método también a
sido extendido con éxito a dominios perforados [128, 129, 141].
Apéndice B

Principios de análisis funcional


y cálculo variacional

En este apéndice se presenta algunas nociones básicas sobre la teorı́a


de los espacios de Sobolev y algunos principios del calculo variacional para
problemas de contorno.
Un resultado elemental del que se ha hecho uso es el Teorema de La
Divergencia (o de Gauss-Ostrogradsky):

Teorema 14 (Gauss-Ostrogradsky). Sea un dominio (abierto y conexo)


acotado Ω con frontera suave a pedazos y orientable. Para toda función
g ∈ C 1 (Ω) se tiene que
y x
∇ · g dξ = g · n dS
Ω ∂Ω

donde n es la normal unitaria exterior a la superficie ∂Ω y ∇ · F es la


divergencia de F , es decir, para g(ξ) = (P (ξ), Q(ξ), R(ξ)):

∂P ∂Q ∂R
∇ · g = divg = + + .
∂ξ1 ∂ξ2 ∂ξ3

Estos resultados son bien conocidos, se encuentran en múltiples libros de


texto y monografı́as, entre ellos sugerimos [69, 116, 142].

83
APÉNDICES 84

B.1. Espacios de Sobolev


Consideremos C0∞ (Ω) el conjunto de funciones con soporte compacto en
Ω. Una función vectorial v = (v1 , ... , vn ) ∈ L1 (Ωn ) se dice que es gradiente
de u ∈ L1 (Ω), si
Z Z
∂ϕ
u dx = − vi ϕdx, ∀ϕ ∈ C0∞ (Ω).
∂xi
Ω Ω

A la función gradiente se le denota ∇u.


El espacio de Sobolev W21 = W21 (Ω) está formado por las funciones de
L (Ω) cuyo gradiente está en L2 (Ωn ), es decir
2

∂u
W21 (Q) = u ∈ L2 (Q) : ∈ L2 (Q), k = 1, ... , n .

∂ξk
Dotado del producto escalar
Z Z
∂u1 ∂u2
[u1 , u2 ] = u1 u2 dx + dx,
∂xi ∂xi
Ω Ω

W21 es un espacio de Hilbert [143], y la norma correspondiente es

kuk2W 1 = kuk2L2 + k∇uk2L2


2
Z X n
!
∂u
= kuk2L2 + | |2 .
k=1
∂x k
Q

Una función de v ∈ L2 (Ωn ) se dice que es potencial si es gradiente de alguna


función de W21 .
Denotaremos por
X
Dα u ∈ H; |α| = αi ≤ m

si ∃v = ∇u ∈ H y ∀vi , Da vi ∈ H : |a| ≤ m − 1. Aquı́ se considera D1 v ∈ H


equivalente a ∇v ∈ H. Es decir, en el caso de existir las derivadas usuales,
las funciones:
∂ |α| u
∂xα1 1 . . . ∂xαnn
APÉNDICES 85
P
están en H siempre que |α| = αi = m. Los espacios de Sobolev se definen
de manera general como:
Wpm (Q) = u ∈ Lp (Q) : Dα u ∈ Lp (Q); |α| ≤ m .


En la literatura es común denotar por H k = W2k pues pueden ser dotados


con estructura de espacios de Hilbert de manera similar a la que obtuvimos
con W21 . Asociado al espacio W21 es muy frecuente el uso del espacio que
denotaremos por H01 = H01 (Ω), que no es más que la clausura de C0∞ en
W21 . Esto es porque aparece naturalmente en la solución del problema de
Dirichlet, ya que la inclusión u ∈ H(1 Q)0 es equivalente a la condición de

frontera u = 0 y la imbedding H01 ⊂ L2 es compacta.

Q
Para un dominio acotado Q, la desigualdad de Friedrichs
kuk2L2 ≤ c0 k∇uk2L2
es cierta para una constante c0 independente de u. La desigualdad de Frie-
drichs implica que
kukW = k∇ukL2
puede ser tomada como norma equivalente en W21 , y que puede ser tomada
como la norma en dicho espacio.
Al espacio dual (el conjunto de los funcionales lineales) de W21 = H 1 se
suele denotar por H −1 = H −1 (Q). Un ejemplo de funcional lineal es
Z
[f0 , ϕ] = f0 ϕdx, f0 ∈ L2 .
Q

Esta fórmula define una inyección del conjunto L2 en H −1 , ésta es además


compacta.
Para cualquier campo vectorial p ∈ L2 (Qn ) la divergencia es un elemento
de H −1 , y pude definirse a partir de la formula
Z
[∇ · p, ϕ] = − p · ∇ϕdx, ∀ϕ ∈ H01 ,
Q

donde ’·’ denota el producto escalar de dos vectores. El estimado siguiente


es valido: Z
kpkH −1 (Q) = sup p · ∇ϕdx ≤ kpk2L2
kϕk1 =1
Q
APÉNDICES 86

En un dominio con frontera Lipschitz continua se cumple la desigualdad


de Poincaré:
 
Z  Z 2 Z 
u2 ≤ c0 u + |∇u|2 , ∀u ∈ H 1 ,
 
Q Q Q

y la inyección de H 1 en L2 es compacta.

B.2. Formas bilineares sobre espacios de Ba-


nach
En un espacio vectorial normado V (un espacio de Banach, de Hilbert,
etc.), denotaremos por V 0 al espacio de las aplicaciones lineales y continuas
de V −→ R, dotado de la norma
k · kV 0 = sup ·(x),
kxk=1

y se le conoce como dual topológico


Definición 7. Sea a una aplicación de V × V en R. Será una forma bilineal
si y solo si, ∀u ∈ V , las aplicaciones
a(u, ·) : V −→ R,
a(·, u) : V −→ R,
son lineales.
Además, se dice continua (acotada) si existe C > 0 tal que
|a(u, v)| ≤ CkukV kvkV , ∀u, v ∈ V.
Definición 8. Una forma bilineal es simétrica si y solo si
a(u, v) = a(v, u) ∀u, v ∈ V.
Una forma bilineal es positiva si y solo si
a(u, u) ≥ 0∀u ∈ V,
en particular, se dice definida positiva (coerciva, o V -elı́ptica) si existe α > 0
tal que
a(u, u) ≥ kukV , ∀u ∈ V.
APÉNDICES 87

Sea a una forma bilineal sobre un espacio de Hilbert H. Consideremos el


problema (para L ∈ H 0 )
(
Encontrar u ∈ H tal que
(B.1)
a(u, v) = L(v), ∀v ∈ H.

A esta ecuación se le conoce como formulación variacional, y es comun


llamar a v ∈ H función de prueba. A continuación veremos que, bajo ciertas
suposiciones sobre a, puede garantizar su solución.

Teorema 15 (de Representación de Riesz). Sea H un espacio de Hilbert y


L ∈ H 0 . Existe un único elemento ` ∈ H tal que:

L(v) = [`, v]H , ∀v ∈ H

y, además, la aplicación

τ: H 0 −→ H,
L −→ `,

es una isometrı́a, es decir:

k`kH = kτ LkH = kLkH 0 ,

a esta se le conoce como isometrı́a de Riesz

Utilizando dicho teorema se puede demostrar el siguiente resultado

Teorema 16 (Lax-Milgram). Sea H un espacio de Hilbert, a una forma


bilineal continua y L ∈ H 0 , si a es continua y coerciva entonces:
El problema (B.1) admite una única solución y

kLk
kuk ≤ ,
α
donde α es una constante de coercividad, es decir

a(u, u) ≥ αkuk2H .
APÉNDICES 88

Demostración. Para u ∈ H denotemos por

Au : H −→ R,
v −→ a(u, v).

|Au (v)| = |a(u, v)| ≤ Ckukkvk,


luego Au ∈ H 0 y kAu kH 0 ≤ Ckuk. Del Teorema (15) se tiene que existe
τ Au ∈ H tal que
Au (v) = [τ Au , v]H , ∀v ∈ H. (B.2)
De igual forma para L ∈ H 0 existe ` ∈ H tal que

L(v) = [`, v]H , ∀v ∈ H. (B.3)

De la propia definición de A y por (B.2)-(B.3) tenemos que el problema


(B.1) es equivalente a
(
Encontrar u ∈ H tal que
(B.4)
[τ Au − `, v]H = 0, ∀v ∈ H;

o, equivalentemente, que
τ Au = `. (B.5)
Consideremos la aplicación

Φ : H −→ H,
v −→ v − ρ(τ Au − `),

y probemos que existe un valor del parámetro ρ para el cual Φ es una con-
tracción, es decir,

∃C < 1 : kΦ(f ) − Φ(g)kH ≤ Ckf − gkH ∀f, g ∈ H. (B.6)

De kAu kH 0 ≤ Ckuk, el Teorema 15 y la coercividad de a:

kv − ρτ Av k2H = kvk2H − 2ρ[τ Av , v] + ρ2 kτ Av k2H


= kvk2H − 2ρa(v, v) + ρ2 kAv k2H 0
≤ (1 − 2ρα + ρ2 C 2 )kvk2H .
APÉNDICES 89

Esto prueba que Φ es una contracción cuando 0 < ρ < 2α/C 2 ; y por Teorema
del Punto Fijo de Banach, tiene un punto fijo:

∃u ∈ H : Φ(u) = u
u − ρ(τ Au − `) = u,

y como ρ 6= 0 se tiene (B.5). Esto es lo mismo que (B.3) y, además,

αkuk2H ≤ a(u, u) = L(u) ≤ kLkH 0 kukH .

Esto termina la prueba del teorema.


Observación: En el caso de a simétrica la demostración es directa, ya que
a(·, ·) es un producto escalar equivalente a [·, ·]H y basta usar el Teorema 15
con dicho producto:

L(v) = a(τa L, v), luego ∃! u = τa L.


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