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Epístola de Santiago
Primera Epístola de Pedro
Segunda Epístola de Pedro
Primera Epístola de Juan
Segunda Epístola de Juan
Tercera Epístola de Juan
Epístola de Judas
CARTAS CATÓLICAS
Se denominan así porque no están dirigidas a una comunidad determinada. Son las cartas de
Santiago, las 1-2 de Pedro, las 1-2-3 de Juan y la de Judas. Por lo general, estas cartas suelen
fecharse hacia el final del siglo I.
SANTIAGO
Autor desconocido, que usó el nombre de Santiago por el prestigio que tenía como "hermano
del Señor". Tiene forma de carta, pero en realidad es una colección homelética de consejos
prácticos de tipo sapiencial.
Su finalidad es promover la santidad entre los cristianos. Como los antiguos profetas, denuncia
los abusos de los poderosos, que empezaban a darse en las jóvenes comunidades.
1-2 PEDRO
Tradicionalmente se atribuyen al apóstol Pedro. Desde el siglo XIX se dice que pertenece a un
cristiano que utilizó el nombre de Pedro.
1-2 y 3 JUAN
Sin embargo, su autor o autores nos son desconocidos, La Primera carece de nombre de autor
y de destinatario; el autor de la Segunda es "el Anciano” y el destinatario, la "Señora Elegida";
el autor de la Tercera es también "el Anciano" y su destinatario "Gayo".
Estas cartas nos hacen conocer los problemas de una comunidad cristiana no-paulina, así como
la fe que proclamaba y vivía.
Las cartas Segunda y Tercera son muy cortas; en ellas se insiste en el precepto del amor
(Segunda) y sobre la hospitalidad (Tercera).
JUDAS
Es un escrito breve que se presenta como carta y suele fecharse hacia fin del s.I. Su autor dice
ser "Judas, siervo de Jesucristo, y hermano de Santiago", pero un conjunto de datos, sobre
todo que no se haga referencia a Jesús, siendo su pariente, hacen que la mayoría nieguen que
sea su autor.
Exhorta a sus destinatarios a luchar por la fe, puesta en peligro por "algunos impíos que se han
introducido en la comunidad". Termina con una doxología.
Desde los primeros tiempos se dudó que esta carta perteneciera a Pablo. Parece ser que tanto
su autor como sus lectores pertenecen a la segunda o tercera generación cristiana.
Se suele fechar después del año 70, entre los años 80-90; su autor es desconocido. Parece ser
que fue escrita en Italia, tal vez en Roma. Está dirigida a una comunidad con graves
dificultades, amenazada por el desánimo. Estos cristianos necesitan ser fortalecidos en su fe y
el único que puede alentarles es Jesucristo, Hijo de Dios, Mediador y Redentor, que vive para
interceder por nosotros, ofreció a Dios el sacrificio perfecto, muy superior a los sacrificios de la
antigua alianza.
Son cartas universales, ya que eso significa católico (Universal)
La mayor parte de ellas no están dirigidas a comunidades concretas o a personas
particulares, como las cartas de San Pablo; sino que tienen un destino más universal y
tratan cuestiones generales. En realidad, no son «cartas» propiamente dichas, sino
«homilías» presentadas en estilo epistolar. Por este motivo, después del siglo IV, fueron
agrupadas bajo el título de CARTAS «CATÓLICAS», es decir, «universales».
CARTA DE SANTIAGO
Ya van muriendo varios apóstoles. Juan vive todavía en Éfeso, ciudad del Asia Menor y
de él guardamos varios escritos.
La primera epístola de Juan, es la más importante, es una carta destinada a las
comunidades cristianas de Asia Menor que se atribuye al apóstol Juan. Declara que
"Dios es amor" y articula los temas paralelos que presenta del siguiente modo: Dios es
luz, justicia, amor y verdad.
Muestra el nexo entre la condición de lo que él llama hijos de Dios, el amor a los demás
y la fidelidad a Jesucristo expresada en la vida práctica. Por su estilo y su doctrina está
cerca del evangelio de Juan, por lo cual se considera que procede del mismo autor o
del mismo círculo joánico, en la misma época.
La segunda epístola de Juan, es el libro más corto de toda la Biblia: consta únicamente
de trece versículos. Se trata de una carta dirigida a "la dama elegida y a sus hijos",
expresión que es un modo figurado de designar a una iglesia local, muy probablemente
de Asia Menor. Es una invitación a una actitud muy firme y tajante frente a los que no
aceptan la fe pura de los apóstoles. Recuerda la ley fundamental del cristiano: el amor.
El lenguaje de esta epístola es excepcionalmente similar al de la tercera de Juan. Por lo
tanto, el consenso entre los eruditos es que la misma persona escribió ambas cartas.
No obstante, se duda el hecho que sea también el mismo Juan que escribió el evangelio
de Juan, la primera de Juan o el libro de Apocalípsis.
La tercera epístola de Juan, es el segundo libro más corto en la entera Biblia cristiana,
tras la segunda de Juan. La carta aparece dirigida a un hombre llamado Cayo (o Gayo)
pero no se sabe con exactitud si se trata de la misma persona que vivía en Macedonia
y que es citado en Hechos o el corintio mencionado en Romanos o el que vivía en Derbe,
citado en Hechos.
Fue escrita con el propósito de encomendar a Gayo a un grupo de cristianos liderados
por Demetrio, que eran extraños en el lugar donde este vivía y que tenían la misión de
predicar el evangelio. Se les había denegado la hospitalidad por parte de un jefe
cristiano del lugar, Diotrefes.
El lenguaje de esta epístola es excepcionalmente similar al de segunda de Juan y es de
consenso entre los eruditos que el mismo hombre escribió ambas cartas.