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LENGUA DEL ALUMNADO, LENGUA DE LA ESCUELA

El jardín lingüístico
del aula
Amparo Tusón Valls
Universidad Autónoma de Barcelona

En las páginas que siguen planteamos la importancia de PALABRAS CLAVE

conocer, respetar y valorar la diversidad lingüística presente • DIVERSIDAD LINGÜÍSTICA


• REPERTORIO COMUNICATIVO
en las aulas, así como de reflexionar sobre el papel que los
• EDUCACIÓN LINGÜÍSTICA
usos lingüísticos tienen en la construcción de las identidades
individuales y colectivas, para proponer al alumnado nuevas
formas de expresión apropiadas a otras situaciones de comunicación que también
se producen en la vida social dentro y fuera de la escuela.
Stanley Morales (Pexels)

Textos Didáctica de la Lengua y de la Literatura • núm. 94 • pp. 17-22 • octubre 2021 17


LENGUA DEL ALUMNADO, LENGUA DE LA ESCUELA

Es preciso reivindicar el milagro de la pluralidad; Las lenguas no son ni más ni


la diversidad de las formas lingüísticas; las mane- menos que un conjunto de
ras variadas con que los seres humanos hemos
llegado a hacer nuestro el mundo, un mundo que
variedades geográficas, sociales
resumimos con las palabras […] y porque hemos y funcionales
de entender, de una vez por todas y para siempre,
que el lenguaje y las lenguas son el patrimonio

natural que nos define y nos diferencia como cada una de las cuales adecuada en su uso según
habitantes del universo. (Tusón, 2009, p. 95) la situación, el contexto o la intención.

E
l profesorado de ciencias de la naturaleza es Las personas que tienen a su disposición más
feliz si puede tener en el aula un pequeño de una lengua (la mayoría de la humanidad,
herbario o, en un rincón del patio de la por cierto) utilizan esas lenguas y sus variedades
escuela, un huertecito donde sus estudiantes como recursos al servicio de la comunicación
puedan cultivar algunas hortalizas, verduras o gra- eficaz. John Gumperz (Gumperz, 1964; Gumperz
nos, de manera que puedan admirar la diversidad y Hymes, 1972) acuñó el concepto de repertorio
de especies en la siembra, el crecimiento, así como comunicativo para referirse precisamente al con-
las características y las bondades de las diferentes junto de instrumentos verbales (lenguas y varieda-
plantas que van observando. Del mismo modo, des) y no verbales (gestos, posturas, ademanes…)
dicho profesorado a menudo organiza visitas a del que disponen las personas para alcanzar sus
granjas o lugares en los que el alumnado pueda fines comunicativos. De entre esos instrumentos,
apreciar diferentes animales, sus comportamientos, en cada ocasión de comunicación, se seleccionan
sus cuidados y su relación con los seres humanos. (consciente o inconscientemente) aquellos que se
consideran más apropiados teniendo en cuenta
Sin embargo, no es común que el profesorado de la situación, las finalidades de la comunicación,
lengua sea consciente de las posibilidades que se las personas con quienes interactúan, la imagen
le ofrecen si toma en consideración el conjunto propia que se quiere presentar, etc.
de variedades o de lenguas que, a modo de jardín,
tiene en el aula y en la escuela. En el peor de los A medida que ha crecido el interés por estudiar la
casos, ni siquiera es consciente de que entre su realidad multilingüe de grupos y comunidades, se
alumnado resuenan lenguas y variedades dife- ha visto la necesidad de recurrir a este concepto
rentes y que, como en cualquier grupo humano, para poder entender y explicar la manera como
el grupo de chicos y chicas es heterogéneo en las personas utilizan diferentes elementos de su
muchos sentidos y también, por supuesto, en lo repertorio comunicativo para conseguir interac-
que se refiere a los usos lingüísticos. Cuando tuar con eficacia. De una manera significativa,
el objetivo que se plantea es enseñar a hablar, a se ha utilizado este concepto para referirse a las
leer y a escribir una lengua, como si fuera algo prácticas educativas en aulas multilingües (véase
inmutable y uniforme, se pierde de vista que las el artículo de Zavala y Kvietok y el de Llompart,
lenguas no son ni más ni menos que un conjunto en esta misma monografía, así como los trabajos
de variedades (geográficas, sociales, funcionales), de Nussbaum y Unamuno, 2006).

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El jardín lingüístico en el aula

PRESTIGIO Y DESPRESTIGIO EN LOS Es muy importante señalar una vez más que,
USOS LINGÜÍSTICOS: EL VALOR desde el punto de vista lingüístico, no hay una
ASOCIADO A LENGUAS Y VARIEDADES lengua mejor que otra, ni una variedad mejor
Como ya se ha apuntado más arriba, las comu- que otra (Crystal, 1994; Moreno Cabrera, 2000).
nidades humanas son siempre diversas. Se com- Por lo tanto, la causa de que se considere mejor
ponen de personas que difieren en edad, sexo, o peor una lengua o una variedad es de carácter
clase social, intereses, aspiraciones, aptitudes, socioeconómico, político o ideológico (o todo a
actitudes, etc. Y también, cómo no, en formas la vez). Del mismo modo, demasiado a menudo
de hablar. Lo más común –y de forma clarísima se califica de «correcto» o «incorrecto» un uso
en las concentraciones urbanas– es que en una determinado cuando deberíamos hablar de «ade-
comunidad se hable más de una lengua, pero cuado» o «inadecuado», y también esas califica-
incluso en comunidades aparentemente «mono- ciones son de carácter social, como muy bien han
lingües» existe la variación intralingüística que demostrado ampliamente y desde hace ya mucho
se manifiesta en dialectos, sociolectos, registros tiempo la sociolingüística y la pragmática.
y estilos diversos.
Y aquí entramos de lleno en el terreno de los pre-
Si pensamos en el aula como una pequeña comu- juicios lingüísticos (Tusón, 1996). El que una len-
nidad dentro de otra comunidad algo mayor, que gua o una variedad se considere «mejor» o «peor»
es la escuela o el instituto, tendremos que recono- atendiendo al número de hablantes, a si tiene o no
cer que, como en cualquier grupo humano, una código escrito, a si «suena» bien o mal, a si tiene
de sus características típicas es la heterogeneidad. más o menos fonemas… responde a apreciacio-
Edad, sexo, procedencia sociocultural, expecta- nes más o menos subjetivas, más o menos colecti-
tivas, aficiones, gustos, formas de hablar, entre vas, procedentes de la ignorancia, de la demagogia
otros aspectos, otorgan los colores de la diversi- o directamente de la xenofobia lingüística, pero
dad a nuestras aulas y centros escolares. desde luego no responde a criterios lingüísticos.
Las lenguas –todas– son instrumentos preciosos
Ahora bien, las personas que viven en esas comu- que nos sirven para construir nuestras identidades
nidades no siempre tienen el mismo acceso a individuales y comunitarias, para llevar a cabo
todas esas lenguas o variedades. La diferencia de nuestras tareas cotidianas más o menos complejas,
oportunidades en el acceso a los recursos lingüís- para (re)presentarnos como seres sociales y cultu-
ticos es importante. Como se ha señalado en dife- rales ante nuestros grupos más íntimos y ante el
rentes ocasiones, en todos los grupos humanos se resto, siempre de forma dinámica y sujeta a cam-
valoran socialmente más unas variedades o len- bios. Son instrumentos que nos permiten el acceso
guas y se menosprecian otras. Lo que eso implica al conocimiento y nos otorgan una determinada y
es que el uso de las variedades o lenguas conside- singular representación del mundo.
radas de «prestigio» comporta que se valore más
positivamente a quienes las hablan, mientras que En los años setenta del siglo pasado hubo un
el uso de lenguas o variedades «desprestigiadas» interesante debate entre el sociolingüista esta-
hace que se evalúe negativamente a quienes las dounidense Labov (1983, 1989) y el sociólogo
utilizan (Bourdieu, 1985; Tusón, 1991). británico Bernstein (1988, 1989) en torno a la

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relación entre los usos lingüísticos y el aprendi- EL PAPEL DE LOS USOS LINGÜÍSTICOS
zaje escolar. Bernstein planteaba que los niños y EN LA CONSTRUCCIÓN DE LAS
las niñas procedentes de clases bajas utilizaban IDENTIDADES
un código restringido propio de su entorno (más «Claro que puedo hablar como tú, pero no me da
ligado a lo concreto, a lo local) que les dificultaba la gana». Así le contestaba un alumno adolescente
el acceso al tipo de lenguaje y de saberes que se a su profesor para explicarle por qué se resistía a
exigían en la escuela, mientras que quienes pro- utilizar un registro formal cuando hablaba fren-
cedían de las clases medias utilizaban un código te al grupo clase. Este ejemplo nos tendría que
elaborado (menos ligado a lo local, a lo concreto), hacer reflexionar sobre la relación entre los usos
por lo que accedían más fácilmente a los saberes lingüísticos y la construcción de las identidades
y al lenguaje que se exigían en la escuela. Labov, individuales y sociales. Siempre me ha llamado la
por su parte, criticó estos planteamientos a partir atención escuchar a algún docente cuando dice:
de sus estudios sobre el habla de la comunidad «Es que los alumnos no saben hablar: con cuatro
afroamericana en Estados Unidos, en los que palabras, ya lo dicen todo. No se les entiende».
demostraba que, si bien la variedad que usaban ¿Qué quieren decir con no saben hablar? ¿Que son
era una variedad no estándar del inglés, podían mudos? Evidentemente, no. Lo que hay detrás de
sin ningún problema tener un pensamiento abs- esa afirmación es que no hablan como la escuela
tracto más allá de lo que se refería a su entorno espera –o exige– que hablen. ¿Y eso de que con
más concreto y local. cuatro palabras, ya lo dicen todo? Eso, desde
luego, dice mucho de la habilidad de ese chico o
Tanto Bernstein como Labov fueron matizan- esa chica para expresarse y comunicar todo lo que
do sus posturas y lo que finalmente se resol- quiere decir con pocas palabras. Pero lo que ya me
vió gracias a las aportaciones de otros estudios parece más grave es que un profesor de lenguaje
(Bourdieu, 1985; Freire y Macedo, 1989) es la afirme que no entiende a su alumnado. Una vez
necesidad de centrar las críticas en cómo se plan- me atreví a responder a una profesora que dijo
tean los objetivos pedagógicos de manera que se eso de la siguiente manera: «Pues si no entiendes
sitúe en un lugar central al alumnado, sus saberes la manera de hablar de tu alumnado, tienes que
y sus recursos, para a partir de ahí adecuar las ponerte a estudiar, porque se supone que eres una
estrategias escolares de enseñanza y aprendizaje especialista. Además, si tú no les entiendes ¿cómo
(para más detalles sobre este debate véase Lomas, pretendes que te entiendan a ti?»
1999, vol. 2, pp. 173-182, y el artículo de Luisa
Martín Rojo en esta misma monografía). Volviendo a la afirmación del joven alumno
(«Claro que puedo hablar como tú, pero no me


da la gana»), baste con pensar en las ocasiones en
que juegan a imitarnos (normalmente a final de
Las lenguas son instrumentos curso y cuando ya tienen sus calificaciones). En
esas imitaciones muestran su gran y asombrosa
preciosos que nos sirven para capacidad de observación del estilo de cada pro-
construir nuestras identidades fesor o profesora, su manera de hablar, de gesti-
individuales y comunitarias cular y de moverse. Y, además, saben captar todos

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aquellos detalles (repeticiones, tics o muletillas,


gestos curiosos) que les permiten pasar de la mera
imitación a la caricatura simpática (o algo cruel).

Francesco Tonucci (Frato), en una exposición


sobre su obra que pude ver en el Museo de
Ciencias de Granada, ponía en boca de un niño
las «reflexiones» que aparecen en la imagen 1.

Desde luego, no deberíamos dudar de la capaci-


dad de observación, análisis y actitud crítica de
los chicos y las chicas con quienes compartimos
nuestras horas de clase.

En la adolescencia, chicos y chicas están constru-


yendo sus identidades individuales y sociales. Para
Imagen 1. Viñeta de Frato (1984). Fuente: Alonso (2013)
ello utilizan diversos recursos: la forma de vestir,
la forma de peinarse, la forma de moverse y… la
forma de hablar. Y, en general, buscan distanciarse cuántas lenguas conocen, qué tipo de variedades
de las formas de comportamiento de las personas utilizan y comprenden, qué valor otorgan a las
adultas que les rodean, buscan músicas diferentes, diferentes lenguas y variedades. Para ello hemos
modos de diversión distintos, referentes culturales de recurrir a estrategias que permitan que pue-
novedosos, en definitiva. En este proceso, nada dan expresarse con comodidad (véase el artículo
fácil por cierto, aparecen también nuevas formas de Júlia Llompart Esbert y el de Xavier Planàs
de expresión y de comunicación. Pensemos en Serradell en esta misma monografía).
cómo utilizan las nuevas tecnologías de la comuni-
cación y las aplicaciones informáticas, que domi- En segundo lugar, tendremos que proceder a ana-
nan de forma extraordinaria (Whatsapp, Twiter, lizar esa realidad plural y heterogénea, respetarla y
Instagram, Telegram, Youtube, etc.); en la creati- valorarla positivamente, porque la educación, si ha
vidad de algunas composiciones de rap, hip hop y de ser democrática y formar personas respetuosas
otras músicas similares (en las que aplican algunas y críticas, tiene que serlo también en lo que se
reglas de la métrica de la lírica tradicional, como la refiere a valorar la diversidad de las lenguas y de
medida silábica de los versos y la reiteración de la los usos lingüísticos (Tusón, 2011, 2017).
rima, lo que invita a tender puentes entre la poesía
que figura en los manuales de literatura y los textos Y volvemos a la idea del jardín lingüístico en el
de las canciones juveniles). aula y en la escuela. La heterogeneidad tiene que
ser motivo de disfrute y de descubrimiento de la
¿De qué manera abordar, pues, nuestro trabajo en riqueza que representa la cantidad de lenguas (algo
las clases de lengua? En primer lugar, tendremos más de 5000) que se hablan en el mundo y que con-
que observar para conocer todo lo que saben, forman ese «patrimonio natural» de la humanidad

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(Tusón, 2009), que deberíamos cuidar y preservar LABOV, W. (1989): «La lógica del inglés no standard».
como hacemos con las diferentes especies de la flora Educación y Sociedad, núm. 4, pp. 145-168.
y de la fauna o con manifestaciones culturales como — (1983): Modelos sociolingüísticos. Madrid. Cátedra, 1972.
los ritos, la música o cualquier expresión artística. LOMAS, C. (1999): Cómo enseñar a hacer cosas con las
palabras: Teoría y práctica de la educación lingüística
Solo a partir de aquí podemos conseguir que (2 vols.). Barcelona. Paidós.
nuestro alumnado aprecie y valore lo que la MORENO CABRERA, J.C. (2000): La dignidad e igualdad
escuela le tendría que ofrecer: nuevas formas de las lenguas. Madrid. Alianza.
de hablar, de expresarse; registros más formales NUSSBAUM, L.; UNAMUNO, V. (2006): «Les competèn-
y más adecuados a otros escenarios en los que cies comunicatives multilingües», en L. NUSSBAUM
también se construye la vida social. Conocer y V. UNAMUNO (eds.): Usos i competències multilin-
diferentes maneras de hablar una lengua para, gües entre escolars d’origen immigrant. Bellaterra.
también, saber apreciar de forma crítica los usos Servei de Publicacions de la Universitat Autònoma
y abusos que se pueden cometer con el lenguaje y de Barcelona, pp. 41–61.
no dejarse engañar ni dominar por la demagogia TUSÓN, A. (1991): «Iguales ante la lengua - Desiguales
de quienes pueden intentar someter a otras gen- en el uso. Bases sociolingüísticas para el desarrollo
tes a través de la palabra.◀ discursivo». Signos. Teoría y práctica de la educa-
ción, núm. 2, pp. 50-59. [También disponible en
Referencias bibliográficas C. Lomas (ed.): El aprendizaje de la comunicación en
ALONSO, C. (2013): «Leer a… Francesco Tonucci, las aulas, Paidós, Barcelona, 2002]
FRATO» [en línea]. Pueblos. Revista de Información — (2011): «El desarrollo de la competencia comunicativa
y Debate, núm. 56. www.revistapueblos.org/ oral en el aula de lengua». Textos de Didáctica de la
blog/2013/06/11/leer-a-francesco-tonucci-frato/ Lengua y de la Literatura, núm. 56, pp. 66-74.
[Consulta: julio 2021] — (2017): «La fuerza de las palabras», en F. JURADO, C.
BERNSTEIN, B. (1988): Clases, códigos y control (2 vols.) LOMAS y A. TUSÓN: Las máscaras del lenguaje y el
Madrid. Akal. poder de la educación. México/Bogotá. Castellanos /
— (1989): «Clase social, lenguaje y socialización». Aula de Humanidades, pp. 121-146. [Disponible en
Educación y Sociedad, núm. 4, pp. 129-143. PDF en la web de Graó.]
BOURDIEU, P. (1985): ¿Qué significa hablar? Economía TUSÓN, J. (1996): Los prejuicios lingüísticos. Barcelona.
de los intercambios verbales. Madrid. Akal, 1982. Octaedro, 1988.
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palabra y lectura de la realidad. Barcelona. Paidós/MEC. Dirección de contacto
GUMPERZ, J. (1964): «Linguistic and social interaction in Amparo Tusón Valls
two communities». American Anthropologist, Universidad Autónoma de Barcelona
vol. 66(6/2), pp. 137–153. amparo.tuson@gmail.com
GUMPERZ, J.; HYMES, D. (1972): Directions in socio-
linguistics: The ethnography of communication. Este artículo fue solicitado por Textos de Didáctica de la Lengua y de la Literatura
Londres. Blackwell. en febrero de 2021 y aceptado en junio de 2021 para su publicación.

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