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recios

El arranque del engranaje productivo y logístico global está siendo más arduo de lo esperado. El
temor a que la espiral inflacionista o incluso episodios de escasez comprometan la recuperación
económica, o cuestionen la globalización tal como la hemos conocido, catapulta esta cuestión a lo
más alto de la agenda económica, política y social.

El alza de precios no tiene una única causa. Los efectos de mayores niveles de consumo y de
liquidez gracias a los planes de estímulo y los excedentes de ahorro se daban por descontado. Pero
a esto se le han añadido una suma de disrupciones en las cadenas de suministros, falta de materias
primas como la propia madera o de derivados como el papel, el colapso de puertos y cuellos de
botella en la producción y la distribución. A las medidas restrictivas impuestas por grandes
economías como China para el control de la pandemia, se le ha sumado la escasez de mano de
obra en posiciones esenciales, como ha evidenciado la falta de transportistas en el Reino Unido o
Estados Unidos. La decisión de los países productores –y singularmente de Arabia Saudí– de
negarse a inyectar más petróleo en el mercado ha contribuido a aumentar la presión alcista.

De hecho, una de las alzas de precio con mayor carga geopolítica es la de la energía. El Banco
Mundial prevé que la tendencia alcista se mantenga durante todo el invierno de 2022, espoleada
por el aumento del consumo durante el período invernal en el hemisferio norte y cuyas causas se
remontan a bajadas en inversión en el ciclo anterior, concentración de la demanda en Asia y una
capacidad de almacenamiento insuficiente. La esperanza es que los precios desciendan a partir de
primavera. Pero el nivel de incertidumbre es muy alto y, en buena medida, está determinado por la
evolución de la pandemia, lo que implica contemplar escenarios de rápida recuperación y precios
temporalmente por encima de los 100 dólares el barril. La enorme oscilación que se ha producido
durante los dos últimos años puede ser un aviso de episodios más frecuentes y extremos de
subidas de precios.

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