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EVALUACIÓN
LENGUAJE Y COMUNICACIÓN
TEXTO 1
PARTIDA (fragmento)
Osvaldo Svanascini
-Porque es mejor elegir una manera de morir a cualquier hora del domingo -se dijo-.Y era cierto
que en sus músculos ni la tarde cabía. Pero él estaba seguro de eso, lo mismo que de algunas otras
cosas con las que poblaba su vida e incluso a veces trataba de evadirla.
En las canciones melosas, a menudo llenas de alcohol y a pesar de su propia domesticidad,
encontraba la fuerza para justificar su tristeza. Miró el reloj de arena y vio sus propios ojos, justo
en la ampolla superior, ligeramente distorsionados, mientras el material dentro del vidrio caía sin
relación con su manera de sentir la inquietud de la calma. Reparó sorpresivamente en el
ventilador y el aparato le contestó sin vacilaciones, con un trepidar formado por convulsiones
pequeñas, casi siempre cercanas a su rostro. Las paletas podían verse debatiéndose en la
velocidad, con expresión invariable.
Una expresión verdosa y acaso sibilina. Se dio cuenta de que aquel ventilador era simplemente un
ser en mitad de la tarde y le habló con mesura, sin ocultar su vacío, su arrepentimiento y su lejana
vitalidad. Mientras le hablaba, las otras cosas que navegaban en el estudio lo miraban no con
aquella incipiente naturalidad que aparentaban sino con una fijación posesiva.
Él escuchó una serie de sonidos imperfectos, aunque amalgamados entre sí, trabados gravemente,
discutiblemente premonitores. Del piso crecieron las huellas que durante años fueron empujadas
hacia la calle.
El primero en contestarle fue el globo terráqueo, con voz gangosa y profunda y una oscilante
aunque definitiva gravedad.
Marcelo no pudo inmutarse ya que la voz partía de las costas de Australia y ningún árbol parecía
moverse, aunque era evidente que la melancolía llegaba desde las llanuras petrificadas y de los
montes aletargados bajo capas de nieve. Eso era por primera vez absolutamente suyo, con la
misma familiaridad que había previsto desde bastante antes. Y con dulzura se fue deslizando hacia
el suelo, tomó una avellana y se la colocó suavemente sobre la lengua, recordando nítidamente
que su padre había muerto y que su madre se hallaba en aquel momento flotando en el río, con la
cabeza hacia abajo y sus ojos justificando a los peces que ya se habían ensañado con sus párpados
y sus amplias pantorrillas. -¿Acaso tengo la culpa? -preguntó a las campanillas asiáticas colgadas
de la lámpara-. Pero Marcelo sabía que la tenía, y no estaba dispuesto a admitirla…
8. ¿Por qué razón el personaje del texto se encuentra tan triste? (3 pts)
A. Porque está bajo los efectos del alcohol.
B. Por la muerte de sus padres.
C. Porque no tiene con quien hablar.
D. Porque quería morirse y no podía.
10. En el fragmento: “Y con dulzura se fue deslizando hacia el suelo, tomó una avellana
y se la colocó suavemente sobre la lengua, recordando nítidamente que su padre
había muerto y que su madre se hallaba en aquel momento flotando en el río, con la
cabeza hacia abajo y sus ojos justificando a los peces que ya se habían ensañado
con sus párpados y sus amplias pantorrillas.”
¿Qué palabra puede reemplazar a la expresión subrayada? (1pt)
A. Corriendo.
B. Derritiendo.
C. Arrastrando.
D. Escapando.
Colegio Abersan Coordinación de Lenguaje y Comunicación
Colina Carolina Matus
TEXTO 2
La noche había caído ya. Sin embargo, un pequeño hacía grandes esfuerzos por no
quedarse dormido; el motivo bien valía la pena: estaba esperando a su papá.
Los traviesos ojos iban cayendo pesadamente, cuando se abrió la puerta; el niño se
incorporó como impulsado por un resorte, y soltó la pregunta que lo tenía tan inquieto:
-Papi, ¿cuánto ganas por hora? –dijo con ojos muy abiertos.
El padre, molesto y cansado, fue tajante en su respuesta:
-Mira hijo, eso ni siquiera tu madre lo sabe, no me molestes y vuelve a dormir, que ya
es muy tarde.
-Si papi, sólo dime, ¿cuánto te pagan por una hora de trabajo? –reiteró suplicante el
niño.
Contrariado, el padre apenas abrió la boca para decir:
-Ochocientos pesos.
-Papi, ¿me podrías prestar cuatrocientos pesos? –preguntó el pequeño.
El padre se enfureció, tomó al pequeño del brazo y en tono brusco le dijo:
-Así es que para eso querías saber cuánto gano, ¿no?. Vete a dormir y no sigas
fastidiando, muchacho....
El niño se alejó tímidamente y el padre, al meditar lo sucedido, comenzó a sentirse
culpable: "Tal vez necesita algo", pensó, y queriendo descargar su conciencia se asomó
al cuarto de su hijo y con voz suave le preguntó:
-¿Duermes hijo?
-Dime papi, respondió él entre sueños.
-Aquí tienes el dinero que me pediste.
-Gracias papi –susurró el niño mientras metía su manita debajo de la almohada, de
donde sacó unos billetes arrugados-. ¡Ya completé! –gritó jubiloso-.
Tengo, ochocientos pesos..., ahora papá:
¿ME PODRÍAS VENDER UNA HORA DE TU TIEMPO?
14- ¿Qué reacción tuvo el padre cuando el niño le pidió dinero? (3pts)
A. De enojo.
B. De arrepentimiento.
C. Violento.
D. Todas las anteriores.
Colegio Abersan Coordinación de Lenguaje y Comunicación
Colina Carolina Matus
17- Lee el siguiente fragmento: “Ya completé! –gritó jubiloso”. ¿Por qué palabra puede
ser reemplazada la expresión subrayada? (1pt)
A. Contento.
B. Asustado.
C. Triste.
D. Fuerte.