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IÜ C A PITU LO II

los proyectos relativos a suelos pueden tratarse con razonable segu-


ridad y economía.

C A PITU LO II II-2. El problema de Boussinesq

DISTRIBUCION DE ESFUERZOS EN LA MASA DEL SUELO Los esfuerzos que una sola carga vertical concentrada actuante
en la superficie horizontal de un medio semiinfinito, homogéneo, isó-
tropo y linealmente elástico, induce en los puntos de cualquier
H -l. Introducción vertical trazada en el medio, fueron calculados por vez primera por
Boussinesq *.
En este capítulo se trata el problema de importancia fundamen- En la fig. 11-1, P representa la
tal en Mecánica de Suelos, de la distribución de los esfuerzos apli- carga concentrada actuante según
cados en la superficie de una masa de suelo a todos los puntos de la vertical: (x, y, z) son las coor-
esa masa. En realidad puede decirse que tal problema no ha sido denadas del punto en que se calcu-
satisfactoriamente resuelto en suelos. Las soluciones que actualmente lan los esfuerzos, referidas a un
se aplican, basadas en la Teoría de la Elasticidad, adolecen de los sistema cartesiano ortogonal cuyo
defectos prácticos acarreados por las fuertes hipótesis impuestas origen coincide con el punto de
por las necesidades de la resolución matemática tan frecuentes, in- aplicación de P.
fortunadamente, en aquella disciplina. Sin embargo, hasta hoy, la Si r es la distancia radial de A'
Mecánica de Suelos no ha sido capaz de desarrollar sus propias a 0 y i)/ el ángulo entre el vector
soluciones más adaptadas a sus realidades, por lo cual resulta im-
prescindible recurrir aún a las teorías elásticas. Los resultados que posición de A (R ) y el eje Z , los
se obtengan en las aplicaciones prácticas deberán siempre de verse esfuerzos en el punto A pueden
con el debido criterio y, no pocas veces, ajustarse con la experiencia. escribirse
El hecho real concreto es, empero, que de la aplicación de las Teo- 3 P eos11 _ 3P z“
rías en uso, el ingeniero civil actual logra, en la inmensa mayoría FIG . I l-I . E sfu erzo s p r o v o c a d o s en un ( - )
p u n to d e u n a m a s a d e su elo 2 it z;' 2 Te /?•’•
de los casos prácticos, una estimación suficientemente aproximada de p o r u na c a rg a c o n c e n tra d a
los fenómenos reales en que está interesado, de manera que le es
posible trabajar sus proyectos y materiales con factores de seguridad,
por ejemplo, que no desmerecen nunca y frecuentemente aventajan
a los empleados en otras ramas de la ingeniería. Sería infantil creer, a, 3 cos:í »|; sen- <J> •*— (l-2 p ) - C
'OS ^ - 1 ( 2- 2 )
2n; 1 + eos iJ/J
por otra parte, que de la aplicación de las teorías expuestas ade-
lante puedan calcularse los asentamientos de una estructura, por eos2 4<
ejemplo, con profética seguridad; los cálculos proporcionarán al inge- tte ~ - (1-2 p) eos3 vj; (2-3)
2 t zz * 1 + eos
niero, en el mejor de los casos (y también en el más frecuente), el
orden de magnitud de tales asentamientos, pero, normalmente, de un 3P
Xrc = eos4 di sen J/ (2-4)
modo suficientemente aproximado como para poder normar el criterio 2nr
del proyectista, de modo que éste pueda combatir los efectos nocivos
con eficacia práctica. Podría decirse que, desde el punto de vista En el Anexo Il-a se presenta la deducción de las anteriores
de la Mecánica de Suelos, existen dos problemas en la aplicación de expresiones, por métodos familiares en Teoría de Elasticidad.
En la práctica de la Mecánica de Suelos la expresión 2-1 es,
las teorías elásticas y de la teoría de la consolidación unidimensional con mucho, la más usada de las anteriores y su aplicación al cálculo
al cálculo de asentamientos: uno, el teórico, dista de estar resuelto y de asentamientos es de fundamental importancia. A este respecto se
exige, aún mucho del esfuerzo de los investigadores; otro, el práctico, hace necesario recalcar que las expresiones arriba escritas, en par-
relativamente resuelto, pero susceptible de mejoramiento, pues hoy
9
M ECANICA DE SU ELO S (II) 11 12 CAPITULO II

ticular la 2-1, se han obtenido suponiendo que el material en cuyo (A ) y dividir ese valor de r, entre la z correspondiente al plano en
seno se producen los esfuerzos que se miden es homogéneo, isótropo, que se calcula el esfuerzo (distancia entre el plano de aplicación
linealmente elástico y semiinfinito, limitado por una sola frontera de la carga y el plano en que se sitúa al punto en que se calcula el
plana. Es evidente que el suelo no es homogéneo, pues sus propieda- esfuerzo). Con el valor de esta relación, r/z, se selecciona el valor
des mecánicas no son las mismas en todos los puntos de su masa; ni de P0 correspondiente y se calcula el esfuerzo aplicando la ec. 2-6.
isótropo, pues en un punto dado esas propiedades varían, en general,
en las distintas direcciones del espado; ni linealmente elástico, pues,
las relaciones esfuerzo-deformación de los suelos no son las que n-3. Extensión de la fórmula de Boussinesq a otras condiciones
corresponden a ese comportamiento. Por último, tampoco es semiin- de carga comunes
finita ninguna masa de suelo.
De hecho no debe dejar de mencionarse que la aplicación más La carga única concentrada cuyo efecto se ha analizado en la
frecuente en Mecánica de Suelos de las fórmulas de Boussinesq sección II-2, aunque de acción común en la práctica, no constituye
estriba en el cálculo de asentamientos de los suelos sujetos a conso- el único caso que es necesario estudiar. Otras condiciones de carga
lidación, vale decir de arcillas y suelos compresibles, en los que muy comunes se pre-
algunas de las hipótesis teóricas, la elasticidad perfecta, por ejemplo, sentan a continuación
distan de satisfacerse en forma muy especial, aún dentro de los en. forma concisa, sin
suelos en general. entrar, en general, a
Para la aplicación práctica de la fórmula 2-1 es conveniente los detalles matemáti-
expresarla como sigue (fig. II -l). cos de la obtención de
las fórmulas que se in-
cluyen.
3 P z3 3P En la figura II-2
2 tt (r- + z- ) 5/2 aparece una carga li-
neal, uniformemente
que puede escribirse en forma adimensional distribuida en la lon-
gitud y, de p unida-
1 -V* des de carga, por uni-
(Tí P (2-5) dad de longitud. El
1+ valor de o* en un pun-
( )= to de la masa bajo 0
de donde puede obtenerse fácil-
FIG . 11-2. Distribución de esfuerzos con carga lineal de mente integrand o la
<Tz = A - Po ( 2 -6 ) longitud finita expresión 2-1 a lo lar-
go de la línea de car-
con ga, resultando
yz3 1
(2 7: <r* = 2 8
2 it (x 2 + z2) V * 2 + y2 + z (Vx2
— + y2
L + z2 + x°- + z2

La anterior expresión 2-8 puede ponerse en forma adimensional,


En el Anexo Il-b se presenta una tabla de valores de P0 en introduciendo los parámetros
función de la relación r/z. Así, para encontrar el valor de un esfuerzo
normal vertical, at, con la ayuda de la tabla, basta medir la distancia
r del punto de aplicación de la carga al punto de la superficie (A')
exactamente arriba del punto de la masa en que se mide el esfuerzo
14 CA PITU LO II
MECANICA D E SU ELOS (II) 13
Un caso de condición de carga aún más interesante en la práctica
En función de tales parámetros, la ec. 2-8 resulta que el anterior es el que corresponde a la fig. II-3, en la que se
z_ _ l n / 1 2 \ analiza la influencia en la masa del continuo homogéneo, elástico e
"p 2tc (m2 + 1) Vm 2 + n2 + 1 Vm* + n2 + 1 m2 + l j isótropo de una superficie rectangular uniformemente cargada, con
(2-9) w unidades de carga por unidad de área.
lo cual puede expresarse como El esfuerzo az bajo una esquina de la superficie cargada y a una
profundidad z. puede obtenerse por integración de la ec. 2-1 en toda
a ,.- ~ = Po (2-10) el área rectangular, obteniéndose la expresión
En donde p0 es el segundo miembro de la expresión 2-9. ff. = W ( 2xü2 (x '' + r + z-)u" . IT + y- + 2 z2
El valor de p0 fue tabulado para diferentes valores de m y n por 4 t:Vz'-(.xl‘ + y- + z-) + x2 y- x2 + y- + z~
R. E. Fadum2 y en el Anexo II-c aparecen las gráficas que responden
a tal tabulación debidas al mismo investigador.
Así, para encontrar el valor de un esfuerzo tr*, en cualquier punto 4 anq tg ^ Z \ .,) (2-12)
z-(x- + y + z2) x2 y ■1) ' 7
A debido a una carga lineal de longitud finita, utilizando la gráfica
del Anexo II-c, basta medir las distancias x y y, tal como se definen Adoptando los parámetros m y ti, tales que m — - y n = (ahora
en la fig. II-2 y dividir estas distancias entre la profundidad z para
obtener los valores de m y n, respectivamente; con ellos, la gráfica intercambiables), la ec. 2-12 puede escribirse adimensionalmente
proporciona directamente el valor de influencia correspondiente, p0. como
El esfuerzo a¡ se determina con la ecuación: ff* _ 1 ( 2 m n(m2 + n2 4- 1)1/2 m2 + n* + 2
<y. = T Po ( 2- 11) w 4 ttV (m" + n’ + 1 ) + m"ri- nv + r + 1 "**
. 2 m n (m2 + n2 + 1) ,/2\ ._ , , 4
Si se desea calcu-
lar el valor de a j bajo
un punto 0', diferente Si al segundo miembro de esta ecuación se le llama w0, puede
de 0, podrá conside- tabularse su valor en funciónde distintos m y n. Esta labor fue
rarse que la carga li- también realizada por Fadum2 y en el Anexo Il-d se muestra una
neal tiene la longitud gráfica con los resultados de la tabulación.
9 + y' Y proceder a Para encontrar el valor de <r~ en un punto A bajo una esquina de
calcular así el a"\ des- la superficie rectangular uniformemente cargada se procede a calcular
pués habrá de calcu- las distancias x y y (fig. II-3), con las que pueden obtenerse los va-
larse el esfuerzo co- lores d e m v n para diferentes profundidades z a lo largo de la ver-
rrespondiente a una tical. Con la gráfica del Anexo Il-d puede calcularse ahora w0 y
longitud y' (cr*'"). El aplicar la ecuación
Hz deseado será, evi- ffz — w • w0 (2-14)
dentemente
_ / — - // fJz
Car — <T«
_
Así se tiene el valor de ffz, correspondiente a cada profundidad z.
Si se usa la gráfica Debe notarse que el sistema coordenado base respecto al cual se
propuesta, el sistema calculó el gráfico del Anexo Il-d es tal que su origen coincide pre-
coordenado ortogonal cisamente con la esquina del área rectangular uniformemente carga-
de referencia debe es- da. Si se desean calcular los esfuerzos bajo otro punto, tal como el
cogerse de modo que A! de la fig. 11-3, podrá procederse haciendo substracciones y adi-
el eje Y sea paralelo a ciones convenientes al área cargada. Por ejemplo, en el caso del
la carga lineal y el X punto A ’, podría calcularse el cr/ correspondiente al área hipotética
normal a ella, por SU F|S n.3 D}sfr¡hue}¿„ J , „finnt* bafr una tapcrfícia BO’FD ; después los ai" y az,y substractivos correspondientes a las
extremo. rectangular un'formamnnt• cargada áreas BO'HO y CO'FE, debiendo notarse que al hacer estas subs-
16 CAPITULO II
M ECANICA DE SU ELO S (II) 15 2TT fT
3wz3 Í
tracciones, el área CO'HG se restó del total inicial dos veces, por lo <Tz ( p2 + 2 2 )5 /2
dpdQ * dp =
= JÍ 2 tz (p* + z*yn
que será necesario calcular el esfuerzo cr*' por ella producido y to-
marlo como aditivo una vez. El esfuerzo cr'~ deseado será
3wz3
[2u] r j L i 1 T = ^ f 1 1 . 1
2t c L“ " J L 2 3 (p2 +
23 2 3/2Jo 3
Un caso especial de gran importancia práctica es el que corres- De donde, finalmente
ponde al cálculo de esfuerzos a lo largo de una normal por el centro
de un área circular uniformemente cargada (tv — presión uniforme). 3/2^
El caso aparece en la fig. 11-4. (2-15)
El esfuerzo <r~ en cualquier punto de la vertical bajada por el
centro del círculo cargado puede obtenerse también integrando la
ec. 2-1 a toda el área circular. El proceso se realiza a continuación
con referencia a la fig. II-4, para ilustración de los casos análogos Lo anterior puede escribirse aún
que se han venido mencionando. (Tz — u> ■ W 0 (2-16)
Definiendo un AA como se muestra en la figura citada se tiene
donde
* 1 a/2
AA = pApAO tv0 “ 1 (2-17)
1+
En esa área obrará una carga AP m

AP = wpApAO Los valores de w0 pueden tabularse en función de los correspon-


dientes de r/z. En el Anexo Il-e se presenta la tabulación en cues-
Esa carga, según la expresión 2-1 produce a una profundidad z, tión. Encontrando w0, el valor de <rz resulta simplemente de la
en un punto como el A, un esfuerzo vertical A<r2. aplicación de la fórmula 2-16.
En muchos casos se han de cimentar estructuras sobre suelos
compresibles que contienen finos estratos de arena o limo alternados
3AP con otros de arcilla (arcillas finamente estratificadas). El Dr. A.
Acr* = —
2tz ( x 2 + y2 + z2)*'2 Casagrande hizo notar que, en estos suelos, las láminas de arena o
limo actúan como refuerzos del conjunto que restringen la defor-
Entonces: mación horizontal de la arcilla. H. M. Westergaard8 obtuvo una
solución de este problema para el caso extremo en que las deforma-
ciones horizontales fueran nulas. De acuerdo con esta solución el
esfuerzo vertical debido a la acción de una sola carga vertical con-
ya que x2 + y2 = p2 centrada superficial, actuante sobre un medio semiinfinito, que se
comporte según la ley de Hooke, pero que tenga totalmente restrin-
Agrupando gida su deformación horizontal, está dado por
A

AoV~ 2-x Z* (p2 + z2) 5/2 ApA0 (2 -1 8 )


2iz (jc2 -I- y2 + K 2z*) 3/2
El esfuerzo <r2 correspondiente
a toda el área resultará de llevar a donde
la expresión anterior al límite y de FIG . 11-4. Distribución del esfuerzo bojo I 1 2 p,
el centro de una superficie (2 -1 9 )
aplicar la definición usual de in- circular uniformemente car- K -y] 2 ( ¡- ü r
tegral de superficie. gada
18 CAPITULO II
MECANICA DE SUELOS (II) 17

Siendo p, la relación de Poisson para el material arcilloso blando.


Análogamente al caso de las soluciones obtenidas a partir de la
de Boussinesq, se cuenta en la actual literatura con ecuaciones y
gráficas que permiten extender la solución de Westergaard a otras
condiciones de carga, análogas a las vistas; sin embargo, estos grá-
ficos se omiten en esta obra por considerarse que son pocos los
casos prácticos que ameritan su aplicación.

H-4. Algunas otras condiciones de carga con interés práctico

A continuación se mencionan algunos trabajos tendientes a resol-


ver el problema de transmisión de esfuerzos al continuo semiinfinito,
homogéneo, isótropo y linealmente elástico, provocados por cargas
superficiales obedientes a diferentes leyes de distribución de interés
práctico.

a) Carga lineal de longitud infinita


Si en la expresión 2-8, correspondiente a la influencia de una
carga lineal de longitud finita, y, esta magnitud crece hasta ser
mucho mayor que las x y z que intervengan en el caso, su valor
podrá considerarse como ( + oo ) y, en tal situación el valor cr, tiene
por limite
FIG . 11-5. Distribución de esfuerzos verticales y cortantes misimos bajo un área circu-
P z3 lar uniformemente cargada
°* ■re (x:2 + z ) 2 (2-20>
c) Carga rectangular de longitud infinita
Que corresponde al esfuerzo en un punto situado en el plano
normal a la línea de carga, trazado por su extremo, extendiéndose Este caso, fig. II-6, ha sido resuelto por Terzaghi y Carothers4,
la línea infinitamente desde el punto origen de coordenadas, en la quienes dieron las fórmulas que proporcionan los distintos esfuer-
dirección del eje Y, hacia ( + oo), (carga semiinfinita). zos.
Si la línea de Carga se extiende también infinitamente en el sen-
tido ( — oo) (carga infinita) el esfuerzo crz. a la profundidad z, en Estas fórmulas son
un plano normal a la línea trazada por el origen de coordenadas, es
simplemente el doble del dado por la ec. 2-20. o-* = — [a + sen a eos 2p] <xx = — [a — sen a eos 2¡S]
% Tt
b) Area circular uniformemente cargada t *» = — sen a sen 2(3 (2-21)
%
Este caso ya ha sido tratado en el párrafo precedente, pero Los esfuerzos principales y el cortante máximo están dados por
únicamente para encontrar los esfuerzos verticales a lo largo de una
normal al área trazada por su centro. L. Jürgenson* presenta una
solución más general, que permite calcular los esfuerzos verticales y ffi = — (a + sen a) = — (a — sen a)
ir
los cortantes máximos en cualquier punto del medio semiinfinito. En
la fig. II-5 aparece una gráfica en que se vacía la solución antes Tmfa = — sen a (2-22)
mencionada. u

3— Mecánica de Suelos II
MECANICA D E SUELO S (II) 19 20 CAPITULO II

La dirección en que actúa el esfuerzo principal mayor, crlt es


la de la bisectriz del ángulo a.
El esfuerzo Tmt*. actúa, naturalmente, a 45° respecto a la ante-
rior dirección.
En la fig. II-7 aparece una gráfica que da los valores de ov y
de iz. en los distintos puntos del medio semiinfinito.

d) Carga triangular de longitud infinita, (triángulo isósceles)


La solución para este caso fue propuesta por Carothers4 y se
refiere a la fig, II-8,

F IS . 11-6. Distribución de esfuerzos bajo una carga rectangular d e longitud infinita

F I S . 11-8. Distribución do osfuunot bajo una carga triangular da longitud infi-


nita (triángulo ¡táscalas)

Las expresiones son:

ffz = j^ai + a2 + (ai — a2)

= í r [ ai + az + y (ai — (L*) ~ T ln ’t t ] ( 2 -2 3 )

= — -j-{ ai — a2)
u b
En la fig. II-9 aparece la solución gráfica de las ecuaciones
anteriores para los valores de o* y íx .
Este caso reviste importancia práctica especial por su aplicación
a presas de tierra.
MECANICA D E SUELO S (II) 21
22 CAPITULO II

FIG . 11-10. Distribución de esfuerzos bajo una carga triangular de longitud infi-
nita (triángulo escaleno)

f) Carga triangular de longitud finita (triángulo rectángulo)


Este importante caso práctico fue resuelto por Hamilton Gray6,
quien dio para los esfuerzos fórmulas que se incluyen a continuación
Bajo el punto O ( fig. II-l 1).
F I S . 11-9. Distribución de estuarios verticales y cortantet máximos bajo yna carga — p° •k ( z v d + B2 + z2 z
triangular de longitud infinita (triángulo ¡tásceles)
B \ L2 + z2 VX2 +
c) Carga triangular de longitud infinita ( triángulo escaleno) . B BL \
T a° 9 " w n n w m (2 -2 5 )
También Carothers4 dio la solución general para este caso, con
las fórmulas y bajo el jjunto Q

9 t ~ 2n B ( v ¿ 2 + z2 (B2 + z2) V ^ 2 + L2 + z2) *2' 26^


El mismo investigador arriba citado proporciona soluciones grá-
ficas de esas ecuaciones. En las figs. 11-11 y 11-12 se muestran las
curvas correspondientes.
* = - í [ t - + £ ± Í = £ » - t ^ - t , * ^ I «j - 2 4 > Es de notar que, con la ayuda de estas gráficas puede encon-
trarse el valor de c z bajo cualquier punto del área rectangular suje-
ta a la carga triangular; para éllo será necesario usar dichas gráficas
reiteradamente, haciendo las adiciones y substracciones que sean
pertinentes para poder poner al punto cualquiera o bien en la con-
Que pueden interpretarse en la fig. II -10. dición de O o en la de Q. Para resolver estos problemas pueden
Las expresiones anteriores son susceptibles de tabulación sencilla usarse cualesquiera de las distribuciones de carga ya vistas y que
en cualquier caso práctico. convengan en cada caso.
MECANICA DE SUELOS (II) 23 24 CAPITULO II

DE
VALORES
VALORES DE m

FIG . 11-12. Esfuerzos verticales inducidos bajo Q por una carga triangular da longitud
finita (triángulo rectángulo)

g) Carga trapecial de longitud infinita


FIG . II-11. Etfunnot verticales Inducido* bajo ni punto 0, por una carga trkmgular dn El problema, resuelto también por Carothers4 tiene, según la fig.
longitud finita (triángulo rectángulo) 11-13, las siguientes soluciones

Lo anterior implica la hipótesis de que el principio de la super-


posición de causas y efectos es aplicable a los problemas de la
naturaleza tratada.
Si se suman las ordenadas de cualquier curva de "n” en la fig*
11-11 con las correspondientes de la fig. 11-12, los resultados repre-
sentan las ordenadas provenientes del diagrama de Fadum para una
carga uniformemente distribuida sobre el área rectangular.
MECANICA D E SUELOS (II) CAPITULO II
26

0 .5 0

*-h 0 .4 0

O
Z
UJ
O
-i 0 .3 0

UJ
i Z o
Fl© . 11-13. Distribución de esfuerzos bajo una carga trapecial de longitud infi- c/> °*20
nita (trapecio rectángulo)
UJ
Q
C
Desde luego, todas estas ecuaciones son fácilmente tabulables O
para el trabajo en un problema práctico, pero para mayor facilidad,
en la fig. 11-14 se incluye una solución gráfica dada por J. O. Os- <
terberg para los puntos indicados. >
El presente caso es de muy especial importancia práctica por
permitir el cálculo de los esfuerzos inducidos por un terraplén. Para
resolver este problema bajo el centro del terraplén bastará multi-
plicar^ por dos el valor de cz obtenido para cada profundidad z, con
la gráfica presentada. Si se desean calcular los esfuerzos bajo el
centro del extremo final de un terraplén supuesto semiinfinito en
longitud, bastará aplicar la mitad del valor de rsz obtenido para el
terraplén completo de longitud infinita. a/z
F IG . 11-14. G rá fica da valoras da influencia para al cálculo da esfuenos varticalas
h) Plano semiinfinito uniformemente cargado debido a la sobrecarga impuesta por una carga trapecial de longitud
infinita (según J . O . Osterbarg)
El problema resuelto por Carothers4 se esquematiza en la fig.
11-15. Los esfuerzos actuantes pueden calcularse con las fórmulas Los esfuerzos principales en los distintos puntos del continuo de
suelo están dados por
cri = — f (3 + sen (i]
TU
cx3 = — [0 — sen 0] (2-29)
(» >
p
t«* = — sen2 S tai*. = — sen 0
% TZ
MECANICA DE SUELOS (II) 27 28 CAPITULO II

cargado
FIG. 11- 17. D h fribuciin do m fm nos bajo bu plano infinito uniformomonto car-
gado con taja trapecial no cargada do longitud infinita

j ) Plano infinito uniformemente cargado con faja trapecial descar-


gada de longitud infinita
Los esfuerzos en cualquier punto de la masa de suelo en este caso
pueden resolverse con las siguientes ecuaciones, debidas a Garo-
thers4, fig. 11-17.

0V = A £(0 + 0i) — j- (a + ai) + -j- (a — ai)J

= A ["(P + fc) - A ( a + a i) + J L ( « _ « , ) +
ti L a a a fi r i J
FIG . 11-16. Distribución de esfuerzos bajo un plano semiinfinito, uniformemente
cargado, con talud t » = A JjA ( a — ai>J (2-31)
i) Plano semiinfinito, uniformemente cargado, con talud
La solución a este problema también es debida a Carothers4 y
n-5. La carta de Newmark
responde a las siguientes ecuaciones, relacionadas con la fig. 11-16 Newmark6 desarrolló en 1942 un método gráfico sencillo que
permite obtener rápidamente los esfuerzos verticales (o*) trans-
0* = — [ » ♦ mitidos a un medio semiinfinito, homogéneo, isótropo y elástico
* por cualquier condición de carga uniformemente repartida sobre la
superficie del medio. Esta carta es especialmente útil cuando se tie-
(2-30) nen varias áreas cargadas, aplicando cada una de ellas, diferentes
* ' = i \ [p + presiones a la superficie del medio.
z El método se basa en la ec. 2-15 correspondiente al esfuerzo ver-
t'•xa -—f - - — a tical bajo el centro de un área circular utíiformemente cargada. Esta
75 b ecuación puede escribirse
30 CAPITULO II
MECANICA DE SUELOS (II) 29
cTu= 0.1 w, se sigue que la corona circular ahora agregada produce otro
«w = !-(.\ 1 + (tI / z Y )V /2 cr* = 0.1 w (de modo que el nuevo círculo total genera <TZ = 0.2 w) .
Así, si los radios que dividían el primer círculo se prolongan has-
Si en esta ecuación se da a crz/w el valor 0.1 se encuentra que r/z ta el segundo, se tendrá la corona subdividida en áreas cuya influen-
resulta ser 0.27; es decir, que si se tiene un círculo cargado de cia es la misma que la de los segmentos originales. (0.005 w ).
radio r = 0.27z. donde z es la profundidad de un punto A bajo el De esta manera puede seguirse dando a ae/w valores de 0.3, 0.4,
centro del círculo, el esfuerzo en dicho punto A será 0.5, 0.6, 0.7, 0.8, 0.9 obteniendo así los radios de círculos concéntri-
— 0.1 w cos en función de la z del punto A , que den los esfuerzos 0.3 w,
0.4 w, etc. en el punto A. Prolongando los radios vectores ya usados
Si este círculo de r = 0.27 z se divide en un número de segmentos se tendrá a las nuevas coronas circulares añadidas subdivididas en
iguales (fig. 11-18), cada uno de ellos contribuirá al esfuerzo <r, total áreas cuya influencia es igualmente de 0.005 w sobre el esfuerzo en A.
en la misma proporción. Si el número es 20 como es usual en las Para z/w = 1 .0 resulta que el radio del círculo correspondiente
cartas de Newmark, cada segmento cooperará para el esfuerzo c* con es ya infinito, para cualquier z diferente de cero, por lo que las áreas
0.1w/20 = 0.005 w. El valor de 0.005 es el valor de influencia corres, que se generan por prolongación de los radios vectores fuera del
pondiente a cada uno de los segmentos circulares considerados. círculo en que z/w — 0.9, aun siendo infinitas, tienen la misma
Si ahora se toma a jw = 0.2, resulta tjz — 0.40; es decir, para el influencia sobre A que las restantes dibujadas.
mismo punto A a la profundidad z, se requiere ahora un círculo carga- En el Anexo Il-f se presenta una carta de Newmark construida
do de r = 0.40 z, para que el esfuerzo <r* sea igual a 0.2 w. para el valor de z que se indica.
Para encontrar el valor de cr* en puntos con diferentes profundi-
dades que el A puede precederse en forma similar, construyendo otras
cartas de Newmark, con base en otros valores de z. Debe notarse
sin embargo, que el valor de depende sólo del valor de la relación
r/z, por lo que una sola carta de Newmark puede usarse para deter-
minar los <Tz a distintas profuiididades, a lo largo de la vertical por
el centro de los círculos concéntricos, con tal de considerar que la z
usada para la construcción de la carta representa las distintas pro-
fundidades a que se desea calcular los esfuerzos, si bien a diferentes
escalas.
Puesto de otra forma, en la práctica se puede hacer funcionar la
carta de Newmark de dos maneras distintas.
a) Usando varias cartas de Newmark. Por ejemplo, si las z usa-
das para la construcción de las cartas son 1 cm, 2 cm, 5 cm, 10 cm
y 20 cm y se tiene un área cargada, cuya influencia se desea deter-
minar, representada a escala 100, las cartas proporcionarían los
<sz producidos por tal área a profundidades de 1 m, 2 m, 5 m, 10 m y
20 m, que son las z utilizadas a escala 100.
b) Usando una sola carta de Newmark, para lo cual será preciso
disponer de varias plantillas del área cargada cuya influencia se es-
tudia, dibujadas a escalas diferentes. Así, por ejemplo, si la carta de
que se dispone fue construida con base en una z de 10 cm, y se
desea conocer el o» que se produce a las profundidades de 2 m, 5 m,
10 m y 20 m, deberán construirse las plantillas a escalas tales que esas
profundidades queden representadas por la z = 10 cm; es decir, a
escalas: 20, 50, 100 y 200.
Concéntrico con el anterior puede dibujarse otro círculo (fig. II- La plantilla del área cargada, dibujada en papel transparente, se
18) con dicho r = 0.40 z. Como el primer circulo producía en A un coloca en tal forma que el centro de 1? carta coincida con el punto
MECANICA DE SUELOS (II) 31
32 CAPITULO II
bajo el cual quieran calcularse los cr*. A continuación se contarán
los elementos de área de la carta cubiertos por dicha área cargada, En la fig. 11-19 se muestran las curvas de influencia de la carga
aproximando convenientemente las fracciones de elemento. El número superficial, supuesta circular y uniformemente distribuida, en lo refe-
así obtenido, multiplicado por el valor de influencia común de los rente a los esfuerzos verticales bajo el centro del área cargada, supo-
elementos (en el desarrollo anterior 0.005) da el valor de influencia niendo que el radio del circulo de carga es igual al espesor de la
total, que multiplicado por la w que se tenga da el o# deseado. primera capa. Las curvas mostradas se refieren a distintas relaciones
Posiblemente la máxima utilidad del método de Newmark apa- E i / E 2 en materiales cuya relación de Poisson se fijó en el valor 0.5
rezca cuando se tiene una zona con diversas áreas cargadas unifor- para ambas capas.
memente, pero con cargas de distintas intensidades, pues en este Puede notarse que en la frontera y para el caso E 1/ E 2 = 1, que
caso los métodos antes vistos requerirían muchos cálculos, mientras corresponde al problema de Boussinesq ya tratado, el esfuerzo verti-
que la carta de Newmark funciona sin mayor dificultad. cal es el 70% de la presión aplicada en la superficie, en tanto que

n-6. Estudios sobre sistemas no homogéneos


Burmister12,13,14 estudió el problema de la distribución de esfuer-
zos y desplazamientos en un sistema no homogéneo formado por
dos capas, cada una de ellas homogénea, isótropa y linealmente
elástica. La primera capa es infinita horizontalmente, pero'tiene
espesor finito, h. La segunda capa, subyacente a la anterior, es
semiinfinita. Se supone que entre las dos capas existe un contacto
continuo, siendo la frontera plana entre ellas perfectamente rugosa.
E\ y E 2 son los módulos de elasticidad de las dos capas; se estudió
el caso de interés práctico, con aplicación al diseño de pavimentos,
en el cual E x» E t.

Coeficiente de influencia del esfuerzo vertical, (Tz/P

FIG . II-19. Curvas de influencia de esfuenos verticales transmitidos en un sistema de FIG . 11-20. Comparación do la distribución do otfnonos verticales on un modio homo-
dos capas elásticas (según Burmister) géneo y on un sistema do dos capas
MECANICA DE SUELOS (II) 33 CAPITU LO II
34
si E J E 2 se considera de 100, dicho valor se reduce a sólo un 10% - r... ..4
de la presión superficial. • Corga circular, p.uniforroomonto

En la fig. 11-20 se muestra una comparación de las distribucio-


nes del esfuerzo vertical en un medio homogéneo en el sistema de • i = í i .
dos capas para el caso en que E J E ? — 10, p = 0.5 y t/h = 1. La
figura se complementa con la 11-19, en el sentido de que muestra ! primara capa d« Modulo do
h 1 Elasticidad E,
los esfuerzos en cualquier punto de la masa del medio y no sólo en la
vertical. i

Según el análisis teórico efectuado por Burmister, el desplaza- Frontero porfoctamonto r u g o s a j Se gun da capa.sem í-infinita, de

miento vertical elástico en la superficie del sistema está dado por la j Modulo de Elasticidad E ¿
expresión
R e la c ió n de P o ís s o n * en o m b a s c a p a s .

A = 1.5 (2-32)
donde
A = desplazamiento vertical en la superficie del sistema
F — factor adimensional de desplazamiento, que depende de la
relación E J E ? y de la relación h/r
p = presión uniforme en el área circular
r = radio del círculo cargado
E 2 = Módulo de Elasticidad de la segunda capa, semiinfinita.
En la fig. 11-21 aparece una gráfica que da los valores de F para
diferentes relaciones de las que tal factor depende.
Para el uso de esa gráfica es preciso determinar primeramente
los valores numéricos de E x y E 2, lo cual se logra por medio de prue-
bas de placa. En el caso de que la placa transmisora de las cargas
sea idealmente rígida, la ec. 2-32 se modifica a la forma

'A = 1 .1 8 F | r (2-33)

Si se coloca una placa rígida sobre el material que va a constituir


la segunda capa y se transmite presión, la fórmula 2-33 permite el
cálculo de E 2 pues en tal caso F — 1, por tratarse de un sistema
homogéneo de una sola capa. Efectuando la prueba de placa ahora FIG . 11-21. Factores de deformaciin para un sistema de dos capas
en la superficie del sistema de dos capas, la expresión 2-33, nueva-
mente usada, permitirá el cálculo de i 7 y la gráfica de la fig. 11-20 gida. Sin embargo, hasta hoy, los métodos analíticos emanados de
proporcionará la correspondiente relación E JE ? , de la cual puede estas teorías son menos confiables que otros más empíricos, pero de
deducirse elvalor de É?. Con los valoresde E x y E?, así determi- resultados más comprobados. Debe observarse que desde el punto
nados,puedencalcularse con las fórmulasanteriores y la gráfi- de vista de transmisión de esfuerzos, las teorías de Burmister rinden
ca 11-20 los desplazamientos verticales bajo el centro de cualquier resultados que hacen aparecer los obtenidos con la solución básica
área circular cargada aplicada en la superficie del sistema de dos de Boussinesq como conservadores (por ejemplo, véase ref. 14).
capas. Recientemente18 se han desarrollado algunos estudios en conexión
Los resultados de Burmister se han aplicado sobre todo al diseño con medios semiinfinitos no lineales y no homogéneos; es decir, con
de pavimentos, fungiendo el pavimento como primera capa más rí- materiales que al ser sometidos a compresión simple muestran reía-

4— Mecánica de Suelos II
MECANICA D E SUELO S (II) 35 36 CAPITU LO II

(fk
ANEXO H-a

El problema de Boussinesq
Desde el punto de vista de la Teoría de la Elasticidad, el pro-
blema de Boussinesq es un caso particular del problema de Mindlin,7
en el cual se supone la existencia de un sólido que ocupa la región
del espacio z > 0, en cuyo interior obra una carga concentrada P,
aplicada en el punto z = c, r = 0 (fig. II -a .l). Se trata de calcular
el estado de esfuerzos en un punto cualquiera A de la masa.
El problema de Boussinesq es
FIG . 11-22. Relación elástica no lineal entre esfuerzo y deformación en estado una particularización del anterior,
monoaxial de esfuerzos
resultado de hacer c = 0, con lo
ciones esfuerzo-deformación del tipo indicado en la fig. 11-22, que que la carga concentrada queda
matemáticamente pueden expresarse aplicada en la frontera del medio
semiinfinito, homogéneo, isótropo
y linealmente elástico.
e= ( j J n> 1 (2-34) La solución del problema puede
lograrse por varios caminos, de-
Donde k es una constante característica del material. En el caso pendiendo de la herramienta mate-
en que n = 1 la ec. 2-34 representará la ley de Hooke y k coincide mática utilizada. En la ref. 8 se
con el módulo de elasticidad del medio. presenta un tratamiento elegante y FIG . II-a .l. £/ p r o b le m a d e M in d li n
Las conclusiones que parecen desprenderse de estos estudios son expedito, basado en la aplicación
que en los suelos reales, que indudablemente se acercarán más en su de la transformación de Hankel; una solución muy general con he-
comportamiento al tipo de deformación elástica sugerido, los es- rramienta tensorial podrá verse en la ref. 9. En la ref. 10 se desarrolla
fuerzos verticales bajo la carga concentrada son menores que los de- un tratamiento matemático más simple, pero más laborioso. El tra-
terminados haciendo uso de la teoría clásica de Boussinesq y que los tamiento que aquí se presenta está basado fundamentalmente en
desplazamientos verticales de los puntos bajo la carga ocurren en la ref. 11.
forma mucho más concentrada en la cercanía de la superficie que La carga concentrada produce en el medio un estado de esfuerzos
lo que se desprende de la mencionada teoría clásica. Es muy intere- y desplazamientos que evidentemente es simétrico respecto al eje de
sante hacer notar que los estudios comentados parecen justificar la aplicación de la carga.
conocida regla empírica, ya mencionada en el Volumen I de esta Las ecuaciones de Navier o de la deformación, que expresan
obra, en el sentido de que, para el cálculo de asentamientos, es sufi- las condiciones de equilibrio en función de las componentes del vector
ciente considerar las deformaciones del suelo hasta una profundidad desplazamiento v (vlt v2, u3), son
comprendida entre una y media y dos veces el ancho del cimiento.
Es oportuno, finalmente, hacer notar que en Mecánica de Suelos, a
pesar de las meritorias tendencias señaladas, el problema de distribu-
ción de esfuerzos en la masa del suelo dista de poder ser considerado
como resuelto y es mucho aún lo que en estas direcciones ha de
investigarse.
MECANICA DE SUELOS (II) 37 38 CA P ITU L O II

En donde p es el módulo de Poisson, G el módulo de rigidez pero V 2Ve = V V 2e = 0; por lo tanto


r _ E
V 4u + - i V 2F — 0
2 ( 1 + (i) Lr

F ( F i, F 2, Fa) las fuerzas de masa y (xu Xa. x¡) el sistema pero esto es
coordenado ortogonal de referencia.
V 4u + V 2V <f>— o
Las ecs. 2-a.l tienen como variables únicamente a vlt v2 y v».
Multiplicando las ecs. 2-a.l por los versores ilf i2, t3 respectiva- de donde, si <¡> existe
mente y sumando,
V 4u = 0 (2-a.5)
W + V div. v + £ = 0 (2-a.2) La ec. 2-a.5 se cumplirá sí y sólo si existe la mencionada función
potencial <¡>.
Ecuación que ha sido llamada fundamental de la Teoría de la Ahora bien, la ec. 2-a.5 puede ponerse
Elasticidad.
Si se aplica a 2-a.2 el operador div: V 4V = V 4!>i ¿i + V 4V2 Í2 + V 4 V 3 h
1 -*1 -+ por lo que se tendrá que verificar
div.V 2 u + - ^ - div. V div. v + div. F — 0 (2-a.3) V 4Ui = 0
Pero: V 4i>2 = 0 (2-a.6)
V 4us — 0 .
div. V 2 v — V z div. v — V 2e
De manera que si existe la función <¡> deben cumplirse las ecs.
biarmónicas 2-a.6.
y div. V div. = V a div. p = V 2e
Se trata ahora de verificar si la siguiente ecuación que se propone
Donde e es la deformación volumétricao 1er- invariantedelten- como solución del problema verifica la ec. 2-a.2.
sor deformación.
Substituyendo lo anterior en la ec. 2-a.3 y simplificando 2G v = (c V 2 — V 2 div.) R (2-a.7)
donde
" / - I p T V ’ E + b div- ^ = 0 (2'a,4) c = constante
Se supondrá ahora la existencia dé una función <f>, potencial de R — Rx (x3 x2 x 5) ii + i ?2 (* i x 2 X a ) ¿2 -f Ra (xxx 2 x 3) i3 es el lla-
fuerza, armónica. En tal caso, mado vector de Galerkin.
F — V<¡> y div. F — V V = 0 La ec. 2-a.2 puede escribirse
por lo tanto, de la ec. 2-a.4 se sigue que, si <¡>existe
2 G ( V 2 + T—* Vd i v. ) u + 2 F = 0 (2-a.8)
2 G lV ’ + 1l - —
^ 22 Íp
V 2£ — 0
Teniendo en cuenta las ecs. 2-a.7 y 2-a.8 puede ponerse
Si se aplica, bajo la hipótesis anterior, a la cc. 2-a.2 el operador
escalar V 2, se puede escribir
( V 2 + r = A ^ V div.) (c V 2 - V d iv .) f l + 2 F = 0 (2-a.9)
V 2V 2u + - ¡ 4 - V 2Vdiv. v + 4 V 2F = 0
[l G operando
lo cual da
(c V 4 — V 2V div. + -j — V div. V 2 -
V 4u + - r4 — V 2V e + ¿ V 2F = 0
1-2 p G
1 V div. V div) R + 2 F = 0
1 — 2p
MECANICA DE SUELO S (II) 39 40 CAPITULO II
pero En las ecs. 2-a.l4 habrá la condición
V 2V div. = V div. V 2 = V div. V div.
por lo cual
V 4, Ri = — t — — Fi
1 — tr
CV * R + ( - 1 + ^ V V di”. R + 2 F = 0
= _ _ i _ F 2 (2 -a.l5)
1 - [J.
La constante c puede escogerse de modo que la ecuación anterior
se reduzca a V 4/?s = — F3
1 — ti
c V 4fl + 2 F = 0
Las ecs. 2-a.l4 proporcionan las componentes del vector despla-
para lo cual será preciso que zamiento v en términos del vector R, las que pueden relacionarse,
según la Teoría de la Elasticidad, con las deformaciones unitarias
correspondientes; éstas, a su vez, haciendo uso de la Ley de Hooke
1 = 0 generalizada para un medio homogéneo, isótropo y linealmente elás-
c = 2(1 — p) (2-a.lO) tico, pueden relacionarse con los esfuerzos producidos en un punto
del medio. Asi, en definitiva, podrá llegarse a expresiones entre los
y entonces
esfuerzos y las componentes del vector R. El proceso matemático
anterior es simple, aunque muy laborioso y podrá consultarse en
= — F ■ ( 2 - a .ll) detalle, en la mencionada ref. 11; aquí se pondrán únicamente los
1 - p resultados obtenidos.
Si las fuerzas másicas son nulas, se tendrá:

V 4R = 0 (2-a,12)
y en tal caso, el vector Galerkin tendrá que ser una función vectorial av = 2(1 — n ) V 2^ | + (y. V ) d i Iv.R
Inarmónica.
Por lo tanto, el vector desplazamiento v satisface la ec. 2-a.2
a, = 2 (1 - p) V* ^ + (p V 2 - div. R ( 2-a. 16)
cuando (ver ec. 2-a.7)

2G v — [2(1 — p) V 2 — V div.] R (2-a.l3)


con la condición de que se cumpla la ec. 2-a.ll.
La ec. 2-a.l3, en forma desplegada, da lugar a

El triedro (x , y , z ) corresponde al (*i x2 x 3) usado anteriormente.


En el caso particular del problema de Boussinesq puede llegarse
a la solución, adoptando un vector Galerkin ( R) de la forma

R = c [ ( l — 2 n )z ln (z + r) -(- 2 p r]t3 (2 -a .l7)


MECANICA D E SU ELO S (II) 41 42 CAPITULO II

donde Integrando la expresión anterior en el plano z — cíe


t- — x- + y- + z-
p . — .—• 3 C 7r 2 3 f ° ° 2p^P = P
La expresión para o-,, dada en las ecs. 2-a,16 puede escribirse
dR3 d3R3 Integrando y despejando, se tiene:
<r,= [ 2 ( 1 - t r J + txjV 2 9z ^ (2-a.l8)
c = - £ (2-a.20)
siendo Z7T

R h = c ( l — 2p)zlog (z + r) + 2qjir
Llevando este valor a la ec. 2-a.l7 y operando este valor con
Efectuando operaciones se tiene el resultado obtenido en las ecs. 2-a.l6, se obtiene finalmente:

= c [ - + (1 — 2 p) log (z + r) ] ffi - J 5 _ L f /, _ 0. . , r2tz + r ) - * 2lz + 2r)


oz r 2tc r3 L U + r)¡
V ’ 8# - = - < P z( r2 — 3x2)
Sz r ? + 2¡xz

= i z ¿ I + c (i p 1 V, ^ r2(z +' r) — y2{z + 2r)


dz3 r v
2k r3 L (z + rY
Agrupando, resulta finalmente
3cz3 (2-a.l9)
ff* = — r" l “-> + 2J
Considérese ahora el equilibrio
p _ 3P z
interno en el seno del medio, (fig. (2-a.21)
Frontera
infinito 0
II-a.2).
En un plano a la profundidad
z — cte debe cumplirse la condi- _ P xy r , , n z + 2r 3zl
- T n ijc p ción: P = Sama de fuerzas verti- Tlí “ 2w r3 [ + r )2 r2]
T r " cales internas.
' rz Considerando una superficie _ 3P xz
anular en dicho plano, se tendrá
Tír “ 1 Í T
P

J d Fi = | ffzpdpdd _ 3P i/z2
Twr “ 1 ÍT “F -
/
!¡ \ o sea
^V , i que es la solución originalmente propuesta por Boussinesq.
1S ^ \ x dFi = - ^ p d p \ y e =
/ 1
3cz3
2-npdp

Lo cual puede escribirse

FIG . Il-a.2 Equilibrio en el Interior del dP>= ~ (p- £ £ )■ »


semiespado elástico
MECANICA D E SU ELO S (II) 43 44 C A PITU LO II

ANEXO n-b r/z P» r/z Po r/z Po r/z P.


Valores de influencia para el caso de carga concentrada 1.60 — 0.0200 2.10 — 0.0070 2.60 — 0.0029 3.10 — 0.0013
1 — 0.0195 1 — 0.0069 1 — 0.0028 1 — 0.0013
Solución de Boussinesq 2 — 0.0191 2 — 0.0068 2 — 0.0028 2 — 0.0013
3 — 0.0187 3 — 0.0066 3 — 0.0027 3 — 0.0012
4 — 0.0183 4 — 0.0065 4 — 0.0027 4 — 0.0012
« . = £ ■ p. 5 — 0.0179 5 — 0.0064 5 — 0.0026 5 — 0.0012
6 — 0.0175 6 — 0.0063 6 — 0.0026 6 — 0.0012
7 — 0.0171 7 — 0.0062 7 — 0.0025 7 — 0.0012
r/z Pe r/z Pe r/z P. r/z 8 — 0.0167 8 — 0.0060 8 — 0.0025 8 — 0.0012
9 - 0.0163 9 — 0.0059 9 — 0.0025 9 — 0.0011
0.00 — 0.4775 0.40 — 0.3294 0.80 — 0.1386 1.20 — 0.0513
1 — 0.4773 1 — 0.3238 1 — 0.1353 1 — 0.0501 1.70 — 0.0160 2.20 — 0.0058 2.70 - 0.0024 3.20 — 0.0011
2 — 0.4770 2 — 0.3181 2 — 0.1320 2 — 0.0489 1 — 0.0157 1 — 0.0057 1 — 0.0024 1 — 0.0011
3 — 0.4764 3 — 03124 3 — 0.1288 3 — 0.0477 2 — 0.0153 2 — 0.0056 2 — 0.0023 2 — 0.0011
4 — 0.4756 4 — 03068 4 — 0.1257 4 — 0.0466 3 — 0.0150 3 — 0.0055 3 — 0.0023 3 — 0.0011
5 — 0.4745 5 — 0.3011 5 — 0.1226 5 — 0.0454 4 — 0.0147 4 — 0.0054 4 — 0.0023 4 — 0.0011
6 — 0.4732 6 — 0.2955 6 — 0.1196 6 — 0.0443 5 — 0.0144 5 — 0.0053 5 — 0.0022 5 — 0.0011
7 — 0.2899 7 — 0.1166 7 — 0.0433 6 — 0.0141 6 — 0.0052 6 — 0.0022 6 — 0.0010
7 — 0.4717 7 — 0.0010
8 — 0.4699 8 — 0.2843 8 — 0.1138 8 — 0.0422 7 — 0.0138 7 — 0.0051 7 — 0.0022
9 — 0.4679 9 — 0.2788 9 — 0.1110 9 — 0.0412 8 — 0.0135 8 — 0.0050 8 — 0.0021 8 — 0.0010
9 — 0.0132 9 — 0.0049 9 — 0.0021 9 — 0.0010
0.10 — 0.4657 0.50 — 0.2733 0.90 — 0.1083 1.30 — 0.0402
1 — 0.4633 1 — 0.2679 1 — 0.1057 1 — 0.0393 1.80 — 0.0129 2.30 — 0.0048 2.80 — 0.0021 3.30 — 0.0010
2 — 0.4607 2 — 0.2625 2 — 0.1031 2 — 0.0384 1 — 0.0126 1 — 0.0047 1 — 0.0020 1 — 0.0009
3 — 0.4579 3 — 0.2571 3 — 0.1005 3 - 0.0374 2 — 0.0124 2 — 0.0047 2 — 0.0020 2 — 0.0009
4 — 0.4548 4 — 0.2518 4 — 0.0981 4 — 0.0365 3 — 0.0121 3 - 0.0046 3 — 0.0020 3 — 0.0009
5 — 0.4516 5 — 0.2466 5 — 0.0956 5 — 0.0357 4 — 0.0119 4 — 0.0045 4 — 0.0019 4 — 0.0009
6 — 0.4482 6 — 0.2414 6 — 0.0933 6 — 0.0348 5 — 0.0116 5 — 0.0044 5 — 0.0019 5 — 0.0009
7 — 0.4446 7 — 0.2363 7 — 0.0910 7 — 0.0340 6 — 0.0114 6 — 0.0043 6 — 0.0019 6 — 0.0009
8 — 0.4409 8 — 0.2313 8 — 0.0887 8 — 0.0332 7 — 0.0112 7 — 0.0043 7 — 0.0019 7 — 0.0009
9 — 0.4370 9 — 0.2263 9 — 0.0865 9 — 0.0324 8 - 0.0109 8 — 0.0042 8 — 0.0018 8 — 0.0009
9 — 0.0107 9 — 0.0041 9 — 0.0018 9 — 0.0009
0.20 — 0.4329 0.60 — 0.2214 1.00 — 0.0844 1.40 — 0.0317
1 — 0.4286 1 — 0.2165 1 — 0.0823 1 — 0.0309 1.90 — 0.0105 2.40 — 0.0040 2.90 — 0.0018 3.40 — 0.0009
2 — 0.4242 2 — 0.2117 2 — 0.0803 2 — 0.0302 1 — 0.0103 1 — 0.0040 1 — 0.0017 1 — 0.0008
3 — 0.4197 3 — 0.2070 3 — 0.0783 3 — 0.0295 2 — 0.0101 2 — 0.0039 2 — 0.0017 2 — 0.0008
4 — 0.4151 4 — 0.2024 4 — 0.0764 4 — 0.0288 3 — 0.0099 3 — 0.0038 3 — 0.0017 3 — 0.0008
5 — 0.4103 5 — 0.1978 5 — 0.0744 5 — 0.0282 4 — 0.0097 4 — 0.0038 4 — 0.0017 4 — 0.0008
6 — 0.4054 6 — 0.1934 6 — 0.0727 6 — 0.0275 5 — 0.0095 5 — 0.0037 5 — 0.0016 5 — 0.0008
7 — 0.4004 7 — 0.1889 7 — 0.0709 7 — 0.0269 6 — 0.0093 6 — 0.0036 6 — 0.0016 6 — 0.0008
8 — 0.3954 8 — 0.1846 8 — 0.0691 8 — 0.0263 7 — 0.0091 7 — 0.0036 7 — 0.0016 7 — 0.0008
9 — 0.3902 9 — 0.1804 9 — 0.0674 9 — 0.0257 8 — 0.0089 8 — 0.0035 8 — 0.0016 8 — 0.0008
9 — 0.0087 9 — 0.0034 9 — 0.0015 9 — 0.0008
0.30 — 0.3849 0.70 — 0.1762 1.10 — 0.0658 1.50 — 0.0251
1 — 0.3796 1 — 0.1721 1 — 0.0641 1 — 0.0245 2.00 — 0.0085 2.50 — 0.0034 3.00 — 0.0015 3.50
2 — 0.3742 2 — 0.1681 2 — 0.0626 2 — 0.0240 1 — 0.0084 1 — 0.0033 1 — 0.0015 a — 0.0007
3 — 0.3687 3 — 0.1641 3 — 0.0610 3 — 0.0234 2 — 0.0082 2 — 0.0033 2 — 0.0015 3.61
4 — 0.3632 4 — 0.1603 4 — 0.0595 4 — 0.0229 3 - 0.0081 3 — 0.0032 3 — 0.0014 'X 6.1
5 - 0.3577 5 — 0.1565 5 — 0.0581 5 — 0.0224 4 — 0.0079 4 — 0.0032 4 — 0.0014 aa a nnn£
— u.uUvO
6 — 0.3521 6 — 0.1527 6 — 0.0567 6 — 0.0219 5 — 0.0078 5 — 0.0031 5 — 0.0014 "X 74
7 - 0.3465 7 — 0.1491 7 — 0.0553 7 — 0.0214 6 — 0.0076 6 — 0.0031 6 — 0.0014
8 — 0.3408 8 — 0.1455 8 — 0.0539 8 — 0.0209 7 — 0.0075 7 — 0.0030 7 — 0.0014 3.75
9 — 0.3351 9 — 0.1420 9 — 0.0526 9 — 0.0204 8 - 0.0073 8 — 0.0030 8 — 0.0013 a — 0.0005
9 — 0.0072 9 — 0.0029 9 - 0.0013 3.90
ANEXO I I - d. A r e a r e c t a n g u l a r u n if o r m e m e n t e c ar g ad a . ( Ca s o d e B o u s s in e s o ).
MECANICA DE SUELOS (II) 45

r/z Po r/z Po r/z P» r/z Po

3.91 4.13 4.44 4.91


a — 0.0004 a — 0.0003 a - 0.0002 a — 0.0001
4.12 4.43 4.90 6.15

ANEXO H-e

Valores de influencia para área circular uniformemente cargada

Solución de Boussinesq
<7, — W Wo

r/z w„ r/z w. r/z w0 r/z w0

.00 — 0.00000 .30 — 0.12126 .60 - 0.36949 .90 - 0.58934


1— 0.00015 1-0.12859 1— 0.37781 1 -0.59542
2 — 0.00060 2 — 0.13605 2 — 0.38609 2-0 .60 1 42
3 — 0.00135 3 — 0.14363 3 — 0.39431 3 — 0.60734
4 — 0.00240 4-0 .15 1 33 4 — 0.40247 4-0.61317
5 - 0.00374 5-0 .15 9 15 5 — 0.41058 5-0.6189 2
6 - 0.00538 6 — 0.16706 6 — 0.41863 6 — 0.62459
7-0.00731 7 — 0.17507 7 — 0.42662 7 — 0.63018
8 — 0.00952 8 — 0.18317 8 - 0.43454 8 — 0.63568
9 -0.0 12 0 3 9 -0 .1 91 3 4 9 -0 .4 4 2 4 0 9 — 0.64110
.10-0.01481 .40 — 0.19959 .70 - 0.45018 1.00-0.64645
1-0.017 88 1 — 0.20790 1— 0.45789 1— 0.6517!
2 — 0.02122 2-0.2 16 2 7 2 -0 .4 6 5 5 3 2 - 0.65690
3 - 0.02483 3 — 0.22469 3 — 0.47310 3 — 0.66200
4 - 0.02870 4-0 .23 3 15 4 -0 .4 80 5 9 4 - 0.66703
5 — 0.03283 5 — 0.24165 5 -0 .4 88 0 0 5-0.6719 8
6 — 0.03721 6 — 0.25017 6 — 0.49533 6 — 0.67686
7-0 .0 41 8 4 7 — 0.25872 7 — 0.50259 7 — 0.68168
8 - 0.04670 8 — 0.26729 8 -0 .5 0 9 7 6 8-0.6863 9
9-0.05181 9 — 0.27587 9 -0 .5 1 6 8 5 9-0 .69 1 04
.20 — 0.05713 .50-0.28446 .80 — 0.52386 1.10 - 0.69562
1— 0.06268 1— 0.29304 1— 0.53079 1 — 0.70013
2 — 0.06844 2 — 0.30162 2 — 0.53763 2 — 0.70457
3 - 0.07441 3 — 0.31019 3 — 0.54439 3 - 0.70894
4 - 0.08057 4-0 .31 8 75 4 -0 .5 5 1 0 6 4-0.7132 4
5 - 0.08692 5 - 0.32728 5 -0 .5 57 6 6 5-0.7174 7
6 — 0.09346 6 — 0.33579 6 -0 .5 64 1 6 6-0.72163
7-0 .10 0 17 7 — 0.34427 7 — 0.57058 7 — 0.72573
8-0 .10 7 04 8 — 0.35272 8 — 0.57692 8-0 .72 9 76
9 -0 .1 14 0 8 9 — 0.36112 9 — 0.58317 9 — 0.73373
MECANICA DE SUELOS (II) 47
46 CAPITULO II

IVe w0 iVo

1.20 — 0.73763 1.56 — 0.84283 1.91— 0.90021 3.40 — 0.97753


1— 0.74147 7 — 0.84495 2 — 0.90143 .50 — 0.97927
2 — 0.74525 8 — 0.84704 3 — 0.90263 .60 — 0.98083
3 — 0.74896 9 — 0.84910 4 — 0.90382 .70 — 0.98224
4 — 0.75262 5 — 0.90498 .80 — 0.98352
5 — 0.75622 1.60 — 0.85112 6 — 0.90613 .90 — 0.98468
6 — 0.75976 1— 0.85312 7 — 0.90726
7 — 0.76324 2 — 0.85607 8 — 0.90838 4.00 — 0.98573
8 — 0.76666 3 — 0.85700 9 — 0.90948 .20 — 0.98757
9 — 0.77003 4 — 0.85890 .40 — 0.98911
5 — 0.86077 2.00 — 0.91056 .60 — 0.99041
1.30 — 0.77334 6 — 0.86260 2 — 0.91267 .80 — 0.99152
1 — 0.77660 7 — 0.86441 4 — 0.91472
2 — 0.77981 8 — 0.86619 6 — 0.91672 5.00 — 0.99246
3 — 0.78296 9 — 0.86794 8 — 0.91865 .20 — 0.99327
4 — 0.78606 .40 — 0.99396
5 — 0.78911 1.70 — 0.86966 2.10 — 0.92053 .60 — 0.99457
6 — 0.79211 1 — 0.87136 .15 — 0.92499 .80 — 0.99510
7 — 0.79507 2 — 0.87302 .20 — 0.92914
8 — 0.79797 3 — 0.87467 .25 — 0.93301 6.00 — 0.99556
9 — 0.80083 4 — 0.87628 .30 — 0.93661 .50 — 0.99648
5 — 0.87787 .35 — 0.93997
1.40 — 0.80364 6 — 0.87944 .40 — 0.94310 7.00 — 0.99717
1 — 0.80640 7 — 0.88098 .45 — 0.94603 .50 — 0.99769
2 — 0.80912 8 — 0.88250 .50 — 0.94877
3 — 0.81179 9 — 0.88399 .55 — 0.95134 8.00 — 0.99809
4 — 0.81442 .60 — 0.95374 9.00 — 0.99865
5 — 0.81701 1.80 — 0.88546 .65 — 0.95599 10.00 — 0.99901
6 — 0.81955 1— 0.88691 .70 — 0.95810 12.00 — 0.99943
7 — 0.82206 2 — 0.88833 .75 — 0.96009 14.00 — 0.99964
8 — 0.82452 3 — 0.88974 .80 — 0.96195 16.00 — 0.99976
9 — 0.82694 4 — 0.89112 .85 — 0.96371 18.00 — 0.99983
5 — 0.89248 .90 — 0.96536 20.00 — 0.99988
1.50 — 0.82932 6 — 0.89382 .95 — 0.96691 25.00 — 0.99994
1 — 0.83167 7 — 0.89514 30.00 — 0.99996
2 — 0.83397 8 — 0.89643 3.00 — 0.96838 40.00 — 0.99998
3 — 0.83624 9 — 0.89771 .10 — 0.97106 50.00 — 0.99999
4 — 0.83847 .20 — 0.97346 . —
5 — 0.84067 1.90 — 0.89897 .30 — 0.97561
FIG. Il-f. Caria de Nevmark

R E F E R E N CIAS

1. Boussinesq, J. — Application des potenciéis á Vetude de f equilibre et da mouve-


ment des solides élastiques — Paris— 1885.
2. Fadum. R. E. — Influence valúes for vertical stresses in a semi-infinite, elas-
tic solid due to surface loads — Universidad de Harvard. Escuela de Gra-
duados— 1941.
3. Westergaard, H. M. — A problem of Elasticity suggested bu a problem in Soil
Mechamos. Soft material reinforced by numeróos strong horizontal sheets —
Contributions to the Mechantes of Solids — Stephen Timoshenko, 60th.
Anniversary volume — 1938.
48 C A PITU LO II

4. Jürgenson, L. — The application o í tbeoríes■o f Etasticity and Plasticity to


foundation problem s — Contributions to Soil Mechanics — Boston Society
of Civil Engineers — 1925-1940.
5. Gray, H. — Charts facilítate Determination o f stresses under loaded arcas —
Civil Engineering — Junio 1948.
6. Newmark, N. M. — Influence chatis for the computation o f stresses in elas-
tic foundations — Boletín N* 45. Vol. 44 — Universidad de Illinois — 1942.
7. Mindlin, R. D. — Contribution au problem e d"equilibre d’élasticité d’un solide
indefiné limité par un plan — "Comptes Rendus” — 201-536-537 — 1935.
8. Sneddon, I. N. — Fourier Transfotms — Me Graw-Hill Book Co. — 1951.
9. Green, A. E. y Zema, W . — Theoretical Elasticity — Oxford University
Press— 1954.
10. Timoshenko, S. y Goodier, J. N .— T heory o f Etasticity — McGraw-Hill
Book Co. — 1951.
11. Westergaard, H. M. — T heory o f Elasticity and Plasticity — John Wiley
and Sons— 1952.
12. Burmister, D. M. — T he Theory o f stresses and displacements in layered
systems and application to the design o[ airport runways — Proc. Highway
Research Board— 1943.
13. Burmister, D. M. — The General T heory o f stresses and displacements in
layered soil systems — Journal of Applied Physics — Vol. 1 6 — 1945.
14. Burmister, D. F. — Evaluation o f Pavem ent systems o f the W A SH D Road
test by layered systems methods — Highway Research Board— Bulletin
177— 1958.
15. Hruban, K .— T he basic probtem o f a non-linear and non-homogeneous half
space — Non homogeneity in Elasticity and Plasticity •— Olszak Editor — Per-
gamon Press — 1959.

J/T h eoretical Soil M echanics — K. Terzaghi-— John W iley and Sons — 1956.
J Soils M echanics, Foundations and Earth Structures — G. P. Tschebotarioff —
/ McGraw-Hill Book Co. — 1957.
J Fundamentáis o f Soil M echanics — D. W . Taylor — John W iley and Sons —
/ 1956.
' M ecánica de Suelos — J. A. Jiménez Salas — Ed. Dossat— 1954.
J Traité de M ecanique des Sois — J. Caquot y J. Kerissel — Gauthier-Villars—
1956.
''T h eory o f Elasticity — S. Timoshenko y J. N. Goodier — McGraw-Hill Book Co.
— 1951.
Theoretical Elasticity — A. E. Green y W . Zema — Oxford University Press —
1954
T heory o f Elasticity and Plasticity — H. M. Westergaard — Harvard University
Press y John W iley and Sons—'1952
Fourier Transforma — I. N. Sneddon-— McGraw-Hill Book C o .— 1951

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