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¿Buscando destino para las vacaciones? Hay lugares tan bonitos que hay que visitar al menos una
vez en la vida, pero es cierto que grandes ciudades como Nueva York o Londres se prestan más a
una escapada en otro momento del año. En verano, la playa es el atractivo turístico por excelencia.
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Y cuando se trata de unas vacaciones dedicadas al hedonismo y el disfrute, lo mejor es apostar por
una isla recóndita. Rodeada de mar por todos sus flancos, con playas paradisíacas y paisajes
exóticos. Arenas blancas, aguas cristalinas y una naturaleza de lo más pintoresca se unen para
ofrecer al visitante una experiencia inolvidable.
Destinos de lujo para tomar el sol, bucear en aguas casi transparentes y saborear la gastronomía más
suculenta con unas vistas privilegiadas. Ve haciendo las maletas. Próxima parada: desconexión,
relax y placer exclusivo en las mejores islas del mundo.
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Bali (Indonesia)
Bali (Indonesia)
Bali (Indonesia)
Las montañas volcánicas abrazan playas tan espectaculares que parecen de postal. La 'isla de los
dioses' brinda el equilibrio justo entre la relajación y la exploración, con gran cantidad de
asombrosos templos religiosos, los arrozales, acantilados, cascadas y arrecifes de coral. Esta isla
exótica sobrecoge al visitante y le marca de por vida en el mejor de los sentidos.
Capri (Italia)
Capri (Italia)
Capri (Italia)
La emblemática imagen del acantilado salpicado de casas coloridas y desembocando en un mar
infinito. Más allá de su playa, Capri ofrece muchos atractivos: la Gruta Azul -una impresionante
cueva marina-, el casco antiguo de la ciudad, las ruinas del palacio romano Villa Jovis, las vistas
desde el Monte Solaro de Anacapri, la Cartuja de San Giacomo y el Castillo de Barbarroja,
directamente sacado de un cuento. En definitiva, una visita muy completa y enriquecedora.
Fiyi (Oceanía)
Fiyi (Oceanía)
Fiyi (Oceanía)
Otro paraíso terrenal, Fiyi (o Fiji) es un corazón de arena blanca, aguas de un azul tan puro que
hipnotizan y una naturaleza salvaje sensacional. El océano Pacífico en todo su esplendor en este
conjunto de 333 islas, cuya capital es Suva. Una sesión de submarinismo, surf, una travesía en barco
para conocer varias islas, visitar sus templos y, por supuesto, tumbarse en su playa a desconectar de
todo.
Se la conoce como la isla bonita por méritos propios. Su paisaje, entorno ambiental, una
gastronomía para chuparse los dedos, playas y bosques maravillosos, los volcanes, rutas de
senderismo por enclaves únicos, avistar ballenas y delfines... Sobran las razones para visitar La
Palma.
Maldivas
Maldivas
Maldivas
Este país bañado por el océano Índico es un oasis tropical. Consta de 26 atolones y más de mil islas
de coral, con un mar azul cristalino en contraste con el pulcro blanco de sus arenas. Sus aguas son
perfectas para practicar buceo y observar su rica fauna acuática. Además de explorar la isla,
hospedarte en una de sus villas de lujo sobre el agua es el broche de oro a una estancia idílica.
Maui (Hawaii)
Maui (Hawaii)
Maui (Hawaii)
Ya lo cantaba Mecano: Hawaii es un paraíso. Y de entre todos sus tesoros, Maui no tiene parangón.
Este enclave natural formado por dos volcanes unidos en un istmo es simplemente maravilloso.
Avistar ballenas jorobadas, tortugas y delfines, ver las mejores puestas de sol, bucear en sus aguas
transparentes, sus playas y bosques, rutas de senderismo, bañarte en sus cascadas... Definitivamente
Maui es un destino puntero.
Mauricio
Mauricio
Mauricio
Al suroeste del océano Índico se encuentra la República de Mauricio, un país insular parte de las
islas Mascareñas. Cálidas aguas de un claro y brillante azul perfectas para bucear, playas para una
relajación sin límites y formaciones de coral repletas de peces. Asimismo, su paisaje exótico es
digno de mención, con el parque nacional de las Gargantas del Río Negro, la cascada Chamarel y
muchos templos testigos de su rica cultura.
Phuket (Tailandia)
Phuket (Tailandia)
Phuket (Tailandia)
Phuket vivió un marcado auge hace ya algunos años y no ha pasado de moda. Esta isla es idónea
para experimentar Tailandia de forma auténtica. Contrastan sus zonas más transitadas por lugareños
y turistas con otros rincones más escondidos que son remansos de tranquilidad. Las playas y
lagunas son un deleite para los sentidos, así como los núcleos urbanos y templos religiosos donde
conocer su rica cultura.